Chamanismo
Chamanismo
Chamanismo
Desde el título, el sabio rumano define al chamanismo como una técnica del éxtasis, más
considera que no cualquier extático puede ser considerado como un chamán. A diferencia de
otros, dicho personaje se especializa en un trance 1 durante el cual su alma se separa del cuerpo
para ascender al cielo o descender al inframundo, y es de este modo que el chamán trasciende su
condición humana profana y recupera, hasta cierto punto, la verdadera fuente de la existencia
espiritual. En sus "viajes", este ritualista puede consultar a los espíritus o interactuar con ellos en
ambos mundos, el propósito puede ser recuperar el alma perdida del paciente que lo consulta o
ayudar a un muerto en su viaje al más allá. Además, el acceso del chamán a "otros mundos" le
permite adivinar el futuro y discernir la naturaleza de los pecados cometidos por los individuos o
grupos que requieren el aplacamiento de la sobrenaturaleza. 3 La importancia depositada en el
"viaje" permite distinguir tajantemente entre el trance chamánico y cualquier forma de posesión,
el cual, vivido como una muerte simbólica, constituye el elemento central de la iniciación del
futuro especialista ritual.
- El chamán lidia con las situaciones del mundo real a través de ritos, danzas o invocaciones, cuyo
fin es atraer a los espíritus convenientes. También es común que encabecen rituales y
procedimientos de la tribu, con fines jurídicos, políticos, bélicos o sociales.
- Como doctrina, el chamanismo puede entenderse como una forma de animismo. Sin embargo, es
practicado únicamente por el chamán, en tanto líder espiritual de la comunidad.
- A pesar de ser líderes espirituales, los chamanes no forman parte de una institución reconocible,
sino que transmiten sus conocimientos de una generación de chamanes a la siguiente, de manera
oral y particular.
- El cargo de chamán puede estar reservado para hombres o para mujeres, dependiendo de la
cultura, y suele otorgarle a la persona el derecho de usar ropajes especiales, como pieles o
vestimentas rituales. El baile, la música, los alucinógenos y el trance pueden ser parte de sus
prácticas usuales.
- Las Metas del Chaman Su actividad está orientada a curar, a sanar. Busca actuar siendo él mismo
un remedio. Desarrolla una relación de ayuda. Al iniciar cualquier trabajo siempre tiene un
propósito. La situación tiende a ser vivida como un reto dotado de un gran poder motivador, y al
mismo tiempo una fuente de inspiración. Desde un punto de vista general sus tareas pueden
consistir en: 1) Restaurar la salud. 2) Limpiar. 3) Purificar. 4) Reparar. 5) Mejorar las relaciones del
individuo con su grupo y entorno. 6) Dar sentido a lo que está ocurriendo, explicándolo o
reencuadrándolo de una manera significativa. Este tipo de actividades pueden desarrollarse sobre
problemas corporales, emocionales, cognitivos o sociales. Sin embargo, lo que diferencia
específicamente al chamán de otros ayudadores es que utiliza estados modificados de conciencia.
Es decir, modifica deliberadamente su atención con un propósito específico durante su trabajo.
Mientras dura la tarea su entrega a la misma es prácticamente absoluta. La capacidad de mostrar
atención selectiva puede llegar a ser absoluta. El chamán, interviniendo sobre un cuerpo o
sanando las relaciones interpersonales, hará continuas referencias al mundo del "espíritu" o
estado chamánico de conciencia, en el cual se desarrolla su trabajo fundamental. Sus
intervenciones pueden entenderse desde una perspectiva de varios niveles, analógicamente.
Bibliografía
Bahn Paul. 2001. "Save the Last Trance for Me: An Assessment of the Misuse of
Shamanism in Rock Art tudies", en Henri–Paul Francfort y Roberte N. Hamayon (eds.),
pp. 51–94. [ Links ]
Bourgignon Erika. 1980. "La danza en el trance", en White, John (ed.), La experiencia
mística y los estados de conciencia, Barcelona, Kairos, pp. 241–256. [ Links ]