Eseñanzas La Iglesia en Mi Casa - Septiembre 2020
Eseñanzas La Iglesia en Mi Casa - Septiembre 2020
Eseñanzas La Iglesia en Mi Casa - Septiembre 2020
Sábado: 12
La mala actitud de este muchacho, hizo que reaccionara de manera negativa, en contra de su hermano.
a. Para el hermano mayor, no era satisfactorio que su hermano hubiera regresado, estaba inconforme con su
regreso y con el recibimiento que su padre le había dado. Su actitud afectó la relación con su padre, se enojó,
no atendió a la súplica de su padre. Ocurren casos similares en la familia, pero allí debe estar la intervención
de un padre sabio. Cuando un hijo tiene una actitud egoísta, desconoce los grandes privilegios que tiene como
hijo, que sirve y obedece. (Proverbios 13:1) (Ver el padre del Salmo 128).
b. La actitud del padre: “Tú siempre estás conmigo”. Por la falta de comunión, ese hijo con su padre,
desconocía los privilegios que tenía. La presencia de un padre de familia, siempre debe estar con sus hijos. De
igual manera nuestro Padre celestial, está con nosotros. Tenemos el privilegio, que si le somos obedientes y le
servimos, Él siempre estará con nosotros. “Todas mis cosas son tuyas”. El hijo mayor lo tenía todo, pero no lo
disfrutaba; de igual manera, el hijo de Dios, desconoce que las riquezas son de él y por eso no las aprovecha,
¿Cuántas cosas nos ha dado nuestro Dios y no las hemos aprovechado? Nos ha dado dones, talentos, cosas
materiales, salud, prosperidad, etc. Con el propósito de que todo esto, lo aprovechemos al máximo. (Efesios 5:
20; Josué 1: 9; Mateo 28: 20).
a. Confesión: Pedirle perdón a Dios, por la actitud de desprecio a su hermano; como hijos de Dios, debemos
alegrarnos por la restauración de nuestro hermano menor.
b. Oración de intercesión: Debemos orar como familia, para que no haya egoísmo, que fluya el amor,
comprensión y tolerancia, dentro de la familia. (Colosenses 3: 13) Soportándoos unos a otros, y perdonándoos
unos a otros si alguno tuviere queja contra el otro. De la manera que...
c. Cambiar la actitud de soberbia, por una actitud de obediencia. Las personas obedientes, siempre triunfan
en la vida. Si nuestra actitud no ha sido la correcta y nos ha ocasionado muchos problemas, luchemos por
mejorarla, pidiendo a Dios su ayuda. (Filipenses 2: 5, 6)” Haya, pues, en vosotros este sentir (actitud) que
hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios...”
CONCLUSIÓN: Es tiempo que como familia y como hijos de Dios, analicemos nuestras actitudes, ¿hasta qué
grado nos encaminan a acciones desagradables, como: de menosprecio, de soberbia, de egoísmo etc. hacia
nuestra familia y ante todo, a nuestro Dios? Debemos ser más bien agradecidos, por darnos una familia y
además, por todas sus bendiciones que hemos recibido.
ENSEÑ ANZAS LA IGLESIA EN MI CASA
Sábado: 19
1)¿En qué manera se diferencia una familia apartada para Dios y una que no?
a. En su manera de actuar: Sus actuaciones demuestran que tipo de familia es, si es una familia
temerosa de Dios o no. Es importante que las actuaciones de la familia, estén en acorde con los
principios de la Palabra de nuestro Dios. (2a Corintios 7:1)
b. ¿En qué se diferencia, una familia que vive en santidad, de las otras que no viven bajo Santidad? En
que Dios está dentro de ella. ¿Cómo crees que otras personas pueden verlo, cuando nos ven a
nosotros?: Por nuestra forma de hablar, pues está ajustado a los principios de la palabra. Una
familia que ha decidido apartarse para Dios, ha cambiado completamente su forma de actuar,
hablar; habla palabras de fe, adoración, de poder, de misericordia y palabras que glorifican a Dios.
(Mateo 7:28,29)
2)Una familia es buena, cuando Dios está dentro de ella: La familia se puede distinguir dentro de las demás,
pues es un ejemplo en su comunidad. La diferencia la hace Dios, porque Él es el centro de esta familia y es
quien guía también, a sus miembros, a hacer lo bueno en este mundo.
a. Dios desea, que todas las familias de la tierra sean benditas. Esa fue la promesa que Dios hace a
Abraham, cuando él dijo, que en él serian benditas todas las familias de la tierra. (Génesis 12:3)
b. Tu familia puede disfrutar hoy, de la bendición de tener a Dios. Hoy puedes cambiar el rumbo de
tu familia, si ha estado desunida, alejada de Dios, en problemas, en crisis y aún, a punto de
separación. Hoy puedes invitar a Jesucristo, a que sea el centro de tu familia y Él, estará gustoso
de entrar y poderles ayudar. (Apocalipsis 3:20)
CONCLUSIÓN: Es tiempo de que la familia consagre su vida al Señor, en servicio y adoración; para que pueda
experimentar una vida mejor. Solo aquellas familias, que deciden hacer esto, marcan una diferencia en este
mundo. Luchemos para que nuestra familia sirva a Dios y le adore, para transmitir a través de ella, la pureza y
la santidad, de generación en generación. (2a Timoteo 1:5)
Sábado: 26
TEMA: LA IMPORTANCIA DE LA FIDELIDAD TEXTO: (1a Corintios 10:13)
1. La fidelidad comienza con Dios, su Palabra dice, que Él, permanece fiel en todo momento:
a. La fidelidad de Dios, nos hace depender de Él, confiamos que Él que no nos abandona, aún, en
momentos de desobediencia, Él siempre está ahí, para socorrer y levantarnos, por eso, es que
lo tomamos como nuestro Padre Fiel. (Salmos 27:10)
b. La fidelidad de Dios, hace que sus bendiciones lleguen a justos e injustos; esto nos muestra que
Dios tiene cuidado de su creación y de sus hijos. Él jamás ha abandonado lo que ha creado,
aún, en medio de la infidelidad de muchos. Dios ha permanecido fiel, desde el primer día, hasta
hoy. (Mateo 5:45; 2a Timoteo 2:12,13)
2. La fidelidad en la familia:
a. La fidelidad en la familia, es una decisión o compromiso donde ambas partes, han decidido
permanecer fiel, el uno al otro, hasta que Cristo venga o la muerte los separe. Esta es una
decisión de valor, que debemos mantener presente en nuestro corazón, todo el tiempo.
Querida familia, es importante cultivar el valor de la fidelidad, este principio comienza en Dios
y Él, nos lo delega a nosotros para que lo practiquemos. (Salmo 119:90; Mateo 19:6)
3. CONCLUSIÓN: Esperamos que hoy, después de haber escuchado sobre la fidelidad, tanto de Dios como de la
familia, aprendamos a valorar y a cultivar este principio cada día, a nivel personal y familiar, para que
se desarrolle poderosamente en nosotros; y así poder, mostrar a un mundo en crisis, que sí podemos
ser fieles a Dios y a nuestra familia. Amén, Amén