A Girar - Àngulos, Libro
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A Girar - Àngulos, Libro
i S i
BIBLIOTECA CENTRAL
COORDINACIÓN ESTATAL
DE FORMACIÓN CONTINUA
S. E. E
¿Ángulos y grados?
;Dales la vuelta/
Virginia Ferrari
CORREO
MAESTRO
516.152
F47
2007 Ferrari, Virginia
¡A girar! ¿Ángulos y grados? ¡Dales la vuelta! IVirginia Ferrari;
ilus. de Beatriz Gaminde. - México : SEP : Correo del Maestro :
La Vasija, 2007.
60 p. : il. - (Libros del Rincón)
Primera edición SEP / Correo del Maestro / Ediciones La Vasija / Uribe y Ferrari Editores, 2007
Impreso en México
ÍTodos a girar! 8
Un paseo en triciclo 12
El ejemplo de la hormiga 20
&lro§ y caminos 22
Dílo en griego 36
Por el llano 45
Un poco de carpintería 48
8
—¡Yo quiero girar con Vani! —dijo entusiasmada Carolina abrazando a
su muñeca.
—¡Sí, sí! ¡Todos a girar! ¡Que cada uno cuente las vueltas completas que
da! —propuso Nacho.
Cuando vio que Nacho y Carolina empezaban
a girar, Martín tuvo otra idea:
—Podemos contar cinco giros
completos en un sentido y
luego cinco giros completos
en el otro sentido. Uno,
^rt-fci^^^n dos, tres, cuatro, cinco
hacia la derecha y luego
uno, dos, tres, cuatro,
cinco hacia la izquierda.
—Uno, dos...
—¡Ay, ay! —se quejó Carolina—.
Vani y yo nos estamos mareando.
Tomados de las manos
10
Mientras Nacho y Mariana giraban y contaban las vueltas en voz alta,
Martín se acercó a Carolina.
—Ven —le dijo—, vamos a girar juntos nosotros también,
tomados de las manos.
—¡Sííí! —exclamó Carolina—. Pero despacito para que
no me caiga.
—No te preocupes, lo vamos a hacer de manera distinta a
la de ellos —la tranquilizó—. Nos tomamos de las manos,
pero sin cruzarlas. Luego yo giro sobre mí mismo sin
salirme de este mosaico y tú das vueltas alrededor mío.
Carolina miró a la muñeca y le dijo a Martín:
—Bueno, pero entonces voy a dejar a Vani. Y tú
cuentas las vueltas.
—De acuerdo —contestó Martín—.
Una, dos, tres, cuatro...
11
Un paseo en triciclo
—Sí —contestó Martín—, vamos a dar más vueltas, pero van a ser
distintas. Vamos a cambiar el punto alrededor del cual vamos a girar.
Estuvo mirando un momento alrededor suyo y siguió:
—Vamos a necesitar el poste que sostiene el tendedero y una piedrita
—dijo mientras tomaba una piedra del suelo—. El poste representa
el punto alrededor del cual giramos; la piedrita indicará el punto
donde iniciamos el giro —y la dejó a los pies de Mariana—. Cuando
cada uno regrese a ella después de haber caminado
alrededor del poste, habrá dado una vuelta
completa, un giro completo. Primero
lo hará Mariana, para que Carolina
y Nacho vean cómo —y Mariana
empezó a caminar alrededor
del poste.
12
—¡A mí también me toca! —agregó Carolina—. Estas
vueltas sí las puedo dar con Vani... ¡Y en mi'triciclo!
Y empezó a girar andando en su triciclo, seguida de Polo.
13
El juego del reloj
14
—Ya entendí —dijo Nacho—. En este caso, las cuerdas son
como las semirrectas. Para hacerlas girar las amarramos al poste.
—Sí —continuó Mariana—. kntonces el poste es como si fuera
el vértice, el centro de giro. Y ya no vamos a necesitar la
piedra para marcar el punto de salida. La cuerda
que permanece fija lo indicará.
15
Otro reto para Nacho
17
—Ahora —continuó Mariana mientras dejaba su cuerda en el piso—, voy a
dar la otra media vuelta que me falta para completar la vuelta entera, pero lo
voy a hacer de otra manera. Como me gusta hacer variaciones, en lugar de
caminar en círculo, voy a hacer de cuenta que
estoy recorriendo la orilla de un lago;
entonces por momentos me acercaré
y por momentos me alejaré del
centro de giro.
18
Nacho dio un suspiro. La decisión de Mariana de caminar de esa forma
volvió a confundirlo. Algo desanimado, le preguntó a Martín:
—Sí; pero, ¿cómo podemos estar seguros de que Mariana gira media
vuelta?
Martín no contestó esta vez. Parecía estar concentrado en algo. Fue
Mariana la que respondió finalmente:
—Porque la media vuelta es el único punto en que, si bien estamos
frente a frente, apenas te veo, porque estás justo detrás del poste. El poste
está exactamente entre nosotros dos. Y tu cuerda y la mía están sobre una
misma recta. Tú y yo somos los extremos de un segmento de recta que
pasa por el poste.
Nacho no terminaba de comprender y volvió a mirar a Martín, que
seguía pensando en algo. Se hizo un breve silencio.
—Mmm... ¡Ya sé! —Martín parecía tener una idea,
pero inmediatamente se metió en la casa y todos
se quedaron mirando. ¿Adonde habría ido?
No había pasado un minuto cuando Martín volvió
trayendo trozos de papeles de color que desparramó en
el suelo. Luego sacó un compás y unas tijeras de su
bolsillo y empezó a explicarles a todos,
que se sentaron alrededor de los papeles:
—Ahora tracemos círculos de diferentes tamaños
con este compás. No olvidemos que, antes
que nada, tenemos que marcar los
centros sobre los cuales vamos a
hacer girar el compás con
dos pequeñas líneas
cruzadas. Así:
19
El ejemplo de la hormiga
Una vez que tenemos los círculos trazados los recortamos —continuó Martín-
Luego, con la regla trazamos, en cada uno,
una línea recta que pase por el centro
y que toque a la circunferencia
con sus extremos. Así:
20
—Ahora hacemos un doblez en esa línea y lo marcamos muy bien —siguió.
De pronto Nacho empezó a gritar, entusiasmado por primera vez
en mucho tiempo.
—¡Ya sé! ¡Ya lo veo! —decía señalando el dibujo—. El círculo, queda dividido
en dos partes iguales, entonces cada parte es una mitad del círculo.
—¡Claro! —exclamó Martín—. Entonces, si imaginamos que una hormiguita
camina sobre la circunferencia empezando en un extremo de la línea,
¿qué parte de la vuelta recorrería al llegar al otro extremo?
Nacho no demoró en contestar.
\
\
—¡Media vuelta!
—¡Bravo! —festejaron Martín
y Mariana. Carolina hacía mover los brazos
de Vani como si estuviera saludando. Polo ladraba
mientras iba y venía corriendo.
21
Giros y caminos
22
—Para que veamos mejor una media vuelta —interrumpió
Martín— podemos trazar un pequeño círculo alrededor del
punto y luego dibujar una línea recta que pase por
el punto de partida y por el centro.
Así:
23
Todas las vueltas se miden en vueltas
24
La reacción de sus amigos animó a Nacho a seguir adelante:
—Lo importante es no confundir la parte de vuelta que
damos con el recorrido que hacemos —dijo sentándose de
nuevo. Polo se le subió; quería jugar con él.
—Exactamente —dijo Mariana—. Hay un caso en que esto se
ve muy bien. Cuando la Tierra da una vuelta completa alrededor
del Sol, también estamos usando la misma unidad de medida:
una vuelta completa. El tiempo que demora la Tierra en dar esa
vuelta completa se llama año.
—Sí —agregó Martín—. Y lo mismo sucede con las medias
vueltas. Todas miden lo mismo, sin importar el tiempo que
tardemos en recorrerlas. Alrededor del poste tardamos sólo unos
segundos, pero la Tierra demora aproximadamente 182 días
para dar media vuelta alrededor del Sol. Lo que estamos
midiendo es cuánto gira, o sea, el ángulo.
—¡Ya entendí! —dijo Nacho mientras acariciaba a Polo—.
Ahora vamos a descansar un rato y mañana me enseñan a usar
el transportador; así, cuando sea grande como ustedes, ya voy a
saber usarlo.
Todos se metieron en la casa, excepto Carolina y Polo que se
quedaron jugando en el patio. Carolina llevó a Vani a dar vueltas
en su triciclo, mientras Polo corría detrás de ella, ladrando.
25
Cuatro partes ¡guales
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Nacho empezó a caminar, entre
confundido y divertido, mientras
decía:
—Un cuarto de vuelta es la mitad
de la mitad de la vuelta entera.
Entonces debe ser... más o menos...
por acá, ¿verdad? —y se detuvo
en un punto. Miró el suelo, luego
miró a Mariana y preguntó:
—Pero ahora, ¿cómo podemos
estar seguros de que es un cuarto
de vuelta?
28
Detectives de ángulos rectos
29
—¿Lo ves? —preguntó Mariana—.
Cada una de las cuatro partes iguales
en que se dividió la vuelta completa
recibe un nombre especial. Se llama
ángulo recto y las semirrectas que lo
forman son perpendiculares.
Nacho se quedó pensando en lo
que decían.
—Sí —dijo Martín—, es un ángulo
especial porque lo usamos frecuentemente.
Lo podemos encontrar en muchas de las
cosas que nos rodean, ¡miren! —y
empezó a señalar hacia todos lados—:
las esquinas de las paredes, de las
ventanas, de las puertas, de los
mosaicos del piso, de las mesas, de
los libros, de los cuadernos, de las *-'
30
Era cierto. Carolina se acercó a tocar la punta de la
mesa con atención. Polo olía las patas de la silla. Nacho
tocó la puerta y dijo:
—Ya veo. Algunos ángulos rectos son muy grandes y
otros son chiquitos, como los cuadritos de las hojas de mi
libreta de matemáticas.
Mariana se llevó las manos a la cabeza. Martín se dejó
caer en un sillón mientras decía:
—¡No! ¡No! ¡No!
Nacho también se dejó caer en el sillón, con los brazos
cruzados, visiblemente enojado. Entonces Martín explicó:
—No hay ángulos rectos grandes y ángulos rectos chicos.
En tu cuaderno, lo que ves chiquito son los cuadritos, pero
todos los ángulos rectos miden lo mismo porque todos son
un cuarto (1/4) de vuelta completa, ¿recuerdas?
Nacho no contestaba y tampoco lo miraba. Seguía con
los brazos cruzados. Martín insistió:
—Lo que tienes que observar es la parte de vuelta que
giraste, pero no el tamaño de los lados del ángulo. Mira,
en los papelitos que doblamos se ve claramente.
a
instrumento de medida de ángulos rectos.
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SEÍ31
—Mira —continuó Martín—, si lo ponemos encima de
todos los ángulos rectos que hemos visto en la casa, verás
que todos miden lo mismo: un cuarto (1 /4) de vuelta.
Nacho volvió a entusiasmarse con la explicación. Había
olvidado su reciente malhumor.
—Sí, es cierto —dijo—. Entonces podemos decir que el
ángulo recto es uno, pero que hay muchos en las
cosas que nos rodean.
—¡Exactamente! ¡Muy bien dicho!
—exclamaron Martín y Mariana.
^ Nacho sonreía pensando que, en poco
tiempo más, ya sabría usar el
transportador.
32
La prueba de las escuadras
N "
33
—¡Sí! —exclamó Martín entusiasmado con la idea—. Y
también podemos seguir buscando más ángulos rectos por la
casa, como en la unión de las paredes con el piso, de las paredes
entre sí... —decía mientras señalaba.
—Las escuadras sirven, además, para trazar ángulos rectos
rápidamente. Sólo hay que tener cuidado de sujetarla firmemente
contra el papel y deslizar el lápiz contra ella, sin levantarlo —dijo
Mariana mientras empezaba a dibujar.
Nacho estuvo mirando muy de
cerca cómo ella dibujaba un
ángulo recto.
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Se quedó pensativo un rato y luego preguntó:
—Si las escuadras sirven para trazar y medir rápidamente
ángulos rectos, ¿para qué queremos dos escuadras que son
distintas? Con una alcanza.
—Lo que dices es lógico --respondió Martín—. ¿Ves estos
otros ángulos que tienen las escuadras? Compáralos con el ángulo
recto. ¿Qué notas? ¿Son mayores o menores que el ángulo recto?
Nacho dudó un instante:
—Son menores que el ángulo recto —dijo al final.
—Así es —continuó Martín—. Los ángulos que son
menores que el ángulo recto se llaman ángulos agudos.
—¡Ah, entonces las escuadras tienen un ángulo
recto y dos ángulos agudos! —exclamó Nacho.
—Claro; pero ahora compara los ángulos
agudos de las dos escuadras. ¿Cómo son
entre sí? —insistió Martín.
Nacho tocaba los ángulos con los dedos
mientras pensaba. Luego dijo hablando
muy despacio:
—En esta escuadra los dos ángulos
parecen ser iguales... —no parecía muy
seguro—. Y en la otra uno es«iás
amplio que el otro.
—¡Muy bien! Eres muy
observador —intervino Mariana
aplaudiendo.
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Di lo en griego
36
¿Cuántas veces cabe?
a P
\ \
\
P
P p
37
—Entonces —dijo Martín— eso quiere decir que el ángulo p
es la mitad de un cuarto de vuelta, o sea un octavo (1/8) de
vuelta. Quiere decir que en una vuelta completa caben
8 de estos ángulos agudos...
—¡Sí, lo veo! —interrumpió Nacho incorporándose más sobre
la mesa y casi subido en ella—. Y ya sé cómo podemos
comprobarlo —y se puso a buscar entre las hojas—. Sobre un
papel podemos ir marcando uno a continuación del otro hasta
obtener una vuelta completa. Así —dijo y miró a Martín.
38
-Y ahora vamos a hacer el mismo proceso con los ángulos y
—sugirió Mariana—. ¿Sale?
—¡Sale! —contestaron todos a una.
39
—Y el 6 cabe doce veces —continuó Nacho.
40
¿Qué tal me veo desde este ángulo?
41
—También podemos formar
ángulos agudos, rectos y obtusos
con las partes del cuerpo —agregó
Mariana—. Por ejemplo, con el
tronco y uno de los brazos. Hagamos
de cuenta que la axila es el centro de
giro, el tronco la semirrecta que
queda inmóvil, y el brazo
la semirrecta que gira, así:
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Cuando se incorporó, a Nacho le brillaban los ojos
de alegría y no podía dejar de expresar todas las
posibilidades de hacer ángulos con las
distintas partes del cuerpo que se le venían
a la mente. "¡Son muchas!" —pensó, y
finalmente se decidió por una y dijo:
—¡Sí! ¡Sí! ¡Qué padre! Y también
podemos formar ángulos rectos,
agudos y obtusos con un brazo
solo. El codo es el punto
de giro. ¡Miren!
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—Incluso podemos medir con la escuadra si formo
exactamente un ángulo recto.
Luego le pidió a Martín:
—Toma la escuadra y ponía en la parte interior de mi brazo.
—¡Excelente idea! —dijeron Martín y Mariana a la vez.
I \
44
Por el llano
—¿Y qué tal si yo formo ahora un ángulo con mis dedos índice y mayor y
los abro tan poquito que no lo puedo medir con ninguna de las
escuadras? —Nacho preguntó un poco divertido—. ¿Cómo voy a saber
qué parte de vuelta es?
Martín y Mariana quisieron responder al mismo tiempo, pero finalmente
Martín contestó.
45
Una gran palabra y un giro muy pequeño
46
—¡Sí, claro! —dijo Mariana—. Aquí, en este cartel que nos regaló la
maestra, están todos y cada uno de ellos. Mira, ¡los 360 grados!
—¡Ah! —exclamó Nacho—. Y aquí hay uno sólito que está pintado de
morado.
—Sí —dijo Martín— y también están marcados, en rojo, los múltiplos
de 10: 20, 30, 40, 50...
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90°
Plantilla para construir
tu geoplano circular
-»O°!360°
270°
49
90°
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270°
50
Se quedó pensativo un momento y continuó:
— Y también podemos representar ángulos rectos, agudos,
obtusos, llanos, y las mismas partes de vuelta que con las
escuadras: octavos de vuelta, sextos de vuelta, doceavos de
vuelta... Déjenme probar a mí primero. Voy a hacer muchos
ángulos con ligas de distintos colores. Así:
180° O'W
270°
51
—Perdón —dijo—. Ahora es tu turno, Mariana. ¿Qué tal si me explicas
para qué sirve cada uno de los clavitos?
—Con mucho gusto —contestó Mariana, contenta de que Nacho le
pidiera tal explicación—. Mira, cada clavo indica un giro de 5°. Si quieres
marcar en el geoplano un ángulo de, por ejemplo, 60°, primero tienes que
dejar una liga donde está el cero. Luego, cuentas de 5 en 5 o de 10 en 10
grados hasta llegar a 60° y ahí colocas la segunda liga. Si quieres girar un
ángulo de 155°, es más fácil si giras primero un cuarto de vuelta, con lo que
ya tendrás 90°, y después vas contando de 10 en 10 hasta llegar a 150°, para
luego únicamente avanzar un clavo más y llegar a 155°. ¿Entendiste?
270°
52
Un navio cargado de ángulos
—Es este instrumento que sirve para trazar y medir ángulos con
mucha precisión. Es la mitad de una vuelta completa y por eso está
dividido en 180 partes iguales, es decir, la mitad de 360.
Nacho se inclinó por encima de la mesa y estiró las dos manos.
—A ver... ¿me lo prestas? Quiero ver sin son 180 grados.
—¡Ah! No va a ser necesario que cuentes los grados de uno en uno.
Mira, este transportador tiene dos escalas: una por fuera y otra por
dentro. ¡Cuidado, nunca debes confundirlas! Sólo vas a usar una a la vez.
Las dos escalas están graduadas de 0 a 180, pero en sentido inverso: una
en sentido horario, y otra en sentido antihorario. A partir del cero, para
facilitarnos la lectura, están escritos los múltiplos de 10 debajo de las
rayas más largas; las rayas que son un poco más cortas indican los
números terminados en 5, y los más cortitas de todas indican los demás
grados. ¿Ves?
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—Sí, es cierto —dijo Nacho—. Así es mucho más fácil contar los
grados. ¿Y ahora ya puedo usarlo? —Nacho insistía en apurarse.
Pero todavía faltaban más indicaciones:
—Todavía te faltan dos explicaciones más —le dijo Martín.
—¿Todavía? —preguntó Nacho con mucha ansiedad—. Bueno,
explícame rapidito, ¿no?
Martín y Mariana se miraron y sonrieron. Martín continuó con
calma.
—Mira, el transportador tiene dos usos: puedes utilizarlo para
construir ángulos de una medida determinada, o puedes usarlo para
medir ángulos que ya están trazados. Primero te voy a mostrar cómo
construir ángulos, paso a paso:
1) Trazas, con la regla, uno de los lados del ángulo, el que marca el inicio, como
la liga roja en el geoplano.
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4) Levantas el transportador y, con la regla
o con el borde recto del transportador,
trazas una semirrecta qtie, partiendo
del vértice del ángulo, pase por el
punto que acabas de marcar. Y ya
quedó trazado un ángulo de 78°.
Sólo te falta ponerle una
letra griega y marcar el
sentido del giro.
1) Antes que nada, tienes que fijarte si el ángulo que vas a medir es
agudo u obtuso, para que, con sólo mirarlo, ya sepas si va a medir menos
o más de 90 grados. Por ejemplo, en estos que acabo de dibujar hay uno
recto, dos agudos y un obtuso. ¿Cuál quieres que midamos primero? —y
Nacho señalo el obtuso con el dedo. Martín continuó:
55
2) Luego, haces lo mismo que para trazar ángulos: haces
coincidir el centro del transportador con el vértice del ángulo,
y que la raya que indica cero grados quede sobre ese lado.
En caso de que el lado sea muy corto y que esa raya no quede
sobre la línea, tienes que prologar el lado con la regla, hacerlo
más largo.
56
Para transportarte en la red
el material consultado.
http://www.universum.unam.mx/
http://www.conacyt.mx/comunicacion/revista/180/articulos.html
http://www.ilce.edu.mx/
http://edusat.ilce.edu.mx/home.htm
http://redescolar.ilce.edu.mx/
http://www.amc.unam.mx/
http://kan.ajusco.upn.mx/miayudante/marcoip.html
http://www.sep.gob.mx/wb2/sep/sep_Buscador?q=matematicasás=10
http://sepiensa.org.mx/
http://puemac.matem.unam.mx/index_f lash.html
http://www.f ciencias.unam.mx:8085/servlets/ciencias
http://www.dgsca.unam.mx/
http://www.mty.itesm.mx/etie/deptos/rn/Paginas/ligas/home.htm
http://www.smm.org.mx/SMMP/html/
http://www.iimas.unam.mx/
57
En la serie astro labio encontrarás:
Gandhi •
¡A girar! ¿Ángulos y grados? ¡Dales la vuelta!
se imprimió por encargo de la Comisión Nacional
de Libros de Texto Gratuitos, en los talleres de
Reproducciones Fotomecánicas, S.A. de C.V., con
domicilio en Democracias núm. 116,
Col. San Miguel Amantla, Azcapotzalco,
C.P. 02700, México, D.F., México
en el mes de noviembre de 2007.
El tiraje fue de 96,079 ejemplares.