Ensayo Del Evangelio de Mateo 2
Ensayo Del Evangelio de Mateo 2
Ensayo Del Evangelio de Mateo 2
OCTUBRE, 2021
POTOSI–BOLIVIA
INDICE
INTRODUCCION
1. ORIGEN DE MARCOS
NUEVO TESTAMENTO
3. AUTOR
4. FECHA Y LUGAR
5. CONTENIDO
5.1 Propósito
5.2 Contenido
6. BOSQUEJO
7. ENFASIS
8. PERSONAJES
9. CONCLUCION
INTRODUCCION
El Evangelio de Marcos, igual que los demás Evangelios, se trata del trabajo de Jesús. Su trabajo es
enseñar, sanar, mostrar señales del poder de Dios y por encima de todo, morir y regresar a la vida
para el beneficio de la humanidad. El trabajo de Cristo es absolutamente único. Sin embargo,
también es una parte constante del trabajo de todos los creyentes, que es cooperar con Dios para
que el mundo sea restaurado a la forma en la que Él deseó que fuera desde el comienzo. Nuestro
trabajo no es el trabajo de Cristo, nuestro trabajo tiene el mismo objetivo que el Suyo. Por tanto,
el Evangelio de Marcos no se trata sobre nuestro trabajo, sino que le da esencia a nuestro trabajo
y define la meta final del mismo.
Marcos es el Evangelio más corto. Contiene menos material de las enseñanzas de Jesús que Mateo
y Lucas. Por tanto, nuestra tarea debe ser prestarle bastante atención a los detalles en el libro
para ver cómo su Evangelio aplica al trabajo fuera de la iglesia. Los principales pasajes
relacionados con el trabajo en Marcos se dividen en tres categorías: (1) relatos acerca del llamado
mientras Jesús llama a Sus discípulos a trabajar en representación del reino de Dios, (2) las
controversias del Sabbath respecto al ciclo de trabajo y descanso y (3) las cuestiones económicas
relacionadas con la riqueza y su acumulación y el pago de impuestos. Discutiremos los relatos
acerca del llamado en la sección “El reino y el discipulado”, las controversias acerca del Sabbath
en “Ritmos de trabajo, descanso y adoración” y los episodios que tratan de los impuestos y la
riqueza en “Cuestiones económicas”. En cada una de estas categorías, Marcos se interesa
principalmente en la forma en la que los seguidores de Jesús deben ser transformados a un nivel
profundo.
Como con los otros Evangelios, Marcos se presenta en un contexto de turbulencia económica.
Durante la época romana, Galilea estaba pasando por una conmoción social y cada vez más tierras
se convertían en posesiones de pocos ricos por lo general, extranjeros y había un movimiento
general que iba de la agricultura de pequeña escala a una agricultura a gran escala basada en el
patrimonio. Los que habían sido campesinos arrendatarios alguna vez o incluso dueños de tierras
fueron obligados a trabajar por días, con frecuencia como resultado de haber perdido su
propiedad por causa de la reposesión de préstamos que tomaron para pagar los impuestos de los
romanos. En tal contexto, no es de extrañar que los temas económico y fiscal surjan en la
narrativa de Marcos y en la enseñanza de Jesús.
ORIGEN DE MARCOS
El Evangelio de Marcos es uno de los cuatro evangelios de la Sagrada Biblia, es el segundo libro, en
orden cronológico, presentado en el Nuevo Testamento. Marcos (Juan Marcos era su nombre
completo) fue un compañero de Simón Pedro, uno de los doce apóstoles que siguieron a
Jesucristo en todo Su ministerio público en la tierra. Pedro fue el nombre que le dio
personalmente Jesucristo a Simón (Marcos 3:16). Pedro estuvo muy cerca de Jesús, y después de
la crucifixión de Jesús en la cruz romana, fue uno de los fundadores de la iglesia cristiana primitiva.
Aunque el libro fue escrito por Marcos, se piensa que los hechos contenidos en él son relatos de
Pedro durante su ministerio con Jesús. Varias veces se hace referencia al autor en el Nuevo
Testamento, comenzando en el libro de los Hechos, capítulos 12 y 13, en Colosenses 4:10, y
finalmente en 2da de Timoteo 4:11. El libro de Marcos fue escrito probablemente en Italia, y tal
vez hasta en Roma. Este libro tiene 16 capítulos y es el libro más corto de los cuatro evangelios.
Sin embargo, los detalles de los eventos y milagros de Jesús en este libro son consistentes con los
otros evangelios; Mateo, Lucas y Juan.
Se sabe comparativamente poco acerca del autor de este evangelio. La tradición lo identifica con
Juan Marcos, descendiente de una familia cristiana de Jerusalén, ayudante y suplente de Pablo, de
Bernabé y quizá de Pedro. No se sabe la fecha de su nacimiento, pero probablemente era diez
años más joven que los apóstoles. En otras palabras, tenía aproximadamente veinte cuando la
crucifixión. Era hijo de María, amiga de los apóstoles, la cual se menciona en Hechos 12. En casa
de ella se celebraba la reunión de oración para interceder por la liberación de Pedro, y es posible
que su casa haya sido el cuartel general de los dirigentes cristianos en Jerusalén. Evidentemente
Pedro buscó este sitio como el primero que debía visitar después de ser librado de la prisión
(Hechos 12:12), lo cual indica que estaba seguro de encontrar allí a sus colegas, a esa hora. Puede
ser que en esta casa haya estado el “aposento alto” en donde Jesús y sus discípulos celebraron la
primera Santa Cena y en donde siguieron las reuniones de oración que precedieron al
Pentecostés.
Si esto fue así, Marcos estuvo bien relacionado con los dirigentes del movimiento cristiano casi
desde a la iniciación de éste.
La familia a la que Marcos pertenecía era de buena posición, porque su madre tenía casa propia y
sirvientes. Hayes sugiere que Marcos era “el hijo pródigo de una viuda rica”. Bernabé, primo de él,
era sin duda poseedor de algunos bienes, porque vendió una heredad, “y trajo el dinero y lo puso
a los pies de los apóstoles” (4:37). Su hogar original probablemente era Chipre; en todo caso
Bernabé procedía de allí (4:36). Parece que Marcos creció en medio en el que se combinaba la
piedad y la cultura.
Lo introdujo al ministerio su primo Bernabé, el cual, después de la visita que con Pablo hizo a
Jerusalén, según se recuerda en Hechos 11:30, volvió a Antioquía llevando consigo a Marcos
(12:25). Cuando Bernabé y Pablo fueron al primer viaje misionero, Marcos los acompañó con el
carácter de ayudante o de suplente (13:5). Permaneció con ellos trabajando juntos en Chipre,
pero cuando salieron de allí para internarse en Asia, se apartó de ellos y volvió a Jerusalén (13:13).
No se nos da la razón de su defección, pero la implicación indicaría que fue porque no se sentía
llamado a ese trabajo o porque sufrió alguna reacción emocional. Quizá no le gustaba la compañía
de Pablo; quizá no le interesaba la misión entre los gentiles. El hecho es que no siguió adelante
con ellos.
Después del regreso a Antioquía y del concilio que tuvo lugar en Jerusalén, Bernabé quiso que
Juan Marcos les acompañara en su segundo viaje. Bernabé quiso que Juan marcos les acompañara
en su segundo viaje. Pablo se opuso porque Marcos “no fue con ellos a la obra” (15:37-39). El
desacuerdo entre ellos fue tan manifiesto que tuvieron que separarse. Bernabé tomó a Marcos y
navegó a Chipre, mientras Pablo con un nuevo ayudante, salió para seguir la misión en Asia.
En este punto, probablemente cerca del año 50 D.C., Marcos desaparece de la narración del
Nuevo Testamento y no vuelve a aparecer durante diez años. Sin embargo, en la epístola a los
Colosenses, Marcos se ha reunido de nuevo al grupo de Pablo en Roma y el apóstol le recomienda
a la iglesia de Colosas.
Algún tiempo después, Pablo le describe diciendo que “me es útil para el ministerio” (II Tim. 4:11).
El antiguo desacuerdo ha quedado liquidado; Marcos evidentemente recobró la estimación de
Pablo. Parece igualmente probable que estuvo asociado con Pedro por esta misma época (I Pedro
5:13). No cabe duda que estuvo en la iglesia desde muy al principio y que participó en el
testimonio activo desde Jerusalén hasta Roma durante los años comprendidos desde el 30 hasta
el 65 D.C. Una tradición, preservada por Eusebio, dice que marcos fue el fundador de las iglesias
de Alejandría.
NUEVO TESTAMENTO
Es muy importante conocer la época en que han sido escritos los textos de la Biblia para facilitar
su comprensión, por eso trataremos de aproximarnos al contexto histórico en el cual se desarrolló
la vida y misión de Jesús de Nazaret, la de sus primeros seguidores y la de las primeras
comunidades cristianas.
Recordemos que Jesús, y sus primeros seguidores vivieron en un tiempo de gran agitación y de
grandes esperanzas políticas y religiosas. Las comunidades cristianas de aquella época se
encontraban en territorios pertenecientes al imperio romano, al cual también pertenecía
Palestina, que había sido el escenario de la vida de Jesús de Nazaret. El imperio romano, tal como
lo encontramos en el siglo I d.C., es el resultado de una larga historia. A lo largo de esa historia dos
fueron los factores que hicieron posible su dominio y su esplendor. Por un lado, su capacidad
militar y organizativa, apoyada en un derecho público desarrollado; y por otro, su capacidad para
asumir la cultura.
1.2Escenario geográfico
El imperio romano alcanzó su máximo esplendor en el siglo I d.C. Por entonces sus fronteras se
extendían desde España hasta el Eufrates, y desde el río Danubio hasta el gran desierto del
Sahara. En el centro de este vasto imperio se encontraba el mar Mediterráneo, al que los romanos
llamaban, con razón, “mar interior”, y también, con cierto orgullo, “nuestro mar”. En el extremo
más oriental de la cuenca mediterránea se encuentra la provincia de Siria, de la que dependía el
reino vasallo de Judea, escenario de la vida de Jesús y de las primeras comunidades cristianas.
Posteriormente el cristianismo se extiende por las tres grandes penínsulas de Asia Menor, Grecia e
Italia. Todos los territorios del imperio estaban comunicados por una amplia red de carreteras y
por las rutas marítimas que cruzaban el Mediterráneo. Ambos caminos, los de tierra y los del mar,
estaban bien protegidos; por ellos circulaban los comerciantes, los correos imperiales, los
predicadores itinerantes y los ejércitos.
1.4Situación económica
Las parábolas de Jesús y los relatos de los evangelios ofrecen algunos datos significativos sobre la
situación económica de Palestina en el siglo I d.C.: grandes terratenientes que arriendan sus
campos a cambio de una parte de los frutos ( Mc 12,1-12), jornaleros que se reúnen cada día en la
plaza esperando ser contratados ( Mt 20,1-16), recaudadores de impuestos ( Mc 2,13-14; Lc 19,1-
10), mendigos pidiendo limosna en los cruces de los caminos (Mc 10,46-52).
En Galilea, la región más rica de Palestina, la economía estaba basada en la agricultura y la
ganadería. En torno al lago de Genesaret la pesca era la principal fuente de riqueza. Existía
también una pequeña industria (cerámica y conserva de pescado) y un comercio rudimentario,
controlado desde las ciudades.
En la región de Judea, sin embargo, el suelo era menos rico y sólo era posible cultivar viñedos y
olivares, y criar ganado donde los pastos lo permitían. Dentro de Judea, la situación económica de
Jerusalén era más próspera, pues gracias a las peregrinaciones al templo y a los impuestos
religiosos llegaban a ella riquezas que eran controladas por las familias sacerdotales. En la
situación del imperio, aunque existían provincias más ricas y otras más pobres, las estructuras
económicas eran básicamente las mismas. Había una economía familiar basada, sobre todo, en la
agricultura, la pequeña industria y el comercio; y una economía pública, que se alimentaba de los
impuestos y que costeaba lo que hoy llamaríamos los gastos públicos: la administración, el
ejército y las construcciones públicas.
La agricultura estaba controlada por grandes terratenientes, que empleaban a los esclavos y
jornaleros en el cultivo de la tierra. La industria, por su parte, se desarrollaba junto a las ciudades
donde los diversos gremios vivían agrupados ( Hch 18,1-4; 19,23-41), mientras el comercio florecía
gracias a las buenas comunicaciones por tierra y por mar. Cualquier contratiempo suponía que los
más indefensos eran privados de sus tierras o tenían que venderse como esclavos para pagar sus
deudas, aunque a veces preferían huir a las montañas y aumentar las filas de los grupos de
resistencia, que vivían del pillaje y acosaban a los romanos.
La situación del resto del imperio no era muy diferente, y a estos elementos básicos hay que
añadir todo un mal sistema tributario, que sólo servía para alimentar las arcas del estado y para
enriquecer a los gobernantes y recaudadores, a costa de la población autóctona de las provincias,
sobre todo, de las capas más bajas de la sociedad.
Existe un acuerdo general de que se puede identificar a Marcos, el autor tradicional de este
Evangelio, con el Juan Marcos de Hechos 12:12.12 Este joven dejó su hogar en Jerusalén para
acompañar a Bernabé y a Pablo como ayudante en el primer viaje misionero (Hch. 13:5), pero se
separó de ellos en Perga y regresó a Jerusalén (Hch. 13:13). Al comienzo del segundo viaje,
Bernabé propuso que Marcos les acompañara, pero Pablo no estuvo de acuerdo con él (Hch.
15:37), ocasionando así una división entre Pablo y Bernabé. De la asociación de Marcos con
Bernabé después de este incidente Lucas no ha dejado ningún informe. La lealtad de Bernabé
hacia el joven Marcos es explicada, al menos en parte, por su consanguinidad. De Colosenses 4:10
nos enteramos que Marcos era primo de Bernabé. El mismo pasaje revela que Marcos estaba con
Pablo en el momento de la redacción de la carta, lo que implica que su amistad había sido
restaurada y también su colaboración en la obra del Señor (Flm. 24). En este momento Marcos
estaba a punto de hacer un viaje hacia Asia Menor. Más tarde Pablo anheló su presencia y su
ayuda durante sus últimos días de prisión en Roma (2 Ti. 4:11). La asociación de Marcos con Pedro
está atestiguada por 1 Pedro 5:13, donde el afectuoso término "mi hijo" puede indicar la
esperanza de Pedro de que Marcos de algún modo llevaría adelante su obra, así como Pablo
esperaba que Timoteo hiciese lo mismo en su propio caso. Marcos no se ha introducido a sí
mismo en las páginas del relato evangélico, con la posible excepción del caso en que se refiere a
cierto joven que siguió a Jesús después de su arresto, luego de que los discípulos habían huido. Su
captura por parte de los soldados fue evitada áldes prenderse él de su vestimenta cuando ellos
trataban de agarrarlo al huir en la noche (Mr. 14:51-52). La introducción de un hecho tan aislado
apunta, con bastante lógica, más al autor que a cualquier otra persona. Stauffer observa lo
siguiente, "Bien pudiera ser que Marcos deseaba introducir su propio retrato en algún 'rincón
oscuro' de esta escena nocturna, como gustan hacer los artistas, aun los de la antigüedad". El
haber servido a Bernabé, a Pablo, y también a Pedro, capacitó a Marcos para la tarea de relatar el
ministerio de Jesús de modo tal que en-fatizase su misión (Mr. 10:45).
2 fecha y lugar
De los hechos anteriores podemos sacar algunas deducciones:
2. Pudo haber sido testigo ocular de algunos de los hechos consignados en el evangelio que lleva
su nombre.
3. Fue un íntimo asociado de los dirigentes apostólicos de la iglesia primitiva, y debió haber estado
bien informado de la predicación de Jesús, y de las “buenas nuevas” que aquéllos propagaban.
4. Fue él mismo participante en el trabajo de predicación, y testigo del principio del trabajo
misionero entre los gentiles.
A estos hechos se puede añadir otros dos tomados del mismo evangelio:
Si esto se refiere a Marcos, entonces él fue testigo ocular de las últimas horas de la vida de
Jesús, y resulta perfectamente claro que la posteridad debe mucho del recuerdo de esas horas a
Marcos. Si fue así, la fecha del evangelio de Marcos puede colocarse dentro de los límites de una
generación a partir de la crucifixión, aun cuando se conceda que estos dos hombres hayan sido
niños cuando ésta ocurrió. Es digno de notarse que el sermón consignado en Hechos está apegado
al bosquejo del contenido de Marcos. Por medio de todas estas consideraciones puede llegarse a
la conclusión de que este evangelio es el producto de uno de los jóvenes predicadores de la época
apostólica, que estuvo perfectamente relacionado con el mensaje referente a Jesús y que lo se
escribió tal como lo oyó, sin elaboración o embellecimientos de ninguna clase.
La anterior discusión acerca del autor ha descubierto ya muchas de las evidencias existentes con
relación a la fecha del evangelio. El estrecho acuerdo que con Marcos guardan Mateo y Lucas, en
cuyos evangelios se puede encontrar la mayor parte del material de Marcos, ha hecho que
muchos crean que Mateo y Lucas usaron a Marcos como fuente informativa, y que el documento
escrito precedió a los otros dos evangelios. Semejante conclusión nos llevaría a creer o bien que
Marcos fue escrito en época muy temprana, o que los otros se escribieron en época posterior. El
evangelio de Marcos es terso, claro y certero, con un estilo adecuado para apelar a la mente
romana que se impacientaba con disertaciones abstractas o de índole literaria.
3 Contenido
3.1 Proposito
Marcos tiene la intención de presentar la historia de Jesús como "evangelio". Este título es sin
embargo ambiguo, ya que puede significar tanto el evangelio que Jesucristo predicó, como el
evangelio acerca de Jesucristo. En esta oscuridad reside precisamente la llave a lo que Marcos
está tratando de decir. Jesús sin duda predicó las buenas nuevas de Dios que tienen que ver con
del reino de Dios y con la necesidad del hombre de arrepentirse (1:14); pero por otra parte la
persona y obra del Señor están vinculadas con el evangelio del modo más estrecho posible (10:29;
13:9,10). Esto sirve de modelo para la iglesia, que debe continuar predicando el evangelio,
centrándolo alrededor de la misión del Hijo de Dios. El fuerte énfasis en la predicación puede
explicar la relativamente poca atención que se presta a la enseñanza de Jesús. Al énfasis sobre
Jesús como Hijo de Dios, Marcos añade la auto-inter-pretación de Jesús con respecto a su misión
en términos del concepto del iJesus and His Story, p. 121. 14Prólogo antimarcionita a Marcos.
Introducción al Nuevo Testamento Siervo, incluyendo tanto la actividad del ministerio como la
culminación en su muerte vicaria, (10:45). También parecería haber una vena apologética, cuya
intención sea la de explicar cómo fue que este divino Hijo de Dios pudo ser rechazado por su
propio pueblo, entre el cual él ministraba. La dureza de corazón llevó a la falta de aprecio por su
ministerio (3:5) y culminó en su repudio oficial por parte del Sanhedrín (14:61-64). Aun los
discípulos tenían cierta dureza de corazón, pero ésta tenía que ver con su incapacidad de captar
su enseñanza (6:52; 8:17). Ellos no eran, empero totalmente deficientes en su fe y lealtad. Es
posible que Marcos haya querido que la publicación de su Evan-gelio alentase a la iglesia romana,
que por esta época estaba empezando a sentir los efectos de la persecución a manos de Nerón. El
menciona la persecución como la suerte del discípulo en un lugar donde los otros si-nópticos no la
mencionan (10:30).
4.2 CONTENIDO
Marcos pone gran énfasis en el silencio requerido por Jesús en co-nexión con sus curaciones y sus
exorcismos . Una prohibición similar es impuesta sobre los discípulos res-pecto a su carácter
mesiánico y lo revelado en la transfiguración . Esta demanda de secreto y silencio puede ser
entendida como un reconoci-miento por parte de Jesús de que solamente la consumación de su
ministerio podría eliminar la falsa concepción de su misión que tenían sus discípulos. La
prohibición sobre el público pertenece a la primera parte del ministerio, y aquella sobre los
discípulos es aplicable a partir de Cesárea de Filipo.
Marcos hace notar repetidamente que cuando Jesús enseñaba o via-jaba, grandes multitudes se
reunían alrededor de él . Introducción al Nuevo Testamento fiaban a Jesús. Todas estas cosas son
muy comprensibles si Marcos estaba tratando de reproducir el modo de hablar de Pedro. El de
Marcos es el Evangelio de la acción.
Ellos se animan, por ejemplo, a criticar a Jesús por decir que alguien le tocó en la multitud , cosa
que Mateo omite y Lucas suaviza. Otro ejemplo es el de la perplejidad de los tres discípulos en el
monte de la transfiguración ante lo que pudiera significar la referencia de Jesús respecto a
resucitar de entre los muertos , un punto que está ausente en los otros sinópticos. La indignación
de Jesús ante los discípulos que rechazaban a aquellos que traían a los pequeños a él tampoco
aparece en el relato de Mateo y de Lucas. El Evangelio Según Marcos rechazara a la mujer
sirofenicia que le estaba molestando .
En consecuencia, decir que Marcos no siente amor por los discípulos es una exageración. Marcos
es de modo preponderante el Evangelio de la pasión de Cristo. Como ya se notara en el estudio de
la crítica textual, la así llamada «conclusión abrupta» de este Evangelio sin duda representa el fin
de las palabras de Marcos. En los últimos años han surgido algunas voces a favor de la idea de que
esta conclusión era el fin del Evanglio tal como Marcos mismo lo quiso.
6. Bosquejo
Es difícil hacer el bosquejo de Marcos debido al carácter impresionista del evangelio, porque para
lograr el efecto que el autor se propone alcanzar sobre sus lectores parece que se apoya más
sobre el impacto total que producirá el evangelio que sobre el clímax de cada una de las
secciones. A pesar de todo esperamos que el bosquejo siguiente proporcione una buena guía para
entender la estructura del libro.
Las palabras “Hijo de Dios”, que aparecen en el texto de la Versión Reina-Valera, están omitidas
en el texto griego de Nestlé y en el de Westcott y Hort, a pesar del apoyo unido que les prestan los
manuscritos B y D.
I. La Preparación 1:2-13
El bosquejo anterior se da en forma un poco más detallada que el que dimos en Mateo, para que
se puedan descubrir los diversos elementos de la estructura de Marcos. A diferencia de Mateo
que sigue principalmente el tema del Mesías, Marcos se ocupa de la actividad de Jesús como Hijo
de Dios, que en este caso es también el Siervo de Dios. Este evangelio dice poco acerca del
ministerio que en cualquier época haya tenido Jesús en Jerusalén antes de su pasión, aunque
Jesús debió haber estado en aquella ciudad varias veces antes de su última visita. Este bosquejo
muestra también n desarrollo en el pensamiento de Marcos.
7. Énfasis
Como ya hicimos notar, Marcos es el evangelio de la acción. De las setenta parábolas y
expresiones parabólicas que se encuentran en los evangelios, Marcos tiene solamente
dieciocho, aunque algunas de ellas se encuentran ocupando apenas el espacio de una frase cada
una. Considerando su tamaño, Marcos, sin embargo, concede más espacio a los milagros que el
que le dan cualquiera de los otros evangelios, porque de un total, posiblemente de treinta y
cinco, Marcos consigna dieciocho. Claro se ve, que Marcos tiene más interés en hechos que en
teorías.
Marcos es el evangelio de las reacciones personales. A través de todas sus páginas se hace
mención de las reacciones de los auditorios que escuchaban a Jesús. La narración presenta su
propia apelación como si en el reflejo de la mente popular uno pudiera ver la evaluación de las
actitudes modernas hacia Jesús. Además de estas notas incidentales de la reacción popular se
consignan muchas otras entrevistas de Jesús y hasta observaciones referentes a su aspecto
personal .
8. Personajes
Marcos no se especializa en bocetos biográficos, aunque muchos de los personajes de sus páginas
están más definidamente grabados que los que se presentan en Mateo. el mancebo que se escapó
de los soldados en el huerto (14:51, 52), Alejandro y Rufo (15:21), Simón el leproso (14:3) se
mencionan como conocidos del autor y posiblemente también de sus lectores. La referencia a
Alejandro y a Rufo es particularmente interesante, puesto que implica que los lectores de Marcos
los conocían y eran sus contemporáneos. Si Rufo se identifica con el que se menciona en Romanos
16:13, la fecha de Marcos puede colocarse entre los años 56-66 D.C., y confirmarse, además, que
originalmente se escribió en Roma. Sin embargo, Marcos no menciona tantas personas como
Lucas, ni las usa como modelos con la amplitud con que lo hacen Lucas y Juan. Demuestra haber
estado más interesado en el desarrollo de su relato que en el análisis de personajes individuales.
El hecho de que nombre alguno sugiere que posteriormente se convirtieron en celebridades
dentro de la comunidad cristiana, antes de que el evangelio se escribiera.
CONCLUSION
Un sacrificio tan radical es imposible sin la gracia. La gracia de Dios es el milagro que transforma la vida
y el trabajo para que seamos capaces de vivir y servir en el reino de Dios mientras habitamos en el
mundo caído. Sin embargo, es poco común que la gracia de Dios llegue por medio de una
transformación instantánea. La historia de los discípulos es de fracaso y restauración, de cambio
eventual, no inmediato. Así como ellos, nuestro servicio en el reino de Dios sigue manchado por el
pecado y el fracaso. Así como ellos, sabemos que es necesario arrepentirnos de bastantes pecados en
el camino. Pero, tal vez, también seremos como ellos al dejar un legado permanente en el mundo, un
reino cuyas fronteras han sido expandidas por nuestra actividad y cuya vida ha sido enriquecida por
nuestra ciudadanía. Por más difícil que sea renunciar a las cosas que nos impiden seguir a Cristo al
máximo en el campo laboral, descubrimos que servirle en nuestro trabajo es mucho más gratificante
(Mr 10:29–32) que servirnos a nosotros mismos y a nuestra necedad.