Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE:
DOCTORA EN CIENCIAS (MICROBIOLOGÍA)
PRESENTA:
M. C. SONIA SALAZAR CEREZO
ASESORA DE TESIS:
D.C. REBECA D. MARTÍNEZ CONTRERAS
1. Introducción 1
1.1 La familia Orquidácea 1
1.1.1 Diversidad de orquídeas en México 1
1.1.2 El género Stanhopea 2
1.1.2.1 Stanhopea tigrina 2
1.1.2.2 Propagación de Stanhopea tigrina 3
1.2 Germinación de semillas de Orquídea 3
1.2.1 Características de las semillas 3
1.2.2 Germinación in vitro de semillas 4
1.2.2.1 Germinación simbiótica 4
1.2.2.2 Germinación asimbiótica 4
1.2.2.2.1 Nitrógeno 5
1.2.2.2.2 Carbohidratos 5
1.2.2.2.3 Luz 5
1.2.2.2.4 Hormonas 5
1.2.2.2.4.1 Efecto de las giberelinas en la germinación 5
1.3 Microorganismos asociados a orquídeas 6
1.3.1 Hongos asociados a orquídeas 7
1.3.1.1 Hongos productores de giberelinas 7
1.4 Identificación de hongos asociados a plantas 10
1.4.1 Identificación fenotípica 10
1.4.2 Identificación genotípica 11
2. Justificación 12
3. Objetivos 13
3.1 Objetivo general 13
3.2 Objetivos específicos 13
4. Metodología 14
4.1 Diagrama de trabajo 14
4.2 Muestreo 15
4.3 Procesamiento de las muestras 15
4.3.1 Procedimiento 1 15
4.3.2 Procedimiento 2 16
4.3.3 Aislamiento de hongo de la rizósfera 17
4.4 Conservación de muestras 17
4.5 Identificación fenotípica y molecular de hongos filamentosos 17
4.5.1 Identificación mediante características morfológicas 17
ii
4.5.2 Identificación molecular 18
4.5.2.1 Extracción de ADN 18
4.5.2.2 Amplificación por PCR 18
4.5.2.3 Secuenciación y análisis de secuencias 20
4.6 Identificación de levaduras 20
4.6.1 Tinción de Gram 20
4.6.2 Tinción con azul de algodón 20
4.6.3 Auxonogramas 20
4.6.3.1 Asimilación de fuentes de carbono 21
4.6.3.2 Asimilación de fuentes de nitrógeno 21
4.7 Producción de giberelinas 21
4.7.1 Determinación cualitativa de la producción de giberelinas 21
4.7.2 Determinación cuantitativa de la producción de giberelinas 21
4.7.2.1 Preparación de la muestra 21
4.7.2.2 Cromatografía en capa fina (CCF) 21
4.7.2.3 Cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) 22
4.7.3 Identificación molecular de hongos productores de 22
giberelinas
4.7.3.1 Extracción de ADN 22
4.7.3.2 Amplificación de ADN por PCR 23
4.7.3.3 Secuenciación y análisis de secuencias 23
4.8 Germinación de semillas 23
4.8.1 Recolección y almacenamiento de semillas 23
4.8.2 Desinfección de cápsulas 23
4.8.2.1 Desinfección de semillas 23
4.8.3 Germinación simbiótica 23
4.8.3.1 Crecimiento de las cepas 23
4.8.3.2 Inoculación de semillas y hongos 24
4.8.3.3 Incubación 24
4.8.3.4 Desarrollo de semillas 24
4.8.4 Germinación asimbiótica 25
5. Resultados 26
5.1 Muestreo 26
5.2 Aislamiento de hongos asociados a plantas de S. tigrina 26
5.3 Purificación y preservación de cepas aisladas 29
5.4 Identificación fenotípica y genotípica de los hongos 30
filamentosos aislados
5.4.1 Identificación fenotípica 30
5.4.2 Distribución de la población en morfogrupos 37
5.4.3 Identificación molecular de aislados representativos 38
5.4.3.1 Extracción ADN 38
5.4.3.2 Amplificación por PCR de la región 18S-ITS-28S 38
5.4.3.3 Secuenciación y análisis bioinformático 39
5.4.4 Distribución de géneros por tejido 42
5.4.4.1. Hoja 42
5.4.4.2 Raíz 43
5.4.4.3 Pseudobulbo 44
iii
5.4.4.4 Flor 44
5.4.4.5 Rizósfera 45
5.4.5 Géneros identificados en aislados endófitos y epífitos 45
5.4.6 Distribución de géneros fúngicos según el hábito de 47
crecimiento de S. tigrina
5.5 Identificación fenotípica de levaduras 49
5.5.1 Tinción de Gram 49
5.5.2 Tinción de azul de algodón 50
5.5.3 Auxonograma 51
5.5.3.1 Asimilación de fuentes de carbono 51
5.5.3.2 Asimilación de fuentes de nitrógeno 51
5.6 Producción de giberelinas 52
5.6.1 Identificación cualitativa 52
5.6.1.1 Aislados filamentosos 53
5.6.1.2 Aislados levaduriformes 54
5.6.2 Condiciones de crecimiento de las cepas productoras de GAs 54
5.6.2.1 pH 55
5.6.2.2 Tiempo de incubación 56
5.6.3 Determinación cuantitativa de la producción de giberelinas 57
5.6.3.1 Cromatografía en capa fina 57
5.6.3.2 Cromatografía líquida de alta eficacia (HPLC) 58
5.6.4 Identificación molecular de las muestras productoras de 61
giberelinas
5.6.4.1 Extracción de ADN 61
5.6.4.2 Amplificación por PCR 61
5.6.4.3 Análisis bioinformático 62
5.7 Germinación de semillas 63
5.7.1 Recolección y almacenamiento de semillas 63
5.7.2 Ensayo piloto de germinación de semillas de orquídeas 63
5.7.2.1 Germinación asimbiótica 64
5.7.2.2 Germinación simbiótica 65
6. Discusión 69
6.1 Aislamiento de hongos asociados a S. tigrina 69
6.2 Identificación y distribución de géneros en S. tigrina 70
6.2.1 Géneros fúngicos que conforman la población endófita y 71
epífita en S. tigrina
6.2.2 Distribución de la población fúngica en los diferentes tejidos 72
de S. tigirna
6.2.2.1 Hoja 72
6.2.2.2 Pseudobulbo 73
6.2.2.3 Raíz 73
6.2.2.4 Flor 74
6.2.2.5 Rizósfera 74
6.3 Especificidad de géneros en S. tigrina 75
6.4 Distribución de géneros según hábito de crecimiento en las 75
plantas
6.5 Producción de giberelinas 76
iv
6.6 Germinación de semillas Brassia Verrucosa 76
6.6.1 Germinación asimbiótica de B. verrucosa 76
6.6.2 Germinación simbiótica 77
7. Conclusiones 79
8. Bibliografía 80
10. Anexos 92
v
Abreviaturas
2,4-D Diclorofenoxiacético
°C Grados centígrados
ADN Ácido desoxirribonucleico
AIA Ácido indol acético
BA N6-benciladenina
BrEt Bromuro de Etidio
CaCl2 Cloruro de calcio
CCF Cromatografía en capa fina
Cm Cloranfenicol
DO Densidad óptica
g Gravedad
GA3 Ácido giberélico
GAs Giberelinas
HPLC Cromatografía líquida de alta resolución
ITS Espaciador transcrito interno
Kb Kilobase
LB Luria Bertani
LSU Subunidad grande
ml Mililitro
mM Milimolar
mm Milímetro
msnm Metros sobre el nivel del mar
pb Pares de bases
PCR Reacción en cadena de la polimerasa
PDA Agar dextrosa papa
rADN Ácido desoxiribonucleico ribosomal
RPM Revoluciones por minuto
rRNA Ácido ribonucleico ribosomal
sp Sin especie
SSU Subunidad pequeña
TAE Tris-ácido acético-EDTA
UV Ultravioleta
YEP Extracto de levadura peptona
g Microgramos
l Microlitros
vi
Índice de tablas
Página
vii
Índice de figuras
Página
Figura 1. Flores de Stanhopea tigrina 3
Figura 2. Estructura química del ácido giberélico 8
Figura 3. Unidad ARN ribosomal (rDNA) 11
Figura 4. Representación esquemática y sintetizada del desarrollo experimental 14
Figura 5. Recolección de plantas de Stanhopea tigrina 15
Figura 6. Preparación del Microcultivo 18
Figura 7. Hábitos de crecimiento de S. tigrina 26
Figura 8. Distribución de aislados fúngicos en los diferentes tejidos de S. tigrina 28
Figura 9. Distribución porcentual de los aislados de acuerdo con su localización 28
Figura 10. Géneros identificados fenotípicamente 30
Figura 11. Identificación fenotípica de Arthrinium sp, Aspergillus sp y Chaetomium sp. 31
Figura 12. Características fenotípicas de Cladophialophora sp, Cladosporium sp y Curvularia 32
sp.
Figura 13. Identificación fenotípica 34
Figura 14. Geotrichum, Microsporum y Mucor identificados genotípicamente 35
Figura 15. Los géneros Paecilomyces sp, Penicillium sp, y Scedosporium sp. 36
Figura 16. Identificación fenotípica de Trichoderma sp y Verticillium sp 37
Figura 17. ADN genómico obtenido a partir de cultivos fúngicos 38
Figura 18. Amplificación de la región 18s-ITS-28s de diferentes aislados 39
Figura 19. Géneros identificados en hojas de la orquídea Stanhopea tigrina 43
Figura 20. Géneros identificados en raíz de la orquídea Stanhopea tigrina 43
Figura 21. Géneros identificados en pseudobulbo de la orquídea Stanhopea tigrina 44
Figura 22. Géneros identificados en flor de la orquídea Stanhopea tigrina 45
Figura 23. Géneros identificados en rizósfera de la orquídea Stanhopea tigrina 45
Figura 24. Géneros fúngicos endófitos asociados a S. tigrina 46
Figura 25. Géneros epífitos fúngicos asociados a S. tigrina 47
Figura 26. Abundancia de géneros fúngicos en S. tigrina de acuerdo al hábito de 47
crecimiento de las plantas
Figura 27. Tinción de Gram 50
Figura 28. Tinción con azul de algodón 50
Figura 29. Asimilación de fuentes de carbono 51
Figura 30. Asimilación de fuentes de nitrógeno 52
Figura 31. Determinación cualitativa de la producción de giberelinas 53
Figura 32. Determinación cualitativa de la producción de giberelinas en levaduras 54
Figura 33. Producción de GAs en medio ICI y Czapek, a diez días de incubación 56
Figura 34. Producción de GAs en varios tiempos de incubación 57
Figura 35. Resultados de la CCF para algunos aislados productores de GAs 58
Figura 36. Producción de giberelinas en aislados fúngicos determinado por HPLC 60
Figura 37. Extracción de ADN de los aislados productores de giberelinas 61
Figura 38. Amplificación de la región 18s-ITS-28s de diferentes aislados 62
Figura 39. Brasssia verrucosa 64
Figura 40. Germinación asimbiótica de semillas en medio MS a diferentes 64
concentraciones de GA3
Figura 41. Germinación asimbiótica de semillas en medio MS (15M) en diferentes 65
días de incubación.
viii
Figura 42. Semillas de B. verrucosa en ensayó de germinación simbiótica 66
Figura 43. Germinación simbiótica de semillas de B. verrucosa 66
Figura 44 Germinación simbiótica, semillas de B. verrucosa, aislados con 67
crecimiento denso
Figura 45. B. verrucosa en germinación con hongos de crecimiento abundante 67
Figura 46. Germinación simbiótica de semillas en medio OMA 68
ix
Resumen
La familia Orchidaceae es una de las familias de plantas más ricas en especies. Su valor comercial y
hortícola y los usos etnobotánicos han fascinado por mucho tiempo a la humanidad. México posee
una notable riqueza de orquídeas, de las cuales alrededor del 40% son endémicas. Sin embargo, la
supervivencia de estas especies endémicas se ve amenazada por la extracción de orquídeas de su
hábitat natural, la ampliación de los asentamientos humanos y la explotación de sus hábitats.
Stanhopea tigrina es una especie endémica reportada en la NOM-059-SEMARNAT-2010 como una
especie amenazada, la cual posee una relevancia cultural, biológica y económica para México y
Puebla. Si bien se ha establecido que las asociaciones simbióticas entre las orquídeas y los hongos
son esenciales para la planta con el fin de sobrevivir durante las etapas críticas de desarrollo, los
microorganismos naturales presentes en S. tigrina no se conocen. La identificación de cepas fúngicas
en S. tigrina con la capacidad de producir diferentes metabolitos podría ser útil para el
establecimiento de interacciones benéficas destinadas a mejorar las etapas de desarrollo tempranas
para facilitar la supervivencia de esta especie. Con este fin, se realizó la identificación fenotípica y
genotípica de aislados fúngicos recuperados de las orquídeas de S. tigrina. Además, de examinar la
capacidad de los aislados para producir giberelinas. Con este trabajo, se pretende contribuir al
conocimiento de la diversidad fúngica asociada a S. tigrina a la vez identificar aislados fúngicos con la
capacidad de producir giberelinas como primer intento de encontrar estrategias que nos permitan
revertir el estado de amenaza de esta orquídea.
Resultados: Obtuvimos un total de 891 aislamientos fúngicos de la flor, raíz, pseudobulbo, hoja y
rizosfera de seis orquídeas de Stanhopea tigrina, las plantas fueron recolectadas del jardín botánico
"Xoxoctic" ubicado en el municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla, México, el aislamiento de
hongos incluyó endofitos y epífitos asociados con los tejidos antes mencionados. La mayoría de los
aislados recuperados fueron epífitos (80%) mientras que el 20% de ellos se recuperaron de tejidos
previamente desinfectados (endófitos). De estos aislados, 627 crecieron como hongos filamentosos
y 264 como levaduras. Los aislados filamentosos se dividieron en 139 morfogrupos en función de sus
características fenotípicas, mientras que la identificación genotípica confirmó el género para cada
morfogrupo, mediante la secuenciación de la región ITS1-5.8S-ITS2. Usando este enfoque
combinado, identificamos 134 morfotipos que incluyeron 63 géneros, mientras que 10 aislamientos
agrupados en cinco morfotipos no pudieron ser identificados. De los géneros identificados,
Trichoderma fue el género más recurrente con 124 aislamientos, mientras que el segundo más
frecuentemente fue Penicillium con 103 aislamientos. Otros de los géneros más frecuentes
incluyeron a Fusarium y Aspergillus. Además la población con la mayor distribución de géneros fue la
epífita con 57 géneros, mientras que 32 géneros fueron identificados en la población endófita. Entre
los tejidos la hoja tuvo el mayor número de géneros asociados con 40, seguido de pseudobulbo con
32 y 27 de la raíz, mientras que solo 10 géneros fueron recuperados de la flor. Dentro de esta
distribución la rizósfera fue el tejido con la mayor diversidad de epífitos, mientras que la raíz exhibió
la mayor diversidad de géneros endófitos, de acuerdo con las interacciones microbianas significativas
que ocurren en estos tejidos vegetales y que han sido reportadas. Asimismo cómo se recolectaron
plantas con diferentes hábitos de crecimiento, analizamos la población y encontramos que las plantas
cultivadas en sustrato mostraron la mayor diversidad de hongos, seguidas de las que crecieron como
epífitas, mientras que la orquídea litófita mostró la menor diversidad.
x
Además, una evaluación cualitativa determinó que aproximadamente el 4% de los aislados producen
giberelinas, la cantidad de GA3 y GA4 se cuantificó para estos 21 aislados utilizando HPLC. Los
resultados confirman la riqueza de especies fúngicas presentes en esta orquídea y la capacidad de
algunos de estos aislados para producir metabolitos que podrían aplicarse para mejorar las diferentes
etapas del desarrollo de esta orquídea en peligro de extinción. También se evaluó el efecto de los
aislados productores de giberelinas sobre la germinación de la semilla en la orquídea epífita Brassia
verrrucosa, demostrando que algunos de los aislados tuvieron un efecto positivo en comparación con
las condiciones de germinación asimbióticas. A partir de estos resultados queda por dilucidar el papel
de estos productores de giberelinas en la germinación de Stanhopea tigrina.
xi
Abstract
Orchidaceae is one of the most species-rich plant families. Their commercial and horticultural values
and ethnobotanical uses have long fascinated mankind. Mexico possess a remarkable wealth of
orchids of which about 40% are endemic. However, survival of these endemic species is threatened
by the extraction of orchids from their natural habitat, the enlargement of human settlements and
the exploitation of their habitats. Stanhopea tigrina is an endemic species reported in the ecological
standard NOM-059-SEMARNAT-2010 as a threatened species with cultural, biological and
economical relevance for Mexico and Puebla. While it has been established that symbiotic
associations between orchids and fungi are essential for the plant in order to survive during critical
development stages, the naturally occurring microorganisms present in S. tigrina are not known. The
identification of fungal strains in S. tigrina with the ability to produce different metabolites could be
helpful for the establishment of benefic interactions devoted to improve specific developmental
stages to facilitate the survival of this species. To this end, we performed phenotypic and genotypic
identification of the fungal isolates recovered from Stanhopea tigrina orchids. Additionally, we
examined the ability of the isolates to produce gibberellins. With this work, we want to contribute to
the knowledge of the fungal diversity associated to S. tigrina while identifying fungal isolates that
have the ability to produce gibberellins as a first attempt to find strategies that allow us to revert the
threatened state of this orchid.
Results: We obtained a total of 891 fungal isolates from the flower, root, pseudobulb, leaf, and
rhizosphere from six Stanhopea tigrina orchids, plants were collected from the Botanical garden
"Xoxoctic" located in the municipality of Cuetzalan del Progreso, Puebla, Mexico, and the isolation
included endophytes and epiphytes associated with the aforementioned tissues. The majority of the
recovered isolates were epiphytes (80%) while 20% of them were recovered from disinfected tissues
(endophytes). Out of these isolates, 627 grew as filamentous fungi and 264 as yeasts. Filamentous
isolates were divided into 139 morphogroups based on their phenotypic characteristics, while
genotypic identification confirmed the genus for each morphogroup, by sequencing the ITS1-5.8S-
ITS2 region. Using this combined approach, we identified 134 morphotypes that comprised 63
genera, while 10 isolates grouped in five morphotypes could not be identified. From the genera,
Trichoderma was the most recurrent group identified showing 124 isolates, while the second most
frequently recovered was Penicillium with 103 isolates besides Fusarium and Aspergillus were found
abundantly. The population with the largest distribution of genera was the epiphytic with 57 genera
while 32 genera were identified in the endophytic population, between the tissues the leaf had the
largest number of associated genera with 40, followed by pseudobulb with 32 and 27 from root, while
only 10 isolates were recovered from flower, we found that the rhizosphere was the tissue with the
greatest diversity of epiphytes, while root exhibited the highest diversity of endophytic genera, in
accordance with the significant microbial interactions that occur in these plant tissues and with
previous reports. Also how plants with different growth habits were collected, we analyze the
population and found that plants grown in substrate showed the greater fungal diversity, followed
by those that grew like epiphytes, while the litophyte orchid showed the poorest total diversity.
Furthermore, a qualitative evaluation determined that about 4% of the isolates produce gibberellins
and the amount of GA3 and GA4 was quantified for these 21 isolates using reverse phase HPLC. Our
xii
results confirm the richness of fungal species present in this orchid and the capability of some of
these isolates to produce metabolites that could be applied to improve different stages of the
development of this endangered orchid. Gibberellin-producers effect on seed germination was
evaluated on the epiphytic orchid Brassia verrrucosa, showing that some of the isolates had a positive
effect when compared with asimbyotic conditions. Remaining to elucidate the role of these
producers of gibberellins in the germination of Stanhopea tigrina
xiii
1. Introducción
Las orquídeas pertenecen a una de las familias más grandes de plantas con flores y es considerada
como una de las familias más evolucionadas dentro del reino vegetal. Las especies de esta familia
seducen por la forma variada de sus flores, sus resplandecientes colores, las llamativas
combinaciones cromáticas, la diversidad de los dibujos de sus flores y desde el punto de vista
ecológico muchos de sus integrantes son componentes importantes en diversos tipos de vegetación.
Estas plantas presentan una amplia diversidad, lo que se relaciona con una serie de usos y
aplicaciones que le confieren un alto valor económico; en este sentido, existen numerosas variedades
hermosas que se comercializan y otras como la vainilla son utilizadas a nivel mundial desde la
antigüedad. Por otro lado, las aplicaciones en el campo de la medicina para algunas especies de
orquídeas se conocen desde los inicios de la medicina herbal china (Bulpitt, 2005) e incluso se
conocen en la medicina tradicional (Gutiérrez, 2010). A pesar de que la familia Orchidaceae es una
de las familias más grandes y con gran diversidad, varios factores han provocado que ciertas especies
de esta familia se encuentren en peligro de desaparecer.
Una característica importante en los miembros de esta familia es la asociación simbiótica que forman
con diferentes especies de hongos, como los endomicorrízicos, lo que favorece el crecimiento y
desarrollo de las plantas, ayudando en la captación del agua de lluvia, al reciclado de minerales y de
materia orgánica que proviene de la actividad biológica. De hecho, gran parte de su diversidad y de
sus características únicas pueden ser atribuibles a su relación distintiva con algunos hongos (Burgeff,
1909; Benzing, 1981; Zettler et al, 2004). Enseguida se presenta la información relevante acerca de
la fisiología de las orquídeas, así como su relación con diferentes microorganismos, particularmente
con hongos.
1
diversos factores, como la contaminación, el cambio climático, la fragmentación y destrucción de
hábitats (Rands et al., 2010) e incluso el cambio climático, que han llevado a un déficit en la población
e incluso a una pérdida en la diversidad de las especies de orquídeas a nivel mundial. En México,
todas aquellas especies vegetales que se encuentran en alguna clase de peligro están enlistadas en
la norma ecológica NOM-059-SEMARNAT-2010, siendo asociadas a alguna de las categorías que
enmarca esta norma, dependiendo del número de individuos que presente la especie. En este
sentido, las especies pueden encontrarse sujetas a protección especial, amenazadas o en peligro de
extinción, siendo esta última la categoría que presenta un menor número de individuos. En esta NOM
se en encuentran reportadas 188 especies de orquídeas de las cuales 74 son endémicas, las cuales
corresponden a diversos géneros, incluyendo a varias especies del género Stanhopea.
2
Figura 1. Flores de Stanhopea tigrina. Se observan los sépalos en color
crema con manchas variables en color púrpura negruzco.
El alto valor económico de estas orquídeas, su extracción del hábitat natural, la pérdida de su
ecosistema natural y el cambio climático son algunos de los factores que han puesto en amenaza a
Stanhopea tigrina, una orquídea endémica mexicana, por lo que es importante poner en práctica
métodos de conservación que nos ayuden a revertir este estado. Dentro de los métodos de
conservación, la propagación ha permitido salvar muchas especies en peligro.
1.1.2.2 Propagación de Stanhopea tigrina
El principal uso de la propagación ha sido la multiplicación masiva de especies aprovechadas por el
hombre y ha demostrado su utilidad práctica en especies de multiplicación deficiente o relativamente
lenta, como las orquídeas. Además, su aplicación ha permitido incrementar aún más el número de
individuos cuando se realiza la propagación in vitro, como es el caso de las plantas de ornato, que
también incluyen a las orquídeas (Juárez &Rosas, 2007).
Existe poca información acerca de los intentos por realizar la micropropagación de S. tigrina, en
algunos reportes se utiliza a los protocormos como material de partida (Juárez y Rosas, 2007) en
medio de cultivo Murashige y Skoog adicionado con N6-benciladenina (BA) y ácido 2,4
diclorofenoxiacético (2,4-D). Por otra parte, Martínez y García (2007) reportan el cultivo asimbiótico
in vitro de semillas utilizando el medio de cultivo Murashige y Skoog adicionado con diferentes
compuestos orgánicos, siendo la pulpa de plátano y la leche de coco los que mostraron mejores
resultados en cuanto al número de raíces, formación de pseudobulbo y sobrevivencia al trasplante.
3
mientras que en los métodos de cultivo in vitro es posible germinar a las semillas de orquídea tanto
de manera simbiótica, es decir, en presencia de un hongo o bien de manera asimbiótica utilizando
un medio de cultivo con nutrientes específicos.
Algunas de las ventajas que presenta el uso de la germinación simbiótica in vitro incluyen el uso de
medios de cultivo simples, además de que las plantas micorrizadas suelen ser más fuertes y
resistentes a infecciones que sus contrapartes cultivadas asimbióticamente (McKendrick, 2000).
Debido a estas ventajas, la germinación simbiótica de semillas ha ganado popularidad recientemente
en proyectos sobre todo de conservación y restauración (Kauth et al., 2008).
4
1.2.2.2.1 Nitrógeno
El nitrógeno tiene un papel importante en la germinación de semillas de orquídeas. Algunos reportes
han demostrado que mientras un medio de cultivo asimbiótico puede ayudar a la germinación inicial,
otro medio puede apoyar el desarrollo subsecuente. Stenberg y Kane (1998) y Kauth et al. (2006)
reportaron alta germinación de las semillas de Encyclia boothiana y Calopogon tuberosus,
respectivamente, en medio Knudson C. Los porcentajes de alta germinación en Knudson C se
atribuyen al alto contenido de amonio, el cual puede ser utilizado por las semillas durante la
germinación temprana y las etapas iniciales del desarrollo (Kauth et al., 2008). Se ha observado que
la utilización de compuestos con nitrógeno por orquídeas difiere de especie a especie aun en el
mismo género.
1.2.2.2.2 Carbohidratos
Puesto que las semillas de orquídeas tienen reservas mínimas de carbohidratos, se requiere de una
fuente exógena para la germinación in vitro. Ernst y Arditti (1990) reportan la germinación de
plántulas de Phalaenopsis en presencia de muchas fuentes de carbono incluyendo glucosa, un azúcar
simple y maltosa, un azúcar de cadena larga (Kauth et al., 2008). También se ha observado la
capacidad de las orquídeas para utilizar disacáridos como la sacarosa y lactosa y otros polisacáridos
como el almidón; sin embargo, se ha observada que éstas no pueden metabolizar galactosa, lo cual
no es muy sorprendente pues este azúcar es menos común en las plantas que los azúcares de seis
carbonos capaces de ayudar a un buen crecimiento (Arditti, 1967).
1.2.2.2.3 Luz
Otro de los factores importantes en la germinación de orquídeas es la luz, aunque en la literatura se
encuentran reportes con resultados contradictorios sobre este factor. Algunos autores defienden la
incubación de semillas de orquídeas en oscuridad, mientras que algunos apoyan la idea de que la luz
probablemente beneficia la germinación de semillas (Zettler & McInnis, 1994), la Vainilla por ejemplo
parece germinar bien en la oscuridad, y no bajo una intensa luz: mientras que las semillas de
Cypripedium germinan bien y las plántulas jóvenes parecen sobrevivir mejor si se mantienen durante
máximo 90 días en oscuridad; ciertas especies pueden germinar en luz y oscuridad, pero las plántulas
crecidas en luz serán diferentes de las que crecen en la oscuridad (Arditti, 1976). En general, las
orquídeas epífitas requieren luz y las especies terrestres obscuridad para la germinación; se ha
observado que la repuesta de la germinación a los fotoperiodos es frecuentemente especie-
específica e independiente del hábito de crecimiento.
1.2.2.2.4 Hormonas
Además de los factores antes mencionados, las fitohormonas juegan un papel importante en la
germinación de semillas; las hormonas que más se usan como nutrientes en los medios de cultivo
son las auxinas y las citoquininas, ya sea para aumentar el porcentaje de germinación o para estimular
el protocormo y el desarrollo de las plántulas. La importancia de estas hormonas es limitada en la
germinación, pero aumenta durante el desarrollo de los protocormos (Novak et al., 2014); además,
algunas otras fitohormonas han sido empleadas para estudiar el efecto que pueden tener en la
germinación. Nuevamente, el efecto de cada hormona sobre diferentes estados de desarrollo de la
planta puede variar dependiendo de la especie de orquídea.
5
propuesto dos mecanismos de acción de las (GAs) en el proceso de germinación; el primero es su
influencia en la hidrólisis de las reservas de alimento ya que se ha observado que su aplicación en
semillas de Lycopersicon esculentum provoca la hidrólisis de las paredes celulares de las semillas ricas
en galactomananas que forman parte de la resistencia mecánica para la protrusión de la radícula. El
segundo mecanismo de acción consiste en un efecto directo sobre el potencial de crecimiento del
embrión (Karssen et al., 1989; Debeaujon y Koornneef, 2000).
Desde el primer reporte sobre el efecto estimulante del ácido giberélico (GA3) en semillas de lechuga
(Lona, 1956), se han descrito resultados similares en otras plantas. Por ejemplo, se ha demostrado el
papel esencial de las GAs en la promoción de germinación en semillas de Arabidopsis; esto se ha
evidenciado por defectos en la germinación de semillas en mutantes GA deficientes en ga1-3 y ga2-
1 (Koornneef y van der Veen, 1980; Ogawa et al., 2003) y por el efecto inhibidor que se observa al
utilizar inhibidores de la biosíntesis de giberelinas, como paclobutrazol y uniaconazol, sobre la
germinación de semillas (Jacobsen y Olszewski, 1993). Mutantes de tomate deficientes en GA3 han
demostrado que las GAs endógenas promueven la germinación de semillas por la inducción de
enzimas que hidrolizan la pared celular en el endospermo, facilitando su debilitamiento y
promoviendo la sujeción mecánica de la región del endospermo opuesta a la punta de la radicular
(Groot y Karssen, 1987).
6
1.3.1 Hongos asociados a orquídeas
Las asociaciones entre las orquídeas y los hongos han sido ampliamente documentadas, tal es el caso
de algunas cepas del género Fusarium con la capacidad de estimular la germinación de semillas de
orquídeas (Bayman y Otero, 2006). La mayoría de los estudios se han centrado en la especificidad de
las micorrizas orquídeoides, las cuales han sido motivo de controversia, pues mientras algunos
estudios muestran una relación especifica entre el hongo y la orquídea, otros sugieren una relación
más generalizada. En este sentido, Stewart y Cane en 2006 reportaron la germinación de la orquídea
Habenaria macroceratitis por micobiontes provenientes de la misma especie, lo que sugiere una
relación específica, mientras que Tolumnia variegata y Ionopsis utricularioides muestran otro
comportamiento, ya que T. variegata puede germinar al asociarse con hongos del género
Ceratobasidium provenientes de plantas adultas tanto de T. variegata como provenientes de I.
utricolaroide, mientras que I. utricularoides germinó significativamente mejor con sus propios
aislados, demostrando que T. variegata tienen una asociación menos específica con simbiontes
fúngicos que I. urticolaroides cuya asociación es más específica y efectiva (Otero et al.,2004),
sugiriendo la posibilidad de una interacción hongo-orquídea mucho más generalizada. En otro
estudio, se reportó un alto grado de especificidad entre dos orquídeas no fotosintéticas del género
Hexalectris (Taylor et al., 2003). En plantas de Vainilla (Vanilla planifolia) se reporta la asociación de
hongos del género Ceratobasidium, Thanatephorus y Tulasnella, y se encontró que el hongo
Ceratobasidium provocó un efecto positivo sobre la germinación de las semillas y el crecimiento de
las plantas (Hérnandez-Hérnandez, 2011). Se ha reportado la germinación simbiótica in vitro de
especies de orquídeas terrestres raras como es el caso de Habenaria macroceratitis en la que se
observó la germinación exitosa de las semillas al ser inoculadas con aislados del género Epulorhiza
(Stewart & Kane, 2006), también se ha reportado que algunos aislados de Fusarium son capaces de
inducir la germinación de semillas y la formación protocormos en la orquídea terrestre Cypripedium
reginae (Vujanovic et al., 2000).
Además de las interacciones simbióticas con hongos micorrízicos, las orquídeas se relacionan con
hongos endófitos y epífitos, aunque los estudios al respecto son sorprendentemente escasos
(Bayman y Otero, 2006), por lo que es importante estudiar a esta población que ha demostrado tener
gran capacidad en la liberación de metabolitos secundarios benéficos para las plantas, además de
conferir otros tantos beneficios, por ejemplo, algunos hongos pueden metabolizar un amplio rango
de fuentes de carbono y producir enzimas hidrolíticas, incluyendo protopectinasa, celulasa y otras
hidrolasas que rompen las macromoléculas, lo que posibilita el crecimiento del hongo como saprófito
en suelos con desechos orgánicos o como parásito en diferentes especies vegetales (Rasmussen,
2002).
7
Además de ser fitohormonas, las GAs también son producidas por algunos hongos y bacterias. Estos
metabolitos fueron identificados por primera vez como productos secundarios del hongo Fusarium
fujikuroi causante de síntomas de crecimiento descontrolado (enfermedad "bakanae") en plántulas
de arroz. La primera giberelina identificada fue el compuesto GA3 (figura 2), la cual se aisló
inicialmente por científicos japoneses y presentaba la capacidad para restaurar el crecimiento normal
de las plantas mutantes enanas, efecto asociado a la presencia de sustancias tipo-GA3 en plantas
superiores, llevando a proponer que las GAs son hormonas vegetales naturales que regulan el
crecimiento y desarrollo en plantas superiores (Tudzynski, 2005).
Las giberelinas se identificaron primero como metabolitos secundarios del hongo Fusarium fujikuroi
Nirenberg (teleomorfo Gibberella fujikuroi (Sawada) Wollenweber), pero están presentes en otros
hongos, incluidos otros aislados de Fusarium como F. sacchari, F. konzum y F. proliferatum (Troncoso
et al. al, 2010; Tsavkelova et al., 2008) y también en otras especies como Sphaceloma manihoticola
(Rademacher et al., 1979), Phaeosphaeria sp. cepa L487 (Kawaide & Sassa, 1993), Aspergillus
fumigatus (Khan et al., 2011d), Neurospora crassa (Kawanabe et al., 1985, 1983), Penicillium sp
(Hamayun et al., 2010a) y Phoma herbarum (Hamayun et al. ., 2009c), entre otros (Tabla 1). Como
metabolitos secundarios, no son esenciales para el crecimiento o desarrollo de hongos, y dado que
los hongos están expuestos a un ambiente hostil con una diversidad de organismos competidores
(Fox & Howlett, 2008), es posible sugerir que metabolitos secundarios (como GA) podrían
probablemente constituir una ventaja para que el productor sobreviva en su nicho ecológico.
Arthrinium phaeospermum GA1, GA3, GA4, GA7, GA5, GA9, GA12, GA15, GA19, GA24 Khan et al., 2009
Cadophora malorum GA1, GA3, GA4, GA7, GA9, GA12, GA20, GA24, GA34, GA53 You et al., 2013
Chaetomium globosum GA1, GA4, GA9, GA12, GA20 Khan et al., 2012b
8
Hamayun et al.,
Cladosporium sp GA1, GA3, GA4, GA7, GA9, GA12, GA15, GA19, GA20 2010c
Latus‐
Ziȩtkiewicz et
Fusarium moniliforme GA3 al., 1996
Hamayun et al.,
Neosartorya sp GA1, GA3, GA4, GA7, GA9, GA15 2011
Kawanabe et al.,
Neurospora crassa GA3 1983
Paecilomyces formosus GA1, GA3, GA4, GA8, GA9, GA12, GA20, GA24 Khan et al., 2012ª
Hamayun et al.,
Phoma sp GA1, GA3, GA4, GA9, GA15, GA19,GA20 2010d
Hamayun et al.,
Porostereum spadiceum GA1, GA3, GA4, GA5, GA7, GA19 2017
Rademacher
and Graebe.,
Sphaceloma manihoticola GA4 1979
En las orquídeas los efectos de las giberelinas son diversos, por ejemplo, la adición de ácido giberélico
(GA3) en algunas orquídeas aumenta la longitud de la hoja de las plántulas, sin embargo el número
de hojas disminuye, en Phalaenopsis la aplicación de GA3 incrementa el tamaño de las hojas de
10.9cm (control) a 18.1cm en un tratamiento usando 125mg/L (Cardoso et al., 2012). Este
comportamiento es consistente con los resultados obtenidos por Vichiato et al. (2007) en plantas de
Dendrobium nobile en las que hubo un incremento de 64.08% en altura y 44.27% en la longitud de
las hojas en comparación con las plantas control. Sin embargo en esta orquídea se presentó una
disminución del 50% en el diámetro de los pseudobulbos y del 56.09% en el ancho de las hojas. En
Cymbidium, una alta concentración de GA3 retrasó la floración y disminuyó el porcentaje de plantas
que exhiben la inducción floral, sin embargo, no bloqueó totalmente la inducción floral (Kostenyuk
et al., 1999), por otra parte el tratamiento de GAs con Cypripedium y Cattleya resulta en una floración
temprana al compararla con las plantas control (Smith, 1958). En cuanto a la germinación, el ácido
giberélico no promovió la germinación de semillas en Calanthe discolor (Miyoshi y Mii 1995), pero
promovió el desarrollo de las plántulas de Phalaenopsis (Cárdenas y Wang 1998). Cuando las
plántulas Phalaenopsis se cultivaron en la presencia de GA3, el peso fresco y la longitud de la raíz
fueron significativamente mayores que los mismos parámetros medidos en las plántulas control
(Cárdenas y Wang 1998). Estos resultados pudieron deberse a que las concentraciones de GA3 fueron
demasiado altas para promover la germinación de semillas, pero óptimas para mejorar el desarrollo
de las plántulas. En un contexto diferente, GA3 mejora la supervivencia de los protocormos de la
9
orquídea Orchis purpurella (Tsavkelova et al., 2008). También se ha reportado que el hongo
micorrízico Fusarium sp, aislado de la orquídea Dendrobium desiflorum, secreta GAs y algunas
vitaminas (Wu et al., 2002). En este sentido, se ha propuesto que la capacidad de algunos aislados
endófitos de orquídeas para producir fitohormonas podría proporcionar una ventaja en la
colonización de la raíz y mejorar otras interacciones con la planta huésped; en el caso de las GAs, se
ha demostrado que interfieren con la defensa de las plantas al suprimir la señalización del jasmonato
con lo que probablemente comprometen la capacidad del huésped para evadir la infección por
hongos (Navarro et al., 2008; Hou et al., 2010; Bhattacharya et al., 2012). Además, los efectos
benéficos proporcionados por los microorganismos asociados a plantas provienen en muchas
ocasiones de estudios enfocados al aislamiento y evaluación de metabolitos secundarios, por lo que
estos resultados podrían sugerir que las interacciones entre los hongos productores de giberelinas y
las plantas, así como sus efectos, podrían ser dependientes de la identidad de las especies
interactuantes, de ahí la importancia de su identificación.
10
1.4.2 Identificación genotípica
Las técnicas moleculares se han desarrollado para proporcionar una identificación rápida en
comparación con los métodos fenotípicos tradicionales (Leaw et al., 2016). Los genes con información
filogenética, son aquellos que tienen una misma función en todos los organismos, evolucionan
aproximadamente a la misma velocidad y se encuentran presentes en una sola copia en el genoma o
bien se comportan como tal (evolución concertada). Algunos genes que se adaptan a estos criterios
han sido empleados en estudios filogenéticos de hongos, e incluyen a los genes que codifican para
la citocromo oxidasa, factores de elongación de proteínas ribosomales (Mitchell et al., 1995),
gliceraldehído 3 fosfato deshidrogenasa, orotidina -5´- monofosfato descarboxilasa (Taylor et al.,
1994) y genes ribosómicos. Dentro de estos genes, el locus más popular en estudios micológicos de
identificación basados en ADN, es la región del espaciador transcrito interno (ITS) del ADN ribosomal
fúngico (rADN) (Leaw et al., 2006; Hyde & Soytong, 2008). Esta región nuclear, que es bien conocida
en los campos de la ecología molecular y la sistemática de hongos, se encuentra entre la subunidad
pequeña (SSU) y la subunidad grande (LSU) de los genes del ARN ribosomal (rARN) y contiene dos
regiones espaciadoras no codificantes separadas por el gen rARN 5.8S (figura 8). En los hongos es
típicamente de aproximadamente 650-900 pb en tamaño, incluyendo el gen 5.8S (Horton & Bruns,
2001), son secuencias altamente variables de gran importancia para distinguir especies de hongos
por análisis de PCR (Martin & Rygiewicz, 2005), con la facilidad de que el rADN es un gen multicopia
y estas copias están repetidas en tandem, lo que posibilita su amplificación.
ITS1 ITS2
18s 28s
5.8s
Figura 3. Unidad ARN ribosomal (rDNA). Se presenta el gen 18S, el gen
5.8S, el gen 28S y los dos ITS (espaciadores transcritos internos).
Las ventajas de uso del ADN ribosómico para el estudio de relaciones filogenéticas incluyen:
Universalidad y homología. Estas moléculas se encuentran en el genoma de todos los organismos,
son secuencias homólogas cuya estructura y función se ha conservado a lo largo de la evolución.
Además presentan alto número de copias, pues el agrupamiento de ADNr nuclear en eucariotas
consta en la mayoría de los casos de varios cientos de copias repetidas. Los procesos de evolución
concertada permiten una homogeneidad en las copias (Hillis & Dixon, 1991). Este fenómeno permite
que los genes que codifican para el ARN ribosómico se encuentren bien representados en el ADN
extraído, y facilita la amplificación de los mismos a partir de una cantidad mínima de material
biológico de partida además de la disponibilidad de secuencias. La secuenciación de cantidades
crecientes de estos genes y su almacenamiento en bases de datos públicas permite la comparación
con secuencias nuevas y la disponibilidad de “outgroups” para los análisis filogenéticos. Hasta 2012,
~ 172,000 secuencias fúngicas de ITS de longitud completa se depositaron en GenBank, y el 56% se
asociaron con un nombre binominal en latín, representando ~ 15,500 especies y 2,500 géneros,
derivadas de ~ 11,500 estudios científicos en ~ 500 revistas. (Schoch et al., 2012).
11
Justificación
La velocidad a la que se están perdiendo las especies y la poca información sobre el impacto de
la pérdida de hábitat sobre las especies de orquídeas hace necesario estudiar a los
microorganismos asociados a estas plantas. Estamos en una etapa de crisis en cuanto a la pérdida
de la diversidad de orquídeas en Puebla ya que los asentamientos humanos y la explotación de
estos hábitats con fines lucrativos han puesto en peligro la existencia de algunas de las especies
endémicas de la zona.
Los atributos estéticos de las orquídeas, aunado a sus características biológicas, como sus
mecanismos de polinización, sus asociaciones simbióticas con hongos, sus características
cosmopolitas por ser habitantes de ríos, pantanos, selvas, bosques, desiertos; su capacidad de
desarrollarse como colonizadores secundarios, son sólo algunas de las muchas peculiaridades
que hacen que esta familia de plantas sea extremadamente interesante. Todos estos factores
han incrementado el interés por coleccionarlas, por lo que es indispensable conservar su
diversidad para proponer un mejor aprovechamiento desde distintos enfoques como el
ornamental, educativo y científico.
12
3 Objetivos
13
4 Metodología
Recolección de la muestra
Aislamiento de Hongos
Epífitos Endófitos
Purificación de aislados
Conservación de cepas
Germinación de semillas
14
4.2 Muestreo
Las muestras fueron recolectadas en el jardín botánico Xoxoctic, que corresponde a un ecosistema
de bosque mesófilo de montaña, con una altitud de 1000 msnm, que presenta un clima húmedo de
templado a cálido y lluvia durante todo el año (PYGEUM, 2009), el lugar alberga la riqueza que ofrece
este ecosistema en la sierra poblana, rodeado por árboles siempre verdes y orquídeas de distintas
especies, diversidad de helechos, entre otra vegetación. El jardín botánico se localiza en los
alrededores de Cuetzalán del Progreso, Puebla (México) y cabe mencionar que este sitio corresponde
a una reserva natural en donde se preservan las especies nativas de la región.
Durante el muestreo se recolectaron plantas de la orquídea Stanhopea tigrina, las cuales fueron
identificadas por el Biólogo Raúl Álvarez Mora (Jardín botánico Xoxoctic), y fueron depositadas en
bolsas plásticas con cierre hermético, rotuladas y colocadas en hieleras para después ser
transportadas al laboratorio (figura 5).
A B
C D
4.3.1 Procedimiento 1
Aislamiento de epífitos:
El aislamiento de epífitos se realizó utilizando los tejidos de la raíz, pseudobulbo y hoja de tres plantas,
así como de una flor. Los tejidos se procesaron por separado y en condiciones de esterilidad. Primero
se pesaron dos gramos de cada tejido y se lavaron en 100 ml de solución salina isotónica con agitación
15
constante por un período de 3 minutos; concluido el tiempo de lavado, los tejidos fueron retirados y
utilizando el sobrenadante se realizaron diluciones seriadas de 10-1, 10-2 y 10-3. Se tomaron 100μl de
cada dilución y se colocaron en placas petri con medio de cultivo PDA, V8, LB, Agar Nutritivo y Medio
Mínimo (Tabla 2).
Aislamiento de endófitos:
Las muestras de raíz, pseudobulbo, hoja y flor (2 g) utilizadas en el procedimiento antes descrito
fueron lavadas con agua destilada estéril por 2 minutos, enseguida se realizó un lavado con alcohol
al 70% y agitación manual durante 2 minutos, posteriormente se sometieron a otro lavado con una
solución de hipoclorito de sodio al 1% y agitación por 2 minutos, finalmente se realizaron dos lavados
con agua destilada estéril y agitación; cada lavado tuvo una duración de un minuto y se realizaron
con la finalidad de retirar el exceso de desinfectante. Las muestras fueron cortadas en pequeños
fragmentos y se maceraron en un mortero con pistilo estéril. El extracto obtenido se pasó a un frasco
estéril y se realizaron diluciones seriadas de 10-1, 10-2 y 10-3; a partir de las diluciones se tomaron 100
μl de cada dilución y se pusieron en placas con medio PDA, V8, LB, Agar Nutritivo y Medio Mínimo
(Tabla 2).
4.3.2 Procedimiento 2
Aislamiento de epífitos:
Se utilizaron muestras de raíz, pseudobulbo y hoja, provenientes de tres plantas, además de una flor
de Stanhopea tigrina; los tejidos se procesaron por separado en condiciones de esterilidad utilizando
dos gramos de cada uno. Para cada muestra, se humedeció un hisopo con solución salina isotónica
estéril y se pasó sobre los tejidos de la planta tratando de recolectar la mayor cantidad de muestra
posible sin maltratar el tejido; una vez recolectada la muestra el hisopo se sumergió en un tubo
eppendorf con 1 ml de solución salina isotónica estéril. A partir de esta muestra se realizaron
diluciones: 10-1, 10-2 y 10-3 y se colocaron 100 l de cada muestra en medios de cultivo sólido PDA,
V8 y Agar Malta adicionados con cloranfenicol (50 g/ml) (Tabla 2).
Aislamiento de endófitos:
Utilizando las muestras de raíz, pseudobulbo, hoja y flor (2g) del procedimiento anterior, se aplicó un
lavado superficial con agua destilada estéril por 2 minutos, seguido de un lavado con alcohol al 70%
y agitación por 2 minutos, se retiró el alcohol y se hizo un lavado con solución de hipoclorito de sodio
al 1% con agitación por 2 minutos. Finalmente se realizaron dos lavados en agua destilada estéril con
agitación por un minuto para cada lavado. Las muestras ya desinfectadas se cortaron en pequeños
fragmentos y se maceraron en un mortero con pistilo estéril. El extracto obtenido se pasó a un frasco
estéril y luego se realizaron diluciones de 10-1, 10-2 y 10-3. Se colocaron 100 l de cada dilución en
placas con medio PDA, V8 y Agar Malta adicionados con cloranfenicol (50 g/ml) (Tabla 2).
16
Desinfección de tejido Desinfección de tejidos
Macerado Macerado
Diluciones 10-1,10-2 y 10-3 Diluciones 10-1,10-2 y 10-3
LB, Agar Nutritivo, Medio mínimo Agar malta, PDA y V8 (Cm
enriquecido, PDA y V8 [50g/ml])
Una vez inoculadas las placas, éstas fueron incubadas a 30°C por una semana, el crecimiento de las
cepas se monitoreó diariamente y las colonias obtenidas durante el procedimiento fueron
seleccionadas tomando únicamente fenotipos representativos de cada placa. Las cepas obtenidas
fueron purificadas resembrando en medio PDA; para cada uno de los aislamientos se realizaron las
resiembras necesarias hasta obtener cultivos puros, los cuales fueron preservados en medio YEPS-
glicerol (50:50).
Para la preservación de aislados, los cultivos fueron crecidos en 5ml de medio líquido YEPS por 72
horas. Después de la incubación, el cultivo se centrifugó a 12 000 RPM por 8 minutos, el sobrenadante
se eliminó y se adicionó al tubo 1 ml de glicerol-YEPS (50:50) en donde se resuspendió el botón
celular. La suspensión se transfirió a un criovial, se rotuló y almacenó a -80°C.
Para realizar la identificación morfológica, los aislados fueron crecidos en medio de cultivo PDA a
30°C por una semana, después de este periodo se observaron sus características macroscópicas
incluyendo el tipo de colonia, color, aspecto del filamento, anverso de la colonia y pigmentación al
medio; además los aislados se sometieron a crecimiento en condiciones de microcultivo para poder
observar sus características microscópicas.
Para realizar la técnica de microcultivo, primero se cortó un cubo de agar PDA estéril el cual fue
colocado sobre un portaobjetos. En los laterales del cubo de agar se sembró el aislado fúngico y se
puso encima un cubreobjetos; el sistema se colocó en una placa de petri en ambiente de cámara
húmeda (Figura 6) y se incubó a 30 °C. Transcurridos siete días, se tomó el cubreobjetos sobre el que
se encuentran adheridos los filamentos fúngicos que se formaron y se colocó sobre un portaobjetos
con una gota de azul de algodón para su observación al microscopio (Prats, 2006).
17
Figura 6. Preparación del microcultivo. Se deposita un cubo de agar en el centro en
donde se desarrolla el crecimiento del aislado. El crecimiento se desarrolla en
ambiente de cámara húmeda.
Las preparaciones obtenidas se observaron al microscopio utilizando el objetivo 40X y 100X los cuales
permitieron apreciar estructuras microscópicas las cuales fueron comparadas con bibliografía de
referencia (Arenas, 2008; Koneman, 2001). Una vez observadas las características macroscópicas y
microscópicas los aislados se agruparon en morfogrupos.
Para la amplificación del ADN se utilizaron los oligonucleotidos ITS1F y LR5 (Tabla 3) reportados en la
literatura. Estos flanquean una región del rADN, que incluye el gen 18S, el espaciador intergénico
ITS1, el gen 5.8S, el espaciador ITS2 y el gen 28S (Luna et al., 2001; Tedersoo et al., 2006; Guevara,
18
2004). Este rDNA contiene la información para el RNA que conforman los ribosomas (Rentaría, 2007)
y es un gen multicopia repetido en tandem, lo que facilita su amplificación. Además de que entre las
secuencias altamente conservadas de los genes de esta región se encuentran estas regiones
variables, denominadas espaciadores ITS (Internal Transcribed Spacer), cuya función es desconocida
(Peintner et al., 2004), aunque la tasa de variabilidad en estas regiones espaciadores es más elevada
que en los genes, sus secuencias se pueden alinear con confianza entre taxones estrechamente
relacionados (Guarro et al., 1999), por lo que es altamente confiable para la identificación genotípica.
En este trabajo se utilizó esta región para identificar a los aislados a nivel de género.
Para visualizar el ADN, se realizó el corrimiento electroforético en geles de agarosa al 1%, los cuales
se migraron a 100V en buffer TAE 1X durante 40 minutos. Una vez corridos los geles fueron teñidos
con Bromuro de Etidio (BrEt) y visualizados en un transiluminador.
19
4.5.2.3 Secuenciación y análisis de secuencias
Los productos de PCR se enviaron a secuenciar bajo las condiciones de macrogen proveedor del
servicio. Una vez recibidas las secuencias nucleotídicas, éstas fueron alineadas y comparadas con
aquellas que están depositadas en la base de datos del GenBank utilizando los programas Bioedit y
BLAST.
Primero se preparó el frotis,para lo cual se colocó una gota de agua destilada en medio de un
portaobjetos y se tomó un poco de muestra, se mezcló la muestra y el agua destilada, posteriormente
la preparación se fijó con calor, teniendo precaución de un sobrecalentamiento.
Para realizar la tinción de Gram se colocó cristal violeta sobre el frotis por un minuto, luego de un
minuto la muestra se enjuagó (evitando que el chorro de agua cayera directamente sobre la muestra),
se secó al aire y se procedió a colocar lugol sobre la misma, pasando un minuto la muestra se lavó y
secó, posteriormente se colocó alcohol-cetona, se enjuagó el portaobjetos y se colocó safranina
sobre la muestra por 30 segundos, finalmente se enjuagó el portaobjetos y se dejó secar
completamente. Una vez realizada la tinción, las laminillas fueron observadas en un microscopio de
luz empleando el objetivo 40X y 100X.
4.6.3 Auxonogramas
20
4.6.3.1 Asimilación de fuentes de carbono
Para la prueba de asimilación de fuentes de carbono se utilizaron la glucosa, galactosa y manosa
como fuentes de carbono. Las cepas se pusieron a crecer por 72 horas a 30°C en las diferentes fuentes
de carbono, al finalizar el periodo de incubación se observó si hubo crecimiento de las cepas en
alguna de las fuentes utilizadas.
A partir de micelio de siete días de edad, se inoculó un matraz que contenía 100 ml de caldo Czapek
(1% glucosa, 1% peptona). Los matraces se incubaron a 30°C en presencia de luz. Después de 10 días
el cultivo se filtró. Se tomaron 50 ml del filtrado y se ajustó el pH a 2.5-3 por adición de 1N de HCl.
Las muestras fueron extraídas utilizando acetato de etilo como disolvente de extracción. Para la
extracción se usó un embudo de separación de 1L, las muestras se extrajeron tres veces utilizando
acetato de etilo (1:1). La fase orgánica se separó y se pasó a través de sulfato de sodio anhidro (10
g). El disolvente se evaporó en un rotavapor de vacío a 40°C y 10 rpm. Finalmente el residuo se
disolvió en 50 l de metanol grado HPLC y se usó para análisis en HPLC/cromatografía en capa fina.
21
4.7.2.2 Cromatografía en capa fina (CCF)
Para la cromatografía en capa fina se utilizaron láminas de aluminio recubiertas con gel de sílice. Las
placas se cortaron a un tamaño apropiado (10 x 8 cm), las giberelinas puras y las muestras se
disolvieron en metanol y se colocaron en la placa con ayuda de un capilar de vidrio fino. El solvente
se dejó evaporar. La CCF se corrió en un sistema que contenía Cloroformo/Acetato de etilo/ Ácido
acético (5:4:1). Las manchas se visualizaron en UV (254 nm y 366nm) después de cubrir con etanol:
ácido sulfúrico concentrado (95: 5) (Castillo et al., 2007).
γ = α × c × v/β
Donde:
γ= concentración del analito deseado
α=área del pico de la muestra
c=concentración de la solución estándar (μg mL−1)
v=volumen de la muestra
β=área del pico del respectivo estándar
La extracción de ADN se realizó utilizando el “Animal and Fungi DNA preperation Kit” (Jena Biosence).
Según el protocolo que se describe a continuación: (I) Lisis celular de los hongos. Se transfirió 1ml del
cultivo a un microtubo de 1.5 ml. Se obtuvieron las células por centrifugación a 15,000g por 1 minuto
y se desechó el supernadante. Posteriormente se resuspendió la pastilla celular en 300 l de Cell
Resuspension Solution y se adicionaron 1.5 µl de Proteinase K solution. La muestra se invirtió varias
veces para mezclar. La solución se incubó a 55°C por 60 minutos. Pasado ese periodo se centrifugó
la muestra a 15,000 g por 1 minuto y se desechó el sobrenadante. La pastilla se resuspendió en 300
µl de Cell Lysis Solution. (II) Precipitación de proteínas. Se añadieron 100l de Protein Precipitation
Solution al lisado celular. Y se mezcló la muestra usando vortex por 20 segundos. La muestra fue
centrifugada a 15,000g por 3 minutos. (III) El supernadante se transfirió a un nuevo tubo de 1.5ml
que contenía 30 l de isopropanol, la muestra se mezcló invirtiendo gentilmente. Posteriormente la
muestra se centrifugó a 15,000g por un minuto, se descartó el sobrenadante y el tubo se colocó sobre
22
un papel absorbente. Se añadieron 500 l de Washing buffer, posteriormente el tubo se invirtió varias
veces para lavar el ADN. Se centrifugo la muestra a 15,000g por 1 minuto. Se desechó el sobrenadante
cuidadosamente y se dejó secar al aire a temperatura ambiente de 10 a 15 minutos. (IV) Hidratación
del ADN. La muestra se rehidrató en 40l de agua libre de nucleasas y almacenó a -80°C.
La amplificación del ADN de la muestra se realizó utilizando los oligonucleótidos ITS1F y LR5, las
condiciones de PCR que se utilizaron fueron las mismas que las descritas en el apartado 4.5.2.2.
Los productos de PCR se enviaron a secuenciar bajo las condiciones de macrogen proveedor del
servicio. Una vez obtenidas las secuencias, se realizó una comparación y alineamiento de éstas
empleando los programas BioEdit y BLAST.
La desinfección de semillas se realizó en campana de flujo laminar. Primero se enjuagó la cápsula con
agua destilada estéril, en seguida se sumergió la cápsula en una solución de hipoclorito de sodio al
2.5% por diez minutos y se enjuagó con agua destilada tres veces (Zhang et al., 2013), se transfirió la
cápsula a una superficie desinfectada (una caja petri estéril), la cápsula se cortó longitudinalmente a
la mitad con la ayuda de un bisturí desinfectado (Roy et al., 2011). Se levantó una mitad de la cápsula
con las pinzas y se golpeó ligeramente sobre un recipiente estéril para obtener las semillas.
Las semillas obtenidas se esterilizaron por 1 minuto en una solución que contiene 5 ml de etanol
(100%), 5 ml de NaOCl al 6% y 90 ml de agua estéril desionizada. Seguida de la esterilización, las
semillas fueron enjuagadas tres veces por un minuto en agua desionizada estéril (Dutra et al., 2008;
Johnson et al., 2007; Stewart & Kane, 2006).
23
4.8.3. Germinación simbiótica
Las cepas fúngicas que se utilizaron en el ensayo piloto de germinación fueron cultivadas a 30°C por
una semana (7 días) en medio PDA con antibiótico (50 mg/ml de penicilina y cloranfenicol)
(Khamchatra et al., 2016; Swangmaneecharern et al., 2012).
Para la inoculación de las semillas y los hongos, primero se preparó una suspensión de semillas, para
lo cual se tomó una porción pequeña de semillas y se diluyeron en 1 ml de agua, de esta suspensión
se tomaron 50 l, que contenían aproximadamente 50 semillas, y se colocaron en cada una de las
placas. El medio que se utilizó para el ensayo fue el agar harina de avena (OMA). Una vez inoculadas
las semillas se dispersaron sobre todo el medio utilizando un asa bacteriológica estéril. Las placas
inoculadas se dejaron secar por unos minutos en condiciones de esterilidad, posteriormente se
inocularon con 5 mm de agar con el hongo a probar. Esta porción de agar fue tomada de las placas
que contenían el hongo crecido por siete días (Stewart & Zettler, 2002; Aewsakul et al., 2013; Tan et
al., 2014). La porción de agar se colocó en el centro de la placa que ya contenía las semillas de la
orquídea, se usó como control negativo placas de agar OMA con semillas de la orquídea sin hongo.
Una vez que las placas estuvieron inoculadas se sellaron con parafilm e incubaron según se describe
en el siguiente apartado.
4.8.3.3 Incubación
Las muestras se incubaron a 25 ± 3°C en obscuridad por 5 semanas observando el crecimiento dos
veces por semana (Aewsakul et al., 2013; Dutra et al., 2009; Johnson et al., 2007). Pasado este
periodo las muestras se incubaron por 12 horas de luz/obscuridad (Stewart & Zettler, 2002).
El desarrollo de las semillas se monitoreó dos veces por semana. Para monitorear el desarrollo de las
semillas, las placas se colocaron en campana de flujo laminar y se observó la etapa de germinación
de las semillas utilizando un microscopio Nikon eclipse E600. Cada placa en observación se expuso a
luz natural por aproximadamente 20 minutos. La germinación y el desarrollo del protocormo se midió
en base a una escala que va de 0-5 (Dutra et al., 2008; Stewart & Kane, 2006; Stewart & Zettler, 2002;
Johnson & Kane, 2007; Zeng et al., 2012) según lo que se presenta en la tabla 5. Los porcentajes de
germinación se calculan dividiendo el número de semillas en cada etapa de germinación y el
desarrollo individual por el número total de semillas en la muestra (Johnson & Kane, 2007; Zeng et
al, 2012).
24
0 No germinación
1 Embrión hinchado, producción de rizoides
2 Alargamiento del embrión, ruptura de la testa
3 Aparición de promeristemo
4 Aparición de la primera hoja
5 Alargamiento de la primera hoja
Las semillas se manipularon según lo descrito en los apartados 4.10.1, 4.10.2 y 4.10.2.1, una vez
obtenidas se preparó una suspensión de semillas, para lo cual se tomó una porción pequeña de
semillas y se diluyeron en 1 ml de agua. De esta suspensión se tomaron 50 l, que contenían
aproximadamente 50 semillas y se colocaron en medio 1/2 MS (Murashige y Skoog) adicionado con
diferentes concentraciones de ácido giberélico (0, 5, 10 y 15 M) (Pedroza-Manrique et al., 2005),
cada condición se realizó por triplicado. Las muestras se incubaron 25 ± 3°C en obscuridad por 5
semanas observando el crecimiento dos veces por semana (Aewsakul et al., 2013; Dutra et al., 2009;
Johnson et al., 2007). Pasado este periodo las muestras se incubaron por 12 horas de luz/obscuridad
(Stewart & Zettler, 2002). Finalmente, el desarrollo de las semillas se monitoreó tomando en cuenta
los estadios que se presentan en la tabla 5.
25
5. Resultados
En la naturaleza las orquídeas presentan diferentes hábitos de crecimiento, pueden crecer como
litófitas, epífitas y terrestres (Ortiz-Arias, 2002; Sathiyadash et al., 2012). Stanhopea tigrina presenta
dos hábitos principales de crecimiento, ya que puede encontrarse creciendo como epífita o litófita
(Soto-Arenas, 2002); en el lugar de toma de muestra la orquídea se encontraba creciendo en ambos
hábitos por lo que se recolectaron los dos tipos de plantas. De las seis plantas de S. tigrina
recolectadas, tres crecían sobre sustratos que incluían fibra de coco y tierra, dos plantas crecían de
manera epífita sobre árboles de Inga vera y una crecía de manera litófita sobre roca sedimentaria;
además, se recolectó una flor de S. tigrina (Figura 7) y se tomaron muestras de la rizósfera asociada
a las plantas recolectadas. De todas estas plantas, se recuperaron los hongos epífitos y endófitos
asociados a los diferentes tejidos.
A B C
Figura 7. Hábitos de crecimiento de S. tigrina. Se muestran los hábitos de crecimiento de las plantas de S.
tigrina presentes en el jardín botánic Xoxoctic. A) Planta de crecimiento epífito, B) crecimiento litófito y
C) flor de S. tigrina
Cuando se empleó el procedimiento uno, se recuperó un total de 456 aislados, de los cuales 134
correspondieron a endófitos, 241 fueron epífitos y 81 fueron aislados a partir de la rizósfera (tabla
6), observando un mayor número de aislados a partir de pseudobulbo, hoja y raíz, mientras que se
obtuvo un número menor de aislados fúngicos de la rizósfera.
26
Tabla 6. Hongos aislados de las plantas de S. tigrina utilizando el procedimiento 1.
Tejido Planta 1 Planta 2 Planta 3
Endófito Epífito Endófito Epífito Endófito Epífito
Flor 12 23
Hoja 19 20 9 19 12 28
Pseudobulbo 18 22 6 17 14 29
Raíz 16 30 17 21 11 32
Rizósfera 31 23 27
Subtotal 65 126 32 80 37 116
Subtotal 191 112 153
Total 456
Por otro lado, al emplear el procedimiento dos se obtuvieron 435 aislados; 113 de los cuales fueron
endófitos, 250 aislados correspondieron a epífitos y 72 fueron recuperados de la rizósfera (tabla 7).
Al emplear este procedimiento, los tejidos con mayor número de aislados fueron también el
pseudobulbo, la hoja y la raíz, igual que en el caso anterior.
En total, al emplear ambos procedimientos se obtuvo una población de 891 aislados fúngicos
provenientes de 6 plantas; la mayoría de los cuales provinieron del pseudobulbo, raíz y hoja,
observándose un menor número de aislados de flor y rizósfera (figura 8). En cuanto a su localización,
se obtuvo un número mayor de aislados de origen epífito y menos de origen endófito; ambas
poblaciones con un número de aislados total mayor al recuperado de la rizósfera (figura 8 y 9).
27
Aislamiento de hongos asociados a S. tigrina
200
Número de aislados
150
100
50
0
Flor Hoja Pseudobulbo Raiz Rizósfera
Tejido
Endófitos Epífitos Rizósfera
17%
28%
Endófitos
Epífitos
Rizósfera
55%
Figura 9. Distribución porcentual de los aislados de acuerdo con su localización. Se presenta la distribución de
los aislados, en amarillo el porcentaje de aislados de origen epífito, en naranja el porcentaje de aislados
endófitos y en verde los aislados provenientes de rizósfera.
28
5.3 Purificación y preservación de cepas aisladas
Una vez desarrollado el crecimiento fúngico se realizó la purificación de los aislados, para lo cual los
hongos fueron resembrados (tomando un fragmento de la colonia) en medio de cultivo PDA. Las
muestras puras se obtuvieron haciendo los pases necesarios hasta observar que las colonias estaban
libres de contaminación. Una vez que los aislados fueron purificados se efectuó el procedimiento de
preservación colocando a las muestras en glicerol-YEPS (50:50) y almacenándolos a -80°C, se hicieron
gliceroles por triplicado para cada muestra generando un total de 2673 gliceroles.
Acremonium sp
A nivel macroscópico, la colonia muestra un color blanco-amarillento, aunque en algunas cepas se
observan pigmentos naranja o violeta; la forma y aspecto de la colonia es vellosa-húmeda y al reverso
por lo general no presenta pigmentación. A nivel microscópico, se observa el micelio septado y
hialino. Las estructuras de reproducción anamórfica consisten en microconidios alargados y
pequeños con conidióforos delgados (figura 10 A y B) (Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
Alternaria sp
Las características macroscópicas corresponden a una colonia de tamaño ilimitado que tiende a
cubrir todo el medio de cultivo en color gris con tonalidades oscuras; la cual es plana, aterciopelada,
seca y en ocasiones la cubre un velo velloso blanco; presentando al reverso un pigmento café oscuro.
A nivel microscópico, el micelio se observa macrosifonado, septado y oscuro. Las estructuras de
reproducción anamórfica observadas fueron dictioconidios también llamados poroconidios,
dispuestos en cadenas (figura 10 C y D) (Arenas, 2008; Koneman, 2001).
Aplosporella sp
Los aislados de este género presentaron colonias obscuras de color gris a gris-oliváceo en el centro,
oliváceo hacia el margen, similar al reverso; con el micelio aéreo flocoso en color gris (Damm et al.,
2007). A nivel microscópico, el cultivo posee una conidiomata multilocular abierta por un ostiolo
comunal, las hifas son en color café y no presentan septos, conidia verrucosa y paráfisis filiformes
(Damm et al., 2007). En la microscopía se observan únicamente las hifas sin septos (figura 10 E y F),
La identificación de este género se realizó conjuntando la descripción macroscópica de la colonia y la
obtenida de la identificación molecular (apartado4.5.2)
29
A B
C D
E F
Arthrinium sp
Los aislados de este género presentan colonias planas, dispersas, con micelio aéreo moderado; la
superficie de la colonia es gris-hierro con manchas en color blanco sucio, el reverso de la colonia es
de color gris-hierro (Crous y Groenewald, 2013). A nivel microscópico, se observa que el micelio
consiste en hifas tabicadas, lisas, hialinas y ramificadas. Los conidióforos se reducen a células
conidiógenas, las cuales se agregan en racimos sobre las hifas, siendo de color pálido marrón y lisas
(figura 11 A y B) (Crous y Groenewald, 2013).
Aspergillus sp
El crecimiento para estos aislados mostró un tamaño ilimitado que tiende a cubrir todo el medio; al
inicio formando una colonia blanca que luego se convierte a negra, de aspecto polvoso y sin
pigmentos al reverso. A nivel microscópico presenta un micelio reproductivo macrosifonado, septado
30
y hialino. Sus estructuras de reproducción anamórfica se observan a base de microconidios redondos
o elípticos con una estructura especializada; la cabeza aspergilar está compuesta por conidióforos
largos, una vesícula redonda de donde nacen alrededor, en un ángulo de casi 360°dos series de
fiálides, la primera de gran tamaño mientras que la segunda tiende a ser pequeña (figura 11 C y D)
(Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001)
Chaetomium sp
Para estos aislados, las colonias crecen rápidamente, presentan un aspecto algodonoso, inicialmente
son de color blanco, mientras que las colonias maduras pueden tornarse a un color gris u oliva, y
algunas veces pueden tomar tonalidades rojo, marrón o negro (Asgari & Zare, 2011). A nivel
microscópico tiene ascosporas distintivas pequeñas marrón en forma de “limón” o “balón”, las cuales
se forman dentro de los cuerpos fructíferos (figura 11 E y F) (Asgari & Zare, 2011).
A B
C D
E F
Cladophialophora sp
31
Estos aislados desarrollaron colonias planas, radiadas, de color verde oscuro-grisáceo; velloso; al
reverso presentan pigmento negro difuso. A nivel microscópico se observó la presencia de micelio
microsifonado, septado y pigmentado. Sus estructuras de reproducción consisten en cadenas largas
que parten de una célula inicial o fialídica, con conidios formando cadenas de 9 a 10 unidades por lo
que se les llama hormodendrum largo y llegan a ramificarse (figura 12 A y B) (Bonifaz, 2012).
Cladosporium sp
La colonia presenta a nivel macroscópico un tamaño ilimitado que cubre todo el medio de cultivo de
color verde oscuro, la cual se observa plana, seca, aterciopelada y con algunos surcos; presentando
pigmento difuso al medio en el reverso de la colonia (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
A nivel microscópico, se observan hifas libremente ramificadas que dan lugar a largas cadenas de
conidios elípticos (figura 12 C y D).
Curvularia sp
La colonia crece de manera ilimitada y tiende a cubrir todo el medio de cultivo, mostrando un color
negro con tonalidades oscuras con un aspecto plano y aterciopelado con pigmentos café oscuro por
la parte inversa, el cual difunde al medio. A nivel microscópico, se observó un micelio macrosifonado,
septado y oscuro así como el desarrollo de macroconiconidios con 2-4 septos transversales que nacen
de un conodióforo corto y recto (figura 12 E y F) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
A B
C D
E F
Fonsecae sp
Los aislados de este género presentan colonias pardas o negras, vellosas, aterciopeladas, limitadas
en ocasiones con surcos y radiaciones que al reverso desarrollan un pigmento negro-ocre. Su
micromorfología corresponde a un micelio macrosifonado, septado y oscuro. Sus estructuras de
reproducción son de tipo “cupuliforme” con una especie de collar en la parte final de donde nacen
conidios redondos o un poco alargados (figura 13 C y D) (Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
Fusarium sp
Los aislados asociados a este género presentaron las características macroscópicas siguientes: son de
tamaño ilimitado con un color blanco al inicio durante los 3 primeros días, para cambiar
posteriormente a tonalidades naranja, café o violeta-lila dependiendo de la especie. Dicha colonia
presenta un aspecto velloso-seco con un pigmento color naranja o violeta que difunde al medio y se
observa por el reverso de la colonia. En cuanto a la micromorfología, se observa un micelio
macrosifonado, septado y hialino en donde las hifas se organizan en coremium. Como estructuras de
reproducción se observaron macroconidios y microconidios fusiformes característicos para este
género (figura 13 E y F) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
A B
C D
33
E F
Geotrichum sp
Los aislados de este género mostraron colonias de un tamaño ilimitado, las cuales cubren todo el
medio y presentan un color blanco-amarillento y son de forma plana con un aspecto velloso y
húmedo sin pigmentos al reverso. Su micromorfología corresponde a un micelio macrosifonado,
septado, hialino; las estructuras de reproducción observadas consistieron en artroconidios que se
fragmentan de las hifas (figura 14 A y B) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012).
Microsporum sp
Las colonias son radiales y presentan un aspecto velloso, plano, de color amarillo con micelio blanco.
A nivel microscópico presentan un micelio abundante con hifas delgadas, tabicadas y ramificadas,
que dan el aspecto de un árbol; las hifas también se comparan con raquetas intercalares similares a
“huesos de perro” (figura 14 C y D) (Bonifaz, 2012).
Mucor sp.
Los aislados de este género presentan una colonia de tamaño limitado que tendía a llenar las cajas
de Petri. Inicialmente, las colonias se observan de color blanco que posteriormente toman una
tonalidad blanca-grisácea y que tienen un aspecto velloso-algodonoso y seco, sin pigmentos al
reverso. La micromorfología de estos aislados corresponde a un micelio microsifonado, cenocítico y
hialino. Las estructuras de reproducción corresponden a esporangiosporas o endosporas redondas.
Los esporangióforos se encuentran ramificados mientras que el esporangio tiene una columna
pequeña y ovoide (figura 14 E y F) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
A B
34
C D
E F
Paecilomyces sp
Para este género se observó una colonia grande que cubre totalmente la placa del medio, la cual se
torna en color amarillento y muestra un aspecto polvoriento debido a abundante producción de
conidios. A nivel microscópico, las hifas portadoras de conidios se parecen superficialmente al
“pincel” de Penicillium. Los conidios elípticos se presentan en cadenas no ramificadas que parten del
extremo de los esterigmas en forma de redoma; el aspecto del esterigma que nace aisladamente de
la hifa tiene un extremo característico que termina en un largo tubo portador de conidios (figura 15
A y B) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012).
Penicillium sp
Este género desarrolla una colonia de tamaño ilimitado y color verde con un halo blanquecino en la
periferia; de forma plana y aspecto polvoso y aterciopelado; sin pigmentos que difundan al medio. El
micelio observado es macrosifonado, septado y hialino; las estructuras de reproducción
corresponden a microconidios redondos¸ con conidióforos y fiálides en arreglos que semejan a un
pincel (figura 15 C y D) (Arenas, 2008; Bonifaz, 2012; Koneman, 2001).
Scedosporium sp
Para este género se recuperaron colonias de crecimiento moderadamente rápido con textura lanuda
o algodonosa. Inicialmente, la colonia se observa blanca y después comienza a tornarse grisácea o
35
café-humo en la superficie. Las hifas son hialinas, septadas, los conidios son unicelulares, ovoides que
nacen de las puntas de los conidióforos (figura 15 E y F) (Arenas, 2008; Koneman, 2001).
A B
C D
E F
Figura 15. Los géneros Paecilomyces sp, Penicillium sp, y Scedosporium sp.
A) Colonia de Paecilomyces sp; B) Conidios elípticos en cadenas que no
se ramifican característicos del género Paecilomyces; C) Colonia del
género Penicillium; D) Fiálides en arreglos que semejan a un pincel
característicos del género Penicillium; E) Colonia del género
Scedosporium; F) Conidios ovoides del género Scedosporium. Los aislados
fueron crecidos en PDA y las estructuras microscópicas teñidas con azul
de algodón, vistas con el objetivo 100X.
Trichoderma sp
Para este género se observaron colonias de crecimiento rápido de tamaño ilimitado, que llena la
placa con una película delgada sobre la superficie del agar. Al transcurrir el tiempo aparecen
gradualmente penachos lanudos y compactos de micelio blanco, formando una red densa que toma
pronto color verde por la producción de conidios. En la micromorfología se observan conidióforos en
forma de ramas irregulares cortas procedentes del micelio vegetativo; los conidios son unicelulares
y esféricos que forman racimos globosos en los extremos de los conidióforos pero se disocian con
36
facilidad por lo que se observan varios conidios aislados (figura 16 A y B) (Arenas, 2008; Koneman,
2001).
Verticillium sp
Dentro de las características macroscópicas, se observó una colonia de crecimiento rápido que al
principio es blanca en el centro con un crecimiento radiado, delgado que toma aspecto polvoriento
y color pardo rosado por producción masiva de esporas. A nivel microscópico se observan
conidióforos alargados, dispuestos en espiral a partir del micelio o de los extremos de ramas
verticiliadas del mismo; los conidios unicelulares nacen en racimos en los extremos de estos
conidióforos. Como en el caso anterior, los conidios elípticos se disocian fácilmente de los extremos
de los conidióforos, por lo que encontramos varios conidios aislados (figura 16 C y D) (Arenas, 2008;
Koneman, 2001).
A B
C D
37
el caso particular de este trabajo se pudo observar la falta de esporulación para aproximadamente el
40% de los aislados, por lo que se procedió a agrupar a la población en morfogrupos en base a las
características macroscópicas de su colonia en medio de cultivo PDA. Las características tomadas en
cuenta para dicha categorización fueron el color, tipo de filamento (algodonoso, polvoso, cremoso,
etc.), anverso de la colonia y la pigmentación en el medio. Tomando en cuenta las características
mencionadas, la población quedó agrupada en 139 morfogrupos (anexo 1) enumerados
arbitrariamente del 1 al 139. El número de individuos en cada morfogrupo fue variable: algunos
morfogrupos incluyeron más de veinte aislados mientras que otros solo contienen un aislado.
1 2 3 4 5 6 7 8
38
presentaron micelio estéril, por lo que la identificación molecular resultó una herramienta útil y
práctica para la identificación de este tipo de aislados (Guo et al., 2000; Anderson et al., 2003).
Una vez obtenido el ADN genómico para los aislados fúngicos, se continuó con la amplificación por
medio de la técnica de PCR bajo las condiciones descritas en materiales y métodos. Esta amplificación
se realizó sobre la región 18S-ITS-28S, la cual permite la identificación de cepas a nivel de género. En
la figura 18 se muestran los amplicones obtenidos utilizando el par de oligonucleótidos ITS1F/LR5,
con los cuales se obtuvieron productos de alrededor de 1500pb.
1 2 3 4 5
2000pb→
← ≈ 1500pb
1000pb→
39
49 STF518 1465 Penicillium steckii 0 94%
57 STF590 1419 Penicillium steckii 0 91%
62 STF197 1352 Aspergillus aculeatinus 0 97%
65 STF499 1418 Nectria pseudotrichia 0 93%
66 STF203 1127 Aspergillus aculeatus 0 99%
70 STF405 1408 Gibberella fujikuroi 0 90%
75 STF75 1400 Fusarium oxysporum 0 87%
94 STF671 1449 Penicillium sp 0 95%
98 STF526 1319 Fusarium sp 0 96%
99 STF536 1754 Pestalotiopsis 0 95%
maculiformans
100 STF538 1560 Penicillium verruculosum 0 95%
109 STF696 1481 Penicillium oxalicum 0 97%
110 STF734 1365 Penicillium melinii 0 99%
112 STF705 1419 Colletotrichum 0 99%
gloeosporioides
115 STF783 1380 Penicillium digitatum 2.00E- 82%
97
124 STF563 1572 Penicillium oxalicum 0 97%
127 STF626 1473 Aspergillus japonicus 0 97%
De esta manera, se identificaron 63 géneros asociados a los 139 morfogrupos. Los géneros más
representados fueron Trichoderma con 124 aislados seguido de Penicillium con 103, Fusarium con 40
y Aspergillus con 33 (Tabla 9). Además, el género con mayor número de morfogrupos asociados fue
Penicillium con 19 morfogrupos, seguido de Trichoderma y Aspergillus con 8. Considerando la
población total, solamente diez aislados no pudieron ser identificados, los cuales se encontraban
agrupados en cinco morfogrupos.
40
Bionectria 1 4
Bipolaris 2 2
Chaetomium 2 5
Chaunopycnis 1 10
Cladophialophora 1 1
Cladosporium 2 6
Cochliobolus 1 1
Colletotrichum 1 1
Curvularia 1 4
Daldinia 2 15
Diaporthe 1 4
Diplodia 1 4
Elaphocordyceps 1 1
Epichloe 2 3
Eutypa 1 1
Eutypella 2 4
Exophiala 2 2
Fonsecae 1 11
Fusarium 6 40
Fusicolla 1 1
Geotrichum 2 14
Gibberella 1 1
Hypocrea 1 1
Hypoxylon 1 6
Letendraea 1 1
Macrophoma 2 6
Microdiplodia 2 3
Microsporum 1 2
Mucor 4 27
Nectria 2 5
Neopestalotiopsis 1 9
Nigrograna 1 1
Ochlorocladosporium 1 2
Paecilomyces 7 15
Paraconiothyrium 1 4
Penicillium 19 103
Pestalotiopsis 2 10
Phaeosphaeriopsis 1 1
Phialemoniopsis 1 2
Phialemonium 1 2
41
Phoma 1 1
Pseudobotrytis 1 1
Pyrenochaeta 1 2
Pyrenochaetopsis 1 2
Roussoella 2 3
Scedosporium 7 17
Schizophyllum 1 1
Talaromyces 1 1
Thyridaria 1 1
Trichoderma 8 124
Trichophyton 1 2
Umbelopsis 1 2
Verticillium 1 13
Xylariaceae 2 2
Xylariales 1 9
No identificados 5 10
Por otro lado, se encuentran 17 géneros con baja frecuencia ya que sólo contenían un aislado, los
cuales correspondieron a los siguientes: Alternaria, Cladophialophora, Cochliobolus, Colletotrichum,
Elaphocordyceps, Eutypa, Fusicolla, Gibberella, Hypocrea, Letendraea, Nigrograna,
Phaeosphaeriopsis, Phoma¸ Pseudobotrytis, Schizophyllum, Talaromyces y Thyridaria. A continuación,
se presenta la diversidad de los géneros identificados como parte de la población endófita, epífita y
rizosférica, así como la distribución de la población en los diferentes tejidos muestreados.
5.4.4.1 Hoja
De todos los tejidos analizados, la hoja tuvo el mayor número de aislados recuperados (175 aislados),
asociados a 45 géneros, de los cuales 12 se encontraron tanto en la población epífita como en la
endófita. El género con mayor incidencia en ambas poblaciones fue Penicillium seguido de Fusarium.
También se identificaron 30 géneros de distribución exclusivamente epífita siendo Trichoderma,
Xilariales y Aplosporella los que presentaron la mayor incidencia. Los géneros Hypoxylon y
Phaeospariopsis fueron asociados únicamente a la población endófita y no se logró identificar un
aislado exclusivamente endófito (Figura 19).
42
No. de aislados
0
5
10
15
20
25
5.4.4.2 Raíz
Anthostomella
0
10
20
30
40
Aplosporella
Arthopyrenia
Acremonium
Arthrinium
Alternaria Aspergillus
Endófito
Annulohypoxylon Bipolaris
Chaetomium
Anthostomella
Chaunopycnis
Arthopyrenia Cladosporium
Arthrinium Cochliobolus
Epífito
Aspergillus Curvularia
Daldinia
Bionectria
Diaporthe
Chaunopycnis Diplodia
Cladosporium Elaphocordyceps
Eutypa
Curvularia
Eutypella
Endófito
Geotrichum
Fusarium Gibberella
Geotrichum Hypocrea
Hypoxylon
Géneros
Hypoxylon
Géneros
Macrophoma
Epífito
Macrophoma
Phialemonium Paecilomyces
Paraconiothyrium
Pyrenochaeta
Penicillium
dentro de los epífitos como de los endófitos. Ocho géneros fueron identificados únicamente en la
43
población endófita, y diez géneros fueron identificados únicamente en aislados epífitos. Los géneros
más frecuentes en la población fueron Trichoderma, Penicillium, Aspergillus y Fusarium (Figura 20),
Para el caso de los aislados de raíz, se identificaron 30 géneros, 12 de los cuales se encontraron tanto
Figura 20. Géneros identificados en raíz de la orquídea Stanhopea tigrina, en color amarillo los de procedencia
endófita y en verde los epífitos.
5.4.4.3 Pseudobulbo
Después de la hoja, el pseudobulbo fue el tejido con mayor diversidad ya que se identificaron 35
géneros, siendo Penicillium, Trichoderma y Fusarium los más prevalentes, con un mayor número en
los aislados epífitos que en los endófitos. Annulohypoxylon, Colletotrichum, Diplodia, Letendraea y
Phialemoniopsis se identificaron únicamente en aislados endófitos, mientras que 19 géneros fueron
identificados únicamente en aislados epífitos, dentro de los cuales Aplosporella, Diplodia y Mucor
fueron los más frecuentes. Para esta población únicamente tres aislados no pudieron ser
identificados (Figura 21).
25
20
15
10
5
0
Aspergillus
Neopestalotiopsis
Daldinia
Hypoxylon
Umbelopsis
Phialemoniopsis
Chaunopycnis
Penicillium
Nectria
Paecilomyces
Unidentified
Arthrinium
Epichloe
Scedosporium
Chaetomium
Diaporthe
Acremonium
Letendraea
Fusarium
Mucor
Roussoella
Anthostomella
Fonsecae
Colletotrichum
Exophiala
Pseudobotrytis
Aplosporella
Cladosporium
Geotrichum
Verticillium
Pestalotiopsis
Trichoderma
Diplodia
Annulohypoxylon
Ochlorocladosporium
Phialemonium
Figura 21. Géneros identificados en pseudobulbo de la orquídea Stanhopea tigrina, en color amarillo los
provenientes de endófitos y en verde los de epífitos.
5.4.4.4 Flor
Para el caso de la flor se identificaron diez géneros de los cuales Paecylomices fue el único género
endófito registrado, además se identificaron nueve géneros epífitos siendo Acremonium, Fusarium,
Penicillium y Trichoderma los que presentaron un mayor número de aislados (Figura 22).
44
Micobioma asociado a Flor de S. tigrina
No. de aislados
2
Figura 22. Géneros identificados en flor de la orquídea Stanhopea tigrina, en color amarillo los que corresponden
a endófitos y en verde los epífitos.
5.4.4.5 Rizósfera
En este estudio, además de la identificación de hongos cultivables presentes en los diferentes tejidos
de la orquídea, se identificaron los hongos asociados a la rizósfera de las plantas. Durante la
identificación se encontraron 34 géneros, siendo Trichoderma el más prevalente, seguido de
Penicillium y Mucor (Figura 23); también se identificaron 19 géneros con un único aislado dentro de
los cuales se encuentran Acremonium, Aplosporella, Cladophialopora, Cladosporium, Exophiala, entre
otros; finalmente tres aislados no se lograron identificar.
40
No. de aislados
30
20
10
Géneros
45
diversidad en la población epífita, en la cual se identificaron 57 géneros, mientras que en la población
endófita se identificaron 32 géneros.
Los aislados endófitos presentaron una mayor diversidad de géneros en los tejidos de raíz y
pseudobulbo, con 20 y 16 géneros respectivamente. La hoja ocupó el tercer lugar en diversidad con
quince géneros asociados mientras que en la flor pudimos identificar únicamente un género. Los
géneros que presentaron especificidad por tejido fueron los siguientes: Alternaria, Bionectria,
Daldina, Macrophoma, Phialemonium, Pyrenochaeta y Xylariaceae solo se identificaron en raíz;
Chaetomium, Eutypella Geotrichum, Hypoxylon, Mucor, Pestalotiopsis y Phaeosphaeriopsis fueron
identificados únicamente en hoja; Cladosporium, Colletotrichum, Letendraea, Nectria y
Phialemoniopsis fueron identificados solo en pseudobulbo (Figura 24; anexo 2).
Géneros endófitos
Acremonium Alternaria
Annulohypoxylon Anthostomella
60
Arthrinium Aspergillus
Bionectria Chaetomium
50
Chaunopycnis Cladosporium
Colletotrichum Daldinia
40
No. de aislados
Diplodia Eutypella
Fonsecae Fusarium
30 Geotrichum Hypoxylon
Letendraea Macrophoma
Mucor Nectria
20
Paecilomyces Penicillium
Pestalotiopsis Phaeosphaeriopsis
10
Phialemoniopsis Phialemonium
Pyrenochaeta Scedosporium
0 Trichoderma Xylariaceae
Hoja Pseudobulbo Raíz Flor
Unidentified
Tejidos
Figura. 24. Géneros fúngicos endófitos asociados a S. tigrina. Se presentan los diferentes géneros endófitos
identificados en tejido de hoja, pseudobulbo, raíz y flor.
Por otra parte, la mayor diversidad de géneros se encontró en los aislados epífitos, los cuales
mostraron una población total correspondiente a 57 géneros. La hoja tuvo la mayor diversidad de
géneros asociados al identificarse 42 géneros diferentes, seguido de la rizósfera con 33 géneros; el
pseudobulbo fue el tejido que obtuvo el tercer lugar al describirse 30 géneros, finalmente la flor sólo
presentó nueve géneros asociados. En cuanto a la especificidad de géneros, Phialemonium,
Pseudobotrytis, Roussoella y Umbeliopsis se encontraron asociados únicamente a pseudobulbo;
Bionectria, Cladophialophora, Microsporum, Phialemoniopsis, Pyrenochaeta y Talaromyces se
asociaron únicamente a rizósfera; mientras que Cochliobolus, Diplodia, Elaphocordyceps, Eutypa,
Fusicolla, Gibberella, Hypocrea, Nigrograna, Phoma, Schizophylium y Thyridaria se encontraron
únicamente en la hoja (figura 25; anexo 2). Al comparar la distribución de géneros epífitos y endófitos
por tejido, no se encontró ningún género que haya sido identificado de manera exclusiva en algún
tejido para cualquiera de las dos poblaciones.
46
Géneros epífitos Acremonium
Aplosporella
Anthostomella
Arthopyrenia
Arthrinium Aspergillus
Bionectria Bipolaris
Chaetomium Chaunopycnis
160 Cladophialophora Cladosporium
Cochliobolus Curvularia
140 Daldinia Diaporthe
Diplodia Elaphocordyceps
120 Epichloe Eutypa
Eutypella Exophiala
No. de aislados
Figura. 25. Géneros fúngicos epífitos asociados a S. tigrina. Se presentan los diferentes géneros identificados de
manera epífita en tejido de hoja, pseudobulbo, raíz, rizósfera y flor.
a) b)
Epífitas Epífitas
9 8
6 0 1 4
5 2 1
Sustrato Litófitas Sustrato 3 Litófitas
2 1
5 2 13 1
Figura 26. Abundancia de géneros fúngicos en S. tigrina de acuerdo al hábito de crecimiento de las plantas. Se
muestra el número de géneros compartidos por las plantas con diferente hábito de crecimiento, además de
mostrar el número de géneros que cada planta albergó. A) Número de géneros endófitos y b) epífitos.
47
En la población fúngica endófita, las plantas compartieron los cinco géneros siguientes: Acremonium,
Arthrinium, Penicillium, Scedosporium y Trichoderma. Las plantas con mayor número de géneros
exclusivos fueron las epífitas con nueve, mientras que las crecidas en sustrato presentaron cinco
géneros no compartidos y la planta litófita solamente dos. Además del core, las plantas epífitas
compartieron otros seis géneros con las plantas crecidas en sustrato, mientras que las plantas
crecidas en sustrato compartieron dos con las plantas litófitas, las plantas litófitas y epífitas sólo
compartieron el core (Tabla 10).
Géneros Endófitos
Plantas (core) Plantas Epífitas Plantas de sustrato Plantas Litófitas
Acremonium Bionectria Alternaria Macrophoma
Arthrinium Chaetomium Colletotrichum Pyrenochaeta
Penicillium Cladosporium Geotrichum
Scedosporium Eutypella Nectria
Trichoderma Hypocrea Phialemoniopsis
Hypoxylon
Mucor
Pestalotiopsis
Phaeosphaeriopsis
Plantas epífitas vs Plantas epífitas vs Plantas sustrato Vs
sustrato litófitas Litófitas
Aspergillus Annulohypoxylon
Diplodia Anthostomella
Fonsecae
Fusarium
Paecilomyces
Xylariales
Para el caso de la población fúngica epífita, todas las plantas compartieron 13 géneros, además las
plantas que crecieron en sustrato tuvieron trece géneros exclusivos, la epífita tuvo ocho géneros
únicos y la planta litófita sólo a Giberella. Las plantas epífitas compartieron doce géneros aparte del
core con las plantas crecidas en sustrato y cuatro con las plantas que crecían como litófitas; por otra
parte las plantas litófitas y las crecidas en sustrato sólo compartieron al género Annulohypoxylon
(Tabla 11).
48
Tabla 11. Géneros fúngicos epífitos recuperados de S. tigrina en diferentes hábitos de
crecimiento.
Géneros Epífitos
Plantas(core) Plantas Epífitas Plantas de sustrato Plantas
Litófitas
Acremonium Cladophialophora Aplosporella Gibberella
Arthrinium Coniothyrium Bionectria
Aspergillus Daldinia Chaetomium
Cladosporium Eutypella Hypocrea
Fonsecae Fusicolla Lasidiplodia
Fusarium Microsporum Metarhizium
Geotrichum Schizophyllum Nectria
Mucor Talaromyces Ochlorocladosporium
Paecilomyces Phialemoniopsis
Penicillium Phoma
Scedosporium Pseudobotrytis
Trichoderma Pyrenochaeta
Verticillium Xylaria
Plantas epífitas vs Plantas epífitas vs Plantas sustrato Vs
sustrato litófitas Litófitas
Anthostomella Cochliobolus Annulohypoxylon
Arthopyrenia Exophiala
Chaunopycnis Pyrenochaetopsis
Curvularia Trichophyton
Diaporthe
Diplodia
Epichloe
Macrophoma
Microdiplodia
Microsphaeropsis
Pestalotiopsis
Xylariales
49
importante mencionar que en la tinción de Gram las levaduras se tiñen como Gram positivas
(moradas) por la cantidad de lípidos y esteroles que presentan en la pared celular. Esta característica
nos permitió discernir entre toda la población y quedarnos únicamente con 103 cepas Gram positivas
como probables levaduras, mientras que las cepas Gram negativas no fueron tomadas en cuenta por
ser consideradas bacterias.
A B C
Figura 27. Tinción de Gram. A) Aislado 121 Gram negativo, B y C) Aislado 421 y
701, cepas Gram positivas. Las imágenes fueron tomadas al microscopio usando
el objetivo 40X.
A B C
Figura 28. Tinción con azul de algodón. Se muestran cepas teñidas A) Aislado 396,
B) aislado 357 y C) aislado 636. Las imágenes fueron tomadas al microscopio
objetivo 40X.
50
5.5.3 Auxonograma
Las propiedades fisiológicas de las levaduras sirven en gran medida para describir e identificar
géneros y en menor medida las especies. Las pruebas más usadas para la identificación de levaduras
es la fermentación de azúcares o fuentes de carbono y el crecimiento sobre diferentes fuentes de
nitrógeno, carbono, vitaminas, resistencia a antibióticos entre otros (Kurtzman, 1999). En este
trabajo, con el objetivo de hacer una identificación parcial del metabolismo de las levaduras se realizó
la prueba de asimilación de fuentes de carbono y nitrógeno para aquellas muestras identificadas
como levaduras de acuerdo con los resultados obtenidos de las tinciones de Gram y azul de algodón.
Auxonograma de carbono
72
71
71
70
No. de aislados
69
69
68
67
67
66
65
Glucosa Galactosa Manosa
Fuentes de Carbono
Es importante mencionar que estos resultados muestran un panorama global para una característica
metabólica de las cepas levaduriformes aisladas de los tejidos de S. tigrina, indicando cual es la fuente
de carbono utilizada preferentemente por los aislados. Por otro lado, se puede mencionar que la
mayoría de las levaduras aisladas pudieron usar las tres fuentes de carbono probadas en este ensayo.
51
nitrógeno (urea, fenilalanina y cloruro de amonio) para ver la capacidad que presentan los aislados
identificados como levaduras para usar estas fuentes de nitrógeno. De las fuentes de nitrógeno
probadas, el cloruro de amonio fue la fuente en la que crecieron la mayoría de los aislados, la urea
ocupó el segundo lugar en las fuentes utilizadas, mientras que la fenilalanina fue utilizada por 65 de
las cepas probadas (figura 30).
Con estos resultados se puede decir que los aislados tienen la habilidad de usar más de una fuente
de nitrógeno, puesto que fueron capaces de crecer en los diferentes medios de cultivo.
Auxonograma de nitrógeno
67.5
67
67
66.5
No. de aislados
66
66
65.5
65
65
64.5
64
Urea Phe NH4Cl
Fuentes de Nitrógeno
De manera general, la caracterización parcial de levaduras realizada en este trabajo comprende dos
tinciones y las características metabólicas referentes al empleo de fuentes de carbono y nitrógeno
por parte de las levaduras aisladas. Los aislados fúngicos de crecimiento filamentoso, así como
aquellos identificados como levaduras se probaron para evaluar la capacidad que presentan para
producir giberelinas.
52
Figura 31. Determinación cualitativa de la producción de giberelinas. Se observa la
fluorescencia en las muestras 147, 149, 282, 664 y 756, que resultaron positivas. Se
incluyeron un control negativo sin inóculo y uno positivo [2 g]. En la imagen se
observa la diferencia entre las cepas productoras (fluorescencia-verde) y el control
negativo (sin fluorescencia).
Clave Origen
STF62 Rizósfera
STF147 Epífito-pseudobulbo
STF149 Epífito-pseudobulbo
STF282 Endófito-raíz
STF343 Rizósfera
STF524 Epífito-pseudobulbo
STF526 Epífito-hoja
STF538 Epífito-pseudobulbo
STF591 Rizósfera
STF599 Endófito-raíz
STF624 Rizósfera
STF654 Epífito-hoja
STF664 Endófito-hoja
STF673 Epífito-hoja
STF723 Endófito-raíz
STF753 Epífito-hoja
53
STF756 Epífito-hoja
STF757 Epífito-hoja
STF859 Endófito-raíz
STF860 Endófito-raíz
STF864 Rizósfera
En este proyecto se idddentificó a las cepas productoras de giberelinas de manera cualitativa como
una prueba tamiz, en la elección de cepas productoras de GAs.
54
5.6.2.1 pH
Las cepas productoras de giberelinas fueron crecidas en medio ICI y medio Czapek (se utilizaron los
valores de pH 5, 6 y 7 en el caso del medio Czapek) e incubadas a 30°C para evaluar el medio y pH en
el cual los aislados mostraron una mayor producción de giberelinas. La cantidad de producción se
calculó cualitativamente de manera visual calificando con una cruz (+) al pH en el que se observó
menor producción de giberelinas (menor fluorescencia verde) y con tres cruces (+++) al pH con mayor
producción de giberelinas (mayor fluorescencia verde) (Tabla 13).
Según se puede observar en la tabla 13, la mayoría de las cepas tuvieron una producción de
giberelinas mayor en el medio Czapek a pH 5 (figura 33, C), solo algunas cepas mostraron una mayor
producción a pH 7 como es el caso de la cepa 654 (figura 33, A), además aunque la producción de
GAs en el medio de cultivo con pH 5 fue buena, resultó menor que la obtenida en el pH 7; algunas
cepas tuvieron una buena producción independientemente del pH y medio en el que se incubaron,
aunque si fue evidente una producción mayor de giberelinas en el medio Czapek en comparación con
el medio ICI (figura 33, B) para la mayoría de las cepas. Cabe mencionar que algunas cepas crecieron
bien en todos los medios y a cualquier pH, como la cepa 149.
55
A B C
Figura 33. Producción de GAs en medio ICI y Czapek a diez días de incubación (A) cepa 654, (B) cepa 149
y (C) cepa 62. Se muestra la intensidad en la detección de las giberelinas según el pH del medio. (-)
control negativo, medio ICI y el medio Czapek fue etiquetado según el pH que tenía el medio.
Debido a los resultados obtenidos de la influencia del pH, el medio de cultivo y el tiempo de
incubación, las cepas productoras de giberelinas a partir de este ensayo fueron cultivadas en medio
Czapek a un pH 5, por diez días, a 30°C y en agitación, condiciones bajo las cuales la mayor parte de
la población alcanzó el máximo en la producción.
56
A B C
Figura 34. Producción de GAs en varios tiempos de incubación. Se muestra la producción de la cepa
343 en medio Czapek (pH 7, 6 y 5) y en medio ICI a los (A) 4 días, (B) 10 días y (C) 20 días. Además
se muestra el control negativo (-), el medio ICI se etiquetó con el número de la cepa (343), mientras
que el Czapek fue etiquetado según el pH del medio.
Rf1
Muestras Rf2 Rf3 Rf4 Rf5
GA3
STF147 0.29 0.81 0.68
STF149 0.29 0.77 0.81
STF664 0.33 0.28 0.40 0.45 0.75
STF673 0.34 0.45 0.60
STF756 0.32
Al comparar los Rf obtenidas en el corrimiento de GA3 que se utilizó como la giberelina patrón no se
observaron resultados similares para ninguna de las muestras utilizadas; si bien se observaron
manchas en colores verde y azul esto no asegura la presencia de giberelinas pues existen algunos
compuestos aromáticos, grupos nitrilo y carbonilo que son cromóforos. Probablemente este
resultado podría ser indicativo de la presencia de este tipo de compuestos o de algunos con
características parecidas a las giberelinas o incluso puedan ser otras giberelinas diferentes a GA3. Para
las muestras STF147 y STF149 se observaron manchas verdes barridas a lo largo de los carriles,
mientras que en la muestras STF664 todas las manchas tuvieron una fluorescencia azul similar a la
observada en GA3 pero ninguna tuvo el mismo coeficiente de retención, además en la muestra 673
se observaron dos manchas con un Rf2 de 0.45 y Rf3 de 0.60 de color carmelita intenso las primeras
y ligero las segundas, las cuales probablemente puedan ser GA4 y GA7 según lo reportado por Castillo
et al., 2007. Finalmente, en la muestra 756 no se observaron manchas fluorescentes al observar la
placa bajo luz UV (figura 35).
57
Muestra: STF147 Muestra: STF149 Muestra: STF664
Rf1 = 0.29 Rf1 = 0.29 Rf1= 0.33
RF2= 0.81 Rf2= 0.77 Rf2= 0.28
Rf3=0.68 Rf3=0.81 Rf3= 0.40
Rf4= 0.45
Rf5=0.75
Figura 35. Resultados de la CCF para algunos aislados productores de GAs. Se representan los Rf que se
obtuvieron en muestras utilizadas en este ensayo y que incluyeron los aislados STF149, STF147, STF664, STF673
y STF756.
Utilizando este método no se logró observar la presencia de GA3 en las muestras utilizadas; es posible
que los compuestos que desarrollaron los patrones de corrimiento observados correspondan a otros
compuestos incluidas algunas otras giberelinas, Además y de acuerdo con lo reportado por Castillo y
colaboradores en 2007, los patrones de corrimiento que se observaron en el aislado STF673 podrían
sugerir la presencia de las giberelinas bioactivas GA4 y GA7.
58
Tabla 15. Gradiente de solventes probados en los ensayos de HPLC.
59
A
Figura. 36. Producción de giberelinas en aislados fúngicos determinada por HPLC. Se pueden observar los
cromatogramas para A) Producción de GA3 y GA4 en la cepa STF723, B) Estándar GA4, 1 μg mL−1, C) Estándar
GA3, 1 μg mL−1.
Tabla 16. Determinación cuantitativa de la producción de GA3 y GA4 en aislados fúngicos por
HPLC.
60
STF538 2.788 1.29
STF591 2.731 0.63
STF599 2.742 1.40
STF624 2.772 2.06
STF654 2.727 0.63
STF664 2.720 0.51
STF673 2.751 1.67
STF723 2.764 0.13 4.025 2.18
STF753 2.781 0.71
STF756 2.760 1.08
STF757 2.783 1.28
STF859 2.737 0.45
STF860 2.478 0.34
STF864 2.718 0.44
1 2 3 4 5 6 7
61
1 2 3 4 5 6 7 8
2000pb→
← ≈ 1500pb
1000pb→
62
STF673 1419 Xylariales cf 0 92%
STF723 1037 Penicillium sp. 0 98%
STF753 1406 Nectria pseudotrichia 0 86%
STF756 1422 Diplodia quercivora 0 93%
STF757 1150 Arthrinium marii 0 99%
STF859 1444 Penicillium oxalicum 0 95%
STF860 1098 Xylariaceae sp 0 97%
STF864 1110 Trichoderma sp 0 98%
De esta manera, las cepas productoras de giberelinas fueron identificadas y asociadas a once géneros.
Se observa que nueve de los aislados pertenecen al género Penicillium, dos aislados fueron
identificados como Xylariales y se identificó solo un aislado de los siguientes géneros: Arthrinium,
Bionectria, Macrophoma, Nectria, Neopestalotiopsis, Talaromyces, Trichoderma, Xylariaceae y
Xylariales. De los géneros identificados, sólo Arthrinum y Penicillium han sido previamente reportados
como productores de giberelinas (Mitter et al., 2002; Kawaide 2006; Khan et al., 2009; Bhalla et al.,
2010; Leitão y Enguita. 2016), por lo que este trabajo constituye el primer reporte para el resto de
los géneros como productores de giberelinas.
Con la finalidad de evaluar la capacidad de algunos de los aislados fúngicos identificados para incidir
de manera positiva sobre el desarrollo de la planta, se evaluó el efecto que tenían sobre la
germinación de semillas de orquídea. A continuación se presentan las observaciones obtenidas en
dichos ensayos.
Se recolectaron cápsulas de Brassia Verrucosa de plantas con 4 años de vida; una vez en el laboratorio
se pusieron a secar a 25 ±2°C por una semana en gel de sílice y pasado ese tiempo las cápsulas fueron
desinfectadas y cortadas longitudinalmente; las semillas se colocaron en sobres de papel filtro
previamente esterilizado y se pusieron a secar por 72 horas a 25 ±2°C con gel de sílice, una vez secas
las semillas se colocaron en tubos falcón estériles de 15 ml y se almacenaron a 4°C por unos días,
para después ser utilizadas en el ensayo de germinación
63
A B
Figura 39. Brasssia verrucosa. A) Flores de B. verrucosa. B) semillas de la orquídea vistas en objetivo 40X
A B
C D
Figura 40. Germinación asimbiótica de semillas en medio MS a diferentes concentraciones de giberelinas. Las
concentraciones empleadas fueron cero (a) 5M (b), 10M (c) y 15M (d) de GA3.
Las semillas se siguieron monitoreando hasta completar 155 días, sin embargo se observaron pocas
diferencias morfológicas durante el proceso. Si bien las semillas parecían más hidratadas con el paso
de los días, no se observaron cambios morfológicos secundarios al ser observadas en microscopio
64
estereoscópico. En la figura 41 se presenta un compendio de imágenes tomadas en los últimos días
del experimento, en donde se puede observar que las semillas estaban hidratadas aunque en ningún
caso se observan cambios morfológicos secundarios como la ruptura de la testa, el desarrollo del
primordio y el crecimiento del primordio (Dutra et al., 2008; Stewart & Kane, 2006; Stewart & Zettler,
2002; Johnson & Kane, 2007; Zeng et al., 2012). Por otro lado, durante el transcurso del experimento
la contaminación de las placas fue un factor frecuente, pues a pesar de que las placas fueron
observadas únicamente bajo condiciones de esterilidad, se encontraron eventos de contaminación.
En la literatura se menciona que una de las desventajas de la germinación asimbiótica incluye la tasa
de contaminación debido a la riqueza de los medios utilizados.
A B
C D
Figura 41. Germinación asimbiótica de semillas en medio MS en presencia de 15M de GA3 a lo largo de diferentes
periodos de incubación. Se muestran los tiempos correspondientes a 100 (a), 120 (b), 150 (c) y 155 (d) días
después de la inoculación.
65
A B
Figura 42. Semillas de B. verrucosa en ensayos de germinación simbiótica, se
presentan las semillas creciendo en presencia de los aislados A) STF753 y B)
aislado STF757. Se observa la hidratación de las semillas 15 días después de ser
inoculados con hongos.
Al igual que para el caso de la germinación asimbiótica, las placas fueron monitoreadas por 155 días.
A lo largo del ensayo resultó difícil observar las semillas que crecían en presencia de los aislados
STF282, STF343, STF599 y STF756, debido a que estos aislados presentan un filamento grande que
creó una malla sobre la superficie de la placa (figura 43).
A B
C D
Otro grupo de aislados desarrollaron un micelio denso y al ser evaluados en este ensayo permitieron
monitorear el desarrollo de las semillas durante un periodo más largo que en el caso anterior,
incluyendo los siguientes: STF62, STF147, STF149, STF591, STF654, STF723 y STF859. Al inicio del
experimento estos aislados mostraron un crecimiento que permitió observar claramente la presencia
de las semillas, aunque también en este caso con el transcurso del tiempo el filamento se observó
66
más denso y cubrió la placa al grado de que sólo algunas semillas pudieron observarse. Para estos
aislados, las semillas no presentaron cambios morfológicos importantes (figura 44).
Por otra parte, los aislados STF524, STF624, STF664 y STF860 presentaron un micelio abundante en
las condiciones de crecimiento para los ensayos de germinación simbiótica. Las características
macroscópicas de estos aislados permitieron monitorear a las semillas durante la mayor parte del
ensayo, aunque al finalizar el experimento el micelio fúngico fue muy abundante y no se pudieron
observar claramente el estado de desarrollo de las semillas sobretodo la presencia o ausencia de los
rizoides (Figura 45). A pesar de que los aislados STF526 y STF864 presentaron características
fenotípicas que permitieron la observación de las semillas, el efecto en la germinación no incluyó
cambios secundarios en las mismas.
Figura 45. B. verrucosa en ensayos de germinación en presencia de hongos con crecimiento abundante. Las
imágenes corresponden al aislado STF524 (A) y STF860 (B) registrados con el objetivo 20X, 155 días después de
la inoculación.
67
Finalmente, los aislados STF538, STF673, STF753 y STF757 permitieron la observación de las semillas
durante todo el experimento, los cuales además presentaron un efecto positivo sobre la germinación,
ya que las semillas crecidas en presencia de estos aislados mostraron estados más avanzados de
germinación, los cuales variaron desde cero hasta el dos e incluyeron la ruptura de la testa (figura
46C) y el desarrollo de rizoides (figura 46 A, B y D).
Estos resultados indican que los aislados productores de giberelinas STF538, STF673, STF753 y STF757
parecen tener un efecto positivo acelerando el proceso de germinación en semillas de orquídea. Si
bien el efecto observado no se puede asociar de manera directa a la producción de giberelinas, es
interesante confirmar que además de la producción del metabolito secundario, algunos de los
aislados fúngicos pudieran tener un efecto positivo sobre la germinación de las semillas de orquídea.
68
6. Discusión
6.1 Aislamiento de hongos asociados a S. tigrina
En este trabajo se recuperó un total de 891 aislados fúngicos utilizando un enfoque cultivo-
dependiente para aislar hongos epífitos y endófitos presentes en tejidos de la orquídea S. tigrina, lo
que reveló la riqueza de la comunidad fúngica presente en las plantas. Los estudios actuales de
hongos asociados a orquídeas se centran principalmente en micorrizas (Kristiansen et al., 2001;
Yamato et al., 2005; Huang et al, 2014; Oliveira et al., 2014) y hongos endófitos asociados con raíces
y hojas (Chen et al., 2010; Chutima et al., 2011; Tan et al., 2012), dejando de lado el estudio de hongos
presentes en otros tejidos y a los hongos epífitos. Esta población que poco se ha estudiado ha
demostrado ser determinante para la salud y la protección de las plantas (Andrews y Harris 2000,
Santamaria y Bayman 2005, Rodriguez et al., 2009) además de contribuir a la diversidad microbiana
(Huang et al., 2008; Kharwar et al., 2010).
En este estudio se aislaron e identificaron hongos presentes en hoja, pseudobulbo, raíz y flor, así
como en la rizósfera asociada a la orquídea con el fin de detectar la mayor población de hongos
cultivables asociada con S. tigrina. Como era de esperar, se obtuvo un mayor número de aislados
epífitos que de endófitos en todos los tejidos investigados, lo que podría indicar que la población
microbiana dentro de la planta tal vez esté controlada por diferentes mecanismos, incluidas las
interacciones microbianas, la funcionalidad de la barrera protectora que constituye la pared vegetal
y el entorno interno controlado. Este comportamiento coincide con otros trabajos en los que se han
aislado poblaciones fúngicas endófitas y epífitas; por ejemplo: Xia y colaboradores (2011) aislaron
cepas del género Trichoderma en raíces de banana, obteniendo 72 cepas de las cuales 29 fueron
endófitas y 43 epífitas; mientras que Osono en 2008, aisló epifitos y endófitos en hojas de Camellia
japónica y obtuvo un número mayor de especies provenientes de la superficie de la planta (epífitos)
que de aquellos que se encontraban en el interior (endófitos). Es importante mencionar que este
patrón no siempre se conserva y que la población de microorganismos aislados a partir de una planta
puede variar en base a muchos factores dentro de los que se pueden mencionar al hospedero, el
tejido, la edad de la planta, la época de toma de muestra, el método de aislamiento y los medios de
cultivo utilizados para el aislamiento de los microorganismos. En esta investigación y bajo las
condiciones de trabajo se obtuvouna mayor población de epífitos que de endófitos aislados de las
plantas de S. tigrina, coincidiendo con otros estudios reportados en la bibliografía.
Por otro lado, para el caso de la rizósfera se esperaba obtener una población mayor a la recuperada,
debido a que se sabe que la rizósfera es una zona dinámica y compleja, considerada una de las
interfaces más dinámicas en la tierra (Mendes et al., 2013; Philippot et al., 2013). Puesto que las
plantas de S. tigrina estudiadas no eran de hábito terrestre, es decir que no crecían en el suelo, sino
que presentaban hábitos de crecimiento epífito, litófito e inclusive crecían sobre sustrato (fibra de
coco y tierra), las condiciones en las que se encontraban los microorganismos eran particulares, lo
cual pudo haber influido en el número de aislados recuperados.
Es importante mencionar que en este estudio se incluyeron plantas con diferentes hábitos de
crecimiento que se encontraban en el mismo hábitat. En la literatura los estudios con este enfoque
son escasos por no decir nulos, de manera que los resultados obtenidos en este trabajo ofrecen una
idea de la importancia y diferencia que pudiera existir entre los hábitos de crecimiento de las plantas
y las interacciones que establecen con los microorganismos que se encuentran en su medio
ambiente. Por otra parte, ya que este estudio es el primero que se ocupa de los hongos cultivables
aislados de S. tigrina se considera que la información obtenida es valiosa y que abre una posibilidad
para el empleo de los hongos aislados e identificados en diferentes aplicaciones que puedan ser
69
potencialmente valiosas para rescatar en el futuro a esta especie que se encuentra en estado de
amenaza.
70
orquídea, puesto que la presencia de los hongos asociados a las plantas tiene fuertes efectos
ecológicos, afectan la composición de la comunidad y la diversidad de microorganismos asociados
(Omacini et al., 2001), así como la salud y la evolución de las plantas (Brundrett, 2006). Sin embargo,
es importante recordar que los cambios ambientales pueden causar que un endófito pueda pasar de
ser benéfico o neutral a patógeno (Moricca y Ragazzi, 2008; Alvarez-Loayza et al., 2011).
71
También se encontraron 31 géneros exclusivamente epífitos y aunque no se ha estudiado
profundamente el efecto de los epífitos en las plantas, se propone que juegan un papel importante
en la salud y la protección de éstas (Santamaria y Bayman 2005, Rodriguez et al., 2009), además de
ser fuente potencial de un sin número de metabolitos secundarios. Dentro de los géneros epífitos
más frecuentes se encuentran Aplosporella, Neopestalotiopsis y Verticillium. En la población endófita
se identificaron seis géneros exclusivamente endófitos, incluyendo Alternaria y Phaeosphaeriopsis.
Para el caso de Alternaria, la mayoría de sus especies son saprófitas pero también contiene varias
especies fitopatógenas que causan manchas foliares y roya en muchos cultivos agrícolas de
importancia económica (Chou y Wu, 2002); mientras que Pheosphaeriopsis ha sido reportado como
agente causal de manchas foliares y necrosis en Ruscus (Golzar y Wang, 2012) y Yucca recurvifolia
(Lee at al., 2005).
6.2.2.1 Hoja
Es frecuente encontrar reportes en los cuales la población fúngica asociada a la hoja de la orquídea
es mayor a la de otros tejidos; por ejemplo, Yuan y colaboradores (2009) encontraron tasas de
colonización altas de endófitos fúngicos en tejidos foliares al compararlos con otros órganos de la
orquídea epífita Dendrobium nobile. Por otro lado, en el trabajo de Sawmya y colaboradores (2013)
se presenta la misma tendencia con tasas mayores de colonización de hongos endófitos en tejidos
de hojas que en cualquier otro tejido de las orquídeas Bulbophyllum neilgherrense y Pholidota pallida,
en este trabajo la hoja resultó ser uno de los tejidos con mayor número de géneros endófitos
asociados respecto a los demás tejidos utilizados.
En cuanto a la abundancia de géneros, se identificaron 42 géneros asociados, de los que veintidos ya
han sido asociados a diferentes géneros de orquídeas, en el caso de Chaetomium se ha encontrado
en orquídeas del género Dendrobium, Grammatophyllum y Pholidota (Chen et al., 201; Salifah et al.,
2011¸ Sawmya et al., 2013). Por otro lado, el género Penicillium se ha identificado en hojas de las
orquídeas Bulbophyllum neilgherrense y Pholidota pallida (Yuan et al., 2009, Sawmya et al., 2013).
72
Los géneros Acremonium, Fusarium (Vujanovic et al., 2000; Tan et al., 2012; Behera et al., 2015),
Verticillium (Chen et al., 2011) y Trichoderma (Sawmya et al., 2013), también han sido reportados
asociados a orquídeas, mientras que el género Geotrichum se ha asociado a la orquídea epífita
Grammatophyllum (Salifah et al., 2011). En este sentido, la mayoría de los géneros hasta ahora
identificados en las hojas de la orquídea Stanhopea tigrina ya se han descrito para otras especies de
orquídeas, lo que podría sugerirnos una amplia distribución de estos géneros en la familia
Orchidaceae.
En cuanto a los géneros que no han sido reportados asociados a las orquídeas se encuentra
Aplosporella, Diplodia, y Mucor los cuales se identificaron en la población epífita. Recordando que la
mayoría de la información disponible corresponde a hongos asociados de manera endófita a
orquídeas, se puede decir que la población epífita ha sido poco explorada, por lo que su distribución
en la familia orchidaceae, al menos como epífitos es desconocida.
6.2.2.2 Pseudobulbo
La mayoría de los géneros identificados en los pseudobulbos de Stanhopea tigrina fueron
encontrados también en hojas a excepción de Epichloe, Exophiala, Phialemonium, Pseudobotrytis,
Roussoella y Umbelopsis que no se aislaron en hojas y que en pseudobulbo fueron identificados como
géneros epífitos. Cuando se comparó la población encontrada con lo reportado en la literatura se
hallaron muy pocos estudios que exploraran la población fúngica en pseudobulbos de orquídeas, por
lo que los resultados obtenidos se compararon con estudios relacionados con otros de los tejidos
más estudiados en orquídeas, como la hoja y la raíz.
Treinta y cinco géneros fueron identificados en este tejido algunos de los cuales ya se han reportado
asociados a otras orquídeas. Arthrinium ha sido aislado de semillas y raíces de Dendrobium nobile
(Chen et al., 2012), el género Exophiala ha sido recuperado esporádicamente de raíces de la orquídea
terrestre Himantoglossum adriaticum (Pecoraro et al., 2013) y encontrado en las orquídeas
Grammatophyllum y Thelymitra benthamiana (Chen et al., 2011; Sommer et al., 2012), Chaetomium
en Grammatophyllum (Salifah et al., 2011). Mucor y Fonsecae son descritos como patógenos
generalmente oportunistas de humanos (Summerbell et al., 2006) que no han sido reportados
asociados a orquídeas, en este estudio se encontraron en su mayoría asociados a aislados epífitos,
aunque también fueron encontrados como endófitos en baja frecuencia.
6.2.2.3 Raíz
Los géneros identificados en las raíces de S. tigrina fueron similares a los encontrados en las hojas y
pseudobulbo de esta orquídea, Bayman et al. en 1997 reportaron un comportamiento similar en
aislados fúngicos de orquídeas del género Lepanthes. Dentro de los géneros que se identificaron
Arthrinium, Aspergillus y Cladosporium ya se han reportado asociados a raíces, hojas y tallos de varias
especies de orquídeas (Chen et al., 2011; Ovando et al., 2005; Sommer et al., 2012). También se han
identificado aislados del género Curvularia en las raíces de la orquídea epífita Laelia speciosa (Ávila-
Díaz et al., 2013) y en raíces de la orquídea Grammatophyllum (Salifah et al., 2011). En el caso del
género Alternaria se ha reportado como género endófito de raíces de la orquídea Spiranthes spiralis
(Tondello et al., 2012), también se ha reportado asociado a las orquídeas Dendrobium (Chen et al.,
2011) y Holcoglossum (Tan et al., 2012); Curvularia y Alternaria, además de reportarse como
endófitos para algunas orquídeas (Tondello et al., 2012; Vujanovic et al., 2000; Ávila-Díaz et al., 2013)
también se han reportado como patógenos en la familia Orchidacea (Yadav, 2010; Středa et al., 2013);
este comportamiento se observa a menudo en los microrganismos asociados a plantas, ya que
mientras un género fúngico puede beneficiar o no dañar a determinada especie vegetal, este mismo
73
hongo puede ser patógeno para otra especie vegetal del mismo género, al grado de que la interacción
planta-hongo se vuelve especie-específica. Debido a que los aislados en este trabajo fueron obtenidos
de tejido aparentemente sano, se puede pensar que los géneros Curvularia y Aternaria no son
fitópatogenos en la orquídea Stanhopea tigrina.
6.2.2.4 Flor
La flor fue el tejido que presentó menor número de géneros asociados, sin embargo es importante
mencionar la diferencia de muestras con respecto al resto de los tejidos, pues sólo se utilizó una
muestra, mientras que para los demás tejidos y la rizósfera se utilizaron seis muestras. Se
identificaron diez géneros asociados, de los cuales Fonsecae no se ha encontrado asociado a
orquídeas, pero sí se ha reportado su presencia en plantas de Mimosa pudica (Salgado et al., 2010).
Por otro lado, Paecilomyces ha sido aislado de la orquídea Epipogium aphyllum (Roy et al., 2009) y en
la orquídea Vanda testacea, donde también se relaciona como entomopatógeno (Sudheep and
Sridhar, 2012), el género Mucor se ha identificado en la orquídea Cymbidium (Sen et al., 2006),
mientras que Acremonium, Aspergillus, Fusarium, Thrichoderma y Verticillium se han encontrado
asociados a diferentes plantas (Vujanovic et al., 2000; Chen et al., 2011), dentro de las que se
encuentran varios géneros de orquídeas (Salifah et al., 2011; Ovando et al., 2009; Sudheep y Sridhar,
2012).
Este tejido en orquídeas prácticamente no se ha utilizado para identificar el micobioma asociado, sin
embargo y como se pudo constatar, en este trabajo, es una fuente rica en microorganismos. Ya que
aun cuando se trabajó sólo con un téjido obtuvimos un buen número de hongos asociados, dentro
de los cuales se identificaron diez géneros.
6.2.2.5 Rizósfera
Además de los téjidos se exploró la riqueza fúngica presente en la rizósfera asociada a las plantas. Si
bien la rizósfera ha sido definida como un elemento rico en nutrientes (De Boer et al., 2006) y por lo
tanto con una actividad microbiológica elevada (Mendes et al., 2013) que cuenta con una riqueza
importante de microorganismos dentro de ellos los hongos, no existen reportes enfocados en el
estudio microbiológico de la rizósfera asociada a orquídeas. La falta de estudios en este rubro puede
tener relación con el estilo de vida de esta familia, pues además de crecer en suelo usan otros
sustratos para crecer (árboles y rocas).
De los treinta y tres géneros que se identificaron en la población asociada a rizósfera diecisiete se
han reportado asociados a orquídeas estos incluyen a los géneros Acremonium reportado en
Dendrobium (Chen et al., 2011); Aspergillus en Cattleya (Ovando et al., 2005); Cladophialophora,
Exophiala, y Nectria en Corybas, Pyrorchis, Spiculaea, Thelymitra, Disa y Diuris (Sommer et al., 2012);
Cladosporium en Holcoglossum (Tan et al., 2012); Fusarium en Acampe (Behera et al.,2013);
Gibberella en Bletilla ochracea (Tao et al., 2008); Paecilomyces en Epipogium aphyllum (Roy et al.,
2009). Los géneros no relacionados con orquídeas incluyen a Aplosporella, Diplodia, Fonsecae,
Microsporum, Mucor y Scedosporium, algunos de estos géneros se han relacionado con otras plantas
Aplosporella ha sido reportado como epífito de Eucalyptus gomphocephala (Taylor et al., 2009),
74
Mucor además de describirse como patógeno es considerado un hongo de suelo (Werner y
Zadworny, 2003).
75
independiente de las condiciones particulares del sustrato en el que la planta crece, dicha capacidad
puede proveer a la orquídea de una ventaja durante el periodo de adaptación al medio.
76
Murashige y Skoog adicionado con mio-inositol, glicina y sacarosa (Flores-Escobar et al., 2011), sin
embargo, en nuestro estudio se pudo observar la falta de germinación de las semillas de Brassia
verrucosa pasando 150 días. Es importante destacar que la germinación de semillas de orquídeas es
difícil (Arditti, 1979), pues tienen requerimientos específicos de nutrientes y necesitan de condiciones
ambientales idóneas (Vujanovic et al., 2000), por lo que el éxito de la germinación en las semillas se
encuentra afectado por un gran número de elementos dentro de los que las características de las
semillas juegan un papel importante. Además en este estudio se utilizaron semillas provenientes de
cápsulas inmaduras lo que probablemente, junto con otros factores, influyó en el resultado obtenido.
Durante el desarrollo del ensayó se utilizaron medios de cultivo adicionados con diferentes
concentraciónes de ácido giberélico (5, 10 y 15 m), fitohormonas relacionadas con efectos benéficos
o inhibitorios en la germinación de orquídeas (Hadley and Harvais, 1968; Pedroza-Manrique et al.,
2005; Pierce & Cerabolini, 2011). En este experimento se observó la falta de germinación tanto en
medio de cultivo adicionados con giberelinas como en aquellos utilizados como controles negativos,
medios de cultivo a los que no se les adiciono esta fitohormona, lo que hace suponer que las
giberelinas no tuvieron un efecto directo en la inhibición de la germinación pero tampoco pudieron
ayudar a romper la dormancia de las semillas. Esta dormancia se ha relacionado con algunos cambios
indefinidos durante el desarrollo y maduración de la semilla, algunos de los cuales se han relacionado
con la acumulación de sustancias inhibitoras como son compuestos fenólicos en Cymbidium goeringii
(Yamazaki & Miyoshi, 2006), ácido abscícico en Dactylorhyza maculata y Epipactis helleborine (van
der Kinderen, 1987), la inducción de un estado fisiológicamente dormido en embriones (Arditti et
al.,1982a), o el aumento de la impermeabilidad de los embriones durante la maduración de la semilla
(Miyoshi y Mii, 1988; Yamazaki and Miyoshi, 2006).
Además varios estudios comparativos también han mostrado ventajas de la germinación simbiótica
sobre la asimbiótica, puesto que los protocormos simbióticos se desarrollaron más rápidamente y las
plántulas simbióticas podrían inocular el suelo con hongos benéficos (Johnson et al., 2007;
Nontachaiyapoom et al., 2011; Rasmussen et al., 1990). Es importante destacar que sólo se
obtuvieron resultados preliminares, al no continuar el monitoreo de las semillas hasta el momento
de obtener plántulas, sin embargo estos resultados permitieron conferirle una ventaja al uso de la
germinación simbiótica en semillas inmaduras de Brassia verrucosa respecto a la germinación
asimbiótica, donde no se observaron cambios en las semillas.
El éxito de este tipo de germinación resulta de la correcta elección de un hongo compatible que
permita la interacción y germinación de la semilla utilizada, por lo que dicha interacción se ve
influenciada por la naturaleza de los interactuantes así como de la relación que establezcan. En este
77
ensayó de los 21 aislados utilizados únicamente cuatro parecen presentar efectos parcialmente
benéficos para la orquídea, mientras que el resto no provocó cambios en las semillas e inclusive
algunos de ellos no permitieron la observación de éstas. Uno de los factores más importantes durante
el desarrollo de este tipo de experimentos es la elección de un hongo apropiado para dicha
interacción. Las orquídeas reclutan hongos micorrízicos en su mayoría de basidiomicetos saprófitos
de un complejo heterogéneo y polifilético de hongos de las familias Tulasnellaceae,
Ceratobasidiaceae y Sebacinaceae, llamadas colectivamente rizoctonias (Dearnaley et al., 2012), sin
embargo, no son las únicas familias reportadas en la germinación de semillas por ejemplo aislados
del género Fusarium, familia Nectriaceae se han reportado como inductores de germinación y
formación de protocormos en la orquídea Cypripedium reginae (Vujanovic et al., 2000). En la
literatura el estudio de estas interacciones ha permitido documentar casos exitosos de germinación
simbiótica en orquídeas de diferente especie dentro de las que se encuentran; Bipinnula fimbriata
(Steinfort et al., 2010), Chloraea riojana (Fracchia et al., 2016), Corallorhiza trífida (McKendrick et al.,
2012 ); Dendrobium pulchellum, D. crepidatum, y D. findlayanum (Swangmaneecharern et al., 2012),
Grammatophyllum speciosum (Nontachaiyapoom et al., 2011), Habenaria macroceratitis (Stewart y
Kane, 2006), entre muchas otras más.
En general, este estudio muestra nueva información sobre la composición del micobioma asociado a
S. tigrina, una especie endémica de México que se encuentra en estado de amenaza. Se obtuvieron
resultados interesantes relacionados con la composición de las comunidades epifíticas y endofíticas.
Su distribución en la planta mostró una gran riqueza fúngica para esta orquídea, lo que le da una
ventaja inminente durante el proceso de aclimatación. Además, la descripción del micobioma natural
asociado a S. tigrina y la capacidad de algunos de los aislados para producir metabolitos secundarios
podrían aplicarse en diferentes estrategias biotecnológicas orientadas a aumentar la población de S.
tigrina en México. Finalmente la implementación de estudios similares para obtener información
sobre el microbioma fúngico asociado a otras plantas, incluidas las especies amenazadas, podría ser
una herramienta en la búsqueda de estrategias para incrementar estas poblaciones que se
encuentran en peligro, además de ser una forma de contribuir en el conocimiento de la diversidad
microbiológica, campo en el que hoy por hoy existen muchos enigmas por descubrir.
78
7. Conclusiones
La cantidad total de aislados fúngicos asociados a diferentes tejidos de la orquídea Stanhopea
tigrina fue de 897.
El micobioma presente en la población muestreada de S. tigrina está conformado por 63
géneros
La mayor diversidad de géneros se encontró en la población de hongos epífitos.
La abundancia de aislados recuperados depende del hábito de crecimiento de las orquídeas.
Veintiún aislados fúngicos que se encuentran presentes de manera natural en S. tigrina
fueron caracterizados como productores de giberelinas.
Los géneros Bionectria, Diplodia, Macrophoma, Nectria, Neopestalotiopsis, Talaromyces,
Trichoderma y Xylariales fueron identificados por primera vez como productores de
giberelinas.
Los aislados STF538, STF673, STF753 y STF757 tuvieron un efecto positivo en las etapas
iniciales del proceso de germinación de semillas de la orquídea Brassia verrucosa.
79
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91
9. Anexos
Anexo 1
Tabla S1. Descripción de los morfogrupos identificados.
92
4 Colonia limitada, color naranja ligero; 1
forma y aspecto; cremosa, convexa y
plegada.
93
Aplosporella 8 Colonia ilimitada, vellosa-filamentosa 16
en color gris.
94
12 Colonia ilimitada, crece en toda la 15
placa, de aspecto velloso-granular en
color blanco
95
16 Colonia limitada, velllosa en color 1
gris, con pigmentación verde en el
medio.
96
20 Colonia limitada, filmentosa blanca 2
con fondo naranja.
97
24 Colonia filamentosa color blanco, 1
ilimitada
98
Cladophialophora 28 Colonia limitada, rugosa, convexa, 1
color negro.
99
Colletotrichum 32 Colonia filamentosa ilimitada, crece 1
en toda la placa, de aspecto velloso y
color gris.
100
Diaporthe 36 Colonia ilimitada, vellosa-granular, 4
plana, color blanca con gris.
101
40 Colonia limitada de aspecto, velloso, 2
plano en color blanco y presenta
pigmentación café en el medio.
102
44 Colonia limitada, cremosa, convexa, 1
lisa de color verde olivo.
103
48 Colonia ilimitada, vellosa, plana, color 8
blanca
104
Fusicolla 52 Colonia limitada, dura, convexa, lisa 1
color naranja-café.
105
Hypocrea 56 Colonia limitada, vellosa en color 1
blanco.
106
60 Colonia irregular, llena toda la placa, 4
de aspecto algodonoso-velloso en
color gris, no presenta pigmentación
al medio.
107
65 Colonia ilimitada; filamentosa, 13
amarillo
108
Neopestalotiopsis 70 Colonia ilimitada, llena toda la placa, 9
de aspecto velloso, concéntrico en
color blanco.
109
74 Colonia limitada, vellosa-polvosa, 1
color crema.
110
79 Colonia limitada, de aspecto polvoso 3
en color amarillo en el centro con
gris alrededor, no presenta
pigmentación en el medio.
111
84 Colonia limitada, de aspecto polvoso 2
en color amarillo y pigmentación al
medio en color rosa.
112
Penicillium 89 Colonia limitada, cremosa, convexa, 1
color salmón.
113
94 Colonia ilimitada, de aspecto velloso 3
emn color gris .
98 Colonia algodonosa-vellosa. 7
114
99 Colonia limitada, de aspecto polvoso 1
en color naranja, pigmenta al medio
rojo.
115
104 Colonia limitada, de aspecto 2
algodonoso centro abultado en color
gris, y blanco en la periferia.
116
Roussoella 109 Colonia limitada, blanca: vellosa- 2
granular blanca.
117
114 Colonia limitada, de aspecto velloso, 3
en color blanco.
118
Talaromyces 119 Colonia ilimitada, vellosa-algodonosa 1
en color naranja.
119
124 Colonia limitada, vellosa-filamentosa 2
en color blanco, no presenta
pigmentación en el medio.
120
Trichophyton 129 Colonia cremosa, limitada, convexa y 2
plana en color rosa (salmón).
121
Xylariales 134 Colonia limitada, de aspecto velloso- 9
algodonoso, centro abultado en color
blanco.
122
Unidentified 139 Colonia limitada, aterciopelada de 3
color blanco.
123
Anexo 2
Tabla S2. Distribución de géneros en los diferentes tejidos de S. tigrina.
Leaf Pseudobulb Root Flower Rhizosphere Total
Genus End Epi End Epi End Epi End Epi Epi End Epi
Acremonium 0 4 1 3 2 3 0 3 1 3 14
Alternaria 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0
Annulohypoxylon 0 0 1 0 1 0 0 0 0 2 0
Anthostomella 0 2 1 3 1 1 0 0 0 2 6
Aplosporella 0 7 0 8 0 0 0 0 1 0 16
Arthopyrenia 0 1 0 0 0 1 0 0 1 0 3
Arthrinium 2 6 2 6 2 4 0 0 6 6 22
Aspergillus 1 7 1 6 6 4 0 1 7 8 25
Bionectria 0 0 0 0 1 0 0 0 3 1 3
Bipolaris 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 2
Chaetomium 2 2 0 1 0 0 0 0 0 2 3
Chaunopycnis 1 0 0 3 1 4 0 0 1 2 8
Cladophialophora 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1
Cladosporium 0 1 1 2 0 1 0 0 1 1 5
Cochliobolus 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Colletotrichum 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0
Curvularia 0 1 0 0 0 1 0 0 2 0 4
Daldinia 0 3 0 7 3 1 0 0 1 3 12
Diaporthe 0 1 0 2 0 0 0 0 1 0 4
Diplodia 0 2 1 0 1 0 0 0 0 2 2
Elaphocordyceps 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Epichloe 0 0 0 2 0 0 0 0 1 0 3
Eutypa 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Eutypella 1 2 0 0 0 0 0 0 1 1 3
Exophiala 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 2
Fonsecae 1 2 0 3 1 1 0 1 2 2 9
Fusarium 2 10 2 11 4 4 0 2 5 8 32
Fusicolla 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Geotrichum 1 7 0 3 0 2 0 0 1 1 13
Gibberella 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Hypocrea 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Hypoxylon 1 0 0 3 0 1 0 0 1 1 5
Letendraea 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0
Macrophoma 0 3 0 0 2 0 0 0 1 2 4
Microdiplodia 0 2 0 0 0 0 0 0 1 0 3
Microsporum 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 2
Mucor 2 5 0 7 0 2 0 1 10 2 25
Nectria 0 1 2 2 0 0 0 0 0 2 3
Neopestalotiopsis 0 4 0 4 0 1 0 0 0 0 9
Nigrograna 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Ochlorocladosporium 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 2
Paecilomyces 2 1 2 1 1 3 1 0 4 6 9
Paraconiothyrium 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0 4
Penicillium 8 15 11 25 16 12 0 2 14 35 68
Pestalotiopsis 5 1 0 4 0 0 0 0 0 5 5
124
Phaeosphaeriopsis 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0
Phialemoniopsis 0 0 1 0 0 0 0 0 1 1 1
Phialemonium 0 0 0 1 1 0 0 0 0 1 1
Phoma 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Pseudobotrytis 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1
Pyrenochaeta 0 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1
Pyrenochaetopsis 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 2
Roussoella 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 3
Scedosporium 1 5 1 1 1 3 0 0 5 3 14
Schizophyllum 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Talaromyces 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1
Thyridaria 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
Trichoderma 0 22 1 22 8 28 0 2 41 9 115
Trichophyton 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 2
Umbelopsis 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 2
Verticillium 0 4 0 4 0 2 0 1 2 0 13
Xylariaceae 0 0 0 0 2 0 0 0 0 2 0
Xylariales 0 9 0 0 0 0 0 0 0 0 9
Unidentified 1 0 0 3 0 3 0 0 3 1 9
125
Anexo 3
Endófitos Epifitos
Hábito de crecimiento de las plantas Hábito de crecimiento de las plantas
Genero Epifíta Sustrato Litófita Genero Epífita Sustrato Litófita
Acremonium 1 1 1 Acremonium 6 5 3
Alternaria 0 1 0 Alternaria 0 0 0
Annulohypoxylon 0 1 1 Annulohypoxylon 0 0 0
Anthostomella 0 1 1 Anthostomella 2 4 0
Aplosporella 0 0 0 Aplosporella 0 16 0
Arthopyrenia 0 0 0 Arthopyrenia 1 2 0
Arthrinium 1 3 2 Arthrinium 1 20 1
Aspergillus 4 4 0 Aspergillus 13 9 3
Bionectria 1 0 0 Bionectria 0 3 0
Bipolaris 0 0 0 Bipolaris 1 0 1
Chaetomium 2 0 0 Chaetomium 0 3 0
Chaunopycnis 0 1 1 Chaunopycnis 1 7 0
Cladophialophora 0 0 0 Cladophialophora 1 0 0
Cladosporium 1 0 0 Cladosporium 2 2 1
Cochliobolus 0 0 0 Cochliobolus 1 0 0
Colletotrichum 0 1 0 Colletotrichum 0 0 0
Curvularia 0 0 0 Curvularia 3 1 0
Daldinia 1 2 0 Daldinia 2 10 0
Diaporthe 0 0 0 Diaporthe 1 3 0
Diplodia 1 1 0 Diplodia 0 2 0
Elaphocordyceps 0 0 0 Elaphocordyceps 0 1 0
Epichloe 0 0 0 Epichloe 0 3 0
Eutypa 0 0 0 Eutypa 1 0 0
Eutypella 1 0 0 Eutypella 3 0 0
Exophiala 0 0 0 Exophiala 1 0 1
126
Fonsecae 1 1 0 Fonsecae 3 5 1
Fusarium 5 3 0 Fusarium 9 12 11
Fusicolla 0 0 0 Fusicolla 1 0 0
Geotrichum 0 1 0 Geotrichum 5 1 7
Gibberella 0 0 0 Gibberella 0 0 1
Hypocrea 0 0 0 Hypocrea 0 1 0
Hypoxylon 0 1 0 Hypoxylon 0 4 1
Letendraea 1 0 0 Letendraea 0 0 0
Macrophoma 0 0 2 Macrophoma 1 3 0
Microdiplodia 0 0 0 Microdiplodia 1 2 0
Microsporum 0 0 0 Microsporum 2 0 0
Mucor 2 0 0 Mucor 12 11 2
Nectria 0 2 0 Nectria 0 3 0
Neopestalotiopsis 0 0 0 Neopestalotiopsis 0 9 0
Nigrograna 0 0 0 Nigrograna 0 1 0
Ochlorocladosporium 0 0 0 Ochlorocladosporium 1 1 0
Paecilomyces 2 4 0 Paecilomyces 1 5 3
Paraconiothyrium 0 0 0 Paraconiothyrium 3 1 0
Penicillium 10 22 3 Penicillium 21 44 3
Pestalotiopsis 5 0 0 Pestalotiopsis 3 2 0
Phaeosphaeriopsis 1 0 0 Phaeosphaeriopsis 0 0 0
Phialemoniopsis 0 1 0 Phialemoniopsis 0 1 0
Phialemonium 0 1 0 Phialemonium 0 1 0
Phoma 0 0 0 Phoma 0 1 0
Pseudobotrytis 0 0 0 Pseudobotrytis 0 1 0
Pyrenochaeta 0 0 1 Pyrenochaeta 0 1 0
Pyrenochaetopsis 0 0 0 Pyrenochaetopsis 1 0 1
Roussoella 0 0 0 Roussoella 2 1 0
Scedosporium 2 1 0 Scedosporium 5 6 3
Schizophyllum 0 0 0 Schizophyllum 1 0 0
Talaromyces 0 0 0 Talaromyces 1 0 0
127
Thyridaria 0 0 0 Thyridaria 1 0 0
Trichoderma 3 4 2 Trichoderma 33 67 15
Trichophyton 0 0 0 Trichophyton 1 0 1
Umbelopsis 0 0 0 Umbelopsis 0 2 0
Verticillium 0 0 0 Verticillium 3 9 1
Xylariaceae 1 1 0 Xylariaceae 0 0 0
Xylariales 0 0 0 Xylariales 0 9 0
No identificados 0 0 1 No identificados 5 2 2
128
Anexo 4. Cromatogramas
Figura S1. Producción de giberelinas aislado STF62 por HPLC. Se muestra el cromatograma de la muestra con varios picos dentro de los que se observa la GA3 con
un RT de 2.745 minutos.
Figura S2. Producción de giberelinas aislado STF147 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.750
minutos.
129
Figura S3. Producción de giberelinas aislado STF149 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.743
minutos.
Figura S4. Producción de giberelinas aislado STF282 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.743
minutos.
130
Figura S5. Producción de giberelinas aislado STF343 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.733
minutos.
Figura S6. Producción de giberelinas aislado STF524 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.775
minutos.
131
Figura S7. Producción de giberelinas aislado STF526 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.780
minutos.
Figura S8. Producción de giberelinas aislado STF538 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.788
minutos.
132
Figura S9. Producción de giberelinas aislado STF591 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.731
minutos.
Figura S10. Producción de giberelinas aislado STF599 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.742
minutos.
133
Figura S11. Producción de giberelinas aislado STF624 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.772
minutos.
Figura S12. Producción de giberelinas aislado STF654 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.727
minutos.
134
Figura S13. Producción de giberelinas aislado STF664 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.720
minutos.
Figura S14. Producción de giberelinas aislado STF673 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.751
minutos.
135
Figura S15. Producción de giberelinas aislado STF723 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.764 y
GA4 4.025 minutos.
Figura S16. Producción de giberelinas aislado STF753 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.781
minutos.
136
Figura S17. Producción de giberelinas aislado STF756 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.760
minutos.
Figura S18. Producción de giberelinas aislado STF757 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.783
minutos.
137
Figura S19. Producción de giberelinas aislado STF859 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.737
minutos.
Figura S20. Producción de giberelinas aislado STF860 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA3 con un RT de 2.478
minutos.
138
Figura S21. Producción de giberelinas aislado STF864 por HPLC. El cromatograma muestra varios picos dentro de los que se observa la GA 3 con un RT de 2.718
minutos.
139
Anexo 5. Medios de cultivo
El caldo de cultivo sin los elementos traza fue esterilizado en autoclave por 15 minutos a 15 libras de
presión, una vez estéril se le adiciónaron 2ml de la solución de elementos traza previamente filltrada.
Los elementos se agitaron para disolver y se esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Se aforó a 400ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Medio LB
Ingredientes
2g Extracto de levadura
4g Peptona de caseína
4 ClNa
7g Agar bacteriológico
Se aforó a 400ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
140
Medio mínimo
Ingredientes para un litro
16 g Agar bacteriológico
10 g Extracto de levadura
10 g Caseína
10 g Glucosa
250 l Vitaminas
1.2 g K2HPO4
0.62 g KH2PO4
0.05 g CaCl2.6H2O
0.20 g MgSO4.7H2O
0.10 g NaCl
1.0 mg FeCl3.6H2O
0.5 g (NH4)2SO4
5 g CuSO4.5H2O
10 g MnSO4.2H2O
10 g Na2MoO4.2H2O
10 g H3BO3
70 g ZnSO4.7H2O
5 g CoCl2.6H2O
Se aforó a un litro, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Medio Nutritivo
Ingredientes
1.2 g Extracto de levadura
2 g Peptona de caseína
6 g Agar bacteriológico
Se aforó a 400 ml, se agito hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
141
Medio OMA (Agar Harina de Avena)
Ingredientes
1.2 g Harina pulverizada de avena
2.8 g Agar bacteriológico
0.04 g Extracto de levadura
Se aforó a 400 ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Medio PDA
Ingredientes
13 g PDA
Se aforó a 400 ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Medio V8
Ingredientes
Se aforó a 400 ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
Se aforó a 400 ml, se agitó hasta disolver y esterilizó en autoclave por 15 minutos a 15 libras de presión.
142
Anexo 6. Tinciones
Tinción con lactofenol azul de algodón
En esta tinción se utilizan colorantes para teñir células y aumentar su contraste, de modo que se puedan
observar con facilidad en el microscopio de campo claro. Para lograr observar las estructuras de los hongos
filamentosos se utilizó la tinción con azul de lactofenol.
20 ml Agua destilada
20 gr Cristales de fenol
20ml Ácido láctico
20ml Glicerina
0.05g Azul de algodón
Preparación
Disolver el fenol en el agua
Agregar el ácido y la glicerina
Calentar a 70°C
Adicionar el colorante
Guardar en frasco.
Tinción de Gram
Procedimiento:
143