La Ultima Cena
La Ultima Cena
La Ultima Cena
El autor:
Leonardo da Vinci es uno de los grandes genios del Renacimiento (Cinquecento), destacando como artista, inventor y
descubridor. Nació en 1452 en Vinci, siendo hijo ilegítimo de un notario florentino. Se crió en Florencia y aprendió en el taller de
Verrocchio (orfebre y escultor protegido de los mecenas Medici) en donde se codeó con Boticelli y el Perugino. Con 20 años ya
es maestro independiente, interesándose mucho por descubrir nuevas técnicas para trabajar al óleo. Sin embargo, continuó
ligado al taller de Verrocchio hasta prácticamente su marcha de Florencia. Su reputación crecía y los encargos aumentaban. En
1482 se traslada a Milán, ofreciendo sus servicios a Ludovico Sforza, Duque de Milán; había marchado a Milán como embajador
de Florencia, dentro del plan de los Medici de difusión del arte florentino como motivo de prestigio e instrumento de
propaganda cultural. Tras la invasión de Milán por las tropas francesas, regresa a Florencia y realiza múltiples disecciones,
mejorando y perfeccionando su conocimiento de la anatomía.En 1507 entró al servicio de Luis XIII de Francia, para quien trabajó
como pintor e ingeniero. Entre 1513 y 1516 está en Roma, pero consciente de que no puede competir con Miguel Ángel acepta
la invitación de Francisco I de Francia y se traslada allí, falleciendo en el castillo de Cloux, cerca de Amboise, en 1519.
Su producción estuvo marcada por el interés hacia el claroscuro y el sfumato, la técnica con la que difumina los
contornos, consiguiendo una excelente sensación atmosférica como se aprecia en su obras más famosas, la Gioconda y esta. Su
faceta como dibujante también es destacable, conservándose una gran cantidad de apuntes.
Leonardo representó una ruptura con los modelos universales establecidos durante el Quattrocento. Se opuso al
concepto de "belleza" ideal, defendiendo la imitación de la naturaleza con fidelidad, sin tratar de mejorarla. Y así contempla la
fealdad y lo grotesco, como en sus dibujos de personajes deformes y cómicos, considerados las primeras caricaturas de la
historia del arte. Su dominio del color y la atmósfera le hace también el primero en ser capaz de pintar el aire. La perspectiva
aérea o atmosférica, como hoy se conoce, es una característica inconfundible de su obra, en especial de los paisajes. Leonardo
fue el primero en considerar que la distancia se llenaba con aire y que éste hacía que los objetos lejanos perdiesen nitidez y se
viesen azulados. Trató de demostrar el carácter científico de la pintura y tuvo mucho interés por las proporciones del cuerpo
humano, del caballo y de la arquitectura.
Proyectó un Tratado sobre pintura y sobre proporciones que no llegó a publicar.