Napoleon I Bonaparte

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Napoleón Bonaparte

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Napoleón Bonaparte

Emperador de los franceses


Copríncipe de Andorra
Rey de Italia
Protector de la Confederación del Rin

Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo, en el palacio de las


Tullerías. Jacques-Louis David, 1812.

Emperador de los franceses


Copríncipe de Andorra

18 de mayo de 1804-3 de abril de 18141/11 de abril de 18142

Predecesor Charles-François Lebrun


(como tercer cónsul)

Sucesor Luis XVIII


(como rey de Francia y de Navarra)

20 de marzo de 1815-22 de junio de 1815

Predecesor Luis XVIII


(como rey de Francia y de Navarra)

Sucesor Napoleón II3

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Información personal
Tratamiento Su Majestad Imperial

Coronación 2 de diciembre de 1804


Catedral de Notre Dame de París

Nacimiento 15 de agosto de 1769


Ajaccio (Francia)

Fallecimiento 5 de mayo de 1821 (51 años)


Santa Elena (Imperio británico)

Sepultura Los Inválidos

Apodo «El Pequeño Cabo» (le Petit Caporal)

Familia

Dinastía Bonaparte

Padre Carlo Buonaparte

Madre María Leticia Ramolino

Consorte Josefina de Beauharnais (matr. 1796; div. 1810)


María Luisa de Austria (matr. 1810; fall. 1821)

Hijos Napoleón II

Información profesional

Lealtad Francia

Condecoraciones Cruz de la Legión de Honor

Conflictos • Guerras revolucionarias francesas


• Sitio de Tolón
• Primera Campaña de Italia
• Campaña napoleónica en Egipto y Siria
• Guerras napoleónicas

Rango militar General en jefe del Ejército francés


Firma

Escudo de Napoleón Bonaparte

Napoleón I Bonaparte (Ajaccio, 15 de agosto de 1769-Longwood, 5 de


mayo de 1821) fue un militar y estadista francés, general republicano durante
la Revolución francesa y el Directorio, y artífice del golpe de Estado del 18 de
brumario que lo convirtió en primer cónsul (Premier Consul) de la República el 11
de noviembre de 1799. Fue además cónsul vitalicio desde el 2 de agosto de 1802
hasta su proclamación como emperador de los franceses el 18 de mayo de 1804,
siendo coronado el 2 de diciembre; fue proclamado también rey de Italia el 18 de
marzo de 1805 y coronado el 26 de mayo. Ostentó ambos títulos hasta el 11 de
abril de 1814, y desde el 20 de marzo hasta el 22 de junio de 1815.
Durante poco más de una década, tomó el control de casi toda Europa Occidental
y Central mediante una serie de conquistas y alianzas. Solo tras su derrota en
la batalla de las Naciones, cerca de Leipzig, en octubre de 1813, se vio obligado a
abdicar meses más tarde. Regresó a Francia y al poder durante el periodo
conocido como los Cien Días y fue derrotado para siempre en la batalla de
Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, cuando fue desterrado por los
británicos a la isla de Santa Elena, donde falleció.
Napoleón es considerado uno de los mayores genios militares de la historia, ya
que comandó campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igual
de estrepitosas. Sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las
mayores operaciones militares conocidas hasta ese momento en Europa, en las
que involucró a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de la época.
Además de estas proezas bélicas, se le conoce por el Código Napoleónico; es
considerado por algunos un «déspota ilustrado» debido a su extraordinario talento
y capacidad de trabajo. Otros, sin embargo, lo estiman un dictador tiránico cuyas
guerras causaron la muerte de millones de personas. 4 Se le juzga como el
personaje clave que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la
Europa contemporánea.
Sus soldados lo llamaban el Pequeño Cabo (le Petit Caporal), en tanto que los
británicos se referían a él con el despectivo Boney y las monarquías europeas
como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio o el Usurpador Universal.5

Índice

 1Primeros años
 2Campañas iniciales
 3Campaña de Italia de 1796-1797
 4Expedición a Egipto
 5La Francia napoleónica
o 5.1Periodo revolucionario
 5.1.1Golpe de Estado del 18 de brumario
o 5.2Consulado
 5.2.1Interludio de paz
o 5.3Imperio
 5.3.1Fundación del Imperio
 5.3.2Guerras de conquista
 5.3.2.1Guerra contra Reino Unido
 5.3.2.2Expansión hacia el este
 5.3.2.3Ocupación de España
 5.3.2.4Europa Central
 6Implicaciones fuera de Francia
o 6.1La Europa napoleónica
o 6.2Intervención en América
 7Ocaso y caída de Napoleón
o 7.1Tierra arrasada
o 7.2Los Cien Días
o 7.3Exilio y muerte
 8Distinciones honoríficas
 9Valoración crítica
 10Cine y televisión
 11Ancestros
 12Véase también
o 12.1Familia
o 12.2Otros
 13Referencias
 14Bibliografía
 15Enlaces externos

Primeros años
Carlo Buonaparte y Letizia Ramolino, padres de Napoleón. Carlo fue un partidario del líder
independentista corso Pasquale Paoli.6
Nacido Napoleone di Buonaparte (Nabolione o Nabulione en corso), solo un año
después de que Francia comprara la isla de Córcega a la República de Génova.
Napoleone, años después, cambió su nombre por el afrancesado Napoléon
Bonaparte. El registro más antiguo de este nombre aparece en un informe oficial
fechado el 28 de marzo de 1796.
Su familia formaba parte de la nobleza local. Su padre, Carlo Buonaparte,
abogado, fue nombrado en 1778 representante de Córcega en la corte de Luis
XVI, lugar donde permaneció durante años, por lo que fue su madre, María Letizia
Ramolino, la figura fundamental de su niñez. Adelantada a su época, exigía que
sus ocho hijos se bañaran a diario, cuando lo común era una vez al mes.
Napoleón, huraño y taciturno, se mantuvo apartado de sus compañeros. Le
gustaba estar solo para meditar y sentía profunda aversión hacia los franceses, a
quienes acusaba de ser los opresores de los corsos. No era buen estudiante y
solo le preocupaban las matemáticas, en las que progresaba. Se dedicó a la
lectura de obras clásicas, como la Historia universal de Polibio, las Vidas
paralelas de Plutarco o la Expedición de Alejandro de Arriano de Nicomedia, que
tuvieron una profunda influencia en su espíritu.
Su padre consiguió que Napoleón y su hermano José se trasladaran a
la Francia continental, para estudiar en la escuela militar francesa de Brienne-le-
Château a la edad de 10 años. Antes de entrar debía aprender francés, idioma
que habló con un marcado acento italiano por el resto de su vida. Obtuvo notas
destacadas en Matemáticas y Geografía, y consiguió las necesarias para aprobar
las demás materias. Tras su graduación en 1784, fue admitido en la École Royale
Militaire de París. Aunque había buscado en un principio una formación naval,
terminó estudiando artillería en la École Militaire. Después de su graduación en
septiembre de 1785, fue comisionado como teniente segundo de artillería. Tomó
sus nuevas obligaciones en enero de 1786, a los 16 años.
Napoleón sirvió en la guarnición de Valence y de Auxonne hasta el estallido de
la Revolución francesa (aunque se tomó casi dos años de licencia en Córcega y
París durante este lapso). Poco después de comenzar la revolución, Napoleón se
encontraba en Córcega. Apoyó la facción jacobina y obtuvo el rango de
comandante segundo de la Guardia Nacional de Voluntarios de la isla. Después
de entrar en conflicto con el líder nacionalista Pasquale Paoli (antiguo héroe de
Napoleón), Bonaparte y su familia fueron obligados a huir a Francia, donde
llegaron en junio de 1793.

Campañas iniciales
Artículo principal: Guerras revolucionarias francesas

Gracias a la ayuda del compañero Saliceti, se convirtió en comandante de artillería


de las fuerzas francesas que sitiaban la fortaleza realista de Tolón, que se había
amotinado contra el terror republicano y había permitido el desembarco de una
fuerza angloespañola. Napoleón definió y ejecutó una estrategia basada en el
emplazamiento de baterías artilleras que crearan una superioridad total de fuego
previa a los asaltos a los diferentes fuertes que protegían Tolón, que fue evacuada
por la armada angloespañola.
Su determinación, su capacidad de trabajo y su frialdad bajo el fuego le
convirtieron en el héroe del sitio, tras lo cual fue nombrado general de brigada.
Cuando fue enviado a Génova por órdenes superiores en una misión secreta
hacia julio de 1794, cayó Maximilien Robespierre, y Napoleón se convirtió en
blanco de sospechas originadas por su amistad íntima con Augustin Robespierre,
hermano menor de Maximilien. Por ese motivo, estuvo arrestado durante dos
semanas, y fue liberado por falta de pruebas.
En 1795, Bonaparte se encontraba en París cuando el 3 de octubre realistas y
contra-revolucionarios organizaron una protesta armada contra la Convención, sus
excesos y su gobierno tiránico. A Bonaparte se le encomendó dirigir a un
improvisado ejército en la defensa de la Convención en el Palacio de las Tullerías.
Obtuvo algunas piezas de artillería con la ayuda de un joven oficial de
caballería, Joachim Murat, que se convertiría en su cuñado, y logró repeler a los
insurgentes. Este triunfo le dio gran fama y poder sobre el nuevo Directorio, en
particular sobre su líder, Paul Barras. Semanas después, el 9 de marzo de 1796,
se casó con la amante de Barras, Josefina de Beauharnais.

Campaña de Italia de 1796-1797

Bonaparte en el puente de Arcole, por Antoine-Jean Gros (c. 1801).

Días después de su matrimonio, Bonaparte tomó el mando del Ejército francés en


Italia, que llevó con éxito a la invasión de dicho país. Antes de partir, arengó a sus
tropas con estas palabras: «Soldados: estáis mal vestidos y mal alimentados. El
gobierno os debe mucho. Grandes provincias y ciudades serán vuestras. Allí
hallaréis gloria y riqueza». Por aquella época ganó el apodo de «Pequeño Cabo»
en virtud de su buena relación con la tropa. Logró sacar a las fuerzas austriacas
de Lombardía con su victoria en la batalla del puente de Arcole y derrotó al ejército
de los Estados Pontificios.
A raíz de la protesta del papa Pío VI por la ejecución del rey Luis XVI, Francia
respondió anexionándose dos pequeños territorios papales. Sin embargo,
Bonaparte desoyó las órdenes del Directorio de marchar contra Roma y destronar
al papa. Un año después el general Berthier tomó Roma y apresó al papa, quien
falleció por una enfermedad en su cautiverio.
En 1797, Bonaparte, al mando del ejército, derrotó a cuatro
generales austríacos cuyas tropas eran superiores en número y forzó a Austria a
firmar un acuerdo de paz. El resultante Tratado de Campoformio dio a Francia el
control de la mayor parte del norte de Italia, así como el de los Países Bajos y el
área del Rín. Una cláusula secreta prometía otorgar Venecia a Austria. Bonaparte
marchó contra Venecia, ocupándola y acabando con más de 1000 años de
independencia. Ese año, organizó los territorios ocupados en Italia en lo que se
conoció como la República Cisalpina.
Bonaparte logró absorber los conocimientos militares esenciales de su época y
aplicarlos con éxito. Como planificador en el campo de batalla fue bien conocido
por su creatividad en las tácticas de movilización de la artillería. Sin embargo su
éxito no se debía solo a su carácter innovador, sino a su profundo conocimiento e
inteligente aplicación de las tácticas militares convencionales. Como él decía: «He
peleado en sesenta batallas y no he aprendido nada que no supiera
anteriormente». Como oficial de artillería, desarrolló nuevas tácticas y empleó la
artillería como una fuerza móvil para respaldar los ataques de la infantería,
beneficiándose de la ventaja tecnológica de Francia en materia de armamento.
Fue conocido como un comandante agresivo, que contaba con la lealtad de
soldados muy motivados. Fue el primero que usó sistemas de telecomunicación, la
llamada «línea Chappe de semáforos», implantada en 1792. Maestro del
espionaje y el engaño, ganó batallas al conocer de antemano el movimiento
enemigo.
Durante su campaña de Italia, se convirtió en una figura influyente en la política
francesa. Publicó dos periódicos para sus tropas, pero que circulaban también por
Francia. En mayo de 1797 fundó un tercer periódico, publicado en París, Le
Journal de Bonaparte et des hommes vertues. Las elecciones de 1797 dieron a los
realistas mayor poder, lo que alarmó a Barras y sus aliados en el Directorio. Los
monárquicos, por su parte, comenzaron a criticar a Bonaparte acusándole de
haber saqueado Italia y de haberse excedido en su autoridad al negociar con
Austria (todo era cierto). Bonaparte envió con prontitud al general Augereau a
París para dar un golpe de Estado el 18 de fructidor (4 de septiembre), eliminando
de la política a los realistas. Esto devolvió a Barras el control, pero ahora
dependiendo de Bonaparte para permanecer en su cargo. Finalizadas sus
negociaciones con Austria, Napoleón regresó a París en diciembre, fue recibido
como un héroe conquistador y la fuerza dominante en el gobierno, mucho más
popular que sus directores.
Expedición a Egipto
Artículo principal: Campaña napoleónica en Egipto y Siria

Napoleón visitando a los apestados de Jaffa, por Antoine-Jean Gros (1804).

En marzo de 1798 Bonaparte propuso llevar a cabo una expedición para colonizar
Egipto, en aquel entonces una provincia otomana, con el objetivo de proteger los
intereses comerciales franceses y cortar la ruta de Gran Bretaña a la India.
El Directorio, aunque preocupado por el alcance y el coste de la expedición,
aprobó la empresa dado que significaba sacar a Bonaparte del centro del poder.
El aspecto más inusual de dicha expedición es la inclusión de un buen número de
científicos, lo cual, según algunos, reflejaba la devoción de Bonaparte por los
principios e ideas entonces en boga de la Ilustración. Otros, sin embargo, lo vieron
como una maniobra propagandística que solo buscaba ocultar las intenciones
imperialistas de Napoleón. Bonaparte también emitió proclamas en las cuales se
presentaba como liberador del pueblo egipcio, oprimido por el yugo otomano y
alabando los preceptos del islam. Esta maniobra no fue exitosa dado que el
pueblo egipcio siempre vio a los franceses como una fuerza de ocupación.
De camino a Egipto, la expedición conquistó a traición Malta el 9 de junio,
expulsando a la Orden Hospitalaria. Desembarcó en Alejandría el 1 de julio de
1798, eludiendo de momento a la Armada británica. Aunque los franceses ganaron
la decisiva batalla de las Pirámides (con 25 000 hombres enfrentados a 100 000
del enemigo), toda la flota francesa (a excepción de dos naves) fue destruida por
el almirante Nelson en la batalla del Nilo. Con su ejército atrapado en Egipto, el
objetivo de Bonaparte de fortalecer su presencia en el Mediterráneo se vio
frustrado, si bien logró consolidar su poder en Egipto, no sin sofocar antes
diversas revueltas populares. Ordenó que en Egipto la servidumbre y el
feudalismo fuesen abolidos y los derechos básicos de los ciudadanos
garantizados. Bonaparte fue llamado por los egipcios Sultán Kebir. La situación
propició el desarrollo de importantes estudios sobre el antiguo Egipto, entre los
que se destaca el descubrimiento de la Piedra de Rosetta.
Bonaparte ante la esfinge, pintura de Jean-Léon Gérôme, c. 1868.

A comienzos de 1799 condujo al ejército francés sobre la provincia otomana


de Siria y derrotó a las fuerzas superiores despachadas por la Sublime Puerta en
diferentes batallas, pero su ejército sucumbió ante las plagas (en especial la peste
bubónica) y la carencia de suministros. Napoleón dejó un contingente de 13 000
soldados para apoderarse de las ciudades costeras de Jaffa, El
Harish, Gaza y Haifa.
El asalto de Jaffa fue brutal: Aunque los franceses se apoderaron de la ciudad tras
unas pocas horas de combate, los soldados de la República asesinaron a
bayonetazos a 2000 turcos de la guarnición que trataban de rendirse; se
ensañaron durante tres días con la población civil, robaron y mataron a hombres,
mujeres y niños. La matanza culminó cuando Bonaparte ordenó la ejecución de
3000 prisioneros turcos.
Con su ejército debilitado, e incapaz de tomar la fortaleza de Acre, Bonaparte se
vio obligado a volver a Egipto en mayo de 1799. Con objeto de acelerar su
marcha, los prisioneros fueron ejecutados y los enfermos abandonados a una
muerte segura. De vuelta al país del Nilo, el 25 de julio derrotó a los otomanos en
su intento de desembarco en Abukir. Con la situación en Egipto estancada y la
cada vez mayor inestabilidad en Francia, Bonaparte abandonó el país en una
goleta rumbo a Francia, dejando al mando al general Kléber.

La Francia napoleónica
Napoleón abucheado en el Consejo de los Quinientos, con motivo del golpe de Estado del 18 de
brumario, pintura de Bouchot.

Artículo principal: Primer Imperio francés

Periodo revolucionario
Golpe de Estado del 18 de brumario
Artículo principal: 18 de brumario

Durante su estancia en Egipto, Bonaparte siguió de cerca los asuntos europeos,


obteniendo información de los periódicos y despachos que le llegaban cada tanto.
El 23 de agosto de 1799, aprovechó una relajación temporal del bloqueo a los
puertos franceses por parte de la flota británica y embarcó hacia Francia.
Aunque luego fue acusado por sus oponentes políticos de abandonar a sus tropas,
su partida había sido autorizada por el Directorio, que había sufrido una serie de
derrotas militares contra las fuerzas de la Segunda Coalición, formada por la
alianza de Gran Bretaña con Austria, Rusia, Nápoles y Portugal, y que temían una
inminente invasión.
Cuando llegó a París en octubre, la situación militar había mejorado tras varias
victorias sobre el enemigo. La República, sin embargo, estaba en bancarrota y el
Directorio, corrupto e ineficiente, estaba en su nivel más bajo de popularidad.
Uno de los Directores, Sieyes, pidió a Bonaparte su respaldo para ejecutar
un golpe de Estado contra la Constitución existente. La trama involucraba también
al hermano de Bonaparte, Lucien, quien se desempeñaba como cabeza del
Consejo de los Quinientos, a otro Director, Roger Ducos, y a Talleyrand. El 9 de
noviembre (18 de Brumario) y también durante el día siguiente, tropas dirigidas por
Napoleón tomaron el control y dispersaron a los consejos legislativos, de forma
que Bonaparte, Sieyes y Ducos quedaron como cónsules provisionales que
regirían al gobierno. Si bien Sieyes pretendía dominar el nuevo régimen,
Bonaparte se le adelantó, redactando la Constitución del Año VIII, lo que
aseguraba su elección como primer cónsul. Esto le convirtió en la persona más
poderosa de Francia, poder que se incrementaría en la Constitución del Año X,
cuando logró nombrarse primer cónsul vitalicio.
Consulado
Napoleón como Primer Cónsul, por Antoine-Jean Gros (1802).

Bonaparte instituyó diversas e importantes reformas, incluyendo la centralización


de la administración de los departamentos, la educación superior, un nuevo código
tributario, un banco central, nuevas leyes y un sistema de carreteras y cloacas. En
1801 negoció con la Santa Sede un Concordato, buscando la reconciliación entre
el pueblo católico y su régimen.
Durante 1804 se dictó el Code civil des Français, también conocido como Código
Napoleónico, que consistió en la redacción de un cuerpo único que unificara las
leyes civiles francesas. El Código fue preparado por comités de expertos legales
bajo la supervisión de Jean Jacques Régis de Cambacérès, quien ejerció como
segundo cónsul desde 1799 a 1804; Bonaparte, sin embargo, participaba en las
sesiones del Consejo de Estado, donde se revisaban las propuestas de leyes.
Este código influyó de manera trascendental en el mundo jurídico, y fue la piedra
angular del proceso de codificación.
Otras normas dictadas durante la regencia de Napoleón fueron el Código Penal de
1810 y el Código de Comercio de 1807. En 1808 fue promulgado el Código de
Instrucción Criminal, que establecía reglas y procedimientos judiciales precisos en
esta materia. Si bien los estándares modernos consideran que dichos
procedimientos favorecían a la parte acusadora, cuando fueron promulgados era
intención de los legisladores resguardar las libertades personales y remediar los
abusos en los tribunales europeos. Aunque Bonaparte era un regente autoritario,
la mayoría de Europa estaba gobernada por monarquías absolutas. Bonaparte
trató de restaurar la ley y el orden después de los excesos causados por
la Revolución, al tiempo que reformaba la administración del Estado.
Interludio de paz
Napoleón cruzando los Alpes, obra de Jacques-Louis David.

En 1800 Bonaparte regresó a Italia, que había sido reconquistada


por Austria durante su ausencia en Egipto. Cruzó con sus tropas los Alpes en
primavera (si bien cabalgaba sobre una mula, y no en el caballo con el que lo pintó
David). Al principio la campaña no fue muy bien, pero más adelante propinó una
rotunda derrota a los austríacos, la cual llevó a la firma de un armisticio. El
hermano de Napoleón, José, principal negociador del armisticio, reportó que
debido a la alianza entre Austria y Gran Bretaña, Austria no podía reconocer
ningún territorio conquistado por Francia. Las negociaciones se volvieron más y
más erráticas hasta que Bonaparte ordenó al general Moreau atacar a Austria
nuevamente. Moreau llevó al ejército francés a la victoria de Hohenlinden y
finalmente el armisticio fue firmado en Lunéville en febrero de 1801, bajo el cual se
reafirmaba a Francia su dominio sobre los territorios ocupados en el Tratado de
Campoformio. Los británicos también firmaron un acuerdo de paz mediante
el Tratado de Amiens en marzo de 1802, por el cual Malta pasó a ser territorio
francés.
El Concordato de 1801 con el papa Pío VII puso fin al enfrentamiento con
la Iglesia católica originado por el inicio de la Revolución. Además, para afianzar la
relación entre ambos Estados, pidió un legado papal a Roma, puesto que recaería
en el cardenal italiano Giovanni Battista Caprara.
La paz entre Francia y Gran Bretaña era muy precaria. Las monarquías legítimas
de Europa se mostraban renuentes a reconocer a la república, temiendo que la
idea de la revolución fuera exportada a sus países. En Gran Bretaña, el hermano
de Luis XVI fue recibido con honores de huésped de Estado a pesar de que los
británicos ya habían reconocido a la república francesa. Por otra parte, Gran
Bretaña no había desocupado ni Malta ni Egipto, como había prometido y protestó
contra la anexión de Piamonte y el Acto de Mediación de Suiza, si bien ninguna de
estas áreas estaba contemplada en el Tratado de Amiens.
En 1803, el ejército de Bonaparte fue derrotado en Santo Domingo, combinándose
la fiebre amarilla con la tenaz resistencia de Toussaint Louverture. Ante el
escenario de indefensión de las posesiones francesas en Norteamérica, Napoleón
decide la venta de Luisiana, un territorio de aproximadamente dos millones
de km² que, habiendo pertenecido por cesión de Francia a la España borbónica en
1765, era ahora recabado por Francia en decisión unilateral. Estados
Unidos buscaba, por su parte, la manera de controlar la navegación sobre el río
Misisipi. La Compra de la Luisiana fue uno de los sucesos más significativos que
tuvieron lugar durante el gobierno napoleónico, aun cuando en su momento pasó
relativamente inadvertido. El precio establecido fue de 7,40 $ por km².

La coronación de Napoleón, por Jacques-Louis David.

En el año X (1802), otra constitución dictada por Napoleón otorgó carácter vitalicio
a su consulado y sirvió como preámbulo para su autoproclamación como monarca
del Primer imperio francés. Apoyado por buena parte de la aristocracia, en una
ceremonia realizada en la catedral Notre Dame de París, y ante la presencia del
papa Pío VII, Napoleón se coronó a sí mismo, lo cual dio origen a la creencia
popular de que ese acto fue una demostración de negación a la autoridad
pontificia, lo cual no es cierto. La ceremonia estaba acordada con el papa en
forma anticipada, aunque se avisó al papa del acto de la autocoronación según se
acercaba a la ceremonia.
Napoleón reorganizó la administración del estado y el sistema judicial, tipificó la
legislación civil francesa con el Código napoleónico y con otros seis códigos que
garantizaban los derechos y libertades conquistados durante el período
revolucionario, así como la igualdad ante la ley y la libertad de culto. También
sometió las escuelas a un control centralizado.
El famoso y temperamental compositor alemán Ludwig van Beethoven estaba
entre las personalidades de aquel tiempo que admiraban a Napoleón por lo que
simbolizaba políticamente: los ideales democráticos y republicanos de
la Revolución francesa. Al parecer por una sugerencia del embajador francés
en Viena, Jean-Baptiste Bernadotte, comenzó a componer su Tercera sinfonía,
que titularía Eroica ('Heroica', en italiano). Sin embargo, con la autocoronación de
Napoleón, Beethoven se decepcionó y le retiró la dedicatoria colocando como
subtítulo: Sinfonia eroica, composta per festeggiare il sovvenire d'un
grand'uomo (Sinfonía heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran
hombre).
Imperio
Napoleón en su trono imperial, por Jean Auguste Dominique Ingres, 1806.

El imperio de Napoleón hacia el año 1811.

Fundación del Imperio


Con la esperanza de consolidar su puesto, Fouché le sugirió a Bonaparte que la
mejor forma de apaciguar conspiraciones sería transformar el consulado vitalicio
en un imperio hereditario, el cual, dado que tendría un heredero, quitaría toda
esperanza de cambiar el régimen por asesinato. Bonaparte acoge la sugerencia y
el 28 de mayo de 1804 se proclama emperador.
Guerras de conquista
Artículo principal: Guerras napoleónicas

Guerra contra Reino Unido


A pesar de que el emperador procuraba la paz interna y externa, enviando cartas
con proposiciones de paz a los gobiernos que habían conformado la Coalición,
estaba claro que el Reino Unido no deseaba la paz (a menos que fuera bajo sus
propios términos). Tras el interludio de paz de Amiens, a partir de 1805 empezaría
la fase más intensa de las guerras napoleónicas —que culminaría en 1815—. En
este periodo los monarcas europeos no se cansarían de hacer la guerra al Imperio
francés por varias razones:

 Los nexos de familia que tenían Austria y España con la derrocada dinastía de
Borbón.
 El temor (no muy fundamentado) que les inspiraba la figura del General Bonaparte,
capaz de destruir grandes ejércitos en días.
 Los generosos sobornos económicos que ofrecía Gran Bretaña a Europa a cambio de
que aportaran sus soldados para la cruzada antinapoleónica.
 La rivalidad comercial-militar entre los británicos y franceses.
Contra la voluntad de todo el continente, la Gran Bretaña reanudó la guerra naval
con Francia en abril de 1803. Hasta 1805 Napoleón solo tuvo que batallar contra
los británicos. En este año, Rusia, Suecia, Austria y Nápoles se unieron a Gran
Bretaña en la antifrancesa Tercera Coalición.
Para atacar a Gran Bretaña, el problema era el mismo de 1798: para cruzar
el canal de la Mancha, los franceses tenían que tomar el control del mar.

Napoleón en la batalla de Austerlitz, por François Gérard (1805).

Napoleón descartó su plan de invadir Gran Bretaña que consistía en un ataque de


2000 navíos entre Brest y Amberes y la concentración de su Grande Armée en el
campo de Boulogne (1803).
Muy inferior a la Marina británica, la flota francesa necesitaba la ayuda de los
españoles; e incluso unidas las dos flotas no podían esperar derrotar más de uno
de los escuadrones británicos. España fue obligada a declarar la guerra a Gran
Bretaña en diciembre de 1804 y se decidió que los escuadrones españoles y
franceses concentrados en las Antillas como señuelo pusieran una trampa,
atrayendo así a un escuadrón británico a estas aguas con el fin de equilibrar las
fuerzas entre el navío franco-español y el británico. Entonces se podría librar una
batalla en la entrada al canal con posibilidades de éxito.
El plan falló tras la dramática derrota naval de Trafalgar, donde la flota británica
mandada por el almirante Nelson destruyó gran parte de las flotas
de Francia y España.
Napoleón dirigió entonces, sorpresivamente, a sus ejércitos contra las fuerzas
austriacas que ocupaban Baviera, a las que derrotó en la batalla de Ulm.
Siguiendo su avance hacia el encuentro con el ejército ruso, despedazó a los
coaligados en la batalla de Austerlitz el 2 de diciembre de 1805.
Expansión hacia el este

Napoleón entrando en Berlín, por Charles Meynier (1810).

Napoleón conquistó el reino de Nápoles en 1806 y nombró rey a su hermano


mayor, José; se autoproclamó rey de Italia (1805), desintegró las Provincias
Unidas, que en 1795 había constituido como República de Batavia, y fundó el
Reino de Países Bajos, al frente del cual situó a su hermano Luis, y estableció
la Confederación del Rin, que agrupaba a la mayoría de los estados alemanes y
que quedó bajo su protección.
Prusia y Rusia forjaron una nueva alianza (Cuarta Coalición) y atacaron a la
Confederación. Napoleón derrotó al ejército prusiano en Jena y Auerstädt (1806) y
al ruso en Friedland. En julio de 1807 estableció el Tratado de Tilsit con el
zar Alejandro I, por el que se redujo el territorio de Prusia. Además, Westfalia,
gobernado por su hermano Jerónimo, y el Gran Ducado de Varsovia, entre otros
estados, pasaron a formar parte del Imperio.
Ocupación de España
Artículo principal: Guerra de independencia española

El tres de mayo de 1808 en Madrid, por Francisco de Goya (1813-1814).

No habiendo podido vencer a los británicos militarmente, Napoleón impuso


el bloqueo sobre las mercancías británicas con el propósito de arruinar su
comercio. Portugal fue una de las naciones que no se plegó al bloqueo, razón por
la cual Napoleón buscó una alianza con España para invadir a Portugal. Debido a
la debilidad militar española en el momento y tras la pérdida de su armada en la
batalla de Trafalgar, se firmó el tratado de Fontainebleau, en el que se permitía a
Napoleón entrar en España con su ejército para derrotar a Portugal y cerrar las
rutas comerciales británicas. Tras cruzar la frontera española y ocupar la capital
portuguesa, sus tropas ocuparon varias ciudades españolas, lo que generó una
rebelión popular que inició la Guerra de Independencia Española entre las tropas
francesas y las españolas, en las que tuvo un papel fundamental la lucha de
guerrillas.
Napoleón decidió incluir a España en su imperio y nombró rey de ese país a su
hermano José en el trono de España, dejando Nápoles como una monarquía
manejada por su cuñado, Joachim Murat. Tras la primera derrota importante de
sus fuerzas en la batalla de Bailén, el mismo Napoleón comandó las fuerzas que
invadieron España y derrotaron al ejército de este país; luego también derrotó al
ejército británico que vino en ayuda de España.
Este conflicto supuso un gran desgaste humano (se ha estimado en 300.000
bajas) y económico para Francia. Se calcula que el 10% de las bajas tanto del
lado español como el francés ocurrieron durante los dos sitios a la ciudad
de Zaragoza, entre el 15 de junio de 1808 y el 21 de febrero de 1809.
Europa Central

Matrimonio de Napoleón y María Luisa de Austria.

Por otra parte, Austria rompió el pacto con Francia y Napoleón se vio obligado a
comandar sus fuerzas en los frentes del Danubio y Alemania. En la batalla de
Aspern-Essling (21 y 22 de mayo de 1809), cerca de Viena, Napoleón estuvo a
punto de perder su ejército, sin que el enemigo tampoco lograra un triunfo. Tras
una tregua de casi dos meses, nuevamente se enfrentaron ambos ejércitos, pero
esta vez el ejército francés derrotó al austríaco en la batalla de Wagram, el 6 de
julio de 1809.
Tras este triunfo, Francia convirtió los territorios conquistados en las provincias
ilirias (en la actualidad parte de Eslovenia, Croacia, Bosnia-
Herzegovina, Serbia y Montenegro) y conquistó los Estados pontificios. Tras
aliarse nuevamente con Austria, Napoleón contrajo matrimonio con María Luisa de
Habsburgo-Lorena, hija del monarca austríaco, Francisco I de Austria,
perteneciente a la casa de Habsburgo, una vez repudiada Josefina al no poder
darle un heredero. Con este enlace vinculaba su dinastía a la más antigua de la
casas reales de Europa, con la esperanza de que su hijo, nacido en 1811 y al que
otorgó el título de rey de Roma como heredero del Imperio, fuera mejor aceptado
por las monarquías reinantes.
El Imperio alcanzó su máxima amplitud en 1810 con la incorporación
de Bremen, Lübeck y otros territorios del norte de Alemania, así como con el reino
de Países Bajos, después de obligar a abdicar a su hermano, que había adoptado
el título de Luis I Bonaparte.

Implicaciones fuera de Francia


La Europa napoleónica
Artículo principal: Primer Imperio francés

El Código Napoleónico fue introducido en todos los nuevos Estados creados bajo


el Imperio francés. Se abolieron el feudalismo y la servidumbre y se estableció la
libertad de culto (salvo en España). A cada Estado le fue otorgada
una constitución en la que se concedía el sufragio universal masculino, una
declaración de derechos y la creación de un parlamento. Fue instaurado el
sistema administrativo y judicial francés; las escuelas quedaron supeditadas a una
administración centralizada y se amplió el sistema educativo libre de manera que
cualquier ciudadano pudiera acceder a la enseñanza secundaria sin que se tuviera
en cuenta su clase social o religión. Cada Estado disponía de una academia o
instituto destinado a la promoción de las artes y las ciencias, al tiempo que se
financiaba el trabajo de los investigadores, principalmente el de los científicos. La
creación de gobiernos constitucionales siguió siendo solo una promesa, pero el
progreso y eficacia de la gestión fueron un logro real.
Intervención en América
En 1796 Napoleón restaura nuevamente la esclavitud en las colonias francesas,
abolida desde 1794.7
Para América Latina, la figura de Napoleón es fundamental. Su intervención en
España, las forzadas abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII, la entrega del
trono español a su hermano José, la promulgación de la Constitución de
Bayona en 1808 que reconocía la autonomía de las provincias americanas del
dominio español y sus pretensiones de reinar sobre aquellos inmensos territorios
cuyos habitantes nunca quisieron aceptar los planes y designios del emperador,
son elementos básicos para entender los movimientos de emancipación.
En el resto del continente, la negociación de Luisiana y el manejo que dio Francia
al proceso de independencia de Haití tuvieron una enorme influencia en el
desarrollo del continente.
Ocaso y caída de Napoleón

Napoleón retirándose de Moscú, por Adolph Northen.

Si bien el Congreso de Erfurt había preservado la alianza entre Napoleón y el


zar Alejandro I, en 1811 las tensiones comenzaron de nuevo entre ambas
naciones. A pesar de ser un gran admirador de Napoleón desde su encuentro en
1807, Alejandro I era presionado por la aristocracia rusa para romper la alianza, ya
que consideraba insultado el honor ruso.
La primera señal de que la alianza se deterioraba fue la forma no muy entusiasta y
débil con que Rusia aplicó el Bloqueo Continental. Esto enfureció a Napoleón,
quien tenía simpatía hacia el Zar, lo que le hizo sentirse defraudado y traicionado.
En 1812 los consejeros del Zar le indicaron que una vasta revolución estaba
fermentando por toda Prusia y que era el momento propicio para atacar al Imperio
francés y recuperar Polonia.
Gran número de tropas se desplazaron a la frontera con Polonia (más de 300 000
soldados de un ejército total de 410 000). Napoleón, sin embargo, se anticipó y
comenzó a expandir su ejército hasta lograr un contingente de 600 000 hombres
(adicionales a los 300 000 que se encontraban en la península ibérica). Napoleón
ignoró los consejos de no invadir suelo ruso y el 23 de junio de 1812 procedió.
En un esfuerzo por ganar apoyo de los nacionalistas y patriotas polacos, la
denominó «Segunda guerra polaca» (la «Primera guerra polaca» era la liberación
de Polonia de Rusia, Prusia y Austria). Los patriotas polacos deseaban incorporar
la parte rusa de Polonia al Gran Ducado de Varsovia y crear un nuevo Reino de
Polonia, aunque esta idea fue rechazada por Napoleón, que temió que podía
motivar a Prusia y Austria a declarar la guerra a Francia. Napoleón también
rechazó liberar a los siervos rusos, pues temía que esto podría provocar una
reacción conservadora a sus espaldas.
Tierra arrasada
Napoleón cerca de Borodinó, por Vasili Vereshchaguin (1897).

La tierra arrasada fue la técnica militar que usaron los rusos contra los franceses,
la cual consistía en retroceder y no pelear de frente con los soldados de la Grande
Armée y arrasar las tierras abandonadas a los franceses para que estos no
pudieran abastecerse del terreno invadido. Pero el zar, muy molesto con el hecho
de que los franceses siguieran avanzando por tierra rusa, destituyó a Mijaíl
Barclay de Tolly y lo reemplazó por el general Smoronski; así al enfrentarse a los
franceses el 16 de agosto cayó Smolensk y, tras otras victorias, los franceses
siguieron su avance. Los rusos evitaron batallar en repetidas ocasiones contra
la Grande Armée, aunque en algunos casos solo porque Napoleón dudó en atacar
cuando la oportunidad se le presentó.
Otra batalla de la campaña a Rusia fue la batalla de Borodinó, que significó un
gran triunfo para los franceses y es conocida como la batalla del río Moscova.
Los rusos se replegaron y Napoleón entró a Moscú asumiendo que Alejandro I
negociaría una paz. Sin embargo, las órdenes del gobernador del ejército y
comandante en jefe, Fiódor Rostopchín, era la de incendiar la ciudad. Tras un
mes, temeroso de perder el control en Francia, Napoleón decidió salir de Moscú.

Gráfica que muestra las pérdidas humanas del ejército, sus movimientos y la temperatura durante la
campaña rusa de 1812, en color claro el viaje de ida, en negro la vuelta. Litografía, 62 x 30 cm, 1869.

Los franceses sufrieron su retirada de Rusia, al punto que de los 650 000 hombres
que la invadieron, solo 40 000 cruzaron el río Berézina en noviembre de 1812. Se
estima que murieron 570 000 soldados del ejército francés y 400 000 del ejército
ruso, a lo cual hay que sumar cientos de miles de bajas en la población civil.
Existió calma en el invierno de 1812-1813, mientras rusos y franceses intentaban
recuperarse de sus masivas pérdidas. Un pequeño ejército ruso atormentó a los
franceses en Polonia, y 30 000 tropas francesas debieron retirarse hacia los
estados alemanes para reunirse con las fuerzas estacionadas allí, llegando a los
130 000 hombres, con los refuerzos de Polonia, cifra que crecería cuando
Napoleón se presentase.
Tras este fracaso, Prusia se unió a la coalición, la cual ahora incluía a Rusia,
el Reino Unido, España y Portugal. No obstante, Napoleón reasumió el orden
en Alemania, e infligió una serie de derrotas a los Aliados, que culminan en
la batalla de Dresde el 26 de agosto de 1813, donde las tropas aliadas sufrieron
bajas de más de cien mil soldados.
Si bien parecía que Napoleón iba a resurgir, se unieron a la
Coalición Austria y Suecia, y en la batalla de las Naciones en Leipzig, el 16 de
octubre los franceses fueron derrotados en un enfrentamiento en el que los aliados
contaban con el doble de tropas que Napoleón. Después de esta batalla donde
murieron más de 120 000 soldados de ambos lados, Napoleón se replegó a
Francia, pero su ejército, de apenas 100 000 hombres, ya no era capaz de resistir
la embestida de la Coalición, que contaba con más de medio millón de soldados.
Los Cien Días

Abdicación de Napoleón en Fontainebleau, por Paul Delaroche (1845).

Artículo principal: Cien Días


París fue ocupada el 31 de marzo de 1814. El 3 de abril fue depuesto por el
Senado, y bajo la presión de sus mariscales, Napoleón abdicó salvaguardando los
derechos de su hijo el 4 de abril, pero ante la imposibilidad de emprender una
ofensiva sobre París por la defección de Marmont, abdicó el 6 de abril, esta vez
sin poner condiciones,8 y así negociar con los aliados. El 11 de abril, el tratado de
Fontainebleau estableció la renuncia de soberanía en Francia e Italia para sí y su
familia, y su exilio a la isla de Elba, una isla pequeña a 20 km de la costa italiana,
manteniendo su título de emperador de manera vitalicia. 2
El Congreso de Viena (1814-1815) dispuso el nuevo orden en la Europa post-
napoleónica. En Francia, los realistas instalaron en el poder a Luis XVIII. María
Luisa y su hijo quedaron bajo la custodia del padre de esta, el
emperador Francisco I, y Napoleón no volvió a verlos. Consciente de los deseos
de los británicos de desterrarlo a una isla remota en el Atlántico y del rechazo del
pueblo francés a la restauración borbónica, escapó de Elba en febrero de 1815 y
desembarcó en Antibes el 1 de marzo desde donde se preparó para retomar
Francia.
El rey Luis XVIII envió al Quinto Regimiento de Línea, comandado por el
mariscal Michel Ney, que había servido a Napoleón en Rusia. Al encontrárselo
en Grenoble, Napoleón se acercó solo al regimiento, se apeó de su caballo y,
cuando estaba en la línea de fuego del capitán Randon, gritó: «Soldados del
Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su
emperador, puede hacerlo ahora». Tras un breve silencio, los soldados gritaron:
«¡Vive l'Empereur!» y marcharon junto con Napoleón a París. Llegó el 20 de
marzo, sin disparar ni un solo proyectil y aclamado por el pueblo, levantando un
ejército regular de 140 000 hombres y una fuerza voluntaria que ascendió a
200 000 soldados. Era el comienzo de los Cien Días.

La batalla de Waterloo, por William Sadler.

Establecido de nuevo en París, promulgó una nueva constitución, de carácter más


democrático y liberal que la vigente durante el Imperio. Muchos veteranos
acudieron a su llamada, comenzando de nuevo el enfrentamiento contra los
aliados. El resultado fue la campaña de Bélgica, que concluyó con la derrota en
la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815.
El pueblo de París lo apoyaba en la lucha pero los políticos le retiraron su
respaldo, por lo que abdicó en favor de su hijo Napoleón II. Marchó a Rochefort,
donde capituló ante el capitán del buque británico Bellerophon.
Exilio y muerte

Napoleón en Santa Elena, por François-Joseph Sandmann.


Napoleón fue encarcelado y desterrado por los británicos a la isla de Santa Elena,
en el Atlántico, el 15 de julio de 1815. Allí, con un pequeño grupo de seguidores,
dictó sus memorias y criticó a sus aprehensores.
Enfermo del estómago, aquejado de una continua pesadez y un dolor en el
costado derecho, los médicos creían que era una afección hepática, pero él
sospechó que estaba atacado de la misma dolencia de su padre, un cirro en el
píloro o cáncer de estómago,9 pero no se lo dijo a nadie hasta que estuvo seguro.
Sin embargo, recientes investigaciones realizadas a muestras de su cabello
(cortado poco después de morir) que habían estado guardadas en un sobre vacío,
revelan que estaban impregnadas con arsénico a tal punto que se necesitaban
dosis altamente peligrosas para lograr aquella concentración. Esto sugiere que
pudo morir envenenado (lo que también concordaría con sus síntomas), ya sea de
forma intencionada o no.
Repatriación de las cenizas de Napoleón a bordo de La Belle Poule, el 15 de octubre de 1840, Eugène
Isabey, 1842, Óleo sobre lienzo (369 x 238 cm). Castillo de Versalles.

Bonaparte murió el 5 de mayo de 1821 a las 17:49. Sus últimas palabras fueron:
«France, l'armée, Joséphine» («Francia, el ejército, Josefina») o, según la versión
de las memorias de Santa Elena «...tête...armée...Mon Dieu !». Tenía 51 años.
Había dispuesto en su testamento el deseo de ser enterrado a las orillas del Sena,
pero se le dio sepultura en Santa Elena. En 1840, a instancias del gobierno
de Luis Felipe I, sus restos fueron repatriados. Trasladados en la fragata Belle-
Poule, se depositaron en Les Invalides (París). La llegada de los restos de
Napoleón fue muy esperada en Francia. Durante su funeral sonó el Réquiem de
Mozart. Millones de personas han visitado su tumba.

Distinciones honoríficas
Nacionales

 Fundador y Gran Maestre de la Legión de Honor.


 Fundador y Gran Maestre de la Orden de la Corona de Hierro.
 Fundador y Gran Maestre de la Orden de la Reunión.

Valoración crítica
Tumba de Napoleón Bonaparte bajo la cúpula del Palacio nacional de los Inválidos, en París.

Desde su ascenso al poder, la figura de Napoleón ha sido objeto de críticas


acerbas y de adulación.
El Código de Napoleón sirve de base para las leyes de muchos países. En los
países conquistados, Napoleón instauró regímenes parecidos a los de
la Revolución francesa, que adoptaron constituciones bastante garantistas. Su
organizado gobierno logró sacar a Francia del caos en el que estaba durante y
tras la Revolución. Napoleón insertó en los países conquistados las ideas de
libertad, igualdad y fraternidad.
Thomas Jefferson se mostraba menos amable con los logros del corso, al que
trataba en estos términos:
[Un] miserable que (...) provocó más dolor y sufrimiento en el mundo que cualquier otro ser que
hubiera vivido anteriormente. Después de destruir las libertades de su patria, ha agotado todos sus
recursos, físicos y morales, para regodearse en su maniática ambición, su espíritu tiránico y
arrollador (...) ¿Qué sufrimientos pueden expiar (...) las desdichas que ya ha afligido a su propia
generación, y a las venideras, a las cuales ya ha agobiado con las cadenas del despotismo? (...) El
Atila de nuestro tiempo (...) ha causado la muerte de cinco o diez millones de seres humanos, la
devastación de otros países, la despoblación del mío, el agotamiento de todos sus recursos, la
destrucción de sus libertades (...) Ha hecho todo esto para hacer más ilustres las atrocidades
perpetradas, para engalanarse a sí mismo y a su familia con diademas y cetros robados. 10

Cine y televisión
Artículo principal: Anexo:Napoleón en el cine y televisión

La figura de Napoleón ha atraído en numerosas ocasiones a los cineastas.

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