4 Gay
4 Gay
4 Gay
a tenia un buen rato de estarlo observando. Era un hombre maduro que apenas rebasaba los cuarenta años,
Y
supuse, justo como me lo receto el doc.
Tal vez en otras condiciones nunca me hubiera atrevido, pero ese día me pregunte simplemente: “¿por que
no?”. Así que sabiendo que lo mas terrible que podría suceder es que dijera: “No, gracias, en realidad estoy
esperando a alguien” Así que, ¡Que diablos!
Regularmente es el hombre el que da el primer paso, pero él nunca lo daría, por la sencilla razón de que ni
siquiera se había dado cuenta de que yo existía, si me mostraba un poco inteligente, tal vez lograría que si no
había la oportunidad ahora, al menos me pidiera mi numero telefónico o una cita otro día. Pero me di cuenta de
que estaba soñando demasiado y que finalmente terminaría en lo mismo, sin atreverme a hacerlo, así que
poniendo un poco de emoción al asunto, me dirigí al baño para verme de frente y desearme suerte. Así fue como
me acerque a su mesa e inicie una charla que no olvidaría aun el día de hoy.
- Hola, ¿Puedo sentarme? - Levanto el rostro y me miro desconcertado - O quizás usted espera a alguien y soy
inoportuna.
- OH, no, no es inoportuna, y si espero a alguien, solo que llegara un poco mas tarde. - Adiós conquista pensé para
mis adentros.
- Pero seria un placer y un honor que usted me acompañara -bueno, tal vez no todo estaba perdido. Cinco mas
cinco ¡YES! Regularmente cuando me encuentro en un estado avanzado de excitación mi cerebro tiende a ir
mostrando severas críticas o cosas divertidas que liberan un poco esa rara energía y van alternándose los
sucesos y mis pensamientos, justo como aquella tarde.
- Disculpe la molestia, pero es un poco feo tomar un buen café sin compañía para una buena charla o tenerlo de
pretexto para conocer a nuevos amigos. - Cuando peco de sincera suelo meterme en problemas, pero vale la pena
provocar un poco la risa de los demás y entonces lo estaba consiguiendo. - Bueno, a veces una mujer necesita
también hacer amigos, no solo ustedes gozan de ese privilegio.
- Entonces debe ser más explícito, de otra manera siempre será mal interpretado.
- Sólo es algo un poco fuera de lo normal, supongo, ya que nunca me había pasado.
- OH, es natural. Es algo como una respuesta a la psique que te pide algo superlativo a lo que vives y te da la
necesidad de admirar ciertas tendencias en otras personas y que de algún modo establece una sincronía de ideas
y te puedo decir además que no debes preocuparte, es natural que me admires, en eso hay reciprocidad, yo
también... ¡Me admiro mucho! -El breve monologo parecía decir mucho, pero en realidad no decía nada,
cantinfleaba, por que sólo parecía ser algo docto e inteligente, pero en realidad solo estaba consiguiendo el
I
objetivo primario que era impactar a su persona, y quizás solo por el lado cómico, pero definitivamente lo
estaba consiguiendo además de que empecé a tutearlo.
- Si por supuesto, me llamo Clarisa, con este calor se me antoja un café helado de moka, pero yo lo pagare, no
quiero que pienses que solo te hable para aprovecharme...
Pidió mi café y parecía estudiarme con la mirada y me cayó bien pues no se centro en mi escote, sino en mi
cara y particularmente en mis ojos.
- Es parte de una teoría un poco rara. Trata de reconocer a una persona a través de sus ojos para saber si ya nos
conocíamos de otro tiempo u otro lugar y que nos espera en este ciclo que elegimos compartir, la actual vida que
compartimos para iniciar juntos un nuevo tiempo de diversión y aprendizaje. Pero no me hagas mucho caso, ya te
había advertido que era muy rara.
- Tal vez, pero no creas que solo sirve para eso, sino también para develar lo que sucede en tu presente.
- JAJAJAJAJA ¿Yo? ¡Pero si conozco a cientos de personas! - mi carcajada debió ofender a cualquiera, pero el
estaba tan seguro esperando que terminara de reír que empezó a inquietarme. Lo hizo aun más cuando me
pregunto:
- ¿Si? ¿Y cuantas te conocen a ti? Se me borro de inmediato la sonrisa por que me di cuenta de que tal vez era
cierto, yo me interesaba por la vida, la salud mental y la alegría de esas personas, pero para ellas yo era una
desconocida. Mi alegría era del dominio público y mis tristezas por lo regular permanecían en el más infinito
silencio.
II
Él se encogió de hombros y al notar lo medular que había sido su comentario, trato de sacarme de mi
confusión.
- Pero lo manejas muy bien, ese entusiasmo que irradias refleja tu alegría de vivir.
- Gracias, creo...
- Pues déjame decirte que aunque esperes a alguien tú también te ves muy solo. ¿Será acaso que no es tan
importante o no es tan agradable la compañía que esperas?
- No, todo lo contrario. Es una de las personas más importantes de mi vida, me ha brindado algunas de las
alegrías más grandes que tenido y siempre que he necesitado algo, ha estado conmigo y de la misma forma yo
trato de corresponder.
- ¡Vaya, todo un caso! - Exprese con admiración y al mismo tiempo desencanto. El tipo de verdad empezaba a
interesarme. No era tan solo una cara bonita.
- No lo digas así, por que no es exageración, en realidad forma parte integral de mi vida.
¡GASP! ¡ES...! Pero no podía mostrarme sorprendida, dos ocasiones seguidas y de parte de la misma persona
eran demasiado para un ego como el mío.
- ¡Ya veo! - Dije sin perder la sonrisa - ¿Y hace mucho que se conocen?
- ¿Viven juntos?
- Así es.
III
- ¡Deberían de escribir un libro ustedes dos! Tal vez haya muchas cosas de utilidad que nos podrían enseñar al
resto de los humanos.
- Eso nos han dicho algunas personas. ¿Sabes una cosa? eres muy intuitiva.
Me relaje un poco. Después de todo no habría la conquista que pensé, pero me estaba haciendo de un
excelente amigo que me daba la impresión de ser una de esas personas en las que puedes confiar y decirles todo.
Dijo señalando a través del cristal de la cafetería y vi a la persona que cruzaba la avenida.
- No, el no. El que viene atrás, el muchacho de jeans y playera blanca que trae el portafolio de piel en la mano
derecha.
No pude reír ante su chanza, me parecía un cinismo depravado. Empecé a reconsiderar lo del amigo, ya que
hasta antes de ese momento me parecía encantador, pero ahora estaba convencida de estar en compañía de un
depravado asalta cunas y no un lindo gay maduro.
- Creo que es mejor que me vaya.- Dije y me puse de pie tratando de salir de ahí antes de que mi gran bocota
me metiera en un lío que no quería afrontar. No se me ocurrió pensare en la edad del “niño” ni en lo que ya
habíamos charlado.
- Tal vez otro día que este un poco mas relajada, ahora no debo...
- Decir nada
- ¿Nada de qué?
- ¡QUE TAL!
Respondió poniéndose de pie y se saludaron dándose un beso en la mejilla. Nunca me ha parecido que tenga
nada de malo que sostengan una relación dos personas del mismo sexo, pero esto rebasaba cualquier cosa que me
pudiera imaginar, era un desperdicio y un abuso. No podía explicarme que un hombre tan atractivo y encantador
sedujera a este niñito que seguramente había visto crecer puesto que se conocían desde hacia casi veinte años.
IV
Estuve a punto de salir corriendo, para evitar el asco que de pronto Ernesto me producía. El chico nuevamente
intervino y por enésima ocasión la sorpresa me tomo nuevamente desprevenida.
¿Papá? Lo mire y su cara era el retrato vivo de la picardía y por fin mi mente a paso de tortuga iba uniendo
las piezas del enorme rompecabezas que había creado.
- Perdón señorita, pero mi padre tiene mas de diez años en que no le conocía una amiga tan guapa, desde que
mamá nos... Perdón, creo que estoy hablando de mas.
- No hijo, no hablas de más, pero a fuerza de ser sincero nos acabamos de conocer.
¡Vaya gusto!
- Perdón, no me he presentado y ya que no veo que mi padre lo hará, soy Alberto ¿Y su nombre es...?
- ¿Quién, yo?
Se miraron uno al otro, el joven sin entender y el divertido de lo lindo, su gesto parecía decir bienvenida a la
charla.
- Mucho gusto como quieras, mi papa es un poco grosero por tenerla de pie, pero debes perdonarlo, esta lo que
se dice un poco fuera de practica. Así que toma asiento y vayan ordenando la comida en lo que yo paso al
sanitario.
Dicho esto dejo su portafolios en manos de su padre y le sacudió el cabello como si el fuera el muchacho, y se
alejo haciendo una seña de aprobación con el pulgar hacia arriba.
- ¿Qué? - Contesto con el cinismo de quien sabe que era tomado por asalto y resulto ser el cazador disfrazado.
- Pero podías haberme dicho la verdad desde el principio, que era tu hijo.
- ¡Eres un...!
V
- ¿Qué te gustaría comer? -me pregunto interrumpiendo mi justo reclamo.
- ¡A ti en brocheta!
- Esa es una sucia estrategia para quedarte a solas con el muchacho. Sospecho que en realidad eres una
pervertidora.
Después de pasada la confusión, pase una de las tardes más encantadoras de mi vida. Y ahora al recordar se
que él tenia razón, ya que si me quede con el muchacho, pero también con su papá. Ahora tengo un hijo de un
poco mas de veinte y una familia divertida y extraña que me enriquece y me deja un espacio único en el cual se
que no soy tan infalible, termine aceptando que en ocasiones lo de la famosa liberación no nos conviene, es más
divertido ser la conquistada, el cortejo y los medios de que algunos tipos listos se valen para conquistarnos, no
dejan de ser encantadores y misteriosos. Le ponen la sal a la vida.
VI