HACÍA EL DESARROLLO DE UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA

Un aporte teológico para la vida de la Tierra.

ERBIN ARIEL GUERRERO CABEZA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ D.C.
2014

1
HACÍA EL DESARROLLO DE UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA
Un aporte teológico para la vida de la Tierra.

ERBIN ARIEL GUERRERO CABEZA

Trabajo de grado presentado

Como requisito para obtener el título de Licenciado en Teología

Tutor:
CARLOS DÍAZ

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE TEOLOGÍA
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
BOGOTÁ D.C.
2014

2
Agradecimientos:

A Dios por la vida y por el llamado a ser promotor de

la Buena Noticia en la obra del padre Francisco María
de la Cruz Jordán. A mis padres Carlos y Omaira, a
mis hermanos Ernesto, Nancy, Diana y Carlos Yesid,
y demás familia por el ejemplo y su especial cariño
para conmigo. A los amigos por la compañía y sus
palabras de ánimo. Al profesor Carlos Díaz por su
acompañamiento y dedicación, y por creer en la
apuesta a favor de la vida del planeta Tierra.

3
Dedicatoria:

Dedico este trabajo a mis ancestros que

con sabiduría, trabajo y esperanza
labraron la tierra cuidando de ella, del
agua, del monte, del páramo. Y a todos
los campesinos de mi país y en especial
a los de mi pueblo Vetas Santander por
sus esfuerzos de mantener viva la
cultura agraria y su arraigo a la tierra.

4
 Nota de aceptación:

“La universidad no se hace responsable por los

conceptos omitidos por sus alumnos en sus
trabajos de grado, sólo velará porque no se
publique nada contrario al dogma y moral
católicos y porque el trabajo no contenga
ataques y polémicas puramente personales,
antes bien, se ve en ellas el anhelo de buscar la
verdad y la justicia”.

Reglamento de la Pontificia Universidad

Javeriana Artículo 23 de la resolución No 13 de
1964.

_____________________________
Firma del presidente del jurado

_____________________________
Firma del jurado

_____________________________
Firma del jurado

Bogotá D.C, 21 de julio de 2014

5
 TABLA DE CONTENIDO

RESUMEN……………………………………………………………………………….....8
A MANERA DE INTRODUCCIÓN…………………………………………………...…9

CAPITULO I…………………………………………………………..………………….11
MARCO GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN……………………………………...11
1. Planteamiento del problema…...…………………………………………………...11
2. Justificación………………………….……………………………………………..12
3. Objetivos…………………………………………………………………….……..15
3.1.Objetivo general………………………………………………………………..15
3.2.Objetivos específicos………………………………………………………..…15
4. Marco conceptual…………………………………………………………………..15
4.1.Teología ecológica…………………...………………………………………...15
4.2 Categorías……………………………………..……………………..………..……16
4.2.1. Conciencia…………………………………………………………………...16
4.2.2 Ecología………………………………………….…………………………17
5. Estado del arte………...……………...…………………….………………………18
6. Marco metodológico..……..……………………………………………………….19
7. Estructura de la investigación……………..………………………………………...20

CAPITULO II……………………………………………………………………………..21
LA TIERRA, ESCENARIO DE REFLEXIÓN TEOLÓGICA…………….……..........21
1. La realidad y problemática de la Tierra…………..…………………..……………23
2. La realidad de la tierra como un desafío para el ser humano-cristiano…………....27
3. Una mirada breve al contexto colombiano………………………………...………33

CAPITULO III…………………………………………………………………………....36
APROXIMACIÓN TEOLÓGICA PARA UNA CONCIENCIA
ECOLÓGICA……………………………………………………………………..………36

6
 1. La Palabra……………………………………………..………………………...…37
1.1. Hombres y mujeres herederos de la Tierra..…………………………….………...39
2. Una mirada a la Palabra desde el salmo 8……………...……….………..……..….41
2.1. Estructura del salmo …...……………………………….…….…….……………..42
2.2. conclusión del salmo……………………………….…..…...…..……...……….…44
3. Aporte del salmo 8 para el desarrollo de una conciencia ecológica………………....46
4. De la Palabra a la Tierra……………………...……………………………………....51

CAPITULO IV…………………………………………………..………………………..54
ALTERNATIVAS PEDAGÓGICO-PASTORALES PARA EL DESARROLLO DE
UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA…………………………………………………...54
1. Hacía una educación que desarrolla conciencia……...….....……………….…….…55
1.2. Educadores para la Tierra………………….…….…...………………………….59
2. Presente y futuro de la Tierra…………..…………..……………………………..…64
2.2.1. Hacía un mundo posible……………………...………..……………………...…71
3. Escenario de acción…………..……….…………………………………………..…73
3.1. Una experiencia que ilumina………...……………………………………………79

CONCLUSIONES……...…………………………………………………………………87
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………..…90
CIBERGRAFÍA……………………………………………………………………....…93

7
Resumen

La humanidad desde sus inicios ha estado ligada íntimamente con la tierra, la cual es el
espacio o habitad que proporciona posibilidades para la evolución y el desarrollo de la vida.
Y ha sido el ser humano quien ha incidido de una u otra manera en la trasformación del
planeta a través del tiempo con sus decisiones y acciones. Hoy la humanidad misma se
halla ante una situación que preocupa el futuro del planeta pues, la falta de cuidado en
relación con el medio ambiente ha ido generando un desequilibrio ecológico que arrecia
cada día más debido al progreso globalizador que impera en el momento. Por tal razón la
intensión de esta investigación es realizar un acercamiento desde una pedagogía
comprometida con la naturaleza y apoyada por la Palabra desde el salmo 8 para despertar
una conciencia planetaria que se comprometa con la vida y la sostenibilidad de la Tierra
creación de Dios.

Palabras claves: Tierra, Palabra de Dios, conciencia.

Abstract

Humanity since its inception has been intimately connected with the earth, which is the
environment or habitat that provides opportunities for the evolution and development of
life. And the human being has been who has influenced in one way or another in the
transformation of the planet through time with their decisions and actions. Nowadays the
humanity itself is facing a situation that concerned about the future of the planet because
the lack of care in relation to the environment has been generating an ecological imbalance
that get worse each day more due to the extensive progress that prevails at the time. For that
reason the intention of this research is making an approach from a pedagogy committed
with the nature and supported by the Word from psalm 8 to raise global consciousness that
commit it with the life and the sustainability of the Earth, which is a God´s creation.

Keywords: Earth, Word of God, conscience.

8
 A MANERA DE INTRODUCCIÓN

Son diversas y vertiginosas las transformaciones que hoy vive el planeta Tierra, en especial
en lo concerniente a la naturaleza o medio ambiente por los mismo procesos evolutivos de
esta y por el deterioro que se ha ido generando en los últimos tiempos a partir del uso
irracional de sus recursos, los cuales han sufrido un desgate que pone en peligro hacia un
futuro el equilibrio de la vida planetaria. Son visibles los cambios en el tema ecológico, se
habla del deterioro de la capa de ozono, de calentamiento global, de deforestación y
contaminación, como consecuencia del gran desafío que la humanidad afrenta a causa de
sus propias acciones.

Los recursos se agotan y su consumo aumenta día a día, debido a la gran demanda de
energía y de productos para el sostenimiento humano. Pero igual junto a ello se presenta un
quiebre de valores imponiéndose a la generación de un bien común entre lo planetario, es
decir la naturaleza en todos sus componentes con el ser humano, esto debido a la
implementación de economías globales que buscan el mantenerse en competencia
imperativa, afianzadas en sus intereses singulares, sin distinguir la pluralidad planetaria.
Con esto se ha ido perdiendo la significación del entorno y su valoración abriendo así una
brecha socio-ecológica de gran magnitud.

Son tiempos de crisis pero a la vez son tiempos de oportunidad para aprender a ver de otra
manera a la Tierra. De recobrar el sentido trinitario a través de experiencias espirituales
alternativas de cuidado en donde el ser humano y cristiano asuma en conciencia el hecho de
ser creación y criatura de Dios, cuando a la luz de su Palabra se comprenda que está
llamado a ser pregonero de buenas nuevas para la vida y la justica del planeta, como
también, a través de la propia capacidad que tiene el ser humano de aprender, ya que puede
este adquirir nuevos rasgos en su comportamiento que le ayude a percibir los cambios que
se dan en su entorno y su capacidad de transformarlos desde las propias realidades y
contextos.

9
Es desde una conciencia ecológica donde se puede tener una aproximación a lo que está
pasando con el planeta, con la posibilidad de escuchar voces distintas en la
interdisciplinaridad que se ubican en el ámbito relacional con la creación. El ser humano no
es un ser solitario sino que es un ser dentro de un conjunto de relaciones y esto se aprende
en la medida que se va de camino. De ahí que se involucre algunas aproximaciones con la
Palabra de Dios desde el salmo 8 en una exploración que parte de la realidad de la Tierra
hoy, con miras a contribuir a una reflexión trascendente que abra oportunidades para
generar conciencia planetaria. Se hace necesario de repensar la tierra y la creación como
espacios de salvación para un planeta vivo y común a todos los organismos vivos
despertando la conciencia de justicia e igualdad.

El trabajo está estructurado en cuatro capítulos, bajo los cuales se desarrolla la

investigación hasta llega a dar la respuesta al planteamiento de la pregunta. En el capítulo
uno se da razón del marco general de la investigación en donde se hace el planteamiento
del problema y de su respectiva justificación. Allí de igual forma se presentan los objetivos
a desarrollar en la investigación, junto con el marco conceptual y algunas categorías
pertinentes al tema. Se propone también el marco metodológico con el cual se estructuró
todo el contenido del proyecto.

La problemática a investigar se presenta en el capítulo II, desde una contextualización

general de la realidad actual por la que atraviesa la Tierra, la cual es el escenario propuesto
para llevar acabo el trabajo. Allí se plantea de una manera los desafíos para justificar la
investigación y los destinatarios a donde se dirige la propuesta a plantear.

En el capítulo III se hace una aproximación a la Palabra de Dios desde el salmo 8 y de esa
manera dar bases a la propuesta de una conciencia ecológica que vaya a favor de la vida de
la Tierra. Y por último el capítulo IV se plantean las alternativas pedagógico-pastorales
para el desarrollo de dicha conciencia a partir de una reflexión que involucra un escenario
concreto que ayuda iluminar el eje trasversal de la investigación como un elemento que dé
respuesta a la pregunta formulada para el proyecto y responder así a la problemática que
enfrenta el planeta Tierra hoy.

10
 CAPITULO I

MARCO GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN

1. Planteamiento del problema

Hoy la Tierra está atravesando por una crisis profunda debido a la pérdida en el ser humano
y en especial en el cristiano del sentido que esta tiene como espacio vital para el desarrollo
de la vida de las diferentes especies. La situación por la cual atraviesa el planeta genera
preocupación ante los diferentes efectos negativos que se vienen presentando debido al
progreso vertiginoso centrado en la explotación y consumo de los diferentes recursos
naturales y los efectos que esto genera. Además hay una industrialización desenfrenada y
una economía imperante que lesionan la creación.

Junto con la explotación, la industrialización y el consumo, hace falta una conciencia veraz
que favorezca la toma de decisiones que ayuden a asumir con claridad el problema en el
que se encuentra la Tierra. Es palpable el hecho de que hay un calentamiento global que
afecta al mundo, así como la tala de bosques y la contaminación de aguas y aire, el deshielo
de los glaciales, la desaparición de especies vegetales y animales va en aumento. Esto es
parte del resultado del desarrollo humano con pocas bases de conciencia sobre el
sostenimiento equilibrado del planeta.

Por lo tanto, el ser humano ha dejado de lado su capacidad de asombro por las cosas que le
rodean y ha ido centrándose cada día más en lo tecnológico y científico - esto lógico no se
demerita porque tiene grandes ventajas a favor de la misma humanidad.- Pero el hecho está
en que la creación, obra por excelencia de Dios se halla en profundo peligro por causa de la
acción humana que ha ido durante décadas abusando de la misma Tierra, como lo señala
Gadotti en su libro Pedagogía de la Tierra:

La Tierra es oprimida por un modo de producción destructor de la naturaleza, un

sistema que agota todos sus sistemas. El desequilibrio del sistema Tierra se debe a
una tecnología aún rudimentaria, agresiva y contaminadora. Es cierto que la
tecnología actual se cobra una alta tasa de deterioro ecológico. Implica la

11
 explotación sistemática de los recursos naturales, el envenamiento de los suelos, la
deforestación, la contaminación atmosférica y química de los alimentos, etc1.

Ante esto la indiferencia también parte del cristiano o cristiana, es decir, de los hombres y
mujeres que profesan su fe en Cristo Jesús. Indiferencia ante aquello que es vital, ante la
creación, ante la tierra dada por Dios como su principal don para con la humanidad y como
signo de su alianza con esta, por ende la relación del cristiano está en intimidad con la
tierra, es parte de su ser, de su identidad y de su fe. El cristiano no es ajeno a lo cósmico, al
contrario es parte de esta relación reciproca entre Dios - creación - humanidad. La tierra es
simbólica porque habla de lo divino y remite a lo humano, relaciona con un transcendente
desde lo más sencillo.

El problema se centra en la indiferencia de la conciencia humana-cristiana y de un mayor

interés de educación sobre el sentido de la Tierra. Por tal razón la pregunta a responder es
¿Cómo la teología puede aportar al desarrollo de una conciencia ecológica en medio de la
actual situación ambiental que vive la Tierra? El ser humano de hoy aún desconoce la
esencia de la naturaleza y vida del planeta, “por lo cual debe irse reconociendo como
ciudadano de un planeta en defensa de los derechos de la Tierra, como garantía de una vida
digna”2. Lo cual ayudaría de una manera a salir adelante frente a la actual crisis de
contaminación y destrucción que afecta el ecosistema y a la vida no solo humana sino
también a la de las otras especies.

2. Justificación

Frente a la actual situación de la Tierra en lo referente a su cuidado y protección, han

surgido inquietudes en los diferentes estamentos sociales, que preocupados por los
acelerados cambios en el tema ambiental, buscan dar respuestas desde las diferentes áreas
de estudio al eminente desequilibrio planetario que pone en peligro la vida. Esto es debido a
una civilización tecnológica que ha traído consigo grandes beneficios para la humanidad,
pero de igual manera también consecuencias desfavorables para con la Tierra, que junto a

1
GADOTTI, Moacir. Pedagogía de la Tierra. México: Siglo Veintiuno Editores.p.16
2
Ibíd. 18

12
su evolución natural ha presentado en las últimas décadas unos cambios a nivel climático,
geográfico y ambiental.

La Tierra es habitad, es decir casa, morada, espacio, lugar donde se acoge la vida y se le
posibilita su desarrollo y realización, pero es sometida a una explotación de sus recursos los
cuales no todos son renovables, acelerando así un desgaste del suelo, de las aguas y del aire
a través de la contaminación y la desforestación que cada día va en acenso. Pero unido a
ello, está igualmente involucrada una falta de conciencia por parte de los seres humanos
que incida en la protección planetaria, debido al alto grado de consumo y a la apatía de
saberse y considerase como única especie con capacidad de transformar el entorno y la
realidad.

El alto nivel de consumo global y de despilfarro se convierten en practicas a contra del

equilibrio de la vida y de la justicia social, pues solo están encaminadas a satisfacer el
interés de una sociedad en desigualdad como resultado de sistemas económicos capitalistas
que generan brechas no solo a nivel social sino también en relación con la creación de Dios.

Por eso, y en búsqueda de un aporte a favor del planeta, hoy se hace necesario pasar de una
actitud de consumo y explotación a otra de aprendizaje y de comunión, a reconocer como lo
expresa el documento de la carta a la Tierra “el espíritu de solidaridad humana y de
afinidad con toda la vida el cual se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio
del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa
el ser humano en la naturaleza”3. En este sentido la educación es el medio que mayor
facilita una conciencia amplia y comprometida con la Tierra – a la cual se le llama
conciencia planetaria.- Dicha educación abre espacios vitales de reflexión y análisis de la
realidad planetaria y compromisos que valoricen lo primordial que en este caso es la vida
en todas sus expresiones.

3
Carta a la Tierra. Documento promovido por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2000. El cual
contiene un planteamiento global sobre los retos que afectan al planeta en el tema ambiental, así como
propuestas de cambios y de objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos
12http://www.earthcharterinaction.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf (Consultado el 7 de
agosto de 2012)

13
Por lo tanto la investigación a realizar, va en torno a vincular la teología vista desde el
salmo 8 en el planteamiento de la conciencia ecológica o planetaria. La intención es abrir
un espacio para la reformular dicha conciencia, que otras áreas han ido desarrollando de
igual manera con diversas propuestas orientadas a un bien común, que es en este caso la
preservación del planeta. La intención no es abarcar de manera exegética el texto bíblico,
sino adquirir de éste elementos iluminadores para asociarlos al trabajo y de esa manera
aplicar alternativas que ayuden a desarrollar una conciencia a favor de la vida del planeta
Tierra o conciencia planetaria.

Desde el salmo 8 como Palabra de Dios se abre una puerta a la comprensión de un amor
salvífico proveniente del mismo Dios que es vida y por ello crea el mundo junto a la
humanidad para encargarle a esta la misión de administrarlo y cuidarlo. Un mundo en
constante cambio donde el ser humano no siempre es consciente de lo que se va dando a su
alrededor y por ello se desliza hacia la indiferencia, el escepticismo y hasta el sin sentido. -
El ser humano y el cristiano está perdiendo la capacidad de admiración, alabanza y de sentir
- Es necesario adentrarse en el mismo misterio de la vida para comprender el valor que
encierran las cosas que consideramos pequeñas e insignificantes y aprender de esto. Por
ello la Tierra se puede considerar una gran maestra, la cual posee una pedagogía única que
se puede descubrir de diversas maneras en sus movimientos, ciclos o procesos terrestres
que se pueden observar en la evolución constante de esta.

En este sentido creo que se puede hacer un aporte al estudio a partir de una reflexión
teológica , en miras a forjar una conciencia no solo ambiental, sino a la vez de compromiso
y de pertenecía para con el planeta. Por consiguiente es importante buscar unas fuentes que
nos permitan una reflexión e investigación profundas que den muestras de la situación
actual de la Tierra pero a la vez de una propuesta educacional en el proceso de toma de
conciencia a favor de la misma. Además suscitar en el cristiano una conciencia de la
ecológica o conciencia planetaria y de las situaciones que en estos momentos afectan y
ponen en peligro al planeta junto hasta la misma vida humana. Un principio evangélico es
la vida, y la Tierra es parte de la vida. De ahí la necesidad de crear una propuesta que vaya

14
a favor de la Tierra - es decir, del agua, del campo, de la naturaleza - para apoyar la
conservación de lo que aún nos queda. Es importante anotar que la relación del cristiano
con la tierra está basada en la misma experiencia de fe, en lo que cree y expresa, por eso el
sentido de conciencia es a partir de dicha relación. Desde allí el sentido viene a ser
significativo. No es buscar un sentido por buscarlo, sino que es el poder asimilarlo y a partir
de ahí hacerlo mensaje, articulándolo con una pedagogía que posibilite contrarrestar de
cierta forma la crisis planetaria.

3. Objetivos
3.1 Objetivo general.

A partir de una reflexión sobre la actual situación ambiental del planeta, proponer un aporte
teológico para el desarrollo de una conciencia ecológica a favor de la vida en la Tierra.

3.2 Objetivos específicos

1. Reflexionar la situación actual del planeta Tierra como escenario teológico para el
desarrollo de una conciencia ecológica.
2. Analizar e interpretar el salmo 8 para dar una fundamentación teológica al desarrollo
de la conciencia.
3. Proponer alternativas pedagógicas– pastorales como acciones de la conciencia
planetaria en compromiso con la Tierra.

4. Marco teórico
4.1.1. Teología ecológica
La fe cristiana comprende la acción salvífica de Dios para con la humanidad, pero dicha
acción trasciende el espacio y el tiempo y se ubica en el “ya” de la historia, por lo cual la fe
no es ajena al contexto en el que se profesa, y en este caso no es ajena a la realidad critica
que afrenta el planeta en materia ecológica. A la luz de la fe se logra una reflexión que
contribuye a dar respuestas orientadoras e iluminadoras desde la denuncia pero también
desde el diseño de acciones acorde al proyecto divino que posibilita unas relaciones entre lo
humano y lo planetario, en ese ámbito es donde la teología hace su quehacer, por tal razón

15
como lo expresa Juan Luis de la Peña: “Es el carácter excepcionalmente alarmante de estos
datos lo que hace urgente la aportación teológica4”. Dicha aportación surge a partir un
dialogo fiel y actualizado del mensaje salvífico con miras a fomentar una relación de
filiación, libertad y responsabilidad en el actuar del creyente.

La teología abre espacios de reflexión en torno al proyecto originario de Dios manifestado

en la Revelación y desde ahí suscita una conversión, que en este caso es ecológica y el
objetivo de la teología es el de “repensar la relación de Dios creador con la naturaleza
dejando de lado el deísmo mecanicista y evitando el panteísmo”5. Por lo tanto a esta
reflexión teológica que se preocupa de la ecología se le da el nombre de ecoteología, la cual
pone su mirada en la creación como obra y don de Dios, donde Él actúa potenciándola y
liberándola a través del Espíritu creador que posibilita la relacionalidad y la unidad de la
vida en todas sus manifestaciones en el sentido trinitario con el planeta animando una
praxis liberadora capaz de conducir a una armonía en justicia y vida.
4.2. Categorías

4.2.1 Conciencia

La Real Academia de la lengua Española define el término conciencia del latin conscientĭa,
como la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en
todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. Así mismo como conocimiento
reflexivo de las cosas y como la actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio
sujeto. Por lo tanto conciencia implica el uso de los sentidos como medio de conectividad
entre los estímulos externos y sus asociaciones6.

La conciencia posibilita al ser humano la facultad de procesar el conocimiento que va

adquiriendo generando así un valor de sentido a su entorno. En este orden Freire identifica

4
RUIZ DE LA PEÑA J.L., Teología de la creación, Sal Terrae, Bilbao, 1988 p 182
5
Castellón Pérez, José Marcos. ECOTEOLOGÍA, De cómo la ecología llega a ser problema teológico. En:
http://pastoralsocialgdl.files.wordpress.com/2012/05/ecoteologc3ada-1.pdf. Consultado el 26 de octubre
de 2014.
6
Definición tomada de: http://www.definicionabc.com/general/concientizar.php#ixzz37NaTdsyy.
Consultado el 1 de junio de 2014.

16
a la conciencia como la capacidad para reconocer y trasformar su propia situación, además
de generar un compromiso con el mundo.

Mientras que el ser que simplemente vive no es capaz de reflexionar acerca de sí

mismo y de saberse viviendo en el mundo, el sujeto existente reflexiona acerca de
su vida dentro del territorio mismo de la existencia y cuestiona su relación con el
mundo. Su territorio existencial es el del trabajo, la historia, la cultura, los valores,
el territorio en el cual los hombres experimentan la dialéctica entre el determinismo
y la libertad7.

Por consiguiente la conciencia ejerce un movimiento dinámico en el ser humano que le

lleva a gestionar el conocimiento y a partir de ello a identificar las diversidades que
implican su entorno y a dar la valoración correspondiente, lo cual se le puede también
llamar toma de conciencia o toma de sentido.

4.2.2 Ecología

Termino compuesto por dos palabras de origen griego Oikos, que significa casa y logos que
significa estudio o reflexión. Por lo tanto ecología es el estudio sobre las condiciones o
relaciones de los seres de la naturaleza. Según Boff en su libro La dignidad de la tierra,

La ecología es una inter-acción y dialogo de todas la cosas existentes (vivientes o

no) entre sí y con todo lo que existe, real o potencial”. Por tanto la ecología va más
allá de la naturaleza, pues esta abarca también la cultura y la sociedad constituyendo
espacios de relación la cual remite según el autor a “un nuevo nivel de la conciencia
que da importancia a la Tierra8.

Durante las últimas décadas el tema de la ecología ha sido tratado por diversos grupos que
buscan motivar y responder a la situación actual del planeta desde un planteamiento con
comportamientos y practicas de cuidado a favor de la vida de este y de su equilibrio natural.

7
FREIRE, Paulo. “La naturaleza política de la educación. Cultura poder y liberación.” Barcelona: Paidos. 1990.
p.86
8
BOFF, Leonardo. La dignidad de la tierra. Madrid: Trotta, 2000, p 19

17
 5. Estado del arte

El tema de la Tierra ha despertado el interés de muchos autores en las últimas décadas

llevándolos así a enfocar sus investigaciones sobre la problemática que vive el planeta, las
consecuencias y las posibles salidas o soluciones, sucintado de esta manera diversas
reflexiones con variedad de perspectivas, búsquedas y posiciones. Se encuentra grandes
aportes de pedagogos, ambientalistas, teólogos, entre otros. Cada uno desde su óptica
investigativa.

Para este trabajo se acude a una fuente básica que han hecho un recorrido en el tema y han
generado aportes importantes a la reflexión teológica en relación con la ecología. Y este
autor que ha hecho grandes aportes es Leonardo Boff, en su última obra El Cuidado
necesario permite ver que tanto el cuidado como la sostenibilidad caminan de la mano,
pues si no hay cuidado no se lograría tener sostenibilidad que favorezca al planeta. Por eso
se hace necesario estos dos pilares para sustentar una transformación del modo de habitar la
Tierra. Pero de igual manera cuidado y sostenibilidad deben estar acompañados de la
dimensión espiritual, posibilitando la sensibilidad en el ser humano para generar desde ahí
el cuidado de todas las cosas. El autor parte de la construcción del concepto de Cuidado con
fundamentos antropológicos y cosmológicos proponiendo a la vez un nuevo paradigma del
cuidado de la Tierra.

Igualmente varias han sido las investigaciones desde la teología, enfocadas por la
preocupación de la Creación. “Porque la tierra es un tema vital, que se comprende y se
vive, en si la tierra simboliza la vida toda”9. Estos estudios hechos van orientados a la
relación hombre-ambiente en búsqueda de repuestas y acciones a favor del planeta.

Al hablar de ecoteología es incorporarse al diálogo entre la teología y la cuestión ecológica

en búsqueda de respuesta y acciones para la promoción de la vida del planeta a la luz de la
fe y del proyecto de salvación. Ahora bien, en este sentido es un reto, proponer una
investigación y una lectura más profunda de esta temática, que vaya en torno a generar una

9
CODINA, Víctor. Teología simbólica de la tierra. Lectura del documento de Santo Domingo. Bogotá:
CLAR,1993, p.7

18
conciencia ecológica capaz de influir en el actuar del cristiano con miras a crear praxis
liberadoras a favor del planeta.

6. Marco metodológico

El método a utilizar es el hermenéutico desde la perspectiva latinoamericana – ver, juzgar y

actuar- el cual, puede dar pautas para el desarrollo del trabajo y de esa manera poder llegar
a comprender la realidad que vive la Tierra hoy y los desafíos que esta presenta, implica
explorar, describir, explicar y proponer alternativas de cambio.

Dicho método se desarrolla a partir de la mediación Socio-analítica, aquí hay que tener en
cuenta que la Teología de la Liberación arranca de la praxis y termina en la praxis para
desarrollar un ciclo claro donde se observa la realidad, en esta mediación se debe entender
el por qué de la situación, cuáles son las fuentes de dicha situación para pasar luego a la
mediación hermenéutica donde se analiza e interpreta la realidad con perspectiva teológica
como lo expresa Héctor Molano:

La lectura de la Biblia desde esta óptica hace que se revelen aquellos eventos y
acciones liberadoras, que al ponerlas en nuestro contexto son un acicate para la
liberación de los oprimidos. Por supuesto, está lectura debe motivar a la aplicación
de lo observado, de nada servirá leer la Biblia sólo como un grupo de historias en el
papel. Si lo que se quiere es liberar, lo que se tiene que hacer es poner esas historias
en el contexto actual. De igual forma, esto debe llevar a un cambio, a una
transformación, no sólo de las personas, sino de las circunstancias en que viven10.

Teniendo en cuenta lo anterior se da paso a la mediación Práctica que es donde se hace un

planteamiento de acciones a seguir, por lo tanto el trabajo se hace proyectivo. Así mismo,
teniendo en cuenta el aporte que Cleodovis Boff hace “del método dándole una
epistemología en cuanto a la mediación socio-analítica, mediación hermenéutica y

MOLANO, HÉCTOR. El Método de la Teología de la Liberación. En http://www.recursosteologicos.org/

Documents/teologia_liberacion.html. tomado el 19 de noviembre de 2012.

19
mediación práctica”11.Para ello en la investigación se opta por realizar un ejercicio
documental en el que se recopila una información tanto bibliográfica y cibergráfica, la cual
se analiza e interpreta en función del objetivo planteado de posibilitar un desarrollo de
conciencia ecológica –planetaria a favor de la vida de la Tierra.

7. Estructura de la investigación.

El punto de partida es sin duda el capitulo dos donde se hace una identificación de la
problemática a la cual se plantea un cuestionamiento. Por lo que se hará una “lectura” de
las explicaciones sometidas a prueba en las investigaciones previas sobre el fenómeno de
estudio. Para buscar así insumos básicos que permitan construir nuevas comprensiones e
interpretaciones del mismo.

Una vez recogidas las evidencias del saber se pasa luego al capitulo III donde se propone
una fase analítica que consiste en ordenar y sistematizar la información como preparación
al proceso hermenéutico. Ya teniendo esto se proponen categorías y se empiezan presentar
contenido para orientar nuevas miradas sobre el objeto a estudiar.

Terminando así con la interpretación, como el modo que posibilita reconstruir nuevas
categorías y a la vez suscitar diferentes enfoques teóricos que aporten a la investigación.
Por medio de la interpretación de la información se logra contextualizar la realidad y de ahí
generar conceptos aplicativos para el desarrollo de la conciencia planetaria, y así formular
una explicación que posibilite una comprensión global del trabajo, con el resultado de
expresar un nuevo conocimiento acerca del tema a saber y de paso generar nuevas
búsquedas en el área específica.

11
ELLACURÍA, Ignacio Y SOBRINO, Jon. Mysterium Liberationis, Conceptos fundamentales de la Teología de
la Liberación. Epistemología y Método de la Teología de la Liberación, Clodovis Boff. 93

20
 CAPITULO II

LA TIERRA, ESCENARIO DE REFLEXIÓN TEOLÓGICA

En el capítulo II se hace una reflexión general de la situación actual del planeta Tierra. Para
presentarla luego como el escenario donde la teología puede hacer su aporte a favor de la
vida en todas sus manifestaciones. El avance de la reflexión ecotelógica busca ayudar a
mitigar la emergencia planetaria que ha puesto en alerta a la misma humanidad, que ve los
efectos de sus acciones en la alteración del curso de la vida en la Tierra, acelerando la
desaparición de especies y un desequilibrio ambiental de proporciones preocupantes y
difíciles de detener pero posiblemente controlables en la medida de implementar acciones
concretas para ello. Desde ahí el interés por analizar la situación no solo dada a la economía
o a la política, sino también a la teología y la educación para la propuesta de valores que
mitiguen el problema y despierten actitudes que transformen el comportamiento humano
para con la Tierra, despojándose desde una conciencia comprometida de ese ser depredador
de su hábitat y reconozca su lugar en medio de la naturaleza y con la naturaleza.

La reflexión teológica se complementa desde la ecología, la cual “busca poner al ser

humano en relación con el medio en el que se desenvuelve desarrollando unos hábitos,
valores, actitudes que lo llevan a conocer, respetar, cuidar y colaborar con lo que lo
rodea”12, en sí a generar unas nuevas pautas de comportamiento, además de una conciencia
que reconozca que los recursos de la Tierra son limitados, no todos son renovables, “de
saberse en medio de un ecosistema donde cada especie u organismo tiene una función y que
cada especie forma una unidad imprescindibles para mantener la vida y la supervivencia
13
planetaria” , por lo tanto el ser humano no es exclusivo, único, solo, sino al contrario es
con otras expresiones de vida natural.

La humanidad asiste sin duda alguna a una crisis ambiental que cada día avanza más. El
mundo, la Tierra, el planeta, o hábitat, medio ambiente como se le quiera llamar se
desmorona a proporciones significativas que hace imposible el retorno a lo primario,

12
SEMINARIO LA FORMACIÓN EN LA RESPONSABILIDAD POR LO CREADO Y POR UN DESARROLLO
SOSTENIBLE, Pastoral del ambiente y ecología humana. Madrid: EDICE, 2003, 7
13
SERRANO, Vladimir y VARA, José Ignacio. Teología de la Ecología. Bogotá: San Pablo, 1995, 87

21
debido a la misma racionalidad instrumental que la modernidad se planteó como la fórmula
de llegar al conocimiento absoluto de la realidad. “La propuesta del saber cómo poder,
llevó a que el hombre se desplegara a la conquista de la naturaleza, convirtiéndola en objeto
de deseo y de dominio”14. Pero ello abrió las puertas a la falta de una conciencia ecológica
o planetaria acarreando que la conquista estuviera por encima de su propio entorno natural
hasta producirle una condena de caos y de muerte; la Tierra está para muchos expertos en el
tema, en agonía y las salidas cada vez se hacen más difíciles de poner en acción.

“Es curioso el hecho de que la única especie - Homo sapiens - dotada de la capacidad de
comunicarse en forma diferenciada con los demás y por la capacidad de racionalizar sea
quien ha puesto en peligro su propia supervivencia y la de las otras especies”15. Por la
manipulación de los medios a favor de sus intereses propiamente singulares. Ante esto las
reflexiones dan variados aportes que son valiosos para la ejecución de una tarea ardua pero
que es la salida más favorable, la de hacer que el ser humano tome conciencia de sus actos,
en sí, la transformación de dicha especie, de su pensamiento y de su proceder.

Asumir la transformación implica educar, reformular conceptos y asumir proyectos a favor

de la vida, no distantes de la realidad humana, el reconocer que no se es solo, sino en
comunidad y en relación con el cosmos. Esto da un giro por el hecho de que se cambia el
planteamiento del problema, pues no es directamente ecológico o ambiental sino humano.
Partiendo de desde ese punto la reflexión no distancia el sujeto del objeto, sino los implica
para plantear salidas al problema, siendo necesario una formulación veraz de los valores
que contribuyen a la armonía entre lo humano y lo cósmico.

1. La realidad y problemática de la Tierra

Cada día la crisis ambiental genera mayor preocupación por el hecho de que no se ha
asumido una conciencia que tenga implicaciones concretas con el tema. La
industrialización a gran escala y el alto nivel de consumo, provocan que se despliegue una
producción que pueda responder a las demandas que cada día crecen más. “Esto genera
14
JORNADAS DE REFLEXIÓN ÉTICA, Ética ambiental y política pública. Lima: Universidad Antonio Ruiz de
Montoya, 2009, 71
15
Autores varios, Teología de la Ecología, 92p

22
entonces que no haya una oxigenación en el ambiente, en el cual está inmerso el ser
humano y del cual este se sirve en la medida de sus necesidades”16. El resultado a las
exigencias de consumo es el deterioro del planeta. La conexión vital con la vida de la tierra
hace complejo el reconocimiento de la diversidad, de lo que rodea y posibilita el desarrollo
del ser humano. Se ha roto el cordón umbilical con aquello que conocemos como planeta
Tierra.

Por ello “La Tierra se ha vuelto mercancía y objeto de consumo que se puede comprar y
vender”17. Se ha perdido el sentido de responsabilidad frente a lo vital y necesario para la
vida y sostenibilidad del planeta Tierra. El cambio ambiental se ha acelerado durante estos
últimos tiempos, la degradación del planeta es sorprendente y cada día crece aún más por la
explotación de los recursos y por el acelerado sistema de productividad.

“La Tierra es oprimida por un modo de producción destructor de la naturaleza, un sistema

que agota todos sus sistemas”18. Es esa la mirada modernista que da razones a los sistemas
neoliberales y globalizadores donde se pretende abrir un espacio colectivo de integración
humana y mercantilista pero que en cierta forma es exclusivo, limitado y excluyente. “Estos
sistemas proponen nuevos valores para que la sociedad sea competitiva en los diferentes
aspectos pero con mayor énfasis en el económico”19. Por ende los cambios que experimenta
el planeta junto con los avances tecnológicos están íntimamente unidos al cambio de una
mentalidad condicionada por sistemas que promueven la explotación de los recursos para
generar consumo.

“En esa línea los modelos de desarrollo, que se han impulsado en las últimas décadas sobre
todo en los países industrializados han contribuido a la crisis que está llevando al planeta a
la muerte”20. La explotación masiva tiene un alto precio para la misma vida planetaria. Se
asiste hoy a una lenta aniquilación de la vida con acciones que son visibles ante los ojos de

16
Red Colombiana de Formación Ambiental, Las Ciencias Ambientales: Una Nueva Área del Conocimiento,
Bogotá: Digiprint, 2007, 42p
17
CODINA, Teología Simbólica de la Tierra: Lectura del Documento de Sato Domingo. 18p
18
BOFF, Leonardo, Ecología: Grito de la Tierra, Grito de los Pobres. Madrid: Trotta, 1996, 35
19
ILIARTE, Gregorio, Neoliberalismo ¿Si o No?, , Bogotá: Paulinas, 21
20
Ibíd. 24

23
la misma humanidad. Hay una emergencia ambiental y es palpable. Cada día disminuye
considerablemente los recursos naturales que son vitales para el equilibrio planetario.

“La desaparición de bosques, la alta contaminación desatan una cadena de consecuencias

nefastas, como es el calentamiento global, los cambios del clima, el descongelamiento de
los polos”21. A esto se suma además las problemáticas sociales como la violencia, la
emigración y el hambre que entre otras situaciones inciden en el desequilibrio ambiental
que atraviesa la Tierra.

“Sin duda la problemática ambiental se ancla en la mentalidad productiva del ser humano,
que desligándose de su entorno vital ha desatado un camino de destrucción que cada vez se
abre más espacio dejando menos lugar para la toma de conciencia planetaria. Ante esto se
habla hoy de megaproyectos”22, que favorecerían las economías de los pueblos, pero a
costa de una explotación que aun siendo controlada perjudicaría grandes reservas naturales,
afectando así, bosques, selvas y paramos como lo veremos y reflexionaremos más
adelante.23. Es esta parte de la realidad y problemática de la tierra que día a día se ve
afectada por el desarrollo humano que se implanta para responder a las nuevas necesidades
de consumo cada vez más crecientes.

La implementación de monocultivos y la manipulación genética, la explotación minera y de

fuentes de energía, lesionan los sistemas ecológicos. Unido a esto está el desarrollo que
busca extender la producción y así obtener grandes beneficios a bajo costo. Por lo tanto la
explotación de los recursos naturales se ha maximizado con una inversión en maquinaria
pero no en sostenibilidad ambiental.

21
ACOSTA, Richard, Ecoteología: La Opción por la Tierra como lugar Teológico. Tomado de:
http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/libro.php?id_libro=339 consultado el 13 de septiembre de
2013.
22
ACOSTA, Richard, Ecoteología, http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/libro.php?id_libro=339
23
Uno de estos proyectos se encuentra en la región del Páramo de San Turban en Santander. En donde una
multinacional busca la explotación del oro y otros minerales a cielo abierto. Dicha explotación se daría a
más de 3 mil metros de altura y con una extensión de más de 1.000 hectáreas de los municipios de Vetas y
California, a unos 57 kilómetros de Bucaramanga.

24
El avance tecnológico genera igualmente un desequilibrio planetario, debido al hecho de
que aún existen tecnologías que no han sido pensadas para el bienestar planetario como lo
manifiesta Boff:

El desequilibrio del sistema Tierra se debe a una tecnología aún rudimentaria, agresiva
y contaminadora. Es cierto que la tecnología actual se cobra una alta tasa de deterioro
ecológico. Implica la explotación sistemática de los recursos naturales, el
envenenamiento de los suelos, la deforestación, la contaminación atmosférica y química
de los alimentos. Y las nuevas tecnologías menos nocivas, están solo al alcance de los
países ricos24.

Por lo tanto los desechos y residuos que generan la producción tecnológica van a parar
siempre a lugares que carecen de capacidades para la manipulación y el tratamiento de
dichos residuos tecnológicos. Generando esto a la vez un desorden social porque “los
niveles de desarrollo y consumo de los pueblos más ricos solamente son posibles si se
mantiene esta desigualdad radical en el seno de la humanidad, pues los recursos del planeta
no son de hecho suficientes para que esos niveles sean universalizados”25. La
modernización capitalista ha dado al planeta un nuevo ritmo, al insertarlo en el mercado
mundial en proceso de transnacionalización, siendo así el desequilibrio es mayor tanto en lo
ambiental como en lo social.

Las actividades humanas inciden en su entorno o ambiente sea de manera positiva o

negativa. Lo cierto es que a medida que el ser humano avanza en el campo del
conocimiento deja a su paso huellas que marcan su historia. Y en el planeta las huellas son
tangibles por las prácticas de su superación. El ser humano está cada día más enfocado en
sus intereses individuales, su objetivo es el de avanzar y alcanzar el éxito en cada una de
sus propuestas, sin volver la mirada a su entorno.

24
BOOF, Ecología, 45
25
GONZÁLEZ, Antonio. Orden Mundial y liberación. En Revista Electrónica Latinoamericana de Teología. Nº
100. citando a Ellacuría, I., Utopía y profetismo desde América Latina, en Revista Latinoamericana de
Teología http://www.servicioskoinonia.org/relat/100.htm

25
Son viables las propuestas que surgen en ciertos medios de generar un desarrollo sostenible,
capaz de responder a las problemáticas ambientales. Un desarrollo sostenible implica que
haya disponibilidad de los diferentes actores del conflicto, pero en especial de los gobiernos
que patrocinan los grandes proyectos que afectan los ecosistemas. Es utópico que ellos
asuman una conciencia ecológica -planetaria, si los intereses económicos y políticos no son
asumidos como proyectos de integración y participación a favor de los pueblos o porque
no, de todas las especies vivas. Siendo realistas y según Boff:

Se carece de una sociedad sostenible que encuentre para sí el desarrollo viable que
satisfaga las necesidades de todos. El bienestar no podrá ser solamente social, tendrá que
ser sociocósmico. Deberá atender a los demás seres de la naturaleza, como las aguas, las
plantas, los animales, los microorganismos, pues todos juntos constituyen la comunidad
planetaria en la que nos incluimos y sin ellos nosotros no podríamos vivir26.

La propuesta queda corta frente a la opresión que ejercen las naciones poderosas por
mantener sus posiciones sociales absorbiendo a los países pobres de sus recursos. “No hay
una posibilidad de que el desarrollo sostenible posibilite salidas inmediatas a la crisis por el
simple hecho de pretender disminuir las consecuencias ambientales con el avance de una
industria desenfrenada y una economía de rapiña”27. Se hacen presentes grandes economías
del mundo que buscan en sus políticas de producción la ganancia a bajo riesgo,
disminuyendo costos, con la variante de no hacer retribución, por esta razón la
desforestación, la contaminación de aguas y del aire son parte del resultado de economías
que se desarrollan aceleradamente y se vuelven destructoras de la naturaleza y de paso
algunas se hacen inhumanas.

“Al tratarse de intereses se encuentra entonces una relación de explotación y lucro que
además aumentaría la brecha ya existente entre pobres y ricos y el mercado seria la norma a

26
Cfr. BOFF, Leonardo. Las 4 ecologías. Tomado de http://www.astrotranspersonal.com.ar/ecologiaboff.htm.
Consultado el 19 de septiembre de 2012
27
ACOSTA, Richard, Ecoteología: La Opción por la Tierra como lugar Teológico. Tomado de:
http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/libro.php?id_libro=339 consultado el 13 de septiembre de
2012.

26
seguir, absolutizándose dentro de la sociedad sin preocuparse por lo más esencial”28. El
resultado de esta situación es la problemática ambiental y social de la Tierra que plantean
visiones más eficaces y comprometidas con su sostenimiento, acciones de toma de
conciencia desde una educación que involucre razón y corazón a favor de la vida.

Es de ver que la protección al ambiente debe ser trasversal con otras visones y estamentos
sociales, la carta a la Tierra promovida por las Naciones Unidas muestra que “la protección
del medio ambiente, así como los derechos humanos, el desarrollo equitativo de los pueblos
y la paz van unidos, todos los problemas están relacionados: los ambientales, los sociales,
los económicos, los políticos y los culturales, lo cual invita a promover soluciones que los
tengan en cuenta conjuntamente”29.

La crisis planetaria se agudiza, el ser humano ha dejado de lado su capacidad de asombro

por las cosas que le rodean y ha ido centrándose cada día más en lo tecnológico y científico
- esto lógico no se demerita porque tiene grandes ventajas a favor de la misma humanidad -
pero el hecho está en que la creación, obra por excelencia de Dios se halla en profundo
peligro por causa de la acción humana que ha ido durante décadas abusando del planeta.

2. La realidad de la Tierra como un desafío para el ser humano - cristiano

Algunas cifras generales sobre la actual situación ambiental del planeta. Son más de 17
millones de hectáreas de bosques destruidos cada año en el mundo. Se emiten alrededor de
3000 millones de toneladas de dióxido carbono a la atmosfera. Hay más de 1000 especies
de animales y más 2000 especies de flora en grave peligro de extinción o amenazadas por
las actividades del hombre. La tasa de extinción de especies ha aumentado en un 100% en
los últimos años. En el mundo se genera diariamente 4 millones de toneladas de basura
doméstica, entre 20 y 50 millones de toneladas pertenecen a basura electrónica que

28
CODINA, Teología, 32
29
DOCUMENTO CARTA A LA TIERRA, tomado de:
http://www.cartadelatierra.org.mx/documentos/cartadelatierraTG.pdf, consultado el 20 de septiembre de
2013.

27
contienen sustancias tóxicas y peligrosas para la salud humana. Además llegan al mar 6,4
millones de toneladas. El 40 % de la población mundial no tiene acceso al agua potable30.

Ante estos problemas y realidades de la Tierra cabe dar una mirada a los desafíos que se
presentan para la humanidad y en especial para el cristiano o cristiana de estos tiempos.
Es apreciable las reflexiones suscitadas atreves de organismos de defensa y conservación,
que arduamente trabajan por generar conciencia y toma de posición en favor del planeta,
pero aun así, los desafíos continúan dándose y con mayor fuerza. Queda por lo tanto acudir
a la misma humanidad y a su conciencia, no hay otra salida. La misma humanidad se está
autoeliminando a la vez que deteriora o afecta su hábitat.

La mentalidad del ser humano está encaminada a su realización personal. “Es una
mentalidad antropocentrista. El antropocentrismo considera al ser humano como dueño del
universo”31. El hecho es que, la persona se pone en el centro del cosmos, y en este orden
todo ha de girar en su entorno. Todo va dirigido a su ser y quehacer colocando limites a su
relacionalidad, pero sin fronteras definidas en su actuar.

“Por lo cual, lo distancia del otro y de su entorno ambiental, y lo lleva a buscar un

desarrollo “infinito” en un mundo “finito”, limitado, con recursos agotables”32. Eso es la
realidad del ser humano, el cual tiene a la vez capacidad de razonar, de conocer y manipular
su propio contexto, de embellecer o no su casa. A lo largo de la historia el ser humano se ha
sumergido en disputas políticas, sociales, ideológicas, geográficas, desatando guerras o
conflictos que al parecer sus únicas salidas viables es por medio de las armas. Y en esto
también no se ha ahorrado recursos para hacerlas más sofisticadas y letales aun acudiendo a
elementos de alta complejidad para el planeta.

Hay que aclarar que esta desligación del hombre con la naturaleza no ha sido desde
siempre. Recordemos a nuestros ancestros para quienes había un vínculo sagrado con el

30
Datos tomados de: Medio Ambiente. http://www.medioambiente.net/datos-sobre-el-estado-ambiental-
del-planeta/. Consultado el 22 de octubre de 2014.
31
BOOF, Leonardo, Las Cuatro ecologías, tomado de
http://www.astrotranspersonal.com.ar/ecologiaboff.htm, consultado el 20 de septiembre de 2013
32
ACOSTA, Richard. ECOTEOLOGÍA

28
cosmos. La tierra, el agua, el aire, los animales, las plantas eran la base de su existencia.
Eran plurales y centrados en un bien común con lo que les rodeaba, porque partía de la
sintonía con lo planetario. Eran con la naturaleza y para la naturaleza. Las culturas antiguas
y en especial las del continente americano tenían un contacto con la naturaleza de carácter
vital. La tierra era lo que generaba vida y además la resguardaba otorgando los recursos
necesarios para su sostenimiento; el alimento, la medicina, los medios energéticos. Había
una comunicación espiritual y corporal con lo cósmico.

La relación reciproca de las personas con lo sagrado, lo divino manifestado en la naturaleza

generaba convivencia. Solo citemos algunos ejemplos de las culturas originarias de
Latinoamérica incas, mayas, aztecas, chibchas, muiscas, para las cuales la tierra era un
refugio, “constituía ese lugar sagrado, el espacio de vida comunitaria y espiritual donde
confluía una comunión profunda entre el ser humano, la tierra y lo divino. Por eso los ritos
para agradecer los frutos, la lluvia, la vida. Ahí la tierra merece respeto y al no darse una
armonía por las actitudes sociales, repercute en la tierra de forma negativa”33. En sí, la
relación con la tierra generaba unas normas y maneras de vivir y convivir entre los pueblos
y la naturaleza.

Y para el pueblo bíblico la tierra es fundamental, allí se concentra de forma simbólica, toda
la vida de este pueblo. “Sin la tierra don supremo de Dios no hay identidad. Las primeras
promesas de Dios es la tierra, de quien es el creador de ella (Adam) es sacado el ser
humano (adamá) al quien se le otorga su cuidado y la transformación”34. Con la misión de
llenarla y someterla (Gen, 12-1-3). Queda claro que la humanidad en determinados
momentos de su historia ha comprendido que la tierra y lo que la compone es base de
relación y de convivencia. La naturaleza ejerce así su cometido de sostener al ser humano y
proveerlo en sus necesidades.

“La naturaleza abarca diversas manifestaciones, es compleja porque es constituida por

diferentes especies diferentes a la humana, los minerales, vegetales, los microorganismos,
todo ello constituyen unas realidades que asombran. Hay una combinación de energías,
33
CODINA, Víctor, Teología simbólica, 22
34
Ibíd. 40

29
procesos organizativos entre los seres vivos y los no vivos, todo por lo tanto esta
unificado”35. No es un sistema independiente sino al contrario incluyente, variado e
interconectado en todos sus componentes naturales.

“Es necesario anotar que la naturaleza se deriva de un largo proceso, en donde los seres
animados e inanimados fueron apareciendo de lo más simple a lo más complejo” 36, por
tanto también son históricos. Tienen así su carácter y valor, por ello no se puede dar una
separación entre la misma naturaleza, la historia y el ser humano, todo va íntimamente
ligado, todo tiene su trascendencia y todo aporta a una armonía cósmica.

Pero a simple vista esto no es llamativo para estas generaciones actuales. Ya que se carece
de un sentido común que armonice lo humano con lo planetario. La visión que hoy se
ejerce es de conquista, de admiración por lo mecánico, lo instantáneo aunque se haga
obsoleto con facilidad. Los proyectos son estructuras industriales que respondan a las
ofertas del mercado. La comunicación, el acortar distancias, la tecnología, eso conlleva a un
vivir preponderante, dejando de lado la capacidad de admirar y expresar los sentimientos a
partir de lo que nos rodea, es decir de lo cósmico, lo natural. “No solo existe la razón
instrumental como única forma de usar nuestra capacidad intelectiva, también se haya la
razón simbólica que pone en función los sentidos corporales y espirituales”37, para no solo
admirar sino para humanizar el entorno. El ser humano tiene la capacidad de reconocer
decisiones y comportamientos esto hace parte de su condición racional, que abre el espacio
para saberse como parte de un fenómeno vital, en este caso el planeta como medio o
escenario de diversidad, oportunidades y de diferencias.

Otro desafío es conocer. Boff sobre esto dice que “conocer es entrar en comunión con las
cosas”38. El ambiente no es solo aquello que rodea al ser humano, es algo más concreto y
diciente. Es la organización de diferentes elementos y seres vivos que interactúan entre sí,
ayudándose para su desarrollo. “Esto implica reconocer que la naturaleza es más que un

35
Pastoral del ambiente y ecología humana.
36
BOOF, Ecología, 36
37
Ibíd. 26
38
Ibíd. 26

30
simple “recurso”; el agua, más un derecho vital que una valiosa mercancía y el ser
humano más que una cifra, código de barras o dato estadístico como consumidor, cliente o
usuario”39.

Por tal razón, a partir de los finales del siglo XX, se comienza a desarrollar un área de
conocimiento conocida como las ciencias ambientales. Esto surge para comprender y
buscar soluciones a la compleja crisis ambiental que vive la sociedad globalizada en sus
relaciones con la naturaleza desde una visión más amplia que integre no solo una relación
sino también una actitud proactiva capaz de afrontar los retos ecológicos que se dan en el
presente del planeta40.

A lo anterior se debe dejar claro que para poder intervenir en las diferentes realidades de la
Tierra se hace necesario comprender o entender qué es esto. Y si no se logra tener ni el más
mínimo acercamiento no se verá resultado alguno que sea favorable. En los medios de
comunicación, en los planteles educativos se habla de los problemas ambientales, se ha ido
buscando una conciencia colectiva en el manejo de estos problemas. Es así como se exhorta
al reciclaje, por ejemplo, eso ya son acciones concretas y eficaces. Pero en la realidad se ve
que hace falta aún mayor compromiso, mayor conciencia y más conocimiento del tema.

Otro desafío es el sentido de pertenecía. La poca valoración del habitad, incide en no

asumir el deber y la responsabilidad que cada ser humano tiene con el planeta de cuidarlo y
protegerlo; es cuestión de sentir amor por la casa como lo tenían los ancestros. Todo se
basa en el compromiso y cuando este falta no se haya responsabilidad, sino al contrario se
buscan responsables. Además de deberes hay derechos y un derecho universal es el de la
vida; y sin agua, aire, alimentos, se vulnera ese principio que es de todos y que además es el
planeta.

De la humanidad se espera las respuestas, pero en especial del cristiano que va unido
íntimamente con la oferta de salvación dada por Dios y cumplida en su Hijo Jesucristo.
Desde el origen de la historia de la salvación esta va entorno a la tierra, una tierra nueva,

39
Tomado de http://ecoteologiapuj.blogspot.com/. Consultado en septiembre 21 de 2013
40
Cfr. Las Ciencias ambientales: una nueva área del conocimiento. P.19

31
una tierra comunitaria para todos sin exclusividad. Por eso Dios toma partido por los
desposeídos, marginados, excluidos del pueblo, para manifestarles su amor y misericordia a
través de los gestos y de las palabras de su Hijo que comunicaban compasión pero que a la
vez exigían reflejar valores a favor de la relación con el mismo Dios y con la comunidad.

Jesús en sus discursos valoraba la naturaleza, se descubre parte de ella, del entorno, de lo
que lo rodea, él no ha venido al mundo como un meteorito caído del cielo, él ha nacido de
la tierra, del seno de una mujer. Tiene además una patria, una cultura, una familia, pero es
en él donde se cumplen las promesas de esa tierra nueva, por eso en sus parábolas habla de
los lirios, del campo, de la siembra y de la cosecha, entiende el sentido de la creación hecha
por su Padre, la comparte y en su predicación desde el amor anima a descubrir la presencia
de ese Dios en lo simple y sencillo de la vida que da fuerza a la implementación de su reino
a favor de la vida y la justicia. Su enseñanza va orientada a la promoción de ese Reino y de
sus valores que no son contrarios a la defensa de la Tierra.

Dios creó el universo y cuanto en este se contiene, para el mismo ser humano, por esta
razón el cristiano está convocado a ser portador de vida y defensor del planeta, a no ser un
espectador pasivo sino activo, capaz de profesar y testimoniar su fe en medio de las
injusticias sociales y ambientales. Ser promotor de esa vida y de la salvación que se da
dentro de este mundo, desde su realidad. Así como él vino a servir y no a ser servido, el
cristiano de hoy, reconociendo su humanidad pero a la vez su divinidad está llamado a
despojarse de las túnicas y ponerse a lavar los pies de los otros. Despojarse de su orgullo e
intereses meramente personales y entregarse de nuevo a la comunidad, a su hábitat, a su
entorno, al planeta.

El desafío es reconocerse en comunidad, salvados por Dios y llamados a ser portadores de

buenas nuevas, a reconciliarse con el mundo y a generar caminos de conversión planetaria
confrontados con la Palabra en un encuentro con Dios. El sentido propio de la conversión
es el de volver a las acciones, en un recorrido que ayude a confrontar la vida con el
seguimiento a Jesús, con sus enseñanzas y exigencias de abrir el corazón para acoger al otro
desde una actitud de misericordia. Sentir misericordia, pasión y amor por la Tierra, es un

32
paso a la conversión, para pedirle perdón por las acciones que han generado la crisis pero
de ahí la retribución que favorezca la vida.

3. U na mirada breve al contexto colombiano

El cambio climático y los efectos que con este se presentan, involucran altamente a
Colombia a pesar de que es considerado como uno de los países con mayor biodiversidad
del planeta. Aunque según el Instituto Greenpeace, “Colombia no es uno de los
responsables principales de haber causado el problema del cambio climático -su
contribución llega a 0,3% del total de gases de efecto invernadero emitidos a la
atmósfera”41.

En el país los efectos climáticos se han notado con la más reciente crisis de sequia en
regiones como Casanare y La Guajira, en donde la falta de agua produjo la muerte a una
gran cantidad de especies de flora y fauna revelando así una presión a los ecosistemas
influenciados muchas veces por la explotación de los recursos naturales a gran escala como
es la minería y la ganadería, unido a la deforestación y la contaminación.

A esta problemática se le suma el deterioro y alto grado de contaminación de las fuentes

hídricas que en su mayoría desembocan sin tratamiento alguno a otros ríos, ciénagas o a los
océanos. En relación con esto el 14% del territorio nacional sufre de escases de este
recurso. La deforestación de selvas y bosques hacienden a 300 mil hectáreas anuales para la
implementación de cultivos como la palma de cera africana, sin contar los cultivos ilícitos
lo cual agrava la situación. Vale recordar que “los bosques proveen unos servicios y bienes
fundamentales para la sostenibilidad de los ecosistemas con la regulación del agua y del
carbono, con la producción de oxigeno y la conservación del suelo”42. Otras especies
afectadas son los arrecifes coralinos, los manglares y barreras naturales de protección que
han desaparecido en amplias zonas en especial en la región Caribe.

Sobre este tema El Tiempo publico un informe sobre la actual situación ambiental en el
país, arrojando cifras preocupantes que implican diversos sectores como el industrial,

41
CAMBIO CLIMÁTICO: FUTURO NEGRO PARA LOS PÁRAMOS Noviembre 2009. Colombia. p 5
42
Ibíd.

33
agropecuario y doméstico los cuales producen aproximadamente 8.950 toneladas diarias de
materia orgánica contaminada y diariamente se descargan al entorno natural 4.5 millones de
m3 de aguas residuales. Así mismo la reducción en un 90 por ciento de la pesca en el río
Magdalena, la desertificación de partes del Valle del Cesar, la intoxicación con mercurio de
los lechos de los ríos Cauca y San Juan, la pérdida de la biodiversidad en el Valle del
Cauca, en el Medio Magdalena y en el piedemonte llanero, la destrucción casi total de los
bosques secos tropicales de la costa Atlántica, la contaminación con agroquímicos de los
arrecifes de coral y el desequilibrio de la red de ciudades con la conformación de una
metrópoli tugurial de 7 millones de habitantes a 2.650 metros sobre el nivel del mar43.

Los anteriores son algunos datos generales del contexto colombiano que muestran la
situación ambiental en el país y que en su mayoría es producida por el mismo ser humano.
Junto a esta situación se le une la degradación de los paramos con perdidas anuales de
12.000 hectáreas de sus ecosistemas los cuales son remplazados por pastos, cultivos o
infraestructuras (se estima que el 0,29% de las zonas de paramo tiene títulos mineros los
cuales ascienden a 60 títulos). Se estima además que en 30 años Colombia no tendrá
nevados debido a la pérdida de la masa glacial que llega a un 53% en las últimas décadas.
Junto a ello hay amenazas de desaparición o degradación de 68 especies de aves, 40 de
mamíferos, 55 de anfibios, 25 reptiles, 89 de frailejones, palmas, musgos y afines. Estos
últimos datos corresponden al sector de los paramos, el cual es el escenario a donde se
proyecta la presente investigación.

Quizás sea utópico el plantear una búsqueda de conciencia ecológica, pero se hace
necesario despertar intereses tanto personales como comunitarios, pues aún se está a tiempo
de reaccionar y de actuar. No se puede dejar de lado el tema ambiental y menos para los
cristianos, pues es el don de Dios donde refleja su amor y entrega por la humanidad. La
indiferencia solo conduce al no compromiso y a no asumir el ser comunitario. Ante esto la
teología puede ayudar a generar la toma de conciencia desde una reflexión que inculque
valores planetarios desde la visión de la Palabra de Dios para el ser humano como oferta de

43
Datos tomados de El Tiempo. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-737225. Consultado
el 22 de octubre de 2014.

34
salvación, como culmen de la creación y como destinatario primero de una misión
(Lc 4, 18-19) para entender la Tierra como una nueva forma de relacionar lo humano con lo
natural.

35
 CAPITULO III

APROXIMACION TEOLOGÍCA PARA UNA CONCIENCIA ECOLOGÍCA

En el capitulo III se hace una aproximación teológica a partir de la reflexión del salmo 8.
Cabe recordar que no se trata de una exegesis al texto, sino a partir de éste identificar
elementos que ayuden a fomentar un acercamiento a la Palabra de Dios que impulsa y
motiva la conversión de la vida y ayuda a identificar su oferta de salvación. En este caso
para desarrollar una conciencia capaz de contemplar su creación como don de gracia y
amor para con la humanidad. De igual forma la intención no es el de generar un debate
sobre la razón y la fe, porque tanto la razón y la fe son parte de las experiencias humanas
que posibilitan encontrar las respuestas apropiadas a cada situación. El ser humano siempre
se ha preguntado por su existencia y su papel en el mundo. Las justificaciones son variadas
desde las diferentes materias. La ciencia aporta para el desarrollo inteligible de la
humanidad con su entorno. La fe abarca lo sensible en relación con lo divino y lo humano,
cada cual interviene abriendo espacios de crecimiento en todas las dimensiones.

El hecho es despertar la conciencia no degenerarla o volverla pasiva, pues no se estaría

aportando en nada y los cambios o transformaciones no se darían a favor del planeta. Y al
hablar de planeta se refiere a todas sus manifestaciones de vida. La misma historia tiene
mucho que comunicar y a la vez instruir a la humanidad que es protagonista de esta. La
intención primaria es devolver el sentido que muchos hombres y mujeres tuvieron de su
entorno como algo sagrado que merecía respeto y consideración, y que con el tiempo se fue
perdiendo al introducirse unas ideas capitalistas lejos del término planeta.

El relacionar la teología a la vida de la Tierra no es limitar la reflexión sino posibilitar su

ampliación y aplicación a la vida de una comunidad formativa hacia la búsqueda de
acciones que vayan en favor del medio ambiente. Acudiendo al conocimiento que ayude a
integrar la formación de conciencia con la vida cotidiana en el espacio exterior donde esta
se desarrolla. Citando la carta de la tierra es: “Impulsar el estudio de la sostenibilidad
ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento
adquirido”. Lo alternativo de la reflexión es el aporte de la Palabra que motiva y da fuerza

36
a seguir el camino hacia una toma efectiva de conciencia para disminuir el problema
ecológico que hoy afecta el mundo.

El generar conciencia ecológica para el cuidado y para la cultura planetaria implica la

experiencia de cada persona en relación con Dios, por eso para el cristianismo la Palabra es
importante, es animar la fe del creyente para que desde allí este coopere a favor del mundo,
y es que el cristiano a partir de su fe está llamado a reconocer su acciones a favor de la vida
y la creación como lo manifiesta Lan Bradley quien dice que:

La fe cristiana es intrincadamente verde; la buena nueva del Evangelio es promesa

de liberación y plenitud para toda la creación. Aunque para encontrar el Evangelio
verde […] necesitamos borrar siglos de pensamiento antropocéntrico que colocaron
al hombre, y no a Dios en el centro del universo y que hicieron de la Iglesia
occidental un cómplice de la explotación indiscriminada y la contaminación de la
Tierra44.

Lo anterior indica la llamada que la misma creación le hace a la humanidad de no

distanciarse de la realidad, sino de afrontarla con decisión y empeño buscando salidas al
conflicto ecológico, colocando todo el interés posible, algo así como hacer una donación
desde la dimensión espiritual.

La fe es parte fundamental del cristiano, es aquello que posibilita un encuentro con Dios “el
encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y,
con ello, una orientación decisiva”45. Por tanto la fe compromete en la medida que está
acompañada y formada con miras a ser activa dentro de la comunidad, es una fe centrada en
la persona de Jesucristo y animada por el Espíritu que lleva a reaccionar al creyente y a ser
seguidores de aquel en quien tiene puesta su confianza.

1. La Palabra
Es necesario acudir a una interpretación de la Palabra de Dios que ayude a dar sentido a la
reflexión y la fortalezca, para seguir hacia adelante en una propuesta de generar conciencia
44
BRADLEY, Lan, Dios es verde. Cristianismo y medio ambiente. Santander: Sal Terrae. 1990. P.55
45
Benedicto XVI, Deus Caritas Est

37
ecológica en una comunidad humana – Cristiana. La Palabra no como adorno sino como
una fuerza capaz de incidir y transformar en un ámbito de producción aplicable a la
formación de hombres y mujeres atraídos por mejorar sus escenarios cotidianos. La
ecología debe además generar una cultura por la vida y la sostenibilidad como lo propone
Moacir Gadotti: “Una cultura de la sustentabilidad es también, por tanto, una cultura
planetaria o sea, una cultura que parte del principio de que la tierra es constituida por una
sola comunidad de seres humanos, los terráqueos, y que son ciudadanos de una única
nación”46. Por lo tanto se busca que el ser humano - pero en especial el cristiano den un
sentido a lo que les rodea, a la creación, al planeta, pero en conciencia de ser parte del
problema y de la solución. No es distanciar la reflexión sino acercarla a una experiencia de
vida, de relación con lo divino, pero no como algo que se quede en un término de
trascendentalidad, sino que llegue a la conciencia y genere acciones favorables por la Tierra
o el cosmos.

La intención no es la de hacer una reflexión exegética y exhaustiva de la Palabra sino el

descubrir de manera general e interpretativa elementos vitales para sustentar el trabajo
desde la propuesta del salmo 8, con miras a ver la fuerza de la Palabra que educa y
trasforma conciencias. El hecho es el de ver la realidad que vive la Tierra y hacer un juicio
holístico que abra espacios de conversión planetaria desde el corazón de la humanidad. “No
se puede seguir pensando que la Tierra es solo un escenario de la historia humana, y que
Dios la creo y se distancio de ella, al contrario es descubrir que es un lugar en evolución de
la vida de las especies y que Dios sigue presente para que el ser humano se sienta ser
natural, parte de la Naturaleza, de la Tierra que siente, que piensa y ama, materia-energía
organizada que llega a la conciencia, a la reflexión, a la profundidad existencial”47.

El motivo es generar esperanza y optimismo en las personas impulsando un acercamiento a

la realidad y generando un deseo de conocerla y comprometerse con ella para que el ser
humano no se sienta distante, ajeno de la naturaleza sino dentro y parte de esta. “El destino

46
GADOTTI, Pedagogía de la Tierra.
47
Cfr. VIGIL, José María, Revista RELat, Desafío de la ecología a las religiones,
http://www.servicioskoinonia.org/relat/425.htm. Consultado el 12 de octubre de 2013

38
de la naturaleza no está en ser dominada y utilizada arbitrariamente por el ser humano, sino
en saber que la creación vive en la esperanza de ser también ella liberada de la
servidumbre, de la corrupción y participar así en la gloriosa libertad de los hijos de Dios”48.
Sabemos, en efecto, que la Creación entera está gimiendo con dolores de parto hasta el
presente (Rm 8, 20- 22). No es algo desconocido y se ajusta a la crisis que atraviesa el
mundo. La esperanza es ver la luz de la vida, como se manifiesta en el parto, que es el
recibir una nueva criatura que da alegría y esperanza a los suyos.

2. Hombres y mujeres herederos de la Tierra

La Tierra es el espacio vital donde se desarrolla la vida humana y a la vez posibilita la

existencia, el ser y qué hacer de la humanidad. Por ende no es simplemente un objeto de
consumo, sino de cuidado y de responsabilidad. La Tierra es todo un proceso evolutivo que
implica tiempo, las cosas no se dan de forma instantánea, como si se puede dar la
afectación de los recursos. El ser humano moderno ha ido perdiendo el sentido de lo
procesual y a la vez ha empobrecido su existencia creyendo como lo expresa Antonio
Pagola: “que el pensamiento racional es lo único válido y definitivo, y se ha ido quedando
ciego interiormente para captar los más esencial. Indica igualmente este autor que el ser
humano ha desarrollado de manera insospechada sus técnicas de observación y análisis de
la realidad, pero ha perdido el sentido de lo trascendente”49. Siendo así, se puede ver que la
crisis ambiental parte de presupuestos afines donde la pérdida del sentido y la conciencia
planetaria conlleva a prácticas destructoras en vez de prácticas sostenibles y viables a favor
de la vida.

La Palabra que es abierta, que se ofrece para desvelar acciones humanas que afectan la
relación con Dios, con los otros y con el mundo. La palabra cuestiona y pone en alerta para
responder a los desafíos que vive el planeta. No hay una desligación del mensaje, todo tiene
un eje trasversal que une la proclamación de la Palabra con la vida en todas sus
expresiones. La propuesta a la defensa de esta, a descubrir que la Tierra es un tesoro que
hay que saber admirar, cuidar y administrar. Es volver al sentido de la creación para
48
Ibíd. Desafío de la ecología a las religiones,
49
PAGOLA, el camino abierto, p114

39
sentirnos creaturas creadas para la vida y no para la muerte, para generar espacios ideales
de crecimiento y desarrollo y no para acabar con los recursos que son parte del equilibrio de
la vida planetaria.

¿Cómo se puede hacer de la Palabra un compromiso con el planeta? La Palabra de Dios

tiene una fuerza por si sola que incide en el oyente, la palabra abre el camino de relación
con Dios y con la creación posibilitando una hermenéutica influyente en el pensamiento y
actuar de las personas. Por eso la palabra educa, forma y trasforma a quien la escucha y la
pone en práctica (Mc 3,34-35) Una de las labores de Jesús fue enseñar a través de la
Palabra, de despertar la conciencia de la gente devolviéndoles la esperanza y animándolos a
ser propositivos y activos, en si a producir frutos desde el Espíritu a favor de la comunidad.

Dicho aprendizaje parte de la convivencia no relativizada y en función de una realización

que libere a la persona de sus posturas individualistas y se ponga así en relación con el otro
desde la caridad, el servicio y la justicia. El objetivo del proyecto de Jesús es educativo y va
en sentido de la instauración del reino de Dios, el cual, es parte de su misión en la tierra
centrada en la persona humana y en su dignidad plena.

La Palabra forma y genera conciencia, por lo tanto hace responsable a la persona de

extender el reino de Dios en el mundo, pero también de esparcir la semilla del cuidado y del
sentido a todo lo que lo rodea, esto supone un nuevo modo de vivir y de habitar el planeta
articulando su pensamiento con las acciones que incidan en la humanización del mismo ser
humano que ha ido olvidando que es la expresión máxima de la vitalidad y que pertenece a
50
una comunidad de vida, a un planeta, a la “Gaia” o a la “Pacha Mama”, en sí a un
superorganismo vivo. La persona comprende al escuchar la Palabra de la gran misión
evangelizadora de promover la vida no solo orientada a la relación con el género humano
sino además con la creación, descubriendo que Dios trabaja para que su plenitud llegue a
50
El cuidado necesario, p 146. Es prudente aquí también recordar que la Gaia surge de la teoría del químico
ingles James Lovelock quien en 1969 manifestó que las condiciones reinantes en el planeta no son el mero
resultado de reacciones físico-químicas sino que son mantenidas así por el conjunto de seres vivos del
planeta (la biósfera) y la interacción con su entorno. La llamó Teoría de Gaia, en recuerdo de Gaea, la diosa
tierra de los griegos, análoga a la Pacha Mama, que es el principio explicativo fundamental en la cosmovisión
de los pueblos de Sur América. Lo que significa que el planeta Tierra puede ser considerado como un ser
vivo. Ver http://www.gaiaconscience.com/esp/quees.htm

40
todo el cosmos que es sustento para la supervivencia y la convivencia humana. Es por lo
tanto ver la nueva cosmología que habla de un entorno en movimiento emergente, en
procesos evolutivos que son parte del mismo proceso de la vida y de la biodiversidad.

Una nueva comprensión y una nueva conciencia de sentido y cuidado posibilita descubrir
“el error de considerar la naturaleza como una inmanencia desprovista de transcendencia,
de sacralidad, de divinidad”51. La vida tiene sus expresiones en lo que podría considerarse
lo más insignificantico y simple que rodea al ser humano y en especial al cristiano de hoy,
quien necesita de nuevo de lo trascendental de comprender la fuerza de su fe que se da
desde el servicio y la promoción de la justicia identificándose con el proyecto de Jesús y
con la creación como don supremo de Dios para la humanidad. Es hacer de la palabra una
semilla penetrante que germine en estos tiempos de crisis y de desolación para dar frutos de
esperanza en una nueva Tierra cuidada y valorada.

3. Una mirada a la Palabra desde el salmo 8

2 Señor, dueño nuestro,

¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
Quiero adorar tu majestad sobre el cielo
3 con los labios de un pequeño lactante:
Levantaste una fortaleza frente a tus adversarios
para reprimir al enemigo vengativo.
4 Cuando contemplo tu cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que en él fijaste,
5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano para que te ocupes de él?
6 Lo hiciste apenas inferior a un dios,
lo coronaste de gloria y esplendor,
7 le diste poder sobre las obras de tus manos;

51
Cfr. Revista RELat, Visión ecológica y supervivencia planetaria Concept paper for EATWOT’s General
Assembly at Yoghyakarta, Indonesia, 2012 http://www.servicioskoinonia.org/relat/425.htm. Consultado el
12 de octubre de 2012

41
todo lo pusiste bajo sus pies:
8 manadas de ovejas y toros,
también las bestias salvajes,
9 aves del aire, peces del mar
que trazan sendas por los mares.
10 Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!

El salmo 8, es una alabanza donde se exalta la grandeza de Yahvé, Señor de todo lo creado.
Allí el salmista bajo el encanto de un cielo estrellado redescubre a un Dios creador que
confía su creación al hombre y lo coloca en lo más alto como lo expresa el Génesis1, 26-
28: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen […] Sean
fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla […] les doy todo...” Esta alabanza
parte de una admiración como actitud primera que luego da paso a la quietud
contemplativa, la cual se hará presente a través de todo el salmo52.

3.1. Estructura del salmo

El salmo está dividido en dos partes, en la primera se centra en Dios y en su majestuosidad

(vv. 2-3) y la segunda gira entorno a la pregunta por el hombre (v. 5). Lo inicia y cierra
una exclamación a modo de estribillo (v.2 y v10) donde se entona y hace eco de la grandeza
del nombre del creador sobre la tierra, la cual es el escenario donde se expresa la
manifestación de la gloria de Dios que hasta los niños se dan cuenta de ello (v.2-3) porque
la manifestación de Dios se hace a los sencillos (Mt 11,25), mientras que los adversarios, es
decir aquellos que con su actitud quieren ocupar un puesto “divino” (Gn 3,3-5) y se
engríen de su condición y no logran contemplar la presencia de Dios en lo simple de su
creación. Como lo declara Ángel Aparicio:

Hasta los niños de pecho se dan cuenta de ello. Fina ironía contra los esprits forts y
autosuficientes de su tiempo, que cerraban los ojos a tanta grandeza. Jesús, al entrar

52
Cfr. 96

42
 triunfante en Jerusalén, recuerda este texto para confundir a los escribas y fariseos,
que -obcecados por el orgullo y sus intereses personales- no sabían reconocer al
Mesías, mientras lo proclamaban tal los niños de la calle (Mt 21,15-16), dando así
un argumento o prueba de su existencia a los adversarios y rebeldes que,
confundidos ante este clamor universal, quedan reducidos al silencio53.

En la primera parte, el salmista a pesar de contemplar la obra de la creación (vv. 2-3), no se

dirige directamente a ella sino a su creador. Por lo tanto, “el salmista, lejos de reconocer
como divinidades a los astros y a la misteriosa transmisión de la vida, lo presenta todo
como obra del único Dios del universo, que gobierna todas las cosas con «número, peso y
medida» (Sab 11,21)”54. Esto lleva a ver que la alabanza no se queda en las cosas, es decir
en la tierra, el cielo, las estrellas o la luna, la alabanza trasciende al hacedor de estas cosas,
a ese Dios presente en la historia, el cual es único, todo depende de él y a nada se le puede
comparar. Él obra desde la sabiduría por ello el mundo no surge de la nada sino de la
grandeza del mismo Dios, quien lo asiste y dinamiza desde su Palabra misma (Jn 1,1-5), y
atreves de esta, llama todo a la existencia por la fuerza que posee (Sal 33, 6-9).

Pero esa obra de grandeza que el mismo salmista alaba da un paso más en los vv.4-9, que
constituye la segunda parte del salmo. Pues al reconocer a Dios y su creación, se pasa a la
grandeza del hombre que ha pesar de su condición de pequeñez, Dios le ha dado el dominio
sobre las criaturas: lo hiciste apenas inferior a un dios. Aquí se hace énfasis en la pregunta
sobre el hombre y su qué hacer en medio de la creación, “en esto se funda su imagen y
semejanza con el Creador, según la interpretación de los Padres griegos, aunque este
poderío y semejanza con lo divino hay que buscarlo en su naturaleza racional, dotada de las
facultades de dominio por excelencia, la inteligencia y la voluntad”55 según lo expresa
Aparicio.

Los vv.4-5 comunica la viva imagen de Dios en su creación, como lo pone en manifiesto
Juan Guillén Torralba:

53
Tomado de http://www.franciscanos.org/oracion/salmo008.htm. Consultado el 3 de octubre de 2014.
54
Ibid. Consultado el 3 de octubre de 2014.
55
Ibíd. Consultado el 3 de octubre de 2014.

43
 Debido al hecho que el ser humano es la criatura más cercana al creador
dentro de la imposibilidad de ser como él. Y en cuanto al papel del hombre
en la creación, la biblia se distancia de otras mitologías. En ellas se dicen
que los hombres fueron creados para servir a los dioses, mientras que aquí
lo son para compartir con Dios el dominio de lo creado: ahí radica su
semejanza con su Creador. Su tarea será controlar, complementar y
enriquecer las fuerzas que el Hacedor sembró en el universo. Su poder no es
absoluto: si su actuación comporta deterioro de la naturaleza, mal uso de las
fuerzas o del poder que ésta atesora, su ciencia e industria traerán maldición
en lugar de bendición. 56

En sí, la tarea del hombre no es otra que de cuidar y guardar la creación, recordando el
Génesis 2,15. Una tarea que compromete su existencia, pero a la vez su libertad y
responsabilidad. El ser humano no es un ente ajeno o separado de lo que le rodea, es ser en
relación con todas las manifestaciones que circundan en su entorno. El ser humano no está
atado a unos condicionamientos que limiten su actuar, no es un simple objeto mercantil,
sino que supera todo esto desde su condición de dignidad. Dios respeta y potencializa
dicha dignidad, por eso le confía su obra y lo enaltece ante las demás criaturas, no para
coartar su existencia sino para recordarle a ese mismo ser humano su condición de creatura
y así este no trasgreda el límite de la humildad y se endiose. (Gn 2,17)

2.2. Conclusión del salmo

¿Qué es el hombre? Sin duda alguna esta pregunta es y estará siempre presente en la
existencia del ser humano, que se pregunta constantemente por su ser y condición desde su
propia razón, buscando llegar a un conocimiento veraz de sentido antropológico y ontico, pero lo
cierto es que no será nada fácil llegar a una respuesta definitiva por la misma condición del ser
humano como un ser complejo en constante evolución. Y dentro del salmo 8 es una pregunta de
vital importancia. El salmista se pregunta ante la majestad de la creación por la condición
del ser humano, el cual también ha sido creado por el hacedor del universo. Y ante esto
56
Torralba, Juan Guillen, Comentario Al Antiguo Testamento 01, Navarra: Editorial Verbo Divino, 1997.

44
“vuelve la mirada sobre si mismo y se da cuenta de que él, pequeño y mísero, un soplo y
una sombra – como lo describe el Sal 144,3 - es lo más grande y maravilloso del
universo”57. De esta manera el autor busca dar respuesta a su pregunta partiendo de que
Dios se acuerda del ser humano del cual cuida constantemente.

La pregunta no se pierde ni se debilita ante la grandeza de lo que contempla el salmista.

Sino injiere un carácter de gran valor para este, al tratar de responder desde su propia
condición de limitación pero también de grandeza, porque lo hiciste poco inferior a los
ángeles. ¿Y quién es ese hombre? Un ser creado por Dios, capaz de ver y de descubrir en lo
que le rodea la majestuosidad y fidelidad de ese Dios creador, el cual, lo cuida y le confía la
obra de sus manos “constituyéndolo rey de la creación; lo ha investido de dignidad y de
poderío; lo ha coronado de gloria y honor (1 Co 15, 27; Heb 2,5-9) […] por eso el salmo es
un canto a Dios, artesano del hombre”58. Por lo tanto Dios no restringe a su creación sino la
potencializa desde su propia majestuosidad y gloria generando un espacio de relación
capaz de llevar al mismo ser humano a reconocerse como creatura, como creación. La
majestuosidad de Dios se traduce en una plena confianza de él hacia su obra, a la cual está
vinculado estrechamente y por la cual se comunica y se manifiesta constantemente
facilitando así la admiración que de paso a la alabaza “¡Señor, dueño nuestro, que
admirable es tu nombre en toda la tierra”.(v.2)

El ser humano es imagen y semejanza de Dios. “Él, humano, hijo de Adán, que lleva en su
mismo nombre la condición de tierra […] capaz de contemplar lo cielos, de tomar en sus
manos el pleno de las cosas y elevarlas en canto al creador”59. El salmista está convencido
de ello. Su ser de creyente lo lleva a admirar pero también a reaccionar sobre su condición
de creatura, como declara la constitución del concilio Vaticano II, Gaudium et spes, «el
hombre ha sido creado "a imagen de Dios", capaz de conocer y amar a su Creador, y ha
sido constituido por él señor de todas las criaturas terrenas, para regirlas y servirse de ellas
glorificando a Dios» (n. 12). Allí, se implica un compromiso, pues al saberse el ser humano

57
GUIJARRO , Santiago . GARCIA, Miguel Salvador, Comentario al antiguo testamento II. Estella: La casa de
la Biblia, 1997,p. 407
58
Ibíd. P 407
59
GONZALEZ, Ángel, El libro de los salmos, introducion, versión y comentario. Barcelona: Herder, 1984, p 75

45
incluido como “soberano” adquiere un nuevo matiz fuerza en la alabanza, de que Dios
elige al hombre de entre lo creado para ser parte del proyecto de la creación que va en favor
siempre de la vida: “le diste poder sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste bajo sus
pies: manadas de ovejas y toros, también las bestias salvajes, aves del aire, peces del mar
que trazan sendas por los mares.”(vv. 7-9)

Por lo tanto, aquí se ha de tener en cuenta que a pesar de la confianza puesta por Dios al ser
humano al que le concedió la dominación sobre la obra de sus manos, hay algo que no se
puede dejar de lado, lo cual lleva a identificarlo como creatura y no como un dios. Según lo
manifiesta Piotr Roszak “Lo confiado es la obra de las manos y no la de sus dedos, ya que
esta última se refiere al cielo, y supera las facultades del hombre […] El pensamiento
bíblico muestra la perspectiva que sitúa al hombre «enfrente» de Dios, pero no enfrentado:
como alguien que ha recibido una gran misión (el desarrollo del mundo como desafío de la
creación) y es responsable de ello ante el mismo Creador”60. Por eso el salmista concluye
con fuerza su alabanza (v.10) pues toma mayor sentido porque ya ha hecho un recorrido
por la grandeza de Dios reflejada en su creación pasando por la condición de ser humano
preguntando y respondiendo por este. La fuerza radica en reafirmar: ¡Señor, dueño nuestro,
que admirable es tu nombre en toda la tierra!

2.3. Aporte del salmo para el desarrollo de una conciencia ecológica

Sin lugar a dudas el salmo nos sitúa en una realidad concreta, la creación como
manifestación de la grandeza de Dios para con la humanidad y la acción de esta ultima
como administradora de dicha creación. Hoy podemos con toda seguridad afirmar que el
universo es inmensamente grande y misterioso, el cual genera constantes interrogantes al
ser humano. El salmo conduce a superar el antroprocentrismo

La humanidad está sumergida en medio de dicho universo organizado en un gigantesco

cosmos que se hace imposible conocer y entender en todas las dimensiones, a pesar que se
cuenta con un gran avance científico y tecnológico que traspasa fronteras, el conocimiento

60
ROSZAK, Piotr, El hombre ante Dios. Comentario de Tomás de Aquino al Salmo 8, a la luz de sus fuentes.
SCRIPTA THEOLOGICA, VOL. 43, Pamplona: Universidad de Navarra, 2011, p. 157

46
humano aún no logra abarcar la inmensidad del cosmos constituido por millones de
galaxias y estrellas. La Tierra es un simple punto minúsculo que gira alrededor de un astro
mayor a esta y paradójicamente del que depende su vida y existencia.

Quizás la Tierra se formó hace aproximadamente algunos 4.567 millones de años y la vida
surgió unos mil millones de años después. Actualmente es el único cuerpo astronómico
donde se conoce que hay vida, debido a la atmósfera y a otras condiciones terrestres que
alteradas por la biosfera del planeta favorecieron la aparición y el desarrollo de organismos
vivos. Así como la formación de una capa de ozono que junto con el campo magnético
terrestre bloquean la radiación solar dañina, permitiendo así la vida en la Tierra61. Esto solo
son algunos datos generales sobre el planeta Tierra para ilustrar la reflexión. El hecho es
que las condiciones que ofrece la Tierra para la vida son únicas hasta el momento, no hay
otro espacio o lugar donde estas condiciones se den por lo menos conocidos hasta el
momento, por lo tanto la Tierra se convierte en la casa mayor que alberga miles de especies
vivientes y en especial a una, la cual, tiene la capacidad de racionalizar y comunicarse de
diversas maneras pero que en ultimas depende totalmente de la biosfera planetaria para su
sobrevivencia.

El salmo 8 expresa la admiración que genera en la humanidad la inmensidad del cosmos o

de la creación desde los temimos utilizados en el salmo. Allí se revela la gracia de un Dios
que dinamiza la historia de la salvación a partir de su propia obra sin ausentarse de esta. Y
el centro de su obra es sin lugar a dudas el ser humano a quien dirige su plan salvífico y lo
involucra desde la libertad a ser parte activa del desarrollo de dicho plan, pero también de
su creación, como administrador. Por lo tanto se puede justificar desde el salmo 8 la
confianza puesta en el ser humano por parte de Dios. Pero dicha confianza no va en la línea
del control que lleva a la opresión, sino al contrario de la administración, la cual en simples
términos significa: Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes.
Según la RAE. No se habla de un poder que controle o de una gerencia exclusiva. La

61
Información tomada Datos de: Medio Ambiente. http://www.medioambiente.net/datos-sobre-el-estado-
ambiental-del-planeta/. Consultado el 22 de octubre de 2014.

47
administración de los bienes tampoco significa delimitar la creación a unos determinados
beneficios.

Siguiendo en la misma línea, lejos esta la competitividad de los espacios y recursos con las
otras manifestaciones de vida o especies. Entonces la pregunta surge ¿qué pasa con el ser
humano? ¿Por qué la actual situación de explotación de los recursos planetarios? Y la
respuesta puede ser que el hombre con sus acciones egoístas mal interpreto el “ser
administrador” o en palabras del salmo “el poder otorgado por Dios.” Ante esto Juan Pablo
II, hablando del ser humano desde el salmo 8, manifestó:

Con frecuencia ha actuado más como un tirano loco que como un gobernador sabio
e inteligente. El libro de la Sabiduría pone en guardia contra este tipo de
desviaciones, cuando precisa que Dios «formó al hombre para que dominase sobre
los seres creados (...) y administrase el mundo con santidad y justicia» (Sb 9,2-3).
También Job, aunque en un contexto diverso, recurre a este salmo para recordar
sobre todo la debilidad humana, que no merecería tanta atención por parte de Dios:
«¿Qué es el hombre para que tanto de él te ocupes, para que pongas en él tu
corazón, para que lo escrutes todas las mañanas?» (Jb 7,17-18). La historia
documenta el mal que la libertad humana esparce en el mundo con las devastaciones
ambientales y con las injusticias sociales más clamorosas62.

A pesar de la confianza, el ser humano ha generado a través del tiempo condiciones

nefastas que van en contra de la vida no solo humana sino también planetaria. El responder
el porqué de esta forma de actuar, seria complejo pero a simple vista se puede decir que
parte de su propia condición de libertad (Gn 3,5). El actuar del ser humano en muchos
casos no se ha detenido a la contemplación de su entorno como manifestación de la
grandeza de Dios, sino como una posibilidad capitalista globalizadora, y en estos tiempos
mucho más porque la devastación de los recursos naturales aumenta cada día.

62
Tomado de la: Audiencia general del miércoles 26 de junio de 2002 de Juan Pablo II. En
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/2002/documents/hf_jp-ii_aud_20020626
_sp.html. consultado el 5 de octubre de 2014.

48
“Por consiguiente, sí el ser humano es dependiente, entonces eso lo hace un ser planetario,
biológico y en relación con el cosmos, un ser emotivo y comunitario con unas
manifestaciones culturales que aprende, asume, interactúa y transmite y las cuales, lo
identifican y lo coligan a una sociedad, complementándolo plenamente como ser con
capacidad de conciencia y pensamiento”63. En sí, capaz de dar razón de su existencia, de
actuar y de modificar acciones que atentan contra la convivencia y el equilibrio ambiental.
Por ser emotivo tiene la capacidad de contemplar y dar sentido a su ser en transversalidad
con lo planetario.

Pero para ello hay que aferrarse a la esperanza para que en el ser humano afloren de nuevo
los valores y en especial el del cuidado. Es el momento indicado para despertar y poner
manos a la obra de salvar la creación pero sin dejar de soñar por un mundo, como lo
expresa Paulo Freile: “menos feo, más justo y más humano”64.

El mundo está en medio de un camino sin retorno, no se puede volver hacia atrás, hacia el
pasado, lo hecho ya está y se muestra en el presente atemorizando el futuro. El mundo sigue
girando y el proceso evolutivo a pasos gigantescos en cierta forma impulsados por el ser
humano. Cada día la catástrofe se hace más cercana, recordando que el tiempo se acaba y
que es la hora prudente para actuar, pero con un compromiso no de pocos sino de un
colectivo consiente en opción por la tierra y por los vulnerables, que se abra distancias del
abuso, la contaminación y la industrialización desenfrenada y brutal. “El sueño de la
libertad que los pueblos en un momento de su historia tuvieron, ese sueño que identifica y
apasiona debe ser un elemento que anime a al ser humano, al cristiano y cristiana a
apasionarse por la vida en una opción incluyente, que es la opción por los sujetos llamados
a la liberación, a la promoción y la dignificación”65. Es una propuesta que abarca la ética es
decir, un criterio capaz de orientar el quehacer humano hacia un bien común, que según
Aristóteles es la Recta Razón.

63
Cfr. MORIN, EdgaR, Los Siete Saberes para la Educación del futuro, orientaciones universitarias N° 28,
pontificia universidad javeriana, 200, p 50
64
Cfr. Teología de la tierra 29
65
ACOSTA, Ecoteología

49
Se requiere de la conciencia humana que aporte seriamente un avance diligente en la
restauración del valor trascendental que concrete con razón y corazón elementos justos y
adecuados para avanzar en la defensa planetaria pero en ese proceso y a partir de la misma
ética la reparación se hace vital. El mundo se derrite como los polos a grandes pasos, los
efectos se hacen visibles, es oportuna la consolidación de las virtudes y valores para
reconocer y asumir la responsabilidad humana y de cara al planeta reconciliarse con él para
restablecer las relaciones humano-planetarias.

Todo proceso tiene sus riesgos pero se tiene que aprender para poder equiparar las partes en
conflicto que en este caso es lo humano con lo ecológico. El aprendizaje tiene que ver con
los riesgos que se presentan, de cada situación se ha de sacar algo a favor desde una
evaluación continua y eficaz. No para desboronar sino para animar y permitir abrir caminos
de conciencia.

Reintegrar al ser humano al territorio, al cosmos, a la casa mayor, es poético pero no

imposible, la viabilidad es desde la prudencia y el compromiso. La educación es procesual,
nada se adquiere en un mínimo de tiempo, de procesos la tierra es sabia. Pero para la
reintegración no se puede acudir a otra especie sino a la humana misma, el problema no se
puede pasar como pelota de basquetbol, del uno al otro. Todo estamento social está llamado
y alertado por los gritos de la tierra a escuchar atentamente desde los signos de los tiempos
como lo considera la teología latinoamericana a proseguir con actitudes y prácticas
efectivas que rompan con la fuerza destructora. Y dentro de esos estamento la misma
religión está incluida y en especial el cristianismo que desciende de la creación de Dios.

Las aspiraciones a lograr una tierra nueva no está únicamente para los responsables del
tema ecológico, absurdo seria eso, es para todos los habitantes del planeta sin condiciones
de raza, credo u opción política o filosófica. Tanto el de Asía como el de América, del sur o
del norte de una u otra forma está involucrado en la realidad planetaria de crisis. Ardiente
es el deseo de una paz mundial, pero el resultado es otro, la violencia arremete contra la
vida humana, los conflictos se hacen inhumanos. Quizás el escalofrío se apodere de las
personas al conocer las noticias pero con los minutos pase y se generen otros sentimientos y

50
eso solo quede en datos para la historia. Eso no puede pasar con el planeta, no hay otro
remedio que despertar y ser consientes. Y el cristiano tiene un papel que desempeñar en
estos tiempos y es el de ser testigo de la Buena Nueva de salvación como experiencia
colectiva, no como algo exclusivo de unos cuantos.

“La llamada de atención viene dándose desde hace tiempo de la misma creación, el ser
humano es vulnerable porque la Tierra está enferma y las fuentes de vida están
amenazadas”66. La destrucción avanza, eso se hace lógico, cualquiera puede ver a simple
vista cuales son los resultados. Pero el gran lio es quién los asume y hace algo por
contrarrestarlos, esa es la inquietud ¿los Estados, las multinacionales, la industria, la
universidad, la iglesia? Queda esa pregunta abierta. Por ahora pasemos a la reflexión desde
la Palabra de Dios que da luces al problema no en términos pietistas sino prácticos de
encontrar los valores que ayuden a la solución más radical del problema ecológico.

3. De la Palabra a la Tierra

La Palabra es dinámica, pues pone en movimiento al oyente quien dejándolo todo se

encamina por una experiencia de seguimiento, para formarse, educarse y ser trasmisor de
esta misma. La palabra libera (Jn 8,31) se encarna y se hace vida en la persona (Jn 5,24) así
mismo la Palabra es creadora, desde un principio existía la palabra y todo existió por
medio de ella y sin ella nada existió de cuanto existe y en ella estaba la vida (Jn 1,14) es
claro que la presencia de la Palabra es parte vital del ser humano, pues por medio de ella se
comunica, congrega y comparte, no es estática ni pasiva, al contrario tiene una fuerza capaz
de traspasar fronteras y transformar pensamientos.

Esa misma Palabra es la del comienzo de la creación que se abre espacio en medio el caos y
ordena todo en una unidad orgánica y eficaz, a la que se puede llamar Tierra. La
integralidad surge y se concreta, todo va unido a la Palabra y depende de ella porque no
distancia sino que modifica lo intocable. Ya no es el caos o la tiniebla, es la luz la que
impera y da movimiento a lo inerte. La creación surge y se establece como lugar donde

66
FERRO MEDINA, Alfredo, el agua, fuente bendita de vida. Aproximaciones a una teología, espiritualidad y
pastoral del agua. Cali: Instituto Mayor Campesino, 2005, p.100

51
yace la vida del planeta y esa vida se extiende en una conquista épica para constituir un
ambiente vital para las especies que tiene como características la correlación pues su
sobrevivencia depende de todas.

Ahora se aproxima de nuevo el “caos”, la Tierra se está siendo maltratada y explotada cada
día van desapareciendo miles de hectáreas de bosques y con ellos especies animales y
vegetales, la creación se extingue por eso se hace urgente volver a la Palabra que crea y
armoniza, que da sentido y genera conciencia. “Es vital entonces humanizar por eso se
necesita una ecoformación, en si de una pedagogía de la tierra justamente porque sin esa
pedagogía para la reeducación del hombre o la mujer, no se podrá hablar más de la Tierra
como un hogar”67. La salida ante el caos es llegar al corazón de las personas como el
mismo Maestro supo hacerlo cuando anunciaba la Palabra que da vida. Es enfrentar la
incertidumbre de un futuro cercano con la formación de una ética capaz de hacer ver al ser
humano que es un individuo que hace parte de una sociedad y de una especie.

Esto significa que la humanización parte de un encuentro de la persona consigo misma pero
en conexión con lo que la rodea, eso le facilita la reflexión y le asegura una toma de
conciencia activa. El juzgar la realidad aporta implícitamente elementos graduales y
aplicativos a un proyecto sostenible y viable en favor del mundo concretamente en lo
referente a las acciones humanas centradas al consumo de recursos natrales.

Aparecida recuerda a la Iglesia latinoamericana que: “Como discípulos de Jesús, nos

sentimos invitados a dar gracias por el don de la creación, reflejo de la sabiduría y belleza
del logos creador. En el designio maravilloso de Dios, el hombre y la mujer están llamados
a vivir en comunión con él, en comunión entre ellos y con toda la creación”68. Esto asevera

67
MOACIR, Gadotti. Pedagogía de la tierra y cultura de la sustentabilidad http://www.red-
ler.org/pedagogia_tierra_gadotti.pdf tomado el 17 de octubre de 2012
68
Documento de Aparecida, el cual ofrece orientaciones para el cuidado de la naturaleza. Recuerda que en
américa Latina y el Caribe, se está tomando conciencia de la naturaleza como herencia gratuita que
recibimos para proteger, como espacio precioso de la convivencia humana y como responsabilidad
cuidadosa del señorío del hombre para el bien de todos. Sin dejar de lado el hecho que proviene de la acción
amorosa de un Dios que generosamente crea para compartir y para dar vida. es ahí donde el discipulado ha
de encaminarse en conciencia para una misión de proclamar el Evangelio y la defensa de la vida en todas sus
manifestaciones http:www.iglesia.cl/portal_recursos/social/acción_social/doc/aparecida_manambiente.pdf.
tomado el 19 de noviembre de 2013.

52
el reconocimiento de la acción de la Palabra que va a favor de la vida y aún más de la
Tierra. Enseña que la creación surgió para todos y se hizo para compartirla.

El paso a seguir es el de proponer unos lineamientos pedagógicos – pastorales, que aporten

a la formación de la conciencia ecologica que se ha ido despertando a través de la reflexión.
Teniendo en cuenta que se hace necesario inculcar en la sociedad aquellos valores
indispensables para la vida del planeta, pero esto desde la misma educación que involucre
una forma abierta y decidida en acciones humanas con la Tierra.

53
 CAPÍTULO IV

ALTERNATIVA PEDAGÓGICO-PASTORAL PARA EL DESARROLLO DE UNA

CONCIENCIA ECOLÓGICA

El capítulo IV presenta una alternativa pedagógico-pastoral enfocada desde la educación

como principio de transformación de prácticas que favorecen la toma de conciencia
propuesta. Porque una transformación de la conciencia en el ámbito social se logra llegar a
través de la educación, la cual, es el medio eficaz de lograr trascender e incidir en las
transformaciones socio-cosmológicas. Por esto se hace necesario dar una mirada y una
propuesta de la pastoral en unión a la pedagogía y de esa manera fortalecer el objetivo
planteado hacia el desarrollo de una conciencia ecológica-planetaria.

Por tal razón se ha de tener en cuenta que se está frente a un desafío para mitigar la
destrucción de la naturaleza y es el de devolver el valor integral a lo que por décadas se ha
ido despojando de todo sentido por la tendencia a transformar espacios para dar paso al
llamado desarrollo global. Esa misma sociedad ha de superar paradigmas que se han
impuesto para justificar la arrogancia humana de querer superar todo sin importar el costo a
pagar como el deterioro planetario.

La Tierra es la expresión máxima de la vida, pues la congrega y la promociona de forma

equilibrada, pero ese equilibrio fue violentado por las acciones humanas lo cual puso en
peligro Tierra y vida. La imagen de la explotada y abandonada remite al autor sagrado que
ve como la ciudad santa cae en la ruina, pues los poderosos de aquel tiempo con sus
acciones la condujeron a la destrucción. Pero en medio de esa situación la Palabra de Dios
surge para generar esperanza, no en sentido pasivo, sino una esperanza eficaz que anima a
los oyentes de dicha palabra poner toda confianza en algo nuevo que viene en camino y
transformara la vida y las relaciones entre los hombres y mujeres de todos los tiempos. La
restauración se dará a través del mismo Dios por medio de su Hijo.

En orden a esto, el papel de la pastoral es el de anunciar la Palabra abriendo caminos para

la promoción de la vida y del bien común, formando y fortaleciendo la fe y la vivencia del

54
Evangelio en cada cultura de forma que surja un compromiso de liberación en las diferentes
comunidades donde el anuncio se hace presente, con el reto que plantea Boff de:

El reencantamiento que no emerge voluntariamente; sino que surge cuando ensanchamos

nuestro horizonte, más allá del de la racionalidad moderna, y nos damos cuenta, por el
encantamiento simbólico y místico, de que el mundo es portador de un mensaje y de un
misterio […] la justicia, la paz, la benevolencia, la acogida del extraño, el perdón, la
convivencia con los contrarios, la unión y el amor entre los humanos y Dios69.

Hacia allá debe ser la apuesta, hacia una nueva forma de ver y comprender al mundo. La
pastoral facilita que el mensaje llegue y sea acogido y en este caso, con un mensaje de paz
y de bien a favor del planeta, despertando los valores y los compromisos que estos crean,
reflejando así el factor humano y liberador en relación con lo divino y con lo otro,
volviendo al reencantamiento por la vida y lo natural.

1. Hacía una educación generadora de conciencia

Efectivamente la apuesta es por una educación que genere sentido y conciencia en la

sociedad actual de manera que la reflexión no se quede en solo planteamientos de un
problema, sino que vaya más allá y formule opciones que superen los temores al
compromiso con la tierra. Pero para poder solucionar los problemas en el ámbito planetario
se debe partir desde el nivel local y en este caso desde la persona para que se “reconozca
como un ser humano con una misión que cumplir, valorarse y valorar todas las
manifestaciones de la vida, no ser indiferente a la problemática ambiental existentes en su
región y participar en la búsqueda de soluciones”70. Esto indica que la promoción es de una
educación capaz de ir hacia algo concreto y eficaz que garantice un compromiso, pues no se
pude apartar a la persona del problema, pero tampoco de la solución, es con ella, acudiendo
a sus capacidades para emprender procesos animados por una formación ambiental que
suscite esa conciencia que se requiere para poner en marcha cambios a favor de la tierra.

69
BOFF, Leonardo. Dignidad de la Tierra, ecología, mundialización, espiritualidad.
http://www.olimon.org/uan/Justicia.pdf. consultado el 23 de noviembre de 2013.
70
PEDRAZA, Nohora Inés, y MEDINA, Amanda. Lineamientos para formadores en Educación Ambiental, p 13

55
El camino a seguir es arduo pero necesario para el bien del planeta, asumiendo con coraje y
esperanza proyectos de convivencia planetaria incidentes en las comunidades. El control de
los recursos no se puede imponer, sino al contrario es el despertar en las personas un
sentido de pertenecía a un medio, a una casa como una opción de vida que exige saber
administrar dichos recursos, con un sentido de economía, de ahorro y de esa manera tener
para el futuro algo asegurado y propio. La ecología permite arriesgarse a ingresar en una
reflexión capaz de influir en el corazón de la humanidad, porque es parte de esta, de su ser,
es en esta donde se mueve y se desarrolla, no es en otro ámbito o medio sino en el aquí y
ahora de la vida, no se puede soñar con otro lugar y con otro tiempo, porque no está a favor
de la humanidad a pesar de sus cualidades y dones de conquistar y trasformar. La verdad se
pone de manifiesto pues se reacciona ahora o se va con pasos agigantados al caos o a la
destrucción.

La cultura a la vida se fomenta y se anima a través de medios eficaces, y la humanidad

cuenta con uno de ellos que es el de la educación, pero una educación orientada a la
participación activa desde el sentido y la conciencia por un mundo mejor, por un planeta
verde. “Porque la educación como proceso permanente que contribuye entre otras cosas a la
socialización del ser humano, implica el desarrollo de un proyecto en el cual los valores se
presentan como eje central y con los que se da sentido a su existencia”71. El ser humano es
un ser con sentimientos por lo tanto expresa constantemente emotividad que puede ser
variable debido a los estados de ánimo, pero la propuesta es a incidir en la forma no solo de
pensar sino también de sentir y vivir los valores. En últimas es reconocerse como un ser en
proceso de formación que nunca se acaba, sino que evoluciona día tras día, pues hay cosas
nuevas cada vez más porque conocer y la naturaleza es parte vital de esa formación y de la
cultura humana.

Se necesitan cambios en el proceder de la humanidad, pero que sean cambios integrales en

donde las personas busquen interiorizar su vida frente a lo que les rodea como parte de su
dimensión espiritual que ayude a interpelar pero también a replantear sus relaciones con lo
otro y en especial con el planeta, es saber por dónde seguir o al menos tener nociones claras

71
MAHECHA, Germán, RAMÍREZ, Alberto, PEDRAZA, Nohora. Educación ambiental, p 42

56
para establecer estrategias individuales o colectivas en la búsqueda de un mejor bienestar
social y ambiental. Y en esto los logros parten de esa conciencia activa y formada con bases
claras en favor de la vida que “impulsen a cambiar los pensamientos” como lo manifiesta
Morin72. Pero ese cambio de pensamientos en sentido de dejar de lado la creencia de
autosuficiencia e individualidad, hacia un pensamiento planetario, ecológico, propositivo y
veraz.

Por ende, la educación abre espacios para el ser humano en varios sentidos, pues lo
conduce al conocimiento ambiental en este caso, y así ayuda a buscar alternativas para
hacer frente a los problemas generados en el ambiente. Igual despierta actitudes que
contribuyan a la conservación del planeta reconociendo las potencialidades tanto
individuales como colectivas para resolver dichos problemas. Además genera prácticas de
relación entre sí y con las otras especies animándolo a participar responsablemente dentro
de la comunidad como agentes activos que le sirve y la respalda para modificar
comportamientos frente al entorno, sin olvidar la capacidad de tomar decisiones a partir de
la evaluación, la cual, permite introducir los cambios que sean necesarios para contrarrestar
los problemas ambientales.

Las oportunidades que concibe la educación también llevan a interpretar la condición

humana frente al planeta a partir de una lectura de la realidad concreta. Se sabe que el
problema ambiental proviene de los seres humanos como resultado de sus prácticas
cotidianas de desarrollo industrial, tecnológico, etc. Ante esto surge la propuesta de urgir la
conciencia ambiental en unión a una “ética ecológica personal, comunitaria y global”73.
Aquí entonces, se pasa de lo local a lo general o universal, pues ya se dan unas acciones
conjuntas que abarcan comportamientos colectivos a gran escala. Se podría considerar eso
como normas pero en sentido favorable, pues la ética conduce al saber decidir, elegir y
actuar que contribuye a un propósito colectivo, la convivencia, en sí, “a saber vivir juntos, a
conocer y respetar los derechos del otro [...] a la solución inteligente y pacífica de los

72
MORÍN, Edgar. HULOT, Nicolás. El año I de la era ecológica, 45
73
BOFF, Leonardo. Las 4 Ecologías

57
inevitables conflictos”74. Además de preservar el planeta, y eso solo se da en la medida que
las personas sean educadas para ello.

Necesariamente la educación es parte vital del ser humano, esta lo forma para asumir
compromisos dentro y fuera de la comunidad, pero en especial lo humaniza, lo hace más
receptivo y participativo. La educación no limita sino que extiende el conocimiento a una
infinidad de cosas y realidades, ayudando a ser consecuentes a través de proyectos y
procesos sociales incluyendo los planetarios. No hay un desfase en la concepción de una
conciencia ambientalista capaz de responder a los desafíos del hoy que el mismo mundo
plantea. Lógicamente se debe dar un espacio de reflexión individual donde se piensen las
experiencias, se valoren y a la mismo tiempo se confronten con otras para apoyarse y
plasmar vivencias en relación con el planeta. Eso es parte de la educación que genera
conciencia, pues abre las puertas a la participación activa que motiva a trabajar por la
solución de los problemas, el hecho no es solo analizar sino avanzar en un compromiso
dinámico que permita reconocer otras ideas favorables que sean propicias para la reflexión.

No obstante el camino se hace arduo, pues la propuesta puede considerarse utópica, pero
esto no limita la reflexión la cual ofrece aportes válidos para poner en práctica. No hay un
desfase en la propuesta sino al contrario es un reforzamiento para aplicar acciones a la
problemática del planeta y así ayudar a la viabilidad de su preservación. En esto se asocia la
diversidad de pensamientos y posturas y de sus características y objetivos que generan un
discurso ambiental sea particular o colectivo. El hecho es, que en la medida de lo posible
las estrategias que se den, sean tenidas en cuenta en los procesos de conciencia ambiental.

El éxito de los mismos procesos depende del conocimiento del medio donde se desarrollan,
sabiendo que son alternativas de búsqueda de incidencia y transformación, que requieren
una manera novedosa de presentar acciones educativas que sensibilicen los diferentes
movimientos sociales.

La educación ambiental está en relación permanente con todos los sectores sociales y crea
estrategias metodológicas diferentes según sus particularidades: Con el sistema educativo lo

74
Cfr. MAHECHA, Germán, RAMÍREZ, Alberto, PEDRAZA, Nohora. Educación ambiental, p 34

58
hace a través del movimiento pedagógico, con las comunidades a partir de la educación
popular, con la sociedad a través de los medios de comunicación. Para cada uno de los
sectores tiene retos y posibilidades que abordan partiendo de sus características y
necesidades. No obstante, siempre tendrá como dinamizador y multiplicador a un ser
humano sensible, no dogmático, con capacidad de asumir el cambio y entender las
diferentes lógicas presentes en las comunidades75.

Las estrategias para la toma de conciencia abarcan características necesarias para llegar a la
persona sin imposición alguna, pero si con un dialogo abierto donde se expresen la
diversidad del pensamiento para dirigirlo hacia la búsqueda común de acciones. Las mesas
de concertación ambiental son una posibilidad dentro de las comunidades con miras a ir
reflexionando la problemática y dar respuestas de apoyo a las necesidades ambientales.

1.2. Educadores para la Tierra

A partir de una conciencia planetaria, se puede concebir el ser educador o formador, pues
esto exige capacidad de comprensión sobre el tema, no únicamente en la problemática
ambiental sino en las diversas propuestas a favor de la vida y la ecología. Educar para la
Tierra implica ir a la experiencia personal con la creación, con sus pros y contras, en
sintonía con lo trascendental o espiritual sin dejar de lado lo contemplativo no como
romanticismo pasivo, sino como capacidad de reconocer el valor que tiene lo natural y sus
componentes los cuales dan vida al mundo.

Así mismo es necesario ser consecuente en el vivir, para que surja credibilidad en los
diferentes escenarios sociales que analizan y critican las propuestas emergentes. Por ello el
carácter es importante y dicho carácter surge de la acción ética, es decir, el comportamiento
se hace referencia para la motivación a otros a ser parte de la propuesta. La clave de la
educación en estos tiempos va encaminada en la manera de cómo se acompaña en el
proceso y se fortalecen las capacidades personales para proyectarlas a la comunidad, la
cual, es el especio ideal de la búsqueda, de la reflexión y de la respuesta a los retos

75
Ibíd. 49

59
cotidianos que presenta el mundo, en sí, es el de cuidar la comunidad de vida con
entendimiento, compasión y amor como lo propone el documento de la Tierra.

Las culturas antiguas acudían a los relatos para enseñar sus tradiciones e inculcar valor a
sus raíces. El relato recogía elementos cosmológicos que hablaban de las grandes hazañas
de los antepasados, ese estilo de relato ha desaparecido en la comunidades modernas, pues
no hay espacios para ello. La misma tecnología ha desplazado la experiencia de contar y de
crear historias que refieran a la relación del ser humano con lo natural, de forma mitológica.
A la par del relato oral se ha ido perdiendo la capacidad de la referencia a la misma
naturaleza, en las tradiciones campesinas se orientaban por las estaciones o fases lunares
para realizar las actividades y de esa manera tener buen provecho en los frutos y cosechas
por ejemplo. Y el objetivo de ello era mantener de una u otra forma el equilibrio natural, de
no forzar la tierra, por ello en algunas culturas campesinas se le daba un espacio de
descanso sabático para posibilitar así una mejor producción y una sintonía de respeto y
agradecimiento con esta.

Al volver al relato, es abrir el espacio de nuevo a la consecución de la expresión que

manifiesta la capacidad del ser humano de comunicar sus sentimientos por medio de
palabras y símbolos. Es ver entonces la posibilidad de comunicar experiencias de los
interesados y a la vez posibilitar la información adecuada sobre el tema planetario y de esa
manera sensibilizar la participación de las personas en los procesos de educación ambiental.
Pues esto sugeriría convocar a una movilización de actitudes que reconozcan los vínculos
entre la humanidad con el planeta el cual requiere de una conservación responsable.

Esto ayudaría entonces a la formación de educadores para la Tierra con el objetivo de

colaborar en la formación de conciencia y de la protección ambiental con elementos básicos
que procuren una comprensión adecuada de la Tierra como hábitat y de ahí generar un
comportamiento que haga despertar en las personas profundos intereses de apoyo y
mejoramiento planetario. Pero para ello debe haber un conocimiento previo de lo natural y
sus problemas para poder dar a conocer al medio ambiente y así se aprenda también a
respetarlo con “el fin de llevarlo sucesivamente y simultáneamente a mirar, acoger,

60
observar, conocer, comprender, amar, proteger, protegerse, transformar”76. El resultado del
compromiso es la adquisición de relaciones reciprocas que unan al ser humano con el
planeta en un saber vivir.

Claro está que hay una gran diferencia de estilos de vida de los de hoy en comparación a
los hace unas décadas atrás. Esto no es de discutir, pues las cosas van cambiando con el
paso del tiempo, pero se sabe igual que hay una incidencia en la búsqueda de un buen vivir,
pues en cada época se ha propuesto diversas maneras de alcanzarlo.

Ese “buen vivir que abarca toda la vida y especialmente el aspecto comunitario”77 como lo
afirma Boff, urge acciones comunes con una visión integradora en donde se incluya
aspectos fundamentales como el ambiente que garanticen la vida en todos los sentidos. Y
eso el educador lo sabe de antemano, pues es su ser que le posibilita su quehacer diario. Por
ello, el reformular el relato de vida, el mito, no como forma de alienar el pensamiento sino
de hacerlo creativo y consecuente en una actitud consiente a favor del planeta, es una
manera de labrar caminos a la supervivencia y a la convivencia humana con la Tierra,
teniendo en cuenta que el aporte va enfocado a “construir sociedades democráticas que sean
justas, participativas, sostenibles y pacíficas”78. El enfoque de nueva sociedad parte de
nuevos ciudadanos consientes de las realidades del mundo y afanados por ser portadores de
cambios favorables para la misma sociedad que surjan desde las aulas y lo comunitario.

Ese buen vivir que no se limita solo a la oferta del mundo del tener o consumir, sino, que
engendra algo novedoso desde la capacidad de decisión que el ser humano posee de saber
elegir, lo cual, respalda la constitución de un mañana mejor con el compromiso de
“transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones, que apoyen la
prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la Tierra”79. El
aporte de una educación abierta a generar y promover la conciencia planetaria ayuda a que
el ser humano, en sí, la persona se libere de aquello que le impide asumir su propia

76
GIOLITTO, Pierre. Pedagogía del medio Ambiente. P 147
77
BOFF, Leonardo. El Cuidado Necesario, 64
78
Documento Carta de la Tierra
79
Ibíd.

61
condición de ser creado. Es por eso, que el educador esta llamado igualmente a ser
espiritual, sin importar su confesión de fe. Porque el conjunto de las motivaciones que este
genere integran razones y experiencias integrales que ayudan a sensibilizar a quienes se
educan para la vida del planeta.

Las mismas motivaciones por la investigación y el desempeño de la labor parten de lo

espiritual, es decir, por el gusto de conocer y dar a conocer y porque la vida de los hombres
y mujeres se nutren de lo espiritual, de la relación con un ser superior a que se le llama Dios
y lo cual los lleva a mirar al mundo con ojos de esperanza y a hablar de este de manera que
incida positivamente en el corazón y la mente de otros. Lo espiritual lleva a percibir y a
valorar lo profundo de la vida, que se manifiesta en las cosas sencillas, eso da paso a la
contemplación, a saber que no solo somos nosotros, sino que es una sinfonía de especies
que dan sentido y ser a la creación.

Ahora bien, toda espiritualidad lleva a un compromiso, pues exige una conversión personal
que toca prácticas colectivas80 y eso es lo que busca la reflexión, la cual acude a la
pedagogía como medio de concienciación con el aporte de la Palabra, para incidir en los
procesos abiertos de protección ambiental. Hay que tener en cuenta que no todas las
personas están familiarizadas con las realidades y problemáticas ambientales y más aún con
los diferentes conceptos que se utilizan en el lenguaje que aborda el tema, pero se puede
precisar que cuentan con la capacidad de relacionar con claridad desde la vida cotidiana los
aspectos fundamentales que abordan la situación de deterioro del planeta y las opciones a
seguir para protegerlo. Aquí no se pretende resolver el problema, sino dar pautas para saber
abordarlo y asumirlo “de ahí que la educación ambiental sea entendida como proceso que
pretende potenciar actitudes de conservación y mejoramiento del medio ambiente”81. Pero
contando con personas en capacidad de hacerlo y que cuenten con el deseo de dirigir y
formar en valores y modos de comportamiento con carácter humano, que integren lo
personal, social y planetario en la formulación del proyecto de vida de quienes acompañan
y forman.

80
Cfr. FERRO MEDINA, Alfredo. El agua, fuente bendita de vida. 49
81
MAHECHA, Germán, RAMÍREZ, Alberto, PEDRAZA, Nohora. Educación ambiental, p 72

62
El estímulo al cuidado es la misión del ser humano quien es el galante de un universo que
necesita de su razón y corazón para no perderse en la tragedia y en el caos. El rescate de lo
humano, su conciencia es base para la reivindicación con la Tierra, pues se hace necesario
ocuparse de nuevo de lo esencial para que haya una estabilidad que genere salidas a
conflictos sociales que afectan la dignidad de las personas. La mirada hoy se traslada no
solo a la convivencia entre la raza humana, la cual, parece estar empeñada en no querer
salir de su trágica historia de guerra y muerte. Se hace complicado un camino de paz,
cuando los intereses particulares imperan sobre los colectivos, las mismas religiones no
logran poner de acuerdo a los seguidores y abrirse al respeto por el otro y por la vida. No
hay que ir tan lejos para ver cómo se destruyen comunidades las cuales por preservar la
vida tiene que salir de los territorios dejándolo todo.

Es ahí el gran reto del educador, pero también de teólogo y pastoralista de promover la vida
y el derecho, el de ser místico y profeta en medio de un mundo en crisis. Unido a ello es
también el ser un hombre o mujer que albergan en su corazón la esperanza que se proclama
en un nuevo valor que procura darle al planeta otra oportunidad, por eso como lo expresa
Boff: “el cuidado es una actitud de relación amorosa, suave, amigable, armoniosa y
protectora de la realidad, personal, social y ambiental”82. En esto es donde se manifiesta la
dimensión espiritual que acompaña la reflexión y le da un sentido, pues permite que no se
limite a simple conceptos teóricos o retóricos, sino que pase a la acción o a la mediación
dentro de la realidad.

Frente al hoy de la Tierra se hace necesario educadores que con firmeza fomente conductas
y estilos de vida a través de los valores para garantizar un mejor mañana y así mismo
hombres y mujeres conscientes de su ser de ciudadanos planetarios que participen en los
procesos de cambio por medio de la experiencia, la reflexión, la cooperación y el cuidado
integrados a la ecología donde se garantice “avanzar hacia la meta de la paz y seguridad
global para las generaciones futuras” como lo expresa la Carta de la Tierra 83. La enseñanza
abre camino al desarrollo sostenible, el cual requiere hacer una mirada a las tendencias

82
BOFF, Leonardo. El cuidado Necesario. 22
83
Documento Carta de la Tierra.

63
actuales que tiene el ser humano en relación con el planeta y la forma de desarrollo global
que ignora en muchos casos a la ecología, igual es necesaria una reflexión sobre los
procesos democráticos y las situaciones sociales y políticas para dar paso a un análisis que
arroje resultados para la toma de decisiones éticas favorables al planeta. Recordando que:
“La meta final de la educación para un desarrollo sostenible es facultar a la gente con las
perspectivas, el conocimiento y las destrezas necesarias para ayudarles a vivir en
sociedades sostenibles y pacíficas”84. Esto sugiere fortalecer la conciencia planetaria en los
actuales momentos críticos para que la humanidad sepa elegir su propio futuro situándose
frente a la comunidad y siendo agentes de su bienestar.

2. Presente y futuro de la Tierra

El planteamiento de una conciencia planetaria para los cristianos y cristianas de hoy busca
hacer que los seguidores de Jesús puedan descubrirse y a la vez sentirse parte de la creación
y se comprometan con esta. Es por ello que para alcanzar lo propuesto se acude a la
educación como herramienta vital de la sociedad con la cual se transforma el pensamiento y
se influye en la cultura. Pero ante las realidades que el mundo vive, la conciencia planetaria
se hace necesaria desde una mirada analítica que incida positivamente en el ser humano, lo
cual exige que la educación se abra igualmente a cada contexto de manera que fortalezca el
conocimiento, es decir, reinventada. Ante esto Leonardo Boff dice:

La educación reinventada nos debe ayudar en la descolonización y la superación del

pensamiento único, aprendiendo con las diversidades culturales y sacando provecho
de las redes sociales. De este esfuerzo podrán nacer entre nosotros los primeros
brotes de otro paradigma de civilización que tendrá como centralidad la vida, la
humanidad y la Tierra, la que algunos llaman también civilización biocentrada85.

Lograr que se dé una civilización planetaria es el esfuerzo que la civilización del presente
tiene que motivar en torno a los valores y al cambio de paradigmas asociados a la
globalización y capitalismo. El reto de lograr un futuro mejor para el planeta podría caer en

84
Borrador del Plan de la UNESCO para la Implementación del DEDS
85
BOFF, Leonardo. Reinventando la educación, en http://www.servicioskoinonia.org
/boff/Articulo.php?num=490 consultado el 24 de noviembre de 2012

64
una forma ilusoria que fácilmente podría ser refutada. Las bases de la reflexión están dadas
en una opción por la vida, cualquier ser humano puede hacer conciencia de sus acciones y
cualquier persona puede influir de manera positiva en generar dicha conciencia. Por eso se
remite de nuevo a la educación como la esperanza de transformación y en esa misma línea
se puede ubicar la Pastoral que promueva el cuidado y a la vez el respeto por las diferentes
manifestaciones de vida planetaria. Solo con la formación o educación se logra avanzar por
caminos de compromiso y de conciencia para descubrir, valorar y recuperar a la luz de la
Palabra el lugar propio de la tierra como fundamento de vida para el ser humano y para la
promoción del Reino de Dios.

El carácter de la Pastoral es la evangelización teniendo presente el núcleo fundamental que

es el mismo Evangelio, del cual se desprende la práctica de la caridad como una opción que
lleva a la vida y a la justicia, refuerza la fe y anima la esperanza. Por eso la Pastoral tiene
un pedido actual y es el de asumir liderazgos que impulsen a vivir las exigencias del
Evangelio y esté del lado de las causas dignas de los hombres y mujeres que habitan la
Tierra, que propenda una fraternidad y un testimonio dentro de una sociedad marcada por
la indiferencia y el egoísmo para promover el respeto por la vida en todas sus formas, por la
naturaleza, por la integración de la familia, por la búsqueda de la paz y la reconciliación
que genere un bien común para con el planeta.

No se puede ocultar que el presente de la Tierra no es muy alentador, por la situación de

despilfarro de recursos naturales, por las medidas económicas y las relaciones políticas
entre los diferentes pueblos, unido la situación de pobreza y de desigualdad social que
afecta a los menos favorecidos por el sistema globalizador.

La crisis desde varios puntos de vista es alarmante, solo el darnos cuenta de lo que estamos
pagando de intereses de una deuda injusta e impagable es de hecho preocupante. En
intereses de la deuda, Colombia paga el 4.5% del PIB o lo que corresponde al 58% del
presupuesto nacional -con estos recursos podríamos alimentar a 12 millones de personas,
dar escuela a 3 millones de niños y niñas y resolver en gran parte el problema hospitalario

65
del país-; y todo ello naturalmente repercute en el campo y principalmente en la agricultura,
sector que viene arrastrando una crisis desde hace varios años86.

Estas cifras van ascendiendo cada día, pero es en esta misma realidad en donde se hace
necesario un análisis coyuntural que integre lo ambiental con lo social como mecanismo de
defensa ante la reducción de la biodiversidad que es tratada como mercancía por quienes
tienen el poder económico. Es evidente que al mundo se le incita al consumo, para producir
y vender más. Este es el presente de la Tierra como resultado de la conquista y la
dominación. Pero igual ese presente va acompañado de los esfuerzos de muchas personas
que en sintonía con el planeta abren a través de sus reflexiones caminos de esperanza que
garanticen el vínculo con la vida.

Se sabe que el planeta está en tensión ambiental, que hay problemas y dificultades, pero
que partir de allí también hay oportunidades de dar una respuesta oportuna que beneficie a
todos los habitantes de la Tierra. Si para el cristianismo la Pascua es la ocasión propicia
para resaltar la vida sobre la misma muerte, entonces se pude llegar a hablar de la Pascua
planetaria, en donde la fe que se profesa en un Dios vivo y misericordioso, de un Señor
Resucitado y la presencia del Espíritu Santo que congrega en la esperanza a la comunidad
para vivir la caridad debe alentar a los hombres y mujeres de hoy para proclamar junto con
la Palabra un compromiso con la Tierra, porque desde la pascua brota la semilla de la vida
nueva. El paso de la muerte, de la destrucción y contaminación al rescate del azul, verde y
colorido planeta.

La responsabilidad ambiental es de toda persona, no puede ser delegada simplemente a los

gobiernos o a los ambientalistas, docentes y entendidos del tema. Esto implica a cada
ciudadano y en especial al cristiano y cristiana el despertar ante la emergencia presente
asumiendo así una preocupación “por el lugar de uno mismo en el mundo, en la familia, en
la comunidad, en la sociedad, en el universo y en el designio de Dios” 87, el reconocimiento
de los actos comportamentales ante el ambiente aporta a la responsabilidad y de esa manera
86
Padre ALFREDO FERRO M., S.J Pastoral de la Tierra (Edición No. 47 julio 87 de 2003)
87
BOFF, Leonardo. El cuidado Necesario 85

66
se reduce las practicas negativas y nefastas contra la naturaleza, como por ejemplo, el no
arrojar empaques o basuras a la calle o a los ríos. Esos comportamientos se impulsan al
interior de la comunidad y de una educación que forme ciudadanos planetarios que en
responsabilidad cuiden de sí mismos, de los otros y del ambiente, sin intereses egoístas e
individualistas que se conviertan en opresión, sino como alternativas de justicia,
participación y liberación que proveen de elementos a favor de una cultura ambiental por la
supervivencia de todos, como respuesta al mandamiento del amor, designio de salvación
para la humanidad.

En esa misma línea la acción pastoral de la Iglesia puede suscitar una cultura ambiental, de
identificación y de pertenencia con la creación. Dándole la oportunidad de concretar una
participación activa a las personas que integren una comunidad, utilizando de forma masiva
los diferentes medios presentes, como los de comunicación. Hace falta más incidencia en
reconocer la tierra como espacio vital para la vida, la mayoría de información es a “plasmar
la subjetividad personal y colectiva según los intereses del sistema social imperante, que
solo quiere consumidores pasivos y compulsivos, por lo tanto como gente masificada, sin
decisión propia, fácil de ser seducida y conquistada para los intereses comerciales”88. Si
estos intereses de comerciales llegan e incitan a las personas a consumir y a adquirir
comportamientos diferentes a los de su cultura, se puede entonces abrir un espacio a la
conciencia ambiental, a responsabilizarse por el planeta y a ser guardianes de este.

No obstante, para llegar a la toma de conciencia se hace necesario partir de una

aproximación al objeto de reflexión, a los hechos o fenómenos de manera emotiva y
profunda, que en este caso es la Tierra y su problemática ambiental, con la intensión de
emprender un reconocimiento del hábitat donde se da una interacción entre las especies
planetarias. De ahí se sigue a la valoración, es decir, reconociendo que cada especie y
manifestación de la vida tiene un valor importante pues interviene para posibilitar el
equilibrio del espacio ambiental. En este momento es necesaria la reflexión a partir de un
dialogo como punto de analizar y confrontar los hechos o fenómenos con una iniciativa de
88
Ibíd. 89

67
interpretación de los sucesos dados. Esto lleva a la aplicación o acción con el compromiso
ético de cuidar los recursos naturales presentes en los diversos espacios.

Lo fundamental de la pastoral es conseguir que las personas adquieran conciencia

planetaria y sepan además sobre los problemas y desafíos que se dan en torno al tema, para
que haya una sensibilidad al respecto, con el objetivo de que se constituya una posición
personal y comunitaria que adquieran el sentido de los valores y despierten el interés para
contribuir a la protección ambiental pero desde una educación integral. Al respecto Nohora
Pedraza hace un significativo aporte diciendo:

La Educación Integral permite la formación en valores, la valoración de la persona

en relación con los otros, siendo los otros los seres vivos que viven en nuestro
planeta. Reconoce la diversidad de cultural y biológica desde la importancia y la
función que cumplen en nuestro sistema planetario. Es la formación de las personas,
todos los seres humanos somos seres en formación, somos seres en proyecto. El ser
en proyecto es un acto de superación, es hacerse cada día, en cada momento, en la
búsqueda de principios justos como la cooperación social, la equidad para hacer
posible la convivencia en la diversidad, el respeto a las demás especies89.

Esto respalda la propuesta de la búsqueda de una conciencia planetaria para el mundo de

hoy, la cual forme a las personas para asumir sus proyectos e intervenir en la sociedad.
Igual se hace indispensable una pastoral con un aporte que llegue al corazón y que haga de
las cosas cotidianas una experiencia con lo divino y lo sagrado, recordando que los valores
a rescatar o fortalecer van en sintonía con el saber vivir y con la propuesta de Jesús
plasmada en el evangelio, hacer el bien “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros
como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”
(Jn 15,12-13). Y el dar la vida se mide en términos de entrega, servicio, sacrificio y
compromiso con Dios y con el prójimo en unidad con la creación a pesar de las fallas
humanas de derroche y ambición. Y es en estas realidades humanas donde la oferta de

89
MAHECHA, Germán. RAMÍREZ, Alberto. PEDRAZA, Nohora. Educación ambiental, p 134

68
salvación se presenta para reconciliar al hombre y a la mujer con Dios y con la creación.
Oferta que se da en el hoy de la humanidad “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que
también él es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo
perdido” (Lc 19,9-10).

La experiencia salvífica exige apertura al Espíritu que lleva a un rencuentro y a un

rencantamiento por la creación. En algún momento se remitió a la contemplación como
medio de comprender y valorar lo que se posee en la tierra y hace parte de la vida de todos,
el volver la mirada al planeta abre las puertas a lo transcendental, a lo vital e importante,
como lo expresa Boff:

El reencantamiento no emerge voluntariamente; surge cuando ensanchamos nuestro

horizonte, más allá del de la racionalidad moderna, y nos damos cuenta, por el
encantamiento simbólico y místico, de que el mundo es portador de un mensaje y de
un misterio. Este misterio tanto lo entrevén los científicos que llegan a los límites
del conocimiento de la materia, de la energía y de la vida, cuanto es experimentado
por los místicos orientales y occidentales que lo ven como un sistema de energías
siempre en relación e interacción, movimiento e integración, remitiendo al Espíritu
supremo que todo lo penetra, vivifica y transparenta90.

Esto sugiere atender a las nociones del Espíritu que surgen en medio de la vida y de las
relaciones, no como limitante a un estado pasivo, sino como fuerza motriz que impulsa a
descubrir la gracia de Dios operante en la misma historia humana. Así como se manifestó
por medio de un niño a la humanidad, también acudió a la creación para compaginarla en
ese misterio. Con esto se quiere decir, que la oferta del don de la vida se extiende no solo a
lo humano sino a lo otro, a la creación, al cosmos, a la tierra, al planeta. La estrella que
aparece en el cielo y guía a unos hombres a rendirle homenaje al recién nacido, remite al
equilibrio planetario donde todo tiene un sentido y un orden. Y hacia eso que hay que
volver, al reencanto de la humanidad con su entorno, con aquello que le posibilita su ser, a

90
BOFF, Leonardo. Dignidad de la Tierra, ecología, mundialización, espiritualidad

69
saberse que está integrada a una red de relaciones donde todos seres se interconectan para
hacer de la vida un milagro.

La motivación de la pastoral, en los grupos, asociaciones, en la catequesis o en la misma

homilía pueden incidir en el cuidado planetario, en la necesidad de un cambio de
mentalidad que vaya a la raíz del problema, es decir, de las prácticas humanas que afecta el
ambiente, al consumo desordenado y derroche de recursos, entre otros. Es despertar la
conciencia sobre la vida del planeta, invitando a economizar, explicándole a la gente que es
un medio de lograr reducir gastos, no como a vivir de forma mísera, sino a saber utilizar los
recursos. El ahorrar agua, no solo ayuda a la vida del planeta, sino además a la economía
familiar, así mismo la energía, apagando los equipos que no se utilizan en el momento, a
saber reciclar los desechos de los productos ya utilizados para que por medio de un
tratamiento total o parcial se pueda emplear como materia prima para otro nuevo producto
y de esa manera obtener beneficios como la reducción de residuos sólidos, la preservación
de recursos como: agua, madera, petróleo, ente otros, esto contribuye con “el ahorro de
materias primas para la fabricación de nuevos productos (reemplazadas con materiales
reciclados) y con esto además se dan las oportunidades de negocios que pueden generar
ingresos a comunidades de escasos recursos”91.

Otras prácticas que ayudan al planeta es el de saber reutilizar productos como el papel,
plásticos, vidrios y generar así acciones ecológicas. Estos son simples ejemplos que se
pueden estimular a través de la pastoral. Igualmente a posibilitar reflexiones personales y
comunitarias que evolucione el pensamiento identificando y planteando soluciones en
relación con el medio ambiente y con la calidad de vida de los hombres y mujeres de hoy y
del mañana. Joan Carrera expresa la manera de salir hacia adelante:

Tenemos hoy por hoy los medios técnicos y humanos para hacerle frente y mitigar el
cambio climático, para que sea menos costoso en vidas humanas y para no hipotecar la vida

91
Soy ECOlombiano, Reciclaje, Reciclar una nueva costumbre. http://www.soyecolombiano.com/site/
Portals/0/documents /biblioteca/ A_PUBLICACIONES/I_FASCICULOS_COLECCIONABLES_EL_ESPECTADOR/
Fasciculo_17_Soy%20Ecolombiano_FINAL_129-136_BAJA.pdf. (Consultado el 27 de noviembre de 2012)

70
sobre la Tierra los próximos siglos. Sólo se requiere más concienciación y voluntad política
a la hora de aplicar estas medidas correctoras que tienen que suponer, inevitablemente,
cambios en nuestro estilo de vida92.

Solo una toma de conciencia que lleve avalorar lo que aún queda es parte de la salida, pero
en unión a esto también se exige el compromiso y la responsabilidad asidua con la Tierra.
Junto a la pastoral hay otro elemento y es la educación que ayuda a fortalecer la búsqueda
del bien común, el de la humanidad y el del planeta y es, asociada a intervenir como
portadora y formadora de relaciones desde el Evangelio.

La esperanza de una tierra nueva, se fortalece en la capacidad del cuidado rompiendo

paradigmas de consumo y globalización en un paradigma planetario que lleve a la
conversión, a la reconciliación en procesos de integración de lo humano con lo cósmico. Es
llegar al asombro, a la pascua, a entender que la vida es proceso como una semilla
sembrada en la tierra, la cual germina, crece y da su fruto para saciar el hambre de aquellos
oprimidos a quienes un mensaje de salvación llega manifestando la liberación que empuja
la vida a su máxima expresión. El planeta Tierra está con vida y en manos de los hombres y
mujeres, y en especial de los seguidores del Salvador del mundo queda el animar, respetar y
unir esfuerzos por ella con una conciencia planetaria que trasforme acciones para que
quienes vienen detrás disfruten de aquello que la humanidad presente ha tenido en
oportunidad compartir y degustar. La búsqueda de la conciencia planetaria surge de la
pedagogía y de la semilla de vida para que otro mundo sea posible.

2.2.1. Hacía un mundo posible

La reflexión que se ha hecho muestra que se es posible otra mirada del mundo para el
mundo y dicha mirada desde el cristianismo es por medio del Espíritu quien es la fuerza
creadora y vivificadora. Comprender la acción del Espíritu como fuerza nos indica que la

92
CARRERA, Joan. El problema ecológico: Una cuestión de Justicia. http://www.fespinal.com/espinal/llib/
es161.pdf. (Consultado el 27 de noviembre de 2013)

71
manifestación de Dios se lleva a cabo de una manera misteriosa pero visible a la vez. No es
la imposición de un Dios todo poderoso, sino la bondad presente de ese Dios actuante. Si
en el pasado la manifestación divina se dirigió a un pueblo con el cual, se estableció una
alianza que se rompió por la infidelidad del mismo pueblo, dicho acontecimiento posibilito
la plenitud de la gracia que da nueva oportunidad a la humanidad con la encarnación del
Hijo y su entrega total por la vida del mundo.

La creación no se limita o se desperdicia, sino que adquiere una nueva forma. El Espíritu
inspira, suscita y expande la vida, al respecto Boff dice: “el Espíritu llena el universo y
renueva constantemente la estructura del cosmos. Él habita en su creación semejante al Hijo
que se encarnó en la mundanidad de Jesús”93. La fuerza del Espíritu no se hace distante o
inerte, al contrario se reafirma al vigorizar nuevas formas de vida (Lc 1, 35). Y aquí
podemos ver que no se distancia o se aleja de la humanidad sino que actúa desde y para
esta. Revalidando así la oportunidad para la creación y de paso para lo humano. Por ende se
puede confiar en un cambio de actitud ante la misma creación con seguridad. Sin necesidad
de un acontecimiento cosmológico de dimensión trágica (Gn 6,9ss) y amenazante. La
conciencia no se comprometería en sentido positivo y generaría acciones de esta índole,
sino actuaria bajo una presión facticia inerte de todo valor constructivo. Una vez más la
acción del Espíritu se enruta por una actitud pedológica para el conocimiento y el
reconocimiento de la revelación de Dios (Hch 2,1-11. 17-21) contribuyendo a la liberación
y proyectando nuevas visiones que tengan un alcance de superar mentalidades englobadas
en el simple consumo o productividad.

Al conocer y reconocer se abre puertas a la toma de conciencia y de sentido eficaz frente

aquello que hace parte del entorno. El Espíritu ayuda a alimentar formas y compromisos de
vida. Este redirecciona la manera de actuar u obrar porque “une todo y atrae todo hacia lo
alto, en dirección de una comunión plena en el reino de la Trinidad”94. Al no agotarse,
impregna vida y esto afianza el respeto y la fraternidad o convivencia planetaria. Y el

93
BOFF, Leonardo. La dignidad de la tierra, p56
94
Ibíd. P 57

72
Espíritu va unido a la Palabra. Y es ahí donde la Palabra es acción –creación, la Palabra
tiene fuerza y a través de ella se renueva lo creado. Esta no pierde novedad, no se desvirtúa.
Además rescata y libera porque la Palabra crea alianza y se hace pedagogía, pues enseña,
orienta, evalúa, acerca, se vuelve conocimiento, posibilita aprender.

A partir de una nueva visión en el aprendizaje, donde se enfoque el planeta y se llegue al

sentido de la corresponsabilidad que tiene el ser humano con el destino de este, desde una
civilización comprometida que logre hacer la paz con su entorno, se hallara solo así el
sentido de que no somos diferentes a lo demás creado, sino que se hace parte de una
común-unión de vida y relaciones en un escenario que se le llama Planeta Tierra.

3. Escenario de acción

Esta reflexión se puede enfocar en un caso concreto, como es el del páramo Santurbán. El
cual, se ubica en la cordillera Oriental de los Andes Colombianos, entre los departamentos
de Santander y Norte de Santander con una extinción de 82. 664 hectáreas entre los 3000 y
4290 msnm95. Este paramo se caracteriza por asentar más de 57 lagunas, fuente hídrica que
proporciona de agua a más 2.2 millones de personas de las áreas metropolitanas de Cúcuta
como de Bucaramanga y municipios aledaños a la zona del páramo. Así mismo cuenta con
una variedad de especies de flora y fauna específicas de este bioma96.

El páramo es un ecosistema tropical de montaña único por los servicios ambientales que
presta, dentro de los que se destacan la regulación y conservación del recurso hídrico. Son
pocos los países que tienen el privilegio de contar con biomas tan valiosos. En América
sólo Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Costa Rica tienen páramos tropicales, de los

95
Datos disponibles en: OBSERVATORIO NACIONAL DE PAZ Documentos mensuales de análisis y divulgación
sobre conflictos, Región Nororiente El PÁRAMO DE SANTURBÁN: ¿AMENAZA AL DESARROLLO MINERO DEL
PAÍS? http://www.paramo.org/portal/files/recursos/05_yariguies.pdf.pdf Consultado el 21 de marzo de
2014.
96
Algunas características generales del páramo de Santurbán en donde se encuentra diversidad de especies
de flora predominando los frailejones, los pajonales y los chuscales y de fauna con más de 43 especies.

73
cuales la mayoría se ubican sobre la cordillera de los Andes97. Por lo tanto las funciones
que prestan los páramos son vitales, pues contribuyen en gran medida a la vida del planeta,
no solo en la producción de agua la cual da origen a lagunas, quebradas y ríos, sino también
en el albergue de distintas especies y en la capacidad de fijar el carbono atmosférico debido
a la vegetación y al suelo que poseen esta característica particular y de esa manera dicho
carbono no se extiende en la atmósfera aumentando así el calentamiento global98.

Santurbán, como complejo paramuno afronta hoy una situación de alto riesgo que implica
su existencia como sistema de vida y como productor de agua, debido al proyecto
Angosturas calculado para 15 años de vida, iniciando a partir del 2009 el cual, abarca un
total de seis títulos mineros entre contratos de concesión minera y licencias de explotación
para llevarse a cabo en un 52,9% dentro del área de este Páramo, en especial en los
municipios de California y Vetas Santander, cubriendo alrededor de 1,104.19 hectáreas de
las 14,902.7512 hectáreas concedidas por el Estado colombiano a través Plan de Desarrollo
Minero 201910, que establece la minería como fuente económica para el país con la
inversión de empresas extrajeras para la explotación de oro, plata y otros minerales en
especial a la canadiense Greystar99, multinacional encargada de dicho proyecto, el cual
sería el primero en el país. “El proyecto por lo tanto propone la realización de una
extracción de estos minerales a cielo abierto, significando esto un movimiento de tierras en
volúmenes de excavación común y relleno compactado, requiriendo para ello según
algunos datos 40 toneladas de cianuro por día”100.

La excavación a cielo abierto implica no solo el uso de sustancias químicas para tratar a los
minerales, sino además de cantidades de agua para desarrollar la limpieza de los mismos.
Junto a esto la propuesta es de canalizar las aguas para mayor rendimiento del proyecto,

97
El gran libro de los p á r a m os en: http://www.paramo.org/files/El_Gran_Libro_de_los_Paramos.pdf.
Consultado el 24 de marzo de 2014
98
Cfr. El gran libro de los páramos. Consultado el 24 de marzo de 2014. p16
99
Hoy Eco oro. Confrontar datos sobre el proyecto de Angosturas en
http://www.minambiente.gov.co/documentos/DocumentosBiodiversidad/licencias/edictos/cap_2_angostur
a.pdf. Consultado el 24 de marzo de 2014.
100
El cianuro es una sustancia química altamente tóxica utilizada en la minería del oro, está clasificado como
uno de los principales contaminantes y puede tener un impacto catastrófico e irreversible en la salud, el
medio ambiente y en la diversidad biológica.

74
como lo propone el estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Angosturas por parte de la
Greystar Resources Ltd.

“En la cuenca de la Quebrada “El Salado” se construirán dos embalses: El primero sobre el
cauce principal de la quebrada El Salado, afectando un área de 7.4 hectáreas, con altura de
dique de 30 m, y con la cresta a 3,376 msnm, un volumen de dique de 245,200 m3 y una
capacidad de almacenamiento de 600,500 m3. El segundo embalse sobre la laguna Pajarito,
en la misma zona de la quebrada El Salado e inmediatamente al este del embalse
mencionado líneas arriba, con un dique de 20 m de altura, una cresta a 3,525 msnm, un
volumen de dique de 184,500 m3 y capacidad de almacenamiento de agua de 506,800
m3”101.

Con los anteriores datos generales se estima una modificación de la zona en especial del
suelo, del ecosistema y paisaje debido a las diferentes excavaciones propuestas, no solo
para la extracción y el tratamiento del mineral, sino también para las diferentes
dependencias que exige dichos proyectos, tales como laboratorios, bodegas de
almacenamiento de maquinarias y químicos, espacios de molienda y triturado de la roca,
zonas para el acopio y lixiviación o cianuración del oro (este es un proceso que exige gran
cantidad de agua), planta de beneficio, talleres y edificios administrativos. Junto a ello la
modificación de caminos y carreteras para poder tener acceso a las zonas de trabajo. Sin
dejar de lado la situación social y los cambios que se dan con el desarrollo de proyectos a
gran escala. El impacto del proyecto no solo afecta el ecosistema de la zona, además
impacta en el campo social y cultural de la región.

El páramo cuenta con espacios humanos constituidos a través del tiempo, algunos mucho
antes de la conquista. Estos espacios conforman redes complejas de relaciones entre las
mismas comunidades y estas con la tierra, pues allí se encuentra una cultura campesina,
agrícola y minera de tradición. Como es el caso específico de Vetas Santander, municipio
localizado al nororiente del departamento con una extensión de 452 km2, a 3.350 msnm y
con una población de alrededor de 2.349 habitantes, en donde la actividad económica
101
Tomado:http://www.minambiente.gov.co/documentos/DocumentosBiodiversidad/licencias/edictos/cap_
2_angostura.pdf. Consultado el 24 de marzo de 2014.

75
predominante es la minería. El territorio de Vetas “fue habitado por la etnia Indígena de los
Suras; comunidad emparentada con los Chitareros y los Guanes. La abrumadora riqueza de
minerales, especialmente de oro, definió la predilección de estos indígenas por la minería.
De este lugar salió la materia prima que los Muiscas utilizaron para su excelente arte
orfebre”102. Demostrando así que el territorio paramuno ha sido por el tiempo el habitad no
solo de flora y fauna sino también del ser humano con su diversidad cultural que le han
dado una forma física con sus viviendas, carreteras, cultivos y con una particular manera de
expresión simbólica y material, atreves de la comida, la música, las artesanías, y maneras
de hablar103.

A partir de la propuesta de unas alternativas pedagógicos – pastorales para el desarrollo de

una conciencia planetaria, podemos implicar aquí el contexto del páramo de Santurbán y en
concreto en el municipio de Vetas Santander. Emprendiendo de esa manera una búsqueda
de conciencia y de sentido en las personas a favor de la subsistencia ecológica de la región
y del planeta, empezando por fortalecer una acción ambiental e integral que abra caminos
de transformación y liberación.

La conciencia se forma, se educa a través de la misma realidad, de las vivencias y

relaciones tanto con el otro como con el mundo. La conciencia lleva a modificaciones de
aptitudes y acciones en la medida que el sujeto se involucra en la realidad que le rodea.
Esto es lo que hacía Jesús de Nazaret, quien iba directamente al hecho, a la persona. La
palabra generaba en el oyente un cuestionamiento pero a la vez una actitud de cambio (Jn 4,
1-42) por ello la semilla que cae a la tierra germina para dar fruto. Y la Palabra es semilla
que va al interior de la persona, a su conciencia o llámese también razón y al corazón. De
ahí parte lo que Paulo Freile llamara la hominización que según él “no es adaptación: el
hombre no se naturaliza, humaniza el mundo. La hominización no solo es un proceso
biológico, sino también histórico”104. Desde esta visión se logra comprender que el ser
humano no se limita a un espacio cerrado e inerte, sino trasciende desde su propia

102
Datos consultados en http://es.wikipedia.org/wiki/Vetas, el 23 de marzo de 2014.
103
Cfr. El gran libro de los páramos. Consultado el 23 de marzo de 2014. p 124
104
FREILE, Paulo. Pedagogía del oprimido. Tomado de http://doctoradosociales.com.ar/wp-
content/uploads/FreirePedagogiadelOprimido.pdf. Consultado el 23 de marzo de 2014

76
condición humana real e histórica. Por lo tanto la persona se forma a medida que se
relación con lo externo y fortalece lo interno. Ahí es donde la educación hace su parte en el
proceso evolutivo humano como instrumento eficiente para lograr un cambio.

El cambio va dirigido en este caso a la conciencia y al sentido no desde una educación

opresora o condicionante sino liberadora, no centrada solo en conceptos sino abierta a
experiencias reales, como lo manifiesta la Palabra de Dios. El compromiso inicial es
posibilitar en la persona una capacidad de reconocimiento como parte de un escenario de
vida, no ajena a lo que allí ocurre. Al contrario a saberse un ser social porque integra unas
relaciones sociales con los demás. Un ser cultural porque comparte una variedad de códigos
que lo identifican con un estilo de vida. De ahí también que se reconozca como un ser
espiritual en relación con Dios.

La propuesta es a la persona directamente y a la comunidad, en este caso al campesino, al

habitante del páramo por ejemplo, porque este está involucrado en el escenario, lo conoce y
hace parte de él. Por lo tanto es acompañarle en el proceso de conciencia partiendo de su
condición antropológica y espiritual. Orientando en principio a un sentido de pertenencia al
habitad, y todos sus componentes para que la persona pueda entrar así a las relaciones y al
cuidado de estas. No desde lo pasivo sino desde lo activo y propositivo. Cuando la persona
asume su condición y su acción logra romper barreras antipáticas y se empieza a dar un
cambio de paradigma abierto a la vida y a la fraternidad.

Sin descuidar aquí la dimensión espiritual. La persona vive una experiencia de fe en

relación con Dios, profesa, vive y celebra dicha fe a nivel personal y comunitario105. Desde
aquí igualmente se enfoca la toma de conciencia, pues la Palabra ilumina la vida y acerca a
la Persona de Dios y a su proyecto de salvación y Dios salva desde lo humano, es más salva
es aquí en la Tierra la cual en ultimas es su propia creación confiada a su misma creación,
la humanidad.

La fe ha de comprender la dimensión relacional, es decir, el sentido comunitario, pero

dicho sentido va ligado a la creación, como espacio, lugar o habitad donde se encuentra la

105
En el caso concreto del municipio de Vetas, el 99.9% de su población es cristiana-católica.

77
persona. La fe entonces es también un proceso de formación o de educación como medio
valioso para transformar la realidad circundante y como medio que puede dar lugar a la
toma de conciencia que encamina hacia la liberación, hacía el compromiso y de paso al
liderazgo. Y esto se consigue en una formación del pensamiento crítico, pensamiento capaz
de trascender, de generar humanidad y esperanza. Pensamiento que incida como
oportunidades de cambios para el bienestar del planeta y la vida.

Los medios para llegar son los formativos pedagógicos y pastorales. Por lo tanto acceder a
los medios de comunicación hablados y escritos para exhortar a la reflexión junto a otros
medios como la homilía, las pequeñas comunidades, grupos de reflexión, lectura y estudio
de la Palabra, jornadas o caminatas ecológicas, motivaciones al ahorro de recursos,
conversatorios y análisis de la realidad, entre otros espacios de toma de conciencia.

Esta reflexión como lo manifiesta Freile en su obra pedagogía del oprimido: “Equivale a
pensar la propia condición de existir. Un pensar crítico, a través del cual los hombres se
descubran en “situación”. Así mismo dice que:

El hombre no sólo está en el mundo, sino que también está con el mundo. Estar con él, es
estar abierto al mundo, captarlo y comprenderlo; es actuar de acuerdo con sus finalidades
para transformarlo. El hombre responde a los desafíos que el mundo le va presentando, y
con ello lo va cambiando, dotándolo de su propio espíritu. En este sentido no se trata de
cualquier hacer, sino de uno que va unido a la reflexión106.

Abiertos a la noción del Espíritu que inspira la Palabra y anima la vida y el aprendizaje,
promoviendo así una reflexión en donde se aspira llegar a generar compromisos y cambios
frente a la vida del Planeta, siendo conscientes del valor de la creación y de la participación
de la persona en los procesos de vida ambiental. Acogiendo la pedagogía como medio de
transformación social, junto con la Palabra de Dios en una mirada a la realidad del Planeta
y de manera general concretamente del páramo de Santurbán, como medio de hacer

106
FREIRE Paulo. Pedagogía del oprimido. Tomado de: http://doctoradosociales.com.ar/wp-
content/uploads/FreirePedagogiadelOprimido.pdf. Consultado el 25 de marzo de 2014.

78
presente nuestro ser de creyentes comprometidos con nuestra “casa azul”, como lugar de
encuentro y salvación con Dios y los hermanos.

3.1. Una experiencia que ilumina

El fenómeno de la minería a gran escala o megaminería que afecta al paramo de Santurbán,
es un fenómeno que se presenta en la mayoría de América Latina y esto se debe en gran
parte a la búsqueda de fuentes que posibiliten una economía favorable para el desarrollo de
los países, y junto a ello está la necesidad de los países más ricos de asegurar fuentes de
suministro de minerales como lo manifiesta la Licenciada en Estudios Internacionales
Karen Bocanegra:

En este contexto, se tiene que esta actividad extractiva está impulsada

fundamentalmente por factores externos: la necesidad de los países más ricos de
tener fuentes seguras de suministro de minerales; las llamadas políticas de
“desarrollo” promovidas por organizaciones internacionales y aceptadas sin reparos
por algunos gobiernos; y la búsqueda de beneficios por parte de las empresas
transnacionales, aprovechando la coyuntura de altos precios en el mercado
internacional. Esta situación se ve favorecida por las débiles regulaciones
ambientales, tributarias y sociales que mantienen algunos gobiernos para atraer
inversiones extranjeras107.

Por lo tanto América Latina se convierte en una zona estratégica para la incursión
económica de los grandes países industrializados, pues cuenta con un gran potencial de
recursos naturales atrayentes para la producción a gran escala generando así, que se de un
extrativismo el cual abre oportunidades para aumentar las exportaciones de los materiales
no solo del sector minero, sino también del sector agrario, que sin negar generan recursos
que permiten instaurar acciones a favor de la población cuando estos son bien utilizados,
pero el problema está en la vulnerabilidad de los territorios en donde se da la explotación de
los recursos, tanto en la parte ambiental, social y cultural.

107
Tomado de: Minería en América Latina (I): Panorama general. En:
http://hemisferiozero.com/2012/03/30/mineria-en- américa-latina-i-panorama-general/, pagina en línea del
Observatorio de Información Internacional. Consultado el 19 de mayo de 2014.

79
La implementación de políticas en favor de la promoción del desarrollo para los pueblos
latinoamericanos conlleva incompatibilidades entre los intereses de las comunidades y los
intereses de los inversionistas. Las comunidades atreves de la historia han sido marginadas
y explotadas en sus territorios y recursos. Los “saqueos” de la conquista y la época de la
colonia fueron desmedidos, pero aun hoy se continúa con estos por medio de tratados
comerciales. Los inversionistas van directo a la producción y a la forma de incrementar
ganancias, dejando de lado la parte de la biodiversidad de los pueblos.

Ante esta situación las comunidades quedan muchas veces indefensas y a la deriva de
segundos intereses que inciden negativamente en la población, generando acciones directas
o indirectas que violan los derechos humanos con desplazamiento, retención de
información, impedimento a la autodeterminación de los pueblos para disponer de sus
recursos en medio de un ambiente saludable, contaminación, degradación de los recursos
productivos, perdida de la identidad cultural, conflictos armados, entre otros108, lo cual
impide un bienestar para aquellos que históricamente han sido pobladores y gestores de
territorios y comunidades ancestrales.

Al respecto conviene decir que a consecuencia de estas realidades han surgido diversas
organizaciones que partiendo de la coyuntura que afrontan las comunidades en donde se
hacen presente los megaproyectos, se involucran en acompañar procesos que permitan
crear conciencia en las personas y de esa manera puedan llegar a proclamar con viva voz
sus inquietudes y expectativas. Es ahí el escenario que posibilita la presencia activa de una
pastoral y de una pedagogía a favor de la vida del planeta, desde realidades concretas con
rostros concretos.

Se comprende que el territorio es la vida del hombre y la mujer que lo habitan, que sueña
y lucha por sobrevivir, por llevar una vida digna viviendo los valores que constituyen su
identidad como seres antropológicos y ontológicos. Por lo tanto estas personas tienen sus
derechos y a la vez deberes para con la tierra y su entorno con los cuales se pueden trabajar

108
Cfr. El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL), Conflictos mineros en Colombia.
http://basedatos.conflictosmineros.net/ocmal_db/?page=lista&idpais=02032400. Consultado el 20 de mayo
de 2014.

80
en procesos liberadores y salvadores a favor de la vida y la justicia, donde el quehacer
teológico puede aportar en la construcción de bases solidadas para la promoción de un
espacio más humano a partir de la formación de la conciencia de las personas y en donde la
Iglesia en palabras de Francisco sale a las periferias para llevar la alegría del Evangelio que
es noticia de salvación.

A continuación una experiencia especifica que ayuda a fundamentar la reflexión, y es el

del proyecto minero de la zona de Atlántida en Honduras, en donde se encuentra un
ecosistema conformado por “doce áreas protegidas como parques naturales y un litoral
con cadenas de arrecifes de coral, el cual corre el peligro de convertirse en objeto de una
explotación desmedida, cuyo impacto medioambiental acarrearía consecuencias negativas
para la vida de las comunidades”109. Pero dentro de esta realidad la diócesis de la Ceiba ha
manifestado el peligro que conlleva dicho proyecto. La diócesis se ha hecho voz profética a
favor de la creación de Dios y de las comunidades para buscar alternativas que favorezcan
la vida en estos espacios vulnerables. La manifestación de la iglesia particular de esta zona,
publico en junio de 2013 una declaración frente a la situación de este territorio en donde
advierte:

“La presión inhumana” que sufren los habitantes del lugar, habituados a convivir
con “la presencia de hombres fuertemente armados traídos de fuera”, sometidos a
“la estrategia de división y enfrentamiento entre los pobladores”, y que deben
soportar “las amenazas y presiones a los líderes comunitarios, que nos dan lecciones
de integridad y honestidad con su fe y sus valores de amor a la vida”. Iluminados
por la Doctrina Social de la Iglesia, que llama a “no reducir utilitariamente la
naturaleza a un mero objeto de manipulación y explotación”, los firmantes del texto
critican también “la falta de transparencia” en la concesión de permisos a los citados
proyectos, recordando que “lo justo no siempre coincide con las leyes

109
Cfr. Artículo publicado en: http://www.vidanueva.es/2013/07/05/honduras-bella-y-justa-
editorial/#sthash.oV5Uk2cy.dpuf. Consultado el 19 de mayo de 2014

81
 promulgadas”. Y apuntan a la actuación de las autoridades locales, que niegan al
pueblo “el derecho a decidir”110.

Por dichas razones la manifestación de la diócesis alza su voz frente a los proyectos,
reafirmando un compromiso con la comunidad y con el desarrollo sostenible partiendo del
cuidado de los recursos naturales. La voz se hace profecía a favor de la creación de Dios, la
cual todo bautizado y creyente está invitado a proclamar su defensa con acciones visibles.
La intervención de la iglesia para fomentar espacios de dialogo y posibles salidas a los
conflictos reafirma su papel profético a la que está llamada a ser y servir para la vida del
mundo manifestando la experiencia de Dios creador y liberador, revelado por su Hijo Jesús
el Divino Salvador.

Por consiguiente la diócesis reafirma partiendo desde la Escritura que la tierra es creación y
don de Dios, la cual se ha de tratar con respeto, por ello los seres humanos están llamados
a ser administradores responsables de los bienes creados (Gn 2, 15). El mismo Jesús con
sus palabras y hechos anuncio al Dios de la vida (Jn 10,10), por ello la fidelidad al
Evangelio exige contemplar la vida como don del Padre. Citando a Aparecida dice: “la
misión evangelizadora no puede separarse de la solidaridad con los pueblo y su promoción
integral” (DA 545) así como: “Las condiciones de la vida de muchos abandonados,
excluidos e ignorados en su miseria, y en su dolor, contradicen el proyecto del Padre e
interpela a los creyentes a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida” (DA 358).
Expresando luego la preocupación por los proyectos mineros presentes en la región y el
impacto ambiental y las consecuencias negativas que tendrían para la vida de las
comunidades111.

En seguida en cumplimiento de su misión, promueve un dialogo abierto y transparente

entre los diferentes actores de la sociedad que están involucrados en el conflicto,

110
Apartes de la manifestación promulgada por la diócesis de la Ceiba en Honduras. Tomado de:
http://www.vidanueva.es/2013/07/05/honduras-bella-y-justa-editorial/#sthash.oV5Uk2cy.dpuf. Consultado
el 20 de mayo de 2014
111
Cfr. Datos del documento emitido por la Diócesis de la Ceiba en Honduras. Tomados de:
https://proah.files.wordpress.com/2013/07/130626-comunicado-diocese-la-ceiba.pdf. Consultado el 21 de
mayo de 2014.

82
manifestando así el deseo de ayudar a buscar una solución justa y sostenible, consensuando
conjuntamente rutas de desarrollo equitativo y humano. Motiva además a que se garantice
la participación de las comunidades en la toma de las decisiones sobre la posible realización
de los proyectos. De igual manera que se hagan estudios de impacto ambiental serios y
confiables, y por último que se le informe a la población de los resultados obtenidos112. De
esta manera la diócesis hace presencia y promoción del Evangelio en las comunidades
vulnerables a la explotación y marginación.

En esta misma línea otra experiencia profética fue la manifestación de los frailes
franciscanos en la provincia de Coclé en Panamá en el año 2009. En donde al percibir la
destrucción de los ecosistemas señalaron:

Ante la constante contaminación y depredación del ambiente que estamos

percibiendo, según las denuncias presentadas por los campesinos; consideramos que
es necesario tomar algunas medidas que favorezcan a toda la población. Una de esas
medidas es la que ya recomendaron nuestros Obispos: “Es necesario transformar el
Código Minero tomando en cuenta el equilibrio ecológico y la promoción del bien
común. Tenemos que hacer prevalecer el interés por la vida, frente a los intereses
particulares que proponen un falso progreso, a costa del deterioro en las condiciones
de vida de las comunidades aledañas. […] No se puede hablar de desarrollo
sostenible excluyendo la ética en la economía y en el progreso de los pueblos,
Consideramos que el progreso y la calidad del medio ambiente no son excluyentes.
Los valores, por ser valores no son negociables113.

Concluyen su señalamiento invitando a la comunidad, autoridades e instituciones a

defender la naturaleza teniendo en cuenta que “La legalidad no es el único límite exigible a
los gobernantes. En aquello que es de interés de todos los ciudadanos y en las decisiones
que emanan de las instituciones, la ética en la cosa pública también es un imperativo

112
Cfr. Ibíd.
113
Apartes del pronunciamiento de los frailes menores frente a la minería en Panamá. Tomado de ECO
PORTAL. NET en: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Mineria/acerca_de_la_explotacion_minera.
Consultado el 22 de mayo de 2014.

83
ineludible para quienes elaboran y aplican la ley; en efecto, no todo lo legal es ético 114”. Y
terminan pidiendo que se derogue el proyecto a gran escala a realizar. Estas son dos
experiencias que de muchas, dan muestras del compromiso de las instituciones eclesiales en
su quehacer misionero y evangelizador en medio de las diversas comunidades periféricas
que afrontan conflictos medioambientales.

Por lo tanto, a partir de los lineamientos propuestos para la reflexión y junto a la

experiencia de la diócesis de la Ceiba en Honduras y de los franciscanos en Panamá,
podemos sugerir elementos que de igual forma ayuden al paramo de Santurbán desde la
presencia dinámica de una pastoral profética afianzada en la Palabra de Dios y en el aporte
valioso de la pedagogía como herramienta que promulguen el cuidado necesario por los
ecosistemas.

La clave se encuentra en acompañar las comunidades, fórmalas en conciencia y

comprometerlas con su entorno no solo desde sus derechos sino además desde sus deberes
como actores activos en medio de un conflicto generador de tensión. La presencia ha de ser
mediadora y propositiva, convocando al dialogo entre las partes desde un espíritu de
respeto, pronunciándose a favor de la vida de los territorios en todo momento y
circunstancia cuando esta se ponga en peligro, animando a la resistencia desde la dimensión
cultural y los valores humanos - cristianos, promoviendo el manejo adecuado del suelo y
las fuentes hídricas, apoyando la vocación agraria y artesanal de los residentes del páramo,
(incluyendo la figura de la minería a nivel artesanal), pronunciándose a favor del derecho
de la propiedad y el de disponer plenamente de los recursos naturales, promocionando los
valores de la familia, acompañando la población juvenil e infantil. Así mismo generando
programas de reforestación, suscitando para la comunidad un desarrollo con la naturaleza,
sin oponerse a este, sino al contrario respaldando un desarrollo integral con
comportamientos y prácticas sostenibles y viables en los territorios como lo manifiesta
Boff:

114
Cfr. Ibíd.

84
 Distinguir cómo se complementan y en qué medida nos ayudan a que seamos seres
relacionados, productores de patrones y comportamientos que tengan como
consecuencia la preservación y la protección de patrimonio […] que llego hasta
nosotros y que debemos transmitirlo dentro de un espíritu sinérgico y afinado con la
gran sinfonía universal115 .

Pero esa presencia no se ha de limitar únicamente con la presión que hacen los grandes
proyectos mineros, sino en el ambiente de Santurbán ha de dirigirse en acompañamiento a
la comunidad por la defensa de la vida y de los derechos de los habitantes del páramo a
convivir dignamente con su entorno que traspasa a lo cultural. El problema allí presente no
solo es el proyecto Angosturas, hoy también es la zozobra del habitante por su tierra,
bienestar y futuro amenazados por la declaratoria de parque natural que genera
preocupación en la parte social sino hay claridad en la propuesta de parte de Estado, el cual
podría a llegar a generar un desplazamiento de las comunidades por las expropiaciones de
las tierras a los campesinos o al no dejarlos utilizarlas para su subsistencia. Junto a ello está
latente que al prohibir la minería a gran escala se perjudique la artesanal y genere en un
futuro una minería ilegal.

Ciertamente la misión cristiana enraizada en el Evangelio parte de una visión integral con
perspectivas a generar un encuentro entre Dios fuente creadora y el ser humano fuente de
su creación, motivándolo a contemplar nuevos horizonte en un ambiente fraterno con
aquello que lo rodea acercándolo a la experiencia ecológica como ejercicio personal y
comunitario de cuidado con su entorno.

En consecuencia el problema de explotación inadecuada de los recursos y falta de

preservación y cuidado del planeta Tierra, indica el momento de actuar y hacer de la
vocación cristiana un compromiso salvífico por el lugar o espacio donde se manifiesta
nuestra salvación. Y esto se da “por medio del ejemplo, de la palabra tanto hablada como
escrita, así como a través de todas la formas y medios que la caridad de Cristo, el darle a

115
BOFF, Leonardo. La dignidad de la Tierra. p 181

85
conocer a todos y el glorificar en todas partes a Dios Padre, a su Hijo Jesucristo y al
Espíritu Santo, a fin de conducir a la gente hacia la salvación (Reg, 1886)”116.

De esta manera se hace una propuesta que ayude a despertar y formar la conciencia
planetaria a la luz de la Palabra que se hace pedagogía y vida. Somos parte de la creación y
sin esta la vida se pone en peligro, la acción de Dios invita a dejar actuar su Espíritu de
salvación para de esta manera salvar nuestra casa a la que llamamos Tierra.

116
Regla de las Constituciones de la Sociedad del Divino Salvador en el capítulo II.

86
 CONCLUSIONES

El comportamiento del ser humano ha generado y acelerado en los últimos tiempos una
problemática ecológica que afecta a grandes niveles la vida y el equilibrio del planeta
Tierra, debido a la falta de una conciencia ecológica que genere un sentido de pertenencia
y de cuidado planetario.

La falta de conciencia ambiental no es un problema relacionado únicamente con la

degradación de los recursos naturales, sino también en la manera de relacionarse el ser
humano con su entorno y la forma de influir en su evolución en la medida que este se
adapta a su medio y lo trasforma.

El problema de la conciencia respecto a nuestro entorno se refiere al conocimiento y al

sentido de pertenecía que tenemos de éste. Por ello es necesario un proceso formativo
individual y colectivo mediante el cual se dé un reforzamiento de los valores que
contribuyan en la manifestación de acciones o prácticas a favor de la vida.

El conocimiento del planeta Tierra y del cosmos es mínimo porque el ser humano es
limitado y no puede percibir la realidad en su totalidad, por ello se reduce la creación a un
espacio no compatible con otras manifestaciones de vida. Por tal razón la reflexión es
ontica, es decir ha de partir desde la humanidad misma de la persona capaz de entrar en
procesos de introspección que parta de lo singular a lo plural construyendo así un vínculo
relacional o comunitario con lo que le rodea, afianzando su ser cultural y social a la vez
fortaleciendo de esa manera su ser planetario para identificarse y comprometerse con la
tierra.

La teología hace un aporte significativo a la problemática ambiental proponiendo caminos

de responsabilidad y generando un interés por buscar la solución de los problemas y no de
quedarse en el problema. El ser humano tiene la capacidad de visualizar y prever. Si el ser
humano se proyecta hacia el futuro en conciencia, logra dar una mirada a la realidad que se

87
puede modificar en el presente. Es en ese movimiento de “oxímoron” donde se consigue el
sentido del sin sentido, y así adquirir acciones favorables para disminuir el actual impacto
del deterioro ecológico.

Partiendo del salmo 8 se posibilita un encuentro con el otro y con la naturaleza, como
escenario que recuerda la gracia de un Dios creador y salvador, dador de vida atreves de la
Palabra, la cual posibilita también elaborar una nueva teología que descubra y manifieste un
Dios en íntima conexión con el ser humano y con el cosmos por medio de la contemplación
del mundo no como un espacio neutro, o una masa homogénea de objetos, sino un mundo
creado para ser confiado al ser humano desde sus capacidades de transformación hacia la
promoción de la vida.

La conciencia ecológica implica la dimensión social y espiritual de la persona para lograr

ser una fuerza unitaria que aporte relaciones prácticas a la sociedad, con una posición de
solidaridad y de sentido que no excluya de su entorno y de sus acciones al otro. De esa
manera se va rompiendo con una mentalidad exclusivista que ha ido tomando fuerza en los
últimos tiempos. En sí, es volver a una acción trasformadora de lo personal hacía la
colectividad para convivir de esa manera más humanamente.

La Pastoral y la pedagogía se complementan en la reflexión sobre la realidad actual de la

Tierra, tanto la una como la otra aportan elementos vitales como el saber aprender y saber
enseñar para un desarrollo equitativo y propositivo desde los nuevos valores planetarios
como el del cuidado. La pastoral desde la palabra acerca a la persona al sentido de la
creación como don de Dios para la humanidad en el cual se refleja su amor y su proyecto de
salvación en favor de la vida y de la justicia en la tierra.

Efectivamente la pedagogía puede liderar los cambios en el comportamiento humano desde

la fomentación de procesos alternativos y diversos que incidan en una cultura colectiva para
saber utilizar los recursos naturales que aún quedan. Por lo tanto es el volver a la
sensibilización de la persona para que sienta y de valor a lo que se pueda considerar trivial.

88
La educación puede facilitar la conciencia y el sentido de lo ambiental, que se hace
complementario a la vida del ser humano, pues lo ubica frente a sus propias necesidades
pero en proyección hacia un mejor mañana descubriendo que lo natural provee de lo básico
y es el centro de la supervivencia reciproca que exige comprensión y solidaridad para
cambiar hábitos comportamentales y corregir el concepto que considera al ser humano
como ser superior a las demás especies de la naturaleza.

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