Biocombustibles Ensayo

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Biocombustibles

La respuesta de México a la era de los biocombustibles es un tanto tardía. Su participación responde


prioritariamente a las tendencias internacionales más que a una propia política nacional. Se inicia
apenas en el 2007 con la aprobación de la Ley de Promoción y Desarrollo de los
Bioenergéticos(DOF, 2008). Su política es parte de la estrategia nacional para reducir la emisión de
GEI y al problema de financiación para la producción de petróleo aunado a la baja en sus reservas
nacionales. Su objetivo es promover la producción de insumos para bioenergéticos a partir de las
actividades agropecuarias, forestales, algas, procesos biotecnológicos y enzimáticos del campo
mexicano. La aprobación de la Ley propició en el 2009 la creación de la Comisión Intersecretarial
de Bioenergéticos, a la par que se crearon dos programas coordinados entre sí: el Programa de
Producción Sustentable de Insumos para Bioenergéticos y Desarrollo Científico y Tecnológico
(PROINBIOS) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA); y el Programa de Introducción de Bioenergéticos de la Secretaría de Energía
(SENER). Existen proyectos específicos en los estados de Sinaloa, Chiapas, Michoacán, Veracruz,
Tamaulipas, Morelos, Jalisco y Monterrey. En Chiapas se construyeron dos plantas productoras de
biodiesel y en el 2006 en Sinaloa se planeó la construcción de cuatro plantas productoras de etanol a
partir de maíz lideradas por Destilmex. El proyecto truncó por la falta de permiso de SAGARPA
para utilizar los excedentes de maíz blanco del estado. Con ello SAGARPA le dio primacía a la
alimentación de la población, dado el contexto de déficit alimentario que vive el país (González y
Castañeda, 2008). México puso como mandato producir 411.9 millones de m3 de bioetanol a partir
de caña de azúcar para reemplazar los oxigenantes de gasolina MTBE Y TAME 11 en las tres zonas
metropolitanas (Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México), por ser éstas las más contaminantes
del país. La producción se apostó del 2007 al 2012, sin embargo hasta la fecha los resultados aún no
han sido ratificados. PEMEX abrió la posibilidad de utilizar etanol anhidro como oxigenante de
gasolinas para sustituir en un 10% todas las gasolinas del país, para lo cual se requeriría ampliar la
producción a 800 mil hectáreas (PEMEX, 2009). En el caso del biodiesel, el mandato fue sustituir
en un 2% y 5% el diesel de petróleo después del 2012 (SENER, 2007), resultados que tampoco
fueron expuestos. Según la Red Mexicana de Bioenergía A.C. (REMBIO) en el 2010 se
identificaron 372 proyectos de investigación en biocombustibles. Los cultivos más promovidos son
la caña de azúcar, higuerilla, jatropha, palma de aceite, remolacha azucarera y sorgo dulce, siendo la
caña de azúcar, higuerilla y jatropha los de mayor potencial productivo (véase tabla 1). Por otro
lado, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), a través de su Programa ProÁrbol 2007-2011,
impulsó la siembra de 8,113 hectáreas de jatropha para producir biodiesel, otorgando apoyos
económicos que ascendieron a $30.2 millones de pesos. De los ingenios azucareros existentes en
México, sólo 18 cuentan con una destilería para la producción de etanol, y solamente ocho
producen alcohol 12, mismo que se destina a satisfacer la demanda de bebidas alcohólicas y de la
industria química. Además, han surgido algunas empresas productoras de bioetanol. Tamaulipas
inició la construcción de la segunda planta de producción de etanol1 3 a partir de sorgo dulce, con
una prospectiva de producción de 200 millones de litros anuales a partir del 2014. Se tienen además
algunas empresas enfocadas en la producción de biodiesel. En Cadereyta, Nuevo León está la Planta
Comercial de Biocombustibles Internacionales S.A. de C.V. con una producción de 300,000 litros
mensuales; Biofuels de México SA de CV que mantiene vínculos con Aeropuertos y Servicios
Auxiliares (ASA) para la producción de bioturbosina a partir de aceites usados; Biodiesel Chiapas
en Tapachula, misma que se mantiene inactiva a falta de materia prima; Geoestratos SA de CV en
Tamaulipas para la generación de aceite reductorviscosidad para ductos de petróleo a partir del
aceite de Jatropha con una producción de 78 millones de litros anuales, entre otras empresas más.
Aunque los resultados de las primeras experiencias con los biocombustibles no fueron las esperadas
para el campo mexicano, los centros de investigación sí se han beneficiado de los apoyos otorgados
por el gobierno ya que a partir de esta época se iniciaron muchas investigaciones en diferentes
vertientes de los biocombustibles. En el caso de la caña de azúcar, la reducción en la demanda de
azúcar a nivel industrial por las nuevas imposiciones fiscales podría abrir una brecha hacia el uso de
este cultivo para la producción de etanol. Sin embargo, esta situación no resuelve los efectos
adversos de su cultivo y producción industrial, tales como, la quema previa a la cosecha, uso de
agroquímicos y generación de efluentes contaminantes sólidos, líquidos y gaseosos durante el
proceso productivo, por lo que aun se requiere mejorar la Ley de Promoción de los Bioenergéticos,
para considerar todas las externalidades que éstos provocan. El cultivo de otras especies para la
producción de biodiesel, como Jatropha curcas y Ricinus communis sigue estando bajo estudio,
pero esto debe hacerse con una visión de uso ampliada, más orientada a satisfacer necesidades
locales de diversificación productiva que contribuyan a incrementar los ingresos económicos,
considerando también las opciones alimenticias, medicinales y culturales que estas plantas tienen,
en especial para la Jatropha, ya que actualmente se evalúan biotipos no tóxicos o con bajos
contenidos de ésteres de forbol, que se utilizan de manera tradicional en la zona del Totonacapan
(Veracruz y Puebla) y que podrían ser fuente de alimento (Valdés Rodríguez et al., 2013).

México produce cantidades incipientes de etanol. En 2019 el país produjo apenas 144 millones de
litros, de los cuales 54 millones fueron de biocombustible, es decir 37 por ciento. El consumo de
México, por otra parte, fue de 320 millones de litros, de los cuales 171 millones correspondieron a
biocombustible de etanol. En contraste, en 2019, Estados Unidos y Brasil consumieron 57 105 y 33
291 millones de litros de etanol, respectivamente, de los cuales 54 362 y 31 126 millones de litros
fueron utilizados como biocombustible en el sector autotransporte. Este consumo fue equivalente
a 50 y 29 por ciento, respectivamente, de los 107 905 millones totales del biocombustible de
etanol utilizados en el mundo. Ambos países también participan activamente en el comercio
internacional de etanol. En 2019 se importaron 10 348 millones de litros totales (de
biocombustible y para otros usos), de los cuales Estados Unidos y Brasil importaron, cada uno,
aproximadamente 13 por ciento. Japón adquirió en los mercados internacionales 1 531 millones
de litros, es decir, 15 por ciento de las importaciones globales de etanol. En lo que respecta a las
exportaciones totales, contabilizaron 10 046 millones de litros, de los cuales a Estados Unidos se le
atribuyó 58 por ciento. Brasil exportó 1 929 millones de litros de etanol en 2019, es decir, 19 por
ciento de la cantidad global. México exportó una pequeña cantidad de etanol, 3 millones de litros,
sin embargo, importó 179 millones de litros, principalmente de biocombustible proveniente de
Estados Unidos, como se verá en la siguiente sección.

En 2014 la Secretaría de Energía (Sener) hizo pública una propuesta para la introducción de etanol
anhidro en las gasolinas que comercializa Petróleos Mexicanos (Pemex), 6 en la cual se hace
alusión a dos fallidas licitaciones.7 La primera de las licitaciones, convocada en 2009, tenía el
objetivo de adquirir etanol como oxigenante (sustituto de MTBE)8 de gasolinas en la zona
metropolitana de Guadalajara; la segunda, llevada a cabo en 2012, comprar el biocombustible
como componente, al 5.8 por ciento en volumen, de las gasolinas en ciertas locaciones del sureste
mexicano. Sin embargo, ninguna de las licitaciones pudo concretar debido a que las propuestas no
fueron solventes económicamente. Una tercera licitación fue convocada en 2014 con la finalidad
de adquirir etanol como aditivo de la gasolina magna en diversas terminales de almacenamiento y
reparto del país, para lo cual Pemex debería realizar las inversiones necesarias en infraestructura
para el manejo y mezclado del biocombustible. Como resultado de este nuevo concurso, seis
contratos fueron adjudicados a empresas con la finalidad de que vendieran a Pemex hasta 123
millones de litros anuales de etanol a partir de 2016 por un periodo de 10 años, para lo cual
también se requerían inversiones para construir y adaptar las refinerías, sin embargo, a la fecha, el
fallo de la licitación no ha sido cumplimentado.

La caña de azúcar actualmente se cosecha en aproximadamente 700 mil hectáreas, sin embargo su
potencial productivo (alto y medio) es de más de 4 millones de hectáreas.

• La remolacha azucarera es un cultivo cuya superficie registrada en México es muy incipiente, sin
embargo su potencial productivo es de más de 2 millones de hectáreas de temporal.

• Sorgo dulce existe un potencial de 2 millones de hectáreas.

Los principales cultivos con potencial para la producción de biodiesel son la palma de aceite, la
higuerilla y la jatropha, de la siguiente manera:
• A partir de palma de aceite se podrían llegar a producir 1,939 millones de litros de biodiesel,
considerando que existen 242,492 ha con potencial productivo alto, derivado de un rendimiento
medio de 17 ton/ha. y 8,000 L/ha.

• A partir de higuerilla de temporal se podrían llegar a producir 5,543 millones de litros de


biodiesel, considerando que existe 3,959,682 ha con potencial productivo alto, derivado de un
rendimiento medio de 3 ton/ha y 1,400 L/ha.

• A partir de jatropha de temporal se podrían llegar a producir 1,833 millones de litros de


biodiesel, considerando que existe 2,619,916 ha con potencial productivo alto, derivado de un
rendimiento medio de 2 ton/ha. y 700 L/ha.
Demandad de bioetanol en Mexico

El principal cultivo con posibilidades de servir como insumo para producir etanol en México es la
caña de azúcar, seguido por el sorgo grano.

México cuenta con 54 ingenios en el país de los cuales sólo 40 tienen posibilidades de producir
etanol.

Sólo en nueve entidades federativas existen TAR que podrían recibir etanol sin afectar
significativamente su operación: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo
León, Sinaloa, Nayarit y Colima, con 3 puertos para la redistribución de las gasolinas base en el
Pacífico: Manzanillo, Mazatlán, Topolobampo.
Biocombustibles, América, Biodiesel, L., Urías, R., Meza, U., & Mendoza, J.

(n.d.). Mensajes cristianos Venta, Reparación ¿Qué son? ¿Cómo f uncionan?

Próximos congresos El Final de la Hegemonía USA Los Trat ados de Libre

Comercio Enciclopedia Virt ual Bibliot eca Virt ual Revist as Servicios. Retrieved

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http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/Biocombustibles_32576.pdf

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