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º 03116-2009-PA/TC
LIMA
CEMENTOS LIMA S.A.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 10 días del mes de agosto de 2009, el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la
asistencia de los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Landa Arroyo, Beaumont Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz y
Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con los votos singulares de los magistrados Vergara Gotelli, Landa Arroyo y
Calle Hayen que se agregan
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por Cementos Lima S.A. contra la resolución de la Sétima Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 258, su fecha 17 de junio de 2008, que confirmando la apelada declara improcedente,
in límine, la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 11 de enero de 2008 la Sociedad recurrente interpone demanda de amparo contra el Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF), solicitando que se declare inaplicable el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, publicado en el
diario oficial El Peruano el 13 de octubre de 2007, que modificó de 12% a 0% las tasas de los derechos arancelarios ad valorem
CIF establecidas en el Decreto Supremo N.º 017-2007-EF, modificadas por los Decretos Supremos N.os 091-2007-EF y 105-2007-
EF, para las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás; y que,
reponiéndose las cosas al estado anterior, se ordene que toda importación con cargo a las sub-partidas nacionales referidas paguen
la tasa del derecho arancelario ad valorem del 12%.
Alega que la modificación de la tasa de los derechos arancelarios de las sub-partidas nacionales referidas vulnera sus
derechos constitucionales a la igualdad ante la ley, a la libertad de empresa y a participar en la vida económica de la Nación.
El Trigésimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 22 de enero de 2008, declaró improcedente, in
límine, la demanda, por considerar que el proceso de acción popular constituye la vía procesal específica, igualmente satisfactoria,
para la protección de los derechos constitucionales supuestamente vulnerados, conforme lo establece el inciso 2) del artículo 5.°
del Código Procesal Constitucional.
Con fecha 13 de mayo de 2008, el Procurador Público Adjunto del Ministerio de Economía y Finanzas se apersona al
proceso y, con fecha 23 de junio de 2008, expone sus fundamentos sobre la demanda, aduciendo que el decreto supremo
cuestionado no vulnera los derechos alegados por la demandante.
La Sala Superior competente confirmó la apelada, por estimar que los hechos y el petitorio no están referidos en forma
directa al contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados.
FUNDAMENTOS
§.1. Procedencia de la demanda
1. Antes de entrar a analizar el fondo de la controversia, es preciso examinar el rechazo in límine dictado por las instancias
precedentes, pues tanto en primera como en segunda instancia la demanda fue rechazada liminarmente, argumentándose, por
un lado, que debe recurrirse al proceso de acción popular por constituir la vía procesal específica, igualmente satisfactoria,
para ventilar la pretensión, y, por otro, que los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al
contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados.
En buena cuenta, corresponde determinar si existe otro proceso judicial para resolver la controversia planteada, y si éste es
igualmente satisfactorio que el proceso de amparo para defender y proteger los derechos constitucionales que se alegan como
vulnerados.
2. Sobre el particular, este Tribunal estima que en el presente caso no cabía rechazar in límine la demanda sino admitirla a
trámite con el objeto de examinar, entre otros aspectos, si el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF ha afectado los
derechos de la demandante a la igualdad ante la ley, a la libertad de empresa y a participar en la vida económica de la Nación.
Ello debido a que el artículo 3.º del Código Procesal Constitucional prevé que en el proceso de amparo se pueda demandar la
inaplicación de una norma legal de carácter autoaplicativa, como sucede en el caso de autos. Además, por la trascendencia de
la controversia planteada el proceso de amparo constituye la vía idónea y satisfactoria para resolverla, porque la dilucidación
de la controversia no requiere la actuación de medios probatorios complejos.
3. Teniendo presente ello, este Tribunal estima oportuno precisar, de manera enunciativa y no taxativa, en qué casos un indebido
rechazo liminar de la demanda no debe ser revocado, con el efecto de que se devuelvan los actuados y se ordene la admisión a
trámite de la demanda, sino que debe ingresarse a evaluar el fondo de la controversia. Así, en virtud de los principios de
celeridad y economía procesal y atendiendo a la finalidad subjetiva de los procesos constitucionales, este Tribunal considera
que existen determinados supuestos en los que, pese a existir un indebido rechazo liminar de la demanda, resulta procedente
ingresar a evaluar el fondo de la controversia planteada, que son los siguientes:
a. Cuando en autos obren medios probatorios idóneos, suficientes y eficaces que sean de actuación inmediata, instantánea y
autosuficiente, es decir, cuando los hechos alegados no requieran la actuación de medios probatorios complejos.
b. Cuando el derecho de defensa del demandado se encuentre garantizado, bien porque ha sido notificado del concesorio del
recurso de apelación, o bien porque se ha apersonado al proceso y ha expuesto sus fundamentos sobre la pretensión
demandada.
c. Cuando la acción u omisión cuestionada haya sido declarado de manera uniforme y reiterada por la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional como lesiva a los derechos fundamentales, o cuando la acción u omisión cuestionada haya sido
declarado por la jurisprudencia del Tribunal como un comportamiento reiterado y reincidente que genera un estado de cosas
inconstitucionales.
d. Cuando exista un precedente vinculante del Tribunal que haya condenado como lesiva la acción u omisión cuestionada en la
demanda, o cuando el acto cuestionado como lesivo haya sido previamente inaplicado vía control difuso por el Tribunal,
siempre que se presenten los mismos supuestos (juicio de relevancia) para su inaplicación.
4. Precisados tales supuestos, este Tribunal estima que las instancias inferiores han incurrido en un error al momento de calificar
la demanda, por lo que debería revocarse el auto de rechazo liminar y ordenarse que se admita a trámite. No obstante ello, y en
atención a lo establecido en el punto b) del fundamento precedente, este Tribunal considera pertinente no hacer uso de la
mencionada facultad, toda vez que el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y
Finanzas ha sido notificado del concesorio del recurso de apelación y se ha apersonado y expuesto sus fundamentos sobre la
pretensión demandada, lo que implica que su derecho de defensa está garantizado.
§.2. Delimitación del petitorio y de la controversia
5. La Sociedad demandante pretende que se declare inaplicable el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, que
modificó de 12% a 0% las tasas de los derechos arancelarios ad valorem CIF para las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00
cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás; y que, por consiguiente, se ordene que toda importación con
cargo a las sub-partidas nacionales referidas paguen la tasa del derecho arancelario ad valorem CIF del 12%.
Sostiene que el artículo referido vulnera su derecho a la libertad de empresa porque no la estimula y maximiza y porque la
rentabilidad de las empresas productoras de cemento nacional, como es su caso, será más baja, afectándose de este modo la
libre competencia.
Asimismo, señala que el artículo referido lesiona su derecho a la igualdad ante la ley, debido a que arbitrariamente establece
un tratamiento diferenciado que resulta erróneo e inútil para lograr promover la eficiencia y la competitividad en la economía,
pues genera la contracción de la demanda del cemento producido en el Perú.
Además, alega que el artículo referido constituye una desigualdad de trato en el ejercicio de la potestad tributaria del Estado,
pues discrimina a las sub-partidas nacionales correspondientes al cemento con relación a otras sub-partidas nacionales,
provocando una injustificada dispersión arancelaria.
6. Sobre la base de estos alegatos, este Tribunal considera que la controversia debe centrarse en determinar si el artículo 2.º del
Decreto Supremo N.º 158-2007-EF vulnera los derechos a la libertad de empresa y a participar en la vida económica de la
Nación, así como la libre competencia y el principio-derecho a la igualdad ante la ley.
§.3. Análisis de la controversia
§.3.1. Libertad de empresa
7. En una economía social de mercado, el derecho a libertad de empresa, junto con los derechos a libre iniciativa privada, a la
libertad de comercio, a la libertad de industria y la libre competencia, son considerados como base del desarrollo económico y
social del país, y como garantía de una sociedad democrática y pluralista. Coincidente con esta concepción, la Constitución en
su artículo 60.º reconoce expresamente el pluralismo económico y que la empresa tiene las características de promotora del
desarrollo y de sustento de la economía nacional.
8. En este contexto, la libertad de empresa se erige como un derecho fundamental que garantiza a todas las personas a participar
en la vida económica de la Nación, y que el poder público no sólo debe respetar, sino que, además, debe orientar, estimular y
promover, conforme lo señalan los artículos 58.º y 59.º de la Constitución.
Para ello, el Estado debe remover los obstáculos que impidan o restrinjan el libre acceso a los mercados de bienes y servicios,
así como toda práctica que produzca o pueda producir el efecto de limitar, impedir, restringir o falsear la libre competencia,
para lo cual debe formular y establecer todos los mecanismos jurídicos necesarios a fin de salvaguardar la libre competencia.
Por dicha razón, el artículo 61.º de la Constitución reconoce que el Estado: a) facilita y vigila la libre competencia; b) combate
toda práctica que limite la libre competencia; y c) combate el abuso de posiciones dominantes o monopólicas.
9. De este modo, cuando el artículo 59.° de la Constitución reconoce el derecho a la libertad de empresa está garantizando a
todas las personas una libertad de decisión no sólo para crear empresas (libertad de fundación de una empresa) y, por tanto,
para actuar en el mercado (libertad de acceso al mercado), sino también para establecer los propios objetivos de la empresa
(libertad de organización del empresario) y dirigir y planificar su actividad (libertad de dirección de la empresa) en atención a
sus recursos y a las condiciones del propio mercado, así como la libertad de cesación o de salida del mercado.
En buena cuenta, la Constitución a través del derecho a la libertad de empresa garantiza el inicio y el mantenimiento de la
actividad empresarial en condiciones de libertad; así como la actuación, ejercicio o permanencia, en condiciones de igualdad,
de la actividad empresarial y los agentes económicos en el mercado y la protección de la existencia de la empresa.
10. Teniendo presente lo señalado, este Tribunal considera que el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF no limita ni
restringe alguno de los cuatro tipos de libertades que forman parte del contenido del derecho a la libertad de empresa y que
fueron precisados en la sentencia recaída en el Exp. N.° 03330-2004-AA/TC, por las siguientes razones:
a. En primer lugar, el artículo cuestionado no limita ni restringe la libertad de creación de empresa que tiene derecho la
demandante, pues ésta ya es una empresa constituida (sociedad anónima) que tiene por objeto social la fabricación de
cemento, cal y yeso.
Asimismo, porque el artículo cuestionado tampoco le prohíbe a la demandante iniciar cualquier tipo de actividad económica
legalmente permitida, bien mediante la creación de una nueva empresa, o bien mediante la adquisición de una empresa ya
existente, ni le excluye algún sector económico para el desarrollo de una iniciativa empresarial.
b. En segundo término, el artículo cuestionado no incide directa ni indirectamente en la libertad de organización de la empresa,
ya sea interna o externa, pues no le impone la variación del objeto social elegido, ni le ordena el cambio de nombre, domicilio,
o tipo de sociedad. Tampoco el artículo cuestionado le impone a la demandante una política de precios, créditos, seguros y
contratación de personal para fabricar cemento, cal y yeso, ni el modo de realización de su actividad económica.
En buena cuenta, el artículo cuestionado no afecta el libre desarrollo de la actividad empresarial de la demandante, pues su
contenido normativo no cambia sus objetivos y fines económicos ni modifica o suplanta su poder de dirección y organización
de la actividad empresarial, toda vez que no le impone que tipo de cemento, cal o yeso debe fabricar, o la cantidad que debe
fabricar, o los días en que debe hacerlo.
c. En tercer término, el artículo cuestionado no limita ni falsea la libre competencia para fabricar cemento, cal y yeso. No
obstante ello, y porque la demandante aduce la afectación de la libre competencia, este alegato será desarrollado in extenso en
el fundamento 15.
d. Finalmente, el artículo cuestionado tampoco prohíbe o impide que la sociedad demandante pueda cesar libremente sus
actividades económicas en el momento que estime conveniente o salir del mercado. Es decir, que el artículo cuestionado no
impone ningún deber que obligue a la demandante a continuar indefinidamente realizando su actividad económica.
11. Por estas razones, el Tribunal considera que el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF no afecta ninguna de las
cuatro libertades que forman parte del contenido esencial del derecho a la libertad de empresa.
§.3.2. Libre competencia
12. Un aspecto fundamental de una economía social de mercado y una consecuencia principal de la libertad de acceso al mercado
es la existencia de la libre competencia, sin la cual quedaría vacío de contenido el derecho a la libertad de empresa.
Por ello el artículo 61.° de la Constitución delega al legislador la labor de garantizar el acceso al mercado en igualdad de
condiciones, al tiempo de reprimir y limitar el abuso de posiciones de dominio o monopólicas a efectos de garantizar no sólo
la participación de los agentes económicos, sino de proteger a quienes cierran el circulo económico en calidad de
consumidores y usuarios.
13. Así, la libre competencia tiene el carácter de pautas o reglas de juego del mercado, con arreglo a la cual deben actuar todos los
agentes económicos y que, en todo momento, ha de ser vigilada y preservada por el Estado, cuya principal función es la de
mantener y propiciar la existencia de mercados libres, competitivos y transparentes, así como la de adoptar todas las medidas
necesarias que impidan su obstrucción o restricción.
Ello debido a que la Constitución en sus artículos 61.º y 65.º, asume la posición de que la libre competencia junto con el
derecho a la información, promueven de la mejor manera la satisfacción de los intereses de los consumidores y usuarios en el
funcionamiento eficiente de los diferentes mercados de bienes y servicios.
14. En este sentido, conviene recordar que este Tribunal en la sentencia recaída en el Exp. N.º 00018-2003-AI/TC ha precisado
que la libre competencia plantea el libre juego de la oferta y la demanda, y presupone la presencia de tres requisitos:
a. La autodeterminación de iniciativas o de acceso de agentes económicos al mercado.
b. La autodeterminación para elegir las circunstancias, modos y formas de ejecutar la actividad económica (calidad, modelo,
volumen de producción, etc.), es decir, la libertad de actuación dentro del mercado.
c. La igualdad de los competidores ante la ley (la no discriminación).
15. Pues bien, teniendo presente el contenido y los presupuestos que configuran la libre competencia, este Tribunal considera que
el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF no contraviene el artículo 61.º de la Constitución, por las siguientes
razones:
a. En primer lugar, el artículo cuestionado no establece una prohibición a las empresas fabricantes de cemento para que sigan
desarrollando su actividad empresarial, ni las expulsa del mercado en que se desarrollan.
Asimismo, tampoco prevé la prohibición de que nuevos agentes económicos puedan acceder al mercado de la fabricación del
cemento, ni establece condiciones subjetivas de admisión al mercado de la fabricación del cemento que sean irrazonables o
desproporcionadas, razón por la cual no puede considerarse afectada la libre competencia en su aspecto esencial de libertad de
acceso al mercado.
b. En segundo término, el artículo cuestionado no limita la libertad de inversión de las empresas que se dedican a la fabricación
de cemento, pues no les impone la obligación de invertir por una parte ni la prohibición de invertir por otra. En igual sentido,
debe tenerse presente que el artículo cuestionado no elimina ni controla la libertad de formación de los precios en el mercado
del cemento, razón por la cual tampoco puede considerarse afectada la libre competencia.
c. En tercer término, el sentido normativo del artículo cuestionado no produce que el mercado libre, competitivo y transparente
de fabricación del cemento se vea limitado, restringido o falseado, toda vez que no incide directa o indirectamente en la
libertad de acción y elección de los consumidores ni elimina la oferta y la demanda del mercado de cemento.
d. Finalmente, porque en autos no se encuentra demostrado que el artículo cuestionado produzca efectos anticompetitivos en el
mercado del cemento, pues el acceso a este mercado se encuentra abierto a cualquier agente económico y porque las
relaciones comerciales en este mercado no han sido obstruidas.
Asimismo, porque no existen indicios razonables que pongan en evidencia que las demandas de compra o las ofertas de venta
de cemento nacional hayan disminuido como consecuencia directa e inmediata del artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-
2007-EF, ni que las demandas de compra o las ofertas de venta de cemento importado hayan incrementado como consecuencia
directa e inmediata del artículo cuestionado. En buena cuenta no afecta el comercio del cemento ni lo restringe.
16. Por todas estas razones, este Tribunal considera que artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF no contraviene la libre
competencia.
§.3.3. Igualdad ante la ley
17. En cuanto a la violación del derecho a la igualdad, debe recordarse que el inciso 2), del artículo 2.º de la Constitución dispone
que toda persona tiene derecho a la igualdad ante la ley. De este modo, la Constitución reconoce un derecho subjetivo a
obtener un trato igual aplicable tanto a las personas físicas como a las jurídicas, trato igual que exige que ante supuestos de
hecho iguales deban ser aplicadas las mismas consecuencias jurídicas.
18. En materia económica, el derecho a la igualdad ante la ley y de trato se encuentra reconocido expresamente en los artículos
60º y 63º de la Constitución, en tanto señalan que la “actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo tratamiento
legal” y que la “inversión nacional y la extranjera se sujetan a las mismas condiciones”.
19. Ahora bien, para que el juicio de igualdad pueda efectuarse es necesario que las situaciones subjetivas que vayan a compararse
sean, efectivamente, homogéneas o equiparables, razón por la cual, toda alegación del derecho a la igualdad precisa para su
verificación un tertium comparationis frente al que la desigualdad se produzca, siendo carga del recurrente en amparo aportar
un término suficiente y adecuado de comparación a partir del cual proceder a aplicar el canon de igualdad.
20. Teniendo presente ello, este Tribunal considera oportuno abordar cual es la finalidad constitucional de los aranceles en nuestra
economía social de mercado, toda vez que el tema controvertido en el presente caso es la regulación de la tarifa arancelaria de
las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás.
Al respecto, este Tribunal considera que los aranceles como todo tributo tiene una finalidad impositiva que persigue la
realización del deber de contribuir con el gasto público, pero a su vez, en materia económica tiene una finalidad de promoción
de la libre competencia, ya que de manera directa o indirecta regulan las actividades económicas relacionadas con el comercio
exterior.
Por ello, resulta válido afirmar que los aranceles tienen como finalidad constitucional favorecer la producción nacional,
promover la estabilidad económica a través del aumento o disminución, la reducción o ampliación de las importaciones que
pueden afectar el nivel general de precios y los movimientos de la oferta y la demanda nacional, estimular el crecimiento
económico, proteger la industria nacional, promover la inversión nacional, controlar los precios, defender a los consumidores
e incentivar la competitividad de los productos nacionales.
21. En sentido similar, debemos señalar que en los Lineamientos de Política Arancelaria aprobados por la Resolución Ministerial
N.º 005-2006-EF-15, publicada en el diario oficial El Peruano el 15 de enero de 2006, se destaca que una decisión de política
arancelaria debe considerar, entre otros elementos, el balance entre el eventual impacto efectivo sobre producción, empleo o
recaudación versus aquél sobre la eficiencia en la asignación de recursos y el bienestar de la población.
Por ello, se señala en los lineamientos referidos que desde un punto de vista de eficiencia económica, la reducción de
aranceles promueve mejoras en la competencia internacional de los productos producidos en el país y en la productividad de
las empresas, así como permite una mayor satisfacción del consumidor. Lo contrario, elevar aranceles, separa a las economías
de la competencia internacional, beneficiando sólo a algunos sectores y grupos en términos de ingresos y empleo, a costa de la
eficiencia en la asignación de recursos productivos.
22. Pues bien, en el presente caso el mercado relevante es el mercado del cemento, por lo que en aplicación del artículo 63º de la
Constitución, la inversión nacional y la extranjera se sujetan a las mismas condiciones, es decir, que debe existir una igualdad
de trato tanto en la ley como en su aplicación, a menos que otro país o países adopten medidas proteccionistas o
discriminatorias que perjudiquen el interés nacional.
23. En este contexto, debe señalarse que el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, que modificó de 12% a 0% las
tasas de los derechos arancelarios ad valorem CIF de las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar
(<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás, no cumple con la finalidad constitucional de los aranceles en una economía social de
mercado, pues no persigue favorecer la producción nacional del cemento, proteger la industria nacional del cemento,
promover la inversión nacional, o incentivar la competitividad de los productos nacionales.
24. Ello no quiere decir que el Presidente de la República, se encuentre impedido de reducir las tarifas arancelarias, por el
contrario, constitucionalmente tiene la facultad de regular mediante decretos supremos las tarifas arancelarias (artículo 118º,
inciso 20) de la Constitución); sin embargo, dicha regulación no puede afectar el principio de igualdad en materia económica
ni desproteger a la inversión e industria nacional para favorecer a la inversión e industria extranjera.
Teniendo presente ello, este Tribunal considera que la reducción de 12% a 0% de las tasas de los derechos arancelarios ad
valorem CIF de las sub-partidas nacionales mencionadas, si bien puede constituir un acto de política arancelaria, resulta ser un
acto desproporcionado, y por ende, constitucionalmente prohibido por el principio de interdicción de la arbitrariedad, toda
vez, que la reducción a 0% de las tarifas arancelarias de las sub-partidas nacionales mencionadas, en realidad, constituye un
acto de exoneración o exención de tarifas y no una reducción que tenga una finalidad constitucionalmente legítima.
25. En sentido similar, debe señalarse que no se encuentra demostrado que la medida de reducción de las tarifas arancelarias de
las sub-partidas nacionales mencionadas persiga una finalidad constitucional legítima, pues si bien en los considerandos del
Decreto Supremo N.º 158-2007-EF se señala que dicha medida tiene por objeto promover la eficiencia y competitividad de la
economía, en autos no existe prueba alguna que respalde dicha consideración o demuestre que ello se esté produciendo. Y es
que, no sólo basta invocar o alegar una finalidad constitucional legítima para justificar la medida de tratamiento diferenciado,
sino que también, en algunos casos, es necesario demostrar que efectivamente la medida persigue lograr dicha finalidad,
supuesto que no sucede en el caso de autos.
26. De otra parte, debe precisarse que con el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, en lo que respecta a las sub-
partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás, se ha beneficiado la
importación del cemento, la cual no constituye una actividad económica discriminada o marginada ni un mercado que se halle
en circunstancias de debilidad manifiesta que exija medidas de protección especial, como la establecida en el artículo referido.
Por dicha razón, este Tribunal considera que la modificación de 12% a 0% de las tasas de los derechos arancelarios ad
valorem CIF de las sub-partidas nacionales referidas contraviene el derecho a la igualdad, porque está generando un
tratamiento desigual entre la inversión nacional y la extranjera.
27. En este orden de ideas, resulta válido concluir que en virtud del control difuso reconocido en el artículo 138.° y en el artículo
VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, tiene que declararse inaplicable el artículo 2.º del Decreto
Supremo N.º 158-2007-EF, en lo que respecta a las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>)
y 2523 29 00 00 los demás.
En igual sentido, este Tribunal considera necesario precisar que en virtud del efecto restitutivo propio de las sentencias de los
procesos constitucionales de la libertad, tiene que reponerse las cosas al estado anterior a la violación del derecho a la igualdad
producida por la modificación arbitraria de 12% a 0% de las tasas de los derechos arancelarios de las sub-partidas nacionales
2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás. Como consecuencia de ello, se restablece la tasa
del 12% de los derechos arancelarios ad valorem CIF para las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar
(<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás, por ser éste el estado anterior a la violación.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado la vulneración del derecho a la igualdad ante la ley.
2. INAPLICABLE el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, que modificó de 12% a 0% las tasas de los derechos
arancelarios ad valorem CIF establecidas en el Decreto Supremo N.º 017-2007-EF, modificadas por los Decretos Supremos
N.os 091-2007-EF y 105-2007-EF, para las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y 2523
29 00 00 los demás.
3. ORDENAR a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria que, a partir del día de siguiente de notificada la
presente sentencia, no aplique el artículo 2.º del Decreto Supremo N.º 158-2007-EF, publicado en el diario oficial El Peruano
el 13 de octubre de 2007, en lo que respeta a las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin pulverizar (<clinker>) y
2523 29 00 00 los demás.
4. REPONIÉNDOSE las cosas al estado anterior a la violación constitucional del derecho a la igualdad ante la ley, se restablece
la tasa del 12% de los derechos arancelarios ad valorem CIF para las sub-partidas nacionales 2523 10 00 00 cemento sin
pulverizar (<clinker>) y 2523 29 00 00 los demás; sin perjuicio de que el Presidente de la República pueda regular
nuevamente la tasa arancelaria referida conforme al fundamento 24, supra .
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
EXP. N.º 03116-2009-PA/TC
LIMA
CEMENTOS LIMA S.A.