Ejercicios de Percepción

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 19

EJERCICIOS DE PERCEPCIÓN

BASADOS EN NEURO-COMUNICACIÓN.

Con los ejercicios se pueden descubrir cambios como los


siguientes: que un pie o una mano se mueve mejor que el otro y
que se percibe con más claridad; que el cuero se ha quedado de
una manera más suelto, más alto o más erguido; que se han
experimentado estados de conciencia alterados, que traen consigo
percepciones alteradas del entorno, visuales y de otros tipos; se
han experimentado una diversidad de cambios que varían de un
ejercicio al otro.

Los ejercicios son un complejo proceso por el cual se introducen


palabras en el sistema nervioso central de un modo que se dan
cambios predictibles y muy específicos en el sistema esquelético
muscular, tales como el alargamiento de algunos músculos para
que unas determinadas articulaciones óseas puedan tener mayor
libertad de movimiento.

El mensaje es exclusivamente para el cuerpo, y su receptor


inmediato es, desde luego, el CEREBRO y, en rápida sucesión, la
MÉDULA ESPINAL las VÍAS NEURONALES que van a los
MÚSCULOS y después los propios músculos, de forma que
puedan actuar sobre el ESQUELETO según el mensaje recibido.

La mente debe de permanecer tan pasiva como se pueda, sin hacer


nada voluntariamente, y absteniéndose de iniciar ningún tipo de
actividad corporal.

Qué se va a conseguir? El resultado dependerá de si los


ejercicios coinciden con los problemas y necesidades de cada
persona, también dependerá del grado de concentración de la
conciencia que se aplique al hacer los ejercicios., ya que éstos
ofrecen la posibilidad de lograr cambios específicos importantes
en la organización y funcionamiento de las diversas partes del
cuerpo humano.
Poder percibir más de su cuerpo, y percibirlo con mayor claridad
y con mayor exactitud, sucederá gracias a los micromovimientos,
las micropercepciones y las imágenes sensoriales que resultan de
los ejercicios. Estos a su vez, liberarán patrones previamente
inhibidos de las células de la corteza motriz de su cerebro,
conforme se vaya dando ésta desinhibición, por un efecto de
concatenación, también se desinhibirán en cierto grado las zonas
adyacentes del cerebro, liberando, con toda probabilidad, algunas
facultades de pensamiento y sensación previamente bloqueadas.

Cómo realizar los ejercicios: La forma en que realice los


ejercicios determinará los resultados que obtenga de ellos.

Vístase con ropa suelta y cómoda y, quédese descalzo, es


conveniente disponer de una silla que sea cómoda, con un asiento
lo bastante firme para no hundirse en ella, la silla puede tener
brazos o no, como usted prefiera.

Disponer de un espacio objetivo sin distracciones, disponer


también de un espacio subjetivo tan libre como pueda de
distracciones.

Es especialmente importante que no cruce las piernas ni los pies,


ni los brazos ni las manos, cruzar los miembros confundiría su
sistema nervioso y le impediría tener las respuestas que se
suponen.

Muchos de los movimientos, usted se dará cuenta de que se


pueden realizar de forma que resulten sensuales y produzcan
placer, especialmente a nivel táctil y kinestésico: el placer de
tocar y el placer de moverse.

Repose Durante un segundo o dos entre frases para que el


ejercicio pueda producir todo su impacto sobre el cerebro y el
sistema nervioso central.
EJERCICIO SIMÉTRICO: DEL CEREBRO A LOS PIES.

Sentado, apoye los pies en el suelo con toda la planta, y póngalos


paralelos entre ellos a unos 25 o 30 cm. uno el otro, como le
resulte más cómodo.

Preste atención a ambos pies, notando cómo los percibe: si los


percibe con claridad, cómo contactan con el suelo, y todo aquello
que note.

Hágalo una vez más, dándose al menos uno o dos minutos para
sus observaciones. Cierre sus ojos.

Debe mantener los pies tal como están a lo largo de todo el


ejercicio.

 Ahora como programador lea, más bien despacio y sin


preocuparse demasiado por encontrarle sentido a lo que lea.
Simplemente, que uno habla de forma diferente cuando se
dirige al cuerpo en vez de hacerlo a la mente, y usted está
más familiarizado con las palabras que se dirigen a la mente.
Por lo tanto, al menos hasta que se haya acostumbrado a las
diferencias y haya adquirido una cierta comprensión del
método, lo que se le diga puede parecerle extraño e incluso
un tanto disparatado. Tan solo deje espacio para la
posibilidad de que, conforme vaya avanzando, todo cobre un
sentido muy interesante.

Ahora me gustaría recordarle que tiene usted un pie derecho. Si


es un pie derecho típico, sin lesiones, tendrá cinco dedos. Tiene
un dedo gordo derecho y luego otro dedo a su lado. Su pie
derecho también tiene un dedo medio y luego un dedo que
corresponde al dedo anular. Su pie derecho tiene también un
dedo pequeño. Tal vez sepa o pueda percibir cuál de los dedos
del pie es el más largo, qué dedo le sigue en longitud, y el
siguiente a ése. Pero muy probablemente sabrá que el dedo
pequeño de su pie derecho es el más corto, y que el dedo gordo
de su pie derecho se llama así porque es el de mayor
circunferencia. El dedo gordo de su pie derecho se parece
bastante al pulgar de su mano derecha
Su pie derecho se parece a una mano en algunos aspectos. Por
ejemplo, por detrás de los huesos de los dedos hay otros huesos
que continúan hacia la parte trasera del pie y que le ayudan a
apoyar el pie y le dan flexibilidad al moverse. Por supuesto,
también tiene usted un talón derecho y, por encima de él, un
tobillo derecho que se mueve cuando el pie derecho anda.
También hay movimiento en su tobillo derecho si apoya la
almohadilla y los dedos del pie derecho en el suelo y
simplemente levanta el talón derecho.
Usted puede seguramente levantar los dedos del pie derecho
todos a la vez y después bajarlos. Seguramente puede levantar
el dedo gordo solo. Seguramente puede levantar y bajar los
otros cuatro dedos juntos. Pero, a pesar de que esto queda
dentro de su potencial, seguramente no puede mover cada uno
de los dedos del pie derecho por separado, tal como puede
hacer con los dedos de la mano.
Ha visto su pie derecho muchas veces. Lo ha visto desde
arriba, desde dentro, desde fuera, e incluso desde la planta del
pie. Su pie derecho le ha acompañado toda su vida, y usted
debería realmente saber qué aspecto tiene. Pero, ¿sabe
realmente qué aspecto tiene? ¿Podría, sin mirar, visualizar las
uñas de los dedos del pie derecho, los espacios ente los dedos,
el empeine del pie, y el tobillo derecho.
Cuando piensa en caminar, ¿sabe realmente cómo se mueve su
pie derecho? ¿Apoya el talón del pie derecho y luego toda la
planta del pie, hasta llegar a la almohadilla del pie derecho, y
entonces los dedos del pie abandonan el suelo en sucesión
según su longitud? ¿Qué sensación produce cuando apoya el
pie en el suelo y anda sobre él hasta levantarlo de nuevo?
¿ Anda normalmente de una forma pesada o ligera sobre su pie
derecho? ¿Tiene alguna noción de cómo anda el pie derecho en
comparación con su otro pie?

¿Sabe usted que puede simplemente deslizar su pie derecho


hacia delante y hacia atrás? Puede deslizar el pie derecho hacia
delante y hacia atrás muchas veces. Puede hacerlo
distraídamente, interesándose sólo en si su pie se desliza hacia
atrás y hacia delante. O puede realizar este movimiento con la
intención de usar su pie derecho para reconocer el suelo o la
alfombra, la superficie que esté tocando.
También puede, con este mismo movimiento, utilizar
deliberadamente esta superficie para estimular sensaciones en
la planta de su pie derecho. De hecho, la planta de su pie
derecho, si se la estimula como es debido, puede
proporcionarle sensaciones verdaderamente placenteras. Las
terminaciones nerviosas del tacto en la planta del pie son de las
más sensibles que podamos encontrar en el cuerpo humano.
Con toda probabilidad, la evolución lo planificó así para
protegerle de lesionarse. Sea como sea, los seres humanos de
algunas culturas han cultivado esta sensibilidad de los pies, y
especialmente la de la planta de los pies, hasta el punto de
tratar a los pies como una especie de órgano sexual secundario.
Su pie derecho podría ser estimulado hasta este grado de
conciencia placentera.

Usted también puede hacer girar la punta del pie derecho de


lado a lado. El talón derecho puede quedarse casi en su sitio
mientras el pie derecho se desplaza del todo hacia la izquierda
y después regresa hasta la derecha, pasando por el lugar donde
el pie derecho apunta hacia el frente. O bien, usted podría
hacer girar el pie derecho de forma que el talón derecho se
desplace de lado a lado, y la almohadilla del pie derecho se
quede más o menos en su sitio.

También puede dibujar círculos en el suelo con su pie derecho,


círculos pequeños, o círculos grandes. Puede realizar círculos
lentos o círculos rápidos.
Con su pie derecho, puede girar hacia fuera del cuerpo, o hacia
adentro. También puede combinar algunas de estas
posibilidades con su pie derecho. Por ejemplo, puede dibujar
círculos pequeños, lentos, hacia fuera, o círculos grandes,
rápidos, hacia dentro. Su pie derecho podría hacer muchas
combinaciones de movimientos, según los diversos tamaños
posibles de los círculos y según lo rápido o lento que se
desplace su pie derecho en una u otra dirección.

*Como programador ahora pida que dirija su atención hacia los


pies.

Observe si ahora existen para usted de la misma forma que


existían antes de que empezara con el ejercicio el potencial de
sus sensaciones y movimientos. ¿Tiene la misma conciencia de
su pie derecho que de su pie izquierdo? Si no es así ¿qué
diferencias percibe?
¿Puede percibir cada uno de los dedos de su pie derecho con
algo más de claridad? ¿Toca su pie derecho el suelo de una
forma diferente?

Compare se percepción de la pierna derecha con la de la


izquierda, su rodilla derecha con la izquierda, su hombro
derecho con el izquierdo. Compare el lado derecho de su cara
con el lado izquierdo.

Descubra que esta mirando hacia la derecha, que su cabeza se


ha vuelto de forma espontánea hacia la derecha posiblemente
incluso todo su cuerpo de forma que su columna se ha torcido
como se tuerce cuando usted se vuelve hacia la derecha y el
hombro derecho queda detrás del izquierdo. Podría se que se
encuentre respirando más plena y claramente a través del
orificio derecho de su nariz que por el izquierdo.

Dentro de un instante, abra los ojos y levántese, ande por la


habitación sin hablar. Compare cómo camina el pie derecho
con respecto al izquierdo, el contacto con el suelo, la
flexibilidad del pie, todo aquello que observe.
Seguramente habrá notado que no solo su pie derecho se sentía
mejor, sino que el izquierdo se sentía peor, torpe y tieso, sin
embargo, no es verdad que el pie izquierdo este peor que antes,
más bien su sistema nervioso está comparando su pie izquierdo
tal como está normalmente con las mejoras ocurridas en el pie
derecho, por lo que el pie izquierdo sufre en comparación.

Es bueno permitir que las diferencias entre los dos pies se


mantengan durante un rato. Esto alienta a su cuerpo a adoptar
la mejor organización e intentar retenerla.

*Ahora haga el ejercicio de nuevo cambiando la palabra


derecho por izquierdo.
EJERCICIO DE MOVIMIENTOS DEL HOMBRO
Y LA CINTURA ESCAPULAR.

Lleve a cabo las acciones descritas y preste mucha atención a


sus movimientos y sensaciones. Al final del ejercicio, se le
pedirá que realice las mismas acciones y que compare sus
movimientos y sensaciones con los movimientos y sensaciones
que observará dentro de un momento.

Camine alrededor de la sala y observe los movimientos de sus


hombros al caminar y cómo percibe los movimientos de sus
hombros. Fíjese también en cómo se mueven sus brazos a tenor
de los movimientos de sus hombros. Después de eso, quédese
parado, cierre sus ojos y perciba sus hombros, comparando el
lado derecho con el izquierdo. Lleve los brazos hacia atrás y
luego por encima de su cabeza, y luego al frente y hacia abajo,
describiendo círculos con los hombros desde los hombros y
comparando la soltura de los movimientos en ambos hombros.

Tome asiento, entonces y compare la conciencia que tiene de


sus hombros derecho e izquierdo, de sus pies derecho e
izquierdo de los lados derecho e izquierdo de la pelvis, de los
lados derecho e izquierdo de su cara y de sus lados derecho e
izquierdo en conjunto, las plantas de los pies apoyada en el
suelo, paralelos entre sí, separados de 25 a 30 cm.

Procure colocar el resto del cuerpo simétricamente y mantenga


esta posición simétrica mientras continua el ejercicio.

Lleve ahora la atención al hombro derecho y la parte superior


derecha de su espalda, incluyendo el omóplato derecho. Si
puede percibirlos claramente, podrá percibir la parte superior
de su hombro, la parte anterior del hombro la parte externa del
hombro, la parte posterior del hombro, y tal vez tenga alguna
percepción de la articulación de su hombro derecho y de cómo
se inserta su brazo derecho en el lado derecho de su cuerpo.
Podría tener conciencia también de su axila derecha y de los
puntos en que la parte superior de su brazo derecho entra en
contacto con el lado derecho de su torso.

Su hombro derecho tiene muchas posibilidades de movimiento.


Usted puede, por ejemplo, desplazarlo hacia delante. Puede
llevarlo hacia delante y raerlo de vuelta al punto de origen, y
desplazarlo hacia delante y hacia atrás de nuevo. Estos
movimientos vienen acompañados por las sensaciones muy
definidas.

S extendiera su brazo derecho hacia delante, descubriría que


puede realizar un movimiento frontal mucho más extenso con
el hombro derecho de lo que puede realizar cuando su mano
derecha reposa sobre una mesa, el muslo o el brazo de la silla.

También puede llevar el hombro derecho hacia atrás,


devolviéndolo a la posición de origen, y repetir ese
movimiento muchas veces. Entonces se producen sensaciones
diferentes, aunque son algo parecidas a las que aparecen
cuando lleva el hombro derecho hacia delante. Si su brazo
derecho está por detrás de usted, entonces el movimiento de
regreso del hombro se vuelve mucho más extenso.

Advertirá seguramente que puede realizar un movimiento algo


más amplio si empuja hacia arriba desde la articulación del
hombro derecho, llevando el hombro hacia la oreja derecha y
hacia el techo

Puede levantar el hombro derecho, bajarlo de nuevo al punto


de partida, y subirlo y bajarlo mientras observa las sensaciones
que esto le produce. Si realizara una serie de movimientos del
hombro derecho –adelante y atrás, arriba y abajo- durante un
rato, advertirá con total seguridad que el hombro derecho
acabaría colgando más abajo que el hombro izquierdo.
También lo sentiría más vivo, como si pudiera moverse con
mayor soltura y en una mayor distancia.

También puede hundir el hombro derecho hacia abajo, y


regresar luego al punto de partida. Le será mucho más fácil si
el brazo derecho cuelga de lado. De nuevo, las sensaciones en
el hombro derecho serán diferentes, aunque parecidas a las que
conoce cuando desplaza el hombro hacia delante, hacia arriba o
hacia atrás.

Ahora también puede hacer movimientos circulares con el


hombro derecho. Puede desplazar el hombro derecho hacia
arriba y luego hacia delante, abajo y luego atrás, y entonces
arriba, hacia delante, abajo y atrás, y así sucesivamente,
dibujando círculos y más círculos con el hombro derecho.
Puede dibujar pequeños círculos con ese hombro, y puede
dibujar grandes círculos con ese mismo. Puede dibujar círculos
lentos, y círculos rápidos. Puede dibujar pequeños círculos
lentos con el hombro derecho, y también grandes círculos
rápidos con ese mismo hombro. Puede dibujar círculos de
tamaños diferentes y a diferentes velocidades de movimiento.

También pude invertir la dirección en que dibuja los círculos su


hombro derecho. Puede hacer círculos hacia atrás durante un rato,
y entonces puede hacer círculos hacia el frente, percibiendo qué
está haciendo con su hombro derecho y qué sensación producen
esos movimientos.

Podría colocar la palma de su mano derecha sobre el muslo de su


pierna derecha, cerca de la rodilla. Entonces podría deslizarla
bajando por la pierna derecha, empujando con el hombro derecho.
Y podría llevar la mano hacia arriba por la pierna atrayéndola
desde el hombro derecho. Empujando y estirando con el hombro
derecho, podría ir desplazando la mano derecha arriba y abajo por
la pierna, desde el tobillo hasta la articulación de la cadera, si
puede abarcar toda esta distancia. Para eso, tendrá no sólo que
empujar y estirar desde el hombro derecho, sino también permitir
que el cuerpo se doble desde la cintura, desplazándose adelante y
atrás con el hombro derecho.

También podría apoyar la mano derecha encima del hombro


derecho, con la parte superior del brazo a la altura del hombro, y
entonces dibujar círculos con el brazo derecho, girando desde el
hombro derecho. Desde esta posición podría dibujar todo tipo de
círculos, hacia un lado y hacia el otro, lentos y rápidos, grandes y
pequeños, con múltiples combinaciones a medida que su hombro
derecho gira con la mano derecha apoyada en él.

También, con la mano derecha encima del hombro derecho,


podría desplazar el codo hacia delante, de forma que el hombro
rote hacia dentro. Si pusiera la mano en la axila, advertiría que el
movimiento del hombro derecho sería diferente, dirigiéndose más
hacia el centro del cuerpo.

Ese movimiento del hombro derecho hacia el centro del cuerpo se


volvería asimismo más amplio a medida que colocara la mano
más y más abajo en el lado derecho del cuerpo, hasta que
finalmente alcanzara un punto en que el movimiento de regreso se
hace cada vez más pequeño.

Algo parecido sucedería si colocara la mano derecha sobre el


hombro derecho y desplazara el brazo hacia atrás. Entonces su
hombro iría cada vez más atrás a medida que su mano fuera
bajando por su cuerpo hasta que, de nuevo alcanzara un punto de
regreso cada vez menor. Los movimientos del hombro derecho se
harían más pequeños hasta que finalmente no hubiera casi
movimiento en el hombro, ni en el omóplato derecho ni en la
parte superior derecha de la espalda.

Ahora podría extender el brazo derecho de forma que la mano


derecha descanse sobre la mesa o brazo de la silla o el muslo
delante de usted, y podría empuñar la mano sin apretar los dedos.
Entonces puede hacer girar el puño como rueda hacia dentro,
sintiendo el giro interno de su hombro derecho. Después de eso,
podría hacer girar el puño hacia fuera, sintiendo cómo el hombro
rota hacia fuera. Puede hacer girar el puño de derecha a izquierda,
de forma que el hombro rote hacia dentro y luego hacia fuera, y
de vuelta experimentando una sensación claramente diferente en
el hombro derecho y un movimiento en el hombro derecho
distinto a todos los descritos hasta ahora.

Advertirá claramente cómo el hombro derecho cuelga más abajo


que el izquierdo. De hecho advertirá que su pelvis ha descendido
en el lado derecho, y que su cuerpo entero tiende a inclinarse
hacia la derecha.
Seguramente advertirá que su cabeza está ladeada hacia la
derecha, que la columna se curva hacia la derecha y que, por
tanto, la caja torácica descansa hacia la el centro de su cuerpo en
el lado derecho. Seguramente descubriría también que la cadera
derecha se ha desplazado de un modo que la rodilla derecha
apunta hacia la derecha, así como el pie derecho, mientras que en
el lado izquierdo, su pie y tobillo estarían apuntando hacia el
frente.

Descubriría que su sistema nervioso está experimentando una


fuerte predisposición hacia el lado derecho. Advertirá que este
lado produce una sensación menos densa y a la vez más vivaz si
lo comparara con el lado izquierdo. Sobre todo, se daría cuenta de
sensaciones en su hombro derecho que seguramente llegarías a
permitirle sentir la articulación de dicho hombro cuando se
encuentra quieto, y también si decidiera dibujar círculos u otros
movimientos con la articulación del hombro derecho. Y esta
percepción de su hombro en el lado derecho sería ciertamente
muy diferente de la sensación del hombro en el lado izquierdo, si
comparara los dos hombros desde se posición de sentado.

Ahora fíjese cómo está sentado y si su sistema nervioso


manifiesta alguna predisposición hacia el lado derecho. Compare
cómo percibe su ojo derecho en relación con el ojo izquierdo.
Mantenga sus ojos cerrados para experimentar esta y otras
comparaciones. El lado derecho de sus labios en relación con el
lado izquierdo. El lado derecho de su cara en relación con el
izquierdo. El hombro derecho en relación en relación del
izquierdo.

Ahora, físicamente, objetivamente, haga círculos durante un


instante con ambos hombros y compárelos.
Compare no solo los movimientos del hombro sino también lo
que siente que sucede en la parte superior de la espalda, tanto en
el lado derecho como en el izquierdo.

Ahora levántese abra los ojos y sin hablar dé un paseo por la sala,
comparando el lado derecho con el izquierdo: cómo se mueven
los hombros y los brazos, luego todo aquello que note, incluyendo
el contacto con el suelo que tienen el pie derecho y el pie
izquierdo.

Después deténgase y, con los brazos describa grandes círculos por


encima de la cabeza. Describa Círculos simultáneos y también
alternando los brazos. Haga círculos llevando los brazos hacia
atrás y círculos que empiecen llevando los brazos al frente.
Entonces quédese quieto y compare sus dos hombros y brazos.
Después vuelva a sentarse y haga en silencio cualquier otra
observación.
EJERCICIO: REORGANIZAR LA RELACIÓN DEL
CUERPO CON LA GRAVEDAD.

Este tan atento como pueda a sus sensaciones y movimientos


proponiéndose a recordar exactamente lo que observe, de forma
que pueda comparar una vez concluido el ejercicio.

Manténgase en pie y observe que sensación le produce. Fíjese en


las sensaciones de longitud o altura de su cuerpo, el contacto de
los pies con el suelo, cómo siente su tronco fijándose
especialmente en la parte baja de la espalda, y cómo sostiene la
cabeza. Fíjese si la cabeza parece erguida, de forma que su mirada
se dirija al horizonte y no al suelo ni al techo. Intente darse cuenta
también de que hace con los ojos: si mira el horizonte, o hacia
abajo, hacia arriba, o bien hacia un lado u otro. Entonces, sin
dejar de examinarse cuidadosamente, empiece a caminar y haga
observaciones parecidas, fijándose en las sensaciones de estatura
y peso de su cuerpo. Ejecute ahora esas acciones y vuelva a
sentarse, tal como ya ha hecho antes, tome asiento con ambos pies
apoyados en el suelo, paralelos y con una separación de 25 a 30
cm. entre ellos.

Si sus pies son normales, tienen dedos y huesos con articulaciones


dentro de los dedos. La planta del pie es una masa carnosa, en
cuyo interior hay otros huesos, un poco más largos, que se
extienden a través de todo el pie y llegan hasta el talón.
También el talón tiene una estructura de huesos, cuya forma es
muy diferente a la forma de los huesos de los dedos del pie.
Justo encima del talón está, por supuesto, el tobillo. Su tobillo
tiene una estructura ósea bastante compleja; por encima de ella se
encuentran los largos huesos de la pierna. Estos huesos, y el resto
de la parte inferior de la pierna, se hallan entre los tobillos y las
rodillas. Esta parte de las piernas es mucho más larga que los pies,
recorriendo una buena porción de su cuerpo, desde los tobillos
hasta las rodillas.

Sus rodillas tienen su propia estructura ósea bastante complicada


y una variedad de movimientos mayor que sus tobillos. En parte,
esto es así no solo porque las piernas son bastante largas por
debajo de las rodillas, sino porque las piernas también son
bastante largas por encima de las rodillas. Sus piernas por encima
de las rodillas, los muslos, son seguramente bastante más
sensibles al tacto que la parte inferior de las piernas y las
pantorrillas. De hecho, si desliza los dedos hacia arriba por los
muslos, ejerciendo una pequeña presión sobre la carne con las
uñas, seguramente advertirá que las sensaciones se hacen más
fuertes y probablemente bastante más placenteras a medida que
se acerque a la pelvis y las nalgas.

En la parte delantera de su cuerpo está la zona púbica, el bajo


vientre y luego a medida que su conciencia va subiendo por su
cuerpo ésta el ombligo. Por detrás de su ombligo se encuentra el
segmento inferior de su columna. Su columna arranca en el
cóccix, situado en la pelvis, y va subiendo por el cuerpo; se
compone de muchas vértebras de diferentes tamaños. Luego está
la zona que usted conoce como cintura y, por encima de ella, la
caja torácica.

Un poco por debajo de su cintura y caja torácica están sus manos


y dedos. Se parecen en algo a los pies y dedos del pie, tal como
sus muñecas y brazos se parecen considerablemente a los tobillos
y piernas. Por encima de las muñecas están lo que usted llama sus
antebrazos, que conducen a los codos. Sin duda, usted podrá
percibir que sus costillas empiezan en algún lugar cercano al
sitio en cuanto a la altura donde su antebrazo se junta con el codo.
Luego vienen los brazos y en su extremo superior, las
articulaciones del hombro y los hombros.

Sus costillas y su caja torácica rodean gran parte de su tronco,


protegiendo un buen número de órganos vitales. Usted posee
muchas costillas, y a medida que su conciencia avanza por su
cuerpo hacia su pecho y axilas, debería poder sentir que sus
costillas se mueven suavemente hacia fuera y hacia dentro, al
compás de la respiración. Si su percepción es correcta, podrá
notar, en cierto grado, los movimientos de sus costillas en la
parte anterior de su cuerpo, pero más fácilmente en los costados y
en la espalda.

El tórax y los pechos se suelen percibir normalmente con mucha


claridad. La conciencia de sus pechos se encontrará a diferentes
alturas de su cuerpo según su tamaño y forma. Justo encima de su
esternón, y hacia los lados, se encuentran los hombros.

También posee articulaciones de los hombros, y es posible que


perciba asimismo sus omóplatos. Su columna se eleva más allá de
los hombros y se introduce en el cuello, subiendo por detrás de lo
huesos del mentón hasta la base del cráneo.

En el interior del cuello se encuentra no solo la columna sino


también la garganta, con la cual puede percibir, a menos que ya
tenga conciencia de ella, cuando bebe o cuando como. Al tiempo
que percibe su garganta, también es probable que perciba el
interior de la boca y, quizás, la mandíbula.

Su percepción del interior de la boca seguramente comprende el


paladar superior e interior de la boca, los dientes y la lengua.

De todas las partes del cuerpo, tal vez ninguna otra se percibe tan
claramente como los labios. Los percibimos con tanta claridad
porque participan en actividades de grandísima importancia, tanto
para la supervivencia como para satisfacer necesidades
emocionales muy fundamentales; la ingestión de alimentos, la
comunicación con los demás por medio del habla y de hacer el
amor. Tal vez pueda darse cuenta incluso ahora, lo claros que
aparecen en su imagen corporal, su cuerpo tal como usted lo
percibe.

Por encima de sus labios se encuentran otras partes del cuerpo que
tienen una gran importancia. Está su nariz, necesaria para respirar
y también para el sentido del olfato. Sus oídos, necesarios para
oír. Y sus ojos, sin los cuales usted no tendría conocimiento visual
del mundo, además de tener una forma muy diferente de imaginar
y recordar.

Debido a la gran importancia de esas partes de su cuerpo situadas


en la cabeza, normalmente su cara y su cabeza son percibidas son
mucha claridad, en comparación con algunas otras partes de su
cuerpo. El resto de su cabeza, su frente y esas partes que suelen
estar cubiertas de pelo también se perciben con bastante claridad,
pero seguramente no tanto como percibe su cara. Esto se debe en
parte, a que la carne no es muy gruesa ni muy sensible en las
zonas donde recubre el exterior de su cráneo.

Su cráneo ofrece un espacio y una protección para la parte más


importante del cuerpo humano: el cerebro. Otras partes pueden
ser de igual importancia para el mantenimiento de la vida, pero
ninguna otra resulta tan importante para la manera en que usted la
vive.

Dentro del cráneo, su cerebro que usted no puede percibir, se


divide en dos hemisferios, cada uno de ellos una estructura de
inmensa complejidad que se caracteriza por una constante
actividad eléctrica y química. Visible desde la parte superior del
cerebro, se encuentra la llamada división cerebral y el cuerpo
calloso. Aunque lo que se enseña es que uno no puede percibir su
cerebro, lo que si es cierto es que, cuando se mantiene la
conciencia enfocada durante un rato en el espacio del cerebro,
aparece una sensación de que se está percibiendo el cerebro, a
veces con mucha claridad. S es la concentración la que crea una
imagen del cerebro, o simplemente por qué se tiene esta
sensación, es algo que no está todavía claro.
Podrá mantener fácilmente la concentración en el espacio cerebral
si tiene la sensación de que sus ojos miran hacia arriba, hacia el
espacio del cerebro, y dan de vueltas en ese espacio. Puede tener
la sensación de que sus ojos dibujan círculos horizontales,
verticales, diagonales, todo tipo de círculos girando en diferentes
direcciones, en el espacio del cerebro.

También puede tener la sensación de respirar hacia el espacio del


cerebro. Puede sentir cómo dirige la respiración hacia el
hemisferio izquierdo del cerebro, o del derecho, o hacia el interior
y más allá del cuerpo calloso que une los dos hemisferios. Puede
sentir que respira a través del cerebro, hasta la parte superior del
cráneo e incluso más allá. Puede sentir que respira a través del
espacio de su cerebro y hacia el cráneo, de manera que su cráneo
se alarga al respirar a través de él. O puede sentir que respira
directamente hasta la parte superior del cráneo y que su
respiración se extiende entonces hasta más allá del cráneo. Su
respiración sube a través de su cerebro y del cráneo, más y más
alto, tan alto a través de su cráneo y más allá de él como usted
decida respirar.

Levántese y en silencio compare su estado con el que tenía antes


de empezar este ejercicio , después camine un poco y compare lo
que experimenta al caminar ahora con lo experimentó al caminar
al principio de este ejercicio.
Regrese a su silla, cierre los ojos y haga estas observaciones
ahora:
¿Qué ha observado? ¿Qué tipo de sensaciones de longitud o
altura, y como se apoya su cuerpo, su tronco sobre todo? ¿Cómo
sostenía la cabeza y hacia dónde se dirigía su mirada? ¿Qué
sensaciones de peso, o ligereza, y cómo se apoyaban antes sus
pies en el suelo al caminar? ¿Sentía su cabeza como si flotara un
poco en el espacio al moverse?
A veces incluso sucede que cuando se siente el cuerpo a un nivel
más profundo, las emociones o el estado de ánimo también se
perciben con mayor profundidad. ¿Describe algo de esto lo que ha
experimentado? ¿Qué más podría añadir usted?

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy