Por Qué Los Judios No Creen en Jes-S
Por Qué Los Judios No Creen en Jes-S
Por Qué Los Judios No Creen en Jes-S
Durante 2.000 años, los judíos han rechazado el cristianismo. ¿Por qué?
Es importante entender por qué los judíos no creen en Jesús. El propósito no es despreciar otras religiones, sino
plantear y clarificar la posición judía. Cuanta más información haya para escoger, la gente podrá tomar mejores
decisiones acerca de sus vidas espirituales.
El hecho histórico es que Jesús no cumplió con ninguna de estas profecías mesiánicas.
La idea cristiana de la trinidad divide a Dios en tres entes separados: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo
28:19).
Esto contradice al Shemá, la base de la creencia judía: "Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es UNO"
(Deuteronomio 6:4). Los judíos declaran la unicidad de Dios cada día, escribiéndola en los marcos de sus puertas —
las mezuzot—, y atándola a sus brazos y a sus cabezas —los Tefilin—. Esta aseveración de la unicidad de Dios son las
primeras palabras que se le enseñan a un niño judío, y las últimas palabras que se dicen antes de morir.
En la ley judía, el adorar a una trinidad divina es considerado idolatría, uno de los pecados cardinales por los cuales
un judío debe dar la vida antes de transgredirlo. Esto explica por qué durante las inquisiciones y durante toda
nuestra historia, los judíos han preferido dar sus vidas antes que convertirse.
Maimónides dedica la mayoría de su libro "La Guía de los Perplejos" a la idea fundamental de que Dios carece de
cuerpo, es decir de una forma física. Dios es Eterno, está por encima del tiempo. Es Infinito, más allá del espacio. No
pudo haber nacido y no puede morir. Decir que Dios asume una forma humana hace a Dios pequeño, destruyendo
Su Unicidad y Divinidad, como dice la Torá: "Dios no es un mortal" (Números 23; 19).
El judaísmo dice que el Mesías va a nacer de padres humanos, con atributos físicos como cualquier otra persona. No
va a ser un semi-dios, y no va a poseer características sobrenaturales. De hecho, un individuo vive en cada
generación con la capacidad de tomar el papel de Mesías (ver Maimónides, Leyes de Reyes 11:3).
¿Intermediario para el rezo?
Una idea básica del cristianismo es que el rezo debe ser dirigido a través de un intermediario —por ejemplo,
confesar los pecados a un cura—. Jesús mismo es un intermediario, como él mismo dijo: "Ningún hombre se acerca
al Padre sino a través mío".
En el judaísmo, el rezo es una cuestión totalmente privada, entre cada individuo y Dios. Como la Biblia dice: "Dios
está cercano a todo aquel que lo llame verdaderamente" (Salmos 145: 18). Más aún, los Diez Mandamientos dicen:
"No debes tener otros dioses delante de Mí", es decir que está prohibido poner un mediador entre Dios y el hombre.
(Ver Maimónides, Leyes de idolatría Cáp. 1).
El cristianismo comúnmente trata al mundo físico como algo malo que debe ser evitado. María, la mujer cristiana
más sagrada es retratada como una virgen. Entre los curas y las monjas son célibes. Los monasterios están en lugares
remotos y alejados.
Por el contrario, el judaísmo cree que Dios creó el mundo físico para nuestro beneficio, no para frustrarnos. La
espiritualidad judía se obtiene mediante la utilización del mundo físico de manera tal que lo eleva. Las relaciones
íntimas en un contexto adecuado es uno de los actos más sagrados que una persona puede realizar.
El Talmud dice que, si una persona tiene la oportunidad de probar una fruta nueva y se rehúsa a hacerlo, tendrá que
rendir cuentas de ello en el mundo venidero. Asimismo, las escuelas rabínicas judías enseñan cómo actuar
correctamente en el ámbito comercial. Los judíos no se retiran de la vida, la elevan.
Jesús no fue un profeta. La profecía sólo puede existir cuando la tierra está habitada por una mayoría de judíos.
Durante el tiempo de Ezrá (C. año 300 a.e.c.) la mayoría de los judíos se rehusaron a desplazarse de Babilonia hacia
Israel, por ende, la profecía terminó con la muerte de los últimos profetas: Jagai, Zacarías y Malají.
Jesús apareció en la escena aproximadamente 350 años después de terminada la época de los profetas.
Descendiente de David
El Mesías debe ser descendiente del rey David por el lado paterno (Ver Génesis 49:10 e Isaías 11:1). De acuerdo al
cristianismo que dice que Jesús fue producto del nacimiento de una virgen, él no tuvo un padre, y por ende no pudo
haber tenido la posibilidad de cumplir la profecía mesiánica de ser descendiente del rey David por el lado paterno.
Observancia de la Torá
El Mesías va hacer que el pueblo judío cumpla con todas las leyes de la Torá. La Torá plantea que todas las mitzvot
permanecerán obligatorias para siempre y que cualquiera que venga a cambiar la Torá es inmediatamente
identificado como un falso profeta (Deuteronomio 13; 1-4).
A lo largo del nuevo testamento Jesús contradice a la Torá y dice que seis mandamientos ya no son aplicables (Juan
1:45 y 9:16, Hechos 3:22 y 7:37).
Los versículos bíblicos sólo pueden ser entendidos al estudiar el texto en su idioma original, lo que revela muchas
discrepancias con la traducción cristiana.
Una virgen dio a luz
La idea cristiana de que una virgen dio a luz ha derivado de un versículo en Isaías que describe a una "almá" dando a
luz. La palabra hebrea "almá" siempre ha significado "una mujer joven", pero los teólogos cristianos vinieron siglos
después a traducirla como "virgen". Esto está de acuerdo con la idea pagana de que los mortales son absorbidos por
dioses.
Crucifixión
El versículo en Salmos 22:17 dice: "Como un león ellos están en mis manos y pies". La palabra hebrea ke-arí (como
un león) es gramaticalmente similar a la palabra "clavado". Sin embargo, el cristianismo lee el versículo como una
referencia a la crucifixión: "Ellos perforaron mis manos y pies".
Los cristianos declaran que, en el libro de Isaías, capítulo 53, el texto se refiere a Jesús. Pero en realidad, el profeta
Isaías en el capítulo 53 de su libro continúa directamente el tema del capítulo 52 describiendo el exilio y la redención
del pueblo judío. Las profecías están escritas en el singular puesto que los judíos ("Israel") son considerados como
una unidad. La Torá está llena de ejemplos del pueblo judío considerado con un pronombre singular.
Irónicamente las profecías de persecución de Isaías se refieren en parte al siglo XI cuando los judíos fueron
torturados y matados por las cruzadas que actuaron en nombre de Jesús.
¿De dónde surgieron estas traducciones erróneas? San Gregorio, el Arzobispo de Nacianzo del siglo IV escribió: "Un
poquito de jerga es todo lo que se necesita para imponerse sobre la gente. Cuanto menos comprendan, más
admirarán".
De las 15.000 religiones que existieron en la historia de la humanidad sólo el judaísmo basa sus creencias en una
revelación nacional, es decir: Dios hablándole a todo el pueblo. Si Dios va a comenzar una religión, tiene sentido que
se lo diga a todos y no sólo a una persona.
El judaísmo, único entre la mayoría de las religiones principales del mundo, no basa sus creencias en "declaraciones
de milagros" para establecer su religión. De hecho, la Biblia dice que Dios algunas veces garantiza el poder de hacer
"milagros" a los charlatanes, para poder probar la lealtad de los judíos hacia la Torá. (Deuteronomio. 13:4).
Los judíos no creyeron en Moshé, nuestro maestro, por los milagros que realizó. Cuando la creencia de una persona
está basada en ver milagros, tiene dudas persistentes, porque es posible que los milagros fueran hechos a través de
la magia o la brujería. Todos los milagros realizados por Moshé en el desierto ocurrieron porque fueron necesarios, y
no como prueba de su profecía.
¿Cuál fue entonces la base de la creencia judía? La revelación en el Monte Sinai, que vimos con nuestros propios ojos
y escuchamos con nuestros oídos, sin depender del testimonio de otros. Como está escrito: "Cara a cara, Dios habló
contigo...". La Torá también cita: "Dios no hizo este pacto con nuestros padres, sino con nosotros - que estamos
todos vivos hoy". (Deuteronomio 5:3).
El judaísmo no está basado en "milagros". Es la experiencia personal de cada hombre, mujer y niño.
Judíos y gentiles
El judaísmo no demanda que todos se conviertan a la religión judía. La Torá de Moshé es la verdad para la
humanidad, sea la persona un judío o no. El rey Salomón le pidió a Dios contestar los rezos de los no-judíos que iban
al Templo Sagrado (Reyes I 8:41-43). El profeta Isaías se refiere al Templo como la "Casa para las naciones". El
servicio en el Templo durante Sucot presentaba 70 sacrificios animales correspondientes a las 70 naciones del
mundo. (De hecho, el Talmud dice que si los romanos se hubieran dado cuenta del beneficio que obtenían del
Templo, nunca lo hubieran destruido).
Los judíos nunca han buscado convertir a la gente, puesto que la Torá prescribe un camino adecuado para los
gentiles, llamado las "Siete leyes de Noaj". Maimónides explica que cualquier ser humano, que con fe observa estas
leyes morales básicas, gana un lugar propio en el cielo.
Trayendo al Mesías
Maimónides declara que la popularidad del cristianismo (y del Islam) es parte del plan de Dios de extender las ideas
de la Torá a todo el mundo. Esto mueve a la sociedad hacia un estado perfecto de moralidad, y hacia una mayor
comprensión de Dios. Todo esto en preparación para la era mesiánica.
Por cierto, el mundo está desesperadamente necesitado de la redención mesiánica. La guerra y la contaminación
ambiental amenazan nuestro planeta; el ego y la confusión erosionan nuestra vida familiar. Hasta donde estemos
conscientes de los problemas sociales, es el determinante de nuestro anhelo por la redención. Como dice el Talmud,
una de las primeras preguntas que se le hace a un judío en su juicio celestial es: "¿Has anhelado la llegada del
Mesías?".
¿Cómo podemos apresurar la llegada del Mesías? La mejor manera es amar generosamente a toda la humanidad,
cuidar las mitzvot de la Torá (como mejor podamos), y animar a los demás a que también lo hagan.
A pesar de la penumbra, el mundo está encaminado hacia la redención. Un signo evidente es que los judíos han
regresado a la Tierra de Israel y la han hecho florecer nuevamente.
Además, hay un gran movimiento de jóvenes judíos regresando a las tradiciones de la Torá.
El Mesías puede venir en cualquier momento, y todo depende de nuestras acciones. Dios estará listo cuando
nosotros lo estemos. Como dijo el rey David: "La redención llegará hoy, si escuchas Su voz".
Cortesía de:
https://www.aishlatino.com/e/f/48420212.html?mobile=yes