¿Cuál es el propósito de la creación? Exponga las causas racionales de esto.

Si el objetivo es la
perfección ¿entonces por qué Dios no creó al hombre perfecto?

Para evidenciar la respuesta es necesario prestar atención en algunos asuntos:

A) El propósito de Dios en la creación:

1. Dios Sublime es Existencia Necesaria y Su Existencia no depende de nadie, no tiene ninguna limitación
ni defecto y posee todas las perfecciones.

2. Unas de Sus perfecciones es Su generosidad. Dios en el Sagrado Corán dice: «Los dones de tu Señor
no se le niegan a nadie».[1]

Dios Sublime, para conceder de Su parte no tiene ninguna limitación, por consiguiente en cualquier
lugar que no concede, es por la limitación de a quien se le concede y no del Dador, y cualquier cosa que
sea digna de que se le conceda, se le concederá.

3. Toda bondad y perfección se origina de la existencia, y cada maldad y defecto se origina de la nada.
Por ejemplo, la ciencia es bondad y perfección, y la ignorancia es maldad y defecto. Así también el poder
es perfección y bondad ante la debilidad. Por consiguiente se evidencia que la existencia es bondad y
ante ésta cualquier maldad o defecto es inexistencia.

4. Tomando en consideración lo mencionado en la introducción anterior, se deduce que la generosidad

Explicado de otra manera, si algo es digno de ser creado y Dios no crea, esta falta de creación tomando
en cuenta la bondad de la existencia, es obstaculizar la benevolencia, y es considerado tacañería,
mientras la ta por parte de Dios es imposible. De esta introducción deducimos que, si se pregunta ¿por
qué Dios creó? Responderemos que la Generosidad de Él provocó la creación.
5. Las cualidades de Dios no están separadas de Su Esencia. Las cualidades del ser humano y de los
demás cuerpos, están separadas de su esencia. Por ejemplo la manzana tiene una esencia y su color
rojizo y dulzura son sus cualidades. Este color rojo y cualidad de dulce se encuentran fuera de su
esencia. La manzana puede en lugar de estas cualidades ser agria y verde, y su esencia permanece.

La polémica de la unión entre la Esencia y las Cualidades de Dios, es un debate teológico muy profundo,
que el interesado pueden informarse a este respecto en la parte de teología, en la cuestión de: “Unidad
de los atributos Divinos”. Lo importante aquí para nosotros es que ser generoso –que es la causa
principal de la creación– es esa Esencia misma de Dios y no se encuentra fuera de Su Esencia. Entonces
si se pregunta ¿por qué Dios creó? Responderemos: porque El Es Dios. Por consiguiente la causa
principal en realidad es Dios mismo. Estas son esas mismas palabras de nuestros filósofos que dicen: la
causa principal y la causa práctica en los actos de Dios, son Uno [2], y tal vez se pueda deducir este
mismo significado de algunas aleyas coránicas,[3] y también de «…y hacía Él regresan todos los
asuntos».[4]

B) El propósito de Dios en la creación del ser humano:

Lo mencionado fue que el propósito del Actor en principio es crear, pero el propósito del Actor en la
creación de un ser especial como el ser humano, necesita de un punto especial. Este punto respecto al
ser humano corresponde a la perfección especial que Dios Sublime quería crear junto a la creación del
ser humano.

Explicación: la necesidad de perfección de ser generoso de Dios es que crea cualquier perfección
posible. Él, antes de crear al ser humano, creó a otra existencia llamado ángel que poseía todas las
perfecciones posibles de sí mismo desde el inicio de su creación. Esto es, poseía todas sus perfecciones
en la práctica. Por consiguiente nunca llega a obtener una nueva perfección ni el grado de su existencia
encontrará perfección. Dios Todopoderoso de la boca de los ángeles Dijo: ««No hay nadie entre
nosotros que no tenga un lugar señalado *Sí, somos nosotros los que están formados. *Sí, somos
nosotros los que glorifican»..[5]

El Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “Después de haber abierto los altos cielos, (Dios) los colmó (poblándolos) con
diferentes clases de ángeles. Hay entre ellos quienes permanecen en permanente estado de
prosternación y ni siquiera se levantan para inclinarse. Otros se encuentran en permanente estado de
inclinación sin levantarse. Y otros permanecen parados en fila sin dejar su sitio en absoluto”.[6] Ellos
adoran a Dios, y esta es la perfección que Dios les otorgó, y ellos no tienen la posibilidad de desobedecer
ni de oponerse. Dios Sublime dijo: «No se adelantan a Él al hablar y actúan conforme a Sus órdenes».[7]
También Dijo: «…y sobre el que habrá ángeles gigantescos, poderosos, que no desobedecen a Dios en lo
que les ordena, sino que hacen lo que se les ordena. ».[8]

Dios por ser generoso deseaba crear además de la perfección con la que cuentan los ángeles, una
perfección mayor y esta perfección es la voluntad del ser humano. Esto es, crear una existencia que
alcance con su voluntad y elección propia todas estas perfecciones. Por ello creó al ser humano, el ser
humano que desde un principio no contaba con toda la perfección digna de sí mismo, pero fue creado
en tal forma que pudiese llegar a alcanzarla. Es evidente que la perfección que el ser humano con su
voluntad y elección libre de sí mismo alcanza, es mejor que la perfección otorgada por Dios a los
ángeles. El Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “Dios, Honorado y Glorificado sea, creó a los ángeles de la razón y no
colocó en ellos el deseo, y Creó a los animales de deseo y no colocó en ellos razón, y Creó al ser humano
con razón y deseo. Por consiguiente aquél que su razón salga victoriosa ante su deseo será mejor que los
ángeles, y aquél que su deseo salga victorioso ante su razón será más bajo que los animales.[9]

C) ¿Por qué Dios Sublime no creó al ser humano perfecto?

Tomando en cuenta lo mencionado, pude entenderse que el propósito de la creación del ser humano
puede realizarse cuando éste cuente con la dignidad para llegar a tener esa perfección, y la obtenga a
través del acto voluntario de sí mismo. Mientras que si hubiese tenido esa perfección desde un principio
definitivamente no sería considerada su perfección voluntaria, ni tampoco hubiese obtenido el
propósito principal de su creación.

Debemos tener en cuenta que para el ser humano subir inclusive un peldaño de la escalera de la
perfección, es considerado obtener el propósito principal de su creación, y en esa misma medida obtuvo
el propósito principal de la creación.

D) El ser humano incrédulo y pecador:

Si un ser humano no avanza inclusive ni un peldaño de la escalera hacia la perfección y toda su vida es
incredulidad, pecado y desobediencia, aun así no ha caminado fuera del propósito de la creación; puesto
que él también hizo que sus capacidades se realizaran. El ser humano tiene también la capacidad para
descender al grado más bajo, Dios Todopoderoso lo creó en tal forma que pueda elegir el sendero hacia
la perfección o hacia la desdicha. Por consiguiente inclusive el ser humano pecador e incrédulo tampoco
camina contrario al deseo creativo de Dios. En efecto, Dios aprueba la ascendencia del ser humano a los
grados de la perfección, y desaprueba la descendencia de éste al abismo de la perdición. Explicado de
otra manera, Dios Sublime en la creación del ser humano tiene un deseo creativo y un deseo legislativo:
el deseo creativo de Él es que cualquier ser humano pueda hacer que sus capacidades lleguen a la
realización, sean buena o mala. El deseo legislativo es que el ser humano haga sólo que, en el sendero
hacia la perfección, sus capacidades lleguen a la realización.

Con lo mencionado puede decirse que el ser humano creyente, adquirió tanto el propósito de la
legislación así como el propósito de la creación. Pero un incrédulo o pecador solo ha actuado de acuerdo
con el propósito de la creación (taquini) de Allah y no ha seguido el propósito de la legislación (tashri’i)
de Allah.

Nota: Tomando en cuenta la importancia de este asunto y la existencia de numerosas causas y pruebas
textuales, existe una mayor oportunidad y mayor campo para analizar e investigar más respecto a este
tema.

[1]– Sagrado Corán 17:20.

[2]– Recurrir a: Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, Exegesis Al-Mizân, t.VIII, p.44; Misbâh Ÿazdî
Muhammad Taqî, Las Sabidurías del Sagrado Corán, t.1, p.154.

[3]– Sagrado Corán (2:210); (3:109); (8:44); (22:76); (35:4); (57:5).

[4]– Sagrado Corán 11:123.

[5]– Sagrado Corán 37:164 y 166.

[6]– Nahyul Balâgah, sermon 1.

[7]– Sagrado Corán 21:27.

[8]– Sagrado Corán 66.6.

[9]– Wasâ’il Al-Shî’ah, t.11, p.164.

https://www.islamquest.net/en/archive/fa319#