Ensayo Sobre Rosas-Historia Argentina
Ensayo Sobre Rosas-Historia Argentina
Ensayo Sobre Rosas-Historia Argentina
Presentado por:
María Jorgelina LIBRALATO
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Consigna
2) Señalar los aspectos fundamentales de los dos gobiernos de Juan Manuel de Rosas, describiendo
y analizando (análisis crítico personal) aquellas acciones políticas, económicas y sociales que se
llevaron a cabo durante de sus dos mandatos, así como también las causas/factores que lo llevaron a
su caída y exilio. Por otro lado, se espera que en este trabajo puedan identificar similitudes y/o
diferencias entre los autores de los capítulos seleccionados.
Características:
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Juan Manuel de Rosas, ¿el caudillo de todos?
En este presente ensayo sobre la figura de Juan Manuel de Rosas se busca analizar los principales
puntos de sus periodos de gobierno, además de caracterizarlos en los planos social, político,
económico y cultural, además de plasmar cuál o cuáles fueron los factores que llevaron a la caída de
Rosas. Además, si pudo o no implantar el modelo de país que él quería.
Ahora bien, Ternavasio (2009) sostiene que “El fusilamiento de Dorrego, el 13 de diciembre de
1828, no hizo más que exacerbar los conflictos y dar inicio a una guerra civil que mantuvo en vilo a
Buenos Aires durante más de seis meses” (p.165)
Como podemos ver, el fusilamiento de Dorrego fue el detonante del inicio de una guerra civil
sucedida en Buenos Aires por un bueno tiempo.
Anterior a esto, estaba el conflicto entre Rosas y Lavalle, el cual tras la firma de un pacto habían
acordado convocar a elecciones para designar nueva sala de representantes y así también
gobernador.
Con la firma de este pacto había también una cláusula secreta, de una lista única, con igual cantidad
de miembros de uno y otro lado, pero dicha lista no se respetó, en donde Lavalle anula las
elecciones, por lo que se desencadeno una ola de violencia sin igual.
Había que designar a alguien, al menos provisoriamente en el cargo de Gobernador, y es por eso que
Viamonte es el elegido.
El mismo decide restituir la misma junta de representantes en donde es elegido casi por unanimidad
Juan Manuel de Rosas.
Cuando Buenos Aires estaba en calma, no se podía decir lo mismo del interior del país, ya que en
disputas territoriales entre los dos bandos esto arribo a la conformación de un bloque opositor en el
interior, un bloque unitario, que formó una liga de provincias que quería institucionalizar el país y
disputarle a Buenos Aires el poder.
En dichas provincias, el federalismo estaba muy desunido, por lo que Buenos Aires tenía la
iniciativa de formar una alianza ofensiva defensiva para enfrentar al General Paz, por lo que se
empezó a tratar lo que sería la firma del pacto federal. Pero Corrientes no estaba de acuerdo, esta
provincia estaba en contra del modelo de país que quería Buenos Aires, de centralizar el poder,
luego de esta disidencia, y ante el peligro de que las provincias que no estaban de acuerdo con el
modelo que pretendía imponer Buenos Aires se aliaran con la liga del interior, era mejor ceder en
algunos puntos, por lo que en un principio, la firma del pacto federal se dio el 4 de enero de 1831,
por parte de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, quedando, por el momento, excluida Corrientes.
Firmado este pacto, López Rosas y Quiroga, se pusieron en marcha para vencer a la liga del interior,
la cual, por las acciones de combate, se fue desmoronando poco a poco.
Tras este suceso, Corrientes veía el riesgo que significaría quedar afuera de este pacto, por lo que
decide suscribir, como así también las demás provincias.
Ahora, la disputa estaba en si se convocaba no a un congreso. Buenos Aires se negaba, ya que
podría perder sus privilegios, y ante esto, retira sus diputados de la sala de representantes, por lo que
la misma es disuelta.
Como se ha dicho anteriormente, tras el asesinato de Dorrego, se vio en Rosas al único hombre
capaz de devolver la estabilidad que se necesitaba luego del caos que esto provocó.
Por esta cuestión, lo ascienden a brigadier general además de darle el título de restaurador de las
leyes., lo que más adelante se verá que será por tiempo indeterminado. Aunque el otorgamiento
estaba basado en proteger a Buenos Aires del peligro, no todos estaban de acuerdo, ya que al estar
vencido Lavalle no veían porque continuar con dichas facultades si ya se había acabado con el
disturbio, por lo que la sala de representantes evalúa esto, y le ofrece a Rosas la renovación de su
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mandato, pero esta vez sin las facultades extraordinarias, y Rosas no acepta, por lo que es elegido en
su lugar Juan Ramón Balcarce.
Rosas estaba cómodo con esta elección porque pensaba que Balcarce seria fácilmente dominable y
el podría manejar la política de su tiempo desde la campaña a la que había partido, esperando el
momento oportuno para volver.
En las elecciones para renovar los representantes de la sala, los federales estaban divididos: por un
lado, los federales cismáticos, que estaban en contra de rosas; por otro, los federales apostólicos, que
eran leales a Rosas.
Con el dato de que Balcarce era muy influenciado por su primo Enrique Martínez, y que el mismo
hizo una campaña muy grande para las elecciones de los miembros de la sala de representante, dicha
elección dio como ganadores a los federales cismáticos (también llamados “lomos negros” por el
color de su boleta), los cuales querían un modelo de país con una constitución, sin facultades
extraordinarias, con un mandato de solamente tres años sin la posibilidad de reelección por seis
años.
Cabe destacar que las elecciones complementarias fueron suspendidas-se cree que por posible
triunfo de federales apostólicos- por lo que esto trajo caos y violencia.
Debían debatirse los dos modelos de país que cada uno proponía, pero una represión a la prensa que
respondía a Rosas, agitó las aguas, provocando el levantamiento de los leales a Rosas. Esta rebelión,
más conocida como “revolución de los restauradores” por lo que esto obligó a Balcarce y Martínez a
renunciar.
A ese lugar vacante lo ocupa Viamonte, el cual quiso conciliar entre ambos bandos, pero le fue
imposible.
Los leales a Rosas, por mandato de Encarnación Ezcurra, esposa de rosas, se agruparon bajo una
asociación que se dio en llamar la sociedad popular restauradora, encargada de amedrentar a los
cismáticos hasta llevarlos al exilio, por esto es que el gobierno de Viamonte se debilita, y al estar
cansado de lidiar con tantos problemas, renuncia.
Con el cargo vacante, la legislatura elige a Rosas, pero sin facultades extraordinarias, este no acepta,
por lo que eligen en le cargo a Manuel Vicente Maza, quien era amigo de Rosas, el cual sólo debía
preparar el terreno para el regreso triunfal de Rosas.
¿Dónde estaba Rosas cuando todo esto sucedía? En una campaña para tratar de ganar territorios
pacíficamente, ligado a la cuestión indígena, además, servía para censar. Esta cuestión de los
territorios fue muy bien vista por los ganaderos de su provincia, además de eso, se aumentaron las
comunicaciones.
Al regreso de la campaña, fue de manera triunfal, ya que Rosas fue recibido con todos los honores y
es coronado con el título de conquistador del desierto, lo que le valió ganar adeptos.
En Buenos Aires, el gobierno de Maza era inestable, Rosas desconfiaba cada vez más de él.
Sumado a esto, en el interior, por ejemplo, Entre Ríos, Córdoba, Salta, Tucumán, había mucha
inestabilidad, por lo que el gobernador Maza manda a Quiroga a una misión al interior para tratar de
calmar dichos conflictos. Se debe decir que Quiroga antes de partir se entrevista con Rosas y este le
pide que convenza a las demás provincias de la inconveniencia de dictar constitución.
Quiroga parte a dicha campaña, y tras negociar, logra la firma de un tratado de amistad entre
Santiago del Estero, Tucumán y Salta. Partiendo de regreso a Buenos Aires, encuentra la muerte en
Barranca Yaco, quedando el lugar de liderazgo, libre
Con este suceso de la muerte de Quiroga, y de tratar de hacer justicia por el castigando a los
responsables y haciendo renunciar a Reinafé para ser juzgado ante un tribunal, Rosases elegido
nuevamente gobernador, recibe de la sala de representantes no solo las facultades extraordinarias,
sino también la suma del poder público.
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Ante esta situación vemos que Ternavasio (2009) dice que “…el 7 de marzo de 1835, la sala de
representantes eligió por segunda vez como Gobernador y Capitán General de la Provincia de
Buenos Aires al brigadier general don Juan Manuel de Rosas” (p.199)
Como vemos, Rosas es elegido por segunda vez como gobernador, pero además de las facultades
extraordinarias le es otorgada la suma del poder público por el tiempo que considerase necesario,
con el sólo pedido de conservar la religión católica, además de tomar como propia la causa federal y
defenderla.
Todos debían apoyar al gobierno, la cual superó las fronteras de Buenos Aires.
Se debe dejar en claro que la época rosista, más que nada el segundo gobierno, estuvo marcada por
la inestabilidad y los conflictos, de los cuales siempre salía airoso.
Mediante mecanismos de control en todo ámbito, el rosismo ha tratado de manejar a su antojo estas
cuestiones, ya que si bien pregonaba la defensa de la causa federal, como veremos, Rosas se va a
encargar lo más que pueda de mantener la hegemonía de Buenos Aires por sobre las demás
provincias, tratando de dilatar lo más posible la sanción de una constitución ya que ello significaría
la perdida de los privilegios que esta provincia tenia.
Su política se basaba en el terror, y a través de ella pretendía ejercer dominación en la sociedad.
En un primer momento, igualmente, con esta nueva forma de hacer política, que eran los plebiscitos
en donde se podía disentir públicamente, también había varias muestras de adhesión al régimen,
como el uso de la divisa punzó (una cinta colorada); en su forma de vestir (poncho y chaquetas o
guantes y peinetones), también con el uso cotidiano de objetos con la imagen de Rosas.
Ahora bien, ¿esto es realmente una adhesión al régimen? Si acaso estaban en descontento con esta
política del terror, eran severamente castigados.
También ejercía control en el ámbito eleccionario, con el sistema de lista única donde no debía
haber disidencias.
Dominaba también la prensa, al contar con sus propios periódicos, también las reuniones sociales,
teniendo que pedir autorización para hacerlas.
En este punto se debe destacar el papel que tenía el grupo literario conocido como la generación del
’37, en donde un grupo de intelectuales, adeptos al unitarismo, se reunían en los salones literarios
para discutir la literatura extranjera, queriendo trasladar esas ideas para la organización
constitucional del país, y por esto, fueron prohibidos y obligados a exiliarse.
En este control social también tenían un gran papel los jueces, quienes eran los encargados de hacer
cumplir los designios rosistas, y también los encargados de hacer mostrar que si no se cumplían
habría castigo, por parte del brazo armado, que era la mazorca.
Podemos decir también que para atenuar conflictos y descontentos y para que las provincias gocen
de un alivio económico, se declara la ley de aduanas, y servir, así como equilibrio de poder y de
calma.
El régimen rosista, según Rosa (1976) sufrió conflictos tanto internos como externos, los cuales
fueron el detonante del resquebrajamiento y perdida de su poder, con su consecuente caída, algunos
de ellos son: El conflicto con Berón de Astrada, en donde por conflictos económicos que generó el
bloqueo anglo francés, además, también, por el modelo de país que se quería, en donde este quería
institucionalizar el país, mientras que Rosas se negaba; también la conspiración de Maza, en donde
se pretendía un alzamiento militar para derrocar a Rosas, en donde este último se enteró, y tomó
drásticas medidas como castigo; la rebelión del sur, en donde había un plan de levantamiento en la
campaña por la cuestión de tierras que había implementado Rosas, además de la posible invasión de
Lavalle. Tras enfrentamientos, esta rebelión quedó eliminada, y los precursores de esto fueron
castigados con la confiscación de bienes que luego fueron usados para retribuir a quienes ayudaron a
acallar este conflicto; la coalición del norte, en donde una coalición formada por Tucumán, Salta,
Catamarca, La Rioja y Jujuy, con el propósito de oponerse a Rosas, denunciando sus métodos a la
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hora de gobernar, querían que se le quite la representación de asuntos exteriores, además de formar
un ala armada para oponérsele; la invasión de Lavalle, en donde el mismo invadió la ciudad, estando
a punto de atacarla, pero al no recibir el apoyo esperado decidió desistir;
También había desafíos externos como la guerra con Bolivia, por cuestiones territoriales y porque se
sospechaba además que se seguían albergando allí a los exiliados, y luego de una serie de
enfrentamientos esta fue disuelta; el bloqueo francés, en donde se ponía en contraste que en el
gobierno de Lavalle, los franceses fueron beneficiados, pero el gobierno rosista no está dispuesto a
seguir dándole esos privilegios ¿cómo responden ante esto? Con el bloqueo al puerto de Buenos
Aires, acarreando con esto los graves problemas financieros que significaban, pero a través de la
firma de un tratado, Rosas logró que el bloqueo se levantara, además de la devolución de territorios.
Cabe decir que esto fue muy bien visto por la sala de representantes; la intervención anglo francesa,
este fue el gran problema a resolver de Rosas, quien fue el único capaz de enfrentar a dos potencias
extranjeras;
Como argumenta Salvatore (2005) “Los años 1844-1846 fueron años de relativa tranquilidad, en los
cuales se devolvieron las propiedades confiscadas, se disolvió la Mazorca, y se permitió el regreso
de los emigrados “(p.375). lo que se logra dilucidar acá es que Rosas se vuelve más flexible, pero
también de que su política uninamista se fortalecía junto con los controles de la lealtad al régimen,
que en caso de fallar tendrían castigos.
Como sostiene Rosa (1976) “Quienes están incapacitados para entender a Rosas deben limitarse a
odiarlo. Porque se ama lo que se comprende y se odia lo que escapa a nuestras posibilidades. Quizá
sus contemporáneos no odiaron tanto a Rosas como se enseñó a hacerlo a la posteridad (p.129). en
esta cita se quiere dejar en claro, que algunos opositores a Rosas terminaron por aceptar que su
régimen tenia cosas buenas, como, por ejemplo, orden interno, independencia económica con su ley
de aduanas, logró hacer respetar nuestra soberanía, su pretensión de un sistema americano, su buen
trato con los indígenas y que mejora notablemente la clase popular con un gran progreso.
Ahora bien, si es cierto que Rosas dominó un buen tiempo el plano político de la época, pero ya los
costos de ese régimen unitarista de estar más grande y cansado, de que todo recayera sobre él, y uno
de los motivos de su caída en Caseros es su edad avanzada, su uninamismo y su obstinación, además
de que el actuaba solo, no lo hacía en grupo, como Brasil.
Por invasión de la banda oriental, las relaciones entre la confederación y Brasil y si la guerra parecía
inminente, debió esperar a que en la misma confederación surgiera alguien capaz de disputarle el
poder a Rosas, y ese alguien fue Justo José de Urquiza. El mismo realiza un pronunciamiento en
donde como representante de su provincia, Entre Ríos, aceptaba la renuncia de Rosas y tomaba el
mando de la confederación hasta tanto la misma se organizara institucionalmente. Esto, a excepción
de Córdoba, no tuvo repercusión.
Esto, en Buenos Aires generó repudio y gran apoyo a Rosas, pero este último no veía en Urquiza un
enemigo o de quien preocuparse, pero debía hacerlo.
Para derrocar a Rosas, Urquiza buscó apoyo en Brasil y Uruguay a pesar de que anteriormente se
había negado a actuar neutral en una posible guerra con Brasil, como se lo habían pedido estos
últimos. Su cambio de actitud se debió al lugar estratégico de Entre Ríos y de los beneficios que
podrían obtener de una eventual victoria.
Cuando el 3 de febrero de 1852, en la batalla de Caseros, se impuso el ejército aliado por sobre el
ejercito que respondía a Rosas, ya que este último actuó de forma tardía, por los factores antes
expuestos.
Se terminaba así con un periodo de gran hegemonía de este régimen encarnado en la persona de
Juan Manuel de Rosas, el mismo aceptó su derrota y se exilió en Inglaterra como se puede dar
cuenta en Rosa (1976) en donde se sostiene “…’Creo haber llenado mi deber como mis
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conciudadanos y compañeros. Si más no hemos hecho en defensa de nuestra independencia, de
nuestra integridad y de nuestro honor, es que más no hemos podido” (p. 124).
Luego de analizar junto con todos los autores propuestos el periodo del régimen rosista, con sus dos
gobiernos y las características principales del mismo, se debe decir que según los distintos autores,
se discute si fue una república o no, si es o no una tiranía, si es o no un régimen dictatorial, algunos
coinciden en la forma uninamista de ejercer el poder, como así también en que era llamado “el
régimen del terror”.