Ensayo Etica de Jesus Pablo Rodriguez
Ensayo Etica de Jesus Pablo Rodriguez
Ensayo Etica de Jesus Pablo Rodriguez
lo que en esencia podría llamarse “La Ética de Jesús”, el Maestro eleva la ética ya no a
nivel de religión sino también de la propia conducta del ser humano y con mayor énfasis al
prácticamente en todos los aspectos de la vida humana el Señor esgrimió una enseñanza útil
para regular y fomentar una relación armoniosa, no sólo del creyente, sino en toda la
humanidad.
cualidades propias del Señor por medios de las cuales demostró que no solo fue un teórico,
sino que con su propio ejemplo contribuyó a enseñar aquello que quería transmitir. Si bien,
el Sermón del Monte fue dado a sus oyentes y discípulos al principio de su ministerio, no
oyentes han de haber tenido excelentes referencias de él, de lo contrario este episodio
difícilmente culminaría con la admiración de sus oyentes por su doctrina y por la autoridad
con la que hablaba de ella. Es decir, aun antes del sermón de la montaña él vivía como
enseñaba.
De manera que la relación del creyente con Dios es mucho más que una relación
religiosa cargada de preceptos, formas y liturgia. Si bien es cierto que una relación con
aspecto exterior donde el Señor hace énfasis, sino más bien todo lo contrario, es decir, los
creyentes o conjuntos de creyentes lo primero que deben examinar y valorar es una correcta
relación con Dios fundada en la intimidad con él, libre de exhibiciones y muestras públicas
que estén propiciadas para adquirir admiración propia o afecto de los hombres. Como
mencionamos anteriormente el criterio que Jesús enseña está libre de esas muestras donde
se evidencia el carácter egocéntrico del hombre, más bien promueve todo lo contrario es
decir una genuina búsqueda de Dios a través de manera íntima y personal valorando esta
relación como aspecto fundamental de los creyentes es decir la iglesia para que a través de
ella pueda evidenciarse la luz que de ella emana no por si misma sino por la fuente a la que
Por otra parte debemos considerar desde el punto de vista de las relaciones
interpersonales la ética por la cual el Señor fomenta entre los creyentes una forma de
compañerismo nunca antes vista, si bien la relación con Dios es pilar fundamental de todo
actuar del creyente, el reflejo de esta relación es una forma más allá de compañerismo y
empatía, es una relación prolija en amor, perdón, gracia, misericordia, paz, libre de juicios y
de las reacciones naturales en las que el hombre actúa con respecto a situaciones que le son
La relación entre los creyentes es pues un punto fundamental en la ética establecida por
excusa la propia naturaleza de quienes la componen, sino que ha de desarrollar las virtudes
Una carencia de este aspecto no solo es incongruente con la ética de Jesucristo sino que
trasgrede en muchos casos aspectos que muy bien podría considerarse como elementos
conforme a los elementos y postulados del cristianismo. Si bien los puntos anteriores
abordan primeramente la relación con Dios, luego entre los creyentes, la consecuencia de
una relación integra y armonizada con los otros dos tiene un reflejo inmediato y evidente
carácter de Dios, si y solo sí, está dispuesta a esgrimir los postulados de Cristo en el
Sermón de la montaña, la Iglesia está llamada a brillar como luminares del mundo en medio
de una humanidad cada vez mas carente de valores e incluso de razonamiento lógico y
natural.
El Sermón del Monte marca las pautas que han de exhibirse continuamente en ámbitos
y aspectos humanos, una eventual pérdida de estos valores constituiría una clara
destrucción del propósito por el cual Dios llamó, esta desnaturalización del propósito
divino haría inservible su accionar en la tierra “si la sal perdiera su sabor para nada sirve”, y
través de ella y de su buen ejemplo, se muestra la luz y la gloria de Dios a través de seres
humanos que certifica cuan válida es la ética de Jesús para que la sociedad marche no al
sino estructurada bajo los principios del mejor y mayor legislador que existirá por siempre.
Finalmente, en el Sermón del Monte encontramos los puntos vitales que deberían regir
todos los aspectos de la conducta humana. Su gran valor y riqueza espiritual representan un
gran beneficio para los creyentes de todas las épocas, la aplicación personal de cada uno de
ellos supone vivir bajo el punto de vista de Dios, lo que permitiría al hombre prudente salir
vida.