Una Discípula Digna de Imitar - 05-17-15
Una Discípula Digna de Imitar - 05-17-15
Una Discípula Digna de Imitar - 05-17-15
(Hechos 9:36-42)
Su vida consagrada y sacrificada al Señor es una historia que nos muestra las
características de un verdadero discípulo del Señor. El nombre Tabita (arameo) y
Dorcas (griego) significa gacela. Una gacela era una criatura con impresionantes
ojos y piernas rápidas. Algunas alcanzan velocidades de hasta 100 km/h. Esto
indica que a los depredadores no les es tan fácil agarrarlas.
Es el animal que duerme menos. De las 24 horas del día solo hace una y en
intervalos. Esto habla de la vigilancia de esos animales debido a lo apetecible de su
carne. La Biblia presenta a la gacela como figura del amor (Cantares 2:7) Cuando
el escritor sagrado quiso comparar la rapidez de los 3 primeros hombres de David:
Joab, Abisai y Asael, se dice que corrían como una gacela (2 Samuel 2:18) Así que
la figura de la gacela es parte del significado del nombre Dorcas para ilustrarnos la
belleza de su carácter, su inteligencia y su vigilancia.
Su vida es una suma de virtudes por eso se le llama discípula de Cristo. Viendo la
vida de Dorcas ¿cuáles son las características de un discípulo?
Lucas no dice que esta mujer era una costurera o una comerciante, doctora,
licenciada o abogada. Dice simplemente que había una discípula.
¿Qué hizo a Dorcas una discípula de Jesús? ¿Cuánto amor tenía esta mujer por
Cristo que pasó a la historia como la discípula de Jope? Lo que revela ésta sola
frase es que amaba con devoción a su Señor y salvador. Ningún amor reemplazará
al amor que podamos sentir por Cristo.
Dorcas recibió este reconocimiento por la devoción que tuvo por su Señor. Un
discípulo es un aprendiz, un seguidor, alguien que está decidido a ser como su
Maestro. Lucas 6:40 dice que el discípulo no es más que su maestro, más todo el
que fuere perfeccionado, será como su maestro.
Uno de los elogios más altos que alguien puede poseer es que se le diga actúa
como Jesús en todo lo que dice y hace. Dorcas poseía la misma compasión de
Jesús que Mateo registra en su libro (9:35,36) Esta parte de su carácter era grande.
La compasión es una marca distintiva de un auténtico discípulo.
Dorcas no aparece entre las heroínas de la fe como Débora o Rahab, pero la fe que
depositó en su salvador la hizo ocupar un sitio de honor en la vida de las personas
que tocó con su ejemplo y dedicación.
La fe verdadera debe ser demostrada, como dice Santiago: de qué sirve una fe sin
obras. El resultado es una fe muerta. La fe de Dorcas era admirable. Tenía bajo su
responsabilidad sostener a una sociedad de viudas y eso requería de mucha fe.
Dorcas fue una mujer con una capacidad emprendedora que hizo mucho más
especial su carácter. Las viudas daban cuenta de sus buenas obras a través de los
vestidos y las túnicas que hacía. Su trabajo era conocido en toda Jope. Pudiéramos
decir que la marca Dorcas ya tenía su lugar ganado en la sociedad de Jope.
Después de entregar el corazón, lo primero que hay que darle al Señor son nuestras
manos y nuestros pies para que Él los use. El Evangelio según Santa Dorcas se
manifestó en acciones concretas. Fuimos creados en Cristo Jesús para buenas
obras. (Efesios 2:10)
Lucas nos revela dos aspectos conmovedores: El trabajo de las túnicas y los
vestidos que, con gran orgullo, presentaban las viudas con las que Dorcas les
vestía. Y las viudas llorando por la ausencia de su protectora.
Nada conmueve más que ver a un huérfano o una viuda llorar. Esas viudas todavía
lloraban la muerte de sus esposos y cuando lograron calmar un poco su pena, por el
ministerio bondadoso y esplendido de esta gacela del Señor, volvían a quedar
viudas al morir Dorcas quien ayudaba a estas pobres mujeres necesitadas.
Lucas dice que Dorcas abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. Sus
obras eran tan abundantes como sus ofrendas para apoyar a la obra. Esta mujer no
solo puso sus manos al servicio de Dios, sino también su dinero. Esta es otra
cualidad de un auténtico discípulo de Cristo.
No podemos pretender ser discípulos de Cristo si no consagramos también nuestros
bienes. Muchos creyentes pretenden que servir al Señor consiste en asistir a los
cultos sin comprometerse.
Con el trabajo que hacía Dorcas, parte de sus ganancias eran traídas para ayudar en
el sostenimiento de la obra. No solo vestía a las viudas, sino que apoyaba la obra
de Dios económicamente. Somos discípulos de Cristo en la medida que traemos lo
que le corresponde a Dios: nuestros diezmos y ofrendas. La vida cristiana se
disfruta a plenitud cuando usamos nuestras manos y dinero para la obra de Dios.
La muerte de un ser amado es dolorosa, pero cuando ese ser es parecido a Dorcas
el dolor no tiene comparación. El llanto de esas viudas tuvo que ser desconsolador.
La pérdida era muy grande. Se sentían doblemente viudas. Fueron literalmente
vestidas por la compasión de Dorcas. Cada una era vestida con su talla, Dorcas las
conocía así como Dios nos conoce. En virtud de semejante pérdida había que
hacerse algo.
La pregunta que se hacían era ¿cómo alguien tan bueno podía morir? ¿Cómo podía
truncarse la vida de una mujer de quien surgía tanta bondad? Había que hacer algo
aunque Tabita estaba preparada para ser enterrada. Una vida tan entregada al Señor
no debía ser interrumpida.
La gente que depende de nosotros nos necesita vivos. La obra que hacemos para el
Señor todavía no está terminada. Esta historia pareciera decirnos que valemos más
vivos que muertos.
El encargado para que Dorcas siguiera con vida y sirviendo al Señor fue Pedro. Así
que fue traído para realizar un milagro imposible: resucitar a Dorcas.
¿Por qué resucitó Dorcas y no Esteban? Bueno, Dios tiene Sus planes. La muerte
de Esteban contribuyó a la conversión de Pablo, mientras que con Dorcas Dios no
quería que muriera la compasión en la iglesia.
Pedro no quería un show. Sacó a todos de la casa y solo con el cadáver oró: Tabita,
levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Dorcas se reintegró
a la vida y al servicio. El llanto de las viudas se convirtió en gozo. La muerte fue
vencida y como resultado esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el
Señor (v.42) El testimonio y la resurrección de Dorcas trajo un gran avivamiento
en Jope. Este es el propósito de los milagros.
La orden de Pedro de levantarse sigue vigente hasta ahora. El Señor también nos
llama a levantarnos. Somos más útiles de pie que sentados o acostados. Así lo dijo
Pablo: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará
Cristo… (Efesios 5:14) ¡Levantémonos para servir ya!