PÁNCREAS
PÁNCREAS
PÁNCREAS
Patología Quirúrgica
II
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL CIBAO
- UCATECI –
Páncreas.
PRESENTADO POR:
Fisiología
El páncreas humano es una glándula compleja, con funciones endocrinas y exocrinas.
Está compuesto sobre todo de células acinares y células de los islotes.
Principales componentes del jugo pancreático
La principal función del páncreas exocrino es proporcionar la gran mayoría de las
enzimas necesarias para digerir los alimentos. Las células acinares sintetizan muchas
enzimas (proteasas) que digieren proteínas alimentarias como la tripsina, la
quimotripsina, la carboxipeptidasa y la elastasa. La tripsina también desempeña una
función importante en la digestión de las proteínas al propagar la activación de la
enzima pancreática a través de la autoactivación del tripsinógeno y otras proenzimas.
Además de la producción de proteasa, las células acinares también producen amilasa y
lipasa pancreáticas, también conocida como hidrolasa de éster de glicerol, como
enzimas activas.
La principal función de las células del conducto pancreático es proporcionar el agua y
los electrólitos para diluir y transportar las enzimas sintetizadas por las células acinares.
Fases y regulación de la secreción pancreática
La secreción exocrina pancreática se produce durante el estado interdigestivo y después
de la ingestión de alimento. Las fases de secreción:
o La primera fase es la cefálica, en la que el nervio vago estimula al páncreas en
respuesta a la vista, el olfato o el gusto del alimento. Esta fase está mediada por
la liberación de acetilcolina, que induce la secreción de enzimas en las células
acinares. Esta es la responsable del 20-25% de la secreción de jugo pancreático.
o A la segunda fase es la fase gástrica. Está mediada por reflejos vagovagales
desencadenados por la distensión gástrica tras el consumo de alimento. Estos
reflejos inducen la secreción de las células acinares. Es responsable del 10%.
o La fase más importante es la fase intestinal, supone el 65-70% de la secreción
total de jugo pancreático. Está mediada por la secretina y la colecistocinina
(CCK).
PANCREATITIS ACUDA
La mayoría de los pacientes presentan una evolución leve y autolimitada; sin embargo,
el 10 -20% muestran una respuesta inflamatoria de progresión rápida que se asocia a
una estancia hospitalaria prolongada y una morbilidad y mortalidad significativas. La
causa más frecuente de muerte en este grupo de pacientes es el síndrome de la
disfunción multiorgánica. La mortalidad en la pancreatitis tiene una distribución
bimodal; en las primeras 2 semanas, también conocidas como fase temprana, el
síndrome de la disfunción multiorgánica es el último resultado de una intensa cascada
inflamatoria desencadenada en un principio por la inflamación pancreática. La
mortalidad pasada 2 semanas, también conocida como periodo tardío, se debe a menudo
a complicaciones septicémicas.
Fisiopatología
No se conoce del todo el mecanismo exacto por el que los factores predisponentes como
el etanol y los cálculos biliares producen la pancreatitis. La mayoría de los
investigadores creen que la PA es el resultado final de una activación enzimática
pancreática anómala dentro de las células acinares. Los estudios de inmunolocalización
han demostrado que después de 15 min de lesión pancreática, los granulos de cimógeno
y los lisosomas se localizan juntos dentro de las células acinares antes de que la
elevación de la concentración de amilasa, el edema pancreático y otros marcadores de
pancreatitis sean evidentes, lo que indica que la localización conjunta es un paso
temprano de los acontecimientos fisiopatológicos y no una consecuencia de la
pancreatitis.
La activación intraacinar de las enzimas pancreáticas induce la autodigestión del
parénquima pancreático normal. En respuesta a esta lesión inicial, las células acinares
liberan citocinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral α, las
interleucinas (IL) 1, 2 y 6 y mediadores antiinflamatorios como la IL-10 y el antagonista
del receptor para la IL-1. Estos mediadores no inician la lesión pancreática, sino que
propagan la respuesta a nivel local y sistémico. La respuesta inflamatoria local agrava
más la pancreatitis porque incrementa la permeabilidad y daña la microcirculación del
páncreas.
Factores de riesgo
Los cálculos biliares y el consumo excesivo de etanol son responsables del 70 al 80% de
los casos de PA. En los pacientes pediátricos, el traumatismo abdominal cerrado y las
enfermedades sistémicas son los dos trastornos más frecuentes que llevan a la
pancreatitis.
Manifestaciones clínicas
El síntoma cardinal de la PA es el dolor epigástrico y/o periumbilical que se irradia a la
espalda. Hasta el 90% de los pacientes tienen náuseas y/o vómitos que no suelen aliviar
el dolor. La naturaleza del dolor es constante; por lo tanto, si el dolor desaparece o
disminuye, hay que considerar otro diagnóstico.
La deshidratación, la escasa turgencia cutánea, la taquicardia, la hipotensión y las
mucosas secas son frecuentes en los pacientes con PA. Los pacientes muy deshidratados
y de edad avanzada también pueden presentar cambios de su estado mental.
La exploración física del abdomen varía con la gravedad de la enfermedad. Con la
pancreatitis leve, la exploración física del abdomen puede ser normal o revelar solo un
ligero dolor epigástrico a la presión. En la pancreatitis grave hay una distensión
abdominal significativa, asociada a un rebote generalizado y rigidez abdominal.
Diagnóstico
Las piedras angulares del diagnóstico de la PA son los hallazgos clínicos más la
elevación de las concentraciones plasmáticas de las enzimas pancreáticas. Una
elevación de tres veces o más de la amilasa y la lipasa confirma el diagnóstico. En los
pacientes que no acuden al servicio de urgencias antes de transcurridas 24 o 48 h desde
el comienzo de los síntomas, la determinación de las concentraciones de lipasa es un
indicador más sensible para determinar el diagnóstico. La lipasa es también un
marcador más específico de PA porque las concentraciones séricas de la amilasa pueden
elevarse en diversos trastornos.
Estudios de imagen
Aunque las radiografías abdominales simples no son útiles para diagnosticar la
pancreatitis, pueden ayudar a excluir otros trastornos.
La utilidad de la ecografía está limitada por la grasa intraabdominal y el
aumento del gas intestinal resultado del íleo. Pero hay que solicitarla en
pacientes con PA.
La TC con contraste es la mejor modalidad para evaluar el páncreas.
La resonancia magnética (RM) abdominal también es ventajosa para evaluar la
extensión de la necrosis, la inflamación y la presencia de líquido libre.
Tratamiento
La piedra angular es la administración intensiva de líquidos usando una solución
cristaloide isotónica. Además precisan pulsioximetría continua, así como una analgesia
eficaz. Suelen preferirse los opiáceos, especialmente la morfina.
Consideraciones especiales
o Colecistectomía laparoscóplca está indicada en todos los pacientes con
pancreatitis biliar aguda leve.
PANCREATITIS CRÓNICA
La principal característica histológica es la inflamación persistente y la fibrosis
irreversible asociada a una atrofia del parénquima pancreático. Que se asocian al dolor
crónico y a una insuficiencia endocrina y exocrina que reduce la calidad de vida.
Factores de riesgo
En general, el consumo intenso de alcohol es la causa más frecuente de pancreatitis
crónica. Trastornos como la obstrucción ductal crónica, el traumatismo, el
hiperparatiroidismo, la hipertrigliceridemia, la pancreatitis autoinmunitaria, la
pancreatitis tropical, etc., suponen menos del 10% de todos los casos. En algunos
pacientes, no puede demostrarse una causa clara y se consideran idiopáticos.
Manifestaciones clínicas
El dolor es la principal manifestación de la pancreatitis crónica. Al principio precitado
por el consumo de alimentos, la intensidad, la frecuencia y la duración del dolor
aumentan gradualmente con el empeoramiento de la enfermedad. Las náuseas y los
vómitos no son frecuentes al principio, pero pueden aparecer a medida que la
enfermedad progresa.
La inflamación y la fibrosis pancreáticas no solo afectan a los conductos pancreáticos,
sino que también reducen el número y la función de las células acinares. Es necesario
que se afecte al menos el 90% de la glándula para que aparezcan la esteatorrea, la
diarrea y otros síntomas de malabsorción. En los casos graves surgen trastornos
asociados a la deficiencia de vitaminas liposolubles, como hemorragias, osteopenia y
osteoporosis. La insuficiencia exocrina aparece en los pacientes con una pancreatitis
crónica de larga duración. La pancreatitis crónica también afecta a las poblaciones de
células de los islotes, por lo que los pacientes tendrán las manifestaciones clínicas de la
diabetes mellitus.
Diagnóstico
Puede ser difícil al principio de la evolución de la enfermedad. Las
observaciones más frecuentes en la TC de la pancreatitis crónica son la
dilatación del conducto pancreático, la atrofia parenquimatosa y las
calcificaciones pancreáticas.
La RM es fiable, ya que es útil para detectar cambios en el parénquima
pancreático indicativos de inflamación crónica, como la atrofia pancreática.
La a ecografía endoscópica es la técnica más precisa para diagnosticar la
pancreatitis crónica en los pacientes con una enfermedad de cambios mínimos o
en los primeros estadios. Los signos histológicos de inflamación, atrofia y
fibrosis se consideran los criterios de referencia de la pancreatitis crónica.
Tratamiento
Tratamiento médico
El principal objetivo del tratamiento de estos pacientes es aliviar los síntomas. A los
pacientes se les debe animar con fuerza a dejar de beber y fumar. Los analgésicos son la
piedra angular del tratamiento. Los AINEs son la primera línea. El dolor moderado debe
tratarse con tramadol o propoxifeno y el dolor intenso con opiáceos de acción larga.
Tratamiento quirúrgico
La elección de la intervención quirúrgica depende de los síntomas y de la presencia o no
de una dilatación ductal pancreática. En general, los pacientes con un conducto
pancreático dilatado (un diámetro >7 mm) requieren una intervención de descompresión
y los pacientes con un conducto pancreático normal requieren una resección.