Microsoft Word - ELD Demanda de Amparo Indirecto VFF
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DERECHO.
PRESENTE
Con el carácter indicado y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1o., 3o.,
13, 14, 16 y 17, así como los diversos 103, fracción I, 107, fracción IV, todos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y demás relativos y
aplicables de la Ley de Amparo; así como por el artículo 57, fracción III, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, ocurro en tiempo y forma ante su
1
Señoría a solicitar el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN
en contra de los actos y autoridades que más adelante se señalan.
2
de la Federación; se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del Apartado
B) del artículo 123 Constitucional; de la Ley Federal de Defensoría Pública; de la
Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; de la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II
del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del
Código Federal de Procedimientos Civiles”, publicado en el Diario Oficial de la
Federación de 07 de junio de 2021.
3
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; de la Ley
Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del Código
Federal de Procedimientos Civiles, publicado en el Diario Oficial de
la Federación de 07 de junio de 2021.
Constitución
Federal o Ley Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Fundamental
Alto Tribunal o
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Suprema Corte
4
ÍNDICE
V. TÉRMINO ..................................................................................................................... 6
EN LEY ............................................................................................................................. 88
5
V. TÉRMINO
Los derechos y principios contenidos en los artículos 1o., 3o., 13, 14, 16 y 17, así
como los diversos 103, fracción I, 107, fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos en relación con los artículos 1, 2, 8 y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 1, 2 y 14 del Pacto Internacional
de los Derechos Civiles y Políticos, así como lo dispuesto en aquellos que se
mencionen dentro del capítulo de conceptos de violación.
Lo son los artículos 1o., 3o., 13, 14, 16 y 17, así como los diversos 107, fracción IV,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 103, fracción I, 107,
fracción I, inciso b) y fracción II, 108 y demás relativos y aplicables de la Ley de
Amparo; así como por el artículo 57, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación.
VIII. COMPETENCIA
6
En la especie, se surte la competencia a favor de este H. Juzgado de Distrito, en
tanto que tiene competencia para conocer de amparos indirectos en términos de lo
dispuesto en el artículo 35 de la Ley de Amparo.
[…]
[...]
[Énfasis añadido]
[Énfasis añadido]
7
Los siguientes antecedentes se someten a consideración de su Señoría, sin
perjuicio de que en otras partes del presente escrito también se hacen las
precisiones necesarias relacionadas con los conceptos de violación hechos valer:
1
Visible en:
http://sil.gobernacion.gob.mx/Busquedas/Avanzada/ResultadosBusquedaAvanzada.php?SID=450243b23ebaadc90d2edcda
484097b0&Serial=d852f709c8460ce31e00bb7d65f27b48&Reg=1&Origen=BA&Paginas=15
8
través del cual, como su nombre lo indica, se emitió la nueva ley orgánica y la ley
de carrera judicial ambas del Poder Judicial de la Federación.
5. Mi representada considera que los actos que por esta vía se reclaman vulneran
en su perjuicio diversos derechos fundamentales reconocidos por la Ley
Fundamental, motivo por el cual se expresan los Conceptos de Violación.
X. PROCEDENCIA E INTERÉS
[Énfasis añadido]
9
XXXVII y XXXVIII, 90, fracción V, 93, 95, párrafo tercero, 98, 99, 100, fracción I, 105,
109, 112, fracciones III y IV, 114, 115, apartado A, fracciones III y IV y Apartado B,
Apartado C, cuarto párrafo, 119 y 126, fracción IX, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación así como los diversos 29, segundo párrafo, 51, 52, 53,
fracciones XIV y XV, 54, 61, 62, párrafo cuarto, 63, fracciones I y II, 66, fracción V,
67, fracción III, inciso a), numeral 2 e inciso b), numerales 1 y 4 y fracción IV, 68 y
73, de la Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial de la Federación publicadas en
el Diario Oficial de la Federación de 07 de junio de 2021, en atención a que por su
sola entrada en vigor ocasionan perjuicios a la integración, funcionamiento y libre
desarrollo de la función jurisdiccional.
Así, de conformidad con la fracción XIV del artículo 61 de la Ley de Amparo, la parte
quejosa tiene la opción de acudir de manera inmediata a la vía indirecta para
reclamar la norma sin agotar los medios de defensa ordinarios, tal y como en el caso
acontece. Dicho precepto establece específicamente:
[Énfasis añadido]
10
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. ES INNECESARIO AGOTARLO
CUANDO SE RECLAMAN DISPOSICIONES DE OBSERVANCIA
GENERAL EMITIDAS POR AUTORIDADES DISTINTAS DE LOS
TRIBUNALES JUDICIALES, ADMINISTRATIVOS O DEL
TRABAJO. De la interpretación estricta y sistemática de los
artículos 103, fracción I, y 107, fracción IV, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 1o., y 107,
fracciones I, inciso g), y II, de la Ley de Amparo, en relación con el
criterio contenido en la tesis aislada 2a. CLVII/2009, (*) de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
advierte que el artículo 61, fracción XX, de la Ley de Amparo no
puede interpretarse en el sentido de que el principio de definitividad
debe agotarse, indistintamente, respecto de cualquier forma de
manifestación del poder (actos, omisiones y normas generales),
pues la exigencia de interponer los recursos ordinarios procedentes
se limitó constitucionalmente a los actos propiamente dichos o a las
omisiones de autoridades distintas de tribunales, excluyendo las
disposiciones de observancia general emitidas por esa clase de
autoridades, y si el legislador no acotó la impugnación de
normas generales -sean de la jerarquía que sean- a las reglas
que rigen el principio de definitividad en el juicio de amparo, se
concluye que es innecesario hacer valer algún medio ordinario
de defensa en caso de que se prevea antes de acudir a la
instancia constitucional, sin que esto implique que el quejoso esté
impedido para promover el medio de defensa que a su interés legal
convenga.2
[Énfasis añadido]
Los actos reclamados afectan en forma directa e inmediata los derechos sustantivos
de la parte quejosa contenidos en los artículos 1o., 3o., 13, 14, 16 y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en relación con los diversos
2
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 2a./J. 91/2017 (10a.); J.
11
8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 1, 2 y 14 del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos.
[Énfasis añadido]
3
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; P./J. 1/2015 (10a.); J.
12
el cargo, el debido proceso en procedimientos sancionatorios, procesos de elección
abiertos, técnicos y objetivos; todos ellos tanto en la Constitución como en diversos
ordenamientos internacionales, tanto del sistema universal como el interamericano,
conforme a los cuales se crea un parámetro de regularidad constitucional en torno
a la debida administración de justicia, la independencia judicial y la división de
poderes.
Esta legitimación para defender el derecho a una tutela judicial efectiva también
tiene fundamento en lo resuelto por la Primera Sala en el amparo en revisión
265/2020, en el que se precisó que de acuerdo con nuestro artículo 17 constitucional
el primer obligado a garantizar el acceso a la justicia es el Estado (esto bajo las
condiciones de no exclusión y no rivalidad descritas anteriormente), sin embargo,
también hay otros sujetos que integran la profesión legal y que son esenciales para
el funcionamiento del sistema jurídico, como lo son las escuelas de derecho y
diversas asociaciones de la sociedad civil, tales como los colegios de abogados.
13
idónea para avanzar en la obligación de garantizar el acceso a la justicia –
reconociéndoles interés legítimo–, pues la ratio de aquel razonamiento descansa en
que, siendo el derecho de acceso a la justicia un derecho complejo y multifacético,
es un derecho que, visto como un bien constitucional público, presenta el problema
que puede caracterizarse como de “polizón” o “free rider”4 por lo que la participación
de la sociedad civil en la defensa de este derecho resulta valiosa: La Escuela Libre
de Derecho cuenta con interés legítimo para promover el presente juicio de amparo
con el fin de procurar la efectividad de los aspectos cuantitativos del derecho de
acceso a la justicia que se ven perjudicados en razón de las porciones normativas
combatidas. Para efectos de claridad, el artículo de mérito establece:
[Énfasis añadido]
Ahora bien, para efecto de establecer con claridad el interés legitimo que le asiste
a la quejosa, es preciso formular tres razonamientos: (a) consideraciones respecto
del interés legítimo en el amparo; (b) implicaciones del derecho a la administración
de justicia y, en relación a ello, la identificación de las porciones normativas
reclamadas en su carácter de normas autoaplicativas y, (c) la incidencia del acto
reclamado en la esfera jurídica de la quejosa que la legitima vía interés legítimo para
instar el presente juicio de amparo.
Tal como lo estableció el Pleno del Alto Tribunal al resolver la contradicción de tesis
111/2013, el interés legítimo implica un vínculo entre una persona y una pretensión,
de tal forma que la anulación del acto que se reclama produce un beneficio o efecto
positivo en su esfera jurídica, ya sea actual o futuro, pero siempre cierto. Sin
4
Explicado por el Alto Tribunal en el mismo precedente, a propósito de su resolución dictada en el amparo en
revisión 839/2019, en torno al derecho al medio ambiente sano en los términos siguientes: 87. Siendo relevante
resaltar que, esta condición de bien público global, provocaba que la protección del medio ambiente esté sujeta
a un problema que se puede categorizar como de “polizón” o del “free rider”. Para la Segunda Sala, esto
significaba que no existen incentivos para que los individuos en particular o de manera aislada defiendan el bien
público en cuestión, pues aun cuando el beneficio social que se obtendría puede ser grande, el beneficio
particular es mínimo y el costo de oportunidad suele ser alto. Es decir, los individuos esperan a que sean otros
(como el Estado u otras personas) los que se preocupen por defender estos bienes, pero eso no les impedirá
beneficiarse de esta defensa.
14
embargo, esta titularidad potencial de una ventaja o utilidad jurídica requiere de un
interés actual o inminente y real, es decir, que no sea hipotético.
5
Sentencia dictada en la contradicción de tesis 111/2013, p. 37.
6
Ibídem, p. 38.
15
En la misma línea, al resolver la contradicción de tesis 299/2015, la Segunda Sala
identifica que si bien el interés legítimo implica un nivel de afectación menor al
exigido en el interés jurídico, ello no significa que el mismo no deba acreditarse,
pero aún con ello, advierte, no existe impedimento alguno para que la autoridad, por
medio de inferencias lógicas, arribe a la conclusión de que sí se ha actualizado el
mismo, ello siempre analizado a la luz de la función primordial del juicio de amparo:
la protección de los derechos fundamentales de las personas y por obvias razones,
el principio pro persona contenido en el artículo 1o. constitucional cobra especial
relevancia.
La Primera Sala del Alto Tribunal ha establecido, al resolver los amparos en revisión
352/2012, 250/2012 y 633/2012, y amparos directos en revisión 2479/2012 y
204/2013, que el derecho al acceso a la justicia comprende el derecho de acción
que permite a los gobernados acudir a los tribunales para hacer valer las
16
pretensiones que estime pertinentes. Al respecto, sostiene, resulta necesario que el
acceso a la jurisdicción sea equitativo, lo cual se logra cuando el acceso a los
tribunales es libre para todos los gobernados, aún y cuando su ejercicio dependa
de la utilización de los procedimientos y recursos previstos en el ordenamiento
jurídico.7
En esta línea, la Primera Sala ha establecido que un elemento esencial del acceso
a la justicia es lo que se ha identificado como el derecho de acceso a la justicia o
la tutela judicial efectiva que se ha entendido como el derecho público subjetivo
que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para
acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear
una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en
el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa
y, en su caso, se ejecute esa decisión.
En este sentido, la Suprema Corte destaca que el derecho a la tutela judicial puede
verse afectado por normas que imponen requisitos impeditivos u obstaculizadores
del acceso a la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas o
carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente
puede perseguir el legislador. De este modo, el Alto Tribunal al resolver el amparo
directo en revisión 6221/2015 sostiene que, para poder concluir que existe un
verdadero acceso a la jurisdicción o a los tribunales, es necesario que previamente
se advierta que no existen impedimentos jurídicos o fácticos que resulten
carentes de racionalidad, proporcionalidad o que resulten discriminatorios.8
7
Estas consideraciones se encuentran íntegramente recogidas en la tesis de jurisprudencia 1a.7J. 42/2007, de
rubro: GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.
8
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a. CXLI/2017 (10a.); TA, de rubro y
texto: DERECHO AL ACCESO A LA JUSTICIA. SU RELEVANCIA TRATÁNDOSE DE CONSUMIDORES. El
derecho al acceso a la justicia comprende el derecho de acción que permite al gobernado acudir a tribunales
independientes e imparciales a plantear una pretensión o defenderse de ella, con el fin de que a través de un
proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa, y, en su caso,
se ejecute esa decisión. Ahora bien, este derecho tiene una especial relevancia tratándose de los consumidores,
por las dificultades que su ejercicio representa para este colectivo como consecuencia de la posición de
vulnerabilidad en la que se ubica. En efecto, los consumidores son un grupo vulnerable, en el sentido de que
carecen de suficiente organización, información y capacidad de negociación frente a los proveedores de bienes
y servicios. Como consecuencia, es fundamental que las normas que rigen los procedimientos para la defensa
de los consumidores sean comprendidas y aplicadas a la luz del derecho al acceso a la justicia, con el propósito
de lograr una tutela efectiva de sus intereses y derechos. En ese contexto, hay que destacar que el derecho al
acceso a la justicia de los consumidores puede verse afectado por normas que impongan requisitos impeditivos
u obstaculizadores del acceso a la justicia, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas o carentes de
razonabilidad o proporcionalidad, respecto de otros fines que lícitamente puede perseguir el legislador. Por lo
tanto, para poder concluir que existe un verdadero acceso a la justicia por parte de los consumidores, es
necesario que previamente se advierta que no existen impedimentos jurídicos o fácticos que sean carentes de
racionalidad, proporcionalidad o que resulten discriminatorios.
17
Ahora bien, la Primera Sala señaló que uno de los elementos integrales del acceso
a la justicia es el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, el cual se define como el
“derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos
que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e
imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a
través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la
pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute tal decisión.”9 De la misma forma,
en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: "GARANTÍA A LA TUTELA
JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES", la
Primera Sala de la Suprema Corte definió el acceso a la tutela jurisdiccional como
el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos
que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e
imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a
través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la
pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute tal decisión; de ahí que este
derecho comprenda tres etapas, a las que corresponden tres derechos: (i) una
previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción, que
parte del derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las
autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una
judicial, que va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que
concierne el derecho al debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada
con la eficacia de las resoluciones emitidas. Ahora, los derechos mencionados
alcanzan no solamente a los procedimientos ventilados ante Jueces y tribunales del
Poder Judicial, sino también a todos aquellos seguidos ante autoridades que, al
pronunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones, realicen funciones
materialmente jurisdiccionales.”
9
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a./J. 103/2017 (10a.); J, de rubro y texto:
DERECHO DE ACCESO EFECTIVO A LA JUSTICIA. ETAPAS Y DERECHOS QUE LE CORRESPONDEN.
De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 8
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, deriva el derecho de acceso efectivo a la justicia, el
cual comprende, en adición a determinados factores socioeconómicos y políticos, el derecho a una tutela
jurisdiccional efectiva y los mecanismos de tutela no jurisdiccional que también deben ser efectivos y estar
fundamentados constitucional y legalmente.
18
En ese sentido, la Primera Sala ha sido contundente al señalar que el acceso a
la justicia debe garantizarse a todos sin que exista un límite en el número de
personas que lo esté ejerciendo en un determinado momento, y no se debe excluir
a nadie de la posibilidad de acceder a este servicio; es decir, no debe existir rivalidad
ni exclusión en la garantía del acceso a la justicia por su carácter de derecho
humano.
Así, corresponde al Poder Legislativo diseñar el marco normativo para que opere
una adecuada impartición de justicia, sin que ello impida que otros actores puedan
asegurarse de que se cumplan no solo con los parámetros constitucionales y los
tratados internacionales para lograr que los recursos procesales sean sencillos y
accesibles, y que sirva realmente para hacer efectivos los derechos sustantivos.
Por todo lo anterior, tal y como lo afirmó la Primera Sala en el amparo en revisión
265/2020, el primer obligado a garantizar el acceso a la justicia es el Estado (esto
bajo las condiciones de no exclusión y no rivalidad); sin embargo, las escuelas de
derecho son sujetos que integran la profesión legal y son esenciales para el
funcionamiento del sistema jurídico, toda vez que su participación permite
una aproximación neutral para valorar la idoneidad de la normatividad
establecida por el legislador, mediante un análisis comparativo de la norma
implementada y su apego al texto constitucional y de los tratados
internacionales.
10
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Cantos vs. Argentina, Sentencia de 28 de noviembre de
2002 (fondo, reparaciones y costas), párr. 52.
11
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs.
Guatemala, Sentencia de 19 de noviembre de 1999 (fondo), párr. 237.
19
Inicialmente, hay que establecer que la procedencia del juicio de amparo indirecto
en contra de leyes parte de los efectos que estas ocasionan en las esferas jurídicas
de los particulares, por lo que la Suprema Corte ha identificado los criterios de
individualización de una norma y, a partir de ello, la impugnación de leyes
autoaplicativas y heteroaplicativas. Es decir, para que proceda el juicio de amparo
es requisito sine qua non la existencia de una afectación de quien demanda la
protección de la justicia federal y, en ese sentido, las normas pueden generar una
afectación en la esfera jurídica de los quejosos en dos momentos distintos,
dependiendo de si los efectos que producen son de carácter heteroaplicativo o
autoaplicativo.
20
que, acorde con el imperativo en ellas contenido, vinculan al
gobernado a su cumplimiento desde el inicio de su vigencia, en
virtud de que crean, transforman o extinguen situaciones concretas
de derecho. El concepto de individualización constituye un
elemento de referencia objetivo para determinar la procedencia
del juicio constitucional, porque permite conocer, en cada caso
concreto, si los efectos de la disposición legal impugnada
ocurren en forma condicionada o incondicionada; así, la
condición consiste en la realización del acto necesario para
que la ley adquiera individualización, que bien puede revestir el
carácter de administrativo o jurisdiccional, e incluso comprende al
acto jurídico emanado de la voluntad del propio particular y al hecho
jurídico, ajeno a la voluntad humana, que lo sitúan dentro de la
hipótesis legal. De esta manera, cuando las obligaciones
derivadas de la ley nacen con ella misma, independientemente
de que no se actualice condición alguna, se estará en presencia
de una ley autoaplicativa o de individualización
incondicionada; en cambio, cuando las obligaciones de hacer o
de no hacer que impone la ley, no surgen en forma automática
con su sola entrada en vigor, sino que se requiere para
actualizar el perjuicio de un acto diverso que condicione su
aplicación, se tratará de una disposición heteroaplicativa o de
individualización condicionada, pues la aplicación jurídica o
material de la norma, en un caso concreto, se halla sometida a la
realización de ese evento.12
[Énfasis añadido]
En torno al primer tipo de normas, autoaplicativas, el Alto Tribunal advierte que, los
quejosos no deben ser destinatarios directos de la ley impugnada, sino que es
suficiente que sean terceros que resientan una afectación incondicionada que los
legitime para combatirla.
12
SCJN; 9a. Época; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; P./J. 55/97; J.
21
colateralmente al quejoso –no destinatario de las obligaciones– en un grado
suficiente para afirmar que genera una afectación que reúne las
características de jurídicamente relevante, cualificado, actual y real. La
afectación debe estar garantizada por el derecho objetivo y, en caso de
concederse el amparo, el quejoso podrá obtener un beneficio jurídico;
En torno al mismo tipo de normas, cabe advertir que la Primera Sala de la Suprema
Corte sostuvo que, de manera excepcional, pueden identificarse normas que aún
cuando en principio sean normas heteroaplicativas –conforme a su estructura
normativa–, generan una afectación de tal gravedad para la democracia
constitucional, que pueden identificarse como autoaplicativas. Tal
circunstancia impactará entonces en: (i) el plazo para combatirlas, como (ii) en el
interés necesario para acudir al juicio de amparo.
22
a aquellas que se erigen como barreras de acceso al debate público o que
inhiben la propia deliberación pública, entendiendo que las condiciones
normativas para la generación óptima de esta última se encuentran
constitucionalmente protegidas, en tanto que son condiciones de existencia de un
espacio público sin el cual un gobierno democrático de naturaleza deliberativa no
sería posible. La afectación que producen este segundo tipo de normas no es
generada por su parte valorativa, sino por sus repercusiones sobre la
apropiada preservación de canales de expresión e intercambio de ideas que
deben mantenerse abiertos, por ejemplo, estableciendo impedimentos, requisitos
u obligaciones, aún de abstención, que obstaculicen el desenvolvimiento de las
personas en el debate público, especialmente cuando se refieran al discurso político
o a quienes se dedican a informar. Consideraciones contenidas en el criterio emitido
por dicha Primera Sala de rubro: “INTERÉS LEGÍTIMO EN EL AMPARO CONTRA
LEYES. NORMAS CUYA SOLA EXISTENCIA GENERA UNA AFECTACIÓN
AUTOAPLICATIVA QUE LO ACTUALIZA.”
Sobre el primer tipo de normas, aún cuando no exista un acto de aplicación –norma
heteroaplicativa– resulta posible analizar la inconstitucionalidad de una norma en la
medida en que ésta, en su parte valorativa, discrimine y/o estigmatice a una persona
identificada como parte integrante de una categoría sospechosa13 de las
reconocidas en el párrafo quinto del artículo 1o. constitucional.
13
Artículo 1o. […] Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto
anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
23
juicio de amparo como un medio de defensa constitucional que proteja a los
gobernados de las disposiciones de carácter general que contengan un mensaje
que los estigmatice en razón de su pertenencia a una colectividad reconocida como
categoría sospechosa, pues de lo contrario, la actividad judicial corre el riesgo de
convertirse en “un transmisor complaciente” del mensaje discriminador
contenido en la norma estigmatizante. En ese sentido, y dado que la norma emite
el mensaje de manera reiterada, día con día, no se requiere la existencia de un acto
de aplicación para poder impugnarla, tal como sucedería en el caso de las
tradicionales normas heteroaplicativas.
Se evidencia la apertura del Alto Tribunal para estudiar aquellos casos en los que
la afectación producida por una norma implica entrar al análisis de los efectos que
la misma genera en un grupo o sector particular de la población precisamente
porque, existen normas cuya sola vigencia dentro del ordenamiento jurídico,
evaluadas bajo la óptica de un quejoso con interés legítimo, permiten poner de
manifiesto la complejidad del derecho en cuestión y la particular violación –con el
concomitante interés para protegerlo– que la norma imprime sobre sus derechos.
24
que hay normas que, si bien prima facie no parecerían ser perjudiciales, deben ser
analizadas en el contexto donde pretenden aplicarse. En el caso sometido a
consideración, debe advertirse que las porciones normativas tildadas de
inconstitucionales imposibilitan, por sus repercusiones sobre la debida
administración de justicia en México, la existencia de las condiciones necesarias
para lograr la independencia judicial y cumplimiento de la fórmula de división de
poderes, todos principios de rango constitucional.
Al resolver el amparo en revisión 265/2020, la Primera Sala del Alto Tribunal advirtió
que era posible concluir que para evaluar el interés legítimo de una persona en
el juicio de amparo para defender un derecho de naturaleza colectiva, debe
partirse de la pregunta por la naturaleza del derecho implicado y la relación
particular que una asociación pueda tener con la dimensión colectiva de dicho
derecho (su estructura compleja, su plano social, su carácter de bien público
o alguna característica análoga). Además, sostiene, a diferencia de lo que sucede
con el interés jurídico visto desde un plano meramente individual, en casos como el
advertido, en principio, no será relevante que la afectación al derecho con el acto,
ley u omisión reclamada sea más generalizada y que, consecuentemente, el
beneficio del amparo también pueda alcanzar a más personas. Eso, en su caso, es
una consecuencia del reconocimiento de ese interés legítimo.
25
En tal sentido, hay que advertir que si bien es cierto los artículos tildados de
inconstitucionales se combaten al incidir, cada uno de ellos de manera
independiente en aspectos diversos de la administración de justicia, también es
dable identificar, de su agrupación, un conjunto normativo que genera un mismo
efecto que incide en el aspecto o dimensión cualitativa de dicho derecho en tanto
que, contrario a avanzarse en la mayor medida posible en su protección, fracasa en
dicha obligación al generar un efecto inhibidor en la función judicial que demerita su
calidad y genera una afectación autoaplicativa a los usuarios del sistema de justicia.
Es por ello que corresponde a esta persona jurídica combatir dicha situación, no
solo como usuaria del sistema de justicia, sino también como parte de ese engranaje
para lograr la eficacia del sistema jurídico, pero de manera específica el derecho de
acceso a la justicia, cuya naturaleza encuentra dificultades para su defensa, por lo
que corresponde a las instituciones encargadas de la enseñanza e investigación del
Derecho, participar de manera neutral y sin intereses particulares en la defensa del
acceso a la justicia; lo anterior, pues a diferencia de los usuarios o juzgadores que
tendrían un interés particular en la aplicación de la norma este tipo de instituciones
se aproximan al estudio de las normas de manera neutral y les permite advertir de
manera objetiva los posibles vicios que presenten.
Por todo lo anterior, las normas desde su entrada en vigor generan nuevas
obligaciones a todo el aparato judicial federal, lo cual impacta en la eficacia del
derecho de acceso a la justicia, por lo que conforme a todos los estándares narrados
que hacen eficaz y efectivo el ejercicio de ese derecho, resulta necesario ejercer las
facultades que se otorgan a la Escuela Libre de Derecho dentro de su normatividad
para verificar que las mismas cumplan los estándares tanto nacionales como
internacionales; motivo por el cual, a continuación se precisarán las razones por las
que corresponde a esta persona jurídica ejercer este mecanismo constitucional.
26
rol que juega en el sistema jurídico, pero de manera específica en el derecho de
acceso a la justicia, no es obstáculo para advertir el efecto heteroaplicativo que
pudiera generar a los integrantes del Poder Judicial de la Federación en su calidad
de destinatarios directos, sin embargo, como se ha dicho, el ejercicio de esta acción
permite hacer eficaz el derecho de acceso a la justicia, mediante un control
constitucional de la norma objetivo y de cierta forma abstracto, a través de la
comparación de las normas con los estándares constitucionales e internacionales,
con la finalidad de advertir si el nuevo régimen pone en riesgo la independencia
judicial y lograr con ello la desincorporación de la norma.
En ese orden de ideas, en el caso en estudio, la parte quejosa cuenta con un interés
legítimo para acudir al amparo a reclamar la inconstitucionalidad de las porciones
normativas toda vez que en razón del conjunto de dichas normas se genera un
efecto de deterioro y retroceso en las condiciones de impartición de justicia en
México, es decir, afectando dicho bien público, mismas que se traducen en la
violación al derecho de acceso a la justicia, implicaciones todas que son dables de
ser estudiadas vía el juicio de amparo propuesto por la quejosa al ubicarse en una
posición diferenciada en el ordenamiento jurídico, como a continuación se
evidenciará:
27
De esa forma, la ELD participa desde hace mas de un centenario con distintos
operadores jurídicos para el mejoramiento del Derecho en todas sus facetas, se
insiste, no solo desde su enseñanza, sino en su difusión e implementación para
cumplir con el compromiso de servicio a la Patria mexicana desde sus inicios y
refrendado en 1929 mediante Decreto Presidencial.
[Énfasis añadido]
En términos del artículo sexto del mismo Decreto, por el solo hecho del otorgamiento
de la concesión, la escuela obtenía la capacidad jurídica que las leyes asignen a las
personas morales, a saber:
14
El derecho no debe verse influenciado por el favor, seducido por el poder ni adulterado por el favor pecuniario.
15
Visible en http://www.dof.gob.mx/index_111.php?year=1929&month=11&day=23
28
Artículo 6o. Por el solo hecho del otorgamiento de la concesión,
obtiene la escuela concesionaria la capacidad jurídica que las leyes
asignen a las personas morales.
[Énfasis añadido]
Tercero.
[…]
16
Visible en http://www.dof.gob.mx/index_111.php?year=1930&month=01&day=29
29
amparo hasta el momento de la publicación del decreto de ocho de
marzo de mil novecientos treinta y dos, era la de una persona
moral constituyendo una entidad jurídica, con facultades para
impartir la enseñanza universitaria correspondiente a la carrera
de abogacía y para expedir títulos profesionales y certificados
estudios, y gozando del derecho de qué tales títulos y certificados
no sean reconocidos por el Estado, además del derecho de
organizarse, dirigirse, gobernarse y regirse con plena libertad
dentro de la ley; atributos, facultades y derechos que
constituyen la capacidad jurídica de la escuela, capacidad
derivada de la ley, reconocido por el Estado y de la cual entró a
gozar plenamente desde el momento de haber cumplido con las
condiciones de orden formal estatuidas por el reglamento de
veintidós de octubre de mil novecientos veintinueve.
[Énfasis añadido]
Aunado a ello, tal como consta en su Estatuto, la Escuela Libre de Derecho es una
persona jurídica que existe desde el 24 de julio de 1912 por voluntad de sus
fundadores, personalidad que le fue reconocida por el Decreto Ley del 22 de octubre
de 1929 y por el Decreto Concesión del 17 de enero de 1930, que otorgó validez a
los estudios realizados desde su fundación y tiene por objeto exclusivo, se insiste,
de acuerdo a la cláusula cuarta de los mismos Estatutos, la enseñanza, la
investigación y la difusión de las ciencias jurídicas y sus auxiliares, en los términos
siguientes:
30
En octubre del 2008 se inauguró el edificio destinado a la investigación de nuestra
Escuela, para que, por acuerdo de la Junta Directiva de 06 de julio de 2010 tuviera
lugar el actual Centro de Investigación e Informática Jurídica de la Escuela Libre de
Derecho. Posteriormente, el 15 de noviembre de 2017 se eleva al nivel
reglamentario por determinación de la Asamblea de Profesores.
Así, el derecho de esta persona jurídica quejosa para ejercer la presente acción se
justifica en tanto que se encuentra ejerciendo su objeto social, pues desde su
fundación, luego el Decreto presidencial, su acta constitutiva y normatividad se
advierte que es una persona moral con el derecho de organizarse, dirigirse,
gobernarse y regirse con plena libertad y cuya capacidad jurídica se funda en ser
una asociación que tiene como fin y motivo una causa de utilidad pública: la
enseñanza y difusión del derecho.
31
obligado a garantizar el acceso a la justicia es el Estado (esto
bajo las condiciones de no exclusión y no rivalidad descritas
anteriormente), no puede pasarse por alto que hay otros sujetos
que también integran la profesión legal y que son esenciales
para el funcionamiento de nuestro sistema jurídico. Ente ellas
encontramos, por ejemplo, a las escuelas de derecho y a
diversas asociaciones de la sociedad civil, tales como los
colegios de abogados.
[…]
[Énfasis añadido]
Se hace patente la analogía existente toda vez que, en relación a su objeto social
la ELD ha ejercido por varios años y a partir de varias actuaciones, actividades en
protección y progreso en la efectividad del derecho de acceso a la justicia, ello, al
32
realizar actividades de difusión jurídica para contar con mejores leyes y
ordenamientos que la faciliten y eficienticen, la publicación de textos especializados,
la procuración de seminarios (de manera específica respecto a la reforma judicial
se llevó a cabo el seminario virtual “Reforma Judicial”), conferencias magistrales, la
intervención del alumnado en procedimientos ante instancias internacionales vía
amicus curiae, así como la participación dentro del parlamento abierto convocado
por ambas Cámaras del Congreso de la Unión previo a la emisión de las reformas
constitucionales, así como las normas legales que se combaten en esta vía, tal y
como lo podrá advertir su señoría en la gaceta parlamentaria dentro de los procesos
legislativos –hecho que se invoca como hecho notorio, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
ordenamiento de aplicación supletoria a la Ley de Amparo–. Actividades, entre
otras, que permiten advertir cómo los fines que persigue la ELD se alinean con el
derecho en cuestión, particularmente con su referida dimensión colectiva.
33
alegada debe presentar una relación causal con la norma
impugnada que no puede ser hipotética, conjetural o abstracta. En
otras palabras, debe tratarse de una afectación palpable y
discernible objetivamente del análisis de la ley, al grado de ser
calificable como una verdadera creación de la obra del legislador. El
principio de división de poderes que inspira el requisito de
parte agraviada, obliga a los jueces a reconocer interés legítimo
únicamente a la persona que acredite una afectación real en
sentido cualitativo, pero también temporal, actual o inminente,
nunca hipotético o conjetural.17
[Énfasis añadido]
Por mayoría de razón, toda vez que se trata de una afectación de carácter
inmediato, derivado de la implementación de un sistema nuevo que impone
obligaciones de manera inmediata en relación con la selección, vigilancia, control
disciplinario de la judicatura, acciones todas ellas que se encuentran íntimamente
vinculadas con los diversos estándares de independencia judicial y ponen en riesgo
la eficacia y actividad del derecho de acceso a la justicia, esta acción es procedente
precisamente para verificar que las normas cumplan dichos estándares y las que
no, dejen de formar parte del ordenamiento jurídico. Acción que corresponde a esta
institución de manera diferenciada a cualquier ciudadano, en tanto que guarda una
posición especial frente al orden jurídico, en relación con la naturaleza del derecho
de acceso a la justicia y su complejidad para su defensa.
Por esas razones, no se trata de actos futuros e inciertos, en tanto que la norma
dispone la entrada en vigor inmediata de diversas obligaciones que pueden poner
en riesgo la independencia judicial; de ahí que se vea satisfecho el requisito de
procedencia en el presente juicio, aunado a que no estamos en presencia de una
causal manifiesta e indudable de improcedencia, en ese tenor, cobra relevancia el
siguiente criterio jurisprudencial emitido por la Primera Sala de la Suprema Corte:
17
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a. CLXXXII/2015 (10a.); TA.
34
MATERIALIZARSE, NO CONSTITUYE UN MOTIVO MANIFIESTO
E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA, POR LO QUE EL JUEZ DE
DISTRITO DEBE ADMITIRLA A TRÁMITE. El artículo 145 de la
Ley de Amparo faculta al Juez de Distrito para desechar la
demanda de amparo indirecto cuando al examinarla aparezca
un motivo manifiesto e indudable de improcedencia; sin
embargo, esa potestad del Juez no es ilimitada, ni depende de
un criterio puramente subjetivo, pues tal motivo debe estar
plenamente demostrado, y advertirse en forma patente y
absolutamente clara de la lectura del escrito de demanda, de los
escritos aclaratorios o de los documentos que se anexen a esas
promociones. De ahí que cuando se reclame un acto futuro e incierto
y no pueda saberse con exactitud si es inminente, o bien, si llegará
o no a materializarse, sino que es necesario contar con
elementos de prueba que permitan una correcta conclusión, no
debe considerarse que existe un motivo manifiesto e indudable
de improcedencia que amerite aplicar el indicado artículo 145
para desechar de plano la demanda, por lo que el Juez de
Distrito deberá admitirla a trámite. Lo anterior obedece a que
para que el juzgador se encuentre en condiciones de saber si
el acto reclamado, considerado como futuro, se realizará por
parte de la autoridad, debe analizar los elementos probatorios
existentes, y si estimara racionalmente que la responsable ya
ordenó la realización del acto reclamado o que está a punto de
hacerlo, deberá admitir la demanda, sin perjuicio de que durante la
sustanciación del juicio quede plenamente probado que
efectivamente se trata de un acto de ese tipo, o se tenga la certeza
de la existencia de alguna otra causa de improcedencia regulada en
el artículo 73 de la citada ley, u otra prevista en diverso precepto
legal relacionado con la fracción XVIII de este numeral.18
[Énfasis añadido]
18
SCJN; 9a. Época; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; 1a./J. 25/2003; J.
35
TÍTULO LÍCITO, Y SE RELACIONAN CON LA SATISFACCIÓN
DE NECESIDADES SENSIBLES PARA DETERMINADOS
DERECHOS CONSTITUCIONALES. El artículo 145 de la Ley de
Amparo, establece la facultad de los jueces constitucionales de
examinar el escrito de demanda y establece que, de encontrarse
motivo manifiesto e indudable de improcedencia, la desechará de
plano, supuesto que se actualiza, como se ha reiterado en la
jurisprudencia, cuando el trámite del juicio no genere posibilidades
probatorias de arribar a una conclusión diversa. Por su parte, el
artículo 107, fracción I, de la Constitución Federal, en su redacción
actual, establece como presupuesto procesal de la acción
constitucional el interés legítimo -para impugnar actos emitidos por
autoridades distintas a las jurisdiccionales-, el cual ha sido definido
por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(en la tesis aislada XLIII/2013), como el interés personal, individual
o colectivo, cualificado, actual, real y jurídicamente relevante, que
puede traducirse, en caso de concederse el amparo, en un beneficio
jurídico en favor del quejoso derivado de una afectación a su esfera
jurídica en sentido amplio, que puede ser de índole económica,
profesional, de salud pública, o de cualquier otra; así, para
determinar si la falta de interés legítimo es una causa
manifiesta e indudable de improcedencia que conduzca a
desechar la demanda, los jueces de amparo, mediante una
aproximación inicial al caso, deben realizar una evaluación
preliminar y realizar un ejercicio hipotético de subsunción,
mediante el cual determinen si el planteamiento del quejoso, en
su formulación conceptual y con los elementos probatorios
disponibles, es una posibilidad potencial de actualización de su
interés legítimo o que existe una duda razonable y sólo
desechar cuando estimen que no existe tal posibilidad lógica.
Así, es una posibilidad de subsunción del concepto de interés
legítimo cuando los padres de un menor acuden al amparo a
impugnar actos dirigidos contra una asociación civil, con quienes se
relacionan jurídicamente y utilizan sus instalaciones, según lo
aducen, para satisfacer necesidades sensibles para sus derechos
constitucionales, pues en dicho planteamiento se encuentran
presentes de manera indiciaria los siguientes tres elementos: 1) la
existencia de un tercero, quien siendo titular de un derecho
subjetivo, se presume es destinatario de actos reclamados que
afectan las condiciones de ejercicio de ese derecho; 2) la parte
quejosa afirma tener una relación jurídica relevante con ese tercero,
en razón de la cual puede aprovecharse de las condiciones de
ejercicio de su derecho subjetivo, por lo cual los actos reclamados
pueden detonar una afectación colateral también en su esfera
jurídica; y 3) se alega que los actos reclamados violan el derecho
36
objetivo. La presencia de los tres requisitos permite presumir la
existencia de un agravio personal e indirecto, el cual conforma una
posibilidad aplicativa del interés legítimo cuando se impugnan actos
dirigidos contra terceros. Lo anterior, se insiste, debe entenderse
como posibilidad conceptual inicial de subsunción que conduzca a
admitir la demanda de amparo y no como conclusión definitiva, pues
el juez debe resolver en el juicio la efectiva actualización o no del
interés legítimo con base en la fijación de los actos reclamados y la
valoración de las constancias de autos; en otras palabras, la
satisfacción de los tres requisitos señalados conforma un criterio
prima facie a favor de la admisión del juicio constitucional, el cual se
debe completar con el análisis casuístico de cada demanda de
amparo.19
[Énfasis añadido]
19
SCJN; 10a. Época; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; 1a./J. 44/2013 (10a.) ; J.
37
Esto es, la quejosa se vería beneficiada con la concesión del amparo en la medida
en que al reconocerse la inconstitucionalidad de las normas que legitiman una
intervención indebida en la administración de justicia, se evitaría un actuar arbitrario
contrario a los estándares de independencia judicial que inhiba el adecuado y libre
ejercicio de la función jurisdiccional, con lo cual se vería satisfecho uno de los
objetivos que la Primera Sala reconoció a las escuelas de derecho a quienes se les
reconoce una posición diferenciada para poder acudir a defender ese bien público
que es la administración de justicia, en sus dimensiones cuantitativa y cualitativa.
De esa forma, la Escuela Libre de Derecho cuenta con un interés que se diferencia
de aquel interés de cualquier otra persona, en tanto que es una institución que,
desde hace más de 108 años, esta comprometida con la formación de profesionistas
operadores del sistema jurídico mexicano y con la investigación y difusión de las
ciencias jurídicas, por lo que si la emisión de las porciones normativas tildadas de
inconstitucionales impiden un verdadero ejercicio del derecho de acceso a la
justicia, su desincorporación del ordenamiento jurídico permitiría no solo garantizar
el respeto al derecho, sino un goce adecuado del mismo, finalidad que está inmersa
en la enseñanza del derecho, así como en la difusión de las ciencias jurídicas, pues
con independencia de el fin que busca todo ciudadano en cuanto a que el
ordenamiento cumpla con la Constitución Federal, en el caso corresponde a las
instituciones de educación jurídica buscar la eficacia del derecho de acceso a la
justicia mediante el ejercicio de acciones que impidan la inhibición del libre y
adecuado ejercicio de la función jurisdiccional, tal y como lo señaló la Primera Sala
en su mas reciente precedente en la materia.
Además, debe recordarse que la Suprema Corte ha señalado que los órganos
jurisdiccionales están obligados a encontrar formas adecuadas para lograr la
reparación del derecho que sean compatibles con el principio de relatividad. Al
resolver el amparo en revisión 323/2014, la Primera Sala de la Suprema Corte
estableció que no es posible alegar la violación al principio de relatividad de las
sentencias cuando se actualiza la existencia de un interés legítimo en defensa de
un derecho colectivo, en ese caso el derecho a la educación, pues la aceptación de
dicho interés genera una obligación en el juzgador de buscar los mecanismos
adecuados para remediar los vicios de inconstitucionalidad, aun cuando salgan de
la esfera individual del quejoso.
38
máxime porque, señaló, el principio de la relatividad de las sentencias debe ser
interpretado a la luz del nuevo marco constitucional. De dicho precedente se derivó
el siguiente criterio judicial:
39
admisible que al proteger a los quejosos, indirectamente y de
manera eventual, se beneficie a terceros ajenos a la controversia
constitucional.20
[Énfasis añadido]
[Énfasis añadido]
Así, no debe pasar inadvertido al papel que el Alto tribunal ha dado a las
instituciones que prestan servicios educativos privados como actores relevantes en
la formación y desarrollo, en general, del país. De la interrelación de los aspectos
20
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a. XXI/2018 (10a.); TA.
21
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 2a. LXXXIV/2018 (10a.); TA.
40
comentados previamente se evidencia a su Señoría la particular relación que guarda
la ELD en relación con la protección del derecho a la administración de justicia no
solo como presupuesto de la formación de sus profesionistas egresados si no
también dado su singular situación como institución educativa formadora, en
exclusiva, de abogados. Prueba de ello es lo contenido en el artículo 86, fracción
XXVI, de la LOPJF, que establece que para la implementación de políticas judiciales
podrán participar las instituciones de educación superior, como la escuela quejosa,
a saber:
[…]
[Énfasis añadido]
E incluso, evidenciando ese importante papel que juegan las escuelas de derecho,
mediante dicha ley se promueve su participación dentro del propio poder judicial:
[…]
[Énfasis añadido]
Con ello en mente y, por su aplicabilidad al caso que nos ocupa, es menester
recordar lo contenido en el siguiente criterio jurisprudencial:
41
legitimación del promovente, tanto al interés jurídico en sentido
estricto, como al legítimo, pues en ambos supuestos a la persona
que se ubique dentro de ellos se le otorga legitimación para instar la
acción de amparo. En tal virtud, atento a la naturaleza del acto
reclamado y a la de la autoridad que lo emite, el quejoso en el
juicio de amparo debe acreditar fehacientemente el interés,
jurídico o legítimo, que le asiste para ello y no inferirse con
base en presunciones. Así, los elementos constitutivos del interés
jurídico consisten en demostrar: a) la existencia del derecho
subjetivo que se dice vulnerado; y, b) que el acto de autoridad afecta
ese derecho, de donde deriva el agravio correspondiente. Por su
parte, para probar el interés legítimo, deberá acreditarse que:
a) exista una norma constitucional en la que se establezca o
tutele algún interés difuso en beneficio de una colectividad
determinada; b) el acto reclamado transgreda ese interés
difuso, ya sea de manera individual o colectiva; y, c) el
promovente pertenezca a esa colectividad. Lo anterior, porque si
el interés legítimo supone una afectación jurídica al quejoso, éste
debe demostrar su pertenencia al grupo que en específico sufrió o
sufre el agravio que se aduce en la demanda de amparo. Sobre el
particular es dable indicar que los elementos constitutivos
destacados son concurrentes, por tanto, basta la ausencia de
alguno de ellos para que el medio de defensa intentado sea
improcedente.22
[Énfasis añadido]
22
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 2a./J. 51/2019 (10a.); J.
42
En síntesis, es dable advertir que el caso planteado en la presente demanda de
amparo, es procedente pues conforma una posibilidad de subsunción del concepto
de interés legítimo, al aducir, argumentativamente, un agravio por la existencia de
los siguientes tres elementos:
43
• Acceso a la justicia como bien constitucional público
Asimismo, sostiene que en complemento a esta visión dual del acceso a la justicia,
el acceso a la justicia implica necesariamente obligaciones tanto negativas como
positivas que evidencian a su vez que el contenido de este derecho no es lineal,
sino que es multifacético. Además, este derecho es el fundamento de la
independencia judicial, principio base del funcionamiento de la judicatura como
garantía orgánica.
Es decir, es un derecho que se extiende como una garantía generalizada para toda
la sociedad e implica un deber positivo por parte del Estado de proveer el acceso a
las vías jurisdiccionales y eliminar las barreras que limiten o impidan dicho acceso;
en particular, porque las decisiones y políticas públicas sobre este derecho afectan
a toda la sociedad y porque es un principio que, a su vez, es un fin en sí mismo y
un medio para hacer valer otros derechos humanos. Adicionalmente, es un derecho
44
que visto como un bien público presenta el problema que puede caracterizarse
como de “polizón” o “free rider”.
45
Desde el análisis efectuado al resolver la controversia constitucional 33/2000,
reiterado en el estudio del Pleno de la Suprema Corte con la diversa controversia
constitucional 35/2000 y más adelante en muchos otros precedentes, consideró que
son tres las prohibiciones dirigidas a los poderes públicos a fin de que respeten el
principio de división de poderes; se trata de la no intromisión, la no dependencia y
la no subordinación con respecto a los restantes. Conceptos, dice, son en realidad
grados de uno mismo, son conceptos concéntricos porque cada uno forma parte del
siguiente, sólo que con algunas características que aumentan su grado. No
obstante, estos términos no son sinónimos porque son incluyentes hacia el grado
inferior, y excluyentes hacia el grado superior: toda subordinación (grado superior)
implica dependencia (grado intermedio) y ésta, a su vez, implica intromisión (grado
inferior); en cambio, la intromisión excluye a la dependencia, dado que esta última
es más rica en características que la primera, y la dependencia excluye a la
subordinación por la misma razón.
46
Así pues, puede decirse que el principio de división de poderes, con
especial referencia a los poderes judiciales de los estados, se
violenta cuando se cumplen todas y cada una de las siguientes
condiciones:
[Énfasis añadido]
47
ACTUALICE LA VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES EN
PERJUICIO DE AQUÉLLOS.”
48
jurídica de la función que realizan estos servidores públicos es distinta a la del resto,
porque ninguna otra clase de servidores públicos tiene todas estas características.
Es importante precisar antes de iniciar con cada una de las líneas argumentativas
de inconstitucionalidad, que a través del presente amparo se combate la totalidad
del régimen establecido en las normas reclamadas, en tanto que las nuevas
obligaciones y su aplicación afectaría situaciones creadas con anterioridad, al
establecer un cambio de régimen, aun cuando las y los juzgadores ya hubiesen sido
nombrados, lo cual no solo transgrede lo contenido en el primer párrafo del artículo
14 constitucional, sino también lo dispuesto en relación al debido proceso que obliga
a que existan tribunales previamente establecidos, por lo que dicho régimen
alteraría de manera indebida situaciones jurídicas creadas previamente,
incrementando aun más la afectación a la independencia judicial, tanto para los
funcionarios judiciales, como para los usuarios de la justicia.
49
Artículo 86. Son atribuciones del Consejo de la Judicatura
Federal: […]
[Énfasis añadido]
50
cumplimiento a los principios de independencia judicial. De esa forma, la facultad
para crear comités ad hoc de investigación en las normas que se combaten,
excede las facultades con las que cuenta, pues incluso se estaría vulnerando
lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley Fundamental, al crear órganos
especializados para investigar y sancionar juzgadores, con lo que se inhibe el
libre desarrollo de la función jurisdiccional.
En ese mismo sentido, los artículos 99, 100, 105, 109, 112, fracciones III y IV de la
referida LOPJF, otorgan de manera inconstitucional facultades al CJF para
investigar y determinar responsabilidades de los funcionarios judiciales, excediendo
los estándares de administración y generando con ello un efecto inhibidor en el libre
ejercicio de la función judicial. Dichas normas indicadas tildadas de
inconstitucionalidad establecen lo siguiente:
51
información contable y financiera necesaria para el trámite de una
investigación;
52
III. Corresponderá a la Unidad General de Investigación de
Responsabilidades Administrativas fungir como autoridad
investigadora en términos de la Ley General de Responsabilidades
Administrativas. Se exceptúan de la regla anterior los seguimientos
de evolución en la situación patrimonial, en los cuales directamente
se puede presentar el Informe de Presunta Responsabilidad
Administrativa;
[Énfasis añadido]
53
de una relación de subordinación jerárquica, lo que no corresponda
al sistema de gobierno del Poder Judicial previsto en la Constitución.
[Énfasis añadido]
Constituye un criterio reiterado por el Alto Tribunal que los Consejos de la Judicatura
pueden ejercitar sus atribuciones administrativas, pero siempre respetando todas y
cada una de las garantías constitucionales de la función jurisdiccional. Al respecto,
es valioso hacer notar que, a foja 15 de la controversia constitucional 81/2017, la
Suprema Corte advierte: “la Constitución capitalina está obligada a estructurar su
Consejo de la Judicatura tutelando en todo momento la independencia y
autonomía judiciales, pues, como veremos a continuación, ese órgano tiene
facultades para incidir en estas garantías judiciales que el Estado mexicano
está obligado a respetar.”
[…] este Pleno considera que no basta con establecer una mayoría
de consejeros de la judicatura internos del Poder Judicial para
garantizar la no intervención del Poder Legislativo en el Consejo de
la Judicatura local y, a través de éste, en el mismo Poder Judicial al
que el Consejo Pertenece. También es necesario declarar la
invalidez del mecanismo de nombramiento que se impugna pues la
intervención indirecta del Congreso local en la designación de
todos los consejeros de la judicatura implica un riesgo de
54
manipulación de las decisiones del Consejo por parte de una
mayoría parlamentaria. Este riesgo genera suspicacias nocivas
que vulneran la autonomía judicial y, por ello, constituye
precisamente una injerencia indebida del Legislativo en el
funcionamiento del Poder Judicial mediante la designación de la
totalidad de los consejeros de la judicatura. Adicionalmente, el
hecho de que sólo siete de los once consejeros del Consejo
Judicial Ciudadano deban ser profesionales del derecho
genera también suspicacias nocivas pues dicho requisito no
garantiza que tengan el conocimiento necesario de las
cuestiones técnicas de política judicial para nombrar
debidamente a los consejeros de la judicatura que ejercen una
función primordial y central para el Estado mexicano.
[Énfasis añadido]
En ese sentido, las facultades creadas por ley deben tender al pleno respeto a la
división de poderes como expresión de una correcta distribución de funciones, pues
se garantiza que la función jurisdiccional se vea reflejada en las decisiones
administrativas. Por su relevancia en el caso en estudio, es ilustrativo el siguiente
criterio jurisprudencial:
55
federal, de acuerdo con los artículos 40, 41, 49 y 116 de la Ley
Suprema, ello no debe contravenir los principios establecidos por el
Constituyente; antes bien, en acatamiento a los artículos 17 y 116,
fracción III, constitucionales, debe seguirse garantizando la
independencia y la autonomía del Poder Judicial Local, en función
del principio general de división de poderes, sin perjuicio de que esta
modalidad se oriente por los principios que para el nivel federal
establece la propia Ley Fundamental de acuerdo con su artículo 40,
lo que no significa mezclar diferentes regímenes del Estado
mexicano, sino sólo extraer los principios generales que el
Constituyente Permanente ha establecido para los Consejos de la
Judicatura en pleno acatamiento al sistema federal imperante en el
país, en el que los Estados de la República son libres y soberanos
en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una
Federación establecida según los principios de la Norma Suprema.
En este tenor, de acuerdo con los procesos legislativos que han
originado la creación de los Consejos de la Judicatura, el
Constituyente Permanente ha establecido, por lo menos, dos
principios fundamentales: 1. En la suma total de componentes
de un Consejo, debe haber más sujetos directamente extraídos
del Poder Judicial al que administrará, al cual previsiblemente
regresarán una vez que terminen sus funciones; y, 2. La
conformación del Consejo es de servicio administrativo a la
función jurisdiccional, por tanto, sus decisiones deben
respetar los principios de autonomía e independencia
judiciales, así como no controlar o invadir la esfera
jurisdiccional del órgano al que administrará. Estos principios
tienden al pleno respeto a la división de poderes como
expresión de una correcta distribución de funciones, pues se
garantiza que la función jurisdiccional se vea reflejada en las
decisiones administrativas; se acotan funciones de otros
Poderes para no permitir que, en ningún caso, formen mayoría
que incida en las decisiones administrativas del Poder Judicial;
se evitan suspicacias nocivas relativas a una posible
intervención en la administración del Poder Judicial por parte
de personas designadas por Poderes ajenos al mismo y,
finalmente, se garantiza que exista una mayor
representatividad de los integrantes del Poder Judicial en la
toma de decisiones administrativas y organizacionales del
indicado Poder, todo lo cual conduce a desempeñar
correctamente la función encomendada relativa a otorgar una
adecuada impartición de justicia hacia los gobernados.
[Énfasis añadido]
56
Justamente, en torno a esta intima relación que se presenta entre la labor
jurisdiccional del Poder Judicial y las labores auxiliares que presta todo órgano con
las funciones de consejo de la judicatura, la Suprema Corte analiza con
detenimiento que dicha comunicación debe ajustarse también a los principios de
autonomía e independencia judicial, a saber:
[Énfasis añadido]
23
Texto visible a fojas 35 y 36 de la sentencia emitida en la Controversia constitucional 81/2017 resuelta por el
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
57
mayoritaria de jueces y magistrados que pertenecen al mismo Poder Judicial, a
saber:
Siendo valioso retomar que en el último precedente citado, la Suprema Corte aludió
a las obligaciones internacionales de México, en cuanto que las entidades
federativas deben tutelar ciertas garantías esenciales para el ejercicio de la función
judicial, entre las que se encuentran las denominadas “garantías reforzadas de
estabilidad”, así como, el énfasis que ha puesto la Corte IDH acerca de que no
basta que haya preceptos legales que consagren la independencia judicial, sino
que, es necesario que tenga verificativo en la práctica.
58
pero en específico que el sistema creado no inhiba el libre ejercicio de la función
jurisdiccional.
Para alcanzar tal conclusión, el Pleno advierte y verifica que los procedimientos
tendentes a tener por acreditada la responsabilidad política y administrativa de los
servidores públicos, guardan diferencias sustanciales entre sí, atendiendo al objeto,
al sujeto y a las autoridades que intervienen en los mismos:
59
y la Ley Orgánica del Poder Judicial, podrá instruir el procedimiento
administrativo, para en su caso, aplicar la sanción procedente.
[Énfasis añadido]
24
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Zambrano Vélez y otros vs Ecuador. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007.
60
independencia real del Poder Judicial respecto a los poderes Ejecutivo y
Legislativo.25
Por otra parte, conviene destacar que en el ámbito que compete a las Naciones
Unidas, en 1985 la Asamblea General aprobó los Principios básicos de las Naciones
Unidas, relativos a la independencia de la judicatura, los cuales determinan las
garantías mínimas que deben respetarse para asegurar la independencia de la
función judicial.26
25
Naciones Unidas. Comité de Derechos Humanos. CCPR/C/GC/32, informe de Relatora Especial sobre la
cuestión de Defensores de la ONU. Folleto núm. 29. Los defensores de los derechos humanos: Protección del
derecho a defender los derechos, párr. 19. Asamblea General. Consejo de Derechos Humanos. Informe del
Relator Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, Leandro Despouy, A/HRC/11/41, 24
de marzo de 2009, párr. 52.
26
Adoptados por el Séptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, celebrado en Milán del 26 de agosto al 6 de septiembre de 1985; fueron confirmados por la
Asamblea General en sus resoluciones 40/32, del 29 de noviembre de 1985, y 40/146, del 13 de diciembre de
1985.
61
el examen de la cuestión será confidencial, a menos que el juez
solicite lo contrario.
Además, dicho Comentario señala que: “No siempre una transgresión merece una
medida disciplinaria. Aunque los principios de conducta judicial se han concebido
para que obliguen a los jueces, su objetivo no es que todas las supuestas
transgresiones se traduzcan en una medida disciplinaria. No se considera que toda
actuación de un juez que no se ciña a los principios equivalga a una conducta
indebida (o comportamiento indebido). La procedencia o no de una medida
disciplinaria puede depender de otros factores, como la gravedad de la transgresión,
la existencia o no de una reiteración de actividades indebidas y las consecuencias
de la actividad indebida para terceros y para el sistema judicial en su conjunto.27
27
Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Comentario relativo a los Principios de Bangalore
sobre la conducta judicial, Viena, UNODC, 2013.)
62
de disentir de la opinión del órgano revisor, por lo que los medios de impugnación
se deben limitar a atender los puntos de disenso.28 Otro elemento más para
evidenciar la inconstitucionalidad de los preceptos reclamados, pues las facultades
están instrumentadas para investigar cualquier tipo de conducta y no de manera
excepcional o restringida como lo plantean los estándares internacionales, por lo
que dicha regulación que se combate, transgrede el principio de independencia
judicial.
Por lo que hace al control disciplinario, la Corte IDH ha determinado que tiene por
objeto "valorar la conducta, idoneidad y desempeño del juez como funcionario
público",29 por tanto, en los casos de error judicial inexcusable debe analizarse la
gravedad de la conducta y la proporcionalidad de la sanción.
28
Ibidem. Párr 84.
29
Ídem.
63
a proceso, pues la libre remoción de jueces genera dudas en la opinión pública
respecto de su posibilidad de resolver de manera efectiva las controversias
concretas sin temor a represalias.30 Así, se observa que en torno a la competencia
judicial para resolver estos procedimientos, se citan reiteradamente los indicados
Principios básicos y la Observación General aprobada por el Comité de Derechos
Humanos No. 32, que en su párrafo 20 establece:
30
Ibidem, párr. 44
31
Ibidem, párr. 147
64
Función de los Jueces y los Principios y Directrices relativos al Derecho a un Juicio
Justo y a la Asistencia Jurídica en África.32
32
Cfr. La inamovilidad judicial no es un derecho absoluto: un juzgador puede ser destituido siempre que se haga
con base en causales previamente establecidas y siguiendo un procedimiento en el que se respeten las
garantías pertinentes. Diálogo Jurisprudencial. Número 17, julio-diciembre de 2014. Visible en:
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/dialogo-jurisprudencial/article/view/12596/14153
33
Artículo 20. Órgano y procedimiento para la exigencia de responsabilidad. La responsabilidad disciplinaria
de los jueces será competencia de los órganos del Poder Judicial legalmente establecidos, mediante
procedimientos que garanticen el respeto del debido proceso y, en particular, el de los derechos de audiencia,
defensa, contradicción y recursos legales que correspondan. Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto del Juez
Iberoamericano... op. cit.
34
Cfr. CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. cit., párr. 192.
35
Ley de la Carrera Judicial, visible en: https://www.tsc.gob.hn/biblioteca/index.php/leyes/49-ley-de-la-carrera-judicial
65
indebidas en el ejercicio de su función por parte de órganos ajenos
al Poder Judicial o incluso por parte de aquellos magistrados que
ejercen funciones de revisión o apelación. Adicionalmente, el
Estado está en el deber de garantizar una apariencia de
independencia de la magistratura que inspire legitimidad y confianza
suficiente no sólo al justiciable, sino a los ciudadanos en una
sociedad democrática.
[Énfasis añadido]
Todos y cada uno de los estándares antes narrados evidencian el exceso del
legislador al crear una Unidad de Investigación con facultades desproporcionadas
que no solo inciden en el libre ejercicio de la función judicial, sino que además
inhiben la debida impartición de justicia conforme a la independencia judicial que
debe regir; lo mismo acontece con los comités especialmente creados para
investigar, pues con ello se genera un sistema inhibitorio en la actividad
jurisdiccional que incide de manera desproporcional en el funcionamiento de la
actividad jurisdiccional.
36
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo..., op. cit., párrs. 67-68. Corte IDH, Caso Tribunal Constitucional vs. Perú...,
op. cit., párr. 75.
66
IX. Suspender en sus cargos a las y los magistrados de circuito, las
y los jueces de distrito que aparecieren involucrados en la comisión
de un delito, siempre que así lo estime el pleno con motivo del
ejercicio de sus facultades de disciplina y vigilancia, o cuando
alguna autoridad ministerial o fiscalía den noticia de ello, así como
a solicitud de la autoridad judicial que conozca del procedimiento
penal que se siga en su contra.
[Énfasis añadido]
67
cuanto al "núcleo duro", las garantías del debido proceso que
aplican a cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional son
las que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha identificado
como formalidades esenciales del procedimiento, cuyo conjunto
integra la "garantía de audiencia", las cuales permiten que los
gobernados ejerzan sus defensas antes de que las autoridades
modifiquen su esfera jurídica definitivamente. Al respecto, el
Tribunal en Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en la jurisprudencia P./J. 47/95, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, diciembre
de 1995, página 133, de rubro: "FORMALIDADES ESENCIALES
DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA
ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO
PRIVATIVO.", sostuvo que las formalidades esenciales del
procedimiento son: (i) la notificación del inicio del procedimiento; (ii)
la oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque
la defensa; (iii) la oportunidad de alegar; y, (iv) una resolución que
dirima las cuestiones debatidas y cuya impugnación ha sido
considerada por esta Primera Sala como parte de esta formalidad.
Ahora bien, el otro núcleo es identificado comúnmente con el elenco
de garantías mínimo que debe tener toda persona cuya esfera
jurídica pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del
Estado, como ocurre, por ejemplo, con el derecho penal, migratorio,
fiscal o administrativo, en donde se exigirá que se hagan
compatibles las garantías con la materia específica del asunto. Por
tanto, dentro de esta categoría de garantías del debido proceso, se
identifican dos especies: la primera, que corresponde a todas las
personas independientemente de su condición, nacionalidad,
género, edad, etcétera, dentro de las que están, por ejemplo, el
derecho a contar con un abogado, a no declarar contra sí mismo o
a conocer la causa del procedimiento sancionatorio; y la segunda,
que es la combinación del elenco mínimo de garantías con el
derecho de igualdad ante la ley, y que protege a aquellas personas
que pueden encontrarse en una situación de desventaja frente al
ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún grupo vulnerable, por
ejemplo, el derecho a la notificación y asistencia consular, el
derecho a contar con un traductor o intérprete, el derecho de las
niñas y los niños a que su detención sea notificada a quienes
ejerzan su patria potestad y tutela, entre otras de igual naturaleza.37
37
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a./J. 11/2014 (10a.) ;J.
68
órgano competente para que determine el derecho que se reclama en apego a las
debidas garantías procesales. Por otra parte, ese derecho abarca un ámbito de
protección material que implica que el Estado garantice que la decisión que se
produzca a través del procedimiento satisfaga el fin para el cual fue concebido. Esto
último no significa que siempre deba ser acogido, sino que se debe garantizar su
capacidad para producir el resultado para el que fue concebido”.38
38
Corte IDH. Barbani Duarte y Otros v. Uruguay. Sentencia de fecha 13 de octubre de 2011.
69
contiene de modo expreso en los diversos artículos 8, numeral 2, de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14, numeral
2, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; de ahí
que, al ser acordes dichos preceptos -porque tienden a especificar
y a hacer efectiva la presunción de inocencia-, deben interpretarse
de modo sistemático, a fin de hacer valer para los gobernados la
interpretación más favorable que permita una mejor impartición de
justicia de conformidad con el numeral 1o. constitucional. Ahora
bien, uno de los principios rectores del derecho, que debe ser
aplicable en todos los procedimientos de cuyo resultado pudiera
derivar alguna pena o sanción como resultado de la facultad punitiva
del Estado, es el de presunción de inocencia como derecho
fundamental de toda persona, aplicable y reconocible a quienes
pudiesen estar sometidos a un procedimiento administrativo
sancionador y, en consecuencia, soportar el poder correctivo del
Estado, a través de autoridad competente. En ese sentido, el
principio de presunción de inocencia es aplicable al procedimiento
administrativo sancionador -con matices o modulaciones, según el
caso- debido a su naturaleza gravosa, por la calidad de inocente de
la persona que debe reconocérsele en todo procedimiento de cuyo
resultado pudiera surgir una pena o sanción cuya consecuencia
procesal, entre otras, es desplazar la carga de la prueba a la
autoridad, en atención al derecho al debido proceso.39
39
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; P./J. 43/2014 (10a.);J.
40
SCJN; 9a. Época; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; 2a. XXXV/2007; TA.
70
[Énfasis añadido]
41
Corte IDH. Zegarra Marín v. Perú, Sentencia de fecha 15 de febrero de 2017.
42
ONU – Comité de Derechos Humanos. Observación General No. 32, Artículo 14. El derecho a un juicio
imparcial y a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia. Doc. ONU CCPR/C/ GC/32. 23 de agosto de
2007. Párr. 20. Ver también, Corte IDH, Caso Apitz Barbera y otros Vs. Venezuela, op. cit., párr. 84.
43
ONU – Comité de Derechos Humanos. Dictamen emitido a tenor del párrafo 4 del artículo 5 del Protocolo
Facultativo - Comunicación Nº 1376/2005. Doc. ONU CCPR/ C/93/D/1376/2005. 4 de agosto de 2008. Párr. 7.1.
71
de ser armónico con el texto constitucional y los tratados internacionales suscritos
por el Estado Mexicano.
Aunado a lo anterior, la CIDH resume las garantías que deben ser observadas en
los procesos de carácter disciplinario en las siguientes: (i) independencia,
competencia e imparcialidad de la autoridad disciplinaria, (ii) principio de legalidad,
(iii) defensa adecuada, (iv) motivación y (v) derecho a una revisión.44
44
CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia: Hacia el fortalecimiento del acceso
a la justicia y el estado de derecho en las Américas. Pp. 83-103.
72
se imponga como sanción la inhabilitación temporal, ésta no será
menor de tres meses ni podrá exceder de un año.
[Énfasis añadido]
73
condición resolutoria que pondrá fin legal a su mandato.45 Por lo tanto, la
provisionalidad no puede significar libre remoción ni alteración alguna del régimen
de garantías para su desempeño y salvaguarda de los propios justiciables.46
La Corte IDH ha dejado en claro que cuando los jueces no cuentan con las garantías
suficientes de inamovilidad se afecta el derecho a un juez independiente.48 En ese
sentido se considera como una garantía reforzada tratándose de jueces.
45
Corte IDH. Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197, párr.116.
46
Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr.
43.
47
Visible en: http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/OTROS%2010.pdf
48
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Palamara Iribarne vs. Chile, Fondo, Reparaciones y
Costas, sentencia del 22 de noviembre de 2005, Serie C, núm. 135, párr. 123.
49
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo") vs. Venezuela, excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia de 5 de agosto
de 2008, Serie C, núm. 182, párr. 55.
74
existentes en las actas del expediente” de la señora Reverón Trujillo
hubieran llevado a que la SPA ordenara la restitución de no haber
sido por el proceso de reestructuración judicial y la posición de jueza
provisoria que ocupaba (supra párr. 55). Le corresponde entonces
al Tribunal analizar, en primer lugar, si en este caso la
reincorporación al cargo era la reparación necesaria para remediar
la situación de la señora Reverón Trujillo, lo que llevaría a la
consecuencia que un recurso efectivo implicaba necesariamente
dicha reparación (supra párr. 61). De llegar a una conclusión
afirmativa respecto a esto, el Tribunal deberá analizar si los motivos
señalados por la SPA (el proceso de reestructuración judicial y la
condición de jueza provisoria de la presunta víctima) constituían
restricciones adecuadas conforme a la Convención Americana y por
tanto eximían al Estado de reincorporar a la señora Reverón Trujillo
a su cargo y pagarle los salarios dejados de percibir. En caso que
se concluya que tales motivos no dispensaban al Estado de
proceder a la reincorporación, la consecuencia será que el recurso
no fue efectivo para solucionar la situación de la presunta víctima.
Si por el contrario se concluye que dichos motivos justificaban al
Estado para no proceder con la reincorporación, corresponderá
dilucidar si las reparaciones otorgadas, es decir, la eliminación de la
sanción de destitución del expediente de sus archivos y la orden de
que fuera evaluada e incluida en los concursos de oposición en caso
de requerirlo ella (supra párr. 55), fueron las adecuadas. De
concluirse que no lo fueron, existirá una violación del artículo 25 de
la Convención, caso contrario, no la habrá.50
Asimismo, la Corte IDH afirmó que las causas por las que se puede suspender o
remover a un juez en cuanto a su desempeño radican en su mala conducta o en
su incompetencia, por lo que no se debe encubrir bajo estos parámetros el derecho
del juez a disentir y revocar una decisión jurisdiccional de un órgano judicial
superior,51 este es un criterio acorde al Estatuto del Juez Iberoamericano, que en
su artículo 19 señala que la exigencia de responsabilidad no amparará los atentados
contra la independencia judicial que pretendan encubrirse bajo su formal
cobertura.52 En el mismo sentido, los Principios 18, 19 y 20 de los Principios básicos
relativos a la independencia de la judicatura de la ONU determina que los jueces
sólo pueden ser suspendidos o separados de su encargo por incapacidad o por un
comportamiento que los inhabilite para desempeñar sus funciones, para lo cual
deberá seguirse un procedimiento establecido en las leyes, cuya decisión estará
50
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo..., op. cit., párr. 62.
51
Cfr., Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros..., op. cit., párr. 85.
52
Cfr., Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto del Juez Iberoamericano... op. cit., artículo 19.
75
sujeta a una revisión independiente53. Cabe agregar que la Corte IDH establece
que la evaluación debe realizarse sobre la base de las condiciones fijadas en
la ley y si hay cumplimiento en ello no puede ser removido:
[Énfasis añadido]
53
18. Los jueces sólo podrán ser suspendidos o separados de sus cargos por incapacidad o comportamiento
que los inhabilite para seguir desempeñando sus funciones.
19. Todo procedimiento para la adopción de medidas disciplinarias, la suspensión o la separación del cargo se
resolverá de acuerdo con las normas establecidas de comportamiento judicial.
20. Las decisiones que se adopten en los procedimientos disciplinarios, de suspensión o de separación del
cargo estarán sujetas a una revisión independiente. Podrá no aplicarse este principio a las decisiones del
tribunal supremo y a las del órgano legislativo en los procedimientos de recusación o similares. ONU, “Principios
Básicos relativos a la independencia de la Judicatura de las Naciones Unidas”… op. cit., p. 210;
54
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo..., op. cit., párr. 64-65.
76
forma para conductas no graves que graves, lo cual afecta de manera directa
la inamovilidad judicial.
El presidente Manuel Zelaya había convocado una consulta popular para saber si
había interés nacional en una nueva Constitución. El día de la consulta, se realizó
un golpe de Estado por el ejército del país. A raíz del golpe del 28 de junio de 2009,
los jueces Adán Guillermo López Lone, Luis Alonso Chévez de la Rocha y Ramón
Enrique Barrios Maldonado, y la magistrada Tirza del Carmen Flores Lanza se
pronunciaron a favor del Estado de Derecho, pero el gobierno de facto los destituyó
y separó a tres de ellos del poder Judicial, pues la nueva Corte Suprema de Justicia
de Honduras señaló que había ocurrido una sucesión constitucional, por lo que
habían actuado en rebeldía.
55
Reglamento de la Inspectoría General de Tribunales. Visible en:
https://es.scribd.com/document/115936390/Reglamento-de-la-Inspectoria-General-de-Tribunales.
56
Hechos que hacen historia. Informe sobre el estudio de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos contra el Estado de Honduras, 3ª ed. ampliada, Asociación para una Ciudadanía Participativa-ACI
Participa, 2016, pp. 100-111.
77
juez como funcionario público y, por ende, correspondería
analizar la gravedad de la conducta y la proporcionalidad de la
sanción. En el ámbito disciplinario es imprescindible la indicación
precisa de aquello que constituye una falta y el desarrollo de
argumentos que permitan concluir que las conductas reprochadas
tienen la suficiente entidad para justificar que un juez no
permanezca en el cargo.
[Énfasis añadido]
57
Párr. 190.
58
Ibidem, párr. 193.
59
Ibidem, párr. 233.
78
d) Inconstitucionalidad del régimen recursivo
LOPJF
LCJPJF
79
por el propio Consejo. En contra de la designación de Juezas o
Jueces y Magistradas o Magistrados no procede recurso alguno.
[Énfasis añadido]
80
67. Ahora bien, los jueces a diferencia de los demás
funcionarios públicos, cuentan con garantías reforzadas
debido a la independencia necesaria del Poder Judicial, lo cual
la Corte ha entendido como “esencial para el ejercicio de la función
judicial”. El Tribunal ha dicho que uno de los objetivos principales
que tiene la separación de los poderes públicos es la garantía de la
independencia de los jueces. Dicho ejercicio autónomo debe ser
garantizado por el Estado tanto en su faceta institucional, esto es,
en relación con el Poder Judicial como sistema, así como también
en conexión con su vertiente individual, es decir, con relación a la
persona del juez específico. […] Adicionalmente, el Estado está en
el deber de garantizar una apariencia de independencia de la
magistratura que inspire legitimidad y confianza suficiente no sólo al
justiciable, sino a los ciudadanos en una sociedad democrática.
[Énfasis añadido]
80. Los Principios Básicos disponen que los jueces resolverán los
asuntos que conozcan “basándose en los hechos y en consonancia
con el derecho, sin restricción alguna y sin influencias, alicientes,
presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o
indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier motivo”.
Asimismo, dichos principios establecen que la judicatura “tendrá
autoridad exclusiva para decidir si una cuestión que le haya sido
sometida está dentro de la competencia que le haya atribuido la ley”
y que “[n]o se efectuarán intromisiones indebidas o injustificadas en
el proceso judicial.
60
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197.
81
sin mayores costos o control. Además, esto podría generar un
temor en los demás jueces que observan que sus colegas son
destituidos y luego no reincorporados aún cuando la
destitución fue arbitraria. Dicho temor también podría afectar la
independencia judicial, ya que fomentaría que los jueces sigan
las instrucciones o se abstengan de controvertir tanto al ente
nominador como al sancionador. Por tanto, un recurso que
declara la nulidad de una destitución de un juez por no haber
sido ajustada a la ley debe llevar necesariamente a la
reincorporación. En el presente caso, el recurso de nulidad era el
idóneo porque declaró la nulidad y, como lo afirma la propia SPA,
hubiera podido llevar a la reincorporación de la señora Reverón
Trujillo. La pregunta que surge de esto es si las razones adelantadas
por la SPA para no reincorporarla (el proceso de reestructuración
judicial y su condición de jueza provisoria) eximían a la SPA de
reordenar dicha reparación.
[Énfasis añadido]
82
influencias, alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean
directas o indirectas, de cualquier sector o motivo.
[Énfasis añadido]
83
revisión de dicha instancia judicial. Ello sin menoscabo de la mitigación o
conmutación de las penas efectuada por las autoridades administrativas.
61
Artículo 19. Principio de legalidad en la responsabilidad del juez. Los jueces responderán penal, civil y
disciplinariamente de conformidad con lo establecido en la ley […] Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto
del Juez Iberoamericano..., op. cit.
62
Corte IDH. Garantías judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre de 1987. Serie A No. 9, párr. 27. Corte IDH,
Caso Tribunal Constitucional vs. Perú..., op. Cit., párrs. 68, 70-71, 77-78.
63
17. Toda acusación o queja formulada contra un juez por su actuación judicial y profesional se tramitará con
prontitud e imparcialidad con arreglo al procedimiento pertinente. El juez tendrá derecho a ser oído
imparcialmente. En esa etapa inicial, el examen de la cuestión será confidencial, a menos que el juez solicite lo
contrario. ONU, “Principios básicos relativos a la independencia de la judicatura de las ONU”… op. cit., p. 210.
64
Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos
Humanos), supra nota 48, párr. 24; Caso “Cinco Pensionistas” vs Perú. Sentencia de 28 de febrero de 2003.
Serie C No. 98, párr. 136, y Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni vs Nicaragua, supra nota 50,
párr. 113.
84
aquellos recursos que, por las condiciones generales del país o incluso por
las circunstancias particulares de un caso dado, resulten ilusorios.65
65
Cfr. Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos
Humanos), supra nota 48, párr. 24; Caso Baldeón García vs Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 6 de abril de 2006. Serie C No. 147, párr. 145, y Caso Almonacid Arellano y otros vs Chile. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr.
111.
85
Artículo 86. Son atribuciones del Consejo de la Judicatura
Federal: […]
[Énfasis añadido]
66
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso del Tribunal Constitucional vs. Perú, Fondo, Reparaciones
y Costas, sentencia del 31 de enero de 2001, Serie C, núm. 71, párr. 75.
67
Caso Apitz Barbera y otros Op. Cit. párr. 43.
86
3. Al respecto se sostiene que el señalado temor también podría afectar la
independencia judicial, ya que fomentaría que los jueces sigan instrucciones
o se abstengan de emitir un veredicto en la controversia entre las partes.
68
Cfr. Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos
Humanos), supra nota 48, párr. 24; Caso “Cinco Pensionistas” Vs. Perú. Sentencia de 28 de febrero de 2003.
Serie C No. 98, párr. 136, y Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni Vs. Nicaragua, supra nota
50, párr. 113.
69
Cfr. Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos
Humanos), supra nota 48, párr. 24; Caso Baldeón García Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 6 de abril de 2006. Serie C No. 147, párr. 145, y Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr.
111.
70
90o. periodo de sesiones (2007). Visible en:
https://www.oas.org/es/sla/ddi/docs/acceso_justicia_instrumentos_internacionales_recursos_rec_gral_23_un.pdf
87
Asimismo, que en aras de salvaguardar la independencia judicial la ley deberá
garantizar: a) la condición jurídica de los jueces, b) su permanencia en el cargo por
los periodos establecidos, c) su independencia y su seguridad, así como d)
remuneraciones, condiciones de servicio, pensiones y una edad de jubilación
adecuadas.
88
de procedimientos sancionatorios que no revisten de los elementos que garanticen
el ejercicio independiente de la judicatura.
Así, retomado desde doctrina por el Alto Tribunal, identifica que la reserva de ley
puede manifestarse ya de manera absoluta o de forma relativa, a saber:
(b) La reserva relativa permite que otras fuentes de la ley vengan a regular parte
de la disciplina normativa de determinada materia, pero a condición de que
la ley sea la que determine expresa y limitativamente las directrices a las que
dichas fuentes deberán ajustarse; esto es, la regulación de las fuentes
secundarias debe quedar subordinada a las líneas esenciales que la ley haya
establecido para la materia normativa
89
su formación traen consigo, pues la entidad pública, al estar cercana
y presente de esas situaciones cambiantes, dinámicas y fluctuantes
adquiere información y experiencia que debe ser aprovechada para
que el Estado haga frente a las problemáticas relativas con agilidad
y rapidez. Así, parece claro que la adopción de las cláusulas
habilitantes por parte del Legislador tiene por efecto esencial y
primario un fenómeno de ampliación de las atribuciones conferidas
a la Administración en sus relaciones con los gobernados, que le
permite actuar en materias que antes le estaban vedadas, lo que
atiende a que tan grave resulta que se establezcan disposiciones
que propicien la arbitrariedad, como generar situaciones que
coloquen a las autoridades legislativas en la imposibilidad de regular
hechos dinámicos y fluctuantes
90
emitirse en ejercicio de la “cláusula habilitante”, las configura como una especie de
reglas generales administrativas:
2. Son emitidas por órganos del Estado y, por ende, sin rebasar lo dispuesto en
la respectiva “cláusula habilitante” puede vincular a los gobernados y
precisar el alcance de los deberes y obligaciones que legalmente les
corresponden.
71
Texto visible a foja 132 de la sentencia dictada en la contradicción de tesis 252/2007.
91
CLÁUSULA HABILITANTE.” En la contradicción de tesis 97/2008, segunda sala,
foja 37: Es conveniente destacar que la práctica legislativa de las cláusulas
habilitantes no contraviene principios como el de “División de Poderes” o el de
“Reserva de Ley”; mas bien se trata de una evolución de estos principios que
permite al Estado actuar con mayor eficiencia, además de que no constituye una
actuación al margen del Poder Legislativo, ya que como se aprecia, es éste órgano
del Estado quien habilita a otros el desarrollo de las instituciones jurídicas
incorporadas en la Ley.
En ese sentido, los artículos 41, 42, fracción V, 82, 86, fracción III, 95, de la LOPJF
en relación con los diversos 29, 51, 53, fracción XV de la LCJPJF, señalan:
LOPJF
92
fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, y las demás que les confieran los acuerdos
generales. Se integrarán por tres magistradas o magistrados de
circuito ratificados, quienes durarán en su encargo un periodo de
tres años pudiendo ser designadas o designados para otro periodo
igual.
93
concurso de oposición que se lleve a cabo en términos de lo previsto
en esta Ley para el nombramiento de magistradas o magistrados de
circuito y jueces o juezas de distrito.
LCJPJF
[Énfasis añadido]
94
acaezca la condición resolutoria que pondrá fin legal a su mandato.72 Por lo tanto,
la provisionalidad no puede significar libre remoción ni alteración alguna del régimen
de garantías para su desempeño y salvaguarda de los propios justiciables.73
La Corte IDH ha dejado en claro que cuando los jueces no cuentan con las garantías
suficientes de inamovilidad se afecta el derecho a un juez independiente.75 En ese
sentido, sin lugar a duda, es dable advertirse y tratarse por el ordenamiento jurídico
como una garantía reforzada tratándose de jueces.
72
Corte IDH. Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197, párr.116.
73
Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr.
43.
74
Visibles en: http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/OTROS%2010.pdf
75
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Palamara Iribarne vs. Chile, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia
del 22 de noviembre de 2005, Serie C, núm. 135, párr. 123.
95
afecte de manera directa la independencia judicial, con la finalidad de que en todo
caso sea el legislador el que en una ley formal y material prevea de manera clara y
taxativa las acciones y consecuencias que puedan repercutir en la independencia
judicial.
96
Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles en los términos
que establece la Ley de Concursos Mercantiles.
LCJPJF
97
participación en los exámenes de oposición a que se refiere esta
Ley.
[Énfasis añadido]
En ese sentido, debe recordarse que una de las garantías judiciales sobre las que
se debe hacer hincapié es la relativa a los procedimientos para el nombramiento de
las juezas y jueces del Poder Judicial, debido a que de la ingeniería constitucional
y legal se presta para la politización de las y los magistrados y ministros que ocupan
los cargos en las cortes supremas y en los tribunales constitucionales de los
Estados que forman parte del sistema interamericano, así como de la
discrecionalidad que afecta la independencia en la toma de decisiones e incluso la
participación de las mujeres en ellos,76 por lo que se hace necesario establecer
procesos que privilegien el mérito, la objetividad y la razonabilidad, que cuenten con
criterios de selección rigurosos fundados en los principios de igualdad, no
discriminación, publicidad y transparencia.77
76
Cfr., ONU, Comisión de Derechos Humanos, Informe de la Relatora Especial sobre la independencia de los
magistrados y abogados, Gabriela Knaul. Adición: Consulta subregional sobre la independencia del Poder
Judicial en América Central. Doc. ONU A/HRC/23/43/Add.4. 2 de abril de 2013, párr. 79; CIDH, Garantías para
la independencia de las y los operadores de justicia: Hacia el fortalecimiento del acceso la justicia y el estado
de derecho en las Américas. OEA/Ser..L/V/II. Doc. 44, 5 de diciembre de 2013, párr. 57.
77
Cfr., Corte IDH, Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela. Excepción preliminar, fondo reparaciones y costas.
Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197, párrs. 70-74; Corte IDH, Caso de la Corte Suprema de
Justicia (Quintana Coello y otros) vs. Ecuador. Excepción preliminar, fondo reparaciones y costas. Sentencia de
23 de agosto de 2013. Serie C No. 266, párr. 144. ONU, “Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a
la independencia de la Judicatura”, en Rodríguez y Rodríguez, Jesús (comp.), Instrumentos internacionales
sobre derechos humanos ONU-OEA. CNDH, México, 1998, T. I, pp. 208-209, principio 10; CIDH, Garantías
para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. cit., párrs. 56-82; Comisión Internacional de
Juristas, Principios Internacionales sobre la independencia y responsabilidad de jueces, abogados y fiscales-
Guía para profesionales No. 1, Ginebra, 2007, p. 43.
78
Artículo 11. Órgano y procedimiento de selección de los jueces. Los procesos de selección y nombramiento
deben realizarse por medio de órganos predeterminados por la ley, que apliquen procedimientos también
predeterminados y públicos, que valoren objetivamente los conocimientos y méritos profesionales de los
aspirantes. Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto del Juez Iberoamericano, aprobado en la VI Cumbre
Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de Justicia, España 23-25 de mayo
de 2001, visible en: https://www.isstech.gob.mx/portal/pdf/marcoJuridico/estatuto-del-juez-iberoamericano.pdf
98
el señalamiento expreso acerca la necesidad de adoptar ”las medidas necesarias,
incluyendo cambios estructurales y legislativos, para garantizar la plena
independencia de los integrantes de los poderes judiciales estatales frente a los
poderes ejecutivos.”79 Asimismo, la CIDH le ha dado un valor especial a la
publicidad de los requisitos y procedimientos de selección y nombramiento, debido
a que este factor es determinante en la disminución de la discrecionalidad de las
autoridades encargadas de los nombramientos e incluso de la intromisión de otros
poderes en dichos procesos, puesto que la apertura a la participación de sectores
sociales y académicos favorece ”la identificación de los méritos y capacidades
profesionales de las y los participantes [...] contribuye a tener mayor certeza sobre
la integridad y la idoneidad de las y los operadores designados y a brindar confianza
a la ciudadanía sobre la objetividad del proceso.”80
79
ONU, Consejo de Derechos Humanos, Informe de la Relatora Especial sobre la independencia de los
magistrados y abogados, Gabriela Knaul, Misión a México. Doc. A/HRC/17/30/Add.3. 18 de abril de 2011, párr.
94 f), visible en: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2015/10052.pdf
80
80. Por otro lado, además de la publicidad de los requisitos y procedimientos, como un elemento de la
transparencia a observarse en los procesos de selección, la Comisión considera positivo que los procedimientos
sean abiertos al escrutinio de los sectores sociales, lo cual reduce significativamente el grado de
discrecionalidad de las autoridades encargadas de la selección y nombramiento y la consecuente posibilidad
de injerencia de otros poderes, facilitando la identificación del mérito y capacidades profesionales de las y los
candidatos. La Comisión considera que lo anterior resulta fundamental cuando se trata de la designación de las
y los operadores de justicia de las más altas jerarquías y el procedimiento y selección se encuentra a cargo del
poder ejecutivo o legislativo.
81. De igual manera, la Comisión Interamericana considera que para fortalecer la independencia de las y los
operadores de justicia que integrarán los más altos puestos dentro del poder judicial, fiscalía o defensoría
pública, resulta conveniente incluir la celebración de audiencias o de entrevistas públicas, adecuadamente
preparadas, en las que la ciudadanía, las organizaciones no gubernamentales y otros interesados tuvieran la
posibilidad de conocer los criterios de selección, así como a impugnar a las candidatas y candidatos y expresar
sus inquietudes o su apoyo.
82. La Comisión valora lo informado por algunos Estados en el sentido de que contemplan audiencias públicas
para la elección de candidatos a magistrados o magistradas de altas cortes, así como aquellos cuyos marcos
normativos consagran que la lista de candidatos y candidatas para magistrados deben ser publicadas en diarios
de circulación nacional, o bien, en los cuales se regula expresamente la participación de sectores sociales en
la selección del o de la defensora pública garantizando mecanismos de publicidad y de objeción ciudadana. En
suma, la CIDH considera que los mecanismos dirigidos a una mayor publicidad, participación y transparencia,
tal y como lo ha indicado la Relatora Especial de la ONU, contribuyen a tener mayor certeza sobre la integridad
e idoneidad de las y los operadores designados y a brindar confianza a la ciudadanía sobre la objetividad del
proceso. CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. Cit., párrs. 80-82.
81
74. Finalmente, cuando los Estados establezcan procedimientos para el nombramiento de sus jueces, debe
tenerse en cuenta que no cualquier procedimiento satisface las condiciones que exige la Convención para la
implementación adecuada de un verdadero régimen independiente. Si no se respetan parámetros básicos de
objetividad y razonabilidad, resultaría posible diseñar un régimen que permita un alto grado de discrecionalidad
99
La Corte IDH ha sido enfática al afirmar que los jueces deben seleccionarse
“exclusivamente por el mérito personal y su capacidad profesional a través
de mecanismos objetivos de selección y permanencia que tengan en cuenta
la singularidad y especificidad de las funciones que se van a desempeñar”82
de ahí que considere que los concursos públicos de oposición y mérito sean un
medio adecuado para la designación de las y los integrantes de la magistratura.83
Este señalamiento se confirma con las aserciones contenidas en los Principios
básicos relativos a la independencia de la judicatura de la ONU,84 el Informe de
Leandro Despouy, Relator Especial sobre la Independencia de los magistrados y
abogados de la ONU, la Recomendación No. R (94)12 del Consejo de Europa y del
Estatuto del Juez Iberoamericano85 en el sentido de que la selección de los jueces
debe basarse únicamente en los méritos a partir de criterios de selección
objetivos que aludan tanto al conocimiento como a la integridad, la capacidad y la
eficiencia con que se desempeñen los aspirantes a jueces, además de los años de
experiencia y la formación profesional.86
en la selección del personal judicial de carrera, en virtud de lo cual las personas escogidas no serían,
necesariamente, las más idóneas. Corte IDH, Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela. Excepción preliminar, fondo
reparaciones y costas. Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197, párr. 74.
82
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo…, op. cit., párr. 72.
83
Ibídem, párr. 76.
84
Competencia profesional, selección y formación 10. Las personas seleccionadas para ocupar cargos
judiciales serán personas íntegras e idóneas y tendrán la formación o las calificaciones apropiadas. Todo
método utilizado para la selección de personal judicial garantizará que éste no sea nombrado por motivos
indebidos. En la selección de los jueces no se hará discriminación alguna por motivo de raza, color, sexo,
religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o condición;
el requisito de que los postulantes a cargos judiciales sean nacionales del país de que se trate no se considerará
discriminatorio. ONU, “Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a la independencia de la
Judicatura”… op. cit., p. 208;
85
Artículo 11. Órgano y procedimiento de selección de los jueces. Los procesos de selección y nombramiento
deben realizarse por medio de órganos predeterminados por la ley, que apliquen procedimientos también
predeterminados y públicos, que valoren objetivamente los conocimientos y méritos profesionales de los
aspirantes.
Artículo 12. Objetividad en la selección de jueces. Los mecanismos de selección deberán adaptarse a las
necesidades de cada país y estarán orientados, en todo caso, a la determinación objetiva de la idoneidad de
los aspirantes.
Artículo 13. Principio de no discriminación en la selección de jueces En la selección de los jueces, no se hará
discriminación alguna por motivo de raza, sexo, religión, ideología, origen social, posición económica u otro que
vulnere el derecho a la igualdad que ampara a los aspirantes. El requisito de nacionalidad del país de que se
trate no se considerará discriminatorio. Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto del Juez Iberoamericano,
aprobado en la VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de
Justicia, España 23-25 de mayo de 2001, visible en: https://www.isstech.gob.mx/portal/pdf/marcoJuridico/estatuto-del-
juez-iberoamericano.pdf
86
Cfr., ONU, “Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a la independencia de la Judicatura”… op.
cit., p. 208; ONU, Informe del Relator Especial sobre la Independencia de los magistrados y abogados, Leandro
Despouy. Doc. ONU A/HRC/11/41, 24 de marzo de 2009, párr. 30; ONU, Consejo de Derechos Humanos.
Informe del Relator Especial sobre la Independencia de los magistrados y abogados, Leandro Despouy. Adición:
Misión a la Federación de Rusia. Doc. ONU A/HRC/11/41/Add.2, 23 de marzo de 2009, párr. 99; Consejo de
Europa. Recomendación No. R (94) 12 del Comité de Ministros de los Estados Miembros sobre la
Independencia, Eficiencia y Función de los Jueces, adoptada por el Comité de Ministros el 13 de octubre de
100
Un segundo aspecto radica en el aseguramiento de igualdad de oportunidades
en el acceso al poder judicial.87 Este derecho se plasmó en el sistema universal en
el artículo 25, inciso c), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
de 1966 en términos más generales, puesto que hace referencia a los cargos
públicos88 y de manera específica en el principio 10 de los Principios básicos
relativos a la independencia de la judicatura de la ONU.89
Para lograr tal cometido, se deben buscar criterios razonables y objetivos, además
de eliminar cualquier sesgo que se traduzca en discriminación tanto de iure como
de facto.90 Este es un tema particularmente sensible en el caso del acceso de
mujeres a cargos en el poder judicial, debido a que en las sociedades
latinoamericanas aún priva una participación desigual de las mujeres en el ámbito
judicial,91 por lo que la Relatora Gabriela Knaul de la ONU ha aconsejado en el caso
específico de México, el considerar ”medidas especiales temporales para garantizar
una presencia equitativa entre hombres y mujeres en los poderes judiciales,
suficiente formación y concientización encaminada a entender la finalidad y
motivación de estas medidas especiales entre todo el personal judicial y asegurar
el ingreso y ascenso de las mujeres en la carrera judicial.92
1994 en la 58ª sesión de viceministros, Principio I 2(c); Cumbre Judicial Iberoamericana, Estatuto del Juez
Iberoamericano, aprobado en la VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales
Supremos de Justicia, España 23-25 de mayo de 2001, Artículo 11; CIDH, Garantías para la independencia de
las y los operadores de justicia…, op. cit., párrs. 75-76.
87
Cfr., Corte IDH, Caso Reverón Trujillo…, op. cit., párr. 72.
88
Artículo 25. Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de la distinciones mencionadas en el artículo 2, y sin
restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades: […] c) Tener acceso, en condiciones
generales de igualdad, a las funciones públicas de su país. ONU, “Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos”, en Rodríguez y Rodríguez, Jesús (comp.), Instrumentos internacionales…, op. cit., pp. 51-52.
89
10. Las personas seleccionadas para ocupar cargos judiciales serán personas íntegras e idóneas y tendrán
la formación o las calificaciones jurídicas apropiadas. Todo método utilizado para la selección de personal
judicial garantizará que éste no sea nombrado por motivos indebidos. En la selección de los jueces, no se hará
discriminación alguna por motivo de raza, color, sexo, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o condición; el requisito de que los postulantes a cargos judiciales
sean nacionales del país de que se trate no se considerará discriminatorio. ONU, “Principios Básicos de las
Naciones Unidas relativos a la independencia de la Judicatura…” op. cit., pp. 208-209
90
Cfr., CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. cit., párr. 64.
91
Ibídem, párrs. 66-67.
92
ONU, Comisión de Derechos Humanos, Informe de la Relatora Especial sobre la independencia de los
magistrados y abogados, Gabriela Knaul. Misión a México. Doc. ONU A/HRC/17/30. Add.3 18 de abril de 2011,
párrs. 9, 10, 94 d), disponible en: https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2015/10052.pdf
93
Cfr., CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. cit., párr. 82.
101
de preferencia, como lo señala el Relator Despouy de la ONU, por un organismo
independiente e imparcial.94
Sin embargo, una de las cuestiones más interesantes para el caso de la designación
específicamente de las y los jueces de Altos Tribunales radica en el escrutinio de
los diversos sectores sociales a partir de la celebración de audiencias y
entrevistas públicas, en las cuales la ciudadanía como las organizaciones no
gubernamentales se encontrarían en posición de conocer los criterios de selección,
así como de expresar inquietudes acerca de las credenciales académicas y
profesionales de las y los candidatos, o bien, manifestar su apoyo.97 Por su parte,
la CIDH incluso «valora» mecanismos contemplados en legislaciones nacionales,
como la publicación de las convocatorias en diarios de circulación nacional, e
incluso los mecanismos de objeción ciudadana, debido a que, advierte, éstos dan
certidumbre acerca de la integridad e idoneidad de los concursantes, brindan
confianza a la ciudadanía sobre la objetividad del proceso y reducen las posibles
injerencias internas –de la propia judicatura– o externas –de otros poderes–.98
94
Cfr., ONU, Consejo de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la Independencia de los magistrados y
abogados, Leandro Despouy. Doc. ONU A/HRC/11/41, 24 de marzo de 2009, párr. 27.
95
73. Los procedimientos de nombramiento tampoco pueden involucrar privilegios o ventajas irrazonables. La igualdad de
oportunidades se garantiza a través de una libre concurrencia, de tal forma que todos los ciudadanos que acrediten los
requisitos determinados en la ley deben poder participar en los procesos de selección sin ser objeto de tratos desiguales
arbitrarios. Todos los aspirantes deben concursar en igualdad de condiciones aún respecto de quienes ocupan los cargos en
provisionalidad, los que por tal condición no pueden ser tratados con privilegios o ventajas, así como tampoco con
desventajas, en relación con el cargo que ocupan y al cual aspiran. En suma, se debe otorgar oportunidad abierta e igualitaria
a través del señalamiento ampliamente público, claro y transparente de los requisitos exigidos para el desempeño del cargo.
Por tanto, no son admisibles las restricciones que impidan o dificulten a quien no hace parte de la administración o de alguna
entidad, es decir, a la persona particular que no ha accedido al servicio, llegar a él con base en sus méritos. Corte IDH, Caso
Reverón Trujillo..., op. cit., párr. 73.
96
79. Para garantizar la igualdad de condiciones en el acceso a los cargos de las y los operadores de justicia, la CIDH
considera que es prioritario brindar una oportunidad abierta e igualitaria a través del señalamiento ampliamente público, claro
y transparente de los requisitos exigidos para el desempeño del cargo”. De allí, que los Estados deben emitir de manera
previa y públicamente las convocatorias y procedimientos con los requisitos, criterios y plazos para que cualquier persona
que considere satisfechos los requerimientos pueda acceder a los puestos de fiscal, juez, jueza, defensora o defensor público.
CIDH, Garantías para la independencia de las y los operadores de justicia…, op. cit., párr. 79.
97
81. De igual manera, la Comisión Interamericana considera que para fortalecer la independencia de las y los operadores
de justicia que integrarán los más altos puestos dentro del poder judicial, fiscalía o defensoría pública, resulta conveniente
incluir la celebración de audiencias o de entrevistas públicas, adecuadamente preparadas, en las que la ciudadanía, las
organizaciones no gubernamentales y otros interesados tuvieran la posibilidad de conocer los criterios de selección, así como
a impugnar a las candidatas y candidatos y expresar sus inquietudes o su apoyo. Ibídem, párr. 81.
98
82. La Comisión valora lo informado por algunos Estados en el sentido de que contemplan audiencias públicas para la
elección de candidatos a magistrados o magistradas de altas cortes, así como aquellos cuyos marcos normativos consagran
que la lista de candidatos y candidatas para magistrados deben ser publicadas en diarios de circulación nacional, o bien, en
los cuales se regula expresamente la participación de sectores sociales en la selección del o de la defensora pública
garantizando mecanismos de publicidad y de objeción ciudadana. En suma, la CIDH considera que los mecanismos dirigidos
a una mayor publicidad, participación y transparencia, tal y como lo ha indicado la Relatora Especial de la ONU, contribuyen
a tener mayor certeza sobre la integridad e idoneidad de las y los operadores designados y a brindar confianza a la ciudadanía
sobre la objetividad del proceso. Ibídem, párr. 82.
102
procesos de selección y nombramiento,99 sin embargo, en la Observación General
No. 32 del Comité de Derechos Humanos de la ONU se señala:
99
Cabe señalar que de manera interna en nuestro país, el llamado JDC (juicio para la protección de los derechos político-
electorales de la ciudadanía) ha sido un medio para controvertir el nombramiento, entre otros, de magistrados electorales
tanto a nivel local como federal, derivado de la previsión normativa del artículo 79.2 de la Ley General del Sistema de Medios
de Impugnación en Materia Electoral el cual establece la procedencia de ese juicio cuando: ”2. Asimismo, resultará procedente
para impugnar los actos y resoluciones por quien teniendo interés jurídico, considere que indebidamente se afecta su derecho
para integrar las autoridades electorales de las entidades federativas.”
100
ONU, Comité de Derechos Humanos, Observación General Nº 32. Artículo 14. El derecho a un juicio imparcial y a la
igualdad ante los tribunales y cortes de justicia. Doc. CCPR/C/GC/32, 23 de agosto de 2007, párr. 19, visible en:
https://undocs.org/es/CCPR/C/GC/32
101
Artículo 2. [...]
3. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos
o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal
violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) La autoridad
competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del
Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso
judicial; c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso. ONU, “Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, en Rodríguez y Rodríguez, Jesús (comp.), Instrumentos internacionales…, op.
cit., pp. 43-44.
102
Artículo 8. Garantías Judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. OEA, Convención Americana sobre Derechos Humanos, en Rodríguez
y Rodríguez, Jesús (comp.), Instrumentos internacionales…, op. cit., T.III, p. 1054.
103
previsto en las normas tampoco evidencia la posibilidad de ejercer un control
adecuado sobre las decisiones del Director de la Escuela.
A través del presente concepto de violación, enfocado en el análisis del artículo 86,
fracción XXIV de la LOPJF se evidenciará a su Señoría la inconstitucionalidad
contenida en dicha porción normativa, toda vez que se establece una facultad para
concentrar asuntos, lo cual resulta totalmente contrario al principio de
independencia judicial y a la garantía de injerencias externas. En efecto, dicho
precepto señala:
104
XXIV. Dictar las disposiciones necesarias para regular el turno de
los asuntos de la competencia de los tribunales de circuito o de los
juzgados de distrito, cuando en un mismo lugar haya varios de ellos.
Este artículo resulta violatorio del principio de independencia judicial y, con ello, se
afecta la eficacia del derecho de acceso a la justicia, en tanto que se estaría
realizando una selección ad hoc para la solución de casos, con lo cual se vulnera la
garantía de independencia judicial que obliga a que los jueces sean impersonales,
por lo que una de las obligaciones probadas dentro del sistema judicial es el turno
aleatorio de los asuntos.
103
Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) vs Ecuador. Sentencia de 23 de
agosto de 2013 (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas), párr. 153.
104
Ibidem, párr. 154.
105
impacta colectivamente en toda la sociedad. Asimismo, existe una relación directa
entre la dimensión objetiva de la independencia judicial y el derecho de los jueces
a acceder y permanecer en sus cargos en condiciones generales de igualdad, como
expresión de su garantía de estabilidad”105.
105
Idem.
106
Párr. 190.
107
Ibidem, párr. 193.
108
Ibidem, párr. 233.
106
Constitucional, en los casos en que el Consejo de la Judicatura Federal así lo
determine mediante acuerdos generales, podrá concentrar en uno o más
órganos jurisdiccionales asuntos vinculados con hechos que constituyan
violaciones graves de derechos humanos” pues transgrede la eficacia y
efectividad del derecho de acceso a la justicia, en tanto que la ciudadanía perderá
la confianza ante la posible concentración de sus asuntos, sin que existan garantías
debidas para ello, pues incluso dicha facultad se delega a acuerdos generales
rompiendo con ello la necesidad de sentar la competencia de los jueces, a través
de leyes expedidas con anterioridad al hecho; situación que evidentemente
transgrede los distintos parámetros del derecho de acceso a la justicia e
independencia judicial que han sido definidos en apartados anteriores.
LCJPJF
107
Artículo 63. Cambios de adscripción. El Consejo realizará los
cambios de adscripción, por necesidades del servicio, considerando
los siguientes objetivos:
108
1. Que se haya conducido sin intención de engañar a las diversas
instancias administrativas del Consejo en sus procesos de
vigilancia, visitas, estadística, disciplina, conflictos de trabajo o en el
cumplimiento a las políticas judiciales implementadas,
destacadamente las de combate al nepotismo;
[…]
[Énfasis añadido]
109
bien es cierto que los Estados Parte de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos gozan de un margen de apreciación para
articular la tutela judicial efectiva, consagrada como derecho
humano en los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 8, numeral 1 y 25, numeral 1, de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, también lo es que los
requisitos y las formalidades establecidos en sede legislativa deben
ser proporcionales al fin u objetivo perseguido, esto es, no deben
lesionar la sustancia de ese derecho. Así, en el acceso a la
jurisdicción se prohíbe al legislador no sólo la arbitrariedad e
irrazonabilidad, sino también el establecimiento de normas que, por
su rigorismo, formalismo excesivo o cualquier otra razón, revelen
una desproporción entre los fines que aquellas formalidades y
requisitos previstos en la ley preservan para la correcta y funcional
administración de justicia y para la efectiva protección de los
derechos de las personas, frente a los intereses que sacrifican.109
109
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a. CCXCIV/2014 (10a.); TA.
110
Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) vs Ecuador. Sentencia de 23 de agosto de
2013 (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas), párr. 153.
111
Ibidem, párr. 154.
110
democracia. Por ello, esta dimensión objetiva trasciende la figura del juez e impacta
colectivamente en toda la sociedad. Asimismo, existe una relación directa entre la
dimensión objetiva de la independencia judicial y el derecho de los jueces a acceder
y permanecer en sus cargos en condiciones generales de igualdad, como expresión
de su garantía de estabilidad”112.
Como ya se señaló, pero vale la pena insistir, el caso López Lone y otros vs
Honduras es la última resolución de la Corte Interamericana en la que se reiteró que
“el alcance de las garantías judiciales y de la protección judicial efectiva para los
jueces debe ser analizado en relación con los estándares sobre independencia
judicial” y recordó que la “violación de la garantía de la independencia judicial, en
lo que atañe a la inamovilidad y estabilidad de un juez en su cargo, debe analizarse
a la luz de los derechos convencionales cuando se ve afectado por una decisión
estatal que afecte arbitrariamente el periodo de su nombramiento”. Se insistió en
que la independencia judicial es el presupuesto de la imparcialidad de los jueces;
por ello, se afirmó que “la denominada imparcialidad objetiva consiste en determinar
si el juez cuestionado brindó elementos convincentes que permitan eliminar temores
legítimos o fundadas sospechas de parcialidad sobre su persona. Ello puesto que
el juez debe aparecer como actuando sin estar sujeto a influencia, aliciente, presión,
amenaza o intromisión, directa o indirecta, sino única y exclusivamente conforme a
—y movido por— el Derecho”.
Es por ello que, las y los jueces no pueden estar sujetos a elementos externos de
índole político, social o económico, que afecten la forma de tomar sus decisiones
judiciales. La imparcialidad en las actuaciones de los operadores jurisdiccionales no
es una cuestión de percepción. Si una resolución dictada por un órgano
jurisdiccional genera una situación de afectación en la esfera jurídica y/o patrimonio
de los justiciables, existen los medios de impugnación para revertir dicha resolución,
y en su defecto investigar y sancionar a quien haya emitido un fallo en el que no se
haya garantizado una administración de justicia imparcial. En ese mismo sentido,
en párrafos anteriores se ha puntualizado la importancia de la inamovilidad judicial
en el sistema interamericano, cuyos parámetros se solicita se reproduzcan en este
apartado como si se insertasen a la letra.
La única forma en que los jueces legitiman sus actuaciones es emitiendo sentencias
que se sujeten a los parámetros de constitucionalidad y convencionalidad, y no
frente a la ciudadanía o ante otras autoridades, tal y como lo sostiene el artículo en
cuestión. Esta regulación afecta gravemente la independencia de la función judicial,
pues sujeta a las y los operadores jurisdiccionales a factores exógenos que podrá
112
Idem.
111
incidir en las decisiones a tomar en determinados casos, y, por ende, la
imparcialidad que deben guardar en sus actuaciones se verá también violentada.
Como se puede advertir, los criterios utilizados por este artículo son vagos,
ambiguos, y otorgan una absoluta discrecionalidad al CJF, para llevar a cabo
cambios de adscripción sin ninguna garantía de independencia, convirtiendo a esta
facultad, en una herramienta que puede ser utilizada para influir a conveniencia en
los criterios de la autoridad judicial desde el CJF.
Por su parte y respecto a la inamovilidad, la Corte IDH menciona que: “es una
garantía de la independencia judicial que a su vez está compuesta por las siguientes
garantías: permanencia en el cargo, un proceso de ascensos adecuado y no
despido injustificado o libre remoción”113.
En consecuencia, esta medida puede generar temor entre las y los juzgadores, de
ser removidos de adscripción a conveniencia, como represalia por los criterios
sostenidos y resoluciones establecidas en el ejercicio de sus funciones, inhibiendo
el ejercicio independiente de jueces y magistrados. Por lo tanto, es necesario que
la ley reglamente necesariamente los criterios de manera objetiva e imparcial, que
permitan ejecutar esta medida extraordinaria, ya que resulta violatoria de derechos
humanos.
113
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo V. Venezuela. Sentencia de fecha 30 de junio de 2009.
114
CIDH, Democracia y Derechos Humanos en Venezuela.
112
en la justicia ordinaria, vulnerando con ello la adecuada administración de justicia
para los justiciables.
A través del presente concepto de violación, enfocado en el análisis del artículo 126,
fracción IX de la LOPJF se evidenciará a su Señoría la inconstitucionalidad
contenida dichas porciones normativas toda vez que se establece una norma
indeterminada que atenta en contra del principio de certeza jurídica para el debido
actuar de los funcionarios judiciales. En efecto, dicho precepto señala:
[Énfasis añadido]
113
manifiesta como una exigencia de predeterminación normativa clara
y precisa de las conductas ilícitas y de
las sanciones correspondientes. En otras palabras, dicho principio
se cumple cuando consta en la norma una predeterminación
inteligible de la infracción y de la sanción; supone en todo caso la
presencia de una lex certa que permita predecir con suficiente grado
de seguridad las conductas infractoras y las sanciones. En este
orden de ideas, debe afirmarse que la descripción legislativa de las
conductas ilícitas debe gozar de tal claridad y univocidad que el
juzgador pueda conocer su alcance y significado al realizar el
proceso mental de adecuación típica, sin necesidad de recurrir a
complementaciones legales que superen la interpretación y que lo
llevarían al terreno de la creación legal para suplir las imprecisiones
de la norma. Ahora bien, toda vez que el derecho
administrativo sancionador y el derecho penal son manifestaciones
de la potestad punitiva del Estado y dada la unidad de ésta, en la
interpretación constitucional de los principios del derecho
administrativo sancionador debe acudirse al aducido principio de
tipicidad, normalmente referido a la materia penal, haciéndolo
extensivo a las infracciones y sanciones administrativas, de modo
tal que si cierta disposición administrativa establece una sanción por
alguna infracción, la conducta realizada por el afectado debe
encuadrar exactamente en la hipótesis normativa previamente
establecida, sin que sea lícito ampliar ésta por analogía o por
mayoría de razón.115
115
SCJN; 9a. Época; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; P./J. 100/2006; J.
114
derivación del principio de legalidad, al de taxatividad o exigencia de
un contenido concreto y unívoco en la labor de tipificación de la ley.
Es decir, la descripción típica no debe ser de tal manera vaga,
imprecisa, abierta o amplia, al grado de permitir la arbitrariedad en
su aplicación. Así, el mandato de taxatividad supone la exigencia de
que el grado de determinación de la conducta típica sea tal, que lo
que es objeto de prohibición pueda ser conocido por el destinatario
de la norma. Sin embargo, lo anterior no implica que para
salvaguardar el principio de exacta aplicación de la pena, el
legislador deba definir cada vocablo o locución utilizada al redactar
algún tipo penal, toda vez que ello tornaría imposible la función
legislativa. Asimismo, a juicio de esta Primera Sala, es necesario
señalar que en la aplicación del principio de taxatividad es
imprescindible atender al contexto en el cual se desenvuelven las
normas, así como sus posibles destinatarios. Es decir, la legislación
debe ser precisa para quienes potencialmente pueden verse sujetos
a ella. En este sentido, es posible que los tipos penales contengan
conceptos jurídicos indeterminados, términos técnicos o vocablos
propios de un sector o profesión, siempre y cuando los destinatarios
de la norma tengan un conocimiento específico de las pautas de
conducta que, por estimarse ilegítimas, se hallan prohibidas por el
ordenamiento. El principio de taxatividad no exige que en una
sociedad compleja, plural y altamente especializada como la de hoy
en día, los tipos penales se configuren de tal manera que todos los
gobernados tengan una comprensión absoluta de los mismos,
específicamente tratándose de aquellos respecto de los cuales no
pueden ser sujetos activos, ya que están dirigidos a cierto sector
cuyas pautas de conducta son muy específicas, como ocurre con
los tipos penales dirigidos a los miembros de las Fuerzas
Armadas.116
116
SCJN; 10a. Época; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; 1a./J. 54/2014 (10a.); J.
115
SÉPTIMO. LOS ARTÍCULOS SON
INCONSTITUCIONALES AL PERMITIR
INJERENCIAS INDEBIDAS EN EL
NOMBRAMIENTO DEL PERSONAL
LOPJF
116
jurisdiccionales, en caso de ausencia de la persona titular del
órgano jurisdiccional superior a quince días.
Dichas listas se integrarán por las y los titulares que no tengan aún
adscripción, las y los secretarios de juzgado y tribunal que, habiendo
concursado para ser jueces o juezas de distrito, hayan alcanzado la
calificación mínima para ser designadas o designados, pero sin
haber logrado entrar en la lista de personas vencedoras, así como
por las y los secretarios de estudio y cuenta que cada Ministro
o Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación autorice
para tal efecto. En caso de que de las listas no sean suficientes
para satisfacer las necesidades respectivas, se podrán considerar a
otras secretarias o secretarios conforme a los parámetros que para
tal efecto determine el Consejo de la Judicatura Federal; […]
[Énfasis añadido]
[Énfasis añadido]
117
En el caso las normas permiten que el CJF o sus órganos intervengan en el
funcionamiento de los órganos jurisdiccionales, a partir del nombramiento de su
personal, lo cual aun cuando sea de manera excepcional, se traduce en una
injerencia externa al proceso decisorio que no debe permitirse.
118
17 y 97, en tanto que se crea una norma específica y particular que beneficia a
sujetos en lo particular, con lo cual se rompe la característica de generalidad y
abstracción, se altera una situación creada, afectando de manera retroactiva la
decisión de otros poderes, pues los nombramientos realizados para un plazo
determinado se amplían por el legislador sin cumplir con los requisitos que la norma
exige, como lo es la decisión del Pleno de la Suprema Corte de nombrar a su
Presidente, así como la afectación cualitativa y cuantitativa a la administración de
justicia, en los términos que han sido expuestos a lo largo de esta demanda respecto
a la independencia judicial y la prohibición de permitir injerencias externas, mismas
que se solicitan se reproduzcan en este apartado para confrontar el artículo
transitorio tildado de inconstitucional.
XIV. PRUEBAS
119
I. LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistentes en copia certificada del instrumento
notarial con el que se acredita la personalidad del suscrito como representante legal
de la quejosa. Previo cotejo y certificación, se solicita su devolución, para tal efecto
se adjunta copia simple de dicho documento. (ANEXO I)
XV. PETITORIOS
TERCERO. Requerir a las autoridades responsables para que rindan sus informes
justificados dentro de los plazos que refiere la Ley de Amparo, con los
apercibimientos de ley.
QUINTO. Tener por exhibidas, ofrecidas y relacionadas las pruebas que se señalan
en el capítulo respectivo, ello sin perjuicio de adicionar algunas en el momento de
la celebración de la audiencia constitucional.
120
conjuntamente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la
Judicatura Federal.
PROTESTO LO NECESARIO
___________________________
121