Tutela de La Libertad Sindical Ok
Tutela de La Libertad Sindical Ok
Tutela de La Libertad Sindical Ok
tutela de la libertad
sindical
en especial de la sanción de las prácticas antisindicales.
análisis doctrinario y jurisprudencial
tutela de la libertad sindical
en especial de la sanción de las prácticas antisindicales. análisis doctrinario
y jurisprudencial
© César Toledo Corsi
2013 Legal Publishing Chile • Miraflores 383, piso 10, Santiago, Chile • Teléfono: 2510 5000 • www.legalpublishing.cl
Registro de Propiedad Intelectual Nº 224.855 • I.S.B.N. 978 - 956 - 346 - 296 - 8
1ª edición enero 2013 Legal Publishing Chile
Tiraje: 500 ejemplares
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prohibido. Usos infractores pueden constituir delito.
Dedicado a Paula Andrea, José Tomás, y Paulita Antonia, por
ser el cálido estímulo para empezar y terminar este libro
Agradezco a María Piedad Karelovic por sus valiosos comentarios y
observaciones al borrador de este libro.
Índice
Página
Prólogo.............................................................................................. IX
Introducción . .................................................................................... 1
Capítulo I
Algunas consideraciones acerca de la libertad sindical 7
Título I
El contenido de la libertad sindical ................................................ 18
1. Dimensiones más estáticas de la libertad sindical....................... 19
1.1. El derecho de constitución sin autorización previa ........... 19
1.2. El derecho de afiliación sindical . ...................................... 20
1.3. El derecho a la desafiliación y a la no afiliación ............... 21
1.4. Derecho a la personalidad jurídica del sindicato................ 22
1.5. El derecho de las organizaciones sindicales a esta-
blecer sus propios fines ..................................................... 22
1.6. El derecho de la organización a elegir libremente a
sus representantes .............................................................. 23
1.7. El derecho de las organizaciones sindicales a darse
su propia reglamentación.................................................... 24
1.8. Libertad colectiva de disolución......................................... 26
II Índice
Página
Título IV
Titulares del derecho de libertad sindical ..................................... 36
Título V
El rol del Estado chileno en materia de Libertad Sindical . .......... 49
Título VI
Consideraciones sobre el reconocimiento de la libertad sin-
dical por el legislador ..................................................................... 53
Título VII
Mecanismos legales de tutela de la libertad sindical. ................... 55
Título IX
Comentario previo sobre la precariedad del recurso de pro-
tección como tutela de la libertad sindical .................................... 55
Capítulo II
El fuero sindical 57
Título I
Referencia histórico-legislativa del fuero en Chile ....................... 58
Título II
¿Identidad o complementariedad de los mecanismos de tute-
la? ..................................................................................................... 80
Índice III
Página
Título III
El non bis in idem, el fuero y la tutela de la libertad
sindical .............................................................................................. 84
Título IV
El abuso del fuero sindical............................................................... 94
Título V
Alcances de la protección legal del fuero ..................................... 95
Capítulo III
La sanción de las prácticas antisindicales
Título I
Consideraciones preliminares............................................................ 103
Título II
Las prácticas desleales en el Plan Laboral.................................... 107
Título III
Las prácticas antisindicales a partir de la Ley Nº 19.069
de 1991................................................................................................ 112
Título IV
La ratificación de los Convenios 87 y 98 de la OIT por
Chile y sus efectos en materia de sanción por prácticas
antisindicales..................................................................................... 116
Título V
Las prácticas antisindicales a partir de la Ley Nº 19.759
de 2001................................................................................................ 121
Título VI
Las prácticas desleales o antisindicales en la ley chi-
lena..................................................................................................... 123
Página
Título VIII
Prácticas antisindicales o desleales del Libro III v/s prác-
ticas desleales en la negociación colectiva del Libro IV
del Código del Trabajo. ¿Sólo un problema de denomina-
ción?.................................................................................................... 157
Título IX
Los elementos de la conducta antisindical...................................... 160
Título X
Las conductas antisindicales según el ámbito de aplicación
temporal............................................................................................. 185
Página
Página
Página
Capítulo IV
Procedimiento judicial aplicable a la tramitación
de las denuncias por prácticas antisindicales 323
Página
Dos son las maneras, a través de las cuales el Derecho del Trabajo clásico
fue recogiendo las demandas y aspiraciones del movimiento obrero surgido
como una respuesta defensiva a las deplorables condiciones que caracte-
rizaron la denominada “cuestión social”. Por un lado, la ley fue dotando
a los trabajadores, en el plano individual de las relaciones laborales, de un
conjunto de derechos mínimos e irrenunciables, reforzados mediante la
acción fiscalizadora del Estado y del resguardo jurisdiccional, con el fin de
suprimir las asimetrías de poder negociador entre trabajador y empleador y
morigerar así los excesos que podría conllevar el ejercicio de las potestades
empresariales. Por lo anterior, esta área del Derecho del Trabajo se caracte-
riza por su carácter interventor, por el establecimiento de un orden público
laboral y por una tutela heterónoma de los derechos laborales guiada por
el principio de protección de los trabajadores.
No obstante, fue necesario esperar hasta el año 2001 para que tuviera
lugar la reforma más emblemática para el fortalecimiento –aunque sea más
bien nominal– de la libertad sindical, toda vez que la tardía ratificación de
los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo, cerca
de 50 años después de su aprobación, hizo necesario una reforma estructural
al derecho sindical, con miras a adecuar el contenido general del Libro III
del Código del Trabajo a las normas y principios de dichos instrumentos
internacionales. Aun así, el ánimo reformador no permitió avanzar en los
cambios relevantes que se adeudan hace años al derecho a la negociación
colectiva y a la huelga, expresiones de la libertad funcional de la libertad
sindical, por tratarse de aspectos más sensibles en lo político y, en particular,
XII Prólogo
en relación con los pilares económicos del modelo laboral de corte neoli-
beral que asume nuestro Código del Trabajo y que los nuevos Gobiernos
fueron aceptando y validando más allá del esperado debate democrático
sobre el tema.
Al concluir estas líneas, expreso mis más sinceros deseos para que el
libro que hoy presenta César Toledo a nuestra comunidad jurídica incida
positivamente en el esfuerzo que tanto él como otros autores están realizando
para fortalecer no sólo desde una perspectiva académica, sino que también
práctica, el ejercicio de la libertad sindical, con el convencimiento de que
ello es una vía fundamental para la construcción de un verdadero estado
democrático de derecho. De igual forma es de esperar que este esfuerzo
contribuya al aumento de las tasas de sindicalización y de negociación co-
lectiva que permitan alejar la amenaza de que Chile sea un país “en el que
XIV Prólogo
la libertad sindical cuenta con una adecuada tutela para un derecho vacío
de titulares”, según lo expresa el autor de este estudio.
1 Romagnoli, Umberto, ¿Un arca de Noé para el Derecho del Trabajo? Lección inaugural
del curso ítalo-latinoamericano para expertos en los problemas laborales, organizado por la
OIT, la Universidad de Bolonia y la Universidad de Castilla La Mancha. Bolonia, 15 septiem-
bre 2007. Traducción de José Luis López Bulla y de Antonio Baylos. Visitado en el sitio web
http://baylos.blogspot.com.
2 César Toledo Corsi
miento a ciertas formas de sindicalismo, así como las alarmas que genera
cualquier intención de cambio en las normas que sobrerregulan y asfixian
la negociación colectiva consumen demasiada tinta, aunque no alcanza a
arribar a los límites de escozor que otro de sus clásicos institutos, como la
huelga, tiene la cualidad de generar.
2
Nos estamos refiriendo a las normas sobre derecho colectivo del trabajo dictadas en 1979,
contenidas en los D.L. Nºs. 2.755 a 2.759.
3 Cita extraída del sitio web http//www.revistalaboralical.cl/ver_laborales.asp?id=sxh6sy.
4 Buena expresión de las bondades de esta legislación para la tutela de la libertad
sindical formula Caamaño Rojo, Eduardo, en “La tutela de la libertad sindical” Rev. De-
recho (Valdivia). [online]. jul. 2006, vol.19, Nº 1 [citado 15 marzo 2008], págs. 77-104.
Visitado en el sitio web http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
09502006000100004&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0718-0950.
Tutela de la libertad sindical 3
5 Giuzio, Graciela, “La protección de la libertad sindical en el Uruguay. Una puesta al día”.
Estas materias no han sido sino desde hace pocos años, objeto de aten-
ción por parte de la doctrina nacional6, lo que reafirma la preeminencia de
una marcada desatención del derecho tutelado, a pesar de ubicarse dentro
de aquellos que conforman los cimientos del derecho internacional del
trabajo.7
6 Destacando especialmente la atención que le han dado autores como Sergio Gamonal
Contreras, José Luis Ugarte Cataldo, Eduardo Caamaño Rojo y Francisco Tapia Guerrero.
7 Ya el Preámbulo de la Constitución de la OIT en 1919 da cuenta de la urgente necesidad
8 Así,el recordado maestro uruguayo Óscar Ermida Uriarte, se refiere al fuero sindical
como la más difundida y acendrada protección contra las prácticas antisindicales, definiéndolo
como “un conjunto de medidas de protección del dirigente y del militante sindical, que tienden
a ponerlos a cubierto de los perjuicios que puedan sufrir por su actuación y a posibilitar un
desarrollo normal y eficaz de la actividad sindical”. (Ermida Uriarte, Óscar, La protección
contra los actos antisindicales, Fundación de Cultura Universitaria, 1ª reimpresión, 1995,
Montevideo, Uruguay, pág. 9).
6 César Toledo Corsi
9 Sergio Gamonal define la libertad sindical como el “derecho de los trabajadores y sus
agrupaciones para organizarse y defender sus intereses comunes”. Gamonal Contreras, Ser-
gio, Derecho Colectivo del Trabajo, Segunda edición revisada y actualizada, Abeledo Perrot
LegalPublishing Chile, Santiago, 2011, pág. 59. A su vez, Mario Varas, poniendo el acento en
las diferentes manifestaciones de la libertad sindical, la entiende como “el derecho que asiste
a los trabajadores para constituir organizaciones, afiliarse o desafiliarse de ellas, a darse su
propia normativa, sin intervención de terceros y, especialmente, el derecho al ejercicio de la
actividad sindical por medio de aquellas acciones tendientes a la defensa y promoción de los
intereses que le son propios, en particular la Negociación Colectiva y el Derecho de Huelga”.
Varas Castillo, Mario, “Libertad Sindical y Negociación Colectiva en Chile: Un diagnóstico
de la Ley Nº 19.759”, Boletín Oficial de la Dirección del Trabajo Nº 175, agosto 2003, Lexi-
Nexis, Santiago de Chile, pág. 4.
10 Por su parte, la jurisprudencia judicial mayoritariamente ha recepcionado desde la entrada
en vigencia de la Ley Nº 19.759 de 2001 un concepto más amplio, desde el punto de vista de
la titularidad del derecho, que la contenida en las definiciones doctrinarias ya revisadas. Así,
se ha asumido que “la libertad sindical es la facultad de los trabajadores y empleadores para
constituir sindicatos y afiliarse libremente a los mismos, del mismo modo, que la facultad de las
organizaciones sindicales, una vez constituidas, para desarrollar libremente su programa traza-
do, tanto en lo referente a su vida interior como externa respecto de sus contrapartes sociales”.
Así, en sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 31 de marzo de 2003,
8 César Toledo Corsi
rol Nº 2.862-2002, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con Inversiones La
Piccola Italia”. En el mismo sentido, entre otras, sentencia dictada el 12 de febrero de 2004 por
el Noveno Juzgado Laboral de Santiago, conociendo en los autos por prácticas antisindicales
rol Nº 1.568-2003, caratuladas “Loi Calfuquir con Empresa Orden S.A.”.
11 Villavicencio Ríos, Alfredo, La libertad sindical en las normas y pronunciamientos de
la OIT: sindicación, negociación colectiva y huelga, Fundación de Cultura Universitaria, 1ª
edición, 2007, Montevideo, pág. 33.
12 Fernández Brignoni, Hugo, “Un enfoque teórico de la libertad sindical”, pág. 82.
13 Bobbio, Norberto, citado por Ghezzi, Giorgio y Romagnoli, Umberto, Il Diritto sinda-
cale, quarta edizione, Zanichelli Bologna, 1997, pág. 42.
14 Fernández Brignoni, Hugo, ob. cit., pág. 81.
15 Expresión suprema de esta afirmación lo constituye la “resolución de los derechos
sindicales y su relación con las libertades civiles” de 1970, en la cual se: 1. Reconoce que los
Tutela de la libertad sindical 9
Compartimos con María Sepúlveda Gómez el que el fin esencial del sindi-
cato en orden a tutelar los intereses de los trabajadores se lleva a cabo sea que
se configuren o no éstos como derechos. En el caso que no los configuren, el
Estado no interviene reconociendo el interés, pero permite que por medio de
la libertad sindical los sindicatos y trabajadores puedan defenderlo. Se trata
así de una autotutela articulada a través de la libertad sindical.20
del Trabajo, Fundación de Cultura Universitaria, 1ª Edición, 2004, Montevideo, pág. 19.
22 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., pág. 22.
23 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., págs. 23-24.
24 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., pág. 26.
Ermida Uriarte, Óscar, “Crítica de la libertad sindical”, en Derecho Laboral, Tomo LIV-
25
Nº 242, abril-junio 2011, Fundación de Cultura Universitaria, 2011, Montevideo, pág. 228.
26 Villavicencio Ríos, Alfredo, “La crisis del sindicalismo y la necesidad de promoción
de la libertad sindical como expresión del interés público”, en Derecho Colectivo del Trabajo,
Ius et Veritas, Lima, Perú, 2010, págs. 211-221.
Tutela de la libertad sindical 11
27 Así, Villavicencio Ríos, Alfredo, La libertad sindical en las normas y pronunciamientos
kmen Acts de 1799 y 1800. Estas últimas hacían ilegales los aumentos de
salarios y aplicaban penas de reclusión para el que incurriera en coalición
o incitación a la huelga,28 mirando al sindicalismo como un resurgimiento
de las corporaciones.29 En Francia, el Código Penal de 1810 convertía en
delincuentes a los trabajadores que incurrían en los delitos de asociación
y de coalición o huelgas30, considerándose la libertad sindical contraria a
los principios del liberalismo económico31, a partir de lo cual en Estados
Unidos, durante el siglo XIX los tribunales castigaban a los sindicatos por
el delito de conspiración contra la libertad de comercio, sosteniéndose que
entre individuo y Estado no debía existir intermediario alguno32; la segunda
etapa se caracteriza por la tolerancia estatal, coincidente en su reconoci-
miento inicial con la dictación de la Combination Laws Repeal en Inglaterra
(1824)33, siendo típicas manifestaciones de ella la eliminación de las pro-
hibiciones y penalizaciones en contra de la libertad sindical. Como afirma
Alfredo Villavicencio, su ejercicio no se asume en esta etapa como ilícito,
pero tampoco se trata como un interés jurídicamente tutelado34. A partir de
1824 resultaba posible en Inglaterra celebrar contratos colectivos, pero los
empresarios no tenían obligación de aceptarlos, circunstancia que comen-
zará a cambiar a partir del fortalecimiento de la unión de los trabajadores,
especialmente en Inglaterra, Bélgica, Francia y Alemania, generalizándose
los convenios colectivos35. En esta etapa se registra el que se supone fue
el primer contrato colectivo, celebrado en 1862 para los tejedores de lana
de Inglaterra36, constituyéndose, según sostiene Mario de la Cueva, como
28 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., págs. 17 y 18.
29 Pérez del Castillo, Santiago, Introducción al Derecho de las Relaciones Colectivas de
37 De la Cueva, Mario, Derecho Mexicano del Trabajo, ob. cit., pág. 474.
38 S upiot, Alain, El Derecho del Trabajo, Editorial Heliasta, Buenos Aires, 2008,
pág. 57.
39 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., pág. 15.
40 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., pág. 15.
41 Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, Fundación de Cultura Universitaria,
43 Toledo Corsi, César, “Comentario al informe sobre la subordinación jurídica: estado de
la cuestión en Chile”, elaborado por José Luis Ugarte Cataldo, visitado en el sitio web http://
ctoledoc.blogspot.com/2007/09/comentario-al-informe-sobre-la.html.
44
Profesor francés que fundara en Chile la enseñanza de la Economía Política. Según Po-
blete y Álvarez, merced a su labor de divulgación y propaganda, el individualismo económico
ha llegado a dominar sin contrapeso y por más de medio siglo en la enseñanza, en la opinión
ilustrada y en el elemento dirigente, teniendo una influencia muy apreciable en que la legisla-
ción social obrera hasta 1924 no hubiera adquirido el desarrollo de otros países americanos,
siendo la reacción del Estado en favor de la protección legal de los trabajadores lenta y tardía.
(Poblete Troncoso, Moisés y Álvarez Andrews, Óscar, Legislación Social Obrera Chilena.
Recopilación de Leyes y disposiciones vigentes sobre el Trabajo y la Previsión Social), Santiago
de Chile, 1924, pág. 11).
45
Tal individualismo constituye para Íñiguez Irarrázabal, uno de los factores que explican
el descuido de la “clase dirigente” de sus deberes respecto de la “clase trabajadora” (Íñíguez
Irarrázabal, Pedro, “Notas sobre el desarrollo del pensamiento social en Chile (1901-1906)”,
Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Universidad Católica de Chile, Memoria
Nº 39, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1968, págs. 11-13.
Tutela de la libertad sindical 15
primeros lustros del siglo XX46 , frente a quienes entendían como necesidad
la protección de los trabajadores,47 comprendiendo que, como sostuviera
Menger, “no hay desigualdad mayor que la de aplicar un mismo derecho
a los que de hecho son desiguales”48.
46 De lo cual es fiel reflejo la primera ley de descanso semanal de 1907 que consagraba la
irrenunciabilidad del derecho al descanso dominical sólo respecto de los menores de 16 años
y de las mujeres.
47 Necesidad de protección negada por Zorobabel Rodríguez, uno de los seguidores de
Courcelle-Seneuil en nuestro país, para quien “en un país en que son libres la industria, las
artes y el comercio no puede haber una clase obrera y trabajadora, porque esa clase, a existir,
comprendería a todos los habitantes”. Rodríguez, Zorobabel, “La cuestión obrera II”, artículo
aparecido en “El Independiente” en Santiago el 14 de diciembre de 1976, en “La cuestión social
en Chile. Ideas y debates precursores (1804-1902)”, Fuentes para la historia de la República,
Volumen VII, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Barros
Arana, Santiago, 1995, pág. 261.
48 Citado por Letelier, Valentín en “Los pobres”, artículo publicado en La Ley, órgano
del Partido Radical en Santiago el 1º de enero de 1896 en “La cuestión social en Chile. Ideas
y debates precursores (1804-1902)”, Fuentes para la historia de la República, Volumen VII,
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Barros Arana, San-
tiago, 1995, pág. 425.
49 DeShazo, Peter, “Trabajadores urbanos y sindicatos en Chile 1902-1927”, Centro de
Investigaciones Diego Barros Arana, 1ª edición en español, Santiago, 2007, pág. 173.
50 Ver al respecto, Grez Toso, Sergio, “¿Autonomía o escudo protector? El movimiento
51 Nos referimos a la huelga de los trabajadores de la Compañía Inglesa de Vapores a la que
Estas normas reglamentarias pudieron ser las piedras sobre las que se edi-
ficasen las normas legales que reconocieron plenamente la libertad sindical,
mas ello no ocurrió así; por el contrario, la primera legislación laboral chilena
que cubrió el ámbito colectivo del trabajo (1924) se alejó de la filosofía de
las normas reglamentarias que le precedieron, situándose desde una óptica
llena de temores respecto de la libertad sindical. No es extraño entonces que
a partir de esta época, como afirmara Alfredo Gaete, nazca la división entre
sindicalismo libre y sindicalismo legal.53 El peaje a pagar por el reconoci-
miento legal de la libertad sindical será altísimo.
Así, a partir de 1924, la lectura que el poder público hará del reconoci-
miento de la libertad sindical presentará un giro notable, puesto que, aunque
se reconocerá el derecho de sindicación, el derecho de huelga y el derecho
a negociar colectivamente, el legislador se encargará de fijarle infinidad de
limitaciones y prohibiciones completamente ajenas a la inspiración de la
Constitución de la OIT (organización de la cual Chile es uno de los países
fundadores), alejándose del criterio de legitimidad de la libertad sindical
de los reglamentos de 1917-1921 construyéndose, a partir de 1924, un edi-
ficio endeble para el desarrollo de la actividad sindical que no escatimará
esfuerzos en excluir a amplios segmentos de trabajadores de los derechos
sindicales, cayendo a un pozo sin fondo luego del Golpe de Estado de 1973,
cuya salida tomó la forma típica de una normativa inspirada en el más puro
neoliberalismo económico, esto es sobrerregulando el derecho colectivo de
trabajo y estableciendo una serie de limitaciones y prohibiciones en materia
de derechos sindicales.
53 Gaete Berríos, Alfredo, Tratado de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Tomo III,
Título I
El contenido de la libertad sindical
57 Para el caso que asuma que los empleadores son titulares de la libertad sindical.
58 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 94.
59 Al disponer: “(...) La afiliación sindical será siempre voluntaria”.
60 Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado del
61 López, Justo, “Libertad Sindical”, en Derecho Colectivo del Trabajo, Álvarez, Bermúdez,
Fernández Madrid, G. López, J. López, Rial Rodríguez, Mancini, Scotti, Simón, Valdovinos
y Von Potobsky, Editorial La Ley, Buenos Aires, Argentina, 1998, pág. 116.
62 Baylós Grau, Antonio, Sindicalismo y Derecho Sindical, 3ª edición corregida, Editorial
66 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 95.
67 Respecto de esta libertad, debe tenerse presente el contenido del Convenio 135 de la OIT
sobre la protección y facilidades que deben otorgarse a los representantes de los trabajadores
en la empresa, vigente para el Estado chileno.
24 César Toledo Corsi
72 Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit., pág. 113.
Thayer Arteaga, William y Novoa Fuenzalida, Patricio, Manual de Derecho del Trabajo,
73
Tomo IV, Segunda Edición actualizada, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2000, pág. 78.
74 Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit., pág. 113. Al igual como
en otros países latinoamericanos, luego del Golpe de Estado de 1973 se sucedieron muchas
disoluciones de organizaciones sindicales en nuestro país, por medio de decretos leyes.
Tutela de la libertad sindical 27
75 Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit., pág. 114.
28 César Toledo Corsi
de la construcción como aquel que “que agrupa a trabajadores de esa rama de actividad,
el cual tendrá por especial objeto proveer de puestos de trabajo a sus asociados, actua-
les o futuros, en las condiciones previamente acordadas con los distintos empleadores.
Los acuerdos celebrados entre estos sindicatos y las respectivas empresas, no tendrán el
carácter de contrato de trabajo para ningún efecto legal, sin perjuicio de los contratos in-
dividuales de trabajo a que ellos den origen”. Este carácter de sindicato como símil a una
agencia de empleo se estimó por el entonces Ministro del Trabajo en la Sesión de la Junta
Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, como “la única manera de
evitar el sindicato por área de actividad, que es mucho más nocivo, porque sí monopoliza
toda la oferta”. Visitado en el sitio web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/
visorPdf?id=10221.3/34761.
Tutela de la libertad sindical 29
89 En este sentido, Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit., pág.
135.
90 Sanguinetti Raymond, Wilfredo, “Lesión de la Libertad Sindical y comportamientos
antisindicales. Estudio de la estructura y el contenido del juicio de antisindicalidad”, ob. cit.,
pág. 139.
91 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 169.
92 “La libertad sindical”. Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad
Título II
Fuente normativa ¿Reconocimiento constitucional
de la libertad sindical?
93 Sarthou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit., pág. 34.
94 Pérez del Castillo, Santiago, “Introducción al Derecho de las Relaciones Colectivas
96 Libertad de trabajo y de libre elección del trabajo; libertad de contratación, derecho a
una justa remuneración, derecho a la no discriminación en materia laboral, etc.
97 Los funcionarios del Estado, de las Municipalidades ni quienes trabajen en corporacio-
nes o empresas, cualquiera que sea su naturaleza, finalidad o función, que atiendan servicios
de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud, a la economía del país, al
abastecimiento de la población o a la seguridad nacional.
98 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo del Trabajo, ob. cit., pág. 75.
99 Así,explica que el art. 19 Nº 19 incs. 1º y 2º de la Constitución consagran el derecho
de sindicación y de la libertad sindical negativa; el art. 19 Nº 19 inc. 3º reconoce la autonomía
colectiva de las organizaciones sindicales, reforzado por la consagración de la autonomía de
los cuerpos intermedios en el art. 1º inciso 3º; finalmente refiere que el art. 19 Nº 16 inciso
5º consagra el derecho a negociar colectivamente con la empresa en que se labore. Gamonal
Contreras, Sergio, Derecho Colectivo del Trabajo, 2ª Edición revisada y actualizada, ob. cit.,
pág. 76.
34 César Toledo Corsi
No han sido pocas, en todo caso, las sentencias que han asumido la
libertad sindical como un derecho reconocido en la Constitución100, al
tiempo que otras se han limitado a afirmar que el derecho consagrado en la
Constitución es el de sindicación101
Título III
Reconocimiento de la libertad sindical en las
normas internacionales vigentes en Chile
100 Así,
sentencia dictada por doña Ximena Cárcamo Zamora, Jueza Titular del Juzgado
Laboral de Valparaíso, 16.11.2010, RIT S-15-2009; en igual sentido, sentencia dictada por doña
Lorena Flores Canevaro, Jueza Titular del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago,
14.06.2010, RIT: T- 34-2010.
101 Sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo, 19.07.2002, Rol Nº 2.447-2002.
102 Art. 8.1.a. PIDESC, 16.1 CADDHH; art. 2, C87 OIT.
103 Art. 8.1.a. PIDESC, 16.2 CADDHH; art. 2, C87 OIT.
104 Art. 2, C87 OIT.
Tutela de la libertad sindical 35
Título IV
Titulares del derecho de libertad sindical
118 Así,la ley prohíbe el derecho a negociar colectivamente: a) a quienes laboren en las
empresas del Estado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o que se relacionen
con el Supremo Gobierno a través de este Ministerio y en aquellas en que leyes especiales
la prohíban; b) a aquellos trabajadores que laboren en las empresas o instituciones públicas
o privadas cuyos presupuestos, en cualquiera de los dos últimos años calendario, hayan sido
financiadas en más de un 50% por el Estado, directamente, o a través de derechos o impuestos
(excepción hecha respecto de los establecimientos educacionales particulares subvencionados
en conformidad al decreto ley Nº 3.476, de 1980, y sus modificaciones, ni a los establecimientos
educacionales técnico-profesionales administrados por Corporaciones Privadas conforme al
decreto ley Nº 3.166, de 1980); c) los trabajadores sujetos a contrato de aprendizaje y aquellos
que se contraten exclusivamente para el desempeño en una determinada obra o faena transitoria
o de temporada; d) a los trabajadores que laboren en una empresa sin que haya transcurrido a
lo menos un año desde el inicio de sus actividades”.
119 Art. 303 inc. final CT, con relación a los arts. 334 y siguientes CT.
38 César Toledo Corsi
c) Una vez votada, no puede materializarse, sino al inicio del tercer día
laboral siguiente a su declaración;
120 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 378.
Tutela de la libertad sindical 39
“La relación entre internos y terceros. Las relaciones entre internos y terceros
ajenos a Gendarmería de Chile, que se encuentren regidas por la legislación
laboral común, suponen la vigencia plena de todas las disposiciones que compo-
nen dicha normativa; sin embargo, el ejercicio de los derechos colectivos como
el derecho a huelga, a sindicalizarse, a negociar colectivamente, u otros que
las normas del trabajo contemplen, estará limitado por el respeto al régimen
rol Nº 544-2011. Esta sentencia razonó, con cita a Sergio Gamonal en el sentido que: “En el
sector público se producen numerosas negociaciones informales, se firman acuerdos y pro-
tocolos que a veces son verdaderos contratos colectivos y se ha vuelto común la realización
de huelgas y paralizaciones ilegales a fin de presionar a la autoridad respecto de una deter-
minada pretensión”.
“Se trata, al decir del autor citado, de ‘numerosas huelgas informales’ en el sector público
y, según es público y notorio, movilizaciones o paralizaciones, cuya existencia indesmentible
ha venido a caracterizar y aun condicionar –desde hace ya tiempo– las relaciones laborales
en los servicios públicos, sin que se haya necesariamente desvirtuado ni la función pública
ni su debida continuidad, merced a la reflexiva prudencia de acuerdos y consensos entre la
autoridad y los funcionarios involucrados, al cabo de las referidas movilizaciones”.
“Ello resulta concordante con la normativa del citado Convenio 151 de la OIT, ciertamente
proclive a la protección de los derechos sindicales de los funcionarios públicos, entre los cuales
debe entenderse ínsito el derecho a negociar colectivamente”.
42 César Toledo Corsi
Sin embargo, las limitaciones que las fuentes normativas de origen na-
cional imponen para ser titular de la libertad sindical exceden con creces las
directrices de las normas internacionales del trabajo (NIT), comprometiendo
la responsabilidad del Estado de Chile, de cara al derecho de los tratados.
Así, se priva del derecho de libertad sindical en todas sus dimensiones a los
funcionarios del Poder Judicial, al tiempo que respecto de los funcionarios
de la Administración del Estado y de las Municipalidades se les priva, por
la Constitución Política originaria, del derecho de huelga.
124 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 58.
Ghezzi, Giorgio y Romagnoli, Umberto, Il diritto sindacale, quarta edizione, Zanichelli,
125
pág. 91.
46 César Toledo Corsi
Cabe advertir, en todo caso, que estudios de la OIT dan cuenta de que
en los últimos lustros, “en un número significativo de países, las organi-
zaciones de empleadores y sus dirigentes y afiliados han sido víctimas de
ataques, a veces de inusitada gravedad, contra los derechos consagrados
por las normas de la OIT y, de manera muy particular, el Convenio sobre
la libertad sindical y el derecho de sindicación (núm. 87), 1948 y el Conve-
nio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (núm. 98),
1949”131. Pero, y estos casos así lo reflejan, el asociacionismo empresarial
no aparece, como sostiene Santiago Pérez del Castillo, ni principalmente
para ser interlocutor de los movimientos gremiales, sino para defender
sus intereses propios frente al Estado, para la promoción de su actividad e
incluso la coordinación entre ellos.132
Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, Centro Internacional de Formación, Turín, Primera
Edición, 2005, pág. iii, visitado en http://training.itcilo.org/ils/materials/public/spanish/Publi-
cacion_empleadores.pdf.
132 Pérez del Castillo, Santiago, “Introducción al Derecho de las Relaciones Colectivas
de Trabajo”, ob. cit., pág. 29.
133 Hoyos, Arturo, “Las organizaciones de empleadores”, en El Derecho Sindical en Amé-
rica Latina (varios autores), Fundación de Cultura Universitaria, 1ª Edición, febrero de 1995,
Uruguay, pág. 115.
134 Ermida Uriarte, Óscar, Crítica de la libertad sindical, ob. cit., págs. 230-231.
48 César Toledo Corsi
135 Ermida Uriarte, Óscar, Crítica de la libertad sindical, ob. cit., pág. 232.
136 Ermida Uriarte, Óscar, Crítica de la libertad sindical, ob. cit., pág. 232.
137 Ermida Uriarte, Óscar, Crítica de la libertad sindical, ob. cit., pág. 231.
138 Mantero de San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit., pág. 124.
139
Inequívocamente nos llevan a tal conclusión la lectura del artículo 19 Nº 19 con relación
al 19 Nº 16 y del Libro III del Código del Trabajo.
140 El artículo 2º del Convenio 87 de la OIT dispone: “Los trabajadores y los empleadores,
sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organiza-
ciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola
condición de observar los estatutos de las mismas”.
Tutela de la libertad sindical 49
Título V
El rol del Estado chileno en materia de Libertad Sindical
anteriores, se refirió a las siguientes disposiciones del Código del Trabajo que no están en
conformidad con las disposiciones del Convenio:
– el artículo 1º del Código del Trabajo dispone que este último no se aplica a los funcionarios
del Congreso Nacional y del Poder Judicial, ni a los trabajadores de las empresas o instituciones
del Estado o de aquéllas en que éste tenga aportes, participación o representación, siempre que
dichos funcionarios o trabajadores se encuentren sometidos por ley a un estatuto especial;
– el artículo 82 del Código del Trabajo que establece que “en ningún caso las remunera-
ciones de los aprendices podrán ser reguladas a través de convenios o contratos colectivos o
52 César Toledo Corsi
fallos arbitrales recaídos en una negociación colectiva” y el artículo 305, 1), que establece que
los trabajadores sujetos a contrato de aprendizaje y aquellos que se contraten exclusivamente
para el desempeño en una determinada obra o faena o de temporada no podrán negociar co-
lectivamente;
– el artículo 304 del Código del Trabajo no permite la negociación colectiva en las empresas
del Estado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o que se relacionen con el supremo
Gobierno a través de este Ministerio y en aquellas en que las leyes especiales las prohíban, ni
en las empresas o instituciones públicas o privadas cuyos presupuestos, en cualquiera de los
dos últimos años calendario, hayan sido financiadas en más de un 50 por ciento por el Estado,
directamente, o a través de derechos o impuestos;
– al tiempo que aprecia la declaración del Gobierno en la que manifiesta que tendrá en
cuenta las observaciones planteadas a este respecto, la Comisión recuerda que de conformidad
con los artículos 5 y 6 del Convenio sólo puede excluirse de la negociación colectiva a las
fuerzas armadas y la policía y a los funcionarios públicos en la administración del Estado. La
Comisión estima en consecuencia que las categorías de trabajadores mencionadas más arriba
deberían gozar del derecho de negociación colectiva;
– el artículo 334, inciso b) que establece que dos o más sindicatos de distintas empresas,
un sindicato interempresa o una federación o confederación podrán presentar proyectos de
contrato colectivo de trabajo en representación de sus afiliados y de los trabajadores que se
adhieran a él, pero para ello será necesario que en la empresa respectiva la mayoría absoluta
de los trabajadores afiliados que tengan derecho a negociar colectivamente, acuerden conferir
en votación secreta, tal representación a la organización sindical de que se trate en asamblea
celebrada ante ministro de fe. La Comisión aprecia la declaración del Gobierno de que tendrá
en cuenta estos comentarios en futuras discusiones legales. La Comisión considera que estas
condiciones son difíciles de obtener y no fomentan la negociación colectiva y deberían por lo
tanto suprimirse o modificarse;
– el artículo 334 bis que dispone que para el empleador será voluntario o facultativo ne-
gociar con el sindicato interempresa y que en caso de negativa los trabajadores de la empresa
afiliados al sindicato interempresa podrán presentar proyectos de contrato colectivo conforme
a las reglas generales del libro IV (sobre negociación colectiva).
La Comisión aprecia la declaración del Gobierno de que tendrá en consideración estos comen-
tarios en la oportunidad correspondiente. La Comisión estima de manera general que estas disposi-
ciones no fomentan adecuadamente la negociación colectiva con las organizaciones sindicales;
– los artículos 314 bis y 315 del Código del Trabajo establecen la posibilidad de que grupos
de trabajadores, al margen de los sindicatos, presenten proyectos de convenios colectivos. A este
respecto, la Comisión toma debida nota de que el Gobierno informa que actualmente se encuentra
en estudio un proyecto de ley que recoge varias modificaciones a la actual legislación sobre nego-
ciación colectiva que permitirá negociar colectivamente a los grupos de trabajadores unidos para
este efecto, sólo en aquellas empresas en donde no exista sindicato de trabajadores vigente;
– el artículo 320 del Código del Trabajo dispone que el empleador tiene la obligación de
comunicar a todos los trabajadores de la empresa la presentación de un proyecto de contrato
colectivo para que puedan presentar proyectos o adherirse al proyecto presentado. La Comisión
toma nota de que el Gobierno se compromete a mantener informada a la Comisión respecto de
las medidas que se adopten a este respecto en el futuro. La Comisión recuerda que la negociación
directa entre la empresa y sus trabajadores, por encima de las organizaciones representativas
cuando las mismas existen, puede ir en detrimento del principio por el cual se debe estimular
Tutela de la libertad sindical 53
Título VI
Consideraciones sobre el reconocimiento de la
libertad sindical por el legislador
favorable de ellas.
54 César Toledo Corsi
153 En base a la norma del artículo 314 del Código del Trabajo.
154 A lo que está comprometido el Estado de Chile de acuerdo a lo establecido en el artículo
Título VII
Mecanismos legales de tutela de la libertad sindical
Como sostuviera Óscar Ermida, la protección típicamente laboral opera
tanto autónoma como heterónomamente. La de carácter autónomo, también
se la conoce como autotutela o tutela colectiva. La heterotutela es la pro-
tección que brinda el Estado por medio del poder legislativo (dictación de
leyes protectoras del trabajador), de la Administración (control de la efica-
cia normativa por medio de la Inspección del Trabajo) y Judicial (justicia
especializada y procedimiento autónomo).155
Nos ocuparemos de analizar las dimensiones propias de la heterotutela,
con especial énfasis en su ámbito legislativo y judicial, asumiendo que en
Chile la autotutela no goza de carta de ciudadanía, lo que explica buena
parte del déficit en materia de respeto y promoción de la libertad sindical
y que la atención deba dirigirse a analizar en detalle los alcances de la he-
terotutela, con una convicción inicial, cual es la precariedad legislativa de
la libertad sindical que necesariamente habrá de condicionar (veremos en
qué forma y alcance) la tutela heterónoma legislativa, judicial y, en menor
dimensión, la administrativa.
Título IX
Comentario previo sobre la precariedad del recurso de protección
como tutela de la libertad sindical
155 Ermida Uriarte, Óscar, Crítica de la libertad sindical, ob. cit., pág. 227.
156 Villavicencio Ríos, Alfredo, “La protección de la libertad sindical (limitada y simbólica)
en el Perú”, en Compendio de Derecho Colectivo del Trabajo, Jurista editores, 2010, Lima,
págs. 241-242.
157 Ámbito en el cual coincidimos plenamente con las críticas formuladas por Andrés
urgencia y seguridad jurídica”. Rev. Derecho (Valdivia) [online]. 2006, vol. 19, n. 2 [cita-
do 2010-03-11], págs. 205-228, visitado en <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S0718-09502006000200010&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0718-0950. doi: 10.4067/
S0718-09502006000200010.
158 Flores Monardes, Álvaro, “Algunas notas sobre Derechos Fundamentales y Derecho
del Trabajo”, 2004 visitado en página web www.iej.cl”. Esta opinión peyorativa del recurso de
protección, específicamente referida a la tutela de la libertad sindical, la comparte la doctrina
laboral. Así, Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo del Trabajo, ob. cit., pág. 486.
Capítulo II
El fuero sindical159
159 En este punto nos basamos en lo sostenido en Toledo Corsi, César, “El derecho de
sindicación y su protección: su tratamiento en los distintos modelos normativos que han regido
en Chile” en Cincuenta años de la Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social: Homenaje, Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Irene
Rojas Miño (Coordinadora), Abeledo-Perrot LegalPublishing, Santiago de Chile, 2011, págs.
135 a 176.
58 César Toledo Corsi
Título I
Referencia histórico-legislativa del fuero en Chile
160 Como ocurrirá en otras materias también, la legislación de 1931 dará cuenta de la dis-
tinción entre trabajadores respecto de los cuales resultada predominante el elemento intelectual
(empleados) y aquellos en que predomina el elemento manual (obreros). El sindicato reservado
para los obreros se denominó sindicato industrial, y se encontraba conformado únicamente
por obreros de cualquier empresa, sea minera, salitrera, de transporte, fábricas, manufacturas,
talleres y demás industriales o comerciales que registraren más de 25 obreros.
Los sindicatos industriales sólo podían federarse y confederarse para fines de educación,
asistencia, previsión y para el establecimiento de economatos y cooperativas, vale decir, para
fines marginales dentro de una organización sindical.
El sindicato industrial era voluntario en tanto los obreros no estaban obligados a formarlo,
pero, una vez constituido, para lo que requería un mínimo del 55% del personal de obreros,
todos los obreros de la empresa o establecimiento donde se había organizado el sindicato se
consideraban automáticamente sindicalizados.
A su vez, el sindicato típicamente vinculado a los empleados fue el sindicato profesional,
formado por personas que ejercían una misma profesión, industria o trabajo, o profesiones,
industrias o trabajos similares o conexos, con el fin de ocuparse exclusivamente en el estudio,
desarrollo y legítima defensa de los intereses comunes de los asociados, requiriendo la concu-
rrencia de 25 personas para su formación. En teoría podían ser tanto de obreros como de emplea-
dos, o de trabajadores independientes, profesionales o empleadores, aunque en la práctica fue
fundamentalmente de empleados (Walker Errázuriz, Francisco, “La institucionalidad laboral
chilena”, en Boletín Oficial de la Dirección del Trabajo Nº 96, Santiago, 1997, pág. 3).
Tutela de la libertad sindical 59
Por la vía de los sindicatos profesionales se constituyeron en la década del sesenta y pri-
meros años de la década del setenta del siglo XX, algunos sindicatos denominados únicos de
industria, al nivel nacional, que abarcaron parte importante de los trabajadores, incluyendo
empleados y obreros, de una rama industrial o de una gran empresa. (Thayer Arteaga, Wi-
lliam, El padre Hurtado y su Lucha por la libertad sindical, Santiago, 2000, pág. 399).
La protección legal del derecho de sindicación tomará, como ya lo hemos anunciado,
únicamente la forma del fuero, pero, en su versión original el legislador restringió el ám-
bito de aplicación del mismo. Se protegió a los directores sindicales, en la medida que se
hubieran cumplido con las formalidades pertinentes a la comunicación de la elección del
directorio sindical, al disponer que aquéllos no podían ser separados de la empresa sino
con acuerdo del Juez del Trabajo, desafuero este que se podía otorgar en base a todas las
causales de terminación de contrato, con excepción de la expiración del plazo, por la con-
clusión del trabajo o servicios que dieron origen al contrato y por voluntad de una de las
partes (art. 376 CT).
161 En el caso del dirigente del sindicato profesional, el fuero lo amparaba desde que se
hubiere hecho la primera de las tres publicaciones consecutivas en un diario de la localidad y
siempre que estuviere avisado el Inspector del Trabajo y hasta su elección y a los dirigentes
electos, hasta seis meses después de cesados en sus funciones (las directivas sindicales debían
renovarse anualmente en ambos tipos de sindicatos), salvo que hubieren sido removidos por
censura u otra medida disciplinaria adoptada por la asamblea del sindicato; en cambio, respecto
del fuero del dirigente de sindicato industrial, bastaba, en lugar de los tres avisos en un diario,
con el aviso al jefe de la empresa. La doctrina de la Dirección del Trabajo, sostuvo que la
inamovilidad concedida a los candidatos a directores les aprovechaba aunque la elección no
se hubiera realizado y duraba, en tal caso, hasta el término del mes siguiente a su designación
como tales (dictamen DT Nº 5.599, de 14.07.1952). De acuerdo a la doctrina, si el director
sindical era censurado, el fuero cesaba ipso jure, puesto que se asumía que los seis meses
adicionales se reconocían por el legislador siempre que dejare su cargo por motivos no puni-
bles (Gaete Berríos, Alfredo, Derecho del Trabajo, Empresa Editora ZigZag S.A., Santiago,
1943, pág. 401). En caso de renuncia a su cargo por parte del director sindical, conservaba su
fuero (dictamen DT Nº 9.493, de 14.12.1934).
162 Que hubieren sido designados en Asamblea preparatoria celebrada el mes anterior a la
elección, debiendo la lista haber sido comunicada a los respectivos patrones y al Inspector del
Trabajo de la localidad.
163 De acuerdo al artículo 808 del Código del Trabajo de 1931 tales representante ante las
164 Desde que se hubiere planteado el conflicto colectivo, ningún obrero o empleado
podía ser suspendido de su trabajo, a menos que hubiere atentado en contra de los bienes
o propiedades de la empresa o incitare al público a abstenerse a los productos que elabo-
re, rezaba el artículo 509 del Código del Trabajo. En todo caso, la interpretación de esta
disposición no estuvo exenta de dificultades. Hubo quienes sostuvieron que lo prohibido
era interrumpir o paralizar el trabajo de una empresa, establecimiento o faena durante la
existencia de un conflicto colectivo, pero en ningún caso que no pudiera desahuciar, siendo
entonces la norma de obligación bilateral. En contrario, Gaete Berríos sostuvo que la ley
lo que disponía era que ningún obrero o empleado podía ser desahuciado durante el tiempo
que durara el conflicto colectivo. En cuanto a los efectos de su contravención tampoco hubo
unanimidad. Para unos, la infracción estaba sancionada con la nulidad del acto (del desahu-
cio); para otros, constituía una mera infracción sancionada con multa sin perjuicio de las
indemnizaciones que procedieran. Gaete Berríos estimó que el efecto era que el desahucio no
tuviera valor, esto es, que el contrato de trabajo continuaba vigente porque de lo contrario,
la garantía del art. 509 CT sería ilusoria, ya que el trabajador habría perdido igualmente
su trabajo (Gaete Berríos, Alfredo, Derecho del Trabajo, Empresa Editora ZigZag S.A.,
Santiago, 1943, págs. 429-430).
165
De acuerdo al dictamen Nº 10.629 de 29.11.1935 de la Dirección General del Trabajo,
los conflictos colectivos terminan: 1º Por arbitraje y 2º Por acuerdo o consentimiento expreso
de las partes que, a su turno, podía producirse por: a) Por aceptación total o parcial de las
peticiones formuladas, o b) Por acatar la negativa del patrón con el abandono o desistimien-
to consiguiente de las peticiones (citado por Gaete Berríos, Alfredo, Derecho del Trabajo,
Empresa Editora ZigZag S.A., ob. cit., pág. 432).
166 La Dirección del Trabajo, en dictamen Nº 2631, de 06.04.1938, dispuso que “el fuero
de inamovilidad que el art. 376 del Código del Trabajo otorga a los directores de Sindicatos
no es extensivo a los directores de Confederaciones, por cuanto se trata de un privilegio
que la ley concede expresa y determinantemente a aquéllos y no a las entidades llamadas
Confederaciones de Sindicatos (…)”.
Tutela de la libertad sindical 61
167 E. Corte Suprema, recurso de queja, Rev. Jurisprudencia al Día, año VIII, 1936,
Nº 354-355, pág. 357, citado por Honorato M., Juan, Código del Trabajo, Tomo I, Editorial
Nascimento, 1941, pág. 213.
168 Corte Suprema, recurso de queja, Rev. Der. y Jur., Tomo XXXII, 1935, 2ª parte, sec. 1ª,
pág. 5, citado por Honorato M., Juan, Código del Trabajo, Tomo I, (1941), págs. 212-213. En un
sentido similar, reconociendo la ineficacia de la reincorporación, se dispuso: “Teniendo derecho
a sindicalizarse los obreros agrícolas, los Directores de tales Sindicatos que son separados sin
cumplimiento de las formalidades legales, deben ser indemnizados por los perjuicios que les
62 César Toledo Corsi
ocasiona tal separación”. (Juzgado del Trabajo de Santiago, Rev. Jurisprudencia al Día, año
XII, 1939, Nº 499-500, pág. 444, citado por Honorato M., Juan, ob. cit., pág. 213).
169 Citado por Morgado, Emilio, La inamovilidad de los mandatarios en el derecho laboral
rectores de Sindicatos no pueden ser separados de la empresa, sino con acuerdo del Juez del
Trabajo, es de carácter prohibitivo y debe entenderse incorporado al respectivo contrato, y su
incumplimiento, a falta de disposiciones especiales, está sujeto a las de la legislación común
y según las cuales, si alguno de los contratantes no cumple lo convenido, el otro puede pedir
o la terminación del contrato o su cumplimiento, con indemnización de perjuicios, pero estos
perjuicios, en caso de que proceda la resolución del contrato, porque las partes no deseen
perseverar en él, son los que efectivamente se hayan causado y no los sueldos que se hubieren
devengado durante el período de inamovilidad. Por lo tanto la sentencia que manda abonar
estos sueldos infiere al empleador un agravio que procede enmendar por la vía de la queja,
Tutela de la libertad sindical 63
Sentencia E. Corte Suprema, 29.07.1958, en Díaz Salas, Juan, Código del Trabajo,
174
Tomo IX, 1960, pág. 154, Nº 130, en Davis Davis, Pedro R., ob. cit., pág. 129.
Dictamen Nº 3.048, de 07.07.1960, citado por Davis Davis, Pedro R., Jurisprudencia
175
178 E. Corte Suprema, recurso de queja, sentencia 7 de noviembre 1952, rec., E. Burnier,
En materia de fuero, se regían por las normas comunes del Código del
Trabajo y, más adelante y en lo pertinente, por la Ley Nº 16.455 de 1966.
181 Modificado por la Ley Nº 16.624 que eliminó la distinción entre obreros y empleados
185 Podían dedicar hasta un máximo de quince días laborables en cada mes calendario a la
atención de los asuntos sindicales de los asociados, tiempo por el cual tenían derecho a que la
organización respectiva les abonara los jornales o sueldos, bonificaciones, asignaciones y demás
prestaciones que el director hubiere dejado de percibir en el caso de trabajar para la empresa (art.
8º inc. 1º). Durante el curso del mes, los directivos sindicales debían desempeñar efectivamente
sus labores contractuales dentro de la empresa por lo menos durante diez días laborables conse-
cutivos (art. 8º inc. 2º). Además, los dirigentes sindicales tenían derecho a percibir los viáticos y
gastos de movilización que establecieren los reglamentos internos de la organización respectiva,
aprobados por la Dirección del Trabajo (art. 11).
186 Walker Linares, Francisco, “Ley sobre Organización sindical de los Obreros Agríco-
las en Chile”. Anales de la Facultad de Derecho. Vol. XII - Años 1946 y 1947 - Nº 44 al 51.
http://www.analesderecho.uchile.cl/CDA/an_der_articulo/0,1361,SCID%253D2115%2526IS
ID%253D186,00.htm.
187 Dictamen Nº 111, de 23.07.1934, de la Dirección General del Trabajo, confirmado por el
dictamen Nº 397, de 25.10.1934, del Consejo de Defensa Fiscal (citados por Gaete Berríos, Al-
fredo, Derecho del Trabajo, Empresa Editora ZigZag S.A., Santiago, 1943, págs. 402-403).
68 César Toledo Corsi
188 La ley de sindicación de los trabajadores agrícolas de 1947, se apartará de toda protec-
ción del derecho de sindicación. Recordando los efectos de esta ley, a través de las palabras de
Walker Linares, diremos que restringió el principio de la libertad de asociación sindical, al darle
al sindicato escasas atribuciones, impidiéndole federarse, no otorgándole fuero a sus directores
sindicales, prohibiendo que un obrero formara parte de más de un sindicato, limitando la vida
del sindicato a un solo fundo, limitándola, así, por medio de una debilidad generada a partir de la
carencia de recursos y de los pocos afiliados. La inmensa mayoría de los trabajadores agrícolas
quedó al margen de los sindicatos agrícolas, debido a la dificultad de cumplir con los requisitos
exigidos por el legislador. El inciso 1º del art.16 de la Ley Nº 8.811, dispuso: “El sindicato
agrícola podrá constituirse en toda propiedad agrícola que tenga más de 20 obreros mayores
de 18 años de edad, con más de un año de servicio consecutivo en el mismo predio, que repre-
senten el 40% a lo menos de los obreros del respectivo fundo. A lo menos 10 obreros deben
saber leer y escribir”.
Por último, se prohibían las interrupciones del trabajo por los obreros, así como las huelgas
campesinas. La conciliación y el arbitraje ante juntas especiales eran obligatorias en los conflictos
colectivos y, para completar tan oscuro escenario sindical, el abandono colectivo del trabajo
por más del 55% de los obreros sindicalizados, arrastraba la disolución del sindicato. Walker
Linares, Francisco, ob. cit. La sola prohibición para constituir confederaciones de trabajadores
bastaba, en opinión de Guzmán, para echar al suelo todas las esperanzas de una acción sindical
efectiva, dejando al sindicato agrícola aislado, con una falta de oxígeno social tan grande, que
tal vez haya nacido muerto. (Guzmán Vial, Eulogio, La sindicación de los obreros agrícolas,
Santiago, 1948, pág. 23, citado por Gaete Berríos, Alfredo, ob. cit., pág. 90).
189 La inamovilidad duraba todo el período del ejercicio del cargo y hasta seis meses des-
190 Esta última disposición establecía que si el empleador se negaba a reincorporar al tra-
bajador dentro del plazo de dos días hábiles, el juez debía fijar de oficio o a petición de parte y
por vía incidental, la respectiva indemnización, la que no podía ser inferior a un mes por año
de servicios continuos o discontinuos prestados a la misma empresa y fracción no inferior a
seis meses, sin perjuicio de cualquier otro beneficio o indemnización que las leyes o contratos
otorguen al trabajador.
191 Macchiavello, Guido, Derecho del Trabajo, (Santiago, 1986). Tomo I, pág. 537.
192 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe de País (Chile) 1985, visitado
en http://www.cidh.org/countryrep/Chile85sp/Indice.htm.
70 César Toledo Corsi
193 Tapia Guerrero, Francisco, “Notas críticas sobre el derecho sindical chileno”, en De-
bertad sindical y Derechos Humanos Análisis de los informes del Comité de Libertad Sindical
de la OIT (1973-1990) Lira, Elizabeth y Rojas, Hugo (Editores), Lom, Santiago, 2009.
195
Estas causales eran:
a. La comisión de actos ilícitos que impidan al trabajador concurrir a su trabajo, o cumplir
con sus obligaciones laborales;
b. El atentado contra los bienes situados en las empresas;
c. Todo acto que haya destruido o destruya materiales, instrumentos o productos de trabajo,
o mercaderías, o disminuyan su valor o causen su deterioro;
d. Haber dirigido o dirigir la interrupción o paralización ilegales de actividades, totales o
parciales, en las empresas o en los lugares de trabajo, o en la retención indebida de personas
o bienes;
e. Haber incitado a destruir, inutilizar, interrumpir, o participar en hechos que dañen insta-
laciones públicas o privadas;
f. Haber participado o participar en la introducción al país, fabricación, almacenamiento, trans-
porte, entrega, al título que sea, de cualquier tipo de armas sin la autorización competente.
Tutela de la libertad sindical 71
operaban los fueros.196 El ilícito laboral irradiaba una fuerza irresistible sobre
el fuero preestablecido.197 Esta disposición con escasas modificaciones198,
se incorporó a la Ley Nº 16.455 en los términos dispuestos en el artículo
2º del D.L. Nº 930 de 1975.199
196 Pero no puede dejar de mencionarse que el mismo D.L. Nº 32 de 1973 dispuso la crea-
ción de Tribunales Especiales a cargo del conocimiento de las reclamaciones interpuestas por
toda persona cuyo contrato hubiese sido caducado o lo fuese en el futuro, siendo los integrantes
de aquéllos, el juez del departamento con competencia para conocer de los asuntos del trabajo,
un representante de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile designado por el Intendente
o Gobernador respectivo y por un Inspector del Trabajo designado por el Director del Trabajo,
actuando este último como relator y secretario del tribunal.
197 Irureta Uriarte, Pedro, ob. cit., pág. 3.
198 La principal fue aquella que incorporó como nueva causal: “La comisión de un delito
contemplada en la Ley Nº 12.927 sobre Seguridad del Estado, y sus modificaciones o en la Ley
Nº 17.798 sobre Control de Armas, y sus modificaciones. El empleador deberá dar cuenta de la
comisión de dicho delito a la autoridad respectiva para que ésta proceda a efectuar la denuncia
si lo estima conveniente”.
199 Esta norma se mantuvo en el D.L. Nº 2.200 de 1978 (artículo 15 con relación al 22)
agregando que si por sentencia firme se determinaba que el trabajador sujeto a fuero no había
incurrido en causal de caducidad (la norma no distinguía y podía entonces referirse tanto a las
clásicas, como las incorporadas por el D.L. Nº 930 en 1975), la medida que se hubiere adop-
tado, no producía efecto alguno. A su vez, la forma como fue recogida por el D.L. Nº 2.200 se
plasmó en el Código del Trabajo de 1987 (arts. 157 y 165).
200 El inciso 2º del artículo 2º del D.L. Nº 198 dispuso: ”Las organizaciones sindicales que,
por cualquier causa no hubieren tenido directiva o cuyo plazo de vigencia hubiere expirado
con anterioridad a la fecha señalada y aquellas cuya directiva esté integrada por un número
de dirigentes inferior mínimo que legal o estatutariamente les permita funcionar o sesionar,
completarán su directorio hasta el mínimo antes señalado, con los miembros de las referidas
organizaciones que sean los más antiguos trabajadores de la respectiva industria, faena o acti-
vidad, cualquiera que sea la naturaleza de éstas”.
201 Así, el D.L. Nº 2.347 de 1978 (D.O. 20.10.1978) declaró ilícitas y contrarias al orden
común. Los infractores eran sancionados con pena de presidio menor en sus grados medios a
máximo.
El último D.L. dictado antes del Plan Laboral, al que luego nos referiremos, fue el D.L.
Nº 2.376 publicado en el D.O. el 28.10.1978, que estableció las características de los nue-
vos sindicatos de trabajadores, que sustituyeron a los sindicatos industriales y profesionales
regulados por el Código del Trabajo de 1931, entre las que se encontraba la de no distinguir
entre empleados y obreros para efectos sindicales, toda vez que tales denominaciones habían
sido derogadas por el D.L. Nº 2.200. Se estableció que la base de actividad del sindicato de
trabajadores sería la faena, el establecimiento o la empresa en que prestaren sus servicios los
trabajadores; respecto a sus finalidades no se innovó con relación a lo dispuesto por la legisla-
ción de 1931; en cuanto a la afiliación se estableció que ésta sería absolutamente libre para los
trabajadores que se desempeñaran en la base de actividad del sindicato; se prohibía afiliarse
a alguna organización sindical cuando la empresa en que se trabajase existiese un número de
trabajadores permanentes suficientes para constituir un sindicato; para obtener personalidad
jurídica se mantuvieron los mismos requisitos existentes en la legislación de 1931. Pero una de
las materias fundamentales reguladas por este D.L., a través de sus disposiciones transitorias
fue el que se dispuso la renovación de todas las directivas de sindicatos de trabajadores, sin
que pudieren optar en esas elecciones los que a la misma fecha fueren dirigentes. Los electos
durarían cuatro años en sus cargos.
El mismo 28.10.1978 se publicó el D.S. Nº 159 que reglamentó las elecciones sindicales
dispuestas en el D.L. Nº 2.376, las que se llevaron a efecto el 31.10.1978 en todo el país. Para
aquellos sindicatos que tuvieron dificultades comprobadas se autorizó la prórroga de sus man-
datos, siempre que ellos hubieren estado vigentes al 31 de octubre (resolución Nº 15 exenta
D.O. 17.01.1979). Esto implicó una renovación masiva de todos los directorios de los sindicatos
industriales y de los profesionales constituidos sobre la base de empresa, establecimiento o faena.
Por no afectarles el D.L.Nº 2.376 no se renovaron las directivas de los sindicatos profesionales
que no tenían base empresarial, de los trabajadores marítimos, de la Gran Minería del Cobre y
de los sindicatos campesinos, que tampoco eran de base empresarial.
El 09.02.1979 se publicaron en el Diario Oficial, los D.L. Nºs. 2.544 y 2.545, preámbulos
del Plan Laboral. El primero de ellos, derogó el art. 4º transitorio del D.L. Nº 198 de 1973,
eliminándose así, al menos formalmente, las trabas para las reuniones sindicales. El D.L.
Nº 2.545 estableció la cotización obligatoria para todos los afiliados de organismos sindicales
o de las asociaciones gremiales del sector público, precisando que tales organismos eran libres
para fijar su sistema de recaudación de cuotas sociales, si bien reguló el descuento por planillas
de las mismas. También este D.L. determinó que el 1º de junio de 1979 era la fecha en la cual
deberían estar regularizados, de acuerdo a la nueva legislación, las cotizaciones sindicales o
gremiales y las afiliaciones.
202 Las normas pertinentes de la Ley Nº 16.455 modificadas por los D.L. en la forma como
Por otra parte, se dispuso que los directores sindicales que participaren
o incitaren a participar a sus afiliados en las conductas descritas en el art.
15 del D.L. Nº 2.200 serían sancionados con la cesación del cargo y con
la inhabilidad para ejercer esas mismas funciones en cualquier sindicato
por un período de tres años, sin perjuicio de las sanciones penales que pu-
dieren corresponderle (art. 29). Esta norma actuó también como resquicio
con la finalidad de burlar el procedimiento de desafuero, pues bastaba con
citar alguna de las causales del art. 15 que no brindaban fuero, para que el
trabajador se considerara despedido. La reclamación judicial del trabaja-
dor “aforado” aunque tuviera éxito no le reportaba su reincorporación al
trabajo, sino el pago de la indemnización correspondiente (art. 19). Este
203 D.L. Nº 930, tributario del D.L. Nº 32 de 1973, por el que se negaba la vigencia del fuero,
205
Manifestación de lo cual lo constituye el D.L. Nº 2.346 (D.O. 17.10.1978) que disolvió
siete federaciones sindicales y las organizaciones sindicales adheridas a ellas.
206
Especial importancia tendrá esta política, pues tal criminalización de la actividad sindical
será particularmente fértil durante la década del ochenta a raíz de la convocatoria de protestas
nacionales en contra de la Dictadura.
207 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe de País (Chile) 1985, visitado
en http://www.cidh.org/countryrep/Chile85sp/cap10.htm.
Tutela de la libertad sindical 75
A su vez, el art. 67 del D.L. Nº 2.756 dispuso que los directores de fede-
raciones y confederaciones gozarían de fuero, pero sólo cuando estuvieren
en posesión del cargo de director del sindicato afiliado y los permisos sin-
dicales serían de seis horas semanales.
dispuesta por vulneración al fuero sindical. A título referencial cabe citar el siguiente caso. Es
el caso de una queja presentada en contra del Gobierno de Chile ante el Comité de Libertad
Sindical. Se trata del caso núm. 1.152 nacido de una queja presentada con fecha 18 de agosto
de 1982 por la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores del Comercio, basada en el
despido por una empresa de calzado en la que laboraba hace 18 años, del Presidente de la Fe-
deración Nacional de los Trabajadores del Comercio y Cooperativas de Chile. Reconociendo en
su informe el Gobierno, que el despido se había producido sin haberse solicitado la autorización
judicial previa como lo exigía la legislación vigente, el inspector del trabajo aplicó a la empre-
sa la multa máxima prevista por la legislación equivalente a 450 dólares de Estados Unidos.
Precisamente por la aplicación de esta sanción el Gobierno estimó ante el CLS que ninguna
violación de la libertad sindical se había verificado. Frente al despido, el dirigente sindical,
según da cuenta el informe del CLS, interpuso un recurso en contra de su empleador ante los
tribunales. Las conclusiones del CLS fueron que: “Teniendo presente que el empleador ha sido
sancionado, el Comité estima sin embargo que la aplicación de multas de cuantía relativamente
modesta a empresas que infringen las disposiciones que protegen a los dirigentes sindicales
no siempre constituyen un elemento suficientemente disuasivo para impedir las prácticas de
discriminación antisindical. Uno de los medios que permitiría garantizar una protección eficaz
podría consistir en considerar que el despido de un dirigente sindical es nulo mientras no se
haya obtenido la autorización previa”. Comité de Libertad Sindical de la OIT. Informe núm.
218 (Vol. LXV, 1982, Serie B, Núm. 3) visitado en el sitio web http://webfusion.ilo.org/public/
db/standards/normes/libsynd/index.cfm?Lang=SP&hdroff=1.
76 César Toledo Corsi
210 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la le-
A fines del siglo XX, se sentaron las bases de las modificaciones que
ocurrirían en la primera década del siguiente siglo en materia de protección
de la libertad sindical y aquéllas las podemos encontrar en la ratificación de
los Convenios de la OIT 87 y 98 que, a poco andar, sirvieron de sustento a
la importante reforma contenida en la Ley Nº 19.759 (publicada en el Diario
Oficial el 5.10.2001), incorporando como principales modificaciones en
materia de fuero sindical, las siguientes:
Título II
¿Identidad o complementariedad de los mecanismos de tutela?
216 Toledo Corsi, César, La represión de las conductas antisindicales, ob. cit., pág. 136.
dentro de estas últimas se ha sostenido: “(…) indudablemente una de las más im-
217 Así,
portantes formas de tutela de la libertad sindical es el fuero laboral protección que posibilita
la libertad de los trabajadores en el ejercicio de sus derechos sindicales y que se encuentra
regulado en los artículos 243 y 174 del Código del Trabajo, norma esta última que establece
el mecanismo de la autorización judicial para poner término al contrato de trabajo, cuando
el trabajador aforado ha incurrido en alguna causal de caducidad del mismo”. “(…) en con-
secuencia, la denunciada al haber separado de sus funciones a una trabajadora aforada, sin
haber obtenido la autorización judicial, negándose a su reincorporación pese a haber sido
instada a ello en dos oportunidades por el fiscalizador de la Inspección del Trabajo, incurrió
en una conducta constitutiva de una práctica antisindical en los términos del artículo 289 del
Código del Trabajo (…)”. (Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de San Mi-
guel el 07.12.2007, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Supermercados
Monserrat S.A.C.”, rol Nº 416-2007, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de San Miguel
el 01.01.2008, rol Nº 18-2008 Tr.). En igual sentido, sentencia dictada por el Tercer Juzgado
del Trabajo de Santiago el 19.07.2002, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo
con Colegio Particular Bertrand Russel”, rol Nº 2.447-2002; Sentencia dictada por el Quinto
Juzgado del Trabajo de Santiago el 05.04.2007, en autos caratulados “Dirección General del
Trabajo con Express de Santiago Uno S.A.”, rol Nº 2.374-2006 y Sentencia dictada por el Sexto
Juzgado del Trabajo de Santiago el 12.03.2007, en autos caratulados “Dirección General del
Trabajo con Servicios Alimenticios Bravissimo Ltda.”, rol Nº 2.941-2006.
218 Ver al respecto, Toledo Corsi, César, “Análisis crítico de la aplicación del principio del
non bis in idem por la E. Corte Suprema en las sanciones por prácticas antisindicales”, publicado
en Estudios Laborales Nº 4, Editorial LegalPublishing, Santiago, 2009.
Tutela de la libertad sindical 83
2007; en igual sentido, sentencia dictada por el Cuarto Juzgado del Trabajo de Santiago el
18.04.2007, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Inspecciones y Proyectos
S.A.”, rol Nº 2780-2006.
221 En una de las primeras sentencias que se ocupó de esta situación, se desestimó una
denuncia por prácticas antisindicales, al sostenerse que no había conducta antisindical en el
despido comunicado al trabajador con 30 días de anticipo al haber precedido varios días a la
designación del actor como representante sindical, precisamente dentro de esos 30 días (Sen-
tencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, 25.04.2003, rol Nº 5.450-2002).
De la preocupación de las prácticas abusivas del fuero sindical dio cuenta también el Mensaje
84 César Toledo Corsi
Título III
El non bis in idem, el fuero y la tutela de la libertad sindical
Una primera lectura de este escenario nos dirá que las posibilidades
de conexión entre las infracciones a normas legales relativas a la libertad
sindical (fuero, no descuento de cuotas sindicales, etc.) y la sanción de las
prácticas antisindicales, son escasas dado el ámbito limitado de tales in-
fracciones y los efectos inhibitorios esperables de la sanción administrativa
en la conducta reprochada. Con todo, los casos en que, particularmente a
222 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la legis-
lación y jurisprudencia del período 1979-2006”, en Estudios Laborales Nº 1, 2007, Revista de
la Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, LexisNexis, Santiago,
pág. 136.
223 Así, dentro de estas últimas se ha sostenido: “(…) indudablemente una de las más im-
portantes formas de tutela de la libertad sindical es el fuero laboral protección que posibilita
la libertad de los trabajadores en el ejercicio de sus derechos sindicales y que se encuentra
regulado en los artículos 243 y 174 del Código del Trabajo, norma esta última que establece
el mecanismo de la autorización judicial para poner término al contrato de trabajo, cuando
el trabajador aforado ha incurrido en alguna causal de caducidad del mismo.” “(…) en con-
secuencia, la denunciada al haber separado de sus funciones a una trabajadora aforada, sin
haber obtenido la autorización judicial, negándose a su reincorporación pese a haber sido
instada a ello en dos oportunidades por el fiscalizador de la Inspección del Trabajo, incurrió
en una conducta constitutiva de una práctica antisindical en los términos del artículo 289 del
Código del Trabajo (…)”. (Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de San Mi-
guel el 07.12.2007, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Supermercados
Monserrat S.A.C.”, rol Nº 416-2007, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de San Miguel
el 01.01.2008, rol Nº 18-2008 Tr.). En igual sentido, sentencia dictada por el Tercer Juzgado
del Trabajo de Santiago el 19.07.2002, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo
con Colegio Particular Bertrand Russel”, rol Nº 2.447-2002.
224 “Que la separación de los trabajadores aforados, procede tenerla como constitutiva de
práctica antisindical, esto, porque como se ha dicho el despido de los trabajadores se registró
86 César Toledo Corsi
de la Universidad Austral, Vol. XIX, Nº 1- julio 2006, pág. 95, y Tapia Guerrero, Francisco,
Sindicatos en el Derecho chileno del trabajo, LexisNexis, 2005, Santiago, pág. 433.
Tutela de la libertad sindical 87
226 Sentencia dictada por el Juzgado del Letras de Arauco el 12.07.2002, en autos cara-
tulados “Inspección Comunal del Trabajo de Curanilahue con Servicios Amonites Limitada”,
rol Nº 37-2002.
227 Así, en un caso en que, entre otras conductas denunciadas como antisindicales, se re-
prochó el haber extendido beneficios de un instrumento colectivo sin efectuar los descuentos
a que obliga el artículo 346 del Código del Trabajo, en circunstancias que ya se había multado
por lo mismo en forma previa por la Inspección del Trabajo (sin que se deje constancia si el
empleador, luego de la sanción administrativa, mantuvo o no la conducta que motivó la multa),
se concluyó que “si bien es cierto que la mencionada infracción se encuentra acreditada en
el proceso, de acuerdo a los principios de equidad que rige todo nuestro ordenamiento jurí-
dico, no es posible sancionar dos veces un mismo hecho, toda vez que proceder de esa forma
constituiría un elemento que vulneraría el principio de justicia que debe regir en todo proceso
judicial, así lo ha recogido nuestro ordenamiento a través del tiempo, a modo de ejemplo, en
nuestro ordenamiento penal se contempla la norma del artículo 63 en materia de agravantes,
88 César Toledo Corsi
por lo mismo no le es lícito a este Sentenciador sancionar dos veces un mismo hecho aunque,
como sostiene la denunciante, los principios envueltos en la norma del artículo 346 y en la del
art. 289, tengan un carácter diverso”. (Sentencia dictada por el Juzgado de Letras de Puerto
Montt el 17.10.2002, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con Hospitales
de la Seguridad S.A.”, rol Nº 3.796-200). Se asume en este caso el principio de la equidad
como fundamento del rechazo a sancionar como práctica antisindical una conducta ya multada
previamente en sede administrativa y no deja de llamar la atención que se concluyera de tal
manera, a pesar de reconocerse explícitamente que los principios envueltos en las normas que
justifican las sanciones administrativa y judicial son diversos.
228 Sentencia del Tribunal Constitucional Español (Pleno) Nº 2/2003, de 16 de enero de
2003.
229 Vela Guerrero, Anderson, “El nen bis in idem y el derecho sancionador peruano. Su
231 Terradillos Basoco, Juan María, La siniestralidad laboral como delito, Editorial
aplicación a partir de la Ley del Procedimiento Administrativo General”, extraído del sitio web
http://www.teleley.com/articulos/art-anderson.pdf.
233 Díaz Pita, María del Pilar, “Informe español sobre el principio non bis in idem”, ob.
cit.
234 De León Villalba, Francisco Javier, ob. cit., pág. 487.
235
En otras latitudes esta distinción se ha trasladado a la jurisprudencia con decisiones
dispares (así en el caso español, ver De León Villalba, Francisco Javier, ob. cit., págs. 482-488).
En nuestro país, para el caso que nos ocupa, asumir la identidad fáctica normativa supondría
acudir al tipo infraccional que sirve de sustento a la sanción administrativa (v. gr. el contenido
90 César Toledo Corsi
Una de las materias que generan discusión dice relación con aquellos
casos en los cuales se castiga el hecho de haber sido sancionada una deter-
minada persona una cantidad determinada de veces, aparte de cada sanción
específica que contribuye a dicha suma.236
en el artículo 243 con relación al artículo 174 del Código del Trabajo) y, como en el caso de
las prácticas antisindicales éstas no son taxativas, únicamente podría discutirse la vulneración
al principio del non bis in idem, si idénticas circunstancias de hecho hubieren sido descritas
expresamente por el legislador como prácticas antisindicales. En cambio, asumiendo la identidad
fáctica, basta que las mismas circunstancias de hecho hayan servido como presupuesto para la
sanción administrativa y judicial.
236 El voto mayoritario en Sentencia del Tribunal Constitucional Español Nº 188/2005,
240 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la
caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con Colegio Particular Bertrand Russel”.
242 Así, en sentencia dictada por el Primer Juzgado Laboral de Santiago el 25 de abril de
2003, en autos rol Nº 5.450-2002, caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con So-
ciedad de Inversiones Guadi Limitada”, que dispuso “(...) Que, en consecuencia, el despido
del trabajador Sr. Tapia no tiene relación alguna con su elección como director sindical, y
habiendo adoptado la empleadora la decisión de prescindir de sus servicios con casi un mes
de anterioridad a dicha designación, procede rechazar la denuncia por práctica antisindical,
al no existir conductas lesivas de la libertad sindical, en ninguna de las formas previstas por
los artículos 289, 290 y 291 del Código del Trabajo”.
92 César Toledo Corsi
243
Imaginemos el siguiente caso. Un sindicato se constituye como de “empresa”, aunque
todos sus socios son trabajadores eventuales (por obra) que laboran para una obra cuya duración
es de seis meses. Termina la obra y el único director sindical reclama el fuero que le otorga la
calidad del sindicato, por sobre la naturaleza de su contrato. Asumiendo (más allá del abuso de
derecho que pudiera imputarse) que la ley le otorga la protección del fuero, no cabría concluir
que se le brinda la protección propia del ejercicio de la libertad sindical.
Tutela de la libertad sindical 93
En los casos que han motivado la recepción del principio del non bis in
idem por parte de los tribunales, no se han verificado los requisitos que copu-
lativamente debieran haber concurrido para poder concluir con certeza que
se estaba en presencia de una vulneración del principio del non bis in idem,
a saber: 1) Que a una misma persona natural o jurídica se le sancionara con
una multa por el tribunal; 2) Que el o los hechos en que se fundaren hubieren
sido exactamente idénticos a los tenidos en cuenta por la Inspección del
Trabajo en forma previa para sancionar con multa administrativa; 3) Que el
fundamento de ambas sanciones persiguiere cautelar idéntico bien jurídico;
4) Que la primera sanción (administrativa) estuviere ejecutoriada, y 5) Que
la primera sanción hubiere resultado eficaz (prohibición de autotutela).
244 Navarro Cardoso, Fernando, “El principio nen is in idem a la luz de la sentencia del
Título IV
El abuso del fuero sindical
Otro aspecto que encuentra cabida en la relación entre estas dos formas
de protección de la libertad sindical, lo encontramos en aquellos casos en
los cuales quienes gozan de fuero no ejercen actividad sindical alguna y
cuya pretensión, por ende, no es defender su derecho a desarrollarla sin
obstáculos, sino los beneficios que conlleva el fuero en lo que se refiere a
la estabilidad en el empleo y a la eventual negociación de esta última con
el empleador.
Ponemos el acento en los casos de abuso del fuero que han demandado
la atención pública en orden a buscar su erradicación por vía legislativa245.
Se trata de situaciones en que en lo tocante al fuero y su protección, a falta
de una reacción legislativa, no parecen encontrar obstáculos (la Inspección
del Trabajo no podría desconocer el fuero, ni las consecuencias que derivan
de su infracción al mismo, y no tiene, por otra parte, facultades para cali-
ficar la falta de apartamiento de la libertad sindical, cuya fuerte protección
no permite tal discusión), pero que sí lo enfrentan de cara a la protección
que brinda la sanción por prácticas antisindicales desde el momento que
ésta requiere, como esencial y obvio requisito, el que se esté afectando el
ejercicio de la libertad sindical, cuestión que, en los casos en comento, no
se verifica.
Ciertamente, nos estamos refiriendo aquí a esos casos en que el uso del
fuero dista de la finalidad prevista por el legislador y no a aquellas situa-
245 Así, se dejó constancia por parte de la entonces Presidenta de la República Michelle
Bachelet en el discurso del 21 de mayo de 2008, sin que ello se concretara en un proyecto de
ley.
Tutela de la libertad sindical 95
Título V
Alcances de la protección legal del fuero
246 Asísucedió en el caso recaído en sentencia dictada por doña Mónica Soffia Fernández,
Jueza Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, el 20.05.2005, RIT S-4 y S-7-
2009. En igual situación encontramos los casos en que no se ha acreditado el vínculo laboral
(pretendido por la demandante) con la empresa denunciada. Así, sentencia dictada por doña
Ximena Cárcamo Zamora, Jueza Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso el
13.05.2009, RIT S-5-2009.
96 César Toledo Corsi
Lo que supone que no se podrá alterar, por parte del empleador, la natu-
raleza de los servicios de un director sindical ni el sitio o recinto en que éste
desempeña sus labores ni modificar el inicio de su jornada de trabajo hasta
en sesenta minutos, salvo la ocurrencia de fuerza mayor. Esta protección
también la concede el legislador a los delegados sindicales.
247 En este último caso, el dictamen Nº 1.412/021, de 19.03.2010, expresamente dispuso que
el caso fortuito o fuerza mayor es una causal que no puede fundar una acción de desafuero.
Tutela de la libertad sindical 97
Se concreta en:
248 Será no inferior a 6 horas semanales por cada director, la que aumentará a 8 horas
250
De acuerdo a la doctrina de la Dirección del Trabajo, contenida, entre otros, en el dic-
tamen Nº 4.544/322, de 22.09.1998. “No resulta procedente que el empleador rebaje de las
cuotas sindicales que debe retener y depositar al sindicato en conformidad al artículo 262 del
Código del Trabajo, aquellos pagos de permisos sindicales que ha efectuado sin estar obligado
a ello”. Asimismo, de acuerdo al mismo dictamen, “Los directores sindicales están obligados
a dar aviso al empleador de la oportunidad en que harán uso del permiso sindical, sólo en
cuanto sea necesario para que la empresa adopte las providencias del caso y se evite un en-
torpecimiento en las actividades de la misma”. A su vez, mediante dictamen DT Nº 2.884/156,
de 04.06.1999, se ha dictaminado que el empleador se encuentra facultado “para controlar
las horas de permiso sindical fuera y dentro del recinto de la misma y a descontar de las re-
muneraciones el tiempo no laborado por los dirigentes sindicales que excedan el lapso legal,
sin perjuicio de las condiciones de ejercicio de los permisos sindicales que puedan negociarse
y que modifiquen los mínimos legales vigentes, como asimismo, sin perjuicio también de la
finalidad a que debe estar supeditado dicho sistema de control”.
Tutela de la libertad sindical 99
252 Sentencia (de reemplazo) dictada por la E. Corte Suprema el 02.10.2008, rol Nº 3.531-
2008.
Tutela de la libertad sindical 101
Título I
Consideraciones preliminares
Las prácticas antisindicales son todas aquellas conductas que, por vía de
acción o de omisión, lesionan la libertad sindical afectando a los titulares
de este derecho.
255 Así, se ha sostenido que pueden provenir “de cualquier persona o institución” (sentencia
libertad sindical” (sentencia dictada por don Alonso Fredes Hernández, Juez Titular del Juzgado
de Letras del Trabajo de Rancagua, 12.11.2010, RIT S-11-2010).
257 “(…) son aquellas conductas que atenten contra cualquiera de dichos aspectos, a saber,
libertad sindical en relación con su empleo’; y el numeral 2 del citado artículo que señala que
tal protección debe ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por objeto: ‘b) despedir
a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o de su
participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento
del empleador, durante las horas de trabajo’; y el Convenio Nº 135, sobre los representantes
de los trabajadores, relativo a la protección y facilidades que deben otorgarse a los represen-
tantes de los trabajadores en la empresa, que establece en su artículo 1º que los representantes
de los trabajadores en la empresa deberán gozar de protección eficaz contra todo acto que
pueda perjudicarlos, incluido el despido por razón de su condición de representantes de los
trabajadores, de sus actividades como tales, de su afiliación al sindicato, o de su participación
en la actividad sindical”. (Sentencia dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Jueza Titular
del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, 2.7.2010, RIT S-24-2010).
259 Más adelante nos haremos cargo del alcance de esta expresión con más detalle.
260 En España, la perspectiva objetivista, como la planteada aquí, caracteriza las conductas
18-19.
Tutela de la libertad sindical 105
Resulta a lo menos paradojal que las normas que sancionan las prácticas
que atentan contra la libertad sindical tuvieran su origen en plena dictadura,
en momentos en que la actividad sindical sufrió un receso forzado a partir
del 11 de septiembre de 1973 y se multiplicaron las graves agresiones en
contra de quienes habían desempeñado algún rol sindical o pretendían
hacerlo en la clandestinidad, de todo lo cual dieron cuenta las constantes
quejas ante instancias internacionales, que se reflejan en los informes que
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos elaboró en diferentes
oportunidades durante esa época.
262 Ermida Uriarte, Óscar, “La protección contra los actos antisindicales”, ob. cit., pág.
13.
263
Mizala, Alejandra y Romaguera, Pilar, “La legislación Laboral y el mercado de trabajo
en Chile: 1975-2000”.
264 Tal como ocurrió con otras dictaduras de la Región. Así, en Argentina, la Junta Militar
Trabajo Nº 75 editado por el Centro de Estudios Públicos en diciembre de 1986, extraído de
Tutela de la libertad sindical 107
Título II
Las prácticas desleales en el Plan Laboral
la página web del CEP. Estos mismos argumentos fueron expresados en repetidas ocasiones
por el entonces Ministro del Trabajo José Piñera Echenique, en las discusiones llevadas al
efecto en la Junta Militar. Sesión de la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida
en Acta Nº 372-A, visitado en el sitio web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/
visorPdf?id=10221.3/34761.
270 Álamos M., Rodrigo, ob. cit.
271 Son las características del período 1979-1989 según Mizala y Romaguera.
272 Supiot, Alain, “Perspectiva jurídica de la crisis económica de 2008”, en Revista Inter-
1935 (Ley Wagner) de EE.UU., que prohibió determinadas conductas (únicamente) patronales
calificándolas como “prácticas desleales” (la obstrucción del ejercicio de los derechos sindicales,
los actos de injerencia de los empleadores en las organizaciones de trabajadores, ciertos actos
de discriminación antisindicales y la negativa a negociar colectivamente). Con posterioridad
la Ley de Relaciones Obrero-Patronales de 1947 (Ley Taft-Hartley) bilateralizó en EE.UU. las
prácticas desleales, calificando como prácticas desleales determinados actos cometidos por
las organizaciones de trabajadores en perjuicio de empleadores, como el uso de la violencia,
108 César Toledo Corsi
279 Ver Cisternas, Lamberto, Larraín, Patricio y Zamora, Luis, Nueva legislación laboral,
281 Comité de Libertad Sindical de la OIT. Informe núm. 218 (Vol. LXV, 1982, Serie B, Núm. 3)
http://webfusion.ilo.org/public/db/standards/normes/libsynd/index.cfm?Lang=SP&hdroff=1
282 Ley Nº 18.620.
283 Denominado “De las organizaciones sindicales y del delegado del personal”.
284
Otro artículo, que, en un texto casi idéntico corresponde al actual artículo 291 del Có-
digo del Trabajo, describía dos tipos de infracciones que atentan contra la libertad sindical, sin
denominarlas previamente como prácticas desleales.
285 Denominado “De la negociación colectiva”.
286 Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. cit., pág. 467.
287 Lectura, por lo demás, propia de la comunidad laboral nacional en el siglo XX, como
bien da cuenta Ugarte Cataldo, José Luis (“Libertad Sindical y Constitución: Cómo superar
Tutela de la libertad sindical 111
una vieja lectura”, Boletín Oficial de la Dirección del Trabajo, Publitecsa, diciembre 1999,
págs. 31 y ss.
288 Caamaño Rojo, Eduardo, “La tutela jurisdiccional de la libertad sindical”, Revista de
protecciones plenas, por medio de interpretaciones finalistas, como sucedió con la ya mítica
Sentencia 11/81, de 8 de abril, del Tribunal Constitucional Español.
112 César Toledo Corsi
Título III
Las prácticas antisindicales a partir de la Ley Nº 19.069 de 1991
292 Así, se sanciona al que ejecute actos de injerencia sindical tales como intervenir activa-
Mirada con la ventaja de los años transcurridos, dicha ley, por una parte
no sólo mantuvo la criticada técnica legislativa a que se ha hecho referen-
cia, sino que también la fortaleció al agregar otras conductas específicas
constitutivas de prácticas atentatorias de la libertad sindical295. Sin embargo,
por otra parte, dio cuenta de la intención de perseguir una tutela efectiva
de la libertad sindical, muestra de lo cual fue que se hubiera incorporado la
denominación “prácticas antisindicales”, como sinónimo de la expresión,
“desleales”.
298 Así
lo sostuvo el senador William Thayer, “Diario Oficial de la República de Chile,
Leyes anotadas y concordadas Nº 10, D.F.L. Nº 1 de 1994 del Ministerio del Trabajo y Previ-
sión Social”, editado por el Diario Oficial de la República de Chile, Talleres Offset La Nación,
Santiago de Chile, pág. 168.
299 El autor, en tal año, antes de la entrada en vigencia de la Ley Nº 19. 759, constató que
Esa ineficacia fue advertida, sin embargo, fracasaron los intentos por
remediarla. A este respecto, a principios de 1996, Luis Lizama acusaba
como una de las dificultades que permitían explicar tan escaso número de
sentencias, la acreditación de los hechos constitutivos de práctica desleal,
los que, en no pocas ocasiones, sostenía, tenían una apariencia de legalidad,
que sólo podía ser destruida probando que se había realizado con el fin de
lesionar los derechos protegidos.301 Se asumía, en sus palabras, la opción por
la teoría subjetivista en materia de prácticas antisindicales, y como solución,
Empresa c/Vulco”, 3º J.L. San Bernardo, de 29.04.2000 (rechazada la denuncia), “Sind. c/ Co-
telsa S.A.”, 1º J.L.T. S.Miguel, de 05.05.2000 (rechazada la denuncia), “Sindicato c/Starco”, 6º
J.L.T. Stgo., de 02.06.2000, “Sind. Trab. C/SQS Chile Ltda.”, 1º J.L.T. S.Miguel, de 14.07.2000,
“Contreras c/Clínica Bellolio”, 5º J.L.T. Stgo., de 16.09.2000, “Urrutia c/Servicios”, 6º J.L.T.
Stgo., de 25.04.2001.
300 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la legis-
se procuraba que los jueces hicieran uso de todas las facultades derivadas
de la apreciación de la prueba en conciencia, sobre cuya base aquéllos no
se encontraban limitados para valorar o ponderar la prueba rendida.302
Título IV
La ratificación de los Convenios 87 y 98 de la OIT por Chile y sus
efectos en materia de sanción por prácticas antisindicales
302
Lizama Portal, Luis, “Comentario a la sentencia definitiva del Juzgado de Letras de
Temuco...”, ob. cit., pág. 142.
303 El proyecto original entregaba al Director Regional del Trabajo la competencia para
conocer y resolver las infracciones por prácticas desleales o antisindicales, de cuya resolución
podía reclamarse ante el Juzgado de Letras del Trabajo respectivo.
Tutela de la libertad sindical 117
Estado chileno el compromiso de respetar la norma según la cual “los trabajadores deberán
gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar
la libertad sindical en relación con su empleo” (artículo 1.1. del Convenio Nº 98 de la OIT),
118 César Toledo Corsi
señalando que dicha protección, debía ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por
objeto: a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato
o a la de dejar de ser miembro de un sindicato; b) despedir a un trabajador o perjudicarlo en
cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sin-
dicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas
de trabajo (artículo 1.2. del Convenio Nº 98 de la OIT). En esa dirección, precisamente, se
inscriben la modificaciones introducidas por la citada Ley Nº 19.759, en materia de tutela de la
libertad sindical (en lo referido al aumento de monto de la multa por prácticas antisindicales; al
establecimiento de reglas básicas a respetar por el juez en la tramitación de las denuncias por
prácticas antisindicales; en la eliminación del requisito de la reiteración de la condena para la
procedencia de la publicidad de la empresa y/o sindicato condenado por prácticas antisindicales,
bastando a partir de tal ley, con una sola condena para tal efecto; la posibilidad de demandar
el despido antisindical por parte de quienes no siendo titulares de fuero sindical, hubieren sido
despedidos con ocasión de una práctica antisindical, pudiendo instar por su reincorporación a
una indemnización suplementaria a la que ordinariamente le corresponde por años de servicios,
y la obligación de la Inspección del Trabajo respectiva, de denunciar al tribunal competente,
los hechos que estime constitutivos de prácticas antisindicales o desleales de los que se tome
conocimiento.
309 Rol Nº 3.394-00.
Tutela de la libertad sindical 119
Pero lo cierto es que, en adelante, la constante será que las citas en las
sentencias de normas internacionales del trabajo no han supuesto una solu-
ción que, salvando vacíos y/o contradicciones de la ley laboral, se acerque
al principio de la libertad sindical, alejándose de la posibilidad de atemperar
las notorias contradicciones de las normas disposiciones legales chilenas
con el estándar de las normas internacionales del trabajo vigentes. Más bien,
han tendido a citarse “a mayor abundamiento”.
Título V
Las prácticas antisindicales a partir de la Ley Nº 19.759 de 2001
ción de los derechos sindicales en la legislación”, en Derecho del Trabajo: Normas y Realidad.
122 César Toledo Corsi
Estudios en homenaje al Profesor Ramón Luco Larenas, Universidad Nacional Andrés Bello,
1ª Edición, 1993, pág. 204) entregaba la posibilidad de hacerse parte a las Inspecciones del
Trabajo, pero no hay registro que ello haya ocurrido.
Tutela de la libertad sindical 123
Título VI
Las prácticas desleales o antisindicales en la ley chilena
316 Kahn-Freund, Otto, Trabajo y Derecho, Ministerio del Trabajo y Seguridad Social,
Sin embargo, como veremos, este escenario en los últimos años se ha visto
alterado, al haberse generado criterios jurisprudenciales que han incorporado
nuevos elementos para el reconocimiento de toda práctica antisindical.
De acuerdo a los artículos 289 y 290 del Código del Trabajo (CT), serán
consideradas prácticas desleales las acciones que atenten contra la libertad
sindical. Se trata de una descripción que en pocas, pero precisas palabras,
condensa lo necesario para satisfacer el objetivo de garantizar eficazmen-
te la libertad sindical. Sin embargo, lo que sigue a esa descripción de las
conductas antisindicales, por medio de la designación, en ambos artículos,
de varias circunstancias que, en el evento de manifestarse, significará para
sus sujetos activos haber incurrido en conductas antisindicales319, echa
la siguiente manera:
“Artículo 289. Serán consideradas prácticas desleales del empleador, las acciones que
atenten contra la libertad sindical.
Incurre especialmente en esta infracción:
a) El que obstaculice la formación o funcionamiento de sindicatos de trabajadores negán-
dose injustificadamente a recibir a sus dirigentes, ejerciendo presiones mediante amenazas de
pérdida del empleo o de beneficios, o del cierre de la empresa, establecimiento o faena, en caso
de acordarse la constitución de un sindicato; el que maliciosamente ejecutare actos tendientes
a alterar el quórum de un sindicato.
Tutela de la libertad sindical 125
por tierra la que hubiera sido una celebrada técnica legislativa. Su origen,
como ya hemos señalado320, se encuentra en el D.L. Nº 2.758 de 1979,
extendiéndose la misma descripción, criticada desde el momento mismo
Las conductas a que alude esta letra se considerarán también prácticas desleales cuando
se refieran a los Comités Paritarios de Higiene y Seguridad o a sus integrantes;
b) El que se niegue a proporcionar a los dirigentes del o de los sindicatos base la informa-
ción a que se refieren los incisos quinto y sexto del artículo 315;
c) El que ofrezca u otorgue beneficios especiales con el fin exclusivo de desestimular la
formación de un sindicato;
d) El que realice alguna de las acciones indicadas en las letras precedentes, a fin de evitar
la afiliación de un trabajador a un sindicato ya existente;
e) El que ejecute actos de injerencia sindical, tales como intervenir activamente en la orga-
nización de un sindicato; ejercer presiones conducentes a que los trabajadores ingresen a un
sindicato determinado; discriminar entre los diversos sindicatos existentes otorgando a unos y no
a otros, injusta y arbitrariamente, facilidades o concesiones extracontractuales; o condicionar
la contratación de un trabajador a la firma de una solicitud de afiliación a un sindicato o de
una autorización de descuento de cuotas sindicales por planillas de remuneraciones;
f) El que ejerza discriminaciones indebidas entre trabajadores con el fin exclusivo de in-
centivar o desestimular la afiliación o desafiliación sindical, y
g) El que aplique las estipulaciones de un contrato o convenio colectivo a los trabajadores
a que se refiere el artículo 346, sin efectuar el descuento o la entrega al sindicato de lo des-
contado según dicha norma dispone.
Artículo 290. Serán consideradas prácticas desleales del trabajador, de las organizaciones
sindicales, o de éstos y del empleador en su caso, las acciones que atenten contra la libertad
sindical.
Incurre especialmente en esta infracción:
a) El que acuerde con el empleador la ejecución por parte de éste de alguna de las prácticas
desleales atentatorias contra la libertad sindical en conformidad al artículo precedente y el
que presione indebidamente al empleador para inducirlo a ejecutar tales actos;
b) El que acuerde con el empleador el despido de un trabajador u otra medida o discrimi-
nación indebida por no haber éste pagado multas, cuotas o deudas a un sindicato y el que de
cualquier modo presione al empleador en tal sentido;
c) Los que apliquen sanciones de multas o de expulsión de un afiliado por no haber aca-
tado éste una decisión ilegal o por haber presentado cargos o dado testimonio en juicio, y
los directores sindicales que se nieguen a dar curso a una queja o reclamo de un afiliado en
represalia por sus críticas a la gestión de aquélla;
d) El que de cualquier modo presione al empleador a fin de imponerle la designación de
un determinado representante, de un directivo u otro nombramiento importante para el proce-
dimiento de negociación y el que se niegue a negociar con los representantes del empleador
exigiendo su reemplazo o la intervención personal de éste, y
e) Los miembros del directorio de la organización sindical que divulguen a terceros ajenos
a éste los documentos o la información que hayan recibido del empleador y que tengan el
carácter de confidencial o reservados”.
320 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la le-
321 Así, Cisternas, Lamberto, Larraín, Patricio y Zamora, Luis, Nueva legislación laboral,
que se considera como sujetos pasivos a los Comités Paritarios y a sus integrantes, así como
en las letras d) y e) del art. 290 CT, en que el sujeto pasivo de las conductas es el empleador
individualmente considerado.
323 Así, entre varios, proyecto de ley que busca tipificar como nueva conducta antisindical
325 En este caso se encuentra la sentencia del Juzgado del Trabajo de Valdivia dictada el
05.06.2009, RIT T-5-2009, que desestimó una denuncia por prácticas antisindicales, en parte,
porque las conductas denunciadas no resultaba posible encuadrarlas en ninguno de los tipos
legales (más allá, en nuestra opinión, que el defecto que sí debió consignarse fue que de accio-
nara por tutela de libertad sindical, por parte de quien no es titular de este derecho).
326 Sentencia dictada el 23.03.2004, rol Nº 1.967-2003. En igual sentido, sentencia de la
E. Corte Suprema, dictada el 19.12.2006, rol Nº 6.123-06.
327 Sentencia del Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Pucón, dictada el 19.03.2007,
rol Nº 611.
328 Sentencia del Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir dictada el 22.11.2007, rol
329
Sentencia dictada el 06.01.2012 por don Eduardo Ramírez Urquiza, Juez del Trabajo
de Castro, RIT S-4-2011.
330 Toledo Corsi, César, “La irrelevancia del elemento subjetivo en las prácticas antisindi-
331 Así,
Cisternas, Lamberto, Larraín, Patricio y Zamora, Luis, en “Nueva Legislación
Laboral, comentarios y textos”, ob. cit., pág. 136.
332 Así, en la Sesión de la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en
“En base a los principios de libertad sindical, todos los trabajadores –con la
sola excepción de los miembros de las fuerzas armadas y la policía–deberían
tener derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así
como de afiliarse a las mismas. El criterio para determinar las personas cu-
biertas por este derecho no se funda por tanto en la existencia de un vínculo
laboral con un empleador, que a menudo no existe, por ejemplo en el caso de
los trabajadores de la agricultura, los trabajadores autónomos en general o
los que desempeñan profesiones liberales, y que, sin embargo, deben disfrutar
del derecho de organizarse”.336
Para dar cuenta de las dificultades que encierra asumir el derecho de los
funcionarios públicos a recurrir al procedimiento de tutela, debe incorporarse
a la reflexión, los casos en que estos últimos han demandado por esta vía,
la tutela de sus derechos fundamentales en general.340
339 En el mismo sentido, Vergara Montoya, Juan, “Despidos en el sector público: apli-
342 Así, sentencia I. Corte de Apelaciones de Valparaíso, dictada el 04.09.2009, rol Nº 267-
2009.
343
Así, sentencia I. Corte de Apelaciones de Coyhaique, dictada el 04.02.2010, rol
Nº 1-2010.
344
Vergara Montoya, Juan, “Despidos en el sector público: aplicabilidad del procedimiento
de tutela laboral”, ob. cit. En este mismo sentido se inscribe la jurisprudencia de la Contraloría
General de la República, contenida en el dictamen Nº 47.790, de 18.08.2010.
345 Vergara Montoya, Juan, “Despidos en el sector público: aplicabilidad del procedimiento
de ello y sin perjuicio del efecto relativo que la ley asigna a estas sentencias
también, se concluyó que “debe entenderse unificada la jurisprudencia en
el sentido que los juzgados laborales son incompetentes absolutamente, en
razón de la materia, para conocer de una demanda de tutela de derechos
laborales fundamentales incoada por funcionarios públicos designados en
calidad de contrata…”.
decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, ob. cit., párrafo 754, pág. 162.
Tutela de la libertad sindical 137
348 Al respecto, ver Orden de Servicio Nº 9 de 2008 de la Dirección del Trabajo.
349 Artículo 220 Nº 4 del Código del Trabajo.
138 César Toledo Corsi
Título VII
Compatibilidad entre las sanciones impuestas en sede administrativa
y la sanción judicial por prácticas antisindicales. ¿Infracción al
principio del non bis in idem?
350 Tal como lo advierte, por lo demás, el voto disidente de la sentencia de julio de 2006.
Los antecedentes más remotos de este principio se encuentran en el marco del proceso roma-
no, simbolizado en el aforismo latino “bis de eadem re ne sit actio”, según el cual se prohibía
promover un nuevo juicio a través de una segunda demanda sobre la misma materia, por la
misma o diferente acción, una vez nacido el vínculo procesal. (De León Villalba, Francisco
Javier, “Acumulación de sanciones penales y administrativas. Sentido y alcance del principio
ne bis in idem”, ob. cit., págs. 34-35.
351 Con especial énfasis en el ámbito ambiental, en el de la seguridad en el trabajo y el de
valores y seguros.
Tutela de la libertad sindical 139
proceso penal respecto de hechos por los que se ha impuesto previamente una sanción admi-
nistrativa”. http://www.lmo.cl/content/view/254/27/.
354 En tal sentido, Vergara B., Alejandro: “Esquema de los Principios del Derecho Ad-
ministrativo Sancionador”, Revista de Derecho, Universidad Católica del Norte, Nº 2, año
2004, citado por Evans Espiñeira, Eugenio en “La sanción administrativa y la regulación de
las actividades económicas. Efectos de un cambio en la jurisprudencia constitucional” (http://
www.derecho.uchile.cl/jornadasdp/archivos/evans_sanciones_administrativas.pdf)¨.
355 Considerando 9º de Sentencia dictada el 26 de agosto de 1996, rol Nº 244.
356 Dictamen Nº 28.226, de 22 de junio de 2007.
140 César Toledo Corsi
357
La tesis dominante del Tribunal Constitucional a partir de las sentencias de 8 de agosto
de 2006 (Rol Nº 479) y de 27 de julio de 2006 (Rol Nº 80), sostiene que “afirmar que una de-
terminada materia está regida por el principio de legalidad no equivale necesariamente a excluir
que la potestad reglamentaria de ejecución pueda, dentro de los márgenes constitucionales,
normar esa misma materia”. (considerando Decimotercero, sentencia Rol Nº 80-2006).
358 Por regla generalísima una Superintendencia.
359 Así, a modo ilustrativo, cabe dar cuenta del conflicto que suscita en nuestro país por
la posible afectación al principio del non bis in idem, la norma contenida en el artículo 55 de
la Ley de Mercado de Valores y Seguros, según la cual “la persona que infrinja las disposi-
ciones contenidas en la presente ley, sus normas complementarias o las normas que imparta
la Superintendencia ocasionando daño a otro, está obligada a la indemnización de perjui-
cios. Lo anterior, no obsta a las sanciones administrativas o penales que asimismo pudiere
corresponderle”. Frente a esta norma, se ha sostenido que “de una interpretación armónica
del Título XI ‘De las Sanciones’ de la LMV, se llega a la conclusión correcta, esto es, que las
sanciones penal y administrativa tienen un carácter complementario, siendo ésta accesoria
de aquélla, y no frente a una alternatividad y menos un concurso de sanciones. Por tanto, al
aplicarse ambas sanciones, se debe instrumentalizar el criterio de la proporcionalidad, esto
es que la multa administrativa debe moderarse con respecto a la penal, para que el montaje
de ambas, no resulte excesivo ni desproporcionado en atención a la cuantía y magnitud del
delito cometido”. Gorayeb, Tannia, “Concurso de sanciones en la Ley de Mercado de Valores
y non bis in idem”, extraído del sitio web (http://www.iurisprudentia.cl/2006/04/05/concurso-
de-sanciones-en-la-ley-de-mercado-de-valores-y-non-bis-in-idem/).
Tutela de la libertad sindical 141
360 De ahí, la citada norma del artículo 55 de la Ley de Mercado de Valores y, sin agotar
los posibles ejemplos, la norma inserta en el artículo 293 del Código del Trabajo, según la
aplicación de las multas (judiciales) por prácticas antisindicales a que se refiere el artículo 292
del mismo cuerpo legal, es sin perjuicio de la responsabilidad penal en los casos en que las
conductas antisindicales o desleales configuren faltas, simples delitos o crímenes.
361 Así, Sentencia del Tribunal Constitucional Español Nº 188/2005, de 7 de julio de
2005.
362 Así, la Ley española del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Pro-
vez, el artículo 230 Nº 10 de la Ley de Procedimiento Administrativo General (LPAG), Ley
Nº 27.444 de Perú, dispone: “No se podrá imponer sucesiva o simultáneamente una pena o
una sanción administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del
sujeto, hecho y fundamento”.
363 Así en el caso español, al referirlo al artículo 25 de la Constitución. Díaz Pita, María
del Mar, Informe español sobre el principio non bis in idem y la concurrencia de jurisdicciones
entre los tribunales penales españoles y los tribunales penales internacionales, incorporado en la
Revue internationale de droit pénal (Vol. 73). Extraído del sitio web www.cairn.info/load_pdf.
php?ID_ARTICLE=RIDP_733_0873. En el caso peruano, a falta de su consagración expresa
en la Constitución, se lo ha hecho derivar de los principios de legalidad y debido proceso con-
sagrados en el artículo 139 incisos 2 y 13 (Vera Guerrero, Anderson, ob. cit.).
364 Sentencia del Tribunal Constitucional Español (Pleno) Nº 2/2003, de 16 de enero de
2003.
365 Vela Guerrero, Anderson, “El ne bis in idem y el derecho sancionador peruano. Su
dispares.371 En nuestro país, para el caso que nos ocupa, asumir la identidad
fáctica normativa supondría acudir al tipo infraccional que sirve de sus-
tento a la sanción administrativa (v. gr. el contenido en el artículo 243 con
relación al artículo 174 del Código del Trabajo) y, como en el caso de las
prácticas antisindicales éstas no son taxativas, únicamente podría discutirse
la vulneración al principio del non bis in idem, si idénticas circunstancias
de hecho hubieren sido descritas expresamente por el legislador como
prácticas antisindicales. En cambio, asumiendo la identidad fáctica, basta
que las mismas circunstancias de hecho hayan servido como presupuesto
para la sanción administrativa y judicial.
Una de las materias que generan discusión dice relación con aquellos
casos en los cuales se castiga el hecho de haber sido sancionado una deter-
minada persona una cantidad determinada de veces, aparte de cada sanción
específica que contribuye a dicha suma.372
371 Así en el caso español, ver De León Villalba, Francisco Javier, ob. cit., págs. 482-488.
372 El voto mayoritario en Sentencia del Tribunal Constitucional Español Nº 188/2005, de
07.07.2005, consideró que la nueva sanción no suponía la consideración de un nuevo hecho.
373 Arroyo Zapatero, L., “El ne bis in idem en las infracciones al orden social. La preven-
ción de riesgos laborales y los delitos contra los derechos de los trabajadores y la Seguridad
Social”, citado por Terradillos Basoco, Juan María, La siniestralidad laboral como delito,
Editorial Bomarzo, Albacete, 2006, pág. 128.
146 César Toledo Corsi
377 Dada la trascendencia de esta sentencia, útil resulta también traer a discusión el contenido
del voto disidente, que reflexionó del siguiente modo: “Que, como es sabido, el recurso de
casación en el fondo es de derecho estricto; de modo que, al exigir el artículo 767 del Código
de Procedimiento Civil que para su procedencia debe existir una infracción de ley se está
refiriendo al concepto y definición que de la palabra ley nos entrega el artículo 1º del Código
Civil, al expresar que es ...una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la
forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite.... Y, es obligatorio entenderlo
así porque también la ley ordena que cuando su sentido es claro el tenor literal del precepto
no puede ser desatendido, a pretexto de consultar su espíritu. De modo que, para los efectos
148 César Toledo Corsi
mente a trabajadores en huelga a contar del primer día sin cumplir con los requisitos legales,
infringiéndose, en concepto de la Inspección del Trabajo los artículos 381 incisos tercero,
cuarto y final y artículo 477 del Código del Trabajo. La Dirección del Trabajo ha señalado
que la comprobación por el fiscalizador actuante de infracciones al artículo 381 del Código
del Trabajo, dará origen a la interposición de una denuncia judicial por práctica desleal en
contra del empleador, a la que se acompañará copia del informe levantado y la resolución de
multa para fundar la acción procesal. Es precisamente lo que ha hecho el Inspector Provincial
del Trabajo de Valdivia, quien con fecha 8 de noviembre de 2006 y de conformidad a lo dis-
puesto en el artículo 292 inciso cuarto del Código del Trabajo formuló denuncia por hechos
que son constitutivos de prácticas antisindicales o desleales en la negociación colectiva de
la cuales tomó conocimiento en contra de la empresa Transportes Klenner e Hijos Ltda., por
cuanto ésta sabiendo lo referente a la huelga y sin cumplir con los requisitos establecidos en
el artículo 381 del Código del Trabajo reemplazó a trabajadores que ejercen el derecho a
huelga, haciendo presente que el bien jurídico protegido es la libertad sindical y el derecho a
huelga, por lo que solicitó que se declare que la empresa denunciada ha incurrido en prácticas
desleales en la negociación colectiva, debiendo pagar a los trabajadores involucrados en la
Tutela de la libertad sindical 149
huelga el bono previsto en la letra c) del artículo 381, reajustado conforme el artículo 63 y
se ordene el cese de la conducta constitutiva de práctica desleal y se le condene al pago de
una multa equivalente a 10 UTM o la que el tribunal pondere de justicia”. (…) “Que hecha
la aclaración precedente no se ajusta a derecho lo resuelto por la juez a quo al sostener en el
motivo tercero de la sentencia que procede el rechazo del reclamo por haber sido ya sancio-
nada la empresa con una multa por parte de la misma Inspección del Trabajo, sin que conste
reclamación judicial de la resolución respectiva, y que no se puede sancionar a una persona
natural o jurídica dos veces por un mismo hecho, por cuanto se trata de situaciones distintas
que se fundan en disposiciones legales también diversas. (Sentencia dictada por la I. Corte de
Apelaciones de Valdivia el 10.07.2007, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo
de Valdivia con Transportes Klenner e Hijos Limitada”, rol Nº 20-2007, respecto de la cual la
E. Corte Suprema mediante sentencia de 09.01.2008, rol Nº 4.251-2007, rechazó recurso de
casación en el fondo).
150 César Toledo Corsi
379 Aspecto en que reparó el voto disidente del Abogado Integrante Sr. Roberto Jacob
Nos parece que no ayuda a la certeza jurídica el que no aparezca con total
claridad cuándo resulta atendible acudir vía casación en el fondo, frente a
la contravención de los lineamientos generales que informan el principio
del non bis in idem;
misma omisión, nos impide advertir si las pertinentes denuncias por prác-
ticas antisindicales se justificaron únicamente en el mismo hecho multado
administrativamente (en cuyo caso, cabría acudir al tercer elemento del non
bis in idem) o si se justificaron en la persistente negativa del empleador a
cumplir con la ley, a pesar de la exigencia formulada por la Inspección del
Trabajo y en los efectos que dicha conducta ocasionó a dimensiones de la
libertad sindical (evento en el cual, por faltar la identidad fáctica, cabría
rechazar toda pretensión de aplicación del non bis in idem, sin necesidad
de pasar al análisis de la identidad de fundamento).
El tercer requisito del non bis in idem, esto es, la identidad de la fun-
damentación de la sanción administrativa y la sanción judicial, no ha sido
explicado adecuadamente por la doctrina de la E. Corte Suprema. Desde
luego, al iniciar su referencia sosteniendo que ambas corresponden a “in-
fracciones a la legislación laboral” en nada ha aportado a la certeza de la
identificación del referido principio para el caso concreto; luego, sostener
que la identidad de la fundamentación se concreta por la circunstancia de que
se trata de sanciones de una misma índole, justificando esto en que ambas
persiguen proteger la constitución de las organizaciones sindicales y a sus
directores, así como la autonomía sindical y el respeto de los derechos e
intereses de sus afiliados en su relación con los empleadores, no parece un
argumento del todo convincente.
La experiencia indica que los casos que han generado discusión sobre
la aplicación del principio del non bis in idem dicen relación con la nega-
tiva persistente de los empleadores a respetar el fuero sindical.382 En su
momento el criterio de la Corte Suprema fue el de la complementariedad
entre la sanción administrativa y la judicial (de lo que es reflejo la senten-
cia de 24.10.2007, rol Nº 2.036-2004), del todo congruente con la sanción
a la autotutela que contiene la referida conducta empresarial. También
resulta congruente con ese criterio la modificación introducida por la Ley
Nº 19.759 en 2001, que, sin alterar en lo absoluto el régimen de fueros
382 Y, en otros casos, a respetar obligaciones precisas (como el pago de las cuotas sindi-
383 Lo que no significa afirmar que toda vulneración de un fuero sindical suponga una
práctica antisindical.
Tutela de la libertad sindical 155
Nos parece más consistente respecto del principio del non bis in idem la
tesis de la I. Corte de Apelaciones de Santiago en la sentencia casada por la E.
Corte Suprema, el 11 de julio de 2006, en cuanto señala que no cabía aplicar
tal principio, toda vez que la norma del artículo 243 inciso 2º del Código del
Trabajo, que protege el fuero sindical dice relación con la “protección del
trabajo de los dirigentes sindicales”; en cambio, la norma del artículo 289
del mismo cuerpo normativo que sanciona las prácticas antisindicales protege
de conductas desleales que afecten “a las organizaciones sindicales”. No
atienden a iguales bienes jurídicos dirá, entonces, la referida Corte;
384 Ver al respecto, Terradillos Basoco, Juan María, “La siniestralidad laboral como
385 Navarro Cardoso, Fernando, “El principio ne is in idem a la luz de la sentencia del
Título VIII
Prácticas antisindicales o desleales del Libro III v/s prácticas
desleales en la negociación colectiva del Libro IV del Código del
Trabajo. ¿Sólo un problema de denominación?386
A su turno, el epígrafe del título VIII del Libro IV del mismo Código,
utiliza únicamente la expresión “prácticas desleales en la negociación co-
lectiva”.
Por otra parte, para referirse a las prácticas contra la libertad sindical a
que se refiere el capítulo IX del Libro III del Código del Trabajo, se utilizan
tradicionalmente las expresiones “prácticas antisindicales”, reservando la
denominación “prácticas desleales o prácticas desleales en la negociación
colectiva” para aludir a aquellas descritas en el título VIII del Libro IV del
mismo Código.
386 Hemos extraído buena parte de este tema de lo analizado por el autor en la monografía
La tutela legal de la Libertad Sindical realizada con ocasión del Diplomado sobre Reforma
al Derecho del Trabajo dictado por la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado
en 2002.
387 A pesar de ello es común que se reserve la expresión prácticas desleales únicamente cuan-
do se está en presencia de conductas que han tenido lugar durante la negociación colectiva.
388 Artículo 292 del Código del Trabajo.
389 Artículo 293 del Código del Trabajo.
390 Artículo 294 del Código del Trabajo.
391 Artículos 289 y 290 del Código del Trabajo.
392 Artículo 291 del Código del Trabajo.
158 César Toledo Corsi
En atención a lo anterior, cabe afirmar que las normas del Libro III del
Código del Trabajo por su propia definición importan una protección de la
libertad sindical en el sentido que se protege a las organizaciones sindica-
les, a sus afiliados y a los representantes en cualquier momento, incluido
cuando se participe de una negociación colectiva. Se protege únicamente a
los titulares de la libertad sindical. En cambio, las prácticas desleales en la
negociación colectiva protegen a quienes no son titulares de tal derecho.
Asumir que las prácticas antisindicales (Libro III CT) son todas aquellas
conductas que afectan la libertad sindical, salvo en aquella parte en que se
afecte el derecho a negociar colectivamente de acuerdo a las modalidades
que el legislador contempla, caso en el cual se deberá amparar únicamente
en la sanción por las prácticas desleales en la negociación colectiva, impli-
caría una perspectiva alejada de la promoción que el Estado de Chile debe
hacer de la negociación colectiva con actores específicamente definidos
en el Convenio 98 de la OIT. No compartimos este criterio, así como tam-
poco aquel según la cual pudiera entenderse que una misma conducta, al
afectar el ejercicio de la libertad sindical, así como el derecho a negociar
jurisprudencia de los tribunales. Así, sentencia dictada por el Tercer Juzgado de Letras de
Los Ángeles con fecha 03.08.2002, autos rol Nº 12.836, caratulados “Inspección Provincial
del Trabajo con Empresa Servicios Kamapu Ltda.” en la que, asumiéndose que la denunciada
había incurrido “en las prácticas antisindicales y desleales en la negociación colectiva, y en
consecuencia lesivas de la libertad sindical”, ordenó a aquélla permitir la reincorporación de
27 trabajadores sujetos a fuero sindical separados ilegalmente de sus funciones o al pago de las
indemnizaciones procedentes, condenando a la denunciada “al pago de una multa equivalente
al máximo que permite la Ley conforme a lo establecido en el artículo 292, inciso primero,
por prácticas antisindicales, y el artículo 319, inciso primero, por prácticas desleales en la
negociación colectiva”.
398 Caamaño Rojo, Eduardo, ob. cit.
160 César Toledo Corsi
Título IX
Los elementos de la conducta antisindical
1. Acción u omisión
399
En sentido similar, Sanguineti Raymond, Wilfredo, “Lesión de la Libertad Sindical y
comportamientos antisindicales. Estudio de la estructura y el contenido del juicio de antisin-
dicalidad”, ob. cit., pág. 68.
400 O de otros sujetos activos distintos del empleador a partir de la norma contenida en el
palpable de ello.
404 La negativa a proporcionar información básica para negociar colectivamente y la negativa
En todo caso, deberá tenerse presente, como afirma Rosina Rossi que,
“razonablemente, la omisión no puede declararse nula, pero sí pueden
borrarse del mundo los efectos jurídicos originados en ella, teniéndola
por no actuada, e imponiendo al autor obrar en el sentido ilícitamente
omitido”409, de tal modo que la sentencia “podrá condenar a hacer lo que
ilegítimamente no se hizo”.410
406 Derivado de la obligación contenida en el artículo 3º del Convenio 98 OIT según el cual:
“Deberán crearse organismos adecuados a las condiciones nacionales, cuando ello sea necesario,
para garantizar el respeto al derecho de sindicación definido en los artículos precedentes”.
407
Sentencia dictada por don Marco Antonio Rojas Reyes, Juez Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Antofagasta , el 16.09.2009, RIT S-2-2009. En el mismo sentido, sentencia
dictada por el Juzgado del Trabajo de Antofagasta el 21.02.2002, rol Nº 2.660-00; sentencia
dictada, por el Segundo Juzgado del Trabajo de San Miguel el 07.11.2002; sentencia del Sexto
Juzgado del Trabajo de Santiago dictada el 29.11.2002, rol Nº 4.509-2003; sentencia del Juz-
gado del Trabajo de Copiapó, dictada el 22.08.2009, RIT S-1-2009; y, entre otras muchas más,
sentencia dictada el 12.10.2011 por doña Alondra Castro Jiménez, Jueza Titular del Primer
Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-55-201.
408 Así, entre otros, Gamonal Contreras, Sergio, Derecho Colectivo del Trabajo, ob.
cit., pág. 468. En el mismo sentido, Caamaño Rojo, Eduardo, “La tutela jurisdiccional de la
libertad sindical”, en Revista de Derecho, Universidad Austral, Vol XIX- Nº 1, Valdivia, 2006,
pág. 84.
409
Rossi Albert, Rosina, “Tutela de la Libertad Sindical en la Ley Nº 17.940. Aspectos
procesales”, en Protección y promoción de la Libertad Sindical, Fundación de Cultura Uni-
versitaria, Montevideo, 2006, pág. 121.
410 Rossi Albert, Rosina, “Tutela de la Libertad Sindical en la Ley Nº 17.940. Aspectos
411 Así, se consigna como uno de los argumentos para desestimar una denuncia por prácticas
antisindicales, en sentencia dictada por don Arturo Orlando Briceño Rivera, Juez Titular del
Juzgado de Letras del Trabajo de Calama, el 24.11.2009, RIT T-7-2009, posteriormente anulada
por la I. Corte de Apelaciones de Antofagasta.
412 Se incorporan en este análisis varias reflexiones contenidas en Toledo Corsi, César,
“La irrelevancia del elemento subjetivo en las prácticas antisindicales”, ob. cit.
164 César Toledo Corsi
supone afirmar que son aquellas conductas (ya está dicho, sea bajo la forma
de acciones u omisiones) que lesionan la libertad sindical en cualquiera de
sus manifestaciones tanto individuales como colectivas. Tales prácticas, por
su naturaleza, afectan la actividad sindical, entendida ésta como “todos los
comportamientos que tienen como objeto o finalidad la defensa y promoción
de los intereses de los trabajadores”.413
413
Villavicencio Ríos, Alfredo, “La protección de la libertad sindical (limitada y simbólica)
en el Perú”, ob. cit., pág. 245.
414 Así, a modo referencial, la sentencia del Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, dictada
el 31.03.2003, rol L-2.862-2002, dispuso: “(…) la libertad sindical es la facultad de los trabaja-
dores y empleadores para constituir sindicatos y afiliarse libremente a los mismos, del mismo
modo, que la facultad de las organizaciones sindicales, una vez constituidas, para desarrollar
libremente su programa trazado, tanto en lo referente a sus vida interior como externa respecto
de sus contrapartes sociales”.
415
Esto es, ayuda a que se materialice el cese de la conducta antisindical si ésta hubiere con-
tinuado ejecutándose (tutela inhibitoria); el retorno al estado anterior a los hechos constitutivos
de la práctica antisindical (tutela restitutoria), y a la reparación de los perjuicios ocasionados
por la práctica antisindical (tutela resarcitoria), asumiendo el concepto que de estos términos
da Sergio Gamonal (Gamonal Contreras, Sergio, ob. cit., págs. 504-505).
416 Sentencia dictada el 30.11.2011 por don Fernando Andrés Stehr Gesche, Juez Titular
417 Dictada por doña Roxana Camus Argaluza, Jueza titular, del Juzgado de Letras del
en el número de sus asociados, como resultó establecido en esta causa del mérito de los asertos
166 César Toledo Corsi
del deponente Magna Vargas y de los antecedentes agregados por la denunciada consistentes
en un cuadro de trabajadores sindicalizados, de los que aparece que la cantidad de afiliados
a la entidad sindical no ha sufrido variaciones sustanciales, en nada altera lo concluido por
este sentenciador, desde que la afectación respecto de la cual se ha razonado precedentemente
no ha podido manifestarse actualmente, pues ella está referida a lo que razonablemente se
puede sostener de medidas como la aplicada por la empresa. Es así que en esta causa resulta
sancionable la conducta de la empresa no por un resultado efectivamente producido sino
por el evidente peligro de producirse uno, lo que sin duda afecta la libertad sindical que esta
magistratura está llamada a tutelar desde que se ejercen ante ella las denuncias respectivas.
Pensar de otra forma, implicaría que la tutela efectiva de la libertad sindical sería difícil sino
imposible, desde que su protección se vería restringida sólo a la posibilidad de establecer
vulneraciones concretas y efectivamente acaecidas, lo que contrasta con una visión amplia
de la libertad sindical y de su protección”. Sentencia del Juzgado del Trabajo de Antofagasta,
dictada el 16.09.2009, RIT S-2-2009. En el mismo sentido, sentencia dictada por doña Mónica
Soffia Fernández, Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, el 6.7.2010,
RIT S-1-2010.
419 Así, sentencia del Juzgado del Trabajo de La Serena, dictada el 20.05.2009, RIT T-5-
2009, dispuso: “Que, los hechos que se han dado por establecidos en los considerandos pre-
cedentes constituyen, a juicio de esta sentenciadora, indicios suficientes de atentados contra la
libertad sindical, desde que se otorgó mayores beneficios a los trabajadores no sindicalizados
con la entrega de los aguinaldos de Fiestas Patrias y Navidad, los que constituyen claramente
actos de discriminación por parte de la empleadora, y se otorgó uno de los principales logros
del proceso de negociación colectiva, como lo fue el beneficio del bono de locomoción, a los
trabajadores no sindicalizados, con la agravante de que dicho pago, además, fue mayor para
estos últimos. En este punto, declara expresamente el absolvente que no se utilizó el mecanismo
previsto en el artículo 346 del Código del Trabajo, esto es, la extensión de los beneficios a los
trabajadores no sindicalizados por el mayor costo que representaría para ellos, quedando por
lo tanto los miembros del sindicatos sujetos a la carga y el costo de soportar la cuota sindical,
mientras los beneficios son en realidad gozados por quienes no realizan aporte económico
alguno a aquella organización”.
Cabe hacer presente que, si bien los hechos denunciados no se enmarcan precisamente en
las conductas que tipificó el órgano fiscalizador, al citar las letras c, f y g del artículo 289 del
Código del ramo, no tratándose ésta de una enumeración taxativa, como ya se indicó, corresponde
a este tribunal calificar si los hechos que se han tenido por establecidos constituyen acciones
que atentan contra la libertad sindical, como se ha hecho en la especie”.
Tutela de la libertad sindical 167
420 Sentencia dictada por don Marco Antonio Rojas Reyes, Juez Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Antofagasta, el 16.09.2009, RIT S-2-2009.
421 En sentido similar, Ermida Uriarte, Óscar, “La protección contra los actos antisindi-
cales”, ob. cit., pág. 42.
422 Así, a modo referencial, cabe citar la sentencia del Juzgado del Trabajo de Copiapó,
dictada el 02.06.2007, rol Nº 368-2007, que consignó: “Que si bien el denunciado ha señalado
que su conducta no tenía por objeto desplegar una acción tendente a vulnerar la actividad
168 César Toledo Corsi
Sin embargo, en los últimos tiempos varias sentencias han venido a alterar
el panorama, advirtiéndose una falta de análisis de las justificaciones del
criterio objetivista, sea al asumir como explicación la descripción de un tipo
específico que exige la presencia de un elemento subjetivo de la práctica an-
tisindical424 o que, y esto parece infinitamente más preocupante, soslayando
cualquier referencia legislativa, se asuma el elemento subjetivo como de
carácter esencial en la estructura de toda práctica desleal o antisindical.
sindical, este tribunal con los antecedentes reunidos en autos, valorados en conciencia, con-
cluye que más allá de las intenciones, en el hecho efectivamente lesionó la libertad sindical”.
Agregando otros elementos, se ha dispuesto: “(…) Entiende este sentenciador que la sanción
de estas conductas no requiere dilucidar la existencia de un elemento subjetivo como dolo o
culpa, toda vez que el recurso de protección que (es) su vía equivalente de sanción no lo exige.
Se trata de un ilícito que es sancionable en la medida que inclusive (sic) la conculcación de la
garantía basta que opere por vía de amenaza, como fue que ha ocurrido en el caso de caduci-
dad”. Sentencia dictada el 17.09.2011 por don Eduardo Ramírez Urquiza, Juez del Trabajo de
Castro, RIT S-1-2011.
423
Ver al respecto, Toledo Corsi, César, “La irrelevancia del elemento subjetivo en las
prácticas antisindicales”, ob. cit., págs. 80-82.
424
Es el caso de la sentencia de la E. Corte Suprema, dictada el 04.12.2008, rol Nº 6.343-
2008 que, fundándose en la descripción del art. 289 e) del Código del Trabajo, dispuso: “Que
en este contexto entonces, la citación efectuada por la empresa no puede constituir en sí misma
un acto de injerencia sindical que atente en contra de la libertad sindical, aun cuando se haya
practicado durante el proceso de negociación colectiva, toda vez que lo que se sanciona, como
se ha dicho, es el fin que se pretende conseguir con tales actos, esto es, que mediante la intro-
misión del empleador en la autonomía de la organización se atente en contra de su libertad;
lo que en la especie no se ha producido; con mayor razón si además la referida citación fue
dejada sin efecto”.
“Que conforme a lo expuesto al determinarse en la sentencia en estudio que la denunciada
incurrió en una práctica desleal, no obstante no configurarse la conducta descrita en la letra
e) del artículo 289 del Código del Trabajo, se incurrió en error de derecho por falsa aplica-
ción de esta norma legal, lo que tuvo influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, en la
medida que se aplicó a la denunciada una multa que resultaba del todo improcedente, motivo
por el cual el recurso será acogido”. Asume la E. Corte Suprema, a partir del hecho que lo
demandado, serían las circunstancias descritas en el artículo 289 e) del Código del Trabajo, la
tesis según la cual lo exigido por el legislador es que la conducta se encuentre dirigida a una
finalidad específica, antes que las consecuencias lesivas a la libertad sindical. Entrometerse
en la autonomía sindical durante un momento tan particular como un proceso de negociación
colectica, no merece ningún juicio reprochable, pues nada aporta respecto de la intencionalidad
del sujeto activo.
Tutela de la libertad sindical 169
425 Así se desprende, entre otras, de la sentencia del Juzgado del Trabajo de Valparaíso,
dictada por don Juan Tudela Jiménez, Juez Suplente, Juzgado de Letras del Trabajo de Valpa-
raíso, el 24.03.2009, RIT S-1-2009.
426 Así, el Juzgado del Trabajo de La Serena en un caso sentenció que, si bien los hechos
denunciados no se enmarcaban precisamente en las conductas tipificadas por el órgano fiscaliza-
dor (y denunciante) al citar las letras c, f y g del artículo 289, no se trataba de una enumeración
taxativa, siendo por tanto, inocuo tal defecto de cita (así, sentencia dictada por doña Ximena
Cárcamo Zamora, Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, el 20.05.2009,
RIT T-5-2009).
427 Sentencia de la E. Corte Suprema, dictada el 05.10.2007, rol Nº 4.109-2006.
170 César Toledo Corsi
429 Dictada por doña Carmen Gloria Correa Valenzuela, Juez Titular del Primer Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, 9.7.2010, RIT S-21-2010. En el mismo sentido, sentencia
pronunciada por doña Gloria Marcela Cárdenas Quintero, Juez Titular del Primer Juzgado de
Letras del Trabajo de Santiago, 09.10.2009, RIT S-40-2010; sentencia dictada por don Juan
Tudela Jiménez, Juez Suplente, Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, el 24.03.2009,
RIT S-1-2009; sentencia pronunciada por don Alonso Fredes Hernández, Juez Titular del
Juzgado del Trabajo de Rancagua, el 23.09.2009, RIT S-2-2009; sentencia dictada por doña
Cecilia Andrea Toncio Donoso, Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de Calama, el
28.11.2009, RIT T-8-2009;
430 Sentencia dictada por la Cuarta Sala de la E. Corte Suprema el 20.07.2007, rol Nº 4.984-
05. En el mismo sentido, sentencia del Juzgado del Trabajo de Valdivia de 20.03.2009, RIT
T-1-2009. Ver una crítica extensa a esta última sentencia en Toledo Corsi, César, “Revisitando
el reemplazo de trabajadores en huelga a partir de una sentencia valdiviana”, en Boletín Oficial
de la Dirección del Trabajo Nº 247, Santiago, 2009, págs. 24 a 43.
431 Se trata de un caso que, a nuestro parecer, debió plantearse como prácticas antisindicales
432
Y que permanentemente son objeto de reproche por parte de los órganos de control de la
libertad sindical de la OIT. Al respecto, ver último informe (2010) de la Comisión de Expertos
y Aplicación de Recomendaciones.
433 Sentencia de la E. Corte Suprema, dictada el 17.12.2009, rol Nº 8.174-2009.
434
En la sentencia recurrida se fijaron como hechos los siguientes: a) La empresa puso
a disposición de los trabajadores sindicalizados una carta de renuncia tipo; b) Se probó una
persistente intervención por parte de los representantes de la empresa a objeto de incentivar
la desafiliación de trabajadores del sindicato; c) Pese a su contextualización en el total de
trabajadores de la empresa hay un evidente perjuicio en contra de la integridad del sindicato
porque de 63 miembros que tenía sólo permanecen veintisiete, pues muchos renunciaron y los
restantes socios fueron despedidos, y d) La empresa implementó un incentivo económico para
que miembros del sindicato renuncien a éste, mediante el pago de un “bono de actitud”, que
comenzó a percibirse en febrero de 2007, prontamente fue entregado a los demás trabajadores
para luego dejar de otorgarlo a partir de agosto del mismo año, por lo que sus efectos lesivos
de la libertad sindical se vieron disminuidos en el tiempo.
Tutela de la libertad sindical 173
entre otras razones, por el mismo argumento que esgrimió la E. Corte Supre-
ma para desestimar el recurso: porque la exigencia del elemento subjetivo
en la conducta reprochable como desleal en la negociación colectiva, no
se encuentra contemplado dentro de la conducta genérica que describe el
encabezado de los artículos 387 y 388 del Código del Trabajo.
435 Toledo Corsi, César, “La represión de las conductas antisindicales. Análisis de la
Nº 12.836.
Tutela de la libertad sindical 175
437 Asumiéndose, en algunos casos, que “para que estemos frente a actos que importen
prácticas sindicales (sic) debe probarse la mala fe del empleador” como una doctrina asumida
por la E. Corte Suprema (así, sentencia dictada por Arturo Orlando Briceño Rivera, Juez Titular
del Juzgado de Letras del Trabajo de Calama, el 19.11.2009, RIT T-5-2009).
438 La excepción la encontramos en aquellas sentencias en que, al menos, se da cuenta
que la ponderación del elemento subjetivo debe hacerse “de acuerdo a las conductas externas
desplegadas por el infractor” (así, sentencia dictada por doña Claudia Roxana Riquelme Oyarce,
Jueza Titular del Juzgado del Trabajo de San Felipe, el 31.01.2011, RIT S-1-2010).
176 César Toledo Corsi
439 Sentencia dictada el 28.11.2009, por doña Cecilia Andrea Toncio Donoso, Jueza Titular
del Juzgado del Trabajo de Calama, RIT T-8-2009. En el mismo sentido, se ha fallado: “Que la
denunciada ha inscrito los dominios bajo el nombre de sindicato seguida de su razón social,
sin que su giro social tenga por objeto ni podría tenerlo, el de representar a sus trabajadores
bajo esa forma de organización cuyo derecho está reservado solamente a éstos; que además,
conforme lo ha reconocido, dichos dominios no han tenido utilización alguna, por lo que
aplicando las normas a que se hace referencia en el motivo que precede, se ha tenido por
acreditada la mala fe, lo que se reafirma por la imposibilidad de que los trabajadores y su
organización hagan uso de ella”. Sentencia dictada por la 10ª sala I. Corte de Apelaciones de
Santiago, 19.07.2007, rol Nº 4.344-2006. En el mismo sentido se ha sentenciado: “Así, para
que estemos frente a una práctica antisindical, es necesario que se conjuguen dos elementos: el
primero de carácter objetivo, consistente en una conducta material llevada a cabo por un sujeto
activo; el segundo, de carácter subjetivo, consistente en que dicha conducta, necesariamente,
esté imbuida de un ánimo preconcebido. Luego, puede decirse que son acciones que atentan
contra la libertad sindical, enumerando el legislador algunas conductas que las constituyen.
Sin embargo, se advierte desde luego, que dicha enumeración no es taxativa, lo relevante es
determinar si ella vulnera su organización, autoformación y autotutela, considerado como un
todo indivisible.
Por su parte, la Excma. Corte Suprema de Justicia, en reiterados fallos, ha sostenido que
para que estemos frente a actos que importen prácticas antisindicales debe probarse la mala
fe del empleador.
Ahora bien, la buena fe se erige como un principio rector del Derecho. Es la regla general
en nuestro ordenamiento jurídico y ha sido definida en el artículo 707 del Código Civil, el cual
en su inciso segundo señala que la mala fe debe probarse. Así las cosas, puede estimarse que
la buena fe es la conciencia de haber obrado conforme a Derecho.
Para el caso de marras, para que estemos en presencia de mala fe, debe existir, por parte de
la empresa denunciada, un ánimo preconcebido de afectar el derecho a la libertad sindical.
En este orden de ideas, se ha acreditado que en el proceso de fiscalización se informó al
denunciado, en cada una de las etapas, que el trabajador gozaba de fuero sindical, al haber
sido elegido delegado. No obstante ello, mantuvo una postura reacia a la reincorporación, sin
justificación alguna, pues, como ha quedado demostrado, no dio inicio a ninguna de las acciones
legales que se prevén al respecto, de suerte tal de justificar su conducta. A mayor abundamien-
to, ya el tribunal había decretado la reincorporación del trabajador aforado, manteniendo la
Tutela de la libertad sindical 177
actitud contumaz del denunciado”. Dictada por don Rodrigo Alfonso Retamal Zapata, Juez
Suplente del Juzgado de Letras del Trabajo de Calama, 28.12.2009, T-4-2009. Acogiendo un
criterio similar, se dispuso “para que estemos frente a una conducta antisindical, basta determi-
nar que dicha conducta pretende atentar contra la libertad sindical (actitud dolosa), en general
o particularmente, a través de algunas de las conductas con que nos ilustran los artículos 289,
290 y 291 del Código del Trabajo”. Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez,
Jueza Titular del Juzgado del Trabajo de Iquique, 30.10.2010, RIT S-9-2009.
440 Sentencia dictada por doña María Teresa Quiroz Alvarado, Juez Titular del Segundo
Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, el 6.4.2010, RIT S-6-2009.
441 Sin soslayar los defectos de técnica legislativa de que dan cuenta las normas que
sancionan las prácticas desleales o antisindicales, al contemplar vía ejemplar conductas que
inequívocamente deben asumirse como antisindicales, estimamos que a estas descripciones debe
dárseles una interpretación restrictiva, vale decir, la circunstancia de acreditarse los elementos
de un tipo específico descrito como antisindical, incluyendo aquellos casos en que se exigen
rasgos subjetivos en la conducta antisindical, importará únicamente la seguridad que, sin mayor
ponderación, la conducta denunciada deberá ser estimada como antisindical. Pero, en cambio, la
no acreditación del elemento subjetivo no puede inhibir la posibilidad de estimarse probada la
efectividad de la práctica antisindical o desleal, al no exigirlo la norma legal que genéricamente
sanciona tales conductas, lo que ha de regir incluso para aquellos casos que más cercanos se
encuentren a las descripciones ejemplares del legislador.
178 César Toledo Corsi
en atención a que “el artículo 289 del Código del Trabajo no exige como
requisito de una práctica antisindical la existencia de una intención espe-
cial por parte del empleador y aun cuando de las actitudes que menciona
la disposición se puede inferir este requisito, no en todas ellas concurre y
sólo representan algunas de muchas formas de afectación de la libertad
sindical, pues no es taxativo sino meramente ejemplar. Lo importante para
concebir una práctica desleal es que el derecho a la libertad sindical se
vea afectado, no pudiendo añadirse requisitos adicionales y no previstos en
forma expresa por el legislador, cual símil del derecho penal laboral, cuya
existencia no se justifica en el Código del Trabajo que, en la mayoría de
sus normas que sanciona conductas, no requiere ningún elemento subjetivo,
bastando el mero incumplimiento”.442
442 Sentencia dictada el 07.12.2011 por don Robinson Villarroel Cruzat, Juez del Trabajo
443
La jurisprudencia de los tribunales mayoritariamente y de modo implícito no ha exigido
como elemento estructural de las prácticas antisindicales su carácter reiterado en el tiempo.
444 Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Iquique, el 22.05.2010, RIT S-3-2010.
445 Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de
Con otros adjetivos, una sentencia del Juzgado del Trabajo de Rancagua
consignó que “las prácticas antisindicales deben ser de real envergadura”
sin que sea “antecedente suficiente un acto aislado, transitorio y limitado
en sus efectos”.448
450 Sentencia dictada el 12.10.2011 por doña Alondra Castro Jiménez, Jueza Titular del
451
Sentencia dictada el 03.06.2011 por doña Marta Paola Álvarez Basáez, Jueza Titular
del Juzgado del Trabajo de Temuco, RIT S-5-2011.
452 Ver sentencia dictada el 30.12.2011 por don Carlos Andrés Flores Valenzuela, Juez
general), así como por varios jueces del trabajo y consiste en someter la o las
decisiones del denunciado a un triple examen del respeto a los principios de
adecuación455, necesidad456 y de proporcionalidad457 en sentido estricto.
Algunas sentencias han recogido esta doctrina, como aquella dictada por
el Juzgado del Trabajo de Copiapó en 2008458, según la cual:
455 Según el cual, el medio empleado debe ser apto o idóneo para la consecución del fin
fin perseguido, de forma tal que no exista otra forma de alcanzar dicho objetivo sin restringir
el derecho o que fuese menos gravosa.
457 Por éste, se determina si la limitación del derecho fundamental resulta razonable en
relación con la importancia del derecho que se trata de proteger con la restricción.
458 Recaída en una demanda por vulneración de derecho fundamental a la inviolabilidad de
459 Rossi Albert, Rosina, “Qué hacer con lo no dicho por la Ley Nº 17.940”, en XVII
particular, cabe precisar que el caso que nos ocupa dice relación con denuncias por prácticas
antisindicales o desleales en el proceso de la negociación colectiva, lo cual implica que se está en
presencia de la vulneración de los dos grandes derechos fundamentales propiamente laborales
como lo son la libertad sindical y la negociación colectiva, por vincularse directamente con
el derecho del trabajo constituyendo su fundamento último y reconocidos constitucionalmente
en el artículo 19 Nº 19 y 16 respectivamente y sí bien por imperativo de las normas legales
contenidas en los artículos 292 y 389 del Código del Trabajo el conocimiento y resolución de
Tutela de la libertad sindical 185
Título X
Las conductas antisindicales según el ámbito de aplicación temporal
1. En el acceso al trabajo
462 El artículo 2º del Código del Trabajo, luego de las reformas introducidas por la Ley
Nº 19.759, en su inciso 5º reconoce como actos discriminatorios las ofertas de trabajo efectuadas
por un empleador, directamente o a través de terceros y por cualquier medio, que señalen como
un requisito para postular a ellas, entre otras condiciones, las relativas a la sindicación.
463 Artículo 289 e) del Código del Trabajo.
464
La decisión del empleador de contratar o no hacerlo se manifiesta dentro de un amplio
margen de discrecionalidad empresarial, que hace altamente confusa la distinción entre lo que
es un comportamiento antisindical y lo que, por el contrario, constituye una medida razonable
y justificada. (Valdeolivas García, Yolanda, ob. cit., pág. 64).
Tutela de la libertad sindical 187
de la libertad sindical, en sus letras c), d) y f), el ofrecimiento u otorgamiento de beneficios es-
peciales con el fin exclusivo de desestimular la formación de un sindicato, de evitar la afiliación
de un trabajador a un sindicato ya existente o, respectivamente, el ejercicio de discriminaciones
indebidas entre trabajadores con el fin exclusivo de incentivar o desestimular la afiliación o
desafiliación sindical.
467 Valdeolivas García, Yolanda, ob. cit., pág. 102.
468 Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, ob. cit., pá-
rrafo 733, pág. 158.
469 Al disponer que: “El ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador,
Tendrá lugar toda vez que una práctica antisindical haya implicado el
despido de trabajadores no amparados por el fuero laboral.473
470 Citado por Valdeolivas García, Yolanda, ob. cit., pág. 133.
471 Valdeolivas García, Yolanda, ob. cit., pág. 149.
472 Valdeolivas García, Yolanda, ob. cit., pág. 150.
473
La protección contra la discriminación antisindical deberá ejercerse especialmente contra
todo acto que tenga por objeto despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma
a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales fuera del lugar
de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo. Recopilación
de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, ob. cit., párrafo 694, pág. 151.
Tutela de la libertad sindical 189
Título XI
Las conductas antisindicales según el titular de la
libertad sindical afectado
474 Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, ob. cit., pá-
rrafo 707, pág. 153.
475 Artículo 294 del Código del Trabajo con relación al artículo 215 del mismo cuerpo
legal.
476 Giuzio, Graciela, “La protección de la libertad sindical en el Uruguay. Una puesta al
día”, en XIV Jornadas Rioplatenses de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Fundación de
Cultura Universitaria, Montevideo, 2005, pág. 115.
190 César Toledo Corsi
477 Ratificado por Chile con fecha 13 de septiembre de 1999, promulgado por D.S. Nº 649
481 Como se ha señalado por la jurisprudencia, la existencia de una acción por vulneración
del fuero sindical, no inhibe la posibilidad de sanción por prácticas antisindicales. Así, Sentencia
dictada por la E. Corte Suprema el 11.01.2007, rol Nº 2.590-2005, rechazando recurso de casa-
ción en el fondo interpuesto en contra de la sentencia dictada por la Décima Sala de la I. Corte de
Apelaciones de Santiago el 27.04.2005, rol Nº 4324-2004, confirmatoria, a su vez, de sentencia
dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 10.06.2004, rol Nº 481-2004.
482
Se hace este añadido entre paréntesis, por cuanto todos los casos analizados coinciden
con la circunstancia que quien busca tutela es un representante sindical aforado.
483
En tal sentido, se ha sentenciado: “la situación anotada constituye, sin duda, una prác-
tica lesiva a la libertad sindical por cuanto el despido de la trabajadora respecto de quien se
ha acreditado se encuentra amparada por el fuero establecido en el artículo 243 del Código
del Trabajo, lo que en concreto significa un atentado a la libre afiliación y desafiliación de
trabajadores a la organización sindical porque se traduce en una fuerza que trasciende incluso
del trabajador directamente afectado con la medida y se ejerce sobre los demás trabajadores
Tutela de la libertad sindical 193
una rápida reacción de parte de la Inspección del Trabajo y/o los tribuna-
les de justicia, por la vía, en este último caso, de la sanción por prácticas
antisindicales.484
La gravedad de este tipo de prácticas antisindicales ha sido recogida por
la jurisprudencia de los tribunales, poniendo el acento no siempre sobre
los mismos aspectos. Igualmente, los sentenciadores han dado cuenta del
nivel de tutela que corresponde para aquellos casos en que se admite una
utilización abusiva del fuero sindical.
afiliados, debilitando la organización sindical de que se trata”. (Pronunciada por doña Rayén
María Durán Garay, Jueza Titular del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago,
5.11.2010, RIT S-43-2010).
484 Ver al respecto, Salinero B., Jorge, “La destrucción del sindicato: intolerancia a un de-
recho fundamental” (Un estudio empírico a nivel nacional sobre separación ilegal de dirigentes
sindicales durante el 2002) Cuaderno de Investigación Nº 20, Departamento de Estudios, Direc-
ción del Trabajo, 2004, visitado en http://www.dt.gob.cl/1601/articles-85348_recurso_1.pdf.
485 Así, sentencia dictada por el Noveno Juzgado del Trabajo de Santiago el 11.03.2008,
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Asesorías y Servicios A&S Ltda.”, rol
Nº 732-2007. En igual sentido, entre otras tantas, sentencia dictada por doña Marcia Undurraga
Jensen, Jueza Titular del Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el 12.12.2002, Rol Nº 4.140-
2002; sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo, 19.07.2002, rol Nº 2.447-2002, y
entre otras más, sentencia de 11.03.2011, dictada por doña Paola Cecilia Díaz Urtubia, Jueza
Titular del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago.
486 Así, sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 12.03.2007,
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Servicios Alimenticios Bravissimo
Ltda.”, rol Nº 2.941-2006.
194 César Toledo Corsi
487
Sentencia dictada por doña Paulina Pérez Hechenleitner, Jueza Titular del Juzgado de
Letras de Calbuco, 26.09.2009, rol Nº 500-2009.
488 Nos referimos a la Orden de Servicio Nº 67/2008 de la Dirección del Trabajo.
489
Sea, luego del apercibimiento y/o aplicación de multa administrativa o con ocasión de
la sui generis mediación del art. 486 CT. En tal sentido, como matiz de esta modalidad aparece
aquel caso en que el empleador desconoce la elección de un delegado sindical y se niega al
reintegro de la representante sindical afectada, sólo accediendo ante la orden judicial, para luego
exigir su separación provisoria sin goce de remuneraciones, se concluyó que “(…) no cabe duda
alguna que la denunciada incurrió en la conducta denominada práctica desleal, al separar
de sus funciones a una dirigente sindical, para posteriormente despedirla en forma verbal,
dirigente que está amparada por el fuero establecido en los artículos 229 y 243 del Código
del Trabajo y cuyo despido o separación requiere contar previamente con la autorización del
juez competente, afectando de esta manera a la libertad sindical”. (Sentencia dictada por la I.
Corte de Apelaciones de Rancagua el 28.08.2007, en autos caratulados “Inspección del Trabajo
de Rancagua con Sociedad de Supermercados Cugat Ltda.”, rol Nº 142-2007, revocatoria de
sentencia del Primer Juzgado del Trabajo de Rancagua de 08.06.2007, rol Nº 93.485. En sentido
similar, sentencia dictada por el Primer Juzgado Civil de Puerto Montt el 29.03.2007, en autos
caratulados “Dirección Regional del Trabajo con Cristina Azócar Aguilar”, rol Nº 1.830-2006).
En el mismo sentido, sentencia dictada por don Francisco Javier Vargas Vera, Juez Titular del
Juzgado del Trabajo de Iquique, el 12.11.2010, RIT S-8-2010.
490 Así, se ha sentenciado: “(…) Que, en consecuencia la no aceptación por la denunciada
caratulados “Dirección General del Trabajo con Empresa de Transportes Rurales Tur Bus Ltda.”,
196 César Toledo Corsi
rol Nº 4.374-2003, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 14.06.2005.
En un sentido similar se ha pronunciado una sentencia recaída en reclamación de multas, de fecha
06.04.2006., dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago, en autos rol Nº 4.025/2003,
al disponer que: “(…) ante la evidente situación de existencia y constitución del sindicato, la
reclamante debió acceder a la reincorporación de los trabajadores en tanto no se resolviera la
validez jurídica de los procesos de creación de la organización, pues en caso contrario implicaría
entregar a la discreción patronal la calificación de la legalidad de tales actos, lo cual en todo
caso derivaría en vulneración de los principios que inspiran la legislación laboral en cuanto a la
protección de las organizaciones sindicales manifestado específicamente en la existencia de fuero
y los procedimientos especiales para el cese de las funciones en relación a los trabajadores que
gozan de tal derecho”. También, en otra sentencia recaída en una denuncia por prácticas antisin-
dicales, se ha sentenciado “(…) que por otro lado, al empleador no le corresponde analizar o no
la legalidad de la constitución de un sindicato, puesto que ese ha sido el argumento señalado por
el denunciado para explicar la negativa y demora en reincorporar al trabajador a sus labores,
puesto que para ello, existe un procedimiento especial en materia laboral”. Sentencia dictada
por el Cuarto Juzgado de Letras de Copiapó el 03.07.2007, en autos caratulados “Director
Regional del Trabajo de Atacama con Industrias Coemin S.A.”, rol Nº 368-2007.
493
Sentencia dictada por doña Sol María López Pérez, Juez del Juzgado de Letras de An-
tofagasta, el 26.10.2009, RIT S-3-2009. En el mismo sentido, Sentencia dictada por el Quinto
Juzgado del Trabajo de Santiago el 05.04.2007, en autos caratulados “Dirección General del
Trabajo con Express de Santiago Uno S.A.”, rol Nº 2.374-2006.
494 Sentencia dictada por doña María Silvana Muñoz Jaramillo, Juez Titular del Juzgado
495 Dictada por doña María Teresa Quiroz Alvarado, Juez Titular del Segundo Juzgado de
497
Sentencia dictada doña Valeria Zúñiga Aravena, Jueza Titular del Juzgado de Letras
del Trabajo de Concepción, 15.06.2010, RIT S-3-2010.
498 Sentencia dictada por el Juzgado del Trabajo de Calama, el 28.12.2009, RIT T-4-2009.
En un sentido similar otro tribunal, dispuso: “(…) Que será desestimada la alegación de la parte
denunciada relativa a que el trabajador Sr. César Vargas Muñoz no posee fuero laboral porque
no se realizó la elección respetando los estatutos que rigen el funcionamiento del sindicato, ya
que todo dirigente sindical goza de fuero laboral desde la fecha de su elección, cuestión que
el empleador está obligado a respetar, con prescindencia de la validez o no del procedimiento
eleccionario, de manera tal que, en caso de tener cuestionamientos acerca de este último, lo
que procede es la interposición de la reclamación correspondiente ante el Tribunal Electoral
Regional respectivo por las vías que al efecto contempla la Ley Nº 18.593, debiendo en todo
caso el empleador dar estricto cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 174 del Código del
Traba”. (Dictada por doña Paulina Pérez Hechenleitner, Jueza Titular del Juzgado de Letras
de Calbuco, 26.03.2009, rol Nº 209-2009).
Tutela de la libertad sindical 199
pues no puede sostenerse que existen tales prácticas cuando aún el tribunal
competente no se pronuncia sobre la validez del acto eleccionario y sobre
la calidad de delegado sindical del señor González y acerca del fuero que
podría ampararlo. Ello es de toda lógica, pues este sentenciador no puede
por ningún motivo y bajo ningún respecto efectuar un juicio anticipatorio
respecto a la validez de la elección del señor González, pues no es com-
petente para ello, pues la causa remitida a este tribunal no ha quedado en
acuerdo”499. En este mismo caso, el tribunal estimó que “aun en el hipotético
evento que el Tribunal Electoral, declarase que la elección del delegado
sindical no adolece de vicio o irregularidad alguna, este Juez no vislum-
bra que pudiere existir alguna práctica antisindical, pues el empleador al
despedir al trabajador ejerció un derecho que la ley le confiere, sin estar
en conocimiento de la elección del delegado sindical, pues la carta que se
le remitió no contenía la fecha de la elección, a diferencia de lo que ocurre
con la carta que se remitió a la Inspección del Trabajo la cual tiene todos
los datos para una acertada inteligencia”. “Desde otro punto de vista, el
empleador, frente a estos hechos y aun cuando la jurisprudencia ha soste-
nido que no es un requisito de validez informar al empleador acerca de la
elección del delegado sindical, pues los artículos 229 y 243 no contienen
tal condición de validez, ejerció un derecho que es reclamar del acto elec-
cionario, derecho que le franquea la Ley Nº 18.593”.
499 Sentencia dictada por Orlando Briceño Rivera, Juez Titular del Juzgado de Letras del
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Inspecciones y Proyectos S.A.”, rol
200 César Toledo Corsi
“Por otra parte esta sentenciadora estima que en este caso, nos encontramos
frente a lo que la doctrina denomina la teoría de los actos propios, recogida
en diversas disposiciones de nuestro Código Civil y aplicable al caso sub lite,
que en definitiva es el principio de buena fe que informa todo nuestro derecho,
vale decir de acuerdo a esta teoría nadie puede contradecir lo dicho o hecho
por él mismo, acarreando como consecuencia el perjuicio de un tercero. De
esta forma, el trabajador que en su oportunidad hizo la denuncia ante el ór-
gano administrativo no puede pretender que se sancione a la empresa por un
hecho que él mismo afirmó de contrario y que la empresa desconocía. Así, no
puede pretender el órgano administrativo hacer cumplir a la empresa o darle
una orden que se refiere a un acto que en su origen es legítimo, por cuanto no
existe una relación de causalidad válido, toda vez que no se puede establecer
que la empresa incumplió una orden del órgano fiscalizador, cuando el propio
502 Dictada por doña Carmen Gloria Correa Valenzuela, Juez Titular del Primer Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, 9.7.2010, RIT S-21-2010; en el mismo sentido, sentencia
dictada por doña Eugenia Paz Fuenzalida Reyes, Juez Titular del Primer Juzgado de Letras
del Trabajo de Santiago, 04.06.2010, RIT S-13-2010; en un sentido similar, sentencia dictada
el 05.05.2011 por doña Daniela de los Ángeles González Martínez, Jueza Suplente del Primer
Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-13-2012 y sentencia dictada el 28.03.2011 por doña
Patricia Fuenzalida Martínez, Jueza Titular del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT
S-12-2011.
503 Así, se consideró en lo pertinente: “DECIMOQUINTO: Que, habiéndose determi-
nado que el trabajador gozaba de fuero al momento del despido, cabe hacerse cargo ahora
de dilucidar si el empleador al despedir al trabajador realizó una actuación reñida con la
libertad sindical que garantiza la Carta Fundamental en el Nº 19 del artículo 19 y que recibe
su concreción en el acápite del Capítulo IX del Libro III del Código del Trabajo, artículos 289
y siguientes, que establece un catálogo, aunque no taxativo, de lo que el legislador laboral
estima como prácticas antisindicales o desleales y la sanción que ello conlleva.
DECIMOSEXTO: Que, como ya se dijera el artículo 238 del Código del Trabajo exige sólo
la comunicación por escrito de ‘la elección sindical y la fecha en que deba realizarse’ de lo
cual se sigue que no es requisito legal, para que el candidato goce de fuero, la comunicación
de los nombres de los candidatos a dirigentes sindicales. Así las cosas, para determinar si ha
habido práctica antisindical es menester determinar si el empleador ha actuado con la expresa
intención de atentar contra la libertad sindical, puesto que así lo previene expresamente el
202 César Toledo Corsi
artículo 289 del Código del Trabajo ‘Serán consideradas prácticas desleales del empleador,
las acciones que atenten contra la libertad sindical’, de lo que se desprende que lo que la ley
sanciona son aquellas conductas destinadas a violar dicha libertad, de tal modo que no se puede
determinar a priori una práctica antisindical, por el solo hecho del despido del trabajador
aforado. De tal suerte que para resolver el conflicto debe verificarse la intención precisa del
empleador de atacar la libertad sindical.
DECIMOSÉPTIMO: Que, la demandada en todo momento expresa que nunca tuvo conoci-
miento del fuero del trabajador, cuestión que es corroborada por los testigos de ambas partes y
por la absolvente Astudillo Álvarez, fiscalizadora de la Inspección del Trabajo. En tal sentido,
se tendrá como un hecho de la causa que la demandada al momento del despido desconocía el
fuero del que gozaba el actor, cuestión decisiva, toda vez que dicho desconocimiento produce
como consecuencia lógica la liberación de la demandada de la carga de una actitud dolosa
encaminada a lesionar la libertad sindical del trabajador, ergo el despido no podrá –en este
contexto– ser calificado como una conducta antisindical. Por su parte, la conducta renuente del
empleador, realizada en forma posterior al despido, en cuanto a su negativa a reincorporar al
trabajador aforado, en nada obsta a la conclusión precedente, ya que la cuestión de fondo, esto
es, el cumplimiento de los requisitos copulativos de comunicación exigidos por el artículo 238
del Código del Trabajo, así como la determinación de la hora de la comunicación del despido
vino a asentarse a través de este fallo. En consecuencia, se rechazará la denuncia, por práctica
antisindical impetrada por la denunciante, tal como se determinará en resolutiva.
DECIMOCTAVO: Que, habiéndose acreditado en el proceso, que la denunciada despidió
a Molina Guzmán gozando éste de fuero y que la misma dio cuenta al tribunal, con fecha 25
de mayo, de la reincorporación del trabajador (con fecha 17 de mayo 2010) a sus funciones y
que se han realizado sus respectivos pagos remuneracionales, no corresponde hacerse cargo
de lo denunciado en esta parte, toda vez que se trata de un tema subsanado”. (Sentencia dic-
tada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de
Iquique, 31.07.2010, RIT S-5-2010).
504 Sentencia dictada por Ximena Rivera Salinas, Jueza Titular del Primer Juzgado de Letras
505 En cualquier caso y por la relevancia que tiene para la reflexión acerca del mal uso de
la tutela de la libertad sindical, se transcriben sus principales consideraciones a continuación:
“(…) Despejada la interrogante respecto de la constitución del sindicato interempresa en
cumplimiento de la legalidad, es pertinente analizar el aspecto de fondo de la organización
sindical, para lo cual cabe tener presente que la alegación principal de la denunciada descansa
sobre la inactividad del sindicato interempresa. Sobre el particular, es importante tener en
consideración que los testigos aportados por la parte denunciante son el trabajador afectado,
tesorero del referido sindicato, y el presidente del mismo sindicato, quienes fueron interrogados
por ambas partes, no sólo sobre el aspecto formal, ya resuelto en el razonamiento precedente,
sino que también sobre el funcionamiento de la organización. En ese sentido, cabe destacar
que tanto el presidente del sindicato como el tesorero, admiten la falta de actividades concretas
de la organización en cuanto a representación de los trabajadores ante sus empleadores, ya
que mientras el Sr. Gálvez indica entre sus acciones desarrolladas que cuentan con un club
deportivo, una sala para enseñar computación y juntan dinero para salir, el Sr. Lyon expresa
que hacen actividades como fútbol o pimpón, y juntan dinero para iniciativas de fin de año y
de fiestas patrias. Mientras el primer deponente admite lisa y llanamente que no han presen-
tado un proyecto de contrato colectivo hasta ahora, el Sr. Lyon admite una menor actividad
de la organización, que relaciona con la falta de un secretario, cargo cuya designación pone
de cargo del presidente.
Los dichos anteriores son una clara revelación respecto de la falta de desarrollo prác-
tico de actividad por parte de la organización sindical y sus dirigentes, siendo altamente
destacable que quienes han declarado en juicio son dos de los tres directores sindicales, su
Presidente y Tesorero; siendo muy llamativo para el estudio de la cuestión el que el trabajador
Lyon, desvinculado a pesar de su cargo de director sindical y persona respecto de la cual se
denuncia la práctica antisindical de autos, da cuenta de una ignorancia manifiesta sobre las
normas básicas que regulan materia sindical, al expresar que la determinación del nombre
del nuevo secretario de la organización debe ser designado o es decisión del Presidente del
sindicato, olvidando que ese cargo fue proveído, al igual que el suyo propio, a través de una
votación en la misma asamblea de constitución, lo que permite vislumbrar la posibilidad que
tales elecciones no se hayan verificado, aun cuando formalmente la constitución no merece
reproche. En ese sentido también es importante destacar que el Sr. Gálvez afirmó que el origen
del sindicato viene dado por el descontento de trabajadores con la organización sindical de
empresa, lo que permite colegir que, al momento de la constitución de la organización exis-
tía ciertos aspectos en los cuales había consenso respecto de lo que debía exigirse o podía
204 César Toledo Corsi
509 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.10.2002, rol
Nº 3.132-2002. En este caso, (y tuvo en cuenta para la sanción) también se constató un hostiga-
miento permanente y sistemático en contra de la actividad sindical al descalificar al presidente,
tanto como dirigente y como profesional; confirma el hostigamiento a la actividad sindical
la circunstancia de que los miembros del sindicato no deseen revelar su calidad de tales por
miedo al despido, y de que se haya instado a los trabajadores, sea en forma personal o por
intermedio de otros, a no afiliarse al sindicato existente, sino a otro organismo.
510 Sentencia dictada por doña Paola Cecilia Díaz Urtubia, Juez Titular del 2º Juzgado de
más llamadas, además que los compañeros del lado si ven a un “grupo”
conversando pierden la atención en su labor. Al respecto esta Juez estima
que se exagera al ponderar la interrupción, pues por muy concentrados
que estén los operadores, siempre hay un momento en que se podrán pa-
rar, ir a la baño, tomar agua y otra situaciones semejantes, en que podrán
comunicarse entre sí y con los delegados sindicales, en la medida que la
prudencia lo indique, por lo demás, esperar que los trabajadores trabajen
como autómatas durante toda la jornada sin ningún tipo de interrupción,
como espera la testigo Aceituno, resulta impensable, inhumano, además
de vulneratorio de derechos fundamentales. El testigo Sr. Flores sólo se
remite a los dichos que le manifestó la Sra. Aceituno, la testigo Carrasco
sólo habla de una ocasión a principios de septiembre en que el Sr. Benítez,
fuera de su jornada, fue a “interrumpir” al Sr. González cuando este estaba
en su jornada de trabajo (si bien refirió otras interrupciones del Sr. Gon-
zález estas fueron dentro de su jornada y con permiso de la supervisora)
y el testigo Figueroa habla sólo de “interrupciones” en forma genérica.
En este sentido se estima que la medida de prohibición de ingreso adop-
tada es abiertamente desproporcionada, ya que, además de no haberse
acreditado interrupciones reiteradas o de importancia, existían otro tipo
de posibilidades que con el mismo objetivo de cuidar el desempeño de la
plataforma podrían haberse adoptado, a modo ejemplar, podría haberse
conversado con los delegados a fin de proponer soluciones tales como
facilitarles un espacio físico para reunirse dentro de las dependencias,
haberles concedido un espacio dentro del diario mural de la empresa,
haberles ofrecido la posibilidad de dirigirse a todos los trabajadores de
la empresa a través de correo electrónico institucional y otras medidas
que los mismos interesados pudieron haber convenido, habiendo tenido
la posibilidad de hacerlo en la instancia de mediación si lo que se quería
era que no se interrumpiera el normal desempeño de la empresa. Lamen-
tablemente, según se lee del acta de mediación, la empresa estimó que
no le correspondía buscar soluciones que proponer, por lo que su actuar
desproporcionado y displicente constituye una abierta práctica antisin-
dical por obstaculización del funcionamiento del sindicato al interior de
su empresa”.
Pero, en este último caso, nos parece de sumo interés destacar algunas
reflexiones de la sentenciadora relativas a este tipo de conductas antisindi-
cales. Helas aquí:
Tutela de la libertad sindical 209
“(…) esta juez estima que son muy pocos los casos en que pueda resultar
justificada la prohibición de ingreso de un delegado sindical a dependencias
de la empresa cuando ésta está en funcionamiento. Al hacer esta afirmación
esta sentenciadora sabe que el derecho colectivo no ha sido suficientemente
desarrollado en nuestro país y que muchas veces la labor sindical es mirada
con recelo por los empleadores y sus mandos medios, sin embargo, es deber de
esta judicatura velar por el cumplimiento de las normas nacionales e interna-
cionales que amparan esta labor y en cuya aplicación los representantes de los
trabajadores deben tener amplio acceso a las dependencias y a los trabajadores
de la empresa a objeto de cumplir su misión en la mejor forma posible1. De
este punto de vista, al contrario de lo que señala la denunciada, los delegados
sindicales, deben tener un tratamiento especial en razón de su función y, aun
cuando la empresa haya establecido una prohibición general de ingreso fuera
de la jornada, debería exceptuarse de dicha medida a quienes, por razones
de cumplir deberes sindicales, deben tener un acceso directo a los socios y
trabajadores de la empresa, puesto que de no ser así se estaría obstaculizando
el funcionamiento de los sindicatos y atentando contra la libertad sindical
que es un bien valorado por el legislador laboral. Concordante con esto, los
supervisores deberían saber quiénes son las personas que realizan labores
sindicales y deberían ser instruidos por su jefatura en orden a no perturbar
dicha labor, explicando que ésta es importante a la luz de nuestra legislación,
y que se debe tolerar, conforme a la prudencia, su acceso y permanencia a las
dependencias, buscando –de común acuerdo– las soluciones que armonicen
los intereses de la gestión de la empresa y del sindicato. (…)”.
prestado servicios o trabajado en las labores para las que fueron contratados,
porque de haber ocurrido dicha situación, la ley le presta a aquél la protec-
ción de la solicitud judicial de desafuero a la que acudir, recalcando que la
facultad de decretar la separación sin goce de remuneración es una facultad
exclusiva y excluyente del Juez del Trabajo.514 En el mismo orden, se ha
estimado constitutiva de práctica antisindical la conducta del empleador
consistente en la disminución de la remuneración mensual de los dirigen-
tes sindicales al descontárseles el tiempo que dedicaban a la organización
sindical en circunstancias que dicho beneficio se había otorgado por más
de catorce años.515
514 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 30.03.2004, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Transportes CCU Ltda.”, rol Nº 5.866-2003,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 27.12.2004.
515 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 13.05.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Liceo San Pablo”, rol Nº 1.390-2005.
516 Sentencia dictada por el Segundo Juzgado del Trabajo de San Miguel el 16.03.2007,
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Manufactura Formudata S.A.”, rol
Nº 1.695-2006, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones de San Miguel el
03.08.2007, rol Nº 179-2007.
212 César Toledo Corsi
517
Sentencia dictada por doña Angélica Pérez Castro, Juez Titular del Primer Juzgado de
Letras del Trabajo de Santiago, 1.12.2010, RIT S-46-2010.
518 Sentencia dictada por don Robinson Fidel Villarroel Cruzat, Juez del Trabajo de Temuco,
28.10.2010, S-5-2010.
519 “En efecto, el artículo 237 del antiguo Código del Trabajo, que fue derogado por la
Ley Nº 19.069 de 1991, al reglamentar los permisos cuyo pago era de cargo del sindicato
respectivo, permitía que dicha materia fuera objeto de acuerdo, bajo condición expresa de que
se regulara en un contrato colectivo de trabajo, es decir, exigía la formalidad que actualmente
establece el artículo 344. Sin embargo esta ley fue derogada y las normas posteriores que
regulan la institución, esto es, primero el artículo 38 de la Ley Nº 19.069 y luego el artículo
249 del Código del Trabajo, en su texto actual, no han exigido dicha formalidad, por lo que
ha de concluirse que la intención del legislador ha sido regular de manera diferente esta
situación”. Sentencia dictada por don Robinson Fidel Villarroel Cruzat, Juez del Trabajo de
Temuco, 28.10.2010, S-5-2010.
Tutela de la libertad sindical 213
“En efecto, ésta puede ser mirada desde el punto de vista del trabajador como
del punto de vista de órgano sindical. Si se mira sólo desde el punto de vista
del trabajador se podría decir quizá que no hay afectación, porque si se le ha
descontado el dinero de su remuneración este descuento debe ser absorbido por
el sindicato al que pertenece. Sin embargo, mirada la libertad sindical desde
el punto de vista colectivo, de la organización sindical, la conducta sí lo afecta
desde el punto de vista patrimonial, desde que parte de su patrimonio, constitui-
do en la forma que establece el artículo 256, deberá ser en adelante destinado
al pago de permisos que antes no tenía obligación de soportar”. (…)
“Que es esta afectación económica del sindicato la que se eleva como prác-
tica antisindical y que no puede desatenderse so pretexto de la levedad de la
conducta o una forma alternativa de solución del conflicto”.
520 Sentencia dictada por don Robinson Fidel Villarroel Cruzat, Juez del Trabajo de Temuco,
28.10.2010, S-5-2010.
521 Sentencia dictada por doña Angélica Pérez Castro, Jueza Titular del Primer Juzgado de
de tales horas a partir del mes de junio de 2010, tales hechos por sí solo no
son indicios suficientes para acoger la acción de autos, tanto por cuanto se
establece como obligación de la demandada en la sentencia definitiva como
porque su falta de cumplimiento puede ser objeto de una acción ordinaria
de cobro de prestaciones, refiriéndose además a una conducta aislada que
puede ser enmendada de la forma antes referida”.
522
El celular según se acreditó, era una herramienta de trabajo del dirigente sindical
utilizado por 8 años, lo que conllevó perjuicios al tener que informar a sus clientes de esta
situación, puesto que el número de celular que él tenía fue traspasado a otro vendedor, a quien
se le entregaron clientes de aquél.
523 Sentencia dictada el 29.09.2011 por doña María Teresa Quiroz Alvarado, Jueza Titular
524 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Concepción el 11.06.2007, en
autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Concepción con Distribuidora Alimen-
ticia HVC Limitada”, rol Nº 53-2007, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones
de Concepción el 03.11.2007, rol Nº 385-2007.
525 Sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 06.04.2005, en autos
1.4. El ejercicio del ius variandi del art. 12 CT por parte del empleador,
respecto de un representante sindical
Sin embargo, la experiencia nos indica que usualmente ocurre que los
representantes sindicales afectados por órdenes de empleador de semejante
tenor se comportan exactamente igual que cualquier trabajador que no goza
de la protección de aquéllos y, por tanto, tienden a presentar una denuncia
administrativa ante la Inspección del Trabajo respectiva con el objeto de
que se los reincorpore a sus anteriores funciones donde las ejecutaba, sin
perjuicio de la eventual presentación de una demanda por prácticas antisin-
dicales ante los tribunales.
527 Esto es los dirigentes sindicales que hubieren obtenido las más altas mayorías de acuerdo
caratulados “Dirección General del Trabajo con C y W Alimentos Limitada”, rol Nº 5.227-2006,
revocatoria de sentencia dictada por el Cuarto Juzgado del Trabajo de Santiago el 29.04.2006,
rol Nº 285-2006.
218 César Toledo Corsi
530 Dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado de Letras
che en tal sentido por la decisión del traslado, sino por no haber revertido
el empleador la instrucción dada, ordenándole la reinstalación de la ahora
directora sindical en su primitivo lugar de trabajo.532
532 Sentencia dictada el 06.01.2011 por don Ramón Danilo Barría Cárcamo, Juez Titular
del Primer Juzgado del Trabajo de Santiago.
533 Pronunciada por doña Mónica Soffia Fernández, Juez Titular del Juzgado de Letras del
Trabajo de Valparaíso, 31.03.2011, RIT S-16-2010.
534 Sentencia dictada por doña Cecilia Andrea Toncio Donoso, Jueza Titular del Juzgado
Calama por don Sergio Ariel Ortiz Huechapán, Juez Suplente, el 11.11.2010, RIT S-12-2010.
220 César Toledo Corsi
536 Dictada por don Carlos Gutiérrez Zavala, Juez Letrado Titular del Primer Juzgado Civil
538 Cabe traer a colación aquella tantas veces citada sentencia de la E. Corte Suprema de
2000 redactada por el recordado Profesor Patricio Novoa Fuenzalida que, cuando aún la ley
no establecía expresamente el fuero de constitución se llegó a él echando mano de normas
constitucionales e internacionales del trabajo, sentenciándose: “Una de estas protecciones
que acuerda la legislación chilena a los representantes de los trabajadores es la analizada en
el presente fallo, esto es, el fuero sindical, el cual para generar su pleno efecto, en sí mismo
considerado y en relación con la autonomía de la organización sindical, debe comprender con
carácter necesario el período inmediatamente anterior a la constitución del sindicato, pues en
caso contrario no estaría debidamente resguardado el derecho mismo de sindicación que es
un derecho fundamental, elevado a garantía constitucional por nuestra Carta Fundamental”.
Sentencia dictada por la E. Corte Suprema el 11.09.2000, rol Nº 3.394-2000, conociendo recurso
de casación en el fondo interpuesto en los autos caratulados “Améstica Stuardo Víctor y otro
con Santa Isabel S.A. en causa ordinaria por despido injustificado”.
222 César Toledo Corsi
539 Así, se ha sentenciado: “(…) Que de acuerdo al mérito de la prueba rendida, apreciada
en conciencia, es posible tener por acreditado que la denunciada separó de sus funciones al
referido trabajador en circunstancias que éste se encontraba aforado, lo cual es constitutivo de
una práctica antisindical. En efecto, el fuero, de acuerdo al artículo 221 del Código del Traba-
jo, se establece a favor de los trabajadores que participan en la constitución de un sindicato,
desde los diez días anteriores a la respectiva asamblea, la cual, de acuerdo a la comunicación
de fs.(…) y certificado (…), ocurrió el día 21 de febrero de 2006”. “El hecho que el despido se
haya efectuado con anterioridad a la asamblea constitutiva en nada altera lo expuesto, toda vez
que la disposición contendía en el Código del Trabajo, es clara en cuanto establece un fuero
que beneficia a los trabajadores con anterioridad a la asamblea constitutiva, estableciendo un
fuero retroactivo, con el objeto de garantizar y proteger a los trabajadores desde la víspera de
la constitución del sindicato”. “En consecuencia, a la fecha de aviso de término del contrato
de trabajo, el día 15 de febrero de ese año, el trabajador afectado ya gozaba de fuero, como
se señaló, desde diez días antes del 21 de febrero, hecho que además fue constatado por el
Tutela de la libertad sindical 223
Inspector del Trabajo”. “Por otra parte, se debe tener presente que el desconocimiento alegado
por la denunciada respecto de la constitución del sindicato no obsta a la existencia del fuero,
ya que éste opera de pleno derecho, siendo su finalidad evitar las injerencias de terceros, es-
tatal o privados, en la constitución del sindicato”. “(…) Que la conducta de la denunciada ha
importado una práctica antisindical, ya que ha atentado en contra de la autonomía y libertad
del sindicato al desconocer la vigencia de éste y la calidad de secretario del trabajador (…),
despidiéndolo sin la autorización judicial previa que establece la ley; hecho que aparece
especialmente consignado como constitutivo de práctica antisindical en el inciso noveno del
artículo 292 del Código del Trabajo”. (Sentencia dictada por el Primer Juzgado de Letras de
Quillota el 23.10.2007, en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Quillota
con Salazar Reyes Ltda.”, rol Nº 10.583). En el mismo sentido, “(…) Que haciendo aplicación
estricta del principio de la buena fe, en orden a darle credibilidad a lo expresado por la de-
nunciada en cuanto plantea tener total desconocimiento de la constitución del sindicato, por
la falta de información … consiguientemente no existir prácticas antisindicales. Lo cierto es
que este desconocimiento sólo duró hasta la primera visita del fiscalizador el día 10 de abril
de 2006 en la cual solicitó la reincorporación de los trabajadores afectados, por lo que la
denunciada desde esta primera visita ha reiterado hasta el día de hoy una conducta lesiva de
la libertad sindical, que el ordenamiento reprocha, en cuanto vulnera el artículo 19 Nº 19 de la
Constitución Política de la República, y los artículos 2º, …, 243 y 289 del Código del Trabajo
y 1 número 1 del Convenio OIT número 98”. (…) “Que la prueba testimonial presentada por
la denunciada apreciada en conciencia, nada aporta en orden a justificar los despidos de que
fueron objeto estos trabajadores, a mayor abundamiento, con esta declaración lo único que
se observa es la intención de continuar con su actitud contumaz de negarse a reincorporar a
los trabajadores, configurando así lo que nuestra normativa laboral ha denominado prácticas
antisindicales previstas y sancionadas en el capítulo IX del Código del Trabajo”. “El propio
ordenamiento laboral en el artículo 174 y las causales de caducidad reserva al empleador un
instrumento que, al margen de la autotutela prohibida por la ley y por lo mismo respetuoso del
derecho constitucional vulnerado, permite hacer valer las alegaciones que ha esgrimido en autos
que dicen relación con las infracciones en que habrían incurrido los trabajadores exonerados”
(…) Que en cuanto a las alegaciones de la denunciada en orden a establecer que al momento
del despido no se había configurado el fuero sindical, por cuanto los trabajadores habían sido
despedidos el 24 de marzo de 2006, es decir, con anterioridad a la fecha de constitución del
sindicato, al respecto y en armonía con lo que señalan los artículos 221 y 243 inciso 1º del
Código del Trabajo tal alegación no se corresponde con el principio de tutela a la libertad
sindical como presupuesto de la autonomía colectiva de los trabajadores, toda vez que bien
es sabido que el período de protección que la ley asegura a los trabajadores que concurren a
formar la voluntad colectiva del tiempo anterior a la constitución de un sindicato (libertad de
constitución) ha sido establecido precisamente para impedir atentados (el despido en el caso)
a la libertad sindical destinados a obstaculizar la formación de la voluntad propia de tal cons-
titución”. (…) Que el ilícito constitucional tiene asignado en nuestro ordenamiento normativo
como sanción la nulidad del acto írrito, por lo que pesa sobre este sentenciador el deber de así
declararlo y retrotraer los hechos al estado en que se encontraban antes de materializarse el
acto prohibido”. Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 15.02.2007,
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con AFP Planvital”, rol Nº 2.520-2006,
confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 24.10.2007.
224 César Toledo Corsi
Sin perjuicio que los trabajadores que pretenden afiliarse a una organi-
zación sindical y son objeto por ello de conductas que atentan contra su
libre decisión en el orden sindical también resultan fácilmente clasificables
dentro de trabajadores propensos a sufrir prácticas antisindicales, lo cierto
es que las conductas de suyo más recurrentes son aquellas que se concre-
tan en aquellos trabajadores que encontrándose sujetos a un vínculo bajo
subordinación de un empleador, se encuentran afiliados a una organización
sindical, especialmente cuando esta última se ha constituido como base en
la misma empresa en que labora aquél.
Las medidas lesivas, como sabemos, son ilimitadas, sin perjuicio de lo cual,
para efectos de facilitar la ilustración del modo cómo la jurisprudencia ha
repelido estas conductas, se han organizado de acuerdo al tipo de conducta.
540 Así, Sentencia dictada por Rolando Christian Díaz Coloma, Juez Suplente del Segundo
541 Así, sentencia dictada el 26.02.2011 por doña Genoveva Constanza Matteucci Vega,
Jueza Suplente del Segundo Juzgado Laboral de Valparaíso, rol Nº 780-2007, condenó al
empleador Javier Margas y Cía. Ltda., por haber consignado la siguiente cláusula contractual
laboral: “El trabajador no podrá ser parte de ningún sindicato dentro de la empresa. De lo
contrario, será despedido automáticamente”.
542 Así, ver Sentencia dictada –con voto disidente– por la Décima Sala de la I. Corte de
Apelaciones, el 27.09.2006, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con United
Plastic Corporation S.A.”, rol Nº 8.129-2005, revocatoria de la sentencia dictada por el Tercer
Juzgado del Trabajo, el 07.11.2005, rol Nº 4.382-2004.
226 César Toledo Corsi
trabajadores para realizar las mismas labores, lo que supuso, como afirmó
certeramente la sentenciadora: “(…) cambiar trabajadores afiliados al sin-
dicato por otros que no lo están, así como desincentivar la participación
de sus trabajadores en la organización gremial; hechos que explican en
gran medida la importante reducción de trabajadores sindicalizados en la
empresa denunciada”.543
543 Sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el 18.07.2006, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Drillco Tools S.A.”, rol Nº 3.938-2004.
544 Así,
en sentencia dictada por doña Mónica Soffia Fernández, Jueza Titular del Juzgado
de Letras del Trabajo de Valparaíso, el 22.06.2009, RIT S-8-2009.
545
Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago, el 23.12.2005, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Pentacrom S.A.”, rol Nº 1.155-2005,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.09.2006. En el mismo sen-
tido, se inscribe la sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago, el 22.08.2006,
en autos caratulados “Dirección del Trabajo con Industrias de Plásticos”, rol Nº 8.093/2005.
Lo propio sucede con la Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el
Tutela de la libertad sindical 227
09.03.2005, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Blincar S.A.”, rol Nº 945-
2005, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.12.2005.
546 Sentencia dictada por Claudia Reveco Iglesias, Juez Suplente del Primer Juzgado del
Trabajo de Santiago (no reformado), 19.02.2009, rol Nº 454-2008.
547 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 04.11.2004, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Centro de Distribución Fata Ltda.”, rol
Nº 3.996-2004, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 03.10.2005,
rol Nº 975-2005.
228 César Toledo Corsi
548 Sentencia dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado
550 Sentencia dictada por el Segundo Juzgado del Trabajo de San Miguel el 19.10.2007, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Servicios de Gestión Ltda.”, confirmada
por la I. Corte de Apelaciones de San Miguel el 09.05.2008, rol Nº 82/2008.
551 Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 23.12.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Pentacrom S.A.”, rol Nº 1.155-2005, confirma-
da por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.09.2006. En el mismo sentido, se
inscribe la sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 22.08.2006, en autos
caratulados “Dirección del Trabajo con Industrias de Plásticos”, rol Nº 8.093/2005.
552 “Que precisado lo anterior, y apreciada en conciencia la prueba aportada por las
partes, el sentenciador llega a la convicción, más allá de toda duda razonable, que la empresa
denunciada efectivamente incurrió en las otras conductas y prácticas antisindicales que mo-
tivó la fiscalización de la Dirección del Trabajo, y por la que se incoara la presente causa. En
efecto, de otra forma no se puede comprender que un alto ejecutivo de la empresa, al llegar un
trabajador nuevo, hecho que se (sic) por probado con lo expuesto por los dirigentes sindicales
y la declaración jurada del mismo trabajador, que dan plena confianza al juzgador, luego de
hacerle un recorrido por las dependencias, le sugiriera que no se incorporara al Sindicato, ‘si
es que deseaba prosperar dentro de ella’; que a otra trabajadora, se le dijera que el ‘Sindicato
causaba puros problemas’; que el 70% de los trabajadores despedidos en el último tiempo,
fueran los sindicalizados; y, por sobre todo, que se otorgara a través de un convenio colectivo
pactado con los trabajadores no sindicalizados, mayores beneficios en 26 rubros, que aquellos
del contrato colectivo de los trabajadores sindicalizados, alcanzados en el proceso de nego-
ciación colectiva. También, no se puede entender de otra manera, que un porcentaje tan alto,
en los períodos 2007, enero a agosto, y 2008, enero a agosto”.
“En lo anterior no sólo están sólo contestes los testigos de la denunciante, dirigentes sin-
dicales del Sindicato de la empresa denunciada, sino que sus afirmaciones se corroboran con
lo dicho por los testigos de la denunciada, en especial, lo afirmado por la testigo (…), quien
al responder si pertenecía al sindicato, dijo: ‘No, por el cargo que ejerzo, que es de confianza
de la empresa’, lo que implica, a contrario sensu, que estaba en la conciencia colectiva de los
trabajadores que los trabajadores sindicalizados, no eran de confianza de la empresa”. (Primer
Juzgado de Letras del Trabajo de Temuco, 26.08.2009, rol Nº 462-09).
230 César Toledo Corsi
“(…) Que, por último queda por analizar el estado de las relaciones la-
borales que se vivían al interior de la empresa. A este respecto y pese a que
la denunciada indicó que las afecciones psicológicas de los trabajadores no
constituían práctica antisindical, conforme lo razonado en el considerando
séptimo y lo que se dirá a continuación dicha alegación será desechada”.
“En efecto, del análisis de la prueba rendida no cabe duda que el ambiente
que se generó en la empresa por la constitución del sindicato era de in-
seguridad y temor. A este respecto hay que indicar que si bien el temor es
subjetivo, el resto de los antecedentes permite concluir que dicho estado se
originó por hechos objetivos del empleador pues el ambiente laboral dentro
del contexto en que se vivió evidentemente obstaculiza la libertad sindical.
En efecto, ante el descontento por parte de la empresa frente a la constitu-
ción del sindicato y el despido de trabajadores sindicalizados, el resto de
los trabajadores temía fundadamente sindicalizarse y ello evidentemente
implica que éstos no ejercen libremente su derecho a asociarse”. “Para
arribar a la conclusión anterior resulta forzoso para el tribunal razonar si
esa sensación se debe, como se indicó, a que existen hechos que objetiva-
mente tiene (sic) la aptitud de provocarla y aquí no puede olvidarse que el
trabajo constituye para la mayoría de las personas y seguramente también
para los trabajadores de la empresa, su único medio de subsistencia. En
consecuencia, si un trabajador ve que otro fue despedido a los días de haber
intentado negociar colectivamente es razonable que se sienta inhibido de
negociar pues con ello pone en riesgo su subsistencia”.553
553 Sentencia dictada por el Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Pucón el 19.03.2007,
en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Villarrica con Empresa Prestadora
de Servicios el Volcán Limitada.”, rol Nº 611, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de
Temuco el 22.11.2007, rol Nº 592-2007.
Tutela de la libertad sindical 231
554 Dictada por Roxana Camus Argaluza, Juez titular, del Juzgado de Letras del Trabajo
de La Serena, 07.12.2009, T-19-2009.
555 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 25.07.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Refractarios Iunge Ltda.”, rol Nº 1.057-2003,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.09.2006.
556 Sentencia dictada por el Cuarto Juzgado del Trabajo de Santiago el 04.06.2004, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Worldwide Security S.A.”, rol Nº 5.175-
2003.
232 César Toledo Corsi
557
Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 18.04.2008, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Condominios Bosques de la Pirámide”,
rol Nº 7.747-2005.
558 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.10.2002, en autos
caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con Auauy y Cía. Ltda.”, rol Nº 2.592-2002.
Tutela de la libertad sindical 233
trabajo, y c) el pago del empleador del valor del arancel notarial respec-
tivo de la renuncia (...)”.559
Dada la fuerza lesiva que una conducta como la comentada tiene, es que
ha llamado profundamente la atención una sentencia de fines del 2008 de la
559 Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 10.05.2005, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Asesorías y Evaluaciones S.A.”, rol
Nº 1.633-2005, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 02.03.2006,
rol Nº 4.040-2005. En el mismo orden, se sostuvo que: “apreciada la prueba en conciencia,
este tribunal concluye que la empresa denunciada (…), por intermedio de su administrado-
ra incurrió el día 3 de abril de 2006 en una práctica desleal que atenta contra la libertad
sindical. Tal actuación antisindical se verifica al haber ejercido la referida administradora
presiones, mediante amenazas de pérdida de beneficios otorgados a los trabajadores como
una consecuencia directa de petición de visita inspectiva a la empresa por parte del Sindicato
el 1 de abril de 2006, lo que provocó la renuncia masiva del 40% de trabajadores afiliados
al Sindicato”. Sentencia dictada por el Segundo Juzgado de Letras de Linares el 16.04.2006,
en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo con Supermercado El Pilar S.A.”, rol
Nº 8.769-07, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones de Talca el 22.08.2007,
rol Nº 102-07. Interpuesto recurso de casación en el fondo éste fue rechazado por la E. Corte
Suprema el 17.10.2007, rol Nº 5.387-2007.
560 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 29.02.2008, en autos
15.01.2008, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Transportes Altas Cumbres
S.A.”, rol Nº 15.01.2008, por la que se revocó sentencia del 08.11.2006, dictada por el Noveno
Juzgado del Trabajo de Santiago, rol Nº 5.223-2005. En sentido similar, sentencia dictada por la
Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago, en autos caratulados “Dirección Regional
del Trabajo con Transportes Cruz del Sur Ltda.”, rol Nº 911-2006, revocatoria de sentencia dic-
tada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el 29.09.2005, rol Nº 5.407-2003. En sentido
similar, pero afectando a una organización sindical de reciente formación, Sentencia dictada
por el Primer Juzgado del Trabajo de Iquique el 30.05.2007, en autos caratulados “Inspección
Provincial del Trabajo de Iquique con Explonor S.A.”, rol Nº 30.358.
234 César Toledo Corsi
562 Sentencia dictada por la E. Corte Suprema el 24.12.2008, rol Nº 7.043-2008, acogiendo
565 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Concepción el 11.06.2007, en
autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Concepción con Distribuidora Alimen-
ticia HVC Limitada”, rol Nº 53-2007, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones
de Concepción el 03.11.2007, rol Nº 385-2007.
566 Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 18.04.2008, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Condominios Bosques de la Pirámide”,
rol Nº 7.747-2005.
567 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de La Serena el 24.03.2008, en autos
caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de La Serena con Hipermercado La Serena Limi-
tada “Líder”, rol Nº 4.309-2007, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones de La
Serena el 18.06.2008, rol Nº 73-2008. El texto, en lo medular, reza: “(…) es menester consignar
que la denunciada reconoce el aumento remuneracional de los trabajadores no sindicalizados
y por ello no es necesario abocarse al análisis detallado de las numerosas liquidaciones de
remuneraciones acompañadas en autos ya que ello no es un hecho controvertido, pero afirma
que dicho aumento obedece a una política de la empresa de fijación de sueldos basados en
diversos factores como el desempeño y cargo desarrollado, afirmación que no acreditó de forma
alguna, siendo muy sintomático que esta ‘política’ de aumento de remuneraciones implique
elevar los sueldos de los no sindicalizados justo en la suma equivalente al aporte que deben
efectuar al sindicato. No hay esbozo alguno de la supuesta evaluación de desempeño que llevó
al aumento de sueldo de aquellos trabajadores que no pertenecen al sindicato llamando tam-
bién la atención que personas que ejercen cargos distintos y perciben sueldos diferentes hayan
visto aumentadas sus remuneraciones en la misma suma. Lo único que los une es su amenidad
al Sindicato. No cabe más, a falta de otros antecedentes, que concluir que efectivamente la
denunciada asumió el pago del aporte ordenado por el artículo 346 del Código del Trabajo
elevando en la misma proporción el sueldo de los trabajadores no sindicalizados y no cabe
duda alguna que ello constituye una práctica discriminatoria que tiene por fin desincentivar
el ingreso al sindicato y también produce una suerte de desánimo en los miembros de éste que
ven disminuidos los beneficios económicos que les reporta su entidad sindical”.
236 César Toledo Corsi
Otro caso que merece especial atención es aquel en el cual el trato dis-
criminatorio en perjuicio de los trabajadores sindicalizados (recaído en el
otorgamiento del beneficio denominado bono de vacaciones) se justificó
como premio o incentivo al esfuerzo a aquellos trabajadores durante la
huelga de los sindicalizados, dictaminándose “(…) Que, en cuanto al
hecho de que la Empresa denunciada ha ejercido discriminaciones inde-
bidas entre Trabajadores con el fin de desestimular la afiliación o desafi-
568
Sentencia dictada por la Jueza doña Yohana María Chávez Castillo, Titular del Juzgado
de Letras de Antofagasta, el 27.05.2010, RIT S-1-2010. En lo pertinente, dispuso: “Que, en este
aspecto, se ha señalado por los demandantes que la no contratación de dos dirigentes sindicales
de TGC se constituye en práctica antisindical al limitar la fuerza del sindicato y desmotivar al
resto de los trabajadores a asociarse al sindicato; pero como ya se ha dicho en considerandos
ello no resultó así, puesto que los dirigentes sindicales de TGC, aparte de representar a un
mínimo de trabajadores, ya que la fuerza contratada correspondía a Gardilcic, no significó
desmotivación alguna a la creación de un nuevo Sindicato en la Minera y por otro lado que los
trabajadores pudieren temer sindicalizarse si a la fecha el sindicato lleva más de 600 personas
adheridas y se ha formado uno nuevo. Eso sí, llama la atención poderosamente a esta Juez las
razones que se tuvieron en cuenta al no contratar precisamente a estos dos trabajadores que
renunciaron a su trabajo y renunciaron a su fuero, no obstante sólo uno de los tres dirigentes
sindicales de TGC fue contratado por Meridian (sin contar que de los siete existentes, los
otros fueron reubicados en otras faenas), como ya se ha dicho era escasa la participación y la
diferencia que podrían haber provocado al ser contratados, toda vez que estos trabajadores
cumplieron con los requisitos de desvincularse de el ex empleador y renunciar a su fuero, para
poder optar a una nueva fuente laboral que les ofrecía mejores expectativas. Más aún que de
toda la prueba rendida en audiencia no entiende esta Juez la diferencia que se hace con uno de
los tres dirigentes que se encontraba en la misma situación, con fuero y con vínculo laboral no
resuelto, pero que sí fue contratado. Lo cierto es que ni siquiera pudieron optar a los exámenes
preocupacionales, y según sus propios dichos se negaron a participar en negociaciones que
no contemplaran la participación del sindicato. Que, si bien es cierto, el empleador es libre
de elegir a quien contratar, lo real es que estos trabajadores ni siquiera pudieron postular al
proceso y no existe ningún medio de prueba idóneo que pueda desestimar que no fueron con-
tratados únicamente por su afiliación sindical, por lo que a la luz de lo dispuesto en el artículo
2º del Código del Trabajo, se observa una suerte de discriminación sindical a su respecto y
además se debe tener presente que esta situación va en directa oposición con lo dispuesto en el
artículo 1º del Convenio 98 del OIT, que prohíbe perjudicar de cualquier forma a un trabajador
a causa de su afiliación sindical, por lo que en aquella parte deberá acogerse la demanda”.
En sentido similar, sentencia dictada el 16.09.2011, por doña Yohana María Chávez Castillo,
Jueza Titular del Juzgado del Trabajo de Antofagasta, RIT S-3-2011.
Tutela de la libertad sindical 237
Este hecho es reconocido tanto por los testigos que prestaron declaración
por la denunciante como por la denunciada, por lo que se tendrá como un
hecho cierto en la causa”.
569 Sentencia dictada por el Juzgado del Trabajo de Puerto Montt, 17.10.2002, rol Nº 3.796-
2002.
238 César Toledo Corsi
570 Dictada por doña Andrea del Pilar Suazo Quiroz, Juez Titular del Juzgado de Letras de
Constitución, 14.06.2010, RIT T-5-2009. Sus consideraciones más relevantes fueron: “Que,
en ese orden de ideas y como se razona en el acápite anterior, en el caso de marras efectiva-
mente para el organismo denunciante, luego de hacer el procedimiento de rigor, según informe
Nº 705-2010, existen presunciones fundadas en cuanto a que existe una discriminación por
sindicación, al constatarse que hubo una diferencia en el pago de aguinaldos respecto de los
trabajadores sindicalizados y no sindicalizados, habiendo recibido estos últimos una cantidad
mayor por tales conceptos.
DUODÉCIMO: Que, ciertamente también fue un hecho acreditado en la causa y por lo
mismo no controvertido que dichos bonos o aguinaldos fueron diferentes en cuanto a su monto
respecto de los trabajadores sindicalizados y los no sindicalizados, diferenciación que confor-
me el mérito del informe de investigación reseñado, es en definitiva la siguiente: en el mes de
septiembre se entregó a los sindicalizados la suma de $ 17.500 y al resto de trabajadores la
suma de $ 20.000, y en el mes de diciembre a los primeros se les pagó la cantidad de $35.000,
y a los no sindicalizados la suma de $ 40.000.
DECIMOTERCERO: Que, si bien la diferencia en los montos de los referidos aguinaldos,
es un hecho de la causa, esta sentenciadora estima que dicho pago desigual no constituye una
discriminación respecto de los trabajadores afiliados al sindicato de la empresa demandada,
por cuanto no es más que la aplicación o más bien el cumplimiento del contrato colectivo que
existe entre los mismos y la demandada, conforme reza sus cláusulas cuarta y quinta, contrato
que por cierto se encuentra plenamente vigente; teniendo asimismo en cuenta que los referidos
aguinaldos entregados a trabajadores no sindicalizados, no constituyen asimismo estipendios
fijos que el empleador esté obligado a pagar, sino que corresponden a beneficios de carácter
ocasional, que el empleador por mera liberalidad consiente en pagar a sus trabajadores,
liberalidad que en el caso de autos, benefició como se dijo sólo a ciertos trabajadores, por un
monto superior, pero mínimo en relación a los miembros del sindicato, no existiendo prueba ni
siquiera indiciaria que lleve al convencimiento que dicho pago tiene por intención discriminar
ni menos provocar una desafiliación o un desinterés en los trabajadores en cuanto a participar
en una organización sindical; es más sólo se logró establecer que durante el último período un
trabajador se desafilió tal como lo reconoció el presidente del sindicato al prestar declaración
en estrados, pero la motivación que tuvo tampoco fue medianamente esclarecida.
Que asimismo ni siquiera en las declaraciones juradas prestadas por trabajadores de la
empresa durante la investigación administrativa, existe una claridad en el tema, como tampoco
se advierte de las mismas la intención explícita que eventualmente tendría el empleador de
desincentivar la afiliación o provocar la anulación del sindicato existente, pues no profundizan
en dicha temática”.
Tutela de la libertad sindical 239
571 Sentencia dictada el 14.12.2011 por don Christian David Osses Cares, Juez del Trabajo
572 Sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de San Miguel el 16.01.2006, en autos
caratulados “Dirección del Trabajo con Sociedad Panificadora el 18 Ltda.”, rol Nº 499-2005. En
el mismo sentido, sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 30.01.2006,
en autos caratulados “Dirección del Trabajo con Sociedad Panificadora San José Ltda.”, rol
Nº 500-2005. En el mismo sentido, sentencia dictada por doña Isabel Correa Fuentes, Jueza
Titular del Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago, 24.02.2003, rol Nº 5.146-2002.
573 Sentencia dictada por la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el
15.01.2008, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Transportes Altas Cumbres
S.A.”, rol Nº 15.01.2008, por la que se revocó sentencia del 08.11.2006, dictada por el Noveno
Juzgado del Trabajo de Santiago, rol Nº 5.223-2005.
Tutela de la libertad sindical 241
574 Sentencia dictada el 12.10.2011 por don Gerardo Mena Edwards, Juez Titular del
Segundo Juzgado de Letras de Talagante, RIT S-1-2011. Esta sentencia finalmente rechazó la
denuncia por práctica antisindical, por cuanto se acreditó que sí se habían hecho los descuentos
y puesto a disposición del sindicato respectivo, el cual temía que su aceptación pudiera significar
la aceptación de su calidad de empresa a la nueva entidad creada por la demandada.
242 César Toledo Corsi
Se trata el inciso 1º del art. 346 CT, de una norma incorporada con la
Ley Nº 19.069, de 1991 y que pretendió limitar el otorgamiento por los
empleadores de los beneficios acordados con los sindicatos en los instru-
mentos colectivos al asumir el efecto inhibitorio en la afiliación sindical y
del estímulo de la afiliación sindical. La solución, supuso obligar a los em-
pleadores que optaren por extender beneficios obtenidos por los sindicatos
en los instrumentos colectivos a trabajadores que, ajenos a dichas organi-
zaciones, cumplieren similares labores que los trabajadores del sindicato,
a descontar de las remuneraciones de aquéllos el 75% de la cuota sindical
durante toda la vigencia del instrumento colectivo, sin permitir que el tra-
bajador beneficiado con la extensión, pudiere repudiar la misma.
575 El artículo 346 del Código del Trabajo, dispone: “Los trabajadores a quienes el emplea-
dor les hiciere extensivos los beneficios estipulados en el instrumento colectivo respectivo, para
aquellos que ocupen cargos o desempeñen funciones similares, deberán aportar al sindicato
que hubiere obtenido dichos beneficios, un setenta y cinco por ciento de la cotización mensual
ordinaria, durante toda la vigencia del contrato y los pactos modificatorios del mismo, a con-
tar de la fecha en que éste se les aplique. Si éstos los hubiere obtenido más de un sindicato,
el aporte irá a aquel que el trabajador indique; si no lo hiciere se entenderá que opta por la
organización más representativa”.
“El monto del aporte al que se refiere el inciso precedente, deberá ser descontado por el
empleador y entregado al sindicato respectivo del mismo modo previsto por la ley para las
cuotas sindicales ordinarias y se reajustará de la misma forma que éstas”.
Tutela de la libertad sindical 243
576 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo el 10.06.1997, en autos caratulados
“Sindicato de Trabajadores con The Jeans”, rol Nº L-3.941-96. En sentido similar, Así, senten-
cia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 31.08.2005, en autos caratulados
“Dirección General del Trabajo con Tigre Chile SA.”, rol Nº 3.133-2004, confirmada por la I.
Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 20.09.2006, con voto disidente. También, Senten-
cia dictada por el Juzgado Civil de Temuco el 29.11.2006, en autos caratulados “Inspección
Provincial del Trabajo de Temuco con Fundación Educacional Colegio Santa Cruz de Temuco”,
rol Nº 47.711-2003, confirmada por sentencia de la Segunda Sala de la I. Corte de Apelaciones
de Temuco el 23.08.2007, rol Nº 642-2007. Interpuesto recurso de casación en el fondo, éste
fue desestimado por la E. Corte Suprema el 21.11.2007, rol Nº 6.067-07.
577 Sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 30.11.2006, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Hirsch y Gassmann”, rol Nº 2.604-2006.
244 César Toledo Corsi
pertinente para los trabajadores que ocupen los mismos cargos o desempe-
ñen similares funciones, desde el momento de aplicación y durante toda la
vigencia del contrato. En efecto el aporte en cuestión encuentra su funda-
mento en que los trabajadores respectivos se beneficien en forma efectiva
y permanente con las condiciones de trabajo y remuneraciones obtenidas
en virtud de un convenio colectivo realizado por un sindicato, al cual no
tuvieron acceso por no encontrarse sindicalizados o no haber participado
en un proceso de negociación colectiva, y a quienes el empleador se los
extiende voluntariamente”.578
578
Sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Antofagasta el 30.11.2005, en autos
caratulados “Sindicato Nº 1 de Trabajadores de Minera Escondida Ltda. con Escondida Ltda.”,
rol Nº 142-2005, confirmatoria de la sentencia dictada por el Juzgado del Trabajo de Antofagasta
el 30.06.2005, rol Nº 4.585-2004.
579 Sentencia dictada por la E. Corte Suprema el 23.11.2005, en los autos caratulados
“Inspección Comunal del Trabajo de Santiago Nor Oriente con Dimacofi S.A.”, rol Nº 2.522-
2004.
Tutela de la libertad sindical 245
580 Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Iquique, 14.8.2010, RIT S-4-2010. En igual sentido, sentencia dictada
por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de
Iquique, 23.4.2010, RIT S-1-2010.
246 César Toledo Corsi
581
Sentencia dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Iquique.
582 Sentencia dictada el 22.07.2011 por don Fernando Andrés Stehr Gesche, Juez Titular
584 Así se da cuenta en la Decisión amparo rol C188-11, de17.06.2011 del Consejo para
Transparencia.
588 Así, entre otras, Decisión amparo rol C839-10, de 19.03.2011 del Consejo para la
Transparencia.
Tutela de la libertad sindical 249
589 Asíse da cuenta en la Decisión amparo rol C532-11, de 24.08.2011 del Consejo para
la Transparencia.
590 Así se da cuenta en la Decisión amparo rol C532-11, de 24.08.2011 del Consejo para
la Transparencia.
591 Así se da cuenta en la Decisión amparo rol C532-11, de 24.08.2011 del Consejo para
la Transparencia.
250 César Toledo Corsi
597 Sentencia dictada por doña Ximena Rivera Salinas, Jueza Titular del Primer Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, 30.07.2010, RIT S-27-2010.
598 Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 22.11.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Compañía de Procesos y Servicios SA.”, rol
Nº 5.916-2004, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 20.09.2006.
252 César Toledo Corsi
599
Sentencia dictada por el Segundo Juzgado Civil de Puerto Montt el 14.05.2007, en autos
caratulados “Dirección Regional del Trabajo de la Décima Región con Detroit Servicios S.A.,
rol Nº 1.526-2006, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Puerto Montt el 25.10.2007,
rol Nº 213-2007.
600 Se entiende por reproducido lo consignado previamente en esta materia.
601
Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.06.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Castro”, rol Nº 1.425-2005, confirmada por la
I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 21.03.2006, rol Nº 4.899-2005.
602 Baylós Grau, Antonio, Sindicalismo y Derecho Sindical, ob. cit., pág. 26.
Tutela de la libertad sindical 253
603 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 31.03.2004, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Banco Santander S.A.”, rol Nº 5.791-2003,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 15.04.2005, rol Nº 2.415-
2004, con voto disidente.
604 Sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Copiapó el 03.06.2008, en autos
caratulados “Dirección del Trabajo con Avant Servicios Integrales S.A.”, rol Nº 25-2008,
por la que se ratificó sentencia del Tercer Juzgado de Letras de Copiapó de 14.04.2008, rol
Nº 1.021-2007.
605 Sentencia dictada por doña María Vivianne Morandé Dattwyler, Jueza Titular del Primer
Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago el 18.03.2010 por el Primer Juzgado del Trabajo de
Santiago, RIT S-14-2009.
254 César Toledo Corsi
606 Dictada por doña Marcela Mabel Díaz Méndez, Jueza Titular del Juzgado de Letras del
607 Sentencia dictada por don José Gabriel Hernández Silva, Juez Interino del Primer Juz-
gado de Letras del Trabajo de Concepción, 18.08.2008, rol Nº 511-2007.
608 Sentencia dictada por el Octavo Juzgado del Trabajo de Santiago el 18.04.2008, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Condominios Bosques de la Pirámide”,
rol Nº 7.747-2005.
609 Sentencia dictada por el Segundo Juzgado del Trabajo de San Miguel el 19.10.2007, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Servicios de Gestión Ltda.”, confirmada
por la I. Corte de Apelaciones de San Miguel el 09.05.2008, rol Nº 82/2008.
256 César Toledo Corsi
610
Resolvió Paola Cecilia Díaz Urtubia, Jueza Titular del Segundo Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago, 22.01.2010, RIT T-52-2009.
611
Dictada por don Carlos Gutiérrez Zavala, Juez Letrado Titular del Primer Juzgado Civil
de Temuco, 30.06.2009, rol Nº 2.364-2008. En el mismo orden, ver sentencia Primer Juzgado
de Letras del Trabajo de Temuco, 26.08.2009, rol Nº 462-09; lo propio en el caso de sentencia
dictada por doña Edith Simpson Orellana, Juez Titular del Juzgado de Letras del Trabajo de
Valparaíso, 12.7.2010, RIT S-9-2010, en la que se dispuso: “ QUINTO: Que los hechos reseña-
dos, reconocidos tácitamente por la denunciada, toda vez que no los controvirtió, demuestran
que ésta ha incurrido en conducta constitutiva de práctica antisindical, la que se encuentra
tipificada en el artículo 289 del Código del Trabajo que dispone: Incurre especialmente en
esta infracción: a) El que obstaculice la formación o funcionamiento de sindicatos de trabaja-
dores negándose injustificadamente a recibir a sus dirigentes, ejerciendo presiones, mediante
amenazas de pérdidas de empleos o de beneficios, o del cierre de empresa, establecimiento o
faena, en caso de acordarse la constitución de un sindicato; el que maliciosamente ejecutare
actos tendientes a alterar el quórum de un sindicato.
El derecho a formar un sindicato determinado, atributo de la libertad sindical, la que se
define como “aquella consistente en la facultad de los trabajadores y empleadores de constituir
libremente las organizaciones sindicales que más les convengan” (Gamonal Contreras, Sergio.
Derecho Colectivo del Trabajo. Ed. LexisNexis. 2002, pág. 119) siendo éste el valor protegido,
como asimismo el derecho de ejercer los actos derivados de tal constitución, su actuación sin-
dical, observándose en la especie la concatenación de distintas conductas provenientes de la
administradora de la empresa denunciada destinadas a entorpecer la formación del sindicato
y una vez constituido éste, la realización de conductas, mantenidas en el tiempo, tendientes a
desintegrar el sindicato con cada uno de los despidos señalados en la demanda, con el objeto
Tutela de la libertad sindical 257
de demostrar que la pertenencia al sindicato constituye obstáculo antes que un beneficio para
los trabajadores, en el marco de su relación laboral, desincentivando a los trabajadores a la
afiliación sindical y, lo más relevante, alterando con ello el quórum del sindicato. Este último
capítulo, avalado por fiscalización 05.01.2010.304 de fecha 16 de febrero de 2010.
Por otra parte, la Inspección del Trabajo cumplió en forma previa con la mediación entre
las partes, según lo preceptuado por el artículo 486 inciso séptimo del Código del ramo.
De esta manera, la denunciada ha vulnerado el derecho a la liberad sindical de sus tra-
bajadores, lo que así se declarará”.
612 Sentencia dictada por Rolando Christian Díaz Coloma, Juez Suplente del Segundo
Juzgado Civil de Puerto Montt, 14.08.2009, rol Nº 669-2006-5.
613 Barbagelata, Héctor-Hugo, El particularismo del Derecho del Trabajo, Fundación
de Cultura Universitaria, 1ª edición, Montevideo, Uruguay, 1995, pág. 108. Ver, para mayor
profundidad, los capítulos “El advenimiento del neoliberalismo y los posibles cambios es-
tructurales del Derecho del Trabajo” y “Neoliberalismo vs Derecho Laboral” en la 2ª versión
actualizada y ampliada de la citada obra del Profesor Barbagelata, Montevideo, Uruguay, págs.
137-154 y 269-286, respectivamente.
258 César Toledo Corsi
la década de los 90 de negociaciones que de tales sólo el nombre tuvieron, por tratarse de
meros contratos de adhesión, pero a los que una abusiva interpretación empresarial permitió
darle, hasta su limitación por parte de la Ley Nº 19.759 de 2001, el carácter de un instrumento
colectivo pleno, aunque los trabajadores no hubieren manifestado su voluntad real ni hubiesen
sido representados por persona alguna.
617 Limitados a una específica negociación (la reglada o formal) y sólo al nivel de em-
presa.
618 Además
de la limitación temporal de la misma en la versión del D.L. Nº 2.758 de 1979
y al hecho que, de la sola lectura de su consagración legal, aparece que la preeminencia del
funcionamiento de la empresa antes que el ejercicio del derecho a huelga.
619 El temor al boicot al comercio chileno impulsado por la central sindical AFL-CIO que
colectiva vigente hasta antes del Golpe de Estado que, con todas sus imperfecciones, había
ampliado crecientemente el ámbito de aplicación de los derechos colectivos del trabajo, siendo
fiel reflejo de ello la dictación de la Ley de Sindicación Campesina (Ley Nº 16.525, de 1967) y
el reconocimiento de organizaciones sindicales de nivel superior sin los límites impuestos por
la ley general de 1931, todo lo cual venía impulsado por diversos sectores de la sociedad, de lo
cual se hacía eco también la doctrina laboralista. Reflejo del estado de la situación lo podemos
palpar en las palabras del profesor William Thayer Arteaga, quien se desempeñara como Mi-
nistro del Trabajo y Previsión Social en el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, para
quien: “Uno de los grandes errores de nuestro sindicalismo es discutir al nivel de la empresa
problemas que son interempresarios o nacionales. O, viceversa, querer resolver en un plano
nacional los que son propios de cada empresa. Caso típico: los reajustes de sueldos o salarios
en relación con el alza del costo de la vida, que suelen ser discutidos empresa por empresa. Su
solución necesita ser común y general, pues constituye un problema de carácter nacional: el de
la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.” (pág. 20); “(…) en nuestro país ha predominado
el criterio de discutir los problemas colectivos del trabajo casi siempre al nivel de la empresa.
Se crean así diferencias injustificadas en niveles básicos de remuneraciones entre una empresa
y otra, o simplemente se recargan los precios. Este recargo debiera ser absorbido por la vitalidad
propia de la empresa, a través de la reducción de su utilidad o de una mayor productividad.”
(pág. 37) “en la sociedad capitalista es de impostergable urgencia para los trabajadores asociarse
sindicalmente y mediante la herramienta sindical pasar del nivel de la contratación individual a
la convención colectiva” (pág. 88) (Thayer Arteaga, William, Trabajo, Empresa y Revolución,
Editorial Zig-Zag, Santiago, 1968).
621 Heiremans D., Eugenio, “La estructura de la Empresa Chilena como centro operacional
622 Utilizando aquí las palabras de Piñera Echenique, José, La revolución laboral en Chile,
El único sentido visible y esperable para los gestores del modelo todavía
vigente de negociación colectiva era la negociación de la productividad,
condicionando con ello como único nivel tolerable de la negociación el de
la empresa.
623 Nos referimos a la mediación regulada en los artículos 352 a 354 y no a los buenos
oficios del artículo 374 bis CT, respecto del cual la DT actúa de acuerdo a instrucciones propias,
como si se tratara de una mediación, con las salvedades que impone la ley.
624 Piñera Echenique, José, La revolución laboral en Chile, ob. cit., Santiago, pág. 106.
625 Ibíd.
262 César Toledo Corsi
El derecho del trabajo, una vez más, al paredón ¡por culpable! Por eso,
en sus palabras, “la justificación final de la negociación colectiva radica
en que ciertos trabajadores en una economía, como equipo o grupo, desa-
rrollan un oficio y una experiencia que resulta más valiosa en la empresa
donde trabajan que en empleos alternativos. Siendo así, es justo que puedan
negociar colectivamente, porque en forma individual difícilmente tendrían
el poder de negociación suficiente para agregar a su remuneración el valor
de ese margen adicional de que son acreedores por su desempeño conjunto.
Lo que se negocia, entonces, es la diferencia entre la remuneración que
tendrían los trabajadores en empleos alternativos y el costo en que incurriría
el empleador al reemplazar sus trabajadores. El piso de la negociación,
en otras palabras, es la remuneración del trabajo alternativo y, el techo,
el costo de reemplazo para el empleador”.627
626 Piñera Echenique, José, La revolución laboral en Chile, ob. cit., Santiago, pág. 106.
627 Piñera Echenique, José, La revolución laboral en Chile, ob. cit., Santiago, pág. 107.
628
Intervención del Ministro del Trabajo de la época José Piñera Echenique en Sesión de
la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado en el sitio
web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/visorPdf?id=10221.3/34761.
Tutela de la libertad sindical 263
629 Heiremans D., Eugenio, “La estructura de la Empresa Chilena como centro operacional
Chile” Serie Ensayos sobre el Trabajo, Nº 2, diciembre 2009, visitado en http://www.funda-
cionsol.cl/wp-content/uploads/2010/09/Ensayo_2.pdf.
631 Durán Sanhueza, Gonzalo, “Resultados Económicos de la Negociación Colectiva en
Chile”, ob. cit.
632 Durán Sanhueza, Gonzalo, “Resultados Económicos de la Negociación Colectiva en
Chile”, ob. cit.
633 Durán Sanhueza, Gonzalo, “La gran empresa no le paga a sus trabajadores lo que pro-
634 Con libre iniciativa de la negociación y sin sujeción a etapas predeterminadas, entre
otras manifestaciones.
Tutela de la libertad sindical 265
Sin embargo, las nuevas ventanas y color de las paredes no le han restado
inocuidad al edificio de la negociación colectiva.
635 Como la exigencia del pago de 4 UF por cada trabajador reemplazante de uno en huelga
que se utilice.
266 César Toledo Corsi
636
Sentencia dictada por la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el
15.01.2008, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Transportes Altas Cumbres
S.A.”, rol Nº 15.01.2008, por la que se revocó sentencia del 08.11.2006, dictada por el Noveno
Juzgado del Trabajo de Santiago, rol Nº 5.223-2005.
637 Sentencia dictada por el Juzgado de Letras de Castro el 26.10.2007, en autos caratulados
“Inspección del Trabajo con Pesquera Pacific Star S.A.”, rol Nº 4.495.
Tutela de la libertad sindical 267
638 Sentencia dictada por el Noveno Juzgado del Trabajo de Santiago el 07.08.2006, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Universidad Central”, rol Nº 978-2006, confir-
mada por sentencia de la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 06.06.2007,
rol Nº 5.321-2006. Interpuesto recurso de casación en el fondo ante la E. Corte Suprema, ésta lo
rechazó el 21.08.2007, rol Nº 978-2006. En el mismo sentido, Sentencia dictada por el Segundo
Juzgado del Trabajo de Santiago el 16 de enero de 2007, en autos caratulados “Dirección General
del Trabajo con Algodones Beta”, rol Nº 5.801-2004, confirmada por sentencia de la Octava
Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el 30.10.2006, rol Nº 369-2006.
268 César Toledo Corsi
Nos parece relevante también una sentencia más reciente en que se san-
cionó la conducta de un empleador que “deliberadamente, ha estado diri-
gida a tratar y conseguir igualar a una organización sindical con un grupo
de trabajadores que se ha juntado para alcanzar un acuerdo colectivo de
trabajo, con la consiguiente afectación a la libertad sindical”. “En efecto,
en su afán de igualar a la organización denunciante con la agrupación de
trabajadores, lo que se refleja, como lo reconociera el testigo (…), en que
ella misma puso sobre la mesa la cantidad que negociaba la organización
sindical como bono de término de conflicto, en que ha terminado pactando
con dicho grupo de trabajadores un pago adicional de $ 80.000, que ha
significado la pérdida de credibilidad de la organización sindical frente a
sus afiliados, generando en general una mirada de desinterés frente a la
caratulados “Inspección Comunal del Trabajo con Everscrisp Snack Productos Chile”, rol
Nº 2.050-2004, revocatoria de la sentencia dictada por el Cuarto Juzgado del Trabajo de San-
tiago el 16.021.2004, rol Nº 4.520-2003.
Tutela de la libertad sindical 269
640 Sentencia dictada el 20.09.2011 por don César Torres Mesías, Juez Titular del Segundo
641 Sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el 04.03.2005, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Fábrica de Envases Mater S.A.”, rol
Nº 4.190-2003, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.03.2006,
rol Nº 3.023-2005.
642 Sentencia dictada por don Fernando León Ramírez, Juez de Letras del Trabajo de Val-
divia, el 19.03.2011, RIT T-17-2010, la que, en lo pertinente, dispuso: “En efecto una de las
más importantes actividades que puede desarrollar una organización sindical es la negociación
colectiva destinada a la obtención de beneficios de carácter laboral o social que mejoren la
calidad del trabajo y, obviamente, beneficios de carácter remuneratorio. La empresa ofreció
a los trabajadores con cargo de jefatura pertenecientes al sindicato mencionado beneficios
nítidamente superiores y muy importantes bajo la condición que suscribieran un anexo que les
impedía negociar colectivamente, lo que lleva a que la permanencia de tales trabajadores en el
sindicato pase a ser del todo inútil puesto que quedarían pagando sus cuotas sindicales y sin
poder negociar colectivamente y ello lleva a sostener, como se dijo, que hay lesión indirecta
a la libertad sindical”.
“Por vía de la aplicación de la disposición legal citada en el primer párrafo de este consi-
derando, se debe concluir que la empresa denunciada no ha podido explicar adecuadamente
que los fundamentos de la exigencia de no negociar colectivamente para obtener los beneficios
ofrecidos al personal con cargo de jefatura sea proporcional y no atente contra la libertad ya
aludida y los fines de la organización sindical”.
Tutela de la libertad sindical 271
643 Sentencia dictada por el Juzgado del Trabajo de Valparaíso el 04.05.2009, RIT S-3-
2009.
644 Sentencia dictada por doña María Isabel Catalina Palacios Vicencio, Jueza Titular del
Juzgado de Letras del Trabajo de Osorno, 28.09.2010, RIT S-1-2010. Dentro de sus conside-
raciones, se afirmó: “(…) Que los despidos materia de autos constituyen una práctica desleal
de parte del empleador demandado que lesiona la libertad sindical, desde el momento que
obstaculizan y debilitan el proceso de negociación colectiva iniciado pocos días después por
el Sindicato de la Empresa Mulpulmo”.
“Esto es así no sólo porque de un total de 199 trabajadores partícipes en el proceso de
negociación colectiva, en sólo 3 días fueron despedidos 29 de ellos; sino que de la actitud
adoptada por la demandada con posterioridad a la denuncia presentada por el sindicato de la
Empresa Mulpulmo a la Inspección del Trabajo, no recibiendo a los miembros del directorio
del sindicato cuando intentaron presentar el proyecto de negociación colectiva (como lo acre-
dita la prueba testimonial de la demandante) y no otorgando las facilidades necesarias para
que el fiscalizador de la demandante examinara la documentación requerida el 17 de junio de
272 César Toledo Corsi
2010, permiten presumir que los despidos se realizaron con la finalidad de evitar o al menos
obstaculizar la negociación colectiva iniciada sólo 5 días después”.
“Por lo reflexionado se hará lugar a la demanda declarando que la demandada incurrió en
práctica antisindical al momento de despedir a 29 trabajadores que gozaban del fuero laboral
del artículo 309 del Código del Trabajo”.
645 Así, sentencia dictada por doña Patricia Salas Sáez, Jueza Titular del Juzgado de Letras
en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Villarrica con Empresa Prestadora
Tutela de la libertad sindical 273
Título XII
Prácticas antisindicales que afectan el derecho de huelga
Por otra parte, la norma de fuente nacional que intentó en mayor me-
dida consolidar el derecho a huelga es tan antigua como desconocida650 y
laboral, se sostenga que antes de 1924 no hubo manifestación normativa alguna dentro de los
ámbitos propios del derecho colectivo del trabajo.
274 César Toledo Corsi
Los factores son múltiples y escapa a este trabajo una revisión de los
mismos, pero lo cierto es que desde la dictación en Chile del primer cuerpo
Tutela de la libertad sindical 275
651 Así, Ley Nº 8.811 de 1947 sobre organizaciones sindicales de los obreros agrícolas,
Bando Nº 36 de 18.09.1973, D.L. Nº 43 de 29.09.1973, art. 19 Nº 16 inciso final de la Cons-
titución.
652 Así, Ley Nº 16.625 de 1967 sobre sindicación campesina.
653 Así,
entre otros tantos casos, Código del Trabajo de 1931 y Código del Trabajo actual-
mente vigente.
654 Que estableció que cometían delito contra el orden público castigado con pena de
presidio, reclusión, relegación o extrañamiento menores en su grado máximo y multa entre
otros, a aquellos que “organicen, mantengan o estimulen paros o huelgas con violación de las
disposiciones legales que los rigen y que produzcan o puedan producir alteraciones del orden
público o perturbación en los servicios de utilidad pública o de funcionamiento legal obligatorio
o daño a cualquiera de las industrias vitales. También sancionó con iguales penas, unido a la
declaración inmediata de la vacancia del empleo o función o de poner término al respectivo
contrato de trabajo a quienes estimulen, promuevan o sostengan huelgas o suspensiones de
labores por parte de los funcionarios, empleados u obreros fiscales, municipales, de organismos
del Estado, de las empresas fiscales de administración autónoma, de instituciones semifiscales,
así como empleados u obreros de empresas o de instituciones particulares que tengan a su cargo
servicios de utilidad pública.
655 Que establece Toda interrupción o suspensión colectiva, paro o huelga de los servicios
públicos, o de utilidad pública, o en las actividades de la producción, del transporte o del co-
mercio producidos sin sujeción a las leyes y que produzcan alteraciones del orden público o
perturbaciones en los servicios de utilidad pública o de funcionamiento legal obligatorio o daño
a cualquiera de las industrias vitales, constituye delito y será castigado con presidio o relegación
menores en sus grados mínimo a medio. En la misma pena incurrirán los que induzcan, inciten
o fomenten alguno de los actos ilícitos a que se refiere el inciso anterior.
En tiempo de guerra externa la pena será presidio o relegación menores en su grado medio
a presidio o relegación mayores en su grado mínimo.
276 César Toledo Corsi
Así las cosas, aquella típica reflexión doctrinal en cuanto a que la huelga
ha pasado en el curso del último siglo y un poco más, desde su prohibición,
tolerancia hasta su máximo reconocimiento constitucional y en tratados
internacionales, no se aviene con nuestra historia.
656
De los cinco artículos destinados a la huelga, uno se refiere a las condiciones y for-
malidades de la declaración de huelga; los otros se refieren a aspectos accidentales como los
comités de huelga que deben formarse una vez declarada la huelga y a aspectos prohibitivos y
punitivos relativos a la protección de la libertad de trabajo.
657 Camú Veloso, Arnoldo, “Estudio crítico de la huelga en Chile”, Seminario de Derecho
8, d) de ese tratado. Ayuda a esta conclusión que Chile haya ratificado los
principales Convenio OIT en materia de libertad sindical y que los órganos
de control de la libertad sindical de la OIT desde hace casi medio siglo
vienen sosteniendo que no es posible reconocer la libertad sindical sin el
establecimiento pleno del derecho a huelga.
659 Caamaño Rojo, Eduardo y Ugarte Cataldo, José Luis, “Negociación colectiva y
660 Irureta Uriarte, Pedro, “Constitución y Orden Público Laboral. Un análisis del art. 19
“Personalmente, soy enemigo de las huelgas por estimar que ellas no deberían
existir a esta altura de la evolución de la sociedad. Sería lo mismo si ahora
hubiera, por ejemplo, malones, o que por dificultades que hubiera entre la
Municipalidad de La Reina y la de Las Condes éstas se pudieran declarar
la guerra. Sería inconcebible. Sin embargo, aquello era perfectamente lícito
664 Sesión de la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado
665 Intervención del General Director de Carabineros de la época César Mendoza Durán en
Sesión de la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado en
el sitio web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/visorPdf?id=10221.3/34761
Tutela de la libertad sindical 281
“Una de las cosas sobre las cuales se ha llegado a un consenso entre los tra-
tadistas laborales es que la huelga es perniciosa para la sociedad, y se acepta
como un hecho más que como un derecho”.667
666 Intervención del Ministro del Trabajo de la época José Piñera Echenique en Sesión de
la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado en el sitio
web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/visorPdf?id=10221.3/34761
667 Intervención del Ministro de Hacienda de la época José Piñera Echenique en Sesión de
la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado en el sitio
web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/visorPdf?id=10221.3/34761
282 César Toledo Corsi
Con estas opiniones no nos sorprende el gran nivel alcanzado por las
prohibiciones legales al derecho de huelga que pasaremos a examinar. Pero
lo que si extraña (o quizás a estas alturas tampoco) es que habiendo trans-
currido más de veinte años desde el retorno a la democracia, nada se haya
hecho para revertir tamaña vergüenza.
2.1. Los trabajadores que laboran en las empresas del Estado dependientes
del Ministerio de Defensa Nacional o que se relacionen con el Supremo
Gobierno a través de este Ministerio y en aquellas en que leyes especiales
la prohíban;
668 Ugarte Cataldo, José Luis, “La Corte Suprema y el derecho de huelga: aquí no, por
favor”, en Estudios Laborales Nº 4, Revista de la Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y
de la Seguridad Social, Legal Publishing, 2009, pág. 90.
669 Ibid.
670
Debe sumarse una limitación que nace de la desnaturalización del concepto de empresa
por la vía del fraude que supone la utilización de las denominadas razones sociales múltiples
y/o empresas multirut, lo que permite asistir a una realidad en la cual grandes empresas lo-
gran evitar negociaciones colectivas regladas y con ello, la posibilidad de materialización del
derecho de huelga.
Tutela de la libertad sindical 283
671 En el mismo sentido, Caamaño Rojo, Eduardo y Ugarte Cataldo, José Luis, “Nego-
ciación colectiva y libertad sindical. Un enfoque crítico”, ob. cit., págs. 62 y 63.
672 Rojas Miño, Irene, “Las reformas laborales al modelo normativo de negociación co-
lectiva del Plan Laboral”, en Revista Ius et Praxis, año 13, Nº 2, visitado en http://www.scielo.
cl/pdf/iusetp/v13n2/art09.pdf
673 “La idea es que en la relación laboral, al hacer el contrato, el empresario pueda mani-
festarle a una persona: “Usted será parte mía, parte del dueño. Por lo tanto, usted no negocia
colectivamente”. Intervención del Ministro del Trabajo de la época José Piñera Echenique en
Sesión de la Junta Militar de Gobierno del 25.06.1979 contenida en Acta Nº 372-A, visitado en
el sitio web http://historiapolitica.bcn.cl/historia_legislativa/visorPdf?id=10221.3/34761
284 César Toledo Corsi
3. Prohibición/limitación directa
del derecho de huelga, será efectuada dentro del mes de julio de cada año, por resolución con-
junta de los Ministros del Trabajo y Previsión Social, Defensa Nacional y Economía, Fomento
y Reconstrucción.
675
En estos casos, si no se logra acuerdo directo entre las partes en el proceso de negociación
colectiva, procederá el arbitraje obligatorio en los términos establecidos en esta ley.
676 Caamaño Rojo, Eduardo y Ugarte Cataldo, José Luis, “Negociación colectiva y libertad
Luis, “Negociación colectiva y libertad sindical. Un enfoque crítico”, ob. cit., pág. 89.
Tutela de la libertad sindical 285
679
Precisamente la eliminación de las empresas sanitarias de la resolución triministerial
comentada se justificó por el Gobierno en que éstas cuentan con la mayor cantidad de trabajo
operativo bajo régimen de subcontratación, por lo que la restricción de la huelga no tenía
justificación real. Citando información de la página web del Ministerio del Trabajo visitada el
16.06.2008, Caamaño Rojo, Eduardo y Ugarte Cataldo, José Luis, “Negociación colectiva y
libertad sindical. Un enfoque crítico”, ob. cit., pág. 89.
680 Caamaño Rojo, Eduardo y Ugarte Cataldo, José Luis, “Negociación colectiva y
b.3. La ley prevé las condiciones que permiten reemplazar a los traba-
jadores que se encuentran en huelga desde el primer día de haberse hecho
efectiva ésta;
Ahora bien, teniendo en cuenta que el Libro IV del Código del Trabajo no
alcanza a la negociación supraempresa, sino que se limita regular la negocia-
ción empresarial y, con restricciones, la negociación pluriempresarial, cabe
preguntarse si es posible aseverar que la negociación colectiva de los traba-
jadores en régimen de subcontratación con una o más empresas principales
supone la posibilidad para aquéllos de ejercer el derecho de huelga. A ello
respondemos afirmativamente, desde el momento que resulta plenamente
coherente con las disposiciones que emanan de las normas internacionales
del trabajo y por no encontrar obstáculo alguno en las normas de origen
nacional. Las modalidades que pudiere asumir la huelga en tales eventos
681 Lizama Portal, Luis y Ugarte Cataldo, José Luis, Subcontratación y suministro de
trabajadores, LexisNexis, 2ª edición, Santiago, 2007, pág. 125. En derecho comparado, ver
Ermida Uriarte, Óscar y Colotuzzo, Natalia, “Descentralización, tercerización, subcontrata-
ción”, Oficina Internacional del Trabajo, 1ª edición, 2009, págs. 73-74.
Tutela de la libertad sindical 291
682 Ver al respecto, Mantero de San Vicente, Osvaldo, “Derecho Sindical”, ob. cit., págs.
204 y 205.
292 César Toledo Corsi
683
El artículo 381 CT es aquel referido a los requisitos que debe cumplir el empleador
para reemplazar a los trabajadores en huelga, dispone: “Estará prohibido el reemplazo de los
trabajadores en huelga, salvo que la última oferta formulada, en la forma y con la anticipación
indicada en el inciso tercero del artículo 372, contemple a lo menos:
a) Idénticas estipulaciones que las contenidas en el contrato, convenio o fallo arbitral
vigente, reajustadas en el porcentaje de variación del Índice de Precios al Consumidor deter-
minado por el Instituto Nacional de Estadísticas o el que haga sus veces, habido en el período
comprendido entre la fecha del último reajuste y la fecha de término de vigencia del respectivo
instrumento;
b) Una reajustabilidad mínima anual según la variación del Índice de Precios al Consumidor
para el período del contrato, excluidos los doce últimos meses;
c) Un bono de reemplazo, que ascenderá a la cifra equivalente a cuatro unidades de fomento
por cada trabajador contratado como reemplazante. La suma total a que ascienda dicho bono
se pagará por partes iguales a los trabajadores involucrados en la huelga, dentro de los 5 días
siguientes a la fecha en que ésta haya finalizado.
En este caso, el empleador podrá contratar a los trabajadores que considere necesarios
para el desempeño de las funciones de los involucrados en la huelga, a partir del primer día
de haberse hecho ésta efectiva.
Además, en dicho caso, los trabajadores podrán optar por reintegrarse individualmente
a sus labores, a partir del decimoquinto día de haberse hecho efectiva la huelga, siempre y
cuando ofrezca el bono a que se refiere la letra c) del inciso primero de este artículo.
Si el empleador no hiciese una oferta de las características señaladas en el inciso primero,
y en la oportunidad que allí se señala, podrá contratar los trabajadores que considere nece-
sarios para el efecto ya indicado, a partir del decimoquinto día de hecha efectiva la huelga.
En dicho caso, los trabajadores podrán optar por reintegrarse individualmente a sus labores,
a partir del trigésimo día de haberse hecho efectiva la huelga.
Si la oferta a que se refiere el inciso primero de este artículo fuese hecha por el empleador
después de la oportunidad que allí se señala, los trabajadores podrán optar por reintegrarse
individualmente a sus labores, a partir del decimoquinto día de materializada tal oferta, o del
trigésimo día de haberse hecho efectiva la huelga, cualquiera de estos sea el primero. Con todo,
el empleador podrá contratar a los trabajadores que considere necesarios para el desempeño
de las funciones de los trabajadores involucrados en la huelga, a partir del decimoquinto día
de hecha ésta efectiva.
En el caso de no existir instrumento colectivo vigente, la oferta a que se refiere el inciso
primero se entenderá materializada si el empleador ofreciere, a lo menos, una reajustabilidad
mínima anual, según la variación del Índice de Precios al Consumidor para el período del
contrato, excluidos los últimos doce meses, y el bono a que se refiere la letra c) del inciso
primero de este artículo.
Tutela de la libertad sindical 293
Dada la relevancia que tiene para la discusión que nos ocupa, cabe
dar cuenta de la historia del establecimiento de la ley sobre reemplazo de
huelguistas, en apoyo del criterio recién planteado, que compartimos ple-
namente. Esta es:
El art. 58 del D.L. Nº 2.758 de 1979 (art. 346 CT en el Código del Tra-
bajo de 1987), dispuso:
Con esta norma, se dejaba fuera de toda duda que el empleador no veía
limitada ninguna de sus facultades con la declaración de la huelga. Podía,
así, disponer el apoyo de trabajadores no huelguistas en las labores de és-
tos, utilización de aprendices y, dicho esto expresamente, por medio de la
Para los efectos de lo dispuesto en este artículo, el empleador podrá formular más de una
oferta, con tal que al menos una de las proposiciones cumpla con los requisitos que en él se
señalan, según sea el caso.
Si los trabajadores optasen por reintegrarse individualmente a sus labores de conformidad
a lo dispuesto en este artículo, lo harán, al menos, en las condiciones contenidas en la última
oferta del empleador.
Una vez que el empleador haya hecho uso de los derechos señalados en este artículo, no
podrá retirar las ofertas a que en él se hace referencia”.
294 César Toledo Corsi
Vale decir, la alteración supuso (en una lógica que hasta hoy permanece)
encarecer el reemplazo de los huelguistas, al condicionar la legalidad de la
contratación de trabajadores para el desempeño de las funciones de los huel-
guistas, al cumplimiento por el empleador de ciertas exigencias relativas a la
última oferta ofrecida a los trabajadores. El análisis de dicha modificación
en relación a la norma anterior, arroja que la nueva supuso la contratación
de trabajadores durante la huelga, como una de las manifestaciones de las
facultades del empleador que se limitarán según el contenido de la última
oferta. El cambio, entonces fue simple: la huelga en ciertos casos, signifi-
caría una limitación temporal (14 días) al funcionamiento de la empresa,
al no poder reemplazarse las funciones de los huelguistas, incluyendo la
posibilidad de contratación de trabajadores. Así, por lo demás, lo determinó
la jurisprudencia administrativa (dictamen DT Nº 4.353/212, de 14.07.1995).
A pesar de tal claridad, no pocos desde la orilla empresarial sostuvieron que
la limitación del empleador, para el caso que no hubiere cumplido con los
requisitos del actual art. 381 CT, se limitaba a la contratación de nuevos
trabajadores y no a la utilización de los servicios de trabajadores de la em-
presa no partícipes de la huelga. Lo anterior y no otra cosa justificó que, a
modo de aclaración, a través de la Ley Nº 19.759 de 2001 se introdujeron
684 Cisternas, Lamberto, Larraín, Patricio y Zamora, Luis, “Nueva legislación laboral.
una nueva modificación al párrafo inicial del inciso 1º del art. 381 CT en
los siguientes términos:
Provincial del Trabajo de Talagante con Industria Nacional de Parabrisas Laminados S.A.I.C.”
En sentido similar, asumiendo tal conducta como una práctica antisindical, sentencia dictada
por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 25.07.2005, en autos caratulados “Dirección
298 César Toledo Corsi
General del Trabajo con Refractarios Iunge Ltda.”, rol Nº 1.057-2003, confirmada por la I.
Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.09.2006 y sentencia dictada el 14.04.2005 por
la I. Corte Apelaciones de Santiago, en autos caratulados “Loi Calfuquir, Ernesto con Empresa
Orden S.A.”, rol Nº 1.909-2004. A su vez, la Dirección del Trabajo en dictamen Nº 1.303/64, de
26.03.2004 dictaminó que “se entiende por personal de reemplazo de las funciones o puestos
de trabajo durante la huelga, cualquier dependiente que labore directamente para el empleador
o para empresas contratistas como, asimismo, alumnos en práctica y/o personas ajenas a la
empresa que se encuentren cumpliendo funciones propias de los trabajadores involucrados
en el respectivo proceso.”; en el mismo sentido, Sentencia dictada por la Décima Sala de la
I. Corte de Apelaciones de Santiago el 23.11.2007, en autos rol Nº 6.274/2006, caratulados
“Dirección General del Trabajo con Montecarlo Administradora S.A.”, por la cual se revocó
sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, de fecha 26.10.2006, en autos
rol Nº 7.863-2005.
688 Sentencia dictada por la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago el
23.11.2007, en autos rol Nº 6.274/2006, caratulados “Dirección General del Trabajo con Mon-
tecarlo Administradora S.A.”, por la cual se revocó sentencia dictada por el Primer Juzgado del
Trabajo de Santiago, de fecha 26.10.2006, en autos rol Nº 7.863-2005.
Tutela de la libertad sindical 299
las funciones que éstos han debido cumplir, se suplen con trabajadores
terceros”. 689
689 En sentido similar se anota una antigua sentencia, dictada por el Primer Juzgado del
Trabajo de Iquique el 18.04.1997, en autos caratulados “Sindicato Zofrisa c/Empresa Zofri
S.A.”, rol Nº 12.330 que sancionó a la denunciada por incurrir en prácticas desleales (se cita
como referente el artículo 387 letras c) y d) y el artículo 388 letra a), del Código del Trabajo)
“al reemplazar los puestos de trabajo de los vigilantes en huelga por los guardias privados de
la empresa Wackenhut S.A.”.
300 César Toledo Corsi
Código del Trabajo en materia del pago del bono de reemplazo, constituye
una práctica antisindical.690
690
Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 25.07.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Refractarios Iunge Ltda.”, rol Nº 1.057-2003,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 13.09.2006. En el mismo
sentido, sentencia dictada el 14.04.2005 por la I. Corte Apelaciones de Santiago, en autos
caratulados “Loi Calfuquir, Ernesto con Empresa Orden S.A.”, rol Nº 1.909-2004.
Tutela de la libertad sindical 301
“El artículo 381 del Código del Trabajo categóricamente dispone en la parte
inicial de su primer inciso, que lo prohibido es “el reemplazo de los trabajado-
res en huelga”, exponiendo a continuación las condiciones que, de cumplirse,
permiten reemplazar a los trabajadores en huelga desde el primer día de ésta.
El verbo rector, entonces, no es otro que reemplazar, lo que autoriza a sostener
que lo prohibido es reemplazar las funciones de los trabajadores en huelga,
circunstancia ésta que resulta razonable, pues el efecto esperable de la huelga
no será otro que la privación de esas funciones activas, generándose, así, un
escenario de contrapesos de poderes que podrá facilitar la búsqueda de acuer-
dos entre las partes. Sostener lo contrario, significa una invitación para que
un empleador contrate en el período inmediatamente anterior a la huelga a
los trabajadores necesarios para reemplazar a los huelguistas, finiquitándolos
apenas termine la huelga”.
caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Valdivia con Transportes Klenner e Hijos
Limitada”, rol Nº 20-2007, respecto de la cual la E. Corte Suprema mediante sentencia de
09.01.2008, rol Nº 4.251-2007, rechazó recurso de casación en el fondo.
Tutela de la libertad sindical 303
“El artículo 387 del Código del Trabajo al describir lo que se ha de entender
por prácticas desleales en la negociación colectiva, se limita a disponer que
“serán aquellas acciones que entorpezcan la negociación colectiva y sus pro-
cedimientos”. Con toda claridad y sin exigencia alguna de intencionalidad,
se entiende, como por lo demás es la tónica en materia de tutela de derechos
fundamentales, que basta una conducta que provoque efectos concretos, tales
como y a modo de referencia, entorpecimiento de la negociación colectiva
y sus procedimientos y, en este caso en concreto, el reemplazo ilegal de los
huelguistas, para predicar de ella su carácter de práctica desleal en la ne-
gociación colectiva. La descripción de toda práctica desleal, como ya se ha
indicado se encuentra en el inciso 1º del artículo 381 del Código del Trabajo,
sin que se exija ninguna intencionalidad. Ahora, tan genérica descripción,
304 César Toledo Corsi
no puede verse limitada por una descripción que presume de no ser más
que una infracción especial o, en otras palabras, un tipo de conducta que se
asume por el legislador como práctica desleal, quitándole esta calificación
a quien naturalmente debe formularla: el juez. Menos aún cuando de esa
forma se incorpora un rasgo, como el subjetivo, no considerado en la des-
cripción general. Útil es considerar que de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 381 del Código del Trabajo, el empleador sólo en las condiciones
allí descritas está facultado para organizar su empresa de forma tal que
las funciones de los trabajadores en huelga sean ejecutadas efectivamente,
durante el lapso que ella dure, por otros dependientes que laboren para él o
por personas ajenas a las cuales deba contratar. Cualquier otra modalidad,
como la adoptada por la empresa denunciada en estos autos, que permita,
en la práctica, el reemplazo de los trabajadores en huelga sin que concurran
los presupuestos que este precepto contempla, está prohibida por la ley”.
692 Sentencia dictada por doña Lilian Esther Lizana Tapia, Jueza Suplente del Primer Juz-
gado de Letras de Melipilla, 22.02.2010, RITT-31-2009.
693 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 19.07.2005, en
autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Serviform Ltda.”, rol Nº 4.801-2004,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 28.04.2006.
694 Sentencia dictada por la Cuarta Sala de la E. Corte Suprema, rol Nº 4.505-05, con-
696 Sentencia dictada el 15.05.2008 (E. Corte Suprema, rol Nº 995-2008), en autos caratu-
lados “Inspección Provincial del Trabajo de Santiago Poniente con Empresa Fanaloza S.A.”.
697 Cuán distinto es el criterio contenido en una sentencia, según el cual la “huelga es sin
duda un momento tenso al interior de la empresa, pero también lo es para los trabajadores que
lo único que buscan es mejorar la oferta del empleador” (sentencia dictada el 16.02.2012 por
don Robinson Villarroel Cruzat, Juez del Trabajo de Temuco, RIT S-15-2011).
698 Soslayamos en este comentario, por razones de extensión, una referencia a la relación
Revista de Derecho, Universidad Católica del Norte, año 17 - Nº 1, 2010, pág. 102.
308 César Toledo Corsi
art. 381 CT, entre otros fundamentos, por concebir “la sustitución interna
como un mecanismo empresarial para desactivar la huelga”, tesis que
no resultaría acertada en su óptica, pues esa “desactivación no sería algo
buscado directa y principalmente por el empresario, sino efecto colateral
y secundario de una medida tomada por él con otro objetivo, que viene a
ser el mantenimiento de la actividad en la empresa”.700
700
Citando a Diéguez, Gonzalo, Sierra Herrero, Alfredo, “Nueva Justicia Laboral y el
reemplazo en la huelga”, ob. cit., pág. 105.
701
Otro de los argumentos que añade el mismo autor. Sierra Herrero, Alfredo, “Nueva
Justicia Laboral y el reemplazo en la huelga”, ob. cit., pág. 106.
702 Sierra Herrero, Alfredo, “Nueva Justicia Laboral y el reemplazo en la huelga”, ob.
todas las sustituciones internas. Incluso, aunque sin compartirla, la tesis subjetivista en esta
Tutela de la libertad sindical 309
materia, ciertamente no puede bastarse con esa suerte de presunción de derecho de la intención
empresarial.
704 Una exigencia similar y también criticable la encontramos, en materia de prácticas
antisindicales, en sentencia de la E. Corte Suprema, de fecha 05.10.2007, rol Nº 4.109-2006,
en autos caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Talagante con Agroindustrial El
Paico Ltda.”.
705 Sentencia dictada por doña Inge Müller Méndez, Jueza Titular, Juzgado de Letras del
706 Sentencia dictada por don Marco Antonio Rojas Reyes, Juez Titular del Juzgado de
Otro fallo consideró que “un sindicato sin derecho a huelga no tiene
ningún peso, puesto que es precisamente la posibilidad de votar la huelga
el único medio de presión que dispone para obtener sus reivindicaciones, de
tal manera que cualquier actuación (d) el empleador, al margen de la ley,
que haga ineficaz este derecho ha de considerarse una práctica desleal”. En
el mismo caso, se condenó por prácticas antisindicales el reemplazo ilegal
de trabajadores en huelga, por medio de la utilización de trabajadores de
una empresa contratista.709
Uno de los pocos casos en los cuales la tutela del ejercicio del derecho
de huelga no se ha concentrado directa ni indirectamente en el reemplazo
de huelguistas, es aquel de que da cuenta una sentencia serenense recaída
en un caso en que el empleador utilizó como medio para evitar o aminorar
el efecto de la huelga el no pago de las remuneraciones del mes anterior al
que aquélla debía iniciarse, manteniendo la conducta por varios días, obli-
gando a la juzgadora a valerse de todas las herramientas legales destinadas
a subsanar dicha antisindicalidad, incluyendo multas y apercibimiento de
708 Sentencia dictada por doña María Paz Bartolucci Konga, Jueza Titular del Segundo
“En esta línea de razonamiento qué duda cabe entonces que la Libertad Sindi-
cal es la matriz del Derecho Colectivo del Trabajo y presenta distintas facetas
en su desarrollo. Es así como tenemos por ejemplo la libertad de constituir
sindicatos, de desafiliarse de ellos y la que más nos interesa en este análisis:
LA LIBERTAD DE ACTUACIÓN que supone el derecho de negociar colecti-
vamente y de recurrir a la huelga”.
“Así las cosas resulta más que evidente, desechada toda justificación que pu-
diere haber impedido el pago oportuno de remuneraciones (por lo demás ni
siquiera se estableció que el computador tuviere una clave y que dicha clave
fue desencriptada) que la denunciada retuvo los sueldos con la clara intención
de presionar a los trabajadores en huelga para que regresen a sus labores.
Por lo demás y como corolario de todo lo anterior la denunciada finalmente
pagó los sueldos base sólo después de que el tribunal decretó el arresto de su
representante legal en una clara manifestación de que sí poseía los antecedentes
suficientes para cumplir al menos esa obligación contractual (sueldo base)”.
710 Sentencia dictada por doña Nancy Aurora Bluck Bahamondes, Jueza Titular del Juzgado
Otro caso que escapa a las conductas antisindicales o desleales más co-
munes es el de un empleador que no reconoció la decisión de la comisión
negociadora del sindicato de poner fin a la huelga mediante la comunicación
dirigida a aquél, informándole la decisión de acogerse a lo dispuesto en el
art. 369 CT, bajo el argumento de que no se daban los requisitos legales (al
tratarse de la primera negociación), justificando así su negativa a otorgarles
el trabajo convenido, conducta sancionada por el tribunal.712
Consideraciones preliminares
712 Sentencia dictada por doña Marta Paola Álvarez Basáez, Jueza Titular del Juzgado del
715 Sentencia dictada por la Cuarta Sala de la E. Corte Suprema el 09.03.2005, rol Nº 2.048-
05.
716 Sentencia dictada el 28.08.2008, rol Nº 7.876-2005.
717
Previniendo que, formalmente, se planteó como práctica desleal en la negociación
colectiva y no como práctica antisindical.
718
Dictada por doña Yohana María Chávez Castillo, Juez Titular del Juzgado de Letras del
Trabajo de Antofagasta, el 06.03.2010, RIT T-16-2009.
719 Consistente en una multa de 200 UTM al socio del sindicato que decida reintegrarse
individualmente a sus labores, en cualquier condición o tiempo, sin haberse celebrado el con-
trato colectivo de trabajo.
Tutela de la libertad sindical 317
720 Sentencia dictada por don Marco Antonio Rojas Reyes, Juez Letrado Titular del Juzgado
de Letras del Trabajo de Antofagasta, de 24.02.2010, RIT T-18-2009.
721 La sentencia da cuenta de la poca claridad de la presentación, al no especificar si el fin
de la medida empresarial era el ya citado o para enfrentar el juicio por el cobro de las letras
suscritas por los trabajadores en consonancia con tal reforma.
318 César Toledo Corsi
Otro caso relacionado también con los dos últimos analizados (se trata de
la misma negociación colectiva)722 es el de la denuncia del sindicato por el
ofrecimiento de la empresa del reintegro individual a través de una declara-
ción que exigía, además la permanencia de los trabajadores en sus domicilios
retribuyéndoseles con el pago de sus remuneraciones, se tomaron en cuenta
por el tribunal723, para desestimar la denuncia el número de trabajadores
(67 de 560) que efectivamente aceptaron reintegrarse y la circunstancia de
haberse terminado la huelga y haberse suscrito un contrato colectivo con
condiciones mejores que las ofrecidas a los reintegrados.724
Por último, podemos destacar otro caso en que se acogió una denuncia
por haberse constatado, además del reemplazo ilegal en las funciones de
los trabajadores, el reintegro ilegal de los huelguistas.725
722
Presentada, al igual como la primera, como denuncia por prácticas desleales en la
negociación colectiva.
723
Sentencia dictada por doña Yohana María Chávez Castillo, Juez Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Antofagasta, el 16.02.2010, RIT T-22-2009.
724
Se hace notar que el contenido del contrato colectivo firmado, según se extrae de la
propia sentencia, no fue acompañado como prueba, sino que se tuvo como un hecho público
al ser difundido por la prensa nacional.
725 Dictada en audiencia por doña Mónica Soffia Fernández, Jueza Titular del Juzgado de
Título XIII
Prácticas intrasindicales
Comentario previo
Entre los casos no muy numerosos que en menor número han sido co-
nocidos por los tribunales surgen aquellos en que se afecta el derecho a
la libertad de afiliación y desafiliación sindical, por medio de expulsiones
arbitrarias de socios. Así, en un caso en el que se predicó precisamente la
antisindicalidad de la decisión de un sindicato consistente en la expulsión
de socios se sostuvo el irrespeto a “las reglas mínimas de un proceso que les
garantizara su adecuada defensa”, configurando con ello “una lesión a la
libertad sindical que debe inspirar a las organizaciones sindicales”. 726
726 Sentencia dictada por el Juzgado de Letras y Familia de Río Negro de 31.03.2008,
caratulados “Mansilla Bezener con Alvarado Pacheco”, confirmada por sentencia de la I. Corte
de Apelaciones de Valdivia de 31.08.2007, rol Nº 133-2007. En el mismo sentido, sentencia
dictada el 28.10.2011 por David Eduardo Gómez Palma, Juez Titular del 2º Juzgado del Trabajo
de Santiago, RIT S-49-2011.
320 César Toledo Corsi
Título XIV
Despido antisindical
727 Dictada en audiencia por doña Edith Simpson Orellana, Juez Titular del Juzgado de
Letras del Trabajo de Valparaíso, 12.7.2010, RIT S-9-2010.
728 Sentencia dictada el 03.01.2011 por doña Sol María López Pérez, Jueza Titular del
730 Sentencia dictada el 17.06.2011 por don Ramón Danilo Barría Cárcamo, Juez Titular
731 Lo propio hace el inciso 3º del artículo 389 del Código del Trabajo respecto del procedi-
miento aplicable respecto de las denuncias por prácticas desleales en la negociación colectiva.
Ver Manual del Juicio del Trabajo, Academia Judicial, 2008, págs. 131 y 133
324 César Toledo Corsi
en los artículos 485 y siguientes del mismo cuerpo legal, debiendo tenerse
presente, que la acción referida a dichas conductas está destinada a proteger
un interés colectivo, cual es la libertad sindical. Luego, este bien jurídico
puede ser transgredido de diversas formas, razón por la cual el legislador
entregó una fórmula amplia para su resguardo y protección, señalando que
serán constitutivos de prácticas antisindicales todos aquellos actos que
atentan contra la libertad sindical y además dispuso, un listado no taxativo
de acciones que especialmente serán consideradas en la especie”732. En
el mismo orden y en un caso en que se alegó por la parte denunciante la
inaplicabilidad del inciso final del art. 485 CT por no tratarse dicha denuncia
de una tutela propiamente tal se dictaminó que “si bien por una imprecisión
terminológica del artículo 292 del compendio laboral podría entenderse
que las denuncias por prácticas antisindicales no son tutelas propiamente
tales, analizada la naturaleza misma de la acción, y su objetivo, queda de
manifiesto que tales denuncias son, por su propia naturaleza, una tutela
constitucional, y una tutela incluso anterior a la Ley Nº 20.087, por cuanto
tienen por objeto echar a andar la función conservadora de la jurisdicción
respecto de derechos garantizados por la constitución y las leyes, debiendo
entenderse que la única razón por la que dicho derecho no se incluyó en el
artículo 485, es porque ya estaba regulado con anterioridad en el artículo
292 y siguientes”.733
732
Dictada por doña Cecilia Andrea Toncio Donoso, Jueza Titular del Juzgado de Letras
del Trabajo de Calama, 28.11.2009, RIT T-8-2009. En sentido similar, sentencia dictada por don
Juan Pablo Nadeu Pereira, Juez Titular del Juzgado del Trabajo de Curicó, el 30.12.2010, RIT
T-4-2010; sentencia dictada por don Víctor Manuel Abdala Vargas, del Juzgado del Trabajo de
Constitución el 28.12.2010, RIT T-8.2010 y sentencia dictada por doña Carolina Luengo Portilla,
Jueza Titular del 2º Juzgado del Trabajo de Santiago, el 31.01.2011, RIT T-334-2010.
733 Sentencia dictada el 19.01.2012 por doña Minou Jancso Carstens, Jueza Subrogante
734 Sentencia dictada el 10.12.2009, en autos rol Nº 90-2009, por la que se anuló sentencia
dictada por el Juzgado del Trabajo de Iquique el 19.10.2009, RIT T-20-2009. En el mismo
sentido, sentencia dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, 14.06.2010, RIT: T-34-2010, que, en lo sustancial, dispuso:
Que no obstante lo resuelto, el tribunal no puede dejar de soslayar el hecho que la deman-
dante accionó de tutela por hechos que indica como constitutivos de práctica antisindical,
en circunstancia que tal acción contempla en su artículo 485 en forma taxativa las causas
o motivos que la hacen procedente y dentro de ellas no se contempla el atentado contra la
libertad sindical, la cual tiene una acción especial regulada expresamente en el acápite que
trata sobre dichas prácticas, a través de los arts. 292 y 294 del Código del Trabajo, normas
que se remiten a la tutela laboral pero sólo para efectos de determinar el procedimiento con-
forme al cual se sustanciarán dichas demandas o denuncias atendido el especial derecho que
se estima vulnerado.
Dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago, 14.06.2010, RIT: T-34-2010.
735 Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los dere-
chos fundamentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, Revista
de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad Austral, vol. XXIV,
Nº 2, diciembre 2011, pág. 95.
736 Ibíd.
326 César Toledo Corsi
737
Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los derechos fun-
damentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit., pág. 96.
738
Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los dere-
chos fundamentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit.,
págs. 96-97.
739 Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los derechos fun-
damentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit., pág. 97.
740 Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los derechos
fundamentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit., pág. 98.
Tutela de la libertad sindical 327
741 Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los dere-
chos fundamentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit.,
pág. 104.
742 Ferrada Bórquez, Juan Carlos y Walter Díaz, Rodolfo, “La protección de los dere-
chos fundamentales de los trabajadores en el nuevo procedimiento de tutela laboral”, ob. cit.,
pág. 104.
328 César Toledo Corsi
Tampoco compartimos que su tesis sea más benigna para los trabajadores
(titulares de la libertad sindical, se entiende). La experiencia nos muestra que
no pocos sentenciadores, frente a decisiones empresariales adoptadas dentro del
marco de las potestades que el ordenamiento jurídico le reconoce a todo em-
pleador, afectan el ejercicio de la libertad sindical, lejos de condenar al infractor
por prácticas antisindicales, han incorporado elementos no contemplados por la
ley para establecer que se ha incurrido en dichas conductas (utilizando palabras
de Ferrada y Walter, aquí sí claramente se advierte el ejercicio de un poder
discrecional demasiado amplio, de difícil control y previsibilidad de parte de
tales sentenciadores) como la necesidad de que su carácter sea especialmente
grave, maliciosamente, su reiteración en el tiempo, etc., que sí han perjudicado
notoriamente la tutela de los titulares de la libertad sindical.
743 El plazo en comento es de días hábiles, en base a lo dispuesto en el artículo 435 inciso
3º del Código del Trabajo, según el cual “los términos de días que establece este Título se
entenderán suspendidos durante los feriados”.
744 Art. 486 inciso final CT.
Tutela de la libertad sindical 329
745 Art. 486 inciso final con relación al artículo 168 inciso final CT.
746 Así, mediante resolución de 16 de abril de 2008 el Juzgado Laboral de Punta Arenas
(RIT T-1-2008), conociendo de una demanda de tutela de un derecho fundamental ajeno a la
libertad sindical, la rechazó por caduca, en base a haber transcurrido ya el plazo de 60 días,
contados desde que “empezó a producirse” la vulneración del derecho fundamental. El mismo
tribunal reiteró la misma doctrina, en un caso diverso (RIT T-2-2008), en que el rechazo debió
fundarse, a nuestro juicio, en la circunstancia de no tratarse de una afectación a un derecho
fundamental. En ambas resoluciones, se fundamenta en base a: “Que, las acciones estable-
cidas para la protección o tutela de garantías fundamentales buscan adoptar con inmediatez
las medidas tendientes a reestablecer las garantías afectadas, por lo que requieren asimismo
diligencia, responsabilidad y rapidez en su denuncia, atendida la importancia y naturaleza de
los derechos que se estiman afectados, toda vez, que la solución eficaz comienza necesariamente
con una denuncia oportuna”.(…)“Que teniendo por objeto la acción de tutela la protección
efectiva y eficaz de una garantía fundamental, la conducta lesiva debe denunciarse también
en forma oportuna, exigencia que recoge el inciso final del art. 486 del Código del Trabajo al
establecer como carga del dununciate la interposición de la acción respectiva en el plazo de
sesenta días contados desde que se produzca la vulneración de derechos fundamentales”. En
el mismo sentido, En otra sentencia, en que lo pretendido era la sanción por prácticas antisindi-
cales por no haber descontado y enterado en el sindicato correspondiente el 75% del monto de
la cuota sindical ordinaria, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 346 del Código del Trabajo,
la desestimó por caduca la acción, pareciéndole a la sentenciadora irrelevante la persistencia
de infracción. Sentencia dictada por doña Edith Simpson Orellana, Juez Titular del Juzgado de
letras del Trabajo de Valparaíso el 08.03.2010, RIT S-33-2009.
330 César Toledo Corsi
3. Preferencia
4. Titulares de la acción
752 Sentencia dictada el 29.08.2011 por doña Ximena Cárcamo Zamora, Jueza Titular del
6. Desistimiento de la demanda
La discusión que aquí se plantea no dice relación con el derecho que asiste
a todo demandante una vez notificada su demanda por prácticas antisindi-
cales, para desistirse de la misma, sino con a los efectos que ello importa.
755 Así,
respecto de una denuncia por vulneración de un derecho distinto a la libertad
sindical, se resolvió por el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, con fecha 01.12.2008,
RIT T-3-2008.
756 Así, sentencia dictada el 08.02.2012, por la I. Corte de Apelaciones de Antofagasta, rol
Nº 4-2012, por medio de la cual se anuló sentencia dictada el 15.12.2011 por el Juzgado del
Trabajo de Antofagasta, RIT S-8-2011.
757
En este sentido, sentencia dictada por doña Isabel Correa Fuentes, el 14.10.2002, rol
Nº 2.592-2002; En el mismo orden, sentencia dictada por doña Carolina Luengo Portilla, Juez
Titular del 2º Juzgado del Trabajo de Santiago, la que, en lo pertinente, dispuso: “Que teniendo
especialmente en consideración que la empresa denunciada según los hecho pacíficos acorda-
dos por las partes, cumplió el compromiso adquirido en la audiencia de mediación de fecha
16 de noviembre de 2009. Que el trabajador firmó finiquito con la empresa denunciada, el 14
de enero de 2010 y con fecha posterior ha manifestado tanto a la apoderada de la Dirección
del Trabajo, como a la empresa denunciada su intención de desistirse de la denuncia, firman-
do una declaración jurada con fecha 23 de febrero de 2010. Que estos hechos no son óbice
para determinar que existió por parte de la denunciada una práctica antisindical, ya que, la
Tutela de la libertad sindical 333
suscripción por parte del señor Andrés Tallar de un finiquito y de una declaración jurada de-
sistiéndose de la denuncia, no permiten excusar la conducta de la denunciada, sobre todo que
lo que se busca proteger a través del derecho sindical es al sindicato, que se ve representado
por su presidente, pero es interés de este órgano y de asegurar que sus miembros no se vean
afectados, que esta ordenada toda nuestra normativa sindical vigente, ante lo cual, es deber
de esta judicatura velar por el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales que
amparan esta labor, hechos que el tribunal tendrá presentes al momento de fijar el monto de
la multa solicitada”.
758 Autos RIT S-27-2011 seguidos ante el 2º Juzgado del Trabajo de Santiago.
759 Así, entre otros casos, consta en Acta de Audiencia Preparatoria en procedimiento de
tutela laboral suscrita el 11.05.2011, ante doña Andrea Soler Merino, Jueza Titular del 2º Juz-
gado del Trabajo de Santiago, RIT S-19-2011.
760 En este sentido, resolución dictada por don César Torres Mesías, Juez Titular del 2º Juz-
gado del Trabajo de Santiago. Respecto de la pretensión de la DT, que actuó en este caso como
parte, se dispuso: “En relación a la presentación de fecha cinco de noviembre recién pasado,
por la cual la Inspección Comunal del Trabajo Santiago Oriente, evacúa el traslado conferido,
no allanándose a la renuncia de acciones y desistimiento de la denunciante y denunciada, se
resuelve: teniendo presente, que en esta causa, dicho Servicio no ha actuado como denunciante
conforme a la facultad que le confería el inciso quinto del artículo 486 del Código del Trabajo,
lo que implica en rigor que, pudiendo tener interés en los hechos que tomó conocimiento, no
decidió promover la discusión como principal, sino que de conformidad al inciso cuarto de la
norma legal citada, dado su contexto, sólo pudo haber comparecido como parte a requerimiento
del Tribunal, como colaboradora del proceso y ello sin perjuicio de que por resolución de fecha
diecinueve de octubre de dos mil nueve, se le haya tenido como parte sin concurrir, a juicio de
334 César Toledo Corsi
7. Patrocinio de abogado
Con la Ley Nº 19.759 se dispuso que las Inspecciones del Trabajo tienen
la obligación de poner en conocimiento de los tribunales todo hecho consti-
tutivo de práctica antisindical de que tomen conocimiento en el ejercicio de
sus funciones, con lo cual el panorama de acceso de los titulares de libertad
sindical en tales materias dio un giro en ciento ochenta grados.
Dada la precariedad del sindicalismo nacional, debe ser rol del Estado
generar el escenario para que la tutela de la libertad sindical se haga efectiva
por medio de la interposición de las acciones judiciales correspondientes.
No hacerlo significa dejar de cumplir con la obligación de proveer una pro-
tección eficaz en beneficio de la libertad sindical, contenida en el Convenio
98 de la OIT.
8. Contestación de la demanda
este juez, el supuesto que adujo para habilitarla a tener tal calidad, que se estima que ella al
no haber sido denunciante, no puede sostener por si sola la acción ya extinguida, por tratarse
su actuación en este caso de una colaboración a la acción que ya se había iniciado”.
761 Como ya hemos indicado, en un estudio que hicimos (sin publicar) en el 2001, detec-
tamos que el registro de empresas condenadas por prácticas antisindicales de la Dirección del
Trabajo sólo daba cuenta de 14 sentencias ejecutoriadas dictadas entre la vigencia de la Ley
Nº 19.069 de 1991 y la Ley Nº 19.759 de 2001.
Tutela de la libertad sindical 335
9. Normas especiales
762 “Cuarto: Que el artículo 452 inciso 1º del Código del Trabajo, reza lo siguiente: “El
demandado deberá contestar la demanda por escrito con a lo menos cinco días de antelación
a la fecha de celebración de la audiencia preparatoria”. Que, en consecuencia, habiéndose
fijado el comparendo para el día 19 de diciembre de 2008, el cómputo de días hacia atrás
comienza a contar del día 18 de diciembre de 2009 y termina el día 13 de diciembre de ese
mismo año, por cuanto no se cuenta el día domingo 14 de diciembre. Lo anterior implica que
en razón de las expresiones del legislador en este artículo, esto es, “con a lo menos cinco días
de antelación”, implica que la referida contestación debió hacerse por lo menos hasta el día
viernes 12 de diciembre de 2008, y cualquier fecha posterior implica que la contestación es
extemporánea, por lo que la resolución cuestionada se ajusta plenamente a derecho y la rea-
lización del juicio del trabajo en la fecha señalada no adolece de ningún vicio que sea posible
de reparar por estas vía.
Quinto: Que, a mayor abundamiento, la fórmula empleada por el legislador implica la
necesidad de que el escrito de contestación sea presentada con una antelación razonable en el
juicio del trabajo, esto es, que el trabajador antes de la fecha del comparendo conozca la versión
de su contraparte y pueda preparar convenientemente sus argumentaciones, buscándose con
ello lo que la doctrina denomina “igualdad de armas”, esto es, minimizando el factor sorpresa
y quedando entonces los intervinientes en igualdad de condiciones para participar en la au-
diencia de preparación del juicio oral y en donde se definirán las pruebas que, a su vez, servirá
para formar la convicción del tribunal. En ese escenario el legislador estableció un plazo para
que el demandado presente su constelación por escrito, eligiendo el término de cinco días de
antelación, el cual en materia laboral parece ser razonable y prudente. Por último, al utilizar
la frase “con a lo menos cinco días de antelación”, el legislador en forma expresa pretende
que la contestación se presente en una fecha no tan cercana al comparendo y en ningún caso
a dicho “dentro de”, o “en determinado plazo”, pues se trata de un plazo extintivo que debe
contarse hacia atrás desde la fecha en que objetivamente se conoce la fecha de la realización
de la audiencia”. Sentencia C. Apelaciones de Valparaíso, rol Nº 6-2009, 23.2.2009.
763 La reconvención sólo será procedente cuando el tribunal sea competente para conocer
de ella como demanda y siempre que esté íntimamente ligada a ella y deberá contener las men-
ciones a que se refiere el artículo 446 y se tramitará conjuntamente con la demanda.
336 César Toledo Corsi
768 Dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado de Letras
769 Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema con fecha 30 de mayo de 2005 en
770 Palomeque López M., Carlos, “Despidos discriminatorios y Libertad Sindical”, Cuader-
nos Civitas, Editorial Civitas S.A., Madrid, España, 1983, págs. 84-85. Lo meritorio es que las
palabras de este autor español tuvieron su respaldo jurisprudencial, precisamente la comentada
sentencia del Tribunal Constitucional Español de 1981, antes que el país ibérico contara con un
claro texto normativo de respaldo, como el actual artículo 178.2 de la Ley de Procedimiento
Laboral que dispone: “Una vez constatada la concurrencia de indicios de que se ha producido
violación de la libertad sindical, corresponde al demandado la aportación de una justificación
objetiva y razonable, suficientemente probada de las medidas adoptadas (...)”.
771 Citado por Ugarte Cataldo, José Luis, en “Los Derechos Fundamentales y la relación
laboral: El largo camino a los Tribunales”, Anuario de Derecho del Trabajo y Seguridad Social
Nº 2, Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, 2001, pág. 50.
772 Entiéndase al sujeto activo para los efectos de la legislación chilena.
Tutela de la libertad sindical 341
773 Durán López, Federico, “Jurisprudencia Constitucional y Derecho del Trabajo”, Co-
lección estudios, Serie General, núm. 8, Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, Madrid,
España, 1992, págs. 267-268. No se ha de probar un hecho negativo, sino el positivo de que el
acto denunciado ha obedecido a causas razonables con exclusión de la antisindicalidad alegada.
(Durán López, ob. cit., pág. 268).
774 Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, ob. cit., pá-
aminorar los efectos negativos que supone para los trabajadores denunciantes
la lejanía con los elementos probatorios (cerca siempre del empleador), por
medio de una fiscalización de la Inspección del Trabajo que ha de plasmar
sus resultados en un informe que, en cuanto a los hechos allí consignados
y constatados por el fiscalizador, se les otorga el valor probatorio de pre-
sunción simplemente legal de la veracidad de los mismos.
“(…) que, en cuanto al peso de la prueba de las conductas que se invocan como
constitutivas de práctica antisindical; es de cargo del órgano denunciante, en
principio, acreditarlas, por cuanto ellas constituyen el objeto de su acción e
importan hechos contrarios a la normalidad de las cosas y que, evidentemente,
no se ajustan al principio de buena fe en la relación laboral, que se debe presu-
mir. Sin embargo, esta regla se ve alterada en cuanto a los hechos constatados
por el Inspector del Trabajo respectivo, por cuanto la sola circunstancia de
haber sido constatados –dichos hechos– por ese funcionario, configura una
presunción legal de veracidad de los mismos conforme al artículo 292 citado
y al artículo 23 del Decreto con Fuerza de Ley Nº 2 de 1967, del Ministerio
del Trabajo y Previsión Social, determinando, tal circunstancia, que tocará
al empleador acreditar que ellos no se ajustan a la realidad”. “(…) Que, en
consecuencia, conforme lo dispuesto en los artículos 292 del Código del Tra-
bajo y, especialmente, en el artículo 23 del Decreto con Fuerza de Ley Nº 2 de
1967, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, y al no haber aportado el
775
Especialmente en los primeros tiempos que siguieron a la aplicación de la Ley Nº 19.759
de 2001.
776
En no pocas ocasiones, valorando la presunción simplemente legal más allá de lo
autorizado, al predicarla ya no de hechos constatados directamente por el fiscalizador, sino de
cualquier expresión consignada en el informe de fiscalización o el informe en su totalidad. Así,
sentencia del Juzgado de Letras de Colina, de 11.06.2003, rol Nº 25-2003. En sentido contrario,
Sentencia (de reemplazo) dictada por la E. Corte Suprema el 10.12.2008, rol Nº 5.943-2008.
Tutela de la libertad sindical 343
En todo caso, no fue una visión unánime, pues, por una parte se asumió
que la lectura anterior suponía una infracción a la norma probatoria contenida
en el artículo 1698 del Código Civil778 y por otra, no pocos sentenciadores
comenzaron a aplicar un sistema de prueba indiciaria en el cual el informe de
fiscalización podía o no contribuir a formar la convicción del juez.779-780
777 Sentencia dictada por el Cuarto Juzgado de Letras de Talca el 08.05.2007, en autos
caratulados “Inspección Provincial del Trabajo de Talca con Aceites del Maule ADM Chile
S.A.”, rol Nº 965-2006, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones de Talca el
03.10.2007, rol Nº 158-2007-Laboral.
778 Así, entre otras, sentencia dictada por la E. Corte Suprema el 05.10.2007, rol Nº 4.109-
2006, acogiendo –con dos votos disidentes– recurso de casación en el fondo, interpuesto contra
sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de San Miguel el 09.05.2006, en autos caratu-
lados “Inspección Provincial del Trabajo con Agroindustrial El Paico Ltda.”, rol Nº 554-2005,
revocatoria, a su vez, de sentencia dictada por el Segundo Juzgado de Letras de Talagante, el
24.08.2005, rol Nº 163-2004.
779 Más allá de una referencia al mérito de presunción legal de veracidad de los hechos
constatados por el fiscalizador actuante y consignados en el correspondiente informe de fis-
calización.
780 Como ilustración de esta aproximación a un sistema de valoración de la prueba in-
diciaria, previo a su consagración explícita por el legislador, valga transcribir las siguientes
consideraciones: “si bien el despido de trabajadores sindicalizados no puede constituir en sí
una práctica antisindical, la conducta de la denunciada debe ser apreciada en su contexto
global, siendo imposible desconocer que los despidos comienzan una vez terminado el fuero
derivado del contrato colectivo y el conflicto judicial con el sindicato y que, al mismo tiempo, la
empresa denunciada contrató nuevos trabajadores para realizar las mismas labores; situación
esta última que, realizada en igual período y proximidad que los despidos, revela la intención
de la denunciada de separar a los trabajadores afiliados y no se condice con los fundamentos
esgrimidos para el término de la relación laboral de los mismos, sino que, por el contrario,
implicó, en los hechos, cambiar trabajadores afiliados al sindicato por otros que no lo están,
así como desincentivar la participación de sus trabajadores en la organización gremial; he-
chos que explican en gran medida la importante reducción de trabajadores sindicalizados en
la empresa denunciada”. Sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el
18.07.2006, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Drillco Tools S.A., rol
Nº 3.938-2004. En el mismo sentido, se ha dispuesto “(…) Que la negociación colectiva es
una de las tareas más importantes de un sindicato, ya que es justamente a través de este instru-
mento, que puede mejorar la situación de sus socios, por lo que, conforme a la experiencia y
a las prácticas habituales en este tipo de procesos, no resulta comprensible que un trabajador
que ha participado durante algún tiempo en un sindicato, pagando sus cuotas e incurriendo
344 César Toledo Corsi
en las demás molestias que dicha participación le pueda significar como el asistir a reuniones
u otras, decida retirarse justo antes de comenzar una negociación colectiva, que tiene como
finalidad mejorar su situación laboral, de modo que si es difícil entender los motivos que un
trabajador tendría para desafiliarse del sindicato en estas condiciones, lo es aún más respecto
de un grupo cercano al 40% de la organización”. (Sentencia dictada por el Noveno Juzgado
del Trabajo de Santiago el 14.01.2005, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con
Cooperativa de Salud Promepart”, rol Nº 5.502-2005); también se ha dicho: “Que de los hechos
anteriormente establecidos se debe necesariamente inferir que la demandada, al despedir a
trabajadores sindicalizados por necesidades de la empresa ha contribuido, en forma intencio-
nada o no, a empequeñecer la organización sindical, y a alterar el quorum, y, en todo caso,
a minimizar su esfera de acción; la causal mencionada fundada en hechos que la justifiquen,
no cabe duda que autorizan al empleador para poner término a (sic) contrato de trabajadores
incluso sindicalizados; pero cuando se hace uso de ella respecto de un grupo importante de
trabajadores afiliados a la organización sindical de la propia empresa, de reciente formación
y tan pronto como termina una negociación colectiva, y sin señalar ninguna situación que la
justifique, importa necesariamente un despido unilateral e injustificado”. (Sentencia dictada
por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 04.07.2005, en autos caratulados “Dirección del
Trabajo con Hirsh y Gassmann”, rol Nº 2.205-2005); por su parte, se ha dispuesto: “(…) Que en
lo tocante a actos de hostigamiento a dirigentes y socios: Los actos denunciados se acreditaron
tanto por el informe de fiscalización (…) como de la declaración jurada (…), lo declarado por
los dirigentes que concurrieron a estrados y lo dicho por la propia denunciada”. “En efecto,
la denunciada alegó que amonestó a un dirigente sindical invocando su falta de compromiso y
responsabilidad por encontrarse en la sala de venta dos productos vencidos, habiéndose según
ella, comprobado la falta, por lo que no es un hecho controvertido la existencia de tal amones-
tación, aunque la empresa arguye que fue justificada; sin embargo, no acreditó la veracidad
de la existencia de la falta que motivó la sanción. Esta circunstancia, sumado a que se produjo
en contra de un dirigente sindical en un contexto en que se había presentado un proyecto de
negociación colectiva (independientemente de si formuló bien o mal), más lo constatado por los
inspectores en el procedimiento de fiscalización en cuanto a que a los trabajadores les constaba
que los dueños de la empresa habían manifestado su malestar al enterarse de la constitución
del sindicato y a la circunstancia que trabajadores le señalaron a los inspectores que preferían
omitir o mentir para mantener su trabajo, unido a lo concluido anteriormente, no puede sino
colegirse que dicha amonestación (sin que se haya acreditado su causa) configura un acto de
los que referidos (sic) en el artículo 291 del Código del Trabajo)”. (Sentencia dictada por el
Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Pucón el 19.03.2007, en autos caratulados “Inspección
Provincial del Trabajo de Villarrica con Empresa Prestadora de Servicios el Volcán Limitada”,
rol Nº 611, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Temuco el 22.11.2007, rol Nº 592-
2007); por último transcribimos estas últimas consideraciones: “(…) Asimismo y sin perjuicio
de lo razonado en el considerando decimotercero relativo al despido de los trabajadores, al
acreditar la denunciante que fueron despedidos 9 trabajadores con el acta de fiscalización de
fojas (…) y al decir la empresa denunciada que dichos despidos se debieron a que durante el
verano se contrata más personal en el supermercado para atender la alta demanda que ori-
gina la época estival por lo que atribuyó el despido a necesidades de la empresa, del acta de
fiscalización de fojas (…) se concluye que los trabajadores despedidos no fueron contratados
para palear el aumento que conlleva el verano en la región y respecto a la causal invocada la
denunciada tampoco la acreditó, ya que ésta es una causal de carácter objetiva, es decir, que
para que pueda ser invocada por el empleador se requiere de la ocurrencia de ciertos hechos
Tutela de la libertad sindical 345
Publishing, Santiago, 2009, pág. 43. Recepcionando esta doctrina, entre otras tantas sentencias,
346 César Toledo Corsi
Dictada por doña Lorena Flores Canevaro, Juez Titular del Segundo Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago, 14.06.2010, RIT: T-34-2010.
785
Recogiendo este criterio, sentencia dictada por doña Andrea del Pilar Suazo Quiroz,
Juez Titular del Juzgado de Letras de Constitución, 14.06.2010, RIT T-5-2009.
Ugarte Cataldo, José Luis, “Tutela de derechos fundamentales del trabajador”, ob.
786
Por más elemental que parezca, con dicha exigencia se obliga a la con-
gruencia entre esta declaración y las consecuencias de la sentencia, evitando
situaciones pretéritas en que frente a acuerdos de las partes interesadas y a
pesar de haber claridad respecto a la verificación de la práctica antisindical,
ésta era desestimada.
Dado que la prueba debe apreciarse conforme las reglas de la sana crítica,
el sentenciador deberá ponderar, de acuerdo a las reglas de la lógica y las
máximas de la experiencia la prueba rendida, dando cuenta, en el evento de
verificarse los requisitos para ello, de la rebaja del estándar probatorio que
supone el sistema de prueba indiciaria. O, como se ha sostenido en una sen-
tencia, deberá el juez enunciar el análisis de la prueba, los hechos que estime
probados y el razonamiento que conduce a ello, expresando los fundamentos
fácticos y jurídicos por los cuales se resuelve la controversia.789
789 Sentencia dictada por don Juan Pablo Nadeu Pereira, Juez Titular del Juzgado del Trabajo
791 En efecto, el propio legislador introdujo la posibilidad de cursar una segunda multa (y
una tercera y así sucesivamente según el caso) al condenado por prácticas antisindicales que
se niegue a cesar en su conducta, a pesar de la orden judicial. Las multas que se adicionan a
la que corresponde cursar por la práctica antisindical que motiva la denuncia, encuentran su
respaldo inmediato no en ésta, sino precisamente en la suerte de desacato del denunciado ante
el requerimiento judicial, en una lógica similar a la que se verifica cuando la Inspección del
Trabajo respectiva, tratándose de infracciones que lesionando alguna dimensión de la libertad
sindical, se encuentren dentro de aquellas que pueden significar la aplicación de una o más
mutas por parte de la autoridad administrativa, presenta, ante la persistencia de la conducta
lesiva, la correspondiente denuncia, exigiendo las respectivas consecuencias desfavorables,
entre las que se cuenta, la aplicación de una multa a beneficio del SENCE.
Tutela de la libertad sindical 349
792 Baylós Grau, Antonio, citado por Sepúlveda Gómez, María, “Los efectos patrimoniales
derivados de la conducta antisindical del empresario”, Editorial Bomarzo, 1ª edición, 2004,
Albacete, España, pág. 30.
793 Ibid.
794 Sentencia dictada por el Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir el 22.11.2007, en
autos caratulados “Inspección del Trabajo de Tierra del Fuego con Importadora y Exportadora
350 César Toledo Corsi
Océano Atlántico Ltda.”, rol Nº 501, confirmada por sentencia de la I. Corte de Apelaciones
de Punta Arenas el 08.04.2008, rol Nº 1-2008.
795 Para tener una referencia, al 20.02.2012, 500 UF corresponde a $ 11.227.910
(U$ 23.294).
796 Sentencia dictada el 08.07.2011 por doña Ximena Rivera Salinas, Jueza Titular del
797 Sentencia dictada el 17.08.2011 por doña Paola Díaz Urtubia, Jueza Titular del Segundo
Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-32-2011.
798 Sentencia dictada el 15.11.2010 por don Robinson Fidel Villarroel Cruzat, Juez Titular
Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, 11.01.2010, RIT T-43-2009. En el mismo
sentido, sentencia dictada el 30.12.2011 por doña Paola Díaz Urtubia, Jueza Titular del Segundo
Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-64-2011 y sentencia dictada el 21.02.2011 por doña
Tita Aránguiz Zúñiga, Jueza Titular del Juzgado del Trabajo de San Miguel.
803 En efecto, el art. 292 CT inciso 5º, dispone que si la práctica antisindical hubiere implica-
Díaz Urtubia, Jueza Titular del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-64-2011.
Tutela de la libertad sindical 353
Llama la atención, bajo este prisma que, en un caso que afectaba a ciertos
directores sindicales indebidamente despedidos por su empleador y aforados
aun a la fecha del fallo se haya ordenado su reincorporación (en las condi-
ciones señaladas en el párrafo anterior) y “para el caso que, la demandada
se niegue a reincorporarlos, deberá pagarles, a título de compensación,
las remuneraciones y demás prestaciones por todo el período en que se
extendió el fuero sindical”. 805
805 Sentencia (de reemplazo) dictada por la Cuarta Sala de la E. Corte Suprema el
De acuerdo a los incisos 1º y 2º del art. 292 CT, las prácticas antisin-
dicales o desleales serán sancionadas con una multa de 10 a 150 UTM,
que, en caso de reincidencia se fijará dentro del rango de 100 a 150 UTM.
Las multas que por tal concepto se apliquen serán a beneficio del Servi-
cio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE). La ley dispone que la
gravedad de la infracción se tendrá en cuenta para determinar la cuantía
de la sanción.
Por las razones dadas con ocasión del tratamiento del principio del non
bis in idem, la norma nos parece lo suficientemente categórica en cuanto
a que toda condena por prácticas antisindicales debe necesariamente ir
acompañada de la aplicación de la multa a beneficio del SENCE.
En todo caso, cabe advertir que se han verificado casos en los cuales, junto
con condenar a una empresa por prácticas antisindicales, no se condenó al
pago de la multa que exige el legislador, por constar ya la aplicación de la
misma por parte de la Inspección del Trabajo,810 lo que nos parece criticable
en atención al tenor literal de la ley.
809
Sentencia dictada el 08.07.2011 por doña Ximena Rivera Salinas, Jueza Titular del
Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-23-2011.
810 Sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Rancagua el 28.08.2007, en autos
811 Sentencia dictada por doña Tita Aránguiz Zúñiga, Jueza Titular del Juzgado del Trabajo
Unión, 21.11.2010, RIT S-1-2010. En el mismo sentido, Dictada por Yelica Marianella Mon-
tenegro Galli, Jueza Titular, Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, 11.01.2010,
RIT T-43-2009.
813 Sentencia dictada el 12.10.2011 por doña Alondra Castro Jiménez, Jueza Titular del
Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-55-2011.
814 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.10.2002, rol
Nº 3.132-2002.
815 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.10.2002, rol
Nº 3.132-2002.
816 Dictada por doña María Paz Bartolucci Konga, Jueza Titular del Segundo Juzgado
En esta materia, de acuerdo al art. 474 CT, se deben aplicar las normas
del párrafo 5º, cáp. II, Título I del Libro IV CT y supletoriamente las dis-
posiciones del Libro I del Código de Procedimiento Civil.
817 Así, entre otras, en sentencia dictada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago el
30.05.2006, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Compañía CIC”, rol
Nº 4.589-2003.
358 César Toledo Corsi
818 Sentencia dictada por el Quinto Juzgado del Trabajo de Santiago el 14.03.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Alfa Ltda.”, rol Nº 6.190-2004.
819 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 28.01.2005, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con ING Seguros de Vida S.A.”, rol Nº 719-2004,
confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 05.04.2006, rol Nº 3.022.2005.
En el mismo sentido, sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el
19.07.2005, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Serviform Limitada”, rol
Nº 4.801-2004, confirmada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago con fecha 28.04.2006,
rol Nº 5.656-2005.
820 Sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago el 12.05.2004, en
autos caratulados Dirección General del Trabajo con Industria Metalúrgica Limet Ltda., rol
Nº 4.732-2003.
Tutela de la libertad sindical 359
821 Sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de San Miguel el 26.10.2006, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Sociedad Educacional Sol de Chile”, rol
Nº 1.381-2006.
360 César Toledo Corsi
822
Sentencia dictada por la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones de Santiago, el
24.08.2007, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Transportes Águila Dorada
Ltda.”, rol Nº 5.724-2006, revocatoria de sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo
de Santiago el 21.08.2006, rol Nº 820-2005.
823 Sentencia dictada por el Sexto Juzgado del Trabajo de Santiago el 13.08.2007, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Consejo de Administración Centro Comercial
Parque Los Reyes”, rol Nº 449-2007.
Tutela de la libertad sindical 361
824 Sentencia dictada por el Tercer Juzgado del Trabajo de Santiago el 17.01.2007, en autos
caratulados “Dirección General del Trabajo con Rhona S.A.”, rol Nº 172-2005, confirmada por
la sentencia de la Décima Sala de la I. Corte de Apelaciones el 29.08.2006, rol Nº 814.
825 Así,sentencia dictada por el Séptimo Juzgado del Trabajo de Santiago el 30.01.2004,
en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con SACI Falabella”, rol Nº 5.977-2003.
En el mismo sentido, sentencia dictada por el Séptimo Juzgado del Trabajo de Santiago el
04.12.2003, en autos caratulados “Dirección General del Trabajo con Oeste Departament S.A.”,
rol Nº 4.244-2003.
362 César Toledo Corsi
826 Así
se advierte en casos tales como el que da cuenta el Acta de Audiencia Preparatoria
suscrita el 09.03.2011 ante don Ricardo Antonio Araya Pérez, Juez Titular del 2º Juzgado del
Trabajo de Santiago, RIT S-8-2011; en el mismo sentido, Acta de Audiencia Preparatoria,
suscrita el 10.11.2011 ante doña Andrea Paola Soler Merino, Jueza Titular del 2º Juzgado del
Trabajo de Santiago, RIT S-53-2011 y Acta de Audiencia Preparatoria suscrita el 14.11.2011,
ante doña Carmen Gloria Correa Valenzuela, RIT S-70-2011.
Tutela de la libertad sindical 363
827 Asíconsta en Acta de Audiencia Preparatoria suscrita el 07.04.2011, ante doña Xime-
na Alejandra Rivera Salinas, Jueza Titular del Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT
S-17-2011.
828 Así consta en Acta de Audiencia Preparatoria suscrita el 29.03.2011 ante doña María
Vivianne Morandé Dattwyler, Jueza Titular del Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT
S-15-2011.
364 César Toledo Corsi
829 Así consta en Acta de Audiencia Preparatoria suscrita el 26.07.2011 ante doña Alejandra
Aguilar Muñoz, Jueza Titular del Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, RIT S-37-2011.
Tutela de la libertad sindical 365
832 Nos estamos refiriendo a los requerimientos rol Nº 1.968 y Nº 2.133 ante el Tribunal
Constitucional.
Conclusiones
833 Heredera de la cual es la Ley de Seguridad Interior del Estado, actualmente vigente.
Tutela de la libertad sindical 369
Han pasado más de tres décadas desde la implantación del Plan Laboral
que trazó algo más que las bases del sistema de relaciones laborales que
hasta hoy rige en Chile. Se han derogado o modificado algunas normas
específicas, aunque no siempre ampliando efectivamente el escenario de
actuación para los titulares de la libertad sindical834, se han ratificado los
Convenios de la OIT en materia de libertad sindical, se ha dispuesto, por
último, una profunda reforma procesal del trabajo y nada de esto ha permitido
cambiar las fuertes limitaciones impuestas al reconocimiento y ejercicio de
la libertad sindical.
834 Como sucedió con la reforma del año 2001 que si bien eliminó la taxatividad de los
tipos de sindicatos que pueden crearse, de poco sirvió, al no alterarse las normas que hacen
inviable una negociación colectiva que no sea exclusivamente con la empresa en que se labora,
a no ser que se cuente con la (buena) voluntad de los demás empresarios.
835 Caso típico de los vendedores comisionistas del denominado retail.
836 Sin parangón posible resultan las expresiones de Piñera E., José según las cuales: “Es
necesario romper con los mitos que se adueñaron por años de esta área de la legislación laboral
y advertir que la negociación colectiva en ningún caso ha de ser un mecanismo para redistribuir
los ingresos o la riqueza en el país” , contenidas en “La Revolución Laboral”, visitado en http://
www.josepinera.com/jp/revolucion_laboral.pdf
370 César Toledo Corsi
Romagnoli, Umberto, ¿Un arca de Noé para el Derecho del Trabajo? Lec-
ción inaugural del curso ítalo-latino-americano para expertos en los
problemas laborales, organizado por la OIT, la Universidad de Bolonia
y la Universidad de Castilla La Mancha. Bolonia, 15 septiembre 2007.
Traducción de José Luis López Bulla y de Antonio Baylos. Visitado en
el sitio web http://baylos.blogspot.com
Rossi Albert, Rosina, “Qué hacer con lo no dicho por la Ley 17.940”, en
XVII Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social”, volumen 2, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo,
2006.
Supiot, Alain, “El Derecho del Trabajo”, Editorial Heliasta, Buenos Aires,
2008.
Toledo Corsi, César, “La irrelevancia del elemento subjetivo en las prác-
ticas antisindicales”, en Revista de Derecho de la Empresa Nº 21,
enero-marzo 2010, Facultad de Derecho, Universidad Adolfo Ibáñez,
Santiago, págs. 77-98.