Consejos Schumann

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70 Consejos para jóvenes músicos

Robert Schumann

Daguerrotipo Robert y Clara Schumann

“Si tu música música proviene del alma y del corazón y tú mismo te conmueves,
entonces ella podrá conmover también a los demás”
Consejo número 58

Robert Schumann es uno de los grandes compositores del periodo Romántico.


En 1850, escribió un pequeño libro dentro de su Álbum für die Jugend  Op. 68, que
contiene estos consejos.
Musikalische Haus -und Lebens- Regeln
Consejos musicales para casa y para la vida

1. La educación del oído es de máxima importancia; es conveniente, pues, que


enseguida te ocupes de ella, esforzándote en reconocer cualquier sonido que
escuches y la tonalidad de cada trozo de música. Procura también saber qué
sonidos producen las campanas, el cuclillo…(Nota: con esto último Schumann se
refería a los instrumentos percutidos no temperados)
2. Tocar con atención las escales y los ejercicios mecánicos es una cosa óptima; pero
no imites a esos pianistas que, creyendo que con esto se alcanza el máximo
resultado, dedican siempre, hasta las más avanzada edad, varias horas diarias a
los ejercicios mecánicos de los dedos. Eso equivale a repetir diariamente, con
creciente rapidez, las letras del abecedario. Es necesario emplear mejor el tiempo
(Nota: este consejo se aplica a todos los instrumentos no solo el piano)
3. Se han construido los llamandos teclados mudos; pero después de breve uso te
convencerás de su inutilidad: ¿Cómo pueden los mudos enseñar a hablar?
4. ¡Lleva bien el compás! La ejecución de algunos concertistas se parece al andar de
un borracho; guárdate de tomar a ellos por modelo.
5. Profundiza temprano en las leyes fundamentales de la armonía.
6. No te asustes de los nombres, Teoría, armonía, contrapunto,etc; con un poco de
buena voluntad, pronto te serán familiares.
7. ¡No toques negligentemente! Ejecuta cada trozo siempre con mucha atención, sin
omitir nada.
8. Tocar muy deprisa es un defecto tan grande, como tocar muy despacio.
9. No basta con ejecutar con los dedos la música; hay que saber también cantarla, en
voz baja, sin recurrir al instrumento.
10. Ejercita tu memoria para poder retener no solo la melodía de una composición, sino
también su armonía.
11. Ten siempre tu instrumento bien afinado.
12. Aunque tengas poca voz, acostúmbrate a cantar sin la ayuda del instrumento
alguno; así perfeccionarás siempre mas el oído. Pero si tienes la suerte de poseer
una hermosa voz, no vaciles en educarla  ¡Considérala cómo uno de los más
preciados dones que te haya concebido Dios!
13. Cuando toques, no te preocupes de quiénes te escuchan; pero sí, ejecuta siempre
como si te escuchara un maestro.
14. Procura llegar a comprender la música escrita, sin ejecutarla, con solo leerla.
15. Procura ejecutar lo mejor posible obras fáciles, obtendrás así más beneficios que
ejecutando mediocremente composiciones difíciles.
16. La primera cualidad de la interpretación es la precisión, o sea, la exacta
observación del texto, que pone de relieve la más recóndita intención del autor.
17. Si después de la técnica diaria estás cansad@, no continúes tocando: es mejor
descansar que trabajar sin placer y sin energía.
18. Si te dan para tocar una pieza que no conoces, léelo antes de tocarlo.
19. No toques las composiciones que están de moda. El tiempo es precioso, y sería
necesario vivir cien veces más de los que se vive para llegar a conocer sólo la
buena música existente.
20. Nutriendo a los niños con golosinas no se forman hombres sanos. La nutrición del
espíritu, como la del cuerpo, debe ser sencilla y substanciosa. Los grandes
maestros te han provisto abundantemente: aliméntate de sus obras
21. Aquella música cuyo fin es poner en evidencia dificultades técnicas en la ejecución,
pronto pasa de moda: las dificultades técnicas tiene valor sólo cuando persiguen
fines más elevados, o sea, cuando logran una perfecta ejecución de la música de
verdadero mérito.
22. No divulgues las malas composiciones, antes trata con todas tus fuerzas de
impedir su difusión.
23. No toques música mala y, salvo que las circunstancias te obliguen, tampoco la
escuches.
24. No creas que la verdadera maestría consiste sólo en la agilidad. En la ejecución de
un buen trozo procura más bien producir la impresión que tenía en la mente el
compositor y nada más. Cualquier otra cosa sería caricatura.
25. No olvides que es cosa detestable y monstruosa hacer cambios y mutilaciones en
la música de los grandes compositores, como también agregar adornos de uso
exclusivamente moderno. Es la máxima injuria que se puede hacer al arte.
26. Al seleccionar la música que debes estudiar, consulta siempre a personas con más
experiencia que tú; ahorras tiempo.
27. Procura conocer paulatinamente las obras maestras de los grandes compositores.
28. No te dejes engañar por los aplausos que obtienen muy a menudo los llamados
virtuosos. La aprobación de los competentes sea para ti de mayor valor que la del
público.
29. La música que está de moda tiene poca vida; si persistes en cultivarla, serás
considerado un necio.
30. Tocar mucho en reuniones sociales es más dañoso que útil. Adáptate al gusto y a
la inteligencia del auditorio; pero sin ejecutar ninguna música de la cual,
íntimamente, puedas avergonzarte.
31. Aprovecha la ocasión de tocar música en conjunto, o sea duetos, tríos, cuartetos,
etc; adquirirás siempre desenvoltura y arrojo en la ejecución. También es
beneficioso acompañar a los cantantes.
32. Si todos quisieran ser primer violín ¿Cómo sería posible formar una orquesta? Por
lo tanto valora a cada ejecutante en la parte que desempeña.
33. Ama el instrumento que tocas; pero no seas tan vanidoso de creer que él es el
mejor de todos, pues otros no le son inferiores. Reflexiona también que existe la
voz humana, y que en la música se alcanza lo sublime uniendo el coro a la
orquesta.
34. Progresando en el arte, trata de familiarizarte más con las partituras que con los
virtuosos.
35. Ejecuta muy a menudo las fugas de los grandes maestros, máxime las Johann
Sebastian Bach. El clave bien temperado sea tu pan cotidiano: llegarás, sin duda, a
ser un pianista de prestigio.
36. Entre tus compañeros, debes preferir siempre a los que saben más que tú.
37. Mitiga la severidad de tus estudios musicales con la lectura de los buenos poetas,
además pasea muy a menudo por los campos y los bosques.
38. Se puede aprender mucho de los cantantes; pero no es prudente creer todo lo que
dicen.
39. Reflexiona que no eres único en el mundo; por lo tanto sé modesto. Tú no has
ideado o hallado cosas que otros no hayan ideado o hallado antes que tú; y en el
caso que esto aconteciera, considéralo como un Don que debes dividir con otros.
40. El estudio de la historia de la música y la audición de las obras de los grandes
maestros de distintas épocas, son los verdaderos remedios contra la vanidad y
presunción.
41. Un hermoso libro es el de Thibaut, titulado Pureza del arte musical. Léelo muy a
menudo cuando llegues a la edad madura.
42. Si pasando delante de una iglesia, oyes tocar el órgano, detente y escucha. Si
alguna vez puedes tocar dicho instrumento te asombrarás de la gran potencia de la
música producida por tus pequeños dedos.
43. Aprovecha cuantas ocasiones se te presenten de ejercitarte en el órgano, ningún
instrumento como este hace oír claramente las deficiencias de la ejecución y el
pésimo estilo de la composición.
44. Canta muy a menudo en los coros, sobre todo en las partes medias; esto
contribuirá a formar tu sensibilidad musical.
45. ¿Qué quiere decir poseer sensibilidad musical? Tu no la posees si tocas un trozo
con fatiga, mirando con ansiedad los sonidos escritos, o si ejecutando, te detienes
de repente y eres incapaz de continuar, porque te han dado vuelta dos páginas el
mismo tiempo. Por el contrario tu la posees si, tocando un trozo nuevo para ti,
llegas a adivinar, en cierto modo, lo que sigue; o si el trozo es conocido, lo
recuerdas. En conclusión, tu posees sensibilidad musical si tienes la música no
solo en los dedos, sino también en la cabeza y el corazón.
46. ¿Cómo se puede adquirir la sensibilidad musical? Mis queridos amigos, la
sensibilidad musical es un don y consiste, principalmente, en tener un oído
delicado y una rápida facultad de percepción. Estas dichosas disposiciones pueden
ser cultivadas y perfeccionadas, pero no encerrándose en un cuarto y tocando solo
los ejercicios mecánicos, sino estando en contacto con otros músicos y
especialmente familiarizándose con el coro y la orquesta.
47. Procura conocer bien y a tiempo la extensión de la voz humana en sus cuatro
modificaciones. Estudiarla particularmente en los coros, investigando cuáles son
los sonidos con los que la voz manifiesta mayor potencia, y cuáles aquellos con
que expresa pasiones tiernas y sentimientos delicados.
48. Escucha con atención los cantos populares; ellos constituyen un rico manantial de
hermosas melodías que te facilitarán el estudio sobre el carácter de la música de
las diferentes naciones.
49. Ejercítate muy a menudo en la lectura de las claves antiguas, de lo contrario,
ignorarás muchos tesoros del pasado.
50. Pon atención al diferente timbre y al carácter propio de los distintos instrumentos,
procurando retener en tu oído las cualidades particulares de sus sonidos.
51. Respeta la música antigua; pero interésate también por la moderna.
52. No tengas ánimo adverso por la música cuyo autor te es desconocido.
53. No juzgues una composición después de la primera audición, pues lo que agrada
enseguida no siempre es lo mejor. Las obras de los grandes maestros deben ser
estudiadas, y muchas cosas serán claras para ti cuando tengas mas años.
54. Al emitir un juicio sobre las composiciones, debes distinguir aquellas que
pertenecen al verdadero arte de las que sirven para deleitar a los aficionados.
Aprecia las primeras; pero no desprecies las otras.
55. ¡Melodía! – he aquí el grito de guerra de los aficionados. Y a decir verdad, no
existiría música sin melodía. Pero es necesario conocer bien qué cosas entienden
ellos por melodía: un estribillo de fácil comprensión y de agradable ritmo. Pero
existen melodías de género diferente; si se da un vistazo a las obras de Bach,
Mozart, Beethoven, se verá como en ellas se presenta bajo mil formas. Es de
esperar que pronto te fastidien las melodías uniformes.
56. Es bueno componer pequeñas melodías en el piano: pero si las ideas musicales
vienen a ti, sin buscarlas en el piano, tendrás que alegrarte mucho más, porque tu
sensibilidad musical se despierta. Los dedos deben ejecutar lo que el cerebro
quiere, y no lo contrario.
57. Cuando empieces a componer, imagina primero con el pensamiento, y sólo cuando
tu trabajo está completamente ideado en tu cerebro, ejecútalo en el piano.
58. Si tu música proviene del alma y del corazón, y tú mismo te conmueves, entonces
ella podrá conmover también a los demás.
59. Si Dios te ha dado el don de una fantasía vivaz, cuando te halles solo, sentado
ante el piano, muy a menudo tentarás de expresar con las armonías el íntimo
sentimiento de tu ánimo; y cuanto más oscura sea para tí la ciencia armónica, tanto
más te parecerá ser misteriosamente arrastrado a regiones encantadas. Estas son
las horas más bellas de la juventud. Pero no te dejes llevar frecuentemente por la
fantasía que podría hacerte perder tiempo y fuerzas, corriendo detrás de
fantasmas. Nunca se llega a dominar las formas de la composición y a expresar
claramente las propias ideas, si no se ponen por escrito los propios conceptos. Por
lo tanto, escribe más de lo que improvises.
60. Trata de adquirir a tiempo el arte de dirigir la orquesta. Observa a los buenos
directores y esfuérzate en dirigir tú mismo mentalmente: así adquirirás lucidez de
percepción.
61. Estudia atentamente la vida y procúrate conocimientos también en otras artes y
ciencias.
62. Las leyes de la moral son también las del arte.
63. Diligencia y perseverancia son los factores más importantes del progreso.
64. De una libra de hierro, que cuesta pocos centavos, se puede obtener un millar de
manecillas de reloj, cuyo valor, comparado con el de la primera materia, es
prodigioso. Emplea, por lo tanto, concienzudamente la “Libra” que has recibido de
Dios.
65. En arte, sin entusiasmo, no se produce nada grande.
66. El objeto del arte no debe ser la ganancia material. Trata de llegar a ser lo más
experto posible: el resto vendrá solo. El espíritu de una composición te será claro
cuando hayas comprendido bien su forma.
67. El espíritu de una composición te será claro recién cuando hayas comprendido bien
su forma.
68. Tal vez sólo un genio puede llegar a comprender a otro genio.
69. Se dice que un perfecto músico, al escuchar por primera vez un trozo orquestal,
por complicado que sea, debería verlo en su mente como si tuviera delante la
partitura escrita. Esto sería, verdaderamente, el colmo del intelecto musical.
70. El estudio no tiene fin.

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