Folklore de Cochabamba Antonio Paredes Candia
Folklore de Cochabamba Antonio Paredes Candia
Folklore de Cochabamba Antonio Paredes Candia
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SML
F3341
P37
1997
(LC)
APROXIMACION AUNA
BIBLIOGRAFIA DEL AUTOR
Publicadas:
— Literatura folklórica.
— Los pájaros en los cuentos de nuestro folklore.
— El folklore escrito en la ciudad de La Paz.
— Folklore en el valle de Cochabamba:
el sombrero.
— Folklore en el valle de Cochabamba: dos fiestas
populares.
— Todos Santos en Cochabamba.
— Comercio popular de la ciudad de La Paz.
— Fiestas populares de la ciudad de La Paz.
— Folklore de la Hacienda Mollepampa.
— Bibliografía del Folklore Boliviano.
— La Danza Folklórica en Bolivia.
— Antología de Tradiciones y leyendas bolivianas.
Tomo i.
— Artesanías e industrias populares de Bolivia.
— Juegos, juguetes y divertimientos del folklore
boliviano.
— La trágica vida de Ismael Sotomayor y
Mogrovejo.
— Antología de Tradiciones y leyendas bolivianas. [ERSITY
Tomo II.
— La vida ejemplar de Antonio González Bravo. RY
— La Navidad paceña. (Monografía).
— Antología de Tradiciones y leyendas bolivianas.
Tomo III.
— Brujerías. Tradiciones y Leyendas. Tomo I.
— Selección del teatro boliviano para niños.
— Vocablos aymaras en el habla popular paceña.
— Brujerías, Tradiciones y Leyendas. Tomo II.
— Diccionario Mitológico de Bolivia.
— Brujerías, Tradiciones y Leyendas. Tomo III.
— Brujerías, Tradiciones y Leyendas. Tomo IV.
— Cuentos populares bolivianos.
— Brujerías, Tradiciones y Leyendas. Tomo V.
— Adivinanzas de doble sentido.
— Adivinanzas bolivianas para niños.
— Refranes, frases y expresiones populares de
Bolivia.
— Fiestas Populares de Bolivia. Tomo I.
Fiestas Populares de Bolivia. Tomo II.
— El apodo en Bolivia.
Voces de trabajo, invocaciones y juramentos
populares.
Edición limitada de 500 ejemplares
Primera edición 1997
Ilustraciones de Clovis Días de Oropeza
y Antonio Paredes Candía
Fotografías de Alberto Tardío Mayda
Antonio Paredes Candía
Sixto Valdez Cueto
Depósito Legal N9 4-1-309-97
FOLKLORE
de
Cochabamba
1949 - 1955
Ediciones Isla
Casilla 4311
LA PAZ - BOLIVIA
1997
fésy/
d 7
(¿C)
« El pueblo, he aquí lo que deseo
Interpretar. Cuando yo duermo, lo veo
ante mí; cuando yo como, pienso en él ;
cuando yo bebo, me aparece siempre,
y siempre renovado, como si lo viera en
su misma esencia, grande, total,
desnudo, sin máscara ni disfraz. ¡Qué
riqueza tan fecunda es el alma del
pueblo!».
Mussorsky
— 5 —
—
Dedicatoria.
A mis tres amigos en Cochabamba, que
en aquél tiempo se solidarizaron con mi
afán de investigar el Folklore de ese
pueblo: Don Jesús Lara, Don Augusto
Guzmán y Doña Mercedes Anaya de
Urquidi. Los tres ya descansan, pero en
mi memoria están presentes.
A. P. C.
UNA EXPLICACION NECESARIA
— 9 —
General del Sindicato Agrario, de Apellido Rojas. Al hablar de
aquél líder, los citadinos temblaban de miedo porque muchas
veces había amenazado invadir y saquear la ciudad. Muchos me
aconsejaban que no cometiera la imprudencia de viajar allí, po
día sufrir atropellos me decían, y los más timoratos aseveraban
hasta que podían fusilarme. Yo me reía, no por audaz, ni por
jactarme de valiente, sino porque conocía al indio aymara y
quechua, y sabía de las altas cualidades humanas que tienen,
cualidades que están ausentes en la conducta de los mestizos y
blancoides. Llegué a Cliza y bajé del vehículo. Inmediatamente
dos campesinos armados se me acercaron y me dijeron que de
bía explicar a su jefe el motivo que me llevaba a esa región. El
líder Rojas, tenía el despacho en la escuela y su secretaria era la
profesora. Primero me observó desconfiado y estuvo hasta reti
cente en su actitud, no podía ser de otra manera; ellos recién co
nocían la libertad después de cuatro siglos de esclavitud. Yo tomé
la palabra y le expliqué el motivo de mi presencia en esos luga
res. Rojas cambió el gesto del rostro por cordial, era un valluno
moreno, alto, fornido. Me hizo recuerdo a Pancho Villa y como al
líder mejicano sus paisanos, a este los vallunos le obedecían
ciegamente y tenían fe en su palabra. Inmediatamente ordenó a
su secretaria me extendiera un memorándum que era el pasa
porte para que todos los sindicatos y rancheríos del valle me re
cibieran, me alojaran y me dieran los informes que yo les pediría.
Ese memorándum escrito a máquina con cinta roja, en papel cua
driculado de cuaderno escolar, me abrió las puertas del Paraíso,
y fui tratado a cuerpo de rey por el campesino valluno. Entonces
saboreé la auténtica comida campesina, agradable, nutritiva y
sana, y conocí el cordial trato humano de esos hombres. Dormí
al aire libre en las terracitas que el valluno construye en sus ca
sas para la estación de estío; me bañaba en los riachuelos en
que ellos acostumbraban hacerlo, tapándome el sexo con una
1 0 —
mano para sumergirme en el agua, remedando a lo que hacían
ellos y tomándonos el pelo mutuamente con picardía.
Nada más.
— 11 —
FIESTAS POPULARES
— 13 —
Tipo de mujer cochabambina. En la cocina preparando la llajua, salsa nativa
del locoto, tomate y quirquiña.
— 14 —
C a p it u l o U no
Lugar de la fiesta:
Villa Tapacari, capital de la Provincia.
Fiesta principal:
La Virgen de Dolores.
Duración de la fiesta:
Ocho días. Lo que llama el pueblo: «Hasta la octava».
II
— 15 —
III
Desarrollo de la Fiesta:
La población muestra el mayor entusiasmo y comienza los
festejos el día sábado anterior al último domingo del mes de sep
tiembre con las vísperas, que es la quema de fuegos artificiales
y propiamente comienzo de la fiesta.
IV
Usos y Costumbres:
La Organización de la fiesta tradicionalmente está a cargo
de las Mayoras, nombre que se les da a las personas que pasan
la fiesta, cuyas obligaciones son tomar a su cargo el gasto que
signifique la celebración. Generalmente son ocho o diez Mayoras.
— 16 —
V
Comida Especial:
Se acostumbra preparar para esta fiesta la vianda llamada
lluspichi, cuya base e in g re d ie n te p rin c ip a l es el trig o
descascarado y cocido.
— 17 —
VI
— 18 —
L a F ie s ta de la V ir g e n de lo s A ng eles en M elga
II
Tradición Oral:
La tradición Oral cuenta de dos curacas de ese tiempo que
viajaban al Chapare, y que se les presentó «la aparición» cuan
do ascendían el camino que lleva a la cumbre para luego bajar al
trópico. Era camino muy accidentado y viaje dificultoso, porque
se tenía que vadear el río «Tutimayu», llamado «rio de la
torrentera» (2), porque estando de creciente arrastra enormes
pedrones.
Notas:
(1) La ficha del presente patrón cultural popular se recogió en 1953, y, en folleto, se
publicó en 1956. De ese año al actual han pasado 44 años, más los setenta años
de antigüedad que entonces calculaba la tradición oral; a la fecha, la fiesta, va
camino a los dos siglos de existencia.
— 19 —
Cuando los curacas esperaban que pasara la «avenida del
río», para cruzarlo, les llamó la atención que una piedra de color
negro se mantuviera firme en medio lecho, pese a que otras,
mucho más grandes, habían sido arrastradas por el agua.
III
La Capilla:
A los diez años de esta «aparición», construyeron la prime
ra capilla en la plazoleta de la casa de hacienda, en el lado Oes
te; y en el año 1920, se construyó la segunda, que se encuentra
al Este, en donde se la venera actualmente.
► — 20 —
La fecha de su festividad se debe a que algunos de los pre
sentes, cuando se encontró la piedra, creyó reconocer en el gra
bado, la advocación de la Virgen de Los Angeles que en aquellos
días se recordaba.
IV
La Fiesta y la procesión:
La fiesta dura por espacio de tres días: la víspera, el día de
la fiesta y el siguiente o la kacharpaya, llegando gentes de todos
los rincones de la provincia y del departamento, cuyo número
casi siempre pasa de 20.000 almas.
— 21
El tercer periodo o la kacharpaya, es cuando los concu
rrentes, bailan, cantan y terminan embriagándose, hasta perder
el sentido y copular inconscientes en los campos, sin discriminar
con quien lo hacen.
— 22
Atuendo.- La vestimenta estrafalaria de los capitanes está
confeccionada de uniformes militares pasados de moda. Muy vis
tosos y adornados con enormes botones dorados y relucientes
charreteras. Mientras más llamativo sea el uniforme es mayor
motivo de orgullo para el que lo lleva.
— 23 —
VI
Vil
Otros Datos:
El Obispo Aspe, prohibió esta fiesta, debido a que era pre
texto para que el elemento popular se desenfrenara, pero el man
dato episcopal corrió la misma suerte de todas las prohibiciones
religiosas, cuando se refieren a fiestas populares que están muy
adentradas en el espíritu del pueblo.
— 24 —
F iesta R elig io sa - P a g a na
II
— 25 —
pedido de una morada donde se veneraría a su nombre en dicha
reliquia. Así lo hicieron, constaba en principio de una pequeña
habitación, incómoda y sucia, en cuyo fondo y sobre un poyo de
adobes, construido para altar, descansaba la piedra de su idola
tría. Más tarde, como aumentaba el número de fieles, la traslada
ron a otro sitio, ra más espaciosa y construida en mejores condi
ciones que la primera. Posteriormente, la familia Cañedo, dueña
del fundo; volvió a trasladarla hasta el lugar en que actualmente
se encuentra.
III
Supersticiones y creeencias:
Las mujeres que tienen muchos hijos y no desean más fa
milia, llevan a «la santa Veracruz», muñequitas de trapo, envuel
tas en hilos de colores, idénticamente como lo hacen en la vida
cotidiana, y depositan en una especie de hoyo que se encuentra
en la parte posterior del altar mayor, pidiendo el instante que arro
jan la muñeca, el milagro de no tener más niños. Las mujeres
estériles recogen esas muñequitas pidiendo lo contrario.
— 26 —
Superstición pagana entreverada con el concepto religioso
católico.
IV
— 27 —
V
TRADUCCION
— 28 —
Luisas.- En algunas regiones de Cochabam ba, como
pairumani, por ejemplo, los campesinos llaman Luisas a las
ovejas.
TRADUCCION
— 29 —
TRADUCCION
Padrecito de la Santa Vera Cruz
cara de ratón viejito
boquita de ladrón de muko
ojitos de mirar mujeres.
TRADUCCION
— 30 —
Santa Vera Cruz Tatala
imatataj dotawanqui
mana ni ima dotawajtiyqui
loqho sapa nimusqhayqui
TRADUCCION
VI
— 31
Vi l
— 32 —
F iesta de T o d o sa n to s
Lugar:
Celebración de Todos Santos en la ciudad de Cochabamba
y sus alrededores, más datos referentes al desarrollo de la fiesta
en las provincias del valle del departamento, cuyas costumbres
cuando no son idénticas difieren en poco de las observadas en la
capital.
II
Vías de Acceso:
A la ciudad de Cochabamba se llega por vías aérea, férrea
y carretera. Todas tienen conexión internacional con los países
limítrofes. La carretera se conecta con la panamericana que une
a todos los países de nuestro continente.
III
— 33 —
zar» por la salvación del alma del difunto. Costumbre que consis
te en recibir grupos de personas para que recen por el alma del
difunto y retribuirles con masas, viandas criollas, refrescos y
chicha.
El «hacer rezar» se realiza los días 12 y 2 de noviembre. El
día 12 o de Todos Santos, en lenguaje popular se llama el «reza
chicu» que se lo efectúa en el lugar más distinguido de la casa
de la familia doliente. Allí se arregla sobre una mesa algo así
como un altarcito, con cirios encendidos, un crucifijo velado por
un tul oscuro, y la fotografía del difunto si la tiene. Rodeado todo
de masas, frutas de la estación, bizcochuelos, dulces, figuras de
almidón, etc. Las masas se llaman urpis o urpus.
— 34 —
Tiene relación con el «reza chicu» el «levantar la mesa»,
que así se denomina a la invitación a rezar, cuyo final de acto es
la repartición de golosinas y manjares que se han puesto a vista
de los asistentes rezadores.
IV
— 35 —
lias, que teniendo difuntos no hacen rezar. Un segundo motivo es
el temor que al «no cumplir con el alma» llegue al hogar la
«salación», el «khenchirio», es decir la «mala suerte».
— 37 —
VI
— 38 —
Vi l
VIII
— 39 —
naderos que no trepidan en colocar a sus muñecas de pan el
bulto sexual masculino, en estado erecto,también de masa y pin
tado con airampu.
En cuyo caso las personas poseedoras de estos muñecos,
los exhiben disimulada y picarescamente, allí donde haya gente
que pueda reparar en la burla.
40 —
IX
— 41 —
A la cabecera de estas sepulturas colocan una cruz cuyo
color diferencia el estado civil del difunto. El negro o café se utili
za para los casados y el blanco para los solteros. De cada cruz
cuelgan coronas de papel y cadenillas que unen con el extremo
opuesto del nicho, que por lo colorido de los adornos, parecen
pedazos de jardines florecidos.
— 42 —
gas a engañar con tus falsos rezos, porque yo sé nomás tam
bién». El interpelado responde: «Como pues señoray al alma
voy a engañar». Finaliza el altercado pagándole al rezador la
mitad de masas que le ha ofrecido. Por tal experiencia los
rezadores señalan antes el urpi que desean en remunerción.
XI
El «reza chicu»:
El «reza chicu» se efectúa el 19 de Noviembre en la casa de
los dolientes. Ahí se cantan «los alabados» o «Alabanzas», que
la mayoría son coplas que han nacido de la inspiración popular y
constituyen tradición, tanto, que durante el mes de Octubre, circu
la en los puestos de venta de revistas un folletito de ocho páginas,
donde se consignan estos cánticos, seguramente extraídos en su
origen de algún catecismo que el saber popular los ha reformado
a su manera. Este folletito, la mayoría de los niños lo lleva consi
go y leen de él cantando. Lo transcribimos integramente:
— 43 —
Coro: Alabado sea el Santísimo
Sacramento del altar,
y la Virgen concebida
sin pecado original.
Jesucristo se ha perdido
y su madre va buscando
y un cordero acompañando
y una estrella alumbrando.
Campanitas de Belén
toqúense con alegría
cuando pase Jesuscristo
todos canten alabado.
Ni la rosa ni el clavel
no tienen comparación,
a la reina de los cielos
la Purísima Concepción.
— 45 —
A tí Virgen dolorosa
elevo tierna oración,
a las pobrecitas almas
les alcance el perdón.
— 46 —
Aplaca, Señor tu ira,
tu justicia y tu rigor,
por tu pasión dolorosa
misericordia Señor.
— 47 —
P O - o < = > ( x = > ( ) < = 3 o <=><)< í = > o < = > (O C X 3
A L A B A N Z A S
A L
SANTISIMO SACRAMENTO
Para implorar ríe su misericordia
el perdón de las
C O C H A B A M B A
Ed. •Universo » Calama 341 O
— 48 —
Estos cuadernillos los hay escritos en quechua y castella
no. Son invalorables ejemplos del folklore escrito en Cochabam
ba.
— 49 —
Qhaway tatan chejta Mira a nuestro Padre
ima estadupi. en qué estado lo han puesto,
ima juchamanta ¿y por cuales pecados
cruspi chakatasca? lo crucificaron?
— 50 —
Aysana mamay Arrastrémonos madre,
crusta mancharcanqui porque la cruz está manchada
juchasninchejrayco con nuestros pecados.
Yawar juchasqharqui. Por qué hemos hecho brotar
sangre!
— 51
om i Desf ués de esta Parte del responso que lo hizo cantando y
empleando un tono elevadísimo, continúo con lo que él llama
«sin tono», o sea recitado:
— 52 —
«quesenselón santa festón
«momenton, refentón.
«advenia, fiata voluntas
«tua recoden cielo entierra
«Pater Noster cotediano danovis
«de mis turimos endukas
«en tentaciones.
«Si libramos a malos
«aporten inferior dumenos
«hijos de regues canten
«pasen, amen».
«Adejuntos secolitanten
«aprojitaman carmen umanen
«conversaciones comesidades
«venias misiricordias siniquitaten
«asperfen, Jesucristón, dominostrón
«Amen».
— 53 —
Hay una coplilla que corre por boca del pueblo, y algunas
personas aseguran que escucharon repetir en los masttacus.
Creemos se trata de una burla inofensiva a esta costumbre. La
copla es la siguiente:
Alabado, Alabado,
¡Cuantos platos he lavado!
Ni un poquito no me han dado,
Manca llunku me he quedado.
XIII
— 54 —
Las wayllunkas o columpios de Todosantos.
Fotografía de José Arellano.
— 55 —
las amigas, mediante dos cuerdas sujetas al asiento; está obliga
da a cantar coplas alusivas a las gentes que la miran balancear
se, al estado del tiempo o a lo que le inspire ese momento. Si
resiste a cantar el balanceo se lo provoca tan fuerte que de temor
o alegría canta. Es muy usual decir: «en el columpio la voy ha
hacer cantar» o «la he columpiado hasta hacerla cantar».
Estos decires tam bién se los acomodan a ciertos estados
circunstanciales de la vida.
— 56 —
Taquipayanacu El juntarse dos personas
ancha fiero uso es costumbre fea.
Siquimira jiña Como las hormigas
torneasqha ttusu tienen las pantorrillas flacas.
— 57 —
Se parece mucho
¡Ay palomita!
a un burro blanco
¡por vos vidita!
— 58 —
Todos Santos urpi Masas de Todos Santos
Wipfaylalitay! ¡Ay alegría!
Tarata balcón Balcones de Tarata
¡Por vos viditay! ¡Por vos vidita!
XIV
— 59 —
mezcla con esta salsa lengua de vaca, cocida aparte y en roda
jas; conejos lambreados, llamados así porque las presas se fríe
en manteca; y, presas de gallina bien cocida. Se acompaña con
pfuti de chuño, papas blancas y a veces arroz graneado».
— 60 —
La chicha de quinua: se lavan dos libras de quinua hasta
sacarle a medias la cáscara; luego se la hace hervir en una olla
de quince litros, junto con canela, clavo de olor, cuarta botella de
singani, cuarta botella de vino corriente y una botella de chicha
de maíz, hasta que disminuya una cuarta parte. Luego se deja
enfriar en un cántaro de barro. Generalmente se envasa en bote
llas, y en este caso se agrega un poco de azúcar con el objeto de
que fermente un poco.
— 61 —
F iestas del N iño S an S alvador
Lugar de la fiesta:
Ciudad de Totora. Capital de la Primera Sección de Provincia
Carrasco.
Fiesta principal:
Niño San Salvador. Año Nuevo.
II
Duración de la fiesta:
Hasta dos semanas o más. El número de Mayoras o Pa
santes, determinan la duración de la fiesta.
III
Desarrollo de la fiesta:
31 de diciem bre - Vísperas. Se encienden fue go s
artificiales, cuyo costo paga una de las Mayoras. Otra costumbre
es que solamente las Mayoras enciendan en los patios de sus
casas o en lugares apropiados, Chawjra, que son fogatas, como
una ofrenda al Niño San Salvador. Alrededor de las fogatas se
bebe chicha y las bandas contratadas ejecutan músicas de la
tie rra . El encend er fog ata s aquella noche es una de las
prerrogativas de Mayoras; ninguna otra persona puede hacerlo
esta vez; no existe prohibición oficial sino la tradición le da ese
derecho a la Mayora.
— 62 —
19 de enero. Se realiza la procesión por las calles principa
les, seguida de las bandas y de los grupos de la danza Diablada.
Terminada la procesión, la mayor parte del pueblo asistente se
dirige a la casa de la Mayora principal, a festejar bebiendo y bai
lando.
— 63 —
Conjunto de danza “La Diablada” que asiste a la festividad religiosa del Niño
San Salvador de Totora. Conjunto que participa en casi todas las fiestas
populares del valle cochabambino. (Fotografía Alberto Tardío).
— 64 —
IV
Usos y costumbres:
Se denominan Mayoras o Pasantes, a las mujeres que tie
nen a su responsabilidad y cargo la organización de la fiesta. La
elección la hacen ellas mismas y ninguna debe pasar la fiesta
contra su voluntad o que no hubiese pedido.
— 65 —
VI
Historia popular:
Es imagen del Niño San Salvador de Totora tiene su leyenda.
Dicen que este Niño, motivo de profunda veneración en la fiesta
principal de este pueblo; cuando apareció en un cerro próximo
era tan diminuto que podía sostenérselo en la palma de una mano.
Pasó el tiempo y cada vez crecía, y fue creciendo hasta la altura
que ahora tiene, aproximadamente 0,70 cm., en cuyo tamaño se
ha detenido hace muchos años.
E l C arnaval en T otora
Lugar de la fiesta:
Ciudad de Totora. Capital de la Primera Sección de Provin
cia Carrasco.
II
Características:
Dura ocho días, de domingo a domingo. Como en todas
partes del país es semana en que se desbordan las pasiones
humanas. El domingo de carnaval se realiza la entrada de
disfrazados que recorre por las calles principales, desde las cuatro
de la tarde.
— 66 —
« L a C a n d e l a r ia » en T oto r a
Lugar de la fiesta:
Ciudad de Totora. Capital de la Primera Sección de Provin
cia Carrasco.
II
— 67 —
F iesta de S an J uan en T oto r a
Lugar de la fiesta:
Ciudad de Totora. Capital de la Primera Sección de Provin
cia Carrasco.
Duración de la fiesta:
Tres días: 23-24-25.
II
Desarrollo de la fiesta:
Comienza el 23 en la noche, en que todo el pueblo, en las
puertas de sus casas o en sus patios, encienden fogatas. Due
ños e invitados beben ponches alrededor del fuego; y se prepara
la comida especial que se llama Khollis, que son papas y ocas
asoleadas que se ponen a cocer dentro de las brasas; el charque
de vaca y la carne de cordero, se asan encima del rescoldo.
— 68 —
T o d o s S a nto s en T o to r a
Lugar de la fiesta:
Ciudad de Totora. Capital de la Primera Sección de Provin
cia Carrasco.
Duración de la fiesta:
Dos días.
II
Características:
Es de carácter religiosa-pagana. Supersticiosa por las dife
rentes creencias que tiene el pueblo en su realización.
— 69 —
V ir g en de la A su n c ió n en C apin o ta
Lugar de la fiesta:
Capinota. Capital de la Provincia Capinota.
Fiesta principal:
Virgen de la Asunción.
Duración de la fiesta:
Cuatro días. 1 5 - 1 6 - 1 7 y 1 8 d e agosto.
II
Descripción de la fiesta:
Se festeja con mucha solemnidad a la Virgen de la Asun
ción. Las que organizan son las pasantes que llevan el nombre
de Mayoras, que se disfrazan de Kullaquitas, Cambas y
Diablada y se acompañan de conjuntos musicales de sikus. La
Diablada traen de Oruro. Otros organizadores de la fiesta son los
alférez, los que pasan la fiesta acompañados de bandas musica
les.
— 70 —
El día 15 en la mañana se saca a la Virgen en procesión,
haciéndola dar vuelta por la plaza, para luego retornarla a la Igle
sia. O también a casa de la Mayora principal; la tiene todo el día
y en la noche, con mucha solemnidad, la vuelve a la Iglesia. La
llevaron a la Virgen a casa de la Mayora, para que esta le de
limosna. Este día se festeja con música, los sikuris caminan por
las calles tocando. Hay bastante concurrencia que llega de todas
partes y mucha bebida, chicha, cerveza y en escala menor pisco.
Los pasantes son los que elaboraron la chicha, que es gratis du
rante tres días, hasta que termine la fiesta el cuarto día.
III
— 71
nombre de Pillo. Así adornado lo reconocen como al próximo
pasante, y a él y toda su familia les hacen beber chicha hasta
embriagarlos completamente.
— 72 —
V irgen de M er ced es en I rpa - I rpa
V ir g e n G u a d a l u p e en « Y ata - m o k h o »
— 73 —
« M ama A sunta» o V ir g e n de la A s u n c ió n
EN QUILLACOLLO
Lugar de la fiesta:
Quillacollo.
Fiesta principal:
«Mama Asunta» o Virgen de la Asunción.
II
(1) Informante: Don René Orozco Fuentes. Nacido en Quillacollo. Casado. 23 años.
Nunca ha salido del departamento y muy pocas veces de su comunidad.
El radica en Quillacollo. 6 de octubre de 1954
— 74 —
El día 15 empieza la fiesta con tres misas, a las siete, a las
ocho y a las nueve. Hay entrada mejor que en los carnavales.
— 75 —
« M ama A sunta» o V irgen de la A su nc ió n
II
— 76 —
El 14 en la tarde, aja s 5 p.m., empieza la víspera con entra
da de carros arreglados de platería y joyas de todo valor. En la
noche se encienden las luminarias, que son los fuegos artificia
les que debe traer la mayora escogida expresamente para ello.
III
— 77 —
Luego al atardecer se fectúan los matrimonios, compras de
casas, de huertas, de autos. Las chicheras se compran cántaros.
Después hacen la ceremonia del Chchallacu, rociando alcohol
sobre lo comprado. Después del Chchallacu viene la posesión
que consiste en revolcarse sobre el terreno que ficticiamente se
ha adquirido. Para terminar viene el baile y al anochecer, junta
mente con la Virgen, casi todos, borrachos y alegres, vuelven al
pueblo a dejar la Imagen a la Iglesia.
S an B arto lo m é en Q u il l a c o l l o
Agosto de 1954
— 78 —
COSTUMBRES
El comercio es una actividad popular a nivel nacional. En occidente y oriente
nacionales se prolifera la costumbre de ofrecer la mercancía al aire libre. Cho
la cochabambina vendedora de rosquetes de harina en un mercado popular.
— 80 —
C a p it u l o D os
Los C a lv a r io s
— 81
sitios, por tener caminos intrincados, peligrosos, llenos de obstá
culos, para llegar a la cima y allí orar arrepentidos y ser el lugar
donde, según la mentalidad española, iban a «lavar sus peca
dos». Por otro lado, para aymaras y quechuas, las cimas de ac
ceso trabajoso, llaman apachitas, y aún son sitios en que se
rinde culto a Pachamama, deidad benéfica en las creencias na
tivas. En la realización del Calvario se observa un innegable
mestizaje cultural.
— 82 —
No se pierde la costumbre, aunque la capilla donde se veneraba
a San Miguel, sean ruinas por el tiempo y el abandono, porque
«unos fascinerosos ladrones», sin respetar la santidad del
sitio, empezaron por robar las puertas y acabaron desmantelán
dolo todo. El Calvario de San Miguel en sus practicas supersti
ciosas son idénticas a las que se efectúa en Copacabana (1).
Arreglan y modelan en miniatura, huertas, casas, automóviles,
dinero, que fabrican indígenas o niños artesanos y que los ven
den a los concurrentes. Hay un nativo que simula ser cura y casa
a parejas de enamorados que asisten al lugar con ese objeto.
Hay la creencia supersticiosa que lo que se obtiene ese día en el
Calvario, con el tiempo, y a veces en muy corto plazo, se hace
realidad. También algunos domingos, llevan a vender miniaturas.
Esta costumbre, según el investigador Rigoberto Paredes en su
estudio sobre la feria de Alacitas de la ciudad de La Paz, es de
origen kolla, pero lo cierto es que se encuentra extendida en todo
el territorio nacional.
(1 Copacabana, capital de Prov. Manco Kapac, Dpto La Paz. Allí se venera una
imagen de la Virgen a quien la fe atribuye incontables e increíbles milagros. Pese al
fervor religioso de los creyentes visitantes, no dejan de ascender al Calvario y ahí
junto al altar de piedra para misa y los cuadros bendecidos de la Pasión de Cristo,
se casan y compran inmueble y fincas que les ofrecen indígenas que han modela
do en el suelo, o sea que se cumple con una costumbre pagana ancestral que no
puede borrarse del alma y la mentalidad mestiza boliviana.
— 83 —
una piedra de las paredes de la cueva sin utilizar ninguna herra
mienta, aunque para ello tenga que destrozarse las uñas. Esa
piedra, por pequeña que fuera, la gente dice que es «plata de la
Virgen» y el penitente tiene que subir un poco más arriba, a un
lugar especial y respetado por la tradición, donde hay un pozo y
allí arrojar la piedra.
— 84 —
II
E l « T in k u y » de C arnavales en C a p in o t a
Octubre de 1954
— 85 —
C o s t u m b r e s R ela c io n a d a s con la M uerte
— 87 —
* * *
★ * *
— 88 —
i.
tos y como al santo San Miguel Arcángel lo hacen montar los
santeros, con un palo introduciéndole por el ano lo hacían parar
muy vertical.
* * *
— 89 —
—Ch’uspiqui, Ch’uspi
maytaj wawaykha?
Traducción:
Kaikha wawaykha
Altar patapi
PfaraKheyaskhan.
Traducción:
* * *
— 90 —
* * *
* * *
* * *
* * *
* * ★
— 91
IV
U na C o stum bre de C o m e r c io P o p u l a r
— 92 —
Comercio popular de verduras. La cancha. Cochabamba 1949.
— 93 —
LaCancha. ComerciopopularenCochabamba. 1951
— 94 —
pal en Arani, se realizan otras dos ferias los días martes y jueves,
que podrían calificarse de ferias especializadas porque sólo se
expende en ambas, harinas, sea de trigo o de maíz, ya que la
región es muy productiva en cereales.
— 9 5 —
En Quillacollo la feria ya no se llama cancha, sino plaza y
existen cuatro plazas diferentes para el comercio: la plaza de
vacas, donde los mañasos venden ganado vacuno; la plaza de
granos para expende cereales y la plaza de papas, donde se
encuentra este tubérculo de diferentes especies y con nombre
propios en quechua; y su thantha khatu, lugar destinado al co
mercio de ropa usada y cosas viejas o de segunda mano; y los
charangos típicos del lugar, adornados con vidrios en los que
están pintadas diferentes figuras. (Ver cap. Artesanías). Además
proliferan los suerteros.
— 9 6 —
ARTESANIAS
— 9 7 —
Mujer artesana envolviendo el tabaco en papel para fabricar los famosos
cigarrillos llamados kjuyunas. (Fotografía de Sixto Valdez Cueto).
— 9 8 —
C a p it u l o T res
A r t e s a n ía e I n d u s t r ia s P o p u l a r e s
Notas.
Las pequeñas industrias caseras, o llámese domésticas, son
frutos de la necesidad vital, del ingenio hecho realidad para vivir
mejor. Evoluciona, generalmente, o mejora o perfecciona con el
aumento de la población. Llegan en manos de hombres indus
triosos a representar capitales alrededor del cual giran la vida
económica de centenares de familias. Las porcelanas de Fran
cia, las telas de Escocia, en principio fueron industrias domésti
cas que abastecían solo el consumo de cada familia.
— 9 9 —
(cereales sin cáscara) y la chicha, bebida alrededor de la cual
gira la economía del departamento.
Muñecas de Madera
— 1 0 0 —
Este tipo de muñeca de madera es la que se fabrica en
Cochabamba, generalmente de álamo, pino, sauce, etc., utilizando
tornos rústicos y para el acabado herramientas improvisadas como
cuchillos, cortaplumas, y algunos estiletes, con las que paciente
mente desbastan la madera y obtienen la forma requerida. La
figura de esta muñeca es tiesa, sin ninguna gracia, pintada en
colores puros como el rojo y amarillo. Los lugares más conocidos
donde se fabrican quedan en la ciudad de Cochabamba, en el
aledaño denominado Kara-ranchu.
II
— 101
Muñeca de cerámica vidreada, en dos colores: amarillo y café. La figura
Muñeca de cerámica vidreada. La figura representa una mujer llevando el hi representa una mujer llevando al hijo en un brazo y una canasta en el otro,
a bautizar. Trabajada en el Cantón Wayculí del Departamento de Cochabamb rumbo al mercado. Trabajada en el Cantón Wayculí del Departamento de
Cochabamba.
— 102 —
— 1 0 3 —
i
La materia prima que emplean es la greda, preparada con
anticipación para obtener una masa pastosa y fácilm ente
maleable. El terminado, que corrientemente es engobado, lo con
siguen empleando óxidos, que dan a la obra brillantez vidreada.
— 1 0 4 —
La manera de modelarlas es rudimentaria. No utilizan ins
trumentos, cuando más algún cuchillo en desuso o un fierrito
pequeño cualquiera, aparte de sus manos que son las que mo
delan, afinan y dan el acabado.
V a r ie d a d en la c e r á m ic a de W ayculi
— 1 0 5 —
L
Chola cochabambina cumpliendo una visita a sus amistades. Cerámica
vidreada de Wayculi. 1951 (Foto A.P.C.).
— 1 0 6 —
Jinete campesino. Cerámica vidreada. Modelo tradicional de la cerámica de
Wayculi.
— 1 0 7 —
Escena de una campesina dando de comer a los chanchos. Cerámica de
Wayculi. 1951 (Foto A.P.C.).
Horneando el pan. Escena campesina. Cerámica vidreada de Wayculi. 1951
(Foto A.P.C.).
— 1 0 9 —
Andavete, nombre de un recipiente de cerámica vidreada que se utiliza para
beber licores diferentes vaciados en los pequeños vasitos que al ladear para
beber se juntan en el del centro que es de mayor capacidad. Recipiente propio
del valle cochabambino. Cerámina vidreada del Wayculi.
— 110 —
M u ñ ecas de « q u is s a » de durazno
— 111
Muñecas de quissa de durazno, vistas de frente y de espalda.
— 112 —
I n d u s tr ia P o pu la r del S o m b r er o
E l S o m b r e r o O vejó n del C a m p e s in o
Notas.
El sombrero llamado ovejón o sombrero oveja, es una pren
da que el campesino usa desde que amanece hasta que se echa
a dormir. Lo fabrica en forma rudimentaria y aprendida de un modo
tradicional.
— 1 1 3 —
rrespondiente a este hecho folklórico se ha recogido en dicho
lugar de dos sombrereros campesinos, padre é hijo; cuya ocupa
ción ha sido heredada de sus antepasados. El padre declaró:
«Mi abuelo siempre ya hacía sombreros».
— 1 1 4 —
ámplio, charlador y muy comunicativo. Ha estado en la escuela,
lée, escribe y habla bien el castellano. Me brindaron una mañana
de generosa hospitalidad. Entonces, recién aquilaté la diferencia
del campesino con el mestizo de la ciudad. Me preguntaron de
Ucureña y les respondí lealmente: era hasta ese instante la me
jor impresión que había tenido en el departamento de Cocha-
bamba.
III
H abitació n de tr a b a jo o taller
— 1 1 5 —
Es un cuarto no estrecho pero justo para el objeto a que
jstá destinado. Más o menos tiene de perímetro cuatro por tres
netros. La disposición de los utensilios de trabajo que se en
centran en su área explica el plano anterior.
IV
In str u m en to s de tr a b a jo
(1 Palabra que en aymara y quechua tiene el mismo significado. Thanta: viejo o rotozo
y khatu: sitio de venta. Recibe este nombre el lugar donde se expende ropa, objetos,
instrumentos, toda de segunda mano. Lugares de desperdicios.
— 1 1 6 —
El arco: El arco propiamente dicho está construido de ma
dera muy dura, llamada chachacoma. Este instrumento de tra
bajo se compone de las siguientes partes:
— 1 1 7
El wato por el cual el arco se une a la pared, es trenzado
de lana de oveja. La estaca es de madera de eucalipto.
— 1 1 8 —
Cañoso.
A1 y A2), Patas de palo de durazno. B1 y B2), tiras de cuero de oveja.
C) Sunchus de quinua. D) Tapa. E) Estaca.
— 1 1 9 —
Elcañoso
La Tapa
>
— 120 —
La espeja, parte de la tapa, es de fierro y se halla atravesa
da por una alcayata también del mismo metal. Sirve para que la
lana escogida y escarmenada no caiga al suelo.
El Peltre
A) Madera. B) Lata.
El Tablero
— 121
A1 y A2) Adobes. B) Tablero C) Banqueta.
La Bataneadora
— 122 —
Comprende la bataneadora propiamente dicha, que es un
poyo trabajado de adobes, sobre el que se hace descansar el
tablero; éste por medio de una teja de ladrillo comunica con una
olla que se encuentra sobre un fogón pequeño. La olla sirve para
recibir la chua de la chicha que tiene propiedades coagulantes y
el fogón mantiene la chua en la temperatura precisa para conti
nuar trabajando.
La Fornilla
— 1 2 3 —
de advertir que en este artefacto tienen permanentemente car
bones encendidos, mientras dura la faena, y también es donde
forman el sombrero.
Otros instrumentos
— 1 2 4 —
Un arzador que es un pedazo de piedra pómes y sirve para
que el fieltro sea liso y no tenga frisa. Una prensa que es un
retazo de tela que tiene por objeto colocarlo entre el macho y la
hembra, durante la fabricación. Y un trapo de engomar, tejido de
lana de oveja.
Manera de fabricar
— 1 2 5 —
6a. Los vellones así cortados se los «mete al arco», que
consiste en poner sobre el cañoso y hacer uso del arco tres ve
ces. «Se pasa el arco» dicen ellos.
— 1 2 6 —
ce en la bataneadora. Al batanear se exprime la chúa, que se
escurre a la olla por medio de la teja, donde continúa hirviendo.
Lugares de venta.
Otros datos
Se preparan dos sombreros al día y se terminan en una
semana hasta el número de cinco. Son las prendas preferidas
del indígena, y aún los más usados los guarda.
— 1 2 7 —
Un sombrero lo usan diferentes personas de una familia en
el siguiente orden: el padre lo estrena, lo usa una larga tempora
da, y cuando se encuentra sucio o viejo, cree que no es propio de
su rango seguir teniéndolo, entonces entrega al hijo adolescente
y después que éste ha terminado de envejecerlo le obsequian a
la criatura de la familia para que se defienda del sol. Después
todavía hacen un último uso, a veces haciéndolo servir de filtro
de agua o de atajo de una acequia cuando están regando sus
huertas.
— 1 2 8 —
E l S o m b r e r o B la n co o «T arro»
— 1 2 9 —
tencia, y hasta en la gracia que dan estos «tarros» blancos colo
cados sobre las cabezas de las agraciadas mujeres pueblerinas.
II
— 130 —
Llega una mujer trayendo más que un sombrero para com
postura, un pedazo de cualquier cosa, sucio y viejo, que las ma
nos del sombrerero tienen que hacer prodigios para restaurar. Se
acerca a la puerta de la tienda, si encuentra visitas espera hasta
que el sombrerero le haga una seña con los ojos, entonces saca
un paquete debajo de la manta y le dice escuetamente:
— Un sombrero.
— 1 3 1
Al sombrerero, igual que al sastre, le gusta charlar mientras
trabaja, y se siente contento cuando tiene visitas.
III
La Sobremesa
— 132 —
La Sobremesa
Es un tablero con una abertura central, donde encaja la parte
inferior de la horma y sirve para planchar la falda (ala).
Está trabajada en madera ordinaria, existente en la región.
El Libertador
Es un pedestal con muchos colgadores al contorno que sir
ven para colgar los sombreros que se encuentra en medio traba
jo o en compostura.
El libertador se lo coloca en la puerta de la tienda y tam
bién tiene por objeto hacer notar que allí existe una sombrerería.
La Percha
— 1 3 3 —
Es un mueble de dimensiones mayores, como un ropero;
donde se guardan los sombreros del polvo y la suciedad y se
exhiben los que se encuentran en venta o restauración.
IV
D im e n s io n e s c o m u n e s del so m b r e r o
— 134 —
Los otros fustes se los teje a crochet, con hilo de carretel.
Es labor paciente y sacrificada porque uno solo de ellos se teje
en más de una semana de continuo trabajo. Las cholas lo prefie
ren porque dura más. En la actualidad, hay mujeres dedicadas
exclusivamente a este menester, que al final les daña los pulmo
nes por el excesivo esfuerzo que desarrollan.
La silueta del actual sombrero es graciosa y si no se cono
ciera la época de que data su transformación, se diría que tiene
por abuelos a los pintorescos sombreros cordobeses. Tienen esa
misma belleza y donaire. La chola cochabambina cuando se lo
coloca para ir al baile o el mercado, se siente como si llevara en
la cabeza una corona de flores.
La gente de clase media lo ridiculiza llamándolo «tarro de
yeso», «Tongos», «Tarros», «Vacinicas», pero los sombrere
ros dicen de él con mucha seriedad «sombrero panamás».
Modelos diferentes.
El sombrero panamá, tiene ligeras variantes en su mode
lo, que se las puede distinguir en cuatro grupos:
Adornos peculiares según la región y sus nombres po
pulares
La toquilla es la cinta negra con que se adorna el sombrero,
«lo que le dá su apellido» según los sombrereros. Los gracio
sos y diferentes dibujos que se hacen con la cinta tienen nom
bres propios y los más corrientes son los siguientes:
ROSONCITOS
O AN\ABQ¡TOS
— 1 3 6 —
Diferentes formas de toquillas usan las mujeres del valle,
habiendo regiones donde tienen preferencia por algunos dibujos,
como las de Tiquipaya que gustan de los «botoncitos», adorno
que consiste en muchos botoncitos de fieltro cosidos sobre la
guía de la toq uilla, las de Punata por los «rosoncitos o
amarritos».
M a n e r a de t r a b a ja r los s o m b r e r o s .
E l s o m b r e r o de C liza y T arata . U na C o pla P o p u l a r .
— 1 3 7 —
8a. Se embarquilla el borde del ala con el chorizo, que es
un rollo de fieltro o de trapo.
— 1 3 8 —
El hombre, en la copla lo utiliza como confidente, y no es
raro escuchar en labios de un mancebo enamorado, una como la
siguiente:
— 1 3 9 —
Los C harangos de A iq uile y de Q u illa c o llo
— 1 4 0 —
son de preferencia del nativo. Son tan hábiles los artífices vallunos,
que en varios pueblos han logrado construir pianos verticales,
que según los entendidos tienen manufactura más que regular.
II
El c h a r a n g o en el departam ento de C ochabamba
— 1 4 1
nos ha salido un instrumento que les alegra la vida y les consuela
en la tristeza.
— 143 —
Don Remberto Rojas Guardia, eximio fabricante de instrumentos de caja
en la ciudad de Cochabamba.
— 144 —
4a. Esta parte se refiere al modelado por fuera del instru
mento. Aquí explaya su buen gusto el artista, porque debe dar
belleza al modelo, cuidar de las curvas y las líneas.
IV
— 1 4 5 —
Quién lo fabrica es un indígena quechua, de nombre José
Manuel Rocha, de alta estatura, fuerte, oseo, de rasgos irregula
res por su afición a la chicha. Muy desconfiado. Mira al mestizo,
si nó con odio con antipatía profunda. Yo pude acercarme a él,
merced a un profesor rural de Ucureña, quien le explicó el moti
vo de mi visita y él aceptó con sonrisa, pero hasta ofensiva.
— 1 4 6 —
Don Remberto Rojas Guardia y su hijo Hernán, en su taller donde juntos fabrican
instrumentos de caja de excepcional calidad y sonido. Cochabamba 1954.
— 1 4 7 —
Guitarra fabricada por don Remberto Rojas Guardia, excelente instrumentista.
Cochabamba 1 954.
— 1 4 8 —
Las pinturas llaman la atención por su calidad artística, arte
popular, primario, pero de gran belleza creativa. La importancia
de estas obras de arte popular reside en el uso del color, brillante
y luminoso. Los temas son ingenuos y típicos, por ejemplo el
brazo de un charango está pintado así: comienza por una pareja
en que el hombre toca el charango y la mujer escucha muy aten
ta la ejecución, continúa con una fila de cuatro o cinco bailarines,
cuyas figuras están en posición egipcia, el cuerpo de frente y la
cara de perfil; una media luna en cuya línea interior se dibuja el
perfil de un rostro de mirada picaresca; un árbol con dos pájaros,
parados muy pesadamente en las ramas y tocándose con los
picos.
— 1 4 9 —
L
L as « C u er d o ser a s »
II
I n fo r m a n tes
— 1 5 0 —
La casa donde moran es amplia, compuesta de dos patios;
el primero, reservado a las visitas, es aireado y limpio, allí un
molle y un takho hacen sombra en el estío. En el segundo se
encuentran la despensa, la cocina y la habitación destinada a la
fábrica, que es muy pequeña, extremadamente sucia y de fetidez
insoportable por la materia prima que emplean, que son tripas de
cordero.
III
H abitació n de t r a b a jo
— 1 5 1
IV
I n str u m en to s de tr a b a jo
El torno
— 1 5 2 —
Se compone de un armazón sostenido sobre cuatro patas
que recibe el nombre de banqueta; la que se compone de las
siguientes partes: rueda o molejón, fusilos, carretas, poleas de
tripa de cerdo.
Los barrotes
Cuchillo
El fogón
La repasana
— 1 5 3 —
El qhaqhodor
Los palitos
Chillamis
— 1 5 4 —
I n s tr u m e n to s de T rabajo de « L as C u e r d o s e r a s »
cuchillo Chillamis
El F o g ó n
1 5 5 —
4a. Ya en ese estado, las tripas se mantienen frescas du
rante tres o cuatro días, y se las coloca en un chillami con las
puntas en el borde, con objeto de acelerar la fabricación.
VI
O tro s datos
— 1 5 6 —
La « l l u c h u s k h a » ( c e r e a le s p e la d o s )
D atos g e n e r a le s e in fo r m a n te s
— 1 5 7 —
:l grano tiene que ser escogido para fabricar la lluchuskha. Lo prueban
rotándolo entre ambas palmas de la mano.
— 1 5 8 —
Vendedora de Lluchuskha en una feria del valle.
— 1 5 9 —
En algunas regiones del valle, ejemplo Cliza, esta industria
se ha explotado en grande escala con objeto de abastecer a los
otros departamentos cuyas poblaciones también consumen la
lluchuskha.
Los datos se recogieron en Cliza, provincia que por la abun
dante producción de cereales es popular la lluchuskha. En el
lugar denominado «De la banda» a orillas del río Cliza mayu, a
cinco cuadras del pueblo se encuentra la fábrica de los esposos
Carlos Coria y Dora Navia de Coria, ambos oriundos de Cocha-
bamba, conocedores del oficio, quienes ocupan ocho jornaleros
entre hombres y mujeres, y dirigen personalmente la labor.
Los jornaleros realizan este trabajo circunstancialmente,
porque la elaboración de la lluchuskha es temporal.
II
I n str u m en to s de t r a b a jo
Paila
Es un perol de cobre o de fierro, con dos asas, con capaci
dad para dos quintales de cualquier cereal.
Fogón
Muy rústicamente construido de piedras. Cabal para soste
ner la paila, en cuya lumbre se calienta el agua.
— 160 —
Cernidor
Batán
— 161
III
M an era de elabo ra r
— 163 —
Las expendedoras reciben el nombre de pataskheras, y
ofrecen su producto en los mercados, especialmente en las fe
rias o canchas, como se denominan en Cochabamba a los sitios
de comercio popular, sean en las ciudades o provincias.
— 164 —
El peine que usa el campesino
N o m b r es po p u la r e s y o tros datos
— 1 6 5 —
C o l c h o n e r ía
Entre este tipo de colchones, los mas buscados son los que
se fabrican en el campo por los nativos, en razón de que la cali
dad del retobe es duro y mas fuerte.
(1) Es el colchón de las áreas aymaras, pero técnicamente no mejor fabricado porque
aquellos están retobados en fundas de arpilleras, Es el conocido por el nombre de
payasa, que en aymara se traduce: «para que se echen o recuesten dos».
— 166 —
El cusuru es el colchón de paja de fabricación muy ordinaria y además
antihigiénico. Es propio del campesino valluno.
— 167 —
calcha065 y Car° naS Para b6StÍaS qUe 56 expenden en días de feria en
— 1 6 8 —
T ejidos de F ibra V egetal
C a n a s te r ía
— 1 6 9 —
te que la cañahueca. La cañahueca crece en todos los lugares
del valle y del trópico, donde existen plantaciones de este vejetal.
— 1 7 0 —
La cancha, comercio popular de canastas. 1950. Cochabamba.
— 171 —
Mercado de canastas en Vinto. (Fotografía Sixto Valdez Cueto)
1 7 2
EL TRAJE REGIONAL
— 1 7 3 —
1
Mujeres con el típico traje regional en un día de feria de calor sofocante.
— 1 7 4 —
C a p it u l o C uatro
El T r a je R e g io n a l
E l T raje de la C ho la C o c h a b a m b in a y de la C a m p e s in a
— 1 7 5 —
modo de andar, ni ninguno de esos rasgos tan destacados de las
españolas». Referente al sombrero que actualmente luce la cho
la cochabambina, según D’Orbigny era prenda perteneciente a
la india campesina; cuando describe el traje de esta dice: «La
cabeza está cubierta de una montera, especie de sombrero de
género con grandes alas, con la punta levantada adelante y atrás,
terminando en punta arriba, alto, cuyo conjunto recuerda invo
luntariamente el sombrero de Polichinela. Estas monteras me
parecieron tan extraordinarias que creía al principio que se trata
ba de un disfraz burlesco». Parece lo que llama D’Orbigny mon
tera, por la forma que describe es el antecedente de los actuales
tarros cochabambinos, cuya copa terminada en punta aún es de
uso en alguna región del valle cochabambino. La forma tiene
excepciones -decimos en nuestra investigación del sombrero de
esta región boliviana- ejemplo es Aiquile, donde la copa es chu
pada, casi en punta y el ala mucho más ancha de lo corriente, y
Sacaba, donde aún se mantiene en uso el sombrero de corte
antiguo, de copa baja y abombada.
— 176 —
J
Siglo XIX. Mujeres cochabambinas en un mercado. La que ofrece papas luce
el sombrero que describe Alcides D’Orbigny en su celebre libro de viajes a la
América Meridional. (Acuarela del autor).
— 177 —
Chola actual en traje cotidiano (Foto Freddy Alborta T.)
— 1 7 8 —
Chola cochabambina, en todo su porte vital vigoroso y altanero.
— 1 7 9 —
Chola cochabambina de la década del veinte.
— 1 8 0 —
E l T r a j e C a m p e s in o del V arón
N otas
II
La descripción del que traje que hacemos, es la del traje
corriente del campesino, de uso diario. Es el que lleva el hombre
cuando viaja o se ausenta de su hogar. La ficha pertenece al
traje del indígena Ildefonso Apaza, del cotidiano y del viajero. ( 1)
(1) Don Ildefonso Apaza es nativo de Ucureña. De estatura alto, fornido, muy leído
y dirigente sindical en la región. Sabe las leyes de la Reforma Agraria de memo
ria, y si no las entiende en su contenido cabal las intuye. Consejero de la comar
ca, adivinador en coca y su palabra para sus hermanos de raza tiene tanta validez
como sus vidas. Es líder auténtico.
— 1 8 1
El chulo. Prenda que le sirve para cubrir su cabeza y
protejerse del frío en los viajes. Lo ha tejido de lana de oveja,
después de hilar la lana, personalmente su mujer.
— 1 8 2 —
< ^ e
TRAJE DE VIAJE
— 1 8 3 —
— 1 8 4 —
Jk
Mujer campesina tejiendo el ch’umpi que ella y el hombre usan sujetando la
cintura.
— 1 8 5 —
cia del pantalón occidental porque aquel se encuentra completa
mente ajustado a los glúteos y a los muslos y con un corte espe
cial de bragueta. Mas que pantalones, parece una funda o una
malla de ballet.
16 de octubre de 1954
— 1 8 6 —
E l tr a je del m añaso
A lg uno s D atos
— 1 8 7 —
mañaso
— 1 8 8 —
MAÑASA
— 1 8 9 —
is
— 1 9 1
El licor de los Incas se expende en todas las ferias del valle de Cochabamba.
C a p it u l o C in c o
F olklore de la C h ic h a
Notas.-
1. LA RIKUCHICU.
Es un vocablo de corrillo, usado mucho en las provincias
porque aún tiene vigencia la costumbre; en menor escala en la
ciudad.
— 1 9 3 —
noche, igualmente no es rechazado; acepta todo; pero el mo
mento de cumplir lo prometido desaparece misteriosamente.
— 1 9 5 —
Saboreando el áureo licor de los Incas en una chichería del barrio de San
Antonio.
— 1 9 6 —
2. JAYAC CHICUY.
Es la com ida breve que sirven como obsequio de la
chichería, (cortesía de la casa), para que los concurrentes sigan
bebiendo, ya que el platillo siempre está elaborado a base de
locotos y ajíes. Tiene que ser picante. Que estimule la sed de
beber chicha para aplacar la picazón del paladar y la lengua.
3. AKHA LLANTO.
La traducción es «chicha llorando» o «el llanto de la chicha».
Se dice a los lugres dónde se expende chicha, sea en los
rancheríos o en los caminos. El akha llanto es la bandera que se
coloca amarrada a un asta en el lugar más visible de la casa.
Generalmente es de color blanco, adornado con cintitas. Cuando
la dueña del akha-llanto ha enviudado, coloca una bandera ne
gra, confeccionada con retazos de sus polleras viejas de color
negro.
4. AKHA PARLITA.
Se llama así a las reuniones de hombres, de cierta perso
nalidad y edad, de clase media o burguesa, que se juntan a be
ber chicha en un local consabido por ellos y a charlar amigable
mente, mientras se sirven las jarritas de chicha y alguna vianda
nacional, especialidad de la casa. Las akha parlitas son vigen
tes. (6-X-54).
5. AKHA PALLAQUITU.
La traducción es «el que recoge del suelo la chicha». El
pedigüeño de chicha. Tiene tono despectivo. Son aquello hom
bres que por circunstancias económicas adversas, no pueden
— 1 9 7 —
pagar la chicha que toman y tienen que hacerlo de favor casi
impuesto a otras personas. El gorrón de chicha en las chicherías.
6. WAWA MUQUITO.
Quechua: niño del muko o muko que hace niños. Nombre
popular con sentido picaresco que le dan a la chicha. El concepto
interpretativo sería: «semilla para tener hijo». Se piensa que la
chicha es un estimulante sexual poderoso.
7. Muku.
Uno de los procedimientos para elaborar chicha; consiste
en ensalibar la harina de maíz formando pequeñas bolas, que se
las deposita en una fuente, para luego hacerlas secar al calor del
sol.
8. Mukeador o Mukeadora.
Nombre que se da a la persona que su labor es humedecer
la harina con su propia saliba.
9. Wiñapu.
Otra forma de elaboración de chicha. Es el maíz recrecido
que se lo hace secar al sol para luego molerlo.
10. Khaywiña.
Pala manuable de madera que se utiliza para mezclar los
ingredientes de la preparación.
11. Miski-kheta.
Quechua, puede traducirse como miel madura o miel po
drida, que se obtiene del primer cocimiento del muko.
12. Upi.
Nombre de las primeras decantaciones o separaciones del
liquido en la fabricación.
— 1 9 8 —
Chichera escogiendo los cántaros en que hace fermentar la chicha.
— 1 9 9 —
13. Khonchu.
Es el resto del muko que se asienta en los wirquis.
14. Khaima.
Es la chicha que se fabrica con los restos que han quedado
en los wirquis.
15. Chichería.
Nombre del local donde se expende chicha.
16. Ch’okho.
Nombre de la medida para expender el licor en la chichería.
Equivale a un valde de dimensiones corrientes.
17. Jarra.
Otra medida de chicha para expenderla. Tiene tres tama
ños: grande, media y pequeña.
18. Akhoso.
Nombre o apodo que se da al que acostumbra mucho be
ber chicha y cuyo aliento hace traslucir el olor de la bebida. Tiene
carácter despectivo y también es insulto.
— 2 0 0 —
21. Chicha Kulli.
Es la chicha elaborada al modo tradicional. Es la chicha
más pura.
23. Tutuma.
Recipiente fabricado de una calabaza especial, que el
valluno hace servir de vaso para beber chicha o cualesquier lí
quido.
24. Pfuñus.
Cántaros donde se hace madurar la chica.
25. Akha-canca.
Alimentación popular. Carne asada y luego cocida en chicha.
— 2 0 1
Cántaros en que se hace fermentar la chicha.
MEDICINA POPULAR
— 203 —
)s cigarrillos kjuyunas, de fabricación artesanal, son elementos insustituibles
i las curaciones de tipo tradicional e informal, y en las prácticas de brujería.
— 204 —
C a p it u l o S e is
M e d ic in a P o p u l a r
Notas y Vocabulario.-
— 2 0 5 —
CARDOSANTO. Se toma en infusión para hacer botar las
flemas de la garganta o de los bronquios.
— 206 —
CREENCIAS - SUPERSTICIONES
— 207 —
Comercio popular en Cliza. La leña y el carbón son elementos necesarios
para quemar las mesas en los ritos de supersticiones o en los actos de bruje
ría. (Foto Sixto Valdez Cueto).
— 2 0 8 —
C a p it u l o S ie t e
C r e e n c ia s y S u p e r s t ic io n e s
1. LUNA.
Cuando la luna se pone colorada es para que solamente
las mujeres enfermen con alguna gripe o epidemia. (Capinota).
2. SOL.
Cuando el Sol se pone más colorado es para que enfer
men solamente los hombres. (Capinota).
3. GRANIZO.
Para que escape el granizo, en el patio de la casa, pero
antes pidiendo a Dios, hacemos de ceniza una cruz grande.
(Capinota).
4. GRANIZO.
También hacemos en otra forma para que escape el grani
zo; le ponemos tres huevos al lado de la cruz de ceniza, para que
el granizo al ver los huevos se asusta y se va. (Capinota).
6. GRANIZO.
Para calmar el granizo se saca palma bendecidas al patio.
(Quillacollo).
7. LLUVIA.
Cuando las nubes se remueven o están en movimiento,
siempre llueve. (Capinota).
8. TRUENOS.
Cuando hay truenos es seña fija que si siempre cae la tem
pestad con lluvia fuerte y con granizos del tamaño de piedras.
(Capinota).
— 2 0 9 —
9. HELADA.
Cuando viene el viento del lado de Mazo Cruz (Cordillera),
cae helada o llueve. (Hda. Moyopampa-Ayopaya).
10. HELADA.
Cuando el viento sopla del lado de Oruro, seguro que cae
helada. (Cantón Chchalla - Tapacarí).
11. SEQUIA.
Cuando hay sequía, los indios cambian el agua de un pozo
a otro. Cuando el lugar es fiero (feo por seco) y sólo cae tempes
tades y no lluvia menudita y persistente, el agua lo vuelven a
llevar al lugar de donde han sacado, hasta encontrar un pozo de
un lugar bueno. Cuando encuentran cae lluvia menudita, que dura
a veces hasta tres días, con calmita día y noche, casi sin hacerse
notar, esa lluvia sazona a la tierra, la traspasa. «El cambiar el
agua» se llama a esto, y no lo hace cualquiera, tiene que ser un
«Yachaj» (sabio, el sabedor). (Capinota).
12. ZORRO.
El zorro es medio adivino, cuando lo esperan en un lugar
para cazarlo, no va, hace grandes rodeos para llegar a su casa.
(Capinota).
14. SAPO.
Escuché a un niño que decía a otro que molestaba con un
palo a un sapo: «Cuidado te va a soplar». Cuando le pregunté
al que molestaba qué es soplar, me respondió: «Son sonceras,
abusiones que dicen que uno se hincha cuando le sopla el
sapo». El otro niño intervino y dijo: «Es cierto porque a uno le
salen sarnas en la cara». (Ciudad de Cochabamba).
— 2 1 0 —
15. GRANIZO.
Por el lado donde vivo, para que se suspenda el granizo
hacen arder cera bendecida y una palma atada en cruz, y otras
veces hay que hacer humear incienso. Cuando no tenemos esto
(se refiere a los elementos anteriores), en el campo tenemos un
árbol que se llama Japa-japa, de el sus ramas hacemos humear,
y al ver el humo el granizo se asusta y se va. (Estancia khara-
lawani - Tapacarí).
16. ÑAKAY.
Es la creencia indígena, extendida a los mestizos, que se
refiere a las consecuencias anímicas y físicas que sufren las per
sonas que maltratan a cualquier animal de la naturaleza.
17. ÑAKAWA.
Quechua: me ha dañado. Dice el indígena cuando se enfer
ma, y mucho más si el mal es desconocido para ellos o que le
parece incurable. Entonces hace memoria y recuerda que poco
o mucho tiempo atrás maltrató a un animal y ahora estaba su
friendo las consecuencias de su maldad. A los niños se los ate
moriza con el ñakay para que no hagan daño a las aves. El ñakay
es para la mentalidad indígena algo así como la maldición muda
que los padecimientos de un animal, que no puede defenderse,
traen al individuo que le ha hecho daño. Por este temor, el indio
es respetuoso de los animales que le rodean. (Ciudad de Cocha-
bamba).
18. APACHETA.
En el concepto quechua de este departamento, es el lugar
donde se ha enterrado el cadáver de un hombre que ha muerto
violentamente. Sea suicidio o victimado.
19. KJARISIRI.
Según la informante -la investigadora Mercedes Anaya de
Urquidi- la palabra «viene del quechua, khari, hombre y siri, una
raza que existió en el Ecuador».
— 2 1 1
«El Karisiri vino por el Ecuador donde existía una raza de
hombres malvados, entró a Bolivia por Chile, allí dice que se
encastaron con los araucanos, y como los araucanos eran hom
bres valientes los llamaban kharis. Eran muy malevos y sólo se
ocupaban de robar, especialmente en el tiempo de cosecha. Siem
pre lo hacían de noche. Estos habían robado o comprado las
vestimentas grises de los frailes y se vistieron con ellas para dar
mas miedo. Y se llamaban Karisiris. Como estaban vinculados
con la clase baja de Chile y allí se maneja el corvo, estos aprove
charon esta costumbre. Porque los maleantes en Chile siempre
dicen: -Dónde esta la huata, refiriéndose a la barriga. Estos ha
bían aprendido bien esta costumbre, por eso dicen que los
Karisiris con el corvo sacan la grasa de la barriga. Los Karisiris
siempre atacaban a los comerciantes que regresaban de las fe
rias después de haber hecho sus negocios. Los esperaban en
los puentes o en los lugares silenciosos para desvalijarlos. Como
el Karisiri era temido, al verlo con su traje de cura se asustaban
las gentes y se desmayaban; entonces el Karisiri después de
robarle le hacían un corte en la wata (barriga), pero no lo mata
ban. Muchas veces el Karisiri ni le hacía el corte, se contentaba
con robarle, pero la gente se sentía enferma y era peor si le dolía
el apéndice o le venía un cólico miserere (Oclusión intestinal),
entonces decía: «fuera, ha sido el Karisiri». Ser Karisiri es como
una profesión; mucha gente se volvió riquísima haciendo de
Karisiri, antiguamente ha sido el azote de los valles el Karisiri;
como ahora ya no hay Karisiris. Yo oía decir: «el fulano había
sido Karisiri», y el tal fulano era riquísimo y su fortuna la atri
buían a su profesión de Karisiri. Estaba tan adentrada en la mente
de la gente lo del Karisiri que cuando una persona creía que se
había encontrado con él, se atontaba, se volvía silencioso y a
veces parecía mas que un hombre un ente. «¿Qué le pasa al
fulano? se preguntaba a sus parientes y estos contestaban:
«Desde que pasó por el puente tal o cual, desde ese día nomás
está enfermo, debe ser el Karisiri». (Cochabamba 10-X-54).
— 2 1 2 —
20. KARISIRI.
Informante nativo. El Karisiri es un hombre que peca con
su hermana o se concubina con algún miembro de su familia;
como ser su sobrina o algún familiar cercano. Si es católico va a
confesarse y el Padre le obliga a que sea Karisiri para que sus
pecados se limpien cumpliendo esa penitencia. Entonces el
karisiri tiene que ir al campo con su vestimenta de fraile, con
capa y pareciéndose a algún sacerdote; lleva consigo polvos de
huesos humanos que le sirven para derribar a los hombres, bote
lla, tijeras y cuchillo. Cuando vé a una sola persona para él es
fácil derribarla, si son dos no se anima, porque mientras el uno
duerme, el otro puede defenderse. Cuando hace efecto el polvo,
el hombre cae al suelo sin sentido y entonces aprovecha y le
abre primeramente la parte del estómago donde hay más grasa,
le hace un hoyo y sólo le saca la grasa, luego llena su botella, y le
vuelve a cerrar la herida como si no hubiera pasado nada, le
cose y le cicatriza. Entonces el hombre está fregado. Se enfer
ma. Mas tarde, el Karisiri, la grasa va a depositar a la Iglesia
para que esté en poder del fraile que le ha obligado ha hacer eso.
Y cuantas veces le obligue el fraile tiene que hacerlo para que su
pecado se limpié. Cuando cumple el mandato del fraile recién es
libre de su pecado. Si se lo coge al Karisiri cuando está cum
pliendo su penitencia, cualquiera tiene libertad de matarlo, por
eso raros son los que llegan a cumplir su penitencia, que siempre
es completar una botella de grasa humana y para eso tiene que
sacarle a seis o diez personas.
21. MUERTE.
Cuando uno ve que una estrella cae y no escupe al suelo,
muere algún familiar o le pasa una desgracia al que ha visto.
22. MUERTE.
Cuando una persona puede contar las estrellas, quiere de
cir que su muerte está muy cercana.
— 2 1 3 —
23. AMOR.
Para hacerse amar con un hombre se le da el insecto
Chekhechekhe en chicha.
24. AMOR.
Para embrujar a la mujer que no corresponde en el amor, se
le da la propia sangre del enamorado, mezclada con pestañas o
uñas, en comida o bebida. Después de esto a la mujer no le im
porta morir por el hombre que le ha embrujado y es hasta capaz
de matar por no separarse de él.
25. VERRUGAS.
Cuando se tiene verrugas en la mano o en cualesquier par
te del cuerpo, hay que cortarlas una por una haciendo una cruz y
a las heriditas pasarle con trigo frotándolas hasta empaparle con
la sangre que brota. Se juntan todos los trigos que se ha usado y
se colocan debajo de un batán hasta que se pudran o recrezcan.
Si se pudre desaparecen las verrugas y si recrece la planta, con
forme va brotando se va limpiando la mano, hasta que no haya ni
seña de las verrugas.
26. JAPPEKHA.
Es la enfermedad que manda la Pachamama (diosa de la
tierra) porque no se la ha reverenciado con ofrendas antes de
sacar algo de su seno o algo que ella ha creado y lo mantiene
como los árboles. La enfermedad se llama Jappekhaskha. Esto
le pasó a un hombre que derribó un Molle por mandato de su
patrón, pero sin antes dar de comer y beberá la Pachamama. Le
cogió la jappekha: se le hincharon los pies y tanto que reventa
ron.
— 2 1 4 —
alguna otra vianda, encima de ella se echan los licores. La comi
da y las bebidas se dejan en el lugar durante la noche y al día
siguiente se cava el hoyo para el enterratorio. Cuando no se hace
esta ofrenda, al individuo se le hinchan los pies y se le agrietan, o
sea que está jappekhaskha.
28. PICHARA.
Es el nombre de la curación que hace el jampiri (curande
ro) de alguna enfermedad grave. Utiliza el millu y una ceremonia
de carácter mágico.
29. JAMPIRI.
Nombre del brujo, o chamán, que tiene el oficio de curar
enfermedades, según los nativos, originadas por el embrujamiento
que le han preparado sus enemigos.
— 2 1 5 —
30. JAPPEKHA.
El indígena no desea que en su casa haya un enfermo de
jappekha, porque el creé que aquel que enferma jappekha es
un «ser maldito por la Pachamama».
31. JAPPEKHA.
La jappekha, según el pensamiento indígena, es cuando a
una persona, la tierra le ha absorbido su alma.
32. JAPPEKHA.
Para el indígena, una enfermedad desconocida, o que es
difícil de curarla por lo persistente, el la llama jappekha.
L as S uertes
Notas.-
En las ferias populares no faltan los individuos que tienen el
oficio de «sacar la suerte» a las personas que desean saber
que les depara el porvenir. Se trata de «suerteros», como los
llama el pueblo, que portan un artefacto que parece un castillo
diminuto, muy bien pintado y con muchas reparticiones con puer-
titas de rejilla, que encierran loritos u otras avecillas amaestra
das.
— 216 —
Suertero lo llama el pueblo. Son hombres que portan pequeños castillos donde
crian avecillas amaestradas que sacan papelitos impresos con las
premoniciones para la persona que paga y cree en este tipo de augurios.
— 2 1 7 —
Un suertero en plena labor.
— 2 1 8 —
El indígena y el artesano, dice conocer su futuro o lo que el
llama su suerte por intermedio de este negocio sencillo, humilde
y pequeño. Las suerte tienen diferentes predicciones escritas,
destinadas las unas a mujeres y las otras a varones, y cada pa-
pelito consigna el destinatario: «Para una señora», «Para un jo
ven»; Para una señorita», etc.
— 2 1 9 —
r
P a r a una seño ra
P a r a una señorita
— 2 2 0 —
«Consulta siempre tu suerte al canario.
«Tu piedra es el rubí».
P ara un jo ven
— 2 2 1
33. TIPINPARICHISKHAYQUI.
(Te voy a hacer reventar). Cuando se ofenden y la pelea
termina con esa frase por parte de uno de los contrincantes, para
el amenzado le significa una terrible venganza, que desde ese
momento empieza a preocuparle. La frase se traduce por «Te
voy a hacer embrujar».
— 2 2 2 —
LENGUAJE POPULAR
— 223 —
— 224 —
C a p it u l o O cho
— 225 —
* * *
★ ★ ★
* ★ ★
— 226 —
subraya cada palabra. Maneja las manos exageradamente, ha
cia adelante, o apoyando el dorso de una mano sobre la cadera,
mientras con la otra acciona.
— 227 —
¡Yá yuuuúú! ¡Yá yuuuúú!... ¡Khanta wajyasayqui!
* ★ *
★ * ★
★ ★ ★
★ * *
— 228 —
La representación fonética de la puñada que se la hace con
la mano cerrada, dece:
¡Chchapaj!
Y al hecho se llama chopaso.
* ★ ★
¡Chchallaj!
¡Laákhaj!
Y al hecho se lo llama Laákhaso.
— 229 —
charlan lo hacen intercalando voces quechuas o de procedencia
de este idioma. Ejemplos:
* * *
1. WASI KHOWI.
Quechua: conejo de la casa. Con esta frase se da a enten
der que es una persona que no gusta abandonar su casa. De los
maridos y padres hogareños, «caseros».
2. LLAJTA MASI.
Quechua: del mismo pueblo cuando se encuentran en Boli-
via; compatriota, si están en el extranjero. En vez de decir es mi
paisano, se dice es mi llajta masi, para darle mayor significado
y sentimiento a la frase.
— 230 —
3. KKITA KHOWI.
Quechua: conejo que huye o conejo huidizo. El concepto es
contrario al de wasi khowi. De las personas que abandonan su
casa o los seres queridos sin demostrar ningún sentimiento. De
los indiferentes. De los que prefieren permanecer mas en la calle
que en su casa.
4. KHARA CHAQUI.
Quechua: pie descalzo o pie desnudo. Como su traducción
indica, de las personas que se encuentran sin zapatos. También
tiene tono despectivo, de insulto, de menosprecio. Dicen: «imilla
khara chaqui», como enrostrándole su situación económica que
no tiene ni para comprarse un par de zapatos.
5. CHAKATAR.
Quechua: objeto o cosa que en vez de cruzar, de un lado al
otro; se atasca. Cuando una pelota se queda en el techo por
haber tocado un obstáculo, los niños dicen: «se ha chacatado».
6. CH’ULLA.
Quechua: impar. De uso general y corriente. Ejemplos: cuan
do se quiere comprar media carga de papas, piden: «Vendeme
una ch’ullita de papas»; y las campesinas piden en idioma que
chua: «Uj ch’ullita khoriwan».
7. ATAUKAR.
Quechua: poner una cosa sobre otra. En la plaza principal
de Cochabamba, un ingeniero agrónomo que estaba con su es
posa y sus hijos, cuando la señora quizo embarcarse en un auto
móvil, el esposo le dijo: «No podemos ataukarnos en ese co
che».
8. CH’ANKHADO.
Quechua: onomatopeya para comunicar que a la persona o
al objeto lo ha arrojado con fuerza al suelo, si a la persona, lo ha
— 231
averiado, y si es objeto, lo ha roto, lo ha quebrado o lo ha destro
zado.
9. KKUCHU.
Quechua: rincón. Vigente en todas las capas sociales del
departamento. Muy usado en la charla popular, o familiar de las
otras capas sociales. Según en qué situación se emplea tiene
carácter despectivo.
10. KHAYKHEARSE.
Quechua: alcohólico parlanchín. Es la palabrería sin senti
do con que molestan los ebrios a sus acompañantes, ya sea por
creerse ofendidos o simplemente por provocar riña.
11. KHAYKHOSO.
Q uechua: a lco h ó lico m olestoso. El que aco stum b ra
khaykhearse. Son dos voces que no tienen sustitutos en la charla,
e integran el vocabulario popular de Cochabamba y de muchas
otras partes de Bolivia, especialmente en las áreas quechuas.
12. KHARANCHU.
Quechua: desmantelado, estropeado. Cuando un vehículo
o algún objeto se encuentra viejo. Ejemplo: A una señora de cla
se media que acompañada de su hija, una joven de porte muy
señorial, esperaban un colectivo para movilizarse, le escuché
decir: «No subamos Rositay a este colectivo, es muy
kharanchu, esperemos el otro».
13. CH’ALLPIRI
Quechua: el que no descansa. Se usa frecuentemente para
adjetivar a los estudiantes memoriones, a los que aprenden la
lección de memoria y repiten como loros, muchas veces sin en
tender el contenido.
— 232 —
14. THANACU.
Quechua: desgarbado, desaliñado. Cuando en la manera
de caminar y de vestir la persona es descuidada.
15. KHELLI.
Quechua: resentido. Cuando la persona se da por aludida
de alguna pequeña ofensa y decide no recibir el mas insignifican
te favor ni atención de quien prejuzga le ha ofendido. Durante la
comida, los niños se hacen khelli cuando el padre o la madre les
ha regañado. También se hace khelli por celos.
16. T’UKKU.
Quechua: desanimado, consternado, anonadado. Es el es
tado de inconsciencia en que queda una persona por algún efec
to de carácter orgánico o espiritual. Deriva de la palabra quechua
T’ukkuri, que quiere decir: pensador. A las personas que medi
tando se consumen las llaman T’ukkuris. «Le ha dado T’ukku»,
cuando al niño se le corta la respiración, al aspirar aire para llo
rar. Igualmente se dice de los que sufren desmayos o ataques
nerviosos. También se llama T’ukku a los ataques de epilepsia.
17. CH’ARANCHAR.
Quechua: asperjear, mojar. Cuando la ropa se humedece
echándole gotas de agua agitando la mano, antes de planchar.
Si una persona a otra la insulta tan rápido que no da tiempo a que
le respondan, dice: «le ha ch’aranchado», queriendo dar a en
tender en forma metafórica: «le ha regado con insultos».
18. THAMPUCHI.
Quechua: desaliñado. Insulto muy común en las capas po
pulares. Dicen «llokhalla thampuchi» por niño desaliñado.
— 233 —
que la persona se ha salvado de una grave enfermedad, que lo
llevó al borde de la muerte.
21. THANSA.
Desgreñado si se trata del cabello; y entremezclado cuan
do es otra cosa. Thansa urna, quechua: cabeza con cabellos
desgreñados, alborotados por falta de peine; se dice de la mujer
que camina hasta muy tarde sin peinarse y tiene los cabellos
abultados y enredados. Cuando la maleza que invade un jardín,
por falta de cuidado entrecruza sus tallos, enreda.
24. KHOÑICHI.
Quechua: calentado. Se llama así a la comida que ha so
brado el día anterior y se la calienta en la mañana.
— 234 —
A PO D O S
SEKHE PFOSOKHOS.
Quechua: chicha fermentada. Apodo de las personas colé
ricas, iracundas.
MANCA SIMI.
Quechua: boca de olla. Apodo de las personas con la boca
grande.
WISTU PICO.
Bilingüe: pico torcido. Apodo de las personas que se les ha
torcido la boca.
PISKJOLA.
Quechua: fruta picoteada por los pájaros. A los que tienen
alguna cicatriz muy notoria en el rostro.
KJUCHI MICHIS.
Quechua: Cerdos enhollinados. Apodo de los gendarmes
municipales.
— 235 —
La Najcha, peine que usa la campesina del valle.
C uentos P o pulares
N o ta :
El ingenio humano es universal. Florece en todos los
pueblos: sean civilizados o nó. Partiendo de que la palabra
civilización se acomoda y tiene vigencia en la cultura que domina
el mundo ese período.
(1) — Suttu. Voz quechua: sin cola. Nombre popular del conejo nativo, el cuy.
— Juskku. Vos quechua: el agujereado. Otro nombre popular nativo del cuy,
utilizado en su cuentistica.
— Atojo. Voy quechua: zorro. Nombre popular nativo del zorro andino.
— Tío Antoño. Otro nombre popular nativo del zorro.
— Tiyuy. Castellano quechuizado: mi tío.
Octubre de 1954.
— 239 —
— Acércate más Tiyuy — pidió el Suttu.
L a R a íz del A rbol
Octubre de 1954
— 240 —
E l P a s t o r c it o y l a P e r d iz
Mis carnecitas
se comió tu madre;
y mis huesitos
se comió tu padre.
— 241
Y cuando tocaba el pastorcito la quenita siempre hablaba.
— 242 —
E l C ó n d o r y la I m il l a
Era de los indios que traen sal de Uyuni a los valles. Ellos
hacen su campamento en sitios alejados del camino para que
pasteen sus llamas y encienden fogatas para cocinar. Son los
¡lameros que cuando abandonan el lugar de su acampado, dejan
la fogata aun humeando. El cóndor había visto eso. Se apresuró
a revolver los trozos de carne en la ceniza caliente y así revuelta
en ceniza llevó para que comiera la imillita. Ella al ver esa carne
ensuciada de ceniza, le dijo:
— 243 —
■
— No se comer carne cruda mezclada con ceniza. Y lloró. El
cóndor volvió otra vez a cocinar mejor.
La Virgen le dijo:
— 244 —
— Está rajado, ¿no ves?
Sinkja Kesinkja
Sipi Kesipi.
(Desgarra, que desgarra
Ahoga que ahoga).
— 245 —
E l C uento P ic a r e s c o
Notas.-
El cura y la im illa
— 246 —
— Yo puedo llevarte en la grupa — le dijo el cura. Y sin darle
tiempo a que responda la levantó en vilo, haciéndola montar, no
en la grupa sino en el pequeño espacio de montura que le sobraba
delante. — Para que no caigas — murmuró casi entre dientes
rodeándola con un brazo por la cintura.
— 247 —
El s e r m ó n del cura
— 248 —
no? El mas gordo cordero para ustedes, el cura que coma su
mierda dirán. El mejor pan de Toco para ustedes, para el cura ni
una miga. Pero nos vamos a ver las caras después de muertos.
Yo los voy a ver a ustedes, rogándome, suplicándome; ustedes
en el In fie rn o , a rd ie n d o com o leñas, ¡kkajarándose!
(Chisporroteando), algunos carbones ya. Entonces me van a gritar:
— ¡Tatay! ¡Tatitoy! ¡Sálvame pues Tatay!, alcánzame tu mano.
Yo voy a estar al lado de Dios, con los ángeles que me esten
abrazando, ustedes kkajarándose en el fuego. Entonces me he
de acordar del pan, de la carne, de la chichita, de todo lo que
ustedes comen y beben en la tierra, y a sus ruegos les he de
contestar:
— ¡¡Malagradecidos!!, ¡¡caycuncayquiü
— 249 —
Aceptada la entrevista, el cura tuvo el cuidado de alejarlo
del lugar al sacristán, mandándolo con un encargo al pueblo
cercano.
— 250 —
El cura, apurado, se introdujo en el cántaro, que rato antes
el matrimonio había llenado de chicha fría, recibiendo el Tatacura
un baño ejemplarizador, que duró muchas horas, hasta que el
matrimonio simuló salir en busca de un compadre, dando tiempo
al cura saliera de su encierro chichero.
El c u q u ito
Era una chola de tez blanca, obesa, que usa galera blanca,
almidonada con la dureza del cartón. Las relaciones de la familia
transcurría con tranquilidad. El hombre era ingenuo y manso como
un cordero. Ella era zalamera y magnífica charladora; una misqui-
simi. La doña no era muy santa. Decían que en ausencia del
marido recibía la visita de un jovenzuelo de la vecindad.
— 251
El ingenuo marido hizo lo que le pidió la esposa, dando lugar
a que saliera el amante de la habitación, cuando el marido
ingresaba con la cara tapada.
L a im il l a de l a b e a t a
Era una beata para sus ayunos. Como toda beata tenía su
recogida, una imilla que a su lado hacía las veces de sirvienta y
acompañante, por las que se tomaba ciertas libertades, como la
de bailar en carnavales y tener un nuevo enamorado cada año.
— 252 —
La beata al cuarto hijo la reprendió muy severamente:
— 253 —
C uentos de A parecidos y de E spanto
— 254 —
a las doce menos diez dejaron que mi tío fuera a la cita, mientras
ellos esperarían a cierta distancia.
Octubre 22 de 1954
— 255 —
El D u e n d e J uguetón
Octubre 22 de 1954
— 256 —
L as D os N a r a n ja s
Octubre 22 de 1954
— 257 —
L a M ula
— 258 —
L a M ula R ecostada
— 259 —
L a M o n tu r a de la M ula
— 260 —
—Ahura la vamos a observar mejor — dijo el hombre.
Octubre 29 de 1954
— 261
C uentos de P illos
E l P avo B arato
— 262 —
— ¡Estás loco! — le gritó la mujer— no ha venido ningún
hombre a ofrecerme ningún pavo. Haber, mostrame, ¡cual pavo!.
Le mostró.
E l C o ntado r de B illetes
— 263 —
C ompadre M achakapuskha
— 264 —
La P ie z a d e T ocuyo
— 265 —
O tros C uentos
2. Un caso de «pichara»
— 266 —
el era criado en Europa. De vergüenza ya se ponía guantes. Un
día, su hermana le dijo:
— 267 —
ADIVINANZAS
Mujer campesina en la cotidiana labor de preparar el alimento. Cerámica de
Wayculí. Vidreada de color verde.
— 270 —
C a p it u l o D ie z
Notas.-
Traducción:
— 271 —
El que lo hace,
Lo hace cantando y silbando,
El que lo compra,
Lo compra llorando,
Y el que lo usa,
Lo usa callado
Y no sabe dónde,
Dónde lo están llevando.
EL ATAUD (Quillacollo)
En la torre chán,
En el corral caca.
LA CHANCACA
Capillita de barro,
Sacristán de palo,
Entra Marcelino,
Sale Franciscano.
EL PAN
Jawuan infierno
Uccun gloria
Traducción:
— 272 —
Jaú, jaú, simisitu
Huchu chiras ñawisitu
Tortilla wisita.
Traducción:
Jaú, jaú, dice su boca
Tiene los ojos de pepas de ají
Y por barriga tiene una tortilla.
EL SAPO
Rintaj, jamuntaj
Kikillampipuni.
Traducción:
Va y viene,
Y está siempre ahí mismo.
LA PUERTA
Yana trapitupi
Askja chías
Wataskha canman.
Traducción:
En un trapito negro
Muchas liendres
Amarraditas están.
EL HIGO
— 273 —
Taraj, taraj,
Wawantaraj.
Traducción:
Tan,tan,
Hacen madre e hija.
EL BATAN
Tajra pampitapi
Tawa estacas
Clavarayasanman.
Traducción:
En una pampita plana
Cuatro estacas
Se encuentran clavadas.
LAS UBRES DE LA VACA
Uj chota tiayasan
Khomer sillapi
Chejchi vestidoyoj.
Traducción:
Una jovenzuela
Sentada en silla verde
Con su vestido gris.
LA FRUTILLA
— 274 —
i
Cajetillitay pún pún
No tiene tapa ni tapón
¿Qué puede ser?
EL JABON (Capinota)
Saltarís
Brincaris
Como el granito de anís
Nunca adivinaris.
LA PULGA (Capinota)
Yo te subo
Tu te meneas
Te saco leche
Gusto me das.
LA HIGUERA Y EL HIGO
En un campo me crié
Entre verdes y lazos
Y quien me haga pedazos
Llorará por mí.
LA CEBOLLA (La Tamborada)
— 275 —
Imas imán canman
Yana sabánas ukjupi
Yuraj niñitas tusurasanman.
JANKACANMAN
Traducción:
— 276 —
Pampa blanca
Semilla negra
Cinco torillos
Y una lanza.
LA ESCRITURA. Papel, tinta, dedos
y pluma. (Ciudad de Cochabamba).
Adivine, adivinador
Cuales son los tres dones
Que no están en corazones?
ALGO-DON; AZA-DON; ALMI-DON
Ningrin
Quiwirina
Púpun
T’incana.
Traducción
Una oreja
Que le tuerces
Un ombligo
Que le tocas
LA GUITARRA (Ciudad de Cochabamba)
— 277 —
Kay pina
Jakhay pina
Servilletay
Kantunpiña
Traducción:
Ya aquí
Ya allá
En el canto
La servilleta.
EL MANTEL DE MESA
(Ciudad de Cochabamba)
Chimpaycamuay
Chinpaycuskhayqui
Jokhocharispa
Satiycus cayqui.
Traducción:
Acércate
Que yo me acercaré
Y mojándolo
Te atravesaré.
LA AGUJA Y EL HILO
(Capinota)
— 278 —
T rabalenguas
Tata Padre
Totito Diminutivo de Antonio.
Titi Metal plomo
T in te ritu ta El tinterito
T ip iy p p a ris k h a Lo había quebrado
K juchej Cerdo
Llokhe Izquierdo
C h u ch u lla Impar
C h aq u in Pié
C huta Dislocado
M an q u ita Ollita
M anteca Manteca
M anteca Manteca
M an q u ita Ollita
K hom er Verde
M olle Molle
— 279 —
Urapi Debajo
Kholu Sin oreja
Muru Que le falta un pedazo
Lluru Vacija de barro.
— 280 —
COPLERIA Y CANCIONES
— 281
Yuraj sombrerito Sombrerito blanco
ttantaman riwajchu. Anda trae un pan.
Mikjucun, mikjucun, Y comiendo, comiendo,
Wajyarkhamuaschu. Me la vas a llamar.
Copla popular
282 —
C o p l e r ía
3. Me quisistes, yo te quiero,
Me olvidaste, te olvidé
De mi olvido no lloraste
De tu olvido yo lloré.
4. Me quisiste me olvidaste
Y me volviste a querer,
Hiciste lo que hace el perro
Vomitar para comer.
5. Habías tenido
Tu contenido
Bajo el catre
Escondido
Y mal comido.
6. Khanmari Khanmacaskhanqui
Flor de retama.
Ricuspaila waylluricoj
Sobre tu cama.
— 283 —
Choko alkhoyman rijchacunqui
Flor de retama
Aukhamana yuyaricoj
Sobre tu cama.
Traducción:
Tu habías sido y tu eres
Flor de retama.
Me ves y te acuerdas de acariciarme
Sobre mi cama.
— 284 —
Waj warmiyoj canaycama
Waj warmiyoj canaycama
Imilla bándida.
Wawitaypis kharisitu
Punku jaytaj chaquisitu
Warminaqui llujchejsitú
Imilla bándida. (Punata)
Traducción:
Traducción:
Acaso no recuerdas
Que entre tus brazos dormía
Y que tu pecho
De blando lecho servía? (Punata)
285 —
12. Ch’aska ñawi, arco cejas
Khanripejpa wawantaj canqui
Munascayman rischacuspaj
Sonkhoyta nanachiwanqui.
Traducción:
— 286 —
Traducción:
Traducción:
— 287 —
22. Khayna graciamanta
Kunanraj ainqui
Khari Khawajñawi
Muchacha suyajsimi.
Traducción:
De la gracia de ayer
Recien ríes hoy,
Ojos de mirar al hombre
Boca que espera su beso.
Traducción:
Palomita tierna
Que en el suelo te besaba
¡Ah! mala conciencia
Que a dos hombre amas.
La copla picaresca
— 288 —
Notas.-
Está en la condición humana crear este tipo de patrones
culturales, siempre de temas sexuales. En el medio valluno, a
continuación de cantar una copla de doble sentido o notablemen
te picaresca, repiten el siguiente estribillo:
Achí, jota y ka
Zamba yuraj ñawi
(morena de ojos negros)
Vente por acá.
Y mi madre me dijo,
Con gran prudencia,
Déja que te pellizque
Su Reverencia...
— 289 —
¡Ay! Kirieleisón
¡Ay! Cristeleisón,
Negra Ch’aska ñawi
De mi corazón. ( i. MAU)
1. Carnavalespekha
Santus machaykhachan
Cojos pfincaykhachan
Ciegos khawaykhachan.
Traducción:
En los carnavales
Los santos se emborrachan
Los cojos brincotean
Y los ciegos miran.
— 290 —
2. Carnaval chayamuskha
(El carnaval ha llegado)
Sobre el empedrado
Derramando chispas
Como el condenado.
3. Pitaj wañuchipun
Suegraypa misinta
Cunan pagawankha
Sulkka ususinta.
Traducción:
Quien ha matado
El gato de mi suegra.
Ahora me lo pagará
Su hija menorcita.
4. Intij yaycupunan
Luribay ttiquita
Ramamanta rama
Jampuy palomita.
Traducción:
5. Una palomita
En su palomar
Llorando me dijo
No tey de olvidar.
— 291
C a n c io n e s del S iglo P asa do
R ec o g id a s en el a ño 1 9 4 4 ( 1)
1. Sonkhoytachuy khawaycuwaj
Llawarkhochapi wayt’askhan
Llawarkhochapi wayt’askhan.
Kiscasmanta jarap’aycuskha
Jik’un Jik’unta wakhaskhan.
Jik’un Jik’unta wakhaskhan.
(1) Se registran en este capítulo las canciones, lamentablemente pocas, que estuvieron
en boga en la ciudad de Cochabamba la última década del siglo pasado y las dos
primeras del nuestro.
— 292 —
2. Pajarillo que cantáis
en las mañanas serenas,
en las mañanas serenas.
4. Pitaj suwawan
Ñawisniymanta lurunta
Ñawisniymanta lurunta.
Pitaj orkhowan
Kay sonkhoymanta llicanta
Kay sonkhoymanta llicanta.
(Quien me ha robado
de estos mis ojos las niñas?
Quien me ha sacado
de este mi corazón la tela?)
Yuyarinquichu lijrayqui
Yuyarinquichu lijrayqui.
— 293 —
MI CARINO
— 294 —
6. RICCHARIY... (¡Despierta!)
Ricchariy, puñillanquichu
Uyarihuay huaccascayta
Ccuyahuay
Llaquicusccayta.
Huillarccayquiñas
Yacharccanquiñas
Munacususccayta.
Ancha munacuy
Mana cconccana
Achay yuyairi
Mana saquena.
7. EL FRIO.
— 295 —
Ni un ave volaba
Ni oíase rumor.
Ni un ave volaba
Ni oíase rumor.
Apenas en la nieve
Dejando su huella,
Pasaba muy triste.
Muy pálida y bella.
La niña que ha sido
Del valle la flor.
La niña que ha sido
Del valle la flor.
Llevaba en el cinto
Su pobre calzado:
Su hermano pequeño
Que marcha a su lado,
Y dice el pequeño
Que helado tirita:
— «¡Más frío que el de nieve!.
— 296
¿Cuál es hermanita?
¡No hay otro que pueda
Decirse mayor!...»
¡No hay otro que pueda
decirse mayor!...».
8. EL PAJARILLO
Un pajarillo cantaba
por las mañanas serenas:
cómo a uno le das las glorias
y a mí aumentas las penas!
Mi corazón batallando
se la pasa noche y día,
por ver si tu eres constante
o me olvidarás algún día.
— 297 —
Si supieras caminar
corazón, yo te enviaría
a que fueras a trocar
placeres con alegría.
SIN CORAZON
— 298 —
10. EL ESCLAVO.
— 299 —
11. LA BATELERA
En un delicioso lago
de verde y frondosa orilla,
en una frágil barquilla
una tarde me embarqué.
— 300 —
DANZA Y MUSICA
C a p it u l o O nce
L a D anza y la M úsica
l o s c a p it a n e s d e m e l g a
Una danza escuestre.-
— 303 —
Los capitanes, es una de las raras excepciones folklóricas
en el reglón de la danza, que existe en el citado departamento.
Su antigüedad data de principios del siglo, desde la vez que el
fervor religioso del pueblo de Melga, resolvió rendir culto a la
advocación de la Virgen de los Angeles.
LEYENDA DE LA «APARICION»
— 304 —
Aguardaron cobijados en una cueva. Esa noche cayó una
tempestad más fuerte y al día siguiente llegó río en forma ex
traordinaria, pero la piedra continuó en el mismo sitio.
— 305 —
EL ATUENDO
La vestimenta estrafalaria de los capitantes está confec
cionada de uniformes militares pasados de moda. Muy vistosos:
adornados con enormes botones relucientes y doradas charrete
ras. Mientras más llamativo sea el uniforme es mayor motivo de
orgullo para quien lo lleva.
— 306 —
En su ingenuidad el indígena obtiene ridiculizar al ajército.
LA DANZA ECUESTRE
BIBLIOGRAFIA
ANTONIO PAREDES CANDIA: «Folklore en el Valle de Cochabamba». Dos Fiestas
Populares. La Virgen de los Angeles en Melga. La Paz - Bollvia. 1957. Impresores. E.
Burillo. 8 p.
— 307 —
«El T r is t e », M ú s ic a
y L etra q u e ya n o se c a n t a <i)
— 308 —
Los hechos folklóricos dentro de una sociedad, para que tengan
funcionalidad vigente, deben ser respetados en su autenticidad.
Me refiero al folklore espiritual.
— 309 —
Por ello, choca a la conciencia colectiva, e indigna, cuando co
munidades extrañas, sin que medie el tiempo de folklorización
del hecho, la adopción y adaptación, se apropian indebidamente.
Esto es robo, no expansión cultural; y se agrava la inconducta si
esa comunidad pregona propiedad ancestral del patrón cultural
popular ajeno. Ejemplo deplorable es el caso de Chile, respecto
a la danza orureña de la Diablada. Si UNESCO no declara al
mundo que tal hecho folklórico tiene tradicionalidad ancentral
boliviana y es propiedad de nuestro pueblo, donde es vigente y
popular, habríamos sufrido también otra usurpación por ese país,
pero esta de carácter cultural.
— 310 —
La evasión, esa conducta propia de los espíritus débiles, es
la que predomina en el carácter del boliviano. Concepto de eva
sión frente a los problemas que se presentan en la vida; debe
mos subrayar que es más propia en la conducta del indio y del
mestizo o cholo boliviano; el blancoide se siente mas fuerte, por
que goza del poder que le da riqueza e impunidad. Aquellos, los
indios, porque se saben desamparados en una sociedad clasista
que los mira con desden; y el cholo finca su idiosincracia en la
irresponsabilidad que lo caracteriza.
DESPEDIDA
— 311
Una misma es nuestra pena,
Me voy vidita, me voy, me voy,
En vano el llanto contienes,
Ya no he de volver,
Búscate otro dueño a quien querer.
Si tengo de tí la alegría,
Me voy vidita, me voy, me voy,
En vano el llanto contienes,
Ya no he de volver,
Búscate otro dueño a quien querer.
Si tu padeces de amor,
Me voy vidita, me voy, me voy,
Una misma es nuestra pena,
Ya no he de volver
Búscate otro dueño a quien querer.
— 312 —
La desilusión, de amargura aterradora, sin esperanzas en
hoy ni en mañana, son los estados del alma que traslucen las
letras de los Tristes. La decepción total, que se castiga con la
propia ausencia a quien ha causado las tristezas sentimentales.
NO ME HAS DE VER
Adiós, adiós,
Ya no me has de ver
Jamás, jamás,
Tan sólo recordarás
Adiós, ya no me has de ver.
RECUERDO MUERTO
— 313 —
Triste memoria de mi amor fatal,
¡Pobre! pobre bien perdido.
LA DECEPCION DE LA VIDA
(1) La palabra placer, en el mismo Triste que escuhé cantar en la ciudad de Sucre
(1992), estaba cambiada por ayer.
— 314 —
No me digas que la vida
Es un bien que Dios nos da,
Sólo en el mundo se aprende
Nada mas que a sollozar.
— 315 —
INFORMANTES
— 317 —
33TMAMFICRW
C a p it u l o D oce
A lg u n o s In fo r m a n te s y su s D a to s P e r s o n a l e s
— 319 —
Radica hace muchos años en la ciudad de Oruro. Alfabeto con
instrucción secundaria. Habla quechua a perfección. Se entusias
ma cuando se le habla de trabajos folklóricos y colabora muy
sinceramente.
— 320 —
Edad: 33 anos. Alfabeta. Habla quechua perfectamente. Infor
mante magnífica, entusiasta y colaboradora de mucho valer.
— 321
y trabaja en una confitería. Ingenua para dar sus informes, pien
sa que es para hacerle daño y se asusta.
Nota:
Y fueron muchos, muchos los que no quisieron que apunta
ra sus datos. A todos ellos mi agradecimiento y ojalá todos aún
estén vivos para hacerles llegar un ejemplar de este librito, que
también les pertenece.
— 322 —
I n d ic e
Pág
D edicatoria................................................................................ 7
Una explicación necesaria...................................................... 9
CAPITULO UNO
FIESTAS POPULARES 13
— 323 —
hacer rezar» y «los masttacus». IV. Motivo y creencias
supersticiosas del «hacer rezar» y los nombres que dan a
los años siguientes de la defunción. V. Los urpis o urpus.
VI. Los objetos de almidón. Vil. Las muñecas de almidón.
VIII. Las ttanta wawas. IX. El arreglo de los nichos. X. Las
comparsas de rezadores. XI. El rezachicu. XII. Literatura
oral: Alabanzas al Santísimo Sacramento. Otras albanzas
de p in to re s c a p ro n u n c ia c ió n . R ezos en q u e ch u a
pertenecientes al género popular de la copla. Coplas
h u m o rística s a d judica das a los rezadores. X III. Los
c o lu m p io s o w ayllunkas. C o p la s c a ra c te rís tic a s .
XIV. Comida típica: el uchu. Bebidas y refrescos: la chicha
de maní, la tostada, la garapiña, la chicha de quinua.......... 33
— 324 —
capeadores. III. Despedida de la fiesta y los (cacharparis.
Elección de los nuevos pa santes...........................................
CAPITULO DOS
COSTUMBRES
— 325 —
Vestimenta del «angelito». Creencias generalizadas. IV. La
Cancha. Una costumbre del comercio popular. Calendario
que rige en el v a lle .................................................................. 81
CAPITULO TRES
N o ta s . ....................................................................................... 99
— 326 —
Los charangos de Aiquile y de Quillacollo: I. Datos sobre
los instrumentos de caja. II. El charango en el departamento
de Cochabamba. III. Manera de fabricar: fases. IV. Los
charangos de Q u illa co llo ........................................................ 140
CAPITULO CUATRO
— 327 —
El traje campesino del varón: I. Notas. II. Descripción del
traje: el chulo; el sombrero, partes de que compone; el
poncho, nombres populares. La almilla. El calzón. Las
calcetas. La .b u fa n d a .............................................................. 181
CAPITULO CINCO
CAPITULO SEIS
CAPITULO SIETE
CREENCIAS Y SUPERSTICIONES..........................................207
CAPITULO OCHO
— 328 —
I. Lenguaje popular oral y mímico. Vocabulario. El apodo;
ejemplos......................................................................................
CAPITULO NUEVE
CUENTOS POPULARES......................................................
CAPITULO DIEZ
— 329 —
de la vaca. La frutilla. La cebolla. El jabón. La pulga. La
higuera y el higo. Lacebolla. El pacay. El pacay. El tostado
de maíz es. La horas.El Choclo. El huevo. La margarita. La
escritura. La letra E. La letra O. Algodón, azadón, almidón.
La guitarra. Elmantel de mesa. La aguja y el h ilo ............... 269
CAPITULO ONCE
CAPITULO DOCE
— 330 —
\\\\\V V V V V V \\\\\iV \W
_____
La presente edición de FOLKLORE
DE COCHABAMBA del escritor
ANTONIO PAREDES-CANDIA se
terminó de imprimir el 10 de Julio de
1997 en los Talleres Gráficos de
LIBRERIA- EDITORIAL “POPULAR”,
Pérez Velasco 787, La Paz - Bolivia
El sexo en el folklore boliviano.
Costumbres matrimoniales indígenas.
De la tradición paceña. (Monografía de Folklore
El Zambo Salvito.
Kjuchi cuentos.
Once anécdotas del Libertador.
Cuentos bolivianos para niños.
Poesía popular boliviana. (De la tradición oral).
Las mejores tradiciones y leyendas de Bolivia.
Folklore de Potosí. (Monografía).
Tradiciones orureñas.
Conozca el Núcleo escolar «San Lucas».
Almanaque Punto IV.
El folklore en la ciudad de La Paz. Dos fiestas
populares: el carnaval y la Navidad.
Cuadernos del folklore boliviano.
Cuentos de curas.
Otros cuentos de curas.
Anécdotas bolivianas. (Primera entrega).
Penúltimas anécdotas bolivianas. (Segunda
entrega).
La comida popular boliviana.
(Apuntes y recetario).
Aventuras de dos niños. (Novelín).
Teatro boliviano para niños.
Cuentos de maravilla para niños.
Ellos no tenían zapatos. (Novelín).
Los hijos de la correista. (Novelín).
El Rutuchi. (Una costumbre antigua).
La historia de Gumercindo. (Novelín).
El molino quemado. (Novelín).
La chola boliviana.
Otras anécdotas bolivianas. (Tercera entrega).
Ultimas anécdotas bolivianas. (Cuarta entrega
Leyendas de Bolivia.
Brujería de Bolivia.
Estribillos populares de carácter político.
Literatura oral del Beni.
Lenguaje mímico.
Tukusiwa o la muerte.
ISOLDA (La historia de una perrita).
Quehaceres femeninos.
Nadie escapa a su destino (Novelín).
Tradiciones de Bolivia. (Tomo I).
Tradiciones de Bolivia. (Tomo II).
Artesanía e industrias populares de Sucre.
Juegos Tradicionales de Bolivia.
«Paredes-Candia se hunde en las raíces del folklore boliviano. Bucea en
las profundidades del habla de la gente sencilla; explica su literatura
recogida de su tradición oral; las fiestas de los santos patrones populares
no tienen misterios para él; juegos, juguetes y divertimientos constituyen
un mundo ignorado que nos deslumbra al conocimiento; leyendas aymara-
quechuas, salen a la luz con toda su fresca y popular ingenuidad; con la
danza y la coreografía resucita el fondo religioso, pagano, naturalista y
sexual de los aborígenes del altiplano y los valles; con la brujería pone de
manifiesto las creencias y supersticiones de un secreto rito que no cesa a
pesar de todo el avance de la civilización tecnolótica.
Todo eso, y más, mucho más, ha sido escrito, explicado,
coleccionado, tamizado y publicado por Antonio Paredes-Candia, un
taumaturgo, un brujo paceño que se deleita y enseña las cosas de nuestra
tierra en un aquelarre de libros candorosos y dramáticos a la vez».
Jacobo Libermann Z.