Compraventa y Arrendamiento
Compraventa y Arrendamiento
Compraventa y Arrendamiento
Fuentes:
Iglesias, J., Derecho Romano. Historia e Instituciones (Barcelona, 2010) p.
371.
Fernández Buján, A., La compraventa. En Iustel.
Robles, J. La compraventa en Derecho Romano (Madrid, 2021) p. 11-14.
Tenemos así primero al locatio conductio rei, que como su nombre lo indica, tiene por
objeto una cosa (rei), y constituye la renta a partir de la prestación de la cosa, tanto si
es mueble como inmueble, siendo este el antecedente romano al contrato de
arrendamiento actual.
También la locatio conductio operis, en la que el objeto no es una cosa, sino una
obra, como puede ser la de construir alguna edificación, transformar un material a otro,
etc. Por lo que, lo que define el pago del canon (merces) es el resultado de la obra
(opus), siendo este el antecedente romano al contrato de prestación de servicios.
Y la locatio conductio operarum, cuyo objeto no es la obra, sino la gestión (opera), es
decir el trabajo, similar a lo que ocurre con el encargado de un peculio, o con el que
hace algo en virtud de un mandato, y que es el antecedente romano del contrato de
trabajo, que valga decir: no conocían los romanos.
Debe también mencionarse una figura, contemplada en las XII tablas, la locatio
jumenti, que consistía en el arrendamiento de animales, pero que terminaría por
convertirse en la misma locatio conductio rei.
El contrato de arrendamiento romano tendría como principal característica la
onerosidad, pues otras formas gratuitas de contratos, como por ejemplo el comodato o
el mandato, obtenían la misma contraprestación que una locatio conductio rei, o que
una locatio conductio operarum.
Pero lo harían suponiendo el pago de un canon (merces) tasado en dinero para
obtener esta contraprestación.
Oneroso
Bilateral
Consensual
De buena fe
Temporal
Fuentes:
Anavitarte, E. El contrato de arrendamiento en el Derecho Romano. El Contrato
de Arrendamiento en el Derecho. (2018, Octubre)