Comentario 12 HOMBRES SIN PIEDAD

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DOCE HOMBRES SIN PIEDAD .

FICHA DE LA PELÍCULA

Título original: Estudio 1: Doce hombres sin piedad (TV).


Año: 1973
Duración: 112 min.
País: España.
Director: Gustavo Pérez Puig
Guión: Adaptación de Gustavo Pérez Puig de una obra de
Reginald Rose.
Música: Dimitri Tiomkin.
Fotografía: P. Aparicio, S. González Polo.
Reparto: José María Rodero, José Bódalo, Manuel
Alexandre, Sancho Gracia, Jesús Puente, Pedro Osinaga,
Luis Prendes, Antonio Casal, Carlos Lemos, Ismael Merlo,
Fernando Delgado, Rafael Alonso

Web oficial:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/estudio-1/estudio-1-doce-hombres-sin-piedad/867545/
También en YouTube:
https://youtu.be/PJy-_FCWfQ8

SINOPSIS

Los doce miembros de un jurado tienen que emitir un veredicto: se trata de un caso de homicidio, en el
que un muchacho es acusado de haber asesinado a su padre. Si el veredicto de culpabilidad es unánime,
entonces, el juez lo condenará a muerte. Para que lo declaren inocente, también tiene que haber
unanimidad. El jurado número ocho es el único que no está seguro de la culpabilidad del acusado y poco
a poco introduce una duda razonable en la mente de sus compañeros. Adaptación de la famosa obra de
Reginald Rose para Estudio 1 (FILMAFFINITY).

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CONTEXTUALIZACIÓN

El artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos afirma:

“1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa.

2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos
según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito.”

Ahora bien, ¿cómo materializar esos derechos? Una de las posibilidades es a través del sistema de jurados.
En la película se muestra esta posibilidad. Sin embargo, las personas que forman un jurado son muy
distintas, con intereses y biografías muy diferentes, y caracteres morales no perfectos. Todo ello hace difícil
que al final se obtenga un veredicto justo. Con todo, el sistema de jurados considera que es mejor que esa
decisión la tomen un grupo de personas en vez de una sola.

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Doce hombres sin piedad 3
CARACTERES MORALES DE LOS PERSONAJES

A El Virtuoso.

Es el personaje que más insiste en el deber ético que tienen todos de hablar para intentar encontrar en común una
solución lo más racional posible. Se mueve, pues, por ideales éticos elevados incluso cuando ello no es fácil. Destaca
por su templanza* y por su racionalidad (no se deja llevar por su emotividad, aunque a veces sufra agresiones
verbales). Por ello es capaz de oponerse a una sociedad hostil y aferrada a sus prejuicios*, aun estando en minoría;
es capaz de ser un rebelde social (y de serlo firmemente) pero no de modo destructivo, sino simplemente crítico e
intentando siempre mejorar a los demás, sacar lo bueno que hay en ellos, favorecer su areté*. Seguramente este es
el motivo por el cual no tiene afán de revancha ninguno sobre aquellos a los que vence en la discusión (como se ve
especialmente en la penúltima escena del filme). Y también por ello, y a pesar del duro esfuerzo que ha tenido que
hacer, puede mirar hacia atrás a esa parte de su vida con satisfacción (como se ve en la última escena del filme).

B El Líder Bienintencionado pero débil.

Se trata de un hombre sencillo, sin ganas de destacar a pesar de que se le ha otorgado un papel relevante en la
deliberación del jurado. Es patente que cuenta con una clara voluntad de hacer las cosas bien. Sin embargo, es
demasiado susceptible a la crítica, lo cual lo apoquina cuando otro miembro del jurado se enfrenta directamente con
él. Esta debilidad suya menguará mucho su capacidad de imponer el ideal ético en el mundo, a pesar de que desde
su posición de cierta jefatura podríamos pensar que lo podría haber tenido más fácil que el Personaje Virtuoso.

C El Noble pero Poco Reflexivo.

Es una persona que se rige por principios, noble, y por ello sale en defensa del anciano cuando el Personaje Iracundo
lo trata despectivamente. No tiene prejuicios y por ello acepta relativamente pronto los buenos argumentos que se
dan. Sin embargo, tal y como confiesa en un determinado momento, está poco acostumbrado en su vida a reflexionar
y tomar decisiones, pues tiene un trabajo en que siempre está subordinado a la voluntad de otros. Tal vez por ello
al principio se dejó llevar por la masa, aceptando el veredicto de culpabilidad del acusado sin ser consciente (como
sí lo fue el Personaje Virtuoso) de las incongruencias que se encerraban en el caso.

D El Bueno que pasa Desapercibido.

Nos las habemos aquí con un hombre poco llamativo, pero con un carácter claramente templado (algo que se le
llega a reprochar por quienes carecen de su templanza) y moral (y por ello es capaz de reprochar al Personaje que
Antepone sus Intereses Triviales lo inmoral que es el hecho de que cambie de opinión simplemente por apresurar
el final de la reunión). Aunque debido a su poco protagonismo nunca podrá (a diferencia del Personaje Virtuoso)
inducir cambios significativos en la sociedad que le rodea, sin embargo con su presencia callada y moral ayuda a
crear un ambiente ético favorable a la reflexión y a la ausencia de sesgos, en que el diálogo redunde en beneficio de
todos.

E El Aparentemente Seguro de Sí.

Este es un personaje abierto, aparentemente seguro de sí y con personalidad, pues está acostumbrado por su
profesión (trabaja en el mundo de la publicidad) a dar esa apariencia. Sin embargo, también debido a su oficio está
habituado a la persuasión para conseguir cosas, y no tanto a reflexionar racionalmente para encontrar la verdad. Por
ello, a medida que avance la discusión y se vaya imponiendo la verdad de los hechos, demostrará no estar
acostumbrado a razonar las cosas por sí mismas, y cambiará de opinión varias veces. Demostrará así poseer un
carácter titubeante, lejos de la autoconfianza que había querido mostrar al principio. El diálogo ha revelado su
verdadero carácter*.

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F El Endeble que Crece durante la Discusión.

Aparentemente es una persona sin criterio propio, muy dependiente del entorno que le rodea: apenas puede siquiera
justificar su voto inicial de culpabilidad. Sin embargo, el curso de la deliberación le ayuda precisamente a ir
despertando sus valores, a irse haciendo fuerte. De este modo, aunque se ha dejado avasallar en varias ocasiones
por varios personajes desde el principio de la obra, hacia la segunda mitad de la película será capaz incluso de
enfrentarse a otros por aquello que cree que es justo. La oportunidad de dialogar con los demás le ha hecho mejor
persona; ha sabido utilizar esa experiencia para perfeccionarse.

G El que Antepone sus Intereses Triviales.

Se trata de un hombre sin el menor interés por conseguir de la discusión un resultado justo para la sociedad; sólo le
interesa sacar lo mejor para sí mismo (que, en este caso, es el hecho de que la reunión termine cuanto antes). Este
egocentrismo resulta especialmente espeluznante si se tiene en cuenta que la discusión puede quitarle la vida a un
hombre, mientras que el beneficio que va a sacar este personaje es simplemente pasar un buen rato de diversión tras
salir de los juzgados. Incluso cuando cambia de opinión, lo hace simplemente con una finalidad hedonista*. A
pesar de lo primario y vulgar de su actitud, no admite críticas contra ella. Denuesta todo lo que le estorba para sus
fines personales, y ello se revela en la poca coherencia de su opinión. De hecho, reconoce que usa el humor y sus
gracietas con esa única finalidad.

H El Clasista.

Sus prejuicios contra la gente de clase baja le ciegan; no puede entender los argumentos ni aprender durante la
discusión pues está obcecado en su odio hacia la gente que vive en los suburbios. Además, es tan codicioso que
desprecia el tiempo que emplea en la discusión porque no le reporta ningún beneficio económico e incluso le hace
perder posibles ganancias (resalta el hecho de que la discusión, como siempre que se emprende el camino del diálogo,
tiene un alto coste de oportunidad*). Para este personaje, la gente sólo cuenta si puede sacar algún beneficio de
ella y, dado que la gente de los suburbios tiene demasiado poco dinero como para poderle enriquecer, la considera
en su inmensa mayoría como sólo una amenaza (“delincuentes”) para su posición privilegiada.

I El que se ha Hecho Honrado a sí Mismo.

Este personaje resulta una interesante contradicción de los prejuicios del Personaje Clasista ya que, aunque se educó
en un ambiente suburbial y de clase muy baja, ha logrado salir adelante y convertirse en un ciudadano honrado. Es
más: sabe aprovechar sus experiencias negativas en el suburbio para provecho de los demás (así, les enseña cosas
que sólo saben los que viven en tales malos ambientes, y con ello ayuda a otro chaval de los malos ambientes –el
acusado –). Aunque es acusado de blandengue por parte del Personaje Iracundo (que tiene el prejuicio de que alguien
que viene de su contexto social debería resultar más duro e inmisericorde), no varía su actitud ni su juicio por esta
ofensa: no se deja avasallar ni intenta demostrar que es lo que no es, o que piensa lo que no piensa.

J El Atento y Experimentado.

Aunque no es el que mejor habla ni el que mejor razona, sí que sabe aprovechar su gran experiencia vital para fijarse
en finos detalles que le revelarán cómo son las personas que tiene delante (por ejemplo, los dos testigos
fundamentales del juicio, en quienes ha percibido detalles que a todos los demás se les escaparon y a quienes ha
comprendido en un sentido psicológico mucho más profundo que ningún otro). Pese a esta sabiduría suya, lo cierto
es que la vida no le ha proporcionado éxitos ni reconocimiento. Pero, lejos de volverse resentido contra la sociedad,
o inventarse motivos para que los otros le presten atención (como hizo, por cierto, uno de los dos testigos, que en
cierta medida es un personaje en su misma situación), este personaje sigue estando dispuesto a ayudar a la sociedad
con sus valores, a pesar de que ello a menudo le cueste soportar las afrentas, la impaciencia o la ira de los demás.
No le mueve el rencor sino que, casi desde el principio, le ha impresionado y ha querido estar a la altura del ejemplo
de heroísmo que ha dado el Personaje Virtuoso al ser capaz de enfrentarse a todos los demás.

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K El Iracundo.

Este personaje, aunque insiste en que él se atiene a los hechos y no a los sentimientos (excusatio non petita,
accusatio manifesta*), está obcecado por su resentimiento* personal. Su negativa a admitir que quepa la menor
posibilidad de duda en cosas donde claramente sí que cabe, junto con su absolutismo (afirma que “todo” corrobora
su posición), le colocan en una posición insostenible. Confunde sus obsesiones personales con su opinión personal.
Cree que se sentirá mejor si condena a alguien por algo que en realidad le hizo otra persona, y por ello se identifica
con la víctima. Sin embargo, su verdadera liberación no vendrá, curiosamente, de conseguir ese objetivo de
“venganza”, sino al reconocer en el diálogo, ante los demás, lo que le está atormentando. Pues el diálogo a veces
también tiene este fin “terapéutico”, algo que nos recuerda las tesis de Sigmund Freud*.

L El Fríamente Racional.

Es templado y frío en su argumentación como el Personaje Virtuoso, aunque ambos disientan durante casi
toda la película. No se deja condicionar por lo que piensen los demás, sino sólo por las buenas razones;
no busca antipatías ni simpatías (y por ello no hace caso al Personaje Iracundo cuando éste busca una y
otra vez su complicidad), sino que sólo busca la verdad. Por ello, cuando la fuerza de los argumentos le
acaba mostrando que está equivocado, no tiene incoveniente en cambiar su opinión. Él no ha vivido la
discusión (y ello le diferenica de muchos otros) como un cuestión de enfrentamiento entre “bandos”, sino
sólo como una búsqueda de razones: y por ello ni tiene problema en condenar al Personaje Clasista en su
discurso más lleno de odio, incluso cuando lo que dice este Personaje Clasista apoya su mismo veredicto
de culpabilidad. En suma, se trata aquí de un personaje que no busca beneficio ninguno en la discusión, y
es tan justo como para dedicar una larga charla al acusado a pesar de lo claramente que está convencido
de su culpabilidad desde el principio. Con todo, a este personaje le falta algo para ser del todo admirable
(como si lo es el Personaje Virtuoso).

CUESTIONES A RESOLVER POR EL ALUMNO:

1.- Se trata de identificar diversas virtudes y defectos del carácter ético asignándolas a los distintos
personajes de la obra. Para ello, se le ofrecen a continuación (ordenadas desde la letra A hasta la letra L)
las doce descripciones que podríamos hacer sobre la personalidad ética de cada personaje. La tarea consiste
en vincular cada descripción (de la letra A hasta la letra L) con aquel personaje (del 1 al 12) con el que
mejor case.

2. Completar cada descripción con otras características éticas que se considere relevantes del personaje en
cuestión

3. En cada descripción aparecen algunos términos señalados con negrita y un asterisco (*). Estos son
términos de importancia en el lenguaje ético sobre las virtudes, de modo que hay que escribir su significado
con la ayuda de diccionarios, enciclopedias, internet, etc.

4. Hay numerosas cosas que nos dificulta tener juicios justos sobre lo que nos rodea. La película muestra
varias de ellas. Ofrezca al menos un ejemplo de cada una de estas modalidades:
• Los prejuicios o ideas preconcebidas sobre la realidad.
• Los prejuicios o ideas preconcebidas sobre los demás.

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• Los intereses personales.
• La influencia de lo que piensa la mayoría.
• El miedo a proyectar una imagen que sea rechazada por los demás.
• El dejarse llevar por las apariencias de manera acrítica.
• La tozudez, el no querer reconocer que uno se ha equivocado.

5. ¿Es posible ser personas tremendamente firmes en nuestras convicciones, personas que no nos dejamos
llevar por la masa o por el qué dirán, pero a la vez ser personas muy abiertas al diálogo con los demás?
¿No son ambas cosas contradictorias siempre? Ilustre su respuesta con algún ejemplo de la película.

6. Hay un personaje que cuando la fuerza de los argumentos le acaba mostrando que está equivocado, no
tiene inconveniente en cambiar su opinión. Él no ha vivido la discusión (y ello le diferencia de muchos
otros) como una cuestión de enfrentamiento entre “bandos”, sino sólo como una búsqueda de razones: y
por ello no tiene problema en condenar al Personaje Clasista en su discurso más lleno de odio, incluso
cuando lo que dice este Personaje Clasista apoya su mismo veredicto de culpabilidad. En suma, se trata
aquí de un personaje que no busca beneficio ninguno en la discusión, y es tan justo como para dedicar una
larga charla al acusado a pesar de lo claramente que está convencido de su culpabilidad desde el principio.
Con todo, a este personaje le falta algo para ser del todo admirable (como sí lo es el Personaje Virtuoso)
¿Quién es?

7. El comportamiento del Personaje Virtuoso es difícil, entre otros motivos, porque tiene que soportar
diversas acusaciones por parte de algunos otros personajes, que no siempre se creen que actúe movido
meramente por el afán de justicia y le atribuyen todo tipo de adjetivos y malas intenciones. Dé algunos
ejemplos de estas acusaciones contra el Personaje Virtuoso. ¿Conoce usted algún otro tipo de acusaciones
que se suelan hacer a aquellos que se atreven a desafiar, por motivos éticos, la opinión de la mayoría o de
los poderosos?

8. El Personaje Virtuoso no sabe con certeza total si el acusado es inocente. ¿Por qué lucha, entonces, a lo
largo de toda la discusión? ¿Qué es lo que le mueve en la ímproba tarea que ha decidido arrostrar ante
tantos opositores?

9. Es patente que el Personaje Virtuoso aprovecha el desarrollo de la discusión para ir conociendo mejor
a cada uno de sus interlocutores, y para poder así dar a cada uno de manera personalizada algún argumento
o demostración que le pueda ayudar a salir de sus prejuicios. Indique algún ejemplo de escena en que esto
se perciba en la película de manera muy especial.

10. Los dos personajes que más destacan por su racionalidad y templanza durante la película son el
Personaje Virtuoso y el Personaje Fríamente Racional. ¿Por qué, sin embargo, nos parecen tan diferentes
entre sí y mantienen durante casi toda la discusión posiciones tan contrapuestas? ¿Qué virtud tiene el
Personaje Virtuoso que le falte al Personaje Fríamente Racional?

11. Explique cómo el final de la película nos muestra que lo ético, en realidad, no es buscar venganza
contra aquellos que se equivocan gravemente contra los demás (como ha hecho el Personaje Iracundo),
sino simplemente evitar que hagan el daño que querían hacer; una vez conseguido esto, incluso a quienes
querían hacer daño es éticamente elegante darles una nueva oportunidad.

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