Utilización de Fármacos en El Embarazo
Utilización de Fármacos en El Embarazo
Utilización de Fármacos en El Embarazo
1. Efectos teratógenos
Se entiende por malformación congénita los defectos
morfológicos observables a simple vista en el momento del
nacimiento. Los efectos teratógenos son, según la OMS, «los
efectos adversos morfológicos, bioquímicos o de la conducta
causados durante la vida fetal y detectados en el momento
del parto o más tardíamente».
d) Alteraciones del desarrollo. Pueden ser morfológicas (p. ej., embriopatía por
warfarina),bioquímicas (p. ej., cretinismo) o de la conducta (p. ej., síndrome fetal
alcohólico).
La identificación del efecto teratógeno de los fármacos es difícil. En unos casos, la base
genética de los pacientes puede ser la responsable de la enfermedad para la que se
administra el fármaco y de la susceptibilidad a sus efectos teratógenos. En otros, la propia
enfermedad, que requiere la administración del fármaco, puede tener efectos teratógenos
por alterar el estado de nutrición y hábitos maternos, el crecimiento del útero o la
placenta, o la circulación placentaria.
Los mecanismos por los que los fármacos producen efectos teratógenos pueden ser de
origen genético, por acción directa del fármaco o sus metabolitos sobre los tejidos
embrionarios o por alteración del aporte materno de factores esenciales para el desarrollo
del embrión:
c) Efectos directos. Los fármacos o sus metabolitos pueden causar efectos directos
sobre el feto que produzcan la malformación. Pueden producir cambios en las hormonas
que regulan la diferenciación sexual; pueden cambiar la composición o las características
de las membranas que alteren su permeabilidad, dando lugar a alteraciones osmóticas
que producen edemas, alteraciones morfológicas e isquemia en los tejidos fetales, y
pueden producir una inhibición de la síntesis o de la actividad enzimática que bloquee los
numerosos procesos celulares que la requieren.
• Clase D. Existe evidencia positiva de riesgo para el feto humano, pero se acepta el
empleo en mujeres embarazadas a pesar del riesgo.
3. Efectos terapéuticos
Los fármacos que llegan al feto a través de la madre pueden causar también efectos
terapéuticos.
Es importante tener en cuenta que estos cambios, máximos al final del embarazo,
revierten con rapidez después del parto y que, si se ha aumentado la dosis al final del
embarazo, ésta debe reducirse tras el parto para evitar su toxicidad.
Absorción
Durante el embarazo disminuyen los valores del pH en la saliva,
sobre todo si hay hiperemesis, lo que puede afectar a la absorción
de fármacos administrados por vía sublingual. En los primeros
meses del embarazo, se eleva el pH en el estómago y se reduce la
acidez, lo que puede reducir la absorción de los fármacos de
naturaleza ácida, al aumentar la proporción de fármaco ionizado.
La absorción pulmonar puede aumentar por la hiperventilación y la
elevación del flujo sanguíneo pulmonar, por lo que también se ve
incrementada la absorción de los anestésicos y principios activos que se administren con
aerosoles. El incremento de los niveles de progesterona puede producir una reducción de
la motilidad intestinal durante el embarazo, lo que provoca que los fármacos permanezcan
más tiempo en contacto con la superficie de absorción y se favorezca esta.
Distribución
Teniendo en cuenta que existe una disminución gradual de las
proteínas plasmáticas y un aumento del agua orgánica total, es
posible que se modifique la distribución de los fármacos durante
el embarazo y el resultado neto sea un aumento del volumen de
distribución de los fármacos; esto puede provocar una reducción
de la concentración plasmática máxima del fármaco, que habría
que considerar especialmente en los casos de administración de
dosis únicas para procesos agudos. La disminución de proteínas
plasmáticas da lugar a un aumento del fármaco libre, lo que puede ocasionar un efecto
farmacológico más intenso, y la disminución de albúmina afectará sobre todo a los
fármacos ácidos, que se unen en gran proporción a las proteínas. Se ha demostrado
menos fijación a las proteínas plasmáticas para algunos fármacos como los salicilatos, la
fenitoína o el diazepam.
Metabolismo
Durante el embarazo, el metabolismo hepático de los fármacos
puede estar modificado, lo que se debe, principalmente, a la
inducción enzimática producida por la progesterona. Por
ejemplo, las concentraciones de fenitoína están disminuidas
durante la gestación, y esto se asocia a un aumento de la
frecuencia de las convulsiones en el embarazo. Con el
fenobarbital y la carbamacepina se produce la misma situación,
pero de forma menos notable. Por ello, conviene monitorizar los
anticonvulsivos de forma mensual durante todo el embarazo.
Eliminación
La filtración glomerular aumenta a medida que avanza el
embarazo, por lo que el aclaramiento de los fármacos que se
excretan por la orina se incrementará. Por lo tanto, pueden
necesitarse dosis mayores o intervalos de tiempo menores para
el control de la afección que se vaya a tratar. Un ejemplo de ello
sería el litio, la digoxina, la ampicilina, la cefazolina, y otras
cefalosporinas, que requerirán un aumento de la dosis durante el
embarazo. Durante la gestación, el pH urinario se acerca a
valores básicos, por lo que existirá una marcada excreción de
fármacos ácidos (barbitúricos, sulfonamidas, ácido acetilsalicílico,
etc.).