MIGUEL REALE Tridimensionalidad
MIGUEL REALE Tridimensionalidad
MIGUEL REALE Tridimensionalidad
BIBLIOGRAFIA
Dos han sido las obras en las que propone su Teoría de la Tridimensionalidad, por una parte
la obra “La Teoría Tridimensional del Derecho” y por otro la “Filosofia du Directo”. En
esta última el deja claro que “la filosofía es el esfuerzo encaminado a profundizar en las
raíces de los problemas, la filosofía aspira al conocimiento que solo puede ser satisfecho
cuando se obtiene la certeza de lo necesario: todos los principios o razones últimas,
explicativas de la realidad, mediante una interpretación de la experiencia humana.
Reale consideraba que la Ciencia del Derecho tiene la característica de ser una ciencia
cultural normativa, el jurista está obligado a no limitarse a explicar lo que sucede, sino que
debe de preocuparse por lo que debe de ser realizado, esto pues el Derecho se encuentra
íntimamente ligado a la realidad de la vida humana, y la vida humana es histórica. De ahí
que Derecho sea para Reale, una realidad histórico-cultural que posee esencialmente tres
dimensiones, las cuales constituyen los elementos esenciales de toda experiencia jurídica:
es un hecho espiritual, en el cual y por el cual se concretan históricamente valores, y a
través de esos valores se ordenan normativamente las relaciones intersubjetivas de una
comunidad.
Las tres dimensiones que constituyen la realidad histórica cultural que es el Derecho son: El
Hecho, El valor y La norma, estás siempre aparecerán en todas condiciones que aparezca
el derecho. Visto así esta teoría no representaría nada innovador pues este carácter
tridimensional del Derecho sostiene Reale que había sido también mencionado por otros
autores tales como Emil Lask y Radbruch, así como en los estudios de Roscoe Pound,
Julius Stone, y Jerome Hall, sin embargo, la diferencia sostiene Reale radica en que hay dos
tipos de tridimensionalidad: la tridimensionalidad genérica y abstracta; y
la tridimensionalidad específica y concreta.
La tridimensionalidad genérica y abstracta, separa los tres elementos como
objetos independientes, cuando referimos al hecho este puede ser estudiado por la
sociología, la historia y la etnología; el valor debería de ser estudiado por la
filosofía y política jurídica, y por último la Ciencia del Derecho estudiaría el análisis
del derecho como norma; la noción de este modelo podría representarse de esta
manera:
Visto así la norma jurídica jamás podrá ser comprendida integralmente atendiendo tan solo
a su aspecto formal de proposición lógica, la norma jurídica implica necesaria y
concomitantemente, una referencia tensional a los datos de los hechos y de las exigencias
axiológicas que le originaron.
Desde el punto de vista de la Ciencia Jurídica el Derecho debe ser visto como una norma ,
siempre y cuando se considere la norma como una unidad integrante y dialéctica de hechos
y valores; cada norma traduce la solución a cierta situación histórico social, y esta
solamente es posible de obtener entre exigencias axiológicas y como un determinado
complejo de hechos.
Para llegar a la norma jurídica según Reale, se parte de un complejo axiológico de distintos
valores o "intenciones de valor" que van a van a coincidir en una "base de hecho" para
formular distintas presuposiciones normativas, de las cuales, sólo una se convertirá en
norma jurídica en virtud de una interferencia del Poder.
Este Poder no sólo es representado por el Poder Ejecutivo o gobierno; sino también puede
representarse en otros entes como el Poder Judicial a través de los tribunales en sus
sentencias o jurisprudencia; la sociedad a través de sus usos y costumbres o normas
habituales o consuetudinarias; y en los particulares, a través de los contratos que forman
ley entre las partes que los suscriben.[ CITATION MAT97 \l 10250 ]
LA TEORÍA TRIDIMENSIONAL EN CARLOS FERNÁNDEZ SESSAREGO 1
Por: Cesar Machaca Escobar
Varsi (2003), destaca como: “Las más importantes investigaciones jurídicas que Carlos
Fernández Sessarego ha concluido con resultados innovadores y de aplicación a nivel
operativo, actualmente incorporadas como aportes originales a la literatura jurídica
mundial, así como a la jurisprudencia comparada, son aquellas referidas a la "teoría
tridimensional del derecho" (…)
Además, afirma que: “La aplicación de esta teoría que implica la interacción dinámica de
tres dimensiones: la existencial-sociológica, la axiológica y la normativa, permite la cabal
comprensión de toda la institucionalidad jurídica”2.
Remontando los años data: “1950, en la tesis universitaria que, para obtener el grado de
Bachiller en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos (UNMSM), se presentó bajo el título de Bosquejo para una determinación
ontológica del Derecho. Posteriormente, se publicó bajo el título de El derecho como
libertad. Después de permanecer inédita por 37 años, la referida tesis se publicó bajo el
título de El derecho como libertad (1987, Lima, Studium; 1994, segunda edición, Lima,
Universidad de Lima, y tercera edición, Lima, Ara Editores, 2006). El tema se vuelve a
1
Nació en el Callao, el 7 de marzo de 1926, estudio en el Colegio Italiano "Antonio Raimondi",
donde obtuvo, desde su creación en 1939, sucesivos premios de Excelencia, otorgados al mejor
alumno de todo el plantel. Egresó en 1942. Ingresó en 1943, con el primer puesto, a la Facultad de
Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Egresó de la Facultad de Letras
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima en 1947.
Estudios profesionales de Abogado en la Facultad de Derecho de la misma Universidad (1945-
1949). Estudios en el ciclo doctoral en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos
(1950). Bachiller en Derecho, en 1950, por la Universidad de San Marcos de Lima. Doctor en
Derecho, en 1961, con la tesis "Derecho de las Personas". Mereció en 1963 el Premio Nacional a la
Cultura “Francisco García Calderón”, otorgado a la mejor obra jurídica publicada en el país durante
dicho año.Es parte del Colegio de Abogados de Lima desde el 28 de mayo de 1951.
(carlosfernandezsessarego.blogspot.pe/)
2
En 1950, realizó el trabajo de pregrado, para obtener el grado de Bachiller en Derecho en la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), titulado
Bosquejo para una determinación ontológica del Derecho. Posteriormente, hizo lo propio con el
título de El derecho como libertad. Después de permanecer inédita por 37 años, en 1987 publicó
dicha tesis con el título El derecho como libertad en Lima por Studium. En 1994 edito la segunda
edición en Lima por la Universidad de Lima. En el 2006, la tercera edición en Lima por Ara
Editores. En 1990, el tema vuelve a tratar en el libro Derecho y persona en Lima, por Inesla y en el
200, la cuarta edición ampliada, en Lima por Grijley. (Varsi, 2003, p.3.)
2
tratar en el libro Derecho y persona (Lima, Inesla, 1990, y cuarta edición ampliada, Lima,
Grijley, 2001). Además, se han publicado numerosos estudios y tesis universitarias en la
materia. (Varsi, 2003, p.3.)
LA CONCEPCIÓN TRIDIMENSIONAL DE LA PERSONA JURÍDICA
La crisis de la persona jurídica, que no es otra que el reconocimiento de la total
insuficiencia de una respuesta puramente formal a los múltiples problemas derivados de su
operatividad en la experiencia jurídica, se resuelve, a nuestro entender, mediante el aporte y
aplicación de la concepción tridimensional del derecho, lo que permite y facilita una
completa lectura de lo que significa la “persona jurídica”. La visión tridimensional del
derecho y, por consiguiente, de la institucionalidad jurídica, aparece en el mundo jurídico,
sustentado en la filosofía de la existencia, a partir de la segunda mitad del presente siglo
XX. (Fernández, 1999, p. 61)
Como lo advierte Miguel Reale, el tridimensionalismo en su versión contemporánea surge a
"partir de la segunda postguerra, como una aspiración generalizada hacia la comprensión
global y unitaria de los problemas jurídicos, abandonadas las predilecciones reduccionistas
que llevan a pseudototalizaciones" (Fernández, 1999, p. 61)
Cabe señalar que los primeros importantes esfuerzos realizados en esta dirección se sitúan
en el año de 1940 y se deben a Wilhelm Sauer. (Fernández, 1999, p. 61)
Reale plantea su teoría tridimensional del derecho en 1953 en su libro “Filosofia do
Direito”. Por nuestra parte, esta misma posición es presentada, con ligeras variantes.
(Fernández, 1999, p. 61)
Por otra parte señala: “en nuestra tesis para optar el grado de Bachiller en Derecho en 1950
titulada “Bosquejo para una determinación ontológica del derecho”. (Fernández, 1999, p.
61)
Ella representa la culminación de reflexiones iniciadas en 1945, cuando cursábamos el
primer año de Derecho en la Universidad de San Marcos, como reacción frente a la
conclusión de la brillante obra de Kelsen de pretender reducir el derecho a su sola
dimensión normativa. (Fernández, 1999, p. 62)
Para la escuela tridimensional el derecho aparece como la interacción dinámica de tres
objetos heterogéneos como son la vida humana -conductas intersubjetivas-, los valores y las
normas jurídicas. Ello es posible en tanto la persona es el único ser que vivencia valores y
crea reglas reguladoras, consuetudinarias o legales, de conductas humanas en interferencia.
(Fernández, 1999, p. 63)
La aplicación de la concepción tridimensional del derecho permite distinguir en cualquier
institución jurídica y, por consiguiente, en lo que concierne a la persona jurídica, la
presencia simultánea y en recíproca exigencia de tres objetos que adquieren unidad
conceptual mediante una dinámica interacción. Nos referimos, como se ha señalado en
precedencia, a las conductas humanas intersubjetivas, en las que se despliega la dimensión
coexistencial del ser humano y que constituyen el dato sociológico-existencial, las normas
jurídicas, que se erigen en el dato formal regulador de la institución, y los valores, que
conforman el aspecto estimativo o axiológico de la misma y que le otorgan un sentido.
( Fernández, 1999, p. 63)
Desde el punto de vista estrictamente formal la persona jurídica se constituye, en cuanto
sujeto de derecho, en un centro unitario ideal de referencia de situaciones jurídicas
subjetivas. En esta perspectiva ella se reduce a un simple dato formal al cual se llega
después de un proceso de abstracción mediante el cual se logra reducir a la unidad ideal -sin
un correlato en la experiencia jurídica- a una pluralidad de personas, subsistentes en la
experiencia jurídica, que se proponen alcanzar determinados fines valiosos. (Fernández,
1999, p. 63)
CONCEPCIÓN TRIDIMENSIONAL DEL DERECHO
(…) el Derecho tenía como objeto de su estudio la interacción – no la simple
yuxtaposición– de vida humana social, valores y normas jurídicas. Es decir, que el objeto
del Derecho es una realidad de estructura tridimensional, por lo que su concepto describe
esta peculiar situación. (Fernández, s.f. p. 288)
Recuerda, a: “José León Barandiarán, los demás cuatro miembros del Jurado, a pesar de
felicitarnos por el esfuerzo desplegado, no concordaron, en absoluto, con nuestra propuesta.
Años después comprendimos que ello era natural pues no podían aceptar que un estudiante
rebatiera la tesis formalista, sustentada principalmente en Kelsen, que, como está dicho,
dominaba la doctrina de aquellos años y que ellos compartían a plenitud”. (Fernández, s.f.
p. 288)
(…) punto de partida y apoyo, en la Filosofía, mientras que Reale parte de la Jusfilosofía
para la construcción de la Teoría Tridimensional. De otro lado, Reale privilegia la norma
como el elemento más importante de la trilogía, mientras que, para nosotros, lo es la vida
humana, la conducta humana intersubjetiva. Consideramos que la secuencia del Derecho
Se inicia, siempre y necesariamente, en la relación humana intersubjetiva, la que se produce
en la vida comunitaria, la cual, después de ser valorada, se concreta, como permisión o
prohibición, en la norma jurídica. (Fernández, s.f. p. 289)
Dichas dimensiones, como lo hemos anotado, son la conducta intersubjetiva –a la que
Reale alude como hecho– es decir, el elemento sociológico-existencial, la norma jurídica y
los valores que se vivencian en la experiencia jurídica. Para nosotros el hecho al que se
refiere el maestro paulista no es otra cosa que conducta humana intersubjetiva. No son los
hechos, en término generales, los que generan Derecho sino la interacción de vida humana
social. (Fernández, s.f. p. 290)
Concluye, (…) sosteniendo que el objeto de estudio de nuestra disciplina se constituye,
como está dicho, por la interacción entre vida humana social, valores y normas jurídicas. Si
bien ninguno de estos tres elementos es, por sí sólo, el objeto de conocimiento y estudio del
Derecho, ninguno de ellos puede estar ausente cuando nos referimos a lo jurídico. En este
sentido, en la citada tesis de Bachiller de 1950 expresamos que: “para captar lo jurídico en
su integridad debemos considerar aquellas categorías en su inescindible unidad”. Unidad
conceptual que resulta de su mutua exigencia. (Fernández, s.f., p. 290).
Esta dimensión de hecho social, está implícita dentro de la teoría tridimensional del
derecho, la cual sostiene que no se puede estudiar al derecho solo desde el punto de vista de
norma jurídica o valor, sino, debe avocarse al estudio del hecho social como hecho de
derecho vinculado a las demás dimensiones ya mencionadas, en este sentido tenemos que
entender desde el punto de vista de la sociología al derecho y partiendo desde la
concepciones sociológicas más básicas de dicha disciplina.
En general, la “historia del derecho” se concibe como un conjunto de saberes con una
complejidad bien definida y definible, como algo dado, como algo que tal vez no merezca
una discusión bajo una criba teórico-metodológica. En fin, se puede pensar que cuando
hablamos de Historia del Derecho ya sabemos de qué se trata. En efecto, nuestro sentido
común teórico acostumbra a definir rápidamente lo que significa esta disciplina de la
siguiente forma: si no fuera una ciencia, un saber (en el sentido de “la disciplina de la
historia del derecho”, o “la historia del derecho enseña que...”), significaría desde luego el
objeto de este saber, que es, precisamente, el pasado jurídico. O, en otros términos: en este
segundo sentido, la historia del derecho sería el conjunto de acontecimientos y hechos que
componen el pasado jurídico de la humanidad, reconstruidos a través de procedimientos
controlados (cuando no simplemente objetivos), extraídos de la rama de las ciencias
humanas (en realidad muy desordenado teóricamente) que es la “ciencia de la historia”. La
historia del derecho se definiría así rápida y tranquilamente, pues parece haber poco que
discutir ante la certeza de que la historia del derecho es, por un lado, la rama del
conocimiento que se ocupa del pasado jurídico y, por otro, el conjunto de los
acontecimientos que forman ese pasado.[ CITATION FON12 \l 10250 ]
La filosofía jurídica implica estudiar al derecho desde el punto de vista social, dándole un
enfoque más humano, es así que esta ciencia sociológica estudia de manera óptica al
derecho, dándole una interpretación y fundamento social; la sociología jurídica es pues
parte fundamental en el entendimiento del derecho y en su uso, a la vez observamos que a
lo largo de la vida del ser humano será parte primordial de su vida, y en con secuencia, su
estudio debe ser altamente firme y competitivo.
Podemos decir que el concepto de filosofía del derecho que se tenga, dependerá en gran
medida del concepto de filosofía que se posea. De acuerdo con esto se puede vislumbrar
que los sistemas filosóficos jurídicos contemporáneos dependen de la ideología del autor y
del sistema filosófico que se adopte. Por lo mismo, a manera de imperativo, debemos tomar
una postura, cualquiera que ésta sea: racionalismo jurídico, positivismo jurídico,
iusnaturalismo, voluntarismo jurídico, o bien, la que nos parezca más convincente, con tal
que seamos congruentes con la elección que hagamos, aunque también es de sabios
cambiar; pues sabemos de antemano que ha existido y existe una actividad intelectual
humana llamada filosofía, cuya vigencia presente y futura se puede confirmar y asegurar
con este argumento: mientras haya problemas filosóficos habrá filosofía [ CITATION RUI09 \l
10250 ]
1. CONCEPTO: Es el resultado del pensamiento consiente, que busca lograr los ideales de
justicia, equidad, bien común y la seguridad jurídica que servirán de base para la creación
del ordenamiento jurídico. Estos valores se manifiestan mayormente de manera defectuosa
en razón de la propia imperfección humana.
Los valores jurídicos son aquellos que hacen que se cumplan los derechos de cada persona.
Éstos presentan características de polaridad: aparecen desdoblados bajo la forma de un
valor positivo; que persigue la realización de los valores contenidos en los ordenamientos
jurídicos positivos, tanto en la aplicación de normas como en su elaboración conforme a
actos formales predestinados, y; su correspondiente valor negativo o puro, que es una
investigación científico-jurídica por cuanto el científico no puede trabajar con datos que no
aporte directamente el ordenamiento, y viene a ser una tarea netamente jurídica.
El concepto gramatical de valor explica que es el grado de utilidad o aptitud de las cosas,
para satisfacer las necesidades y proporcionar bienestar o deleite. De los valores jurídicos
tenemos tres tradicionales que son: la justicia, el bien común y la seguridad jurídica.
Según el jurista Colombiano Luis Eduardo Nieto Arteta, existen dos clases de valores:
Fundamentales y consecutivos.
A. VALORES FUNDAMENTALES
Son los valores esenciales que no pueden faltar al momento de conformar un ordenamiento
jurídico genuino, constituyen requisitos fundamentales, debido a que en su ausencia
reinaría el caos social, la arbitrariedad, el irrespeto a la dignidad humana. Se consideran
valores fundamentales la justicia, la seguridad jurídica y el bien común. [ CITATION NIE78 \l
3082 ]
a) JUSTICIA:
Virtud que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde y que tiene carácter
abstracto debido a que es un ente ideal que causa satisfacción cuando creemos que
la misma se ha cumplido y nos causa molestia cuando creemos lo contrario. En
sentido jurídico, lo que es conforme al Derecho.
La justicia es el valor más importante para establecer normas. Los valores jurídicos
tratan de materializar el cumplimiento de la justicia, dependiendo de la posición
filosófica que se adopte. Es decir, para un positivista –quien cree que la justicia
reside en la letra de la ley-, el valor justicia se cumplirá toda vez que la letra de la
ley sea respetada; mientras que para un iusnaturalista –quien cree que por encima
del Derecho escrito existe el Derecho natural-, el valor justicia se concretará cuando
en el supuesto puntual se respeten aquellos valores superiores.
En otras palabras, es una regla de armonía, de igualdad proporcional, distributiva
entre lo que se da y lo que se recibe en las relaciones interhumanas y entre
individuos. El problema no está en la idea de justicia, sino en los criterios de
medidas, las pautas de valoración de las realidades que deben ser igualadas. Importa
saber cuál es el criterio para establecer la verdadera equivalencia.
La justicia implica una conjunción de deberes morales y jurídicos; más aún, el
cumplimiento de los deberes morales aparece siempre como una demostración
palpable de la rectitud de los actos humanos, en tanto que el cumplimiento de los
deberes jurídicos puede ser la manifestación de un comportamiento injusto e
incorrecto. En este sentido, la moral es un camino natural hacia la justicia.
La justicia puede ser considerada desde tres puntos de vista diferentes: como virtud
moral, como ordenamientos jurídicos y como ideal al que tiende o debe tener el
derecho. Aunque la justicia constituye a un concepto único, caben esas diferencias
posiciones que la contemplan desde ángulos distintos.
La justicia como virtud: La justicia es voluntad porque se realiza en la
conducta de cada uno. Claro está que esa voluntad debe ser dirigida y
orientada por la razón, pero el acto virtuoso es por esencia libremente
determinado y por lo tanto voluntario.
Santo Tomas expresa que “la justicia es el hábito por el cual se da, con una
voluntad constante y perpetua, su derecho a cada uno”.
Cicerón expresa “la justicia es un hábito del alma, observado en el interés
común, que da a cada cual su dignidad”.
La justicia como ordenamiento jurídico: Es el punto de vista objetivo sobre
la justicia que interesa más al derecho, porque este no se implanta para
promover la virtud entre los hombres, sino para asegurar la justicia en las
relaciones sociales. En otros términos, la relación que le da origen se
encuentra regulada exteriormente por normas jurídica, previamente
determinadas, que imponen la solución justa prescindiendo de nuestra
intención y de nuestra voluntad. La justicia objetiva se identifica entonces
con el derecho que la realiza, y consiste en el ordenamiento social que obliga
a dar a cada uno lo que le corresponde.
El ideal de justicia: Este modo de considerar a la justicia como ordenamiento
objetivo no trasciende de lo que ha establecido el derecho. Hay. En cambio,
otro punto de vista superior que la contempla como el ideal que el derecho
aspira a realizar. Tal posición es ineludible: deriva del sentimiento instintivo
que cada uno lleva consigo acerca de lo que deben ser los actos humanos y
el orden jurídico, mediante el cual se juzga unos y otros según reglas
establecidas en la conciencia.
La justicia se basa en el reparto equitativo de los beneficios de una ciudad entre sus
habitantes, de modo que para gobernar de manera justa, aquellos que menos tienen
deben ser los más favorecidos por la organización de la ciudad. Según esto, los
gobernantes que quieran serlo de una ciudad, no pueden ser aquellos que
ambicionen el poder para su propio enriquecimiento, sino que deben gobernar
aquellos que lo hagan en virtud al desarrollo común. Si el gobierno recayese sobre
aquellos que lo ambicionan, la sociedad sería deficiente e injusta.
Gustavo Radbruch señala que existe una doble noción sobre ella:
NOCIÓN OBJETIVA
Indica el desenvolvimiento del derecho dentro de un marco de estabilidad,
generalidad y claridad normativa. La seguridad jurídica, en su sentido
objetivo, se encuentra condicionado por tres requisitos:
Presencia de un derecho vigente, válido, eficaz y positivo, que se
encuentra establecido en normas expedidas mediante procedimientos
idóneos y de cumplimiento efectivo.
Existencia de normas con redacción límpida, sencilla y transparente
que no se encuentran sujetas a juicios de valor por parte del juez.
Evitación de condiciones que expongan a la legislación a
circunstancias incidentes. Debe procurarse dotar, a las normas, de
vigencia indeterminada en el tiempo. [ CITATION RAD30 \l 3082 ]
Enrique Zuleta Puceiro señala que la seguridad jurídica nos lleva a la plenitud de la
certeza. Esta plenitud radica en cuatro aspectos:
NOCIÓN SUBJETIVA
Éste es un valor al cual aspira el Derecho, pero que no depende solo de la perfección de
las normas positivas, sino también de la existencia de organismos idóneos encargados
de su aplicación. La ignorancia del Derecho no excusa de su incumplimiento, principio
que está a la cabeza de todos los ordenamientos jurídicos del mundo civilizado. La
seguridad exige también el reconocimiento, por parte de los ordenamientos jurídicos, de
la fuerza de la cosa juzgada. También es un principio derivado de la exigencia de la
seguridad jurídica el de la irretroactividad de las leyes.
B. VALORES CONSECUTIVOS
Son aquellos cuya realización se logra mediante la aplicación de los valores
fundamentales: la libertad, la igualdad y la paz social.
a) LA LIBERTAD: Estado existencial del hombre en el cual este es dueño de sus
actos y puede auto determinarse conscientemente sin sujeción a ninguna fuerza
o coacción psicofísica interior o exterior.
La libertad representa un concepto contrario al determinismo y ofrece
extraordinaria importancia en relación con el derecho político, ya que la libertad
es el fundamento, no ya de un determinado sistema de vida, sino de la
organización del Estado. La libertad constituye la idea rectora de los Estados de
Derecho y de los gobiernos democrático- liberal. De ahí que la libertad resulte
siempre desconocida y atropellada por los regímenes totalitarios, tiránicos,
dictatoriales y autocráticos.
b) LA IGUALDAD: La igualdad es el trato idéntico que un organismo, estado,
empresa, asociación, grupo o individuo le brinda a las personas sin que medie
ningún tipo de reparo por la raza, sexo, clase social u otra circunstancia
plausible de diferencia o para hacerlo más práctico, es la ausencia de cualquier
tipo de discriminación. Cuando en términos de derecho se habla de igualdad, lo
que se quiere decir es que la ley no establece distinciones individuales respecto a
aquellas personas de similares características, ya que a todas ellas se las
reconocen los mismos derechos y las mismas posibilidades. Una consecuencia
de esa igualdad ha sido la abolición de la esclavitud y la supresión, en muchas
legislaciones ya que no desgraciadamente en todas, de los privilegios de
nacimiento. Todas las personas son iguales ante la ley sin distinción de creados,
razas, ideas políticas, posición económica. (Art. 2 C.)
c) LA PAZ SOCIAL La Paz Social es el Bienestar de la Sociedad por medio de
Estados organizados, desarrollando avances, objetivos y metas para la
prosperidad de sus Estados. En esta oportunidad el Jurista Hans Kelsen nos dice
que "La Paz eN una situación que se caracteriza por la ausencia de la Fuerza.
Dentro de una Sociedad organizada, sin embargo, la ausencia absoluta de
Fuerza, la idea del anarquismo no es posible. El empleo de la Fuerza en las
relaciones entre los individuos se evita reservándolo para la Comunidad”. La
Sociedad en Paz estimula la confianza y desarrollo en una Nación, promoviendo
el desarrollo progresivo que persigue todo pueblo respetando sus deberes y
derechos para llegar hacer un Estado sostenible que se supere sus adversidades
por medio de la paz y no de la fuerza.
Bibliografía
FONSECA, R. M. (2012). Introducción teórica a la historia del derecho. Madrid:
DyKinson.
RUIZ RODRÍGUEZ, V. (2009). Filosofía del Derecho. Instituto electoral sobre Derecho
Electoral.