HIDROCELE
HIDROCELE
HIDROCELE
Definición y clasificación
• Comunicantes. Producidos por la persistencia del conducto peritoneo vaginal. Gráfica No. 1A.
• No comunicantes: En los cuales no hay comunicación con el peritoneo. Este tipo es raro en
niños y frecuente en los adultos. Se produce por un desequilibrio entre la producción y la
reabsorción de líquido producido a nivel de la vaginal que es un mesotelio. Usualmente se
presentan después de procesos inflamatorios, trauma escrotal o como evento iatrogénico después
de la corrección quirúrgica de un varicocele o menos frecuentemente de una hernia inguinal(1).
Gráfica No. 1B.
Epidemiología y fisiopatología
Aunque son variables los reportes en la literatura, en un estudio reciente se describe la presencia
de hidrocele en el 4.7% de pacientes sometidos a circuncisión neonatal, siendo bilateral en un
68.7% de los casos(2).
Durante la vida embrionaria el testículo es inicialmente un órgano intra abdominal y para poder
descender por el conducto inguinal durante el tercer trimestre de la gestación hasta el escroto
requiere que el peritoneo de la cavidad abdominal protruya a través del anillo inguinal profundo
siguiendo al gubernáculum testis, conformando así el conducto peritoneo vaginal. Este conducto
debe obliterarse una vez el testículo ha alcanzado su posición escrotal normal pero no hay
suficiente claridad en que momento se produce su obliteración y es evidente que como hallazgo
incidental en autopsias o en laparoscopia de preescolares o escolares puede estar el conducto
permeable sin que esto tenga significancia clínica(1).
El hidrocele comunicante y la hernia inguinal (Gráfica No. 1.C) en los pacientes pediátricos tienen
la misma fisiopatología, la persistencia del conducto peritoneo vaginal, pero su diferencia estriba
en que en la hernia el amplio diámetro de la persistencia de dicho conducto permite el paso de
contenido de la cavidad peritoneal (intestino, epiplón, estructuras genitales, etc.) hacia el canal
inguinal y en ocasiones hasta el escroto (hernia inguino escrotal), mientras que en el hidrocele sólo
se produce el paso de líquido peritoneal. Dado que su etiología es similar es claro que pueden
coexistir las dos patologías describiéndose en la literatura que el 19% de las hernias pueden tener
hidrocele concomitante(3).
Los hidroceles no comunicantes en el paciente pediátrico son poco frecuentes (menos del 5% de
los hidroceles del recién nacido) y se cree son producidos por una obliteración tardía del conducto
peritoneo vaginal. Usualmente son grandes y bilaterales, con tensión significativa que no permite
la palpación del testículo.
El cierre del conducto peritoneo vaginal puede ocurrir de manera segmentaria en cualquier parte
de su recorrido dejando líquido atrapado en cualquier parte, a lo largo del cordón espermático, e
independiente del testículo, constituyendo el cuadro de hidrocele del cordón. Este tipo de
hidroceles también puede ser comunicante o no comunicante (4).
Gráfica No 2 Aspecto clínico de un hidrocele abdomino escrotal con extensión hacia el canal
inguinal y a tensión.
CUADRO CLÍNICO
El motivo de consulta más frecuente en los casos de hidrocele es el aumento del contenido
escrotal que en los casos del hidrocele comunicante puede ser fluctuante. Frecuentemente los
padres describen que en las mañanas el aumento del contenido escrotal prácticamente no es
evidente y que este se presenta de manera progresiva durante el día en relación a la posición de
bipedestación y las actividades que incrementan la presión intra abdominal, incluyendo el llanto
(1). En algunos casos situaciones que elevan de manera significativa la presión intra abdominal
pueden hacer evidente un hidrocele no detectado previamente, por ejemplo niños con
estreñimiento severo o con cuadros respiratorios con tos intensa.
El diagnóstico diferencial es más complejo en los casos de hidroceles del cordón que pueden ser
confundidos con hernias no reductibles o en los casos de hidrocele abdomino escrotal en los que
estudios diagnósticos adicionales pueden ser útiles(5).
Vale la pena hacer una observación final, ante la evidencia de hidroceles de aparición súbita o de
muy corta evolución es importante descartar la presencia de un tumor testicular, dado que el
hidrocele como síntoma de una neoplasia testicular puede estar presente hasta en un 6% de los
casos y se encuentra hidrocele asociado al tumor en 15 a 20% de los casos (6).
Diagnóstico
La mayoría de veces el diagnóstico se puede hacer con la clínica y con los hallazgos al examen
físico.
En caso de haber duda diagnóstica tiene validez la realización de una ecografía testicular, la que
debe ser realizada con transductor de alta frecuencia (7.5 ó 10 Mhz). Los escenarios en los que
está indicada la ecografía testicular son: Ver Gráfica No. 2
-. Hidroceles de corta evolución para descartar la presencia de tumor testicular.
-. Hidroceles grandes en los que se tiene la percepción que hay extensión hacia el canal inguinal
para descartar la presencia de un hidrocele abdomino escrotal.
-. Dudas desde el punto de vista de diagnóstico diferencial que no permitan descartar la presencia
de una hernia inguinal.
Gráfica No 2. A. Ecografía de hidrocele izquierdo a tensión con disminución del volumen testicular.
* demuestra líquido en la cavidad vaginal. B. Ecografía de hidrocele del cordón. ** demuestra el
hidrocele del cordón completamente independiente del testículo.
Tratamiento
Se ha visto en la literatura reciente una tendencia al cambio con respecto a la edad para la
corrección del hidrocele (7). Es claro que la historia natural del hidrocele puede ser hacia la
resolución espontánea y antes se consideraba que si el hidrocele persistía después del año de
edad debía ser corregido. Información reciente da cuenta que realmente no hay estudios a largo
plazo que demuestren hasta que edad es posible que se de la obliteración espontánea del
conducto peritoneo vaginal para establecer cuál es la edad adecuada para la corrección quirúrgica
del hidrocele por lo cual se propone al menos esperar hasta los 2 años de edad para su corrección.
En general en nuestra práctica actual esperamos hasta los 2 años y ofrecemos cirugía si hay
evidencia de fluctuación del volumen del contenido escrotal que indica de manera inequívoca que
hay una persistencia del conducto peritoneo vaginal. Hidroceles pequeños no fluctuantes pueden
manejarse de manera expectante.
Existen pacientes con presión intra abdominal elevada en los que los hidroceles comunicantes
tienden a no resolver espontáneamente como son los niños en programas de diálisis peritoneal y
los que tienen derivaciones ventrículo peritoneales por hidrocefalia. En tales casos está indicada la
corrección temprana.
Bibliografía
1. Hagerty JA, Yerkes EB. Pediatric Scrotal Masses. Clinical Pediatric Emergency Medicine.
Marzo, 2009, vol. 10, no. 1, p. 50-55
2. Osifo OD, Osaigbovo EO. Congenital hidrocele: Prevalence and outcome among male
children who underwent neonatal circumcision in Benin City, Nigeria. Journal of Pediatric
Urology. Junio, 2008, vol. 4, no. 3, p. 178-182
3. Ein SH, Njere I, Ein A. Six thousand three hundred sixty-one pediatric inguinal hernias: a
35- year review. Journal of Pediatric Surgery. Mayo, 2006, vol. 43, no. 4 , p. 980-986
4. Chang YT, Lee JY, Wang JY, Chiou CS. Hydrocele of the spermatic cord in infants and
children: Its particular characteristics. Urology. Julio, 2010, vol. 76, no. 1 , p. 82-86
5. Kajbafzadeh AM, Talab SS, Elmi A, Mahboubi AH, Pourmalek P. Modified scrotal approach
for correction of abdominoscrotal hidrocele in chlidren: Clinical presentation and
description of the technique. Urology. Julio, 2010, vol. 76, no. 1, p. 87-91
6. Agarwal PK, Palmer JS. Testicular and Paratesticular neoplasms in prepubertal males.
Journal of Urology. Septiembre, 2006, vol. 176, no. 3, p. 875-881
7. Hall NJ, Ron O, Eaton S, Pierro A. Surgery for hidrocele in children – an avoidable excess?.
Journal of Pediatric Surgery. Diciembre, 2011. Vol. 46, no. 12, p. 2401-2405
8. Lau ST, Lee YH, Caty MG. Current management of hernias and hydroceles. Seminars in
Pediatric Surgery. Febrero, 2007, vol. 16, no. 1, p. 50-57