Epílogo
Epílogo
Epílogo
4º
M. Prof. Marco Viveros.
Unidad 1: introducción a la filosofía. Libro: Apología de Sócrates, autor: Platón.
V. Epílogo (34b-35d)
Sea, pues, señores. Esto es, básicamente, lo que podría alegar en mi defensa, y seguramente otras cosas del
mismo tipo. Tal vez alguno de ustedes, recordando su propio caso, se irrite, si al afrontar algún pleito, incluso
menos importante que éste, suplicó e imploró a los jueces con muchas lágrimas, haciendo subir al estrado a
sus hijos para obtener la mayor compasión posible, así como a otros muchos familiares y amigos, mientras
que yo, sorprendentemente, no voy a hacer nada de eso, aun cuando estoy corriendo un riesgo que, según
podría parecer, es el más extremo. Es probable, entonces, que alguno, al pensar de este modo, se obstine aún
más en mi contra y que, enfurecido por esta misma causa, deposite su voto con ira. Pues bien, si tal fuera el
caso de alguno de ustedes —cosa que no creo, pero por si acaso—, <entonces> me parece razonable
dirigirme a éste diciéndole: "Por cierto, estimado amigo, también yo tengo algunos familiares. Pues vale aquí
aquello de Homero: tampoco yo he nacido 'de una encina o de una piedra', sino de seres humanos, de modo
que también yo tengo familiares, e incluso hijos, señores atenienses, tres, de los cuales uno ya es un
muchacho, pero los otros dos son aún niños. Sin embargo, no haré subir a ninguno de ellos a este estrado
para ponerme a suplicarles que me absuelvan".
31- Epílogo.
a) Lo contrario a un proemio
X b) Capítulo final de una obra
c) Capítulo antepenúltimo
d) Capítulo resumen
32- Estrado
33-Absuelvan
a) Querer
b) Dar misericordia
c) Dar compasión
X d) Dejar en libertad.
34- El argumento ad misericordiam se define como “un argumento o estrategia que apela a los
sentimientos de piedad y compasión para convencer a alguien de algo” ¿Sócrates ocupa tal estrategia
para que no lo condenen a muerte?
¿Y por qué no he de hacer nada de esto? No por arrogancia, señores atenienses, ni por desprecio hacia
ustedes. Si estoy o no actuando atrevidamente ante la muerte, eso es otra cuestión. Pero, por cierto, en lo
que atañe a mi reputación, la de ustedes y la de la ciudad toda, no me parece correcto hacer ninguna de estas
cosas, tanto más a mi edad y con mi renombre, sea éste merecido o no. Pues la opinión general, al menos, es que Sócrates
supera en algo a la mayoría de los hombres.
35- Atañe
a) dirime
b) Distingue
X c) Respecta
1
d) Afecta.
Ahora bien, si aquellos de ustedes que tienen fama de sobresalir en sabiduría, en valentía o en alguna otra virtud
cualquiera se comportaran de este modo, sería una vergüenza. Y, de hecho, he tenido muchas veces ocasión de ver que
algunos que parecen valer algo, cuando se los somete a juicio, obran de modo asombroso, convencidos de que padecerán
algo terrible si resultan condenados a muerte. ¡Como si fueran a ser inmortales en caso de que ustedes no los mataran! Éstos,
me parece, colman de vergüenza a la ciudad, de modo que algún extranjero podría incluso llegar a suponer que aquellos
que sobresalen en virtud entre los atenienses, y que gozan de preferencia en las elecciones para las magistraturas y los demás
cargos honorarios, en nada se distinguen de las mujeres. En efecto, es preciso que ni ustedes obren de este modo, si es que
parecen tener algún mérito, ni lo consientan, si es que nosotros lo hacemos, sino que, por el contrario, deben manifestar
claramente que mucho más severa será la condena para el que trae a escena estos penosos espectáculos y pone así en ridículo a
la ciudad que para aquel que guarda la calma.
Pero dejando aparte <lo que atañe a> la fama, señores atenienses, tampoco me parece que sea justo suplicar al juez ni
salir absuelto mediante súplicas, sino que hay que informarlo y convencerlo. Pues el juez no está en su sitio para conceder la
justicia como una dádiva, sino para juzgar lo que es justo, y no ha jurado favorecer a quienes le parezca, sino dar sentencia con
arreglo a las leyes. Por tanto, ni nosotros debemos acostumbrarlos a ustedes a faltar a su juramento ni ustedes <mismos>
deben acostumbrarse <a ello>, pues ni ustedes ni nosotros estaríamos obrando piadosamente.
No me exijan entonces, señores atenienses, que haga ante ustedes cosas que no considero honorables ni justas ni
piadosas, mucho menos, por Zeus, ahora que Meleto, aquí presente, me está acusando precisamente de impiedad. Pues es claro
que si los persuadiera y los obligara con súplicas, a pesar de haber prestado ustedes juramento, les estaría enseñando a no
creer que hay dioses, y con este tipo de defensa no estaría haciendo otra cosa que imputarme a mí mismo el cargo de no creer en
los dioses. Pero está muy lejos de ser así. Pues creo <en ellos>, señores atenienses, como ninguno de mis acusadores, y
dejo en manos de ustedes, y del dios, la decisión de juzgar qué será lo mejor en mi caso, tanto para mí como
para ustedes
37- ¿Por qué otra razón entonces Sócrates no ocupa el argumento ad misericordiam?
a) Porque un extranjero podría pensar que todos los virtuosos son tan cobardes como las mujeres.
b) Para no incitar a un juez a que actúe en contra de la ley.
X c) Para no acostumbrar a los jueces a ser indulgentes
d) Para no faltar al juramento de actuar como jueces.
38- Dádiva.
X a) Algo que se da gratuitamente
b) Algo que se dan con razón
c) Algo que se da por caridad
d) Algo que se da por misericordia
2
IDEAS PRINCIPALES DE CADA PÁRRAFO
PÁRRAFO 1.
Parte final de la defensa de Socrates en su propio juicio, en donde argumenta que no recurrirá a la
lástima o misericordia de los jueces haciendo que su familia en especial sus hijos supliquen por su
absolución.-
PÁRRAFO 2.
Sócrates explica po qué no utilizará estos argumentos, haciendo referencia a lo virtuoso que es
considerado entre los atenienses y que no sería propio rebajarse a ese extremo.-
PÁRRAFO 3
Sócrates llama a los ciudadanos a utilizar argumentos de lástima en sus defensas ni utilizar a su
familia para ello como también llama a los jueces a no aceptar este tipo de comportamiento siendo
más severos con quienes pongan en ridículo a la ciudad a través de estos espectáculos.-
PÁRRAFO4
En el mismo sentido del párrafo anterior, hace un llamado tanto a ciudadanos como a jueces a no
aceptra estas prácticas ya que la justicia no es algo que se de gratuitamente si no que es necesario
informar al juez y convencerlo mediante argumentos de la razón.-
PÁRRAFO 5
Sócrates pide a los atenienses que no le exijan por los dioses hacer cosas que considera no honorables
ni piadosas, pues él cree en los dioses y por lo mismo deja la decisión a los jueces y los dioses sobre su
vida.
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