Sentencia Del Tribunal Constitucional: 1. Demanda

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EXP. N.

2302-2003-AA/TC
LIMA
INVERSIONES DREAMS S.A.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 13 das del mes de abril de 2005, el Pleno Jurisdiccional


del Tribunal Constitucional, integrada por los seores magistrados Alva
Orlandini, Gonzales Ojeda, Garca Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo,
pronuncia la siguiente sentencia
I.

ASUNTO

Recurso Extraordinario interpuesto por Inversiones Dream S.A. contra


la sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fojas 472, su fecha 27 de enero de 2003, que declara infundada la demanda
de autos.
II.

ANTECEDENTES

1. Demanda
Con fecha 17 de septiembre de 2001, la recurrente interpone accin de
amparo contra la Municipalidad Distrital de Jess Mara, la Superintendencia
Nacional de Aduanas - Lima y el Ministerio de Economa y Finanzas (MEF),
por considerar que se vienen vulnerando sus derechos fundamentales a la
igualdad ante la ley, a la propiedad, a la iniciativa privada, a la no
confiscatoriedad de los tributos y al respeto del principio de legalidad; y, en
consecuencia, solicita que se declaren inaplicables a su caso los artculos 48
al 53 del Decreto Legislativo N. 776, referido al Impuesto a los Juegos; y, el
artculo 9 inciso a) del Decreto Supremo N. 095-96-EF, Reglamento del
Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y apuestas..
Seala que la empresa presenta prdidas, y el pago de ambos tributos
resulta confiscatorio al gravar doblemente a una misma actividad comercial,
por esta razn, no pueden pagar los tributos establecidos en dichas normas,
para lo cual, se veran obligados a destinar sus activos, es decir, sustrayendo
su propiedad. Asimismo, alegan que el Decreto Supremo N. 095-96-EF, al
establecer la alcuota del impuesto vulnera el principio de legalidad del
artculo 74 de la Constitucin, segn el cual, slo por ley se pueden crear
tributos, lo que implica que todos sus elementos esenciales, siendo uno de
ellos la tasa del Impuesto, sean fijados por ley y no por norma infralegal como
en el presente caso.

2. Contestacin de la demanda
La Municipalidad Distrital de Jess Mara contesta la demanda
negndola y contradicindola en todos sus extremos, y solicita que se la
declare infundada o improcedente, aduciendo que las supuestas violaciones de
los derechos fundamentales invocados han caducado, agregando que el
petitorio de la demanda no es claro, ya que algunos artculos cuestionados han
sido derogados y otros modificados por las Leyes N.s 26812 y 27153, lo cual
no ha sido contemplado por el recurrente. Asimismo, alega que la empresa
demandante no ha acreditado la supuesta confiscatoriedad que alega.
El Procurador Pblico encargado de los Asuntos Judiciales del MEF
deduce las excepciones de falta de legitimidad para obrar del demandado, de
incompetencia, de falta de agotamiento de la va previa y de caducidad; y,
solicita que se la declare improcedente o infundada, por estimar, que la
demandante no ha sealado un acto concreto de afectacin de sus derechos
constitucionales y que la accin de amparo no es la va idnea para cuestionar
la validez de normas legales emitidas con sujecin a la ley.
La SUNAT deduce las excepciones de falta de legitimidad del
demandado, indebida acumulacin de pretensiones y caducidad; y contesta la
demanda solicitando que se la declare infundada o improcedente, alegando
que la accin de amparo no es la va idnea para impugnar la validez de una
norma jurdica, en cuyo caso, la va correspondiente es la accin de
inconstitucionalidad.
3. Resolucin de primera instancia
El Sexagsimo Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, con fecha 1 de abril de 2002, declar fundada la
excepcin de falta de legitimidad para obrar, respecto del MEF, infundadas las
excepciones de falta de legitimidad para obrar respecto a la SUNAT, de
incompetencia, de falta de agotamiento de la va administrativa y de
caducidad, e infundada la demanda, por considerar que en autos no existe
medio probatorio alguno que demuestre el dao sufrido, mxime cuando no es
posible determinar la situacin de prdida que la demandante alega, no siendo
suficiente para ello el estado de prdidas y ganancias que consta en autos. En
consecuencia, es necesario que la presente causa sea vista en una va que
cuente con estacin probatoria, donde se puedan merituar mayores elementos
de juicio.

4. Resolucin de segunda instancia


La recurrida confirm la apelada por las mismas consideraciones, debido a
que no se ha acreditado el estado de prdidas alegado, siendo insuficientes los
documentos probatorios presentado por la empresa demandante.
III.

MATERIAS CONSTITUCIONALMENTE RELEVANTES

Habiendo sido cuestionados por las partes, materias constitucionales respecto


a la forma y el fondo, es necesario que el Tribunal Constitucional se pronuncie
sobre cada uno de ellos y establezca los criterios vinculantes en cada caso. En
tal sentido, corresponde desarrollar los siguientes temas:
I.

Respecto a los aspectos de forma, debe determinarse:


(a) Si es necesario el agotamiento de la va previa en el caso de
autos
(b) Si las normas cuestionadas son del tipo autoaplicativas, en
consecuencia, no se requiere actos concretos de afectacin para
demostrar la afectacin de derechos.

II.

Respecto a los aspectos de fondo, nos pronunciaremos sobre:


(c) el principio de no confiscatoriedad en materia tributaria segn el
artculo 74 de la Constitucin.
(d) Si el establecer tributos sobre una misma actividad econmica como en el
caso del Impuesto a los Juegos regulado en Ley de Tributacin Municipal, y,
el Impuesto Selectivo a los Juegos de azar y apuestas; segn la Ley del IGV
e Impuesto Selectivo al Consumo y su Reglamento, aprobado por Decreto
Supremo N 095-96-EF, vulnera el principio de no confiscatoriedad por
sumatoria de tributos.

(e) la carga probatoria a efectos de demostrar la confiscatoriedad de


tributos.
(f ) los alcances del principio de reserva de ley.
(g) Si, en el caso del inciso a) del artculo 9 del Decreto Supremo 095-96EF, Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y
apuestas, se ha vulnerado el principio de reserva de ley, al establecer la tasa
del impuesto mediante Decreto Supremo.

IV.

FUNDAMENTOS

A. Sobre la cuestin de procedencia


1. Conforme se aprecia de los escritos presentados por las partes, existe
controversia sobre si en el presente caso es necesario agotar la va
administrativa. As tenemos que, segn el alegato de la empresa demandante, la
necesidad de agotar la va administrativa en estos casos, se encuentra exceptuada

por tratarse de normas autoaplicativas, y, a su vez, porque as lo ha establecido


diversa jurisprudencia del Tribunal, en los casos en que una norma tributaria
establece va Decreto Supremo la configuracin de algn elemento esencial del
tributo, como se aprecia de las STC 489-2000-AA/TC, STC 930-2001-AA/TC,
STC 323-2001-AA/TC.

Por su parte, los emplazados coinciden en que los demandantes


debieron agotar la va previa y que las normas cuestionadas no son
normas autoaplicativas, por lo que, se encontraban obligados a acreditar
las vulneraciones concretas a sus derechos y no simplemente alegar las
supuestas afectaciones.
2. Si bien en primera instancia se declar infundada la excepcin de falta de
agotamiento de la va previa, decisin confirmada por la instancia superior; a
nuestro juicio, resulta importante que el Tribunal Constitucional se pronuncie
sobre la excepcin deducida y uniformice su jurisprudencia en este aspecto, a fin
de evitar cualquier duda en el justiciable respecto a la tramitacin de sus
recursos.

En efecto, en diversa jurisprudencia invocada por el recurrente


hemos sealado que ...no ser exigible el agotamiento de la va previa
si esta no se encuentra regulada. En el presente caso, no se encuentra
normado en la ley, recurso administrativo alguno que revierta los
efectos de un Decreto Supremo que ha sido dictado contraviniendo lo
dispuesto en el artculo 74 de la Constitucin...(STC 489-2000AA/TC, STC 930-2001-AA/TC, STC 323-2001-AA/TC, STC 0222000-AA/TC).
Contrariamente al criterio precedente, en la STC 1266-2001-AA/TC,
donde tambin se cuestionaba la aplicacin del inciso a) del Decreto
Supremo 095-96-EF se seal: ..el Tribunal Constitucional
considera que, en el presente caso, no es aplicable su doctrina
jurisprudencial segn la cual, en materia tributaria, tratndose de la
inconstitucionalidad de una norma legal a cuyo amparo se realiz el
acto reclamado, no es preciso transitar ante los tribunales
administrativos, dado que se trata de rganos sometidos al principio de
legalidad. Y es que, en el caso de autos, no se trata de una norma con
rango, valor o fuerza de ley, sino de una norma infralegal, es decir, de
un nivel jerrquicamente inferior al de la ley, cuyo control de validez s
estn obligados a efectuar los tribunales administrativos.
3. Al respecto, frente a un caso de doble criterio sobre el agotamiento de la va
previa, plausible de generar dudas en el recurrente, como se aprecia de autos,
corresponde en principio, aplicar el principio pro actione del artculo 45 del
Cdigo Procesal Constitucional, aprobado por Ley 28237, segn el cual, en caso
de duda se preferir dar trmite a la demanda de amparo.

Segn el principio pro actione, invocado por este Tribunal en anteriores


oportunidades, se impone a los juzgadores la exigencia de interpretar
los requisitos y presupuestos procesales en el sentido ms favorable a la
plena efectividad del derecho a obtener una resolucin vlida sobre el
fondo, con lo cual, ante la duda, la decisin debe dirigirse por la
continuacin del proceso y no por su extincin. (STC 1049-2003AA/TC)
4. No obstante, la aplicacin para el caso de autos de la regla impuesta por el
artculo 45 del Cdigo Procesal Constitucional, el Tribunal Constitucional, en
esta oportunidad debe establecer el criterio que deber ser aplicable a las
controversias similares que se presenten en el futuro.
5. En primer lugar, nos apartamos del criterio mediante el cual, afirmamos que la
va previa no se encuentra regulada, y, por lo tanto no es exigible, cuando se
cuestionan los efectos de un Decreto Supremo que ha sido dictado
contraviniendo lo dispuesto en el artculo 74 de la Constitucin. (STC 4892000-AA/TC, STC 930-2001-AA/TC, STC 323-2001-AA/TC, STC 022-2000AA/TC); por dos razones fundamentales:

A)

Primeramente, porque de existir actos concretos de


aplicacin de una norma tributaria, como por ejemplo,
rdenes de pago, resoluciones de determinacin, multas o
cobranzas coactivas; es evidente, que el reclamo de los
mismos, debe seguir previamente el trmite administrativo
establecido en la norma de la materia, esto es, el Cdigo
Tributario. En ese sentido, no es cierto que en estos casos, la
va previa no se encuentre regulada, puesto que, ante la
exigencia arbitraria de una deuda tributaria, el contribuyente
puede reclamar en primera instancia, ante el rgano
administrador del tributo, y luego apelar ante el Tribunal
Fiscal, en cuyo caso, recin queda agotada la va
administrativa.

B)

De otro lado, porque un Decreto Supremo, como norma


reglamentaria, se encuentra subordinada directamente a las
leyes e indirectamente a la Constitucin. As, cuando se trata
de materia tributaria, atendiendo al principio de reserva de ley
del artculo 74 de la Constitucin, cuando un Decreto
Supremo
regula
esta
materia,
constituye
un
reglamento secumdum legem, el cual slo puede desarrollar la
ley ms no trasgredirla ni desnaturalizarla. En estos casos, de
extralimitar el contenido de una ley, no cabe duda que, un
rgano administrativo como el Tribunal Fiscal, se encuentra
plenamente facultado para pronunciarse al respecto, ms an

cuando, el artculo 102 del Cdigo Tributario, establece que,


al resolver el Tribunal Fiscal deber aplicar la norma de
mayor jerarqua.
6. En consecuencia, cuando se cuestione los actos de aplicacin de un Decreto
Supremo como norma reglamentaria en materia tributaria, estamos en principio
frente a un problema de conformidad con la Ley, para lo cual, debe agotarse la
va administrativa hasta llegar al recurso de apelacin ante el Tribunal Fiscal.
Cabe advertir sin embargo, un inconveniente a esta regla: los casos de normas
autoaplicativas.
7. En diversa jurisprudencia, este Colegiado ha sealado, que no procede el amparo
directo contra normas cuando se trata de normas heteroaplicativas, es decir, que
tienen su eficacia condicionada a la realizacin de actos posteriores; contrario a
ello, si procede cuando el acto lesivo es causado por normas autoapliactivas, esto
es, cuando no requieren de un acto posterior de aplicacin sino que la afectacin
se produce desde la vigencia de la propia norma (STC 1314-2000-AA/TC, 5042000-AA/TC, 0830-2000-AA/TC, 2670-2002-AA/TC, 487-2003-AA/TC).

Lgicamente, no resultara exigible el agotamiento de la va previa en el


caso de normas autoaplicativas, pues, al ser susceptibles de afectar
derechos fundamentales con su sola vigencia, el trnsito por esta va
podra convertir en irreparable la agresin. Ms an, al no requerir
actos concretos de afectacin, hara inviable un pronunciamiento por
parte del Tribunal administrativo.
8. Cabe preguntarse entonces, si las normas tributarias cuestionadas en autos, son
normas autoaplicativas. En la STC 1311-2000-AA/TC cuando se cuestion la
conformidad con el principio de legalidad, del Decreto Supremo N 158-99-EF,
sealamos que ...si bien parece que el acto lesivo no se haba producido al
interponerse la demanda, pues no constaba en autos prueba de que el impuesto
haba sido aplicado o cobrado al accionante, es opinin de este Tribunal que el
hecho de que el Decreto Supremo N 158-99-EF no requiera de acto posterior
alguno para su obligatoriedad, lo cual hace un dispositivo legal de eficacia
inmediata, imperativo frente a los sujetos pasivos del impuesto, por lo que no
puede negarse su naturaleza autoaplicativa o de acto aplicatorio, es decir, con
mayor certeza de ocurrencia que la amenaza de violacin del derecho (...) y por
ende, proceda esta accin de amparo, an cuando en la prtica no se hubiera
realizado todava el acto de aplicacin p cobranza del impuesto....

Este criterio es, de igual manera, aplicable al caso de autos.


9. En efecto, estas normas tributarias son del tipo autoaplicativas, pues en la
medida que el demandante sea sujeto pasivo del tributo y se configure en su caso
el hecho imponible de la norma, la misma ya le es exigible, es decir, ya se
encuentra obligado al pago sin esperar que la administracin desemboque su
actuacin administrativa para ejercer la cobranza de la deuda. Este ser un caso
de excepcin para a la regla del agotamiento de la va previa.

B. Sobre los aspectos materiales de la demanda


10. El petitorio de la demanda es que se declare inaplicables a su caso, los artculos
48 al 53 del Decreto Legislativo 776, referido al Impuesto a los Juegos; as
como, el inciso a) del artculo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF, referido al
Impuesto Selectivo al Consumo de los juegos de azar y apuestas, porque en
conjunto son confiscatorios en su caso, y, porque el ltimo al vulnerar el
principio de legalidad en materia tributaria estableciendo la tasa del impuesto
mediante Decreto Supremo, afecta sus derechos como contribuyente.
11. En ese sentido, una vez desvirtuada la cuestin de forma y establecido el criterio
aplicable, corresponde efectuar el anlisis sobre la supuesta afectacin a los
derechos constitucionales a la propiedad, a la no confiscatoriedad y el respeto al
principio de legalidad en materia tributaria, invocados por el recurrente.

El principio de no confiscatoriedad en materia tributaria segn el


artculo 74 de la Constitucin.
12. El artculo 74 de la Constitucin Peruana, establece como uno de los
lmites al ejercicio de la potestad tributaria, el principio de no
confiscatoriedad de los tributos. Este principio constitucional, ha
adquirido contenido a travs de nuestra jurisprudencia, mediante la
cual, hemos sealado que (...) se transgrede el principio de no
confiscatoriedad de los tributos cada vez que un tributo excede el
lmite que razonablemente puede admitirse como justificado en un
rgimen en el que se ha garantizado constitucionalmente el derecho
subjetivo a la propiedad y, adems ha considerado a esta como
institucin, como uno de los componentes bsicos y esenciales de
nuestro modelo de constitucin econmica (STC N. 2727-2002AA/TC).
13. En la misma sentencia bajo comentario, sealamos que el principio de
no confiscatoriedad tiene la estructura propia de lo que se denomina un
concepto jurdico indeterminado. Es decir, su contenido
constitucionalmente protegido no puede ser precisado en trminos
generales y abstractos, sino que debe ser analizado y observado en
cada caso, teniendo en consideracin la clase de tributo y las
circunstancias concretas de quienes estn obligados a sufragarlo. No
obstante, teniendo en cuenta las funciones que cumple en nuestro
Estado democrtico de Derecho, es posible afirmar, con carcter
general, que se transgrede el principio de no confiscatoriedad de los
tributos cada vez que un tributo excede el lmite que razonablemente se
admite para no vulnerar el derecho a la propiedad.

14. Asimismo, conforme se estableci en la STC N. 0004-2004-AI/TC


(acumulados), es preciso distinguir la eventual inconstitucionalidad de
un tributo en atencin a su incidencia concreta en las circunstancias
particulares en las que se encuentre cada uno de los obligados a
sufragarlo, y la inconstitucionalidad en la que pueda incurrir la ley que
lo regula, la cual slo podra ser determinada, en sentido abstracto,
analizando los elementos constitutivos del tributo, y particularmente la
materia imponible y la alcuota, cuyos contenidos o dimensiones
podran ser muestras evidentes de un exceso de poder tributario.
La confiscatoriedad por sumatoria de tributos
15. En el presente caso, la parte demandante alega confiscatoriedad por doble
imposicin sobre un misma actividad comercial, sealando adems, que en el
ejercicio 2000/2001, este hecho les ha generado prdidas, como se advierte del
estado de ganancias y prdidas que adjuntan, como medio probatorio a fojas 78.
Refieren, que al ser gravados por el Impuesto a los Juegos (administrado por la
Municipalidad), y, el Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y
apuestas (administrado por la SUNAT), se encuentran tributando dos veces por
la misma actividad, convirtiendo en deficitaria su actividad comercial.

As las cosas, a fojas 206, sostienen que no podrn cumplir con la


distribucin legal de la renta, es decir, con la participacin que se otorga
a los trabajadores equivalente al 6%. Tampoco se podr cumplir con el
Estado peruano con el pago al Impuesto a la Renta.
16. Antes de nuestro pronunciamiento sobre si el estado de confiscatoriedad que
alegan se encuentra vlidamente acreditado en autos, merece aclarar algunos
temas discutidos por el demandante. El primero de ellos, referido a la
confiscatoriedad por sumatoria de tributos, el segundo sobre el no pago de sus
obligaciones con el Estado respecto al impuesto a la renta.
17. Para que pueda apreciarse una relacin de compatibilidad entre la tributacin y
el derecho de propiedad, es necesario que las afectaciones a la ltima sean
razonables y proporcionadas, de modo tal, que no constituyan una apropiacin
indebida de la propiedad privada. Ahora bien, las afectaciones a la
propiedad son razonables cuando tienen por objeto contribuir al sostenimiento
de los gastos pblicos, para lo cual, necesariamente debe hacerse en la medida y
proporcin de la capacidad contributiva de cada persona o empresa.

As lo sealamos en la STC 033-2004-AI/TC cuando sostuvimos


que la capacidad contributiva tiene un nexo indisoluble con el hecho
sometido a imposicin; es decir, que siempre se establezca un tributo,
este deber guardar ntima relacin con la actividad econmica de los
sujetos obligados, ya que solo as se respetar la aptitud del
contribuyente para tributar....

Es cierto que se excede el limite de la capacidad contributiva y, por


ende, un tributo se vuelve confiscatorio, sea a consecuencia de un solo
tributo exorbitante, o por va de diversas cargas tributarias que siendo
moderadas, en su conjunto traen el mismo efecto y presin sobre el
contribuyente. Sin embargo, este es una situacin que requerir de un
peritaje especial para su comprobacin.
18. En el caso de autos estamos frente a dos impuestos, el Impuesto a los Juegos,
regulados por el Decreto Legislativo 776; y el Impuesto Selectivo al Consumo, a
los juegos de azar y lotera. El primero es recaudado y administrado por y a
favor de las Municipalidades, mientras que el segundo, es administrado por la
SUNAT, siendo un caso tpico de impuesto que, adems de su funcin
recaudadora, sirve al Estado, a su vez, para cumplir una finalidad extrafiscal.

Ya nos hemos pronunciado al respecto cuando indicamos que: ...Las


restricciones a la libertad de empresa en un sector incentivado por el
Estado no son, ni pueden ser, los mismos de aquellas que el Estado
legtimamente ha decidido desalentar, como sucede con la explotacin
de los juegos de casino y mquinas tragamonedas (Fd. 2, STC 0092001-AI/TC).
Ello es as, en la medida que el ocio que promueve el Estado mediante
la cultura, recreacin y el deporte es distinto al que tolera como al de
los juegos de apuesta que pueden generar adiccin -ludopata- con
efectos econmicos y sociales perjudiciales para el jugador y su familia.
19. Ahora bien, se vulnera el principio de no confiscatoriedad de manera
automtica, si una misma actividad sirve de base para gravar dos impuestos
distintos?. La respuesta es negativa. Y es que, la capacidad contributiva de una
persona es una sola (cuestin distinta a su expresin en diversas
manifestaciones), y todos los tributos que recaen en el mismo contribuyente
afectan un mismo patrimonio. En ese sentido, la confiscatoriedad no se
configura por si misma si un mismo ingreso econmico sirve de base imponible
para dos impuestos, sino ms bien, en estos casos, lo que deber analizarse es si,
a consecuencia de ello, se ha originado una excesiva presin tributaria sobre el
contribuyente, afectando negativamente su patrimonio.

Para determinar esta afectacin excesiva de la propiedad privada, es


claro que se requiere de un minucioso examen de la contabilidad de la
empresa para establecer si realmente, tal afectacin, tiene su origen en
la presin tributaria impuesta a su actividad.
20. Como se aprecia, y siguiendo lo expuesto en nuestro fundamento 12 supra, las
alegaciones de confiscatoriedad sea por un tributo excesivo o por doble o
mltiple imposicin, no son inconstitucionales por s mismas; y, en cada caso, su
afectacin deber evaluarse dependiendo de la situacin econmica de cada
contribuyente. Es por ello, que no pueden aceptarse como vlidas, aquellas

afirmaciones del contribuyente, mediante las cuales, se considera exento del


pago del impuesto a la renta y de la reparticin de utilidades a los trabajadores
debido a la doble tributacin a los juegos.

El Impuesto a la Renta, presenta distintas caractersticas, as como, un


sistema de clculo y deducciones propio, en el que adems, de acuerdo
al inciso b) del artculo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta, entre las
deducciones para llegar a la renta neta, se consideran los tributos que
recaen sobre bienes o actividades productoras de rentas gravadas. Con
lo cual, nicamente el contribuyente est exento de pago cuando en un
periodo fiscal, no se ha producido renta y de acuerdo a los trminos de
la propia ley y su reglamento.
En todo caso, como se viene sealando, de tratarse de afectaciones a la
propiedad por sumatoria de tributos, tales alegaciones, estn sujetas a
su comprobacin mediante material probatorio.
La carga probatoria a efectos de demostrar la confiscatoriedad de
tributos
21. Hemos venido sealando que para acreditar la confiscatoriedad en cada caso, es
necesario acreditar la afectacin real al patrimonio empresarial de la persona
jurdica, como en el caso de autos. Y es que, no podra ser de otra manera
cuando se alega afectacin exorbitante a la propiedad privada.

Ese ha sido justamente el criterio seguido tanto por el a quo y el a


quem para desestimar la demanda, al considerar que los documentos
presentados por el demandante no constituyen prueba suficiente para
demostrar la situacin de prdida alegada. Este criterio es compartido
por este Tribunal en este extremo de la demanda.
22. En efecto, a fojas 78, la empresa demandante anexa como medio probatorio para
demostrar la confiscatoriedad en su caso, un estado de ganancias y prdidas
comparativo elaborado por la propia empresa, bajo la responsabilidad del
contador Marco Quintana, quien firma y da valor al documento.
23. A nuestro juicio, el referido documento no puede ser admitido de ninguna
manera como prueba fehaciente para acreditar la situacin econmica de la
empresa y, por consiguiente, para demostrar la consficatoriedad de tributos; en
primer lugar, porque no pueden admitirse como medios probatorios vlidos
aquellos que representan autoliquidaciones del propio contribuyente, pues restan
imparcialidad a lo declarado, en todo caso, estn sujetos a revisin. Este es
justamente el criterio bajo el cual, este Tribunal desestima como elementos
probatorios vlidos, las declaraciones juradas.
24. Adicionalmente y con mayor gravedad, el referido documento nicamente se
limita a indicar cifras, pero no certifica la certeza de las mismas, ni demuestra en

realidad a cunto ascienden los gastos de la empresa, pues para que ello quede
fehacientemente acreditado, no basta con su mera alegacin sino que deben
adjuntarse los documentos que acredite la manera como se llega a dichos
montos.
25. Otra dificultad advertida que no ha sido considerada por la demandante es la
demostracin de la confiscatoriedad en el caso de los impuestos indirectos como
el caso del Impuesto Selectivo al Consumo. As, la doctrina y jurisprudencia
comparada, coinciden en considerar improcedente la confiscatoriedad en estos
casos, primero por los fines extrafiscales de los impuestos al consumo, y,
segundo porque los impuestos indirectos se trasladan al consumidor, quien es
quien soporta la carga del impuesto[1].

En la misma lnea, algunos suelen descartar alegaciones de


confiscatoriedad, en el caso de la imposicin sobre el consumo donde
determinadas tcnicas y condicionamientos lo haran de imposible
realizacin[2].
Los impuestos son abstractos y objetivos de modo que no tienen una
vocacin confiscatoria de origen ni de resultado; sino que, dada a veces
la incapacidad productiva o de servicios eficientes que presta una
empresa, no genera los ingresos o rentas razonablemente esperados para
cumplir con sus obligaciones tributarias. Por ello, el Estado est
prohibido de subsidiar indirectamente la actividad empresarial privada
ineficiente.
26. La razn expuesta, constituye una adicional, que a nuestro juicio afianza la
necesidad de mayores pruebas en estos casos, lo cual, desde ya, resulta
dificultoso para un proceso sumario como es el amparo, que carece de etapa
probatoria. Ello, ms an, porque consideramos que una excepcin a esta regla
en los impuestos indirectos, sera la demostracin de que en el caso del
contribuyente, el impuesto no fue trasladado, es decir, que l asumi la carga del
mismo, y, adems, siendo as, le trajo perjuicios a la economa de la empresa, lo
cual, claro est, debe ser acreditado.
27. En consecuencia, si bien es cierto que el Cdigo Procesal Constitucional
(artculo 9) ha establecido la inexistencia, en los procesos constitucionales, de
una etapa probatoria, tambin lo es que prev la procedencia de medios
probatorios que no requieren actuacin y de los que el juez considere
indispensables, pero siempre que ello no afecte la duracin del proceso.

Sin embargo, en los casos que se alegue confiscatoriedad, es necesario


que la misma se encuentre plena y fehacientemente demostrada. De lo
contrario, corresponder atender este tipo de procesos en otra va,
donde s puedan actuarse otros medios de prueba y proceda la
intervencin de peritos independientes que certifiquen las afectaciones
patrimoniales a causa de impuestos.

28. Por consiguiente, en este extremo, la demanda debe ser desestimada por no
haberse acreditado la confiscatoriedad alegada por la empresa recurrente.

Los alcances del principio de reserva de ley en materia tributaria


29. El segundo extremo del petitorio est referido a la inaplicacin del inciso a) del
artculo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF, Reglamento del Impuesto Selectivo
al Consumo a los juegos de azar y apuestas, que establece que: la tasa
aplicable a los juegos de azar y apuestas, tratndose de loteras, bingos, rifas y
sorteos es 10% (inciso a).

Aducen que se vulnera el principio de reserva de ley, pues se fija la tasa


del Impuesto mediante norma reglamentaria, como es el Decreto
Supremo, y no por Ley, conforme lo establece la Constitucin en el
artculo 74. Asimismo, a fojas 490, el recurrente presenta recurso
extraordinario contra la sentencia apelada, cuestionando la falta de
pronunciamiento en este extremo.
30. En efecto, los jueces de primera y segunda instancia han obviado pronunciarse
en este extremo. Sobre el particular debe sealarse que la tutela judicial efectiva
(artculo 139, inciso 3), no se limita a garantizar el acceso a la jurisdiccin, sino
tambin a que los Tribunales resuelvan sobre las pretensiones ante ellos
formuladas[3]. Se parte, pues, del principio de congruencia judicial, que exige al
juez que, al pronunciarse sobre una causa, no omita, altere o exceda las
peticiones contenidas en el proceso a resolver.

Sin embargo, como ya se ha visto, existen casos en los cuales la


pretensin no resulta clara y evidente, o est planteada de manera
incorrecta, o se ha invocado errneamente la norma de derecho
aplicable, frente a lo cual el juez constitucional, de acuerdo con el
principio de direccin judicial del proceso (artculo III del Cdigo
Procesal Constitucional) y del principio iura novit curia (artculo VIII),
luego del anlisis fctico, tiene el deber de reconocer el trasfondo o el
ncleo de lo solicitado y pronunciarse respecto de l, sin que esto
represente una extralimitacin de sus facultades (Fd. 15 de la STC
0569-2003-AC/TC)
De esta manera, siguiendo nuestra lnea jurisprudencial, procederemos
a pronunciarnos sobre el extremo invocado.
31. El primer prrafo del artculo 74 de la Constitucin establece que los tributos
se crean, modifican o derogan, o se establece una exoneracin, exclusivamente
por ley o decreto legislativo en caso de delegacin de facultades, salvo los
aranceles y tasas, los cuales se regulan mediante decreto supremo. Los
gobiernos locales pueden crear, modificar y suprimir contribuciones y tasas, o
exonerar de stas, dentro de su jurisdiccin y con los lmites que seala la ley.

La potestad tributaria del Estado debe ejercerse, antes que en funcin


de la ley, en funcin de la Constitucin principio jurdico de
supremaca constitucional (artculo 51 de la Constitucin) y de los
principios que ella consagra y que informan, a su vez, el ejercicio de tal
potestad. Dichos principios, por otra parte, constituyen una garanta
para los contribuyentes, en tanto impone que no se puede ejercer la
potestad tributaria en contra de la Constitucin ni de modo
absolutamente discrecional o arbitrariamente.
En tal sentido, la potestad tributaria del Estado, antes que someterse al
principio de legalidad, est supeditado a la Constitucin. Es en funcin
de ella que el principio de legalidad tiene validez y legitimidad.
32. Ahora bien, es bastante frecuente la confusin que existe entre el
principio de legalidad y el de reserva de ley.
Se debe partir de sealar que no existe identidad entre ellos. As,
mientras que el principio de legalidad, en sentido general, se entiende
como la subordinacin de todos los poderes pblicos a leyes generales
y abstractas que disciplinan su forma de ejercicio y cuya observancia se
halla sometida a un control de legitimidad por jueces independientes;
la reserva de ley, por el contrario, implica una determinacin
constitucional que impone la regulacin, slo por ley, de ciertas
materias.
As, mientras el Principio de legalidad supone una subordinacin del
Ejecutivo al Legislativo, la Reserva no slo es eso sino que el Ejecutivo
no puede entrar, a travs de sus disposiciones generales, en lo
materialmente reservado por la Constitucin al Legislativo. De ah que
se afirme la necesidad de la Reserva, ya que su papel no se cubre con el
Principio de legalidad, en cuanto es slo lmite, mientras que la Reserva
implica exigencia reguladora[4].
En materia tributaria, el principio de legalidad implica, pues, que el
ejercicio de la potestad tributaria por parte del Poder Ejecutivo o del
Poder Legislativo, debe estar sometida no slo a las leyes pertinentes,
sino, y principalmente, a lo establecido en la Constitucin.
33. A diferencia de este principio, la reserva de ley significa que el mbito de la
creacin, modificacin, derogacin o exoneracin entre otros de tributos
queda reservada para ser actuada mediante una ley. El respeto a la reserva de
ley para la produccin normativa de tributos tiene como base la frmula
histrica no taxation without representation es decir, que los tributos sean
establecidos por los representantes de quienes van a contribuir.

As, conforme se establece en el artculo 74 de la Constitucin, la


reserva de ley, es ante todo una clusula de salvaguarda frente a la
posible arbitrariedad del Poder Ejecutivo en la imposicin de tributos [5].
34. De acuerdo con estas precisiones, tal distincin en el mbito tributario
no puede ser omitida, pues las implicancias que generan tanto el
principio de legalidad, as como la reserva de ley no son irrelevantes.
Ello es as en la medida que la Constitucin ha otorgado tanto al Poder
Legislativo as como al Poder Ejecutivo la posibilidad de ejercer la
potestad tributaria del Estado. En el primer caso, el ejercicio se realiza
mediante una ley en sentido estricto, mientras que en el caso del Poder
Ejecutivo slo puede realizarlo mediante decreto legislativo.
35. Ahora bien, respecto a los alcances de este principio, hemos sealado que la
reserva de ley en materia tributaria es una reserva relativa, ya que puede admitir
excepcionalmente derivaciones al Reglamento, siempre y cuando, los
parmetros estn claramente establecidos en la propia Ley. Asimismo,
sostuvimos que el grado de concrecin de los elementos esenciales del tributo en
la Ley, es mximo cuando regula el hecho imponible y menor cuando se trata de
otros elementos; pero, en ningn caso, podr aceptarse la entrega en blanco de
facultades al Ejecutivo para regular la materia.

La regulacin del hecho imponible en abstracto que requiere la


mxima observancia del principio de legalidad, comprende la
descripcin del hecho gravado (aspecto material), el sujeto acreedor y
deudor del tributo (aspecto personal), el momento del nacimiento de la
obligacin tributaria (aspecto temporal), y el lugar de su acaecimiento
(aspecto espacial). (STC 2762-2002-AA/TC, y, STC 3303-2003AA/TC).
36. El cuestionado inciso a) del artculo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF,
Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y apuestas,
fija la tasa de este impuesto, por derivacin del artculo 61 del TUO de la Ley
del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo, que a tenor
seala que: Por Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economa y
Finanzas, se podrn modificar las tasas y/o montos fijos....
37. Al respecto, en el Fd. 20 de la STC 2762-2002-AA/TC, nos pronunciamos sobre
este punto, y sealamos que es evidente que el artculo 61, en este extremo, ha
excedido los lmites que derivan de la propia Constitucin en materia de reserva
de ley, pues el legislador, dando carta abierta al Ejecutivo, ha establecido -sin
ningn parmetro limitativo como, por ejemplo, fijar topes que sea este el que
disponga las modificaciones a las tasas; lo que se presenta como una remisin
normativa en blanco o deslegalizacin, permitiendo que sea la Administracin la
que finalmente regule la materia originalmente reservada a la ley, vulnerando
con ello, adems, el principio de jerarqua normativa.

En aquella oportunidad se ampar la demanda, dejndose sin efecto los


actos concretos de aplicacin que hayan derivado del Decreto Supremo
irregular. Este es el criterio que corresponde aplicar en el presente caso,
y, en consecuencia, dejar sin efecto aquellas cobranzas que constan en
autos y que hayan sido derivadas de los efectos de la aplicacin del
inciso a) del artculo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF, Reglamento
del Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y apuestas.
Ello es as, en la medida que la alcuota tambin forma parte esencial
del hecho imponible; debido a que el quantum del impuesto est
directamente relacionado con el carcter no confiscatorio del impuesto.
Elemento que slo puede estar regulado de manera clara y precisa en la
ley. Lo que no obsta a que el Decreto Supremo pueda complementar al
mismo, en el marco, por ejemplo, de topes mximos y mnimos que
hubiera establecido la ley o de la forma de determinacin del monto.
V.

FALLO

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que


le confiere la Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
1. Declarar INFUNDADO el proceso constitucional de amparo respecto a la
confiscatoriedad por doble imposicin en el caso del Impuesto a los Juegos y el
Impuesto Selectivo a los Juegos de Azar y Apuestas, conforme a los
fundamentos 21 al 28.
2. Declarar FUNDADO el proceso constitucional de amparo respecto a la
inaplicacin del inciso a) del artculo 9 del Decreto Supremo 095-96-EF,
Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo a los Juegos de Azar y
Apuestas; en consecuencia, djense sin efecto las rdenes de pago y resoluciones
de cobranza coactiva derivadas de esta norma, y, que se encuentren
comprendidas en autos.
3. Establzcase el precedente vinculante respecto al agotamiento de la va previa en
casos similares, segn lo sealado en los fundamentos 5 al 9. En consecuencia:
a) Cuando se cuestionen actos concretos de aplicacin de una norma
reglamentaria Decreto Supremo- directamente contrara a la Ley e
indirectamente contraria a la Constitucin, ser necesario el agotamiento de la
va previa; b) la excepcin a la regla precedente, sern los casos de afectaciones
por normas autoaplicativas, en cuyo caso, el juez constitucional deber
fundamentar las razones de tal calificacin.

Publquese y Notifquese.

SS.
ALVA ORLANDINI
GONZALES OJEDA

GARCA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO

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