Importancia COdex
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La Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en 1996, reconoció que existe
seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y
económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades nutricionales
y su preferencias alimentarias a fin de llevar una vida activa y sana.
Las causas de inseguridad alimentaria son múltiples, por lo que no basta con aumentar o modificar
los suministros alimentarios para su solución. Un suministro de alimentos inocuos y de calidad es
esencial para una nutrición correcta; los alimentos deben tener un contenido de nutrientes
apropiados y ser suficientemente variados, no poner en peligro la salud de los consumidores como
resultado de la contaminación química o biológica y deben ser presentados de modo que no
induzcan al engaño. La calidad e inocuidad de los alimentos comienza en la explotación
agropecuaria y continúa a lo largo de la cadena de elaboración y distribución hasta el
almacenamiento y preparación por los consumidores o por las industrias de servicios alimentarios.
Para proteger la salud de los consumidores son esenciales unas buenas prácticas agrícolas y de
manufactura, incluidas la elaboración, distribución y comercialización. Todo factor que ocasione una
exposición a agentes químicos o biológicos peligrosos que determine una ingestión insuficiente o
excesiva de nutrientes o que obstaculice su utilización óptima contribuye a la desnutrición.
El aumento del comercio internacional de alimentos se debe por una parte a la liberalización del
comercio alimentario y por otra a una mayor demanda de alimentos variados y de calidad y a los
avances tecnológicos en el procesamiento, empaque y transporte de los alimentos.
Los países en desarrollo para acceder a los mercados internacionales deben satisfacer los
requisitos reglamentarios de los países importadores, ya que los productos que no reúnen estos
requisitos son objeto de rechazos con perjuicio para las economías nacionales.
Son pocos los países en el mundo que monitorean la importación de productos alimenticios para
saber cuáles productos son rechazados o detenidos y por qué razones. Aunque muchos países
están comenzando a recoger esta información, Estados Unidos es el único país que la pone a
disposición del público y de cualquiera que se interese en la materia a través de la Administración
de Alimentos y Medicamentos (FDA). Más del 50% de los rechazos de los alimentos que importa
son debidos a falta de condiciones de higiene alimentaria básica y del cumplimiento de las
regulaciones sobre etiquetado.
Además del costo económico que ocasionan los rechazos hay que agregar el costo que producen
las ETA. En Estados Unidos se estima entre 6,5 a 34,9 mil millones de dólares anuales. En Perú, la
epidemia de cólera representó una pérdida de 700 millones de dólares por la interrupción de las
exportaciones de pescados y mariscos.
Los gobiernos han de tomar todas las medidas necesarias para desarrollar una estrategia nacional
de control de alimentos, de tal manera que las consideraciones de calidad e inocuidad de alimentos
formen parte integrante del sistema de seguridad alimentaria dentro de las políticas de desarrollo
del país.
Este puede lograrse con una legislación alimentaria que asegure la protección de los
consumidores, facilite la producción de alimentos inocuos y las prácticas equitativas en su
comercio. La legislación alimentaria debe establecer reglas de juego por todos conocidas, ser
capaz de responder con rapidez al proyecto tecnológico y no actuar como freno del mismo. Debe
ser sencilla, coherente, racional, fácilmente comprensible, transparente y en plena concertación
con las partes interesadas. Debe cubrir los riesgos que pueden amenazar la seguridad e higiene de
los productos alimenticios en todas las fases de la cadena alimentaria, incluidos los factores de las
fases iniciales, los insumos potencialmente peligrosos o las sustancias contaminantes del medio
ambiente, los de la fase intermedia agrícola y ganadera y, finalmente, los factores de las fases de
elaboración, distribución y almacenamiento. Para establecer la legislación alimentaria o sus
modificaciones, los gobiernos deberían implementar un proceso de consulta con todas las partes
interesadas, esto es, con los sectores gubernamentales involucrados en el tema, la industria y los
consumidores.
Esta situación puede alcanzarse cuando los gobiernos y las industrias trabajan
mancomunadamente para implementar o fortalecer el sistema de calidad e inocuidad de alimentos
con procedimiento modernos e eficientes y con base científica. Particular atención deberá prestarse
en el establecimiento de sistemas eficaces de inspección y certificación para la importación y
exportación de alimentos.
Cabe destacar el papel de los gobiernos para asesorar a las industrias de alimento en buenas
prácticas de manufactura y en la aplicación del sistema de análisis de peligros y puntos críticos de
control. Es de gran importancia, que asistan principalmente a la pequeña y mediana industria de
alimentos a desarrollar programas de capacitación sobre estos temas.
Para actualizar la legislación alimentaria, la mayoría de los países utilizan las normas,
códigos y directrices del Codex Alimentarius.
El interés de los países en participar en las actividades del Codex se ha visto incrementado
a raíz de los recientes acuerdos del comercio internacional de alimentos. El Acta Final de la
Ronda Uruguay, que se firmó en Marrakesh en abril de 1994, estableció la creación de la
Organización Mundial del Comercio a partir del 1° de enero de 1995, como sucesora del
anterior Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Además,
concluyó con dos acuerdos obligatorios: el Acuerdo sobre Aplicación de Medidas Sanitarias
y Fitosanitarias (Acuerdo MSF) y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio
(Acuerdo OTC).
El Acuerdo MSF reconoce que los gobiernos tienen derecho a tomar dichas medidas, pero
éstas deben estar justificadas desde el punto de vista científico, no discriminar de forma
arbitraria o injusta ni aplicarse de manera que constituyan una restricción encubierta al
comercio, y que además, se fijen y mantengan de manera transparente.
El Acuerdo MSF hace un reconocimiento especial al Codex Alimentarius cuando insta a los
miembros a basar sus medidas sanitarias y fitosanitarias en dichas normas internacionales,
así como a participar plenamente en los trabajos de la Comisión del Codex. En este Acuerdo
se incluyen las normas relativas a inocuidad de alimentos, aditivos alimentarios, residuos de
plaguicidas y medicamentos veterinarios, contaminantes y prácticas en materia de higiene.
En virtud de estos Acuerdos, las normas del Codex son las utilizadas en el comercio
internacional de alimentos y sirven de referencia para dirimir las diferencias que se originen
en este ámbito.
Para que los países puedan hacer frente a estas nuevas exigencias será necesario:
modernizar la legislación alimentaria, actualizar las normas sobre alimentos; actualizar las
reglamentaciones sobre residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios en alimentos,
aditivos y contaminantes alimentarios, que deberían estar armonizadas o ser equivalentes a
las del Codex; fortalecer el sistema de control de alimentos; y asegurar sistemas eficaces de
inspección y certificación para la importación y exportación de alimentos.
Participar en los trabajo del Codex y utilizar sus normas ofrece una serie de ventajas a los países
miembros:
Las normas y códigos de práctica del Codex se utilizan en el comercio internacional de alimentos
como reglamentaciones en materia de calidad e inocuidad de alimentos. Las medidas de
protección al consumidor que excedan los niveles estipulados por el Codex podrían considerarse
obstáculos injustificados al comercio y el país afectado puede someter el asunto al Comité de
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC para dirimir la controversia.
Si los países han trabajado activamente en la formulación de las normas del Codex y son utilizadas
en la preparación de sus normas nacionales, existe gran probabilidad de que sus productos
cumplan con los requisitos del mercado internacional. Los productos locales podrán competir con
los importados en igualdad de condiciones si son producidos bajo las normas internacionales. Si el
control de los alimentos se realiza dentro de un marco efectivo de administración transparente
basado en el criterio internacional, los países estarán mejor equipados para enfrentar los desafíos
del nuevo orden mundial.
La participación de estos sectores en los trabajos del Codex permitirá que tengan acceso a
información científica relevante sobre calidad e inocuidad, orientando sus criterios para la
producción o selección de alimentos. Debido a que en el proceso de elaboración de las normas del
Codex se consulta a los países, los diversos sectores podrán hacer llegar su opinión. Además, su
participación, facilitará la transferencia de tecnologías sobre elaboración, conservación y
almacenamiento de productos alimenticios, reduciendo así las pérdidas económicas y aumentado
la competitividad del producto.
3. Mayores posibilidades para alcanzar un desarrollo sostenible de los sectores agrícola, pesquero y
forestal
La producción de alimentos basada en las normas del Codex toma en cuenta los factores de
riesgo, permite un mejor uso de los recursos disponibles y considera situaciones especiales. Esto
llevará a reducir considerablemente las pérdidas de alimentos y prevenir la producción de
sustancias o desechos químicos que puedan dañar el ambiente.
4. Garantiza que el suministro de alimentos sea inocuo, sano y nutritivo
Las normas y códigos de práctica del Codex han sido desarrolladas para permitir que los productos
que cumplan con estas normas sean comercializados libremente en el mercado internacional sin
peligro para la salud o intereses de los consumidores. Las industrias al comercializar sus productos
que cumplen con las normas del Codex tendrán la confianza de que serán aceptados
internacionalmente como inocuos y de calidad aceptable.
La aplicación de los códigos de práctica del Codex para la producción de alimentos frescos y procesados
determina que los alimentos sean producidos bajo condiciones sanitarias y asegura que el producto sea
inocuo, reduciendo los riesgos y las pérdidas a través de toda la cadena alimentaria. La aplicación del las
normas del Codex ayuda a los productores a aplicar principios nutricionales sólidos en la producción de
alimentos. Los sistemas de transporte y comercialización de alimentos que cumplen con las directrices y
códigos de práctica del Codex facilitan la preservación de la calidad e inocuidad a lo largo de toda la
cadena de distribución, aumentando la disponibilidad de alimentos para promover la seguridad alimentaria
y el comercio.
Es indudable que si los gobiernos toman en cuenta las ventajas mencionadas anteriormente estarán en
mejor pie en el proceso de decisión/acción para asegurar el acceso de alimentos inocuos y nutritivos a la
población .
La FAO está apoyando a los países a poner en práctica el Codex Alimentarius, a través de proyectos de
cooperación técnica y asistencia directa, a fin de proteger a los consumidores y facilitar el comercio
internacional de alimentos. En América Latina y el Caribe, está brindando cooperación técnica a los
países para asegurar que los alimentos de producción nacional y los importados y exportados cumplan
con las normas básicas de calidad e inocuidad del Codex. Esta cooperación comprende la actualización y
armonización de la legislación alimentaria con las del Codex, el mejoramiento de los servicios de análisis
de alimentos y las capacidades de inspección, y el fortalecimiento de los Comités Nacionales del Codex.