Apunte Funcionalismo Penal. Roxin y Jakobs
Apunte Funcionalismo Penal. Roxin y Jakobs
Apunte Funcionalismo Penal. Roxin y Jakobs
INTRODUCCIÓN
Limitándonos al Funcionalismo en el Derecho Penal; podemos comenzar diciendo que entre los
años de 1930 y 1940 tuvo su cauce con una tendencia valorativista, pero que su mayor auge se dio a
mediados de los años de 1960 en adelante (aproximadamente); este nuevo esquema tuvo como
rigidez al presentarse los conflictos generados entre los esquemas causalistas y finalistas. Reyerta
que se originó a partir de cual esquema era más apto para la teoría del delito; pendencia que fue
aprovechado por el funcionalismo penal para establecer sus derroteros y desarrollar así sus ideas
ampliamente.
Este pensamiento generó nuevos conceptos, reubico nociones anteriores, replanteó todas las
categorías dogmáticas, orientado a partir de la funciones de los fines de la pena, erigiendo un
sistema abierto por un lado y un sistema cerrado por otro, dirigido a trabajar nuevas realidades y
pensamientos del Derecho Penal; por sus resultados y sus consecuencias. Entendiendo al sistema
abierto en lo que no se describe exhaustivamente y en todos sus aspectos el objeto de la prohibición,
por lo que quiere decir que el tipo aún no es indicio del injusto; como pasa en el sistema cerrado que
se complementa el tipo (clase) de injusto; en el sistema abierto por el contrario el injusto sólo puede
comprobarse desde la perspectiva de la antijuridicidad mediante la verificación positiva de
elementos especiales de este.
Tras las disputas dadas por los esquemas causalistas y finalistas, el Funcionalismo quiso hacer un
cambio en el Derecho Penal midiéndose por sus consecuencias, para ello adaptando motivos de
prevención general o bien por motivos de prevención especial; esta finalidad preventiva
fundamentada en la necesidad de la pena. Por otro lado, el Funcionalismo también adoptó los
motivos de la prevención general (positiva), en reducir los objetivos legítimos de la prevención
general a la denominada prevención-integración (véase a: Baratta), con esto lo que se busca es
estabilizar en la ciudadanía la confianza en el ordenamiento jurídico, perturbada con la conducta
delictiva.
El Derecho Penal había perdido su autodefinición, tampoco se sabía para qué servía la pena
y el por qué servía la pena; aun menos se concebía de la orientación de esta, o que destino y
finalidad cumplía la política criminal.
Es por eso que el emérito profesor ROXIN toma sus criterios desde una perspectiva valorativista,
neokantiana y de un sistema abierto, trata de modificar las estructuras del delito (tipicidad,
antijuridicidad y culpabilidad) retomando cada estructura para que vaya orientada hacia los nuevos
desafíos del Derecho Penal; hacia una política de Estado coherente a las necesidades del presente.
Por cierto ese Estado que mencionaba ROXIN debe ser un Estado de derecho, basado en principios
constitucionales (de allí su limitación). De aquí surge la idea del FUNCIONALISMO
MODERADO, en que toda estructura del delito debe ir encaminado hacia un propósito, en el que
no puede separarse de la política criminal, del Estado con la Constitución y el bloque de
constitucionalidad que ella integra y en tal caso ningún principio debería ir en contra de esta.
Surge posteriormente el concepto del bien jurídico tutelado concepto ligado a la política
criminal y a la Constitución, que como hemos dicho, ese bien jurídico tutelado ROXIN lo
asemeja a los derechos fundamentales creados en la Constitución,
Otra de las ideas preconizadas por ROXIN es el concepto de la imputación objetiva, que
originó una gran discusión en torno a los conceptos de causalidad e imputación en el
Derecho Penal. La estructura planteada por ROXIN complementa de cierta forma el tipo
objetivo; otra idea que organiza este y que de cierta medida también será idea de JAKOBS
es el binomio culpabilidad-prevención.
La culpabilidad como máxima exigencia del estado ciudadano que solo se puede desarrollar
como se dijo anteriormente desde la óptica política criminal basada en la función preventiva
de la pena.
Hay INJUSTO y CULPABILIDAD (entendida esta como auto control, donde tenía
una conducta alternativa conforme a derecho y no lo hizo) y si por razones
preventivas de pena se toma evitable el castigo, que es llamada necesidad de pena.
Así para ROXIN la acción es entendida como psíquico-espiritual, como centro anímico
espiritual de la acción; en sencillas palabras se habla de una manifestación de la
personalidad.
Como se ha dicho ut supra, lo principal de este esquema es que debe estar relacionado a
pautas políticos criminales; así la tipicidad recoge la acción, también la imputación objetiva
dentro del tipo, como la antijuridicidad (tipo total) y se habla además de necesidad de pena,
así sólo las acciones pueden ser típicas, complementandose; sin restar con el principio de la
culpabilidad. De esta manera coincide el injusto con el tipo y los efectos de punibilidad
orientados con la prevención general positiva y preventiva especial, que es la función del
Derecho Penal.
Lo importante de resaltar el injusto desde la política criminal es porque soluciona colisiones de los
intervinientes, sirve de enlace de las medidas de seguridad y otras consecuencias jurídicas; entrelaza
el Derecho Penal con todo el ordenamiento jurídico e integra las valoraciones decisivas lo que
permite recoger todas la causales de justificación del ordenamiento jurídico.
Esta corriente que ha sido criticada por unos y aceptadas por otros, tiene su relevancia en
Colombia por muchos dogmáticos. El creador de este esquema es JAKOBS autor que se
basó en los cimientos del Profesor HANS WELZEL creador del esquema finalista
.
Proviene de una corriente sociológica, del pensamiento sistémico principalmente de
LUHMANN, y de la filosofía de KANT y HEGEL, donde se deriva la ciencia penal como
una realidad social.
De lo anterior se dice que las personas están obligadas a actuar determinadamente mediante
su función de garante; penalmente es responsable aquella persona que lesiona los intereses
sociales, por falta la posición de garante, es decir aquel que defrauda las expectativas
sociales, porque no actúa mediante el rol en que se está desempeñando.
Respecto de la pena, se afirma que no es retribución de un mal, que por el haber actuado
delictictivamente se le impone la pena, la idea no es una prevención general negativa, en
contrario es una PREVENCIÓN GENERAL POSITIVA, como se comentaba ut supra
(prevención-integración); entendida éste como aquel instrumento que persigue ejercitar el
reconocimiento de la norma y la fidelidad frente al derecho por parte de los miembros de la
sociedad, en lo que se refiere: “ser fiel al derecho”, en lo que el Derecho Penal no debe
girar en torno de los bienes jurídicos que se trata, como ocurre en el funcionalismo
moderado de ROXIN, sino debe girar en torno al incumplimiento de deberes.
Es por eso que JAKOBS plantea una RENORMATIVIZACIÓN absoluta del Derecho
Penal (realidad social), y esto lo intenta llevando al neokantismo a su máxima expresión; de
allí el nombre de FUNCIONALISMO EXTREMO. Por ello al asignar deberes de
comportamiento en una sociedad funcional ha generado críticas en contra de su
planteamiento, llamando dicho planteamiento como extremo y es de ahí que se le titule de:
“radical”.
Yendo más allá de los criterios mencionados; la imputación objetiva pretende cobijar en su
integridad la estructura del delito, por lo que al hombre sólo se le puede ser imputado un
resultado si este es producto de su conducta que ha creado un riesgo jurídicamente
inadmitido o desaprobado.
— Que el autor haya provocado el resultado de modo causal por su actuación (relación de
causalidad o nexo causal)
— Que con su conducta haya creado un peligro desaprobado
A pesar de las críticas que se le han hecho a JAKOBS en contra de sus planteamientos del
FUNCIONALISMO NORMATIVISTA, tiene argumentos bastante sólidos en la que
bastantes jóvenes dogmáticos se han perfilado a seguir estas directrices, que han sido
reconocidos en la doctrina contemporánea junto con los planteamientos de ROXIN; en la
cual ha tenido bastante auge dentro del sistema latinoamericano penal.
Aquí se marca una diferencia notable en la estructura del delito ya que se va a tener en
cuenta el injusto, bien como lo hemos concebido en ROXIN y la culpabilidad, pero de
distinto modo, porque sabemos que sus teorías son distintas, así se va a destacar una
notaría exhibición en la teoría de la imputación objetiva ya que en la teoría de JAKOBS no
va a ser parte del tipo, como tipo objetivo sino de todo la estructura del delito.
Así, la misión que debe tomar el Derecho Penal, tomando como bases las nociones
sociológicas, es una orientación funcional que corresponda a la práctica real, como visión
tecnocrática del Derecho Penal. Por eso la aparición de la teoría de los roles, con la idea de
la prevención general positiva (integradora).
Existen muchas divergencias y convergencias entre JAKOBS y ROXIN, siendo más los
contrastes que las mismas similitudes, eso es claro desde la estructura que está abordada la
teoría de JAKOBS, pero desde el punto de vista de concepción de la pena y la culpabilidad
(prevención-culpabilidad) los dos van al mismo grano, que es superar primero los criterios
lógico-formales (ontológicos) de su maestro WELZEL, sobre todo más en JAKOBS, pero
como se ha dicho arriba, lo que cambia más que la simple nomenclatura es el fondo de los
conceptos, así cuando señalamos la prevención como general positiva puede ser entendía
igual para los dos pero no es así, porque para ROXIN es la prevención propiamente dicha
de prevenir delitos futuros y en JAKOBS solo de constatación de la norma, más que la de
prevenir delitos futuros.
JAKOBS no cree en la prevención especial; en cambio ROXIN si, pero plantea una crítica
frente a la pena que pretende re-socializar, sólo podrá ser eficaz no sólo a través de la
formulación programática de un catálogo de penas, por muy graves que éstas sean, sino a
través de unas adecuadas políticas sociales, proponiendo menos inversión en prisiones y
mayor inversión en una policía eficaz, sanciones de carácter social-constructivo. Medidas
reparadoras y de conciliación con la víctima, o la institución procesal del sobreseimiento
con la obligación de reparación o realización de trabajos en beneficio de la comunidad en el
caso de delitos leves.
Precisamente como para los dos es importante la prevención general positiva, distinguiendo
así su contenido, como también la culpabilidad; también será importante para estos dos
autores, así cambien también su contenido sobre la teoría de la imputación objetiva, porque
bien será el que le da vida al sistema funcional penal contemporáneo. Con otras palabras no
se puede hablar de Derecho Penal sin nunca hablar de imputación objetiva, todo se reduce a
este concepto (pero más en JAKOBS), porque este traza toda la estructura del delito
independientemente donde se ubique este.
Bien como expresa FRISCH, debe existir una causalidad, pero también una imputación de
comportamientos, que no es otra cosas que las condiciones que se deben dar para que se
impute objetivamente (prohibición de regreso, acción a propio riesgo…), y se necesita
además de esta, la imputación de resultado.
Bien como expresa FRISCH, debe existir una causalidad, pero también una imputación de
comportamientos, que no es otra cosas que las condiciones que se deben dar para que se
impute objetivamente (prohibición de regreso, acción a propio riesgo…), y se necesita
además de esta, la imputación de resultado.
Habíamos dicho que en ROXIN, no entra como propiamente dicho en la estructura de las
categorías dogmáticas la (AJ) antijuridicidad, pues bien para JAKOBS si entra y no se
predica de todo el ordenamiento jurídico, aquí hace parte de la estructura de este esquema,
definiéndose como: «la falta de motivación jurídicamente dominante».
El injusto como comportamiento típico evitable (dolo o culpa), que no esté justificado (se
incluye la antijuridicidad), y la culpabilidad como libertad de autodeterminarse conforme al
rol, (he aquí lo importante de este esquema).
IV. CONCLUSIÓN
Existen muchas divergencias y convergencias entre JAKOBS y ROXIN, siendo más los
contrastes que las mismas similitudes, eso es claro desde la estructura que está abordada la
teoría de JAKOBS, pero desde el punto de vista de concepción de la pena y la culpabilidad
(prevención-culpabilidad) los dos van al mismo grano, que es superar primero los criterios
lógico-formales (ontológicos) de su maestro WELZEL, sobre todo más en JAKOBS, pero
como se ha dicho arriba, lo que cambia más que la simple nomenclatura es el fondo de los
conceptos, así cuando señalamos la prevención como general positiva puede ser entendía igual
para los dos pero no es así, porque para ROXIN es la prevención propiamente dicha de prevenir
delitos futuros y en JAKOBS solo de constatación de la norma, más que la de prevenir delitos
futuros.
JAKOBS no cree en la prevención especial; en cambio ROXIN si, pero plantea una crítica
frente a la pena que pretende re-socializar, sólo podrá ser eficaz no sólo a través de la
formulación programática de un catálogo de penas, por muy graves que éstas sean, sino a través
de unas adecuadas políticas sociales, proponiendo menos inversión en prisiones y mayor
inversión en una policía eficaz, sanciones de carácter social-constructivo. Medidas reparadoras
y de conciliación con la víctima, o la institución procesal del sobreseimiento con la obligación
de reparación o realización de trabajos en beneficio de la comunidad en el caso de delitos leves
En cambio, en JAKOBS, la orientación de la prevención general positiva no resulta contraria
frontalmente a la teoría de los bienes jurídicos, ya que ambas doctrinas se mueven en planos
diferentes, y por tanto no resultará por ello frontalmente antagónicas. Así, la doctrina de los
bienes jurídicos se mueve en el ámbito de la determinación del criterio material de legitimación
de la intervención penal —que no corresponde en esencia a la ciencia del Derecho penal sino al
ámbito político
Precisamente como para los dos es importante la prevención general positiva, distinguiendo así
su contenido, como también la culpabilidad; también será importante para estos dos autores, así
cambien también su contenido sobre la teoría de la imputación objetiva, porque bien será el que
le da vida al sistema funcional penal contemporáneo. Con otras palabras no se puede hablar de
Derecho Penal sin nunca hablar de imputación objetiva, todo se reduce a este concepto (pero
más en JAKOBS), porque este traza toda la estructura del delito independientemente donde se
ubique este.