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Los Convenios para evitar la Doble Imposición y su

régimen constitucional de perfeccionamiento interno:


¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?

Daniel S. Salazar Urbina*

Resumen. – El presente artículo analiza el problema de la exigua red de convenios para


evitar la doble imposición que dispone el Perú en función del régimen constitucional
para su perfeccionamiento interno, teniendo en cuenta el contexto actual demarcado por
el Bicentenario de la República. La metodología empleada es cualitativa, producto de
estudiar la situación desde un enfoque analítico y teórico.

Abstract. - The present article analyzes the problem of the meagre network of
conventions to avoid double taxation available in Peru according to the constitutional
regime for its internal improvement, by consider the actual context of Bicentennial of the
Republic. The methodology that we used be qualitative because we examined the
situation by an analytic and theorical perspective.

Palabras claves. - Convenios para evitar la doble imposición – Perfeccionamiento


interno – Régimen constitucional – Bicentenario de la República

Keywords. - Conventions to avoid double taxation – Internal improvement –


Constitutional regime – Bicentennial of the Republic

*
Abogado por la Universidad de San Martín de Porres (USMP). Practicante profesional en
la División de Procesos de Recuperación de la Deuda de la SUNAT. Miembro principal
del área de investigación del Centro de Estudios de Derecho Tributario de la USMP.
Asociado de la Comisión de Derecho Tributario de la Sociedad Peruana de Derecho y
miembro de la comisión de investigaciones de la Asociación Civil “Ius Inter Gentes” de la
Pontifica Universidad Católica del Perú.
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

I. Introducción

Durante el transcurso de la Constitución de 1979 a la de 1993, el capítulo dedicado


al esquema de aprobación de los tratados, acuerdos, convenios u otras
denominaciones que puedan atribuirse a estos mecanismos de naturaleza
internacional, fue objeto de un amplio debate.

El marco constitucional anterior al vigente estipulaba una fórmula imprecisa para


la revisión de un tratado a fin de calificar si su perfeccionamiento interno (fase
esencial del procedimiento aplicable a todo tratado) requería o no un acto de
aprobación previa. El problema, en aquel entonces, respondía a cuestiones de
‘’exclusividad en la competencia’’, al margen de que, posteriormente, se esbozaron
intentos legislativos que pretendían aliviar las críticas vertidas1.

El diseño que recoge la Constitución de 1993, respecto a la temática que venimos


comentando, delimita una distinción entre el esquema de aprobación de los
tratados de manera compleja (se requiere un acto de aprobación previa por el
Legislativo, indistintamente que el Ejecutivo acate el resto de etapas para la
entrada en vigor del tratado, según el artículo 56° de la Carta Magna) o
simplificada (no se requiere un acto de aprobación previa por el Legislativo, siendo
suficiente que el Ejecutivo prosiga el curso del resto de etapas para la entrada en
vigor del tratado, conforme al artículo 57° del cuerpo constitucional). La aplicación
de una u otra técnica de aprobación dependerá del contenido que constituye el
objeto del tratado internacional (el artículo 56° estipula una lista taxativa de
materias que involucran su aplicación, concerniendo aplicar el artículo 57° a toda
temática que se no se encuentre inmersa en la mencionada lista)2.

Para el caso de una materia en particular, como son los convenios para evitar la
doble imposición (CDI, en adelante), el método adoptado por la Norma Suprema
para su perfeccionamiento interno es de carácter complejo. El desarrollo continuo
de esta regla constitucional debió influenciar positivamente en el fortalecimiento
de la estructura peruana relativa a los CDI. No obstante, la realidad es totalmente
distinta.

No disponer de una amplia red de estos instrumentos vigentes a la fecha, advertir


que una parte de estos mecanismos entró en vigor (pero luego fue denunciado),
identificar que sobre alguno recae un debate en torno a su vigencia efectiva y
anuncios de suscribir estos instrumentos pero que solo quedaron en buenas
intenciones, son algunos supuestos que nos permiten afirmar que el esquema
peruano de CDI se encuentra lejos de alcanzar un estándar adecuado de
idoneidad. Los factores que pueden explicar esta última situación pueden ser

1 ABUGATTÁS, Gattás. Tratados que requieren la aprobación del Congreso de la República del
Perú. En Agenda Internacional, Vol. XXV, núm. 37, 2019, pp.213-214.
2 FUENTES VÉLIZ, Juan Andrés. Algunas precisiones sobre la relación entre el derecho
internacional y el derecho nacional peruano. En De anacronismos y vaticinios. Diagnóstico sobre las
relaciones entre el derecho internacional y el derecho interno en Latinoamérica, editado por Juana Acosta
López, Paola Acosta Alvarado y Daniel Rivas Ramírez, 73-75. Colombia: Universidad Externado
de Colombia, 2017 & NOVAK TALAVERA, Fabián. Los tratados y la Constitución Peruana de
1993. En Agenda Internacional, Vol.2, núm.1, 1994, p.81.

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Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
diversos (ausencia de compromiso gubernamental, fuerza mayor, denuncias del
tratado posterior a su suscripción, temor de suscribir estos acuerdos ante
eventuales limitaciones en la autonomía estatal, etc.). Sin perjuicio de ello, desde
nuestra perspectiva, una de las causas elementales de esta problemática recae en
las insuficiencias del régimen actual para el perfeccionamiento interno de los CDI.

De ahí, que la cuestión resultante es la siguiente: ¿Puede calificarse como idóneo


el régimen constitucional actual para el perfeccionamiento interno de los CDI en
nuestra legislación? ¿Es necesario desarrollar una propuesta de reforma en torno
a esta materia? La resolución de las interrogantes planteadas adquiere importancia
no solo por involucrar un tema de elevada connotación nacional e internacional,
sino, además, porque nuestro país afronta con amplias expectativas el curso del
Bicentenario de la República.

En consecuencia, el objetivo del presente artículo es determinar en qué medida el


esquema peruano de CDI puede concebirse como adecuado y, en consecuencia, de
qué manera se amerita el desarrollo de una propuesta de reforma constitucional
en torno al régimen de aprobación de los CDI.

En primer lugar, brindaremos algunos alcances respecto a los CDI y su marco


normativo para su perfeccionamiento interno en el ordenamiento jurídico
nacional.

En segundo lugar, estudiaremos el panorama actual de los CDI en nuestro sistema


y sus problemáticas inherentes, a fin de enfatizar en el análisis de las insuficiencias
del régimen constitucional actual para el perfeccionamiento efectivo e idóneo de
los CDI en el marco interno.

En tercer lugar, delimitaremos algunas propuestas de técnica legislativa para la


reforma del marco constitucional relativo al perfeccionamiento interno de los CDI,
la finalidad que subyace en torno a las mismas y un análisis sobre su viabilidad de
aplicación en la realidad, además de manifestar las expectativas que supondrán
estos eventuales cambios en el contexto del Bicentenario de La República.

Finalmente, el cierre de ideas de las presentes líneas se traducirá en función de la


reflexión final pertinente.

II. Alcances sobre los CDI y su régimen constitucional de perfeccionamiento


interno

En principio, la adecuada comprensión del instituto de los CDI importa


retrotraernos a lo que se conoce como la doble imposición.

La doble imposición se presenta como una situación en donde dos o más Estados
imponen un gravamen respecto a una renta específica al considerar que disponen
de tal derecho en virtud del ejercicio de su soberanía. Esta definición posibilita
distinguir un primer contexto en donde dos o más países, respecto a un hecho o
supuesto específico (ingresos, bienes) y atribuibles a un mismo sujeto en un
período similar, aplican un gravamen sobre el mismo de conformidad con su

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Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

legislación interna, conociéndose esto como doble imposición jurídica o


internacional. A su vez, encontramos un segundo contexto en donde dos o más
Estados aplican gravámenes sobre una misma renta o bien en el marco de un
mismo período, aunque la obligación de aportar al fisco respecto a tal gravamen
recae en diferentes personas y no en una sola, conociéndose esto como la doble
imposición económica3.

Sobre el particular, consideramos que un caso concreto de doble imposición


jurídica y/o económica puede ser solventado mediante los CDI, aunque ello
dependerá de su suscripción y efectiva vigencia entre los países involucrados (y,
correlativamente, que del contenido del acuerdo se observe el planteamiento de
técnicas propicias que faculten prevenir la doble imposición en sus dos vertientes).
Coloquemos algunos ejemplos para entender esto.

En primer lugar, tenemos a la empresa ‘’Corporación Dial’’, domiciliada en Chile,


pero que ha realizado inversiones en el Perú en materia de restaurantes. Tal
empresa deberá soportar en el Perú una carga tributaria aproximada de un 33%
(29,5% por impuesto a la renta de tercera categoría, adicionado a un 5% por
concepto de dividendos) y cuando se derivan las utilidades a Chile, se deberán
abonar un 35%. Como puede apreciarse, la empresa chilena tributaría un alícuota
elevada (68%) de conformidad con la normativa impositiva peruana y chilena, lo
cual incidiría negativamente en impulsar actividades económicas, en el país, por
parte de actores extranjeros. Afortunadamente, el Perú cuenta con un CDI suscrito
con Chile, razón por la cual se evitaría esta situación perniciosa que afecta la
inversión extranjera. Esto viene a ser un ejemplo en donde se presenta una
situación de doble imposición jurídica y en donde la misma ha sido aliviada en
virtud del CDI vigente entre el Perú y Chile4.

En segundo lugar, tenemos el supuesto de la empresa ‘’Flandes Occidental S.A’’,


domiciliada en el Perú y cuyo objeto social es la venta de calderas industriales y
cuenta con una empresa matriz ‘’Flanders Inc.’’, ubicada en Bélgica. Tal compañía,
luego de declarar sus dividendos del año fiscal 2017, deberá soportar una carga
tributaria del 29,5% (al enmarcarse en el régimen general de impuesto a la renta
de tercera categoría). Posterior a ello, se remesarán los dividendos hacia la empresa
matriz ubicada en Bélgica, las cuales serán afectadas tributariamente al
considerarse rentas de fuente extranjera (aplicándose una tasa del 34%,
correspondiente al impuesto sobre sociedades en este país). Esto viene a ser un
supuesto en donde se advierte una situación de doble imposición económica, en
donde la misma no ha podido ser aliviada (ante la ausencia de un CDI entre el

3 ZUZUNAGA DEL PINO, Fernando. Ponencia general: Convenios para evitar la Doble
Imposición. En CDIs - Convenios para evitar la Doble Imposición, editado por IFA-Perú. Lima, Perú,
IFA-Perú, pp.295-296.
4 VILLANUEVA GUTIERREZ, Walker. Doble tributación: Abusos y prevención, Conexión ESAN,
https://www.esan.edu.pe/conexion/actualidad/2019/08/16/doble-tributacion-abusos-y-
prevencion/

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Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
Perú y Bélgica)5.

Ahora bien, es de precisar que si bien los CDI se constituyen, hoy en día, como el
principal mecanismo para combatir supuestos de doble imposición, no es menos
cierto que los Estados pueden acudir a otras alternativas como las medidas
unilaterales (por ejemplo, exención total o parcial en la base imponible del
impuesto nacional en cuanto el hecho imponible fue gravado en territorio
extranjero, posibilitar que el impuesto abonado o devengado en el extranjero se
adopte como gasto deducible para efectos tributarios nacionales, etc.) y/o técnicas
de armonización fiscal (esta herramienta, de mayor empleo en la Unión Europea,
implica que un Estado se aproxime a las estructuras tributarias de un grupo de
países a efectos de solventar eventuales conflictos, aunque existen sectores
doctrinarios que estiman que este marco de armonización fiscal no se orienta,
directamente, a eliminar la doble imposición)6.

Por otra parte, sin importar que ante un caso particular nos encontremos ante el
análisis de una doble imposición económica o jurídica, los efectos que desprende
la doble tributación son semejantes: i) afectan la capacidad contributiva del
contribuyente, ii) puede manifestar un trato desigual a rentas iguales, iii)
constituye un obstáculo para el fomento de la inversión extranjera que coadyuve
al desarrollo económico y iv) contraviene la aptitud de un esquema impositivo al
incentivar índices de evasión y elusión fiscal7.

Es este complejo panorama lo que da origen al surgimiento de los CDI. Los CDI se
definen como instrumentos internacionales celebrados entre dos o más Estados
cuyo objetivo es prevenir situaciones de doble imposición respecto a impuestos
como la renta o al patrimonio. Este aspecto puede definirse como una motivación
tributaria de este mecanismo supranacional8.

Para cumplir con su meta principal, se procede a distribuir la potestad tributaria


entre los Estados signatarios, lo que en la práctica conlleva a modificar y/o
suspender la aplicación de ciertos tributos internos en alguno de los países
signatarios. En aras de salvaguardar las disposiciones del tratado, los Estados
suscriptores renuncian a aplicar su poder tributario en la determinación de un
impuesto interno concreto (el caso típico es el impuesto a la renta). No se encuentra
de más precisar que los CDI únicamente se orientan a calificar los hechos
imponibles en aras de repartir la competencia tributaria entre los países firmantes,

5 ALVA MATEUCCI, Mario. La doble imposición económica y jurídica: ¿existen diferencias?, Blog
PUCP, http://blog.pucp.edu.pe/blog/blogdemarioalva/2017/06/14/la-doble-imposicion-
economica-y-juridica-existen-diferencias/
6 DELGADO RIVERO, Francisco. & FERNÁNDEZ LLERA, Roberto. Armonización fiscal y
convergencia de la estructura tributaria en la Unión Europea. En Boletín Económico de ICDE, N°
2907, 2007, p. 17. & SANCHÉZ GARCÍA, Nicolás. La doble imposición internacional. En Revista
de treball, economia i societat, núm.16, 2000, p.9.
7 ROSADO HARO, Alberto & SARDUY GONZÁLEZ, Mariuska. La doble tributación
internacional: características y consecuencias. En Cofín Habana, Vol.12, núm.2, 2018, p.301.
8 SANTA CRUZ MIRANDA, Adolfo. La fiscalidad internacional y los convenios para evitar la
doble imposición. En Quipukamayoc - Revista de la Facultad de Ciencias Contables de la UNMSM, Vol.
22, núm. 42, 2014, p.181.

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Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

pero no a crear impuestos9.

Asimismo, es factible identificar otros propósitos y su correlativa motivación que


desprende la suscripción de los CDI: i) se estructuran acuerdos para el intercambio
de información entre las administraciones tributarias con el objeto de fortalecer la
labor fiscalizadora sobre los contribuyentes para fines del CDI, lo que -en
consecuencia- colabora con la prevención del fraude fiscal (motivación tributaria)
y ii) facilitan un soporte jurídico sostenido y atractivo para las inversiones
(motivación no tributaria)10.

De otro lado, la estructuración del contenido de los CDI se ha basado en dos


modelos generalmente aceptados por la colectividad internacional. Estos son el
Modelo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE, en adelante) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU, en
adelante).

El manejo del primer modelo es conveniente cuando las partes involucradas son
Estados exportadores de capitales o con potencial de serlo y cuando el flujo
comercial o de inversión es proporcionalmente similar entre los mismos. La
perspectiva para combatir la doble tributación se basa en imponer mayores
restricciones sobre los derechos de tributación del país fuente (se hace hincapié en
el criterio de la residencia)11.

La utilización del segundo modelo es apropiada cuando se toma en consideración


los requerimientos macroeconómicos de los Estados que se caracterizan por ser
importadores de capital. La visión para afrontar la doble tributación se cimenta en
sistematizar menores limitaciones sobre los derechos de tributación del país fuente
(se enfatiza en el criterio de la fuente)12.

Después, el desarrollo de iniciativas para la celebración de los CDI implica


alcanzar diversificados beneficios. Tales provechos pueden resaltarse desde dos
enfoques diferentes.

Por un lado, los beneficios desde la perspectiva del Estado son los siguientes: i)
obtención de un índice recaudatorio justo producto de las operaciones
internacionales, ii) propugna la cooperación entre las administraciones tributarias
para la lucha contra la evasión fiscal (se insertan acuerdos de intercambio de
información, asistencia en la recaudación y/o de solicitud de información
pertinente para el caso en concreto), iii) concuerda la práctica tributaria con la
realidad generada por el desarrollo de la globalización y iv) fomenta un ambiente
de certeza en las inversiones (al otorgarse un indicador positivo a la inversión

9 Ibid, p.182.
10 Ibid, pp. 182-183.
11 HALKA, Dominika & TREPELKOV, Alexander & TONINO, Harry. Manual de las Naciones Unidas
en temas específicos sobre la administración de convenios de doble tributación para países en desarrollo.
New York: Naciones Unidas, 2015, pp.7-8.
12 Íbid, pp. 8-9.

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Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
extranjero y, especialmente, seguridad, en torno a los elementos que se negocian)13.

De otro lado, los provechos desde la perspectiva del inversionista son los
siguientes: i) los convenios delimitan los métodos que aliviarán y/o neutralizarán
la doble imposición, no pudiendo ser modificados por los países contratantes, ii)
no se admite la posibilidad que un CDI emita una obligación tributaria no
contemplada en la ley interna, iii) se cuenta con la certeza que se protegerán sus
legítimos intereses a través del procedimiento amistoso en donde la
administración tributaria del país objeto de inversión interviene en la resolución
de eventuales controversias y iv) la inclusión del principio de no discriminación
en el CDI otorga un margen fiabilidad una vez realizada la inversión, debido a que
no se modificará la política interna del país concreto a efectos de imponer al
inversionista el pago de mayores impuestos a comparación de sus residentes14.

Sin embargo, también es posible advertir que los CDI pueden presentar ciertas
desventajas: i) limitan el deber estatal de resguardar su base imponible y
correlativa recaudación y ii) restringe la autonomía para modificar impuestos
sobre la renta, que puede devenir en un menor índice recaudatorio15.

Expuesto lo anterior, en aras de comprender los alcances del régimen


constitucional de aprobación interna de los CDI, es necesario desglosar el
contenido de los artículos 56° y 57° de la Constitución de 1993.

Por un lado, el artículo 56° nos indica lo siguiente:

“Los tratados deben ser aprobados por el Congreso antes de su ratificación por el
Presidente de la República, siempre que versen sobre las siguientes materias: 1.
Derechos Humanos. 2. Soberanía, dominio o integridad del Estado. 3. Defensa
Nacional. 4. Obligaciones financieras del Estado. También deben ser aprobados por
el Congreso los tratados que crean, modifican o suprimen tributos; los que exigen
modificación o derogación de alguna ley y los que requieren medidas legislativas para
su ejecución.” (el énfasis es nuestro)

De otro lado, el artículo 57° manifiesta lo siguiente:

“El Presidente de la República puede celebrar o ratificar tratados o adherir a éstos


sin el requisito de la aprobación previa del Congreso en materias no contempladas en
el artículo precedente. En todos esos casos, debe dar cuenta al Congreso. Cuando el
tratado afecte disposiciones constitucionales debe ser aprobado por el mismo
procedimiento que rige la reforma de la Constitución, antes de ser ratificado por el
Presidente de la República. La denuncia de los tratados es potestad del Presidente de
la República, con cargo de dar cuenta al Congreso. En el caso de los tratados sujetos
a aprobación del Congreso, la denuncia requiere aprobación previa de éste.” (el

13 ECHAIZ MORENO, Daniel. Los convenios para evitar la doble tributación. En Derecho & Sociedad,
núm.53, 2009, p.138.
14 BORJAS HUARCAYA, Juan de Dios, «Los convenios para evitar la doble imposición y su
aplicación en las empresas nacionales que prestan servicios de ingeniería en el Perú hasta el año
2010» (tesis de maestría, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2012), 117.
15 ECHAIZ MORENO, Daniel, op.cit, p.139.

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Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

énfasis es nuestro)

Los aspectos resaltados de estos artículos nos explican la fórmula de aprobación


constitucional que subyace en torno a los CDI. Al involucrar estos mecanismos
internacionales, en el desarrollo de la finalidad de distribución de la competencia
tributaria entre los países intervinientes, una probable modificación y/o
suspensión (no creación) de tributos vigentes en el marco jurídico peruano (por
ejemplo, el impuesto a la renta, como se indicó previamente), se activa el ámbito
reseñado por el artículo 56° al ameritar una aprobación del CDI -anterior a su
ratificación- por parte del Legislativo (control ex ante del tratado, en función del
carácter complejo que emana este supuesto)16.

De ahí, que la labor del artículo 57° no es, sino, confirmar que el Presidente de la
República solo puede celebrar y ratificar unilateralmente los tratados que no
versen sobre temáticas incluidas en la lista positiva del artículo 56° (lo cual no es
el caso de los CDI), sujetándose el mecanismo supranacional, en este caso, a su
presentación al Congreso posterior a su entrada en vigor para su análisis
correspondiente (control ex post del tratado, en razón de la particularidad
simplificada que desprende este supuesto)17.

Es importante precisar que sin importar que un tratado internacional haya sido
aprobado bajo la fórmula del artículo 56° (tratado ley) y/o del artículo 57° (tratado
ejecutivo), ello no influye en el rango constitucional que adquieren al momento de
ser incorporados al derecho nacional. En otros términos, tal procedimiento de
aprobación solo adquiere relevancia para efectos de identificar la competencia del
órgano que efectúa la recepción del acuerdo en el plano interno, pero no incide en
el rango constitucional que se atribuye a los convenios supranacionales18.

A pesar de haberse explicado la lógica que se colige en torno al marco


constitucional para el perfeccionamiento interno de los CDI, no podrían faltar
dudas respecto al camino que debe seguir el instrumento para su
perfeccionamiento correspondiente. En específico, si a partir de una lectura
integral de un tratado concreto no sea muy claro que el mismo modificará y/o
suspenderá la aplicación de un tributo interno. En otros términos, si la
estructuración de los CDI como herramienta para combatir la doble imposición
siempre se sujetará a los términos del artículo 56° de la Constitución (control ex
ante del tratado) o si, por el contrario, puede llegar a seguir la línea directriz del
artículo 57° de la Carta Magna (control ex post del tratado).

Para tal propósito, una iniciativa que absuelve estas dudas lo constituye el
‘’Proyecto de Ley N° 2571/2017-CR, Ley de Desarrollo Constitucional sobre el
Perfeccionamiento Interno de los Tratados’’, al confirmar en su artículo 10.4 que la
regla relativa a que un tratado puede crear, modificar y/o suprimir tributos
(control ex ante o complejo, contemplado en el artículo 56° de la Carta Magna) es

16 Sentencia del Tribunal Constitucional. Exp. 00002-2009-PI/TC, fundamento 60.


17 Íbid., fundamento 75.
18 MONGE MORALES, Gonzalo. Un vistazo al Derecho Constitucional a través del Derecho
Internacional. Entrevista a Juan José Ruda Santolaria. En Themis Revista de Derecho, Núm.67, p.181.

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Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
de aplicabilidad cuando el instrumento establece regímenes para prevenir la doble
imposición tributaria (CDI).

Ahora bien, considerando que delimitar regímenes para prevenir la doble


imposición a través de los CDI puede colisionar con el principio constitucional-
tributario de reserva de ley (los presupuestos para la creación, modificación,
exoneración o derogación de los tributos, se realizan en virtud de una norma con
rango legal emitida por el Congreso, salvo excepciones19), adquiere mayor firmeza
constitucional que el trámite de ratificación de los CDI requiere de una aprobación
previa por el Legislativo (perfeccionamiento interno) para su entrada en vigor.

A modo de complemento, es menester tener en consideración lo que promulgan


otros cuerpos normativos internos sobre el régimen de perfeccionamiento de los
tratados en general (entre ellos, los CDI en su calidad de instrumentos para evitar
la doble imposición). En esa línea, encontramos la Ley N° 26647 y el Decreto Ley
N° 25883.

Por un lado, del primer cuerpo normativo mencionado resaltamos lo siguiente: i)


la aprobación legislativa de los tratados de conformidad con los términos del
artículo 56° de la Constitución se efectúa mediante una resolución legislativa
(emitida por el Legislativo) y se ratifica mediante un decreto supremo (por parte
del Ejecutivo), siendo que la aprobación de los tratados acorde con el artículo 57°
de la Carta Magna solo requiere la emisión del decreto supremo por el Ejecutivo
(artículo 2°); ii) la incorporación al derecho nacional y entrada en vigor de los
tratados celebrados y perfeccionados, según el procedimiento aplicable a cada caso
concreto, se sujeta al cumplimiento de las condiciones delimitadas en el
mecanismo supranacional respectivo (artículo 3°); iii) se debe publicar en el diario
oficial (El Peruano, en la actualidad) el texto íntegro del instrumento y sus anexos
(de corresponder), así como indicar el número y fecha de la resolución legislativa
o decreto supremo que lo aprobó y/o ratificó en un plazo máximo de treinta días
hábiles contados a partir de su recepción por el diario oficial (artículo 4° y 5°)20 y
iv) la denuncia, modificación y/o suspensión de aquellos tratados válidamente
celebrados, perfeccionados e incorporados al derecho nacional, solo podrá
realizarse según los preceptos que establezca el propio mecanismo y, en su defecto,
según lo predispuesto por las normas generales del derecho internacional (artículo
7°).

Por otra parte, del segundo cuerpo legislativo citado rescatamos la potestad
otorgada al ministro de economía y finanzas para negociar y suscribir con otros
Estados, en representación de la administración gubernamental peruana,
convenios bilaterales para prevenir la doble tributación y evasión tributaria
(artículo 1°).

19 Sentencia del Tribunal Constitucional. Exp. 1837-2009-PA/TC, fundamento Nº 12.


20 Sentencia del Tribunal Constitucional. Exp. 00021-2010-AI/TC, fundamento Nº 22.

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Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

III. Realidad y dilemas de los DCI en el Perú: Incidencia del régimen


constitucional de perfeccionamiento interno en la compleja situación

Si bien se tiene registro de vulneraciones a los Derechos Humanos por parte de


empresas desde hace ya un par de siglos atrás, la regulación en el ámbito del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos recién se desarrollaría en la
segunda mitad del siglo XX. No obstante, es a partir del siglo XXI que veríamos
normas más modernas que buscan hacerle frente a los desafíos contemporáneos.
Veamos pues, desde una perspectiva histórico-jurídico, cómo se ha desarrollado la
regulación internacional a las empresas transnacionales en materia de Derechos
Humanos.

A la fecha, el Perú cuenta con ocho CDI suscritos, ratificados y vigentes. A esto
debe adicionarse el régimen dispuesto por la Decisión 578 que no es, stricto sensu,
un CDI (producto que estos convenios se celebran entre Estados y,
encontrándonos, en el presente caso, ante una norma emitida por la Comisión de
la Comunidad Andina – CAN), sino que se configura como una norma
supranacional que dispone el mismo objetivo que los CDI (evitar la doble
tributación) y a la que se encuentra sometido el Perú en conjunto con el resto de
Estados que integran la CAN.

La mayor parte de ellos fueron estructurados bajo el modelo de convenio de la


OCDE, aunque también existe una porción desarrollada en función del modelo de
la ONU. Para comprender la premisa anterior, nos remitimos al siguiente gráfico:

Gráfico N°1: Instrumentos para prevenir la doble imposición celebrados y vigentes en el


Perú

Convenio / Norma Modelo Entrada en vigor

Perú - Chile OCDE 01/01/2004

Perú- Canadá OCDE 01/01/2004

Perú – Comunidad
ONU 01/01/2005
Andina

Perú - Brasil OCDE 01/01/2010

Perú - México OCDE 01/01/2015

Perú - República de
OCDE 01/01/2015
Corea

Perú - Suiza OCDE 01/01/2015

Perú - Portugal OCDE 01/01/2015

Perú - Japón OCDE 29/01/2021

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Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
01/01/2022 (para el caso
de tributos de
periodicidad anual)

Fuente: Elaboración propia 2122

El contenido de estos convenios celebrados a la fecha nos trae a colación


interesantes disposiciones para el estudio del derecho tributario internacional: i) la
concepción del principio de establecimiento permanente, ii) esquematización de
reglas para la aplicación de intereses o ganancias de capital, iii) la mención expresa
que el objetivo del CDI es prevenir la evasión fiscal, aunque también se extiende a
la elusión fiscal (convenio con Japón), iv) sistematización de mecanismos para la
solución de controversias sobre la atribución de potestad tributaria, v) impulso de
la asistencia mutua para la recaudación de impuestos, vi) estructuración de la
tributación compartida como regla general y tributación exclusiva como
excepción, entre otras.

Lo hasta aquí reseñado expone el marco interno vinculado a los CDI. La


disposición de una red de ocho CDI (más una norma supranacional de la CAN
para evitar la doble imposición), estructurados bajo los modelos imperantes en la
sociedad internacional (OCDE y ONU) y la incorporación de reglas con suma
importancia para el análisis de los CDI implicaría –en teoría- un conjunto de
esfuerzos por disponer de un agrupado de tratados efectivos que coadyuven a
potenciar el crecimiento sostenido del país y las actividades económicas
internacionales.

No obstante, como se adelantó en líneas introductorias, el marco peruano de


mecanismos para evitar la doble imposición se encuentra lejos de alcanzar un
estándar adecuado de idoneidad. Ello, porque ha sido factible advertir una serie
de dilemas durante el transcurso del tiempo.

En primer lugar, ubicamos CDI que fueron suscritos, aprobados por el Congreso,
ratificados y que entraron en vigor, pero posteriormente fueron denunciados y
sobre los cuales no se ha realizado una nueva propuesta de tratado en el hoy en
día. Este viene a ser el caso del CDI entre el Perú y Suecia23.

En segundo lugar, encontramos CDI que fueron suscritos, pero no fueron


aprobados por el Congreso y sobre los cuales no se ha realizado una nueva

21 Al respecto, la mención del criterio de la residencia en el artículo 1° de cada Convenio (ámbito de


aplicación) es el aspecto que determina sustancialmente la adhesión del instrumento concreto al
modelo OCDE. Asimismo, la influencia preponderante del modelo ONU en la Decisión 578 se
desprende de lo que estipula su artículo 3° (el gravamen de las rentas dependerá de la fuente
productora).
22 La fecha de entrada en vigor de cada instrumento internacional, así como sus datos correlativos
(suscripción, aprobación, etc.), puede apreciarse en la primera página del texto respectivo
mediante la web institucional del Ministerio de Economía y Finanzas.
https://www.mef.gob.pe/es/?option=com_content&language=es-
ES&Itemid=100878&lang=es-ES&view=article&id=302
23 El mismo fue suscrito en 1966 y denunciado por Suecia el 02 de junio de 2006.

141
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

propuesta de tratado a la fecha. Este es el caso del CDI entre el Perú y España24.

En tercer lugar, identificamos una situación en donde el instrumento fue suscrito,


aprobado por el Congreso, ratificado y que entró en vigor, pero sobre el cual existe
un debate sobre su efectiva vigencia. Este es el caso del régimen para evitar la doble
imposición entre el Perú y la CAN (Bolivia, Colombia y Ecuador)25.

En cuarto lugar, hallamos CDI cuya intención de negociarse fue anunciada por la
autoridad gubernamental, pero hasta la fecha no existen mayores novedades sobre
el particular. Este es el caso de los CDI con Estados Unidos, España, Italia, Francia,
Reino Unido, Suecia y Tailandia26. Particularmente, la situación de no disponer un
CDI con España, Estados Unidos y Reino Unido es lo más preocupante,
considerando que son inversionistas de estos países los que representan el mayor
porcentaje de inversión en el país (alrededor del 47%).

La conjugación de estos cuatro dilemas constituye un evidente reflejo de la


compleja situación interna en materia de CDI: la disposición de una escasa red en
torno a esta clase de mecanismos supranacionales.

Al respecto, es necesario recordar que la relevancia de contar con un amplio


repertorio de CDI obedece a lo fundamental que viene a ser el establecimiento de
un agrupado de instrumentos internacionales que colaboren tanto a empoderar el
crecimiento nacional (mediante la inversión), como al fomento de la participación
nacional en el ámbito internacional (a través de las actividades económicas). En
líneas anteriores, resaltamos que los CDI otorgan una variedad de provechos para
el crecimiento interno como externo de un Estado concreto (fomento de ambiente
de certeza para las inversiones, lucha contra la evasión fiscal, colaboración entre
administraciones tributarias, etc.)

Estas últimas ideas adquieren mayor delicadez si traemos a colación el conocido


anhelo del Perú ingresar a la OCDE. Como se conoce, uno de los aspectos claves
para el ingreso a este organismo supranacional es la disposición de una estructura

24 El cual fue suscrito el 06 de abril de 2006 y no aprobado a raíz de un dictamen emitido por la
Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.
25 Si bien la entrada en vigor de la Decisión N°578 responde al principio de aplicación directa de las
normas del sistema andino al marco interno de los Estados miembros (Decisión N°472), lo cierto
es que esta última Decisión, al equipararse a un tratado y requerir una modificación del texto
constitucional, necesitaba de una aprobación previa por parte del Congreso (artículo 56° de la
Carta Magna) al implicar una transferencia de competencias legislativas a favor de organismos
supranacionales (CAN), lo cual no se dio en aquel entonces. Esta situación no encontraba alguna
excepción en otra parte del texto constitucional, por lo que se cuestionaba la afirmación relativa
a su efectiva vigencia en el ordenamiento jurídico: VILLAGRA CAYAMANA, Reneé.
Identificación de los criterios de sujeción de las rentas en los CDIs celebrados por el Perú. En CDIs
- Convenios para evitar la Doble Imposición, editado por IFA-Perú. Lima, Perú, IFA-Perú, pp. 680-
682.
26 VILLAGRA CAYAMANA, Reneé. Los Convenios Bilaterales para evitar la Doble Imposición
suscritos por los países Miembros de la Comunidad Andina con terceros países: evaluación de la
aplicación del Anexo II de la Decisión 40 a los 33 años de su aprobación. En Derecho & Sociedad,
núm.24, 2005, p.121.

142
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
tributaria eficiente, sostenible y transparente, en todas sus vertientes27. Los CDI no
son la excepción a esta regla.

Si comparamos el catálogo de CDI del Perú con el de Chile, Colombia y México


(algunos de los países miembros de la OCDE en América Latina), identificaremos
que los avances de tales Estados sobre la materia objeto de análisis es
sustancialmente diferente al Perú. Por un lado, Chile28 dispone de treinta y tres
CDI vigentes y otros cinco suscritos en trámite de aprobación para su entrada en
vigor. De otro lado, Colombia29 cuenta con un estimado de once CDI vigentes y
otros cuatro suscritos en trámite de aprobación para su entrada en vigor. En tanto,
México30 cuenta con un aproximado de setenta CDI vigentes en la actualidad.

Como podrá observarse, existe una diferencia sustancial, en términos


cuantitativos, entre el esquema de CDI de otros países latinoamericanos (que
integran la OCDE) y nuestro sistema interno. Al respecto, debemos precisar que,
si bien la disposición de una cuantiosa red de mecanismos para combatir la doble
imposición no necesariamente podría asociarse con un estándar de eficiencia en
materia de CDI, lo cierto es que la idoneidad de esta situación se enmarca en la
articulación de esfuerzos gubernamentales por impulsar la acogida de
mecanismos que influyan positivamente en la situación del contribuyente. Esto se
ve retribuido cuando a mayor cantidad de CDI celebrados y vigentes en un Estado
concreto, se incrementan las posibilidades que inversionistas de diferentes países
del mundo manifiesten su intención de concurrir en tal mercado.

Ahora bien, las diferencias también pueden hallarse desde una perspectiva
cualitativa, siendo que su correlativo sustento parte de las desventajas que emanan
de estos tratados internacionales.

El legislador nacional siempre ha observado con cierto recelo a los CDI en función
de que considerar latente la probabilidad de que los mismos denoten obstáculos
para que el aparato gubernamental pueda resguardar su base imponible y/o limite
la autonomía para modificar impuestos sobre la renta y, en consecuencia, se le
impida alcanzar un estándar efectivo e idóneo de recaudación, con lo cual se
afectaría la previsión de los objetivos delineados en su política fiscal para un rango
de tiempo concreto. La demostración de tal grado de suspicacia se ha manifestado
a través del establecimiento de un filtro necesario para la aprobación del tratado

27 Para un estudio pormenorizado sobre el panorama tributario del Perú en su camino hacia la
OCDE, sugerimos ver: ARIAS MONTOYA, Luis. El Perú hacia la OCDE: La agenda pendiente para
la política tributaria 2018-2021. Lima: Grupo de Justicia Fiscal del Perú, 2018.
28 El reporte sobre la actualidad y avances de Chile en materia de CDI puede apreciarse en: Servicio
de Impuestos Internos. Convenios Tributarios Internacionales/ International Tax Conventions,
SII, https://www.sii.cl/normativa_legislacion/convenios_internacionales.html
29 El reporte sobre la actualidad y avances de Colombia en materia de CDI puede revisarse en:
Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales. Acuerdos para eliminar la doble tributación en
materia de impuestos sobre la renta, DIAN,
https://www.dian.gov.co/normatividad/convenios/Paginas/ConveniosTributariosInternacio
nales.aspx
30 El reporte sobre la actualidad y avances de México en materia de CDI puede comprobarse en:
Gobierno de México. Búsqueda de Tratados, Gobierno de México,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/consulta_nva.php

143
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

(perfeccionamiento interno), el cual no ha sido exclusivo en nuestra Carta Magna


actual, sino, además, se manifestó en la Constitución de 1979, en donde todo
tratado debía ser aprobado por el Congreso (artículo 102°), así como en la
Constitución de 1933, en la que el instrumento debía someterse a la aprobación del
Consejo de Ministros (artículo 154°, numeral 20). En pocas palabras, las
desventajas que emanan de los CDI han desempeñado un rol fundamental en la
evolución del contexto peruano sobre los instrumentos supranacionales para
prevenir la doble imposición.

En esa medida, recordemos que en líneas introductorias mencionamos que existen


factores que, en general, han influenciado en la disposición de una exigua red de
instrumentos para prevenir la doble imposición. En nuestra posición, los
siguientes: i) falta de compromiso de los gobiernos de turno para llevar adelante
el proceso, ii) discrepancias entre el representante nacional e internacional en la
etapa de negociaciones, iii) circunstancias de fuerza mayor y iv) dificultades para
el perfeccionamiento interno del tratado en virtud del régimen constitucional y/o
legal interno aplicable. Como es de ver, para fines del presente trabajo nos
centraremos en este último aspecto.

Como bien se expuso en líneas precedentes, la finalidad del legislador


constitucional para propugnar un esquema de aprobación previa de los CDI
(perfeccionamiento interno) se enmarca en la necesidad de contrarrestar las
desventajas que desprenden estos acuerdos: limitaciones a la autonomía estatal
para resguardar la base imponible y/o modificar determinados tributos.

Los actores que cuestionan a aquellos que exhortan al aparato estatal al desarrollo
de mayores esfuerzos para aumentar el reducido repertorio de CDI expresan su
respaldo al expresado propósito del legislador constitucional respecto al método
de perfeccionamiento interno de los CDI (requisito de aprobación previa
contemplado en el artículo 56° de la Constitución), al actuar tal precepto
constitucional como una especie de límite sobre los mismos. La visión, refieren, no
debe recaer en negociar porque sí los CDI, producto de que ellos pueden implicar
normas laxas que transgredan la potestad tributaria del Estado. Señalan que lo más
conveniente es ser prudentes antes de avocarnos –rápidamente- a seguir las etapas
correspondientes para la entrada en vigor de un CDI31.

Si bien compartimos que el trámite de entrada en vigor de un CDI es un asunto de


vasta complejidad y, por ende, requiere un grado de prudencia y análisis para
llevar adelante el procedimiento, no por ello debemos confundir este margen de
prudencia a mirar con una aparente desconfianza los CDI por el simple hecho de
que la potestad tributaria del Estado se encuentra inmersa en el asunto. En efecto,
la celebración de estos convenios tributarios puede llegar a afectar la autonomía
estatal, aunque no por ello la situación se tornará en perniciosa para dicho país.

Ello, debido a que la negociación, suscripción, perfeccionamiento interno y

31 ECHAIZ MORENO, Daniel. Los convenios para evitar la doble tributación. En Derecho & Sociedad,
núm.53, 2009, p.137.

144
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
posterior ratificación del CDI, para su entrada en vigor, reportará mayores
beneficios (los cuales pueden verse, como se explicó anteriormente, desde la
perspectiva del Estado como del inversionista, teniendo como ejemplo la
obtención de un índice recaudatorio justo, cooperación entre administraciones
tributarias, generación de un contexto de certeza para las inversiones, inclusión
del principio de no discriminación, entre otros) que perjuicios (limitación de la
autonomía estatal y restricciones para modificar impuestos sobre la renta), lo cual
responde a una situación en donde se cumple, favorablemente, con el principio de
análisis costo-beneficio. Vale recordar que tal principio importa una metodología
en donde se evalúa si un proyecto, medida, programa, política y/o intervención
es conveniente en términos de generar bienestar social, en la medida que los
beneficios (provechos) sean mayores que los costos (perjuicios) y no viceversa32.

De ahí que, lejos de estructurar obstáculos que pretendan retardar la ampliación


del marco de CDI en cualquiera de sus etapas, somos de la opinión que lo
indispensable es otorgar mayor celeridad a este trámite de manera transversal a
todas las fases que conducirán a la entrada en vigor del tratado tributario.

Bajo la fórmula contemplada en el artículo 56° de la Constitución para el


perfeccionamiento interno de los CDI, identificamos que existe una considerable
diferencia de tiempo que transcurre entre la suscripción y la aprobación de los CDI
firmados por el Perú. La práctica nos enseña que luego de la suscripción (por el
Ejecutivo) transcurre poco tiempo para derivar el texto del convenio al Parlamento
para su aprobación correspondiente. Lo preocupante, es que entre la fecha de
remisión del texto y la decisión de aprobar o no el CDI (por el Legislativo) puede
requerirse un promedio de tiempo entre 1 a 2 años33.

Del mismo modo, el dilema puede advertirse desde la otra cara de la moneda. Esto
es, visualizar retardos del Ejecutivo para remitir el texto para su aprobación por el
Congreso, siendo que este último lo aprobó en un tiempo menor al del promedio34.
En otros términos, la óptica constitucional para el perfeccionamiento interno de los
CDI denota deficiencias para su eficiente aplicación producto de las demoras
incurridas tanto por el Ejecutivo como el Legislativo en cada caso particular.

Son estos aspectos los que permiten cuestionarnos si el marco constitucional actual
que impone una aprobación previa de los CDI (para su perfeccionamiento interno)
coadyuva al objetivo expuesto de otorgar mayor celeridad al trámite de entrada en
vigor de los CDI y, en consecuencia, si se amerita proponer un modelo de reforma
constitucional.

Si bien los retrasos incurridos pueden obedecer a la abundante carga

32 ORTEGA GUAZA, Bienvenido. Análisis Coste-Beneficio. En eXtoikos, núm.12, 2012, p.147.


33 Este es el caso del CDI con Brasil (fue remitido al Congreso el 21 de junio de 2006 y aprobado por
el mismo el 21 de mayo de 2008) y el CDI con los Estados Unidos Mexicanos (fue remitido al
Congreso el 23 de enero de 2012 y aprobado por el mismo el 23 de diciembre de 2013).
34 Ejemplos de ello lo constituyen el CDI con Suiza (suscrito el 21 de setiembre de 2012, remitido al
Congreso el 28 de octubre de 2013 y aprobado el 23 de diciembre de 2013) y el CDI con Japón
(suscrito el 18 de noviembre de 2019, remitido al Congreso el 24 de septiembre de 2020 y aprobado
por el mismo el 27 de diciembre de 2020).

145
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

administrativa que predomina en los ministerios (Ejecutivo) o a su necesaria


derivación preliminar a una comisión especializada antes de su aprobación en el
pleno (Legislativo), esto no puede ser excusa suficiente para restar la prontitud
debida al trámite de incorporación de los CDI al ordenamiento jurídico. Todo lo
contrario, al derivarse amplios beneficios de su celebración, con mayor razón, se
deben articular esfuerzos entre ambos poderes estatales para dotar de rapidez a
las diligencias necesarias en aras de agilizar el trámite correspondiente de los CDI.

De otro lado, considerando que la entrada en vigor de los CDI se origina luego de
unos meses y/o al año siguiente de la fecha de ratificación del tratado (según los
términos correspondientes a cada CDI), la activación de lo primero depende de
instar lo segundo de manera célere. La experiencia reseña que luego de emitirse la
resolución legislativa que aprueba el CDI por el Legislativo, no discurre mucho
tiempo en promulgarse el decreto supremo que ratifica el convenio tributario35.

Si para activar la referida atribución de ratificar el tratado se requiere la emisión


de la correspondiente resolución legislativa (aprobación previa) y, sin embargo, la
misma no se produce de forma rápida a raíz de comportamientos tanto del
Legislativo como del Ejecutivo (según el caso en particular, reiteramos), una vez
más nos preguntamos: ¿Es suficiente el régimen constitucional actual sobre el
perfeccionamiento de los CDI para una efectiva inserción de los mismos en nuestro
ordenamiento jurídico?

La respuesta, evidentemente, deviene en negativa. La redacción actual del texto


constitucional es imperfecta para alcanzar el propósito de ampliar nuestra red de
CDI. En ese sentido, considerando las ideas expuestas hasta aquí, adquiere
sustento la idea de llevar a cabo un proceso de reforma constitucional al respecto.

No podrían faltar opiniones que califiquen como apresurado la mentalidad de


reformar el esquema constitucional de perfeccionamiento interno de los CDI. Esto,
al ampararse en que la técnica legislativa que emplean otros países de la región
latinoamericana (por ejemplo, Chile, Colombia y México, anteriormente
mencionados), es similar a la del Perú36.

Si bien llevar adelante un procedimiento de reforma constitucional implica


variaciones sustanciales para el curso de la vida de una nación, no es menos cierto
que su activación obedece a la imperiosidad de modificar y/o fortalecer una
vertiente específica de un Estado (el artículo 56° de la Constitución) luego de
materializarse una ponderación entre los provechos y desperfectos que, hasta
antes de la intención de reforma, denotó tal vertiente y siempre y cuando los
desperfectos superaban los provechos.

35 Algunos ejemplos lo conforman el CDI con Corea (aprobado el 26 de diciembre de 2013 y


ratificado el 26 de febrero de 2014) y el CDI con México (aprobado el 23 de diciembre de 2013 y
ratificado el 16 de enero de 2014).
36 Al respecto, la regla de la aprobación previa de los CDI por parte del Congreso de tales países
latinoamericanos es mencionada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(artículo 76°, numeral I), la Constitución Política de Colombia (artículo 224°) y la Constitución
Política de Chile (artículo 54°).

146
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
Teniendo en cuenta que los CDI vigentes en el Perú fueron desarrollados bajo la
óptica del artículo 56° de la actual Norma Suprema, hemos advertido que a pesar
de existir una inspiración legislativa para imponer un procedimiento de
aprobación previa para el perfeccionamiento interno de los CDI, proseguir con el
enfoque literal que contiene el artículo citado solo coadyuvará a que nuestro
sistema persista en un camino de retrocesos y dificultades para alcanzar a otros
países de la región con mayor desarrollo en materia de CDI y que, precisamente,
han logrado el objetivo aspirado por el Perú: integrar la OCDE. Es evidente,
entonces, que los desperfectos superan a los provechos en este marco.

En esa línea, si observamos que la técnica empleada para un mismo fin (aprobar
los CDI) es similar entre nuestro país y otros Estados del continente (Chile,
Colombia y México) y, sin embargo, los resultados obtenidos son disímiles (los
países reseñados cuentan con un mayor número de CDI vigentes y otros en
proceso para su entrada en vigor, a comparación del Perú), se torna en
imprescindible formular un mecanismo de cambio a tal situación (la reforma de la
Constitución) y, con mayor razón, teniendo en cuenta las circunstancias concretas
que puede afrontar cada país (el Bicentenario de la República, en nuestro caso).

Absueltas las observaciones expuestas, el siguiente paso es manifestar mayores


alcances sobre la forma de llevar a cabo el citado procedimiento de reforma
constitucional respecto a la materia objeto de análisis en el presente artículo. Esta
labor será desarrollada con mayor detalle en la sección venidera.

IV. La reforma del marco constitucional de aprobación de los CDI: Propuestas


legislativas, alcances, viabilidad y expectativas ante el Bicentenario de la
República

Nos encontramos ante un contexto de suma relevancia para el país tal y como lo
es el Bicentenario de La República del Perú. Este evento, sin duda alguna, supone
una inmejorable oportunidad para preservar y reforzar la estabilidad social,
económica e institucional, de la nación. Alcanzar esta aspiración podría lograrse
mediante la promoción de los derechos fundamentales, la mejora en la provisión
de servicios públicos, impulso de una política económica consistente y sólida, el
cierre de brechas de infraestructura, la protección del medio ambiente, entre otros.
Justamente, tales aspectos han sido tomados en consideración por parte de la
agencia gubernamental peruana, producto de establecer seis objetivos
estratégicos37 como parte del Plan Bicentenario.

Ahora bien, en acápites anteriores reseñamos que el marco actual para el


perfeccionamiento interno de los CDI se encuentra distante de alcanzar un
estándar de idoneidad. La temática abordada adquiría sensibilidad no solo por su
importancia para el curso de la vida en sociedad, sino, además, por hacerle frente

37 1) Derechos fundamentales y dignidad de las personas, 2) Oportunidades y acceso a los servicios,


3) Estado y gobernabilidad, 4) Economía, competitividad y empleo, 5) Desarrollo regional e
infraestructura y 6) Recursos naturales y ambiente.

147
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

–en el hoy en día- a un panorama de amplia responsabilidad para nuestro aparato


estatal: el Bicentenario de La República.

Bajo ese panorama, incidíamos en lo imprescindible que viene a ser la


estructuración de un bosquejo de reforma constitucional respecto al método de
perfeccionamiento interno de los CDI. Este aspecto es clave para poder cumplir
con la aspiración de impulsar una ampliación de la red interna de CDI y, al mismo
tiempo, coadyuvar con la ejecución de los objetivos estratégicos delineados por el
Plan Bicentenario. Para fines del presente artículo, amerita una mención especial y
un énfasis lo estructurado por el objetivo estratégico N°4: impulso de la inversión
-nacional y extranjera- que influya en el bienestar de la economía, la
competitividad y el empleo.

Es menester tener presente que tal objetivo estratégico desprende, entre otros, los
siguientes objetivos específicos: i) desarrollo de un marco jurídico e institucional
que otorgue garantías y seguridad a la inversión extranjera, ii) fomento del
crecimiento económico sostenido mediante la estructuración de una política
económica estable y previsora, iii) esquematización de estructuras productivas
competitivas, diversificadas, sostenibles y con amplio valor agregado y iv)
preservación de mercados eficientes y transparentes en donde concurran
instituciones sólidas que promuevan el financiamiento e inversión.

Vale precisar que el objetivo estratégico mencionado y sus objetivos específicos se


encuentran plenamente alineados, principalmente, con los Objetivos de Desarrollo
Sostenibles (ODS) N°8 (trabajo decente y crecimiento económico) y N°17 (alianzas
para lograr objetivos) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto, no
cabe duda alguna, refleja, a su vez, un evidente avance del país a efectos de
cumplir con los ODS establecidos por la ONU (como parte del proyecto Agenda
2030).

En esa medida, considerando los argumentos previamente expuestos, procedemos


a delimitar algunas propuestas de reforma constitucional que podrían llevarse a
cabo para tratar de solucionar el dilema señalado sobre el perfeccionamiento
interno de los CDI, explicando los alcances que desprende cada caso particular y
analizando su viabilidad de materializarse en la realidad.

Por un lado, el primer modelo de reforma constitucional que proponemos se


establece en los siguientes términos:

148
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
Gráfico N°2: Comparación entre el marco constitucional vigente y la propuesta de
reforma N°1 sobre el perfeccionamiento interno de los CDI

Texto constitucional vigente Texto constitucional propuesto

Art. 56.- Los tratados deben ser Art. 56.- Los tratados deben ser
aprobados por el Congreso antes de aprobados por el Congreso antes de
su ratificación por el presidente de la su ratificación por el presidente de la
República, siempre que versen sobre República, siempre que versen sobre
las siguientes materias: las siguientes materias:

1. Derechos Humanos. 1. Derechos Humanos.

2. Soberanía, dominio o integridad del 2. Soberanía, dominio o integridad del


Estado. Estado.

3. Defensa Nacional. 3. Defensa Nacional.

4. Obligaciones financieras del 4. Obligaciones financieras del Estado.


Estado. También deben ser aprobados
por el Congreso los tratados que También deben ser aprobados por el
crean, modifican o suprimen tributos; Congreso los tratados que exigen
los que exigen modificación o modificación o derogación de alguna
derogación de alguna ley y los que ley y los que requieren medidas
requieren medidas legislativas para legislativas para su ejecución.
su ejecución.

Fuente: Elaboración propia

La finalidad que subyace a esta propuesta se orienta a eliminar los CDI de la lista
taxativa de instrumentos internacionales que requieren de aprobación previa por
el Congreso para su perfeccionamiento interno. Con ello, se dotará de mayor
celeridad al trámite de entrada en vigor del CDI al agilizar el tiempo que
transcurrirá entre la fase de suscripción y ratificación del CDI. Con esto, se dejará
de lado las atribuciones de responsabilidad al Ejecutivo y/o Legislativo por el
retardo en remitir el instrumento o por emitir la resolución legislativa que dispone
su aprobación, respectivamente. Cabe precisar, que suprimir el requisito de
aprobación previa para el perfeccionamiento interno del CDI (control ex ante) no
implica que el mismo se encuentre exento de control. Todo lo contrario, luego de
iniciada su vigencia, el Ejecutivo deberá presentar el instrumento para su debida
fiscalización por el Congreso a fin de determinar su utilidad y concordancia para
con los fines del ordenamiento jurídico, así como para identificar posibles
inconsistencias del mismo que puedan afectar gravemente el orden soberano del
país, al ser ahora aplicable el control ex post o simplificado de la Constitución bajo
este modelo propuesto (al suprimir los CDI de la lista taxativa del artículo 56°,
ahora deberán sujetarse a lo predispuesto en el artículo 57° de la Carta Magna).

149
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

Sin embargo, somos de la opinión que la viabilidad de materializar esta propuesta


en la realidad encuentra complicaciones. Ello, porque el texto constitucional del
artículo 56° alcanza no solo a los CDI sino, además, a otros tratados en materia
tributaria (por ejemplo, en materia de intercambio de información en materia
fiscal, sobre resolución de conflictos, respecto a la distribución de potestad
tributaria sobre rentas derivadas de la navegación marítima y aérea, etc.), por lo
que suprimir la disposición ‘’también deben ser aprobados por el Congreso los
tratados que crean, modifican o suprimen tributos’’ afectaría tal clase de acuerdos.
Del mismo modo, si bien esta primera propuesta de reforma busca alcanzar un
estándar de celeridad para el perfeccionamiento interno (aprobación de los CDI),
podría ocurrir que se colisione con otros parámetros constitucionales como el
principio de legalidad contemplado en el artículo 74° de la Carta Magna (los
tributos se crean, modifican o derogan, o se establece una exoneración,
exclusivamente por ley). Una situación de esta naturaleza, como es evidente, no
puede aceptarse en el marco de un Estado Constitucional de Derecho.

Es por tales razones que a pesar de la interesante finalidad que involucra la


primera propuesta presentada no nos adscribiremos a la misma, debido a las
dificultades que emanarían de su eventual aplicación en la realidad.

De otro lado, el segundo bosquejo de reforma constitucional que proponemos


responde a la siguiente redacción:

Gráfico N°3: Comparación entre el marco constitucional vigente y la propuesta de


reforma N°2 sobre el perfeccionamiento interno de los CDI

Texto constitucional vigente Texto constitucional propuesto

Art. 56.- Los tratados deben ser Art. 56.- Los tratados deben ser
aprobados por el Congreso antes de su aprobados por el Congreso antes de su
ratificación por el presidente de la ratificación por el presidente de la
República, siempre que versen sobre República, siempre que versen sobre
las siguientes materias: las siguientes materias:

1. Derechos Humanos. 1. Derechos Humanos.

2. Soberanía, dominio o integridad del 2. Soberanía, dominio o integridad del


Estado. Estado.

3. Defensa Nacional. 3. Defensa Nacional.

4. Obligaciones financieras del Estado. 4. Obligaciones financieras del Estado.

También deben ser aprobados por el También deben ser aprobados por el
Congreso los tratados que crean, Congreso los tratados que crean,
modifican o suprimen tributos; los que modifican o suprimen tributos; los que
exigen modificación o derogación de exigen modificación o derogación de

150
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
alguna ley y los que requieren alguna ley y los que requieren medidas
medidas legislativas para su ejecución. legislativas para su ejecución.

Para el caso de los tratados


contemplados en este artículo, el Poder
Ejecutivo deberá remitir al Congreso el
texto del tratado en un plazo que no
excederá los 45 días hábiles contados a
partir de la suscripción, a fin de que el
mismo resuelva su aprobación en un
plazo que no excederá los 45 días
hábiles. Luego de emitida y publicada
la resolución legislativa que aprueba el
convenio, el Poder Ejecutivo emitirá el
decreto supremo mediante el cual se
ratifica el tratado en un plazo que no
excederá los 15 días hábiles.

Fuente: Elaboración propia

Mediante este segundo bosquejo de reforma ya no se pretende eliminar los CDI de


la lista de tratados que requieren de aprobación previa para su perfeccionamiento
interno. El objetivo, ahora, consiste en delimitar una serie de plazos estandarizados
que deberán observar, obligatoriamente, tanto el Ejecutivo como el Legislativo
para proceder a remitir el instrumento que contiene al tratado internacional (entre
ellos, los CDI) como para emitir la resolución legislativa que dispone su
aprobación, respectivamente. Bajo esta estructuración persiste la mentalidad de
conceder mayor celeridad al trámite de entrada en vigor del CDI, producto de
acelerar el tiempo que transcurrirá entre la fase de suscripción y ratificación del
CDI.

Ahora bien, consideramos que la viabilidad de esta segunda propuesta sí


encuentra fundamento. Ello, porque este bosquejo no se orienta a modificar
sustancialmente la línea original de la Constitución, a comparación del modelo
precedente, en donde se pretendía retirar el requisito de aprobación previa por el
Congreso a los CDI (lo cual podía llegar a afectar a la totalidad de tratados
tributarios). Asimismo, la aplicación de los plazos estandarizados será transversal
a la totalidad de materias incluidas en el artículo 56° de la Constitución (derechos
humanos, materia tributaria, obligaciones financieras, etc.) y no se concentrará en
una materia exclusiva (CDI). Esto último refleja un enfoque integral en la
concepción del derecho de los tratados, distanciándonos de cualquier clase de
sesgo sobre el particular. Además, no se advierte algún tipo de colisión con algún
principio y/o valor fundamental consagrado por la Constitución.

Considerando todo lo anteriormente expuesto, manifestamos nuestra plena


suscripción en poder llevar a cabo esta propuesta en la realidad.

151
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

A modo de complemento, un tercer modelo de reforma constitucional puede


enmarcarse en la siguiente lectura que sigue a continuación:

Gráfico N°4: Comparación entre el marco constitucional vigente y la propuesta de


reforma N°3 sobre el perfeccionamiento interno de los CDI

Texto constitucional vigente Texto constitucional propuesto

Art. 56.- Los tratados deben ser Art. 56.- Los tratados deben ser
aprobados por el Congreso antes de su aprobados por el Congreso antes de su
ratificación por el presidente de la ratificación por el presidente de la
República, siempre que versen sobre República, siempre que versen sobre
las siguientes materias: las siguientes materias:

1. Derechos Humanos. 1. Derechos Humanos.

2. Soberanía, dominio o integridad del 2. Soberanía, dominio o integridad del


Estado. Estado.

3. Defensa Nacional. 3. Defensa Nacional.

4. Obligaciones financieras del Estado. 4. Obligaciones financieras del Estado.


También deben ser aprobados por el También deben ser aprobados por el
Congreso los tratados que crean, Congreso los tratados que crean,
modifican o suprimen tributos; los que modifican o suprimen tributos; los que
exigen modificación o derogación de exigen modificación o derogación de
alguna ley y los que requieren alguna ley y los que requieren medidas
medidas legislativas para su ejecución. legislativas para su ejecución.

Art. 56.1.- El Congreso dará prioridad,


en el desarrollo de su agenda
legislativa, al trámite de los proyectos
aprobatorios de los tratados que versen
sobre las materias contempladas en el
artículo 56°, atendiendo a las
circunstancias que ameritan su
atención con carácter de urgencia.

Fuente: Elaboración propia

Mediante este tercer bosquejo, se preserva el requisito de aprobación previa para


el perfeccionamiento interno de los CDI. Se pretende exhortar a un ente específico
(Legislativo) para que otorgue prioridad, en su agenda legislativa, a los proyectos
aprobatorios sobre tratados internacionales (entre ellos, los CDI) que le sean
sometidos por parte del Ejecutivo, a fin de llevar a cabo, céleremente, su función
de examen sobre el contenido y posterior emisión de la resolución legislativa de
aprobación, teniendo en cuenta que las circunstancias que envuelven a la temática
de tratados contemplados en el artículo 56° son aquellos que, con mayor
frecuencia, se celebran por parte de la congregación internacional (incluyendo al

152
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
Perú). Vale precisar que, a diferencia de la segunda propuesta de reforma
constitucional, este bosquejo actúa de forma genérica y no bajo algún plazo
definido, considerando la eventual manifestación de críticas por intentar impulsar
diversos regímenes que establezcan tiempos perennes si se tiene en cuenta la
excesiva carga administrativa que manejan los poderes del Estado.

Ahora bien, respecto a la factibilidad de esta propuesta, consideramos que la


misma sí encuentra cabida. Antes de todo, debemos precisar que la incorporación
de este artículo 56.1 dispone como antecedente una interesante disposición de la
Constitución de Colombia de 199138. Si bien la redacción se asemeja, existe una
diferencia sustancial entre ambos preceptos, ya que mientras la Carta de Magna
de Colombia buscar instar al Legislativo para que otorgue prioridad al tratamiento
legislativo de los instrumentos internacionales que versen sobre una de las
principales ramas de interés y preocupación para la sociedad internacional
(derechos humanos), nuestra proposición de reforma es transversal a la totalidad
de materias contenidas en el artículo 56° de la Constitución (derechos humanos,
obligaciones financieras, CDI, etc.). En la misma línea, ante la hipotética
implementación de esta propuesta en conjunto con el modelo precedente (sobre la
cual manifestamos nuestra plena adscripción), consideramos que su lectura debe
efectuarse de forma integral y concordada, debido a que esto nos permitirá
preservar una visión uniforme e idónea sobre la concepción del derecho de los
tratados.

Por lo expuesto, expresamos nuestra suscripción para que esta propuesta de


reforma constitucional pueda materializarse en la realidad.

Otro aspecto relevante por abordar es la mecánica constitucional para llevar a cabo
las reformas sobre las que determinamos su viabilidad de aplicación en la realidad.
Para ello, debemos remitirnos al artículo 206°. El mismo nos instruye que la
iniciativa para la presentación de un proyecto de reforma constitucional
corresponde: i) al presidente de la república con aprobación del consejo de
ministros, ii) a los congresistas y iii) a un número de ciudadanos equivalente al
0.3% de la población electoral con firmas debidamente comprobadas por la
autoridad electoral. Posterior a la presentación de la iniciativa, la misma deberá
ser aprobada por el Legislativo con mayoría absoluta del número legal de sus
miembros (66 votos de los 130 posibles), además de ser ratificada a través de un
referéndum. Esto último podría omitirse sí y solo si el acuerdo aprobatorio de la
reforma se alcanza en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación
favorable, en ambos casos, que supere los dos tercios del número legal de
congresistas (87 votos)39.

Sin perjuicio de todo lo expuesto hasta esta parte, no podría faltar un lector que
aún mantenga dudas sobre la necesidad de que el Legislativo impulse una

38 Artículo 164. - El Congreso dará prioridad al trámite de los proyectos de ley aprobatorios de los
tratados sobre derechos humanos que sean sometidos a su consideración por el Gobierno.
39 CHANAMÉ ORBE, Raúl. La Constitución de todos los peruanos. Lima: Fondo editorial cultura
peruana, 2011.

153
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

modificación constitucional vinculada con un artículo que se ha mantenido


inalterado desde 1993, partiendo de un caso específico como el de los CDI.

Sobre el particular, si bien el texto del artículo 56° de la Constitución no ha sido


objeto de modificaciones desde su promulgación en 1993 (un aproximado de 28
años) y, en consecuencia, ha sido empleado ante el sometimiento de todo tratado
que se enmarque en su ámbito de aplicación (incluidos los CDI vigentes a la fecha),
no es menos cierto recordar que toda Constitución, al igual que el ser humano, es
en sí misma incompleta y se encuentra lejos de alcanzar un estatus de perfección.
Las circunstancias que concurrieron al momento de la publicación de la norma no
necesariamente serán las mismas transcurrido un período de tiempo determinado.

Las expectativas cambian y, al mismo tiempo, surgen nuevas problemáticas. Al


momento de emitirse la Norma Suprema de 1993 se aspiraba congregar un
repertorio de tratados sobre materias específicas que uniformicen tanto el
resguardo de aspectos elementales para garantizar una vida en sociedad
(protección de derechos humanos, integridad estatal, etc.) como la promoción de
mejoras en el curso económico, institucional y/o social del país en general (CDI,
asunción de obligaciones financieras, etc.).

En ese sentido, si tal aspiración del legislador constitucional falló en cierta forma
debido a un supuesto concreto (bajo el régimen actual disponemos de una escasa
red de CDI), se torna en evidente que debe intentarse articular algún mecanismo
de solución para este dilema, siempre y cuando ello no colisione con otros valores
y principios que emanan del texto constitucional y, en general, se respete la
integridad y concordancia inherente a nuestra Carta Magna en aras de dotar de
viabilidad su eventual producción en la realidad. Justamente, tales presupuestos
lo cumplen a cabalidad las propuestas de reforma constitucional N°2 y N°3 que
expusimos anteriormente.

Son en estos argumentos, entonces, los que nos permiten enfatizar en la posición
de impulsar una modificación constitucional sobre un artículo que ha
permanecido inalterado desde la promulgación de la actual Norma Suprema, a
partir de una materia concreta de acuerdos internacionales: los CDI.

Finalmente, la elección indistinta de las propuestas legislativas desarrolladas


facilitará aproximarnos a una serie de expectativas que pueden ejercer los CDI
como parte del cumplimiento de los objetivos estratégicos del Plan Bicentenario y,
en general, de cara al porvenir: i) coadyuvará con el afronte adecuado de las
nuevas tendencias en el derecho tributario internacional (el desarrollo de los
establecimientos permanentes virtuales o no físicos a partir del criterio de la
presencia económica significativa de la OCDE40), ii) colaborará con la lucha contra
la trampa de los ingresos medios en el Perú (luchar contra esta situación

40 Para comprender la figura del establecimiento permanente virtual a partir del criterio de la
presencia económica significativa, recomendamos ver: OCDE. El Enfoque Unificado: La
Propuesta del Secretariado relativa al Primer Pilar. 9 de octubre - 12 de noviembre de 2019, OCDE,
https://www.oecd.org/tax/beps/documento-para-consulta-publica-el-enfoque-unificado-la-
propuesta-del-secretariado-relativa-al-primer-pilar.pdf

154
Los Convenios para evotar la Doble Imposición y su régimen constitucional de
perfeccionamiento interno: ¿Una reforma esencial ante el Bicentenario de la
República?
infructífera en la que se inserta la economía de un país41 puede lograrse mediante
el fomento de la inversión que busca incentivar los CDI) y iii) cooperará con la
ampliación del repertorio de medidas que impulsen la reactivación económica y
social ante los perjuicios generados por el Covid-19.

V. Reflexión final

En las presentes líneas, determinamos que la doble imposición se presenta como


una situación perniciosa que afecta al contribuyente, la igualdad de las rentas, la
recaudación efectiva de un Estado, entre otros aspectos, ya sea desde su faceta
económica como jurídica. Los CDI aparecían como uno de los principales
instrumentos que utilizan los países para tratar de contrarrestar los efectos
adversos que nos presenta la citada doble imposición. Producto de ello, la
perspectiva que manejaría todo Estado sería ampliar ágilmente su red de CDI no
solo para combatir situaciones de doble imposición, sino, además, para alcanzar la
diversidad de beneficios que esta clase de convenios supranacionales nos presenta.

El Perú no debía ser la excepción a esta regla. Sin embargo, nuestra realidad
demostraba que el repertorio de CDI se encontraba lejos de alcanzar un estándar
de idoneidad, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, si tomábamos
como ejemplo el esquema de CDI en otros países de la región latinoamericana y
pertenecientes a la OCDE (México, Chile y Colombia), los cuales eran
sustancialmente mejores a comparación del Perú.

Bajo esta premisa, fue necesario desmenuzar los aspectos que motivaban la
problemática expuesta. Gracias a ello, se pudo comprobar que un factor clave (sin
perjuicio de la existencia de otros) que impedía otorgar un trámite de celeridad a
la suscripción y subsecuente ratificación de los CDI, en el hoy en día, recaía en el
marco constitucional para su perfeccionamiento interno (aprobación previa por el
Congreso, conforme los términos del artículo 56°). Este parámetro delimitaba en la
práctica una serie de obstáculos que impedían acelerar el transcurso de la etapa de
suscripción a la ratificación del CDI para su posterior entrada en vigor.

En ese sentido, planteamos tres propuestas para la modificación del régimen


constitucional para el perfeccionamiento interno de los CDI en el Perú
(desvirtuando la viabilidad de la primera y suscribiendo la factibilidad de las otras
dos), considerando que la temática adquiere relevancia no solo por su connotación
nacional para fines supranacionales (el ingreso de la Perú a la OCDE), sino también
por el panorama que afronta nuestro país actualmente (el Bicentenario de La
República).

41 Un análisis exhaustivo sobre la incidencia de la trampa de los ingresos medios en el continente


latinoamericano lo desarrollamos en la ponencia “El dilema de los ingresos medios en
Latinoamérica ante la pandemia: alternativas para una mejoría continental’’, la cual fue
presentada en el 1° Congreso Latinoamericano ‘’Crisis Mundial y Geopolítica: Pensar y construir
el multipolarismo y el pluriversalismo para un nuevo orden mundial’’ organizado por el Centro
de Investigaciones en Política y Economía y el Observatorio Internacional de la Crisis y llevado a
cabo en formato virtual durante los meses de noviembre y diciembre de 2020.

155
Daniel S. Salazar Urbina Edición Nº 14

A partir de todo lo expuesto, podemos inferir que la agenda pendiente en torno al


régimen de los CDI en el Perú seguirá siendo la misma hacia el porvenir: ampliar
nuestro repertorio de CDI, además de fortalecer los ya vigentes. El logro de esta
aspiración puede alcanzarse de varias formas. En este trabajo, mediante las
reflexiones desarrolladas, buscábamos lograr el objetivo mediante la proposición
de ciertos tópicos estructurados en bosquejos de reforma constitucional bajo
perspectivas claramente delineadas.

Sin perjuicio que los términos de las propuestas de reforma constitucional


anteriormente delineadas (tanto sobre las dos que manifestamos nuestra adhesión
como aquella sobre la que expresamos nuestras críticas por no ser viable) sean de
aceptación unánime, parcial o se propongan nuevos bosquejos de reforma, lo que
sí debe quedar claro es lo imprescindible de manifestar ideas que coadyuven con
la mejora de la estabilidad social, económica e institucional del país, tanto para
cumplir con las expectativas que demanda el Bicentenario de La República como
para mejorar la estructura tributaria interna en aras de alcanzar el ansiado ingreso
del Perú de la OCDE. Asimismo, no olvidemos tener en cuenta que el análisis de
la problemática de los CDI y el planteamiento de alternativas de solución -desde
una óptica constitucional u otra visión jurídica- siempre deberá llevarse a cabo bajo
enfoques de gobernabilidad democrática y gobernanza global.

Solo así se podrá avanzar idónea, progresiva y sostenidamente, en el camino


anhelado. Tenemos la certeza de ello.

156

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