5 Los Oficios de Diácono y de Anciano Esteban DeVries STR
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en la Iglesia Reformada
CONTENIDO
Introducción
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Introducción
En este estudio, el cuarto en la rama práctica del pensum del Instituto Bíblico Reformado,
nosotros quisiéramos considerar los dos oficios que forman la base de la estructura eclesiástica
de la Iglesia Reformada. Estos oficios son el de diácono y el de anciano. Aunque hay muchos
Apuestos y Aministerios dentro de nuestras iglesias, consideramos que los oficios básicos y
bíblicos son el de anciano y el de diácono. Como veremos en la parte bíblica de este estudio,
estos dos oficios fueron los que Pablo instituyó en sus iglesias y los que administraron el
ministerio de dichas iglesias.
En los primeros quince siglos de la historia de la Iglesia, el significado bíblico de estos oficios
se había perdido totalmente. La Iglesia Romana continuaba usando los términos bíblicos, pero
estos términos se habían divorciado del contexto y del ministerio que los habían producido. Los
oficios de anciano y diácono llegaron a ser dos Abotellas más en la jerarquía Romana. Lutero
y Calvino fueron los primeros en señalar cuán lejos andaba la Iglesia Romana del significado
bíblico de estos oficios. Y fueron también los primeros en corregir tal situación. Calvino, aun
más que Lutero, insistió en retornar estos puestos a sus ministerios bíblicos. Calvino dice de
estos oficios, ALa legítima ordenación de un presbítero es para que gobierne la Iglesia; y la de
un diácono, para ser procurador de los pobres, (Institución de la Religión Cristiana, Libro IV,
Capítulo V, Sección 4). Aunque sea un resumen muy breve de estos oficios, es un buen punto
para dar inicio a nuestra investigación.
1. ¿Qué pasó con los oficios de diácono y anciano en los primeros quince
siglos de la historia de la Iglesia?
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I. El Oficio de Diácono en la Iglesia Reformada
Nosotros veremos en este estudio que la palabra diácono viene de una palabra griega que
quiere decir, servir. Hablaremos mucho de este servicio, pero, al fin y al cabo, veremos que
este servicio es algo muy sencillo. Y este servicio es un producto natural de la presencia del
Espíritu de Cristo dentro del cristiano. Si no se refleja esta actitud de servicio en la vida cristiana,
no se refleja a Cristo.
Aunque nosotros dominamos bien el lenguaje del servicio, la vida de servicio no es tan fácil de
dominar. Mientras hablamos como siervos, nuestras vidas demuestran que con frecuencia
somos llevados por las mismas ambiciones que tiene toda la gente de este mundo. O sea, en
vez de servir, muchos de nosotros queremos subir. Seguimos luchando contra nuestro propio
orgullo y egoísmo en todas las áreas de nuestras vidas. La Biblia, repetidamente, condena
estas tendencias humanas. En Proverbios vemos esta actitud como algo aborrecido por el
Señor (Prov. 6:17). Nosotros leímos también que Jesús no aceptó que hubiera competencia
entre los discípulos (Mt. 20:26 y Mr. 10:43). Cada vez que alguno de ellos manifestó el deseo
de ser el Aprimero , Jesús lo corrigió. Pablo también, en Gálatas 6:3,4 llama la atención a los
gálatas en cuanto a no pensar de sí mismos más de lo debido. Este mensaje es también para
nosotros hoy.
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B. Definición de ADiaconía en el Nuevo Testamento. Nuestras palabras diaconía y
diácono vienen de un grupo de palabras griegas relacionadas con la idea de servicio. Nosotros
veremos aquí tres de los usos de estas palabras en el NT. Comenzamos con el sentido más
específico, luego pasaremos a un significado más general y, tercero, veremos la idea del
diácono como uno de los oficios de la iglesia primitiva.
Significado literal: Diakoneín o Diakoneo, el verbo, tiene como significado principal la idea
de servir a la mesa. Encontramos esta palabra con este sentido en muchos lugares en el NT,
por ejemplo Lc. 17:8 y Jn. 12:2. En el mundo griego esta clase de servicio pertenecía solamente
a los siervos y esclavos. No era un trabajo digno de un hombre libre. El que lo hacía ocupaba
una posición muy baja en la sociedad griega. Para los judíos, la idea de servir al otro no era
tan ofensiva, pero tampoco era un trabajo de mucha dignidad. Los discípulos frecuentemente
pensaban y hablaban de quién era el mayor entre ellos y, seguramente, fueron sorprendidos
cuando Jesús les dijo:
Porque, )cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? )No es el que se
sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. Lucas 22:28
Esta imagen, la de una persona atendiendo a la mesa, debe grabarse en nuestra mente porque
esta imagen debe caracterizar toda nuestra vida.
Jesucristo llega aun más allá de lo que constituye un trabajo de poca dignidad. Diakoneín no
tiene que ver solamente con lo que uno hace de vez en cuando, sino, con lo que uno es.
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será
el postrero de todos, y el servidor de todos(Mr. 9:35) y el que de vosotros quiera ser el
primero, será siervo de todos. Mr. 10:44
En este sentido nuestro servicio llega a incluir todos los aspectos de nuestras vidas. Nosotros
debemos dedicarnos al servicio de nuestro prójimo tanto como Jesús se dedicó al servicio
nuestro. Aunque todos los dones espirituales deben y pueden ser utilizados en el servicio a los
demás, los dones de acción y misericordia están más íntimamente relacionados con la idea de
diaconía en el Nuevo Testamento. Por esto, el oficio de diácono en la iglesia se ha fijado
principalmente en las necesidades físicas de la congregación y la comunidad.
El Oficio de diácono en el NT. En la próxima sección hablaremos más de la base bíblica para
el oficio de diácono en el NT. Estudiaremos cada uno de los pasajes que hablan de dicho oficio.
Ahora, quisiéramos señalar solamente que dentro de los muchos dones y Aoficios que el Señor
le ha dado a su iglesia, el oficio de diácono fue incluido como parte de la permanente
organización de la iglesia desde el principio. Se entendía desde los primeros días de la historia
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de la iglesia que la obra de misericordia era parte de su ministerio. El oficio de diácono llegó a
ser la respuesta institucional de la iglesia a la necesidad que la rodeaba.
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3)____________________________________________
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C. La base bíblica para el oficio de diácono. Aunque el grupo de palabras que hemos
definido en la parte anterior se encuentra en toda parte del Nuevo Testamento, la palabra
diákonos, con el significado de un oficio en la iglesia, no aparece con tanta frecuencia. Los
pasajes que nos dicen algo de este oficio llegan a ser solamente cuatro. Sin embargo, son más
que suficientes para ayudarnos a ver la importancia que tenía este oficio en la vida de la iglesia
primitiva.
Hechos 6:1-6. Muchos consideran que en este pasaje de Hechos nosotros tenemos la
institución del oficio de diácono. Nuestra iglesia y nuestra tradición reformada siempre han
interpretado este pasaje de esta manera. Pero otros han dicho que este pasaje tiene muy poco
que ver con el oficio de diácono en la iglesia, y que representa solamente la solución de un
problema único en la vida de la iglesia primitiva.
Es cierto que este pasaje no nos dice que los siete hermanos, elegidos por todos los discípulos,
fueron ordenados como Adiáconos. También es cierto que los Apóstoles estaban pensando
más en su problema que en la estructura de la iglesia. Nosotros no sabemos si era su intención
crear un oficio nuevo en la estructura de la iglesia. Es probable que todavía en esta fecha no
hubieran pensado mucho en la Aestructura de la iglesia. Tenían un problema, y debían
resolverlo.
Sin embargo, es casi imposible negar la relación entre este pasaje y la institución eventual del
oficio de diácono. Afirmamos esto por las siguientes razones:
2. Una división de labor: Es difícil pasar por alto la manera en que la obra de la iglesia
fue compartida en este pasaje. Unos fueron elegidos para ocuparse de la obra de misericordia
y otros quedaron con el ministerio de la palabra. Esta división serviría luego como la base para
los distintos ministerios de los diáconos y los ancianos. Para ambos, la llenura del Espíritu era
necesario (Hch. 6:3 y 20:28), y en ningún caso implicaba esta división que el que ocupaba un
puesto no pudiera ejercer sus dones en la otra área (como los casos de Esteban y Felipe).
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Filipenses 1:1.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están
en Filipos, con los obispos y diáconos...
En este pasaje, y más tarde en I Tim. 3, nosotros podemos ver cómo los oficios de diácono y
obispo (o anciano) llegaron a ser los primeros puestos Ainstitucionales de la iglesia primitiva.
Pablo aquí se dirige a toda la congregación (a todos los santos) pero también quiere mencionar
a los que ocupaban los puestos de liderazgo dentro de la iglesia, los diáconos y los obispos.
De la función de estos diáconos no sabemos mucho. La Biblia no nos da una lista de actividades
diaconales. Sin embargo, tenemos una definición amplia de la idea de diaconía y de esta
definición derivamos lo que era la función diaconal. Este pasaje sirve principalmente para
confirmar que en la iglesias desarrolladas por Pablo existían dos oficios: el de obispo y el de
diácono.
Romanos 16:1-2.
Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en
Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en
cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí
mismo.
Una vez más encontramos algo del oficio de diácono en forma casi accidental. Aunque el
motivo de Pablo aquí no es el de darnos una lección sobre la diaconía en la iglesia del NT,
aprendemos algo nuevo. Lo que descubrimos aquí, y también en I Tim. 3, es que además de
diáconos había también diaconisas. En este caso la diaconisa se llamaba Febe y Pablo la
recomendó a la iglesia de Roma. Ella, aparentemente en su capacidad de diaconisa, había
ayudado a muchas personas inclusive a Pablo mismo.
Este pasaje de Romanos y los demás pasajes citados arriba nos hacen creer que la iglesia, a
una edad muy temprana, estableció e instituyó el oficio de diácono. Pero el pasaje más
conclusivo en cuanto a este asunto es el que viene en la próxima sección, I Tim. 3:8-13.
Con este pasaje nosotros podemos concluir que el oficio de diácono jugaba un papel importante en
la vida de la iglesia del NT. Pablo, en esta carta a Timoteo, quería establecer algunas normas para
las personas que ocupaban este puesto. Obviamente, no era algo que todo el mundo podía hacer.
Resumimos estos requisitos personales en la forma siguiente:
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ver con la honestidad: honestos, sin doblez y no codiciosos de ganancias deshonestas. En el
versículo 11, hablando de diaconisas (o, posiblemente, las esposas de diáconos), el Apóstol dice
que no pueden ser calumniadoras. Aunque la Biblia no nos dice con claridad cuál era la función
del diácono, se supone que la iglesia entregaba a ellos los recursos necesarios para llevar a cabo
su ministerio de misericordia. Tenían que ser personas de mucha confianza. Por esto, esta
característica o cualidad aparece repetidamente. Dios quiere que todos los miembros participen en
el ministerio de misericordia de la iglesia. Pero si los encargados de dicho ministerio son corruptos,
ningún miembro les dará su ofrenda.
2. Seriedad. Además de ser honestas, estas personas tienen que ser serias.
Pablo dice que no pueden ser dados a mucho vino y que tienen que ser sometidos a prueba
primero, las mujeres tienen que ser sobrias. Siendo un puesto de mucha responsabilidad la
iglesia no puede dejar que sea ocupado por personas que no aprecien esto. La persona que
no toma en serio todos los aspectos de la diaconía de la iglesia no es digna de ocupar este
puesto.
4. Madurez. Cuando Pablo dice, Y éstos también sean sometidos a prueba primero,
y entonces ejerzan el diaconado..., está diciendo que no quiere novatos en el puesto. Aunque
todo cristiano tiene el Espíritu Santo, la Biblia nunca descarta la importancia de experiencia y
madurez para la iglesia. De una vez, todo cristiano debe participar en la obra de la iglesia, pero,
según Pablo y otros, los puestos de liderazgo deben ser reservados para gente de experiencia
y madurez. Debe haber un período de prueba para todos, antes de que se les dé el puesto de
diácono.
5. Tener su propia vida en orden. Los diáconos sean maridos de una sola mujer,
y que gobiernen bien sus hijos y sus casas (v. 12). Este último requisito es algo que
mencionamos frecuentemente con los pastores y ancianos, pero también se aplica a los
diáconos. El hogar es donde uno no puede esconder sus fallas o defectos. El carácter del
individuo se manifiesta en el hogar, en toda sus extensión, con luz meridiana. Por esto, es una
de las mejores pruebas en cuanto al carácter cristiano. Muchas veces los cristianos están
dispuestos a pasar por alto los problemas familiares de sus líderes, porque líderes buenos son
tan difíciles de encontrar. Sin embargo, estas iglesias pagarán un precio alto por no haber
tomado en serio estas exhortaciones. Lo que se ve en la familia, tarde o temprano, se verá
también en la iglesia.
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7. ¿Cuáles son las tres razones que utilizamos para afirmar la relación entre
Hechos 6:1-6 y el oficio de diácono?
1)_____________________________________________
2)______________________________________________
3)________________________________________________
10. ¿)Cuáles son los cinco requisitos para ser diácono según el Apóstol
Pablo en I Timoteo 3:8-13?
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2)______________________________________________
3)______________________________________________
4)______________________________________________
5)______________________________________________
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Aquí en esta parte final del estudio sobre diaconía, quisiéramos volver a la base y definición
bíblica de esta palabra. Usaremos la primera parte de este estudio para formular nuestro
concepto de la función del diácono en la iglesia de hoy.
Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa
de sus exactores; pues he conocido sus angustias.
Y cuando se estableció el reino de Israel, las leyes y las normas agrarias eran tales que no
permitirían los abusos e injusticias que el mismo pueblo de Israel había sufrido de parte de
otras naciones (Lev. 25).
Coordinado así, dentro y fuera de la iglesia, los diáconos pueden ofrecer soluciones a mediano
o largo plazo a los problemas que enfrentan nuestras iglesias y comunidades. Pueden lograr
que la comunidad entera sienta y aprecie la presencia de la iglesia.
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La Aplicación. Por supuesto, a los diáconos también les toca la aplicación de la
misericordia de Dios a situaciones específicas, no solamente la coordinación y administración
de programas. Sobre todo, en iglesias pequeñas los diáconos tendrán que participar en la obra
diaria de la diaconía. Donde hay pocos recursos, y poca gente, los mismos diáconos tendrán
que hacer la mayoría de las visitas y una buena parte del trabajo. Pero no pueden dejar de
capacitar a toda la iglesia. La obra de misericordia no pertenece solamente al diaconado, sino
a cada cristiano.
Hermanos míos, )de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? )Podrá
la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos,
pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, )de qué aprovecha?
(Santiago 2:14-16)
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2)_____________________________________________
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El oficio de anciano en el NT es un oficio que puede ser definido con dos palabras: enseñanza
y supervisión. A los ancianos se les entregaron las responsabilidades de gobernar a la iglesia
y enseñarle la pura doctrina de la Biblia. Era un puesto de mucha autoridad dentro de la iglesia
y, también, un puesto de mucho honor (I Tim 5:17).
Nosotros encontramos ancianos (en el sentido oficial) en casi todas las partes del NT. Los
encontramos en la primera iglesia en Jerusalén (Hechos 11:30), y los vemos también en las
iglesias que Pablo y Bernabé levantaron en sus viajes misioneros (Hechos 14:23). Santiago y
Pedro mencionan los ancianos de la iglesia en sus escritos y nosotros tenemos que concluir
que este oficio también llegó a ser una parte permanente de la estructura de la iglesia del NT.
Al establecerse los grupos de cristianos, (nuevas iglesias) el liderazgo de dichos grupos también
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cambió. En vez de dirigirse por unos dones puramente carismáticos, se adoptó este sistema
de dos oficios (diácono y anciano) para todas las iglesias. En esta manera el Espíritu y los
fundadores de estas iglesias proveyeron para el futuro de la iglesia.
No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. (I Tim.
5:1-2)
Aquí, como podemos ver, Pablo explica al joven pastor Timoteo cómo él debe comportarse con las
personas de distintas edades. No se refiere a ningún oficio sino, a una edad avanzada. Con este
significado sencillo la palabra presbyteros se usa con frecuencia en el NT.
Pero el significado que más nos interesa para fines de este estudio, es el significado del oficio de
anciano. En Hechos 14:23 Lucas nos relata en cuanto al trabajo misionero de Pablo y Bernabé:
Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al
Señor en quien habían creído.
Obviamente en este pasaje y en otros (Hch. 20:17,18, por ejemplo), los ancianos eran las personas
locales a quienes los apóstoles entregaron la autoridad y la dirección de la iglesia una vez
establecida. La palabra presbyteros en sí se refiere a la experiencia y madurez de dicha persona,
y a su capacidad de ejercer autoridad en la iglesia. Veremos algo más de la función del anciano
cuando estudiemos los requisitos para dicho oficio.
La segunda palabra que se utiliza para referirse a este oficio es la palabra episkopos.
Episkopos, como título, habla más de la función del oficio que de la persona quien lo ocupa
(como es el caso con la palabra anciano). Episkopos se traduce en castellano como obispo, y
no hay nada de confusión en cuanto a qué se refiere. Se refiere siempre a una persona que
vigila, cuida, supervisa o dirige a otros. Bíblicamente, la idea o palabra más cercana es la de
pastorear. Las dos ideas se juntan en I Pe. 2:25 donde Pedro habla de nuestro Señor
diciendo:
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y
Obispo de vuestras almas.
El oficio de obispo (episkopos) rápidamente llegó a ser un oficio más Aalto en la estructura de
la iglesia primitiva. Pero nosotros podemos ver que en su principio no fue así. Había solamente
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dos oficios en este sentido: el de episkopos/presbyteros (anciano) y el de diakonos (Fil. 1:1).
En Hechos 20:17 leemos que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Los ancianos
vinieron donde Pablo y si seguimos con la lectura vemos que Pablo les dirigió un discurso de
despedida. En versículo 28 del mismo capítulo, Pablo, dirigiéndose a estos mismos ancianos,
les dice:
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Pablo, obviamente, consideraba que los títulos de anciano y obispo referían al mismo oficio.
Además, encontramos otra vez la relación entre obispo y pastor. Para Lucas y Pablo, ser obispo
significaba pastorear.
El segundo pasaje que utiliza ambos términos en referencia a las mismas personas es Tito 1:5-
7. Veamos:
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de
una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de
rebeldía. Por que es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de
Dios....
Sería muy difícil negar que Pablo tuviera el mismo grupo de personas en mente cuando escribió
estas palabras. Y, por estas razones y estos pasajes, nosotros concluimos que las palabras
anciano y obispo refieren al mismo oficio en la iglesia.
Al establecerse, era natural que los nuevos grupos cristianos se organizaran en una manera
semejante. Mencionamos arriba que la primera iglesia en Jerusalén tenía ancianos desde una
edad muy temprana. En Hechos 15:2 nosotros vemos los ancianos trabajando al lado de los
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apóstoles. Puesto que el Aoficio de apóstol iba desapareciendo con la muerte de los que
andaban con Jesús, era necesario entregar la autoridad de la iglesia a otros.
Vemos que Pablo, en sus viajes misioneros, no abandonaba un sitio hasta que tuviera ancianos
preparados (Hch. 14:23 y 20:32) para continuar con la dirección de estas obras misioneras. En
las cartas pastorales descubrimos que las funciones de predicar y enseñar pertenecían
especialmente a los ancianos.
El apóstol Pedro, por su parte, habla con los ancianos en términos pastorales. Les exhorta a
tener mucha cautela en cuanto al ejercicio de su autoridad (I Pedro 5:3) para que no sean como
los demás gobernantes de este mundo. También vemos en Pedro que el trabajo del anciano
está comparado con el mismo trabajo de nuestro Señor. Pedro anima a los ancianos diciendo:
También bajo el liderazgo de Santiago vemos que la iglesia fue organizada con Aancianos.
Santiago les dice a sus lectores que al caerse enfermos deben llamar a los ancianos de la
iglesia para que oren por ellos. Sigue diciendo que, la oración de fe salvará al enfermo
(Santiago 5:14 y 15). En Santiago, y también en Timoteo (I Tim. 4:14), se ve que no se ha
pasado de un sistema dirigido por el Espíritu a un sistema dirigido por hombres. El Espíritu
sigue repartiendo sus dones y sigue guiando la iglesia. Pero dentro de un tiempo, relativamente
corto, la iglesia comenzó a formalizarse bajo ciertas normas. Como dijo Pablo en I Cor. 14:40,
pero hágase todo decentemente y con orden.
En cuanto a la selección de los ancianos, nosotros sabemos que en el principio ellos fueron
escogidos y ordenados por los mismos apóstoles (Hch. 14:23). Sin embargo, vemos también
que en muchos casos la misma iglesia tuvo la oportunidad de elegir a sus propios líderes y
oficiales (Hch. 6:1-6, 13:1-3). Al incluir las listas de requisitos para ancianos en sus cartas, se
supone que Pablo contaba con la participación de la congregación en la selección de los
ancianos también. Aunque no hay un mandato claro, la dirección del NT tiende hacia la
participación de todos y, por esto, las iglesias reformadas siempre han solicitado la participación
de todos los miembros en la selección de los ancianos.
1)______________________________________________
2)_____________________________________________.
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14. ¿ Cuáles son los dos significados de la palabra presbyteros?
1)__________________________________
2)_____________________________________________
15. )Qué significa la palabra episkopos y con qué idea se relaciona en el NT?
16. ¿Por qué afirmamos que las dos palabras se refieren al mismo oficio?
(Dos razones y dos pasajes)
1)_____________________________________________
2)_____________________________________________
______________________________________________
C. Requisitos de los ancianos. Pablo, en dos ocasiones, nos provee una lista de
requisitos para los que quieren asumir el ministerio del oficio de anciano. La primera lista se
encuentra en I Tim. 3, y la segunda en Tito 1. Pedro también menciona algunas cosas con
relación a los que ocupan este oficio en el quinto capítulo de su primera carta.
Para los ancianos una buena parte de esta lista es igual a la lista de requisitos para los diáconos.
Comenzaremos con esta misma lista, y veremos al final algunas otras cosas también.
Honestidad. El anciano tiene que ser honesto. Lo interesante en cuanto a la honestidad del
anciano y del diácono es que se extiende a todas las partes de la vida. Ser honesto no es algo
que tiene que ver solamente con los hermanos en la iglesia. La honestidad incluye hasta los
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negocios personales. Mientras algunos Acristianos sufren de una codicia por ganancias
deshonestas, Pablo la prohíbe para el anciano en I Tim. 3:3 y Tito 1:7.
Seriedad. Otra vez, el anciano tiene que llenar los mismos requisitos que los diáconos, pero
con algunas cosas adicionales. En I Tim. 3:2 y Tito 1:8 Pablo dice que los ancianos tienen que
ser prudentes o dueños de sí mismos. En I Tim. 3:3 y Tito 1:7 vemos que el anciano no puede
ser violento o iracundo, tiene que ser estable, amable y apacible.
Integridad. Es necesario que el anciano sea irreprensible (Tito 1:7). Su vida tiene que dar
testimonio de lo que enseña con su boca. Si la vida y la palabra no son coherentes la una con
la otra, toda la iglesia sufrirá. La integridad está relacionada con la honestidad, pero es más
extensiva. Va más allá de la palabra e incluye todo aspecto de la vida.
Madurez. I Tim. 3:6 dice: no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación
del diablo. Los puestos de mucha responsabilidad y autoridad no son para recién convertidos,
y Pablo explica el porqué. Sería demasiado fácil para el nuevo líder caer en la mentalidad
orgullosa de la cual él acaba de salir. Para evitar esta tentación y este riesgo, Pablo dice: no
un neófito.
Tener su propia vida en orden. Aquí Pablo utiliza casi las mismas palabras que utilizó cuando
les habló a los diáconos. Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con
toda honestidad (I Tim. 3:4). En Tito Pablo es aún más exigente en cuanto a la familia del
anciano. Allí dice: marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de
disolución ni de rebeldía (Tito 1:6). Se ve una vez más que la familia de un líder en la iglesia
es una parte integral de su propio testimonio.
Además de estas cinco características, hay dos más que tienen una importancia única para el
anciano. Ellas son: buenas relaciones humanas y la capacidad para enseñar.
Relaciones Humanas. A(No es fácil bregar con gente! Yo no sé cuántas veces he escuchado
estas palabras salir de la boca de líderes de la iglesia. Y las palabras son ciertas: no es fácil.
Sin embargo, este es el trabajo del anciano. El anciano tiene que estar con su gente, guiando,
supervisando, enseñado y animándola. Por esto, el anciano, además de conocer la palabra,
tiene que conocer a su gente. Tiene que saber cómo tratar a estas personas. Y en esta área
de las relaciones humanas, Pablo y Pedro nos brindan unos consejos excelentes.
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío
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sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. (I Pe. 5:2-3)
Pedro sabía que el liderazgo de ejemplo podía lograr mucho más que un liderazgo de palabras
fuertes. Así que Jesús ejerció su autoridad por medio de su vida ejemplar, Pedro recomienda que
hagamos lo mismo.
Tomando en cuenta todas estas cosas, nuestro ministerio puede ser mucho más eficaz. Pero por
no saber como tratar a la gente, los problemas pequeños se empeoran. Aplicando el consejo de
Pablo y Pedro, esperamos resolver los problemas mientras todavía son insignificantes.
Apto para enseñar. Aunque este es el último requisito en nuestra lista aquí, creemos que es uno
de los más importantes. Todas las demás cosas o apoyan o hacen daño a la capacidad de uno
enseñar. La persona que llene todos estos requisitos y también sea apto para enseñar, será uno
de los mejores maestros en el mundo. Enseñará con boca y con su vida, y tendrá una autoridad
poco común.
Las palabras apto para enseñar vienen de I Timoteo 3:2. En Tito 1:9 Pablo desarrolla esta idea un
poco más:
..., retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar
con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
La Enseñanza. Con la excepción del pastor de la congregación, muy pocos ancianos toman
en serio su llamamiento bíblico a enseñar. Y aun los pastores en algunas iglesias prestan poca
atención a este mandato bíblico. En vez de educar y enseñar, muchos simplemente repiten las
mismas cosas todo el tiempo.
La enseñanza y la educación requieren estudio de parte del anciano. Para ser un educador, el
individuo siempre tiene que estar aprendiendo. Por esto, todos los ancianos y líderes de
nuestras iglesias deben esforzarse para llegar a un conocimiento completo y para poder
compartirlo con otros. Le toca al anciano estimular el crecimiento intelectual de cada miembro.
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En muchas iglesias se ha dejado el ministerio de educación a quien se presente como
voluntario. Cuando se hace esto la congregación no se asegura ni de la madurez de quien
enseña, ni de la calidad de la enseñanza. La educación bíblica es demasiado importante para
dejársela a cualquier voluntario.
Dentro de la iglesia cierta educación ocurre en todos los niveles y en todos los programas. Aquí
daremos una idea de cómo el cuerpo de ancianos puede participar y ayudar en esta tarea tan
importante.
-La Escuela Dominical. Casi todas las iglesias evangélicas tienen una escuela dominical.
Pero muchas veces todo lo que sucede en esta escuela dominical depende de lo que puede
hacer un profesor joven, de poca experiencia. Si los ancianos no son suficientes en número, o
no son apropiadamente dotados para participar en la enseñanza a este nivel, ellos deben, por
lo menos, hacer todo lo posible para que los profesores tengan materiales buenos y apropiados.
Deben estar no sólo conscientes de todo lo que se enseña en la iglesia, sino que también deben
estudiar y aprobarlo antes de que se dé.
-Los Jóvenes. Todas las iglesias deben tener programas de enseñanza por medio de
los cuales la juventud de las mismas pueda llegar a conocer lo que cree su iglesia. Uno de los
ancianos sería la persona ideal para dar dicho estudio. Dentro de la sociedad de jóvenes, los
ancianos también deben asegurar un consejo bíblico y claro en cuanto a todos los problemas
que enfrenta la juventud de hoy.
-Los demás sociedades y grupos dentro de la iglesia. Los ancianos tienen que proveer
o enseñanza directa o materiales adecuados para todos los grupos que se reúnen dentro de la
iglesia. Muchas veces pueden confiar en el buen juicio de la persona que dirige la sociedad,
pero siempre deben saber lo que se está enseñando.
-El Púlpito. Los ancianos deben vigilar lo que se predica en la iglesia. Deben tener
cuidado con invitados de afuera, y deben animar a sus pastores a que sigan estudiando. Ellos
mismos deben capacitarse en estudios bíblicos y deben estar dispuestos y preparados siempre
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de
la esperanza que hay en vosotros (I Pe. 3:15). En el púlpito o en la calle, le toca al anciano
estar listo para enseñar y educar.
La Supervisión. Ya hemos visto el papel que juega el cuerpo de ancianos en la supervisión del
programa educativo de la iglesia. Deben estar involucrados en todos los niveles de la educación
eclesiástica. Pero la supervisión de los ancianos va mucho más allá que el proveer simplemente
un buen programa de educación. Al anciano no solamente le toca el cuidado de la mente
cristiana, sino el cuidado del alma cristiana también.
Aunque muchos creen que este ministerio de cuidado pastoral corresponde exclusivamente al
pastor de la iglesia, el NT nos muestra que no es así. Los pastores sí tenían y tienen
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responsabilidades especiales, pero todos los ancianos son llamados a apacentar la grey de
nuestro Señor (Hch. 20:28 y I Pe. 5:2). Ofrecemos aquí algunas ideas prácticas en cuanto a
cómo los ancianos pueden proveer tal cuidado.
-Distritos o grupos pastorales. Para asegurar que las ovejas de la iglesia reciban la
supervisión que necesitan, la iglesia debe ser dividida en distritos o grupos pastorales. A cada
anciano se le asigna un distrito o grupo. El anciano, entonces, es responsable por cada persona
en su grupo. Organizado de esta manera, todo el mundo sabe a quién le corresponde. Si hay
algún problema, enfermedad o crisis en la familia de un miembro, se sabe a quién le toca tal
responsabilidad.
-Visitas familiares. Es importante que el anciano tenga la oportunidad de estar con las
familias de los miembros de la iglesia en su hogar. Debe haber un sistema de visitas pastorales
para que los ancianos lleguen a conocer el ambiente familiar de los hermanos de su distrito.
Esta visita puede abrir la puerta de la iglesia a miembros de la familia que no la visitan. La visita
también puede servir para que el anciano pueda hacer un Ainventario espiritual del hogar.
Conociendo de cerca las necesidades de la familia, el anciano estará mejor preparado para
apacentar a dicha familia.
Será necesario también, visitar las familias de todos los ancianos y la del pastor. Ellas también
necesitan de un cuidado pastoral, y muchas veces son los últimos en recibirlo.
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo
de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:12-13)
Si tomamos en serio el propósito de los oficios de la iglesia y la naturaleza del oficio de anciano,
tenemos que concluir en que el anciano debe trabajar con los nuevos miembros, ayudándoles
a descubrir y a desarrollar los dones y ministerios que el Señor les ha dado. Si en verdad
creemos que el anciano debe capacitar y preparar, es aquí donde nosotros debemos comenzar.
-Supervisión de los cultos. Los ancianos son responsables para todo lo que sucede
dentro del culto. Para hacer un buen trabajo, habrá que haber una buena preparación y
coordinación de los elementos del culto. No debemos dar Aoportunidad a todo dentro de
nuestros cultos. Hay que tener cuidado y trabajar decentemente y con orden.
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-Supervisión de la disciplina. Nosotros dijimos en el estudio El Oficio de Creyente que
todos los miembros tenían una responsablidad en la disciplina de los demás. Cuando se
presenta un problema, o cuando se comete un pecado, la persona que lo observa debe tratarlo
con la persona que lo comete (Mt. 18:15). Al no resolver el problema a este nivel, se lo debe
entregar a los encargados de la vida espiritual de la congregación: se lo debe entregar a los
ancianos.
19. ¿uáles son algunos de los consejos que ofrecen Pablo y Pedro
en cuanto a la relación entre el anciano y los miembros de su iglesia?
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21. )Cómo pueden los ancianos asegurar que haya un buen cuidado
pastoral en su iglesia? (6 áreas)
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Habiendo estudiado estos dos oficios permanentes y establecidos por los apóstoles, concluimos
ahora con algunas palabras sobre el cuerpo gobernante de la iglesia local: el consistorio.
El consistorio en la Iglesia Cristiana Reformada está compuesto por los ancianos (uno de ellos
siendo el pastor), y los diáconos. Tradicionalmente se ha limitado la función de gobernar y
ejercer autoridad al cuerpo de ancianos. Pero más y más la iglesia se está dando cuenta de la
importancia del ministerio del diaconado. Y por esta y otras razones, muchos diáconos están
funcionando como miembros en pleno de los consistorios de nuestras iglesias.
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B. La función del consistorio
Una vez más, quisiéramos animar al lector a volver a la Palabra de Dios para encontrar el patrón
verdadero para la estructura de la iglesia. Hay muchísimas estructuras y maneras de
organizarse operando dentro la iglesia de hoy, pero volvemos y repetimos que el mejor modelo
es el modelo bíblico. (Qué el Señor nos ayude a seguirlo!
Notas:
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