Trastornos de Ansiedad o de Angustia
Trastornos de Ansiedad o de Angustia
Trastornos de Ansiedad o de Angustia
AGORAFOBIA.
La palabra agorafobia procede del griego agora = asamblea o mercado público (no
espacios abiertos como se considera a menudo). Este término es utilizado en un sentido más
amplio que el original (“miedo irracional a lugares o plazas públicas”) implica no sólo temores a
lugares abiertos, sino también otros relacionados con ellos, como temores a las multitudes y a la
dificultad para poder escapar inmediatamente a un lugar seguro, por lo general el hogar. El
término abarca un conjunto de fobias relacionadas entre sí, a veces solapadas, entre ellas
temores a salir del hogar, entrar en tiendas y almacenes, a las multitudes, a los lugares públicos
y a viajar solo en trenes, autobuses o aviones; miedo a entrar en espacios cerrados: ascensores,
túneles, teatros, iglesias, a quedarse solo en casa, etc., este es el más impactante de los
trastornos fóbicos y algunos individuos llegan a quedar confinados en su casa.
En las agorafobias subyace un miedo a la indefensión más que temor a la situación
misma, por ello, estos pacientes reducen e incluso superan las conductas de evitación cuando
se encuentran acompañados de personas de confianza. En estadíos avanzados, estos pacientes
presentan preocupaciones hipocondríacas, depresiones, conductas histeroides o abuso de
alcohol y benzodiacepinas.
Tiene un curso fluctuante, reúne un conjunto de fobias totalmente diferentes, siendo
asimismo más frecuente la presencia de síntomas no fóbicos, de carácter depresivo o ansioso.
En ningún otro trastorno de ansiedad existe una conducta evitativa tan característica como en la
agorafobia.
Epidemiología.- Dos de cada tres pacientes con agorafobia son mujeres. La prevalencia del
trastorno es mayor en separados, divorciados, estatus social bajo.
Curso y evolución.- La agorafobia se inicia con síntomas discretos de ansiedad asociados a la
situación fóbica. El paciente se siente enfermo o cansado, tiene palpitaciones y se siente
mareado, nota un nudo en la garganta, flojead en las piernas, sensación de estar flotando sobre
el suelo. En ese momento, sienten que no van a poder seguir respirando, de manera que o bien
suspiran o bien la respiración es muy rápida. El episodio a menudo dura pocos minutos pero
puede prolongarse durante horas. Al cesar la crisis, queda igual a como se encontraba antes de
ésta. Deben repetirse varios episodios o crisis para que aparezcan las primeras manifestaciones
fóbicas, a veces pasan muchos años para esto.
Puede ser consecuencia de crisis o episodios de angustia o pánico. El episodio es
indistinguible de lo que sería un estado de ansiedad excepto que en la agorafobia el episodio
sobreviene sobre todo en lugares públicos y lleva al paciente a evitar los lugares asociados a la
crisis. Al principio, el paciente evita aquellos lugares donde sobrevinieron las primeras crisis, pero
luego se generaliza y abarca lugares donde no ha sufrido episodio alguno pero que podrían
acabar desencadenándolos. En casos extremos, el paciente no se atreve a salir de la cama, que
es el único lugar donde se siente seguro. Se desconoce porque algunos pacientes desarrollan
una conducta evitativa paralizante, mientras que otros soportan cada uno de estos episodios sin
presentar conductas evitativas, se cree que a mayor intensidad y frecuencia de los episodios,
mayor conducta evitativa. Los pacientes agorafóbicos tienden a ser panfóbicos. Con frecuencia
se asocia a síntomas de despersonalización y desrealización., a síndromes depresivos
recurrentes y a distimia.
Tratamiento.- Bloquear la angustia asociada con ansiolíticos, antes de que la evitación fóbica
se convierta en un modo de vida inalterable. En la agorafobia sin antecedentes de crisis de
angustia o sin trastorno de pànico, usar terapia cognitiva-conductual; la exposición progresiva in
vivo es eficaz y es la tècnica de primera elecciòn. El afrontamiento se realiza conforme a una
jerarquía creciente de las situaciones agorafòbicas. La exposición (preferiblemente sin
acompañante) debe mantenerse el tiempo suficiente para que la ansiedad se reduzca de forma
significativa. La terapia psicodinàmica o psicoanalìtica, interpretativa ofrece también buenos
resultados, sobre todo en pacientes con un trastorno de personalidad que sufren agorafobia,
porque subyacen conflictos intrapsíquicos y/o beneficios secundarios que cristalizan el cuadro y
lo hacen refractarios al tratamiento. En general, estas técnicas van dirigidas a vencer las
conductas de evitación fóbica y al manejo de la “no evitación”. Antidepresivos.- Tricìclicos,
IMAO. Si la agarafobia de acompaña de trastorno de pànico proceder con elmismo tratamiento
utilizado en el pànico, visto màs arriba.
FOBIA SIMPLE.
Son fobias restringidas a situaciones muy especìficas. Si iben el estìmulo
desencadenante puede ser muy simple o inofensivo, su sola presencia puede producir crisis de
pànico. Algunas se inician en a infancia (animales) y pueden persistir durante dècadas. Consiste
en presencia de temores acusados y persistentes, excesivos e irracionales, desencadenados por
la presencia o anticipación de un objeto o situación específica. La exposición al estímulo fóbico
provoca una respuesta inmediata de ansiedad, que puede ser similar a la de las crisis de angustia
situacionales. La evitación fóbica es notable en estos casos y al margen de los estímulos fóbicos,
el individuo se encuentra perfectamente, sin ansiedad flotante ni otros trastornos psíquicos.
Son pacientes con personalidad normal y buena adaptación social.
La fobia a la sangre, inyecciones y heridas constituye un grupo especial, ya que tras una
primera fase de hiperactividad simpática se produce una segunda de predominio parasimpático
(bradicardia, hipotensión, mareo), que contrasta con la taquicardia e hipertensión propias del
resto de las fobias. Aparece en la infancia y tiene una incidencia marcadamente familiar. Otro
grupo característico es el de las fobias a animales, que también se inicia en la infancia,
evoluciona crónicamente y es más frecuente en el sexo femenino.
Diagnòstico diferencial: Trastornos delirantes. Trastornos hipocondrìacos. Trastornos
agorafòbicos. Trastorno por estrès postraumàtico. Trastorno obsesivo compulsivo. Fobias
sociales.
Tratamiento
Primera elecciòn.- La tècnica de exposición progresiva in vivo dentro del marco de la
terapia cognitivo-conductual. El afrontamento se realiza conforme a una jerarquía creciente del
estìmulo fòbico
En el caso de fobia a las heridas, la sangre, etc., se recomienda utilizar tècnicas de
tensiòn muscular durante la exposición, en lugar de tècnicas de relajación, a fin de reducir las
posibilidades de desmayo por hipotensiòn arterial.
El tratamiento farmacològico es sòlo de apoyo. Pueden utilizarse: BDZ, cualquiera de
ellas, en dosis adecuadas para cada caso. Básicamente se emplean en monodosis para
disminuir la ansiedad en el momento de la exposición. Propranolol.- tambièn se utiliza en
formacombinada con la psicoterapia. Es útil en monodosis (20-40 mg) antes de la exposición a
la situación fòbica. No usar en la fobia a la sangre por su efecto hipotensor
Casos resistentes.- Si no es posible controlar lossìntomas mediante la psicoterapia sola
o asociada con fármacos en monodosis antes de la exposiciòn, deben utilizarse estos fármacos
de forma continuada. En el caso de las BDZ puede usarse cualquiera de ellas en dosis
adecuadas para cada caso. En el caso del propranolol, la dosis oscila entre 20-80 mg/dìa. Si esto
fracasa debe utilizarse psicoterapia màs fenelzina en dosis de 30-90 mg/dìa (iniciar con dosis
progresivas segùn latolerancia y la respuesta)
Mantenimiento y profilaxis.- En el caso de las BDZ o el propranolos usados en
monodosis antes de la exposición, el mantenimiento est`s indicado segùn la evolución clìnica.
Se interrumpirà cuando desaparezcan los síntomas. Si se empleaban fármacos en una pauta
fija, debe mantenerse el tratamiento hasta 6 meses después de la desapariciòn delos síntomas.
A partir de ese momento ha de disminuirse en forma lenta hasta la supresiòn. Si los síntomas
reaparecen durante la retirada, debe volverse la dosis inmediatamente superior y mantenerla 6
meses màs.
FOBIA SOCIAL.
Consiste en temores a comer, beber, temblar, ruborizarse, hablar, escribir o vomitar en
presencia de otras personas, siendo la característica central el temor a mostrarse ridículo ante
los demás. Llevan a evitar situaciones sociales por miedo a ser juzgados por otras personas. Se
acompañan de mala autoimagen y baja autoestima. Aparecen ya en la adoleascencia. La
conducta de evitaciòn puede ser muy intensa y conllevar aislamiento social. A menudo se asocia
a síntomas depresivos y agorafòbicos que, si son predominantes, deben hacer cambiar el
diagnòstico y las pautas de tratamiento.
Se distinguen, por una parte, pacientes con formas específicas de fobia social como
temor a hablar, a firmar un cheque o a comer en público, y por otra, pacientes con formas más
generalizadas de angustia social como el temor a iniciar una conversación. La CIE – 10 la define
como un miedo marcado a ser el foco de la atención o miedo a comportarse de manera
embarazosa o humillante, lo que conduce a la evitación, y según el DSM – IV consiste en la
presencia de miedo persistente y acusado a situaciones sociales o a actuaciones en público por
temor a que resulten embarazosas. Se habla de ansiedad social de ejecución para referirse a
todas aquellas situaciones que implican una acción concreta (p. ej., hablar, comer) y de ansiedad
social de interacción o generalizada en las que predomina la interacción con otras personas,
como por ejemplo, el hecho de relacionarse con el sexo opuesto o con figuras de autoridad.
El trastorno está poco estudiado aún, en gran parte porque en su mayoría permanece
oculto y porque hasta hace poco se la aceptaba como una “timidez excesiva” consecuencia de
una deficiencia irreparable de la personalidad. Se asocian con frecuencia a síndromes
depresivos, trastornos por abuso y dependencia de sustancias (alcohol, benzodiacepinas).
Tratamiento
Tratamiento en la fobia social limitada o restringida
a) Propranolol: 40-80 mg, unos 30 minutos antes de la previsible situaciòn fòbica.
b) Diacepam: 5-15 mg o equivalente
c) Terapia cognitivo-conductual: tècnicas de exposición y reestructuraciòn
cognitiva.
Tratamiento en la fobia social generalizada o difusa. - Se recomienda un primer intento
terapèutico con IRSS, venlafaxina o IMAO, en dosis progresivamente ascendentes y hasta
conseguir una buena respuesta.
La clomipramina o el alprazolam pueden ser útiles en casos individuales.
La psicoterapia de orientación cognitivo-conductual puede emplearse en casos poco
graves (escasa o moderada interferencia en la autonomìa personal) como terapia ùnica, si bien
en la mayorìa de los casos es màs útil esperar el rsultado del tratamiento farmacològico o
combinarla con èste, la tècnica màs útil es la exposición (interoceptiva o in vivo) y la
estructuraciòn cognitiva.
Casos resistentes.- Combinar fármacos + psicoterapia. En el caso de fobia social
limitada, el fracaso del tratamiento puntual implicarìa intensificar la terapia conductual y optimizar
las dosis de BDZ. En la fobia social generalizada usar fenelzina + alprazolam + psicoterapia.
Mantenimiento y profilaxis.- En la forma generalizada, el tratamiento debe mantenerse
por lo menos hasta 12 meses después de la desaparición de los sìntomas y con la dosis que se
mostrò eficaz. A partir de ese momento ha de disminuirse la dosis en forma progresiva. Si se
produce una recidiva, hay que volver a las dosis eficaces y mantenerlas 12meses màs. La
psicoterapia debe mantenerse hasta el control de todos los síntomas.