2-Antlogía2022ecno I (Apunts II)
2-Antlogía2022ecno I (Apunts II)
2-Antlogía2022ecno I (Apunts II)
26 »Cuando hayas entrado en la tierra que el Señ or tu Dios te da como herencia, y tomes
posesió n de ella y te establezcas allí, 2 tomará s de las *primicias de todo lo que produzca la
tierra que el Señ or tu Dios te da, y las pondrá s en una canasta. Luego irá s al lugar donde
el Señ or tu Dios haya decidido habitar, 3 y le dirá s al sacerdote que esté oficiando: “Hoy
declaro, ante el Señ or tu Dios, que he entrado en la tierra que él nos dio, tal como se lo juró a
nuestros antepasados. “Y el sacerdote tomará de tus manos el canasto y lo depositará ante el
altar de Yavé, tu Dios…y nos trajo hasta aquí para darnos esta tierra que mana leche y miel. Y
ahora vengo a ofrecer los primeros productos de la tierra que tú , Yavé me has dado.”
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Economía I
embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho má s que ellas? 27 ¿Quién de
ustedes, por mucho que se preocupe, puede añ adir una sola hora al curso de su vida?28 » ¿Y
por qué se preocupan por la ropa? Observen có mo crecen los lirios del campo. No trabajan ni
hilan; 29 sin embargo, les digo que ni siquiera Salomó n, con todo su esplendor, se vestía como
uno de ellos. 30 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañ ana es arrojada al
horno, ¿no hará mucho má s por ustedes, gente de poca fe? 31 Así que no se preocupen
diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Porque
los *paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las
necesitan. 33 Má s bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
les será n añ adidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañ ana, el cual tendrá sus propios
afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
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Economía I
ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios. 25 Al oír esto, los discípulos quedaron
desconcertados y decían: —En ese caso, ¿quién podrá salvarse?26 —Para los hombres es
imposible —aclaró Jesú s, mirá ndolos fijamente—, má s para Dios todo es posible.
6 »Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atenció n. Si
actú an así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa.2 »Por eso, cuando
des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los *hipó critas en las
sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han
recibido toda su recompensa. 3 Má s bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu
mano izquierda de lo que hace la derecha, 4 para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre,
que ve lo que se hace en secreto, te recompensará .
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Economía I
ANTECEDENTES II.
JENOFONTE.
Jenofonte (427-355 a de J.C.) debe ser considerado como uno de los primeros economista. Sus
escritos constituyen un himno a la ciencia de la administració n. Su econó mico investiga la
organizació n y administració n adecuada de los asuntos privados y pú blicos; se concentró en la
capacidad humana, dirigida por un buen liderazgo, como la principal variable de la
administració n.
PLATÓN.
Plató n (427-347 a de J.C.) hizo sus principales contribuciones en sus estudios de la divisió n de
trabajo. Observó la variedad de necesidades de los hombres y la variació n en sus habilidades,
por lo que llegó a la conclusió n de que si todos hicieran las cosas lo má s natural posible para
ellos, daría como resultado una mayor producció n y un gasto menor de esfuerzo. Ademá s, la
especializació n presuponía que los comerciantes practicaran el intercambio y un sistema
monetario para facilitar el proceso.
El estado ideal para Plató n, segú n lo describe en su Repú blica, es una extrañ a mezcla de lo real
y de lo imaginario; de las prácticas reales entrelazadas con lo que debería ser. Sería difícil
considerar estos esbozos generales del estado idea como los conceptos econó micos bá sicos,
aunque proposiciones tales como la subordinació n del individuo al estado, la especializació n
del trabajo, la regla del sabio, el compartir las esposas y la propiedad, las reglas para la familia,
la herencia y la limitació n de la població n presuponen todas la familiaridad con los asuntos
econó micos. Las Leyes, escritas algunos añ os después, son una evaluació n má s realista de los
métodos prácticos necesarios para mantener unida a una ciudad-estado.
ARISTÓTELES.
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Economía I
La segunda era adquirida mediante el intercambio de cosas con diferentes valores. Este
énfasis sobre la riqueza natural pronostica la escuela de los economistas franceses conocidos
como fisió cratas.
Aristó teles no podía concebir que el dinero tuviera un uso productivo, por lo que pensó que la
usura se apropiaba injustamente de la riqueza natural adquirida por otra. El dinero só lo era
una forma de riqueza arbitraria, no natural. Su valor estaba determinado por el hombre para
su propia conveniencia. Sin embargo, la necesidad de dinero era grande, puesto que era el
medio por el cual se hacían comparables los valores en el proceso de intermedio. El dinero
también desempeñ aba ciertos servicios; hacía que las personas aplazaran, por un tiempo, el
consumo de bienes, ya que su valor permanecía constante. Al determinar los valores,
Aristó teles destacaba la utilidad del artículo como fundamenta. Su reconocimiento de la
distinció n entre el valor de cambio y el valor en uso lo coloca hoy junto a cualquier de los
modernos pensadores economistas.
TOMAS DE AQUINO.
Pasaron siglos antes que otra figura de la estatura de Aristó teles pusiera seria atenció n a las
ideas econó micas. Tomá s de Aquino (1225-1274), clérigo italiano, fue el siguiente en hacerlo.
Igual que Plató n y Aristó teles, Aquino consideraba los asuntos econó micos como incidentales
a la conducta del estado y al desarrollo de ciertas ideas. La sociedad en la que vivió estaba
muy dominada por la Iglesia y la filosofía cristianas, por una parte, y por las ideas filosó ficas
de Aristó teles, por la otra. Por supuesto, la actividad econó mica proseguía. Como Aquino era
nativo del sur de Italia, en realidad conocía la importancia del comercio para las ciudades
italianas. Su contribució n econó mica fue hacer que las enseñ anzas cristianas fueran prácticas
para su época y encontrar un terreno comú n en el cual los principios éticos y morales podían
existir conjuntamente con la compra y la venta. Aun cuando la antigua doctrina cristiana había
considerado de manera superficial a la riqueza, Aquino asumió la actitud de que la riqueza y la
propiedad privada no eran en sí mismas ni bunas ni malas; era el uso a que se destinaran lo
que determinaba su condició n moral. La propiedad era un fideicomiso colocado en manos
privadas para ser utilizada para el bien social. Aquino pensaba que la riqueza era tan probable
que sirvieras para el desarrollo de una mayor virtud del individuo como para lograr su
destrucció n moral.
Ademá s, Aquino se preocupaba de los asuntos econó micos como eran el precio justo y la
prohibició n de la usura. Ambos eran aplicaciones prá cticas del principio de justicia, el cual era
considerado como la regla que sostenía las relaciones humanas en las comunidades cristianas
medievales.
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Economía I
Con el capitalismo nace la época moderna y con ella toman cuerpo específico varias ciencias,
que hasta antes de ésta nueva época aparecían como meros juicios junto a los temas
filosó ficos, jurídicos o religiosos. Entre ellas toma cuerpo específico la ciencia econó mica que
se manifiesta en el mercantilismo, primera doctrina econó mica del capitalismo.
Para algunos autores, el mercantilismo no es una escuela, sino ú nicamente todo el conjunto de
recetas econó micas que busca un objetivo: el enriquecimiento del príncipe y de la nació n
durante los siglos XV-XVIII. Eli Heckscher en su obra: La época Mercantilista, sostiene; “el
mercantilismo no ha existido (…) es simplemente una idea que nos ayuda a comprender (…) un
fragmento de la realidad histórica “. De acuerdo a cada país, el mercantilismo se desarrolló
tomando una forma propia: así el mercantilismo españ ol fue esencialmente metalista
(bullionista), el britá nico y el holandés lo fueron financieramente y comercial, y el francés
industrial; insistimos, éstas diferencias fueron expuesta por los má s diversos autores segú n
las diferentes condiciones histó ricas de cada país
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Economía I
Para entender el desarrollo de esta primera doctrina econó mica del capitalismo, es necesario
señ alar la serie de acontecimientos sociales, culturales, econó micos y científicos má s
importantes de aquella época que modifican la situació n de Europa al finalizar la Edad Media
y que contribuyen al advenimiento del mercantilismo, como primera explicació n del
desarrollo econó mico de la Edad Moderna y/o capitalista:
f) Desarrollo del capital comercial y con él la gestació n de la acumulació n originaria del capital
y la transició n del feudalismo al capitalismo.
Definición.
El mercantilismo es la primera “doctrina” econó mica que refleja los intereses del capital
comercial cuyo principio teó rico fundamental es: el enriquecimiento de las naciones mediante
el desarrollo del comercio internacional; un comercio internacional con una balanza comercial
favorable que se sustenta en un principio prá ctico, comprar menos y vender má s. Para esta
escuela, el enriquecimiento de las naciones se da mediante el desarrollo del comercio entre
países y no en el comercio local; en el comercio local lo que uno ganaría otro lo perdería, así
mismo, plantea la acumulació n de los metales preciosos, riqueza líquida directa.
Algunos opinan que el mercantilismo constituyó también una serie de prá cticas econó micas
que tuvieron como finalidad, conseguir la unificació n política y el poderío de las naciones que
se estaban configurando. De esta manera, podemos deducir que para los mercantilistas el
problema fundamental de la Economía política es el desarrollo del comercio entre los
países en los inicios del capitalismo, impulsando las exportaciones y frenando las
importaciones; ello explica segú n la visió n que tienen los mercantilistas, que la verdadera
fuente de la acumulació n del dinero, la ganancia y el atesoramiento de los metales preciosos
es del comercio internacional.
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Economía I
FRANCESES.
INGLESES.
ESPAÑOLES.
Jeró nimo de Uztariz (1670-1732). Teó rica y prá ctica del comercio y de marina (1724).
Sancho de Moncada (XVII). Restauració n política de Españ a y deseos pú blicos, con discursos
sobre Españ a con moneda y plata y Riqueza firme y estable de Españ a.
ITALIANOS
Antonio Serra (XVI-XVII). Breve tratado de las causas que podemos presentar para que no
abunde el oro y la plata (en los lugares) que no son mineros (en relació n con el reino de
Ná poles) (1613).
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Economía I
Sobre todos los franceses, se mostraron orgullosos sobre las riquezas naturales de su país y su
diversidad. Fueron alentados a crecer con el só lo uso de los bienes internos y a abastecerse lo
menos posible con bienes importados, y ademá s, a vender los excedentes al exterior; de esta
manera, los metales permanecerían en su país, pues se trataba toda costa de evitar su salida
manteniendo una balanza comercial favorable. El comercio, mereció una atenció n particular
pues se le reconocía como fuente de poder y de riqueza, una forma de hacer la opulencia del
reino y de obtener lingotes de metales preciosos. Se alentaban las exportaciones de los bienes
terminados. En materia de importaciones trataron de sustituirlas con producciones
nacionales (seda) y en otros se prohibió la importació n de telas de lujo.
El oro y la plata fueron metales muy estimados en la antigü edad y en la edad media,
particularmente porque los metales preciosos cumplían la importante funció n de media de
valor. El fracaso de los alquimistas para lograr extraer estos metales de otros, a través de
procesos esotéricos, corrió parejo con el incentivo para atesorarlo, sobretodo en forma de
lingotes. De allí por extensió n es que se desea mantenerlos dentro del territorio nacional y,
como consecuencia, creer que son elementos indispensables para mejorar el bienestar general
y la riqueza de las naciones.
De manera complementaria se trató de impulsar la industria (textil, metalú rgica, naval, etc.),
estableciendo una reglamentació n para que todo producto ofrecido fuera barato y poniendo
en prá ctica las siguientes medidas: pugnar por un aumento de població n para que la mano de
obra tuviera un costo bajo y establecer un má ximo legal de salarios, implantar el trabajo
forzoso, crear manufacturas reales, proteger y recompensar a los directores de industria. Con
el descubrimiento del nuevo mundo (colonizació n de América), promovieron má s las
exportaciones y desarrollaron el comercio mundial.
El éxito individual se consideró como una señ al de la bendició n divina, y con ello, se pretendió
legitimar el lucro ilimitado, al mismo tiempo, se consolidaron interpretaciones má s benévolas
para eludir la prohibició n del interés en los préstamos; el afá n del enriquecimiento y la
acumulació n de metales preciosos es ante todo lo primero.
El soberano debe controlar y regular la economía nacional, de tal forma que posibilite obtener
los metales preciosos reglamentando el comercio para impedir las importaciones y favorecer
las exportaciones; impulsan el proteccionismo al imponer altos aranceles a la importació n,
promueven la regulació n del movimiento de los metales preciosos e inversamente, para
obtener materias primas, crean mercados mediante la colonizació n de países nuevos o bien
mediante la supremacía impuesta a tales países. Con estas medidas los mercantilistas
promueven sin proponérselo la primera política econó mica propia del capitalismo incipiente,
el proteccionismo y la regulació n econó mica por el Estado.
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Economía I
De las características anteriores podemos deducir, que los mercantilistas tienen un doble
mérito: el de haber planteado la necesidad de mantener una balanza comercial favorable,
variable econó mica fundamental de las economías modernas y, el de haber inaugurado las
políticas econó micas mediante el fomento del proteccionismo, regulando así la economía.
Hemos señ alado que el mercantilismo asume formas propias segú n las condiciones de cada
país, pero es necesario señ alar que un gran nú mero de autores consideran necesario explicar
de manera cronoló gica la evolució n de esta primera doctrina econó mica y, desde este punto
de vista, la identifican en dos grandes etapas de desarrollo.
La primera se caracteriza por su declaració n franca de “hacer dinero”, es decir, reunir tesoro
que es imperecedero, reduciendo la tarea econó mica a la acumulació n de dinero del país. Sin
embargo, en el desarrollo de la teoría cuantitativa del dinero se observó el siguiente
fenó meno:
La balanza comercial favorable, como teoría y como prá ctica comercial, se desarrolló debido a
la imposició n de las siguientes medidas:
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Economía I
1.-Restricciones a la importació n.
2.-Primas a la exportació n.
La fisiocracia aparece en Francia a mediados del siglo XVIII y es a juicio de algunos autores la
precursora de la economía moderna, por trasladar el aná lisis sobre la fuente de la riqueza de
laesfera de la circulació n tal y como lo hicieron los mercantilistas, a la esfera de la producció n,
aunque con sus limitaciones por considerar solamente el proceso de la producció n agrícola.
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Economía I
Esta corriente del pensamiento econó mico se dio a conocer a raíz de los escritos de quien
posteriormente se habrá de convertir en el maestro y figura principal, el Doctor
FrancoisQuesnay (1694-1774) que fue el médico de la corte de Luis XV. Es Francia en aquella
época, un país eminentemente agrícola a pesar de la orientació n industrial impresa por Jean
Baptiste Colbert (1619-1683). Por eso resulta ló gico que los fisió cratas hablará n sobre
economía rural.
“En la medida en que la agricultura era la principal actividad económica de Francia, los fisiócratas
tenían razón en ocuparse seriamente por promover una enérgica política económica para mejorar
la productividad de esta actividad”
2. Víctor Riquetti. Marqués de Mirabeau (1715-1789) autor del amigo de los hombres o
tratado de la població n (1757, teoría del impuesto (1760), filosofía rural o economía
general y política de la agricultura (1763) y el cuadro econó mico por el amigo de la
humanidad (1760).
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Economía I
7. Anne Robert Jaques Turgot, fue un fisió crata heterodoxo, que logró imponer desde el
gobierno una serie de reformas deseada por ellos aunque también impuso otras
contrarias. Ocupó la cartera de finanzas en el reinado de Luis XVI. Intentó imponer la
supresió n de trabajos gratuitos y obligatorios de los campesinos al rey y a los señ ores,
costá ndole su destitució n.
8. EtieneBonnot de Condillac, fue también discípulo heterodoxo de los fisió cratas, quien
aplicando sus conocimientos de la psicología humana, fundó el valor sobre la utilidad
y la escasez, descubriendo así la productividad del comercio. Entre sus obras
principales merece citarse El comercio y el gobierno.
La idea central de los fisió cratas consiste en que la agricultura es la fuente de todas las
riquezas: mientras que los mercantilistas habían planteado que la fuente de riqueza estaba en
el comercio y en la acumulació n de metales preciosos, aunque má s tarde afirmaron que para
el desarrollo del comercio se requería de una industria poderosa.
Los fisió cratas establecieron que la tierra es la ú nica fuente de riqueza. Decían que en la
actividad agrícola es donde realmente se creaba la riqueza que podría poseer un país,
mientras que las demá s actividades, como la industria y el comercio eran estériles por no
crear ninguna riqueza.
La visió n de los fisió cratas se basaba en la consideració n de que el trabajo de la tierra era la
ú nica actividad capaz de lograr un resultado neto positivo. Las otras actividades eran estériles
sin que ello implicara que se les considerara inú tiles… por tal razó n la actividad agraria era la
ú nica que debía pagar impuestos y preferentemente, debía ser un solo. Conviene recordar que
Francia mantenía una estructura sociopolítica con fuertes rasgos feudales: todavía la
agricultura era el principal medio para la subsistencia, y el ritmo de acumulació n también era
escaso.
Para los representantes de esta corriente, solo existe una rama de la actividad econó mica
capaz de producir indefinidamente bienes consumibles sin que se agote la fuente de donde se
los saca: la agricultura. Las otras ramas de la actividad econó mica son transformadoras pero
nunca multiplicadoras. Solo son capaces de adicionar utilidades existentes, pero no de
multiplicarlas.
El valor añ adido a los productos, sea por ala industria, sea por el comercio, es el valor del
trabajo de los hombres. Por eso Quesnay califica a la industria y al comercio de estériles, es lo
que de ninguna manera significa inú tiles. En cambio la agricultura es capaza de proporcionar
al hombre mayor riqueza de la representada por las semillas y el trabajo. Por eso la
agricultura, y solo la agricultura es productora. Ella es la que produce el famoso Producto
Neto(es igual a la diferencia entre los ingresos totales producidos por la venta de la
cosecha y los costos totales de producción. En otras apalabras es la diferencia entre la
riqueza creada y la riqueza consumida). El cultivador, dice Quesnay: produce por
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Economía I
generació n, por aumento efectivo de los productos…el artesano, produce por adició n, por
suma de las materias primas y de las subsistencias convertidas en trabajo.
Explica la forma en que circula la riqueza creada por la agricultura y generadora del producto
neto. Para ello; hace un parangó n con la forma de circulació n de la sangre del cuerpo humano.
Decía que así como circula la sangre en el organismo, alimentando todas y cada una de sus
partes y haciéndolo vivir, de la misma manera sucede en la vida econó mica con la riqueza:
esta circula en todas las capas sociales, lo cual hace que se alimenten, y por tanto, subsistan.
Para demostrar como circula la riqueza a través de las distintas clases sociales, primero hace
una clasificació n de estas y, señ ala que son tres: la productora, la propietaria y la estéril.
La clase productora constituye la ú nica fuente de riqueza, a través de la cual es posible que las
demá s se alimenten. Ademá s, la naturaleza es má s bien la que crea la riqueza y no el
trabajador. La clase propietaria tiene un papel bien definido, puesto que ademá s de recibir los
beneficios de la propiedad, mediante la renta que paga la clase productora por el uso de las
tierras, tiene como encargo la conservació n de estas, a fin de que siempre se encuentren en
posibilidad de producir. La estéril recibe este nombre porque a los bienes que produce no se
agrega ningú n valor, simplemente son el resultado de la transformació n de la materia.
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Economía I
El sistema de Quesnay empezó llamá ndose doctrina agrícola a causa de la importancia que
concedía a la agricultura; pero por las medidas que deseaban se implantaran para favorecer a
la agricultura, llegaron a defender un sistema de libertad que ellos fundamentaban en el orden
natural. De aquí el cambio de nombre: de doctrina agrícola se pasó a fisiocracia. Este cambio
lo efectuó Dupont de Nemours en (1761) el cual ha prevalecido hasta nuestros días.
Los fisió cratas fueron los primeros economistas que propusieron el liberalismo econó mico,
que se traduce en el Laissez-faire y el Laissez-passer (dejar hacer y dejar pasar). En otras
palabras propusieron que el estado no debería intervenir en materia econó mica y en
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Economía I
1723-1790. 1772-1823.
Hoy se considera a Adam Smith como el padre de la economía porque fue ante todo el
constructor de un sistema. Existe evidencia de que había empezado a construir un sistema
general de aná lisis dos décadas antes de la publicació n de La Riqueza de las Naciones, y los
perfiles de ese sistema eran claramente visibles antes de 1776. El sistema s Smith combinaba
una teoría de la naturaleza humana y una teoría de la historia con una forma peculiar de
teología natural y algunas observaciones prá cticas sobre la vida econó mica. Reduciendo a la
esfera econó mica, su sistema el intercambio viene características principales de su análisis
central son: la divisió n del trabajo, aná lisis del precio y de la asignació n, la naturaleza del
crecimiento econó mico.
Aunque existieron diferencias entre las ideas de los miembros de la escuela clá sica, en general
sostuvieron principios que incluían la creencia en la libertad natural (laissez faire) y la
importancia del crecimiento econó mico, como medios para mejorar la condició n de la
existencia del hombre. Estas dos ideas, que habían de encontrarse en la doctrina fisió crata,
subyacen también en la riqueza de las naciones.
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Economía I
El principal problema econó mico y político que Smith planteó , para definirlo y resolverlo, fue
la relació n del individuo con el Estado y las funciones del Estado en relació n con sus
miembros.
El derecho natural implica una restricció n de las funciones del gobierno, en interés de la
libertad del individuo. A lo largo de La Riqueza de la Naciones, Smith explicó como el
gobierno divino del universo actú a sobre nuestros políticos y econó micos inmediatos. Un
ejemplo semejante es el justamente famoso pasaje de Smith sobre la mano invisible.
Cada individuo intenta (mediante el empleo de su capital) que el ingreso anual de la sociedad
sea tana grande como pueda. Por regla general, no intenta promover el bienestar pú blico ni
sabe cuá nto está contribuyendo a ello…No son muchas las cosas buenas hechas por aquellos
que dicen dedicarse al comercio a favor del bienestar pú blico. También es verdad que ésta es
una actitud poco comú n entre los comerciantes, y unas palabras bastan para persuadirlo de
ella (La Riqueza de las Naciones, pp. 503-504).
Segú n Smith, había dos características innatas de ala sicología de los humanos: la primera es
que los humanos nos interesamos ante todo por las cosas má s pró ximas a nosotros y mucho
menos en las que se encuentra má s cierta distancia; así, todos nos consideramos a nosotros
mismos como de la mayor importancia:
a).- Teoría del valor.- la divisió n del trabajo, afirmaba Adam Smith, brota de una propensió n
de la naturaleza humana al cambio, por lo que cada individuo debe disponer de un excedente
por encima de sus inmediatas necesidades, para poderlo intercambiar.
Smith planteó el problema del valor en términos de la siguiente paradoja: la palabra valor
tiene dos significados distintos: unas veces expresa la utilidad de un objeto particular, y otras
veces la capacidad de comprar otros bienes que confiere la posesió n de tal objeto, podemos
llamar al primero valor en usos y al otro valor en cambio.(La Riqueza de las Naciones, p.113).
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Economía I
La economía clá sica fue incapaz de resolver la teoría del valor, o sea, la discrepancia entre el
valor de uso y el valor de cambio, porque, como grupo, los economistas clá sicos no intentaron
explicar la existencia y el significado de las valoraciones marginales. Por lo tanto, Smith creía
que las teorías del valor trabajo só lo eran vá lidas para las sociedades primitivas, en las que el
trabajo representa el principal factor de producció n.
b)-División del trabajo. Para Smith la divisió n del trabajo tiene tres ventajas, cada una de las
cuales lleva a una mayor riqueza econó mica: 1) Un aumento de la habilidad y destreza de cada
trabajador, 2) Un ahorro de tiempo, y 3) La invenció n de maquinaria. Esta ú ltima ventaja
resulta de la concentració n de la atenció n del individuo en un objeto particular, a causa de la
divisió n del trabajo.
En cuanto a la riqueza, Smith afirma que no se medía por el valor de los metales preciosos,
sino por el valor de cambio del producto anual de la tierra y el trabajo del país. Así Smith
entendía por riqueza nacional esencialmente lo mismo que los economistas actuales
entienden por renta nacional.
c)- El papel del capital. Aunque la divisió n del trabajo pone en marcha el proceso de
crecimiento, es la acumulació n de capital la que lo mantiene. Los elementos clave del proceso
de crecimiento son la naturaleza, la acumulació n y el empleo del stock. Por stock, Smith
entendía lo que en términos modernos es riqueza, una parte de la cual se reserva para el
consumo y otro puede reservarse para producir una renta adicional, por medio de la
inversió n. Cuando mayor sea esta ú ltima proporció n, mayor será el potencial de crecimiento
de cualquier nació n. Se recuerda que la acumulació n de capital amplía el fondo de salarios, lo
que a su vez permite que un mayor nú mero de trabajadores se incorpore a la actividad,
incrementando de este modo el tamañ o del producto nacional.
Los trabajadores agotan el fondo de salarios a lo largo del tiempo, a medida que obtienen del
mismo los adelantos necesarios para su subsistencia durante el proceso de producció n. Sin
embargo, al final del período de producció n, los bienes producidos se venden, ordinariamente
con un beneficio, de manera que se repone, e incluso aumenta, el stock de bienes salariales
(capital), por la suma que representa el beneficio obtenido. De este modo, a través de la
acumulació n del beneficio, el stock de capital crece a lo largo del tiempo, sosteniendo así un
mayor nú mero de trabajadores y un mayor producto en el siguiente período de producció n.
La cadena completa del crecimiento econó mico, tal como la representaba Smith, puede
resumirse en el cuadro siguiente, en que el crecimiento se contempla como un proceso
continuo, en tanto la cadena de causació n no se rompa. Partiendo de la divisió n del trabajo,
como hizo Smith, la línea de causació n opera en el sentido de las agujas de un reloj. La
restricció n ú ltima del proceso de crecimiento es la dificultad creciente de encontrar nuevas
inversiones rentables, a medida que el stock de capital sigue creciente a lo largo del tiempo.
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Economía I
Este dilema de la població n planteada una cuestió n teó rica y una cuestió n prá ctica. La
cuestió n teó rica se centraba en la identificació n de los frenos reales del crecimiento de la
població n; la cuestió n prá ctica se refería a las soluciones del problema, es decir, que frenos
debían ser estimulados má s que otros. Malthus discutió ambas cuestiones, comenzando con el
problema de la identificació n.
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Economía I
Por lo menos durante un tiempo. La teoría de la població n de Malthus pareció plantear una
cuestió n importante en la economía clá sica, la cuestió n de la oferta de trabajo. Después de
Malthus, la població n se convirtió en el principal determinante de los salarios, y en las
explicaciones subsiguientes de la participació n agregada del trabajo en el producto anual se
puso el énfasis en el concepto del fondo de salarios.
Desde, 1650 hasta 1776, la teoría monetaria se componía bá sicamente de dos corrientes de
pensamiento. Una corriente afirmaba que el dinero estimula el comercio. Esta corriente
destaca el efecto del dinero sobre la producció n y el empleo, ignorando en gran medida la
posible relació n entre dinero y precios. La otra corriente era la teoría cuantitativa del dinero,
que, se centra en la relació n entre el dinero y precios.
Ahora bien, el dinero es un determinante importante del gasto agregado que a su vez
determina los niveles de producció n y empleo. Este proceso teó rico es el elemento de verdad
que se encuentra en la doctrina del dinero-estimula-el comercio. Pero no va lo bastante lejos,
especialmente en dos aspectos críticos. Primero, se ignoraba los posibles efectos del dinero
sobre el nivel de precios. Y, segundo, pensaba por alto el papel de las expectativas en el
proceso de toma de decisiones.
El BullionRport sirvió como pretexto para los primero opú sculos de David Ricardo sobre
materias monetarias, que se publican como comentarios al informe. En 1809, Ricardo publicó
sus colaboraciones sobre “El precio del oro”, y en 1816 sus “propuestas para una moneda
econó mica y segura”. En ambos trabajos, Ricardo reafirmaba la teoría cuantitativa del dinero
y dependía una vuelta a la convertibilidad. En concepto de cantidad dominaba por completo la
teoría monetaria de Ricardo. Sostenía que tanto las disminuciones como los aumentos del
nivel de precios se regulan por los cambios en la cantidad de dinero.
La idea del dinero como un depó sito de valor no parece habérsele ocurrido. No menciona la
demanda de dinero. El dinero se define en los términos má s estrictos como un mero regulador
del valor. Ricardo rechazó o ignoró la idea del dinero como un vínculo entre el presente y el
futuro, en virtud de que no perecedero y escaso.
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Economía I
John Stuart Mill, que representaba la economía clá sica en la cima de su influencia, también
aceptaba la teoría cuantitativa, pero le añ adió algunas cualificaciones que servían para
corregir el exceso Ricardianos. En primer lugar, Mill reconoció que las rígidas conclusiones de
la teoría cuantitativa se basaban en el supuesto de una distribució n equitativa del nuevo
dinero, en relació n con las tenencias iniciales. Cualquier otra distribució n alteraría la estricta
proporcionalidad entre dinero y precios. Ademá s, él creía que la teoría cuantitativa estricta
só lo se sostenía para el dinero metá lico y que:
“Cuando el crédito actú a só lo como medio de compra, distinto del dinero en mano, má s
adelante veremos que la relació n entre los precios y el volumen de medios de circulació n es
mucho má s directa e íntima, y que tal relació n, cuando existe ya no admite un modo de
expresió n tan simple” (Principios de economía política, p.495 ed. Inglesa cit.)
Así Mill, reconocía que un aumento del crédito bancario en condiciones de pleno empleo
podría hacer que disminuye el tipo de interés.
Ricardo tuvo un impacto mucho mayor que Malthus sobre la futura direcció n de la teoría
econó mica. Pero como antagonista teó rico, cada uno de ellos jugó un papel importante en el
desarrollo del sistema analítico del otro. Malthus vio un vehículo estrecho y directo entre el
nivel general de salario y el precio del grano. Argumentó a favor de las leyes de granos,
porque pensó que la libre importació n de granos reduciría los precios interiores del cereal y
precipitaría una depresió n. Para Ricardo, sin embargo, las leyes de granos significaban un
aumento de salarios y una disminució n de los beneficios, y, de este modo, menos acumulació n
de capital y el fin del crecimiento econó mico.
El impulso inmediato para el desarrollo de la doctrina clá sica de la renta fue la controversia
sobre las Leyes de Granos, que se suscitó durante las guerras napoleó nicas. El embargo de
Napoleó n sobre los puertos britá nicos, estos, se vieron obligados a aumentar la producció n
de cereal doméstico, a fin de alimentar a la població n. Y como los costes de producció n eran
má s altos en Inglaterra que en el extranjero, el precio del cereal britá nico aumentó . Entre
1790 y 1810, lo hizo a un promedio del 18% anual. Las rentas de las tierras también
aumentaron, hasta el punto de que los terratenientes desarrollaron unos intereses creados
para seguir restringiendo las importaciones de cereales. Las leyes de granos aprobadas por el
Parlamento en 1815 cubrían eficazmente este objetivo. Fue esta cuestió n del proteccionismo
agrícola y sus efectos sobre la distribució n de la renta y el crecimiento econó mico los que
suministraron el estímulo para el desarrollo de la teoría clá sica de la renta de la tierra.
La renta de la tierra que Ricardo definió como lo que se paga por el uso de las energías
originarias e indestructibles del suelo, no existen en el margen y aparece en las mejores
tierras só lo cuando se ponen en cultivo las tierras peores.
44
Economía I
Ricardo fue muy explícito: si toda la tierra tuviera las mismas propiedades, si su cantidad
fueras ilimitada y su calidad uniforme, su uso no ocasionaría ningú n cargo, a menos que
brindara ventajas peculiares de situació n. Por tanto, ú nicamente porque la tierra no es
ilimitada en cantidad ni uniforme en calidad, y porque con el incremento de la població n, la
tierra de calidad inferior o menos ventajosamente situada retiene que ponerse en cultivo, se
paga renta por su uso. Con el progreso de la sociedad, cuando se inicia el cultivo de la tierra de
segundo grado de fertilidad, principia inmediatamente la renta en la tierra de la primera
calidad, y la magnitud de la dicha renta dependerá de la diferencia en la calidad de estas dos
porciones de tierras (Principios de Economía y Tributació n, p.53).
Las leyes de granos era el de forzar una agricultura má s intensiva y extensiva en Inglaterra. Lo
que Ricardo demostró era que existían rendimientos decrecientes, tanto en el margen
intensivo, como en el margen extensivo.
Pocos conceptos erró neos en la historia de la economía se han perpetuado tan extensamente
como el que se refiere a la teoría del valor de Ricardo. La interpretació n de la teoría que ha
persistido es la de una estricta e intransigente teoría del valor-trabajo. Sin embargo, los
escritos de Ricardo (por ejemplo Malthus y Samuel Bailey), sino sus ardientes discípulos, los
principales responsables de esta interpretació n erró nea.
Pero toda la teoría de la distribució n de la renta tiene que descansar en una teoría del valor, y
Ricardo procedió a modificar la teoría del valor de Smith para su propio uso. En particular,
Ricardo apreciaba ciertas deficiencias en la doctrina de Smith sobre el valor natural. Segú n
Smith, un aumento en el precio de un factor (por ejemplo los salarios) aumentaría el precio de
los bienes producidos por aquel factor (trabajo). Para Ricardo, este era un aná lisis superficial,
especialmente si el cambio en el valor era má s que un cambio en el nivel nominal de precios.
45
Economía I
“El valor de cambio de todos los bienes, ya sean manufacturados, extraídos de las minas u
obtenidos de la tierras, está siempre regulado no por la menor cantidad de mano de obra que
bastaría para producirlos, en circunstancias altamente favorables y de las cuales disfrutan
exclusivamente quienes poseen facilidades peculiares de producció n, sino por la mayor
cantidad de trabajo necesariamente gastada en su producció n, por quienes no disponen de
dichas facilidades, por aquello que siguen produciendo esos bienes en la circunstancias má s
desfavorables.(Principios de Economía Política y tributació n, P. 55)
46
Economía I
Origen del marxismo. Esta corriente se deriva del apellido de Carlos Marx, uno de los
hombres má s grandes que registra la historia, por su papel en el desarrollo y sistematizació n
de la ciencia en general, específicamente, la sistematizació n de las ciencias sociales y de la
economía en particular. El marxismo es el derecho de una larga tradició n. Lenin cita en su
estudio sobre la historia de la Filosofía de Hegel, textos de Herá clito; declara hallar en ellos los
rasgos esenciales del futuro, materialismo dialéctico e histó rico. Desde el materialismo
griego, aparece por primera vez la concepció n de la unidad material del mundo, por ello, no
debemos olvidar tampoco, la tesis doctoral de Marx que se refiere a la filosofía de Demó crito y
de Epicuro.
Si queremos buscar las raíces del pensamiento marxista só lo hasta revisar el contenido de sus
obras para percatarse que él fue un asiduo estudioso de toda la cultura anterior; en sus obras
aparecen los personajes má s representativos en todas las ramas de la ciencia; para el caso que
nos ocupa, encontramos nombres de los autores má s importantes del pensamiento
econó mico; “representa una verdadera síntesis racional de los conocimientos y de las
investigaciones sobre la condició n humana, de las filosofías realistas anteriores y de las
ciencias del hombre”.
47
Economía I
Influencia decisiva en Marx, fue el papel que jugó su maestro Hegel, el cual le reconoce tres
deudos:
A partir de estas ideas, Marx, señ ala que en la explicació n de todas las formas de desarrollo
natural o social só lo es posible hacerlo, a partir del materialismo dialéctico, señ ala que el
hombre, debe explicar su realidad, de la realidad misma. En este sentido desarrollo la tesis de
la filosofía materialista de Feuerbach: la materia es primero a la idea, y la idea no es má s que
la manifestació n desarrollada de la materia. Toda la pedagogía de Marx está inspirada y
dominada por esta idea: cualquier tema del materialismo dialéctico debe basarse en
experiencias prá cticas; ésta en el sentido má s amplio de la palabra, incluye los experimentos
científicos, la creació n artística y la lucha de clases. Los marxistas señ alan que para hablar del
materialismo dialéctico implica hablar en todo caso, de la estrecha relació n entre la teoría y la
prá ctica: la teoría ilumina a la prá ctica y la práctica es donde se corrobora la validez de la
teoría. Por eso se basan en una de las tesis fundamentales de Marx: “los filósofos no han
hecho otra cosa que interpretar el mundo, ahora se trata de transformarlo”.
5.- El Capital (crítica de la economía política). TOMO I (1859), TOMO II (1885), TOMO III
(1894).
El materialismo histórico.- segú n Marx, el hombre se forma con su conciencia, sus puntos de
vista y aspiraciones en el proceso de la producció n de bienes materiales, de tal manera que
antes de hacer ciencia o elaborar teorías, el hombre debe vivir, y para poder vivir debe comer,
vestir, tener techo, etc.
La sociedad- segú n Marx- a diferencia de lo que afirmaban los economistas clá sicos (Adam
Smith, David Ricardo, etc.), que veían en la sociedad capitalista a una sociedad con leyes
econó micas naturales y eternas, Marx afirma que esta sociedad capitalista tiene leyes
econó micas propias e histó ricas y no eternas, cuyo motor de la historia es la lucha de clases;
clases sociales en lucha desde otros modos de producció n anteriores.
48
Economía I
Motivados por esta nueva situació n, y por el desarrollo a gran escala de la producció n y del
comercio y la incorporació n del nuevo descubierto, se promueva la expropiació n de las tierras
y de todo los implementos o medios productivos, ampliando y consolidando la propiedad
privada. Este proceso histó rico de disociació n o separació n de las tierras y de los medios
productivos del productor directo es llamado por Marx, como el proceso de la acumulació n
originaria de la capital, y segú n a algunos autores, este proceso se mantiene vigente durante
los tres siglos de consolidació n del capitalismo e incluso se mantiene vigente durante todo el
siglo XIX y hasta nuestros días.
La dialéctica es una forma de concebir y por lo tanto de aprender tanto la naturaleza como la
sociedad; concibe a éstas como conformada por estructuras interrelacionadas y en continuo
movimiento. Movimiento que opera a partir de las contradicciones internas a las estructuras,
contradicciones que provocan cambios cualitativos y cuantitativos histó ricamente
determinados.
49
Economía I
Pero para captar un objeto de estudio, en este caso la actividad econó mica, no basta con tener
un enfoque dialéctico, o sea, no basta tratar de captar la interrelació n, el movimiento, la
contradicció n, los cambios y la determinació n histó rica. Segú n Marx, es necesario utilizar otro
conjunto de medios cognoscitivos para aprender todos estos elementos; es aquí donde entran
en escena la abstracció n la concretizació n progresiva y la verificació n.
El conjunto articulado de las leyes econó micas, que aprenden ser el reflejo de la realidad
econó mica, representa las diversas teorías parciales o generales, que conforman la teoría
econó mica. Estas teorías econó micas se desarrollan a un alto nivel de abstracció n y no pueden
ser contrastadas directamente con la realidad; entonces entra segunda etapa del método que
es la etapa de la concretización progresiva. En esta segunda etapa implica ir incorporando
elementos que, si bien fueron considerados secundarios, son importantes. Implica también ir
determinando los cambios en las leyes de la economía, y por lo tanto los cambios en la teoría.
Lo abstracto (teorías)
Concretización
Abstracción progresiva
Lo concreto
Lo concreto
Pensado
Real
Verificación
Pero hay diversas formas de producir, por lo que se hace abstracció n también a nivel del
pensamiento, de todas las formas que no son estrictamente capitalistas y se centra el estudio
en la forma capitalista. Marx distinguiendo dos sectores de la economía capitalista la industria
50
Economía I
Marx inicia su investigació n del modo de producció n capitalista con la mercancía como el
objeto ú til producido con el trabajo del hombre, destinado al cambio y no para el
autoconsumo; en tanto que para él, la mercancía es la célula econó mica y la riqueza material
se presenta como un inmenso arsenal de mercancías, haciendo referencia a una de las
particularidades de este sistema econó mico, la producció n generalizada de objetos para el
intercambio. Esta relació n de intercambio basada en la mercancía lleva a Marx a elaborar su
teoría del valor trabajo, sin caer en las contradicciones en las que había caído la escuela
clá sica.
La mercancía, dice Marx, contiene un valor de uso y un valor (de cambio), esos dos aspectos
son dos expresiones del trabajo concreto y del trabajo abstracto y son la sustancia del
valor. El valor a diferencia de otros autores que lo definen desde un punto de vista subjetivo
en torno a la utilidad y la escasez, Marx lo define desde un punto de vista objetivo, que tiene
como base el trabajo; en este sentido, el valor es el trabajo socialmente necesario para la
producció n de mercancías(bienes y servicios). Es necesario señ alar, que bajo esta
consideració n se toma como base, las condiciones histó ricas y sociales medias de los
operarios (obreros, jornaleros, etc.) de una determinada sociedad.
Marx se pregunta ¿Cuá les la cantidad de trabajo que está determinando el valor de un bien?
¿Es la cantidad de trabajo en las mejores condiciones, la cantidad de trabajo en las peores
condiciones o la cantidad de trabajo en las condiciones medias?
En polémica con Ricardo, este planteaba que era la cantidad de trabajo en las peores
condiciones, Marx plantea que el valor del bien econó mico está determinado por la cantidad
de trabajo necesario para producir el bien en las condiciones medias de producció n, porque la
sociedad, desde el punto de vista econó mico, castiga al operario ineficiente y premia al
eficiente. Tomar como base las condiciones medias que consiste en la técnica media y un
grado medio de intensidad de la fuerza de trabajo. Entonces,…“el valor es el trabajo
socialmente necesario (TSN) para la producció n de una mercancía (bienes y/o servicio)”.
51
Economía I
TABLA 1.
TABLA 2.
200 200
52
Economía I
Esto es igual que si calculá ramos el TSN como promedio ponderado. Y en este caso, la
ponderació n viene dada por el nú mero de unidades productivas en ciertas condiciones de
producció n dividido por el total de unidades producidas en cualquier condició n de
producció n. ¿Porque no 45? Porque en su cálculo está implícita la ponderació n y obviamente
pesan má s las empresas que producen má s.
El valor, se constituye como la piedra angular para la construcció n de su teoría econó mica;
analiza las formas histó ricas de su desarrollo (forma simple o fortuita, forma total o
desarrollada, forma general y la forma dinero del valor) y señ ala que teniendo claro dicho
concepto, se pueden explicar todas las demá s categoría econó micas que caracterizan la
economía capitalista.
Pero donde la economía clá sica se detuvo, Marx continuo con la investigació n. Distinguiendo
al régimen capitalista de los anteriores sistemas de producció n por la presencia de la fuerza
de trabajo como mercancía, característica fundamental de este régimen. Si la fuerza de trabajo
es una mercancía, entonces ha de poseer, al igual que cualquier mercancía, un valor de uso y
un valor de cambio. Al respecto conviene precisar dos cosas: trabajo y fuerza de trabajo son
conceptos diferentes, no son sinó nimo.
El trabajo humano es una de las cualidades humanas inherente a nuestro organismo y en este
sentido, ha estado presente desde la aparició n del hombre, “el trabajo ha hecho al mismo
hombre” y ha separado al hombre de los animales. Trabajo es la actividad creadora y
transformadora del hombre que ha puesto a la naturaleza a los fines del propio hombre, “un
proceso que se efectú a entre los hombres y la naturaleza y es la condició n primera y
fundamental de la existencia humana”.
53
Economía I
Tal valor de uso le pertenece, legalmente al contratista, el que paga el salario del trabajador, el
patró n, le corresponde al propietario del capital. El empresario ha asistido al mercado en
busca de los elementos objetivos y subjetivos del proceso de trabajo, ha comprado, por lo
tanto, medios de producció n y fuerza de trabajo. El consumo de la fuerza de trabajo se da por
un período de tiempo determinado.
Una vez que ha llegado al concepto general de plusvalía, demostrá ndose como este plus valor
es igual al valor inicialmente lanzado a la circulació n má s un incremento, y que ese
incremento no proviene del terreno de la circulació n sino de la esfera de la producció n,
mediante el consumo de la fuerza de trabajo, cuya peculiaridad consiste en tener la capacidad
de responder el valor recibido ( el salario) y ademá s crear un excedente, pasa al estudio de las
modalidades concretas de la plusvalía, esto es, la plusvalía absoluta y la plusvalía relativa.
En el capítulo X, Marx expone la manera como participan los diversos factores que
intervienen en el proceso de trabajo en la creació n del valor. Al acuñ ar los conceptos del
capital constante y del capital variable, dice que el primero está constituido por los medios de
producció n, el rasgo distintivo de esta parte del capital en que conserva su valor en el proceso
de producció n, transfiriéndose gradualmente al proceso final.
54
Economía I
El capital variable será aquella parte del capital cuya peculiaridad consiste en que cambia de
valor en el proceso de la producció n, ya que ademá s de dar origen a su propia equivalencia,
crea un remanente, una plusvalía.
Con base a los elementos teóricos explicados, del Tiempo de Trabajo Socialmente
Necesario (TTSN), se elaboró un ejemplo de la realidad económica de la ciudad de
Iguala, tomando como referencia 2 microempresas. Obsérvese a continuación:
EJEMPLIFICACIÓN.-
55
Economía I
56
Economía I
ESCUELA
ESCUELA INGLESA O ESCUELA ESCUELA
AUSTRICA O DE MATEMÁ TIC NORTEAMERICA
PSICOLÓ GICA CAMBRIDG A O DE NA O DE LA
E LAUSANA UTILIDAD FINAL
En términos generales se entiende como lo clá sico a los modelos principales que se expresan
en cualquier á rea del conocimiento; mientras que lo neoclá sico es una variante o modalidad
de lo clá sico.
En Economía se conoce como clá sico a Adam Smith, David Ricardo, Roberto Malthus. James
Stewart Mill, etc. Obviamente con sus propias diferencias, pero coincidiendo en algunos
aspectos generales en cuanto a la forma de có mo abordaron el aná lisis de la economía.
Los economistas clá sicos siempre partieron de una concepció n filosó fica objetiva, de
considerar a la sociedad como un todo y estratificada en clases o grupos sociales; partieron
del aná lisis del proceso de producció n y de las relaciones sociales propias de una sociedad con
diferencias sociales, de la teoría del valor trabajo, etc.
57
Economía I
Los economistas neoclá sicos partieron de una concepció n filosó fica subjetiva, su análisis
econó mico parte del comportamiento de los productores y consumidores como sujetos o
unidades individuales, considera a la utilidad como el elemento central que da valor a los
bienes econó micos, etc. Estos economistas pusieron las bases para el estudio de la
microeconomía moderna.
Los neoclá sicos de la economía aparecieron en las ú ltimas décadas del siglo XIX, logrando su
mayor auge antes de la Segunda Guerra Mundial y mediados de la década de los 30´s, al
concluir la gran crisis de Sobreproducció n que se manifestó a nivel mundial.
Los planteamientos de las diferentes escuelas neoclá sicas son muy extensos, matematizados y
por lo mismo complejos. Aquí se exponen los conceptos fundamentales evitando los detalles y
el uso de mucho lenguaje matemá tico.
Utilidad marginal.
La utilidad marginal es la utilidad final, esta viene siendo el valor de uso que los
economistas clá sicos atribuyeron a los bienes que satisfacen una necesidad.
Lo importante para los subjetivistas no es la utilidad general que tengan los bienes para
satisfacer una necesidad, sino la que tiene un bien en particular, en relació n con la necesidad
individual. No es lo mismo hablar de pan en términos generales, como satisfactor alimenticio,
que hablar del pan que una persona en particular necesita para apagar su hambre. Como se
observa hay una relació n directa entre la necesidad particular y el bien que ha de satisfacerla.
Por otra parte, no significa lo mismo el pan para el que tiene hambre que para el que la tiene
satisfecha, como tan poco la misma importancia para el rico que para el pobre, en el mejor de
los casos, solo con pan o tortilla. (Granillo.p.189
Utilidad Marginal
5
4
3
2
1
Utilidad
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
-1
-2
-3
-4
-5
Cantidad
ddddddd
¿Qué se entiende por utilidad marginal o utilidad final? Habremos de entender por utilidad
marginal, la ú ltima dosis de cada uno de los bienes disfrutados, puesto que la renuncia al
58
Economía I
Gossen señ aló que:” el placer que se logra con el consumo de una cantidad adicional de un
bien disminuye hasta alcanzar la saciedad del consumidor, es decir, que toda necesidad
disminuye en intensidad a medida que se satisface.”(Zalduendo.p.83).
“Consideremos la relació n existente entre una sola necesidad y un bien. Sabemos que de una
necesidad intensa se pasa por grados, a través de una serie decreciente de grados de
intensidad a una total satisfacció n. Si dividimos el bien en muchas dosis y consideramos cada
dosis individualmente, separadas de las demá s, es claro que la primera dosis satisfará el
primer grado de necesidad que es muy intenso. La segunda dosis satisfará el segundo grado
de la necesidad, que es menos intenso. El ejemplo má s elemental que se emplea es el de la
relació n entre la necesidad de alimento y la cantidad de este a disposició n. Si tengo hambre y
me sirven un plato de sopa es evidente que la primera cucharada que ingiero no logrará
colmar mi necesidad (hambre), má s bien logrará estimular el apetito; esta primera dosis
tendrá para mí una utilidad elevadísima, un gran valor; la segunda cucharada –quizá má s-
posiblemente menos, pero a medida que como y se extingue el hambre, la dosis del bien sopa
disminuye, por lo que las dosis 15 y 16 tendrá sin duda una utilidad menor que la primera o
segunda, es decir, con el aumento de la cantidad de un bien disponible para la satisfacció n de
una necesidad, la utilidad de cada unidad que se agrega se hace inferior a la que precede. Este
es el principio decreciente de la utilidad. (Pesenti.pgs.89-90).de esta manera, si se sigue
consumiendo en el caso de la sopa, en lugar de darnos utilidad nos causará desutilidad o
utilidad negativa.
Carlos Menger, economista neoclá sico, mencionó que: “las mercancías pueden pasar de la
categoría de económicas a la de no económicas y viceversa, al cambiar las necesidades, la
oferta de las mercancías, la técnica, etc. Cuando está n en la categoría de econó micas puede
decirse que poseen escasez…el hecho de que un individuo se dé cuenta de la naturaleza
econó mica de una mercancía origina en su mente un juicio que llamamos valor. Segú n las
propias palabras de Menger, valor es la importancia que las propias mercancías concretas o
determinadas cantidades de ellas adquieren para nosotros por el hecho de que sabemos que
la satisfacció n de nuestras necesidades depende de que dispongamos de dichas mercancías. El
valor (econó mico) nace de la limitación de las mercancías en relación con las
necesidades, y es esto lo que da a estas mercancías su cará cter de econó mico. Los bienes
ilimitados no pueden poseer valor (económico), porque no hay ninguna necesidad cuya
satisfacció n dependa de que dispongamos de alguna cantidad de ellos.
El intercambio de los bienes econó micos (o mercancías), para los neoclá sicos, supone la
intervenció n de varios individuos, pero el mecanismo para la valoració n es subjetivo; esto
59
Economía I
supone que el cambio y/o intercambio (en el mercado) solo se efectú a cuando resulta
ventajoso para cada uno de los cambistas (mercaderes, comerciantes, etc.), o sea cuando
subjetivamente cada uno de ellos recibe má s de los que cede a cambio. (El valor de las
mercancías que se cambian es muy particular).
Precio de equilibrio.
Los economistas neoclá sicos afirmaron que tanto compradores como vendedores llegan al
mercado con distintas estimaciones (cá lculos) subjetivas, que la competencia impide que unos
y otros se entiendan para vender o comprar a precios muy altos o muy bajos. Con este regateo
mental (o subjetivo), se llega al precio único o precio de equilibrio, cuyo nivel depende de
la oferta que hace el vendedor menos deseoso de vender y la demanda del comprador con
menos ansia de comprar. Así es como se llega a fijar el precio en el mercado.
“en un mercado donde rija la competencia se logrará el equilibrio cuando el precio sea tal, que
se igualen la oferta y la demanda. Leó n Walras emplea un recurso especial para hacer ver
como es precio resulta de la competencia. Es la noció n de precio pregonado (Prix Crié),
llamado así porque lo pregona o grita un pregonero, si en este precio no son iguales la oferta y
la demanda, se pregonará un precio nuevo, y se procederá así hasta que pueda establecerse la
igualdad, de este modo se conseguirá por tanteo el precio de equilibrio.
60
Economía I
12
Oferta
10
8
P y Q de
Precio
6 Equilibrio
2
Demanda
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
CLÁSICOS NEOCLÁSICOS
Concepció n objetiva de la realidad Concepció n subjetiva de la realidad
econó mica. econó mica.
Afirman que el valor (econó mico) de las Afirman que el valor (econó mico) de las
mercancías depende del trabajo. mercancías depende de la utilidad y/o la
escasez.
Analizan los procesos econó micos con una Analizan los procesos econó micos partiendo
visió n macroeconó mica. de una visió n microeconó mica
61
Economía I
John Maynard Keynes (1883-1946). Fue el má s famoso y tal vez el má s influyente teó rico de
la economía del siglo XX. Aunque muchos economistas minimizarían actualmente la
importancia analítica de la contribució n de Keynes, probablemente ninguno negaría que su
impacto dentro y fuera de la profesió n haya sido tan grande como, por ejemplo, el de Ricardo,
Stewart Mill, Alfredo Marshall. La política fiscal moderna, es decir el uso de la política de
impuestos y gastos del gobierno para influir en los precios, el empleo y la renta deben mucho
a las aportaciones de Keynes.
a) La teoría general.
62
Economía I
La inversió n pú blica: en este caso depende, en gran medida de decisiones políticas y de los
mismos administradores pú blicos. Este aspecto es el que má s se destaca en el aná lisis
keynesiano, ya que el gasto fiscal se convierte en un instrumento de política econó mica
fundamental para modificar la demanda agregada y nivel de empleo.
El consumo; depende del ingreso, pero también de otras variables (precios, stocks, liquidez,
etc.,), pero es relativamente estable en épocas normales y la propensió n marginal a consumir
determina el grado de estabilidad de la economía. La funció n de la ocupació n y su aná lisis, era
en ú ltima instancia, el objetivo y el problema que deseaba estudiar Keynes.
b) Demanda agregada.
Una funció n de consumo relaciona el consumo de todos los bienes privados con el nivel
agregado de renta. Se expresa có modamente mediante C=f (Y), que se lee. El consumo (C) es
una funció n de la renta agregada (Y), o, Renta disponible (RD).
El consumo bien lo sabía Keynes, está relacionado con una multitud de otros factores:
expectativas sobre los precios, utilidad del ahorro para el consumo futuro frente al consumo
presente, expectativa sobre la renta, instituciones, costumbres y así sucesivamente. Pero
Keynes quería mantener estas variables en suspenso, a fin de considerar solamente el
consumo y la renta (beneficios y rendimientos agregados de los factores). Así pues, en cuanto
a la percepció n de la renta ésta pude consumirse o ahorrarse, y así el ahorro agregado se
considera como una funció n de la renta.
63
Economía I
La demanda de inversió n se determina por la multitud de factores, ademá s del tipo de interés,
incluyendo los rendimientos futuros esperados. Efectivamente, un concepto keynesiano bien
conocido, la eficiencia marginal del capital (inversió n real), relaciones el coste de inversió n
del capital con los rendimientos esperados durante la vida de los proyectos de inversió n,
Keynes consideraba que las expectativas, que dependen de caprichosos factores psicoló gicos,
tienen efectos directos e importantes sobre la inversió n y, por tanto, sobre la renta.
Sin embargo, má s allá de los efectos psicoló gicos sobre la inversió n, se plantea un problema
má s fundamental para la determinació n de la renta; es decir, que el gasto en inversió n tiene
mú ltiples efectos sobre la renta.
Mientras que los economistas clá sicos consideraban que los individuos mantienen dinero por
el motivo transacció n e incluso por el motivo precaució n (ahorrando para los días malos),
Keynes argumentaba que mantendría dinero para especular en el mercado de bonos.
Keynes al teorizar que a tipos de interés altos (que significan precios bajos de los bonos,
puesto que existe una relació n inversa), los individuos prefieren mantener bonos.
Vulgarmente, los bonos son un buen asunto a tipos altos de interés. Sin embargo, a medida
que disminuye el tipo de interés aumenta el precio de los bonos y la compra de bonos se hace
cada vez menos atractiva. El rendimiento del bono se reduce cada vez má s. Pero ahora es cada
vez má s atractiva la venta de bonos a causa del aumento de los precios de los bonos
(plusvalía).
Keynes argumentaba sobre las bases de sus desarrollos teó ricos que el gobierno debía usar
sus poderes para gravar con impuestos y para gastar, a fin de influir en el ciclo econó mico. El
gasto gubernamental es una inyecció n directa de inversió n pú blica en el flujo de la renta, el
gasto gubernamental podía financiarse mediante impuestos, la venta de bonos a la Reserva
Federal o por algunos otros medios. Los efectos generadores de renta y empleo de todas estas
alternativas deben valorarse, entonces podría decidirse una acció n encaminada a lograr la
estabilidad econó mica.
Keynes quería un programa planificado en gran escala de política fiscal discrecional, así como
un fortalecimiento de los estabilizadores incorporados. En pocas palabras, el gobierno tiene
que estar preparado para proporcionar las condiciones de pleno empleo. Por lo tanto, el
mensaje bá sico de Keynes es claro.
64
Economía I
El ingreso y la ocupació n
Dependen de
DemandaElectiva
Compuesta por:
Multiplicador
Ahorro
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Economía I
Los estudios econó micos han mostrado que el ingreso es el principal determinante del
consumo y del ahorro. Los ricos ahorran má s que los pobres, tanto en términos absolutos
como en términos porcentuales. Las personas muy pobres no pueden ahorrar nada; má s bien,
si tienen alguna riqueza o pueden pedir préstamos, tienden a desahorrar. Es decir, tienden a
gastar má s de lo que ganan, reduciendo así el ahorro acumulado o endeudá ndose má s.
66
Economía I
La columna (3) muestra el gasto de consumo correspondiente a cada nivel de ingreso. Como
cada dó lar de ingreso se divide entre la parte que se consume y la parte restante que se
ahorra, las columnas (3) y (2) no son independientes; su suma siempre ha de ser igual a la
columna (1).
67
Economía I
Este concepto, introducido por Keynes, se basa en la hipó tesis de que existe una relació n
empírica estable entre el consumo y el ingreso.
Esta relació n se observa mejor por medio de una grá fica. La figura 1 representa los siete
niveles de ingreso enumerados en el cuadro 2, el ingreso disponible (columna 1 del cuadro 2)
se encuentra en el eje de las abscisas y el consumo (columna 3) en el de ordenadas. Cada una
de las combinaciones de ingreso y consumo se representa por medio de un punto y a
continuació n se conectan por medio de una curva lisa.
En la fig.1 la curva que pasa por los puntos A, B, C…., G es la funció n de consumo. El eje de
abscisas muestra el nivel de ingreso disponible (ID). La funció n de consumo muestra el nivel
monetario de consumo© del hogar correspondiente a cada nivel de ID. Obsérvese que el
consumo aumenta cuando aumenta ID. La recta de 45º ayuda a localizar el punto de
nivelació n y a medir a simple vista el ahorro neto.
Para comprender la Fig. 1., es ú til examinar la recta de cuarenta y cinco grados que parte del
origen en direcció n noreste. Como los ejes de ordenadas y de abscisas tienen la misma escala,
la recta de cuarenta y cinco grados posee una propiedad muy especial. En cualquier punto de
ella, la distancia desde las abscisas (el consumo) es exactamente igual a la distancia al eje de
las ordenadas (el ingreso disponible). El lector puede comprobar este hecho con sus propios
ojos o con una regla.
68
Economía I
La recta de cuarenta y cinco grados nos dice de inmediato si el gasto de consumo es igual,
mayor o menor, que el nivel de ingreso disponible. El punto de nivelació n en el que la curva de
consumo corta a la recta de 45º representa el nivel de ingreso disponible en el que los
hogares se encuentran en una situació n nivelada. En la fig. 1 este punto se halla en B, donde el
gasto de consumo es exactamente igual al ingreso disponible: el hogar no es ni un prestatario
ni un ahorrador. A la derecha del punto B, la funció n de consumo se encuentra por debajo de
la recta de 45º grados. La larga flecha vertical que va de E a E en la fig. 6.5 muestra la relació n
entre el ingreso y el consumo. En el nivel de ingreso de $28 000 el nivel de consumo es de $ 27
240 (véase el cuadro 2), veamos que el consumo es menor que el ingreso por el hecho de que
la funció n de consumo se encuentra por debajo de la recta de 45º grados en el punto E. lo que
un hogar no gasta necesariamente lo ahorra, la recta de 45º nos permite saber cuá nto ahorra.
El ahorro neto se mide por la distancia vertical que hay desde la funció n de consumo hasta la
recta de 45º grados, como muestra la flecha del ahorro EE” de tono gris. La recta de 45º
grados nos dice que a la izquierda del punto B, el hogar gasta una cantidad superior a su
ingreso. La diferencia entre el consumo y e ingreso es su desahorro y se mide por la distancia
vertical que hay entre la funció n del consumo y la recta de 45º grados.
Esta funció n de ahorro procede directamente de la fig. 1 y es la distancia vertical que hay
entre la recta de 45º grados y la funció n de consumo. El punto A de la fig. 1 observamos que el
ahorro del hogar es negativo porque la funció n de consumo se encuentra por encima de la
recta de 45 o grados. La fig. 3, muestra este desahorro directamente: la funció n de ahorro se
encuentra por debajo del eje de las abscisas (que corresponde a un nivel de ahorro nulo) en el
punto A. del mismo modo, el ahorro positivo se halla a la derecha del punto B, porque la
funció n de ahorro se encuentra por encima del eje que representa el nivel de ahorro nulo.
El cuadro 3 reordena los datos del cuadro 2 de una manera má s có moda. Verifique el lector
primero su similitud con el cuadro 2 y observe a continuació n las columnas (1) y (2) para ver
como aumenta el gasto de consumo en los sucesivos niveles de ingreso.
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Economía I
El lector puede calcular la PMC entre dos niveles de ingreso. En el cuadro 3la PMC empieza en
0.89 en el caso de los pobres y cae finalmente hasta 0.53 cuando se llega a los niveles má s
altos.
¿Por qué decimos que PMC y la PMA está n relacionadas como hermanas gemelas? Recuérdese
que el ingreso disponible es igual al consumo má s el ahorro. Esto significa que cada nuevo
dó lar de ingreso disponible debe dividirse entre consumo adicional y ahorro adicional. Así,
por ejemplo, si la PMC es 0,85, la PMA tendrá que ser 0.15 (¿Cuá l será la PMA si la PMC fuera
0.6? ¿y si fuera 0.99?) La comparació n de las columnas (3) y (5) del cuadro 3 confirma que en
cualquier nivel de ingreso la PMC y la PMA siempre tienen que sumar exactamente 1, ni má s
ni menos. Así pues, sabemos que siempre y en todo lugar PMA=1-PMC.
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Economía I
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Economía I
Esta curva de ahorro se obtiene restando el consumo del ingreso. Grá ficamente, la funció n de
ahorro se obtiene restando vertical mente la funció n de consumo de la recta de 45º grados de
la figura 2. Obsérvese que el punto de nivelació n B se encuentra en el mismo nivel de ingreso
de $25 000 que en la figura 2.
WONNACOTT:
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Figura 4.- La funció n del consumo (miles de millones de dó lares a precios constantes)Fuente.
Economía Wonnacott 1984
Figura 5.- La funció n del ahorro (miles de millones de dó lares a precios constantes)Fuente.
Economía Wonnacott 1984
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Economía I
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Economía I
EJEMPLIFICACIÓN.-
EJEMPLO PARA CALCULAR UNA FUNCIÓN DE CONSUMO Y DEL AHORRO, A PARTIR DE
LA RENTA DISPONIBLE (RD-INGRESOS FAMILIARES), EN EL MARCO DE LA TEORÍA
KEYNESIANA.
2,875
750 875 875/750=1.16 1,375 -125/750=
1,250-1,375=- --0.16
125
B 5,000 3,750
Concluimos que las familias que tienen má s egresos que ingresos disponibles son a, b
y c son las que se endeudan má s que las familias c, d y e que son las que ahorran mas y
tienen una mejor economía ya que saben administrar su renta disponible. Viendo que
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Economía I
el a-b y b-c tiene propensió n marginal de ahorro en -0.16 y el c-d y d-e tiene
propensió n marginal de ahorro en 3.8.
6000 5750
5000
3750
4000 3600
CONSUMO
2875
Serie 1
3000
2000
1500
1000 450
0
4250 5000 6250 7000 7750
Conclusión: en esta grá fica podemos observar cuanto tenemos de renta disponible y cuanto
lo que se consume. Viendo que hay una variedad de consumo y de renta, podemos ver quien
consume má s y quien consume menos, que la má s baja de consumo es de 1,500 (mil
quinientos) y que la má s alta es de 5750 (cinco mil setecientos cincuenta).
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Economía I
6000
5000
4000
2900 2850
3000
AHORRO
AHORRONETO
2000
1000
-125
0
A-B B-C C-D D-E
-1000
-750
-2000
RENTA DISPONIBLE ( RD:NUESTROS INGRESOS DE GRUPO)
Economistas estructuralistas.
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Economía I
Escuela estructuralista.
En 1949 surgió un organismo internacional con la finalidad de estudiar y dar solució n a los
problemas econó micos de América Latina. Este organismo es la Comisió n Econó mica para
América Latina (CEPAL) que tenía una orientació n claramente estructuralista. Se puede decir
que de la CEPAL, surge la escuela estructuralista fundada y dirigida por el economista má s
representativo de esta corriente, el argentino Raú l Prebish.
La estrechez o inadecuació n por parte de las escuelas del pensamiento econó mico má s
difundidas (clá sica, neoclá sica, marxistas y keynesiana), para explicar la problemá tica del
subdesarrollo, impulsaron la creació n de teorías propias que explicaran y dieran posibilidad
de solució n para América Latina. Es en estas condiciones en que surge la escuela
estructuralista.
Norris C. Clement et al. En Economía Enfoque: América latina, señ ala “La falta de desarrollo
en América Latina, en opinió n de los estructuralistas, se debe a diferencias en la estructura del
sistema capitalista, tal y como evolucionó en esta regió n del mundo. Es decir, el modo en que
América Latina evolucionó pasando del sistema tribal a colonia política y econó mica de
Españ a y, a continuació n, a ser un proveedor de materias primas para los países del mundo
actualmente desarrollado, la economía no funcionó ni eficiente ni equitativamente. Por ende
debe ser reformada. (Marum.1996.p 158).
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Economía I
CAMBIO ESTRUCTURAL.
Los economistas que pertenecen a esta escuela, a pesar de que mantienen algunas diferencias,
todos coinciden en que la economía latinoamericana necesita cambios en su estructura, como
los siguientes:
Por ú ltimo, mencionaremos que el estructuralismo fue atacado por corrientes (políticas) de
izquierda y de derecha. Las primeras, por considerar que no es suficientemente crítico de los
mecanismos de explotació n dentro del sistema capitalista y de la teoría del comercio
internacional, las segundas por considerar que no se tenían en cuenta los ciclos econó micos y
porque amenazaban los intereses políticos de sectores conservadores importantes.
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