4.el Trabajo Social Sanitario - Lo - Colom Masfret, Dolors
4.el Trabajo Social Sanitario - Lo - Colom Masfret, Dolors
4.el Trabajo Social Sanitario - Lo - Colom Masfret, Dolors
El trabajo social
sanitario
Los procedimientos,
los protocolos y los procesos
www.editorialuoc.com
Impresión:
ISBN: 978-84-9788-452-5
Depósito legal B.
Autora
A Pilar Colom Vila, mi tía, por su alegría, escucha y generosidad, por sus
conversaciones siempre sabias.
Y cómo no, a Petruska la deliciosa cuatro patas que tanto sabe de trabajo
social sanitario, ahí sigue apilando años y obsequiándome con su curiosidad.
© Editorial UOC
Índice
Índice
Agradecimientos..........................................................................................
11
Prólogo .........................................................................................................
13
Introito .........................................................................................................
17
29
29
sanitario....................................................................................................
32
sanitario....................................................................................................
67
95
© Editorial UOC
10
autodiagnóstico........................................................................................ 200
Bibliografía ..................................................................................................
211
© Editorial UOC
11
Agradecimientos
Agradecimientos
© Editorial UOC
12
© Editorial UOC
13
Prólogo
Prólogo
© Editorial UOC
14
Como la propia autora expone el libro tiene dos objetivos. «El primero,
presentar el corpus legal del sistema sanitario en el cual se inscribe la
profesión del trabajo social sanitario en España y sus comunidades
autónomas. El segundo,
© Editorial UOC
15
Prólogo
La autora analiza las leyes como plataformas esenciales desde las cuales
refundar y proyectar la práctica profesional. La Ley 41/2002, de 14 de
noviembre, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y
Obligaciones en materia de Información y Documentación Clínica. La Ley
16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del Sistema Sanitario. El
Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, donde se establece la Cartera
de Servicios Comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para
su actualización y la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las
profesiones sanitarias.
Dolors Colom Masfret defiende con pasión el trabajo social sanitario como
una profesión de futuro, ya que su objetivo final es la ayuda a las personas
para que puedan desarrollar, dentro de las posibilidades de cada uno, su
máxima autonomía biopsicosocial y de esta forma, contribuir a la sociedad
que las cuida.
Profesor Asociado
17
Introito
Introito
© Editorial UOC
18
Para el trabajo social sanitario, no hay casos parecidos, cada caso es singular.
© Editorial UOC
19
Introito
menta, con qué factores positivos se cuenta, etcétera. Pero esa misma actitud
de escucha y estudio profundo la asume el médico cuando una persona
solicita una reducción de estómago porque su vecino está en lista de espera o
una prótesis de rodilla porque a su hermana la acaban de intervenir y está
muy contenta con el resultado. A efectos médicos, esto equivaldría a estar de
acuerdo y apoyar la au-tomedicación o la cirugía a la carta, dejando al médico
un papel meramente presencial, un ejecutor inactivo como profesional.
© Editorial UOC
20
Desde el trabajo social sanitario, las demandas son puertas de entrada al caso
social sanitario, puertas que se abren a veces de par en par, a veces
mínimamente, pero siempre permiten el inicio de un estudio preliminar,
pudiéndose afirmar que no se satisfacen demandas sino que se éstas se
estudian, se identifican con los problemas que las generan así como con las
necesidades psicosociales y sociales que se han creado. Lo que se satisface,
en diferentes formas, pero siempre de la mano de las personas afectadas, son
las necesidades reales, no aquellas que exis-tiendo pueden ser cubiertas por
algún allegado que se compromete a ello. Desde el trabajo social sanitario se
sabe que la demanda se produce cuando convergen una serie de
circunstancias y no cuando surgen los problemas. Puede pasar mucho tiempo
desde que surja el problema hasta que se produzca la demanda, sin duda éste
es un amplio campo de investigación para el futuro, pues permitirá
adelantarse a muchas circunstancias constrictoras del bienestar pero que
permanecen ocultas por un tiempo desconocido. Así, en un futuro próximo,
con el fin de evitar que la resiliencia de cada cual, sea la que acabe
determinando dicha demanda, asumiendo la discrecionalidad que ello
implica, es de esperar que el trabajo social sanitario vaya proponiendo
procedimientos de intervención sistemá-
© Editorial UOC
21
Introito
pesar de la mala relación fraternal? ¿Existe una red humana sana? ¿Cuál es la
capacidad y predisposición de la persona para desplazarse? ¿Cuál es el
pronóstico, la predisposición a aceptar apoyo terapéutico familiar? ¿Vive
cerca de algún familiar que puede ayudarla? ¿La empresa tiene un servicio de
trabajo social que puede realizar el seguimiento? Etcétera. Los hechos pueden
ser los mismos pero cuando cambian los factores, el desenlace sigue otros
caminos de tratamiento social sanitario. Ello es lo que hace a cada persona
única, porque los factores que la rodean lo son y es sobre ellos que se
construye el puente de la reinserción.
Esto lleva a que cuando no hay servicio de trabajo social sanitario, a veces,
desaparece la demanda. Es fácil deducir que esta demanda poco tenía que ver
con la acción propia desde el trabajo social sanitario. Cuando una ayuda se
plantea en esos términos de trámite, se está cosificando una necesidad
humana, provocan-do así grandes roturas en el tejido social y familiar. Un
trámite meramente administrativo está al alcance de cualquiera, como lo está
elaborar la declaración de la renta o la anulación de una multa de tráfico.
Cuando desde la alta dirección o direcciones intermedias se asocia el trabajo
social sanitario a tareas como las descritas se pone de relieve un pensamiento
más vinculado a la filantropía o al paternalismo que al ejercicio de una
profesión que busca la reinserción y la rehabilitación de las personas. Se pone
de manifiesto el complejo de superioridad del que tiene el poder de dar y
quitar, en este caso, la misma administración en-carnada en sus profesionales
que son los que ejercen ese poder. Cuando el servicio de trabajo social
sanitario, sus miembros, pierden su identidad para pasar a satisfacer
imaginarios directivos, su ejercicio también pierde identidad y la profesión en
su conjunto retrocede un poco más. ¿Se puede evitar esto? Una respuesta está
en la aplicación de procedimientos, de protocolos, en la intervención
© Editorial UOC
22
Hoy, este es uno de los retos del colectivo de profesionales del trabajo social
sanitario, mantener su idiosincrasia y a la vez, asumir las funciones que como
se verá vienen determinadas por ley. Cabe empezar a hablar de servicios
prestados, dejando a un lado la terminología obsoleta y generalista que
confunde más que clarifica el qué pasa y para qué sirve el servicio de trabajo
social sanitario. De ahí la importancia de elaborar correctamente el propio
catálogo de prestaciones y la propia cartera de servicios. Con esto se evitará
que las funciones marcadas por el sistema sanitario entren en contradicción
con las responsabilidades profesionales, desembocaduras naturales de los
conocimientos propios. Se evitará que la presencia del trabajo social sanitario
dependa de lo que imaginan quienes asumen, desde la superficialidad, o
desde el estereotipo, competencias directivas. Se-ría un reduccionismo
generalizar el hecho en todas las direcciones, pero solo con que eso se dé una
vez, de vez en cuando, ya es motivo de preocupación y des-agravio a todo un
colectivo profesional.
Éstas son solo algunas de las cuestiones sobre las que versará el libro.
Propuestas de reorganización del servicio de trabajo social sanitario, como un
servicio sanitario más pero respetando los principios, los valores y las
metodologías de la profesión. La nueva organización que se propone en este
libro, esta nueva manera de presentarse ante los otros servicios sanitarios,
ante los responsables políticos del ministerio o de las consejerías, será un
puente seguro que permitirá cru-2. A sabiendas de que el camino es largo y la
consulta de nuevos archivos va sacando a la luz nuevas teorías, en este caso,
se refiere también a las teorías impartidas en la especialización dentro del
Postgrado de Trabajo Social Sanitario del Instituto Internacional de
Postgrado, Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de
Catalunya (UOC), a día de hoy, la única titulación universitaria, cuyos
referentes son Mary E. Richmond, William Olser, Richard C. Cabot, Ida M.
Cannon, Charles P.
© Editorial UOC
23
Introito
Las leyes a las cuales se hace referencia son, básicamente, las tres siguientes:
¿Cuáles son los servicios y prestaciones? Y una vez definido todo eso ¿con
qué procedimientos y técnicas, estos servicios y prestaciones se hacen
efectivos?
© Editorial UOC
24
Con la perspectiva del tiempo y las evidencias del día a día, desde su
aparición se ha visto como todas ellas marcaron un kilómetro cero para la
profesión. Las dos últimas, sin embargo, pillaron al colectivo del trabajo
social sanitario, por decirlo coloquialmente, con el paso cambiado. En casos
extremos, incluso se puede decir que caminando sobre un suelo discursivo
ajeno al del trabajo social sanitario genuino y muy parecido, por el contrario,
al discurso de los servicios sociales, a juicio de la autora, excesivamente
burocratizados. Con respecto a la de «cohesión y calidad» como
coloquialmente se la llama, se vio que había alguna ínfima referencia a lo
social y pareció bastar, aunque en la última fila, se salía en la foto. La que
encendió las alarmas fue la de «ordenación de las profesiones sanitarias», el
fotógrafo, por enfocar mal, por despistarse en el momento del disparo, o por
lo que fuera, acabada de dejar fuera de la foto al trabajo social sanitario. Alea
jacta est.
Las tres leyes, como se verá, son plataformas esenciales desde las cuales
reconstruir y refundar la práctica profesional, sin renunciar a los principios y
teorías que la identifican como tal.
Todo esto conforma la columna vertebral de un libro que trata del trabajo
social sanitario y de sus profesionales desde unos conocimientos, desde una
actitud y desde un estar legítimamente presentes en el sistema sanitario actual
asumiendo todos los requisitos que cumplen el resto de disciplinas del arco
institucional sanitario. En sus páginas se encontrarán las materias propias que
desaguan en ese océano de la disciplina y le dan entidad profesional, pero
también se tomarán
© Editorial UOC
25
Introito
© Editorial UOC
26
ciones que las personas afectadas llevan a cabo, dando así a lo discursivo la
fuerza de la vivencia, de la experiencia. Con acciones premeditadas,
deliberadas, planifi-cadas y acordadas dentro del diagnóstico social sanitario
se libera a las personas de las ataduras internas, de esas que las llevan a
pensar que no pueden con la nueva situación. La intervención profesional,
como se verá, deshace malas interpretaciones de la realidad que atiende y
dentro de la necesidad real de ayuda se promueve la autonomía de la persona
por el camino de la experiencia.
El trabajo social sanitario es uno de los andamios actuales con los que se
sostiene la cotidianeidad de las personas enfermas y de sus familias,
buscando las mejores condiciones de vida, a la vez que se las ayuda a usar
responsablemente los servicios, evitando el abuso. Es así que se edifican
sociedades responsables ale-jadas de paternalismos y, se puede añadir, de
papanatismos. Dadas las circunstancias actuales de ahogo presupuestario de
las instituciones sanitarias y sus primas hermanas, educación, justicia, el
hermano servicios sociales, el trabajo social sanitario es, a todas luces, una de
las profesiones imprescindibles para optimizar-las partiendo siempre de las
personas atendidas y por extensión, de las comunidades a las que pertenecen,
pero sobre todo, de la estimulación de unos recursos propios que les permitan
generar nuevas realidades y circunstancias.
¿En qué se traduce todo esto? ¿Qué significa en la práctica? Primero, que sus
funciones seguirán los criterios pautados para cualquier disciplina del sistema
sanitario y se desarrollarán dentro de los mismos ámbitos que el resto de
colectivos con titulaciones universitarias: el asistencial, el investigador, el
docente, el de gestión clínica, el de prevención y el de información y
educación sanitarias. Dichas funciones abrazarán cualquier acto asistencial
que siempre quedará incluido en al-
© Editorial UOC
27
Introito
guna de ellas. Así, las estadísticas del servicio de trabajo social sanitario
dejarán de ser una mera contabilidad asistencial descontextualizada y
heterogénea, para empezar a ser representativa, a validar hipótesis de trabajo
y, por tanto, ser una buena base para la toma de decisiones. A corto plazo, es
de esperar que dichas estadísticas aparezcan tanto en los correspondientes
cuadros de mando de los establecimientos sanitarios como en los indicadores
clave del Sistema Nacional de Salud.
La nueva expresión del trabajo social sanitario que se propone en este libro se
adecua al presente sin renunciar a los principios de la profesión, los que le
dieron vida y siguen alimentándola. Siempre de la mano de lo profesional, se
apoya en el conocimiento aplicado de la disciplina, en sus fundamentos
teóricos y articulan-do una organización eficaz y eficiente, busca alimentar la
capacidad de innovar de sus profesionales, aprovechar su potencial para
reinventarse cuantas veces sean necesarias, para favorecer las condiciones
adecuadas que les permitan afrontar los nuevos retos de esta segunda década
del siglo XXI. Una segunda década que empieza marcada por una crisis
económica sin precedentes y que amenaza la continuidad y el desarrollo de
un Estado del bienestar cuestionado como nunca antes.
serán las fuentes de las cuales beber porque aunque parezca mentira, aquello
que es historia sigue generando certidumbre en la autora, la sigue nutriendo
intelectualmente y le permite, a su vez, alimentar la práctica. Así, los orígenes
acompa-
© Editorial UOC
28
Este texto aspira a reforzar los contenidos teóricos que nutren el arbolado de
actividades y tareas que articulan los servicios y las prestaciones del trabajo
social sanitario, contribuyendo a promover de nuevas. Su hilo vertebrador es
la atención psicosocial de la persona enferma o en riesgo y de su familia para
que la enfermedad, con su penetración en lo psicosocial, no sea causa de
interrupción vital, o lo sea mínimamente. Todo para que cada persona
afectada, sea como enferma o como testimonio, pueda seguir gobernando su
vida, afrontando sus responsabilidades, alentando sus propios anhelos y
vocaciones, a pesar de esa nueva compa-
Estos serán en gran medida los contenidos del presente libro. La delimitación
de los conceptos básicos y comunes, los que son transversales, su
transformación en procedimientos, protocolos y procesos para las
organizaciones en las que se inscriben, una asignatura pendiente en lo
asistencial y en lo preventivo. Si bien los perímetros de muchos de los
argumentos y reflexiones que siguen afectan al marco legislativo en España,
los contenidos y conceptos pertenecen al trabajo social sanitario como
disciplina y profesión donde no hay más fronteras ni más geografía que la
humana.
© Editorial UOC
29
Capítulo I
«Why said the Dodo: The best way to explain it, is to do it»
IDA M. CANNON
A lo largo de los últimos años, sobre todo a partir de mediados de los pasados
noventa, las gerencias y direcciones del sistema sanitario han ido adoptando
términos nacidos en el sector de la empresa relacionando los conceptos que
invis-ten con la acción clínica, tanto en la organización, la gestión y la
evaluación de los resultados como en el control de la calidad. Algunos de
estos conceptos comunes son: la eficacia, la eficiencia, la calidad, la sinergia,
el management, el ca-tálogo de prestaciones, la cartera de servicios, los
procedimientos, los protocolos, los procesos. En las páginas que siguen,
todos ellos quedarán entretejidos con los diferentes desarrollos teóricos y se
aplicarán al trabajo social sanitario, sin embargo, serán los cinco últimos, los
que centren la máxima atención.
30
siempre concluye con un servicio. Es fácil ver que en ninguno de los dos
enunciados se indica ningún servicio. Sin entrar en detalle, solo a modo
aclaratorio, en el primer caso, siempre de acuerdo a las definiciones, lo
adecuado es hablar de protocolo: «protocolo de atención a la infancia
maltratada». En el segundo, de procedimiento: «procedimiento de atención a
las personas de riesgo psicosocial y sanitario».
6. www.iso.org/
7. www.jointcommission.org/
© Editorial UOC
31
Los procedimientos, los protocolos, los procesos, son conceptos que forman
parte del lenguaje habitual de los diferentes colectivos profesionales que
integran el sistema sanitario, sobre todo de las gerencias, las direcciones de
área, las jefaturas de servicio y por efecto cascada, del personal médico y del
de enfermería sobre todo, desde que entre finales de los noventa y principios
de dos mil se iniciaran los grandes cambios organizativos a raíz de la
elaboración y puesta en marcha de numerosos planes estratégicos y la
creación de unidades de gestión clínica. Sin embargo, fue la Ley 16/2003, de
28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud la que
generalizó ese lenguaje y la nueva organización en la que, como se viene
señalando, resaltaban dos conceptos: «catálogo de prestaciones» y «cartera de
servicios».
9. http://docencia.udea.edu.co/ingenieria/control_calidad/personajes.html
Fecha de consulta: 4 de agosto de 2011.
© Editorial UOC
32
Esto se ha visto favorecido por un hecho colateral, casi siempre quienes han
formado en esa materia han sido profesionales de la medicina o de la
enfermería pasados a la gestión, materializando por enésima vez el escenario
advertido por Mary E. Richmond de que la trabajadora social sanitaria no
podía verse como una adjunta de los servicios médicos para cubrir aquello
que a ellos les resultara es-trafalario de acometer o asumir10.
Por todo esto, a fin de evitar el relleno sui géneris de dichos conceptos en
estas primeras líneas se busca introducirlos teóricamente y a la vez ir
desarrollando su adaptación al trabajo social sanitario. Una vez comprendidos
lo cual será fácil, el reto está en aplicarlos fielmente, lo cual, será menos fácil.
Por tanto, ambas son palabras que conceptúan lo mismo. Cuando Montserrat
Colomer desarrolló el «método básico de trabajo social», también estaba
propo-niendo11 «el procedimiento básico de trabajo social» y ciertamente, el
método de trabajo social es un claro procedimiento que pasados los años
sigue mantenien-10. Richmond, 1917: 36.
© Editorial UOC
33
«Paso a paso, las secuencias de acciones que se deben tomar para alcanzar
sus objetivos particulares12.»
¿Cuáles son los objetivos particulares del trabajo social sanitario? La ayuda,
la ayuda y la ayuda. Los objetivos particulares del trabajo social sanitario son
ayudar a las personas afectadas por la enfermedad, sea propia o de algún
allegado, y a las que están en riesgo de padecerla a ayudarse a sí mismas,
para que la enfermedad no genere o avive carencias en sus vidas. En la
misma línea, ayudar a las comunidades a reforzarse para ganar capacidad de
dar soporte a los miembros que las integran y de alguna manera, están
afectados y limitados por la enfermedad. También, es sus objetivos
particulares están colaborar con los servicios de medicina comunitaria en la
prevención. No sobra señalar que esta ayuda no es una ayuda cualquiera, ni
improvisada sino que se apoya en un diagnóstico o prediagnóstico social
sanitario. Los objetivos particulares del trabajo social sanitario son ayudar a
las personas relacionadas con la enfermedad y, de igual modo, ayudar a las
comunidades en las que viven.
2011 <www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t162.e983>
© Editorial UOC
34
© Editorial UOC
35
Definiciones básicas y desarrollo...
© Editorial UOC
36
Hoy, ciento veinticinco años después, dentro del trabajo social sanitario, se
hablaría de procedimientos integrados entre la atención primaria y la atención
especializada sin señalar en qué ámbito se inicia el estudio, sino reforzando la
idea de que se inicie donde se inicie, la continuidad está asegurada.
Entre los tratamientos de trabajo social que es posible leer bien, señala:
soporte para el paciente y la familia. Prevención del contagio e identificación
de casos en el domicilio. Ayuda en la búsqueda y cambio de trabajo.
Nutrición e higiene de la persona en el domicilio. Asilo de ancianos16. En las
primeras líneas de libro puede leerse:
15. Escribe Ida M. Cannon en su dedicatoria: «Al Dr. Richard C. Cabot, cuya
visión, imaginación constructiva y valiente espíritu pionero han sido los
factores principales para iniciar y traer al estado presente del país, servicios
sociales hospitalarios organizados.»
© Editorial UOC
37
ñar y formar a las futuras profesionales con lo cual podía cuestionar que el
trabajo social fuera una profesión, dado que las profesiones, entre otros
puntos, ema-naban del aprendizaje y la ciencia, tendían a la autoorganización
y disponían de una técnica comunicable18. Esa conferencia impartida en
1915, siempre es una hipótesis de la autora, forma parte de los contenidos
que, en dirección contraria, incluyen los libros tanto de Mary E. Richmond
como de Ida M. Cannon, publicados ambos, como se ha señalado, en 1917.
Estudiando sus contenidos se puede inferir que, en parte, son una respuesta a
las dudas de Flexner y a quienes a lo largo de este siglo han abanderado
dudas, razonables o no, al respecto.
Cuarenta años más tarde, en 1957, Helen Harris Perlman señalaba la figura de
Mary E. Richmond como la primera en aplicar el esquema del procedimiento
de
ñalada por este diagnóstico, un plan y ejecución del tratamiento. Por primera
vez las ca-seworkers recibieron un marco de referencia para sus esfuerzos
que anteriormente se había agravado en gran medida por tan buenas
intenciones y finalmente, los recursos de la agencia y la persona podrían
movilizar a sus clientes19.»
38
la mochila, son los peligros de «la buenas intenciones» y lo poco que éstas
contribuyen a ayudar a las personas que se atienden, aparte de arruinar la
imagen y la prosperidad de la profesión.
© Editorial UOC
39
© Editorial UOC
40
Este fin es: «el bienestar de las personas atendidas en el sistema sanitario,
incluyendo sus familias, un bienestar alcanzado estimulando y promoviendo
los propios medios, psíquicos y materiales, de los miembros que integran del
caso social sanitario». Se abre otro breve paréntesis para recordar, en este
caso, de la definición de «caso social» (se añade sanitario) dada por Gordon
Hamilton:
© Editorial UOC
41
© Editorial UOC
42
Margaret G. Frank, cuarenta y seis años más tarde, en 1968, señala como
punto central del casework los elementos cognitivos del tratamiento y si bien
ella lo centra en la infancia, dicha filosofía es extensible a otras edades.
Escribe :
© Editorial UOC
43
Las tres son comunes a otras disciplinas que trabajan dentro de los mismos
paradigmas por lo que es preciso concretar. Así, dentro del trabajo social
sanitario, las fases se denominarán: el estudio de trabajo social sanitario, el
diagnostico de trabajo social sanitario y el plan de tratamiento de trabajo
social sanitario. Con la denominación completa se evitarán tropezones con
otras disciplinas a las que el calificativo de trabajo social sanitario ayudará a
comprender de inmediato que se trata de otra disciplina que no es la suya.
Este detalle vendría a ser el clásico letrero en la puerta en donde se lee: «solo
personal autorizado».
28. Más tarde, otros autores han estudiado y desarrollado dicha teoría, siendo
los más representativos Ann Weick, et al. , autores de A Strengths
Perspective for Social Work Practice. Dennis Saleebey ,autor de Strengths
Perspective in Social Work Practice. Pedro Rankin, autor de Exploring and
Describing the Strength/Empowerment Perspective in Social Work, citando
solo algunos de los que más han aportado a la teoría.
© Editorial UOC
44
con ello se está indicando otro aspecto que tiene que ver con el enunciado,
tanto en el caso de procedimientos como en el de protocolos, en el enunciado
se encuentra definida la dificultad o riesgo sobre el que se actúa.
Cada uno de los tres procedimientos citados, manteniendo las fases generales,
será diferente de los otros dos. ¿Por qué? Porque en su desarrollo se tendrá en
cuenta el objetivo de intervención y las personas potenciales de inclusión.
Esto obliga a enfatizar en los matices.
© Editorial UOC
45
to que puede ser uno solo principal o el principal con algún otro de
secundario, pero aplicado a una situación determinada.
Para afrontar el futuro dentro de los términos que hoy se exigen a los
colectivos profesionales del sistema sanitario, cabe zambullirse en los
cimientos de la práctica diaria, la real, no la narrada, y elevar la autocrítica
hasta donde el ego aguante y si es necesario, recurrir a la supervisión
periódica de la práctica profesional. Solo así será posible esa regeneración de
la profesión en España, ese cambio de piel en el que se elimina lo que no es y
se vuelve a lo que fue antes de empezar a ser devorada por los servicios
sociales.
Continuando: ¿cuánto cuesta dar esta información? Es fácil que siga reflexio-
© Editorial UOC
46
nando ¿la puede dar una secretaria? Entonces ¿cuánto costaría? Puede seguir
aún, ¿acaso el servicio de trabajo social sanitario es un servicio de
información?
© Editorial UOC
47
miendo las gestiones que se requieren para lograr el servicio prescrito. Todo
sobre un principio constante en el trabajo social sanitario, nunca, nunca se
sustituye a las personas en su responsabilidad.
Esto es solo una muestra del potencial auspiciado por la intervención por
procedimientos. La equiparación del servicio de trabajo social sanitario a la
gestión o tramitación de recursos es un reduccionismo funcional que urge
corregir cambiando el modelo de intervención. La realización de trámites o la
información sobre residencias solo requiere conocimientos acerca de lo que
dichos trámites implican, o acerca de las residencias existentes junto con las
habilidades y las actitudes amables que siempre son deseables en cualquier
profesional del sistema sanitario pero nada más.
© Editorial UOC
48
El trabajo social sanitario
De servicios públicos;
1,14 %
De servicios privados;
De nadie;
1,69 %
8,98 %
De la famlia;
88,19 %
Los dos planos, una vez desarrollados sobre el papel, permitirán la práctica
pero a fin de evitar dificultades inesperadas, se recomienda realizar una o
varias pruebas piloto con el fin de acreditar y validar tanto las fases como su
ejecución.
© Editorial UOC
49
Parte de este texto (revisado y adecuado a los objetivos del libro) se basa en
la documentación elaborada como material de trabajo y estudio para la
experiencia llevada a cabo desde la Consejería de Sanidad (antes Consejería
de Salud y Servicios Sanitarios) del Principado de Asturias desde 2008 dentro
del programa formativo del Plan de Homogeneización de los trabajadores
sociales sanitarios del Principado. Como quedó patente en la Jornada
celebrada el 9 de noviembre de 2010, con motivo de la presentación pública
del procedimiento, el objetivo del Plan es
© Editorial UOC
50
• La persona es siempre una, por tanto, son los servicios los que deben inte-
grarse para mantener la unidad.
© Editorial UOC
51
© Editorial UOC
52
Objetivo general
Objetivos específicos
© Editorial UOC
53
Criterios de riesgo
© Editorial UOC
54
Biopsicosocial.
el procedimiento.
Servicios responsables.
y atención especializada.
Aplicación.
Servicios médicos.
y privados.
humanos.
© Editorial UOC
55
FASE ESTUDIO
– La que al menos una vez ha sido atendida por el servicio de trabajo social
sanitario (sea atención primaria o atención especializada). En este caso se
buscará la historia de trabajo social sanitario.
– Alta social.
– Problema social.
© Editorial UOC
56
FASE DIAGNOSTICA
• Es una fase crítica que la persona y su familia pueden vivir como invasiva
porque se materializa la acción.
© Editorial UOC
57
Definiciones básicas y desarrollo...
SIN PROBLEMA
CON PROBABLE
PSICOSOCIAL
PISCOSOCIAL
PROBLEMA
DIAGNÓSTICO
ALTA
PSICOSOCIAL
SOCIAL SANITARIO
SEGUIMIENTO
Registro de la información
Evaluación
© Editorial UOC
58
© Editorial UOC
59
17,34
18
16,19
17
16,04
16
14,54
15
15,74
15,73
Días
15,2
14
13
14,06
12
11
10
1994
1995
1996
Total general
año
Comarca
Capital de comarca
© Editorial UOC
60
© Editorial UOC
61
© Editorial UOC
62
dió que seguían el camino más corto desde la entrada principal para llegar al
pa-tio central. La respuesta de Eisenhower fue determinante y muestra una
manera de enfrentar los hechos sociales y, en su caso, una manera de hacer
política. Dijo tajante:
© Editorial UOC
63
cas, sea por más o menos tiempo, tratan de responder desde dentro y lejos de
lo discursivo: ¿qué servicios prestan los establecimientos que dirigen? ¿Cómo
se producen estos servicios? ¿Cuánto cuestan? Y esto, ¿puede mejorarse?
¿Cómo?
© Editorial UOC
64
8,7
Asturias
8,24
Canarias
8,07
Madrid
7,83
Castilla y León
7,66
Cantabria
7,66
Aragón
7,63
Andalucía
7,22
País Vasco
7,21
Total Altas
7,16
Murcia
7,05
Castilla-La Mancha
6,95
Balears (Illes)
6,8
Extremadura
6,64
Navarra
6,52
Rioja (La)
6,4
Cataluña
6,25
Comunidad Valenciana
6,2
Melilla
5,83
Ceuta
5,65
6
8
10
Ante un rango de casi tres puntos entre la media menor dada en Ceuta (5,65
La media estatal, como puede verse, se sitúa en los 7,16 días, pero ¿qué
justifica tanta diferencia entre comunidades? ¿Qué ocurre en las comunidades
que presentan valores superiores a la media? Y, a su vez ¿qué ocurre en las
que los presentan inferiores? ¿Dónde está la explicación y sobre todo la
justificación?
© Editorial UOC
65
Con este ejemplo de carácter estatal se apunta una hipótesis: «detrás de cada
valor cuantitativo se incluyen numerosas operaciones profesionales
individuales (médicas, de enfermería y, en algunos casos, de trabajo social
sanitario) cualitativas, así como recursos materiales que complementan
dichas operaciones profesionales y se reflejan en los resultados». Una
conjunción que permite garantizar a priori una mayor o menor, en este caso,
eficiencia. En esa «mayor o menor eficiencia» y su extensión a la «mayor o
menor eficacia » es a donde debe mirarse, incluyendo siempre los servicios
prestados desde trabajo social sanitario, dado que la población atendida por
éstos es por definición mucho más frágil. ¿Cómo?
Los servicios de trabajo social sanitario ¿en qué medida influyen en el valor
estancia media? Está claro que mucho. Así lo ponen de relieve algunas
investigaciones aisladas realizadas por la autora. Porque aunque, hoy por hoy,
es imposible de esclarecer por falta de datos, cómo se ha visto, su influencia
es mucha, pues es una realidad constatable que dichos servicios trabajan con
población de riesgo y necesitan intervenciones más complejas en todos los
sentidos.
© Editorial UOC
66
15
11,11
13
9,29
9,19
11
7,95
Días
No N=129
Sí N=2793
No consta
Total N= 3322
N=400
Ahí están los resultados y desde la prudencia, solo se puede decir que son
unos resultados sobre los que se necesitaría profundizar para iluminar las
causas. La representatividad de la población está fuera de dudas pues como
en el caso del Hospital General de Manresa, se han tomado todos los casos
atendidos dentro del servicio de trabajo social sanitario desde la puesta en
marcha. Pero ¿qué es lo que hace que las personas que no se sabe si gozan o
no de compañía en el hospital tengan una estancia de casi 1,5 puntos inferior?
¿Y cómo se explica que las que habitualmente carecen de compañía superan
esta estancia en algo más de 3 puntos? Los resultados quedan abiertos en ese
punto para la reflexión. Desde el aná-
lisis de los datos poco se puede añadir, salvo que el estudio debería ampliarse
para emitir determinadas conclusiones.
© Editorial UOC
67
La RAE como:
<www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t235.e3691> 40. RAE. 18 agosto 2011. <
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=protocolo>
41. Enciclopèdia.cat. [ consulta 18 agosto 2001]
< www.enciclopedia.cat/fitxa_v2.jsp?NDCHEC=0518530&BATE=protocol>
© Editorial UOC
68
La situación puede ser de carácter más social o más médico si bien siempre
estarán presentes las dos dimensiones. A modo de ejemplo, en un protocolo
de atención a personas que han sufrido un ICTUS se incluye un
procedimiento de atención sistemática a las personas afectadas y, a la vez, un
procedimiento de atención sistemática a las cuidadoras o cuidadores
principales.
Un protocolo de trabajo social sanitario es un procedimiento o varios
contextualizados y se basa en los mismos principios, estandariza la actuación
ordenada ante una situación determinada que cuando se presenta, el protocolo
se activa obligatoriamente en el servicio que lo ha definido. Siempre exige
unos pasos singulares y particulares que se han demostrado como los más
eficientes, pero como el procedimiento, es una herramienta de trabajo
consensuada por quienes lo vayan a aplicar. Los protocolos también, como
los procedimientos acunan la garantía de calidad puesto que permiten evaluar
los resultados obtenidos siguiendo las mismas pautas. Considerando el
vínculo con lo biomédico, los protocolos en el trabajo social sanitario y
adoptando el concepto de protocolo médico al concepto de protocolo de
trabajo social sanitario, se definen como «un plan preciso y detallado para el
estudio de un problema psicosocial o por el tratamiento de los aspectos
psicosociales de una determinada enfermedad».
© Editorial UOC
69
© Editorial UOC
70
PROCEDIMIENTO-PROTOCOLO
PROCEDIMIENTO
Si el servicio
DE ACOGIDA
de trabajo
PROTOCOLO DE ATENCIÓN
social
A LAS PERSONAS
sanitario
En la fase de estudio
CON DIAGÓSTICO
cuenta con un
se descubre un diagnostico
DE ALZHEIMER
protocolo de
de demencia de Alzheimer
Alzheimer
se iniciará
…/…
la operativa
del protocolo
© Editorial UOC
71
Este hecho favorece cada vez más que tanto los protocolos de trabajo social
sanitario, como los procedimientos, se diseñen integrando ambos ámbitos
asistenciales y asuman en cada uno de ellos las fases que se darán,
inevitablemente. Se ha mencionado la necesidad de integrar protocolos,
aparte de por los beneficios indudables en el tratamiento de trabajo social
sanitario, por la tendencia a reducir el tiempo de hospitalización de las
personas44, lo que lleva a que la atención primaria participe mucho antes del
plan de trabajo social sanitario elaborado 42. Rof Carballo, 1993: 53–62.
44. La rotación se define como el número de personas que utilizan una misma
cama. Ver estadísticas de actividad sanitarias autonómica en la Web del
ministerio de sanidad.
© Editorial UOC
72
© Editorial UOC
73
• Otros.
© Editorial UOC
74
• De carácter preventivo.
• De carácter curativo.
• De carácter rehabilitador.
© Editorial UOC
75
– Protocolos de planificación.
Así se deberá:
– Cómo han actuado las profesionales, ellas y ellos, hasta ahora ante la
situación, la circunstancia, la enfermedad.
© Editorial UOC
76
– Variables de estudio.
– Sistema de registro.
– Sistema de notificación.
– Genograma. Ecomapa.
– Identificación de los puntos débiles, pero sobre todo, de los puntos fuertes.
– Personas claves.
© Editorial UOC
77
– Criterios de derivación.
– Plan de seguimiento.
– Situaciones especiales.
– Otros.
– Indicadores de partida.
© Editorial UOC
78
© Editorial UOC
79
Por ello, la construcción del futuro deseado llegará cuando prosperen los
fundamentos teóricos y las prácticas se adecuen a las exigencias del sistema
sanitario, a su normativa. La aplicación rutinaria de instrumentos de trabajo
orientados a facilitar la recogida unánime de información permite su análisis
periódico y tomar medidas en base a él.
© Editorial UOC
80
La toma de decisiones implica no solo decidir sobre los fines si no sobre los
medios por los cuales se alcanzan estos fines y estos medios no pueden entrar
en contradicción con los principios y valores de una profesión. Así, el sistema
sanitario que atiende a personas enfermas, o en riesgo de enfermar, a sus
familias, ese mismo que en sus fundamentos se refiere a la atención integral,
al modelo biopsicosocial, no puede caer en el despropósito de poner en tela
de juicio el servicio de trabajo social sanitario porque indirectamente está
negando su propio discurso. Lo que ocurre es que se deben tomar decisiones.
Yendo al origen, al nacimiento del trabajo social sanitario como tal, en 1905,
fue fruto de una decisión, principalmente, del Dr. Cabot, quien se basó en una
evidencia: los aspectos sociales de las personas enfermas que él atendía
influen-ciaban su recuperación, para bien o para mal, adquiriendo gran
importancia sus sentimientos y creencias. El papel que el trabajo social
sanitario interpretaba en la modificación de éstos cuando resultaban
perjudiciales resultó de gran valor para él y ello contribuyó a que tomara la
decisión que le llevó a crear esta nueva profesión. Pero en aquella época, las
profesionales utilizaban registros y realizaban análisis periódicos de su
actividad e intervenciones.
© Editorial UOC
81
El Dr. Cabot fue la pieza clave que puso en marcha un nuevo dispositivo,
tomó la decisión, se arriesgó, vio la imposibilidad de seguir como hasta
entonces y creó el primer servicio de trabajo social sanitario en el
Massachusetts General Hospital. Por supuesto que el trabajo social sanitario
se estaba gestando desde ha-cía tiempo, pero fue él quien dio el primer paso.
Y de eso se trata, de dar el primer paso, de iniciar lo nuevo. Los que siguieron
fueron importantes, pero sin ese primer paso, el destino habría sido no existir.
Él, como buen científico, se apoyó sobre los hechos y sobre ellos decidió, la
documentación estudiada permite añadir, sensatamente. Él veía como las
personas, por diversas razones, pero siempre relacionadas con lo psicosocial
y con un entorno precario, no podían asumir los tratamientos médicos. Como
profesional responsable se preocupó por este hecho y lo hizo con la acción,
con la decisión. Viendo que la situación se iba repitiendo y cuando, por azar,
conoció el programa de la Charity Organization Society of Baltimore,
dirigido por el Dr. Charles Emerson (más adelante se hablará de ello), en el
que estudiantes de medicina realizaban visitas al domicilio de los enfermos
para conocer su ambiente, Cabot vio en ese nuevo escenario el vínculo
natural que une lo social con lo médico, vio la unidad que eran ambas
disciplinas. Era un nuevo mundo el que se abría y necesitaba nuevas
fórmulas. Garnet Isabel Pelton fue la primera trabajadora social sanitaria que
asumió el encargo. Era un 3 de octubre de 1905 cuando se ponía en marcha
este nuevo servicio social médico en el hospital.
© Editorial UOC
82
Avanzando los más de cien años que separan esa primera experiencia, esa
primera decisión, del presente, los establecimientos sanitarios como
organizaciones vivas que son, existen sometidos, constantemente, a
dinámicas influenciadas por variables demográficas, epidemiológicas,
políticas, económicas, científicas, etcétera. Todas ellas, confluyen e influyen
en los resultados con los cuales, las gerencias y direcciones actúan e impulsan
acciones sensatas, inteligentes y estraté-
gicas. Esto es, decidir entre varios caminos, optar por uno u otro programa,
sus-pender, reducir, ampliar servicios con la consecuente reducción o
ampliación de profesionales, líneas de formación profesional, etcétera. Estas
decisiones lejos de liberarse al antojo de quienes gestionan, es recomendable
encuadrarlas en una metodología para garantizar al máximo la objetividad y
la amplitud de miras, evitando, igualmente, los errores relacionados con la
falta de información. Aunque es una obviedad, a veces se siguen recorridos
imposibles para alcanzar la decisión más adecuada. En un estudio de
realidades, la interdisciplinariedad real, la visión estratégica del personal
médico, del personal de enfermería, del personal de trabajo social sanitario y
otro personal, según el establecimiento de que se trate, impulsará unas
decisiones frente a otras, permitiendo una aproximación más precisa y
adecuada a la población atendida y al entorno.
© Editorial UOC
83
social sanitario
Sin abandonar los principios inspiradores y los valores del trabajo social
sanitario, tampoco sus fines, llega el desarrollo del tercer concepto clave:
«proceso».
Para seguir avanzando es básico ver la diferencia entre los tres y a la vez su
inter-dependencia pues, como se verá, todos los procesos de trabajo social
sanitario se desprenden y se apoyan en una de las fases de los procedimientos
o de los protocolos: el diagnóstico social sanitario. Aunque también se verá
que los procedimientos o protocolos de trabajo social sanitario, se inician
dentro de procesos sanitarios en los que una de las actividades es la
«valoración de trabajo social sanitario».
© Editorial UOC
84
Por poner un ejemplo para desbrozar algo el camino. Cuando se habla del
proceso sanitario «accidente vascular cerebral» que incluye la valoración
social, cabe pensar que antes los servicios médicos han aplicado sus propios
procedimientos para elaborar el diagnóstico médico y determinar que la
persona sufre un «accidente vascular cerebral». Ninguna profesión puede
conocer a la otra en su totalidad por eso, siempre tienen la última palabra las
y los profesionales que las en-carnan. El mapa conceptual que sigue muestra
esa interrelación entre «el proceso clínico» que origina un «procedimiento de
trabajo social sanitario» del cual a su vez, se determinan los «procesos de
trabajo social sanitario». Como salta a la vista, la secuencia es flexible.
Mapa conceptual 5. Interacción entre los procesos sanitarios y los
procedimientos de trabajo social sanitario con sus respectivos procesos
Inicio
procedimiento
Inicio
Procedimiento
de
procedimiento
sanitario
trabajo
Servicios
social
receptores
Diagnóstico
sanitario
Proceso sanitario
Diagnóstico-
Proceso trabajo
Diagnóstico
social sanitario
Procesos
Propios
© Editorial UOC
85
© Editorial UOC
86
© Editorial UOC
87
«Un conjunto de actividades que recibe uno o más input y crea un producto
de valor para el cliente51.»
© Editorial UOC
88
89
Diagnóstico
Determinación de
servicios y procesos
Evaluación
© Editorial UOC
90
Servicio:
Protocolo:
Técnicas:
• Terapia narrativa.
• Documentación.
de las lesiones».
Protocolo:
montaje».
Técnicas:
«Rehabilitación vocacional».
asociar…
© Editorial UOC
91
¿Dónde está descrito? ¿Cuáles son los resultados que han obtenido en materia
de bienestar? Aplicando el esquema, ordenando los tres conceptos, el trabajo
social sanitario mantiene su idiosincrasia, sus valores y principios, es un
conjunto de conocimientos y teorías que a medida que se van analizando los
datos que se van generando en las intervenciones, se van ampliando.
© Editorial UOC
92
ñala que éste no ejecuta órdenes sino que se acude a él para lograr su consejo,
orientación y de nuevo se reincide en lo mismo esa orientación se
contextualiza en cada caso.
© Editorial UOC
93
– Diabetes.
– Insuficiencia renal.
– AVC.
– Artrosis.
© Editorial UOC
94
El trabajo social sanitario
© Editorial UOC
95
Propietario
Proveedores internos
Proveedores externos
Clientes internos
Cliente directo
Clientes indirectos
MENSUALES
TRIMESTRALES
SEMESTRALES
ANUALES
Elaboración: Dolors Colom Masfret - Barcelona 2011.
© Editorial UOC
96
© Editorial UOC
97
© Editorial UOC
98
Cierto es que el primer ejemplo justifica unos pasos iniciales que vienen
avalados por la insalubridad de la vivienda. Pero si el personal médico o el de
enfermería, hablaran de gestionar tal o cual recurso para dejar la casa en
condiciones, cometería un error poniendo de relieve una actitud que asocia
una necesidad a un recurso, dejando fuera a la persona, a su familia, y se
insiste, a su vivencia. Lo psicosocial no es tratable como lo es una infección
vírica, o una úlcera o una fractura. Lo psicosocial es como una semilla, tiene
sus tiempos de desarrollo y requiere sus tiempos y momentos de intervención
con toda una estrategia elaborada. Guste o no guste, esos tiempos son
necesarios si se quiere prestar un servicio de calidad. A priori, en ambos
casos, las intervenciones pueden ser muy distintas y muy iguales si se
reacciona sobre lo aparente de cada caso. Pueden ser muy iguales si un
profesional que no es trabajador social sanitario, decide, a partir de su propia
proyección, lo que es lo mejor, o lo que le conviene a la persona. Con-
veniencia que, dicho sea de paso y como se viene señalando, si no sigue
ningún procedimiento previamente definido, se está apoyando en la pura
especulación, en la antítesis del trabajo científico y del trabajo social
sanitario, pudiéndose llegar a obtener tantas propuestas de solución como
profesionales intervengan.
© Editorial UOC
99
De la misma manera que una trabajadora social sanitaria puede ver que una
llaga de decúbito está infectada, una enfermera puede ver que una relación
familiar está deteriorada, pero ni la primera puede ocuparse de la curación de
la llaga ni la segunda puede ocuparse de la rehabilitación de la relación
familiar.
Todo aquello que salta a la vista, no significa que quien lo ve pueda tratarlo o
abordarlo.
Para la ciudadanía, para los profesionales ajenos al trabajo social sanitario, el
primer ejemplo podría parecer una simple cuestión de limpieza del hogar, de
dejarlo en condiciones para cuando el Sr. José llegara del hospital, para
algunos puede ser una cuestión de explicar que la vivienda debe mantenerse
limpia, etcétera.
Aunque los dos ejemplos parecen situarse en los extremos de una misma lí-
nea, no implica que sean opuestos, o que uno, el primero, por la evidencia,
sea más fácil de abordar que el otro. Aparentemente, llegan por vías muy
distintas, lo que solo significa eso, que llegan por vías distintas. Sus
diferencias pueden justi-ficarse desde el prejuicio que suele darse en
profesionales ajenos al trabajo social sanitario sobre los asuntos de carácter
psicosocial pero desde éste, se establece un juicio profesional o lo que es lo
mismo, un diagnóstico social sanitario (o prediagnóstico) sobre el que se
edifica cada una de las intervenciones.
© Editorial UOC
101
Antecedentes inspiradores de la segunda...
Capítulo II
© Editorial UOC
102
2. A velar por que las personas que se beneficien de tal asistencia no sufran
por ese motivo disminución alguna en sus derechos políticos y sociales.
3. A disponer lo preciso para que todas las personas puedan obtener por
medio de servicios adecuados, públicos o privados, el asesoramiento y ayuda
personal necesarios para prevenir, eliminar o aliviar su estado de necesidad
personal o familiar.
de diciembre de 1953.»
© Editorial UOC
103
Por más que la tecnología avance, por más que se desarrollen los medios a
em-plear para afinar los diagnósticos médicos y por ende proponer
tratamientos, a medida, con altos índices de éxito, cirugías aparentemente
menos invasivas y se subraya, aparentemente63, este hecho, la afectación de
lo social por la enfermedad, la impresión y la desolación ante determinados
diagnósticos médicos, seguirá repitiéndose una y otra vez. Lo psicosocial es
lo humano, lo cotidiano, las emociones y los sentimientos, los temores y las
actitudes, es lo derivado de las interpretaciones erróneas y todo lo que cuando
se desata la enfermedad, en un primer instante, escapa a lo racional, a lo
sostenido, a lo previsible, a las leyes me-cánicas. Por ello, la «ayuda» desde
el trabajo social sanitario coincide simultáneamente en el tiempo y en el
espacio con la «ayuda» médica y la «ayuda» de enfermería, pero mientras las
dos últimas van transformándose con las tecnologías, la primera, el trabajo
social sanitario sigue necesitando la entrevista, sigue de-volviendo a las
personas que atiende ideas elaboradas y racionalizadas a pesar de las
elucubraciones, sigue necesitando tiempo para ver y oír a la persona en ese
nuevo entorno. Las trabajadoras sociales sanitarias, ellas y ellos, no disponen
de láser, ni de laparoscopio, tampoco pueden ayudarse de la resonancia
magné-
© Editorial UOC
104
social una de las muchas profesiones que lo integran, pero no la única. Pero
también ostenta una entidad propia el ámbito de los servicios sanitarios, el de
los servicios laborales, el de los servicios jurídicos. La confusión entre el
trabajo social sanitario, también el trabajo social generalista, con los servicios
sociales debe irse deshaciendo para que el trabajo social en general, el
sanitario en particular, pueda respirar de la disciplina. Dice el artículo 14:
© Editorial UOC
105
© Editorial UOC
106
Por todo lo contado, éste es un buen momento y el lugar apropiado para tratar
de derrotar esa confusión que desordena los conceptos y, en la práctica, en el
ejercicio profesional, les confiere contenidos que no son. El trabajo social
sanitario, muy resumidamente, siguiendo procedimientos o protocolos y
aplicando técnicas varias, presta servicios que promueve la actitud sana en las
personas enfermas, o en riesgo de enfermar, de sus familias, con sus servicios
y prestaciones las ayuda y acompaña en esa reparación vital, las relaciona y
las vincula con otras personas, para que ellas mismas puedan superar sus
dificultades, sus estados de ánimo, sus pérdidas. Los servicios sociales,
también resumidamente están ahí para cuando la persona o su familia, no
consigue afrontar esa nueva realidad, incluso habiendo sido objeto de
tratamientos de trabajo social sanitario individual, familiar o grupal.
Entonces, los servicios sociales se convierten en apoyo esencial para la
persona y su familia.
© Editorial UOC
107
Capítulo III
Para este capítulo, del amplio conjunto de normas reguladoras del actual
servicio nacional de salud, se han escogido tres leyes que por su contenido y
proyección, por su base filosófica y moral, ejercen una especial influencia en
el presente y el futuro del trabajo social sanitario. Si bien sería un error ceñir
el ejercicio de una profesión a un territorio, el conocimiento desconoce las
fronteras, es patente que la legislación existente en cada territorio modela la
organización de dicho conocimiento y la puesta en escena de cómo la
profesión que lo expresa, se organiza y aplica.
¿Cómo se inscribe el trabajo social sanitario en los contenidos de dichas
leyes?
© Editorial UOC
108
<www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t235.e4042>
© Editorial UOC
109
70. El Dr. Cabot se refería a Mrs. Ada E. Sheffield, representing the Boston
Conference on Illegitimacy.
© Editorial UOC
110
• Es una profesión (se ejerce y satisface los puntos señalados en 1915 por
Abraham Flexner72).
© Editorial UOC
111
Por esta razón, gran peso de esta parte recaerá principalmente sobre los
segundos, pues en ellos reside la fuerza de la reorganización. Así, asumiendo
los hechos que acompañan al trabajo social sanitario en la actualidad y
sabiendo que a priori éstos son multitud, se buscará el reflejo en la legislación
vigente para, además, identificar dichos factores posibilitadores que contiene.
Se trata de evitar que el trabajo social sanitario se siga falsificando tanto
desde su propio entorno, como desde instancias con un alto grado de
desinformación. Es preciso beber de las fuentes y empezar a recuperar los
elementos de la profesión genuina, en contraposición a la profesión
sucedánea actual impulsada, sobre todo, en los últimos años. Las reflexiones
que siguen, siempre con la legalidad actual de fondo, buscan recuperar los
patrones y enfoques que primero le dieron entidad práctica, para luego
empezar a generar un cuerpo teórico y profesional. Es ese trabajo social
sanitario genuino, con sus teorías, con sus principios, valores y formas de
atención, el que investiga y evalúa el que adquiere valor dentro del sistema
sanitario, porque es éste el que promueve el bienestar de las personas
enfermas, de las que están en riesgo, de sus familias y, además, lo demuestra
con los resultados y la percepción de las personas atendidas. Ese bienestar, no
obstante, lo promueve desde uno de los hitos y seña de identidad del trabajo
social sanitario, se alcanza a través de las personas mismas, removiendo y
recomponiendo, sus propios recursos, sus propios anhelos como personas. La
persona que necesita ayuda, con el «acompañamiento profesional
estratégico» logra ayudarse. Es en este trabajo social sanitario genuino donde
se encuentran las verdaderas competencias que permiten vincular momentos
de la enfermedad de cada individuo con su esfera psicosocial y conductual, y
mediante registros, acumulando casos, lograr así, convertir lo individual y
particular, en comunitario.
© Editorial UOC
112
113
© Editorial UOC
114
© Editorial UOC
115
Sistema sanitario y normativa legal
TRABAJO SOCIAL
SANITARIO EN EL
SERVICIO DE:
TRABAJO SOCIAL
PEDIATRÍA
SANITARIO
MEDICINA
EN UNIDADES DE
TRAUMA
GESTIÓN
CIRUGÍA
CLÍNICA
SALUD MENTAL
OTROS
DE GESTIÓN CLÍNICA
© Editorial UOC
116
dico. Eso lleva a una hipótesis: «el caos actual se debe al modelo médico y no
al colapso del modelo biopsicosocial». Es cierto que hoy, dentro del sistema
sanitario, se palpa una sensibilidad creciente por lo psicosocial pero eso no
significa nada mientras la realidad siga con su tozudez. La inclusión de lo
psicosocial en lo médico implica asumir la competencia para precisar con
certeza los problemas y dificultades que afectan al bienestar de la persona
enferma atendida, implican elaborar diagnósticos de trabajo social sanitario78
y aplicar los tratamientos o prestar los servicios indicados por ese
diagnóstico. No es lo mismo un problema identificado que un problema
controlado y aún así, falta que el problema se resuelva. Desde la atención
psicosocial, se genera bienestar social medible y tangible. Así se desemboca
en dos retos inmediatos:
© Editorial UOC
117
• El segundo, busca dar entidad al primero. Para que eso sea posible, es
preciso desarrollar un sistema de instrumentos, procedimientos, protocolos,
procesos comunes entre los ámbitos del sistema que facilite la gestión de la
continuidad asistencial disponiendo de información real, en tiempo real de las
fracturas de la asistencia. La información se irá actualizando a medida que se
vayan agregando casos a la base de datos general y en tiempo real, podrá
conocerse el mapa de necesidades, recursos y soluciones adoptadas.
© Editorial UOC
118
• El derecho a la información.
• El consentimiento informado.
• La intimidad de la información relativa a la salud de las personas.
© Editorial UOC
119
Ideas–fuerza
Puntos 2 y 3.
«Previo consentimiento
y usuarios), dado que serán ellas quienes den los pasos que se vayan
determinando por la evidencia y por el diagnóstico social sanitario.
«Después de que
«Una prueba de cualquier tratamiento social es el grado por el cual todas las
personas implicadas en el caso pueden, al límite de su capacidad, tomar parte
activa para alcanzar el resultado deseado81.»
80. www.rae.es
© Editorial UOC
120
Definición
(textual)
(textual)
Centro sanitario
El conjunto organizado de
profesionales, instalaciones y
pacientes y usuarios.
pasado.
Certificado médico
La declaración escrita de un
determinado momento.
sanitario.
Consentimiento
La conformidad libre,
informado
voluntaria y consciente de un
paciente, manifestada en el
después de recibir la
no haya autorizado.
magistratura.
Documentación
clínica
clase que contiene un conjunto forma parte del trabajo social sanitario desde
de datos e informaciones de
carácter asistencial.
Historia clínica
El conjunto de documentos
La historia de trabajo social sanitario se
valoraciones e informaciones
proceso asistencial.
Información clínica
© Editorial UOC
121
médica
el médico responsable en
de su historial clínico, la
el diagnóstico y las
de alta médica.
recomendaciones terapéuticas.
Intervención en
el ámbito de
terapéuticos, rehabilitadores o
de investigación.
rehabilitadores o de investigación.
Libre elección
de salud competentes,
autoridades competentes.
en cada caso.
Médico
responsable
carácter de interlocutor
referente a su atención e
derive.
obligaciones de otros
asistencia sanitaria y
al paciente.
profesionales para el
mantenimiento o recuperación
de su salud.
© Editorial UOC
122
Usuario
servicios sanitarios de
educación y promoción de la
la psicosocial.
salud, de prevención de
enfermedades y de
información sanitaria.
Dando un salto hasta el capítulo IV, artículo 8.2 se pone de manifiesto que
los diferentes puntos son parte de los procedimientos de trabajo social
sanitario si bien, cuando se refiere al documento de consentimiento
informado, cabe decir que se da, casi siempre de palabra. Sin embargo, la ley
también lo contempla. La ley dice:
«El consentimiento será verbal por regla general. Sin embargo, se prestará
por escrito en los casos siguientes: intervención quirúrgica, procedimientos
diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, aplicación de
procedimientos que suponen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible
repercusión negativa sobre la salud del paciente.»
© Editorial UOC
123
© Editorial UOC
124
© Editorial UOC
125
Ideas–fuerza
(capítulo I exposición
de motivos)
«Maneras de vivir
«Orientación a los
La naturaleza del trabajo social sanitario implica que los clientes son papel de
los usuarios
el trabajo social sanitario puede plantearse como una práctica cuyos servicios
sustituyen a la familia o al propio cliente. Su función es potenciarlos. En
páginas anteriores se ha señalado cómo Mary E. Richmond se refería a la
autodeterminación85.
83. Hamilton, 1931: 174.
© Editorial UOC
126
(capítulo I exposición
de motivos)
50
39,13
alta.
40
cama.
post
30
en
20
17,65
utilización
20
lae
4,55
7,49
10
3,64
servicios
%
Personas
de
1998
1999
200
2001
2002
2003
«Las actuaciones
en la evidencia
© Editorial UOC
127
(capítulo I exposición
de motivos)
«La búsqueda de
Vistos éstos, es tangible que todos ámbitos citados son comunes y habituales
para el ejercicio de trabajo social sanitario, incluyendo la farmacia, si bien
eso ocurre dentro del consumo de las personas a las cuales se atiende.
© Editorial UOC
128
Desde siempre, desde sus orígenes en 1905, el trabajo social sanitario facilita
tal y como señala artículo, «servicios preventivos», «servicios diagnósticos»,
«servicios terapéuticos», «rehabilitadores y de promoción y mantenimiento
de la salud dirigidos a los ciudadanos». Y en ellos incluye prestaciones de
«salud pública, atención primaria y especializada, sociosanitaria, urgencias,
farmacia, ortoprótesis, productos dietéticos y transporte sanitario.» Éstas se
desarrollarán en el siguiente punto.
© Editorial UOC
129
en el catálogo
de prestaciones
«Servicios preventivos»
Los servicios preventivos corresponden especialmente al ámbito de los en
prestaciones de
especializada,
dietéticos y transporte
«Servicios diagnósticos»
en el diagnóstico médico.
ortoprótesis, productos
© Editorial UOC
130
Servicios propuestos
en el catálogo
de prestaciones
«Servicios
a los ciudadanos»
en prestaciones
medicina.
sociosanitaria,
y transporte
se emplean los medios para permitir a individuos hacer frente a los dilemas
ambientales, interpersonales o intrapsíquicos y su interacción, causa de estrés
personal.
Todos estos servicios se dirigen a las personas enfermas, a las que están en
riesgo y a sus familias o allegados. En el mismo libro, refiriéndose al
tratamiento de terapia, citaban la clasificación realizada por Lucille Austin en
1948, como sigue:
«En 1948, Lucille Austin desarrolló una nueva clasificación apuntando dos
planos: la terapia social y la psicoterapia. En este último caso, la dividió
entre:
© Editorial UOC
131
Sistema sanitario y normativa legal
• Salud pública
• Atención primaria
• Atención especializada
Servicios
• Atención sociosanitaria
preventivos
• Urgencias
• Farmacia
• Ortoprótesis
• Productos dietéticos
• Transporte sanitario
Prestaciones de:
Prestaciones de:
• Salud pública
• Salud pública
• Atención primaria
• Atención primaria
• Atención especializada
Servicios
Catálogo
• Atención especializada
• Atención sociosanitaria
rehabilitadores
Servicios
de
• Atención sociosanitaria
• Urgencias
promoción
diagnósticos
prestaciones
• Urgencias
• Farmacia
salud
• Farmacia
• Ortoprótesis
• Ortoprótesis
• Productos dietéticos
• Productos dietéticos
• Transporte sanitario
• Transporte sanitario
Prestaciones de:
• Salud pública
• Atención primaria
• Atención especializada
Servicios
• Atención sociosanitaria
terapéuticos
• Urgencias
• Farmacia
• Ortoprótesis
• Productos dietéticos
• Transporte sanitario
© Editorial UOC
132
• Profesionales de la medicina
• Profesionales de la enfermería
• Salud pública
• Profesionales de...
• Profesionales de la medicina
• Profesionales de la enfermería
• Atención primaria
• Profesionales de...
• Profesionales de la medicina
• Atención especializada
• Profesionales de la enfermería
Servicios
• Profesionales de...
preventivos
• Profesionales de la medicina
• Profesionales de la enfermería
• Atención sociosanitaria
• Profesionales de...
• Profesionales de la medicina
• Profesionales de la enfermería
Catálogo de
• Urgencias
prestaciones
• Profesionales de...
• Farmacia
• Profesionales de la medicina
• Ortoprótesis
• Profesionales de la enfermería
• Productos dietéticos
• Profesionales de...
© Editorial UOC
133
A modo particular, cada profesional del trabajo social sanitario debe saber
donde se inscribe su ejercicio particular para luego analizar la adecuación de
la práctica y cómo ésta se encuentra definida. El capítulo anterior es una base
teórica para definir tanto los servicios que presta como los procedimientos y
técnicas que aplica, satisfaciendo así los requisitos de la cartera de servicios,
sigue el capítulo III:
© Editorial UOC
134
ficos.»
© Editorial UOC
135
Sigue el texto de la ley para señalar otro punto a enfocar también desde el
trabajo social sanitario, el de «las garantías» y este es un apartado igualmente
bási-co para desarrollar y encarar el futuro con otros indicadores diferentes
pero igualmente significativos para el sistema sanitario y que respondan a la
información citada en este apartado de «las garantías». Dice el capítulo III:
Estas líneas abren para el trabajo social sanitario otro frente de gran calado y,
a la vez, grandes posibilidades al replantearse el análisis de la actividad
profesional con relación a las «garantías citadas», con respecto a la
intervención relacionada, con el entorno comunitario y de servicios. Se trata
de generar nuevos indicadores respecto a la «seguridad», la «calidad», la
«accesibilidad», la «movilidad y el tiempo en el acceso a las prestaciones»
¿Cuáles son los indicadores de garantías del servicio de trabajo social
sanitario? Las garantías vienen detalladas en los artículos que van del 23 al
28, el último. A continuación se describe la parte de los artículos que
permiten aproximarse a ellos y empezar a repensar evaluaciones para
comprobar los primeros valores y así progresivamente definir tendencias y,
en consecuencia, actuaciones.
© Editorial UOC
136
a las garantías
prestaciones sanitarias….
Otros.
¿Qué ocurre con las personas que viven en zonas en las 1. El acceso a las
prestaciones sanitarias
¿Cuáles son las isócronas de los centros de salud respecto territorio nacional
en el que se encuen-de las personas según su lugar de residencia?
Otros.
social sanitario subsana este vacío en caso de que aún no deberes, de las
prestaciones y de
esté elaborada.
de la accesibilidad administrativa
y de su confortabilidad…».
© Editorial UOC
137
Es decir, ¿cómo se articula con las teorías del trabajo social y concretamente,
del sanitario? ¿Cómo se contextualiza lo referido al catálogo de prestaciones
desde el trabajo social sanitario para que cumpla con las formas y fórmulas
legales expuestas? ¿Cómo se presenta ello «al sistema sanitario» y al «Estado
de bienestar»
para que se vea como es y no como lo que se dice que es? El tema se irá
desgra-nando en las páginas siguientes.
© Editorial UOC
138
trabajo social sanitario que prestan las y los profesionales que lo integran. De
existir algo, suele formar parte de la presentación del establecimiento del que
se trate y, en el apartado dedicado al trabajo social sanitario, suelen
encontrarse redactados como: ayuda en sus necesidades, orientación y gestión
de recursos, valoración social, tramitación de ayudas, etcétera. Se insiste
nuevamente en la reflexión que hila los diferentes argumentos del libro ¿esto
puede considerarse trabajo social sanitario? Presentado así, no.
© Editorial UOC
139
© Editorial UOC
140
«cartera de servicios»
Catálogo de prestaciones
Cartera de servicios
de la persona.
percepción de la realidad.
• Terapia individual.
Técnicas:
• Terapia familiar.
• Entrevista individual.
• Terapia de grupo.
• Entrevista familiar.
• Counseling.
• Otros.
• Derivación de casos.
• Documentación y registro.
• Otras.
de 80 años.
y familiares.
diagnosticadas de Alzheimer.
• Protocolo de atención a las personas que viven solas compartir y repartir las
responsabilidades
y aisladas.
de atención.
• Terapia individual.
Técnicas:
• Terapia familiar.
• Entrevista individual.
• Terapia de grupo.
• Entrevista familiar.
• Counseling.
• Derivación de casos.
• Documentación y registro.
• Otras.
• Counseling.
• Ludoterapia.
• Musicoterapia.
• Rehabilitación vocacional.
Técnicas:
• Terapia psicosocial.
• Entrevista individual.
• Terapia de grupo.
• Entrevista familiar.
• Documentación y registro.
• Problem-solving.
Otros.
Otros.
© Editorial UOC
141
© Editorial UOC
142
143
© Editorial UOC
144
«Unificación de criterios.»
«Evidencia científica.»
© Editorial UOC
145
«Evidencia científica.»
«Actualización participada
Por una parte, en el punto anterior se ha puesto de relieve lo tratado por las
profesiones reconocidas como «sanitarias» pero, tácitamente, en la mayoría
de ellas, como se ha ido viendo, el trabajo social sanitario está presente. Un
apunte para denotar el giro que para el trabajo social sanitario supone la
puesta en marcha en 2009 del primer Postgrado de Trabajo Social Sanitario
ya citado, esto, junto con la evolución de la formación continuada
especializada en determinadas comunidades autónomas99 cuyas
profesionales, ellas y ellos, están realizando grandes esfuerzos para aplicar
los conceptos desde la profesión y para ir incorporando a su quehacer diario,
en la medida de lo posible, los esquemas, las fórmulas, marcados por la ley,
todo ello permite afirmar que, moralmente, el trabajo social sanitario, no
puede quedar excluido por mucho tiempo de dicho reconocimiento de
profesión sanitaria. Y sin contar los más de cien años de historia que lo
avalan.
99. La autora puede hablar desde la experiencia propia como docente y
asesora del Principado de Asturias, de las Islas Canarias, de Cataluña, de La
Rioja, de Castilla La Mancha, especialmente, en donde se siguen
periódicamente planes de formación continuada para ahondar en lo expuesto.
© Editorial UOC
147
Capítulo IV
Una de las teorías más extendidas hoy dentro del trabajo social sanitario, se
viene señalando a lo largo del libro, es la de los puntos fuertes100. Así, la
«ayuda»
© Editorial UOC
148
102. www.un.org/es/comun/docs/?
path=/es/documents/udhr/index_print.shtml Fecha de consulta: 10 de julio de
2011.
© Editorial UOC
149
Entonces, una vez se dispone de ese diagnóstico social sanitario, los procesos
de trabajo social sanitario serán los adecuados a las necesidades reales y a las
personas. El seguimiento de procedimientos y protocolos sirve al principio de
optimización de los medios propios de las personas, lo cual repercute en la
sostenibilidad del mismo sistema sanitario. En el ejercicio del trabajo social
sanitario, la responsabilidad recae sobre este estudio preciso de las realidades
personales de cada caso.
© Editorial UOC
150
«[…] una segunda línea de pensamiento (que con el paso del tiempo se ha ido
haciendo mayoritaria) opinaba que la salud constituía un bien superior, que
los poderes públicos deberían tutelar y promover; pero que se deberían
justificar los recursos empleados en sus actividades, frente a otras
asignaciones alternativas dedicadas al cumplimiento de otros objetivos
sociales igualmente deseables y legítimos (como educación, justicia,
seguridad o cultura)103.»
El reto del trabajo social sanitario está en diferenciarse, porque como se verá,
es diferente de los otros tipos de «ayuda», pero existe un segundo reto
igualmente importante, el de identificar y evaluar los beneficios generales y
específicos de su acción. Ello es posible comparando procedimientos,
analizando en detalle los procesos, tanto en los casos particulares como en las
comunidades en general.
© Editorial UOC
151
© Editorial UOC
152
© Editorial UOC
153
© Editorial UOC
154
Si bien cada profesional puede contestar, esa respuesta no deja de ser parte su
anecdotario particular, a no ser que haya investigado los resultados de sus
entrevistas asumiendo diferentes actitudes. En este caso, para seguir con el
ejemplo, es preciso averiguar mediante la observación de la práctica cuáles
son los resultados y si éstos se corresponden con los deseados, en qué medida
y en cuánto se desví-
an. Los procesos de trabajo social sanitario, los servicios finales, ¿prestan o
han prestado la «ayuda»? Analizando los resultados, ¿cuál es la mejor técnica
de entrevista en cada caso? Ambas son situaciones distintas que requieren
abordajes distintos y cuestiones distintas, pero, ¿hasta qué punto esa
diferencia cala en la conciencia de cada profesional como una parte
imprescindible del proceso de ayuda? ¿Cómo tiene que conducirse la primera
entrevista en uno y en otro caso?
© Editorial UOC
155
fuente que no esté avalada por el método científico puede ser muy
convincente, puede ser incluso original, pero carece de valor acreditado.
Empezada la segunda década del siglo XXI es preciso pensar y analizar las
cuestiones referidas al trabajo social sanitario, a su presentación, a su
abordaje y a su acción, en términos científicos. Muchos de los caminos
iniciados los últimos años han acabado en vía muerta y otros se dirigen
directamente al mismo fin. En el sistema sanitario, precisamente, cualquier
otra vía que no sea la científica está condenada a la nulidad.
Así, en toda relación de «ayuda», dentro del trabajo social sanitario conviven,
© Editorial UOC
156
Escribía:
© Editorial UOC
157
La «ayuda» desde el trabajo social sanitario
© Editorial UOC
158
Por ello, también se iniciará otro tratamiento de casework, en este caso, para
ayudarla a aceptar su nuevo aspecto, a profundizar sobre ese verse mal, a
comprender que ese ir a buscar el pan con su hermana, contribuye a su
recuperación y, por tanto, en un futuro, su físico se verá mejorado y ella se
verá más bien. Posiblemente, esa figuración que se hace sobre lo que los
demás puedan ver de sí misma no se ajuste a la realidad, pero esa es su
vivencia y su experiencia, por tanto, primero se deberá trabajar desde esa
esfera de intimidad.
Así pues, el instinto de ayuda, referido unas páginas antes como algo
inherente a toda persona en su sano juicio, es insuficiente para garantizar los
efectos y los beneficios que procura la «ayuda desde el trabajo social
sanitario» en la persona y en su entorno. El trabajo social sanitario deja de
lado los quereres y los impulsos, los arrebatos fruto de las buenas campañas
de marketing, porque de ser así, se generaría una ayuda discrecional y
discriminatoria. Quienes tengan más edad recordarán sentencias como «se
tiñe de rubia y luego viene a pedir comida…», o «hace días que no limpiamos
la casa porque como van a venir del ayuntamiento para ver-la…». Sobran los
comentarios, pero en ningún caso se puede caer ahí.
© Editorial UOC
159
sobre el día a día, el saber que este fenómeno está ahí gravitando, previene de
caer en sus efectos. Así, la intervención por procedimientos y protocolos
actúa a modo de regulador, que no interventor, y asegura que se dan los pasos
necesarios para actuar con garantías de que cada acción satisface realidades y
tiene objetivos terapéuticos. La voluntad de querer y desear ayudar a alguien,
en la mayoría de los casos no es suficiente para ayudarle.
Con ello, nos invita a estudiar y a observar con detenimiento, pero también a
indagar sobre qué piensan las personas que se atienden, qué sienten y sobre
todo, a contrastar el escenario de lo dicho con el escenario de lo hecho.
Escribe:
113. Si bien ella habla de Trabajo Social sin calificativos, gran parte de su
trabajo se desarrolló en Salud Mental, así el calificativo de sanitario, aunque
no aparezca directamente en su obra, queda im-plícito. En el texto se añade
que hoy en día, hablar de trabajo social sin más dejaría en el aire el contexto
dentro del cual ese trabajo social se desarrolla.
© Editorial UOC
160
«Muchas veces, la gente no dice lo que piensa, pero sin embargo, suele hacer
lo que siente, revelando que la esfera afectiva es más determinante en la
conducta que le esfera lógico–verbal115.»
© Editorial UOC
161
© Editorial UOC
162
© Editorial UOC
163
La «ayuda» desde el trabajo social sanitario
serie de pasos, todos ellos encadenados por los objetivos del plan de trabajo,
y cada uno de los cuales se convierte en una ayuda estratégica en sí mismo.
Cada uno es una de las actividades de la urdimbre del proceso cuya
desembocadura son servicios de trabajo social sanitario. Este proceso a su
vez, se insiste en ello por la trascendencia que significa para la profesión,
vendrá soportado por el diagnóstico social sanitario o un prediagnóstico, una
de las articulaciones de cualquiera de los procedimientos, siempre de trabajo
social sanitario, preestableci-dos. Dentro de este conjunto asistencial se
trabaja mediante técnicas de diversa índole, de entrevista, de documentación
y registro, de seguimiento, de análisis y estadística, etcétera. Las técnicas son
aceleradores, ayudan a que determinadas realidades desemboquen antes en su
océano particular.
© Editorial UOC
164
¿Por qué es tan importante establecer esta diferencia entre ambos tipos de
© Editorial UOC
165
dos exactos no existen. Pero sí que las fórmulas abstractas permiten afrontar
la realidad con mayores garantías, con menos sorpresas y ciertamente, habrá
un ángulo oscuro que escape al control. Así, de igual modo, la persona tiene
el derecho de saber si está ante una trabajadora social sanitaria o ante un
voluntario de una ONG o ante otro profesional que, quizás la escuche
atentamente, le confíe qué haría él o ella en su lugar, puede que, incluso, le
resuelva la demanda inmediata, pero dicho esto, no entrará en las causas
sobre las que ha germinado esa dificultad. Las trabajadoras sociales
sanitarias, ellas y ellos, aparte de estudiar lo que ocurre, analizan por qué
ocurre con el fin de prevenir que vuelva a ocurrir. Desde la ayuda filantrópica
no se tratan las disfunciones psicosociales asociadas a los problemas que
motivan la demanda, se cubren los déficits, se llenan los vacíos. Y asumiendo
lo mucho que le queda en este terreno al trabajo social sanitario no se puede
dar la espalda a la literatura científica generada a lo largo de más de cien
años. Esas son algunas de las razones por las que se debe orientar el foco a
establecer la diferencia entre lo profesional de lo que no lo es. En ningún
caso, esto debe interpretarse en términos de mejor o peor, pero sí en términos
de estar en disposición de ofrecer unas garantías y en términos de
oportunidad.
166
Dado que una de las características del trabajo social sanitario es que se
consideran recursos principales las personas que intervienen, sea facilitando
la ayuda como profesionales o recibiéndola como clientes, comprender esa
diferencia entre la ayuda profesional y la ayuda filantrópica o común es
básico para evitar confundir la presencia humana con su verdadera función.
© Editorial UOC
167
© Editorial UOC
168
Una de las primeras reflexiones y más claras sobre la diferencia entre ambos
tipos de «ayuda» está fechada en 1910 y se dio dentro del marco de la
National Conference on Social Welfare . Fue Garnet Isabel Pelton quien,
como señaló Ida M. Cannon en su libro, actuó como la primera trabajadora
social sanitaria. A ella acudió el Dr. Cabot en 1905 para ocupar esa primera
plaza de trabajo social sanitario en el Massachusetts General Hospital128. A
los seis meses, Garnet Isabel Pelton 125. Loch, 1885: 347–362.
© Editorial UOC
169
«El trabajo social debe primero diferenciarse del de los agentes de las
organizaciones de la caridad […] Ellos usan un entrenamiento técnico y
herramientas […] pero apelando a los principios de la filantropía moderna
para los enfermos pobres […] Sin embargo, éstos son métodos que raramente
subyacen en las propuestas del servicio social hospitalario. […] El objetivo
del trabajo social hospitalario es el diagnóstico social, el pronóstico y el
tratamiento del enfermo pobre, en el hospital o el dispensario, allí donde lo
indique la necesidad130.»
Decía Timms:
© Editorial UOC
170
Una de las autoras actuales que señala de nuevo dicha diferenciación entre
ambos tipos de «ayuda» es Elizabeth N. Agnew, autora estadounidense,
estudiosa desde dentro, como señala en su libro, de los componentes que
conformaron 132. Timms, 1970: V–VI.
© Editorial UOC
171
En España, Elisa Pérez de Ayala impulsora del trabajo social familiar escribe:
© Editorial UOC
172
Se les presta ayuda para reajustarse a las nuevas realidades sobrevenidas por
la enfermedad o que la enfermedad anuncia como venideras. En este caso, se
llega a la transformación de la intervención a demanda en una intervención
basada en la observación directa y la presencia de criterios de riesgo, como
por ejemplo es el
© Editorial UOC
173
© Editorial UOC
174
© Editorial UOC
175
La filosofía y enfoques del Dr. Olser139, como los del Dr. Cabot, fueron un
gran referente para Mary E. Richmond, tal y como revela su correspondencia
privada en la que destaca sobre todo, sus estudios en salud pública, su
influencia en el desarrollo de la medicina social y también su esfuerzo para
que, desde la medicina, siempre considerando su extensión hacia lo social, se
luchara por la justicia social y el bienestar.140 Del Dr. Olser, Richmond
también pone de relieve su sensibilidad y habilidad para relacionar las partes
con el todo equiparándolo a Pas-teur141. Olser en medicina y Pasteur en
química fueron pioneros en la mirada que ejercían en sus campos de trabajo.
El mundo de Mary E. Richmond, como muestran quienes han estudiado su
vida, era muy amplio. En este tema, todos los argumentos suelen ceñirse al
Dr. Cabot pero hubo otros que contribuyeron a con-solidar el nuevo
paradigma que vinculaba la medicina y los aspectos sociales.
© Editorial UOC
176
Siguiendo con la figura del Dr. Emerson, en este caso desde la perspectiva de
Ida M. Cannon, ésta reproduce en su libro Social Work in hospitals: A
contribution to progressive medicine, una cita de Emerson datada en 1909,
cuatro años después de la expuesta en el párrafo anterior. En ella se ve la
importancia que él daba al medioambiente de la persona enferma:
143.
http://caibco.ucv.ve/caibco/vitae/VitaeVeintiseis/MedicinaenelTiempo/ArchivosHTM/sigl
Fecha de consulta: 27 de junio de 2011.
144. A día de hoy no se puede afirmar que el Dr. Emerson fuera alumno del
Dr. Olser, pero todo indica que sí. No obstante, falta encontrar la prueba
documental que permita afirmarlo sin errar.
© Editorial UOC
177
«Fue en parte para ayudar en su educación que siete años antes (1902),
algunos estudiantes de medicina del Johns Hopkins University organizaron la
primera junta de estudiantes en la Charity Organization Society de Baltimore.
Ellos visitan a una familia pobre, máximo dos, asignadas por la sociedad,
durante semanas, meses, o incluso durante cuatro años. Ellos hacen lo que
pueden para mejorar las condiciones en esos hogares. No se hizo ningún
esfuerzo para seleccionar para estos estudiantes familias en las que hay
enfermedad. Los estudiantes aprenden cómo un hombre pobre vive, trabaja y
piensa, cuáles son sus problemas. […] ellos aprenden la relación íntima que
hay entre los males del cuerpo y el medioambiente del hogar147.»
© Editorial UOC
178
bajo el titulo Social service and the art of healing ( Servicio social y el arte
de curar). En su introducción escribía:
© Editorial UOC
179
Así pues, ese medioambiente en el cual la persona enferma habita, puede mi-
tigar o al contrario incrementar los desequilibrios generados por la
enfermedad, en otro plano, puede incluso encontrarse en el origen de la
misma enfermedad o desequilibrio mental.
© Editorial UOC
180
«Diferencia entre los flujos reales positivos y los flujos reales negativos
originados en la actividad de una organización a lo largo de un ejercicio155.»
Peo esto entraña dificultades. Hace casi veinte años, en 1993, Peter Druker
(Viena, Austria, 1909– Claremont, California, 2005) alzó la voz en su libro
La sociedad postcapitalista y alertó sobre la amenaza que significaba para los
profesionales del saber y de los servicios, para los empleados por el gobierno,
la pérdida de competencia, el quedar atrapados en una endogamia de
autosatisfacción pero con una acción invisible para el ciudadano. Escribía:
© Editorial UOC
181
Ese observador u observadora ocasional que a veces asoma por estas páginas,
ve-ría que la mayoría de las responsabilidades actuales del trabajo social
sanitario han venido fijadas por grandes desconocedores del potencial y
función del colectivo profesional, aunque también vería que eso se debe, en
parte, a la ausencia de material científico en donde florezcan los resultados.
Finalmente, constataría que la rendición de cuentas, desde la mirada del
trabajo social sanitario, no es parte de la actividad habitual.
© Editorial UOC
182
© Editorial UOC
183
© Editorial UOC
184
© Editorial UOC
185
Un par de años más tarde, entre 1987 y 1988 se realizó un análisis exhaustivo
de la información contenida en la base de datos y obtenida en el día a día de
la aplicación del procedimiento. Como principal característica se señala que
la información analizada, surgía de la misma realidad de las personas
atendidas y sin necesidad de realizar estimaciones ni proyecciones. Por tanto,
permitía delinear un perfil poblacional muy significativo en el área de
influencia del hospital. Uno de los puntos fuertes de este procedimiento era,
precisamente, que el trabajo diario se constituía en el trabajo del campo sobre
el que, periódicamente, se realizaban análisis y, como se verá más adelante,
se observaban las tendencias. Así, la explotación estadística de la base de
datos de dicho procedimiento empezó a arrojar variables significativas cuya
interpretación llevó primero a la propuesta y, finalmente, a la creación de un
nuevo programa dependiente del servicio de tra-
© Editorial UOC
186
Cartera de servicios
Procedimientos:
hospitalaria.
• Resolución de problemas
(Problem–solving).
recursos propios.
• Counseling.
• Mediación.
• Cognitivas.
• Observación y registro.
• Cronograma.
centro sociosanitario.
residencia».
A grandes rasgos, los datos más significativos son los que siguen. En el
primer análisis, de las 10.331 personas hospitalizadas en el período del
estudio, en los servicios de medicina interna y cirugía general, después de
aplicar la técnica de screening de trabajo social sanitario, 1.142 quedaron
sistemáticamente incluidas en el procedimiento citado para realizar el
segundo screening de trabajo social sanitario, éste más completo y sujeto a
preguntas específicas de estudio psicosocial.
© Editorial UOC
187
© Editorial UOC
188
Este 73% de personas dadas de alta del hospital sin recibir los apoyos
institucionales determinados dentro del tratamiento de trabajo social sanitario
obliga-ba, desde los valores de la profesión, a plantear a la gerencia, acciones
concre-tas158. Así se propuso el «programa post alta de atención temporal de
ayuda a domicilio». Éste es un elemento que incorpora un factor diferencial
al concepto tradicional de proceso que concluye en un servicio. En el trabajo
social sanitario puede ocurrir que el proceso no pueda concluir en el servicio
programado. Se se-
© Editorial UOC
189
1142
1200
900
319
Personas 600
54
300
Procedimiento
Necesita
Recibe Atención
Programa
Atención
Domiciliaria
Planificación Alta
domiciliaria
al alta
© Editorial UOC
190
248
250
200
150
Personas
54
100
13
50
Información
A Domicilio
Resdencia
Centro
Sociosanitario
ron por otras vías. El termino resolver no tiene connotaciones de ningún tipo
si no va acompañado de una explicación, una necesidad puede atenderse bien,
es lo deseable, o puede quedar en espera de recibir el apoyo. A efectos
prácticos, es adecuado hablar de una necesidad mal resuelta. ¿Cómo se
resuelve mal una necesidad? Cuando se utilizan otros medios a los
necesarios, ya sean por exceso o por defecto. En este grupo de 265 personas
enfermas cuya necesidad de «apoyo psicosocial y atención a domicilio post
alta» no se vio satisfecha la atención a domicilio, se observa que 248 casos, el
78%, recibieron información acerca de otras posibilidades pero, por la
información disponible en el momento del alta, regre-saron a su casa con la
única ayuda de la familia. Otro grupo de población, 13 casos, el 4%, ingresó
en una residencia para personas válidas y 4 casos, el 1%, ingresó en un centro
sociosanitario.
La investigación en trabajo social sanitario es helicoidal, nunca cesa, siempre
avanza y nunca pasa por el mismo lugar porque la dinámica social lo impide
y los cambios que se van introduciendo desplazan los valores iniciales por
otros que deben mostrar avances en bienestar. Una de las características
diferenciadoras del trabajo social sanitario con respecto a otras disciplinas es
que la interpretación del problema se realiza desde los principios del trabajo
social. Todo resultado de una investigación, interpretado desde el trabajo
social sanitario, implica acciones correctivas que buscan siempre incrementar
el bienestar a partir de las propias personas y con los apoyos que, como tales,
les permitan a ellas, a sus fami-
© Editorial UOC
191
Éste es, desde siempre, uno de los roles del servicio de trabajo social
sanitario: liderar cambios, promover recursos.
Las razones que justifican o explican este hecho, pueden arremolinarse detrás
de multitud de argumentos, pero una constante en los contextos informales
apunta a que los nuevos sistemas de información electrónicos del sistema
sanitario, en muchas comunidades autónomas, no contemplan la recogida de
información del servicio de trabajo social sanitario y, si la incluyen, no la
explotan, y si la explotan, no asumen la perspectiva del trabajo social
sanitario sino la de otras disciplinas. Así, sin más, sin necesidad de autoría
intelectual ni mala intención, va
© Editorial UOC
192
En España, a mediados del siglo pasado y hasta bien entrados los noventa,
este mostrar los resultados era habitual. A modo de ejemplo, Montserrat
Gramunt160
160. Con motivo de este libro y dado que desde hace años su trabajo ha sido
un referente para la autora, ésta pensó que era un buen momento para conocer
a Montserrat Gramunt. ¿Cómo no lo había pensado antes? Así que
instintivamente empezaron las averiguaciones con el Colegio profesional de
Cataluña para pedir ayuda con la búsqueda. Anna, una de las secretarias, se
puso de inmediato manos a la obra. Esto ocurría el 11 de julio. A lo largo de
la semana, la comunicación entre la autora y Anna se dio un par de veces. Se
estaban haciendo gestiones. Pero, no pudo ser. Llegó el disgusto.
© Editorial UOC
193
© Editorial UOC
194
100
77,57
58,68
80
Personas ingresadas
60
entre 1998-2003
26,45
N = 3.322
40
14,88
16,03
6,4
20
% Personas ingresadas
% Otras personas
en fase terminal
ingresadas
Exitus hospital
Apoyo de la familia
Puede verse que del grupo de personas ingresadas en fase terminal, el 58,68%
© Editorial UOC
195
El gráfico que sigue, por ejemplo, muestra una tendencia que permite valorar
positivamente la eficacia del «procedimiento del programa de la planificación
del alta hospitalaria», un procedimiento de trabajo social sanitario que
contribuía a la optimización del recurso hospital poniéndose de relieve la
tendencia a una reducción del tiempo de hospitalización de las personas
identificadas como
© Editorial UOC
196
18
.1
16,62
16,01
15,69
16
14,34
dia
14
me
12
10
stanciaE
1994 (N 1773)
1995 (N 1.746)
1996 (N 1.640)
Total general
(N 5.151)
Año
14
.62
12
10,02
9,21
8,91
9,09
9,21
dia
10
me
8,26
stanciaE
1998
1999
2000
2001
2002
Total
(N 194)
(N 618)
(N 718)
(N 589)
(N 553)
(N 2.672)
Año
obedece a que el hospital, año tras año, iba creando nuevos servicios e iba
asumiendo a más población con patologías más complejas. Conviene resaltar
que
© Editorial UOC
197
La «ayuda» desde el trabajo social sanitario
incluso ante este ligero incremento de la estancia media, ésta es muy inferior
a la consumida por un grupo de población de características similares en el
Hospital General de Manresa.
64
89,64
89,69
90,15
milia
.03 90
87,11
88,25
fa
la
reb
ía
so
80
udar
70
2.6
63,9
Le
=N 60
1998%
1999%
2000%
2001%
2002%
2003%
Año
Por ejemplo. Uno de los análisis, que simplemente buscaba conocer la zona
de procedencia de las familias para poder dibujar un mapa de clientes del
procedimiento y así valorar la posibilidad de establecer vínculos con los
servicios y entidades de la zona, puso de relieve que el 44,16% de las persona
atendidas dentro del procedimiento vivía en una zona céntrica. Casi a 25
puntos porcentuales de distancia, con el 19,86%, se encontraba el grupo de
los que vivían en una zona de la periferia y a mucha más distancia, con el
1,51%, se situaba el grupo de las que vivía en zonas aisladas. Lo primero que
llama la atención es que el 34,47% de las personas no se sabe de qué zona
provienen. Eso significa un fallo en el procedimiento en cuanto a la recogida
de información. Es un porcentaje muy elevado y, por tanto, en el acto de
rendir cuentas se debe averiguar por qué esa información no se ha recogido
correctamente. La hipótesis de partida, al comparar la zona de residencia y la
estancia media, era que las personas residentes en un centro ur-bano están
menos tiempo hospitalizadas por disponer de más servicios. Recuér-
© Editorial UOC
198
dese que se trata de población de riesgo social y sanitario que, además de los
recursos médicos y de enfermería, necesita «ayuda» desde el trabajo social
sanitario.
100
20
17,17
95
15,32
80
14,38
.1
14,13
15
adi
=5
ia
60
44,16
me
alar
34,47
10
it
s%N
40
sp
19,86
ho
stancia
rso
20
1,51
Sin registro
Zona céntrica
Zona periférica
Zona aislada
Zona
%N
EM
© Editorial UOC
199
La ayuda desde el trabajo social sanitario viene a ser como el sistema circula-
torio permitiendo que circule la sangre por todo el organismo. A priori se
sabe que la enfermedad genera necesidades, así que no se trata tanto de una
ayuda para esto o aquello, si no de una ayuda en primera instancia y sobre la
que cada persona enferma, cada familia decide. Desde el trabajo social
sanitario, la prestación de ayuda busca prevenir a la persona de lo que
probablemente llegue a su vida, generarle la capacidad y la fuerza para
ayudarse a sí misma, a pesar de los efectos que la enfermedad haya sembrado
en su futuro. El trabajo social sanitario actúa desde ese segundo punto, sigue
la vivencia y la experiencia de la persona enferma y la de su familia, analiza
las intensidades y, sobre eso, les apoya, les orienta para que activamente
consideren lo que puede mejorar su bienestar. Lo señaló Marcus refiriéndose
al trabajo social sanitario como una actividad en la que:
© Editorial UOC
200
en el autodiagnóstico
© Editorial UOC
201
Situados dentro del caso social sanitario ¿quién es quién en esa nueva
realidad? ¿Cuál es su nuevo rol? ¿Y cuál será su nueva responsabilidad?
¿Qué cambios arrastra? Se trata básicamente de afrontar lo diario: cómo
deben cambiar los horarios laborales, los horarios en la casa, quién recogerá a
los niños o a las niñas, qué dietas habrá que seguir, cómo se organiza la
compra diaria, la compra semanal, cómo y dónde se dará el encuentro con las
amistades, cómo afectará a la relación con la pareja, el cuidado de los hijos,
la atención a otros miembros de la familia, los arreglos de la casa, etcétera.
La intervención por procedimientos y protocolos aborda en todos los casos la
misma información, Son cambios a los que la persona enferma y su familia se
enfrentan desde su interioridad. Son cambios que desde el trabajo social
sanitario se sabe que se van a dar. Lo que no se sabe es cómo se van a vivir y
cómo se van a resarcir. Luego, la realidad, puede poner de relieve otros
ángulos, pero de entrada, cabe conocer la autopercepción de la persona
porque los primeros pasos se verán absolutamente condicionados por ésta. En
un segundo plano queda lo real. En esta fase es importante conocer el
autodiagnóstico de la persona sobre su realidad, qué cree que puede pasar en
el futuro, cómo piensa que podrá afrontar lo nuevo o, por el contrario, qué
cree que no podrá asumir. Todo se da en el territorio más subjetivo posible.
Con las valoraciones periódicas realizadas desde el trabajo social sanitario,
esa vivencia se relativizará conforme a las posibilidades reales, posibilidades
a las que la trabajadora social sanitaria, ella o él, dará relieve: «mire ha
podido venir acompañada,
¿ve como su hijo puede y saca tiempo de donde sea?» o «veo que su hermana
puede ayudarla con la compra», o «la rehabilitadora dice que está mejorando
mucho», etcétera. Pero, en un principio, es primordial conocer la
predisposición personal, la visión de futuro, de la persona enferma y de la
familia, puesto que
© Editorial UOC
202
© Editorial UOC
203
50
Personas atendidas
40
28,50
30
20,70
21,40
22,80
de Atención
20
temporal a
3,50
2,80
domicilio
10
AVD-0
AVD-2
AVD-4
AVD-6
AVD-8
AVD-10
Autonomía en las Actividades de la Vida Diaria (Movilidad) Fuente: Servicio
de trabajo social sanitario del Hospital General del Manresa, 1994. La escala
Guttman va de 0
© Editorial UOC
204
Altas de trabajo
social sanitario
con soporte,
210,13 %
Altas de trabajo
social sanitario
sin soporte,
1.426,87 %
© Editorial UOC
205
© Editorial UOC
206
En este sentido, el trabajo social sanitario del siglo XXI es una de las
profesiones que, desde el sistema sanitario, más influencia puede desarrollar
para generar ambientes sanos y entornos preventivos desde el punto de vista
psicosocial, pres-tando eficaz y eficientemente la «ayuda» a tiempo,
promoviendo la autonomía de la persona, lo cual se traduce en una mejor
utilización de los servicios sanitarios y sociales. Se trata de que las personas
sigan siendo personas y que no entre-guen su vida, sus papeles, ante la
primera dificultad.
¿En qué se traduce esta ayuda? La «ayuda» desde el trabajo social sanitario,
cuando se presta dentro de procedimientos y protocolos es, sobre todo,
preventiva. Previene la desvinculación de la persona y de su familia con esa
nueva realidad, previene el uso de recursos sofisticados cuando los hay de
más elementales, más adecuados e igualmente eficaces, previene la desunión
de los miembros de un núcleo familiar que tratarán sus dificultades desde la
emoción y, posiblemente, desde un gran reduccionismo.
207
© Editorial UOC
209
Epílogo
No puede haberla. Todo debe ser vivido. Estamos hechos de nosotros mismos
y rehacerse lleva tempo.
De isla en isla, hará algo más de un año que llegamos a Eea por segunda vez,
donde tiene la casa Circe y allí, viendo el desarrollo de los acontecimientos
reconocí en la diosa a la primera expresión del trabajo social sanitario. Mejor
dicho: del mito que lo alimenta y nutre. En algunos cursos he contado esa
impresión, la historia gusta, pero debo confesar que no siempre he logrado
transmitir la sensación. Este epílogo es un buen lugar para dejarla correr.
Homero relata este segundo encuentro de Circe con Ulises en el Canto XII de
la Odisea y así, leyendo lo que le dice Circe a Ulises, sentí los fundamentos
de la profesión. Todo ocurre después de una copiosa cena y ella le dice en
privado:
«Así, pues, todo eso ha quedado cumplido; tú escucha lo que te voy a decir y
consérvete un dios su recuerdo. Lo primero que encuentres en ruta será a las
Sirenas, que a los hombres hechizan venidos allá. Quién incauto se les llega y
escucha su voz, nunca más de regreso el país de sus padres verá ni a la esposa
querida ni a los tiernos hi-juelos que en torno le alegren el alma. Con su
aguda canción, las Sirenas lo atraen y le dejan para siempre en sus prados. La
playa está llena de huesos y de cuerpos marchitos
© Editorial UOC
210
con piel agostada, Tú cruza sin pararte y obtura con masa de cera melosa el
oído de los tuyos: no escuche ninguno aquel canto[…] No puedo decirte de
fijo qué rumbo te conviene seguir después de ello. Tú mismo, pensando
tendrás que escoger entre dos que se ofrecen1.»
Fue en ese momento cuando ocurrió que reconocí expresiones del trabajo
social sanitario. De ahí podemos deducir dos principios, el de prevención y el
de autodeterminación: prevenimos pero es la persona la que decide.
Es muy fácil escuchar a una persona que nos cuenta un problema o una
dificultad y decirle lo que haríamos nosotros en su lugar. Pero no somos
nosotros los que estamos en su lugar si no ella. Por eso, lo difícil es
escucharla, quedar nosotros a un lado, profundizar en lo que le pasa, indagar
con ella las posibles razones y ayudarla a que se ayude, a escoger lo que haría
ella, porque se trata de ella.
© Editorial UOC
211
Bibliografía
Bibliografía
Bess, D., 1983. «The social work – Community medicine connection.» En:
Rosenberg, G.
y Rehr, H. Advancing social work practice in the health care field. New
York: The Haworth Press.
Bracht, N.F., 1983. Preparing new generations of social workers for practice
in health setting. En: Rosenberg, G. y Rehr, H. Advancing social work
practice in the health care field. New York: The Haworth Press.
Cabot, R. C., 1915. «Report of the chairman of the committee.» En: National
Conference on Social Welfare.
Cabot, R. C., 1917. «What of medical diagnosis should the social case worker
knows and apply?» En: National Conference on Social Welfare.
Cabot, R. C., 1915. Social service and the art of healing. New York: Moffat,
Yard and Company.
Cox, C. B., 2007. «Social work and dementia . » En: Cox, C. B. Dementia
and social work practice: research and interventions. New York: Springer
publishing company.
© Editorial UOC
212
Engel, G., 1977. «The need for a new medical model: a challenge for
biomedicine.». Science, 8 April, vol. 196, nº 4286.
Flexner, A., 1915. «Is social work a profession?.» En: National Conference
on Social Welfare.
T. Differential diagnosis and treatment in social work. New York: The Free
Press.
Hamilton, G., 1923. «Progress in Social Case Work. Some changes in Social
Case Work.».
Hamilton, G., 1951. Theory and practice of social case work. New York &
London: Columbia University Press.
Loch, C. S., 1885. «Charitable provision for the aged.» En: National
Conference on Social Welfare.
Lorenzo, S., Mira, J. J. y Moracho, O., 2006. «La gestión por procesos en
instituciones sanitarias . » En: Oteo, L. A. (ed.) Gestión Clínica: Gobierno
clínico. Madrid: Díaz de Santos.
Marcum, D. et al. , 2003. Business think. Las ocho reglas para tomar
decisiones acertadas y conseguir resultados. Barcelona: Deusto.
© Editorial UOC
213
Bibliografía
Marcus, G. F., 1948. «Helping the client to use his capacities and resources.»
En: National Conference on Social Welfare.
Nacman, M., 1990. «Social work in Health settings: a historical review.» En:
Social Work in Health Care. A Handbook for practice. Part I. New York:
The Haworth Press.
Nonaka, I., 2003. «La empresa creadora de conocimiento.» En: Harvard
Business Review.
Orme, J., 2009. «Helping .» En: Martin Davies, The Blackwell Encyclopaedia
of Social Work.
Pelton, G. I., 1910. «The history and status of hospital social work.» En:
National Conference on Social Welfare.
Perlman, H. H., 1969. «Preface . » En: Towle, Ch. Helping, Charlotte Towle
on Social and Social Casework. Chicago & London: The University of
Chicago Press.
Richmond, M. E., 1922. What is social case work? New York: Russell Sage
Foundation.
Richmond, M., 1917. Social Diagnosis. New York: Russell Sage Foundation.
Rubio, S., 2006. «El impacto de las intervenciones sanitarias.» En: Gimeno,
J. A. et al. Economía de la salud: instrumentos. Madrid: Díaz de Santos.
© Editorial UOC
214
Turner, F. J., 2002. Diagnosis in Social Work. New imperatives. New York:
The Haworth Social Work Practice Press.
Walton, M., 1990. The Deming Management Method. New York: Putnam’s
Sons.
Ata.
© Editorial UOC
215
Páginas Web
Páginas Web
http://docencia.udea.edu.co/ingenieria/control_calidad/personajes.html Fecha
de consulta: 4 de agosto de 2011.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=protocolo>
www.enciclopedia.cat/fitxa_v2.jsp?NDCHEC=0518530&BATE=protocol>
www.rae.es
www.un.org/es/comun/docs/?path=/es/documents/udhr/index_print.shtml
Fecha de consulta: 10 de julio de 2011.
www.europarl.europa.eu/factsheets/1_2_2_es.htm
http://caibco.ucv.ve/caibco/vitae/VitaeVeintiseis/MedicinaenelTiempo/ArchivosHTM/si
glo.htm Fecha de consulta: 27 de junio de 2011.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=resultado
Fecha de consulta: 12 de agosto 2011.
www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t162.e983>
www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t235.e3691>
www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t235.e4042> www.filosofia.org
© Editorial UOC
216
www.oxfordreference.com/views/ENTRY.html?
subview=Main&entry=t235.e444> www.efqm.org/
www.iso.org/
Fecha de consulta: 13 de agosto 2011.
www.jointcommission.org/