Compendio Unidad 3
Compendio Unidad 3
Compendio Unidad 3
3 créditos
UNIDAD No. 3
Tabla de contenido
Introducción………………………………………………………………… 2
La relación y la comunicación…………………………………………… 3
Servicios complementarios con la escuela………………………….... 4
Habilidades sociales en la relación familia-escuela…………………. 9
Bibliografía………………………………………………………………….. 11
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Resultado de aprendizaje de la asignatura
Analizar el aporte que dará la institución educativa junto a la familia para el desarrollo
integral del estudiante.
Introducción
En temas anteriores ya tratados hemos hecho énfasis en el papel determinante que juega
la familia en la formación de los niños, en particular durante los primeros años de vida y
se ha destacado todo lo que puede representar en beneficio a ese objetivo básico, las
acciones de los maestros y la escuela en general como complemento para el logro de
tales objetivos.
Sin embargo, debemos comprender que la sola existencia de la escuela y la permanencia
de los niños durante una parte de su formación en la misma de por sí, no nos asegura el
éxito en esta labor, si no se logra u na relación estable y productiva entre los padres o
tutores, los maestros y la escuela
De ahí la importancia de tomar un poco de atención a las premisas básicas que pueden
asegurarnos como maestros el poder cumplir esa función tan importante, basándonos en
algunos principios básicos para la adecuada relación y comunicación entre las familias y
la escuela, las prestaciones que podemos poner a disposición de las familias para
ayudarles a mejorar cada día su preparación para una correcta atención y desarrollo de
las capacidades básicas de los niños, de manera que a futuro puedan convertirse en
verdaderos ciudadanos útiles para la sociedad y desarrollar en los futuros maestros las
habilidades sociales indispensables para establecer y mantener una relación y un
ambiente de cooperación constructivos, entre la familia y la escuela.
“Si bien es hoy una necesidad reafirmar la función educativa de la escuela, hay
también sin duda graves problemas para ejercerla. Ni la escuela es el único
contexto de educación ni sus profesores y profesoras los únicos agentes, al
menos también la familia y los medios de comunicación desempeñan un
importante papel educativo. Ante las nuevas formas de socialización y el poder
adquirido por estos otros agentes en la conformación de la educación de los
alumnos, la acción educativa se ve obligada a establecer de nuevo su papel
formativo, dando un nuevo significado a su acción con nuevos modos. Entre ellos,
la colaboración con las familias y la inserción con la comunidad se torna
imprescindible”.
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Tema 1: La relación y la comunicación - Escuela/Familia
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Los padres utilizan, principalmente, para
comunicarse con los maestros, las reuniones de
grupo y las entrevistas, estas últimas son preferidas
y consideradas por ellos como las más útiles, ya que
se tratan temas más concretos y específicos que
afectan a los niños, mientras que los encuentros
espontáneos, aunque son menos utilizados, son
considerados útiles por ambas partes.
En estudios desarrollados con mayor profundidad al describir los dispositivos y espacios
creados en las escuelas para la comunicación con las familias, se advierte en una buena
cantidad de casos que muchos de estos se implementan de forma deficiente, comúnmente
de manera formal y con poco aprovechamiento; apreciándose que no se percibe a
profundidad el papel que pueden desempeñar si se usan correctamente.
Una especial consideración debe dársele como canal para la comunicación con las
familias, el uso de dispositivos y recursos digitales. Las experiencias derivadas del período
de emergencia debido al efecto de la pandemia del COVID-19; debe brindarnos una
consecuente alerta, a cerca de la importancia de desarrollar, por parte de las instituciones
espacios que permitan la utilización de recursos digitales para el desarrollo y
mantenimiento de una comunicación estable con padres y tutores.
Acorde a las posibilidades y características del contexto en cada caso, no debemos
renunciar a las potencialidades que tales recu rsos nos facilitan. Las tecnologías de la
comunicación y la información abren un abanico de espacios para ser utilizadas por
nuestras escuelas, al que no es recomendable renunciar a pesar de las dificultades que
actualmente puedan estar presentes.
Los jóvenes maestros de la Educación Inicial
que egresan de nuestras Universidades,
deberán ser precursores y entusiastas
impulsores de la adopción de estos canales
basados en el uso de las tecnologías, para
facilitar la relación Familia-Escuela.
Cada familia tiene una composición y estructura de roles, tienen sus especificidades
desde el punto de vista de las interacciones entre sus componentes y todo ello se refleja
en la efectividad relacionada con su función educativa, por ello la escuela que comprende
la importancia de la labor educativa de la familia, debe establecer esquemas de trabajo
que faciliten la comunicación y el acceso a los servicios que se brindan.
Algunas ideas para la concepción desde la escuela de su función en apoyo a las familias
pueden resumirse en función de:
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• Las familias permanentemente son bien recibidas en la escuela y hay un trato
respetuoso hacia ellas.
• Las informaciones se les brinda en un lenguaje claro por diferentes medios (reuniones,
llamados telefónicos, diarios murales, notas y otras), a los padres y tutores de lo que
ocurre en la escuela.
• Directivos y profesores son accesibles y están disponibles siempre para aclarar las
dudas y recibir las sugerencias de los padres.
• Se estimula la presencia de las familias por medio de espacios y actividades variadas,
pensadas para los distintos intereses de las familias.
Lograr una sólida alianza entre la familia y la escuela, centrada en el desarrollo y
aprendizaje de los niños, no resulta sin lugar a duda una tarea fácil.
Entre las más variadas opciones que facilitan un servicio de calidad por parte de las
escuelas en atención a la labor conjunta de estas con las familias de los alumnos, como
alternativas o espacios para la comunicación podríamos referir las siguientes:
Etapa de Matriculación.
Los encargados de este proceso deben tener bien claro estas circunstancias y por ello
deben velar porque esa primera acogida sea bien conducida, con toda la calidez, claridad
y sencillez que se requiere en la comunicación. Un ambiente agradable, respetuoso y
atractivo, permitirá que las futuras interacciones entre los padres y la escuela se cimente
sobre bases sólidas.
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Reuniones de padres inicio, intermedia y final.
Las reuniones de padres tienen por lo general un carácter informativo y deben ser
planeadas previamente con detenimiento por los maestros, directivos y en ellas participar
todo el personal de la Institución. De acuerdo con la estructura de los períodos escolares,
por lo general se desarrollan al inicio del período y estas primeras deben tratar los
aspectos más generales organizativos y descriptivos del régimen de trabajo que se
aplicará durante todo el período escolar.
Por su parte la reunión final tiene un signo conclusivo y debe caracterizarse por mostrar
los logros alcanzados en la educación de los niños y por tanto desarrollarse con muestras
de alegría y satisfacción por los resultados alcanzados. Es importante el generar
actividades sobre todo en las reuniones intermedias y finales en las que exista
participación de los niños, mostrando las habilidades y destrezas alcanzadas, como
estímulo a los avances logrados.
Entrevistas.
Las entrevistas de los maestros con la familia resultan el tipo de actividades que es
preferido por los padres. En ellas se recibe información específica acerca del trabajo de
cada niño y constituye un espacio magnífico para el conocimiento mutuo, el intercambio
de criterios y opiniones, las sugerencias y proyectos conjuntos en favor de mejorar el
desempeño educativo de los niños.
Estas entrevistas deben ser bien preparadas por los maestros previamente, recopilando
toda la información necesaria para orientar adecuadamente su desarrollo.
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Actividades extraescolares con participación de los niños.
Este tipo de actividades organizadas por las escuelas, resultan por lo general atractivas y
muy convenientes para estrechar las relaciones entre familias y escuelas; al tiempo que
pueden resultar atractivas y motivadoras para el aprendizaje de los niños. En tal sentido
pueden ser organizadas excursiones, visitas a lugares de carácter histórico y de atractivo
cultural y también recreativo.
Como parte de este tipo de acciones, pueden ser organizados actos de carácter cultural,
histórico y patriótico, con la participación de los niños, los que motivan tanto a las familias
como a estos a demostrar las habilidades y destrezas en su desempeño.
Las formas más claras y espontáneas de interrelación con las familias de los niños en la
escuela pueden tener muy variadas formas de producirse y es necesario que los maestros
no pierdan de vista que durante estos encuentros también se materializa una importante
labor educativa.
Un espacio muy significativo en tal sentido se aprecia a la entrada y salida de los niños
de la escuela, generalmente acompañados de alguien de la familia, estos espacios
pueden utilizarse para que, a partir de breves mensajes, caracterizados por la sencil lez y
calidez requerida, puedan ser utilizados en el reforzamiento de la relación entre la familia
y la escuela.
Los encuentros espontáneos pueden resultar en ocasiones muy convenientes para una
comunicación más libre y desenfadada, que redunde en una mayor y más cercana
relación entre padres y maestros.
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Circulares y mensajes a los padres (Murales, telefónicos, digitales).
El espacio para la comunicación con la familia que pueden aportar diferentes medios
(murales, telefónicos y/o digitales), debe ser utilizado de manera conveniente por los
maestros y autoridades de la escuela, para trasmitir información sistemática, pero ello
debe ser orientado de forma conveniente.
De ahí que los murales informativos para las familias deben ser confeccionados con todo
el cuidado y la calidad profesional que caracteriza la importante labor que se lleva a cabo
en una Unidad de Educación Inicial.
Por su parte, la viabilidad y validez que pueden tener las comunicaciones utilizando
medios digitales y telefónicos, debe guardar semejante visión a la que nos referimos en
relación con los mensajes en los murales informativos.
Para algunos puede que existan varias razones que invaliden esta forma de acercarnos a
las familias y la comunidad, escudándonos en la ineludible existencia de brechas en el
acceso y habilidades de las familias para poderlas utilizar de manera conveniente. Es
evidente que el trabajo a desarrollar en este sentido depende en buena medida del
contexto social en el cual la escuela trabaja.
Una Unidad Educativa, centrada en un espacio rural, con poco acceso a las tecnologías
y compuesto de familias que normalmente no son usuarios de las redes, no merece quizás
un esfuerzo en tal sentido, sin embargo, las Unidades Educativas que desarrollan su labor
en un contexto diferente, en el que el uso de las redes cada día se va generalizando entre
su población, no debería quedar atrás en este camino.
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Los jóvenes maestros de la Educación Inicial, formados con
habilidades y destrezas en el uso de las tecnologías deben ocupar
un espacio de avanzada, so pena de quedar entrampados en una
visión de subdesarrollo y negación en relación con estos avances
que impactan de manera decisiva cada día más en nuestra sociedad.
Para el desarrollo de este tema decidimos utilizar el aporte descrito por el joven profesor
de Educación Primaria Oscar González que aparece en las referencias bibliográficas de
este compendio. A manera de resumen, las esencias aportadas por este autor se
describen a continuación:
El autor destaca básicamente cinco aspectos considerados por él como claves para el
desarrollo de una adecuada comunicación entre la escuela y las familias de los alumnos,
enfatizando concretamente que es en la manera de comunicarnos con las familias en lo
que reside el éxito de la escuela y los maestros en la labor conjunta por la educación de
los niños.
Evitar el uso de un doble lenguaje. Esta idea esencial nos refiere la necesidad de que
al establecer un diálogo con la familia el mismo debe estar caracterizado por la sinceridad.
Ser honestos y consecuentes con nuestro modo de pensar y abordar los problemas,
incomprensiones, desaciertos, aciertos, coincidencias y avances en la educación de los
niños; debe constituir una norma esencial de la ética profesional que caracteriza a los
maestros en sus diálogos con los padres.
Este modo de actuación implica el hacerlo través de una conversación afable y sincera en
la cual utilicemos como principio la idea de que el ser sinceros no implica necesariamente
el decir todo lo que pensamos, pues puede que determinados argumentos o criterios
lleguen a lesionar de alguna manera a los padres, sin embargo, en esos diálogos debemos
partir del principio de nunca decir algo contrario a lo que en realidad pensamos.
Escuchar. Las bases de una comunicación efectiva sitúan a la “escucha activa” como
uno de los pilares para el entendimiento y la comprensión al comunicarnos.
Muchas veces el modo de escucha que aplicamos genera una sensación o necesidad de
domino en el intercambio con nuestros interlocutores y escuchamos no para comprender
o entender al otro, si no que escuchamos con el ánimo de poder solo responder a las
opiniones, críticas, sugerencias o puntos de vista de los padres en este caso.
Aprender a escuchar activamente poniendo todos nuestros sentidos en función de
entender y reflexionar acerca de las opiniones y criterios que emanan de nuestros
interlocutores, aumentará la eficiencia y efectividad de la comunicación, reforzando el
nivel de sinceridad en nuestra plática.
Esta reconocido en la literatura que estamos acostumbrados a utilizar tan solo una cuarta
parte de nuestra capacidad de escuchar y que nuestra capacidad de memoria acerca de
lo que escuchamos es muy baja y que de no realimentar esos elementos en poco tiempo
más del 95% de lo escuchado se olvida.
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Por ello también en nuestras pláticas con los padres y familiares es recomendable el tomar
notas acerca de lo que se comparte, sobre todo anotar los acuerdos a los que podemos
alcanzar a través de la comunicación.
Preguntar. Las preguntas nos ayudan a la adecuada orientación en uno u otro sentido
que debemos dar a nuestro diálogo con los padres, en función de encontrar el adecuado
cause de la comunicación.
Las preguntas bien formuladas y orientadas pueden inducir la charla hacia los aspectos
fundamentales que debemos tratar y al propio tiempo ayudar a una mejor comprensión
de nuestros interlocutores sobre los aspectos fundamentales que deben perseguir tanto
maestros como padres en el propósito de encausar el aprendizaje y educación de los
niños.
La habilidad de preguntar inteligentemente nos ofrecerá la posibilidad de hacer más
efectiva la comunicación con los padres siempre que estas preguntas sean formuladas de
manera comprensible y oportuna.
Humildad. En ocasiones el concepto de humildad se asocia con un nivel de estatus social
pobre, limitado económica y culturalmente. No se trata en nuestro caso este tipo de
enfoque, que pudiera ser discutible, en otros términos.
Cuando hablamos de humildad como elemento sustancial para una adecuada
comunicación, nos estamos refiriendo nuestra capacidad para reconocer fallas o errores,
al valorar o emitir juicios o valoraciones equivocadas en nuestra interrelación con los
padres y por otro lado significa saber escapar de la “soberbia” que no es otra cosa que el
valor contrario a la humildad y que se pone de manifiesto generalmente cuando desde la
posición de maestro nos colocamos por encima de nuestros interlocutores, padres de
familia, ostentando a veces el grado de conocimiento o capacidades que preten demos
haber alcanzados a través de nuestros estudios.
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Evitar uso
Enfoque
de doble Escuchar Preguntar Humildad
positivo
lenguaje
• Los docentes deben tener bien claro la necesidad de establecer relaciones positivas y
productivas con las familias, mantener una relación abierta, amistosa y colaborativa con
los padres de cada niño y animarlos a que se impliquen en los programas educativos,
fomentando adecuadas relaciones de los niños con sus familias.
• Los buenos docentes de Educación Inicial trabajan para establecer buenas relaciones
con las familias, animándolos y orientando convenientemente con el propósito de
participar en la educación de sus hijos de una manera cada vez más efectiva.
• Como quiera que los niños viven en un entorno familiar y tomando en consideración las
evidencias de las investigaciones que indican la alta dependencia de la eficacia de la
educación infantil en relación con la cooperación de los padres y de las familias en
general, los profesionales de la educación infantil necesitan profundizar y utilizar de
manera conveniente esta realidad para poder alcanzar resultados superiores en su
labor docente y educativa.
Bibliografía
• Bolívar Botía, A. (2006). Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en común.
Revista de educación. Revista de Educación. Universidad de Granada. Disponible en:
https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/68682
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