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LA PEDAGOGIA DE FRONTERAS SE NUTRE DE DOS FUENTES TERICAS:
POSTMODERNISMO CRITICO Y PEDAGOGIA CRITICA
El concepto de pedagogía de frontera: el cual sugiere que los maestros existen dentro de los límites sociales, políticos y culturales, que son tanto múltiples como históricos en esencia y que ubican demandas particulares sobre el reconocimiento y la aprobación pedagógica de las diferencias. Nueva perspectiva del estudiante, se convierte en un agente autotransformador de sus realidades, en un “cruzador de fronteras” debido a que constantemente debe ingresar y salir de los límites construidos en la concepción dialógica de la escuela y en general la educación como una práctica política (Freire,) y sociocultural, las diferentes narraciones que los estudiantes de todos los grupos traen consigo a clases, necesitan ser cuestionadas por sus ausencias, lo mismo que por sus contradicciones, pero también entendidas como algo más que una simple mirada de historias diferentes. Tienen que ser reconocidas como forjadas en relaciones de oposición a las estructuras dominantes de poder Es así como, es necesario que las relaciones entre docentes y estudiantes estén fundamentadas en saber que hay una estrecha dependencia entre el conocimiento y el poder, y que es necesario brindar herramientas para que se genere transformación en la cotidianidad, por lo tanto, se ve como una “necesidad” que la figura del docente se transforme y esto sucederá a través de la formación Por lo anterior, ya que el docente se va transformando, el estudiante sufrirá este mismo proceso trasformador, puesto que “los estudiantes, como sujetos luchadores, aprenden a definirse a sí mismos, sino también aprender a afrontar la experiencia estudiantil desde una pedagogía que sea tanto formativa como crítica” La participación y transformación social: cada miembro del contexto educativo debe asumir su rol con responsabilidad, fortaleciendo su quehacer como ser social, transformador y democrático . Los procesos educativos se comprenden desde una perspectiva humanizante y de significación de imaginarios simbólicos y su labor consiste en reformar la vida social, promulgando que las separaciones entre clases baja y alta no son un estado natural. Existe una distinción entre escolarización y educación, la primera está encaminada a un control social mientras que la segunda se encarga de transformar la sociedad: el estudiante es activo, comprometiéndose con su desarrollo y desarrollo social. La comunicación horizontal liga las voluntades en intenciones de los sujetos en iguales condiciones de acción y de vida (Searle, 1982). Se dejan de lado las posturas verticales de conocimiento, el conocimiento es una construcción colectiva, crítica y problematizante. En conclusión, El educador crítico acepta teorías que tratan los problemas de la sociedad, no como hechos aislados de cada individuo, sino que son consecuencia de la interacción existente entre el individuo y la sociedad, puesto que el individuo es un actor de esta sociedad (es creado y crea este contexto) Mientras que la teoría dialéctica crea interacciones “desde el contexto a la parte, desde el sistema interno al hecho”, la teoría crítica enfoca simultáneamente estos aspectos. Los educadores críticos sostienen que una verdadera teoría de la escolarización debe tomar partido: debe estar ligada a “una lucha por una vida cualitativamente mejor para todos mediante la construcción de una sociedad basada en relaciones no explotadoras y en la justicia social” Los teóricos críticos afirman que “el conocimiento está socialmente construido”, es decir, es una consecuencia de común acuerdo entre los individuos que viven relaciones sociales particulares y vínculos particulares en el tiempo. La pedagogía crítica se pregunta cómo y por qué el conocimiento es construido en la forma en que lo hace, y cómo y por qué algunas de esas construcciones son legítimas y aceptadas por una cultura dominante, lo que lleva a que algunas formas de conocimiento tienen más poder y reconocimiento que otras. Habermas ha dado el concepto del conocimiento emancipatorio, el cual es muy parecido al concepto de conocimiento directivo de Giroux, el cual indica que algunos tipo de conocimiento validan ciertos intereses (género, clase y raza). El conocimiento emancipador permite entender el cómo las relaciones sociales se deforman y manipulan por el poder y el privilegio. El educador crítico está interesado en la reconciliación y trascendencia de la oposición existente entre el conocimiento técnico y el práctico. La pedagogía crítica está fundamentalmente interesada en la comprensión de la relación entre el poder y el conocimiento. Para la pedagogía crítica el currículo permite la preparación de los estudiantes para que ocupen roles: ya sea de dominación o subordinación, interesándose en cómo los distintos elementos utilizados en el currículo se materializan en la práctica. La pedagogía crítica no asegura que no existan barreras; pero brinda bases para entender las barreras, por lo tanto, cualquier pedagogía es susceptible a “condiciones socioculturales que conducen a la resistencia”, restando oportunidades para que los “estudiantes sean culpados como la única fuente de resistencia”.