Psicomotricidad
Psicomotricidad
Psicomotricidad
Es una técnica o disciplina para ayudar a los niños a desarrollar su movimiento corporal, la relación con los
demás, a controlar sus emociones y conocimiento integrando todo entre sí.
Este término se divide en dos: psicología (psico) y motriz (motricidad). Por tanto, cuando se hable de
psicomotricidad o psicomotriz se están refiriendo a todo lo relacionado con la psicología y la motricidad, así
como todas las complejas relaciones que existen entre estos dos campos, que son muchas. Cuando se
habla de psicología del niño se refiere a todo lo relacionado con su personalidad, autoestima, conocerse
él mismo, relaciones, emociones. Y cuando se habla de motricidad se refiere al conocimiento, conciencia
de su cuerpo, moverse, manipular objetos, equilibrio, contacto.
El progreso de un niño en su psicomotricidad le permite que sea capaz de controlar mejor sus
movimientos e impulsos emocionales, así como una mejor adaptación al medio social, familiar y escolar. El
desarrollo de la psicomotricidad lo podemos desglosar en tres partes:
A nivel motor: permite al niño dominar el movimiento corporal
A nivel cognitivo: permite mejorar la memoria, atención, concentración y creatividad
A nivel social y afectivo: permite a los niños conocerse mejor ellos mismos, afrontar sus miedos y
relacionarse con los demás.
Estructuración espacial: habilidad para comprender las relaciones espaciales que guardan los objetos
entre sí y con mi cuerpo. Dentro de este campo se engloba la puntería
Motricidad: control sobre el propio cuerpo. La motricidad en función de las partes del cuerpo que
intervienen se divide en:
Motricidad viso-motora: el cuerpo se mueve en función del sentido de la vista. Por ejemplo, podría ser
pulsar un botón u otro en función del color que sale en la pantalla
Motricidad auditivo-motora: el cuerpo se mueve en función del sentido del oído. El ejemplo más típico
es bailar al ritmo de la música.
Desarrollo motriz
Interoceptivo: según sensaciones
internas, viscerales, respiración, ritmo
cardiaco.
Desarrollo motriz
Propioceptivo: sensaciones que
vienen de los músculos, tendones y
articulaciones.
Desarrollo motriz
Exteroceptivo: sensaciones que
vienen de los sentidos.
Henri Wallon
El desarrollo de la psicomotricidad infantil va dirigido a todo tipo de niños, sin embargo, el tipo de ejercicios
que se hagan variará de las características de cada uno. La estimulación psicomotriz está más bien
dirigida a niños sin déficits y va más bien dirigida al juego, a que expresen sus capacidades, mejorar su
autoestima, afectividad, etc. Por otro lado, la reeducación psicomotriz está pensada para niños con
algún tipo de discapacidad o retrasos en el desarrollo y tiene que estar supervisada por un
profesional. En ambos casos también se busca estimular al pequeño para que socialice con sus pares a la
vez que potencia sus habilidades motoras y afectivas. Además... ¡se lo pasan genial!
- Desarrollo de la conciencia sobre el propio cuerpo. Los niños mejoran el dominio sobre su propio
cuerpo, por ejemplo, son capaces de mantener mejor el equilibrio, dejan de ser tan "patosos" (lentos) y se
verán más hábiles a la hora de practicar deportes.
Mejora de la memoria espacial. A través de la psicomotricidad van a desarrollar mejor los conceptos
espaciales, es decir, se orientarán mejor en los espacios abiertos porque se trabaja la memoria viso
espacial.
Se fomenta la creatividad y expresión de las emociones.
Más facilidad para socializar con otros niños en el futuro porque a través del juego se mejoran las
habilidades sociales.
Mayor capacidad para organizar los movimientos que se representan a partir de símbolos, signos o
planos. También la utilización de utensilios reales e incluso imaginarios.
Mejora de la autoestima grupal e individual. El niño se ve más capaz y se siente integrado dentro de un
grupo.
Mejor coordinación motora en general, equilibrio, control de la postura y facilita la adquisición del
esquema corporal porque el niño refuerza la percepción de su cuerpo.
Es una forma de canalizar la impulsividad y exceso de energía. Por eso, está especialmente indicada
para niños que son muy inquietos o que se sospeche que puedan tener hiperactividad.
Refuerza los conceptos básicos como: arriba-abajo, derecha-izquierda, dentro-fuera, etc.
El niño aprende a superar sus propios miedos, sobre todo los que están relacionados con inseguridades
sociales. Hay niños que no les gustan los deportes porque no se ven tan hábiles como el resto, eso les
causa ansiedad y miedos. Mediante la psicomotricidad aprenderán a controlar mejor su cuerpo y eso les
motivará a apuntarse a algún deporte que anteriormente habían evitado por miedo a fallar o no avanzar
como se espera que lo haga.
Se pueden prevenir patologías y lesiones porque se trabajan los músculos del cuerpo para tener mejor
dominio de ellos y así fortalecerlos.
En conclusión, la psicomotricidad tiene el papel de estimular el desarrollo de la personalidad del niño, así
como de otras áreas del desarrollo como la esfera social, intelectual, lingüística y afectiva.
LOBULOS CEREBRALES:
El lóbulo frontal, tiene que ver con el razonamiento, la planificación, el lenguaje, el movimiento, las
emociones y la resolución de problemas.
El lóbulo temporal, tiene que ver con la percepción y el reconocimiento de estímulos auditivos y la
memoria.
El lóbulo Parietal, tiene que ver con la percepción de estímulos relacionados con el tacto, la presión, la
temperatura y el dolor.
El lóbulo occipital, recibe y procesa la información visual, como la forma, el color, y el movimiento.
LA MOTIVACION
¿Qué es la motivación?
La motivación es un impulso que nos permite mantener una cierta continuidad en las acciones que
realizamos y nos acerca a la consecución de nuestros objetivos. La motivación es un elemento importante
que va a influir en nuestras conductas, percepciones, expectativas, etc.
Existen diferentes tipos de motivación, entre los que vamos a destacar dos:
Desarrollo de la motivación
Es habitual que los niños en edad preescolar y durante los primeros años de primaria presenten una
motivación predominantemente extrínseca. Aunque también podamos observar que en ocasiones los niños
se muestran interesados por determinados temas como los animales, la ciencia, etc. Son muchos los
pedagogos y profesionales de la educación que plantean que todos los niños tienen curiosidad y
disposición para aprender de forma innata, y es labor de los adultos potenciar estas capacidades.
La capacidad para controlar el proceso de aprendizaje y para razonar en términos abstractos se consolida
en la adolescencia. La función de los padres y el profesor para potenciar la motivación consiste en
emplear una amplia variedad de estímulos extrínsecos que haga que el material se convierta en
intrínsecamente motivador.
A medida que el niño crece, aumentan las posibilidades de que la motivación intrínseca sea el factor más
importante para el aprendizaje del alumno.
La capacidad para controlar el proceso de aprendizaje y para razonar en términos abstractos, que se
consolidan en la adolescencia, ayuda a que los jóvenes puedan disfrutar aprendiendo por sus propios
medios durante periodos más largos de tiempo.
Estrategias para fomentar la motivación intrínseca en los niños
• Proporcionar ambientes nuevos y variados: pudiendo asistir a actividades diferentes (deportivas,
artísticas, intelectuales, etc.), probando diferentes tipos de comida, relacionándose con personas diferentes,
etc.
• Proporcionar experiencias en las que los niños puedan controlar el ambiente: decidir, organizar, etc.
• Cada persona somos única, por lo que es importante generar espacios en los que el niño pueda
mostrar sus características personales y reconocer su individualidad.
• Potenciar las actividades y contextos que despierten el interés de los menores, teniendo en cuenta sus
gustos, preferencias y aficiones, sin imponer los nuestros.
• Realizar actividades que nos gusten y expresar el placer a realizarlas. No debemos olvidar que
constantemente estamos enseñándoles a través de nuestro ejemplo.
• Responder a las preguntas de los niños, al mismo tiempo que se les anima para que busquen sus
propias respuestas y soluciones.
• Reconocer de forma explícita sus logros y esfuerzos, haciéndoles sentir competentes.