Manual Familia
Manual Familia
Manual Familia
Capítulo 1
Generalidades del Derecho de Familia
Concepto de Derecho de Familia. Muy sintéticamente se puede señalar
que es el conjunto de normas que regulan, protegen y organizan a la familia.
Del mismo modo, si se quiere es un conjunto metódico y sistemático de
normas, principios e instituciones que regulan las relaciones jurídicas personales,
patrimoniales y extrapatrimoniales, derivadas del estado civil, la filiación y el
parentesco.
Capítulo 2
Principios inspiradores del Derecho de Familia
Principios inspiradores del Derecho de Familia. Además de los
principios señalados, muchos de los cuales también se manifiestan dentro del
ámbito del Derecho de la Familia, existen otros propios.
1. PRINCIPIO DE LA CONSTITUCIÓN CRISTIANA DE LA FAMILIA. El matrimonio
monogámico es pilar del Derecho de Familia, en la medida que es el elemento
aglutinador de todos y cada uno de los elementos que constituyen las relaciones de
familia de un sujeto: el estado civil, la filiación, etc.
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en el Derecho de Familia el factor decisivo es el estado civil, pues será éste el que
determine todo el estatuto jurídico de un sujeto en sus relaciones sociales, cuando
éstas provengan de sus relaciones de familia.
8. PRINCIPIO DE LA INTERVENCIÓN MÍNIMA DEL ESTADO. El Derecho de familia,
pese a reconocer un ostensible sesgo de orden público en sus contenidos y
disposiciones, no puede llegar al punto de intervenir sino en los casos en que sean
graves o extremos.
Capítulo 3
El parentesco
Concepto. El parentesco es la relación de familia que existe entre dos
personas. Y estas relaciones se establecen atendiendo al vínculo de sangre
(parentesco de consanguinidad) o la existencia de matrimonio (parentesco de
afinidad). Antes se distinguía en cada cual si tenían un origen legítimo o no, pero
esta distinción se suprimió por la Ley N° 19.585.
Parentesco de afinidad. “Es el que existe entre una persona que está o ha
estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer” (art. 31). Esto implica la
existencia de matrimonio, y no desaparece con la muerte de uno de los que le
dieron origen de ese modo.
El parentesco en este caso existe entre el que está o ha estado casado y los
consanguíneos del otro, no involucrando por ende a consanguíneos del primero.
“La línea y el grado de afinidad de una persona con un consanguíneo de su
marido o mujer, se califican por la línea y el grado de consanguinidad de dicho
marido o mujer con el dicho consanguíneo. Así, un varón está en primer grado de
afinidad, en la línea recta, con los hijos habidos por su mujer en anterior
matrimonio; y en el segundo grado de afinidad, en la línea transversal, con los
hermanos de su mujer” (art. 31 inciso 2°).
casos en que la ley dispone que se oiga a los parientes de una persona, se
entenderán comprendidos en esa denominación el cónyuge de ésta y sus
consanguíneos de uno y otro sexo, mayores de edad. A falta de consanguíneos en
suficiente número serán oídos los afines”. Tales casos son, por ejemplo, los de los
arts. 437 y 446.
Capítulo 4
El estado civil
1. NOCIONES PREVIAS
hijo, etc.); o bien, c) en relación con la sociedad en general (tal como nacional o
extranjero).
De todos los aspectos señalados el primero y el último se ven en otros lugares
de los estudios de Derecho; el segundo, por su importancia, corresponde verlo acá.
Definición y concepto. El estado civil está definido en el art. 304, pero por
su amplitud, que la hace más cercana a la capacidad, la doctrina prefiere usar otra.
1. DEFINICIÓN LEGAL. Art. 304: “el estado civil es la calidad de un individuo, en
cuanto le habilita para ejercer ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones
civiles”.
2. CONCEPTO DOCTRINARIO. Calidad permanente que un individuo ocupa en la
sociedad, derivada de sus relaciones de familia.
Con más latitud, pero en igual sentido, Carlos Ducci la ha definido como “la
situación permanente de un individuo dentro de la sociedad, que deriva de sus
relaciones de familia en cuanto le habilita para ejercer ciertos derechos o contraer
ciertas obligaciones”.
Los medios de prueba del estado civil. El estado civil puede acreditarse
por los medios que la ley franquea para ese fin, y que desde este punto de vista
pueden ser generales, propios para acreditar o desvirtuar un estado civil
controvertido, como especiales, atendiendo si hay reglas particulares para probar
ciertos hechos constitutivos de estado civil o que inciden en ciertos derechos y
obligaciones relacionados con él, como ser la edad y la muerte.
Medios de prueba generales. Hay que dejar claro que el principal medio
de prueba son las partidas, y que de un modo secundario, a falta de ellas,
procederán los demás medios probatorios que indicaremos. Así lo señala el art.
309.
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Cuarto medio: Testigos. Procede la prueba del estado civil por medio de las
declaraciones de testigos que hayan presenciado los hechos constitutivos del estado
civil, y según el mismo inciso 1° del art. 309, a propósito del matrimonio, la
celebración del mismo.
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contra de los cuales el hijo puede dirigir la acción o continuarla, y los herederos del
hijo fallecido cuando éstos se hagan cargo de la acción ya iniciada o decidan
entablarla (art. 317).
La prueba de la colusión sólo es posible si la acción se intenta dentro de los
cinco años subsiguientes a la sentencia (art. 319).
Capítulo 5
Normas internacionales y constitucionales del
derecho de familia
Instrumentos generales.
• Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948, Naciones Unidas.
• Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948,
Organización de Estados Americanos.
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966, Naciones Unidas.
En vigencia internacional desde el 23 de marzo de 1976, publicado en el Diario
Oficial el 30 de abril de 1989.
• Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966,
Naciones Unidas. En vigencia internacional desde el 3 de enero de 1976, publicado
en el Diario Oficial el 27 de mayo de 1989.
• Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de San José de
Costa Rica, 1969, Organización de Estados Americanos. En vigencia internacional
desde el 18 de julio de 1978, publicado en el Diario Oficial el 5 de enero de 1991.
Instrumentos específicos.
• Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), 1989, Naciones Unidas. En
vigencia internacional desde el 2 de septiembre de 1990, publicada en el Diario
Oficial el 27 de septiembre de 1990. Existe también la Declaración de los Derechos
del Niño, precedente de aquélla, de 1959.
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Capítulo 6
El Acuerdo de Unión Civil
La Ley N° 20.830, bajo el epígrafe “Crea el acuerdo de unión civil” fue
publicada en el Diario Oficial de 21 de abril de 2015, y entró en vigencia seis meses
después, esto es, el 22 de octubre de dicho año.
considerarán indivisos por mitades entre los convivientes civiles, excepto los
muebles de uso personal necesario del conviviente que los ha adquirido; b) Para
efectos de la ley, se tendrá por fecha de adquisición de los bienes aquella en que el
título haya sido otorgado; c) Se aplicarán a la comunidad formada por los bienes a
que se refiere las reglas del Párrafo 3° del Título XXXIV del Libro IV del Código
Civil.
Partición de los bienes dejados por los convivientes civiles. Si bien los
asuntos que se promuevan entre los convivientes civiles deberán ser conocidos por
los Tribunales de Familia, la liquidación de los bienes comunes podrá efectuarse de
común acuerdo por los convivientes civiles o sus herederos. También podrán las
partes o sus herederos, de común acuerdo, someter la liquidación al conocimiento
de un juez partidor, otorgándole incluso el carácter de árbitro arbitrador.
o haya sido la vivienda principal de la familia, así como del mobiliario que lo
guarnece, excedan su cuota hereditaria.
Trámite judicial para poner fin al AUC. En los casos indicados de la letra
a) a la e), se deberá notificar al otro conviviente civil, mediante gestión voluntaria
ante el tribunal con competencia en materias de familia, en la que podrá
comparecer personalmente. Tal notificación deberá practicarse por medio de
receptor judicial.
La falta de notificación no afectará el término del acuerdo de unión civil, pero
hará responsable al contratante negligente de los perjuicios que la ignorancia de
dicho término pueda ocasionar al otro contratante. Quedará relevado de esta
obligación si el miembro de la pareja a quien debe notificarse se encuentra
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hogar común, uno de los convivientes civiles no pudo desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa durante la vigencia del acuerdo de unión civil, o lo hizo en
menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a que, cuando se produzca
el término del acuerdo por las causales señaladas en las letras d), e) y f) del artículo
precedente, se le compense el menoscabo económico sufrido por esta causa. Esta
compensación se regulará y determinará en la forma prevista en los artículos 62 a
66 de la ley N° 19.947.
Con todo, si el acuerdo terminare por aplicación de lo previsto en la letra e) del
artículo 26 de la ley (voluntad unilateral de uno de los convivientes civiles, que
deberá constar por escritura pública o acta otorgada ante oficial del Registro Civil),
la notificación de la terminación unilateral deberá contener mención de la
existencia de este derecho, así como la constancia de la fecha en la que fue
subinscrita la terminación. En este caso, la compensación económica podrá
demandarse ante el tribunal de familia competente, dentro del plazo de seis meses,
contado desde la fecha de subinscripción de la terminación del acuerdo de unión
civil en el registro a que hace referencia el artículo 6°.
Capítulo 7
Los esponsales o promesa de matrimonio
Definición. Consiste en la promesa de matrimonio mutuamente aceptada
(art. 98). La palabra “esponsales” viene del latín spondere, que significa prometer.
Aunque pareciera ser una pieza de arqueología propia de épocas en que los
matrimonios se convenían y las dotes se negociaban, los esponsales tienen
aplicación en otros países, la que sin ser generalizada, de todas maneras evita su
muerte y sepultación como institución.
Efectos.
1. EN RELACIÓN A LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO. Según el art. 98 inciso 2°,
“no se podrá alegar esta promesa (…) para pedir que se lleve a efecto el
matrimonio”.
2. EN RELACIÓN AL PAGO DE LA MULTA QUE SE HUBIERA ESTIPULADO. 1) Según el
mismo art. 98 inciso 2°, “no se podrá alegar esta promesa (…) para demandar
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Capítulo 8
El matrimonio
Regulación normativa del matrimonio. El matrimonio está regulado por
la mencionada Ley N° 19.947, que establece la nueva Ley de Matrimonio Civil; los
efectos del matrimonio y las relaciones entre los cónyuges y entre éstos y sus hijos,
se rigen por las disposiciones respectivas del Código Civil, tal como se encarga de
señalarlo el art. 1° de la ley indicada.
Capítulo 9
Requisitos y efectos del matrimonio
Existencia del matrimonio. Para que un matrimonio exista ante el
Derecho, debe reunir una serie de requisitos. Estos se clasifican en requisitos de
existencia y de validez.
a) La ausencia de los requisitos de existencia implican, como su nombre lo
sugiere, que el matrimonio no nace a la vida del derecho. Ni siquiera hablamos de
una nulidad, en donde el acto es válido pero susceptible de ser dejado sin efecto por
el ordenamiento jurídico; aquí, en cambio, hablamos de un efecto muchísimo más
radical, en la medida que el acto matrimonial ni siquiera nace, ya que no existe en
absoluto.
Recordemos que la inexistencia más que una sanción (que implica un juicio
atributivo de reproche por parte del sistema jurídico ante la ocurrencia de una
acción u omisión), es un efecto que tienen los actos jurídicos celebrados o
ejecutados con omisión de alguno de los requisitos necesarios para su existencia en
el mundo del Derecho.
b) La ausencia de los requisitos de validez, en cambio, en nada obstan a la
existencia del matrimonio: sólo apuntan a una deficiencia estructural cuya mayor o
menor gravedad son determinadas por el legislador y que por consiguiente también
acarrearán sanciones distintas. El acto es válido, sólo que sancionable por no
respetar la ley.
La diferenciación entre ambos aspectos, esto es, el distinguir entre requisitos
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inciso 2°).
e.2) Proporcionar información relevante. Para tal efecto deberá entregar a los
futuros contrayentes información suficiente (no dice que sea verbal o escrita)
acerca de las finalidades del matrimonio, de los derechos y deberes recíprocos que
produce y de los distintos regímenes patrimoniales del mismo (art. 10).
e.3) Comunicaciones. El oficial deberá, asimismo, prevenir a los contrayentes
respecto de la necesidad de que el consentimiento sea libre y espontáneo, como
también comunicar la existencia de cursos de preparación para el matrimonio, si
no acreditaren que los han realizado. Los futuros contrayentes podrán eximirse de
estos cursos de común acuerdo, declarando que conocen suficientemente los
deberes y derechos del estado matrimonial. Este inciso no se aplicará en los casos
de matrimonios en artículo de muerte.
f) Infracción de las mencionadas obligaciones. El inciso final del art. 10 indica
que “la infracción a los deberes indicados no acarreará la nulidad del matrimonio
ni del régimen patrimonial, sin perjuicio de la sanción que corresponda al
funcionario en conformidad a la ley”.
g) Acreditación del asenso. Nos remitimos a lo ya señalado.
h) Los cursos de preparación para el matrimonio. Según el art. 11, los cursos
de preparación para el matrimonio tendrán como objetivo promover la libertad y
seriedad del consentimiento matrimonial que se debe brindar, particularmente en
su relación con los derechos y deberes que importa el vínculo, con el fin de
contribuir a que las personas que deseen formar una familia conozcan las
responsabilidades que asumirán de la forma más conveniente para acometer con
éxito las exigencias de la vida en común.
2. LA INFORMACIÓN.
a) Concepto (art. 14). Es la comprobación, mediante dos testigos, de que los
futuros contrayentes no tienen impedimentos ni prohibiciones para contraer
matrimonio. Los testigos pueden ser los mismos que luego participen en la
celebración del matrimonio. También puede definirse como el acto solemne que
tiene por objeto atestiguar por los interesados, mediante dos testigos por lo menos,
sobre el hecho de que no tienen impedimentos ni prohibiciones para contraer
matrimonio.
b) Origen. Su origen es canónico, donde las denominadas proclamas daban
publicidad al acto matrimonial, de manera que cualquiera que tuviese
conocimiento de la existencia de algún impedimento lo pudiera dar a conocer.
3. MATRIMONIO QUE NO REQUIERE DE MANIFESTACIÓN NI INFORMACIÓN. El inciso
final del art. 17 dispone que “el matrimonio en artículo de muerte podrá celebrarse
ante el Oficial del Registro Civil, sin los trámites previos de la manifestación e
información”.
Capítulo 10
La separación
Tipos de separación. La ley distingue dos tipos de separación: la de hecho
(que puede ser regulada convencional o judicialmente) y la separación judicial, que
analizaremos en los párrafos siguientes.
1. LA SEPARACIÓN DE HECHO
Regulación convencional.
1. CONTENIDO DEL ACUERDO. Hay una serie de aspectos que pueden o deben
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Regulación judicial.
1. PROCEDENCIA DE LA REGULACIÓN JUDICIAL. Procederá a falta de acuerdo de los
cónyuges. Para tal efecto el art. 23 dispone que a falta de acuerdo, cualquiera de los
cónyuges pueda solicitar el procedimiento judicial para regular una serie de
aspectos que de inmediato indica.
2. CONTENIDO DEL ACUERDO. El procedimiento judicial que se sustancie servirá
para reglar los siguientes aspectos de las relaciones mutuas:
• los alimentos que se deban;
• los bienes familiares o las materias vinculadas al régimen de bienes del
matrimonio;
• las relaciones con los hijos, como los alimentos, el cuidado personal o la
relación directa y regular que mantendrá con ellos el padre o madre que no los
tuviere bajo su cuidado, y
• las otras materias concernientes a sus relaciones mutuas o a sus relaciones
con los hijos.
3. PROCEDIMIENTO Y ASPECTOS PROCESALES.
a) Procedimiento. Las materias de conocimiento conjunto a que se refiere el
art. 23, se ajustarán al mismo procedimiento establecido para el juicio en el cual se
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2. LA SEPARACIÓN JUDICIAL
Causales que puede alegar uno de los cónyuges. El art. 26 establece que
la separación judicial podrá ser demandada por uno de los cónyuges si mediare
falta imputable al otro, siempre que constituya una violación grave de los deberes y
obligaciones que les impone el matrimonio, o de los deberes y obligaciones para
con los hijos, que torne intolerable la vida en común
Esta norma está relacionada con el art. 54, que establece causales de divorcio
con disolución de vínculo, en un planteamiento similar. Como puede verse, los
cónyuges no están obligados a divorciarse en caso de presentarse la falta, ya que
pueden optar por separarse judicialmente y perseverar en el vínculo; de este modo
logra consagrarse el principio de protección de la familia.
Código Civil), el deber de socorro (arts. 131 y 134), el deber de ayuda mutua (art.
131); el deber de protección recíproca (art. 131), el deber de convivencia (art. 133) o
el deber de respeto recíproco (art. 131).
3. O BIEN QUE CONSTITUYA UNA VIOLACIÓN GRAVE DE LOS DEBERES Y OBLIGACIONES
PARA CON LOS HIJOS. Estos se encuentran regulados en Título IX del Libro I del
Código Civil (“De los derechos y obligaciones ente los padres y los hijos”: arts. 222 y
siguientes), y en la Ley N° 14.908, sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones
Alimenticias.
Como vemos, estos dos últimos aspectos no son copulativos: puede existir
violación grave de los deberes y obligaciones respecto del cónyuge, o respecto de los
hijos, o respecto de ambos. Pero uno u otro caso deben reunir el requisito que
indicamos de inmediato.
4. QUE LA INFRACCIÓN GRAVE DEBA SER DE TAL ENTIDAD, QUE TORNE INTOLERABLE
LA VIDA EN COMÚN. Esta es una cuestión de hecho, que queda al arbitrio judicial
determinar.
sea incompatible con la vida separada de ambos, tales como los deberes de
cohabitación y de fidelidad, que se suspenden (art. 33).
¿Estamos en presencia de una enumeración taxativa? El empleo del término
“tales como” daría pie para ello. Cabe entonces agregar que además de los deberes
indicados, se suspende el deber de convivencia.
2. EFECTOS EN EL RÉGIMEN MATRIMONIAL. El art. 34 dispone que por la
separación judicial termina la sociedad conyugal o el régimen de participación en
los gananciales que hubiere existido entre los cónyuges.
Sin embargo, lo indicado es sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 147 del
Código Civil, en virtud del cual la disolución de estos regímenes no afecta los
derechos de usufructo, uso o habitación, que se hubieren constituido a favor del
cónyuge no propietario sobre los bienes declarados como familiares.
3. EFECTOS EN MATERIA SUCESORIA. El derecho de los cónyuges a sucederse entre
sí no se altera por la separación judicial: así lo dispone el art. 35. Dado que no se ha
disuelto el vínculo conyugal, los derechos sucesorios de los cónyuges no se afectan
de manera alguna.
Sin embargo, se exceptúa el caso de aquel de los cónyuges que hubiere dado
lugar a la separación por su culpa. En relación con lo indicado el art. 994 del
Código Civil señala que “el cónyuge separado judicialmente, que hubiere dado
motivo a la separación por su culpa, no tendrá parte alguna en la herencia
abintestato de su mujer o marido”, y en virtud del art. 1182 inciso 2° del mismo
código pierde su calidad de legitimario: “Tampoco [será legitimario] el cónyuge que
por culpa suya haya dado ocasión a la separación judicial”.
En relación con todo lo anterior el juez efectuará en la sentencia la declaración
correspondiente, y de la que se dejará constancia en la subinscripción.
4. EFECTOS EN MATERIA DE ALIMENTOS. El art. 174 del Código Civil dispone que el
cónyuge que no haya dado causa a la separación judicial tendrá derecho a que el
otro cónyuge lo provea de alimentos según las reglas generales, lo cual constituye
una manifestación de la protección de la buena fe que detenta. El art. 177 del
Código Civil, verdadera norma de clausura, dispone que si la culpabilidad del
cónyuge contra quien se ha obtenido la separación judicial fuere atenuada por
circunstancias graves en la conducta del cónyuge que lo solicitó, podrá el juez
moderar el rigor de las disposiciones precedentes.
5. OTROS EFECTOS EN MATERIA PATRIMONIAL.
a) En materia de donaciones. El art. 172 del Código Civil permite al cónyuge
inocente revocar las donaciones que hubiere hecho al culpable, siempre que éste
haya dado causa al divorcio o a la separación judicial por adulterio, sevicia atroz,
atentado contra la vida del otro cónyuge u otro crimen de igual gravedad. Esta
disposición se refiere a las donaciones irrevocables que los cónyuges se hubieren
hecho antes del matrimonio, pues las donaciones efectuadas durante su vigencia se
consideran siempre revocables.
b) En materia de compraventa. Decretada la separación judicial, con
autoridad de cosa juzgada, podrían los cónyuges celebrar entre sí el contrato de
compraventa, ya que según lo dispuesto en el art. 1796 del Código Civil “es nulo el
contrato de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente (…)”.
c) En materia de prescripción adquisitiva. Según el art. 2509 del Código Civil,
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Capítulo 11
De la terminación del matrimonio por muerte
Enumeración de las causales. Son cuatro: 1) por la muerte natural de uno
de los cónyuges; 2) por la muerte presunta, cumplidos que sean los plazos
señalados en la ley; 3) por sentencia firme de nulidad, y 4) por sentencia firme de
divorcio (art. 42).
En buenas cuentas, pueden sintetizarse en tres causales: muerte, nulidad y
divorcio. Estas últimas, por su importancia, las veremos en forma separada.
Capítulo 12
De la terminación del matrimonio por nulidad
Generalidades de la nulidad. La ley establece mecanismos jurídicos a fin
de invalidar o sancionar aquellos actos en que falta la idoneidad para producir sus
efectos propios, a causa de un defecto intrínseco del mismo, sea por la falta de sus
elementos constitutivos o algún otro vicio. En este marco, la nulidad se erige como
la sanción por excelencia en caso de infracción. Al respecto, el art. 1681 del Código
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Civil señala que “es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos
que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la
calidad o estado de las partes”.
La nulidad, sin embargo, pese a ser sanción común a las instituciones jurídicas
del derecho privado, tiene rasgos propios en el caso del matrimonio.
en conformidad con las leyes del mismo país, producirá en Chile los mismos efectos
que si se hubiere celebrado en territorio chileno”. Sin embargo, es un con requisito:
“siempre que se trate de la unión entre un hombre y una mujer”.
b) Respecto a las causales de nulidad. El mismo art. 80 indica que “podrá ser
declarado nulo de conformidad a la ley chilena, el matrimonio celebrado en país
extranjero que se haya contraído en contravención a lo dispuesto en los arts. 5°, 6°
y 7° de esta ley”, así como tampoco valdrá en Chile el matrimonio que se haya
contraído en el extranjero sin el consentimiento libre y espontáneo de los
contrayentes.
c) Respecto a la legislación aplicable en la nulidad. Regla contenida en el art.
84: “la ley que rija el divorcio y la nulidad del matrimonio se aplicará también a sus
efectos”.
1. LA ACCIÓN DE NULIDAD
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2. EL MATRIMONIO PUTATIVO
Texto legal. Contenido originalmente en el art. 122 del Código Civil, la norma
fue trasladada al art. 51 de la Ley de Matrimonio Civil. El art. 51 señala que “el
matrimonio nulo que ha sido celebrado o ratificado ante el Oficial del Registro Civil
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produce los mismos efectos civiles que el válido respecto del cónyuge que, de buena
fe y con justa causa de error, lo contrajo, pero dejará de producir efectos civiles
desde que falte la buena fe por parte de ambos cónyuges”.
Requisitos.
a) Que el matrimonio haya sido declarado nulo. O sea, una nulidad declarada,
no una nulidad en potencia.
b) Que el matrimonio se hubiere celebrado ante Oficial del Registro Civil o
ante un ministro de culto perteneciente a una entidad religiosa con personalidad
jurídica de derecho público, y ratificado en el plazo legal ante el Oficial del
Registro Civil.
c) Buena fe. Se requiere que al menos uno de los cónyuges lo haya celebrado
con la convicción de que era válido, o sea, obrando con la conciencia de haber
celebrado del matrimonio en forma exenta de vicios y cualquier fraude, lo que es
aplicación las reglas especiales que tratan de la buena fe enunciadas a propósito de
la posesión (art. 706 del Código Civil). No estará de buena fe aquel de los cónyuges
que tenía un vínculo matrimonial no disuelto, pero sí lo estará el otro que hubiera
estado ignorante de tal circunstancia.
d) Que haya habido justa causa de error. El error es la ignorancia, el
desconocimiento excusable que se incurrió al momento de celebrar el matrimonio,
como por ejemplo, si los contrayentes eran hermanos, pero ninguno lo sabía.
Ámbito de aplicación.
a) Si ambos cónyuges contrajeron el matrimonio de buena fe y con justa
causa de error. Este matrimonio producirá los mismos efectos civiles que el válido
respecto de ambos cónyuges.
b) Si solamente uno de los cónyuges contrajo el matrimonio de buena fe y con
justa causa de error. Al igual que en el caso anterior, este matrimonio producirá
los mismos efectos civiles que el válido, pero sólo respecto del cónyuge de buena fe,
señalando además la ley:
• Si sólo uno de los cónyuges contrajo matrimonio de buena fe, éste podrá
optar entre: 1) reclamar la disolución y liquidación del régimen de bienes que
hubieren tenido hasta ese momento, o bien 2) someterse a las reglas generales de la
comunidad (art. 51 inciso 2°).
• Las donaciones o promesas que por causa de matrimonio se hayan hecho por
el otro cónyuge al que casó de buena fe, subsistirán no obstante la declaración de la
nulidad del matrimonio (art. 51 inciso 3°).
c) Si ninguno de los cónyuges contrajo el matrimonio de buena fe ni hubo
justa causa de error. Pese a que podría aplicarse plenamente el efecto de la
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Capítulo 13
El divorcio
2. TIPOS DE DIVORCIO
1. CUÁNDO SE ENTIENDE QUE LA FALTA ES GRAVE. Ya sabemos que debe existir una
falta imputable al otro cónyuge, pero la ley añade que dicha falta debe constituir
una violación “grave” de los deberes y obligaciones que les impone el matrimonio, o
de los deberes y obligaciones para con los hijos.
El legislador no ha precisado lo que ha de entenderse por la gravedad de la
violación, pero recurriendo a la segunda acepción del término descrito en el
Diccionario de la Real Academia Española, tenemos que grave significa “grande, de
mucha entidad o importancia”. Tan grande, de tal entidad e importancia es la
violación del deber u obligación que “torna intolerable la vida en común”.
2 QUIÉNES SON LOS AFECTADOS POR LA FALTA. La violación grave de los deberes y
obligaciones que el matrimonio impone puede afectar a los cónyuges o bien a los
hijos.
a) A los cónyuges. Será la generalidad de las causales que veremos de
inmediato.
b) A los hijos. En este caso la procedencia de las causales es obviamente más
restringida en la enumeración del art. 54: 1) atentado contra la vida o malos
tratamientos graves contra la integridad física o psíquica de alguno de los hijos; 2)
alcoholismo o drogadicción; 3) tentativa para prostituir a los hijos, y 4) falta
imputable que torne intolerable la vida en común.
3. ESTAMOS FRENTE A UNA CAUSAL GENÉRICA. El art. 54 inciso 2° señala que “se
incurre en dicha causal, entre otros casos (…)”, lo cual nos indica que estamos
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se deben cumplir y acreditar los demás requisitos establecidos por la ley. En ese
sentido la causal no es el mutuo consentimiento, sino el cese efectivo de
convivencia en el que además ha cesado el affectio maritalis.
Causales de divorcio-remedio
(cese efectivo de la convivencia, plazo de tres años)
Requisitos.
1. PRIMER REQUISITO: CESE EFECTIVO DE LA CONVIVENCIA POR UN PLAZO MÍNIMO DE
TRES AÑOS. El art. 55 inciso 3° dispone que habrá lugar al divorcio cuando se
verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal de a lo menos tres años, y
reuniéndose los demás requisitos legales.
Rige aquí también la norma del inciso 4° del art. 55 en virtud de la cual se
entenderá que el cese de la convivencia no se ha producido con anterioridad a las
fechas a que se refieren los arts. 22 y 25, según corresponda.
2. SEGUNDO REQUISITO: CUMPLIMIENTO POR EL DEMANDANTE DE SUS OBLIGACIONES
DE ALIMENTOS PARA CON SU CÓNYUGE E HIJOS. Si hay un incumplimiento reiterado,
pudiendo hacerlo, no habrá lugar al divorcio. Nótese que la ley exige que el
incumplimiento sea reiterado (no basta por ende uno solo), y que sea bajo la
condición de poder hacer el cumplimiento. Recordemos que respecto de los
alimentos de menores de edad, la Ley N° 14.908, sobre Abandono de Familia y
Pago de Pensiones Alimenticias, presume que el alimentante tiene los medios para
otorgarlos, debiendo por ende acreditar la situación contraria. Sin embargo, esta
presunción rige sólo para este efecto, y estimamos que no es aplicable a la norma
en comento.
La cláusula de dureza. Con este nombre se la da a la facultad que se le
otorga al juez de Familia de denegar la demanda de divorcio por causal de cese
efectivo de la convivencia por a lo menos tres años, por incumplimiento reiterado
de obligación alimenticia por parte del demandante (artículo 55 de la Ley de
Matrimonio Civil). Sin embargo, este requisito ha sido interpretado en forma
flexible por los tribunales, en razón que muchas veces las mujeres demandadas de
divorcio, a fin de entorpecer la demanda, alegan el no pago de las pensiones, que
muchas veces han quedado años sin cobrar y que precisamente las cobran al
momento de la demanda.
Interrupción del plazo. Rige también para este efecto el inciso final del art.
55, respecto a que la reanudación de la vida en común de los cónyuges, con ánimo
de permanencia, interrumpe el cómputo de los plazos estudiados.
4. LA ACCIÓN DE DIVORCIO
Capítulo 14
La compensación económica
Concepto. La compensación económica es el conjunto de prestaciones
(generalmente por una suma de dinero) que tiene derecho recibir el cónyuge más
débil, a propósito del divorcio o nulidad de matrimonio, con el objeto de
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• Se puede afirmar, con cautela, que es una mezcla entre una prestación de
alimentos e indemnizatoria.
• Tiene una duración determinada; no es indefinida en el tiempo.
• No admite revisión posterior.
• No constituye renta para efectos tributarios.
Procedencia.
1. REGLAS GENERALES
a) Procede si uno de los cónyuges: 1) no pudo desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa durante el matrimonio, o bien 2) lo hizo en menor medida
56
Capítulo 15
Efectos del matrimonio
Enumeración. Los efectos del matrimonio abarcan una serie de aspectos que
en su desarrollo, prácticamente engloban todo lo que queda de este trabajo. Pero
podemos enumerarlos de este modo: 1) los relacionados con la persona de los
cónyuges, que estudiaremos a continuación, y que podemos denominar el “estatuto
personal”; 2) el relacionado con los bienes de los cónyuges, lo cual configura un
“estatuto real” y genera así un amplísimo campo en el cual encontramos los
regímenes matrimoniales (sociedad conyugal, separación de bienes, participación
en los gananciales) y otras instituciones; y 3) el relacionado con la persona de los
hijos, que configura la filiación. Todo esto sin considerar otras instituciones
paralelas que tienen un mayor o menor grado de contacto con el matrimonio o sus
efectos, como el caso de las guardas y del derecho de alimentos.
Capítulo 16
Los bienes familiares
Concepto. Como señalamos, los bienes familiares buscan la protección de la
familia mediante la afectación de los bienes que le sirven de vivienda, como
asimismo los demás que señala la ley, a un estatuto jurídico privilegiado que busca
conservar su unidad en el tiempo y de destino para la protección del núcleo
familiar.
Para ello la ley señala los bienes que pueden ser familiares, la forma de
afectación y desafectación de los mismos, y una serie de otros aspectos.
Su carácter excepcional está recalcado por el art. 140, al indicar que “las reglas
de los artículos precedentes sufren excepciones o modificaciones por las causas
siguientes: 1ª la existencia de bienes familiares”.
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Afectación de los bienes familiares. Para que un bien pueda ser declarado
familiar existen dos mecanismos: la afectación por declaración judicial, o bien por
una declaración unilateral solemne.
Capítulo 17
Los regímenes matrimoniales en general y las
convenciones matrimoniales
Características.
a) Son un acto jurídico bilateral, esto es, una convención. Y como tal, el acto
deberá reunir todos los requisitos de existencia y de validez propios de todo acto
jurídico; sin embargo, en el caso de las capitulaciones matrimoniales algunos de
éstos escapan a las reglas generales y tienen una regulación propia, como veremos
inmediatamente.
b) Afectan tanto a los esposos como a los terceros que contraten con ellos.
c) Son solemnes.
en los gananciales”.
Este artículo era originalmente más restringido, pues sólo permitía el traspaso
desde sociedad conyugal o desde separación parcial al de separación total.
Capítulo 18
La sociedad conyugal
Concepto. Es la sociedad de bienes que se forma entre los cónyuges por el
hecho de contraer matrimonio y a falta de pacto en contrario.
Una definición más amplia indica que es aquel régimen de comunidad
restringida que se forma entre los cónyuges por el hecho de contraer matrimonio y
a falta de pacto en contrario, y en que la administración la tiene ordinariamente el
marido y puede tenerla un curador, que será primeramente la mujer, y en que a su
disolución como régimen los cónyuges se reparten por mitades las ganancias que
hubieren obtenido.
Algunos aspectos de la sociedad conyugal han sido criticados a la luz de los
tratados internacionales incorporados a nuestro ordenamiento jurídico. Los
veremos más adelante.
Productos del trabajo. Según el art. 1725 N° 1°, incluye “los salarios y
emolumentos de todo género de empleos y oficios, devengados durante el
matrimonio”.
Efectuemos algunas precisiones:
a) Qué involucra el concepto “salarios y emolumentos de todo género”. El
concepto es amplio, por lo que puede comprender: 1) sueldos de empleados
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Frutos. Según el art. 1725 N° 2°, incluye “los frutos, réditos, pensiones,
intereses y lucros de cualquiera naturaleza, que provengan, sea de los bienes
sociales, sea de los bienes propios de cada uno de los cónyuges, y que se devenguen
durante el matrimonio”.
Algunos aspectos:
a) Cuándo el fruto está o no devengado. Se aplican las reglas generales: los
frutos civiles se devengan día a día (art. 790), mientras que en los naturales se
requiere distinguir si se encuentran pendientes o percibidos.
b) Qué frutos incluye. Abarca: 1) tanto frutos civiles como naturales; y 2) frutos
que provienen de los bienes propios de los cónyuges como de los bienes sociales.
c) Modos como adquiere la sociedad conyugal estos frutos. Son dos:
1) accesión, en el caso que el fruto sea producido por un bien social; y 2) por ley (un
derecho legal de goce), en el caso que el fruto provenga de bienes propios de los
cónyuges.
d) El marido ¿tiene usufructo sobre los bienes de la mujer? Aunque un
examen superficial nos diga lo contrario (la ley utiliza en algunos pasajes ese
término), la respuesta es negativa: en buenas cuentas, porque se contradice en
muchos aspectos con la estructura jurídica del usufructo.
Tesoros. Señala el art. 1731 que “la parte del tesoro, que según la ley
pertenece al que lo encuentra, se agregará al haber de la sociedad, la que deberá al
cónyuge que lo encuentre la correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que
según la ley pertenece al dueño del terreno en que se encuentra, se agregará al
haber de la sociedad, la que deberá recompensa al cónyuge que fuere dueño del
terreno”.
De este modo, la parte del tesoro que de conformidad con la ley pertenece al
dueño del terreno, pasa a formar parte del haber de la sociedad conyugal si el
terreno pertenece a ella.
72
Minas. Dice el art. 1730: “las minas denunciadas por uno de los cónyuges o
por ambos se agregarán al haber social”. Esta norma es repetida en el art. 25 del
Código de Minería.
Concepto. Está formado por aquellos bienes que entran a formar parte del
patrimonio de la sociedad conyugal, pero que otorgan al cónyuge propietario un
crédito o recompensa, y que se hace efectivo a la época de la disolución de la
sociedad conyugal.
Concepto. Está formado por aquellos bienes que no entran al haber aparente
ni real de la sociedad, conservándose en el patrimonio propio o personal de cada
uno de ellos.
Situación jurídica de estos bienes. Por ser bienes propios del cónyuge, las
consecuencias que se producen son las siguientes: 1) los aumentos y mejoras que se
introduzcan en ellos pertenecen al cónyuge propietario; 2) su pérdida por caso
fortuito sólo afecta al cónyuge titular de ellos; 3) disuelta la sociedad conyugal, se
retiran en especie, y 4) su administración pertenece al marido.
1.4. La subrogación
Concepto. Forman el pasivo absoluto todas las deudas que son sociales,
entendiendo por tales las que buscan satisfacer necesidades comunes del núcleo
familiar, y que la sociedad está obligada a pagar, sin derecho a recompensa.
3. LAS RECOMPENSAS
cuantiosa a favor de un tercero que no sea descendiente común, con exclusión de:
1) si la donación fue a un tercero, ésta fue de poca monta y se justifique por las
circunstancias que la ley señala; y 2) si la donación fue a un descendiente común,
se imputa por regla general a gananciales, salvo que conste que el cónyuge ha
querido asumirla con sus bienes propios (arts. 1742 y 1747).
c) Por las expensas de toda clase hechas en la adquisición o cobro de los bienes,
derechos o créditos que pertenezcan al cónyuge (art. 1745).
d) Por el pago de la sociedad de una multa o indemnización proveniente de un
delito o cuasidelito del cónyuge (art. 1748).
Facultades del marido. Tiene facultades amplias, pero con limitaciones. Así
se encarga de dejarlo claro el art. 1749 inciso 1°: “el marido es jefe de la sociedad
conyugal, y como tal administra los bienes sociales y los de su mujer; sujeto,
empero, a las obligaciones y limitaciones que por el presente Título se le imponen y
a las que haya contraído por las capitulaciones matrimoniales”.
Como podemos ver, las limitaciones tienen dos orígenes: 1) las establecidas por
los esposos en las capitulaciones matrimoniales; y 2) las impuestas por el Título
XXII del Libro IV del Código Civil.
En relación con los bienes propios del marido. El marido dispone de las
mismas facultades que tenía al momento de contraer matrimonio, sólo que los
frutos de esos bienes ingresan al haber social.
En relación con los bienes propios de la mujer. Según la regla del art.
1749, ya vista, “el marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los
bienes sociales y los de su mujer”. La única facultad que tiene la mujer es autorizar
al marido en ciertos casos, pues el inciso final del art. 1754 dispone que “la mujer,
por su parte, no podrá enajenar o gravar ni dar en arrendamiento o ceder la
tenencia de los bienes de su propiedad que administre el marido, sino en los casos
de los arts. 138 y 138 bis”.
En relación con la constitucionalidad del inciso final del art. 1754, nos
remitimos a lo señalado más arriba.
Para su entendimiento, veremos qué actos puede ejecutar el marido por sí solo
y cuáles requieren de autorización.
Facultades del tercero. Siendo un tercero extraño, se rige por las reglas
generales aplicables a los tutores y curadores.
herederos, con la misma limitación. En todo caso, esta renuncia puede hacerse en
cualquier momento, esto es, desde el momento que va desde la disolución de la
sociedad conyugal, mientras no ingrese ningún bien social al patrimonio de la
mujer.
Características de la renuncia.
a) Es un acto puro y simple; no admite modalidades.
b) Es un acto jurídico unilateral. Requiere sólo la voluntad de la mujer o de
sus herederos.
c) Es irrevocable, salvo que se pruebe la existencia de engaño, error, fuerza o
se la deje sin efecto en razón del fraude que genera a los acreedores del
renunciante.
d) Es consensual. La ley no señala formalidades, salvo el caso de renuncia que
se efectúe por medio de capitulaciones matrimoniales.
Capítulo 19
El patrimonio reservado de la mujer casada
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De conformidad al art. 150, “la mujer casada de cualquier edad podrá dedicarse
libremente al ejercicio de un empleo, oficio, profesión o industria”. Respecto de
ellos, la mujer “se considerará separada de bienes”.
Esto corresponde a lo que doctrinariamente se conoce como peculio
profesional o industrial.
Capítulo 20
Capacidad de la mujer casada
en la sociedad conyugal
Planteamiento. Ya vistos el régimen de sociedad conyugal, los problemas
que plantea su constitucionalidad, y el funcionamiento del patrimonio reservado,
podemos entrar a revisar los aspectos que se presentan con la capacidad de la
mujer casada en sociedad conyugal, aspecto que tiene gran connotación práctica y
evidentes inconvenientes.
94
Capítulo 21
La separación de bienes
Generalidades. En la separación de bienes, régimen alternativo al de
sociedad conyugal, cada cónyuge conserva y administra su propio patrimonio, y
dentro del cual goza de absoluta libertad de administración. Al respecto el art. 152
señala que separación de bienes “es la que se efectúa sin separación judicial, en
virtud de decreto del tribunal competente, por disposición de la ley o por
convención de las partes”.
En verdad en la separación de bienes no hay propiamente un régimen de
bienes entre los cónyuges, ya que hay ausencia de él.
En su virtud, los cónyuges separados de bienes administran, con plena
independencia el uno del otro, los bienes que tenían antes del matrimonio y los que
adquieren durante éste, a cualquier título (art. 159 inciso 1°).
es sin perjuicio de lo dispuesto respecto de los bienes familiares (art. 159 incisos 2°
y final).
observarán las disposiciones del Título VI, párrafo 3 del Libro I”.
Nos remitimos a lo señalado a propósito de la administración extraordinaria,
ya estudiada.
b) Apremio en caso de pago de pensiones alimenticias. Según el art. 19 de la
Ley N° 14.908, sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias, la
mujer podrá pedir separación judicial en caso que, obligado el alimentante al pago
de pensiones alimenticias en su favor o en el de sus hijos comunes, hubiere sido
apremiado dos veces de la forma señalada en los arts. 14 y 16 de la indicada ley.
c) Insolvencia del marido. Así lo dispone el inciso 1° del art. 155.
d) Mal estado de los negocios del marido. Señala al respecto el inciso 4° del
art. 155: “si los negocios del marido se hallan en mal estado, por consecuencia de
especulaciones aventuradas, o de una administración errónea o descuidada, o hay
riesgo inminente de ello, podrá oponerse a la separación, prestando fianza o
hipotecas que aseguren suficientemente los intereses de la mujer”.
e) Administración fraudulenta del marido. Lo establece como causal el inciso
1° del art. 155. Se entiende por tal la que implica la ejecución deliberada de actos
ilícitos con el fin de perjudicar a la mujer. No puede el marido aquí ofrecer
cauciones que aseguren suficientemente los intereses de la mujer.
Esta causal es irrenunciable, en caso contrario, estaríamos ante una
condonación del dolo futuro, hecho prohibido por la ley (artículo 1465 del Código
Civil), tampoco se puede enervar la acción rindiendo caución.”
f) Incumplimiento de deberes matrimoniales. Específicamente los consagrados
en los arts. 131 y 134, según lo dispone el inciso 2° del art. 155. Aquéllos se refieren
a los deberes de fidelidad y de socorro y contribución, ayuda mutua, respeto y
protección recíprocos, o bien incurre en alguna causal de separación judicial, según
los términos de la Ley de Matrimonio Civil (arts. 26 y 27 de dicha ley).
g) Ausencia injustificada del marido. En caso de ausencia injustificada del
marido por más de un año, la mujer podrá pedir la separación de bienes.
h) Separación de hecho. La mujer podrá pedir la separación de bienes si, sin
mediar ausencia, existe separación de hecho de los cónyuges.
Cuando las partes no hubieren regulado mediante acuerdo sus relaciones
mutuas, podrá cualquiera de los cónyuges solicitar que mediante procedimiento
judicial se reglen tales relaciones, relaciones que comprenden “las materias
vinculadas al régimen de bienes del matrimonio”, según el artículo 23 de la Ley de
Matrimonio Civil.
Capítulo 22
98
(sea pactada antes o en el acto del matrimonio) puede ser sustituida por pacto de
separación total celebrado durante el matrimonio (arts. 1792-1 inciso 3°, y 1792-27
N° 6°).
créditos y obligaciones entre los cónyuges (inciso final del art. 1792-19), se
deducirán incluso las obligaciones que un cónyuge tenga respecto de otro.
e) Prueba del patrimonio final. Este se efectúa por medio de un inventario,
respecto del cual el art. 1792-16 señala algunas reglas.
En efecto, cada cónyuge estará obligado a proporcionar al otro un inventario
valorado de los bienes y obligaciones que comprenda su patrimonio final dentro de
los tres meses siguientes al término del régimen. Este plazo podrá ser ampliado por
el juez por una sola vez y hasta por igual término.
Respecto al inventario simple, firmado por el cónyuge, hará prueba a favor del
otro cónyuge para determinar su patrimonio final. Este podrá objetar el inventario,
alegando que no es fidedigno, para lo cual podrá usar todos los medios de prueba.
De todos modos, cualquiera de los cónyuges podrá solicitar la facción de
inventario en conformidad a las reglas establecidas en el Código de Procedimiento
Civil, requiriendo las medidas precautorias que procedan.
pérdidas son asumidas por el patrimonio de cada cónyuge (art. 1792-19 inciso 1°).
b.2) Uno de los cónyuges presenta ganancias, y el otro pérdidas. En este caso el
que presenta un saldo a favor deberá compartir con el otro cónyuge la mitad del
valor de los gananciales (art. 1792-19 inciso 2°).
b.3) Ambos cónyuges presentan ganancias. En este último caso se suman
imaginariamente los valores de las respectivas ganancias y se atribuye la mitad de
la suma así obtenida a cada uno de los cónyuges. Participando por mitades, el que
hubiere obtenido menos gananciales tendrá derecho a que el otro cónyuge le pague,
a título de participación, la mitad del excedente (arts. 1792-2 y 1792-19 inciso 3°).
De este modo se genera un crédito, cuyas características estudiaremos a
continuación.
Capítulo 23
La filiación
Concepto. Es la relación de descendencia entre dos personas, una de las
cuales es padre o madre de la otra. Es semejante al concepto elaborado por Planiol
y Ripert, al indicar que la filiación es la relación que existe entre dos personas, una
de las cuales es padre o madre de la otra.
También se la define como el vínculo jurídico que une a un hijo con su padre y
con su madre y que consiste en la relación de parentesco establecida por la ley
entre un ascendiente y su inmediato descendiente.
El legislador se preocupa de las dos grandes facetas de la filiación: primero, en
relación con el modo como se la establece, y segundo, las consecuencias jurídicas
que de ella derivan.
Desde la dictación del Código Civil y hasta finales del siglo XX se distinguía
entre la filiación legítima, ilegítima, y dentro de ésta, la natural. Sin embargo, el
anacronismo que esta clasificación ofrecía a la sociedad moderna, como la evidente
discriminación que enfrentaban los que carecían del carácter de legítimos y la
necesidad de fortalecer la protección de la familia, basada en el concepto moderno
de que la fuente de la filiación es la procreación y no el matrimonio, terminaron
por imponerse al punto que suprimió el régimen existente reemplazándose por el
actual, en virtud de la Ley N° 19.585, publicada en el Diario Oficial de 26 de
octubre de 1998.
Características de la filiación.
a) Es un hecho jurídico. Su fundamento se encuentra en el hecho biológico de
la procreación, con la excepción de la filiación adoptiva.
b) Constituye un estado civil.
c) Es fuente de efectos jurídicos.
d) Con el objeto de determinarla, se puede investigar libremente la maternidad
o paternidad por los amplios medios de prueba que concede la ley.
Capítulo 24
La filiación matrimonial
Concepto. La filiación es matrimonial cuando existe matrimonio entre los
padres al momento de la concepción o al tiempo del nacimiento del hijo.
Sin embargo, pueden darse otros casos de filiación matrimonial cuando,
respecto del hijo nacido con posterioridad al matrimonio de sus padres, se plantea
alguna de las siguientes circunstancias: 1) matrimonio de los padres pero en que la
paternidad y la maternidad estén previamente determinadas por los medios que la
ley señala; y 2) cuando se determina por sentencia ejecutoriada dictada en juicio de
filiación, la cual se subinscribirá al margen de la inscripción del nacimiento del
hijo.
concebido y parido por la cónyuge. Al respecto dispone el art. 183: “la maternidad
queda determinada legalmente por el parto, cuando el nacimiento y las identidades
del hijo y de la mujer que lo ha dado a luz constan en las partidas del Registro
Civil”.
Siendo un hecho notorio, puede ser perfectamente impugnado, lo que la ley
permite siempre que se acredite falso parto o suplantación del hijo (inciso 1° del
art. 217).
4. PATERNIDAD DEL CÓNYUGE. A diferencia de la maternidad, la paternidad es un
hecho incierto que “sólo a medias puede ser establecido”. Ante esto, la ley no ha
tenido otra solución que operar con presunciones. Al respecto el art. 184 dispone
que “se presumen hijos del marido los nacidos después de la celebración del
matrimonio y dentro de los trescientos días siguientes a su disolución o la
separación judicial de los cónyuges”.
Esta presunción rige por excepción “respecto del nacido trescientos días
después de decretada la separación judicial, por el hecho de consignarse como
padre el nombre del marido, a petición de ambos cónyuges, en la inscripción de
nacimiento del hijo” (art. 184 inciso 3°).
Siendo una presunción simplemente legal, el art. 184 inciso final dispone que
“la paternidad así determinada o desconocida podrá ser impugnada o reclamada,
respectivamente, de acuerdo con las reglas establecidas en el Título VIII”.
Sin embargo, existen límites a la aplicación de esta presunción. Dispone al
efecto el inciso 2° del artículo en comento que “no se aplicará esta presunción
respecto del que nace antes de expirar los ciento ochenta días subsiguientes al
matrimonio, si el marido no tuvo conocimiento de la preñez al tiempo de casarse y
desconoce judicialmente su paternidad. La acción se ejercerá en el plazo y forma
que se expresa en los arts. 212 y siguientes. Con todo, el marido no podrá ejercerla
si por actos positivos ha reconocido al hijo después de nacido”.
Luego, podemos sistematizar lo señalado del siguiente modo:
a) Hijo nacido dentro de los ciento ochenta días subsiguientes al matrimonio.
No gozará de la presunción de paternidad, si el marido no tuvo conocimiento de la
preñez al tiempo de casarse y desconoce judicialmente su paternidad (art. 184
inciso 2°).
b) Hijo nacido después de los ciento ochenta días subsiguientes al matrimonio
y durante el resto del matrimonio. Goza plenamente de la presunción de ser hijo
del marido (art. 184 inciso 1°).
c) Hijo nacido dentro de los trescientos días siguientes a la disolución del
matrimonio o a la separación judicial de los cónyuges. Goza de la presunción de
ser hijo del marido (art. 184 inciso 1°).
d) Hijo nacido después de los trescientos días siguientes de decretada la
separación judicial de los cónyuges. En principio no goza de la misma presunción.
Por excepción sí, por el hecho de consignarse como padre el nombre del marido, a
petición de ambos cónyuges, en la inscripción de nacimiento del hijo.
Las acciones propiamente tales. Son las acciones que tienen por objeto
obtener el estado de hijos y correlativamente el de padre o madre determinando la
filiación correspondiente (acción de reclamación), o la de desvirtuar un estado de
hijo y su correlativo de padre o madre desplazando a las personas que detentaban
una filiación que no era la suya (también llamada acción de impugnación de
filiación).
Cabe señalar en este punto, que el inciso final del art. 147 del Código Orgánico
de Tribunales, agregado por la Ley N° 20.030, señala que “asimismo, será juez
competente para conocer de las acciones de reclamación de filiación contempladas
en el Párrafo 2° del Título VIII del Libro I del Código Civil el del domicilio del
demandado o demandante, a elección de este último”.
Carácter secreto del proceso. El inciso 1° del art. 197 dispone que “el
proceso tendrá carácter de secreto hasta que se dicte sentencia de término, y sólo
tendrán acceso a él las partes y sus apoderados judiciales”, lo cual es acorde con el
principio de protección de la intimidad, establecido en el art. 15 de la Ley de
Tribunales de Familia.
Alimentos provisionales. El art. 209 dispone que desde que sea reclamada
judicialmente la filiación, el juez deberá decretar alimentos provisionales, lo que de
conformidad al art. 327, al cual se remite, procederán con el solo mérito de los
documentos y antecedentes presentados, sin perjuicio de la restitución si la
persona a quien se demanda obtiene sentencia absolutoria. Ello no obsta a que no
proceda este derecho a restitución si el que haya intentado la demanda haya obrado
de buena fe y con algún fundamento plausible.
haya fallecido.
Caso en que no se puede impugnar. Según el art. 213 inciso 2°, el derecho
que tiene el marido de impugnar la paternidad cesará si hubiere reconocido como
suyo al hijo, sea en su testamento, como en otro instrumento público. El
fundamento de esto es que el padre no puede ir en contra de sus propios actos, e
impugnar una situación que, además, ya estaría consolidada.
Caso del fallecimiento del hijo. En el caso que el hijo muera antes de
vencido el plazo para impugnar la paternidad, o bien desconociendo del acto de
reconocimiento, la acción pasará a los herederos (art. 216 inciso 3°). Para efectos
de plazo, hay que distinguir si:
a) el hijo falleció desconociendo el reconocimiento. Los herederos en tal caso
tendrán el mismo plazo que el hijo para impugnar;
b) el hijo falleció antes de vencer el plazo para impugnar. A los herederos les
corresponderá el plazo que le faltaba para completarlo.
se le agrega la constancia del hecho en el Registro Civil. El art. 183 señala que “la
maternidad queda determinada legalmente por el parto, cuando el nacimiento y las
identidades del hijo y de la mujer que lo ha dado a luz constan en las partidas del
Registro Civil”.
Por esto impugnar la maternidad requerirá de fundamentos lo
suficientemente poderosos como para desvirtuar la solidez y efectividad de hechos
tan notorios como los señalados. Esos argumentos son los que conforman las
causales de impugnación.
Causales de impugnación.
a) Falso parto. Esto es, la inscripción se efectuó a nombre de una madre que
no era tal, en la medida que no ha dado a luz, juntamente con un hijo que
obviamente no era suyo, o que no corresponde a ella. Esto es, hubo una ficción de
parto.
b) Suposición del hijo al verdadero. En este caso existe un cambio en la
identidad del hijo, que se da cuando el hijo nacido de la mujer se ha cambiado por
otro, a cuyo nombre se efectúa la inscripción. Esto es, hubo una suplantación del
hijo.
Titulares.
a) El marido de la supuesta madre;
b) la misma madre supuesta;
c) los verdaderos padre o madre del hijo que pasa por hijo de otra persona;
d) el verdadero hijo;
e) el hijo que pasa por verdadero; y
f) toda otra persona a quien la maternidad perjudique actualmente en sus
derechos sobre la sucesión. El menoscabo tiene que ser: a) actual, y b) referirse a
sus derechos sobre la sucesión testamentaria, o bien derechos abintestato de los
supuestos padre o madre, ello siempre que no exista posesión notoria del estado
civil.
Concepto. Hasta ahora hemos visto una de las formas por las que existe
filiación matrimonial, cual es cuando existe matrimonio entre los padres al tiempo
de la concepción o del nacimiento del hijo (art. 180 inciso 1°). Ahora nos toca
estudiar la segunda manera por la cual puede existir filiación matrimonial, y que
está contemplada en el inciso 2° del artículo mencionado.
Es así como también es filiación matrimonial la del hijo cuyos padres contraen
matrimonio con posterioridad a su nacimiento, siempre que la paternidad y la
maternidad hayan estado previamente determinadas por los medios que el Código
Civil establece, o bien se determinen por reconocimiento realizado por ambos
padres en el acto de matrimonio o durante su vigencia, en la forma prescrita por la
ley.
Clases. No basta el solo hecho del matrimonio para que se establezca, como
consecuencia, la filiación matrimonial, ya que existen requisitos, de carácter
copulativo, que establece la ley para que opere esta forma de determinación de la
filiación.
De este modo tenemos que se requiere reunir los siguientes requisitos:
a) que el hijo haya sido concebido y nacido fuera del matrimonio de sus padres;
b) que los padres hayan contraído matrimonio con posterioridad a ese
nacimiento;
c) que la maternidad y la paternidad deban estar ya determinadas o bien
determinarse en el momento del matrimonio o con posterioridad:
c.1) paternidad y maternidad ya determinadas con anterioridad al
matrimonio. Para ello debe haberlo sido en las formas que establece el Código
Civil;
c.2) paternidad y maternidad determinadas al momento del matrimonio. Se
requiere en tal caso de reconocimiento de ambos padres, y que hará en la forma
señalada en el art. 187 N° 1°, la única compatible con esta forma, y que consistirá en
una declaración formulada con ese determinado objeto por ambos padres, en el
acto de su matrimonio;
c.3) paternidad y maternidad determinadas durante la vigencia del
matrimonio. Se podrá hacer de los otros modos señalados en el art. 187.
El art. 187 dispone que el reconocimiento del hijo tendrá lugar mediante una
declaración formulada con ese determinado objeto por el padre, la madre o ambos,
según los casos:
1) ante Oficial del Registro Civil, al momento de inscribirse el nacimiento del
hijo (N° 1°);
2) ante Oficial del Registro Civil, en el acto del matrimonio de los padres
(N° 1°);
3) en acta extendida en cualquier tiempo, ante cualquier Oficial del Registro
120
La aceptación del reconocimiento. Hasta ahora hemos visto sólo una cara
del reconocimiento, cual es el actuar positivo de los padres en orden a otorgar el
reconocimiento de filiación matrimonial al hijo. Ahora bien, el hijo puede aceptar o
repudiar dicho reconocimiento. Si acepta, dicha aceptación puede ser expresa o
tácita. Será expresa cuando se toma el título de hijo en instrumento público o
privado, o en acto de tramitación judicial; será tácita cuando se realiza un acto que
supone necesariamente la calidad de hijo y que no se hubiere podido ejecutar sin
ese carácter (art. 192).
La importancia de la aceptación radica en un solo aspecto, cual es que el hijo
que, durante su mayor edad, hubiere aceptado el reconocimiento en alguna de las
formas señaladas, no podrá repudiar (inciso 1° del art. 192).
dos: 1) una positiva, cual es ser titular (teniendo la calidad de hijo reconocido), y 2)
una negativa, cual es no incurrir en la causal que indica el art. 192, que señala que
“no podrá repudiar el hijo que, durante su mayor edad, hubiere aceptado el
reconocimiento en forma expresa o tácita”. Las maneras en que se pueden
manifestar ambas formas ya las vimos más arriba.
Aunque se reúnan los requisitos para repudiar, no basta para que éste opere,
pues deben practicarse las formalidades que la ley señala para que aquélla se haga
efectiva.
Efectos de la repudiación.
a) Es irrevocable (art. 191 inciso final).
b) Se impide la determinación legal de la filiación matrimonial en los casos de
los nacidos antes del matrimonio. Establece el art. 194 que la repudiación de
cualquiera de los reconocimientos que dan lugar a la filiación matrimonial de los
nacidos antes del matrimonio de los padres, que fuere otorgada en conformidad
con las reglas anteriores, impedirá que se determine dicha filiación.
c) Se priva retroactivamente al reconocimiento de todos los efectos que
beneficien exclusivamente al hijo y sus descendientes. Sin embargo, no alterará los
derechos ya adquiridos por los padres o terceros, ni afectará los actos o contratos
válidamente ejecutados o celebrados con anterioridad a la subinscripción
correspondiente (inciso 5° del art. 191).
Capítulo 25
La filiación no matrimonial
Generalidades. Conjuntamente a la filiación matrimonial, tenemos la
filiación no matrimonial, que incluye, como señala el inciso final del art. 180, “los
demás casos” en que la filiación no reúne los requisitos para que sea filiación
matrimonial.
Por esto se puede definir a la filiación no matrimonial como aquella que se
produce cuando al tiempo de la concepción y del nacimiento del hijo sus padres no
están unidos en matrimonio, y no ha operado el reconocimiento de la paternidad o
maternidad por alguna de las maneras contempladas en la ley.
1. RECONOCIMIENTO VOLUNTARIO
De este modo:
g.1) subsistirán las obligaciones contraídas antes de su determinación;
g.2) el hijo concurrirá, cuando sea llamado en su calidad de tal, a las sucesiones
abiertas con anterioridad a la determinación de su filiación; y
g.3) el reconocimiento no perjudicará los derechos de terceros de buena fe que
hayan sido adquiridos con anterioridad a la subinscripción de éste al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo (art. 189 inciso final).
Forma tácita. Según el art. 188, el hecho de consignarse el nombre del padre
o de la madre, a petición de cualquiera de ellos, al momento de practicarse la
inscripción del nacimiento, es suficiente reconocimiento de filiación.
La declaración así hecha no busca expresamente el reconocimiento, pero la ley
infiere la existencia de una voluntad presunta en orden a otorgarlo.
2. RECONOCIMIENTO FORZADO
el art. 208, en virtud del cual si estuviese determinada la filiación de una persona y
quisiere reclamarse otra distinta, deberán ejercerse simultáneamente las acciones
de impugnación de la filiación existente y de reclamación de la nueva filiación.
Titulares
1. EL HIJO. Le corresponderá sólo al hijo contra su padre o su madre. Si el hijo
es capaz, le corresponderá ejercerla a él. Si el hijo es incapaz, le corresponderá
ejercerla a su representante legal. En caso que fallezca siendo incapaz corresponde
aplicar la hipótesis siguiente.
2. LOS HEREDEROS DEL HIJO. Como señalamos, les corresponderá a ellos en el
caso que el hijo haya muerto siendo incapaz.
1. EL PADRE O LA MADRE. Le corresponderá a cualquiera de éstos cuando el hijo
tenga determinada una filiación diferente.
3. PERSONAS CONTRA LAS CUALES SE EJERCE LA ACCIÓN: Según el art. 317, serán
legítimos contradictores en la cuestión de paternidad:
a) el padre contra el hijo;
b) el hijo contra el padre;
c) los herederos del padre o madre fallecidos, en contra de quien el hijo podrá
dirigir o continuar la acción; y
d) los herederos del hijo fallecido, cuando éstos se hagan cargo de la acción
iniciada por aquél o decidan entablarla.
Capítulo 26
Filiación por técnicas de reproducción humana
asistida
Capítulo 27
Efectos de la filiación.
Autoridad paterna y patria potestad
Aspectos generales. Sabemos que los efectos que derivan de la filiación, esto
es, el conjunto de derechos y deberes que nacen de ella, admiten una clasificación
dependiendo del cariz que tenga: si apuntan a la persona de los hijos y las
relaciones de índole moral, se denomina autoridad paterna; en cambio, si se
refieren a los bienes y su administración, se denomina patria potestad.
2. LA PATRIA POTESTAD
Características.
a) Es un conjunto de derechos que les corresponde a los padres.
b) Impone ciertos deberes a los padres.
c) Sus reglas no obstan al régimen de bienes que pudiese existir en el
matrimonio de los padres (art. 247).
225.
e) En todo caso, cuando el interés del hijo lo haga indispensable, a petición de
uno de los padres, el juez podrá confiar el ejercicio de la patria potestad al padre o
madre que carecía de él, o radicarlo en uno solo de los padres, si la ejercieren
conjuntamente. Ejecutoriada la resolución, se subinscribirá dentro del mismo plazo
ya señalado.
f) Si la patria potestad no puede ser ejercida por el padre ni por la madre. En
tal caso se nombra un tutor o curador al hijo.
Para efectos de protección a terceros, el art. 246 dispone que mientras una
subinscripción relativa al ejercicio de la patria potestad no sea cancelada por otra
posterior, todo nuevo acuerdo o resolución será inoponible a terceros.
Primer aspecto: El derecho legal de goce sobre los bienes del hijo.
1. DEFINICIÓN. Señala el inciso 1° del art. 252: “el derecho legal de goce es un
derecho personalísimo que consiste en la facultad de usar los bienes del hijo y
percibir sus frutos, con cargo de conservar la forma y substancia de dichos bienes y
de restituirlos, si no son fungibles; o con cargo de volver igual cantidad y calidad
del mismo género, o de pagar su valor, si son fungibles”.
De todos modos, el derecho legal de goce recibe también la denominación de
usufructo legal del padre o madre sobre los bienes del hijo. Además, en cuanto
convenga a su naturaleza, se regirá supletoriamente por las normas del Título IX
del Libro II, esto es, las correspondientes al derecho de usufructo (inciso final).
2. CARACTERÍSTICAS.
a) Es un derecho legal de goce. Así lo deja claramente establecido el art. 252.
De todos modos, dicha denominación igual sigue siendo correcta, en virtud del
inciso final del art. 252.
b) Otorga la administración sobre los bienes del hijo. Del mismo modo, el que
se encuentre privado del derecho legal de goce queda también privado de la
administración (inciso 1° del art. 253).
c) Es personalísimo. Implica que no puede transmitirse ni cederse.
d) Es divisible (art. 252 inciso 4°).
e) No da derecho de persecución contra terceros.
f) Es un derecho temporal. Dura hasta la emancipación del hijo (arts. 250 y
269).
g) Es inembargable.
3. FORMA EN QUE OPERA EL DERECHO LEGAL DE GOCE (art. 252).
a) Si la patria potestad se ejerce conjuntamente por ambos padres, el derecho
legal de goce se dividirá entre ellos por partes iguales. Esto salvo que se haya
acordado otra manera de ejercerla.
b) El padre o la madre no están obligados a rendir fianza o caución de
conservación o de restitución.
c) Tampoco están obligados a hacer inventario solemne.
4. BIENES QUE INVOLUCRA. Según la regla general del art. 250, la patria potestad
confiere el derecho legal de goce sobre todos los bienes del hijo, con las excepciones
que allí menciona.
El goce sobre las minas del hijo se limitará para éste a la mitad de los
productos, debiendo responder el padre que ejerza la patria potestad al hijo por la
otra mitad (inciso final del art. 250).
5. BIENES QUE EXCLUYE. Las excepciones señaladas en el art. 250 son:
a) Bienes del peculio profesional o industrial. Esto es, los bienes adquiridos
por el hijo en el ejercicio de todo empleo, oficio, profesión o industria. Para la
administración y goce de este peculio, el hijo se mirará como mayor de edad, sin
perjuicio de que no se podrán enajenar ni gravar en caso alguno los bienes raíces
del hijo, aun pertenecientes a este peculio profesional o industrial, sin autorización
del juez con conocimiento de causa (art. 250 N° 1°, en relación con arts. 251 y 254).
b) Bienes adquiridos a título gratuito. Incluye los bienes adquiridos por el hijo
a título de donación, herencia o legado, cuando el donante o testador ha estipulado
136
Causales.
a) Demencia del padre o madre que la ejerce;
b) menor edad del padre o madre;
c) por estar el padre o madre en entredicho (interdicción) de administrar sus
propios bienes;
d) larga ausencia del padre o madre;
e) por otro impedimento físico.
De estos impedimentos se debe seguir perjuicio grave a los intereses del hijo, a
que el padre o madre ausente o impedido no provee.
Forma de efectuarse.
Artículo 268.
a) Regla general. Debe ser decretada judicialmente, con conocimiento de
causa y después de oídos sobre ello los parientes del hijo y el defensor de menores.
b) Excepción. Cuando la causal invocada es la menor edad del padre o madre,
la suspensión se producirá de pleno derecho.
Efectos de la suspensión.
Artículo 267 inciso final. Dependerá:
a) Si se suspende respecto de uno. La patria potestad la ejercerá el otro padre,
respecto de quien se suspenderá por las mismas causales.
b) Si se suspende respecto de ambos. En tal caso el hijo quedará sujeto a
guarda.
3. LA EMANCIPACIÓN
Efectos de la emancipación.
a) Por regla general es irrevocable (art. 272 inciso 1°). Por excepción no, y
será: 1) en caso de muerte presunta, cuando se acredite fehacientemente la
existencia del padre o madre que ejercía la patria potestad, y 2) en caso de
sentencia judicial fundada en la inhabilidad moral del padre o madre, cuando se
acredite fehacientemente que ha cesado la inhabilidad. En tales casos la revocación
de la emancipación se producirá por una sola vez y a petición del respectivo padre o
madre, y siempre que conste que la recuperación de la patria potestad conviene a
los intereses del hijo. La resolución judicial que dé lugar a la revocación sólo
producirá efectos desde que se subinscriba al margen de la inscripción de
nacimiento del hijo (art. 272).
b) En caso que el hijo sea menor, queda sujeto a guarda (art. 273).
Capítulo 28
El cuidado personal de los hijos o tuición
Legislación aplicable. Vimos recién someramente la tuición dentro de los
derechos que tienen los padres respecto de los hijos; sin embargo, este derecho
esencial y de gran aplicación práctica en los tribunales no tiene un marco regulador
específico, sino que se encuentra disperso en diferentes instrumentos jurídicos,
tanto de índole nacional como internacional.
Dentro de la normativa interna, tenemos los artículos 224 a 228 del Código
Civil; 42 y 57 de la Ley 16.618; Ley 19.620 y Ley 19.947, entre otras. Estas
141
Características.
a) Tiene su origen en el vínculo de filiación que une a los padres con el menor
de edad.
b) Por regla general es ejercida de consuno por ambos padres, o por el padre o
madre sobreviviente, y por excepción por terceros, sean personas parientes o
extrañas, o bien terceros institucionales.
c) Comprende el cuidado personal, crianza y educación de los hijos.
d) Puede ser reclamada tanto por el padre como por la madre.
e) Se puede ejercer respecto de hijos de filiación matrimonial como no
matrimonial.
Caso de acuerdo.
a) Titulares. Artículo 225.1. “Si los padres viven separados podrán determinar
de común acuerdo que el cuidado personal de los hijos corresponda al padre, a la
madre o a ambos en forma compartida”.
b) Requisitos del acuerdo. Artículo 225.1. “El acuerdo se otorgará por escritura
pública o acta extendida ante cualquier oficial del Registro Civil y deberá ser
subinscrito al margen de la inscripción de nacimiento del hijo dentro de los treinta
días subsiguientes a su otorgamiento. Este acuerdo establecerá la frecuencia y
libertad con que el padre o madre que no tiene el cuidado personal mantendrá una
relación directa y regular con los hijos y podrá revocarse o modificarse cumpliendo
las mismas solemnidades”.
c) El cuidado personal compartido. El cuidado personal compartido es un
régimen de vida que procura estimular la corresponsabilidad de ambos padres que
viven separados, en la crianza y educación de los hijos comunes, mediante un
sistema de residencia que asegure su adecuada estabilidad y continuidad.
d) La actitud de cada uno de los padres para cooperar con el otro, a fin de
asegurar la máxima estabilidad al hijo y garantizar la relación directa y regular,
para lo cual considerará especialmente lo dispuesto en el inciso quinto del artículo
229.
e) La dedicación efectiva que cada uno de los padres procuraba al hijo antes de
la separación y, especialmente, la que pueda seguir desarrollando de acuerdo con
sus posibilidades.
f) La opinión expresada por el hijo.
g) El resultado de los informes periciales que se haya ordenado practicar.
h) Los acuerdos de los padres antes y durante el respectivo juicio.
i) El domicilio de los padres.
j) Cualquier otro antecedente que sea relevante atendido el interés superior del
hijo”.
Capítulo 29
El derecho de comunicación o visitas
Fundamento legal y denominación. Es de la esencia de toda relación
familiar el permanecer junto a los parientes y mantener una relación constante con
ellos. En este sentido, la relación de los padres con sus hijos es fundamental si se
quiere lograr un desarrollo armónico de éstos, la estabilidad de la familia, y la
perpetuación de las tradiciones y el fomento de buenos hábitos. El art. 229 lo
consagra indirectamente al indicar que “el padre o madre que no tenga el cuidado
personal del hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que
consiste en mantener con él una relación directa y regular, la que ejercerá con la
frecuencia y libertad acordada con quien lo tiene a su cargo, o, en su defecto, con
las que el juez estimare conveniente para el hijo”.
147
Características.
a) Es un derecho-deber de los padres privados de la tuición según el art. 229
del C.C.
b) Se trata de mantener una relación directa y regular con el hijo. Es decir, una
relación sin intermediarios ni barreras de ninguna especie y en la medida de lo
posible, con una frecuencia que se asemeje al tiempo que el hijo comparte con el
padre que tiene a su cargo su cuidado personal.
c) Se puede regular primeramente, por acuerdo directo entre los padres y,
supletoriamente, por el juez.
d) La frecuencia y libertad de la relación directa y regular con los hijos, cuando
la determina el juez, debe hacerse según la conveniencia del hijo, no de uno u otro
de los padres, según dispone el art. 229 del C.C.
e) Es un derecho sujeto a suspensión o restricción, según el art. 229 inciso 2º,
en relación con el inciso 5º y 6º del art. 48 de la Ley 16.618, un ejemplo de lo
anterior, es lo dispuesto en la letra e) del art. 71 de la Ley 19.968.
Procedencia.
a) Por resolución judicial a solicitud de parte. El inciso 1° del art. 48 de la Ley
N° 16.618 señala que en caso de que los padres del menor vivan separados, y no
hubieren acordado la forma en que el padre o madre que no tuviere el cuidado
personal del hijo mantendrá con él una relación directa y regular, cualquiera de
ellos podrá solicitar al juez de familia que la regule.
b) Por resolución judicial de oficio. Si los padres someten a decisión judicial la
determinación de la persona a quien corresponderá ejercer el cuidado personal del
menor, y no se debatiere la forma en la que éste se relacionará con el padre o madre
que quede privado de su cuidado personal, la resolución se pronunciará de oficio
sobre este punto, con el mérito de los antecedentes que consten en el proceso.
c) Por acuerdo de los padres por avenimiento o transacción. Puede darse que
los padres lleguen a un acuerdo en el régimen de visitas. Tal acuerdo, que puede
tener el carácter de transacción o de un avenimiento –si es dentro de un juicio–
pondrá término al litigio pendiente, y tendrá los mismos efectos que una sentencia
definitiva, previa homologación o autorización por el tribunal.
d) Por acuerdo de los padres en la separación de hecho. Recordemos que el
art. 21 de la Ley de Matrimonio Civil dispone que si los cónyuges se separaren de
hecho, podrán, de común acuerdo, regular una serie de aspectos relacionados con
148
sus relaciones mutuas, “especialmente los alimentos que se deban y las materias
vinculadas al régimen de bienes del matrimonio”. Sin embargo, cuando hubiere
hijos, dicho acuerdo deberá regular también, a lo menos “la relación directa y
regular que mantendrá con los hijos aquél de los padres que no los tuviere bajo su
cuidado” (art. 21, inciso 2° de la ley indicada).
Capítulo 30
Derecho de alimentos
Concepto. Es una obligación legal impuesta a ciertas personas para que
efectúen, respecto de otras, las prestaciones necesarias con el fin de satisfacer las
necesidades de existencia de éstas.
De este modo, el vocablo alimentos es mucho más amplio que en su sentido
vulgar. Un autor las define como las asistencias que por ley, contrato o testamento
se dan a algunas personas para su manutención y subsistencia; esto es, para
comida, bebida, vestido, habitación y recuperación de la salud, además de la
educación e instrucción cuando el alimentado es menor de edad.
lo que el demandante le deba a él, de ser así se trunca la finalidad del derecho.
4.° Es inembargable (artículo 1618 Nºs 1 y 9 del Código Civil y 445 Nº 3 del
Código de Procedimiento Civil en relación con el artículo 2465 del Código Civil).
5.° Es imprescriptible (artículo 2498 del Código Civil). El derecho no puede
ganarse ni perderse por prescripción, por tanto, se podrá demandar de alimentos
en cualquier tiempo siempre que en tal momento se cumpla con los requisitos
establecidos por la ley.
6.° No se puede someter a compromiso (artículo 229 del Código Orgánico de
Tribunales). Así lo ha señalado reiteradamente la jurisprudencia, ni siquiera las
pensiones alimenticias atrasadas, ya que dada la regla respecto del derecho, no
existe disposición alguna que libere a las pensiones alimenticias atrasadas como en
las demás características, por tanto, debe solicitarse ante los Tribunales de Familia,
en virtud del artículo 8 Nº 4 de la Ley 19.968;
2. ATENDIENDO A SUS RESTRICCIONES. La transacción está sujeta a ciertas
limitaciones.
a) Principio general. Como ya señalamos, los arts. 334 y 335 establecen una
serie de limitaciones en torno a la transacción de alimentos.
b) Primer caso. Transacción sobre alimentos futuros. Las restricciones de la
transacción las señala el art. 2451: “la transacción sobre alimentos futuros de las
personas a quienes se deban por ley, no valdrá sin aprobación judicial; ni podrá el
juez aprobarla, si en ella se contraviene a lo dispuesto en los arts. 334 y 335”, que
recién vimos, y que implica que la transacción será válida siempre que ella no
signifique enajenación, venta, compensación o renuncia de los alimentos futuros.
En el caso de las transacciones sobre alimentos futuros rigen una serie de
requisitos procesales, que tendremos la ocasión de estudiar en la parte pertinente,
y contenidas en art. 11 incisos 2° y 3° de la Ley N° 14.908.
c) Segundo caso. Transacción sobre alimentos pasados. Las pensiones
alimenticias atrasadas, como ya indicamos, podrán renunciarse o compensarse; y el
derecho de demandarlas transmitirse por causa de muerte, venderse y cederse; sin
perjuicio de la prescripción que competa al deudor.
3. ATENDIENDO A SU TRANSMISIÓN. La obligación de prestar alimentos es
transmisible, lo que implica que la obligación de prestarlos se transmite y lo deben
los herederos en conjunto, mientras permanezcan en indivisión: “los alimentos que
el difunto ha debido por ley a ciertas personas, gravan la masa hereditaria; menos
cuando el testador haya impuesto esa obligación a uno o más partícipes de la
sucesión” (art. 1168).
a) Norma legal. El inciso final del artículo 5° incorporó una acción revocatoria
especial, cuyo tenor es el siguiente: “Los actos celebrados por el alimentante con
157
Capítulo 31
Daños en Derecho de Familia
Antecedentes históricos y tendencias actuales. La responsabilidad civil
consiste en la obligación que pesa sobre una persona que ha cometido un delito o
cuasidelito civil, de indemnizar el daño sufrido por la otra y el fundamento de esta
responsabilidad es el daño, es decir, el incumplimiento de un deber que causa un
perjuicio a otra persona.
En la evolución histórica del derecho de familia, en un inicio ésta se
fundamenta exclusivamente por el matrimonio religioso, donde el marido era el
“príncipe” que gobernaba la familia, con amplias facultades sobre la persona y
bienes de la mujer y de los hijos. En esta estructura familiar jerarquizada y
patriarcal, es comprensible que exista nula posibilidad de demandar alguna
responsabilidad civil: los derechos del pater, en tal sentido, eran absolutos.
Sin embargo, el derecho de familia ha evolucionado con el paso del tiempo,
dando paso a una concepción igualitaria entre sus miembros, reconociendo
autonomía de quienes forman parte de esta familia. María Roca Trías, señala que
“la familia no puede ser considerada como una realidad en sí misma, sino como un
instrumento al servicio del individuo. La familia debe protección a los individuos y
garantizarles el ejercicio de sus derechos fundamentales, por lo que la bese de su
protección es siempre la protección de esos derechos” . La familia, por ende, apunta
actualmente a una nueva concepción de persona en el interior de su seno, con una
exigencia clara de protección de los derechos fundamentales frente a los demás
miembros de la misma, por lo que es posible considerar al individuo como un ser
autónomo y el grupo familiar es solo un instrumento para desarrollar su propia
personalidad, estructura bajo la cual no hay razones para excluir los daños
causados al interior de la familia.