Adolescencia
Adolescencia
Adolescencia
entre lo posible y
lo imposible
* Psicoanalista.
Piedad Ortega* venes con sus conductas más o menos espectacu lares y
provocativas de ruptura y conflictos con el mundo social, escolar y
Efectos de la modernidad en niños y familiar, no son más que modos de respuesta a su mundo actual.
adolescentes Un mun do caracterizado por, al menos, los siguientes pro cesos:
Globalización: donde las particularidades de cada uno y las de
Hace algunos meses en una revista de Guayaquil apareció una su grupo étnico o social desapa recen frente a un modo tipo de ser
entrevista a la directora de un colegio de la localidad, quien al y de producir, donde la tecnología ha intervenido en la modela
preguntarle si los jóvenes de hoy eran iguales a los de hace 25 años ción de nuevos códigos, formas de relación con el conocimiento,
respon dió que los tiempos habían cambiado y que ellos eran tiempos de afectividad e incluso formas de nacer o de morir y así
“diferentes”. ¿Qué es lo que ha cambiado? Empezaré planteando ha redefinido la experiencia social y cultural de los sujetos y, en par
los cambios suscitados en las familias de hoy. Señalaré algunos ticular, la de los sujetos de la educación. Frente a los cambios
aspectos que me han parecido llamativos en mi función de en vertiginosos, la educación parece insta larse en un tiempo más
trevistar a padres dentro de una institución educa tiva y dentro del lento, un tiempo que -po dría plantearse- es más histórico que
marco de curas psicoanalíticas: a) un número importante de niños tecnológico.
y jóvenes no vi ven con su padre y madre por razones de divorcio Ruptura de ideales: sabemos que los ideales son fuente de
o trabajo (migraciones); b) los que viven con sus padres no cohesión entre las personas, permi ten crear identidades grupales
necesariamente pasan tiempo en común en razón de las distintas que se constituyen en redes de apoyo social y emocional a través
ocupaciones de cada cual; c) a los padres les resulta difícil utilizar del tiempo. Desde el psicoanálisis, la función del ideal está
los pocos momentos en común para hacer algún seguimien to de la estrechamente vinculada al tránsito entre lo individual y lo
vida de sus hijos; d) en los padres se ob serva una tendencia a colectivo social, función encarna da en y facilitada por los padres.
querer ser “amigos” de sus hijos, dejando de lado la figura paterna. Pero para poder encarnar esa función, es necesario la existencia de
En consecuencia, los niños y adolescentes pa san mucho un padre -o sustituto- que pueda demostrar cómo saber-hacer con
tiempo solos, sin mayores oportunida des para establecer la vida, con el trabajo, con los placeres, con las pareja; es decir, un
intercambios simbólicos con los mayores, intercambios que les padre que tie ne posibilidades de “hacer su vida”, pero que tam
permitan soste nerse cuando afrontan dilemas en sus existencias. bién es sensible a los deseos y necesidades de los otros a quienes
Podemos decir que lo que manifiestan hoy los jó responde con su afecto y respon sabilidad. La declinación de esta
función paterna está vinculada estrechamente a otros hechos que
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son también característicos de la era actual. Ausencia de respeto: los aterradoras para otros.
adolescentes de hoy claman porque se los respete, aún cuando ellos Es llamativo observar prácticas de un lenguaje con modismos
tienen dificultar para cumplir con ello. Si existe una crisis de propios, ropaje un tanto extrava gante, tatuajes y piercing, cuyo
autoridad en la etapa de la adolescen cia, no es solamente por la objetivo se encuen tra vinculado a la posibilidad de crearse una iden
declinación de la fun ción paterna, sino también debido a los cambios tidad propia que marque límites precisos, en una edad caracterizada
corporales y emocionales tan drásticos en esta eta pa: el adolescente por lo inconmensurable. Ri tuales y modismos acompañan al
es un extraño para sí mismo, se confronta con una diferencia de gran adolescente con más fuerza cuando la apertura de los otros, los
envergadu ra dentro de sí, una diferencia que la maneja con gran adultos, fracasa, cuando no valoran estos hechos para ofrecer
dificultad y que le es difícil respetarla puesto que no puede hacerla posibilidades creativas y promisorias de un porvenir.
coincidir con ningún saber que lo ha tenido de antemano (los de su Así, el adolescente, a falta de espacio humani zado donde alojar su
infancia) y tiene que inventar algo nuevo para responder a cómo ser pregunta y su ser, donde po dría verse a sí mismo como digno de ser
varón, cómo ser mujer, cómo saber-ha cer para elegir una pareja, amado, puede encontrar la salida en la identificación con una banda:
cómo elegir un futuro que conjugue el placer lúdico de la diversión ante la dificultad de encontrar un es pacio de inclusión dentro de lo
con la responsabilidad. Preguntas desconcertantes pa ra algunos, y social, ante la fal ta de lugares y modelos basados en el respecto y la
diferencia, aparece la exclusión, la segregación y la ruptura como niños y adolescentes. Así, es común escuchar de
respuestas fallidas para la construc ción de un modo alternativo de cir a padres de niños de 11 años, al entrar a la se
existencia. cundaria, que deben manejarse solos porque ya
Crear un espacio para la conversación entre adultos y jóvenes, están grandes. El resto es asunto del colegio. Vea
retomando su cultura y sus mo dos de expresión, permite re- mos el relato decidor de Jorge, un joven que está
introducirlos en el circuito de la palabra para que, paulatinamente, furioso porque su papá lo ha castigado. Jorge
puedan ir construyendo una respuesta sobre quié nes son y plantearse cuenta que un día su padre, al llegar del trabajo
un porvenir. muy por la tarde, le ha dicho: “¿por qué no te has
Adolescentes, escolaridad bañado? ¡No has hecho el deber! ¿Y me quedas
y autoridad mirando con esa cara? ¡Estás castigado!”... “No
me dio tiempo para decirle que nos habían corta
Otra expectativa importante es la generada por la do el agua y que se le había olvidado de comprar
prolongada etapa de escolaridad que mantiene a la me el libro y que no pude recordárselo, porque el
generación actual como económicamente impro teléfono estaba cortado”.
ductiva por muchos años. Los costos de la educa
ción se convierten en una inversión considerable,
de tal forma que la retribución que se espera de
los jóvenes es aún mayor. Y si a esto se une el he
cho de que las familias actuales son más cortas, la
percepción de que menos hijos tengan que reali
zar el futuro de sus padres es más grande. Cuando
las familias son más numerosas la dispersión de
los vínculos entre los miembros es más amplia, de
tal forma que los conflictos entre los miembros no
se cristalizan tanto. Así, asistimos hoy a un hecho
muy singular: la población joven se convierte ca
da vez más en un “bien escaso y caro”, que se pre
tende que brinde todo tipo de satisfacciones.
niños y jóvenes advenidos en estas nuevas dos caras de una misma moneda, y juntas son
modalidades de rela ción. Los maestros la única manera de incorporar al joven para
r
mo a veces quisieran creer los jóvenes en esos mo mentos de euforia se, en el mejor de los casos, las formas de relación
que a menudo podemos pre senciar? ¿Por qué junto a dicho desde lo simbólico, que en lo sucesivo estarán
momento encon tramos que los jóvenes se “deprimen” tanto, al marcados por una separación de la figura de sus
punto de plantearse la muerte como una alterna tiva posible? padres.
El psicoanálisis plantea que lo uno no desdice a lo otro. Por el lado
de lo posible, se presenta el sinnúmero de respuestas que los púberes
inventan para responder a un imposible, que es la restitu ción de ese
“objeto a” perdido. Así, frente a la elec ción del objeto de amor, ésta
puede ser heterose xual u homosexual, y aun cuando haya indicios de
dicha elección de antemano, el púber debe decidir en este momento
su elección para la vida.
El adolescente también tendrá que elegir sobre su posición sexuada:
ser varón o ser mujer. Esto
¿Qué es lo nuevo que surge? A nivel de la ima
gen, los caracteres secundarios marcados por el
discurso hacen aparecer al niño como distinto que
antes y, a su vez, diferente a los otros, surgiendo
así un rompimiento con aquella primera imagen y Las nuevas formas de relación del adolescente
obligándolo a producir ajustes o transformacio tomarán rasgo de otras personas y generalmente
nes. El cuerpo se vuelve un extraño para sí como no serán por simple identificaciones sino por pro
también para los adultos tutelares, replanteándo cesos bastante complejos donde esto pondrá en
duda una buena parte de todo aquello que le vie
ICONOS 69
70 ICONOS púberes, Ediciones Labrador, Argentina.
d
Bibliografía