Adaptaciones Al Entrenamiento Aerobico
Adaptaciones Al Entrenamiento Aerobico
Adaptaciones Al Entrenamiento Aerobico
Cambios cardiovasculares
El sistema cardiovascular es uno de los sistemas que mayores
respuestas tiene durante y después del ejercicio aeróbico
independientemente de su intensidad. Este consta de dos
componentes principales que vamos a seccionar para comprender
mejor las diferentes adaptaciones dadas sobre dicho sistema.
- Corazón
Este órgano compuesto principalmente por fibras de musculo
cardiaco, teniendo propiedades que se adaptan muy bien a las
tensiones que se le somete durante el entrenamiento aeróbico. En
presencia de ciertas sustancias químicas como la adrenalina,
noradrenalina y acetilcolina, el corazón aumenta o disminuye la
frecuencia con la que trabaja. Los cambios que ocurren con el
entrenamiento aeróbico son inmediatos por la presencia de estas
mismas sustancias químicas y continúan su segregación cuando los
periodos de entrenamiento se alargan para poder atender a las
demandas fisiológicas.
Adaptaciones inmediatas.
Durante el ejercicio, ocurre un aumento de la estimulación o
excitación del corazón para bombear sangre a las partes del cuerpo
en que esta se necesita acorde a los requerimientos energéticos,
principalmente a la musculatura esquelética. Aunque no sea la única
razón para aumentar el riego sanguíneo, una explicación sencilla es
que la excitación o disminución de este proceso fisiológico, que
dependen del sistema nervioso simpático y parasimpático, liberan
neurotransmisores encargados de mantener la función requerida a
nivel sistémico. Por efecto del sistema nervioso, la frecuencia
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Adaptaciones crónicas
En lo que respecta a las adaptaciones cardiovasculares a largo plazo
y únicamente dados en respuesta al entrenamiento aeróbico podemos
denotar cambios estructurales importantes. La hipertrofia del
corazón, traduciéndose en un aumento de aproximadamente un 40%
de las cavidades del corazón es una de las razones principales de que
el Volumen Sistólico y por tanto, el Gasto cardiaco, sean mayores en
personas que realizan entrenamientos de carácter aeróbico. Esto se
debe principalmente a mecanismos adaptativos en respuesta a las
altas sobrecargas que soporta el corazón durante tiempo prolongado,
aumentando también el grosor del ventrículo izquierdo para soportar
la presión constante a la que es sometido durante el entrenamiento
prolongado.
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- Vasos sanguíneos.
Las adaptaciones dadas en este componente del sistema
cardiovascular hare referencia a los cambios en el sistema vascular o
vasos sanguíneos del cuerpo, representando un componente
sumamente importante en la mejora de la volemia, el transporte de
oxígeno y el transporte de nutrientes. Esta la dividiremos en dos
partes.
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Cambios metabólicos
Las respuestas metabólicas son sumamente importantes en lo que
respecta a la consecución de los objetivos deportivos, o ya sea a
nivel de mejora de la salud en diferentes parámetros metabólicos.
Con el entrenamiento aeróbico, no solo los sistemas de energía del
cuerpo se vuelven más eficaces en la producción de energía, sino
que aumentan procesos metabólicos importantes como la lipolisis
(utilización de la grasa como sustrato energético) para poder tener
una mayor producción de energía.
Una de las apreciaciones objetivas más importante a raíz de este
cambio en la utilización de sustratos, es la alteración de la
composición corporal mediante la disminución del tejido adiposo
sistémico motivado a que este sustrato es el mayormente utilizado
durante los entrenamientos de carácter aeróbico de intensidad
submaxima. Al darse esta adaptación, los cambios son dados en
diferentes componentes corporales, tomando como ejemplo el
sistema endocrino se vuelve más eficaz en lo que respecta a la
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Sistemas de energía:
La producción de energía es uno de los componentes más
importantes ya que este es el que permite la realización del
entrenamiento aeróbico de manera más eficiente. Aunque
energéticamente la prioridad principal será mantener el
funcionamiento del sistema nervioso, las necesidades energéticas del
musculo esquelético suelen ser mucho mayores. Por ello, el cuerpo
busca cubrir todas las demandas corporales aumentando las reservas
energéticas y aumentando la eficacia con la que se utilizan.
Respuestas inmediatas.
Estas respuestas inmediatas están bastante limitadas por la eficiencia
del sistema cardiovascular y respiratorio para poder otorgar al
organismo la enérgica necesaria durante el ejercicio aeróbico. Es por
ello que en personas desentrenadas la capacidad de generar y captar
energía es mucho más limitada que en personas entrenadas motivado
a su deficiente funcionamiento en los diferentes sistemas corporales.
Esto se traduce en un bajo rendimiento durante las primeras semanas
de entrenamiento a raíz de las escasas respuestas inmediatas en lo
que respecta a los sistemas energéticos.
Adaptaciones crónicas:
Como mencionamos con anterioridad, las adaptaciones a largo plazo
durante el entrenamiento aeróbico continuado provocan una mejora
de la capacidad energética por dos razones principales.
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Composición corporal.
Una de las adaptaciones durante condiciones específicas es un
cambio en la composición corporal. A menudo, basados en la
literatura tradicional, cuando se aconseja una reducción de la grasa
corporal, se recomienda la realización de ejercicio de carácter
aeróbico. En la actualidad, estas recomendaciones son
complementadas por el entrenamiento con resistencias para
aumentar las adaptaciones y mejora en la composición corporal.
Respuestas inmediatas.
En lo que respecta a la disminución del tejido adiposo a causa del
entrenamiento aeróbico, este proceso no se da de manera aguda ya
que ocurren de manera progresiva a través del tiempo.
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Adaptaciones crónicas.
El principal cambio observado en lo que respecta a la composición
corporal luego de un plan de entrenamiento de carácter aeróbico es
la reducción del tejido adiposo, independientemente de la intensidad
siempre y cuando genere un esfuerzo relativo para la persona. Para
poder preservar la masa magra, se necesita complementar con el
entrenamiento resistido.
Cambios óseos
En el entrenamiento de carácter aeróbico no se encuentran muchos
cambios asociados al componente óseo. Entre los efectos más
comunes podemos encontrar un aumento en la densidad mineral
ósea y cambios en el cartílago articular, haciéndolos más tolerantes a
diferentes cargas.
El cambio en la densidad mineral osea es considerado más
importante motivado al aumento de la resorción de los huesos
atribuido al envejecimiento, por lo que el entrenamiento aeróbico
sirve para atrasar dicho proceso.
Debemos aclarar que este proceso se da únicamente cuando el
entrenamiento aeróbico tiene una carga sobre diferentes complejos
articulares (ej. Correr), ya que otras disciplinas como la natación y el
ciclismo no gozan de estos beneficios al no someter al sistema
esquelético a ningún tipo de impacto y quedando desestimado
cualquier proceso adaptativo en el sistema esquelético.
El cartílago articular también se adapta cuando se le aplica una
tensión continua durante el entrenamiento aeróbico. Esta mejora en
el complejo articular aumenta la capacidad del cartílago en
funciones como la distribución de la carga a través de la
articulación, aportar estabilidad y reducir el movimiento de fricción.
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Cambios respiratorios:
Las adaptaciones dadas en el sistema respiratorio guardan una
estrecha relación con las adaptaciones en el sistema cardiovascular,
por lo que podemos abordarlos de manera similar tomando en cuenta
sus diferencias fisiológicas.
Cuando aumenta la duración del ejercicio y aumenta el riego
sanguíneo, provocando a la vez un aumento del transporte de
oxígeno a los músculos activos, también aumenta la capacidad de
difusión del oxígeno en la membrana alveolo capilar. También, a
pesar de este aumento de la capacidad de difusión, el cuerpo también
se adapta al hecho de captar mayor cantidad de oxígeno en
condiciones de hipoxia o con altas necesidades energéticas.
Respuestas inmediatas.
El control de la respiración durante el ejercicio es el resultado de
varios estímulos químicos y neurales combinados y simultáneos. La
naturaleza del estímulo que origina el aumento de la respiración no
es solo el incremento del CO2 producido sino también los estímulos
generados por el sistema musculo esquelético mediante diferentes
propioceptores.
A medida que el ejercicio continua, la temperatura corporal se eleva
y esto también contribuye a estimular la respiración. Esto se
regulariza al poco tiempo de haber culminado el ejercicio. A su vez,
cuando se termina de saciar la deuda de oxigeno atribuida a altas
intensidades de entrenamiento, la tasa respiratoria y la difusión de
oxigeno vuelve a condiciones normales una hora luego de terminada
la actividad.
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Adaptaciones crónicas
Muchos de los componentes del sistema respiratorio se adaptan al
ejercicio aeróbico con cambios en la capacidad de difusión de los
pulmones, así como el volumen de intercambio de gaseoso que es
capaz de realizar.
Los pulmones se adaptan al ejercicio aeróbico de manera similar a
otros tejidos del cuerpo, mediante un aumento de la eficiencia
energética acorde a las diferentes demandas dadas por las
intensidades del entrenamiento.
La capacidad de difusión de los pulmones aumenta durante el
ejercicio continuado sobre todo mediante el aumento del riego
sanguíneo a los pulmones. Esto se traduce en una mayor perfusión
pulmonar y un aumento de la cantidad de aire intercambiado por
minuto.
Cambios musculares:
Es bien sabido que, durante el ejercicio prolongado de carácter
aeróbico, la tasa de participación de fibras musculares lentas es
mayor que las rápidas. Esto se debe a que las lentas tienen una
tolerancia a la fatiga mucho más alta en este tipo de demandas
físicas. Sin embargo, las adaptaciones dadas en este sistema que
permiten una mejora en el rendimiento no son arraigadas
propiamente a la transformación o aumento de esta tipología de
fibra, ya que hasta la fecha no hay evidencia suficiente para
demostrar que el entrenamiento aumenta la proporción de fibras
lentas de manera significativa como para traducirse en una mejora
del rendimiento.
En cambio, lo que si se adapta y genera una mejora en el
rendimiento es el aumento del numero de capilares que rodean las
fibras musculares individuales. Esto mejora el intercambio de
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