La Palabra
La Palabra
La Palabra
1Sm
1 SAMUEL
AUTOR: DESCONOCIDO
Autor
El autor de 1 Samuel no es mencionado en este libro, pero es probable que Samuel lo redactara u
ofreciera la información que aparece en 1.1–25.1, la cual cubre toda su vida y ministerio, hasta su
muerte. El autor del resto del libro no puede ser determinado, aunque algunos suponen que su
redacción haya estado a cargo del sacerdote Abiatar.
Fecha
Debido a las referencias a la ciudad de Siclag, que «vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy» (27.6) y
otras referencias a Judá e Israel, sabemos que este libro fue escrito tras la división de la nación en 931
a.C. Y como no se menciona la caída de Samaria en el 722 a.C., debe ser fechado antes de este
acontecimiento. El primer libro de Samuel cubre un período de alrededor de 140 años, que comienza
con el nacimiento de Samuel, aproximadamente en el año 1150 a.C. y termina con la muerte de Saúl,
alrededor del 1010 a.C.
Contenido
Israel había sido gobernado por jueces levantados por Dios en un momento crucial de la historia hebrea.
Sin embargo, la nación degeneró tanto moral como políticamente. Había estado sometida a la cruel
dominación de los filisteos. El templo en Silo había sido profanado y el sacerdocio era corrompido e
inmoral. Samuel, el providencial hijo de Ana, llega en medio de esta confusión religiosa y política. La
felicidad y el gozo que causó a su madre al nacer anticipa los que traería a toda la nación.
Los mismos hijos de Samuel no tenían el carácter piadoso de su padre. El pueblo no confiaba en las
habilidades de ellos; al envejecer Samuel, la gente lo presionó para que nombrara un rey. Él lo hace en
contra de su voluntad. Saúl, un apuesto y carismático individuo, resulta escogido como primer rey de
Israel. Su ego podía compararse en tamaño con su estatura. Impaciente, asume el oficio de sacerdote,
en lugar de esperar a Samuel. Tras rechazar los mandamientos de Dios es a su vez rechazado por Él.
Después Saúl se transforma en una figura trágica. Consumido por los celos y el miedo, pierde
gradualmente la cordura y pasa sus últimos años persiguiendo inútilmente a David por los bosques del
reino, con la intención de matarlo. Sin embargo, David ha hallado un aliado en el hijo de Saúl, Jonatán,
quien le avisa los planes de su padre para asesinarle. Por último, cuando Saúl y Jonatán mueren en una
batalla, el escenario queda listo para que David se convierta en el segundo rey de Israel.
Aplicación personal
En el primer libro de Samuel se observa con claridad que Dios está actuando en la historia. Aun los
acontecimientos más desafortunados, como el pecado y la rebelión, pueden ser utilizados por Él para
hacer avanzar su plan divino. La corrupción de los hijos de Elí, y la incapacidad de este para educarlos y
orientarlos, conforman el ambiente donde se desarrolla el niño Samuel. El rechazo de Dios y la demanda
de un rey por Israel dieron lugar al establecimiento de una dinastía terrenal que prepararía el ingreso de
Dios a la historia humana en la persona del Mesías. Por último, Saúl, que se inició de forma tan
maravillosa, termina su vida en una tragedia, suicidándose. A causa de la enfermedad de Saúl, David es
sacado de la cría de ovejas e introducido en la corte del rey. La insensata persecución de David por parte
de Saúl sirvió de trasfondo para el ascenso al trono del más grande de los reyes de Israel, un varón
conforme al corazón de Dios.
Pero la mano de Dios no solamente se manifiesta en los grandes momentos de la historia. En 1 Samuel
también se hacen evidentes las siguientes lecciones: Dios interviene en el dolor y la miseria de Ana para
darle, no sólo un hijo, sino una prole de tres varones y dos hijas (2.21). Aunque los seres humanos se
fijan en las apariencias, Dios mira al corazón (16.7). La obediencia es mejor que el sacrificio (15.22, 23),
lo cual indica que Dios se interesa en el corazón de los hombres tanto como en sus acciones. Dios no
repara en aquellos que ostentan gran dignidad cuando han pecado, pues Él es un Dios paciente y
misericordioso.
Cristo revelado
Las similitudes entre Jesús y el niño Samuel son impresionantes. Ambos fueron hijos de la promesa.
Ambos fueron dedicados a Dios antes de nacer. Ambos sirvieron de puente entre una etapa y otra en la
historia de la nación. Samuel combinó los oficios de profeta y sacerdote; Cristo es Profeta, Sacerdote y
Rey.
El trágico fin de Saúl ilustra cómo terminan los reinos terrestres. La única esperanza es el Reino de Dios
sobre la tierra, cuyo gobierno está en manos del Señor. La genealogía del enviado de Dios comienza con
David. En Cristo, Dios vino como Rey y de nuevo vendrá como Rey de reyes.
David, el niño pastor, prefigura a Cristo, el Buen Pastor. Jesús se convierte en el Rey-Pastor.
El primer libro de Samuel contiene notables referencias sobre cómo el Espíritu Santo inspira a los
profetas, así como a Saúl y a sus siervos. En 10.6 el Espíritu Santo desciende sobre Saúl, quien profetiza y
se transforma «en otro hombre», esto es, en alguien lleno del Espíritu para cumplir la encomienda
divina.
Tras ser ungido David por Samuel, «desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David»
(16.13).
El fenómeno del Espíritu inspirando a quienes adoraban aparece en el capítulo 10 y en 19.20. Esto no
equivalía al desvarío de los paganos, sino era verdadera adoración y alabanza inspirada por el Espíritu,
algo no muy distinto a lo que ocurrió el día de Pentecostés (Hch 2).
Aun en los múltiples usos del efod y del Urim y el Turim, miramos hacia el tiempo futuro cuando «el
Espíritu de verdad» nos guiará a «toda la verdad», nos dirá «las cosas que habrán de venir», y «tomará
de lo mío» —dice Jesús—, «y os lo hará saber» (Juan 16.13, 14).
1Sm 1:1-28
1.3 Jehová de los ejércitos (en hebreo Yahweh Sabaoth «Dios del universo», «Señor de los ejércitos del
cielo») es un título que se le atribuye a Dios por primera vez dentro de este pasaje del Antiguo
Testamento. Expresa los recursos infinitos y el poder de Dios en favor de su pueblo. Silo está localizado
aproximadamente a 24 km al norte de Ramá. El santuario allí ubicado era más importante que el
tabernáculo. Tenía puertas y portero (1.9; 3.15) y se había convertido en un lugar de peregrinaje.
1.4,5 Aunque el texto hebreo presenta aquí algunas dificultades, parece que afirma que Elcana... le daba
a Ana una doble porción, tratándola como si tuviera un hijo, a quien le correspondía la otra parte.
1.6,7 Su rival, Penina, irritaba a Ana, no tanto para enfurecerla como para hacerla sufrir. Jehová no le
había concedido tener hijos: En tiempos del Antiguo Testamento se consideraba que una mujer incapaz
de tener hijos había sido objeto de una maldición. Para Ana este período de dolor terminaría cuando
Dios le diera un hijo.
1.9 Templo es el término empleado para referirse al tabernáculo en Silo y al construido por Salomón en
Jerusalén (1 R 6); denota un lugar donde se permanece, no un lugar de peregrinación.
1.11 Y no pasará navaja sobre su cabeza: Parte del voto nazareo descrito en Números 6.1–8. Por lo
general, servía de señal a alguien separado para Dios durante un período de tiempo determinado en el
cual no se cortaba el cabello.
1.13 Y Elí la tuvo por ebria (lo cual significa que no entendió por qué movía sus labios) parece poner en
evidencia cómo había degenerado el culto bajo Elí y sus hijos impíos.
1.16 Impía: Literalmente, «hija de Belial», la misma descripción que se ofrece sobre los hijos de Elí en el
capítulo siguiente (2.12). Encierra la idea de no ser útil para nada.
1.19 Y Jehová se acordó no implica que se había olvidado, sino que ahora se dispone a responder a las
oraciones de Ana y revelar sus propósitos.
1.21 Presumiblemente, esto ocurre un año después del voto pronunciado por Ana en relación con su
hijo.
1.22 Hasta que el niño sea destetado pudo haber sido hasta que tuvo 2 ó 3 años de edad.
1.24 Tres becerros: Destinados a los tres sacrificios que se ofrecerán: el holocausto, la ofrenda de
purificación que debía seguir al nacimiento de un niño y la ofrenda de paz (véase Lv 12). Un efa equivalía
a treinta y siete litros.