Principales Causas de La Revolución Mexicana
Principales Causas de La Revolución Mexicana
Principales Causas de La Revolución Mexicana
No existía la libertad política. El pueblo no podía elegir a ningún representante dentro de los
poderes estatales ni federales. Estos eran impuestos por Porfirio Díaz, quien, pese a estar en
contra de la reelección, permaneció en el poder más de 30 años.
Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la legislación que facilitaban
la entrada a compañías extranjeras para que se adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales
pertenecían a indígenas, campesinos o gente muy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus
tierras y eran despojados de ellas.
Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían a unos pocos propietarios
mientras la mayoría de los mexicanos moría de hambre.
No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier tipo de opinión en
contra del gobierno y las huelgas estaban prohibidas para todos los sectores.
Represión y uso de la fuerza. Las condiciones laborales eran pésimas, sin embargo, cuando los
trabajadores y campesinos trataban de manifestar su inconformidad, fueron reprimidos
brutalmente. Un ejemplo es el asesinato de obreros durante la Huelga de Cananea (1906) y de Río
Blanco (1907).
Dichos líderes luchaban en conjunto por su oposición a Díaz; sin embargo, no eran aliados, ya que cada
uno reclamaba las necesidades particulares de los pueblos que representaban y por lo cuales se
enfrentaban.
Tras la presión ejercida, el día 25 de mayo de 1911, Porfirio Díaz renunció a la presidencia luego
de haber firmado un pacto con Francisco I. Madero, quien posteriormente fue electo presidente y
ejerció la presidencia de México.
Madero restauró la constitución, prohibió la reelección y estableció el sufragio popular. Sin
embargo, estos cambios no fueron suficientes para mejorar la situación general del país, ni para
satisfacer las necesidades del pueblo mexicano.
Plan de Ayala
El Plan de Ayala fue una proclamación política firmada por el líder de las tropas del sur, Emiliano
Zapata, a quien Madero le había solicitado que licenciara sus tropas. Sin embargo, Zapata solo
aceptaría dicha propuesta si Madero cumplía con una serie de condiciones que, finalmente,
desconoció. Esto produjo mayores desencuentros entre ambos líderes, en especial porque Madero
tampoco llevó a cabo la reforma agraria exigida por los campesinos, lo que generó mayor descontento
hacia su mandato. Finalmente, los grupos liderados por Emiliano Zapata se alzaron en contra de Madero.
Zapata firmó el Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911, en el cual se desconocía el gobierno de
Madero y hacía un llamado al enfrentamiento armado para recuperar la propiedad de las tierras
trabajadas por los campesinos. En ese entonces, se popularizó su lema “La tierra es para quien la
trabaja”.
Por otra parte, en el norte de México, el general Pascual Orozco y su ejército también se levantaron en
contra del gobierno de Madero y desobedecieron sus órdenes, ya que estaban inconformes con las
reformas llevadas a cabo.
Como respuesta, Madero envió al general Victoriano Huerta, simpatizante del porfirismo, a enfrentarse
con las tropas de Orozco. Huerta salió victorioso y se ganó la confianza del presidente Madero.
Decena trágica
Se denomina como Decena trágica al golpe militar que recibió el gobierno del presidente Madero
entre los días 9 y 19 de febrero de 1913, organizado y liderado por los generales Manuel
Mondragón, Bernardo Reyes y su grupo de militantes.
Durante el hecho, fue herido el general Lauro Villar, quien se encargaba de la defensa del Palacio
Nacional, motivo por el cual Madero designa a Victoriano Huerta a ocupar dicho cargo.
Sin embargo, durante estos acontecimientos, Huerta había firmado un acuerdo con el embajador de
Estados Unidos, Henry Lane Wilson, el pacto de la embajada, bajo el cual las fuerzas opositoras se
unieron en contra de Madero para destituirlo del cargo de presidente, con el fin de que Huerta ocupara su
lugar.
Finalmente, este hecho terminó con el arresto del presidente Madero y del vicepresidente José Mariano
Pino Suárez, quienes fueron asesinados el día 22 de febrero de 1913.
De esta manera, Victoriano Huerta logró asumir la presidencia de México, y se convirtió en dictador al
anular la libertad del pueblo por medio de la fuerza militar.
Huerta recibió el apoyo de importantes hacendados, un gran número de gobernantes, del clérigo y
militares, excepto del gobernador de Sonora, José María Maytorena, y del gobernador de Coahuila,
Venustiano Carranza.