Trabajo Jueves
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El grupo reconoció que la sepsis es un síndrome hasta ahora sin una prueba
diagnóstica estándar con un criterio validado.
Determinó asimismo la importante necesidad de características que se puedan
identificar y medir en cada paciente e intentó proporcionar estos criterios para
ofrecer uniformidad. Además estos criterios deberían estar disponibles para
que los médicos en ámbitos extrahospitalarios, en el servicio de urgencias y las
salas del hospital puedan identificar mejor a los pacientes con presunta
infección. El diagnóstico temprano es especialmente importante porque el
tratamiento rápido de los pacientes sépticos puede mejorar los resultados.
Sepsis
El grupo de tareas consideró poco útil el empleo actual de 2 o más criterios
SRIS para identificar la sepsis, ya que no necesariamente indican una
respuesta desregulada, potencialmente mortal. Estos criterios están presentes
en muchos
pacientes hospitalizados, incluidos aquellos que nunca sufren infección ni mala
evolución (poca validez discriminante).
Shock Séptico
Múltiples definiciones de shock séptico están en uso. Una revisión sistemática
destaca la significativa heterogeneidad en los informes sobre la mortalidad,
producida por las diferencias en las variables clínicas elegidas (distintos puntos
de corte para la presión arterial ± diversos niveles de hiperlactatemia ± empleo
de vasopresores ± nueva disfunción orgánica ± definición del volumen y los
objetivos de la reanimación con líquidos), la fuente de los datos y los métodos
de codificación.
Debido a que SOFA es más conocido y más sencillo que el Logistic Organ
Dysfunction System, el grupo de trabajo recomienda emplear un cambio en la
puntuación SOFA inicial de 2 puntos o más para representar la disfunción
orgánica. La puntuación SOFA inicial se presume que es cero a menos que se
sepa que el paciente sufre disfunción orgánica (aguda o crónica) antes del
inicio de la infección.
Estas tasas de mortalidad fueron mayores que las del 25,2% (n = 147) y 18,8%
(n = 3094) en pacientes con hipotensión sola, 17,9% (n = 1978) y 6,8% (n =
30209) en pacientes con ácido láctico >2 mmol/l (18 mg/dl) solo y del 20% (n =
5984) and 8% (n = 54135) en pacientes con sepsis en el University of
Pittsburgh Medical Center y Kaiser Permanente Northern California,
respectivamente.
Controversias y limitaciones
Definir la sepsis y el shock séptico entraña desafíos inherentes. Sepsis es un
término amplio que se aplica a un proceso sobre el que los conocimientos aún
son incompletos. No existen todavía criterios sencillos que no sean ambiguos,
a sea clínicos o biológicos, de estudios por imágenes o de los análisis que
identifiquen distintivamente al paciente séptico. El grupo reconoció la
imposibilidad lograr consenso total sobre todos los puntos.
El análisis inicial, retrospectivo, indicó que qSOFA podría ser una herramienta
útil, especialmente para los médicos que trabajan fuera de la UCI (y quizás
también fuera del hospital, puesto que qSOFA se basa solo sobre datos del
examen físico), para identificar con rapidez a los pacientes infectados con
probabilidades de mala evolución.
Ni qSOFA ni SOFA son por sí solas una definición de sepsis. Es esencial, sin
embargo, que no poder cumplir con 2 o más criterios qSOFA o SOFA no hagan
postergar la investigación o el tratamiento de la infección. qSOFA se puede
efectuar rápidamente a la cabecera del paciente sin necesidad de análisis de
sangre y se espera que facilite la rápida identificación de una infección
potencialmente mortal. Si no se efectuaron aún análisis, esta puntuación puede
impulsar su realización para identificar la disfunción orgánica. El grupo de
trabajo señala que los criterios SRIS aún pueden ser útiles para identificar la
infección.
Consecuencias
El grupo de trabajo generó nuevas definiciones que incorporan conocimientos
actualizados sobre la biología de la sepsis, entre ellos la disfunción orgánica.
No obstante, la falta de estandarización de los criterios, similar a su ausencia
en muchos otros síndromes, impide la validación clara y definida y en cambio
exige estimaciones aproximadas. Para ayudar al médico y quizás motivar la
intensificación del tratamiento, se crearon y validaron criterios clínicos sencillos
(qSOFA) que identifican a los pacientes con presunta infección que
probablemente evolucionarán mal (curso prolongado en la UCI y muerte).
Los cambios en la codificación de la CIE pueden llevar varios años, por eso las
recomendaciones del cuadro 2 demuestran cómo aplicar entretanto las nuevas
definiciones con el sistema de la CIE actual.
Conclusiones
Estas definiciones y criterios clínicos actualizados deben facilitar el diagnóstico
más temprano y el tratamiento más oportuno de los pacientes con sepsis. Este
proceso, sin embargo, sigue estando en elaboración. El grupo de trabajo
recomienda que la nueva definición se designe como Sepsis3, y las de 1991 y
2001 como Sepsis1 y Sepsis2, respectivamente.
c) diuresis <0,5 ml/kg/h durante >2 h, a pesar de una reposición apropiada con fluidos
d) PaO2/FiO2<250 mm Hg, si los pulmones no son el foco infeccioso, o<200 mm Hg, si los
pulmones son el foco infeccioso
g) recuento de plaquetas<100 000/μl
Causas
Etiopatogenia
La sepsis es una reacción del organismo a la infección, con participación de
componentes del microorganismo y sus endotoxinas, así como mediadores de
la respuesta inflamatoria generados por el huésped (citoquinas, quimiocinas,
icosanoides y los demás responsables del SRIS) y otras sustancias que
producen daño celular (p. ej. radicales libres de oxigeno).
C) DIAGNÓSTICO
Exploraciones complementarias
2. Pruebas microbiológicas
Criterios diagnósticos
D) TRATAMIENTO
Es necesario aplicar simultáneamente el tratamiento sintomático y etiológico. El
pronóstico depende sobre todo de la rapidez con la que se inicia la
administración de antibióticos y líquidos. Manejo precoz (los denominados
paquetes de medidas) →tabla 5.
Tratamiento causal
Tratamiento sintomático
8. Manejo complementario:
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
SEPSIS-1
SEPSIS-2
Especificidad y sensibilidad
Cambios en la definición
De esta manera, se pone en relieve, que la sepsis, más que una respuesta
inflamatoria con infección, es un síndrome difícil de definir por los diversos
procesos fisiopatológicos e inmunológicos involucrados y muchos de ellos aún
inciertos y con diversa presentación clínica la que puede variar dependiendo de
la edad del paciente, sus enfermedades prexistentes, estado inmunológico,
comorbilidades y medicación.
Otro problema asociado, es que los términos sepsis y sepsis severa se tienden
a usar indistintamente, y esta es una confusión crítica cuando nos referimos a
sepsis severa, con la que estamos tratando de definir a un paciente que
necesita cuidado médico estricto, con monitoreo hemodinámico, pues estamos
implicando disfunción orgánica, elevación de lactato, alteraciones en el medio
interno, trastorno del sensorio y otras condiciones que ponen en riesgo la vida
del paciente, pues el no reconocimiento temprano, permite que la sepsis severa
progrese con shock séptico, la falla orgánica múltiple y la muerte. La sepsis es
la primera causa de muerte por infección a pesar de los avances en la medicina
moderna, incluyendo vacunas, antibióticos y cuidados críticos agudos, millones
de personas mueren por sepsis cada año en el mundo, sólo en Estados Unidos
aproximadamente 215 000 personas fallecen cada año.
La sepsis, sepsis severa y shock séptico son condiciones que conllevan alta
morbilidad y mortalidad, por esto, es deseable para los médicos de atención
primaria y de emergencias, poder definir "sepsis" como se definen los criterios
de otras patologías como la endocarditis bacteriana, con criterios de alta
sensibilidad y sobretodo alta especificidad y que permitan una sospecha
temprana, ya que ante el diagnóstico de sepsis, nuestro objetivo inmediato es
determinar la severidad del cuadro de sepsis y el grado de compromiso
multiorgánico para iniciar a la brevedad posible el manejo antibiótico y soporte
hemodinámico en presencia de hipotensión o shock y determinar el ingreso a
una UCI para prevenir la falla multiorgánica y optimizar los resultados clínicos.
SEPSIS - 3
Este Grupo de Trabajo también define "shock séptico" como "una subcategoría
de la sepsis en la que las alteraciones circulatorias y del metabolismo celular
son lo suficientemente profundas como para aumentar considerablemente la
mortalidad" (13), proponiendo que los criterios para definir la ocurrencia de shock
séptico: hipotensión, requerimiento sostenido de vasopresores para mantener
una presión arterial media (PAM) =65 mmHg y un nivel de lactato sérico mayor
de 2 mmol/L. El artículo de Shankar-Hari M describe la metodología utilizada
para la definición y criterios de shock séptico, concluyendo que la mejor
definición es la presencia de hipotensión, requerimiento sostenido de
vasopresores para mantener una presión arterial media (PAM) =65 mmHg y un
nivel de lactato sérico menor de 2 mmol/L. Sin embargo, en el análisis sólo se
consideraron estas tres variables, excluyéndose otras como marcadores de
perfusión, trastorno del sensorio o biomarcadores. Por otro lado, debe
considerarse para la aplicación de estos criterios la disponibilidad de la
medición de lactato.
LIMITACIONES
Otra limitante también subrayada por los autores del consenso, es el uso de la
hiperlactatemia como criterio diagnóstico de shock séptico, ya que por un lado
los niveles elevados de lactato se consideran un marcador importante de
"shock críptico" en ausencia de hipotensión y se plantea la preocupación por la
especificidad y su no disponibilidad de dosaje en todos los entornos, lo cual
dificultaría el diagnóstico de shock séptico por los criterios que plantean. En
este caso, cuando no se dispone de la medición del lactato, sería necesario
emplear la hipotensión y otros criterios compatibles con hipoperfusión tisular
para el diagnóstico de shock séptico.
Medición
La medición de la concentración de lactato se realiza por técnicas basadas en
fotometría, usadas en los laboratorios clínicos, o con biosensores específicos
de sustrato que están implementados en los analizadores de los puestos de
atención (I–Stat). Debido a que los procedimientos de laboratorio están sujetos
a procesos que evalúan su calidad, los procedimientos fotométricos aún se
consideran el estándar de oro, pero la determinación del lactato por
biosensores se ha encontrado aceptable para el uso clínico, pero al mismo
tiempo, hay una amplia variabilidad que limita la determinación de una sola
muestra y su comparación con diferentes procedimientos. Los niveles de
lactato se pueden medir en sangre arterial y venosa central o venosa periférica,
ya que los estudios han mostrado una buena correlación entre los valores
obtenidos de los diferentes sitios. La vía venosa periférica, en un contexto de
urgencias, es la más accesible pero se recomienda tomar la muestra sin
torniquete ya que puede elevar falsamente los niveles de lactato.
Sepsis
El lactato sérico, es tan importante en pacientes sépticos que en las últimas
guías de la campaña sobreviviendo a la sepsis, ha sido recomendado como
criterio diagnóstico de sepsis y de sepsis severa cuando está por encima de 1
mmol/L y de hipoperfusión inducida por sepsis en concentraciones mayores a 4
mmol/L. Además, en la misma guía se ha recomendado al lactato como meta
de reanimación para las primeras 6 horas. Ya que el lactato aparece tanto
como criterio diagnóstico como una meta de reanimación a alcanzar, puede
surgir la pregunta sobre si el lactato inicial es un verdadero biomarcador de
estratificación de riesgo o una simple manifestación de disfunción orgánica. Al
respecto, Mikkelsen y cols desarrollaron un estudio observacional de un solo
centro. En una cohorte de 830 pacientes admitidos en urgencias con
diagnóstico de sepsis severa, que se clasificaron de acuerdo al nivel de lactato
en: bajo riesgo, cuando era menor a 2, intermedio de 2 a 3,9 y alto mayor a 4.
Los autores encontraron una mortalidad (a los 28 días) en el grupo de
pacientes en shock de 15,4%, 37% y 46,9%, respectivamente. En cambio, en
los pacientes que no presentaban shock, la mortalidad fue de 8,7%, 16,4% y
31,8%, respectivamente. Estos datos fueron ajustados para variables de
confusión como el APACHE II, concluyendo finalmente que el lactato sérico
elevado al inicio, se asoció a mortalidad de manera independiente a la
aparición de disfunción orgánica múltiple38. Los protocolos de reanimación
temprana en pacientes sépticos han demostrado mejorar los resultados finales,
sin embargo, aún existe controversia sobre cuáles son los objetivos a alcanzar
durante la reanimación. El panel de expertos de la Campaña de Sobrevivencia
a la Sepsis recomienda alcanzar, en las primeras 6 horas, una PVC mayor a 8
mmHg y una saturación venosa central de oxígeno mayor a 70%. Sin embargo,
algunos autores han cuestionado seriamente que esto sea un estándar de
atención en la práctica clínica diaria, probablemente porque esto implica: mayor
necesidad de personal, entrenamiento y equipo específico para la colocación
de un catéter venoso central, la medición de la saturación venosa central de
oxígeno en las salas de urgencias y algunos riesgos atribuidos a la cantidad y
tipo de líquidos, el uso de inotrópicos o transfusiones26-30. Independiente de la
discusión al respecto, está claro que el estudio de Rivers y cols, ha cambiado el
abordaje y manejo de pacientes críticos, sépticos o no sépticos, permitiendo
generar una cultura de manejo precoz de estos pacientes, que de otra forma no
hubiera sido fácil alcanzar en tan poco tiempo. Dada la discusión anterior y las
limitaciones económicas y de invasión del monitoreo de metas como la PVC y
la SvcO2 se ha planteado la Terapia Temprana Dirigida por Lactato (TTDL).
Varios estudios han reportado que alcanzar la meta de un aclaramiento de
lactato y/o reducir el lactato a valores menores a 2 mMol/L se asocia con
desenlaces clínicos importantes y significativos. En un estudio multicéntrico,
aleatorio, en 300 pacientes sépticos, Jones y cols no encontraron diferencias
estadísticamente significativas entre un grupo manejado para lograr una SvcO2
mayor de 70% y otro manejado para lograr un aclaramiento de lactato mayor
del 10%. El estudio es grande y bien diseñado pero no ciego. Por el contrario,
Michael A Puskarich y cols realizaron un estudio aleatorizado controlado
prospectivo de 203 pacientes en el cual compararon la reanimación cuantitativa
por objetivos, utilizando la SvcO2 frente al lactato sérico. Encontraron que en el
grupo cuyo objetivo era lograr una SvcO2 >70% la mortalidad fue del 41%
cuando no alcanzaron un aclaramiento del lactato del 10%. Mientras que en el
grupo en el cual se logró la depuración del lactato sérico del 10%, la mortalidad
fue del 8%, indicando una muy fuerte asociación de mortalidad en el primer
grupo37. La campaña de supervivencia a la sepsis recomienda como objetivo
de reanimación la normalización de los niveles de lactato en sangre en los
pacientes con hiperlactatemia como un marcador de hipoperfusión con un
grado de recomendación 2C mientras que la manipulación de la SvcO2 la dan
como recomendación 1C. Podría pensarse que existe mayor nivel de evidencia
a favor del lactato y que siendo un estudio tan fácil, menos invasivo y menos
costoso debería haber una mayor fortaleza en la recomendación con lactato
que para la SvcO2. El estudio de Puskarich y cols, publicado en marzo de
2012, no fue incluido en la bibliografía de la campaña de sobrevida de la
sepsis. Con todo lo anterior, podría pensarse que debería cambiarse de 2C a
1B la recomendación para usar el lactato como meta de reanimación.
En Colombia también se ha estudiado el uso del lactato como predictor y no
solo como manifestación de shock y disfunción orgánica, esta vez en el
escenario de urgencias en un análisis secundario del estudio La epidemiologıa
de la sepsis en Colombia. Este, es una cohorte prospectiva de pacientes en 10
hospitales generales de 4 ciudades de Colombia. Se incluyeron en este análisis
los pacientes sin hipotensión, con disponibilidad de lactato y admitidos con
infecciones adquiridas en la comunidad. En los resultados se observó un buen
ajuste al modelo lineal entre el lactato y el riesgo de muerte, y al ajustar por los
factores de confusión el lactato se asoció de manera significativa con la
mortalidad (odds ratio 1,16; intervalo de confianza del 95% 1,02-1,33). Se
demostró que el valor de lactato se asocia de forma independiente y
significativa con la mortalidad a los 28 días en este subgrupo de pacientes
sépticos sin hipotensión. El que un marcador sea capaz de predecir mortalidad
en un grupo especial de pacientes con bajo riesgo de muerte, lo hace mucho
más útil y eficaz desde el punto de vista clínico. Un reciente análisis
preplaneado, de un estudio multicéntrico, aleatorio, controlado de reanimación
temprana en sepsis, en 187 pacientes, se demostró que la normalización del
lactato en las primeras 6 horas fue un predictor independiente de sobrevida y
fue superior a otras medidas dinámicas de lactato.
Discusión
El lactato es un interesante biomarcador que permite al clínico un abordaje
diagnóstico, pronóstico y terapéutico en pacientes críticos, especialmente en
pacientes con sepsis y trauma. Esto es mucho más válido cuando se emplean
índices dinámicos de lactato más que un valor puntual. Se requieren estudios
grandes para definir el impacto del lactato como biomarcador en otras
situaciones clínicas como la cirugía cardiovascular y otras patologías cardiacas.
Básicamente, el primer objetivo debe ser lograr una presión arterial normal
Las dos medidas volumétricas que se pueden medir con el PiCCO, el volumen
torácico intravascular y el volumen cardíaco telediastólico (global end-diastolic
volume) han mostrado más fiabilidad para estimar la precarga ventricular que
las medidas de presión habitualmente utilizadas en la clínica (PVC y PAPo).
Recientemente, Michard et al18 han investigado la utilidad del volumen cardíaco
telediastólico para estimar la precarga ventricular comparándola con la PVC en
un grupo de enfermos con shock séptico. Estos investigadores concluyen que
en los enfermos en shock séptico, y al contrario de lo que sucede con la PVC,
el volumen cardíaco telediastólico es un indicador fiable de la precarga
ventricular.
BIBLIOGRAFIA
- Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, sepsis, sepsis grave y shock
séptico. Dr. Marcos D. Iraola Ferrer. 2006.
- Nuevas definiciones para sepsis y shock séptico. Autor: Singer M;
Deutschman CS; Seymour CW.
- Guía de prácticas clínicas de sepsis grave y shock séptico y cuidados
intensivos.
- Revista SciELO Analytics, Google Scholar H5M5 (2017), Acta Médica
Peruana, Versión On-line ISSN 1728-5917, Acta méd. Peru vol.33 no.3
Lima jul./Set. 2016, ARTÍCULO ESPECIAL, Sepsis-3 y las nuevas
definiciones, ¿es tiempo de abandonar SIRS?
- http://www.medintensiva.org/es/shock-septico/articulo/13074192/
- Carmelo Dueñas1, Guillermo Ortíz1, Ray Mendoza2 , Lorena Montes2.
Universidad de Cartagena, Colombia.