TP Infancia y Adolescencia
TP Infancia y Adolescencia
TP Infancia y Adolescencia
Materia: Pedagogía
Profesora: Gabriela Bravo Unzué
Luego de la lectura del texto de Ileana Enesco, podemos ver como el concepto de infancia y la idea
sobre la niñez fue cambiando en cada periodo histórico al igual que el concepto que debían recibir
con respecto a la educación.
Se expresa la formación de hombres libres que se aplica a los diversos períodos de la educación:
- el primer periodo (2 años): “endurecer” al niño y hacerlo más fuertes en una etapa donde
son potencialmente débiles (se los acostumbra a dificultades como el frio);
- periodo subsiguiente (hasta 5 años): no es recomendable que estudien o trabajen, se les
permite actividades de movimiento para evitar inactividad corporal, el ejercicio se puede
ver en el juego, precisamente en imitaciones de ocupaciones de la edad futura.
- periodos superiores: ciudadanos varones lograban escolarizarse, primero teniendo una
educación informal hasta la pubertad con los conocimientos básicos (aprender a leer,
escribir o ejercitarse). Luego continuarían con una instrucción más formal con estudios
ligados a la literatura, aritmética, filosofía, ciencia, etc.
En Roma, toda la educación liberal griega se pierde al igual que la educación física y la práctica del
deporte. Se busca educar y formar a buenos oradores para “embellecer el alma de los jóvenes
mediante la retórica”.
Solo los ciudadanos libres podían acceder a la educación, hasta los 12 años las escuelas eran
mixtas, luego solo continuaban sus estudios los varones de familias acomodadas, y en el caso de las
mujeres, estas podían estudiar con un preceptor, pero solo si su padre autorizaba dicha educación,
ya que si una mujer estudiaba se la consideraba “peligrosa” y “próxima al libertinaje”.
En la Edad Media la educación estaba a cargo de la Iglesia, desaparece la idea de educación liberal,
no se forman librepensadores, y el objetivo principal es formar al niño para servir a Dios, a la Iglesia
y a sus representantes.
El niño, es tomado como un adulto pequeño (trabaja y es utilizado como mano de obra), y no tiene
evolución. Solo será educado para ser “reformado”, y podrán acceden a esa educación únicamente
varones.
En el periodo del Renacimiento al S.XVII, resurgen ideas sobre la educación infantil, se toma al niño
como objeto de estudio, y toma lugar todo lo relacionado al desarrollo infantil, así como también
como la educación de “anormales” y la educación de las mujeres.
Se pone énfasis en la educación igualitaria tanto de niños como niñas, siendo la madre la primera
educadora en el hogar. Se defiende una educación obligatoria hasta los 12 años, y se discute la
ventaja de la enseñanza elemental en la lengua materna y no en latín como lo era en la Edad
Media.
Comienzan a tener lugar diferentes corrientes con respecto a la educación, algunas priorizando el
castigo físico para educar, y otras prestando más atención a la experiencia y al aprendizaje que
generará el niño en el proceso educativo. Los niños dejan de ser vistos como mano de obra, y al
tener tiempo libre, éstos deben ocuparlo formándose intelectualmente.
Durante los Siglos XVIII-XIX se ponen en auge principios sobre cómo educar a los niños, al igual que
el concepto de que los niños son buenos por naturaleza, y que la educación debe adaptarse al nivel
que los niños poseen y no viceversa.
Se veía a la adolescencia como una etapa incomoda, de duelo, de angustia, de no saber quiénes
eran ni qué les estaba ocurriendo, con cambios físicos y psicológicos que confundían aún más el
proceso, donde algunas veces la rebeldía a causa de esta confusión salía a la luz para expresar sus
ideales.
Algo muy diferente sucede con la Posmodernidad, los niños esperan con ansias llegar a la pubertad
y por fin ser adolescentes, y de esta manera, poder tener más libertades. Su sueño es poder ser
grandes, decidir por si mismos, buscar a sus pares y obtener el reconocimiento del otro.
No solo son los niños quienes quieren crecer rápidamente y ser adolescentes, también está el
anhelo de los adultos, quienes no quieren seguir creciendo ni asumiendo responsabilidades. Se
observa un “espíritu adolescente” en gran parte de los adultos posmodernos, éstos se visten,
piensan, sienten y actúan como adolescentes, por esta razón muchos hijos se ven reflejados en sus
padres, como modelos a seguir y como pares, por esta razón se pierde la diferencia generacional.
Por un lado, podemos ver que en la Modernidad, se buscar dejar la adolescencia que angustia para
madurar y creer, y poder proyectar un futuro siguiendo los pasos y los valores de los padres;
mientras que por otro lado, podemos observar cómo en la Posmodernidad se busca seguir siendo
jóvenes tanto de espíritu como en la forma de ser y actuar, dejando de lado viejos patrones y
valores, dejándose llevar por lo que sienten en el momento, no se busca el amor, sino placeres
efímeros, el adolescente se prioriza individualmente y no se preocupa por empatizar con la realidad
de las demás personas.
La Posmodernidad se caracteriza no solo por tener adolescentes que no son rebeldes, sino por
tener adolescentes que son indiferentes, individualistas, que se sienten cómodos en esta etapa de
su vida, y no buscan apresurarse para crecer, tomar responsabilidades de adultos, ni tener
proyectos formales a futuro. Buscan vivir el aquí y ahora, sin arrepentirse ni pensar en nada.