Unidad (Viii) - Trastornos Alimenticios - Salud Mental
Unidad (Viii) - Trastornos Alimenticios - Salud Mental
Unidad (Viii) - Trastornos Alimenticios - Salud Mental
PROFESORA: AUTORES:
Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las conductas
alimentarias que afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad de desempeñarte en áreas
importantes de la vida. Los trastornos de la alimentación más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia
nerviosa, y el trastorno alimentario compulsivo.
Con frecuencia, estos trastornos se manifiestan en la adolescencia y los primeros años de la adultez,
aunque pueden aparecer a otras edades. Con tratamiento, puedes volver a tener hábitos alimentarios más
saludables y, a veces, revertir las complicaciones graves causadas por el trastorno de la alimentación.
Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental. Implican problemas serios sobre
cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimenticia. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo
necesario.
Los trastornos alimenticios son afecciones médicas. No son un estilo de vida. Afectan la capacidad del
cuerpo para obtener una nutrición adecuada. Esto puede provocar problemas de salud como enfermedades
cardíacas y renales, o incluso la muerte. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar.
Atracones de comida: Es decir, comer sin control. Las personas con trastorno por atracón siguen
comiendo incluso después de estar llenas. A menudo, comen hasta que se sienten muy incómodos. En
general, después tienen sentimientos de culpa, vergüenza y angustia. Darse atracones de comida con
demasiada frecuencia puede causar aumento de peso y obesidad. El trastorno por atracón es el trastorno
alimentario más común en los Estados Unidos
Bulimia nerviosa: Las personas con bulimia nerviosa también tienen períodos de atracones. Pero
luego se purgan provocándose vómitos o usando laxantes. También pueden hacer ejercicio en exceso
o pueden ayunar. Las persnas con bulimia nerviosa pueden tener poco peso, peso normal o sobrepeso
Anorexia nerviosa: Las personas con anorexia nerviosa evitan los alimentos, restringen severamente
los alimentos o comen cantidades muy pequeñas de solo algunos alimentos. Pueden verse a sí mismas
con sobrepeso, incluso cuando están peligrosamente delgadas. La anorexia nerviosa es el menos
común de los tres trastornos alimenticios, pero a menudo es el más grave. Tiene la tasa de mortalidad
más alta de cualquier trastorno mental
Se desconoce la causa exacta de los trastornos alimenticios. Los investigadores creen que estas
afecciones son causadas por una interacción compleja de factores, incluyendo genéticos, biológicos,
conductuales, psicológicos y sociales.
¿Quién está en riesgo de trastornos alimenticios?
Cualquiera puede desarrollar un trastorno alimenticio, pero son más comunes en mujeres. Estos
trastornos aparecen con frecuencia durante la adolescencia o la edad adulta, pero también se pueden desarrollar
durante la infancia o más adelante en la vida.
Los planes de tratamiento para los trastornos alimenticios se adaptan a las necesidades de cada persona.
Es probable que tenga un equipo de proveedores que lo ayude, incluyendo médicos, nutricionistas, enfermeras
y terapeutas. Los tratamientos pueden incluir:
Psicoterapia individual, grupal y / o familiar: La terapia individual puede incluir enfoques cognitivos
conductuales que le ayuden a identificar y cambiar los pensamientos negativos e inútiles. También
ayuda a desarrollar habilidades de afrontamiento y cambiar patrones de comportamiento
Atención médica y monitoreo: Incluida la atención de las complicaciones que pueden causar los
trastornos alimenticios
Asesoramiento nutricional: Los médicos, enfermeras y consejeros le ayudarán a comer de manera
saludable para alcanzar y mantener un peso sano
Medicamentos: Como antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del estado de ánimo pueden
ayudar a tratar algunos trastornos alimentarios. También pueden ayudar con los síntomas de depresión
y ansiedad que a menudo acompañan a estos trastornos
Algunas personas con trastornos alimenticios graves pueden necesitar estar en un hospital o en un
programa de tratamiento residencial. Los programas de tratamiento residencial combinan servicios de vivienda
y tratamiento.
La anorexia es una condición psicológica caracterizada por el deseo de mantener el peso corporal más
bajo posible. Es un trastorno de salud mental asociado con bajo peso corporal, miedo a aumentar de peso,
control sobre la dieta y el ejercicio. Las personas con anorexia otorgan gran importancia al control de su peso
y estado físico, hasta el punto de interferir con la vida diaria.
La anorexia afecta a niñas y mujeres con mayor frecuencia, aunque recientemente también se está
volviendo más común entre niños y hombres. Esta condición aumenta el riesgo de mortalidad en aquellos que
la padecen, debido a las complicaciones asociadas con la condición de suicidio, ingesta de laxantes y ayudas
dietéticas y vómitos después de consumir alimentos. Algunas personas comen compulsivamente y luego
expulsan lo que se consume (vómitos), de la misma manera que los que sufren de bulimia nerviosa.
Síntomas de anorexia
Los síntomas de la anorexia nerviosa no se asocian simplemente con la pérdida de peso, ya que el
trastorno es psicológico, lo que significa que los síntomas que se manifiestan también son emocionales y
conductuales.
Fatiga
Insomnio
Cabello quebradizo y seco que se cae o se rompe fácilmente
Piel amarilla
Falta de períodos menstruales
Piel seca mareo
Pérdida de peso excesiva
Dificultad para expulsar las heces (estreñimiento)
Recuento sanguíneo anormal
Mala tolerancia al frío
Decoloración azul de los dedos
Vómitos autoinducidos
Uso de laxantes, enemas o diuréticos
Períodos de consumo compulsivo de alimentos
Negativa a alimentarse
Indisposición para comer en público
Preocupaciones o falta de interés en la comida
Irritabilidad
Pensamientos suicidas
Depresión o mal humor
Falta de interés en la socialización
Saltarse las comidas
La anorexia se diagnostica primero con un control del índice de masa corporal, seguido de un control
de la piel, el cabello y la salud de los riñones y el corazón. Además, se comprobará el estado de la ingesta de
nutrientes.
La causa de la anorexia es actualmente desconocida y es probable que sea una combinación de varios
factores, incluidos factores biológicos, psicológicos y ambientales. La genética podría desempeñar un papel en
el desarrollo de la anorexia, ya que hay una mayor probabilidad de que se desarrolle en personas que tienen
antecedentes familiares positivos para la misma afección.
Algunos rasgos genéticos, como el perfeccionismo y la sensibilidad, están asociados con la anorexia
nerviosa. Los factores psicológicos también pueden contribuir a la anorexia. Algunas de las personas que
desarrollan la afección muestran rasgos obsesivo-compulsivos que les facilitan seguir las rutinas y una dieta
controlada. Algunas personas pueden tratar de controlar su ansiedad y otras afecciones psicológicas a través de
la anorexia. Finalmente, las influencias ambientales también juegan un papel en el desarrollo de la anorexia. En
particular, entre las mujeres, el éxito y la autoestima se equiparan con los estándares de belleza, como ser
delgada.
El tratamiento para la anorexia no es un camino fácil, ya que muchas de las personas que presentan la
afección no desean buscar ayuda. El tratamiento se proporciona a través de una combinación de factores y
recursos, que incluyen terapia, educación nutricional y tratamiento médico, en caso de desnutrición severa u
otras complicaciones médicas relacionadas con la anorexia nerviosa. En casos severos de anorexia, puede ser
apropiado alimentar al paciente por medio de un tubo especialmente diseñado, ya que el paciente puede negarse
a comer o encontrarse en una condición de desnutrición grave.
El tratamiento para la anorexia debe centrarse en varios factores. El peso del paciente debe ser devuelto
a un nivel saludable. También debe aprender que la nutrición es un factor fundamental. Los pacientes a menudo
reciben planes de alimentos y objetivos nutricionales para trabajar.
A medida que avanza el tratamiento para restablecer hábitos alimenticios saludables y una nutrición
adecuada, los pacientes pueden beneficiarse de las sesiones de terapia, incluida la terapia familiar para adultos
jóvenes y adolescentes. La terapia continua es particularmente importante, porque la curación de la anorexia es
extremadamente estresante y los pacientes necesitan mucho apoyo.
La bulimia, conocida también como bulimia nerviosa, se trata de un importante trastorno alimentario
en el que la o las personas afectadas padecen episodios regulares en los que ingieren una gran cantidad de
comida —denominados atracones— en los que tiene una pérdida de control sobre la comida ingerida.
Posteriormente, aparece un sentimiento de arrepentimiento en los que la persona utiliza diversas opciones para
evitar el aumento de peso, como el uso no controlado de laxantes o los vómitos.
Se trata de una afección que normalmente afecta más a mujeres que a hombres, siendo más común en
adolescentes y mujeres jóvenes.
Pronóstico de la bulimia
La bulimia se trata de un complejo trastorno de carácter grave que puede derivar en complicaciones
graves, llegando incluso a poner en riesgo la vida del paciente. Las complicaciones más habituales de la bulimia
serían alguna de las siguientes:
Síntomas de la bulimia
Es habitual que la persona bulímica tenga un peso totalmente normal, pero que se vean a sí mismas
con sobrepeso. Así, los signos más habituales de la bulimia son:
El diagnóstico de la bulimia se lleva a cabo tras realizar un análisis tanto de sangre como de orina y
tras realizar una exploración física. A su vez, el especialista hablará con el paciente sobre sus hábitos
alimenticios, los síntomas físicos y sus posibles formas de perder peso.
Causas de la bulimia
Por el momento, la o las causas de la bulimia son desconocidas. De hecho, existen muchos factores
que pueden afectar o influir en el desarrollo de los trastornos alimentarios. Los principales serían la genética, la
salud emocional, factores psicológicos, familiares, sociales, culturales…
Como tal, no existe una manera que garantice la prevención de la bulimia, pero se puede guiar a una
persona hacia un comportamiento saludable o que trate de buscar ayuda profesional especializada antes de que
su situación empeore.
Psicoterapia: se trata de hablar y reconocer los problemas de bulimia con un especialista. Los
siguientes tipos de psicoterapia son los más positivos.
o Terapia cognitivo-conductual
o Tratamiento basado en la familia
o Psicoterapia interpersonal
Medicamentos: los antidepresivos pueden ayudar a aliviar o mejorar los signos de la bulimia cuando
se usa junto con la psicoterapia. El tratamiento aprobado para tratar la bulimia es la fluoxetina.
Educación nutricional: un nutricionista puede ayudar al paciente diseñándole un plan de alimentación
con el que se logre
Las técnicas de modificación conductual pueden ser beneficiosas pero se sabe poco acerca de los
tratamientos específicos para la pica. Se tratan las carencias nutricionales y otras complicaciones según sea
necesario. Las personas con pica comen regularmente cosas que no son alimentos (como papel, barro, suciedad
o cabello). En niños menores de 2 años, este comportamiento se considera dentro del desarrollo normal. Los
niños jovenes frecuentemente se ponen todo tipo de cosas en la boca y a veces se las comen. La pica puede
también ocurrir durante el embarazo.
En algunas partes del planeta, comer cosas que no son alimentos forma parte de una tradición cultural,
en forma de medicina popular, ritos religiosos o práctica común. Por ejemplo, algunas personas de la región de
Piedmont en Georgia (Estados Unidos) comen regularmente arcilla. Por lo general, lo que comen las personas
con pica no les hace daño. Sin embargo, a veces lo que comen les causa complicaciones, como estreñimiento,
obstrucción del tubo digestivo, envenenamiento por plomo por comer virutas de pintura, o una infección
parasitaria por comer heces. La pica por sí misma rara vez altera el funcionamiento social, pero a menudo se
produce en personas con otros trastornos mentales que sí repercuten en este. Estos trastornos son el autismo, la
discapacidad intelectual y la esquizofrenia.
Diagnóstico
Evaluación médica
Pruebas para detectar posibles complicaciones
El médico, por lo general, diagnostica la pica mediante la determinación de lo que la persona ha estado
comiendo.
La pica se diagnostica cuando la persona come repetidamente cosas que no son alimentos durante 1
mes o más. El trastorno no se diagnostica en niños menores de 2 años, ya que a esa edad el hecho de comer ese
tipo de materiales no se considera anormal. Tampoco se diagnostica cuando forma parte de la cultura de la
persona.
Si los médicos sospechan la presencia del trastorno, valoran el estado nutricional para comprobar si
hay pérdida de peso y deficiencias nutricionales. A veces la pica se diagnostica cuando la persona afectada
presenta síntomas de obstrucción del tubo digestivo (como calambres intensos o estreñimiento) o
envenenamiento por plomo y se le lleva a la unidad de emergencias para que le vea un médico.
Puede realizarse una exploración radiológica para detectar bloqueos en el tubo digestivo. Los médicos
pueden pedir análisis de sangre para verificar si hay intoxicación por plomo o análisis de heces para buscar una
infección parasitaria.
Tratamiento
Las técnicas de modificación conductual pueden ser beneficiosas pero se sabe poco acerca de los
tratamientos específicos para este trastorno. Las técnicas de modificación conductual ayudan al paciente a
desaprender conductas no deseables en tanto que aprende otras que sí lo son. Se tratan las carencias nutricionales
y otras complicaciones según sea necesario. Los bloqueos en el tubo digestivo pueden requerir cirugía. La pica
puede durar varios meses y después desaparece por sí solo, sobre todo en los niños.
Es una afección en la cual una persona hace movimientos repetitivos y sin propósito. Como mover las
manos de un lado para el otro, mecer el cuerpo o golpearse la cabeza. Los movimientos interfieren con la
actividad normal o tienen el potencial de causar daño al cuerpo.
Causas
El trastorno de movimientos estereotípicos es más común en los niños que en las niñas. Los
movimientos repetitivos a menudo aumentan con el estrés, la frustración y el aburrimiento. Se desconoce la
causa de este trastorno, cuando no se presenta con otras afecciones.
Los estimulantes como la cocaína y las anfetaminas pueden provocar un período grave pero breve de
este comportamiento. El comportamiento puede incluir piqueteo, retorcimiento de las manos, tics de la cabeza
o mordedura de los labios. El consumo prolongado de estimulantes puede llevar a períodos más largos de este
comportamiento.
Síntomas
Los síntomas de este trastorno pueden abarcar cualquiera de los siguientes movimientos:
Morderse a sí mismo
Apretarse las manos o agitarlas
Golpearse la cabeza
Golpearse el propio cuerpo
Introducirse objetos en la boca
Morderse las uñas
Mecerse
Pruebas y exámenes
Generalmente un proveedor de atención médica puede diagnosticar esta afección con un examen físico.
Se deben hacer exámenes para descartar otras causas potenciales de tales comportamientos, como:
Tratamiento
El tratamiento debe centrarse en la causa, los síntomas específicos y en la edad del paciente.
El ambiente debe modificarse de manera que sea más seguro para los pacientes que se autoagreden.
Las técnicas conductuales y la psicoterapia pueden ayudar.
Los medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas relacionados con esta afección. Los
antidepresivos se han empleado en algunos casos.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico depende de la causa. Los movimientos estereotípicos debido al uso de drogas usualmente
desaparecen por sí solos después de unas pocas horas. El uso de estimulantes por mucho tiempo puede llevar a
períodos más prolongados de movimientos estereotípicos. Estos movimientos generalmente desaparecen una
vez que la droga se suspende.
Los movimientos estereotípicos causados por una lesión en la cabeza pueden ser permanentes.
Posibles complicaciones
Los movimientos estereotípicos intensos pueden interferir con el desempeño social normal.
Se define enuresis como “emisión involuntaria y persistente de orina durante el día, la noche o en
ambos momentos, después de una edad en la que el niño ya debería haber aprendido a controlar la micción
(normalmente entre los cuatro y los cinco años) y no existen indicios de patología orgánica” (Carmen Bragado,
2009).
Diagnóstico
Según el DSM-5 (APA, 2014) podemos hablar de enuresis cuando el niño cumple los siguientes
criterios diagnósticos:
La conducta es clínicamente significativa cuando se presenta dos veces a la semana durante por lo
menos tres meses consecutivos o por la manifestación de un malestar clínicamente significativo o por el
deterioro en el área social, académico (ocupacional) y otras áreas de funcionamiento relevantes.
La conducta no puede asociarse a un efecto fisiológico directo de una sustancia (por ejemplo, un
diurético) o a una afección médica (por ejemplo, anomalía vesical o anatómica). Cuando hablamos de enuresis
nos referimos a un aspecto funcional y no orgánico.
TIPOS Y SUBTIPOS
En general, se plantean dos formas básicas de enuresis: primaria y secundaria. A su vez, estas
categorías se pueden subdividir en enuresis diurna, nocturna y mixta. Así mismo, en base al parámetro de
frecuencia se puede distinguir entre enuresis regular y esporádica (Bragado, 2009). A continuación se explican
estos tipos y subtipos de enuresis señalados.
Atendiendo al comienzo o progreso del problema, se diferencia entre enuresis primaria o secundaria.
La primera hace referencia a aquella en la que el niño no ha adquirido nunca el control voluntario de la micción.
Mientras que cuando nos referimos a enuresis secundaria hablamos de que el niño ha conseguido controlar la
micción durante un tiempo, al menos durante 6 meses, y tras este control empieza a tener episodios de
incontinencia.
La enuresis puede ser diurna, nocturna o mixta. En la primera los episodios de incontinencia ocurren
durante el día, cuando el niño está despierto. La nocturna tiene lugar cuando el niño está durmiendo durante la
noche, mientras que la mixta hace referencia a la confluencia de las dos anteriores, es decir, cuando se producen
escapes de orina tanto por el día estando despierto como por la noche cuando está dormido.
Respecto a la variable frecuencia, se puede distinguir entre enuresis regular cuando la micción se
produce de forma continua como un suceso habitual y cotidiano, y esporádica cuando ocurre de forma
intermitente.
DATOS EPIDEMIOLÓGICOS
En cuanto al tipo de enuresis más frecuente es la primaria, que aparece entre un 75-80% de los niños
frente a la secundaria que representa un 20 o 25% de la población clínica. La enuresis primaria está presente
con mayor frecuencia en varones. Suele darse de forma regular y remite con la edad en una elevada proporción.
Está asociada en mayor medida a factores del desarrollo, disfunción fisiológica o factores del aprendizaje.
Mientras que la enuresis secundaria aparece con mayor asiduidad en el género femenino, de manera más
esporádica, y asociada con el retraso en la adquisición de la continencia diurna, con una mayor incidencia de
problemas emocionales o eventos estresantes en su etiología (Rodríguez y Gracia, 2008). Sin embargo, no se
observan diferencias de género en relación a la presencia de enuresis mixta (Nevéus et al., 2000)
Los estudios también han encontrado que la enuresis nocturna es más frecuente que la diurna;
apareciendo una remisión espontánea en mayor medida en la enuresis nocturna primaria que en la secundaria
(Úbeda, Martínez y Díez, 2005).
Factores hereditarios.
Los estudios realizados con gemelos y sobre datos epidemiológicos afirman que existe cierta
predisposición genética en el desarrollo de la enuresis nocturna, aunque no se ha determinado con exactitud la
relación existente entre los genes identificados y el fenómeno (Bragado, 2009).
Factores fisiológicos
Alteración en la respuesta de despertar. Los niños con enuresis presentan un nivel de arousal más
elevado para reaccionar ante los estímulos externos e internos (distensión vesical y contracción del detrusor),
es decir, tienen dificultades para despertarse cuando la vejiga alcanza su nivel funcional (Bragado, 2009).
Déficit de vasopresina. Los niños con enuresis nocturna suelen presentar poliuria nocturna (secreción
de grandes cantidades de orina). La explicación que se debe a esta relación se atribuye a un déficit de
vasopresina (hormona encargada de mandar señales al riñón para que se inhiba la producción de orina). Cuando
hay una carencia de esta hormona, se produce una mayor cantidad de orina en los riñones, que excede la
capacidad funcional de la vejiga provocando el episodio enurético (Bragado, 2009).
Factores psicosociales
Entrenamiento familiar en el control vesical. La teoría conductual destaca el papel del aprendizaje en
la adquisición de la continencia nocturna. Esta teoría plantea que los niños con enuresis secundaria no llegan a
aprender la respuesta de contracción del esfínter durante el sueño porque el control inhibitorio aprendido durante
el día no se transfiere a horas del sueño o porque la cantidad de orina almacenada supera los límites de la
capacidad funcional de la vejiga. Estos niños no identifican las señales fisiológicas de plenitud y de distensión
vesical (estímulos que avisan de la necesidad de orinar), por lo que no se despiertan cuando se produce el
disparo del reflejo de la micción y mojan la cama. El fracaso en el aprendizaje del control de esfínteres se ha
asociado a un escaso reforzamiento social que recibe del medio, un déficit de entrenamiento o mala instrucción
por parte de sus progenitores, hábitos de vaciado inapropiados, bajo nivel de condicionabilidad y a la exposición
de acontecimientos altamente estresantes (Bradago, 2009).
Situaciones vitales estresantes. Las experiencias estresantes vividas durante la infancia como el
fallecimiento de un progenitor, el divorcio o separación de los padres, el cambio de domicilio o de escuela, el
nacimiento de hermanos, traumas escolares, abusos sexuales, hospitalizaciones, etc. se relacionan con una
mayor frecuencia de enuresis secundaria (Bradago, 2009)..
Nivel socioeconómico. En culturas, sobre todo en occidente, se ha encontrado una mayor presencia de
enuresis en clases sociales bajas (Toro, 2008 y Bradago, 2009).
Factores sociofamiliares. Se ha encontrado que en familias numerosas hay mayores casos de enuresis,
al igual que cuando la madre es joven o esta trabaja fuera de casa (Toro, 2008).
Causas
El tartamudeo usualmente afecta a niños en edades de 2 a 5 años y es más común en varones. Esta
situación puede durar desde varias semanas a varios años.
Para un pequeño número de niños, el tartamudeo no desaparece y puede empeorar. Esto se denomina
tartamudeo del desarrollo y es el tipo más común de tartamudeo.
El tartamudeo tiende a ser hereditario. Se han identificado los genes que lo causan.
También existe evidencia de que el tartamudeo es el resultado de lesiones cerebrales, como accidente
cerebrovascular o lesiones cerebrales traumáticas.
El tartamudeo persiste hasta la edad adulta con más frecuencia en los niños que en las niñas.
Síntomas
El tartamudeo puede empezar con la repetición de consonantes (k, g, t). Si el tartamudeo empeora, se
repiten palabras y frases.
Posteriormente, se desarrollan espasmos vocales. Hay un sonido forzado y casi explosivo para el
discurso. Puede parecer como si la persona estuviera luchando para hablar.
Las situaciones sociales estresantes y la ansiedad pueden hacer que los síntomas empeoren.
Los niños con tartamudeo leve son a menudo inconscientes de su problema. En los casos graves, los
niños pueden ser más conscientes. Se pueden presentar movimientos faciales, ansiedad y aumento del
tartamudeo cuando les piden que hablen.
Algunas personas que tartamudean descubren que no lo hacen cuando leen en voz alta o cantan.
Pruebas y exámenes
Su proveedor de atención médica le hará preguntas acerca de la historia médica y de desarrollo del
niño, como cuando empezó a tartamudear y con qué frecuencia. El proveedor también buscará:
Tratamiento
No existe una mejor terapia para el tratamiento del tartamudeo. La mayoría de los casos precoces duran
poco y se resuelven espontáneamente.
El tartamudeo ha durado más de 3 a 6 meses o el "bloqueo" del habla dura varios segundos.
El niño parece estar luchando cuando tartamudea o se siente avergonzado.
Hay antecedentes familiares de tartamudeo.
La logopedia puede ayudar a hacer que el discurso sea más fluido o suave.
Evitar expresar demasiada preocupación acerca del tartamudeo, lo cual puede llevar a que el asunto
realmente empeore, haciendo que el niño esté más inhibido.
Evitar situaciones sociales estresantes, en lo posible.
Escuchar pacientemente al niño, mirarlo a los ojos, no interrumpirlo y mostrarle amor y aceptación.
Evite terminar oraciones por él.
Hacerse tiempo para charlar con el niño.
Hablar abiertamente acerca del tartamudeo cuando el niño lo mencione, haciéndole saber que usted
entiende su frustración.
Hablar con el terapeuta del lenguaje acerca de cuándo corregir delicadamente el tartamudeo.
Tomar medicamentos para el tartamudeo no ha demostrado ser de utilidad.
Los grupos de autoayuda a menudo son útiles tanto para el niño como para la familia.
Grupos de apoyo
Las siguientes organizaciones son buenos recursos para encontrar información sobre el tartamudeo y
su tratamiento:
Expectativas (pronóstico)
En la mayoría de los niños que tartamudean, la fase es pasajera y su habla vuelve a ser normal al cabo
de 3 o 4 años. Es más probable que el tartamudeo perdure hasta la edad adulta si:
Las posibles complicaciones del tartamudeo comprenden problemas sociales causados por el temor a
las burlas, lo cual puede llevar a que el niño evite por completo hablar.
El tartamudeo está interfiriendo con el rendimiento escolar de su hijo o con su desarrollo emocional.
El niño parece ansioso o se siente avergonzado al hablar.
Los síntomas duran más de 3 a 6 meses.
Prevención
No existe una forma de prevención conocida para el tartamudeo. Puede reducirse hablando lentamente
y controlando las condiciones estresantes.
La encopresis por lo general ocurre después de los 4 años, cuando el niño ya ha aprendido a ir al baño.
En la mayoría de los casos, la incontinencia fecal es un síntoma de estreñimiento crónico. En menor frecuencia,
ocurre sin estreñimiento y puede ser el resultado de problemas emocionales.
La encopresis puede ser frustrante para los padres y vergonzosa para el niño. Sin embargo, con
paciencia y un refuerzo positivo, el tratamiento de la encopresis suele tener éxito.
Síntomas
Fuga de heces o heces líquidas en la ropa interior, que pueden confundirse con diarrea
Estreñimiento con heces secas y duras
Eliminación de heces grandes que obstruyen o casi obstruyen el inodoro
No querer evacuar el intestino
Que transcurran largos períodos entre las evacuaciones
Falta de apetito
Dolor abdominal
Problemas con la continencia urinaria durante el día o mojar la coma (enuresis)
Cistitis reiterada, por lo general, en las niñas
Causas
Estreñimiento: La mayoría de los casos de encopresis son resultado del estreñimiento crónico.
Cuando tiene estreñimiento, las heces del niño son duras, secas y pueden ser difíciles de pasar. Como resultado,
el niño evita ir al baño, lo cual empeora el problema.
Cuanto más tiempo permanezcan las heces en el colon, más difícil es para el niño expulsarlas. El colon
se estira y, finalmente, afecta los nervios que avisan cuándo es momento de ir al baño. Cuando el colon está
demasiado lleno, puede haber pérdidas de heces blandas o líquidas por fuera de las heces retenidas o pérdida
del control del movimiento intestinal.
Contener las heces debido al miedo de usar el inodoro (especialmente cuando se está fuera de casa) o
porque las heces son dolorosas
No querer interrumpir los juegos u otras actividades
Comer demasiada poca fibra
No beber líquidos suficientes
Tomar demasiada leche de vaca o, en ocasiones poco frecuentes, una intolerancia a la leche de vaca;
de todas maneras, los resultados de los estudios son contradictorios en estos temas
Factores de riesgo
La encopresis es más frecuente en los niños. Los siguientes factores de riesgo pueden extender las
posibilidades de padecer encopresis:
Complicaciones
Un niño que padece encopresis puede experimentar varias emociones, entre ellas, vergüenza,
frustración, culpa e ira. Si tu hijo es objeto de burlas por parte de sus amigos o es criticado o castigado por los
adultos, puede sentirse deprimido o tener autoestima baja.
Prevención
A continuación, presentamos algunas estrategias que pueden ayudar a evitar la encopresis y sus
complicaciones.
Evita el estreñimiento
Ayuda a tu hijo a evitar el estreñimiento con una dieta equilibrada con alto contenido de fibra y
alentándolo a que tome abundante agua.
Infórmate sobre técnicas eficaces para enseñarle a usar el inodoro
El tratamiento temprano, que incluye las recomendaciones del médico o profesional de salud mental
de tu hijo, puede ayudar a evitar el impacto social y emocional de la encopresis. Las visitas de seguimiento
periódicas al médico pueden ayudar a identificar problemas actuales o recurrentes para poder hacer cambios en
el tratamiento según sea necesario.
Diagnóstico
Realizar una exploración física y analizar los síntomas, los movimientos intestinales y los hábitos
alimentarios, a fin de descartar causas físicas del estreñimiento o la defecación involuntaria
Realizar un tacto rectal para verificar si hay heces retenidas, lo que implica insertar un dedo lubricado
y con guante en el recto de tu hijo al tiempo que presiona su abdomen con la otra mano
Recomendar una radiografía para confirmar la presencia de heces retenidas
Sugerir que se realice una evaluación psicológica si hay problemas emocionales que contribuyen a los
síntomas de tu hijo
Tratamiento
Por lo general, cuanto antes comiences el tratamiento para encopresis, mejor. El primer paso implica
vaciar el colon de las heces retenidas. Después de esto, el tratamiento se centra en estimular los movimientos
intestinales saludables. En ciertos casos, la psicoterapia puede ser un agregado útil para el tratamiento.
Existen varios métodos para limpiar el colon y aliviar el estreñimiento. Posiblemente, el médico de tu
hijo recomiende al menos una de las siguientes opciones:
Determinados laxantes
Supositorios
Enemas
El médico de tu hijo puede recomendar un seguimiento minucioso para controlar la evolución de la
limpieza del colon.
Alentar las evacuaciones intestinales saludables
Una vez que el colon esté limpio, es importante que aliente a su hijo para que tenga evacuaciones
intestinales con frecuencia. Es posible que el médico de tu hijo te recomiende lo siguiente:
El médico del niño o el profesional de salud mental pueden discutir sobre las técnicas para enseñarle
a tu hijo a tener movimientos intestinales regulares. En ocasiones, esto se llama modificación del
comportamiento o reentrenamiento de los intestinos.
El médico del niño puede recomendar psicoterapia con un profesional de la salud mental si la
encopresis está relacionada con cuestiones emocionales. La psicoterapia también es recomendable si el niño
siente vergüenza, culpa, depresión o baja autoestima en relación con la encopresis.
Es un trastorno que ocurre cuando las personas caminan o realizan otra actividad estando aún dormidas.
Causas
El ciclo normal del sueño tiene etapas, desde la somnolencia leve hasta el sueño profundo. Durante la
etapa llamada sueño con movimientos oculares rápidos (MOR), los ojos se mueven rápidamente y son más
comunes los sueños vívidos.
Todas las noches, las personas pasan por varios ciclos de sueño no MOR (desincronizado) y sueño
MOR. Caminar dormido (sonambulismo) ocurre con mayor frecuencia durante el sueño profundo no MOR, en
las primeras horas de la noche (denominado sueño N3).
Caminar dormido se da más frecuentemente en niños que en adultos mayores. Esto se debe a que a
medida que las personas envejecen, tienen menos sueño N3. El sonambulismo tiende a ser hereditario.
La fatiga, la falta de sueño y la ansiedad están asociadas con el sonambulismo. En los adultos, el
sonambulismo puede ocurrir debido a:
Uso de alcohol, sedantes u otros medicamentos, como algunas pastillas para dormir
Afecciones, tales como convulsiones
Trastornos mentales
En adultos mayores, el sonambulismo puede ser un síntoma de un problema médico que hace que las
funciones mentales disminuyan (trastorno neurocognitivo).
Síntomas
Cuando las personas sufren de sonambulismo, se pueden sentar erguidas y lucir como si estuvieran
despiertas cuando de hecho están dormidas. Se pueden levantar y caminar o realizar actividades complejas
como mover muebles, ir al baño, al igual que vestirse y desvestirse. Algunas personas incluso conducen un
vehículo mientras están dormidas.
El episodio puede ser muy breve (unos cuantos segundos o minutos) o puede durar hasta 30 minutos o
más. La mayoría de los episodios duran menos de 10 minutos. Si no se los perturba, los sonámbulos regresarán
a dormir. Sin embargo, pueden quedarse dormidos en un lugar diferente o incluso inusual.
Pruebas y exámenes
Si la persona tiene antecedentes de problemas emocionales, es posible que también necesite someterse
a una evaluación de la salud mental para buscar causas como ansiedad o estrés excesivos.
Tratamiento
En algunos casos, los tranquilizantes de corta duración ayudan a disminuir los episodios de
sonambulismo.
Algunas personas creen erróneamente que no se debe despertar a un sonámbulo. No es peligroso
despertar a un sonámbulo, aun cuando es común que la persona esté confundida o desorientada durante un
tiempo corto cuando despierta.
Otra idea errada es que la persona no puede lastimarse cuando camina dormida. En realidad, los
sonámbulos se lesionan con frecuencia cuando tropiezan y pierden el equilibrio.
Para evitar lesiones, se pueden requerir medidas de seguridad. Esto puede incluir mover objetos, como
cables eléctricos o muebles para reducir los riesgos de tropezones y caídas. Igualmente, es posible que sea
necesario bloquear las escaleras con una puerta.
Expectativas (pronóstico)
El sonambulismo por lo regular disminuye a medida que los niños crecen. Generalmente, no es indicio
de un trastorno grave, aunque puede ser un síntoma de otros trastornos.
Es inusual que los sonámbulos realicen actividades que sean peligrosas, pero se deben tomar
precauciones para prevenir lesiones como caerse por las escaleras o treparse por una ventana.
Prevención
Debido a que los trastornos alimenticios pueden ser muy graves, es importante buscar ayuda si usted
o un ser querido piensa que podría tener este problema.
Los planes de tratamiento para los trastornos alimenticios se adaptan a las necesidades de cada persona.
Es probable que tenga un equipo de proveedores que lo ayude, incluyendo médicos, nutricionistas, enfermeras
y terapeutas.
https://medlineplus.gov/spanish/eatingdisorders.html
https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/anorexia
https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/bulimia
https://www.msdmanuals.com/es-ve/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/trastornos-de-la-conducta-
alimentaria/pica
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001548.htm
http://www.psicoterapeutas.com/paginaspersonales/Bea/Enuresis.html
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001427.htm
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/encopresis/symptoms-causes/syc-20354494
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/encopresis/diagnosis-treatment/drc-20354500
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000808.htm
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