Test de Garabatos

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TEST DE GARABATOS

LA INTERPRETACIÓN GRAFOLÓGICA
El nombre en el centro de la hoja A partir de Meurisse, se acostumbra pedir al
sujeto que comience por escribir su nombre en el centro de la hoja. Se trata, en
efecto, de un excelente medio de centrar los garabatos con relación al Yo del
sujeto: por un lado el Yo personal, íntimo, representado por el nombre de pila; por
el otro el Yo familiar, social, presentado por el patronímico. Ocurre a veces que el
sujeto pregunta cuál de sus dos nombres debe escribir, o si debe escribirlos dos.
Conviene responderle que goza de libertad para hacer lo que guste. Ahora bien,
con los garabatos ocurre lo mismo que con la escritura; Meurisse fue el primero
que tuvo la idea de considerar al garabato (que llama “garabateo”) como una
proyección de la personalidad profunda del sujeto que lo traza, pudiendo por lo
tanto constituir un verdadero test de proyección, Meurisse ha agregado a este
esquema clásico complementos sumamente sugestivos referentes a la
personalidad profunda, y ha desarrollado aún más la noción de test de proyección.

NECESIDAD DE UNA INTERPRETACIÓN ORIGINAL DEL GARABATO

Un grafismo en el que la personalidad se expresa disciplinándose, para lograr esa


necesaria comunicación con los demás y que es el objeto esencial del texto
escrito. Los garabatos son un grafismo muy primitivo, un grafismo anterior a la
comunicación social. La misma consigna de completa libertad que rige el trazado
de los garabatos y hace que éstos den libre curso a lo que hay en nuestra
personalidad de menos elaborado, de menos socializado, a la expresión del fondo
del inconsciente salvaje en que se agitan confesamente nuestras tendencias más
primitivas. En efecto una de las premisas fundamentales de la psicología
proyectiva es la de que los diversos test de proyección no son equivalentes, pues
según el estímulo usado para suscitar la proyección. Se debe, en cada caso,
examinar el nivel de personalidad que se proyecta, pues de su nivel dependerá el
método de interpretación que se utilice.

- LA TÉCNICA DE LOS GARABATOS


El test del garabato es una prueba simple, de ejecución rápida y sencilla y que
encuentra fácilmente ubicación en el curso de los exámenes médico-pedagógicos,
donde no se dispone de mucho tiempo. La consigna es completamente elemental:
se da al sujeto una hoja de papel blanco (bastante resistente) y un lápiz negro
(con mina medianamente blanda) y se le dice: “Garabatee en esta hoja”.
En el caso de niños mayores (o aun de adultos) que se sorprenden a veces de esa
orden, debemos ocasionalmente agregar: “imagínese usted que vuelve a la
infancia, a la edad en que todavía no sabía escribir y garabatee esta hoja como le
gustaba hacerlo a esa edad” .Para que el sujeto afloje su tensión, se puede añadir:
Abandónese por completo a su fantasía.
EL NOMBRE EN EL CENTRO DE LA HOJA

A partir de Meurisse, se acostumbra pedir al sujeto que comience por escribir su


nombre en el centro de la hoja. Se trata, en efecto, de un excelente medio
descentrar los garabatos con relación al Yo del sujeto: por un lado el Yo personal,
íntimo, representado por el nombre de pila; por el otro el Yo familiar, social,
presentado por el patronímico. Ocurre a veces que el sujeto pregunta cuál de sus
dos nombres debe escribir, o si debe escribir los dos. Conviene responderle que
goza de libertad para hacer lo que guste.
LAS CONSIGNAS
Quiere que se comience siempre en el mismo lugar, dos centímetros más arriba
del nombre y qué partiendo de ese punto así establecido, se garabatee durante un
minuto y medio, sin levantar el lápiz y sin 'detenerse. De este modo, se pretende
asegurar al test condiciones de ejecución constantes, que deben permitir luego
una fácil estandarización. Las comparaciones estadísticas. y una técnica-libre, que
deje que cada personalidad individual exprese toda su originalidad,
permitiéndonos así analizarla en profundidad. En nuestro caso, hemos optado por
esta segunda técnica, puesto que lo importante aquí no es comparar un sujeto con
los demás (y en particular con los sujetos normales) sino apreciarlo en su
individualidad propia y poder así captar las motivaciones dinámicas profundas de
su conducta o de sus trastornos.
REPETICIÓN DEL TEST

El test de los garabatos puede repetirse sin inconveniente gran número de veces.
Más aún, se recomienda hacer varios, a diversos intervalos de tiempo, si se
quieren extraer conclusiones. Desde este punto de vista, sucede con el garabato
lo mismo que con el texto escrito; es sabido que un grafólogo no se aventura a
hacer el retrato de un individuo basándose en un documento único, sino que pide
que se le presenten varios y de distintas fechas, a fin de observar en ellos los
caracteres gráficos permanentes, que le permitirán deducir los rasgos que -
dominan en la personalidad estudiada. Del mismo modo, el intérprete de los
garabatos debe hacer repetir varias veces la prueba a fin de saber si el sujeto
reproduce siempre los mismos trazos o si difieren de un test a otro.
CARÁCTER DINÁMICO DEL TRAZADO
La manera en que se hacen tiene tanta importancia como el trazado final y es
indispensable observar al sujeto mientras hace sus garabateos. Es decir que
debemos notar el punto de partida del trazado, su dirección progresiva o regresiva,
ascendente o descendente, la zona que cubre primero y la rapidez de su
ejecución, signos todos éstos de los cuales veremos la importancia para la
interpretación del test.
REACCIONES AFECTIVAS
El malestar que causa frecuentemente el garabato que pasa sobré el nombre;
muchos sujetos se avergüenzan de lo que han hecho y declaran que no está bien
garabatear sobre el nombre, que es sucio o que está prohibido. Vemos algunos
que, habiendo casi borrado su nombre con sus garabatos, repasan luego todas las
letras para que sean nuevamente legible.
También puede resultar interesante hacer interpretar los garabatos por el autor
mismo, en la medida en que éste puede luego comprender el significado simbólico
de su trazado

EVOLUCIÓN DE LA PERSONALIDAD PSICODINÀMICA DEL


GARABATO
PRE-GARABATOS Y GARABATOS PROPIAMENTE DICHOS
Vemos entonces dos tipos de garabatos:
I) El garabato en forma de flechas, compuesto de trazos cortos, lanzados en todas
direcciones, al azar de los movimientos impulsivos.
2) El garabato en redondeles o círculos, formado por curvas cerradas sobre sí
mismas y repetidas en forma monótona en diversos lugares de la hoja.
Garabatos centrales
El hecho de que los garabatos se concentren en el centro de la hoja es indicio de
una prohibición sobre la expansión vital, esa expansión que nos permite
proyectarnos sobre el mundo que nos rodea. Es también indicio de que toda la
fuerza viva está empeñada en un conflicto entre el Ello y el Yo (o el Superyó) y de
ahí que no esté más disponible para la acción exterior.

Según el tipo de su trazado, los garabatos centrales revisten dos formas


diferentes:
I) Los garabatos de borroneo, que son de tipo sádico-anal, y en los cuales el
nombre se halla recubierto por la gran mancha negra del trazado.
2) Los garabatos centrales de formación reaccional difieren de los precedentes por
el hecho de que el trazado no pasa por encima del nombre, sino que queda a
alguna distancia.

Garabatos debajo del nombre

La zona materna, con la condición de entender que se trata aquí de la madre-


nodriza y no de la madre esposa del padre, que es objeto del deseo amoroso para
el hijo y de la rivalidad para Ja hija. En cambio, la zona situada más arriba del
nombre es zona de expansión, la zona del impulso y del progreso, es decir la zona
paterna en cuanto el padre es, para el varón como para la mujer, el factor decisivo
en el desprendimiento del niño del protector regazo materno.
Cuando los garabatos están concentrados en la zona situada debajo del nombre,
quedando en blanco la parte superior, hay que considerar que esa zona blanca
representa un campo prohibido.
Ciertamente podemos imaginar que en caso de agotamiento fisiológico, después
de un “shock” o de una enfermedad, el sujeto se refugie en un medio protector y
rehuya todo esfuerzo de expansión por carecer de las fuerzas necesarias. En la
segunda parte veremos que todos los sujetos atacados de astenia hacen esos
garabatos debajo del nombre. Sin embargo, en muchos casos, esa astenia es la
consecuencia, no de un agotamiento, sino de un conflicto psíquico.
Cuando los garabatos son compactos, formados por rasgos gruesos y densos y en
ocasiones, cruzados por flechas agudas, puede deducirse que las relaciones del
sujeto con la madre, si bien de estrecha dependencia, o a causa de esa misma
dependencia, están sumamente cargadas de agresividad.
En otros casos, el trazo es negro y bastante denso, pero de forma redondeada.
Estamos todavía aquí en el período de las pulsiones anales, pero con una forma
de comportamiento más femenino, más suave, más pasivo.
Si por el contrario, y esto es también frecuente, el trazado se compone de algunas
líneas tímidas, separadas las unas de las otras, el significado es diferente, como lo
veremos después al estudiar los garabatos de formación reaccional.

LAS FORMACIONES REACCIONALES DEL YO Y LOS GARABATOS DE


FORMACIÓN REACCIONAL
Es lo que se llama, como ya dijimos, las formaciones reaccionales del Yo.
En esas formaciones reaccionales, hay varios grados. En grado moderado, las
mismas pertenecen a la evolución instintivo-afectiva normal, puesto que el hombre
no puede sublimar por entero sus instintos; sino que está obligado a reprimir parte
de ellos y a desarrollar, en el sector psíquico correspondiente.

LA RELACIÓN A DISTANCIA Y LOS GARABATOS DE AISLAMIENTO


Los dos instintos fundamentales, la sexualidad y la agresividad, suponen un
contacto bastante íntimo con el objeto. Cuando esos instintos se subliman, la
relación amorosa y la relación agresiva, depuradas, pueden mantenerse, si bien
bajo una forma diferente en la cual la consideración del otro entra en juego para
disminuir la violencia del contacto. Pero cuando la sublimación no es posible, y los
instintos se reprimen, el Yo, para prevenirse contra el retorno de las pulsiones
consideradas como peligrosas, desarrolla, como, hemos visto, formaciones
reaccionales. Al mismo tiempo, suprime la proximidad estableciendo relaciones a
distancia con los objetos. Para dar, un ejemplo, digamos que la misoginia de
algunos hombres, que no quieren ninguna relación con el sexo opuesto, traduce a
menudo su excesiva debilidad ante las tentaciones sensuales.
Este aislamiento se objetiva muy bien en los garabatos de aislamiento, que
presentan dos rasgos esenciales:
1) El trazado se desarrolla sin que las líneas se corten unas a otras o, por lo
menos, los puntos de unión son mucho más raros que en los garabatos de
sublimación. Por ejemplo, es frecuente que tales garabatos se presenten en líneas
horizontales superpuestas, que no se tocan, como líneas de escritura.
2) Mientras que, en los garabatos de sublimación, el trazado es continuo,
expresando una relación mantenida constantemente entre las pulsiones instintivas
y el medio ambiente, en los garabatos de aislamiento hay frecuentes soluciones
de continuidad, alzándose cada vez el lápiz para continuar su trazo un poco más
lejos o en otra zona de la hoja.
Los garabatos de aislamiento y el nombre. Una variedad particular son los
garabatos separados del nombre por una zona blanca importante, ya sea porque
el trazado se detiene por sí mismo a cierta distancia, ya porque el sujeto ha
rodeado deliberadamente su nombre de un recuadro protector de forma variable,
rectángulo, ovoide, festón de arcos.

APLICACIONES CLÍNICAS DEL TEST DE LOS GARABATOS


EL DIAGNÓSTICO DE LA PERSONALIDAD
LA PERSONALIDAD AFECTIVA
De la forma particular de los garabatos pueden deducirse ciertas tendencias
afectivas esenciales. .
1. Expansión - inhibición. La amplitud de los garabatos es una buena medida
de la expansión vital del sujeto. Los sujetos expansivos, dotados de mucha
actividad y de sociabilidad, que tienen amplios contactos afectivos con
muchas personas, que siguen de buen grado la inclinación de sus impulsos,
que sienten curiosidad por muchas cosas y desean un activo intercambio
con su medio, hacen garabatos que cubren toda la página.
2. El dinamismo vital. La fuerza de una personalidad, su capacidad para
actuar sobre el medio y para realizar lo que hay en ella es función del
dinamismo vital de las pulsiones
3. Virilidad - femineidad. La diferencia de las pulsiones vitales en los dos
sexos se expresa en los garabatos. Los temperamentos viriles tienen mayor
fuerza agresiva que los otros y esa fuerza se expresa en un trazado
vigoroso en e que predominan las rectas y los ángulos.
4. El equilibrio de las tres instancias. Según el esquema freudiano la
personalidad se compone de tres instancias a menudo en conflicto: el Ello,
campo de las pulsiones instintivas inconscientes; el Yo, campo de lo
consciente y de la adaptación al medio; el Superyó, campo de los ideales y
de las prohibiciones paternas.

LOS CONFLICTOS DEL ALMA INFANTIL INTERPRETADOS A


TRAVÉS DE LOS GARABATOS

Los trastornos psicopatológicos de adaptación son muy frecuentes en el niño, y


tienen casi siempre su origen en una situación conflictiva. En los casos más
simples, se trata de conflictos externos, entre el sujeto y su medio familiar o social.
Pero, debido a la evolución misma de la personalidad, los conflictos no tardan en
hacerse internos, oponiendo entonces las pulsiones instintivas a la defensa del
Yo..
Referencia a lo normal. Por supuesto que, para estar en condiciones de interpretar
correctamente los garabatos, es menester poder referirse a lo normal,
estableciendo de antemano cuáles son los garabatos de los sujetos con buen
equilibrio de adaptación.
La depresión neurótica (que es siempre una depresión menor) aparece entonces
como el medio que permite al sujeto conservar la estima y el amor- de los padres,
a costa de un aniquilamiento parcial de sí mismo, que se humilla, se castiga, para
atraerse el perdón. Más adelante daremos ejemplos de esto. Como se ha visto, los
garabatos nos permiten, en este caso, hacer revivir el conflicto profundo,
mostrándonos en qué medida es asumida la agresividad y cómo entran en acción
las defensas contra-agresivas. Si, como se ha visto, la dominante agresiva se
expresa en un trazado vigoroso hasta la violencia, en cambio, la dominante
depresiva puede expresarse en diversas formas, que van del trazado esfumado al
trazado de formación reaccional.

Conflictos pasajeros y neurosis duraderas


La infancia es el alba de la neurosis, lo cual quiere decir que la mayoría de las
neurosis del adulto tienen su origen en los conflictos del alma infantil, resueltos por
mecanismos neuróticos.
De esto se desprende que, en el niño, no se observan, en forma, tan constante
tomó en el adulto, tipos de neurosis muy caracterizadas: neurosis de angustia,
neurosis obsesiva, neurosis asténica, sino, en la mayoría de los casos, síndromes
polivalentes que presentan signos de varios de esos tipos.

LOS ESTADOS NEURÓTICOS EN EL NIÑO


LA NEUROSIS DE ANGUSTIA
Los casos que agrupamos bajo este título son los de las neurosis en que la
angustia domina y es el principal motivo de la consulta. Pero, como se verá, la
neurosis es rara vez pura asociándosele a menudo síntomas secundarios debidos
a la intervención de las defensas del Yo.

LA NEUROSIS DEPRESIVA
Como ya hemos dicho, no hay un límite bien definido entre las diferentes neurosis;
la categoría en la cual se coloca un caso dado, indica simplemente cuál es el
síntoma clínico predominante. Hemos visto que la angustia está a menudo
acompañada de humor triste. Recíprocamente, cuando la depresión ocupa el
primer plano, está a menudo acompañada de un elemento ansioso nada
desdeñable.

LA NEUROSIS DE INHIBICIÓN
Es sabido que uno de los medios para escapar de la angustia de un conflicto
interior es inhibir en sí mismo las pulsiones prohibidas. Como se ha visto, la
represión constituye un mecanismo inhibidor pero existen casos bastante
numerosos en que la inhibición se extiende a todo el dinamismo pulsional y coloca
su sello sobre toda la personalidad.
Pero los garabatos nos permiten deducir:
I) Potentes formaciones reaccionales (carácter muy rítmico del
trazado).
2) Una tendencia depresiva, por el hecho de que el trazado va de arriba hacia
abajo;
3) Una fijación en la zona de protección materna.

LA NEUROSIS ASTÉNICA. LAS DUDAS Y LOS ESCRÚPULOS


La astenia, que se traduce clínicamente por una propensión anormal a la fatiga,
existente aun antes del esfuerzo (por ejemplo, por la mañana al levantarse), es
muy frecuente en las neurosis cualesquiera que sean. La misma se explica por el
hecho de que una buena parte de la fuerza viva del Yo se halla absorbida por la
lucha contra las pulsiones y no está por lo tanto disponible para la acción exterior.
Sin embargo, hay casos de neurosis en que la astenia ocupa el primer plano en el
cuadro clínico. Con mucha frecuencia, la astenia psíquica se traduce en una
tendencia a la fatiga de la atención y de la memoria y en un perpetuo dudar de sí
mismo. En el orden moral, esa duda se expresa en incesantes escrúpulos.
LA NEUROSIS OBSESIVA
Cuando las pulsiones rechazadas por la defensa del Yo logran burlar esa defensa
y llegar a la conciencia, suelen expresarse en lo que se llama ideas obsesivas, tan
contrarias a la personalidad consciente que, a menudo, aparecen como extrañas a
ella, como si le fueran impuestas desde afuera. Por ejemplo, el que ha reprimido
su agresividad, puede verse obsesionado por pensamientos agresivos, aunque no
sea nunca agresivo en su conducta consciente.
Ya hemos mostrado que, en casos de complejo de Edipo, las pulsiones sexuales y
agresivas se reprimen, pero que esa represión no basta siempre para calmar la
angustia de la culpabilidad. Un segundo mecanismo defensivo provoca entonces
una regresión a un estadio pre-edípico, sádico-anal o sádico-oral. Pero cuando las
pulsiones edípicas se manifiestan en forma regresiva sádico-oral o sádico-anal, la
conciencia se rebela contra las representaciones chocantes invasoras y las
mencionadas pulsiones son a su vez reprimidas, mientras en el Yo consciente se
desarrollan formaciones reaccionales compensadoras.
LA NEUROSIS REGRESIVA
La regresión, tan frecuente como mecanismo de defensa para escapar a una
situación ansiógena, no constituye por sí misma una neurosis. Para que haya
neurosis, tiene que haber conflicto entre dos instancias de la personalidad. Es
corriente, en efecto, que sujeto que hace una regresión no regrese sino en ciertos
aspectos su personalidad, permaneciendo adaptado a la situación actual los otros
sectores. Es frecuente, por ejemplo, que un niño que crece quiera afirmar su
autonomía y realizar actos de independencia, hace una regresión a la edad de la
dependencia oral, habrá en conflicto entre la independencia y la dependencia.
Asimismo, vemos a menudo sujetos adultos que, a pesar de su inteligencia bien
adaptada, se elevan a las más altas posiciones, manifiestan, especialmente en su
círculo íntimo, rasgos de carácter infantil.

NEUROSIS Y PSICOSIS DEL ADULTO

De modo general, los garabatos de los adultos se diferencian de los de los niños:
1°) por la gran rareza de los trazados de tipo sádico-anal (agresivos o esfumados);
2°) por la frecuencia de los trazados abiertos, ya sean de tipo sublimado, de tipo
reaccional o de tipo mixto;
3) por la frecuencia de los trazados en la zona de protección materna,
particularidad bastante inesperada que será ilustrada y explicada en este capítulo.
Estos rasgos especiales de los garabatos de los adultos se explican por la
intervención mucho más acusada de las defensas del Yo, que contienen las
pulsiones sádico-anales.
LA NEUROSIS DE ANGUSTIA
No hemos observado, como en los niños, garabatos extensos que comporten un
trazado agresivo. Se ve que el adulto organiza mejor sus defensas contra-
agresivas y que su Yo prefiere, ya sea reducir por inhibición su campo de
expansión, negándose a toda incursión en las zonas prohibidas, o ya sea a
fragmentar sus pulsiones instintivas evitando el contacto, lo cual, en definitiva,
equivale a lo mismo. Como veremos, hay casos en que esos dos mecanismos de
defensa del Yo se asocian para dominar la angustia con más seguridad.

NEUROSIS ASTÉNICA
Todos sabemos cuán frecuente es la astenia, de la cual se hacía antes una
enfermedad, autónoma, con el nombre de neurastenia, pero que hoy se tiende a
considerar como un simple síntoma. Para explicar cómo ese síntoma puede
establecerse en forma permanente fuera de los casos de deficiencia física seria se
invoca en la actualidad la .influencia de los conflictos psíquicos, ya que toda la
energía que el Yo debe desplegar para defenderse de las pulsiones que lo
invaden no puede utilizarse para la-acción exterior. Ese punto de vista es
indudablemente exacto y nos explica por qué la astenia es un síntoma tan
frecuente en las neurosis de todo género.
Hagamos notar que el estado asténico hace predominar, necesariamente, el
instinto de conservación sobre el instinto de expansión y que, debido al
debilitamiento del Yo, el mismo implica siempre la búsqueda de un medio
protector. No es pues de extrañar que la mayoría de los sujetos atacados de
astenia localicen sus garabatos en la zona .inferior. Como expresamos al
comienzo de este libro, eso implica una interdicción sobre la zona superior, es
decir una interdicción edípica, nudo central, como sabemos, de la mayoría de las
neurosis.
LA NEUROSIS OBSESIVA
Hemos caracterizado suficientemente esta neurosis refiriéndonos a los niños para
que sea necesario volver a hacerlo aquí. Observemos simplemente que, en el
adulto, el conflicto provocador de esta neurosis llega a una estructuración mucho
más acabada y que la severidad del Superyó, la represión y las formaciones
reaccionales dominan el cuadro clínico. El rasgo importante que da su nombre a la
neurosis, es el resurgimiento, en la conciencia, de las pulsiones reprimidas, las
cuales, para escapar a la censura, se disfrazan y se exteriorizan en forma de ideas
obsesivas, ideas en cierto modo desvitalizadas y que, comparadas a los
contenidos inconscientes de que emanan, aparecen despojadas de fuerza
dinámica.

PSICOSIS
Tendremos sobre todo presente la psicosis esquizofrénica o demencia precoz, la
cual se caracteriza, en sujetos casi siempre jóvenes, por una fuerte inhibición de la
vitalidad, un replegarse autístico sobre sí mismo, que conduce a una ruptura casi
total de las relaciones con el mundo y, desde el punto de vista psicoanalítico, por
una intensa represión de toda la personalidad al estadio oral pasivo. Tal es el
fondo común de esta enfermedad mental tan difundida, fondo sobre el cual se
destacan síndromes muy diversos que constituyen las formas clínicas de la
demencia precoz. No se debe, pues, esperar el hallazgo de garabatos que sean
característicos de esta afección, sino, por el contrario, una gran variedad de
trazados correspondientes al dinamismo particular de cada caso.
VALIDEZ Y FIDELIDAD DEL TEST DE LOS GARABATOS

1. La primera es que e] test esté estandarizado, es decir que el material, la


técnica de realización y el método de interpretación deben establecerse de
tal suerte que los resultados no puedan depender de la individualidad
particular del psicólogo que lo aplica.
2. La segunda condición a llenar es que el test sea fiel, es decir que de los
mismos resultados cuando se lo aplica una segunda vez y que explore
siempre el mismo sector de la personalidad.

3. La tercera condición es que el test tenga buena sensibilidad, es decir que


dé resultados diferentes para individuos diferentes y en situaciones clínicas
también diferentes y que permita, por lo tanto, distinguir unos de otros, los
casos sometidos a prueba. Ya la gran variedad de los garabatos nos da-
derecho a sostener que este test es un revelador muy sensible de las
diferencias individuales. Pero es necesario además que esas variaciones
tengan sentido y nos permitan interpretaciones valederas.

4. La cuarta condición es la validez del test. Esta es, con toda evidencia, la
condición más importante y en la que están contenidas todas las demás. Un
test es válido, como es sabido, si mide efectivamente lo que está destinado
a medir: en este caso, la personalidad y sus trastornos.

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