Tu y Toda Tu Casa
Tu y Toda Tu Casa
Tu y Toda Tu Casa
Tu y toda tu casa
Objetivo: Despertar el interés de ser instrumento que lleve salvación a toda nuestra casa.
Idea Central: Dios trabaja generacionalmente a través de las familias, llevando la salvación a toda la casa.
Hechos 16:30-32
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban
en su casa.
Introducción
Descuidar la vida espiritual de la casa en tiempos como estos es técnicamente encaminarse a una crisis. Si
evaluamos los problemas que hoy atraviesan las familias nos daríamos cuenta que en su mayoría la raíz de
las crisis tiene que ver con decisiones tomadas sin tomar en cuenta a Dios. Y hoy lidian con los resultados
de esas decisiones, al punto que ha traído debilidad y desánimo.
No hay nada más peligroso que estar fuera de la voluntad de Dios. Debemos ser diligentes en llevar nuestra
casa al diseño de Dios. No hay ningún aspecto ni individuo en nuestro hogar que no necesite adoptar el diseño
de Dios; tanto los padres como los hijos necesitan vivir en el diseño divino, así como la educación, las
finanzas, el tiempo juntos, etc. Tomemos el ejemplo de Sansón, quien creía que el Espíritu de Dios estaba
sobre él, cuando realmente ya lo había abandonado por causa de sus malas decisiones. La clave está en poder
reconocer nuestras fallas, alinearnos al diseño de Dios para la casa y accionar en todo lo que el Espíritu Santo
nos guie a hacer como familia para cumplir Su propósito. Dios desea salvarnos no sólo a nosotros sino a toda
nuestra casa.
Desarrollo
El carcelero, y toda su casa
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban
en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se
bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa
de haber creído a Dios. Hechos 16:30-34
A través de toda la Biblia vemos que Dios se relaciona con el hombre a través de una idea de familia y Sus
propósitos trascienden a un individuo extendiéndose a las generaciones. La familia es la unidad básica, no
sólo de la sociedad sino del diseño de Dios especialmente.
Tu y toda tu casa
Pablo y Silas se encontraban en la prisión de Filipos, azotados y encarcelados por hacer el bien. A pesar de
eso estaban llenos de gozo y alababan a Dios a media noche. Entonces vino un terremoto sobrenatural, que
no solo abrió las puertas de la cárcel, sino que las cadenas de todos se soltaron. El carcelero estuvo a punto
de quitarse la vida, porque pensó que todos los presos habían escapado (el precio por dejar escapar a un
prisionero era recibir la misma condena del prisionero), pero Pablo clamó a gran vos que no se hiciera ningún
daño. Pablo y Silas pudieron haber escapado, pero para ellos era más importante la vida de los demás que su
propia libertad y comodidad.
La actitud de Pablo y Silas, de amor y gozo, siendo prisioneros fue un gran testimonio para el carcelero que
inmediatamente preguntó qué debía hacer para tener ese tipo de vida que ellos manifestaban. La respuesta
de Pablo fue: ¡Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa! Esta fue una promesa hecha
específicamente para el guardia de la prisión, pero también es una promesa que el Espíritu Santo puede hacer
viva para nosotros ayudándonos a confiar en Él para la salvación de nuestras familias. Dios no sólo quería
salvar el alma del carcelero, sino también salvar a su familia. Dios sigue obrando a través de las familias. No
sólo se trata de salvar individuos sino generaciones. Dios me enseña que mi familia está en Su corazón, y yo
debo de ser un instrumento suyo para llevar a mi casa a Dios.
Conclusión
Somos el medio para que nuestros hijos, esposo(a), conozcan a Jesucristo. Quizás nosotros somos aquellos
a quienes Dios ha dado la responsabilidad y privilegio de llevarlos al conocimiento del Señor. Él es fiel y
verdadero, y el salvará a nuestra familia mediante nuestro testimonio irreprensible e intercesión por ellos. El
Señor Jesús no nos defraudará. Él responderá a nuestra fe y perseverancia. No te desalientes por las actitudes
que veas en los miembros de tu familia respecto a la fe en Jesús. Ellos a su tiempo se acercarán a Dios, y no
sólo lo seguirán, sino que le servirán. No importa la crisis en casa, ¡Dios quiere salvarte a ti y toda tu casa!