RECHAZO
RECHAZO
RECHAZO
Veamos, antes que nada, lo que significa rechazo o rechazar, el diccionario nos proporciona
varias definiciones: resistir, negar, refutar, mostrar oposición y/o desprecio.
A veces nos resulta complicado distinguir entre rechazar y abandonar. Abandonar a alguien
quiere decir distanciarse de esa persona por algo o por alguien más, mientras que rechazar
a alguien significa rehusarla, no desear tenerla cerca o no desear tenerla en la vida. Quien
rechaza utiliza la expresión “No quiero” y quien abandona recurre al “No puedo”.
El rechazo es una herida muy profunda, ya que quien la sufre se siente rechazado en su
interior y, sobre todo, siente rechazo con respecto a su derecho de existir. De las cinco
heridas, esta es la primera que se manifiesta, está presente desde muy temprana edad en
la vida de una persona.
La máscara de huidizo o retraido, se adopta para evitar sufrir. Me rechazan huyo, este huir
puede adoptar dos formas, como hemos hablado antes, se puede gestionar cmo goma o
como tintero.
Y si el rechazo es gestionado como tintero, hará lo contrario, hablará alto, estará presente
todo el rato..incluso de más, se mantendrá en ese rechazo, en las relaciones amorosas se
enamorará constantemente de personas que le rechazan, se enamorará del rechazo,..
Al final los dos buscarán darse la razón con su actitud, el que se borra confirmará el rechazo
de los demás porque no será tenido en cuenta, será interrumpido al hablar, nadie tendrá
en cuenta sus opiniones, nadie le llamará…y el tintero generará ese rechazo más
activamente.
Llevar una máscara signica que ya nos somos nosotros mismos, elaboramos es
“personalidad” para protegernos, vivimos a través de algo externo, nos desconectamos de
nosotros mismos.
Esta herida puede afectar nuestra vida sexual, tanto rechazando el sexo, como teniendo
parejas que nos rechacen sexualmente. Viviremos el rechazo en múltiples áreas, habrá que
buscar las nuestras, si portamos esta herida.
Dicen que la herida del rechazo radica en el progenitor del mismo sexo, según esta teoría:
El progenitor del mismo sexo desempeña la función de enseñarnos a amar, a amarnos y
a darnos amor. El progenitor del sexo opuesto nos enseña a “dejarnos” amar, a recibir
amor.
La persona con la máscara de huidizo se anula, se infravalora. Por ello, necesita a toda costa
ser perfecto y obtener reconocimiento ante sus ojos y ante los demás. Es frecuente
escuchar de su boca : “Mi jefe me decía que no valía, por eso dejé mi trabajo” “No soy lo
suficiente, interesante, inteligente, divertida, es normal que nadie quiera estar conmigo”
“No soy importante” “Me siento inexistente” “Nadie me ve” “Nadie se queda conmigo” “No
valgo nada” “No importa lo que haga, nunca es suficiente” “Me siento anulada”
En el área relacional en el que sentimos más la herida del rechazo, preferimos estar solos,
niños con pocos amigos en la escuela y en general…
Esta herida nos hace creer que tenemos que sufrir circunstancias adversas como si no
tuvieramos derecho a protestar, tragamos con carros y carretas, hay una desvalorización y
normalizamos situaciones y dinámicas en las relaciones que aumentan ese rechazo por
nosotros mismos.
Nos hace sentirnos separados de los demás, esto no sucede en todas las áreas, puedes
sentirte en conexión con los otros en tu área de los amigos y totalmente desconectado en
las relaciones amorosas, por ejemplo.
Cuanto más profunda sea la herida de rechazo en una persona, más atraerá
circunstancias para ser rechazada o rechazar a los demás.
Los retraidos creen que no tienen ningún valor. Por eso intentarán ser perfectos, para
merecer ese valor que sienten que les falta. Un hombre que diga “a los ojos de mi padre no
soy nadie, y no hago nada bien” intentará ser perfecto (con todo el sufrimiento que conlleva
tal exigencia) para ganarse algo de auto-valoración. Para ellos, ser juzgados por lo que hacen
es igual a ser rechazados. Quieren hacerlo todo tan perfecto que les toma más tiempo de
lo normal.
Los retraidos no saben qué hacer si reciben demasiada atención. Es como si su existencia
fuera demasiada para ellos mismos. Por eso prefieren estar solos. Al aislarse lo que hacen
es sentirse más y más marginados o rechazados.
Los retraidos se angustian cuando piensan que han podido rechazar algo o alguien. Si tienes
miedo a rechazar alguien, probablemente terminarás haciendolo. Cuanto más miedo
tenemos, más probabilidades hay que ese algo se materialice.
Los retraídos se comparan con otros, y siempre se encuentran con menos valía que los
demás. Les cuesta creer que alguien se pueda fijar en ellos e incluso enamorarse de ellos.
Normalmente sabotean sus éxitos, pues no se sienten merecedores. Si sienten que
acaparan demasiado espacio o atención, se bloquean pensando que están molestando a los
demás, y temen ser rechazados. Aunque se les diga que se les quiere y se les demuestre, no
lo creerán y no entenderán por qué se les quiere, no se darán valor. Vive en la ambivalencia.
Cuando es elegido no puede creerlo y se rechaza a si mismo, y en ocasiones llega incluso a
sabotear la situación. ¡Siempre me enamoro de a quien lo le gusto!
Si alguien les interrumpe cuando hablan, pensarán que es porque “no son suficientemente
importantes”, y dejarán de hablar. Si interrumpes a alguien que no sufre de la herida del
rechazo, pensará que “lo que dice no es importante”, pero él sigue siendo igual de
importante que antes. Los retraidos tienen miedo a dar su opinión si no se les pregunta, por
miedo a confrontar a los demás, y exponerse a un rechazo. Tienen miedo a molestar a los
demás. Se ocultan tras la máscara de la “vergüenza” y les impide mostrarse y ocupar su
lugar.
Sus ojos esconden miedo. Pueden tener problemas de memoria debido a ese miedo tan
profundo. Para retirarse más acuden a veces a las drogas y al alcohol. No se permiten ser
niños, se fuerzan a madurar rápido pensando que así serán menos vulnerables al rechazo.
Como tienen dificultad para reconocerse como “alguien”, a menudo tratan de llegar a ser
como otra persona.
Acusamos a otros por todo lo que hacemos nosotros pero no queremos ver. Por eso
atraemos personas que nos muestran qué hacemos a los demás o a nosotros mismos.
Una vez la herida está sanada, detrás de esa máscara de retraimiento se encuentran
personas:
– Con muchos recursos, dotados para lo creativo y la imaginación.
Ejercicio: escribe tus frases respecto al rechazo que sientes en tu vida en alguna de tus
áreas relacionales, amigos, familia, trabajo, pareja y padres, en el caso de que tus padres
no vivan, escribe el rechazo que sientes por las personas que hayan “ocupado ese lugar”.
El rechazo que sientes y el rechazo que has recibido.
Aunque me siento rechazadx, no soy dignx de ser amado, elijo aceptar quién soy y como
me siento ahora.
Ahora me quito la máscara de retraido/huidizo y observo mis relaciones sin ella, siendo
yo. ¿Hay algún miedo con ser yo mismx? Anotalo y trabajalo con tapping.
Respira profundo y anota lo que hayas sentido en esta sesión de tapping para trabajarlo
porteriormente.